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  • Del negocio de las flores a decorar eventos masivos

    María Victoria Espinosa

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    Los esposos Andrés Del Hierro y Sara Valencia se dedican desde hace 18 años a la decoración de eventos, en Santo Domingo.Ellos iniciaron en una pequeña floristería, administrada por la familia Del Hierro, desde hace alrededor de 30 años. Ahí, la madre de Andrés, María Antonieta, hacía manualidades y arreglos florales.

    Andrés recuerda que antes de graduarse en la carrera de Hotelería y Turismo, junto con su esposa, empezaron a idear un negocio que les permitiera desenvolverse con los conocimientos que habían aprendido en la universidad.

    Se les ocurrió ampliar los servicios de la floristería y con USD 400 compraron manteles para su primera decoración. Se trataba de una boda, que coincidía con el día de la incorporación de Andrés y Sara. “Terminamos de decorar un evento para 400 personas y corrimos a nuestra graduación”.

    Los primeros tres años fueron de aprendizaje. Ellos debieron capacitarse sobre las tendencias y nuevas técnicas de decoración, atención al cliente, entre otras. Luego de esos tres años, el negocio empezó a crecer. Ya no atendían a uno o dos clientes al mes, sino a cuatro o cinco. También tuvieron que conseguir un local más grande para atender a los clientes y almacenar los materiales decorativos.

    Del Hierro afirma que el éxito de su negocio, llamado Le Bouquet, se debe a las recomendaciones que los clientes les han hecho con sus amistades y familias. En 18 años, han conservado 150 clientes fijos entre la decoración de eventos y la floristería.

    Según Del Hierro, los clientes a los que se les ha decorado sus bodas, luego lo llaman para el bautizo y fiestas infantiles de sus hijos. Eso se debe al vínculo que la pareja crea con sus clientes. “En una boda nada debe salir mal”.

    Las decoraciones de Le Bouquet varían según las tendencias de la moda y del gusto de los clientes, a quienes se los asesora con anticipación. Foto: Juan Pérez / LÌDERES
    Las decoraciones de Le Bouquet varían según las tendencias de la moda y del gusto de los clientes, a quienes se los asesora con anticipación. Foto: Juan Pérez / LÌDERES

    La pareja señala que una de las estrategias para que el negocio funcione es ser cómplice de sus clientes y buscar soluciones donde ellos no las ven. Del Hierro recuerda que en una boda que realizaron en Esmeraldas, el pastel era un obsequio de la madre de la novia y lo traían desde Guayaquil. Pero desde el viernes hubo un paro de transportistas y se cerraron las vías.

    La novia estaba desesperada, pero a Del Hierro se le ocurrió alquilar una ambulancia para traer a la madre de la novia y la torta. “La cara de felicidad de la clienta al ver a su mamá no tuvo precio”.

    Del Hierro ha debido también disfrazarse de payaso o animar las fiestas cuando los encargados no han llegado. “Hay clientes que no contratan todos los servicios y luego tienen inconvenientes. Pero nosotros les ayudamos a solucionar esos problemas”.

    Juan Pozo fue uno de los primeros clientes de Le Bouquet y en la actualidad sigue buscando la asesoría de Del Hierro para las fiestas familiares. Ya le han organizado unos cuatro eventos, con diferentes temáticas. Una de las razones por las que continúa contratando sus servicios es por la puntualidad y porque cuidan cada detalle.

    En la actualidad, el negocio cuenta con dos sucursales. Una en Santo Domingo, que es administrada por Del Hierro, y otra en Esmeraldas, que es dirigida por Zulema Yépez, tía de Andrés.

    En esos dos negocios trabajan 10 personas. Ellos se dedican a ayudar con la decoración de eventos, que se realiza a nivel nacional, al igual que el envío de flores. “A la única provincia que aún no llegamos por temas logísticos es a Galápagos”, señala.

    Para cubrir la demanda de los clientes, la pareja debió invertir USD 50 000 en materiales para decoración, como estructuras metálicas, lámparas, mesas, manteles, telas, entre otros. Del Hierro señala que es imposible dejar de invertir porque hay que seguir renovando los materiales decorativos según las tendencias de cada temporada.

    Además, hay clientes que ya tienen una idea de la decoración, que quieren para su evento. Ahí utilizan los materiales que ya tienen o los alquilan o los compran.Para eso cuentan con 30 proveedores de alimentos, carpas, insumos de fiestas, entre otros.

    Valencia asegura que entre más se expande Le Bouquet, los proveedores también lo hacen. “Las personas que nos alquilan las carpas han tenido que invertir porque a veces tenemos eventos de más de 400 personas”.

    Andrés Del Hierro es el propietario de Le Bouquet, un negocio dedicado a la decoración de eventos y a los arreglos florales personalizados. Foto: Juan Pérez / LÍDERES
    Andrés Del Hierro es el propietario de Le Bouquet, un negocio dedicado a la decoración de eventos y a los arreglos florales personalizados. Foto: Juan Pérez / LÍDERES
  • El servicio de belleza es integral

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    El centro de belleza Pituca nació hace cinco años, en un pequeño local en la zona céntrica del cantón Santo Domingo.

    Gabriela Betancourt, propietaria del negocio, recuerda que su esposo Édgar Cumbillo le regaló USD 200 para que comprara esmaltes, acetona y utensilios para limpiar las uñas. Con esas herramientas y dos mesas pequeñas, Betancourt instaló un pequeño negocio de manicure y pedicure, en un local de la familia de su esposo. “Me apoyaron mucho. Mi suegro no me cobraba el arriendo y eso ya era una gran ayuda”.

    El negocio empezó promocionando diseños novedosos de animales, dibujos animados, flores, entre otros. Pero para que el emprendimiento tuviera más acogida debieron innovar. Así que las dos manicuristas aprendieron una técnica para hacer diseños con texturas diferentes.

    Una de esas fue la de las uñas caviar. Este estilo de decoración consiste en cubrir las uñas con pequeñas pelotitas que simulan al caviar. Son de diferentes tamaños y se adhieren a la uña con un pegamento especial.

    Juan Carlos Pérez para LIDERES
    Juan Carlos Pérez para LIDERES

    También hacían diseños con las uñas peluches, que tenían la textura suave de la felpa.
    Esos nuevos estilos, que se promocionaban en Facebook, hicieron que las clientas empezaran a llegar. Al año de la inauguración, ya no tenían espacio para atender a la clientela.

    Así que Betancourt obtuvo un crédito e instaló en su casa un nuevo centro de belleza, en el que invirtió USD 45 000.

    Se equipó la parte delantera de la vivienda con sillas especiales para hacer el manicure y pedicure. “Mi esposo fue plomero, carpintero, pintor y todo lo que necesité para que el local quedara lindo”, cuenta la mujer.

    En la nueva sucursal se implementaron novedosos servicios como un área para tratar el cabello y el rostro de las clientas.

    Luego fue necesario derrocar algunas paredes para construir dos habitaciones más en las que se instaló un centro de depilación y una área para tratamientos faciales y corporales.

    También se instaló una pequeña cafetería y una tienda de maquillaje, ropa y accesorios. La idea era que el cliente encontrara todos los servicios en Pituca.

    Juan Carlos Pérez para LIDERES
    Juan Carlos Pérez para LIDERES

    Para cumplir con la demanda de clientes, que aumentó de 30 a 60 al día, debieron contratar a 10 manicuristas, dos estilistas y una administradora.

    Con los trabajadores se empezó con una serie de capacitaciones en las que se reforzaron los conocimientos en el área de la belleza, y se enfatizó en la atención que se le debe brindar al cliente.

    Betancourt señaló que la mejor estrategia de publicidad en este tipo de negocios es la recomendación que dan los clientes con sus amigos y familiares. “Cuando se atiende a una persona, se debe tener en cuenta que a través de un buen servicio se puede captar a otros clientes o perderlos”.

    Liseth Pérez es clienta de Pituca desde hace dos años. La primera vez fue a Pituca para colocarse unas uñas acrílicas. “El diseño fue impecable y las uñas me duraron más de dos meses. Así que mis amigas quisieron probar y ahora vamos todas”.

    Juan Carlos Pérez para LIDERES
    Juan Carlos Pérez para LIDERES

    Betancourt cuenta que para mantener la cartera de clientes, trata de mejorar la atención con refrigerios y con mayor seguridad en los locales. Además debe estar actualizando constantemente las técnicas para el corte de cabello, peinados, manicure y pedicure, maquillaje, entre otras.

    Para este 2018, salieron nuevos apliques en pedrería y también el pintado de uñas. Por ejemplo, hay una nueva técnica, que da un efecto visual en el que las uñas parece que fueran espejos.

    Las mejores fechas para Pituca son San Valentín, Navidad. Año Nuevo y los feriados como Carnaval. Es esas épocas se deben reservar los turnos con anticipación. “Se entregan 50, pero vienen clientas sin turno y hacemos un esfuerzo para atenderlas”.

    Para San Valentín ya se han planeado nuevas estrategias de marketing en las redes sociales como descuentos, tutoriales, entre otros.

    Además se promocionan regalos para los enamorados, que pueden ser desde perfumes, maquillaje o una tarjeta para que sea canjeada por uno o varios servicios en el centro de belleza.

    En Pituca hay varios diseños y técnicas para la decoración de las uñas.Foto: Juan Carlos Pérez para LIDERES
    En Pituca hay varios diseños y técnicas para la decoración de las uñas.Foto: Juan Carlos Pérez para LIDERES
  • En este restaurante se puede degustar la sazón nacional

    Redacción Santo Domingo (F) – Contenido Intercultural

    La gastronomía tradicional manabita y de la sierra se fusionó en El Señor de los Secos. Este negocio nació hace más de un año en Santo Domingo de los Tsáchilas.

    Los propietarios Daniel y Ronny Paucar buscaban implementar en el mercado local, un negocio que les permitiera recordar las raíces gastronómicas del país, especialmente las manabitas.

    En un terreno, que no era utilizado por la familia, adecuaron un pequeño local en el que empezaron a probar las recetas para rescatar los sabores ancestrales.

    Los hermanos Paucar contrataron a una manabita para que les ayudara a recrear el plato montuvio más tradicional de Manabí: el seco de gallina.

    Para hacerlo debieron conseguir ollas de barro y condimentos manabitas como el cilantro de monte y oreganón.

    Este plato fue degustado por familiares y amigos para medir el nivel de aceptación. También lo hicieron con el nombre. “Buscábamos un nombre tradicional como achiote, pero El Señor de los Secos fue el que más acogida tuvo”, señaló Daniel Paucar.

    Los emprendedores continuaron descubriendo platos tradicionales, que fueran acogidos por la clientela santodomingueña. Hasta que probaron con la receta familiar del seco de chivo, que se acompaña con arroz, aguacate y plátano. Ese es uno de los platos más vendidos del local. “Es un plato que hacía mi abuelita, luego mi mami y ahora nosotros”.

    Entre semana se venden un promedio de 80 platos a diario. Mientras que los sábados y domingos las ventas aumentas hasta a 150 secos por día.

    El negocio inició con una inversión de entre USD 15 000 y 20 000,entre la adecuación del local, del parqueadero y el mobiliario. Daniel Paucar señala que en menos de un año ya debieron hacer dos modificaciones al local para agrandarlo.

    Junto al parqueadero adecuaron un espacio con mesas para captar a más clientes. Ese lugar también es utilizado para que los clientes festejen cumpleaños, baby showers, cenas familiares…

    La segunda modificación fue en la bodega. Ese espacio ahora es utilizado como un asadero de pollos. “La idea es que el cliente encuentre varias opciones en el restaurante. Si no desea un plato tradicional también hay combos de pollo asado”.

    José Verdezoto es cliente de este negocio. Él señaló que el restaurante ha logrado captar el sabor típico de cada plato. “Mientras sirven el seco, nos colocan en la mesa una porción de plátano maduro con maní o sal prieta. Son detalles que me recuerdan a mi Manabí”.

    Daniel Paucar señala que la idea de hacer comida tradicional nació en Canadá, donde vivió seis años.

    Ahí aprendió técnicas gastronómicas y añoró la comida ecuatoriana y las tradiciones.
    Por eso al regresar a Santo Domingo tuvo claro el tipo de negocio que abriría en sociedad con su hermano Ronny Paucar.

    En la actualidad han ampliado la oferta de platos típicos como la carne de cerdo punzada, fritada, pescado frito y las menestras manabitas de plátano. Los precios varían entre USD 3 y USD 5.

    Los hermanos Daniel y Ronny Paucar se asociaron para abrir un restaurante de comida tradicional llamado El Señor de los Secos. Foto: Juan Carlos Pérez para LIDERES
    Los hermanos Daniel y Ronny Paucar se asociaron para abrir un restaurante de comida tradicional llamado El Señor de los Secos. Foto: Juan Carlos Pérez para LIDERES
  • Los tsáchilas rescatan su cultura con turismo

    María Victoria Espinosa (F) Contenido intercultural

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    Dos años tardó la familia Calazacón para construir 12 cabañas en las que se desarrolla el Proyecto Cultural y Turístico Abraham Calazacón.

    Este emprendimiento busca rescatar la cultura y las tradiciones de la nacionalidad Tsáchila a través del turismo.

    Por eso, cada cabaña es un museo etnográfico en el que se expone al turista los oficios ancestrales como la elaboración de tejidos, artesanías e instrumentos musicales, entre otros.
    Además, tienen un consultorio médico subterráneo, que se denomina la casa del chamán. Ahí un ‘vegetalista’ trata enfermedades como la diabetes, el colesterol elevado, entre otras. Lo hace con plantas nativas, que se encuentran en los senderos tsáchilas y que pueden ser observadas por los turistas.

    Abraham Calazacón es el líder del proyecto. Él señala que la construcción del centro lleva grabado el esfuerzo de su familia.

    Unas 10 personas trabajaron en sus tiempos libres para adecuar el terreno de una hectárea y que pertenece por décadas a la familia Calazacón de la comuna Chigüilpe, en Santo Domingo de los Tsáchilas. “Apenas había un tiempo entre las labores agrícolas, toda mi familia trabajaba en recolectar el pambil, la caña guadúa y la paja toquilla del bosque tsáchila”.

    La inversión total fue de USD 30 000. Con esos recursos se pudo reconstruir los instrumentos musicales y las máquinas de los telares donde se fabrican las chumbillinas (faldas) típicas de la nacionalidad.

    Además se invirtió en la capacitación de 30 niños y jóvenes que son los guías turísticos del lugar. Shyrley Calazacón, de 19 años, es una de ellos. La tsáchila explicó que además de la riqueza cultural que se le enseña a los turistas. También se están rescatando los deportes y oficios en el bosque como la caza.

    Por ejemplo, se realizan excursiones para conocer las plantas sagradas de la nacionalidad. Ahí el turista puede conocer árboles milenarios como el pechi, que tiene el poder de generar energía positiva al turista, según la creencia tsáchila.

    Además se puede realizar canoping, buceo y pesca deportiva. El ingreso a las instalaciones tiene un costo de USD 3. Mientras que los recorridos y deportes acuáticos tienen un precio de USD 5.

    Abraham Calazacón señala que el centro turístico se inauguró hace cuatro meses. Desde entonces la acogida ha sido buena. En los dos primeros meses recibieron a 400 turistas aproximadamente.

    Mientras que solo en diciembre tuvieron 500 visitantes. Eso debido a que se promocionaron los baños de endulzamiento y florecimiento para iniciar el 2017 cargado de energías y pensamientos positivos.

    Lourdes Peña vive en Quevedo. Ella señala que cada año se realiza baños de la buena suerte en fin de año. “Vi en las redes sociales las fotos que compartió un amigo. Así que averigüé y los precios eran cómodos y el ambiente familiar así que fui con mis hijas”.
    Ella señala que le llamó la atención que el centro turístico está rodeado de naturaleza. “Se puede respirar aire puro. No hay ruido ni contaminación de los ríos. Es perfecto para desestresarse”.

    Otra de las actividades que se pueden realizar en el centro turístico es observar una presentación artística realizada por los niños de la etnia. Ellos tocan la marimba, el bombo y el shuade (que es un instrumento que emula el sonido de la lluvia y las cascadas).

    Asimismo, el turista podrá aprender cómo se realizan las artesanías tsáchilas. Génesis Calazacón les explica el proceso de recolección y secado de las semillas con las que se elaboran collares, pulseras, anillos y amuletos de protección y buena suerte. Las artesanías tienen un costo aproximado de entre USD 1 y 10.

    Abraham Calazacón es el líder del centro  turístico, que lleva su nombre. Está ubicado en el kilómetro 7 de la vía Santo Domingo - Quevedo. Foto: Juan Carlos Pérez para LÍDERES
    Abraham Calazacón es el líder del centro turístico, que lleva su nombre. Está ubicado en el kilómetro 7 de la vía Santo Domingo – Quevedo. Foto: Juan Carlos Pérez para LÍDERES
  • La oferta de Pelileo llega a Santo Domingo

    Bolívar Velasco

    Los textileros de Pelileo que venden en Santo Domingo no se desanimaron cuando les pidieron desalojar unos terrenos que son espacios verdes en esta ciudad.

    Luego de tres años de ofertar su producción en un predio de cerca de 1 200 metros cuadrados, ubicado en el baipás Quito-Quinindé, debieron retirarse porque el Municipio dispuso que no podían seguir en ese sitio reservado para la flora y el esparcimiento.

    Eso sucedió hace nueve meses, pero los microempresarios se organizaron para comprar unos terrenos a unos 200 metros de sus antiguos locales.

    Los 250 comerciantes vendían las prendas de vestir mientras la nueva construcción de 3 000 metros cuadrados tomaba forma, frente al complejo Ramia.

    Al momento, el local está avanzado en un 90% y cuenta con espacios mejores organizados y divisiones más estéticas, que incorporan corredores suficientes para los clientes. Además, dispone de un parqueadero y un patio de comidas.

    El presidente de la Asociación de Comerciantes y Productores Ecuatextil Pelileo, Noé Chiriboga, señala que la idea de este proyecto es demostrar que la perseverancia arroja sus frutos tarde o temprano.

    Este dirigente recuerda que también fueron parte de los comerciantes que improvisaban puestos en las calles de esta urbe.

    Hace 15 años realizaron los primeros viajes desde Pelileo a Santo Domingo, con la intención de facilitar su producción a otros comerciantes de la región.

    “Desde esos años anhelábamos contar con un espacio fijo y hoy es una realidad”, asegura Chiriboga.

    El mentalizador de la flamante feria, José Garcés, explica que con esfuerzos se reunieron USD 100 000 para la compra del nuevo terreno. Luego cada socio aportó con USD 1 300 para la construcción y los acabados finales. “Este local es de todos, cada quien es dueño de un poquito, aunque los compañeros en promedio ocupan seis metros cuadrados”.

    La apuesta de Ecuatextil Pelileo también es mantener presencia en el mercado bajo el mismo concepto que en su natal Tungurahua.

    De hecho, los comerciantes que llegan a la provincia Tsáchila son fabricantes directos en Pelileo y por eso el costo de las prendas se entrega “a precio de fabricante para el consumidor final”.

    Por ejemplo, el mismo jean que en Pelileo cuesta USD 15 tiene igual precio en Santo Domingo de los Tsáchilas, agrega Garcés.

    El catálogo de productos es variado, aunque la mayor parte está compuesto por pantalones, pantalonetas, camisetas, interiores…

    Según la Dirección de Mercados y Comercio del Municipio de Santo Domingo, la feria de Pelileo atrae cada semana a 4 000 personas de Esmeraldas, Manabí, Quevedo, Guayas y Pichincha. Son comerciantes que llegan en busca de mercadería al por mayor.

    Enrique Muñoz, dueño de una boutique en Esmeraldas, señala que el establecimiento es estratégico y eso le permite ahorrar tiempo y recursos.

    “Ir a Pelileo me representa un viaje de ocho horas, mientras que a Santo Domingo lo hago en menos de dos horas y media. Al final eso influye en el precio de la prenda de vestir”.
    Una de las estrategias de los comerciantes de Pelileo es abrir sus locales a partir de las 20:00 de cada viernes. La jornada de negocios se extiende sin interrupción hasta las 13:00 del sábado.

    El presidente de la Asociación Ecuatextil Pelileo, Noé Chiriboga, cuenta que eso permite que los comerciantes de otras provincias se organicen y viajen la tarde del viernes hacia Santo Domingo.

    Entonces, en la noche compran y al siguiente día retornan temprano y abren sus negocios con normalidad.

    La logística es otra clave. Los fabricantes de Pelileo arriban con su mercadería a las 18:00 de cada viernes. Lo hacen en tres grandes camiones, cinco buses y unas 100 camionetas.
    El promedio de venta de cada textilero varía conforme al volumen de prendas que se pongan en las perchas y estanterías.

    Chiriboga explica que los ingresos pueden ser de USD 1 000 hasta 20 000 por los dos días de feria.

    Las ventas son directas tanto al por mayor como por menor y los revendedores no tienen lugar en la feria de Pelileo.

    Foto: Juan Carlos Pérez para LÍDERES Pantalones, pantalonetas, camisetas e interiores son parte de la oferta de los comerciantes de Pelileo que llegan a Santo Domingo.
    Foto: Juan Carlos Pérez para LÍDERES
    Pantalones, pantalonetas, camisetas e interiores son parte de la oferta de los comerciantes de Pelileo que llegan a Santo Domingo.
  • Liz Spa cada año ofrece nuevas técnicas de belleza a sus clientes

    María Victoria Espinosa

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    Los videos con tips de belleza en las redes sociales han sido la herramienta para que Génesis Parreño consiga nueva clientela en el centro integral Liz Spa.

    El emprendimiento cumplió en mayo pasado seis años. Desde entonces ofrece tratamientos de belleza como reducción de medidas corporales, rejuvenecimiento facial, bronceado, masajes hidratantes y relajantes, entre otras.

    Parreño señala que sus dos tácticas para destacarse en el mundo de la belleza es la innovación de equipos y la capacitación constante del personal.

    El equipamiento, en el que ha invertido USD 200 000, se exportó de Argentina. En ese país, Parreño se ha especializado en cosmeatría y cada año actualiza sus conocimientos en academias de Córdoba y Buenos Aires. “Es importante estar de la mano con la tecnología. Pero que sean los expertos quienes nos enseñen como utilizar las máquinas y las técnicas adecuadas para cada tipo de piel y según resultado que desea obtener el paciente”, señaló.

    Este año ofrecen tres nuevos servicios como la criolipolasis, que es un tratamiento no invasivo para eliminar la grasa corporal a través de una máquina fría.

    El tratamiento spider, en cambio, elimina las varices. “Se usan agujas muy pequeñas, esterilizadas y desechables, que no afectan a los tejidos porque solo tocan la piel. El pulso que produce la coagulación térmica de las venas, ayuda a la desaparición inmediata sin dejar cicatrices en la piel“.

    Además tienen una cámara de solarium para el bronceado, que es utilizada por las clientas, especialmente, en la época playera como el feriado de carnaval.

    Entre los tratamientos faciales, que más acogida tienen en Liz Spa esta el plasma rico en plaquetas, que promueve la regeneración celular y rejuvenece la piel.

    Otra estrategia es ofrecer cada semana nuevas promociones como descuentos, combos o dos tratamientos por el precio de uno.

    Parreño señala que cada año debe traer nuevas técnicas a Santo Domingo. “En un curso en Argentina, que hice poco, me enseñaron un técnica de relajación con música electrónica”.

    Para implementar este tratamiento desestresante, Parreño debió remodelar el spa. En una habitación incorporó en las paredes parlantes. La idea del masaje es que a través del ritmo de la canción se vaya realizando en masaje. “Es una técnica agradable tanto para el cliente como para el masajista. Ya se práctica en Colombia, Brasil y Argentina con éxito”.

    También se implementará el servicio de peluquería, en las próximas semanas. Mercy García, administradora de Liz Spa, señala que buscan que las clientas encuentren todo en un solo lugar. De esa forma, se trabaja integralmente y se puede controlar mejor los efectos del tratamiento.

    Karla Rivas es cliente de Liz Spa hace tres años. Ella asegura que una de las garantías de que el tratamiento va a funcionar es que Parreño lo ha utilizado en ella primero. “Tiene un cuerpo perfecto sin necesidad de cirugías y ya es madre. Esa es una motivación”.

    Parreño señala que luego de dar a luz a su hijo aumentó 20 kilos. Pero en cuestión de seis meses los eliminó. “Complementé los tratamientos con una dieta y ejercicio, que es lo que siempre recomendamos a los pacientes”.

    Este negocio cuenta en la actualidad con 12 empleados que atienden a los clientes. Foto: Juan Carlos Pérez / LÍDERES
    Este negocio cuenta en la actualidad con 12 empleados que atienden a los clientes. Foto: Juan Carlos Pérez / LÍDERES
  • Las redes sociales les generan clientes

    María Victoria Espinosa (I)
    redaccion@revistalideres.ec

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    La web es un aliado de la Hostería Kasadasa para captar clientes nacionales y extranjeros. A través de las redes sociales, por ejemplo, se logran entre cuatro y 10 reservas a la semana.
    Los clientes se contactan a través de una fan page de Facebook, un canal que les permite llegar a cerca de 200 000 personas.

    Hasta el 2008, la publicidad se realizó tradicionalmente a través de los medios de comunicación radiales de Santo Domingo, que es donde se encuentra ubicada la hostería.
    Se hacían concursos o se ofertaban descuentos. Pero con las redes sociales y la página web se logró ingresar al mercado de la Sierra, que en la actualidad representa al 80% de su clientela.

    En la hostería se ofertan paquetes desde USD 25 hasta 50. Estos incluyen hospedaje, un desayuno típico, el uso de instalaciones (hidromasaje, turco, piscina, karaoke, salones, río, entre otros) y recorridos a las cascadas de Alluriquín, el bosque La Perla de La Concordia y las comunas tsáchilas.

    Para el propietario de la Hostería Kasadasa, Jaime Saltos, una de las ventajas de ubicarse en Santo Domingo de los Tsáchilas es que las hosterías pueden ofrecer más opciones además del hospedaje. “Una de las intenciones del crear este negocio era ser parte del desarrollo turístico de la provincia. Por eso se promociona los lugares nativos, que son únicos en el país”.

    El recorrido que mayor acogida tiene es el de la comuna tsáchila Chigüilpe. Allí los turistas pueden visitar el museo etnográfico de la nacionalidad. Henry Calazacón es uno de los guías. Él asegura que el trabajo de las hosterías y operadoras turísticas ha permitido que el sitio se conozca fuera del país.

    En el caso de Kasadasa, entre 300 y 400 turistas visitan la comuna cada año. En su mayoría son grupos de la Sierra conformados por estudiantes, familias o adultos mayores. Ese tipo de turistas culturales son captados por un vendedor, que visita los planteles de provincias como Tungurahua con paquetes educativos que también incluyen la visita al jardín botánico Julio Marrero, ubicado en el centro de Santo Domingo.

    Los huéspedes internacionales también se sienten intrigados por la cultura tsáchila. Kasadasa recibe dos grupos de visitantes extranjeros americanos, en junio y octubre.

    Son voluntarios de organizaciones cristianas, que hacen labor social en el país. Esos grupos llegan desde hace ocho años a la hostería. “Tenemos espacios verdes que le brindan al turista extranjero tranquilidad y un contacto con la naturaleza, pero en un ambiente confortable”, asegura Carlos Saltos, administrador de Kasadasa.

    El estadounidense Daniel Godwin ubicó a la hostería por medio de la página web, hace ocho años. Desde entonces visita la hostería. “Es un lugar rodeado de naturaleza, pero queda muy cerca de la ciudad”, señaló.

    Según Saltos, mantener el grupo de extranjeros es un reto. “Nos esforzamos para que el menú se adapte a sus costumbres, pero a la vez tengan un toque de nuestra cultura”.

    La estrategia es confiar en la segunda generación de la familia: Daniel y Carlos Saltos estudiaron carreras afines al turismo para innovar en los servicios.

    Las inversiones también cuentan. USD 600 000 en 10 años han servido, entre otros temas, para levantar un bloque de habitaciones tipo suite, para las personas que buscan relajarse en un ambiente natural, pero con mayor comodidad. Además se remodeló uno de los dos salones de eventos. “Debemos renovarnos constantemente para brindar mejores servicios”.

    Daniel, Jaime y Carlos Saltos están al frente de la Hostería Kasadasa construida hace 11 años, en el baipás Quito-Quevedo de Santo Domingo. Fotos: Juan Carlos Pérez para LÍDERES
    Daniel, Jaime y Carlos Saltos están al frente de la Hostería Kasadasa construida hace 11 años, en el baipás Quito-Quevedo de Santo Domingo. Fotos: Juan Carlos Pérez para LÍDERES
  • El sueño de la ñinez se materializó en estas camisetas

    María Victoria Espinosa (I)  redaccion@revistalideres.ec

    Desde que eran niñas, las amigas Elizabeth Moreno y Vanessa Nanger soñaban con diseñar juntas camisetas. Tuvieron que esperar y el anhelo se cumplió hace apenas dos años.
    Luego de graduarse como diseñadoras gráficas ellas decidieron emprender el negocio I love vintage urban. Moreno señala que el emprendimiento nació como un pasatiempo entre amigas. Ellas confeccionaron cuatro muestras hasta obtener una camiseta que combinara la tendencia urbana con la ‘vintage’ o retro.

    Su iniciativa es una tienda en línea de blusas elaboradas con un estilo de costura moderna, es decir que no se notan los hilos y las telas son frescas, ideales para el clima trópico – húmedo que tiene Santo Domingo. Es precisamente en esta provincia donde nació el emprendimiento.
    Las blusas y camisetas tienen estampados con diseños retro, elaborados con las técnicas de serigrafía y sublimado, que quiere decir que el sello se adhiere tanto a la tela, que da una apariencia de fusión entre el sello y la prenda.

    En la primera colección, las diseñadoras elaboraron blusas sin mangas con más de 10 diseños como busetas, radios, televisores, teléfonos y bicicletas antiguas, pero en colores de moda como verde, rosado, fucsia, amarillo y celeste.

    Con esta primera muestra de camisetas participaron en una feria independiente llamada Zócalo, que se desarrolló en el bar Margarita de Santo Domingo. “Esa era una prueba porque si les gustaba el producto en la feria, sabríamos si el negocio tendría futuro“, explica Moreno.

    Una de sus primeras clientas fue Sindry Pozo. Ella asegura que la idea le pareció original porque son camisetas que en la parte delantera tienen un lindo diseño, pero en la parte de atrás no son camisetas convencionales sino que tienen un escote, un nudo o flecos. “Son distintas y muy bien elaboradas. Eso las hace especiales. Ya tengo cuatro pero siempre que hay oportunidad compro una más”.

    Pero para que las prendas marquen la diferencia, I love vintage urban lanzó su tercera colección en la que sus clientes podrán personalizarla blusa o camiseta. “Se mantienen los mismos tipos de tela y modelos, pero se va a jugar con los diseños que los clientes nos pidan“, afirma Nanger.

    Otra de las sorpresas de la colección es que también habrá camisetas deportivas para hombres. Eso debido a que en la segunda colección colocaron mangas a las camisetas.
    Las prendas para hombres siempre eran un pedido que le hacían los clientes de las ferias en Ambato y Santo Domingo.

    Además un gimnasio de crossfit de la provincia tsáchila también hizo un pedido. Las prendas se exhiben en una vitrina del gimnasio.

    También se pueden conseguir en dos boutiques de Santo Domingo. Aunque las mayores ventas se realizan a través de Facebook e Instagram.

    En esa última tienen 1 742 seguidores. “Los negocios los concretamos por las redes. Nos hacen los pedidos y nos ponemos de acuerdo sobre la forma de entrega”, comenta Moreno. La cartera de clientes del negocio varía según la colección entre 50 y 100 personas.

    Los mayores clientes los han captado en las cinco ferias en las que han participado en Santo Domingo y Ambato. Una de las más importantes fue la del Ministerio de Industrias porque tuvo un desfile de modas y se pudo apreciar cada detalle”.

    Las diseñadoras Elizabeth Moreno  y Vanessa Nanger  crearon la línea de blusas y camisetas deportivas I love vintage urban. Los diseños en la prenda se hacen con serigrafía. Fotos: Juan Carlos Pérez para LÍDERES
    Las diseñadoras Elizabeth Moreno y Vanessa Nanger crearon la línea de blusas y camisetas deportivas I love vintage urban. Los diseños en la prenda se hacen con serigrafía. Fotos: Juan Carlos Pérez para LÍDERES
  • Santo Domingo exporta abacá de calidad

    María Victoria Espinosa (I)
    redaccion@revistalideres.ec

    En el clima trópico – húmedo de Santo Domingo de los Tsáchilas, la empresa filipina Furukawa encontró un nicho de trabajo, hace un medio siglo.

    Desde 1963, la firma se concentra en el cultivo, la industrialización, comercialización y exportación del abacá. Esta es una de las cinco empresas que se dedican a este oficio en el país.

    Ecuador exporta la materia prima, especialmente a Japón, Reino Unido, España, Alemania, Filipinas e Indonesia.

    Según datos del Banco Central del Ecuador, en los últimos cinco años el promedio de exportación fue de 9 387 toneladas de abacá. Por esa cantidad, el país percibe anualmente un promedio de USD 15 millones.

    El presidente de Furukawa plantaciones C.A. del Ecuador, Reynaldo R. Manuel, señala que hasta el 30 de noviembre del 2015, el 30% (2 816,1) del producto exportado corresponde a la empresa filipina.

    Según el Banco Central del Ecuador, solo en diciembre se exportaron 1 529 toneladas. En los últimos dos años esa es la cifra mensual más alta de exportación. La más baja fue de 1 028 toneladas, en enero del 2015.

    El economista Alberto Campos asegura que este año la expectativa de exportaciones de abacá en el país fue mayor. El 2015 cerró con 14 765 toneladas. Mientras que en el 2014 la cifra fue 13 135. “El invierno influye en la producción de abacá. Por ejemplo, en el 2012 que se registraron fuertes lluvias también hubo un pico en las exportaciones de 16 989 toneladas”.

    Furukawa coincide con esa explicación. Este firma tiene un cultivo de abacá de alrededor de
    2 000 hectáreas. La mejor época es la lluviosa. “Para que la planta se desarrolle en óptimas condiciones es necesario que permanezca en un clima cálido – húmedo (como el de Santo Domingo de los Tsáchilas), con lluvias y también algo de sol”.

    En 1997 y 1998 también hubo un incremento en las exportaciones de la fibra, porque se presentó el fenómeno de El Niño. En ese período, la producción total de Ecuador fue de 13 937 toneladas. “Ese ha sido uno de los picos más altos. Esperamos que en el 2016 podamos aprovechar las condiciones climáticas”.

    Por ello, el clima fue la razón por la que Furukawa se instaló en Santo Domingo. Sus fundadores llegaron a Quito el 24 de enero de 1963 para comenzar la etapa de negociaciones.
    Un grupo de filipinos trajo las semillas de la planta conocida también como cáñamo de Manila. “En el 2014 nos reestructuramos. La dueña anterior vendió la empresa y fue así como armamos una nueva directiva administrativa”.

    En las tres plantaciones de Furukawa, en La Concordia y Santo Domingo, la herbácea crece de 3 a 6 metros con un diámetro de 15 a 30 centímetros. Se la ha clasificado como una fibra dura, junto con la de coco y sisal.

    Para que el producto sea exportado debe cumplir con varios procesos en la planta, que está ubicada en el km 38 de la vía Santo Domingo-Quevedo. Cada tallo debe cortarse en tiras, que luego será raspado para remover la pulpa. “El color blanco del abacá demuestra la calidad. Por eso la materia prima de Ecuador es bien recibida en el exterior”, dice el titular de la empresa.

    La planta de abacá es una especie de plátano nativo filipino y se cultiva como si se tratara de una cosecha comercial en Filipinas, Ecuador y Costa Rica.

    Los países que compran su fibra la utilizan en una variedad especializada de productos de papel como fundas para té y café, papel para envoltura de salchichas, papel de filtro y billetes, papel para cigarrillos, medicamentos, alimentos, bolsas para aspiradoras, papel de alta calidad para escrituras, entre otros. Pero durante el siglo XIX el abacá fue usado en barcos, y la pulpa para hacer sobres resistentes de papel Manila. Aún se utiliza para hacer sogas, bramantes, cordeles, líneas de pesca y redes, etcétera.

    Según Manuel, también está creciendo el nicho de mercado especializado en ropa, cortinas, pantallas, muebles, alfombras y tapicería de abacá.

    La empresa de Furukawa Plantaciones C.A. del Ecuador tiene una planta en la que se prepara la materia prima para ser exportada a países como Estados Unidos, Japón y Filipinas. Foto: Juan Carlos Pérez para LÍDERES
    La empresa de Furukawa Plantaciones C.A. del Ecuador tiene una planta en la que se prepara la materia prima para ser exportada a países como Estados Unidos, Japón y Filipinas. Foto: Juan Carlos Pérez para LÍDERES