Etiqueta: seguridad

  • Lafarge Cementos: 1 000 albañiles aprenden sobre seguridad laboral

    Redacción Quito

    Maestro Seguro es el programa de seguridad industrial que auspicia la firma Lafarge Cementos y se realizará en la capital. La iniciativa se presentó la semana pasada en la Cámara de la Construcción de Quito y fue dirigida a cerca de 1 000 maestros y albañiles que trabajan en la edificación de obras.

    El programa tiene como objetivo mejorar la seguridad industrial en la construcción de edificaciones. Además, promueve el uso de implementos como casco, gafas, guantes, mascarillas y botas para los albañiles para prevenir accidentes en la construcción de obras.

    Charles Law, gerente en Ecuador de la firma con sede en Francia y que desde el 2005, luego de unirse con cementos Selva Alegre, funciona en el país, explica que el programa tiene como objetivo desarrollar una cultura de seguridad y salud en la construcción de obras en el país. La idea, según Law, es tener una cultura de cero accidentes entre los obreros.

    “No tenemos datos de cuántos accidentes laborales en la construcción existen. Sin embargo, queremos ayudar a prevenir accidentes y lograr una cultura de cuidado”, explica el funcionario de la firma cementera.

    Según el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), en el primer semestre del año pasado, 5 342 trabajadores fueron indemnizados por accidentes y enfermedades laborales.

    El ejecutivo de la empresa manifestó que Maestro Seguro forma parte de un plan piloto que dura hasta marzo. La fase inicial tendrá 16 charlas que serán realizadas por trabajadores de Lafarge y se harán en la red Socio Empleo, en las instalaciones de la Cámara de la Construcción de Quito y en la Escuela Taller Quito.

    Luis Cruz es el presidente de la Asociación de Maestros de la Construcción Independiente. Se enteró del programa gracias a la radio y a un producto comunicativo del gremio de maestros albañiles llamado El Oficial.

    Para Cruz es importante que las empresas se preocupen de su seguridad. “Con esta capacitación tomamos conciencia de cuidar nuestras vidas ya que somos el sustento de nuestros hogares”.

    Jacinto Guavilema también es albañil y se enteró del proyecto gracias a un mensaje de texto que llegó a su celular. “Me agradó la charla ya que además de la capacitación de seguridad me dan técnicas para la construcción y de cómo puedo aprovechar, de mejor forma, el cemento”. También reconoció que ahora sabe más para evitar desperdicios o lograr un mejor rendimiento de la materia prima.

    Sobre Lafarge

    La infraestructura. La planta de producción está ubicada en Otavalo (Imbabura). Tienen 300 colaboradores directos y 600 indirectos.
    A escala global. El grupo está ubicado en 80 países y tiene cerca de
    2 000 sitios de producción. En el mundo tiene 78 000 empleados.

  • La posible pérdida de datos, una preocupación

    Redacción Quito

    El pasado 6 de agosto, la cuenta de iCloud del periodista de tecnología estadounidense del Huffington Post, Mat Honan fue hackeada. Posteriormente los supuestos piratas informáticos borraron los datos de su correo electrónico en Gmail.

    Estos ataques cuestionaron la seguridad de las corporaciones que ofrecen servicios en sus cuentas en la nube.

    Felipe Carrillo, director de la División Office de Microsoft Latinoamérica, comenta que los ‘hackers’ buscan siempre estar un paso adelante. Sin embargo, tener la información en la nube ahora resulta más confiable por dos aspectos.

    El primero es que si existe alguna catástrofe o desastre natural que afecten las computadoras o discos duros, la información quedará a salvo porque tiene respaldos en diferentes servidores, alrededor del mundo. El segundo, es que las empresas que proveen el servicio garantizarán que la información esté a salvo, y en casos extremos de pérdidas, la firma deberá responder por el inconveniente. “La diferencia de trabajar con o sin ‘cloud’, es como que una persona tenga el dinero bajo el colchón o guardado en un banco”.

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    Antonio Sánchez, presidente de Aesoft, señala que se necesita desarrollar una cultura para saber qué tipo de información guardar en la nube. Sánchez señala que las cabezas de las empresas deben estar conscientes de que la información no está en las empresas sino en servidores en el extranjero. “Actualmente no hay un sistema que sea 100% seguro, hay que medir niveles de seguridad”.

    Mientras que Ernesto Kruger, representante de Kruger Corporation, sostiene que el usuario debe escoger el proveedor que mayor seguridad le brinde; Kruger asegura que la firma estadounidense Amazon ha ganado un gran reconocimiento en este aspecto, por ejemplo.

    Según un estudio realizado por la firma de seguridad informática estadounidense Zecurión, el año pasado los daños causados a escala mundial debido a delitos informáticos ascienden a USD 20 000 millones. El mismo estudio indica que la mayoría de las veces, la información se filtró a través de los ordenadores portátiles y teléfonos móviles (19,4%), servicios web (18,2%), ordenadores convencionales (16,1%), y dispositivos de almacenamiento electrónico (13,8%).

    Sebastián Pérez, de Nubis Partners, explica que los miedos son entendibles, sobre todo si tiene que ver con conectividad y seguridad. Pérez declara que le preocupa más la conectividad que la seguridad. “La pregunta que todo empresario se hace es ¿dónde están mis datos, qué pasa si se cae el sistema? Para eso hay respaldos automáticos almacenados en diferentes puntos geográficos del mundo”.

    Santiago Meneses, representante de HP concuerda con Pérez. “La garantía es tener un respaldo en diferentes lugares”.

  • El ciclista opta por seguridad y moda en los accesorios

    Xavier Montero / Redacción Quito

    Estefanía Hidalgo destinó unos USD 350 para la compra de una bicicleta, a inicios de mayo. Ella cuenta que invirtió este rubro, para “desahogarse” del estrés cotidiano mientras pedalea. “Necesito equiparme urgentemente. En el ciclismo, la seguridad es indispensable”, dice la oficinista de una entidad financiera y continúa su recorrido por la ciclovía del parque La Carolina, en el norte de Quito.

    La venta de accesorios para ciclismo es, según los consultados, un rubro que ha tomado importancia en el mercado en la última década. En el 2011, según cifras del Banco Central, las importaciones de artículos para la bici alcanzaron los USD 2,05 millones. Solo el monto correspondiente a elementos para alumbrado y señalética visual reflectiva alcanzó los USD 56 400 en promedio, en aquel período.

    Luis Celi, supervisor del almacén KAO Outdoor & Cycling, ubicado en el norte de la urbe, considera que desde hace una década los ‘bicicleteros’ se han especializado en las diferentes ramas de este deporte: ruta, montaña, downhill…

    De allí, explica Celi, que las tiendas deportivas traten de estar a la vanguardia, debido a las exigencias del cliente. La seguridad y la moda son aspectos fundamentales a la hora de escoger un artículo. En este local, por ejemplo, se comercializan más de 30 modelos de guantes, con precios que van desde los USD 16.

    Pablo Lozada, gerente de BKR Bicycles, comenta que los clientes son principalmente hombres, entre 16 y 30 años. Indica que al local ingresan en promedio tres mujeres, por cada siete hombres.

    La firma ensambladora de bicicletas también comercializa hasta 20 portabicicletas al mes. “La gente quiere compartir el deporte en familia o busca transportar su bicicleta hasta los parques por las mañanas y ejercitarse”, dice Lozada y añade que la venta de implementos como llantas, asientos, bombas de aire, herramientas… equivale a unos USD 4 000, un 10% de las ventas totales del local, al mes.

    Jorge Cueva lleva dos años practicando ciclismo en Quito. Él cuenta que ha destinado unos USD 700 en prendas, como chalecos reflectivos, bufandas, equipos de seguridad, iluminación y repuestos, que podría necesitar en el caso de alguna emergencia. “Un ciclista debe aprender a reparar su transporte. Buscamos herramientas multiusos, que ocupen poco espacio y que sean ligeras”, dice Cueva.

    Matías Carreño, subgerente de la tienda Tatoo Adventure Gear Granados, añade que las prendas y artículos se importan principalmente desde Europa y EE.UU. Tras iniciar a practicar el deporte, los ciclistas adquieren sistemas de hidratación para realizar viajes, mejoran su vestimenta e invierten en el mantenimiento de los componentes de la bicicleta.

    En esta tienda del norte, por ejemplo, se ofertan cuatro marcas de cascos, cuyos precios van desde los USD 54 a 280. “Los niveles de seguridad son los mismos. El peso es determinante”, agrega.

    Otro sitio es la tienda Delta Sport (av. 10 de Agosto y 18 de septiembre). Jaime Cachago, su administrador, explica que la tecnología -en cuanto a la vestimenta del ciclista- incide en su desgaste físico.

    En este local se confeccionan camisetas y mallas para ciclismo. Una chompa impermeable cuesta desde los USD 20. “La gente demanda prendas únicas”, añade.

  • La Cámara de Comercio evalúa su gestión en seguridad y capacitación

    Redacción Guayaquil

    La defensa gremial, capacitación e innovaciones en ofrecer herramientas de seguridad a los locales comerciales son lineamientos estratégicos adoptados por la Cámara de Comercio de Guayaquil (CCG) a sus socios. Este balance fue presentado por Eduardo Peña, presidente del gremio, el pasado 11 de abril en las instalaciones de la institución.

    La información corresponde a la gestión de Peña, cuando está cerca de cumplirse el período en el que fue electo, previa a las nuevas elecciones que se realizarán el próximo 22 de mayo.

    Peña comenta que frecuentemente realizan encuestas hacia los afiliados, en donde recogen sus principales necesidades, entre estas, las capacitaciones. Según el empresario, en su gestión se logró aumentar este servicio de 11 a 32, al mes.

    Las capacitaciones van desde temas relacionados con la atención al cliente, cursos de Normas Internacionales de Información Financiera (NIIF), e incluso, sobre normas de etiqueta.

    Asimismo, citó el avance en implementar herramientas de seguridad instaladas en los locales de afiliados, que se suscriben al servicio ‘Local Protegido’. Consiste en un sistema con botones de pánico, que son activados en el momento en que ocurren robos. Los socios pagan USD 10 adicionales a la cuota mensual, para acceder a este servicio. Según información de la CCG, existen cerca de 1 300 locales comerciales que cuentan con el servicio.

    El servicio de Seguimiento Legal de la Causa, según Peña permitió que se consiga la prisión de más de 200 delincuentes que participaron en robos a los locales.

    Con respecto a la visión política, Peña considera que han sabido tender puentes de comunicación con el Gobierno y destacó la labor de Nathalie Cely, la ex ministra coordinadora de la Producción. “Hay temas sensibles que por defensa del gremio nos hemos opuesto a la visión del Régimen. Pero hemos hecho nuestras observaciones buscando el consenso”.

  • La seguridad limita el uso del móvil en los Bancos

    Leonardo Gomez / Redacción Quito

    En enero del 2011, la Superintendencia de Telecomunicaciones (Supertel) autorizó el uso de inhibidores de señal de teléfonos celulares en los Bancos. El motivo es combatir a los llamados sacapintas, delincuentes que asaltan a los clientes de la banca afuera de las agencias.

    Para su uso exigió una serie de requisitos. Entre otros, que no interfieran con otros locales fuera del perímetro de la agencia bancaria y que no se instalen en los cajeros automáticos. En la actualidad, 514 agencias bancarias tienen instalados estos dispositivos; faltan 899 por instalar, según el Consejo Nacional de Telecomunicaciones (Conatel).

    El uso de estos dispositivos no es nuevo. En el país se comercializaban libremente desde el 2006. Pero en el 2007 el Conatel prohibió su uso y comercialización en todo el territorio ecuatoriano, alegando que atentan contra los derechos y la seguridad ciudadana.

    Sin embargo, en diciembre del mismo año, cuando el Ejecutivo decretó el estado de emergencia en el Sistema Penitenciario se autorizó el uso de inhibidores de señal de dispositivos móviles en los centros de reclusión del país. Esto, para evitar que los reclusos utilicen los celulares en posibles extorsiones, intentos de fuga y otras actividades ilícitas que presuntamente se realizaban desde las cárceles.

    El inhibidor de señal, también llamado ‘jammer’ o ‘bloqueador’, es un dispositivo electrónico que genera una frecuencia radioeléctrica que impide las transmisiones entre un teléfono móvil y una torre de telecomunicaciones, que repite la señal.

    Pablo Córdova, presidente del Comité de Seguridad Bancaria de la Asociación de Bancos Privados del Ecuador, cuenta que el uso de estos equipos causó complicaciones en un inicio, sobre todo a los ejecutivos que necesitan usar su teléfono celular para cobranzas, comunicación con asesores comerciales o clientes…

    Además, el trámite para homologar los equipos en la Supertel y conseguir los permisos de funcionamiento, según Córdoba, “demora un promedio de tres meses y puede llegar a costar USD 1 500, incluyendo el costo del equipo”.

    La empresa Impomax, ubicada en el norte de Quito, vende un promedio de 30 ‘jammers’ por mes. Su costo varia dependiendo del equipo, desde los USD 150 hasta los USD 400 y su instalación cuesta entre los USD 35 y 40 adicionales. Sus clientes son entidades del sector financiero como bancos, mutualistas, casas de cambio y cooperativas de ahorro.

    Andrés Cueva, técnico de Impomax, explica que al activar un inhibidor solo se afecta a la señal de los teléfonos celulares. “No afecta a ningún otro equipo, no causa daños, ni deja sin Internet a las computadoras de escritorio, ni a ‘laptops’”.

    Luis Arias importa estos equipos de manera independiente desde los EE.UU. y los vende a precios desde los USD 399, hasta USD 929 a quien lo solicite.

    Él asegura que no existen restricciones para su comercialización, pero aclara que su uso está reglamentado. Cada equipo debe ser homologado en la Supertel y se deben obtener los permisos de funcionamiento. Arias advierte que no se pueden usar estos equipos en otros sitios que no sean cárceles o agencias bancarias.

  • Padre e hijas dan seguridad a las empresas

    Redacción Quito

    Karol y Michells Becerra recuerdan que parte de su infancia la pasaron entre cuarteles y destacamentos militares. Miguel Becerra, su padre, es un militar retirado. Él comenta que, por su trabajo, sus hijas se involucraron en las actividades de la milicia.

    20 años después, padre e hijas utilizaron su experiencia en el campo militar para crear su propio negocio. Así nació Seinex, una empresa que se dedica a la seguridad industrial extrema. Venden chalecos antibalas, cascos, equipo antimotín, para policías y militares. Además, realiza el blindaje de vehículos, blindaje arquitectónico y asesoramiento en temas de seguridad. Actualmente, entre el portafolio de clientes de Seinex están el Banco Central, Banco Nacional de Fomento, la Escolta Presidencial, Tevcol…

    La idea de crear el negocio surgió en el 2006, cuando Karol y su padre participaron en un curso superior de defensa nacional, en Argentina. Desde ese momento, ella decidió investigar sobre temas relacionados con seguridad. Cuando regresó al país, acudió a empresas que ofrecían servicios relacionados con este ámbito, para profundizar sus análisis.

    Un año después, Karol Becerra decidió ingresar en el mercado con la venta de artículos, como chalecos antibalas, con proveedores extranjeros. Pero no fue hasta el 2010 que se conformó Seinex como empresa. Para ello, padre e hijas invirtieron unos USD 60 000, para la compra de los artículos de seguridad y constitución de la compañía.

    Antes de adquirir los ítems realizaron pruebas a empresas nacionales y extranjeras para que se conviertan en sus proveedores. Luego de realizar evaluaciones decidieron trabajar con Blindajes Extremos, que tiene su planta ubicada en el valle de Los Chillos (suroriente de Quito).

    Blindajes Extremos fabrica chalecos elaborados con polietileno balístico, un material resistente y que cumple con los estándares de calidad requeridos. Ya con los productos, buscaron clientes e ingresaron al mercado. Comenzaron a golpear puertas de entidades públicas y privadas; pero, por medio del procesos de compras públicas, Blindex se adjudicó contratos con entidades públicas.

    De a poco, su aceptación creció por las recomendaciones de empresas con las que habían trabajado. Entre su experiencia está haber blindado el auto del Ministro del Interior y dotar de trajes antimotines a las FF.AA. y la Marina.

    Su primer contrato fue con la Asamblea Nacional, para equipar a la escolta legislativa de equipo antimotín (chalecos y cascos antibalas). El monto de este contrato ascendió a USD 150 000.

    El año pasado, la facturación de Seinex fue de USD 380 000. Las proyecciones del 2012 son USD 850 000.

    Álex Guzmán, gerente de Blindajes Extremos, dice que Seinex se ha convertido en un “gran aliado” en la distribución de sus productos. Añade que trabajan con Seinex desde hace un año y hoy vende el 10% de toda su producción. Destaca el manejo adecuado que Seinex le da a los productos de Blindajes Extremos. “Para vender siempre dan asesoría completa y demostraciones de nuestros productos, por ello ya son conocidos y han conseguido grandes clientes”.

    Óscar Valladares, jefe de Seguridad de Tevcol, cuenta que desde inicios de este año comenzaron a adquirir los productos de Seinex. Explica que realizaron las adquisiciones debido a las demostraciones y asesoría que les brindó Seinex. “Todos los productos se alineaban con nuestros requerimientos para mantener protegido a nuestro personal”.

    El teniente Alexander Enríquez, jefe de Compras Públicas de las FF.AA., indica que Seinex hace 15 días ganó un concurso para dotar de 90 chalecos antibalas para la Guardia Costera. Explica que Seinex se hizo acreedor del contrato debido al desempeño de los chalecos, que también cumplen el papel de salvavidas para quienes trabajan en el mar.

    Enríquez sostiene que en las FF.AA. se verifica la calidad de los productos antes de la compra. Tras un proceso riguroso Seinex pasó todas las pruebas impuestas, y con competidoras del extranjero.

    Negocios Los productos Las materias primas. Los productos son elaborados en el Ecuador con fibras de última generación. Por ejemplo, los chalecos son fabricados con polietileno balístico.

    Las certificaciones. Cascos y chalecos han sido probados en varios laboratorios, uno de ellos el H.P. White Laboratory, Inc., acreditado por el departamento de justicia de Estados Unidos NIJ.

  • Sus ventas se aseguran gracias a la industria

    Redacción Cuenca

    Indumentaria para explorar minas, trajes para apicultura y guantes de malla de acero para trabajar en carnicerías son parte de la oferta en Dorec, empresa con sede en Cuenca. Esta compañía, que nació en 1975, tiene más de 150 clientes corporativos a escala nacional y factura cerca de USD 20 000 al mes.

    Dorec nació cuando Cuenca experimentó su apogeo industrial, con la llegada de la Compañía Ecuatoriana del Caucho (ERCO), que hoy se llama Continental Tire Andina.

    Hace 38 años no había conocimiento sobre la seguridad industrial, por lo que Oswaldo Domínguez identificó una oportunidad en el mercado. Este azuayo importó cascos, extintores y otros implementos de seguridad y también compró máquinas de coser y otros equipos para producir prendas con telas gruesas.

    El actual gerente de Dorec, Xavier Domínguez, no recuerda cuánto invirtió su padre en el negocio o cuánto facturaba al inicio. Sin embargo, sí sabe que empezó solo y con su trabajo fue conocido por empresas ubicadas en Quito, Guayaquil y otras ciudades.

    En la actualidad, esta firma azuaya tiene 12 empleados en total, repartidas en administración, el área de ventas y el taller donde elaboran la ropa.

    El presidente de la Cámara de Comercio de Cuenca, Mario Terreros, reconoce la visión de Oswaldo Domínguez y la labor de esta empresa que fue socia de ese gremio comercial entre 1997 y 2011.

    El mercado nacional de los equipos de seguridad industrial ha crecido, explica Domínguez. Esto se demuestra con las cifras de importación. Cuando esta firma inició importaba un 45% de sus productos como gafas de seguridad, extintores, chalecos reflectivos, botas, etc.

    Desde hace unos 10 años se ha visto mayor producción de estos artículos en el país, por lo que Dorec compra el 80% en el mercado nacional y equipos más especializados los importa de EE.UU., Francia, Italia y otros países.

    Uno de sus clientes es Cristian Fuentes de la compañía minera Ruta de Cobre, en la parroquia de Chaucha, en Cuenca. Él destaca la calidad de los productos y la calidad del servicio de esta empresa que desde «hace un año nos ha demostrado su profesionalismo».

    Esa minera es parte de la cartera de clientes de Dorec. Domínguez ha identificado nuevos compradores en ese sector desde hace cinco años cuando comenzaron a despuntar los proyectos mineros.

    Además de la minería, la nueva reglamentación de seguridad industrial es un punto a favor para esta firma. Domínguez señala que cada vez hay más interés por proteger la integridad física de los empleados, por lo que este negocio se ha posicionado.

    Su cartera de clientes suma más de 150 firmas que pertenecen a los sectores industrial, automotriz, minero, petrolero, agrícola, entre otros.

    Para cada sector hay un producto especializado. Por ejemplo, botas con suela antideslizante y con un material que repele la grasa del petróleo, especialmente diseñadas para los proyectos petroleros.

    También hay chalecos reflectivos para que los trabajadores que realizan trabajos nocturnos sean reconocidos y evitar accidentes. Asimismo, guantes con un textil resistente a soluciones químicas para evitar quemaduras en la piel, explica el gerente de Dorec.

    Además de tener estos productos especializados, Domínguez explica que otra de sus fortalezas es personalizar las prendas con bordados de la compañía que lo requiera. «Si una empresa necesita bordar pantalones, camisas o cualquier prenda con su logo, se da ese servicio».

    Miguel Sánchez es consultor de medicina ocupacional y conoce los productos que comercializa Dorec. Para él es positivo que existan empresas dedicadas a la seguridad de los trabajadores y que el sector productivo esté enfocado en cuidar la seguridad ocupacional.

    Domínguez dice que una de las estrategias de la compañía es reinvertir las utilidades para seguir creciendo. No tiene un promedio anual exacto, pero el año pasado invirtió USD 8 000 para comprar nuevos equipos de confección.

    Este empresario habla con fluidez sobre los 500 artículos de seguridad que se exponen en sus vitrinas. Hay gafas para la industria alimenticia y otras para la fabricación de vidrio. También hay cascos, botas, overoles y otros productos según el área de trabajo.

  • Moisés Castro: ‘Las empresas todavía no toman en serio su seguridad’

    Redacción Guayaquil

    El titular de la Sociedad Ecuatoriana de Seguridad, Salud Ocupacional y Gestión Ambiental analiza la prevención de riesgos en las firmas. Dice que hay temas pendientes.

    En el 2008, el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) registró 8 028 avisos de contingencias laborales y en el 2012 esa cantidad se triplicó a 23 719. Moisés Castro, especialista en seguridad industrial y salud ocupacional, analiza la situación de la seguridad en las empresas y su importancia.

    Para él, las cifras del IESS no son un indicativo de que se producen más accidentes laborales, pues el aumento en el número de afiliaciones y la obligación que tienen las empresas de registrar los siniestros inciden en esa cifra.

    ¿En las empresas ecuatorianas existe una conciencia real de la importancia que tienen la seguridad industrial y la salud ocupacional en las organizaciones?
    Existe. Pero no en la medida adecuada. Lamentablemente, el 95% de las compañías ecuatorianas es más reactiva que proactiva. Es decir, que esperan que suceda algo para tomar acciones. Cuando se da un accidente de trabajo o una enfermedad profesional recién se toma en cuenta a la seguridad industrial y la salud ocupacional.

    Por ejemplo, tras el incendio ocurrido en el edifico de la Cámara de Comercio de Guayaquil, en julio de 2012, se evidenció que muchas infraestructuras (en esta ciudad), no cuentan con escaleras y planes de emergencia para estos casos. Las empresas tienen que justificar la prevención de accidentes y enfermedades ante los accionistas, para que se destine un rubro para esto.

    ¿Qué les hace falta a las empresas ecuatorianas para cumplir con las normas de seguridad industrial y salud ocupacional?
    Principalmente dos cosas: cultura, y definir políticas de seguridad industrial y salud ocupacional en cada empresa. Necesitamos que las empresas no solamente se acuerden de capacitar y verificar las condiciones de trabajo luego de un accidente sino que sea constante.

    ¿Todo tipo de compañía debe preocuparse de este tema o solo se orienta a las grandes industrias?
    Toda empresa, de cualquier actividad, tiene la obligación de preocuparse por sus empleados. Los riegos existen en todas las empresas, claro que en algunas el riesgo es más notorio, pero los colaboradores están expuestos a riesgos y enfermedades profesionales.

    En el Ecuador, ¿cuáles son las industrias con mayores riegos?
    Las petroquímicas, mineras, constructoras, metalmecánicas… Sin embargo, desde los docentes hasta los trabajadores de bancos tienen riesgos. El tema psicosocial como estrés, monotonía, depresión… ocupa el 30% de las causas de enfermedades profesionales.

    ¿Cuál es la legislación que rige para exigir el cumplimiento de estas normas y acciones de prevención y protección?

    Existen más de 30 artículos encargados de velar por la seguridad y salud ocupacional y a su vez, existen dos entidades responsables de hacer cumplirlos. Una de ellas es el Ministerio de Relaciones Laborales (MRL) que es una entidad coercitiva. Y luego también está el IESS, que asesora y presta los servicios para la seguridad social de los empleados. Con la Ley de Seguridad Social y las resoluciones 330 y 390, más que sancionar se debe crear una ley motivadora.

    ¿Incentivos a las empresas?
    En otros países se incentiva invertir en la prevención de riesgos. O por mencionar otro tipo de incentivo: si una empresa tiene una calificación de mediano o alto riesgo y en los últimos dos o tres años ha disminuido el índice de estos, se lo pone en una categoría de menor riesgo, porque ha aumentado su interés por la prevención.

    Pero en Ecuador, no existe esa característica. Acá, las empresas de alto o mediano riesgo pagan el 0,55% sobre el salario del trabajador, y no existe una diferenciación. La auditoría a todas las empresas también es un asunto clave para impulsar el tema. Conozco que el IESS tiene auditado menos del 40% de más de 20 000 empresas y hace seis meses está paralizado este proceso.

    ¿El país necesita implementar más normativas en cuanto a seguridad?
    Con las normas que tenemos actualmente están cubiertos casi todos los parámetros. Sin embargo, a las normas hay que actualizarlas. Estas deben ir paralelamente con los cambios tecnológicos, estructurales, de las empresas y la actividad comercial. Con la aparición de nuevas tecnologías aparecen nuevos riesgos. Y lo más importante es tener resultados de aplicación de las normas.

    ¿Hay resultados?
    Hay, pero a pequeña escala. Yo le recomendaría al MRL y al IESS realizar una encuesta sobre las condiciones de trabajo y salud ocupacional por sectores productivos, como el agroproductivo, metalmecánico, minero, de servicios… Como la hacen en países como España, Chile. A través de monitoreos y encuesta se puede controlar y mejorar de manera coordinada y continua.

    ¿Cuáles son los principales cambios que se han dado en el tema de seguridad en el país y desde cuándo?
    Estos cambios han sido progresivos en los últimos 4 años. Por ejemplo, desde hace 2 años se ha dado énfasis en los indicadores proactivos (antes se trabajaba con indicadores reactivos).

    Hoy en día, las empresas tienen que hacer una evaluación de la capacitación, la observación de riesgos, instrucciones de seguridad y auditorías; estos indicadores se adelantan antes de que sucedan los accidentes. Y tienen que ser presentados ante la aseguradora, que en el caso de Ecuador es el IESS. Las grandes empresas ya se preocupan sobre la prevención de riesgos, pero es difícil actuar en el comportamiento humano.

    Es decir, ¿aún falta el compromiso por parte de los colaboradores en este tema?
    Sí. El trabajador, comúnmente, ya está formado para realizar su trabajo y a veces, ignora o piensa que no va a correr ningún riesgo. Existen casos en los que la empresa brinda los instrumentos, como casco y guantes para su seguridad, pero el trabajador no los usa. No existe prevención por parte de ellos. Más del 35% de las causas de los accidentes de trabajo es ocasionado por el factor humano y no por condiciones inseguras de la empresa.

    El año pasado, el Gobierno subió los impuestos a artículos de seguridad industrial, entre ellos cascos y gafas. ¿Cómo afectó eso a las empresas e industrias?
    Afectó en parte a las industrias. Hay compañías que les interesa comprar equipos de seguridad industrial homologados y certificados. A veces, existen equipos de protección que no cuentan con esos certificados. Conozco que muchas empresas tuvieron que aumentar el rubro destinado a seguridad industrial. Pero si ponemos en la balanza, la prevención es primera, aunque se pague un 10 ó 15% por mejores artículos.

    ¿Los artículos de seguridad industrial elaborados en el país cumplen con las normativas internacionales de seguridad?
    Falta mejorar muchísimo en esta área, tanto en servicios como en artículos. Pero el Instituto Ecuatoriano de Normalización está muy tecnificado en este tema y el Organismo de Acreditación Ecuatoriano garantizan que cumplan con las normas. Si no cumplen se deben hacer investigaciones.

    Médico y especialista en temas se seguridad

    Cargo actual. Presidente ejecutivo de la Sociedad Ecuatoriana de Seguridad, Salud Ocupacional y Gestión Ambiental.

    Experiencia. Auditor Sénior en prevención de riesgos laborales. Auditor Líder IRCA ISO 14 000 / ISO 9 000 / OHSAS 18 000.

    Formación. Máster Internacional en Gestión de Seguridad Industrial y Salud Ocupacional y Gestión Ambiental.

  • La oferta de seguridad industrial se dinamiza

    Redacción guayaquil

    La oferta de ambulancias, sirenas, cascos, kit de seguridad, entre otros, tiene mayor demanda en el país, según Mario Vallejo, gerente general de Grupo Vallejo. Esta es una firma que da consultorías sobre seguridad industrial.   Por ello, este grupo organizó la VI Expo FireSecurity 2013, que contó con 13 expositores de diferentes instrumentos, artículos y software de seguridad industrial. Además, se dictaron conferencias de salud ocupacional y prevención de incendios. La exposición se cumplió entre el 15 y el 17 de mayo.

    En el marco de la feria se dieron a conocer las nuevas tendencias en seguridad para las empresas. Una de ellas son los nuevos sistemas en sirenas, para patrullas, ambulancias y motobombas. En Ecuador, la firma americana Whelen oferta estos productos.

    Según Luis Escalante, representante de Whelen en Ecuador, la inversión de la compañía en el país está cerca de los USD 10 millones. «La mayor demanda es por parte de los bomberos, policías y otras instituciones que requieren este producto» puntualiza Escalante. La ventas para este año tienen previsto un crecimiento del 10%. Esto porque las exigencias en calidad de parte de las empresas cada vez es mayor, asegura Escalante.

    En cambio los camiones para bomberos, los usados en aeropuertos para el embarque de pasajeros y las ambulancias se ofertan por parte de Naffco, una firma con sede en Dubái.

    Desde febrero de este año esta compañía promociona sus productos para captar el mercado ecuatoriano. Grupo Vallejo la representa en Ecuador. La inversión en el mercado ecuatoriano ocurre principalmente por la demanda del sector público. «Estamos tratando de entrar a Ecuador (…) los países de América Latina como Chile, Brasil, Panamá son los que mayormente están demandando estos productos», cuenta Leandro Khaled, director de exportación de Naffco.

    Él estima vender 200 ambulancias al sector público, en los próximos tres meses. Revela que aún están en fase de promoción de sus productos.

    Para Khaled, Ecuador es un mercado singular. «La tendencia en el resto del mundo es exigir artículos con normas europeas, pero Ecuador y otros países sudamericanos optan por adquirir aquellos que tengan certificaciones estadounidenses», analiza.

    Las capacitaciones y asesorías en seguridad industrial también son parte de la oferta en el tema de seguridad. Principalmente de las empresas grandes.

    Nelson Panchana, gerente general de Multiserco, creó hace dos años la división de Seguridad Industrial en esa compañía. «Las empresas están invirtiendo desde hace cuatro años en seguridad, la demanda va creciendo» dice.

    Además, acota que mensualmente dicta unas 15 capacitaciones relacionadas con la prevención de riesgos y la seguridad en las empresas.

    Multiserco promociona desde enero un kit de seguridad en USD 80. El kit contiene gafas, una pequeña linterna, un pito y una mascarilla que contiene un filtro que permite respirar durante 15 minutos en caso de incendio. «Este tipo de equipo es nuevo en el país, todas las empresas deberían tenerlo» señala.

    Panchana afirma que la inversión para el 2013 se incrementará en 80% más que el año pasado. En el 2012, la inversión de la compañía superó los USD 100 000 en la división de seguridad industrial.

    LA CIFRA:
    13 expositores participaron en la feria que se cumplió en Guayaquil

  • David Melton: ‘La seguridad vial es un asunto serio’

    Redacción Quito

    La aseguradora estadounidense Liberty Mutual está involucrada con temas de seguridad vial y ocupacional desde hace 100 años, a través de su organismo denominado Global Safety.

    A través de este departamento, la firma multinacional busca concienciar a las personas sobre temas de seguridad en diferentes ámbitos. David Melton es director general de este departamento. Él es responsable del desarrollo de los programas de seguridad y salud que se realizan a escala mundial.

    Melton dialogó con LÍDERES sobre cómo este programa beneficia a la comunidad, y a su vez, fortalece a la marca.

    ¿Por qué Liberty decidió participar en programas de seguridad vial?
    Liberty Mutual en los Estados Unidos, desde hace 100 años, no solo ha estado vinculada en temas de seguridad vial, sino también en seguridad ocupacional y seguridad en el hogar. Así que, trabajar alrededor de temas de seguridad vial no es algo nuevo para Liberty. Nuestra compañía comenzó a trabajar en Ecuador hace nueve meses y queríamos traer también todos nuestros programas de seguridad vial al país. En la pared del edificio matriz en Boston está escrita la frase: «Ayudamos a vivir vidas más seguras a las personas». Ese es nuestro lema y trabajamos para que se haga realidad.

    ¿Cuál es su labor en el organismo?
    Yo me encargo de llevar mi experiencia y conocimientos en temas de seguridad a todos los países en donde se encuentra la compañía, para que todas las oficinas a escala mundial de Liberty utilicen esta información como un diferenciador en el mercado de seguros.

    ¿Cuáles son las líneas de acción específicas de este programa?
    Por ejemplo, en Portugal nos enfocamos en convertir a los empleados de Liberty en embajadores de seguridad vial. Cada uno de los empleados conocía sobre este tema y podía brindar información a la ciudadanía; eso dio reconocimiento a la compañía. En China, realizamos una campaña para fomentar el uso del cinturón de seguridad y casco para los motociclistas. En España realizamos una campaña en la tercera edad, para concienciarles que deben entregar las llaves, porque ya no están en la capacidad para conducir. El punto más importante de esto es que cada país tiene problemas diferentes. Identificamos cada problemática para aplicar un plan.

    ¿Qué conoce de Ecuador?
    En Ecuador tenemos un problema serio de seguridad vial. Es el segundo país con más accidentes de tránsito, solo lo supera Venezuela. Según los datos que he podido observar, los principales problemas son manejar a exceso de velocidad, conducir bajo los estragos del alcohol y no usar cinturón de seguridad.

    ¿Cuáles han sido los resultados de aplicar este programa en los diferentes países? ¿Existe alguna medición?
    Es sumamente difícil cuantificar los resultados, porque no se puede contar cuántos accidentes se previene. Por ello, es difícil saber si lo que hemos hecho ha tenido un impacto en cifras. Una de las maneras de medir los resultados es enfocarnos en un solo problema, en un solo tema, en un lugar específico. Por ejemplo, en China aplicamos la campaña sobre el uso del cinturón de seguridad en una ciudad pequeña. El resultado fue un incremento del 15% del uso de cinturón de seguridad en ese lugar.

    ¿Cómo ha mejorado la imagen de la marca gracias a estas campañas?
    En EE.UU. somos reconocidos como una marca que se preocupa por la comunidad, a tal punto que somos consultores en seguridad vial. Cuando se van a realizar modificaciones en leyes o programas viales asesoramos en estos temas.

    ¿Cuál es la experiencia que se ha alcanzado en la región?
    Venezuela tiene serios problemas de seguridad vial. Liberty tiene una fundación denominada Seguros Caracas, que está vinculada con estos problemas. En Colombia y Chile también tenemos programas de este tipo.

    Un vistazo a su hoja de vida Aporte. Responsable de seguridad vial y la estrategia de seguridad en el trabajo de Liberty.

    Apoyo. Participa en proyectos de investigación relacionados con el transporte en el Instituto de Investigaciones de Liberty Mutual.

    «Vincularnos en temas de seguridad le ha dado solidez a la marca»