Etiqueta: sostenibilidad

  • La sostenibilidad es el nuevo norte

    Redacción Quito

    (I)
    redaccion@revistalideres.ec

    Relacionadas

    El desarrollo sostenible es uno de los nuevos retos que tienen las empresas. Así lo deja ver un estudio de Deloitte que indica que en el país, el 74% de las compañías consultadas en un sondeo tienen un compromiso explícito al respecto.

    Esto significa que este grupo de empresas aborda con seriedad temas como economía circular, finanzas sostenibles, diversidad, cambio climático, etc. Según Deloitte, las empresas están informadas en cuanto a las tendencias de sostenibilidad. “Este aspecto es positivo, ya que saben que hay corrientes que están sucediendo, que son importantes de atender y que el papel empresarial es relevante para un camino sostenido”.

    Uno de los eslabones de este concepto es la responsabilidad corporativa. Las compañías ecuatorianas y las multinacionales que operan en el país tienen claro que se trata de un valor agregado. Corporación Favorita, por ejemplo, asegura que existen múltiples beneficios para una empresa que ejecuta planes de responsabilidad corporativa y sostenible. “El principal es ser corresponsable con la sociedad que nos acoge mediante la generación de un circulo virtuoso empresa-sociedad”, dice Rubén Salazar, gerente corporativo de Corporación Favorita.

    Según el vocero de esta firma, que en el 2018 tuvo ingresos por USD 2 047 millones, contar con una filosofía de valor compartido “permite a la empresa contar con políticas y prácticas que aumenten la competitividad de esta y, al mismo tiempo, mejore las condiciones, tanto económicas como sociales, de las comunidades en las cuales labora”.

    En Nestlé también destacan el valor de la sostenibilidad. Según Sergio Mera, gerente de Asuntos Corporativos y Relaciones Públicas de Nestlé Ecuador, en la medida en que las comunidades, el planeta y la sociedad en su conjunto prosperan, las empresas pueden crecer y garantizar su sostenibilidad. “La responsabilidad empresarial permite que las empresas generen valor para todos los grupos de interés”.

    Para Evangelina Gómez, directora ejecutiva del Consorcio Ecuatoriano para la Responsabilidad Social (Ceres), todo plan de responsabilidad corporativo bien enfocado trae beneficios claves, como una mejor reputación. En el trabajo con los colaboradores, asegura Gómez, se obtiene la retención de talento, mayor productividad y se atrae a nuevos profesionales. En asuntos ambientales disminuyen los costos y se minimizan los impactos y con los proveedores se logra la fidelización.

    La innovación permite satisfacer a los consumidores

    Redacción Quito (I) 
    redaccion@revistalideres.ec

    En el desarrollo sostenible una de las tendencias es la innovación. Según el estudio Tendencias de Sostenibilidad 2019 de Deloitte, la innovación tiene alta prioridad entre las empresas que desarrollan una política de sostenibilidad.

    El reporte añade que las firmas ecuatorianas han dado pasos importantes teóricos en esta temática. El 88% de los ejecutivos consultados mencionan que podría aplicar los principios de innovación en sus empresas, y quienes han definido un plan para dar este paso mencionan, con un 37%, que lo harán en procesos, productos y servicios.

    Según Deloitte, la innovación es empujada principalmente por las demandas de los consumidores finales. La consultora empresarial añade que los programas de innovación son más comunes en organizaciones medianas y pequeñas, donde los cambios y reacción a los desafíos son más ágiles y fáciles de enfrentar.

    “Las principales razones para innovar son la búsqueda de crecimiento sostenible basado en la diferenciación de los productos y la satisfacción de las necesidades de los consumidores”, añade el estudio.

    Las empresas están conscientes de que la innovación es fundamental. Rubén Salazar, gerente Corporativo de Corporación Favorita, considera que hoy por hoy los consumidores buscan una propuesta de valor que diferencie a un producto de otro, por factores que van más allá de la competitividad en precios.

    “Los productos que promulgan una conciencia ambiental y la evidencian mediante empaques biodegradables o con menos cantidad de plástico tienen una preferencia por los consumidores”, dice Salazar. El vocero de Corporación Favorita añade que en la actualidad las condiciones climáticas del mundo han demostrado la necesidad de ser consumidores y empresas ecológicamente responsables. “Esto genera valor compartido, ya que promueve el desarrollo de ideas innovadoras, conscientes y empáticas, que se consiguen mediante la educación”.

    Para Sergio Mera, gerente de Asuntos Corporativos y Relaciones Públicas de Nestlé Ecuador, es vital para las empresas enmarcar sus acciones en buenas prácticas de responsabilidad social, que permiten contribuir de manera positiva a la sociedad y a la empresa.

    Para Nestlé, dice Mera, la prioridad y enfoque es tener negocios sostenibles en el largo plazo, en cualquier lugar donde operamos pensando siempre en nuestros consumidores, clientes, colaboradores y medioambiente.

    “Esto nos permite estar bien posicionados con nuestros consumidores a través de la generación de estrategias de comunicación alrededor de las características nutricionales e innovación de nuestros productos, reforzando la inversión detrás de nuestras marcas con foco en nuestros consumidores”.

    El vocero de esta firma de alimentos, que tiene presencia en 190 países, dice que están conscientes de que el éxito de una empresa está garantizado en la medida en que la sociedad en su conjunto logra bienes­tar. “La empresa no puede aislarse de la comunidad en la cual opera”.

    Nestlé Ecuador mira con atención a las comunidades. Foto: cortesía
    Nestlé Ecuador mira con atención a las comunidades. Foto: cortesía

    Se puede tener un plan sin importar si la empresa es grande o pequeña

    Redacción Quito (I) 
    redaccion@revistalideres.ec

    Si bien el término responsabilidad corporativa suena sofisticado y complicado, no quiere decir que sea un instrumento que se utilice solo por las grandes empresas o las multinacionales. A escala global existen datos que demuestran que las pequeñas y medianas empresas (pymes) tienen tanto por ganar como cualquier organización que aplica la responsabilidad corporativa.

    En España, por ejemplo, el Eurobarómetro (un indicador elaborado por la Comisión Europea) señala que el 79% de los encuestados considera que las pymes de ese país sí se esfuerzan por ser responsables con la sociedad. El dato es ocho puntos porcentuales más que la media de pymes europeas y 36 puntos porcentuales por encima de cómo son percibidas muchas de las grandes compañías en España.

    Los expertos consideran que esto ocurre porque las pymes, al tener una estructura más sencilla, están más cerca de sus grupos de interés, tanto de los empleados como de sus proveedores y de sus clientes.

    En Nestlé Ecuador saben que la responsabilidad social empresarial no debe responder solamente a grandes empresas. Sergio Mera, gerente de Asuntos Corporativos y Relaciones Públicas de Nestlé Ecuador, dice que “sin distinguir el tamaño, actividad principal o situación en el mercado”, toda empresa privada contribuye a la sociedad desde cada uno de sus espacios y posibilidades, “con acciones que generan sostenibilidad para el país y el crecimiento para la empresa”.

    Según Mera, en la medida en que las comunidades, el planeta y la sociedad en su conjunto prosperan, las empresas grandes, medianas y pequeñas pueden crecer y garantizar su sostenibilidad en el futuro.

    Pronaca, la firma del sector de alimentos, también coincide en el valor de la sostenibilidad. La compañía dice que si no existe un convencimiento de los beneficios ambientales, sociales y económicos que representa la implementación de proyectos de sostenibilidad en la empresa, sea esta pequeña, mediana o grande, siempre habrá la dificultad de abordar el tema y de convencer a los directivos de la relevancia de trabajar con este enfoque y más aún, de fomentar un cambio cultural de sostenibilidad”.

    Esta compañía mantiene una filosofía que se puede replicar en pequeñas y microempresas: “Desde nuestros fundadores, se ha trabajado el concepto de ser responsables con la sociedad en la que operan, visión que se ha transmitido al resto de ejecutivos que constantemente alinean las acciones de la empresa con la sostenibilidad”. Con esta política Pronaca dice que se puede dejar un legado para las futuras generaciones.

    Los especialistas en el tema agregan que una vez que una pyme se enfoque en programas de responsabilidad social de manera consciente y deliberada, tendrá ya al menos la mitad del camino recorrido. Esto porque con un programa oficial simplemente harán de forma voluntaria y formalizada lo que llevan haciendo desde sus inicios.

    Corporación Favorita tiene el programa de voluntariado Corporativo Alza la mano. Foto: cortesía
    Corporación Favorita tiene el programa de voluntariado Corporativo Alza la mano. Foto: cortesía
  • Un ingreso extraordinario que requiere un uso extraordinario

    Wilson Araque (O)
    Para LÍDERES

    Relacionadas

    La recepción de utilidades se convierte en un “ingreso extraordinario” para el presupuesto personal y/o familiar. Su llegada no es permanente, pues, esta depende de los resultados financieros anuales positivos que haya obtenido la empresa en la cual trabajan las personas receptoras de utilidades.

    De ahí, es muy común -considerada como mala práctica de las finanzas personales- que, al no comprender el carácter de variable de este tipo de ingreso extra, la persona beneficiaria se deje contagiar del virus de la “ilusión de liquidez”, es decir, de esa percepción mental de creer que siempre la cuenta del banco va estar inflada por ese dinero adicional.

    Producto del contagio de este ‘virus’, se cae en la tentación de comprar productos cuyo precio sobrepasa el presupuesto familiar permanente y, como es de esperarse, en los meses futuros, la situación financiera se complica, ya que al no haber el dinero extra no se sabe cómo cubrir el déficit presupuestario ocasionado.

    Se pasa, entonces, del momento feliz de la recepción de las utilidades al dolor de cabeza que tiende a generar el pago de deudas presionadas por una sensación de gran liquidez que no era real.

    Entonces, frente a posibilidad de que se dé este escenario, es recomendable que se tomen decisiones de forma inteligente y racional, buscando información y asesoría. Solo así se podrá invertir en lo que realmente se necesita e impacta de forma positiva en el patrimonio familiar.

    Se sugiere para ello, en primer lugar, hacerse la pregunta: ¿Qué hacer con las utilidades -partiendo de la premisa que no son un ingreso permanente-? y, claro, la respuesta es multiopcional.

    La primera opción es pagar aquellas deudas que resultan una carga financiera pesada debido a que son de plazo corto y con una tasa de interés elevada. Otra alternativa es hacer inversiones en el mercado financiero mediante la apertura de cuentas de ahorro, firma de pólizas de acumulación, inclusión en fondos de inversión o cualquier otra opción creada por bancos, mutualistas o cooperativas de ahorro y crédito.

    En este punto es importante recordar siempre que para escoger a la institución financiera captadora no solo se tome en cuenta la tasa de rentabilidad ofrecida, sino también la calificación de riesgo de la institución.

    Finalmente, como alternativas adicionales, aparecen, por un lado, la inversión en el mercado de valores que, por su funcionamiento más complejo, es recomendable la asesoría especializada que brindan las casas de valores. Y, por otro, el impulso de emprendimientos productivos que, para garantizar su sostenibilidad en el tiempo, requieren ser enfocados con altas dosis de innovación hacia actividades que muestran tendencias de ser negocios con probabilidad de éxito. Allí están la industria del bienestar, productos relacionados a las tecnologías de información y comunicación (TIC) o productos orientados a cómo encontrar soluciones para combatir los efectos del cambio climático global.

    Utilidades: Es recomendable tomar decisiones de forma inteligente y racional, buscando información y asesoría. Foto: Ingimage
    Utilidades: Es recomendable tomar decisiones de forma inteligente y racional, buscando información y asesoría. Foto: Ingimage
  • Rodrigo Villar: ‘Hacer dinero pasa a segundo plano’

    Carolina Enriquez

    Redactora (I)

    Relacionadas

    Es socio fundador de New Ventures. Es uno de los impulsores del desarrollo de la industria de inversión de impacto en América Latina. También fue el fundador de Las Páginas Verdes, Ecofest y FLII (Foro de Inversión de Impacto de América Latina).

    Es miembro de Ashok y reconocido como una de las principales figuras de sostenibilidad social y ambiental de la región, por lo que recibió el premio al Emprendedor Social del año de UBS Visionaris 2008 y fue nombrado uno de los 40 principales CEO de América Latina por América Revista de comercio. Es el Presidente de la Alianza de Inversión de Impacto de México.

    En los últimos años se ha podido apreciar más cantidad de emprendimientos sociales y ambientales en la región. ¿Por qué se debe impulsar este tipo de negocios?

    América Latina tiene un espacio muy interesante en el mundo. Me atrevo a decir que los negocios sociales y ambientales son aquellos del futuro. A veces tendemos a tratar de imitar lo que hacen los países desarrollados con modelos como el de Silicon Valley, con emprendimientos vinculados a tecnología, en los que están las miradas de la mayoría de los inversionistas. Pero se puede pensar diferente.

    ¿En qué sentido?

    En Latinoamérica hay muchas carencias en vivienda, educación, salud, etc. Los capitales, antes de atender cosas que no son tan relevantes, tienen que enfocarse en cómo se le da a la población cosas muy básicas. Creo que en la región el mercado es muy grande.

    ¿El desarrollo económico acompaña estos procesos?

    Es interesante el hecho de que la economía haya ido creciendo. Hay un ecosistema de negocios que funciona y, al mismo tiempo, carencias. Es posible que la región demuestre que estas necesidades se pueden solucionar con modelos innovadores de negocio.

    ¿En qué nivel está creciendo el número de emprendimientos sociales y ambientales en la región?

    A pasos agigantados. Si uno le pregunta a un joven que está saliendo de la universidad la razón por la que emprende es porque quiere un cambio, seguir su vocación, hacer algo por el planeta. El hecho de hacer dinero está pasando a segundo plano.

    ¿Qué dificultades encuentran los emprendedores sociales y ambientales al poner en marcha un proyecto?

    Es muy difícil decirle a alguien que se dedique a eso si no hay casos a seguir. Pero hoy en día encontramos emprendedores que empiezan a sentar precedentes para que muchos jóvenes comiencen a seguir sus pasos.

    ¿Qué necesitan los emprendedores sociales y ambientales para desarrollar sus iniciativas?

    Infraestructura, que los gobiernos apoyen el ecosistema, garantías, financiamiento, coworking, consultorías, etc.

    Durante años usted ha impulsado este tipo de negocios a través de iniciativas como New Ventures. ¿Cómo se involucró?

    New Ventures tiene casi 15 años operando en México y Latinoamérica. Empezamos en ese país con la misión de lograr que el sector privado se convierta en un aliado en la lucha por solucionar las problemáticas ambientales y sociales. En el pasado se pensaba que solo las organizaciones y los gobiernos debían resolver estas situaciones. Pero mientras la empresa no se involucre, difícilmente podremos lograrlo.

    ¿Cómo se logra que el sector privado se involucre?

    Hay que demostrar que estos emprendimientos sociales son rentables y viables. No se trata de filantropía. Se pueden encontrar negocios que con innovación y con tecnología logran resolver los problemas socioambientales y, al mismo tiempo, dan los retornos financieros que el sector privado busca.

    ¿Cómo trabajaron en New Ventures?

    Empezamos identificando a esos emprendedores que ya están haciendo este tipo de cosas (iniciativas socioambientales). Hace 15 años no era fácil hallar estos negocios, pero parte de nuestra razón de existir ha sido identificar a quienes los desarrollan con tecnología, que son innovadores y tienen capacidad de escalar.

    ¿Cómo apoyan a esa clase de negocios?

    Les otorgamos fuentes de fortalecimiento: consultorías, acceso a inversión, financiamiento, mentorías, acceso a mercados, etc. Funcionamos como una aceleradora de negocios. La idea es que crezcan más rápidamente.

    ¿Cuenta New Ventures con un fondo?

    Tenemos ahora dos fondos de capital privado. Administramos alrededor de USD 50 millones entre los dos. Ya podemos ir un poco más allá (…) a la fecha ya hemos invertido en 10 empresas, nos asociamos con ellos. Las inversiones están en los ramos de vivienda accesible, educación, salud, medioambiente, energía alternativa, etc. Podemos inyectar capital.

    ¿Hasta qué monto?

    Un promedio de USD 3 millones por empresa. Podemos hacer cosas desde USD 1 millón hasta 8 millones. En algunos casos podemos hacer proyectos más grandes, con otros inversionistas.

    ¿Qué tipo de proyectos son los que desarrollan?

    Tengo el ejemplo de la firma que se llama Sala Uno y opera en México. Se dio cuenta que en ese país hay 2 millones de personas que son ciegas o parcialmente ciegas. El problema es que son personas que se pueden curar; son ciegas porque tienen cataratas y no tienen acceso al dinero para una cirugía. Esta empresa lo que hizo fue innovar en el modelo de negocios en el sector de la salud.

    ¿Cómo lo logró?

    Cambió el esquema en que uno tiene que ir a un oftalmólogo individual. Desarrollaron una especie de “producción en línea” en la que todo se hizo más eficiente. Tienen toda una infraestructura en la que una persona diagnostica, otra prepara, otra opera, etc. Ahora están haciendo más de 10 000 cirugías al año y están eliminando la ceguera en México.

    ¿Es rentable?

    Primero debo decir que hicieron accesible la cura bajando al 70% el costo de los tratamientos. Creo que es más rentable que un negocio tradicional y es una empresa social. Invertimos en ella hace cuatro años y el crecimiento ha sido exponencial. Todavía tienen mucho campo porque el mercado es gigantesco. Hoy están vendiendo como USD 15 millones anuales.

    Anteriormente, usted hablaba de la necesidad de financiamiento. ¿Quién entrega ese capital?

    Yo creo que deben ser los bancos, las entidades privadas. En New Ventures creemos que tenemos un mejor portafolio que los fondos tradicionales. Hay que cambiar la mentalidad de los financistas, que vean que los negocios ambientales son rentables.

    ¿Cómo se cambia esa mentalidad?

    Con hechos. Hemos demostrado a los inversionistas que tenemos un equipo de gestión profesional y que el mercado es grande. Más financistas van a comenzar a volcarse a estas iniciativas.

    ¿Ustedes entregan el dinero a los emprendedores?

    No, porque somos un fondo de capital. Compramos una participación de la empresa, nos volvemos accionistas y, eventualmente, en unos años la vendemos en cinco veces más de lo que hemos invertido.

    El fundador de New Ventures asegura que los emprendimientos sociales tienen mucho por crecer en América Latina, de la mano de jóvenes innovadores y la empresa privada. Llegó al pais para participar en la cumbre de inversión de impacto Cliiq 2018.
    El fundador de New Ventures asegura que los emprendimientos sociales tienen mucho por crecer en América Latina, de la mano de jóvenes innovadores y la empresa privada. Llegó al pais para participar en la cumbre de inversión de impacto Cliiq 2018. Foto: Vicente Costales / Líderes
  • Celina Pagani-Tousignant: ‘Crear valor es una forma de pensar’

    Pedro Maldonado

    Relacionadas

    Celina Pagani-Tousignant es una autoridad en temas de sostenibilidad y responsabilidad social empresarial. Asegura que las empresas sí pueden encontrar oportunidades de negocio haciéndole bien a la sociedad, al mismo tiempo.

    Cada vez más empresas trabajan y desarrollan programas de responsabilidad social para ser sostenibles. ¿Qué implica ser sostenible en el tiempo?

    En Ecuador y en muchos otros países existen grupos de empresas líderes que hace años que se han preocupado de este tema. Al principio tal vez se preocupaban más bien de manejar los impactos negativos (de sus actividades) en la sociedad o en el ambiente y le llamaban responsabilidad social empresarial o RSE; después se dieron cuenta de que el tema era parte del negocio y por eso se habló de sostenibilidad.

    Esto no significa solo manejar impactos, sino también ver oportunidades de negocios y por eso hay que preocuparse de la sostenibilidad de la empresa en el tiempo. Entonces el concepto de sostenibilidad se usa más. Los cambios que suceden alrededor nuestro son tan disruptivos, las tecnologías y los avances de la inteligencia artificial están cambiando las fábricas, por lo que habrá un porcentaje de las nuevas generaciones que no va a encontrar empleo. ¿Qué vamos a hacer con eso?

    ¿Esto incidirá en el manejo empresarial?

    Claro, por un lado se reducirán costos porque usaremos robots en los procesos de producción. Pero por otro, en determinadas comunidades crecerá el desempleo, la violencia y la inseguridad. Eso puede afectar a la operación de la empresa. Las tecnologías están cambiando, la población está creciendo, la migración de país a país aumenta, hay centros urbanos cada vez más grandes, el consumo de recursos naturales crece y la economía circular, el reciclaje, surge con mucha fuerza.

    Las empresas, hasta ahora, han estado haciendo más de lo mismo y lo que se necesita o lo que se busca no es subir el techo o las metas, sino transformarse. Lo que se busca es que la gente cambie la forma de pensar y allí está la innovación de procesos, productos, servicios y modelos de negocios. Todo esto tiene que ir atado a la responsabilidad social empresarial, si no, no tiene sentido.

    ¿Hay una fórmula para innovar y ser sostenible a la vez?

    La gente busca herramientas prácticas. Michael Porter y su concepto de valor compartido es un punto de partida en el tema. A partir de sus propuestas desarrollé una metodología de nueve pasos que incluyen: entender las prioridades del negocio; saber las necesidades sociales de las que la empresa se va a adueñar para hacer algo al respecto; qué estrategia de valor compartido se va a usar; determinar aliados; entre otros.

    No olvidemos que muchas innovaciones no son rentables enseguida y hay que protegerlas. Allí viene la obligación de escalar esas ideas.

    La rentabilidad es algo intrínseco para una empresa y puede pasar que los empresarios no ven rentabilidad en temas de RSE…

    Exacto. Antes hablábamos de desarrollar un programa que generaba un ‘business case’ o la justificación de una inversión, pero ahora es muy diferente porque se trata de generar valor para la empresa y para la sociedad.

    El empresario entiende el concepto de crear valor. Si la empresa quiere crecer debe determinar cuáles son los mercados desatendidos y así se encuentra una oportunidad de negocio haciéndole bien a la sociedad. De esta manera ocurrirá que en esa comunidad la gente se va a educar, va a tener mejores servicios de salud, mejor calidad de vida. Esa es la parte social.

    Negocio y servicio a la comunidad…

    Así es, es un tema compartido. Ahora las empresas se fijan como meta que un porcentaje de su crecimiento tiene que venir de proyectos de valor compartido.

    ¿Esto es más fácil para las grandes empresas o para las pequeñas?

    Esto del valor compartido se ha dado más en compañías grandes. Es una forma de pensar y puede ser aplicable a una empresa más pequeña. Lo que pasa es que no hemos hecho la metodología para aplicar en pymes.

    Un empresario de una pyme es igual al de una empresa grande: los dos quieren competitividad para su negocio. Tal vez el programa para una pyme es más pequeño y la disponibilidad de recursos puede ser menor.

    En los últimos años se consolidó el concepto de Empresas B, emprendimientos sociales. ¿Cómo califica usted a este modelo?

    Me encantan, empezaron como pequeñas y crecieron. Ejemplos son Natura o Patagonia que ahora son empresas grandes, certificadas como empresas B. La compañía tiene que cambiar: el deber de la junta directiva es preocuparse del retorno de la inversión, entonces una empresa B le da poder a la junta directiva para asegurar el retorno económico, pero también el retorno social, ambiental. Esto es fantástico porque da más flexibilidad y libertad de acción.

    ¿Los consumidores qué papel juegan?

    Es un grupo al que siempre hay que consultar. Hace dos años se supo, tras un sondeo, que el 50% de los consumidores quiere pruebas de que una empresa sea en realidad sostenible y socialmente responsable. Además, el consumidor se fija en si una empresa es líder o es mala. Entonces hay que saber posicionarse.

    Ahora, por ejemplo, por los temas políticos de Estados Unidos, el consumidor quiere saber, por ejemplo, cuál es el tema que va a defender una compañía. Un ejemplo ocurre con empresas que anuncian la contratación de refugiados, por ejemplo.

    Esto se da luego de los problemas con refugiados que llegaban a Estados Unidos desde distintos países. Pasa lo mismo con temas como control de armas, diversidad y otros. Lo importante es que cada vez más CEO se pronuncian sobre estos temas.

    ¿Esto va a ocurrir en otros países?

    Se va a replicar. Recordemos que la situación política en Estados Unidos, en los últimos años, es turbulenta. Además no olvidemos que los mileniales y los centeniales quieren trabajar en empresas con propósitos y es la fuerza laboral más grande en estos momentos. Entonces atraer y retener a ese segmento cabe dentro de un programa de sostenibilidad.

    Hoja de vida

    Cargo. Es presidente y fundadora de Normisur International, empresa consultora internacional que se especializa en Responsabilidad Social Empresarial, Sostenibilidad, desarrollo de la fuerza laboral y entrenamiento ejecutivo. Su clientela incluye empresas en los EE.UU., Canadá, Latinoamérica y Asia.

    Formación. Nacida en Uruguay, tiene un MA en Psicología Clínica y es autora del libro ‘Rompiendo las reglas – asesorando minorías étnicas’ así como también de numerosos artículos. Celina tiene una certificación en Life Coaching de John F. Kennedy University y una certificación en Integral Coaching de New Ventures West, una escuela de coaching en San Francisco, California. Ofrece cursos y consultorías por la región.

    Celina Pagani- Tousignant es presidente y fundadora de Normisur International, empresa consultora internacional que se especializa en Responsabilidad Social Empresarial, Sostenibilidad, desarrollo de la fuerza laboral y entrenamiento ejecutivo. Foto: Patr
    Celina Pagani- Tousignant es presidente y fundadora de Normisur International, empresa consultora internacional que se especializa en Responsabilidad Social Empresarial, Sostenibilidad, desarrollo de la fuerza laboral y entrenamiento ejecutivo. Foto: Patricio Terán / LÌDERES
  • La sostenibilidad es la meta

    María Angélica Ramírez, IMPAQTO (I) Para LÍDERES

    Relacionadas

    Al terminar la universidad, el guayaquileño Marcos Fioravanti se dio cuenta de que la manera en que los sistemas productivos funcionan debe ser replanteada para producir un correcto desarrollo sostenible y las futuras generaciones no sean afectadas.

    Entonces, este joven ecuatoriano se propuso trabajar, reunir conocimientos y convertirse en emprendedor social para llevar a cabo ideas que generen conciencia sobre la sostenibilidad. Con ese concepto en mente Fioravanti ha logrado emprender varios proyectos en temas de ecoeficiencia, manejo de desechos, conservación ambiental, normativas ambientales, agua y saneamiento y desarrollo comunitario.

    Marcos entendió que las diferentes problemáticas socioambientales pueden convertirse en una oportunidad para encontrar soluciones a problemas ambientales cotidianos.
    Así nació Ambiente Creativo, con la filosofía de no perseguir el valor económico de manera exclusiva, sino de contribuir al desarrollo sostenible desde el sector privado, a partir del desarrollo de productos y servicios innovadores. Esta joven empresa trabaja procesos humanos a través de un enfoque técnico, usando y promoviendo la creatividad en diseño y comunicación para lograr sus objetivos.

    Es además la primera empresa en Guayaquil Sistema B certificado. El modelo de empresas B es una tendencia global y cuenta hoy en día con casi 2 000 empresas en 50 países y 130 sectores con un fin: que un día todas las compañías compitan por ser las mejores para el mundo, y como resultado, la sociedad camine hacia estadios de bienestar compartido y durable.

    “El principal producto que Ambiente Creativo ofrece es el ejercicio de sostenibilidad corporativa, que permite saber a las empresas en qué y cuánto invertir en temas ambientales, cumplir con temas de responsabilidad social y reducir riesgos para sus negocios”, cuenta Fioravanti.

    Entre los logros de la empresa está haber establecido la comunidad más grande del país de reciclaje con clasificación en la fuente y con centro de aprovechamiento de residuos; cofundaron la Red Daule, desde que se creó el primer Fondo de Aguas para la conservación de la cuenca del río Daule (uno de los de mayor importancia socioeconómico para el país); también, desarrolló el programa de Ecoeficiencia educativo que ganó el premio Latinoamérica Verde 2013, y codesarrollaron un sanitario financiado y premiado por la fundación Bill & Melinda Gates.

    Ambiente Creativo planea continuar creciendo en el futuro cercano como una organización de impacto, que logre mayor réplica en cada proyecto, que sus ideas sigan siendo cada vez más grandes y traspasen fronteras como lo han logrado en varios países de Asia, África y América.

    Como una reflexión a futuros emprendedores sociales, Marcos Fioravanti insiste en que lo principal es tener paciencia, ser persistente en el trabajo y cuando exista la oportunidad, trabajar en equipo junto a otras organizaciones porque de esta manera es como el trabajo florece.

    Marcos Fioravanti y el equipo de trabajo de Ambiente Creativo. La empresa, con base en Guayaquil, cuenta con la certificación Sistema B. Foto: cortesía Impaqto
    Marcos Fioravanti y el equipo de trabajo de Ambiente Creativo. La empresa, con base en Guayaquil, cuenta con la certificación Sistema B. Foto: cortesía Impaqto
  • El aseo sostenible es su negocio

    Redacción Quito

    Relacionadas

    Esta empresa quiteña especializada en limpieza, ha tenido que enfrentar dos escollos en sus 23 años de existencia. Luego de la crisis bancaria de 1999 perdió a uno de sus principales clientes, Banco del Progreso, debido a su quiebra.

    Y en el 2008, Limpatec debió reacomodarse a las disposiciones del Mandato 8, que eliminó y prohibió la tercerización laboral, y obligó a las empresas a pagar utilidades al personal de limpieza, pese a que pertenecieran a prestadoras de servicio externas.

    Esto hizo que entre ocho y 10 firmas decidieran dejar de contratar sus prestaciones de aseo. Ante esta situación, Limpatec debió abandonar su modelo de negocio que le dio réditos durante 10 años.

    Cecilia Urresta, gerenta general y fundadora de la firma, comenta que Limpatec nació a principios de los 90 con la intención de profesionalizar los servicios de limpieza en el país.
    Durante su época de estudios de diseño textil en el Seneca College, en Canadá, la ejecutiva notó cómo empresas ofrecían un servicio profesional de limpieza y desde ese entonces buscó implementar el negocio en el país.

    Cuando fundó la firma, en 1993, a decir de Urresta, este era un nicho no explorado en el país y creyó que sería un buen negocio. Con una inversión de unos USD 30 000 adquirió maquinaria e insumos para realizar la limpieza.

    Su primer contrato fue para encargarse del aseo del centro comercial Mall El Jardín, que en esas épocas se inauguraba en el norte capitalino. Otras firmas como IBM o Merck Sharp and Dohme también conformaron su cartera de clientes en esos años.

    La demanda del servicio hizo que el número de empleados llegara hasta 200 y que manejaran 15 contratos con empresas.

    Pero hace ocho años la firma cambió su estrategia. Sandra Enríquez, hija de Urresta, fue quien llevó a cabo este proceso y buscó enfocar a Limpatec a la comercialización de productos relacionados con su negocio y la consultoría. A partir del 2011, la empresa comenzó a ofrecer servicios y consultoría de limpieza verde, impulsando el reciclaje y el uso de insumos amigables con el medioambiente.

    Durante estos años, Limpatec ha instalado puntos de reciclaje en centros comerciales como el CCI, Plaza de las Américas, Centro Comercial El Bosque, el Aeropuerto Mariscal Sucre de Quito, entre otras entidades y firmas.

    La firma actualmente trabaja con cinco proveedores de EE.UU., Alemania y Francia, como Karcher, Unger, Rubbermaid, Multi-Clean y Plastic Omnium.

    Oferta baldes de limpieza, sistemas de trapeado húmedo, sistemas de limpieza de vidrios, químicos para el cuidado de pisos, entre otros ítems de esas marcas.

    Con Plastic Omnium, de origen francés, trabajan desde el año pasado para comercializar contenedores de residuos para ciudades. Ahora, Plastic Omnium también provee soluciones que buscan optimizar la gestión y los costos de tratamiento de los residuos sólidos en las urbes.

    Supermercados Santa María es cliente de Limpatec. Cristian Reyes, coordinador de Medioambiente de la firma, comenta que este año adquirieron unos 207 basureros de plástico y 22 estaciones ecológicas de reciclaje -que constan de tres recipientes para separa la basura- para todos sus locales. En total, la compra asciende a unos USD 14 000.

    Santiago Bustamante es gerente general del Hotel Finlandia, en el norte de Quito, y comenta que es cliente de la empresa desde hace 10 años. Este año le ha comprado alrededor de USD 5 000, en una máquina abrillantadora, insumos de limpieza, entre otros ítems.

    Asimismo, Susana Abarca, jefa de Compras del Hotel Reina Isabel (centro-norte de Quito), asegura que le compran tachos para la basura, lavandería, entre otros productos.

    Fotos: Julio Estrella / LÍDERES Mauricio Rodríguez, uno de los trabajadores de Limpiatec, muestra los productos especializados en limpieza de vidrios, en el ‘show-room’, en el norte de Quito.
    Fotos: Julio Estrella / LÍDERES
    Mauricio Rodríguez, uno de los trabajadores de Limpiatec, muestra los productos especializados en limpieza de vidrios, en el ‘show-room’, en el norte de Quito.
  • Las mipymes aprenden a ser sostenibles

    Pedro Maldonado

    Relacionadas

    Las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) que quieren ser sostenibles tienen un gran desafío por superar: combinar rentabilidad financiera, políticas ambientales e impacto social. El reto es grande dada su naturaleza y la estructura que difiere en recursos y tamaño frente a las grandes empresas.

    En el Ecuador existen mipymes que poco a poco toman conciencia de lo que implica ser sostenibles. Estas trabajan de cerca con sus proveedores, sus consumidores, así como con sus trabajadores y toda la cadena de valor. Un ejemplo de esta tendencia es Pacari, la firma que produce y exporta chocolates elaborados con cacao orgánico.

    Santiago Peralta, el fundador de Pacari, está consciente de que la sostenibilidad abre mercados y genera un negocio diferenciador. Esta empresa trabaja con cerca de 3 500 agricultores de cacao orgánico en Esmeraldas y Napo.

    Para Peralta, el asunto es claro. “Si no se hacen bien las restas y las sumas, si no se manejan bien los recursos económicos, todo el proceso sostenible de una empresa corre peligro”. Además, asegura que la sostenibilidad económica tiene que ser generada por la propia empresa, sin esperar ayuda ni del Estado, ni de una organización no gubernamental. “No debemos esperar ningún subsidio”.

    Una de las estrategias de Pacari es apostar por productos orgánicos. Ese valor agregado, dice Peralta, les permite llegar a países de América, Europa y Asia con un producto premiado en Londres, Nueva York, España y otros países. El retorno está en el crecimiento de la empresa y en el aseguramiento de trabajo y precios justos a los proveedores, es decir a los agricultores que trabajan con cacao orgánico. Por todo esto, Pacari está en proceso de obtener una certificación de empresa B (ver nota inferior).

    No obstante, el camino hacia la sostenibilidad es largo, no solo en Ecuador, sino en toda la región, según el argentino Hugo Kantis, director del Programa de Desarrollo Emprendedor (Prodem) e investigador de temas empresariales.

    Kantis asegura que al hablar de Mipymes sostenibles aún hay más interrogantes que evidencias. “Estamos al inicio de la sostenibilidad. Todavía tiene que pasar mucha agua bajo el puente”.

    Para Xavier Ordeñana, catedrático e investigador de la Espae Graduate School of Managemet, el tema de sostenibilidad es complejo. “La mortalidad de las empresas es muy alta en especial en las pequeñas y medianas”.

    Según datos del Global Entrepreneur­ship Monitor Ecuador 2015, el reporte que mide la actividad emprendedora, el 25,9% de negocios nacientes en el país dura menos de tres meses y solo el 9,8% supera los tres meses y se mantiene hasta cumplir tres años y medio.

    El triple impacto es la meta que se persigue bajo este modelo

    Empresas B. Este es el nuevo concepto que va ganando espacio en el mundo de los negocios. Esta clase de organizaciones se desenvuelven buscando lo que Hugo Kantis, de Prodem, llama el triple impacto o preocupación por la gente, por el planeta y por ser rentables.
    Este especialista en temas empresariales señala que es deseable que aparezcan empresas y jóvenes emprendedores que se plantean cómo responder ante necesidades sociales siendo rentables.

    Se trata de una redefinición del éxito empresarial, dice Michelle Arévalo-Carpenter, cofundadora de Impaqto, organización ecuatoriana que cuenta con la certificación de Empresa B. “El tema de fondo -dice- es dejar una huella positiva en la sociedad”.

    Sobre la evolución de esta clase de empresas Kantis acude a su experiencia y prefiere ser prudente. “Hay una ola de optimismo grande en terminos de que la tendencia va a forzar que esto de las empresas B sea la norma el día de mañana. Ojalá esto suceda, pero seamos cautelosos con no generar altas expectativas, porque el juego de los negocios y el mercado a veces tiene criterios más duros”. El representante de Prodem cree que puede ser un asunto generacional, pero sobre todo depende de del sector y la propuesta de cada empresa.

    El tamaño es una fortaleza que tienen las pequeñas empresas

    Ser una Mipyme sostenible es un proceso metódico. En el caso de la empresa Soluciones Ambientales Totales (Sambito) el objetivo es articular negocios ambientales y para lograrlo utiliza una fórmula sencilla y efectiva: levanta indicadores económicos , sociales y ambientales. Con esa información se implementan acciones para mejorar y mantener esos indicadores.

    Así lo explica José Guarderas, gerente de Sambito, empresa con 15 años en el mercado. “Los indicadores que se obtienen resultan relevantes y son una evidencia ante nuestros ‘stakeholder’ de que estamos haciendo actividades que enmarcan a la pyme dentro de un marco sostenible”.

    El ejecutivo añade que si bien existe conciencia sobre la sostenibilidad aún hay tarea pendiente. “Esto requiere de un gran compromiso de todos los sectores productivos, así como de los organismo públicos”, asegura Guarderas.

    Wilson Araque, titular del Observatorio de la Pyme de la Universidad Andina Simón Bolívar, aporta con más elementos. Él sostiene que crear conciencia al respecto no es sencillo. “Hoy en día la sostenibilidad no es la principal prioridad de una pequeña empresa”.

    Según este catedrático e investigador, mejorar el tema de sostenibilidad es un problema estructural y por lo tanto las soluciones también son estructurales y demorarán algunos años. “En el país hay algunas experiencias y con el tiempo serán cada vez más comunes”.

    Los beneficios de ser Mipymes sostenibles van desde mejorar las posibilidades de internacionalizarse hasta estar bien preparadas para bajones de la economía, según Xavier Ordeñana, investigador de la Espae. Él añade que La clave pasa por contar con una especie de plan de carrera “que permita tener una visión clara del negocio, con posibilidades de expansión y con una agenda de largo plazo”.

    Otra ventaja que tienen las Mipymes es su tamaño, según Arévalo-Carpenter. “Al tener operaciones más pequeñas, la pyme puede mantener una mejor trazabilidad sobre su cadena de valor, recibir retroalimentación de sus clientes más cercanamente e innovar en sus políticas internas de manera más ágil”.

    La cofundadora de Impaqto insiste en que el tamaño significa una ventaja que está siendo cada vez más valorada por el mercado local y extranjero. Todo esto traerá como resultado que la pyme deje una huella social y ambiental positivas. Es una ecuación simple: “los colaboradores están más comprometidos con la empresa, sus consumidores los promueven y el mercado los prefiere”.

    Foto: archivo Paúl Rivas / LÍDERES La empresa de chocolates Pacari trabaja con la comunidad de Archidona (Napo)  en un centro de interpretación.
    Foto: archivo Paúl Rivas / LÍDERES
    La empresa de chocolates Pacari trabaja con la comunidad de Archidona (Napo) en un centro de interpretación.
  • Mahmoud Mohieldin: ‘La sostenibilidad implica disciplina’

    Carolina Enriquez

    (I) 
    redaccion@revistalideres.ec

    Mahmoud Mohieldin, vicepresidente sénior del Grupo Banco Mundial habla sobre el financiamiento de las ciudades sostenibles. Para lograr un modelo de este tipo se debe satisfacer, además, las necesidades de medioambiente, conectividad y acceso.

    ¿Por qué brindar financiamiento para desarrollar ciudades sostenibles?

    El financiamiento de ciudades sostenibles no es un asunto que implica solo movilizar recursos. Es una cuestión de disciplina, de asegurarse que las partes trabajen y de que aquellas aspiraciones, incluidas las relacionadas con la sostenibilidad de las ciudades, se alcancen hasta el año 2030.

    ¿Se refiere, al nombrar ese año, al de la agenda de las Naciones Unidas, que incluyó 17 objetivos que agrupan fin de la pobreza, cero hambre, crecimiento económico, etc.?

    Hay 17 objetivos, 169 temas. Todos ellos reflejan aspiraciones y ambiciones de la comunidad de desarrollo internacional. Estos no van a poder ser trasladados a la práctica a menos que exista el armaje de aspectos particulares de trabajo, incluido el de las finanzas. Estas cumplen dos objetivos: el de generar fondos y de disciplinar.

    ¿Qué se considera una ciudad sostenible?

    Básicamente hay cuatro criterios principales cuando hablamos de ciudades sostenibles. Que la ciudad satisfaga las expectativas de ambiente, de acceso, de conectividad y que cuente con fondos sostenibles bajo disciplina y buen manejo financiero.

    Usted ha mencionado en varias ocasiones la importancia de la disciplina para las ciudades sostenibles y para el manejo financiero. ¿Por qué razón resalta este punto?

    Uno de los aspectos de trabajo más complicados en la agenda del 2030 es asegurarse que la infraestructura y la planeación a largo plazo de las ciudades esté bien realizada y eso incluye las expectativas que tienen las ciudades para su funcionamiento a futuro, tomando en cuenta medioambiente, conectividad y estándares de vida. Las ciudades deben tener diseño, implementación, planeamiento y buen manejo financiero. Puede haber casos en que existan los tres primeros, pero no el último. La disciplina se refiere a incluir el buen manejo financiero a los otros componentes.

    En ese caso, ¿si ese aspecto falla será difícil un desarrollo sostenible de la ciudad?

    Ninguno de los elementos puede ser sustituido por el accionar de cualquiera de los otros. Se debe cuidar a todos y que estén fuertemente integrados en el trabajo. Si no hay uno de estos elementos no significa el fin de la ciudad o del mundo. Pero, no será igual para la solución de algunos de los problemas. Algunos requerimientos para el desarrollo de las ciudades pueden ser costosos en términos de regresar a la planificación inicial urbana. Los elementos deben de estar integrados siempre.

    ¿En todos los casos?

    Sí, incluyendo cuando ciudades pequeñas que se expanden o las que están comenzando. No son elementos complicados y han estado en las ciudades y los pueblos desde el inicio de la civilización. Siempre deben estar.

    En el caso que existan todos estos elementos, ¿cuando una ciudad busca financiamiento, debe este ser de fuentes públicas o de privadas?

    La ciudad tiene que funcionar como un receptor de todas las fuentes de financiamiento. Puede haber financiamiento público o privado, doméstico o externo. Tenemos que seguir las reglas para comparar las ventajas de cada vía de financiamiento. En el caso de financiamiento para bienes o servicios públicos, por ejemplo, este suele venir de fuentes públicas, nacionales o locales. Estos dineros pueden tener como origen el cobro de impuestos.

    ¿Qué pasa en otros casos?

    Podemos asumir que en la ciudad hay aspectos completamente públicos o completamente privados. En el caso de bienes y servicios públicos, seguridad o justicia se puede asumir que todos estos recursos se van a derivar de fuentes soberanas y fiscales. En el otro extremo, en que todos los recursos vienen de fuentes privadas, un ejemplo es el de la renta de un departamento. Ambos participantes son privados, sea el dueño o el arrendatario. En algunos casos los actores son públicos, pero en general privados.

    ¿Qué pasa en el caso de fondos de carácter mixto?

    Voy a dar un caso que no está muy lejos. Se trata el del Metro de Quito. Ustedes tienen un buen diseño, un buen plan y todos los conceptos de conectividad. El dinero que se necesita para este proyecto es grande, no solo para esta ciudad, no solo para este país. Esta clase de proyectos requieren dinero adicional al de la capacidad per se de las ciudades o de los países. Para este proyecto se cuenta con la contribución del Gobierno, pero también aquellas de los financistas externos como el Grupo Banco Mundial, con USD 250 millones. También, de tres organismos multilaterales como la Corporación Andina de Fomento, el Banco de Inversiones de la Unión Europea y el Banco Interamericano de Desarrollo. Así, hay dos fuentes de financiamiento. Cuando el proyecto entre en operación deberá generar formas para financiarse y ser sostenible.

    ¿Cuáles ciudades tienen formas de financiamiento programadas para diferentes tipos de programas, incluidas para los de sostenibilidad?

    No las suficientes. Hay ciudades occidentales, en países desarrollados, con muy sofisticada planeación de capital y permanentes fuentes de financiamiento. Esto porque sus procesos así lo permiten. Sin embargo, en los países en vías de desarrollo la respuesta es diferente. Ciudades con renta media tienen procesos de planificación razonables, incluyendo varias de América Latina en países como Colombia, pero también en las de naciones de otros continentes como Sudáfrica o China. En otras partes del mundo los procesos están menos desarrollados y ahí es cuando vuelve a entrar el tema de la disciplina.

    ¿En qué sentido?

    Traer disciplina para un buen manejo financiero, a través de un buen plan de inversiones. Es clave que las ciudades, por sí mismas, se concentren en estos procesos y que los gobiernos nacionales introduzcan los mecanismos correctos para llevar la contabilidad y el manejo financiero.

    ¿Qué gana una ciudad que cumpla un financiamiento programado?

    Es importante que toda ciudad tenga en cuenta que el tema del manejo financiero no es un tema exclusivamente económico, sino de supervivencia. No tiene que relacionarse solo con un proyecto grande que se va a celebrar y presentar. Tiene que ser un aspecto vinculado a los niveles de vida, la educación, la conectividad, la salud, la seguridad que existe en la ciudad, en general. Si una ciudad falla en reflejar todos esos aspectos en el financiamiento que reciba, a su vez, eso se va mostrar en todos los temas sociales que puedan existir como pobreza, violencia, manejo de desechos, etc. El aspecto financiero es un tema de vida. Los ejemplos más exitosos de proyectos son cuando generan verdaderos resultados a escala de distritos, de ciudades o aldeas (…) nosotros (Banco Mundial )producimos un manual para autoridades para que puedan administrar su financiamiento.

    Hoja de vida

    Formación. Tiene un Ph.D en Economía de la Universidad de Warwick, magíster en Análisis Económico y Política Social de la Universidad de York y licenciatura en Economía de la Universidad de El Cairo.

    Experiencia. Es el vicepresidente sénior del Grupo del Banco Mundial para la Agenda de Desarrollo del 2030 y Relaciones con las Naciones Unidas. Antes de unirse al BM ocupó numerosos puestos de responsabilidad en el Gobierno de Egipto, como ministro de Inversión, miembro del Directorio del Banco Central de Egipto, etc.

    Mahmoud Mohieldin, vicepresidente sénior del Grupo Banco Mundial. Foto: Patricio Terán / LÍDERES
    Mahmoud Mohieldin, vicepresidente sénior del Grupo Banco Mundial. Foto: Patricio Terán / LÍDERES
  • Paul Polman: ‘Invertir en sostenibilidad es rentable’

    Pedro Maldonado

    (I)
    redaccion@revistalideres.ec

    Paul Polman, CEO de Unilever, es un convencido de las políticas de desarrollo
    sostenible en las empresas
    . Este ejecutivo, que trabaja con organismos internacionales, asegura que las grandes empresas pueden cambiar los hábitos del mercado para beneficiar al planeta.

    Usted participó en la cumbre del clima COP21 en París. Allí se logró un acuerdo histórico del que se hablará por largo tiempo. Como CEO de Unilever y convencido de la lucha contra el cambio climático, ¿qué se puede esperar tras el acuerdo de París?

    Las anteriores conferencias sobre el cambio climático fueron complicadas por lo difícil que resultaba que todos los países que asistían se pusieran de acuerdo, pero en París muchas cosas cambiaron. Hoy, con el precio del crudo bajo, producir energía verde es más barato que usar combustibles fósiles; además, la tecnología ha avanzado más rápido de lo que la gente piensa. La población toma nota de todo y sabe qué gobiernos y empresas son responsables. Los hombres de negocios toman ahora mayor iniciativa y descubrieron el imperativo económico de reducir costos e impactos en el ambiente. Hemos llegado a un ‘tipping point’, un punto de inflexión o de cambio.

    Esto, ¿cómo se siente en las empresas e industrias?

    En la industria de alimentos, por ejemplo, no habrá rentabilidad en 30 años si no se toman acciones ahora. Esto es una oportunidad enorme para que las empresas presenten productos nuevos al mercado, que atraigan al consumidor por ser amigables con el ambiente. Los políticos tienen miedo de atacar los temas de cambio climático, pero en el Consejo Internacional de la Comisión Global de Economía y Clima demostramos que si no atacamos el cambio climático no vamos a tener crecimiento económico ni empleo. China, por ejemplo, sufre altos niveles de polución y sus habitantes dicen que si no pueden respirar no pueden vivir ni trabajar. Los costos de no atacar el cambio climático serán más grandes con el tiempo.

    ¿Las empresas como Unilever y otras multinacionales cómo enfrentan esta compleja situación?

    Si las empresas y los negocios no participan en esta lucha no podremos resolver el problema. Los gobiernos solos no pueden hacerlo, necesitan implementar leyes y estimular innovación, pero al final, la solución para frenar el cambio climático necesita venir del sector privado. Esto significa una oportunidad para el sector privado. Hoy, el 50% de la población mundial, es decir unos 3 500 millones de personas, vive en ciudades. En 40 años seremos 10 000 millones y el 70% se concentrará en ciudades. Esto significa que dentro de los próximos 40 años se necesitará construir el mismo número de ciudades que existen hoy; entonces, lo más importante es decidir cómo se van a construir esas nuevas ciudades, para ver cómo viviremos en el futuro; de lo contrario, habrá un serio problema. Las inversiones serán necesarias y allí el sector privado debe dar las soluciones.

    ¿Qué ejemplos se pueden mencionar como soluciones dadas por el sector privado?

    Hoy tenemos los paneles solares, edificios sustentables con cemento que ‘aspira’ el CO2 del ambiente. Todo esto es parte de las nuevas ciudades a las que me refiero. Pero también cuentan el uso de la energía, el desarrollo de agricultura sostenible y la protección de bosques y selvas, como los de la Amazonía o de Indonesia. Si no protegemos esos pulmones del planeta no lograremos nada.

    Todo esto requiere liderazgo de los CEO de las empresas. ¿Hay una nueva generación de CEO que ya piensa en estos desafíos que combinan negocios y ambiente?

    Hay millones de empresas y de gobiernos que son responsables y otros que no lo son. Pero yo he visto un cambio enorme en París y en otros encuentros por frenar el cambio climático. En París, por ejemplo, encontramos a muchas empresas preguntando por bonos de carbono y su precio. Conozco sobre más de mil grandes empresas multinacionales que ya tienen planes para reducir su emisión de carbono, pensando en las metas de la COP 21 de París para limitar el aumento de la temperatura del planeta. Todo esto demuestra que en la actualidad existe más interés que antes entre los altos mandos de las empresas.

    Pensar en cuidar el ambiente ya es un desafío. A ese se suma el hecho de sacar adelante un negocio. En su experiencia, ¿cómo se logra eso?

    Es un reto y un problema de largo plazo. La gente piensa que solos no pueden hacer una diferencia por ser el cambio climático un tema tan grande y complejo. No solo es cambio de temperatura, también abarca el uso de energía, agua, alimentos, etc. Por eso es complejo y difícil de explicar a la gente. Además, los tiempos son más cortos para empresas y gobiernos y es difícil trabajar a largo plazo. Hay que ver que el cambio climático es un problema. Empresas grandes de un mismo sector, como bebidas por ejemplo, trabajamos e innovamos en los refrigeradores que ahorran el consumo de energía. En esta tarea se necesita implicar a otros competidores, a otras empresas. Hay que acordar entre todas las industrias, para trabajar por el planeta.

    Todo este movimiento lo lideran las grandes compañías con operaciones globales. ¿Cómo podrán seguir ese camino las empresas locales en los distintos países en desarrollo?

    Se necesita de las grandes empresas para alcanzar el ‘tipping point’. Las grandes firmas tienen la capacidad de cambiar el mercado, porque cada compañía global trabaja con miles de proveedores que son parte de la cadena de valor. En Unilever, con nuestra filosofía o estrategia de trabajo, implicamos a todos los proveedores directamente y a miles de manera indirecta. Lo importante es que cada negocio puede contribuir con acciones por el ambiente. Cada empresa, grande o pequeña, puede marcar la diferencia.

    ¿Cómo participa el consumidor en este proceso?

    El consumidor dice que lo que hacen las empresas por el ambiente es importante, pero no está dispuesto a pagar más. Entonces, si la empresa analiza al consumidor puede encontrar que sí le interesan los productos de calidad, amigables con el ambiente y socialmente responsables. La gente se fija en eso ahora, porque es una manera responsable de operar.

    ¿Los consumidores más jóvenes son más críticos?

    La mayoría de ‘millennials’ no quiere trabajar en grandes empresa. Pero del grupo que sí quiere, el 30% se fija en empresas responsables con el planeta. Ellos son parte del grupo de consumidores que se fijan en responsabilidad, precios y calidad. En EE.UU., por citar un ejemplo, los productos orgánicos crecen muy rápidamente, impulsados por la demanda de estos nuevos consumidores.

    Pero todo esto requiere de inversiones…

    Hay estudios que muestran que las empresas que invierten en sostenibilidad de largo plazo obtienen mejor rendimiento. Las empresas que manejan bonos de carbono obtienen capital de bajo costo. Internalizar estos temas en el modelo de negocio es un valor agregado para una empresa.

    Hoja de vida

    Su cargo. Es el CEO de Unilever desde enero del 2009. Desde su cargo promueve el desarrollo sostenible y la economía verde.

    Otras responsabilidades. 
    También ocupó altos puestos ejecutivos en Nestlé y Procter & Gamble, entre el 2001 y el 2008.

    Su línea ambiental. Presidente del Consejo Empresarial Mundial para el Desarrollo Sostenible; integrante de la Junta del Pacto Mundial de la ONU y copresidente del Comité de Sostenibilidad del Foro de Bienes de Consumo. Estuvo en Quito el pasado 28 de diciembre.

    Paul Polman
    Paul Polman, CEO de Unilever. Foto: Vicente Costales / LÍDERES
  • Empresa brasileña Odebrecht premia la sostenibilidad en Argentina

    Agencia EFE

    Más de 60 estudiantes argentinos y 25 tutores participaron en la cuarta edición del Premio Odebrecht al Desarrollo Sustentable, organizado en Argentina por ese grupo multinacional brasileño para fomentar soluciones innovadoras que faciliten el progreso.

    Con ese reconocimiento se pretende motivar a estudiantes universitarios de todo el país a que desarrollen propuestas que, con el sello de la innovación y basadas en los principios del desarrollo sustentable, promuevan soluciones de ingeniería que puedan contribuir al progreso empresarial y académico, según los organizadores.

    Los proyectos presentados este año, un total de 31, están relacionados con la energía, el agua y los residuos, entre otros temas, y han sido elaborados por estudiantes procedentes de una veintena de universidades de todo el país.

    De los proyectos presentados, el jurado ha seleccionado diez, de distintas universidades argentinas, que participarán en un libro que publicará la empresa brasileña de ingeniería y construcción, mientras que los tres ganadores finales recibirán un premio en metálico.

    Lucas Utrera, gerente de sostenibilidad de Odebrecht, dijo a Efe que el concurso persigue «que los jóvenes puedan bajar a la realidad las ideas de su carrera, pensadas bajo un foco de sostenibilidad y desarrollo».

    Los ganadores se anunciarán el próximo 18 de noviembre en la embajada de Brasil en Buenos Aires durante un acto que, añadió Utrera, contribuirá a «inspirar a los jóvenes a que continúen transformando sus comunidades».

    El Premio Odebrecht al Desarrollo Sustentable cumple su cuarta edición en Argentina y se realiza en otros los países de la región en los que está presente la empresa como Brasil, Venezuela y Colombia.

    premio Odebrecht
    Imagen tomada de la página http://premio.odebrecht.com.ar/