La idea general del lugar de trabajo sufrió una transformación tras el covid-19. Así lo indica una encuesta de Cushman & Wakenfield, empresa global de servicios inmobiliarios corporativos, publicada por LinkedIn.
Hoy en día, el sitio de trabajo es una red de espacios físicos y virtuales que incluyen la casa y las oficinas.
Al consultar a personas que laboraron en ambos sitios durante toda la cuarentena se llegó a la conclusión que:
1) Los empleados son productivos en cualquier parte.
2) Gracias a la tecnología, la colaboración alcanzó nuevos niveles de éxito.
3) Se aceleró la flexibilidad para elegir desde dónde trabajar.
4) La oficina solo será el lugar de conexión de la cultura organizacional, más no para desarrollar las actividades empresariales. Seguirán evolucionando como espacios de trabajo.
5) Se generó una cultura de la confianza hacia el colaborador.
Sin embargo, la encuesta determina que hay una serie de desafíos a superar.
1) La pérdida de las conexiones personales.
2) El tiempo de descanso entre trabajo y vida personal, particularmente para los milennials, es muy reducido.
3) Para todas las generaciones hay un déficit para la conectividad.
4) Para la generación X y los milennials es duro enfrentar trabajo y cuidado de integrantes del hogar.
5) Para la generación Z la casa es un sitio de trabajo poco adecuado.
Finalmente, el futuro para las oficinas representa un reto pues deben combinar actividades dentro de ellas y en las casas. Solo los empresarios que estén preparados podrán enfrentar nuevos cambios.
Imagen referencial. Hoy en día, el sitio de trabajo es una red de espacios físicos y virtuales que incluyen la casa y las oficinas. Foto: Reuters
Conciencia es la colección con la que participará el diseñador cuencano, Andrés Manzano, en el desfile de modas en línea, que organiza la productora DISManagement y que tiene el patrocinio de Mercedes Benz. Se cumplirá el 30 de julio de 2020, a las 20:30.
Esta propuesta está inspirada en el confinamiento que se registra en el mundo debido a la pandemia del covid-19. Sus prendas están concebidas como atemporales y desenfadadas, “con la que transmite una expresión artística”.
Manzano presentará 11 conjuntos durante el desfile. Son pantalones, camisetas, sudaderas, abrigos, blusas, camisas, chompas, que sirven para el teletrabajo o para descansar.
Este cuencano fue invitado por DIS Management para participar con prendas cómodas, con cortes asimétricos y minimalistas. Él fusionó entre el estilo urbano y la sastrería.
Según él, Conciencia busca que los seres humanos nos sensibilicemos en lo que adquirimos. “Elevo mi voz en rechazo a la explotación y contaminación que ciertas industrias realizan”.
Manazano agregó que, lamentablemente, la industrial de la moda mundial es la segunda que más contamina y explota a mujeres y niños por la denominada ropa desechable, que es de corta duración y bajo costo de producción.
Por ello, él considera que es momento de valorar el trabajo de los artesanos, emprendedores, empresas ecuatorianas, que tienen trabajos de calidad. “La rama del diseño de modas, con esta problemática del covid-19, ha sido una de las más afectadas. Por eso, es importante valorar la producción del país y dinamizar la economíalocal”.
Con el fin de generar conciencia su colección tiene frases como “Quién hizo tu ropa”, Viste el cambio”, “Revolución de la moda”, “Moda lenta”, “No a la moda rápida”, “Sí al estilo consciente”, entre otras.
Manzano estudió en la Universidad del Azuay y, posteriormente, efectuó una maestría en Dirección Artística y las especialidades de Estilismo y Patronaje en Barcelona. Sus creaciones se exhiben en las cuentas de Instagram @D.I. S management y @andresmanzano.designer. En el desfile participarán siete diseñadores y tiendas de moda.
Esta propuesta está inspirada en el confinamiento que se registra en el mundo debido a la pandemia del covid-19. Fotos: @tvinikon
Si bien el teletrabajo ha dado pasos agigantados en empresas e instituciones a escala global debido a los largos períodos de confinamiento por la pandemia, este se debe combinar con tareas presenciales para lograr una mayor eficiencia en las empresas, según expertos consultados.
Desde el momento que el aislamiento social empezó a flexibilizarse, hay empresas que han optado por un sistema laboral mixto.
De acuerdo con María José Alaminos, profesora del Máster en Dirección de Recursos Humanos de la Universidad Internacional de La Rioja de España (UNIR), la mayoría de las empresas —dependiendo de la industria— tenderán a utilizar este sistema mixto.
Esto implica alternar entre el teletrabajo y el modo presencial. Es decir, las compañías se encaminan a que sus trabajadores acudan físicamente unos días y otros presten sus servicios desde casa.
Alaminos argumenta que esta será la tendencia que se impondrá en las empresas porque las personas son seres sociales y necesitan relacionarse también presencialmente con sus compañeros.
Esta interacción se traduce en mayor productividad debido a que los trabajadores, al tener contacto de forma presencial, logran una retroalimentación más significativa de sus tareas.
Además, una persona con mayor contacto social es una persona más creativa ya que al interactuar cara a cara con sus compañeros surgen mejores ideas, se generan más debates y definen a qué temas se les debe mayor prioridad.
También se establece una planificación más clara y los colaboradores son más participativos que de modo virtual, según Alaminos.
Mantener encuentros presenciales en las compañías permitirá que los líderes de cada área establezcan un mejor monitoreo y control de la productividad, en cuanto a las funciones que cada trabajador desempeña.
Por ello, conjugar la presencialidad y el trabajo remoto “se trata de la combinación perfecta”, de acuerdo con la docente.
En cuanto a qué tipo de empresas son más aptas para este sistema mixto, el gerente de la firma consultora de recursos humanos, Selecta, Daniel Dávalos, explica que “son aquellas en las que las actividades laborales no tienen contacto directo con el cliente, o las instituciones que dependen de la interacción con la informática”.
También resultan idóneos para este sistema sectores como la comunicación, diseño gráfico, finanzas, administración, ventas y marketing.
Determinar cómo funcionarán los equipos de trabajo en este sistema mixto dependerá del líder de cada área. Es necesario establecer objetivos, planes de acción, tareas y cronogramas distribuidos y definidos de manera clara.
Dentro de las opciones de herramientas digitales para el sistema de trabajo mixto se encuentran Google, Zoom, Agantty o Microsoft Teams. Estas plataformas son ideales para realizar reuniones Online, estructurar y gestionar procesos de trabajo, llevar a cabo proyectos y optimizar tiempos.
En el nuevo sistema también pueden existir dificultades sobre todo cuando los trabajadores no tienen computadores o internet. La solución es invertir en equipos y tener un esquema efectivo de metas por resultados. Ventajas del sistema
Conciliación. El trabajador puede equilibrar los espacios de su vida personal y laboral.
Horarios. El colaborador adapta su tiempo en función de las tareas que le han otorgado.
Ahorro. La empresa disminuye costos de electricidad, agua, y el mantenimiento de las instalaciones.
Presencial. Acudir a veces al trabajo físicamente, fortalecerá un vínculo más cercano entre trabajador y el resto de los colaboradores de la empresa.
El teletrabajo se ha masificado, pero los expertos sugieren combinarlo con el modo presencial. Foto: Freepik.es
La falta de atención en las largas reuniones se está cambiando por el abandono de encuentros profesionales vía Internet, los cuales se aceleraron más tras la pandemia.
Se trata del ausentismo virtual. Se producen cuando losempleados, al ver que las reuniones laborales son largas, aburridas o con muchos monólogos, evaden las conversaciones.
La persona desconecta su cámara y micrófono, durante las conexiones y se dedica a realizar otras actividades como tareas del hogar, recepción de compras, atención a los niños, entre otras.
El trabajador también puede llegar a desconectarse porque considera que el contenido de la reunión no está contribuyendo del todo a sus actividades laborales o está tomando más tiempo de lo previsto, restándole minutos en los que pudo ser productivo. Incluso, existen personas que se desconectan de las reuniones para seguir trabajando.
La red social LinkedIn expuso en un artículo que es importante que las personas que encabezan citas tomen la nueva normalidad con flexibilidad y comprensión. “Se sugiere coordinar las reuniones en un momento en que todos puedan asistir y planificarlas con anticipación. Los especialistas indican que tampoco es ideal traducir la duración y la cantidad de participantes de los encuentros presenciales a los virtuales, porque este formato requiere más esfuerzo cognitivo y concentración”.
Los expertos en recursos humanos, dice LinkedIn, también han analizado cómo medir el ausentismo virtual de los empleados. Por número de cámaras o micrófonos apagados, no es la solución; lo que un líder y estratega empresarial debe hacer es revisar los resultados de tareas establecidas. Únicamente eso mostrará que la persona tomó en cuenta correctamente las instrucciones que se le dio y las tradujo en algo concreto.
“Hay que dar libertad y confianza a la persona en teletrabajo. Esa es la respuesta a una verdadera estrategia de liderazgo remoto. ¿Valdrá realmente la pena entrar a medir el ausentismo sabiendo que los empleados que trabajan desde casa, podrán ser mucho más productivos y orientados a resultados? Hay que reflexionar”, dice LinkedIn, al citar a la experta en recursos humanos Ana Cuervo González.
Un artículo publicado por la red, perteneciente a Manpower Group, establece que para evitar el ausentismo virtual se debe convocar a reuniones que no interfieran en actividades de la vida diaria como la hora del almuerzo. Tampoco deben ser citas tan largas pues estar frente a una pantalla requiere mucha concentración y cuando se alargan las conversaciones las personas dejan de prestar atención.
El pedir que se prendan las cámaras es clave para los líderes pues les permite ver el ánimo de su personal. Asimismo, se debe motivar para evitar que decaigan las ganas de seguir.
Finalmente, contar con los equipos y el internet adecuado es fundamental para evitar colapsos, demoras, etc.
Cuando las reuniones laborales son largas, aburridas o con muchos monólogos, se puede producir el ausentismo virtual. Foto: Freepik.es
El término ha copado la opinión y discusión empresarial. La crisis producto de la pandemia llevó a que se trasladen algunos de los procesos productivos a los hogares de los colaboradores. Muchas organizaciones tuvieron que improvisar. Aunque las características de este cambio podrían identificarse con teletrabajo, la verdad no lo es.
El teletrabajo es una forma de labor descentralizada. Colaboradores y equipos de trabajo autónomos. La cultura de la organización promueve la responsabilidad individual. Los líderes disminuyen el rol directivo. Los procesos facilitan la autonomía en las decisiones. Los sistemas de feedback ofrecen información y datos en tiempo real para hacer más eficiente las decisiones.
Los incentivos que ofrece la organización apuntan a un trabajador orientado al logro. La colaboración a través de diferentes herramientas tecnológicas se complementa con el desarrollo de habilidades blandas (soft skills, en inglés) claves. Estas son algunos de los cambios necesarios para implementar la modalidad de teletrabajo que, además, debe personalizarse de acuerdo al modelo de negocio de la organización.
El teletrabajo está en auge a escala mundial, como una de las estrategias para evitar que suba el número de contagiados por el covid-19. Firmas de todo el mundo aplican esta metodología en medio de la pandemia.
American Express, por ejemplo, sostuvo que ha facilitado el “teletrabajo 100%” en todas sus localizaciones, según una nota de la agencia EFE. La firma de chips, Intel, también da fe de que el teletrabajo es una herramienta que está en auge a escala global.
El Gobierno francés, por su lado, instó la semana pasada a mantener el teletrabajo al menos en las próximas tres semanas para limitar aglomeraciones en los transportes y recomendó horarios flexibles y adaptar los espacios para respetar la distancia social. Lo misma medida se recomienda en Nueva York o Costa Rica.
Siendo una herramienta útil, el teletrabajo también presenta algunos riesgos para los empleados. Ellos se han convertido, según expertos en seguridad, en objetivos de los piratas informáticos para robar información confidencial de las empresas.
David Zambonino, especialista en ciberseguridad de CenturyLink, brinda algunas recomendaciones para que empleador y trabajador se adapten al teletrabajo, cumpliendo con los parámetros de seguridad necesarios.
En el tema del trabajo remoto, dice Zambonino, las redes privadas virtuales (VPN por sus siglas en inglés) son claves. En su uso se debe establecer con claridad quién puede acceder remotamente a los sistemas de la empresa, a qué información y en qué momento. “Para ello se puede otorgar credenciales o contraseñas que establezcan esquemas de permiso, derechos y privilegios para determinados trabajadores, garantizando que no exista ninguna brecha de seguridad”.
También es importante que las empresas y los trabajadores realicen copias de seguridad de la información con la que trabajan periódicamente y eviten usar redes wifi públicas o de terceros ya que la información puede ser transgredida. “Las empresas pueden realizar estas copias de seguridad y cifrarlas, y en el caso de los trabajadores, pueden utilizar las herramientas del correo electrónico para crear un respaldo y no perder la continuidad de las actividades”.
El trabajador también tiene responsabilidades. Debe asegurarse que los dispositivos que se utilicen en el teletrabajo, como laptops o tablets tengan instalados componentes de antivirus y antimalware, para evitar que los sistemas de las empresas a los que accede sean contagiados y se ponga en peligro sus servicios.
Otra advertencia de este experto es referente a la difusión de ‘fake news’. Según Zambonino, los piratas informáticos aprovechan la preocupación y temor de las personas para llamar la atención enviando correos electrónicos con información falsa. “En la mayoría de los casos basta con un clic del destinatario, para que toda la información que está en el dispositivo, tanto personal como empresarial, quede expuesta a cualquier tipo de ataque. Por ello, es importante filtrar la información que se recibe en los correos y mantenerse informado por fuentes oficiales”.
Los expertos indican que hoy en día existen muchas herramientas como OneDrive y Dropbox que permiten trabajar en línea y compartir documentos, y otras como Skype, Zoom, Webex o Telegram que facilitan la comunicación entre trabajadores y cuentan con mecanismos de seguridad y cifrado que permiten que la información se mantenga segura.
Un informe elaborado por investigadores en seguridad de IBM señala que el 95% de las incidencias en ciberseguridad se deben a errores humanos. Por eso otra recomendación es educar a los empleados en temas de seguridad
La recomendación es que los trabajadores y colaboradores de la empresa estén conscientes de los riesgos. Un artículo de diario El País, de España, cita un estudio realizado por la empresa de ciberseguridad Symantec sobre las amenazas a la seguridad de Internet: un 54,6% de los correos que recibe una persona es spam y cada usuario sufre una media de 16 ‘e-mails’ maliciosos al mes. “Los correos que aparezcan con un remitente desconocido o extraño, escritos con faltas de ortografía o que lleguen sin firma deben levantar las alertas”. Lo recomendable es borrarlos enseguida o reportar al departamento de Tecnología de la empresa.
El artículo también insiste en que la creación de contraseñas de calidad también es esencial. Generalmente se aconseja el uso de signos de puntuación, símbolos, letras y números al mismo tiempo. De hecho cada vez más servicios o herramientas exigen que las claves tengan esas características. No está de más utilizar algún sistema de doble verificación que requiera, por ejemplo, recibir una clave por correo electrónico o al teléfono del empleado.
Los protocolos de uso de VPN, evitar conexiones de wifi públicas, respaldar la información, entre otras, son sugerencias para trabajar de manera remota. Foto: Freepik.es
Desde la semana pasada, debido a la crisis sanitaria que enfrenta el mundo a causa del covid–19, miles de trabajadores han debido realizar sus actividades en su vivienda, vía Internet y, al mismo tiempo, cuidar de sus hijos que no pueden ir a la escuela.
Para teletrabajadoras como Priscila Kon, madre de tres niños, es una tarea titánica. “Tengo que hacer tres cosas en el día. Mis actividades como madre y en el hogar, hacerme cargo de la educación de ellos y cumplir con mis tareas profesionales. Confieso que el primer día fue muy duro, difícil. Conversé con algunas madres y me contaron que han estado en la misma situación, ha sido complicado”.
Ella considera que en estas condiciones no se es 100% productivo. Sin embargo, hay una solución para que las cosas puedan fluir de mejor manera: el orden.
Kon, quien también es experta en recursos humanos, señala que en estos días desarrolló una rutina: se dedicó a los niños en la mañana y en la tarde a lo profesional. A partir del pasado martes su esposo se unió al teletrabajo, lo que también fue de ayuda.
Ella aconseja planificar las tareas, que se harán al día siguiente en la noche, lo que evitará que se acumulen cosas. También dice que es importante medir tiempos y establecer cuánto tomará realizar diferentes actividades.
Es importante que todo teletrabajador defina con su empresa si las tareas deben realizarse en un horario determinado o si es posible enviar sus asignaturas en el momento del día en que se pueda. Eso le permitirá tener un horizonte diario.
Colocar alarmas en el teléfono que le avisen qué tarea debe cumplir, sea del hogar o sea de la compañía en la que se labora, es otra alternativa de organización.
Javier Verdesoto, CEO de Nexos Talent EFH Ecuador, explica que otro elemento que da orden a los teletrabajadores es un espacio adecuado. Explica que durante las horas en que se realizan las tareas profesionales, el trabajador debe ubicarse en un área únicamente destinada para ello; los niños deben realizar sus actividades en otros lugares del hogar.
“El mundo cambió para siempre su forma de trabajar y es necesario que la familia se adapte. Es fundamental hacerles comprender a los pequeños por qué uno está en casa y evitar estresarles. Ellos deben saber que uno está laborando y que necesita su apoyo. Debe haber tiempos tanto para ellos, como para la empresa. Respeto siempre”, indica Verdesoto.
Esto lo ha hecho María Limaico, para quien el teletrabajo con niños no es una novedad. Ella aplica esta metodología desde que su hija, de 4 años, era una bebé.
“Para mí se volvió todo complicado porque ella pasa en la casa las 24 horas al día y me tocó reorganizarme para no afectar a mi productividad. En las primeras horas del día, antes que ella se despierte, despacho informes, reportes y otros temas urgentes. Cuando se levanta me toca atenderla y también asignarle responsabilidades. Ella está en un centro infantil y las maestras les han enviado videos y otras actividades para que esté ocupada”.
De la misma forma como se organizan los trabajadores, es importante que las empresas definan estrategias. Verdesoto explica que el modelo de labor vertical tradicional no puede seguir en estas circunstancias. Para este especialista, es hora de reestructurar procesos, dejar a un lado las jerarquías, hacer cambios de cultura organizacional, mejorar la tecnología, etc.
Hasta mediados de este mes, el Ministerio de Trabajo manejaba una cifra de 15 500 teletrabajadores en el país, con mayor concentración en Pichincha y Guayas. Hasta octubre del año pasado, el 70,9% de los teletrabajadores eran hombres; los principales sectores en los que se encontraba este personal eran comercio, actividades profesionales, servicios administrativos e información y comunicación. Ahora, con las medidas sanitarias aplicadas en empresas de todo el país el Ministerio tiene una cifra que supera los 235 000 teletrabajadores, tanto en el sector público como en el privado.
Paúl Murillo, líder de consultoría de Adecco, explica que hay que buscar maneras para mantener la calidad y la productividad al aplicar esta metodología. La comunicación con el equipo de trabajo es fundamental: reportes de avance de las tareas, conexión permanente, cumplimiento de objetivos en el día y la semana, etc.
El experto recuerda que no todos los cargos pueden laborar en el teletrabajo y en ese caso las organizaciones tienen que organizarse dependiendo de las decisiones de las autoridades. Las compañías deben saber que no se puede correr alto riesgo.
El trabajo remoto requiere implementaciones tecnológicas. Existe la posibilidad de acuerdos para que la compañía pague total o parcialmente las facturas de consumo de Internet u otros servicios que ocupe el empleado en su casa. Algunas empresas solo requerirán Internet y una computadora, pero en otras habrá que contratar licencias de programas especializados, ‘chatbox’ o sistemas VPN.
El trabajo remoto requiere inversiones en implementaciones tecnológicas. Allí la clave es que la empresa brinde las facilidades y que el empleado las aproveche bien. Foto: Freepik.es
Durante los últimos años las empresas han comenzado a aplicar el teletrabajo debido a sus ventajas en cuanto a reducir traslados de un punto a otro, mayores posibilidades para compartir con la familia, planificación del tiempo, etc. Sin embargo, es posible que tenga sus puntos negativos tanto para empresas como para trabajadores, debido a condiciones particulares de cada uno.
El ser humano, que es social por naturaleza, obtiene diferentes conocimientos al compartir de persona a persona. Con el teletrabajo esta posibilidad se reduce pues la interacción se remite a lo virtual o telefónico y el empleado se distancia del entorno empresarial.
“La persona puede tener una curva de productividad alta y resultados efectivos. Pero, al estar a control remoto, cada vez se reduce la sensación de pertenencia hacia la organización. Estar en casa aminora los espacios para socializar, para trabajar en equipo”, explica Xavier Verdesoto, CEO de Nexos Talent EFH Ecuador.
Otro problema es que la persona caiga en la monotonía y lo que inicialmente fue una oportunidad para ser más productivo y eficiente genere el efecto contrario y se afecte a la empresa.
Ante esto es importante que los departamentos de recursos humanos desarrollen estrategias para definir los perfiles más aptos para teletrabajar. No todos son aptos para laborar bajo dicha metodología por cuestiones de personalidad, cognitivas, etc.
Las personas apropiadas para desarrollar actividades en casa son aquellas que son más organizadas, capaces de laborar por resultados, que logren una permanente interacción por diferentes canales y con habilidades blandas.
Asimismo, es importante que, al menos una vez a la semana, la persona asista físicamente a la compañía. Si eso no es posible debe haber espacios de socialización.
Los empleadores deben dejar por sentado al teletrabajador que laborar bajo dicha metodología no implica una posible exclusión de los procesos empresariales.
Hay personas que por temor a inconvenientes en el trabajo rechazan la posibilidad de laborar en su casa. “Mi esposo, quien se dedica a actividades de comercio exterior, trabajó desde casa por algunos meses. Sin embargo, comenzaron a hacerse recortes en la empresa y prefirió a volver a la oficina para tener más presencia en el sitio”, cuenta María Peñafiel.
Para otros teletrabajadores los inconvenientes llegan del lado técnico debido a que tienen que asumir los gastos de servicios y bienes para laborar en su casa.
Mabel Ocampo, fundadora de Ikigai -desarrollo humano y organizacional-, explica que para que la metodología funcione adecuadamente se requiere buenascondiciones de conectividad que garanticen la operación remota. Además, “los teletrabajadores deben contar con un espacio adecuado para realizar sus actividades laborales desde casa; definir una rutina de trabajo que incluya pausas habituales de descanso en la jornada; explicar a la familia las rutinas y horarios del día y así evitar interferencias”.
Para teletrabajadoras eventuales como Andrea Cueva, el mecanismo funciona siempre y cuando los colegas que están en la oficina también colaboren. “Hay veces que llamo y nadie me responde, lo propio con los correos electrónicos. Las tareas se hacen a la perfección cuando logro interactuar con mis colegas que están en la planta de operaciones”.
En algunos casos, los problemas generados por el teletrabajo pueden ser de origen. Sahira Herrera, docente de la maestría de recursos humanos de la Universidad de Las Américas, explica que esta metodología es una forma natural de trabajar en el mundo digital.
“Hay muchos nuevos trabajos en los que no se necesita una persona en un centro de producción. Son actividades de generación intelectual y se pueden realizar en cualquier lugar. El teletrabajo no es una moda, pero tampoco es aplicable a todo”, explica.
Ella cree que para estar comprometidos en el trabajo no es necesario estar presentes. El teletrabajador debe ser una persona con madurez para cumplir sus tareas sin control permanente y tener un desarrollo emocional elevado, que impida afectaciones por aislamiento y falta de interacción.
Del lado de las organizaciones, no tienen que sentirse obligadas a aplicar la metodología. Las firmas tendrán o no que aplicarla conforme sus necesidades.
Isabel Jácome, gerente comercial de grupo Lila, asegura que aplicar el teletrabajo en Ecuador implica cambios fuertes para las empresas porque la cultura organizacional es muy presencial. A las compañías y a los trabajadores les genera mucho temor.
“Hemos encontrado cargos que no dan para teletrabajar, personas que no tienen las habilidades para desarrollarlo, etc. La parte más dura es del propio trabajador debido a la adaptación. Al inicio los resultados no se ven. Estos son a mediano o largo plazo”.
13 410 teletrabajadores tenía Ecuador hasta diciembre del 2019, según el Ministerio de Trabajo. Hay más en Pichincha y Guayas.
El aislamiento, la reducción del sentido de pertenencia a la organización, los gastos en bienes y servicios, etc., son algunos de los puntos en contra de este método. Foto: Freepik.es
Contar con una rutina es imperativo para los teletrabajadores. Eso, sumado a la disciplina, permitirán que la persona cumpla con las metas corporativas y goce los beneficios de esta modalidad.
Esta rutina, según el portal Entrepreneur, se debe establecer desde el momento en que la persona se levanta hasta que se va a dormir por las noches. Xavier Verdesoto, CEO de la empresa de recursos humanos Nexos EFH Ecuador, explica que el día de teletrabajo debe ser igual a cualquiera en una organización.
Por ello, levantarse temprano es fundamental. Luego es necesario que la persona tenga un código de vestimenta; si bien, no debe lucir traje o vestido, es importante que esté aseada y con ropa limpia y casual.
Renán Ordóñez, jefe de comunicación externa de Telefónica, explica que desde este año teletrabaja un día la semana. “Lo hago los días martes. En la empresa, los colaboradores podemos escoger un día laboral bajo esa modalidad. No escogí martes por ninguna razón en particular. Es un día diferente, pero un día de trabajo. Cuando uno tiene claro eso se levanta muy temprano. La única diferencia es que salgo a trotar una hora más tarde que lo habitual”.
Ordóñez puede hacer eso porque se ahorra el tiempo de traslado a la oficina. Cada martes, antes de las 08:30, hora a la que ingresa a la empresa, él ya está listo para desarrollar sus tareas.
Este teletrabajador destaca que durante la mañana, tiempo en que el resto de su familia está en el trabajo y escuela, la tranquilidad y el silencio le permiten despachar con holgura. Siempre está con ropa casual, porque debe atender videorreuniones o, en un caso remoto, se lo requeriría en la oficina.
Evitar las distracciones dentro casa es otro elemento importante. Cuando Isabel Jácome, gerenta comercial de Lila Working Moms, comenzó a laborar bajo esa modalidad, que en su caso es al 100%, tenía que atender albañiles que llegaban a su casa para diferentes reparaciones.
Eso le impedía desarrollar sus actividades de Lila Working Moms. Jácome le explicó a su pareja que las horas de teletrabajo las dedicaría completamente a temas corporativos; actualmente, tiene un horario establecido: de 08:00 a 13:00 y de 15:00 a 18:00 para ventas o reuniones con clientes, de 13:00 a 15:00 comparte con sus hijos y de 18:00 en adelante, igual.
Siempre está presentable. “Investigaciones han demostrado que vestirse como si fuera a la oficina ayuda a tener un mejor desempeño, porque las prendas tienen un significado simbólico y la tendencia es adoptar comportamientos asociados con lo que uno lleva puesto”, indica el portal de empresas Entrepreneur.
Además, al igual que en la oficina, es importante que la persona realice pausas activas. Esto permitirá que se mantenga fresca a lo largo de su jornada, a pesar de que se encuentre en casa. “Bajo esta modalidad se puede tener mayor control sobre cuándo y cómo descansar, para volver al trabajo rejuvenecido y con mayor concentración”, indica Entrepreneur.
Mabel Ocampo, fundadora de la empresa de recursos humanos Ikigai, indica en su blog que Gallup detectó que personas que teletrabajan al menos tres días a la semana son un 41% más productivas en sus actividades laborales, frente a un 30% que no laboran bajo esa modalidad. En el caso de Ecuador, de 8,2 millones de la población económicamente activa (PEA) apenas el 0,13% corresponde a teletrabajadores.
Según el Ministerio de Trabajo, hasta el 3 de septiembre pasado había 11 260 personas bajo esa modalidad. Estos se desempeñaban en servicios, comercio, actividades profesionales, servicios administrativos, comunicación, etc.
En el sector público, la Corporación Nacional de Telecomunicaciones (CNT) tiene 121 empleados bajo teletrabajo. Las personas laboran así un día a la semana.
Flor Villacís es analista de desempeño de redes y plataformas. Las dos horas que se ahorra en movilizarse, las aprovecha preparando sus alimentos y compartiendo el desayuno con su familia; “es el principal beneficio de teletrabajar”. Ella inicia la jornada laboral a las 08:00.
El llamado ‘home office’ está hecho para personas altamente disciplinadas. Estar en casa no significa que no se trabaje como en una empresa. Foto: LÍDERES
Por cada empleo que se pierda durante la cuarta revolución industrial otros tres se crearán. Aquellos que sean parte de la fuerza laboral, sin embargo, deberán enfrentar y ajustarse a condiciones laborales diferentes.
Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la industria 4.0 trae consigo la automatización, pero al mismo tiempo la flexibilización laboral. Para Giuseppe Marzano, decano de la Facultad de Posgrados de la Universidad de las Américas, el impacto se siente en dimensiones: en el trabajo, en la fuerza laboral y el sitio de trabajo.
El catedrático, en base a estudios de la firma M15, explica que durante la próxima década un 5% de los trabajos que ahora hacen humanos lo harán las máquinas.
A pesar de la pérdida de empleos que esto representa no todo es tan desalentador. Según Marzano, un 30% de tareas cotidianas que se realiza en un trabajo se van a llevar a cabo de manera más rápida y efectiva con la tecnología.
Estas innovaciones se usarán, incluso, en los trabajos tradicionales: administrativos, de medicina, ingeniería, contabilidad, diseño, finanzas, entre otros.
Capacitarse se vuelve, entonces, un imperativo. Aquellos que no se acoplen a los nuevos requerimientos laborales tienen mayores probabilidades de ser despedidos y reemplazados con los que tienen las competencias requeridas.
Asimismo, es necesario que las universidades desarrollen nuevos programas de estudio para que las personas obtengan conocimientos que vayan de la mano con las nuevas profesiones que aparecen.
El Centro Interamericano para el Desarrollo del Conocimiento en la Formación Profesional (Cinterfor), de la OIT, informó el año pasado que entre las profesiones del futuro se encuentran optimizadores en el tráfico de drones, minimizador del impacto del medio ambiente, gastrónomo molecular, sicólogos y terapeutas de plantas, arquitectos de realidades virtuales y terapeuta de aumento de la memoria a largo plazo.
Aquellas empresas que no cuentan con profesionales en estas áreas tienen la posibilidad de hallar, vía plataformas, los servicios de terceros. Esto es parte de los cambios en la fuerza laboral que trae la Industria 4.0.
“Puede ser una o varias personas que brindan servicios remotamente. Estas plataformas ya existen. En el portal de servicios independientes Fiverr, por ejemplo, hay una serie de oferta de tareas que antes estaban dentro de las organizaciones. Son personas de diferentes países que brindan una ayuda de manera fácil, rápida y barata”, comenta Marzano.
En estos ‘market place’ se ofrecen servicios como traducciones, análisis de datos, desarrollo de publicidad, manejo de negocio, diseño, marketing, asesoría, etc.
La flexibilización en la forma de trabajar también se evidencia en los tipos de contratación. Si bien los trabajos bajo relación de dependencia se mantienen en el mundo de manera extendida, aparece a la par más gente que quiere laborar como independientes o prestadores de servicios diversos.
Cinterfor explica que el trabajador de la Industria 4.0 tiene necesidades diferentes como el escoger dónde, cuándo y cómo trabajar; empleos que lo reten y lo hagan sentir motivados, etc. También valora más el ambiente de trabajo que la remuneración.
Esto último tiene relación con el tercer campo de flexibilización laboral: los espacios laborales.
Comienza a romperse el esquema de empleo en una oficina, durante ocho horas y con registro de asistencia. Se impone el trabajo por resultados y las actividades que se desarrollan a distancia.
¿Por qué se produce esto? Si se piensa que es para mejorar la calidad de vida del trabajador, no es así; esto es el resultado de los cambios demográficos y problemas dentro de las ciudades, dicen los expertos laborales.
Cada vez se vuelve más complicado desplazarse y qué mejor que la tecnología para remediarlo. Para Eddy Troya, gerente de la consultora Human Plus, el teletrabajo es la gran alternativa a aplicar, que beneficiará a los seres humanos.
Esta modalidad de trabajo permitirá que las personas puedan equilibrar más las relaciones entre profesión y familia. Asimismo, las madres tendrán más posibilidades de mantenerse laboralmente activas y participar a la par de la crianza de los niños.
Las personas con discapacidad también tendrán posibilidades para ofrecer sus servicios profesionales sin la necesidad de trasladarse largas distancias. Será una oportunidad para que se valoren sus capacidades y su oferta.
El nuevo empleado tiene necesidades diferentes como el escoger dónde, cuándo y cómo trabajar; empleos que lo reten, sentirse motivado, etc. Foto: Ingimage