Etiqueta: zapatos

  • Una pyme que camina con prisa

    PEDRO MALDONADO O. (I) redaccion@revistalideres.ec

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    La planta de producción de la empresa Tecnocalza evolucionó, en algo más de una década, de un pequeño taller artesanal ubicado en el sur de Quito, a una fábrica de corte industrial de 500 metros cuadrados en el norte de la capital.

    De los cinco colaboradores que tuvo esta iniciativa en el 2003, hoy se cuentan 45. Incluso, en el 2014 fueron 75, pero el freno de la economía ecuatoriana que se siente desde el año pasado obligó a reducir el personal.

    Otra cifra que confirma la evolución es la producción de pares de zapatos: en los primeros años se elaboraban 10 al día y ahora, 220.

    Este crecimiento estuvo marcado por una actitud emprendedora, las ganas de ofrecer un producto competitivo, inversiones de capital y desarrollo de innovaciones. La empresa nació con el empuje de Darío Sichel y María Soledad Arciniegas. Esta pareja emprendedora fue la creadora del negocio que ahora está en manos de su hijo Jorge Terán Arciniegas.

    Sichel tenía un cargo ejecutivo en una empresa privada, pero pensaba en un ‘plan B’. Se apoyó en Arciniegas y decidieron probar fortuna en la elaboración de zapatos con el taller que llevaba el nombre de Arcalza.

    Los pocos conocimientos se compensaron con el espíritu de hacer empresa. “El taller se movía despacio, pero ambos querían crecer”, recuerda Terán.

    Para el 2006 el taller tomó un nuevo rumbo y se convirtió en Tecnocalza Sociedad Anónima. Terán, ingeniero comercial con un MBA, se sumó como socio y planeó una estrategia para impulsar la naciente empresa. El primer gran cliente fue la cadena Eta Fashion, que hizo un pedido de 300 pares. Esa fue la primera gran venta que les abrió las puertas de nuevas adquisiciones.

    Con 15 colaboradores y con el calzado para hombres como producto insignia, Tecnocalza facturó USD 200 000 en el 2006.

    Con el crecimiento llegaron también las dificultades. En el 2008, recuerda Terán, la industria del calzado estaba contraída: se cerraban empresas, llegó el calzado chino más económico y el panorama estaba complicado. “Las alternativas eran hacer calzado económico o uno con diseño y calidad. En Tecnocalza apostamos por la segunda opción. Así mejoramos el diseño y entramos en cadenas como Río Store, De Prati y Megamaxi”. Las ventas y la producción crecieron.

    Para el año siguiente el Gobierno aplicó restricciones a las importaciones y eso apuntaló a la empresa. Desde el 2010 hasta el 2014, las ventas de este emprendimiento tuvieron un crecimiento anual de 30%. “Una cifra importante”, en palabras de Terán.

    En ese período la empresa se apoyó en tecnología brasileña para innovar y crear un tipo de calzado que incluye una cámara de aire. Ese desarrollo representa en la actualidad cerca del 5% de las ventas y es uno de los valores agregados de la empresa.

    Tecnocalza se apoya en materia prima local e importada. El cuero llega desde Tungurahua, las suelas provienen desde Italia, una mitad, y la otra mitad es adquirida a proveedores nacionales.

    Tenería San José es una empresa de Tungurahua que provee de cuero a Tecnocalza. Su gerenta de ventas, Angely Gallegos, detalla que la relación comercial lleva cerca de cinco años. “En Tecnocalza son muy innovadores y son nuestros principales clientes”. Tenería San José le entrega cada mes 60 000 decímetros cuadrados -la medida internacional- de cuero negro, encerado y gamusado.

    El año pasado las ventas de Tecnocalza bajaron por la contracción de la economía nacional. Pero para contrarrestar la situación la empresa empezó a vender en línea. Y sigue caminando firme.

    Tecnocalza  

    Esta empresa nació en el 2003 con cinco trabajadores en un pequeño taller; hoy en día emplea a 45 personas, innova en la producción de zapatos y factura dos millones al año.

    El gerente: Jorge Terán 

    Nuestro plan de trabajo es dar un producto diferenciado, un zapato suave, colorido, queremos ofrecer un producto de diseño y confort. Para aprender y mejorar nos apoyamos en ferias en el extranjero. En Brasil aprendimos sobre maquinaria, procesos productivos, además con tecnología brasileña desarrollamos el sistema Air System. De Italia tenemos el diseño del zapato; las hormas, por ejemplo, se generan allá con un diseñador que trabaja en colaboración con nosotros.

    500 metros cuadrados tiene la planta de producción de la empresa; está ubicada en el norte de Quito.

    45 empleados suma en la actualidad esta pyme del sector del calzado.

    10 000 pares de zapatos con el sistema Air System ha comercializado Tecnocalza, desde el 2011, en el mercado ecuatoriano.

    3 locales propios tiene este emprendimiento: uno en Quicentro Sur, otro en el CCI y un tercero en la planta.

    La planta de producción de Tecnocalza cuenta con maquinaria brasileña e italiana. La inversión total en maquinaria y software bordea los USD 400 000. Fotos: Alfredo Lagla / LÍDERES
    La planta de producción de Tecnocalza cuenta con maquinaria brasileña e italiana. La inversión total en maquinaria y software bordea los USD 400 000. Fotos: Alfredo Lagla / LÍDERES
  • Los millennials en EE.UU. acogen sus artículos de cuero

    Washington Paspuel

    (I)
    redaccion@revistalideres.ec

    Una combinación entre lo artesanal y la tecnología es la propuesta que está presente en el portafolio de productos de Moo-chila, la marca impresa en zapatos y mochilas de la compañía ecuatoriana AV Renewable Energy, proveedora de soluciones de energía limpia.

    Moo-chila nació en el 2014, como una propuesta para enlazar la experiencia en la fabricación y diseño de productos de energía limpia de esta compañía familiar con sede en Guayaquil, con el trabajo de los artesanos del cuero. Específicamente, de los artesanos de Ambato, ciudad en la que se ubica el taller, en donde se plasman las creaciones de Iván Vargas, fundador de la marca.

    El presidente de la compañía, Álex Vargas, recuerda que la marca de zapatos y mochilas nació luego de que su hijo Daniel, que vive en EE.UU., volvió un par de años a Ecuador y se interesó en el trabajo de los artesanos del cuero. “Entonces, mi hijo pensó en crear una mochila de cuero.”

    Al artículo le incorporaron la tecnología de los paneles solares que permiten cargar portátiles, celulares y otros ‘gatgets’.

    Luego de seis meses con la promoción de las mochilas, la marca sacó su primer modelo de zapato. Al final el primer año ya tenían dos modelos de mochilas y tres de zapatos. Las mochilas se caracterizan por un diseño sobrio, con toques ‘vintage’ y estilo unisex. El cuero es tratado con cera de abeja, para proveerle de una textura suave y de una impermeabilidad natural. Los adornos y las hebillas metálicas también son artesanales. “Uno de nuestros clientes objetivos son los ‘millennials’, adultos contemporáneos orientados al cuidado de la naturaleza y del producto con identidad propia”, indica el presidente de la firma.

    AV Renewable Energy invirtió unos USD 400 000 en la creación de la marca y sus primeros productos de cuero. Hace un mes, Moo-chila sacó un nuevo modelo de zapato, un botín de cuero que a decir de sus creadores, ha tenido excelente acogida en EE.UU.

    Este es el principal destino de las ventas de la marca, que produce y envía hasta 500 ítems cada tres meses. Allá una mochila por ejemplo se vende en USD 400.

    Esta empresa de artículos de cuero natural ocupa la mano de obra de 40 artesanos de Ambato, ocho de ellos son de planta, y el resto labora según la demanda, desde sus propios hogares.

    Moo-chila dispone actualmente de siete modelos de mochilas, entre las que se incluye una versión de poliéster con accesorios de carga solar. Los precios difieren en el mercado local y en EE.UU., desde su oficina en Miami. Así, mientras aquí la marca oferta el zapato botín de cuero en USD 100, en Estados Unidos lo oferta en 195. Son precisamente los zapatos los artículos que mayores ventas generan a la marca. Por ello, sus creadores preven para el 2017 sacar al mercado zapatos de mujer.

    Los moldes de los modelos de zapatos son elaborados en Italia, y su concepción tarda entre cuatro y cinco meses. Álex Vargas menciona que la marca todavía no genera ganancias. “Estamos todavía en un proceso de inversión, cremos que en dos años más la marca generará ganancias propias”.

    En Guayaquil las mochilas se venden en los locales de la cadena Juan Marcet. Según voceros de esta firma, el producto se comercializa bajo la figura de consignación, y ha tenido buena acogida entre sus artículos orientados a los ejecutivos jóvenes.

    Insignia

    ‘Buscamos unir el confort con los artesanal’

    Álex Vargas Guerra. International Manager

    Esta es una empresa familiar en la cual trabajamos mi padre, que es el presidente, y mi dos hermanos. La idea con la que se concibió la marca fue combinar estilo sin afectar el confort. Mi hermano menor solía ir de la universidad al trabajo en bicicleta, y no le daba el tiempo para cambiarse de calzado. Entonces, pensó en la necesidad de crear algo que le permitiera mantener una imagen elegante, pero que a su vez fuera cómodo, y con un aire deportivo. Todo eso lo unió con el concepto de lo artesanal.

    Nuestro cliente sabe que en la elaboración de nuestros productos no explotamos a nadie, sabe que no hacemos trabajar en exceso al artesano, y que este puede laborar desde su hogar. También, conoce que este es un producto que desarrolla un talento que ha pasado por generaciones entre los artesanos de Ambato. Esta es nuestra manera de apoyar su labor y de esa forma a su comunidad. Vamos a lanzar líneas por temporadas. Nos interesa mucho el mercado de Asia y de Europa.

    Álex Vargas preside la compañía AV Renewable Energy, una firma proveedora de soluciones de energía limpia bajo la cual nació la marca Moo-chila de artículos de cuero natural. Foto: Mario Faustos/ LÍDERES
    Álex Vargas preside la compañía AV Renewable Energy, una firma proveedora de soluciones de energía limpia bajo la cual nació la marca Moo-chila de artículos de cuero natural. Foto: Mario Faustos/ LÍDERES
  • Crean zapatos inteligentes que cambian de color de acuerdo al vestuario

    Lucia Vasconez

    La compañía tecnológica lituana Ishuu Technologies diseñó un modelo de calzado que cambia de color usando el smartphone. El revolucionario modelo se llama Volvorii Timeless Smart Shoes y es de tacón con plataforma; está disponible en banco y negro.

    Los Volvorii Timeless Smart Shoes cuentan con una pantalla flexible de tinta electrónica, una tecnología conocida como E-ink, que cambia de tonos y estilo. El proceso para personalizarlos es sencillo, pues están conectados al teléfono inteligente a través del Bluetooth, y se lo hace por medio de una aplicación, según se detalló en el video difundido por la compañía.

    La tinta electrónica consume muy poca energía, por lo que será necesario cargarlos  cada dos semanas de forma inalámbrica a través de un display ubicado en la suela del tacón, agregó el portal Bluradio.

    La idea de los diseñadores es conseguir que los tacones se adapten a diferentes situaciones, según el portal isopixel.com. Además, aseguran que son muy cómodos ya que están fabricados de cuero y goma.

    Está previsto que los Volvorii Timeless salgan a la venta el diciembre de este año. Por ahora el proyecto busca financiación en la plataforma mundial Crowdfunding. Según sus diseñadores necesitan USD 50 000 para la fabricación del calzado, de los cuales ya han conseguido USD 30 000, según Bluradio.

    Los zapatos inteligentes fueron creados por la compañía Ishuu Technologies. Foto: Captura
    Los zapatos inteligentes fueron creados por la compañía Ishuu Technologies. Foto: Captura
  • Milplast, un proveedor de suelas

    Modesto Moreta

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    La empresa Milplast Compañía Limitada camina con pasos firmes. Hace siete años esta compañía se convirtió en el principal abastecedor de suelas en PVC, TR (caucho termoplástico) y poliuretano para los pequeños, medianos y grandes fabricantes de calzado que tienen empresas en Ambato, Cuenca, Guayaquil y Quito.

    El año pasado esta industria ambateña elaboró y comercializó 4 millones de pares de suelas y facturó USD 7,3 millones. Su incursión en el mercado arrancó en el 2008, como una necesidad de proveer de la materia prima (suelas), a la fábrica de calzado Milpies.

    “Adoptamos esa decisión ante la demora causada por la importaban desde Colombia, Perú y Uruguay. Nos retrasaba la producción de zapatos, por eso apostamos por elaborar nuestras propias suelas con novedosos modelos y diseños”, explica Víctor Navas, gerente de Milplast.
    Con una inversión de unos USD 45 000, obtenidos a través de un crédito en una entidad financiera local, esta firma logró adquirir la primera máquina en inyección. Asimismo, se abasteció de la materia prima e inició con la producción que arrancó con el apoyo de siete colaboradores.

    Para entrar en el negocio, sus representantes buscaron ayuda y asesoramiento de técnicos brasileros, quienes les capacitaron en el manejo y fabricación de los diferentes materiales, obteniendo “excelentes resultados”. En el mes producían entre 2 000 y 3 000 pares, según la necesidad.

    Tiempo después, otras fábricas comenzaron a solicitar a Milplast suelas para evitar la espera y las demoras de la importación. Pronto, la producción subió a 20 000 pares mensuales.
    Los propios clientes llevaron sus moldes personalizados de las plantas (suelas), especialmente cuando se trataba del lanzamiento de nuevos modelos de calzado a gran escala.

    Así también, los ejecutivos de Milplast moldearon sus propios diseños. Eso impactó en el mercado y pronto las ventas crecieron a 40 000 pares mensuales. Por eso efectuaron un nuevo préstamo de USD 60 000, para la adquisición de otra máquina inyectora que elabora plantas bicolores y de diversos modelos.

    Miriam López es una de las distribuidoras en Ambato. Ella trabaja con la firma hace cinco años. “Si los productores del calzado requieren desde un par hasta 5 000 pares o más, les vendemos, ese es el valor agregado que da la empresa. Los diseños modernos y novedosos hacen que se vendan USD 50 000 mensuales”.

    De los 4 millones de suelas que produce anualmente, el 70% se comercializa en Ambato, el resto en ciudades como Guayaquil, Quito, Cuenca, entre otras. “La innovación tecnológica y estar a la vanguardia de la moda internacional nos dio éxito en el mercado local”, explica Navas.

    Junto a otras empresas que funcionan en el país, abastecen a la industria del calzado con 12 millones de pares de suelas anuales, es decir, el 35% de la producción anual requerida. El año pasado, en el Ecuador se fabricaron 34 millones de pares de zapatos.

    En el 2012, Milplast a través de un crédito de USD 800 000 otorgado por el Gobierno italiano a través del fondo denominado

    Sace, adquirió nueva maquinaria. En la actualidad 90 personas trabajan en la empresa.
    Milplast apunta a crecer más con la eliminación de las salvaguardias implementadas por el Gobierno a los productos importados. Eso también permitirá que la producción local de suelas sea un 30% más competitiva que el producto que viene del exterior.

    En Guayaquil otro cliente es Darío del Castillo. Pará el, lo más destacado es la calidad.

    Las cifras

    80% de la materia prima con que se elaboran las suelas lo provee la empresa Milpolímeros S.A., que también es parte del grupo empresarial.

    6 camionetas y furgones integran la flota de transporte con que cuenta la empresa para la distribución.

    13,4% es la cifra con la que Milplast incrementó sus ventas entre el 2013 y el 2014. Este año espera crecer con las medidas gubernamentales.

    25 personas distribuyen el producto de Milplast a escala nacional.

    Gerente de milplast

    Víctor Navas, gerente de Milplast en Ambato. Foto: Foto: Glenda Giacometti / LÍDERES.
    Víctor Navas, gerente de Milplast en Ambato. Foto: Foto: Glenda Giacometti / LÍDERES.

    Todos los años vamos innovando con nuevos modelos y diseños que están en boga a escala nacional e internacional. A esto se suma el compromiso y la capacitación permanente de todos los colaboradores; permitiendo que el producto que se fabrica sea de alta calidad y los diseños estén en constante innovación. Esto ha sido el empuje para que Milplast continúe creciendo en el mercado y emplee a 90 personas. La creación de otras empresas similares hizo que la importación de suelas se reduzca en un 30%. Espero aumentar las ventas en este año.

    Víctor Navas, gerente de Milplast en Ambato, controla que la producción sea de alta calidad; con ella abastece a las fábricas de calzado del país. Foto: Foto: Glenda Giacometti / LÍDERES.
    Víctor Navas, gerente de Milplast en Ambato, controla que la producción sea de alta calidad; con ella abastece a las fábricas de calzado del país. Foto: Foto: Glenda Giacometti / LÍDERES.
  • Esta iniciativa calza con la responsabilidad social

    Cristina Márquez (I)
    redacción@revistalideres.ec

    Todo comenzó cuando Jonathan, Diego y Jimena Haro, tres hermanos oriundos de Guaranda, en Bolívar, visitaron una de las comunidades más pobres de su provincia. Esa ocasión, ellos decidieron aplicar sus conocimientos en marketing y comercio para convertir la fábrica de calzado de su padre en un proyecto de ayuda social y en una empresa rentable al mismo tiempo.

    Hoy, se dedican a fabricar zapatos de estilo ‘teen fashion’ (moda juvenil). Por cada par que venden a través de las redes sociales, obsequian otro par de la misma calidad a niños de escasos recursos.

    Luego, envían por la Web la foto del pequeño con sus zapatos sujetando un cartel con el nombre del comprador que contiene la leyenda: “Gracias”, y el código de los zapatos que compró. Así, el cliente comprueba que la entrega se hizo.

    El emprendimiento nació hace seis meses con el eslogan “Un par por una sonrisa”. Los jóvenes, que se profesionalizaron en marketing, negocios internacionales y comercio, respectivamente, invirtieron cerca de USD 10 000 en la adecuación de la fábrica.

    Su padre, Bernardo Haro, les cedió lo que antes se denominaba Calzado Pionero. Esa era una fábrica de zapatos clásicos manufacturados por manos guarandeñas. Pero ellos compraron nuevas máquinas, estudiaron el mercado y diseñaron cinco colecciones de zapatos para mujer.

    Con el dinero de la inversión inicial también adecuaron el espacio físico y compraron nuevas materias primas, como lonas jean exclusivas de la marca, también moldes para las suelas inyectadas, entre otros materiales que en un 90% son ecuatorianos.

    El concepto publicitario de la marca está relacionado con la importancia de ayudar a los demás y con el amor verdadero. De hecho, esa idea inspiró el nombre de la empresa. “Buscábamos la mejor definición de amor y la encontramos en la Biblia, en Juan 3:16. El versículo habla sobre el amor de Dios al mundo”, cuenta Jonathan Haro, de 31 años.

    Él es el mayor de los hermanos y se dedica al área comercial, mientras que su hermano Diego, de 27 años, es el responsable de controlar el proceso de producción. Al mes, la firma produce 2 200 pares, entre los que serán donados y los que van a ser comercializados.

    Para optimizar el proceso implementaron la tecnología estrobel , un tipo de costura que garantiza más durabilidad del zapato y máximo rendimiento de la mano de obra. En la fábrica laboran 20 obreros y cada uno puede fabricar hasta 60 pares de zapatos al día.

    Entre tanto, Jimena Haro, de 22 años, dirige el marketing en los perfiles de Facebook, Instagram y Twitter, allí se les puede ubicar como z3:16, @un_par_por_una_sonrisa y @yo_soy316.

    Jimena promociona los zapatos y la labor social con el hashtag #YoSoy3:16, en esa tarea le apoyan otros cinco jóvenes que integran el equipo de marketing y ventas. Ellos permanecen conectados a las redes las 24 horas.

    Su función es difundir el catálogo virtual disponible en la página web, atender los pedidos y responder las inquietudes de los cosmonautas. Los pedidos se envían a través de courier y llegan directamente al domicilio de los compradores.

    Al momento, la empresa recibe pedidos de Quito, Cuenca, Puyo, Riobamba, Ambato, pero su meta del 2015 es incrementar la producción a 10 000 y difundir sus productos en todo el país. Además, este mes presentarán la primera colección masculina.

    Geovanna Peñafiel es una de las clientas asiduas. “Me gustan los zapatos no solo porque son hermosos y combinan a la perfección con mi forma de vestir, sino porque sé que cada vez que adquiero un par estoy regalándole otro a un niño que lo necesita de verdad”.

    Los emprendedores Jonathan Haro, Jimena Haro y Diego Haro muestran la producción de esta iniciativa. Foto: Foto: Glenda Giacometti / LÍDERES.
    Los emprendedores Jonathan Haro, Jimena Haro y Diego Haro muestran la producción de esta iniciativa. Foto: Foto: Glenda Giacometti / LÍDERES.
  • El negocio de los zapatos de taco para hombres gana espacio en el mercado

    Desirée Yépez
    Redacción Revistalideres.ec

    Existen zapatos que hacen ver más altos a los hombres sin necesidad de llevar, precisamente, tacones. Masaltos es un emprendimiento que nació en Sevilla, España, en 1993. Destaca en el mercado de la moda masculina por el diseño de calzado aparentemente convencional, pero con un secreto. El zapato está pensado para incrementar la altura.

    Según la información disponible en el portal Masaltos.com, el calzado integra un taco ultraligero de 3cm en el interior. El tacón interno combinado con el externo, que puede variar de 3 a 4cm de altura según el modelo, permite a los hombres incrementar hasta 7cm más su estatura.

    El mercado internacional ha posicionado a la marca como líder en cuanto a innovación se refiere. Desde su creación, hace más de 20 años, ha recibido pedidos desde más de 88 países. Y la novedad radica en que acaba de firmar un acuerdo con la empresa ATPC Japan. La entrada en Asia representa competir en el mayor mercado del mundo, integrado por 4 500 millones de personas.

    El dato se desprende del artículo ‘La empresa española que triunfa ayudando a los hombres bajitos’, publicado en Elpaís.com. En el texto también se menciona que los japoneses tienen una talla promedio de 1,68 m. Dicha característica los perfila como clientes potenciales.

    El éxito de Masaltos es producto de la visión de Andrés Ferreras, quien apostó por una empresa familiar. Inicialmente vendía por catálogo. Pero en 1994, Andrés, su hijo, se atrevió a desarrollar una página web, aprovechando el surgimiento de Internet.

    De hecho, la discreción que se esconde través de la Red es una de sus herramientas para escalar posiciones en el mercado. La marca española realiza los envíos a casa de sus clientes en paquetes donde no está impreso ni el logo ni otros indicativos de la empresa.

    Si bien los Ferreras cuentan con un local físico en Sevilla, la gente no va. “Pusimos unos vinilos traslúcidos para que no se viera nada porque cuando entraba un cliente, los vecinos se ponían a mirar quién era para chismear”, comenta Andrés. El actual administrador de la marca también confiesa que entre sus clientes se encuentran personajes público, pero prefiere guardar en secreto sus nombres.

    Los precios del calzado Masaltos oscilan entre USD 97 y USD 260. Es posible acceder a su catálogo y realizar pedidos en su página web.

    El tacón interno combinado con el externo, que puede variar de 3 a 4cm de altura según el modelo, permite a los hombres incrementar hasta 7cm más su estatura.
    El tacón interno combinado con el externo, que puede variar de 3 a 4cm de altura según el modelo, permite a los hombres incrementar hasta 7cm más su estatura.
  • Calzado Anndy: Padre e hijo, con las botas puestas

    Alberto Araujo

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    Un crédito de 19 millones de sucres, otorgado por la Corporación Financiera Nacional (CFN), en junio de 1990, hizo realidad el sueño de Diego Reyes Vega: tener su propio negocio y pasar más tiempo de calidad junto a su familia.

    Ingeniero civil de carrera, Reyes trabajaba a tiempo completo en aquella época en el Ministerio de Obras Públicas y tenía que viajar mucho al suroriente del país, para la construcción de carreteras.

    Esta situación le mantenía separado de su familia, especialmente de su esposa Elsa Luzuriaga, quien además trabajaba en Petroecuador y también tenía que lidiar con horarios complicados y labores fuera de Quito. Por ello, la pareja decidió incursionar en la actividad empresarial y pidió el crédito (USD 23 000, al cambio de la época), para comprar maquinaria y contratar personal.

    Aunque no tenían experiencia directa con la elaboración de calzado, Diego Reyes Vega cuenta que identificó la oportunidad de suplir la demanda de zapatos de calidad y buenos acabados.

    Comenzaron con la elaboración de zapatos escolares ‘en un par de cuartos de su hogar’, en la ciudadela Atahualpa (sur de Quito) y la colaboración de seis personas.

    El cuero, materia prima del calzado, debían traerlo en bus o en camioneta desde Ambato, porque no tenían un vehículo propio, recuerda Reyes Vega. Sus modelos se vendían en diferentes tiendas multimarca de la capital.

    Con el pasar de los años fueron extendiendo su mercado hacia el segmento juvenil y de adultos. En 1999, meses antes de la dolarización y en medio de la crisis bancaria, tomaron el riesgo de hacer un nuevo préstamo y ampliar la fábrica y su producción.

    El crédito les sirvió para comprar un galpón en el sur de Quito, adquirir más maquinaria y pagar al personal para fabricar zapatos.

    Con la nueva infraestructura, decidieron extender sus modelos hacia las botas de trabajo, principalmente para guardias, paramédicos y cocineros.

    “Buscamos tener un producto no solo que esté bien terminado, sino que se vea bien y sea atractivo”, explica Diego Reyes Luzuriaga, el hijo de los esposos Reyes Luzuriaga, quien tomó la posta en la gerencia de la empresa.

    La marca Anndy no se relaciona con algún miembro de la familia, es una abreviatura de Andino Industria del Calzado, el nombre inicial de la empresa.

    Bajo una mirada más dinámica de mercado, Anndy cambió de logo y puso énfasis en el diseño, para posicionarse como una marca propia, cuenta Reyes Luzuriaga.

    Esta gestión fue acompañada por la apertura, en el 2010, de dos tiendas propias en el Quicentro Sur y El Recreo, de venta exclusiva de la marca, además de un outlet.

    El Gerente añade que el reforzamiento de la marca vino de la mano de la contratación de un publicista que realizó una sesión fotográfica con los modelos de zapatos y rediseñó la página web.

    La presentación de cada modelo de bota casual o zapato de vestir es el resultado de un diseño exhaustivo, que toma algunas semanas, cuenta Reyes Luzuriaga.

    Destaca que actualmente están negociando la apertura de una franquicia en Nueva York y la posibilidad de hacer contactos en una feria de exportadores en junio próximo, en Guayaquil, para vender sus productos en el exterior.

    Bladimir Parra junto con su familia son clientes de la marca desde hace tres años, por la calidad de los productos. Indica además que existe un contacto directo y personal con el fabricante, lo que le da seguridad como cliente.

    Juan Carlos González, de la empresa de Seguridad Securitas, también destaca la alta calidad del producto. “Pedimos que las botas tengan mínimo un año de garantía y eso se ha cumplido”, dice.

    Diego Reyes Luzuriaga (hijo) y Diego Reyes Vega (padre), están al frente de la empresas de calzado Anndy. Foto: Paúl Rivas / LÍDERES.
    Diego Reyes Luzuriaga (hijo) y Diego Reyes Vega (padre), están al frente de la empresas de calzado Anndy. Foto: Paúl Rivas / LÍDERES.
  • En zapatos y patinetas se mueve su emprendimiento

    Redacción Guayaquil

    Varios cuadros y algunas pequeñas esculturas se exhiben en el domicilio del guayaquileño David Solís. Todas han sido elaboradas por este joven de 21 años, estudiante de Diseño Gráfico y Producción Audiovisual de la Escuela Politécnica del Litoral (Espol).

    En la sala, además de adornos, hay pinturas y pinceles. Los usa para pintar calzado y patinetas que luego comercializa. Vende en promedio USD 150 al mes.

    La actividad de pintar fuera de los cuadros surgió en el 2010, luego de que unas amigas le encargaron que pinte tres pares de zapatos, para una campaña estudiantil. “Lo hice y cobré por ello, pero en ese momento no pensé hacerlo como negocio”, recuerda Solís.

    Fue en el 2011, que su amiga Nathaly Lopatinsky vio su trabajo y le sugirió emprender un negocio. Ella señala que Solís siempre le ha parecido “una persona muy talentosa”. Por eso, le comentó que debía aprovechar su arte y plasmar su estilo en productos que pueda comercializar.

    Así, en septiembre del año pasado, invirtió USD 50 en la compra de pinturas para arrancar con el emprendimiento. “Una ventaja fue que ya tenía muchos de los materiales, debido a que los utilizaba para trabajos estudiantiles”, indica.

    La oferta de los zapatos consiste en los productos ya terminados y el servicio de pintura. El primero tiene un valor de USD 26, mientras que si el cliente le proporciona el calzado, el valor es USD 20.

    En el caso de las patinetas, ofrece únicamente el servicio de diseño y pintura. Tiene un precio de USD 30 a 45, dependiendo de la complejidad del dibujo.

    Lisa Gallegos es una clienta de Solís. Ella adquirió un par de zapatos y afirma que los diseños son originales y creativos.

    Agrega que un detalle importante fue que Solís incluyó en el diseño el nombre de Gallegos. “Son productos completamente personalizados y sé que no encontraré nada parecido”.Además, destaca la calidad de los materiales. “No se sale la pintura a pesar del uso que se les dé”.

    El emprendedor afirma que una de las materias universitarias que más influyó en sus diseños fue Técnicas pictóricas. Indica que actualmente practica lo aprendido.

    Saidel Brito fue quien impartió esta materia a Solís en la universidad. Él lo describe como un joven creativo y trabajador. Dice que “tiene muchísimo talento y se muestra interesado por las artes”.

    Afirma que también le dictó clases de Historia del arte. “Es un excelente alumno que posee capacidades expresivas”.

  • Con sus ‘medias zapatos’ los infantes logran estabilidad

    Redacción Guayaquil

    En el 2009, los esposos Fabián Razuri y Martha Yong recibieron un regalo para su hija de un año que los motivó a emprender un negocio. Se trataba de una ‘media zapato’, un calcetín con suela de PVC, procedente de Estados Unidos.

    Yong recuerda que el obsequio le pareció idóneo para su hija, ya que anteriormente había tenido accidentes tras resbalarse usando medias. “Pero el diseño era muy sencillo”, comenta.

    El obsequio les motivó a crear un artículo para el mercado. Así, en el 2010, la pareja decidió crear su propia versión. Una ventaja fue la experiencia de ambos, con siete años en el sector del calzado.

    A pesar de conocer el segmento, la investigación y el proceso hasta poner a funcionar el negocio, tomó casi un año. Invirtieron unos USD 3 000 de ahorros personales, que destinaron a la elaboración de hormas y moldes. Estos se hicieron en Colombia y buscaron proveedores locales para el componente textil.

    Finalmente, en agosto del 2011, nació Play Kids en Guayaquil. El taller de producción, que mide unos 36 m², está ubicada en Vista Alegre, en el norte de la ciudad.

    Allí elaboran unos 1 000 pares de medias zapatos al mes. Por esto, facturan alrededor de USD 6 000 mensuales.

    Esta pareja hace las tareas de administración, ventas y producción. En este último aspecto colabora una persona. Sin embargo, en las épocas de mayor demanda, como en diciembre, contratan temporalmente más personal.

    Los principales clientes de Play Kids son las cadenas Rio Store, Megamaxi y Bebé Mundo. También los adquieren clientes particulares y otros microempresarios.

    Tal es el caso de Fernando Vasco, propietario de Boutique Cacuri, que comercializa ropa de niños y mujeres, en el centro de la urbe. Él menciona que se proveen de unos 200 pares al mes de medias zapatos de Play Kids, desde hace cerca de un año. “Los clientes comentan sobre la buena calidad y el agradable diseño”.

    La empresa Vive a Plenitud, de Ibarra, es otro cliente. Armando Puga, gerente de Ventas, afirma que realizan ventas de calzado por catálogo. Comenta que conocieron sobre Play Kids hace dos meses a través de su página de Facebook y que desde entonces compran los productos.

    Al igual que las redes sociales, la participación en ferias ha sido clave para darse a conocer. Por ejemplo, Play Kids participó en la última feria Expo Mamá 2012, realizada en agosto en el centro de Convenciones de Guayaquil Simón Bolívar.

    La marca

    Promoción. Se difunde en redes sociales, especialmente en Facebook. También participan en ferias y eventos.
    La oferta. Las ‘medias zapatos’ vienen en más de 20 modelos distintos. Son para niños y niñas de hasta dos años de edad.

  • La imagen de Marilyn en lencería, zapatos, un spa, ropa…

    DPA / Los Ángeles

    Este mes se cumplen 50 años de su fallecimiento y la estrella del cine Marilyn Monroe, sigue como una figura vigente para las audiencias.

    “La gente ve su imagen y queda embaucada”, según Louis Banner, catedrático de la Universidad del Sur de California y quien además es autor de dos libros centrados en esta leyenda del cine.

    El poder de la imagen de Monroe es tan fuerte que tan solo Michael Jackson y Elvis Presley han ganado más dinero que ella después de muertos. Ahora las cosas tal vez cambien pronto debido al nuevo marketing que emprenda Authentic Brands Group, la compañía que actualmente tiene los derechos de Monroe.

    A final de año las mujeres podrán hacerse la manicura en una cadena de spa que llevará el nombre de la artista, además de poder lucir su maquillaje, lencería, zapatos y ropa. No hace falta decir que también podrán beber el ‘café con leche’ que le gustaba tomar a la artista. Aunque las cifras de la inversión no han sido publicadas hasta el momento.

    Pero aun cuando se lance una estrategia de mercadotecnia con nuevos productos, durante todo este tiempo se ha escuchado mucho sobre Marilyn, desde la oda compuesta por Elton John en 1973, Like a Candle In the Wind, hasta la película que llegó el año pasado a los Oscar, ‘My Week With Marilyn’. Además, hay una larga lista de actrices y cantantes que han imitado a Monroe: desde Madonna a Lady Gaga pasando por Lindsay Lohan, Charlize Theron, Pink, Gwen Stefani y Christina Aguilera, por solo nombrar unas pocas.

    En las redes sociales y en páginas web temáticas especiales sus fans se cuentan por miles. Algunas como immortalmarilyn.com incluso están organizando un tour por lugares relacionados con su vida como el orfanato en el que Monroe pasó dos años y la peluquería donde por primera vez se tiñó de rubia.

    Lo que más ha contribuido a su estatus de ícono han sido sobre todo las circunstancias de su vida. Hija de madre soltera y psicológicamente inestable, Marilyn nació en Los Ángeles (EE.UU.), en 1926. Se casó a los 16 años. No fue hasta 1952 que imprimió su huella y su carácter en el film ‘Gentlemen Prefer Blondes’.

    De la noche a la mañana se convirtió en una de las mayores estrellas cuando participó en ‘The Seven Year Itch’, donde protagonizó una de las imágenes más emblemáticas del cine, cuando ella aparece con un vestido blanco y su falda se levanta al pasar por un respiradero del metro.

    Adicta a los barbitúricos y al alcohol, Monroe era “completamente impredecible”, según el cineasta Billy Wilder en su obra ‘Goddess, The Secret Lives of Marilyn Monroe’. Con todo, ella sigue siendo un “genio absoluto como actriz cómica”, agregó Wilder, tras destacar que poseía una “magia” indescriptible.

    Esta última observación tal vez sea la explicación de por qué se convirtió en el último gran ícono de Hollywood, señala Bob Thompson, profesor de Cultura Popular en el Universidad de Syracuse.

    Artistas anglosajones como Elton John, Andy Warhol y Madonna han ido preservando su imagen durante generaciones, pero la mayoría de personas de menos de 40 años tal vez nunca han visto sus películas, comentó el profesor. “Resulta difícil comprenderlo de forma lógica”, dijo. “Pero tal vez ella era irresistible de una forma única que fue y sigue siendo inexplicable”, añadió Thompson.

    La diva del cine

    Sus romances.Su primer matrimonio fue a los 16 años. Su segundo y tercer esposos fueron Joe DiMaggio y el escritor Arthur Miller.
    El ocaso. El último filme en que participó como protagonista fue en la comedia ‘Some Like it Hot’, de 1959 y es considerada un clásico.