Etiqueta: talento humano

  • Ecuador prioriza la cooperación internacional para el conocimiento

    Agencia DPA

    El gobierno de Ecuador priorizó los aportes de la cooperación internacional hacia el desarrollo del talento humano y el conocimiento, afirmó este jueves (7 de mayo de 2015) el canciller, Ricardo Patiño.

    «Luego de ocho años de revolución (gobierno) nuestra necesidad radica básicamente en el fortalecimiento del talento humano», aseguró el diplomático al presentar la agenda de cooperación internacional.

    La secretaria técnica de Cooperación Internacional, Gabriela Rosero, añadió además que hay un cambio en la recepción de las ayudas para que éstas no tengan únicamente un carácter monetario.

    La cooperación debe instaurarse, dijo, «ante todo como un intercambio de doble vía en el que las acciones logradas sean aprendizajes que se sostengan en el tiempo y aporten a los cambios estructurales emprendidos por el Ecuador».

    El canciller Patiño añadió que estos cambios no significan que el gobierno ecuatoriano «reniegue» de la ayuda exterior, «pero sí dejamos claro qué carácter debe tener esa cooperación y ahora tenemos que corregir».

    Consideró que «si la cooperación internacional no apuntala los esfuerzos desde la política nacional, carece completamente de sentido y es perjudicial», pero que en caso contrario, «es tremendamente beneficiosa».

    La Unión Europea, Estados Unidos y España son los principales aportantes a Ecuador, ya que concentran el 50% de la cooperación financiera no reembolsable. En el período 2007-2014, Ecuador recibió ayudas por USD 2 786 millones, equivalentes al 1,7 por ciento del presupuesto estatal, los que fueron destinados a 4 432 proyectos.

    Ecuador es considerado como no dependiente de la cooperación internacional y es calificado por el Banco Mundial como país de renta media alta.

    El canciller Ricardo Patiño señaló que la prioridad del país está en el fortalecimiento del talento humano. Foto: EFE
    El canciller Ricardo Patiño señaló que la prioridad del país está en el fortalecimiento del talento humano. Foto: EFE
  • Los millennials y la estabilidad laboral

    Evelyn Tapia (I)
    redaccion@revistalideres.ec

    ‘La gente no deja las compañías, sino a sus jefes”, dice Lisa Orrell, autora del libro ‘Millennials dentro del Liderazgo’. La escritora explica que las personas que renuncian a una institución, “no están enojadas con el edificio, sino con la gente para la que trabajan”.

    Aunque este comportamiento no ha variado de una generación a otra, lo que sí ha cambiado es el tiempo en el que se da esta especie de desencanto, añade Orrell, que es especialista en liderazgo y relaciones generacionales.

    Mientras que a un individuo de la generación X (personas nacidas al final de los sesenta y mediados de los ochenta), puede tomarle hasta 10 años tolerar un ambiente que no le satisface, la Generación Y (‘Millennial’) tolera máximo entre 10 y 18 meses, antes de salir a buscar algo que considere mejor para su realización personal.

    Conectados a las redes sociales como parte indispensable de su vida, ávidos de preparación académica y con algunos estigmas negativos a los que hacerle frente, los ‘millennials’ -la población que nació a finales de los ochenta y durante los noventa- comienzan a involucrarse con más protagonismo en la Población Económicamente Activa.

    A estas alturas, este grupo tiene entre 20 y 29 años, y en Ecuador, de acuerdo con cifras del último censo del Instituto Ecuatoriano de Estadística y Censos (INEC), aproximadamente el 17% de la población está en ese rango de edad.

    En este grupo, al que algunos sociólogos califican como la generación “yo, yo, yo” (por considerarlos narcisistas), el reconocimiento y la retroalimentación (‘feed back’) son elementos importantes que inciden en la estabilidad laboral, de ahí que esto podría determinar su tiempo de permanencia en un trabajo.

    Para Matthew Carpenter, exgerente de Google y Twitter para Latinoamérica y CEO de Céntrico Digital en Ecuador, los ‘millennials’ quieren ver resultados fijos y ser reconocidos cuando cumplan con esas metas.

    “Quieren saber cómo mejorar, qué destrezas desarrollar para alcanzar un nuevo nivel. Son más impacientes con el desarrollo de sus carreras”, explica.

    Renato Ortiz, gerente comercial de Evaluar.com, desarrolladora de herramientas para la evaluación de Recursos Humanos online, comenta que Ecuador todavía tiene una cultura empresarial tradicional, en la que la experiencia tiene un peso fuerte en las jerarquías.

    “La mayoría de las organizaciones hacen procesos de selección fijándose mucho en cómo está la experiencia del postulante. No se rompe el paradigma de que una persona buena tiene que haber estado mucho tiempo en una empresa”, menciona.

    La “inestabilidad” laboral que en una estructura tradicional puede leerse como una debilidad del postulante, en algunos casos llega a convertirse en una fortaleza si se suma a que esta generación tiene entre sus principales fortalezas el deseo constante de emprender.

    Este ‘espíritu emprendedor’ responde a la actitud de esta generación que tiende a ser positiva frente al futuro, según estudios.

    En el 2012, por ejemplo, Clark University realizó una encuesta para esbozar el perfil de los adultos emergentes, tomando en cuenta a personas en un rango de edad entre los 18 y 29 años, en la que un 83% de los encuestados respondió que su vida actual es “divertida, emocionante y llena de cambios”.

    Ximena Cabezas, que lidera proyectos en Consorcio Systor Telconet, coincide con Ortiz. “La mayoría de jóvenes de hoy son superpreparados académicamente y quieren seguir aprendiendo. Con esto pueden aportar mucho conocimiento a la empresa, sin necesariamente tener demasiada experiencia”, comenta Cabezas.

    En este aspecto, sin embargo, podrían generarse fricciones entre los colaboradores por las brechas generacionales.

    Federico Villacís, psicólogo industrial, menciona que esas fricciones se pueden superar en cualquier tipo de organización, siempre que se tomen en cuenta las fortalezas de cada segmento y se trabaje en equipo.

    Milennials
    Foto tomada de: http://www.altag.net
  • DHL Express obtuvo un reconocimiento por prácticas de recursos humanos

    Redacción Líderes

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    DHL Express recibió una condecoración a escala global por su trabajo en el área de recursos humanos. La empresa del sector logístico fue reconocida por The Top Employers Institute, una entidad con sede en Holanda en 1991 y que evalúa el manejo del talento humano de empresas alrededor del mundo.

    El reconocimiento dado a la compañía lo recibió en 32 de los 220 países en los que opera. En el continente americano, DHL Express fue condecorada en EE.UU., Barbados, Brasil, Curacao, Jamaica y México.

    Ecuador trabaja para ser parte del reconocimiento en el 2016, explica Margarita Granda, gerenta de Talento Humano de DHL Express en el país.

    La investigación internacional anual emprendida por Top Employers Institute identifica a los empleadores líderes por todo el mundo en función de varias áreas: ofrecer excelentes condiciones a los empleados, fomento y desarrollo del talento en todos los niveles de la organización y esfuerzos para optimizar de manera continua las prácticas de empleo.

    Granda señala que para tener empleados motivados primero hay que reconocer el talento del personal y luego maximizarlo. “Esto se logra con líderes que estén comprometidos con sus tareas, que se sientan productivos y que eleven sus capacidades y las de sus equipos”.

    Según la ejecutiva, el reconocimiento trae un alto compromiso para la empresa que suma cerca de 315 000 empleados a escala internacional. Además, Granda indica que en los últimos tres años la nómina de la firma en Ecuador sufrió una contracción. “Se cerraron alrededor de 40 puestos por razones de rentabilidad”. Hoy son alrededor de 220 colaboradores.

    En momentos de crisis, Granda asegura que la clave está en ser claros con el equipo de trabajo. “Hay que informar lo que se espera del equipo. Así se mantiene el compromiso”.

    El reconocimiento dado a la compañía lo recibió en 32 de los 220 países en los que opera.
    El reconocimiento dado a la compañía lo recibió en 32 de los 220 países en los que opera.
  • La retención del talento humano es clave para la productividad de una empresa

    Sara Oñate

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    Nada más cierto que el popular dicho que reza que un trabajador motivado y feliz es más productivo. Muchos estudios han demostrado que los trabajadores que se sienten felices y realizados incrementan su productividad en un 30%.

    Si usted como empresario quiere incrementar la productividad es muy importante que considere el talento humano que tiene bajo su cargo. Para Néstor Milano, gerente general de Multitrabajos, muchas empresas han adoptado la tendencia del ‘happiness’, que no es otra cosa que generar un ambiente que propicie felicidad ligado al compromiso con la organización.

    Según Milano, la felicidad en un trabajador no solo tiene que ver con el aspecto económico, es decir tener un buen salario, también implica incluir a los colaboradores, hacerlos partícipes de las decisiones de la empresa. “Ahora las ideas fluyen de abajo hacia arriba y no al contrario como ocurría hace no mucho”, asegura Milano y agrega que cuando una persona es involucrada también se siente feliz.

    Milano destaca cuatro aspectos que los trabajadores de hoy en día buscan:

    * Crecer profesionalmente
    * Aprender
    * Ganar experiencia
    * Que su voz sea escuchada

    Si conjugamos estos cuatro factores, sin duda la organización tendrá un personal comprometido y feliz, según el experto.

    La tendencia actual, especialmente en los jóvenes, es que no se queden dos años en una empresa, dice Milano, ¿por qué? por la falta de oportunidades y de crecimiento, dice. «Los trabajadores contemporáneos ya no buscan tanto la seguridad laboral ni financiera, ahora buscan asumir retos, capacitarse, tomar decisiones», señala Milano enfatizando en que la mejor inversión de una empresa está en su talento humano.

    César Armando Bermeo, experto en Gestión de Talento Humano, coincide con Milano y señala que en una empresa el personal siempre tiene que ser considerado lo más importante y resalta otro punto: hay que saber retenerlo.

    La rotación de personal también implica costos para la compañía. Según un balance realizado por la firma Evaluar.com, y publicado en octubre de 2014 por Revista Líderes, hasta USD 50 000 puede costarle a una empresa el que un empleado deje una posición en dicha organización y deba ser reemplazado por otro.

    ¿Y cómo retener al talento humano? Bermeo asegura que un factor clave es la capacitación y la motivación, que no necesariamente es económica pero sin duda influye en el bienestar de los trabajadores. “Una persona mal remunerada, sin incentivos de ningún tipo, no va a rendir de la misma manera que alguien que sí los tenga”, señala.

    La capacitación permanente, dice Bermeo, no solo prepara al trabajador, también los incentiva a tener una actitud positiva frente a cualquier cambio o nuevo proceso al que se enfrente la organización.

    Las empresas, asegura Bermeo, deben ser muy innovadoras cuando se trata de motivación. “Los premios, viajes, o incluso algo pequeño motivan al personal».

    Es importante tomar en cuenta que cada persona es un mundo y lo que le motiva a un empleado no le motiva a otro por lo que, aconseja Bermeo, es vital conocer las necesidades laborales de los colaboradores.

    Talento humano
    Imagen: Archivo Líderes
  • Mayor conectividad, ¿para qué?

    Arturo Castillo, Motivador y Prof. de técnicas psicorrelajantes

    El especialista

    La nueva lógica del mundo de los negocios se plantea enteramente desde la utilización de la tecnología; no hay un solo aspecto del proceso de la producción de bienes y de la generación de servicios que no esté modulado por la informática, concretamente.

    Consecuentemente, resulta imprescindible para las empresas mantenerse al día con los avances tecnológicos. Sin embargo, hay que entender que la adquisición de herramientas no constituye, per se, una garantía de eficacia. Lo instrumental no da frutos, a menos que se sepa exactamente en qué y para qué utilizar las máquinas. El éxito radica en la contextualización, en la comprensión adecuada del e-commerce, del e-marketing, por ejemplo.

    No se trata, entonces, de simplemente dotar al personal de toda oferta tecnológica disponible en el mercado. Si el área comercial y el departamento de sistemas no trabajan de manera conjunta, con un programa perfectamente delineado desde la gerencia general, la inversión tecnológica será un desperdicio de recursos.

    De otra parte, más conectividad no significa mejor comunicación. Los adminículos facilitan el acercamiento al cliente, pero no hacen el proceso de venta, el cierre del negocio; esas son destrezas humanas.

    Evidentemente, disponer de un ‘software’ que permita acceder al inventario de productos disponibles, que ayude a programar los pedidos de los clientes sin pasar por filtros innecesarios, es absolutamente ventajoso. Si se usa la tecnología para posicionar la imagen de la compañía, haciendo ‘e-branding’ estratégico, la conectividad tiene sentido.

    El equívoco radica en creer que la falta de criterio para gestionar la empresa puede resolverse con una sobrecarga de aparatos. El asunto no termina ahí: el arsenal tecnológico puede volverse contra la organización; los ‘juguetes’ electrónicos quizás solo sirvan para distraer la atención de los trabajadores.

    En fin, hay dos aspectos fundamentales: antes de contratar y comprar tecnología, deben establecerse estrategias operativas y comerciales. El departamento de informática está llamado a determinar qué tecnología se necesita y a formular políticas para su uso.

    «hay que entender que la adquisición  de herramientas no constituye, per se, una garantía de eficacia».

  • El profesional local tiene retos en camino

    Mónica Orozco, Redacción Quito / LÍDERES

    A la hora de hablar de calidad, retención y captación del talento humano, Ecuador tiene limitaciones. Dentro de un universo de 103 países, el Ecuador ocupa el puesto 74.

    Así lo señala la primera edición del Índice de Competitividad de Talento Global 2013 (GTCI, por sus siglas en inglés), elaborado por la multinacional especializada en gestión del talento humano Adecco, la escuela de negocios Insead y el Human Capital Leadership Institute.

    El GTCI analiza seis factores determinantes en la calidad del talento: habilitadores (entorno legal, de negocios, etc.), atracción de capital humano, formación, retención, competencias y conocimiento global.

    Los líderes en estos temas son Suiza, Singapur y Dinamarca. Ecuador, con un puntaje de 73,8, está más de 15 puntos lejos de la media del Índice (58,4), superado por Colombia (60,7) y Perú (61,7).

    El país se destaca en los apartados de número de alumnos por profesor, matriculación universitaria, tolerancia a la migración, incorporación de profesionales mujeres y otros elementos de equidad.

    Pero está a la cola en temas de flexibilidad laboral, ámbito empresarial y legal, productividad, educación, innovación y relación entre paga y productividad.

    De hecho, el 78% de pequeñas y medianas empresas en el país considera necesario capacitar a su personal.

    Así dice un estudio elaborado en el 2013 por la Escuela Politécnica Nacional y la Escuela Politécnica del Ejército entre los socios de la Cámara de la Pequeña y Mediana Industria de Pichincha (Capeipi), que concentra al 67% de mipymes del país. Entre las áreas donde se requiere capacitación están marketing, seguridad e higiene, gestión empresarial, financiera y de la calidad.

    Uno de los problemas, según el GTCI, es que el mundo ha cambiado de una economía industrial a una de servicios y conocimiento, y hay poca oferta de trabajadores para esos ámbitos. «Los centros educativos están bajo presión para suministrar empleados calificados para la nueva economía».

    Además, acota, las empresas requieren personal cualificado y no proporcionan suficientes oportunidades de formación.

    Roberto Estrada, socio de Deloitte Ecuador, explica que el capital humano de una nación se revaloriza, estanca o decrece en función del buen o mal funcionamiento del modelo educativo de un país. «La realidad ecuatoriana ha demostrado a lo largo del tiempo, serias falencias en la educación a nivel integral, lo cual sin duda se evidencia en la posición que poseemos en dicho ‘ranking’», dice.

    Eddy Troya, gerente de Human Plus, destaca el compromiso y la capacidad de adaptación del talento humano del país, pero cree que aún hay deficiencias en idiomas y formación de alta especialidad. También, considera que la universidad forma en temas técnicos, pero no tanto en competencias conductuales, como liderazgo, toma de decisiones, etc.

    Estrada considera, además, que el talento humano ecuatoriano es bastante conservador, pero cree que las nuevas generaciones empujarán un cambio gracias a que acceden a centros académicos de alto desarrollo mundial a través del sistema de becas gubernamentales. Además, sostiene que son necesarios educadores que conozcan los desafíos del mundo actual, un trabajo en equipo entre las empresas y universidadespara identificar las carreras con más potencial, etc.

    • El especialista

    Competitividad: Ecuador avanza a su ritmo

    Arturo Castillo
    Motivador y prof. de técnicas psicorrelajantes


    No hay país del mundo que no se vea hoy en día abocado a elevar sus índices de competitividad, como estrategia clave para mantenerse a flote en las turbulentas aguas de la globalización.

    Los parámetros y modelos de competitividad han experimentado cambios significativos en las dos últimas décadas. La emergencia de los ‘Tigres asiáticos’, en los sesenta dio un vuelco al mapa económico mundial y revolucionó la tecnología y la industria; fue el punto de partida de una nueva manera de entender la competitividad.

    El énfasis en la productividad, mediante la fórmula de la reducción de costos, fue la estrategia perfecta para dejar fuera de combate a los competidores, aunque ello implicara sacrificar la calidad de los productos.

    La reciente crisis de la economía mundial marcó otro momento de la competitividad, con la depreciación del trabajo humano, agravada por la falta de fuentes de empleo, por la desocupación masiva.

    El péndulo de la economía, que como otros momentos de la historia está provocando movimientos migratorios, hace pensar que los referentes de la productividad y la competitividad seguirán desplazándose a diferentes puntos del planeta. En el caso ecuatoriano, la competitividad es un tema pendiente, no solo en lo regional sino también a escala global. El elemento gravitante radica no solo en la capacidad para generar productos de calidad sino fundamentalmente en la mentalidad, tomando en cuenta que la competitividad es una filosofía, una manera de hacer las cosas.

    En conjunto, es necesario analizar el grado de preparación profesional del trabajador ecuatoriano promedio, la actitud general hacia el trabajo; la calidad del liderazgo empresarial, el clima laboral, las políticas de capacitación continua.

    ¿Cómo es el trabajador ecuatoriano?, ¿cuáles son sus fortalezas y sus debilidades?, ¿es capaz de innovar?, ¿está abierto a nuevos aprendizajes?, ¿funciona en equipo? La competitividad concebida como un asunto cuantificable, en virtud de la tecnología, omite lo esencial: el talento humano. Las máquinas deben servir para que la imaginación creadora alcance cimas insospechadas, no como herramientas subyugadoras.