Etiqueta: turismo

  • El turismo en bicicleta es el gancho de esta iniciativa

    Redacción Guayaquil

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    Al principio era un hobbie, como tantas oportunidades de negocio en la vida. Cristian Sáenz usaba aplicaciones para contactar viajeros y darles hospedaje en su casa en Guayaquil.

    Además tenía dos bicicletas y en cierta ocasión ofreció un recorrido a la ciudad a una turista alemana. Ella quiso darle propina, pero él se negó. Entonces la mujer le insistió: había estado en Colombia y Perú, y aquella era la primera vez que experimentaba el turismo de esa manera. Sáenz lo pensó y lo convirtió en negocio.

    Así el 23 de mayo de 2016 creó Iguana Bikes Tours, un emprendimiento que ofrece ciclopaseos turísticos por Guayaquil. Su intención es que la persona entre en contacto con la naturaleza, los habitantes de la ciudad y sus costumbres, con la historia que está tras muros y parques. De allí también el nombre: “La iguana es un animal que nos representa y es llamativo para los extranjeros”.

    Los paseos guiados tienen un costo de USD 25 por persona y USD 30 si se solicita la opción Iguana Extrema, que incluye canopy. El usuario tiene derecho a la bicicleta, el casco, el guía, ‘snacks’, herramientas y un botiquín de primeros auxilios.

    Los viajes están distribuidos por toda la ciudad, en sus zonas norte, centro y sur; con paseos especiales por zonas históricas, gastronómicas y de vida animal.

    Actualmente cuenta con una decena de bicicletas. Cada mes pueden atender entre 35 y 40 turistas; los días jueves, viernes y sábado son los más solicitados.

    A Iguana Bikes Tours lo contactan a través de las redes sociales. Los clientes son, en su mayoría, turistas de Estados Unidos, Alemania, España y Francia.

    “Casi todas las personas que solicitan el servicio son las que usan la bicicleta como medio de transporte en sus países. No se acostumbran a estar dentro de un carro”, dice Sáenz, que también es subdirector de Deportes de la Cámara de Turismo del Guayas.

    El emprendimiento le genera entre USD 1 000 y 2 500 mensuales. “No es mucho”, dice; sin embargo le apasiona porque fusiona historia, cultura y naturaleza, con una visión ecológica. Una pasión que le ha traído apoyo.

    El año pasado esta iniciativa fue una de las cinco ganadoras del concurso municipal Guayaquil Emprende y recibió USD 2 000, con lo que se pudo inyectar capital al negocio. Actualmente no tienen sede, son un servicio que llaman exprés; sin embargo para los próximos meses tendrán lista su página web, con toda la información sobre las rutas turísticas, videos de los participantes e información sobre la ciudad.

    “Iguana Bikes Tours es ecoamigable, saludable y tiene un impacto visual en la comunidad, damos el mensaje de que se puede disfrutar de la ciudad en bicicleta. Sin embargo, Guayaquil es una ciudad que aún está en pañales en cuanto al uso de ciclovías. Trabajar en pro de ello es parte de mi objetivo”.

    Sáenz tiene tiempo buscando las herramientas para fortalecer su emprendimiento. Actualmente está en Portland, ciudad de Oregon en Estados Unidos.

    Está allá gracias al programa Young Leaders of the Americas Initiative (YLAI) que beca a 250 emprendedores de América Latina y el Caribe y les ofrece entrenamiento para que puedan desarrollar con éxito sus proyectos.

    “Cuando regrese mi intención es tener un acercamiento con el Ministerio de Turismo y con el Municipio para ver qué se puede mejorar”, dice Sáenz.

    En el corto plazo, su intención es ofrecer más plazas de trabajo y para los años siguientes su intención es lograr que Guayaquil tenga la primera red de ciclovía.

    Cristian Sáenz y Diana Tapia son los fundadores de este emprendimiento que opera en Guayaquil. Cortesía y Joffre Flores / LÍDERES
    Cristian Sáenz y Diana Tapia son los fundadores de este emprendimiento que opera en Guayaquil. Cortesía y Joffre Flores / LÍDERES
  • Una operadora de turismo de 11 comunidades

    Cristina Marquez

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    Las 17 rutas turísticas que ofrece la operadora Puruhá Razurku incluyen aventura, cultura e intercambio de saberes. Esta empresa está integrada por representantes de 11 comunidades indígenas situadas en los páramos de cinco cantones de Chimborazo.

    La operadora surgió como una estrategia para que los comuneros pudieran vender sus productos turísticos directamente a los visitantes y sin intermediarios. Antes dependían de operadoras de Quito y Riobamba.

    Su oferta incluye recorridos en bicicleta y a pie por las montañas, compartir la rutina diaria de la gente y dormir al estilo nativo, en chozas de adobe y paja, y otras experiencias para acercar a los turistas a las comunidades de una forma más vivencial. El intercambio cultural es otro objetivo del proyecto que se inició en el 2011.

    Puruhá Razurku es un término kichwa que significa ‘montañas nevadas puruhaes’. Los comuneros eligieron ese nombre porque los principales atractivos turísticos que se ofrecen en las comunidades indígenas son los páramos, los nevados y volcanes, y los parques nacionales.

    En estos sitios se puede practicar ‘trecking’ en varios niveles de dificultad, escalada, camping, ciclismo, senderismo en compañía de guías nativos; además, las comunidades ofrecen espectáculos culturales para los visitantes.

    “Queremos mejorar las condiciones de vida de las comunidades y generar ingresos y fuentes de trabajo. Por eso todos los habitantes de las comunidades están involucradas con el proyecto”, cuenta Olmedo Cayambe, gerente del emprendimiento.

    Pero contar con una empresa propia fue toda una lucha. Cuando las comunidades se organizaron para ofertar productos turísticos, hace casi 15 años, los ingresos eran bajos. No tenían publicidad y la mirada de los turistas nacionales siempre estaba puesta en los balnearios y la playa.

    “Muchos estaban decepcionados porque pensaban que nadie iba a llegar. Pero teníamos fe en el proyecto y convencimos a los mayores de continuar y cuidar los páramos”, recuerda Cayambe.

    Antes de iniciar el proyecto, fue necesario recuperar los páramos que estaban afectados por el exceso de pastoreo ovino y por el avance de la frontera agrícola. Convencer a la gente de reemplazar los borregos, que eran la principal fuente de ingresos, fue el desafío más importante.

    Una estrategia consistió en reemplazar los borregos por camélidos nativos de la región andina que no dañan al medioambiente, como alpacas y llamas. Organizaciones no gubernamentales y el Gobierno Provincial de Chimborazo respaldaron el proyecto.

    El segundo paso fue la capacitación. Al menos 30 personas se formaron como guías nativos, mientras que mujeres y adultos mayores aprendieron nuevas técnicas para elaborar artesanías de alta calidad con fibras de alpaca.

    Cuando cada comunidad logró consolidar un producto turístico atractivo, finalmente estuvieron listos para asociarse y fundar una operadora propia. La empresa oferta 17 recorridos diferentes que cuestan entre USD 60 y 120.

    En promedio reciben entre cuatro y cinco grupos al mes, pero cuando inicia la temporada alta la agenda se llena y hay recorridos casi a diario. Los recursos se reinvierten en mejoras de infraestructura para cada comunidad.

    Olmedo Cayambe y Luis Acán lideran esta iniciativa turística comunitaria, ubicada en Chimborazo. Foto: Cristina Márquez / LÍDERES
    Olmedo Cayambe y Luis Acán lideran esta iniciativa turística comunitaria, ubicada en Chimborazo. Foto: Cristina Márquez / LÍDERES
  • Una operadora de turismo de 11 comunidades

    Cristina Marquez

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    Las 17 rutas turísticas que ofrece la operadora Puruhá Razurku incluyen aventura, cultura e intercambio de saberes. Esta empresa está integrada por representantes de 11 comunidades indígenas situadas en los páramos de cinco cantones de Chimborazo.

    La operadora surgió como una estrategia para que los comuneros pudieran vender sus productos turísticos directamente a los visitantes y sin intermediarios. Antes dependían de operadoras de Quito y Riobamba.

    Su oferta incluye recorridos en bicicleta y a pie por las montañas, compartir la rutina diaria de la gente y dormir al estilo nativo, en chozas de adobe y paja, y otras experiencias para acercar a los turistas a las comunidades de una forma más vivencial. El intercambio cultural es otro objetivo del proyecto que se inició en el 2011.

    Puruhá Razurku es un término kichwa que significa ‘montañas nevadas puruhaes’. Los comuneros eligieron ese nombre porque los principales atractivos turísticos que se ofrecen en las comunidades indígenas son los páramos, los nevados y volcanes, y los parques nacionales.

    En estos sitios se puede practicar ‘trecking’ en varios niveles de dificultad, escalada, camping, ciclismo, senderismo en compañía de guías nativos; además, las comunidades ofrecen espectáculos culturales para los visitantes.

    “Queremos mejorar las condiciones de vida de las comunidades y generar ingresos y fuentes de trabajo. Por eso todos los habitantes de las comunidades están involucradas con el proyecto”, cuenta Olmedo Cayambe, gerente del emprendimiento.

    Pero contar con una empresa propia fue toda una lucha. Cuando las comunidades se organizaron para ofertar productos turísticos, hace casi 15 años, los ingresos eran bajos. No tenían publicidad y la mirada de los turistas nacionales siempre estaba puesta en los balnearios y la playa.

    “Muchos estaban decepcionados porque pensaban que nadie iba a llegar. Pero teníamos fe en el proyecto y convencimos a los mayores de continuar y cuidar los páramos”, recuerda Cayambe.

    Antes de iniciar el proyecto, fue necesario recuperar los páramos que estaban afectados por el exceso de pastoreo ovino y por el avance de la frontera agrícola. Convencer a la gente de reemplazar los borregos, que eran la principal fuente de ingresos, fue el desafío más importante.

    Una estrategia consistió en reemplazar los borregos por camélidos nativos de la región andina que no dañan al medioambiente, como alpacas y llamas. Organizaciones no gubernamentales y el Gobierno Provincial de Chimborazo respaldaron el proyecto.

    El segundo paso fue la capacitación. Al menos 30 personas se formaron como guías nativos, mientras que mujeres y adultos mayores aprendieron nuevas técnicas para elaborar artesanías de alta calidad con fibras de alpaca.

    Cuando cada comunidad logró consolidar un producto turístico atractivo, finalmente estuvieron listos para asociarse y fundar una operadora propia. La empresa oferta 17 recorridos diferentes que cuestan entre USD 60 y 120.

    En promedio reciben entre cuatro y cinco grupos al mes, pero cuando inicia la temporada alta la agenda se llena y hay recorridos casi a diario. Los recursos se reinvierten en mejoras de infraestructura para cada comunidad.

    Olmedo Cayambe y Luis Acán lideran esta iniciativa turística comunitaria, ubicada en Chimborazo. Foto: Cristina Márquez / LÍDERES
    Olmedo Cayambe y Luis Acán lideran esta iniciativa turística comunitaria, ubicada en Chimborazo. Foto: Cristina Márquez / LÍDERES
  • Un millón de ecuatorianos salieron del país por turismo en 2016

    Agencia EFE

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    Mas de un millón de ecuatorianos salieron de su país para hacer turismo en el extranjero durante el año 2016, informó el martes 26 de septiembre el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) con motivo del Día Mundial del Turismo.

    Según ese centro de estadísticas nacionales, en solo diez años la salida de ecuatorianos del país por razones de turismo ha crecido en un 150 %, de 407 321 en 2007, a 1 019 035 en 2016.

    Los cinco destinos preferidos de los ecuatorianos fueron, por este orden, Estados Unidos (375 643), Perú (292 252), Colombia (114 664), Panamá (53 995) y España (33 865).
    El INEC revela que el grupo mayoritario de viajeros (21,9 %) tiene entre 30 y 39 años y que, por debajo de los 10 años, solo han viajado el 6,9 %.

    Con motivo del Día Mundial del Turismo este miércoles 27, el presidente Lenín Moreno expondrá a la nación su política de turismo, uno de los sectores que quiere convertirse en motor de la economía nacional.

    Miles de ecuatorianos viajaron a Estados Unidos y Perú entre sus destinos favoritos
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  • Presidente de Quiport reconocido como personalidad líder en América Latina

    Evelyn Jácome

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    Andrew O´Brian, presidente y director general de Quiport, consorcio encargado de la construcción, administración, operación y mantenimiento del aeropuerto Mariscal Sucre, recibió el premio a Personalidad Líder en la Industria del Turismo en América Latina 2017 por parte de los World Travel Awards.

    Durante su gestión, la terminal aérea de la capital ha logrado cuatro premios consecutivos como Aeropuerto Líder de Sudamérica en los World Travel Awards, convirtiéndose en la tercera terminal aérea más galardonada de sudamérica.

    Además, ha recibido más de una docena de premios de la industria y de los usuarios por la calidad de los servicios.

    El galardón fue entregado la noche del sábado 9 de septiembre del 2017. El reconocimiento especial se basa en una encuesta realizada entre los principales actores del turismo en América Latina, quienes destacaron su liderazgo, experiencia y visión para contribuir al crecimiento del sector turístico de la región.

    O´Brian, quien además es Consejero de la Junta Directiva Mundial de ACI (Airports Council International) y es miembro de la Junta de la Asociación Internacional de Ejecutivos de Aeropuertos, agradeció a los miembros de la organización y resaltó el orgullo que significa poner su esfuerzo y capacidad liderando un proyecto tan significativo para la ciudad y el país.

    “Este premio me compromete a seguir trabajando con más esfuerzo junto con mi equipo en Corporación Quiport y con los 8 00 empleados y 120 empresas que operan en el aeropuerto de Quito en todas las áreas técnicas y de servicio”, dijo.

    Antes de su designación como Director General, O´Brien, se desempeñó como Vicepresidente y Director de Operaciones desde abril de 2012.

    Andrew O´Brian, presidente y director general de Quiport, Foto: LÌDERES
    Andrew O´Brian, presidente y director general de Quiport, Foto: LÌDERES
  • Casa Mindala se suma al turismo cultural

    José Luis Rosales

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    La Casa Mindala busca convertirse en un sitio de visita casi ineludible para turistas nacionales y extranjeros que arriban a la comuna de Peguche, en Otavalo, provincia de Imbabura.

    En este taller de arte indígena, que abrió sus puertas en el 2005, resalta la historia y tradiciones de los pueblos originarios del país, especialmente de la región.

    La idea de abrir este sitio, como un atractivo más de este poblado famoso por sus hábiles artesanos y músicos, surgió luego de que Elena Cotacachi retornó al país. La dama kichwa Otavalo vivió cinco años en España. Con los ahorros de su trabajo buscó emprender en una iniciativa productiva.

    Junto a su hermano César, comunicador ambiental y fotógrafo profesional, se propusieron levantar Mindala. El nombre es en honor a los comerciantes especializados de la época prehispánica.

    Cuando aún era universitario, César empezó a guiar a grupos de chicos que arribaban al país por intercambios estudiantiles. En las parcialidades indígenas de Carabuela, Peguche y Agato, conoció varios talleres artesanales que eran de interés de los visitantes. “Las comunidades tienen otra historia fruto de la tradición oral”.

    Sin embargo, ninguno reunía todas las condiciones necesarias para recibir y brindar una estadía satisfactoria a los turistas.

    Por eso, en el 2003, empezaron a levantar la casona de 400 m2, en la que resalta la arquitectura tradicional con el empleo de adobe, madera y techo de teja. El predio, de propiedad de la familia Cotacachi Velásquez, abarca 2 000 m2.

    En la edificación del inmueble invirtieron USD 60 000. Mientras que, en otras áreas como una sala de forma circular, destinada para la pachamanka, una técnica de cocción ancestral, y un sitio para hospedaje USD 20 000 más.

    En el amplio salón se exhibe la riqueza cultural de los kichwas. La sala está distribuida por temáticas. En una de ellas se muestra el proceso de elaboración de textiles de calidad. Rafael, padre de Elena y César, siempre está listo para poner el telar de cintura, que aún subsiste en la zona, en marcha.

    El emprendimiento familiar no cuenta con colaboradores externos. Por eso, todos sus integrantes aportan con sus conocimientos. Mientras Elena muestra el bordado a mano, César se encarga de los instrumentos musicales, de la exposición etnográfica kichwa Otavalo y de otros pueblos.

    El fotógrafo explica que son artículos relacionados con la agricultura, artesanía, comercio y música, las cuatro actividades económicas principales del pueblo indígena de la Sierra norte.

    La charla explicativa tiene una duración de 45 minutos a 1 hora. Cotacachi invita a los turistas a que rompan esquemas y se lleven una imagen verdadera de lo que han escuchado hablar de Otavalo.

    La mayoría de visitantes arriban por recomendación de guías de operadoras de turismo. La otra alternativa es la promoción a través de las redes sociales.

    Un grupo de 16 turistas estadounidenses visitó la casa taller con guías de Expediciones Apullacta, el lunes anterior. “A más de ser un taller hacen sentir como en casa a los visitantes y transmitir la cultura Otavalo, resalta Maritza Cuenca, representante de la agencia.

    “César Cotacachi tiene amplios conocimientos que le permite comparar su cultura con otras, ofreciendo un panorama amplio a nuestros turistas”.

    El sitio también cuenta con un restaurante de comida tradicional. Ahí, a parte de la sazón destacan los productos frescos. El menú para estudiantes cuesta USD 12, mientras que para excursionistas 15, más impuestos.

    Recientemente edificaron cuatro cabañas, con capacidad para alojar a 16 personas. Se trata de diseños tipología andina, que conjugan bien con el entorno paisajístico. Desde hace un mes, el servicio de alojamiento se promociona a través de Booking.com, uno de los principales sitios web de comercio de viajes de todo el mundo. La tarifa diaria está establecida en USD 25 por persona, que incluye un desayuno tipo americano. Hay varios proyectos pendientes.

    En la comuna de Peguche, César, Rafael y Elena Cotacachi iniciaron el proyecto de turismo cultural, en el 2003.  Foto: Francisco Espinoza/Para LÍDERES
    En la comuna de Peguche, César, Rafael y Elena Cotacachi iniciaron el proyecto de turismo cultural, en el 2003. Foto: Francisco Espinoza/Para LÍDERES
  • Shuyun potencia el turismo en la comuna El Poste

    María Victoria Espinosa (F)Contenido Intercultural

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    Hace 17 años fue inaugurado el primer centro turístico, en la comuna tsáchila El Poste, llamado Shuyun (arcoíris).

    José Aguavil, líder del proyecto, señaló que la idea de un emprendimiento cultural y turístico nació cuando el exvicario Hugo Araujo lo hizo reflexionar. “Él me dijo que por qué yo ya no me pintaba el cabello ni utilizaba la ropa tsáchila”.

    Aguavil recuerda que ese comentario rondó su cabeza por más de un mes y empezó a notar que ya nadie en su comuna vestía la indumentaria típica de la etnia.

    Así que él y su familia empezaron a retomar las costumbres y tradiciones tsáchilas. En minga construyeron una cabaña y empezaron a elaborar las artesanías con materiales del bosque, como lo hacían los antepasados.

    Pero hace 17 años llegó un grupo de extranjeros a la comuna. Al ver que estaban vestidos con chumbillina y el cabello de los hombres estaba pintado de rojo con achiote, ellos se interesaron por esa cultura y decidieron comprar todas las artesanías. “Nos dieron como USD 400, que en esa época era muchísimo”.

    Entonces decidieron asesorarse sobre cómo crear un proyecto turístico, en el que se rescate la cultura. Ellos pidieron asesoramiento a los tsáchilas de la comuna Chigüilpe, que ya trabajaban en el museo tsáchila Wapilú.

    Al principio, solo construyeron dos cabañas a través de mingas y con materiales del bosque que hay en la comunidad. Unas nueve familias se asociaron en el proyecto y empezaron a aprender a tocar la marimba y a confeccionar la ropa autóctona. Los dos primeros años, los turistas llegaban esporádicamente. Pero, luego empezaron a recibir hasta 500 visitantes al año.

    Por eso, hace unos siete años construyeron cabañas para alojar a los turistas. El paquete incluye la experiencia de vivir por un día cómo lo hacen los nativos en la comuna. Además se pueden hacer recorridos por el bosque, rituales de sanación y un momento de recreación con juegos ancestrales y música típica.

    Hace un año, construyeron dos cabañas más con pambil y paja toquilla. El más pequeño es un local de artesanías donde se venden desde lanzas hasta pulseras para evitar las malas energías.

    En la cabaña principal, en cambio, funciona un restaurante y salón de eventos. Ahí se puede degustar la comida típica de los tsáchilas como el ayampaco, que es un pecados sazonado en una hoja de plátano y cocinado al vapor o en parrillas. También se ofrece gallina criolla y un plato parecido a la tonga manabita, que también es típico de la etnia.

    Aguavil señaló que si los turistas solicitan otro tipo de alimentación también pueden elaborarla.
    El chamán señaló que en los últimos cinco años, se trabaja con dos grupos de turistas. Un grupo es de extranjeros que buscan netamente conocer la cultura o hacer investigaciones de las plantas nativas o del idioma. Ellos se hospedan por más de una semana y hacen voluntariado en la comuna.

    El otro grupo de turistas son los nacionales, que en época de feriado llegan a conocer y por lo general no se hospedan. En temporadas bajas, en cambio, llegan en busca de la medicina ancestral.

    En este centro cultural solo los poné (curanderos) certificados por el Consejo Tsáchila realizan esta actividad. “Muchas veces las enfermedades se generan por estrés, aquí tratamos que se relajen”.

    El tsáchila José Aguavil es el líder del proyecto turístico y cultural Shuyun, que en tsa’fiki significa arcoíris. Foto: Juan Carlos Pérez para LÍDERES
    El tsáchila José Aguavil es el líder del proyecto turístico y cultural Shuyun, que en tsa’fiki significa arcoíris. Foto: Juan Carlos Pérez para LÍDERES
  • Apostó por un lugar histórico y alcanzó una meta

    Redacción Quito

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    Desde muy joven, Fausto Caballero siempre tuvo una meta muy clara a seguir: ser su propio jefe. Hoy en día, cree que alcanzó esta meta de una manera muy particular, abriendo el primer restaurante que ofrece una experiencia histórica en lo profundo del casco colonial.

    La vida laboral de este empresario quiteño empezó desde que era un adolescente. Después de la muerte de su padre, cuando tenía 12 años de edad, supo que tenía que buscar la forma de salir adelante y ayudar a su madre.

    Poco a poco, se fue introduciendo en el mundo de la contabilidad, profesión que rondaba su familia. Es así que, a los 15 años, Caballero ya se encontraba trabajando en temas contables, mientras culminaba sus estudios en el Colegio Luis Napoleón Dillon, ubicado en el centro norte de Quito.

    “Sabía que la situación económica de mi familia era complicada, por eso tuve que llevar mi independencia desde muy chico”, comenta Fausto Caballero.

    Gracias a los fondos recaudados de sus primeros años de vida laboral y sus ganas imperantes de tener su propio negocio, Caballero logró abrir, a sus 20 años, su propia panadería. Sin embargo, su primer negocio no prosperó y tuvo que cerrar al poco tiempo.

    Por supuesto, este desafortunado hecho no fue motivo ni generó desilusión para el joven empresario, quien decidió invertir nuevamente su tiempo y recursos para realizar sus estudios universitarios. Es así que Caballero siguió la carrera de Ingeniería Comercial en contabilidad y auditoría en la Politécnica Salesiana.

    Mientras continuaba con sus estudios, seguía trabajando como auxiliar de contabilidad; este trabajo le permitió costear su carrera y ahorrar para viajar por el mundo. Para él, viajar fue muy importante en su vida debido a que le permitió conocer nuevos modelos de negocios que no habían llegado aún al país.

    Después de conseguir su ingeniería, Caballero consiguió manejar la gerencia financiera de un empresa turística en las Islas Galápagos. Este fue el primer encuentro que el empresario tendría con el mundo del turismo; además, gracias a este trabajo, él pudo establecer los contactos necesario para un día dedicarse por completo a esta industria.

    No obstante, aun cuando había alcanzado varios éxitos profesionales, todavía sentía que no había conseguido su meta inicial. “Trabajando en esta empresa turística logré ahorrar, me compré mi primer auto y pude viajar. Sin embargo, yo no quería ser un empleado más, así que decidí arrancar con mi propio negocio, otra vez”, comenta Caballero.

    Armado de todos los conocimientos adquiridos a lo largo de su vida académica y profesional, esta vez, Caballero se propuso establecer una forma de entender el negocio del turismo que no era conocida en Quito, la experiencia histórica y gastronómica.

    Caballero no quería que su negocio sea un restaurante ordinario, sino que se encuentra en algún lugar especial que ofrezca una verdadera sensación tradicional quiteña. Según su amigo y miembro de la Cámara de Turismo, Luis Maldonado, “ Fausto intentaba innovar en el tema del turismo con una propuesta que al principio la gente no entendía, por lo que tenía dudas. Él siempre está así, tratando de salir de la zona de confort”.

    Así, hace cuatro años, encontró el espacio de había soñado, La capilla del Señor de los Milagros, en la Loma Grande, icónico barrio del centro quiteño. Es una construcción del siglo XVII que se había encontrado abandonada durante muchos años. Así, gracias a una inversión inicial de unos USD 30 000 y al importante apoyo del Instituto Metropolitano de Patrimonio, se logró restaurar la infraestructura y adaptar un restaurante-cafetería.

    Hoy en día, el restaurante Los Milagros, ubicado en La Loma Grande, ofrece a turistas nacionales y extranjeros la oportunidad de encontrarse con las raíces quiteñas a través de una oferta de platos preparados con recetas ancestrales. Además, los visitantes pueden disfrutar , en este lugar, de una experiencia histórica al verse rodeados por arte colonial y demás expresiones artísticas, como danza, música en vivo, entre otros.

    Sin embargo, Caballero no piensa encerrar su idea únicamente a este establecimiento, ya que ha logrado replicar las experiencias históricas en otros lugares populares del centro.

    Según Caballero, una de las mayores alegrías que su emprendimiento le ha brindado ha sido la posibilidad de ser una fuente de trabajo. Asimismo, él ha visto, en su idea de negocio, una oportunidad para contribuir con la sociedad a través de programas de danza folclórica.

    Fausto Caballero es un emprendedor quiteño que entendió el valor del patrimonio cultural y explotó su potencial a través de la oferta de las experiencias históricas. Foto: Vicente Costales / Líderes
    Fausto Caballero es un emprendedor quiteño que entendió el valor del patrimonio cultural y explotó su potencial a través de la oferta de las experiencias históricas. Foto: Vicente Costales / Líderes
  • A más de turismo, se busca relajación

    Red. Líderes e Infobae (I) 
    redaccion@revistalideres.ec

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    Los responsables de las cadenas hoteleras más importantes lo saben: uno de los servicios que buscan sus potenciales clientes, durante sus vacaciones o en estancias largas de negocios, principalmente, es el ‘weelness’. Se trata de técnicas y servicios encaminados a alcanzar un estado de relajación, una calma emocional combinada con la física.

    Como lo señala el portal bodycare.com, la calma y el sosiego, son elementos primordiales en cuanto a ‘wellness’. “Nadie visualiza un centro Wellness, con la música a todo volumen y rebosando de gente. Todo debe estar confeccionado y pensado para obtener la máxima armonía del entorno con la persona que lo visita”.

    El arquitecto de Freixanet Wellness recalca que “la inclusión de un ‘spa VIP’ cada vez cobra más fuerza para un servicio de máxima personalización y exclusividad, para uso en pareja o grupos muy reducidos. De este modo, el spa puede incluir un circuito general con saunas, baños de vapor, piscinas lúdicas, zonas de relajación, etc., y, a su vez, replicar estos mismos equipamientos a menor escala en el ‘spa VIP’. Y, todo ello, complementado con camillas profesionales y bañeras de hidroterapia de alta gama para crear una atmósfera única, como si se tratara de un oasis para equilibrar cuerpo y mente”.

    La industria del ‘wellness’ cada vez se mezcla más con la del turismo y entre las dos retroalimentan una combinación ideal de goce y buena salud. Últimamente se han expandido los negocios en las redes y existen sitios especializados en ofrecer estos servicios.

    Allí aparecen programas con servicios personalizados, sea que las personas tengan interés en mantenerse activas, desintoxicar sus sistemas, desestresarse o, de ser el caso, perder peso.

    Desde ponerse en forma en una playa del Caribe como puede ser Santa Lucía a experimentar los beneficios saludables de Ayurveda en la India o a tener una aventura en Tailandia, seguramente se encontrará el viaje que uno busca para esa mezcla mágica.

    Hoteles o resorts incluyen en sus paquetes turísticos servicios para equilibrar cuerpo y mente. Foto: Flickr
    Hoteles o resorts incluyen en sus paquetes turísticos servicios para equilibrar cuerpo y mente. Foto: Flickr
  • Indígenas de Costa Rica crean agencia turística para compartir su cultura

    Agencia EFE

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    Los indígenas bribris de Costa Rica compartirán con los visitantes locales y extranjeros sus riquezas culturales y naturales a través de la primera agencia turística indígena certificada en el país, informó una fuente del sector.

    La certificación otorgada por el estatal Instituto Costarricense de Turismo (ICT) a la Asociación de Guías Turísticos Indígenas Bribris de Talamanca (Agitubrit) es la culminación de un proceso que inició en 2012 con la capacitación de los primeros guías turísticos indígenas bribri por parte del estatal Instituto Tecnológico de Costa Rica (Tec).

    «Para el territorio indígena Bribri tener una declaratoria turística es demasiado importante y nos lleva a un gran desarrollo. Para Agitubrit es un logro grandísimo, un paso de tantos que tenemos que dar para seguir cumpliendo nuestras metas como jóvenes emprendedores en turismo», dijo la presidenta de la asociación, Melissa Espinoza, en la página web del Tec.

    La certificación del ICT le permite a Agitubrit organizar tours turísticos en la región indígena de Talamanca, provincia de Limón (Caribe), participar en ferias de turismo nacionales e internacionales, acceder a capacitaciones y a ser parte en las iniciativas de desarrollo regional y local del ICT.

    Entre los productos que ofrece la agencia se encuentran caminatas por bosques primarios, recorridos en bote por ríos, charlas y exposiciones de las tradiciones indígenas, visitas a cataratas, a casas cónicas con la explicación del significado en la cultura indígena; exhibición de plantas medicinales, demostración del procesamiento tradicional del cacao y gastronomía indígena.

    «Tenemos una oferta de turismo muy distinta a la que el turista está acostumbrado, una experiencia muy propia, en la que el visitante entra en nuestra cultura, aprende de nuestra cosmovisión, de nuestra espiritualidad, de nuestra relación con la naturaleza. Eso permite al turista una experiencia auténtica», dijo el guía turístico Roger Blanco.

    En ese sentido, la Asociación, en conjunto con la comunidad, creó un código de ética, el cual determina las normas para desarrollar un turismo armonioso con la naturaleza y la cultura local.
    En la actualidad, la Asociación está conformada por 15 guías locales que fueron capacitados mediante el proyecto «Mejoramiento de la Calidad de los servicios turísticos de Talamanca», parte del Plan Guía Turístico Indígena que impartió el Tec.

    «Estos guías se ponen como meta optar por ser una agencia local y desde 2014 han venido trabajando en mejorar sus productos turísticos. Es una oferta muy interesante e innovadora», explicó el profesor e investigador de la Escuela de Idiomas y Ciencias Sociales del TEC, David Arias.

    El turismo es uno de los principales motores de la economía de Costa Rica, un país de 4,7 millones de habitantes que cada año recibe cerca de tres millones de turistas.

    La atracción de líneas aéreas ha sido la lanza de Costa Rica para consolidarse como destino turístico y de negocios en Europa. Foto: Flickr
    La atracción de líneas aéreas ha sido la lanza de Costa Rica para consolidarse como destino turístico y de negocios en Europa. Foto: Flickr