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  • Programa de incentivos para acceder a formación en línea

    Redacción Quito  (I)

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    La Universidad Internacional de La Rioja (UNIR), la organización Girls in Tech Ecuador y la Fundación Cofuturo impulsan el programa de becas de posgrado ‘+Mujeres por la Tecnología’, que busca promover la formación superior de las mujeres ecuatorianas.

    El programa está dirigido a voluntarias de Girls in Tech Ecuador que presenten un perfil profesional en ascenso en el ámbito de la tecnología. El propósito es contribuir a la reducción de la brecha de género en la tecnología y desarrollar una fuerza laboral diversa e inclusiva.

    Girls in Tech nació hace más de una década en Silicon Valley, EE.UU., con el objetivo de contribuir en el cierre de la brecha digital de género. Hoy cuenta con más de 180 000 miembros activos a escala global. El capítulo Ecuador, creado en el 2015, trabaja educando a niñas y mujeres en tecnología.

    El convenio entre las tres instituciones contempla la entrega de 24 becas con descuentos que oscilan entre el 50 y el 100% en maestrías universitarias. Los estudios tienen un año de duración y se imparten en modalidad en línea.

    El pasado 9 de noviembre se otorgaron las tres primeras becas, una del 100% para el máster universitario en Diseño y Gestión de Proyectos Tecnológicos y dos del 80% de financiamiento para el máster en Diseño y Gestión de Proyectos Tecnológicos y Negocios Digitales.

    Las beneficiarias son Gabriela Ballesteros, programadora web de una empresa que ofrece dispositivos electrónicos; Gina Manzur, category manager en la industria de la construcción; y Cristina Ramírez, diseñadora de interfaz web en un Estudio Jurídico. Las 21 becas restantes serán entregadas el próximo año.

    En el concurso de adjudicación de las tres primeras becas, que inició a principios de octubre, intervinieron más de 200 mujeres. Las participantes debían presentar una carta de motivación con su interés en el programa y un modelo de proyecto relacionado con el área de ingeniería o desarrollo de nuevas tecnologías.

    “Esta iniciativa es una clara apuesta de esta universidad por seguir rompiendo las barreras sociales. Nuestro objetivo es que esto ayude a la generación de empleo en un momento tan difícil como el que estamos viviendo”, destaca Ana Frontela, country manager de UNIR en Ecuador.

    Gina Manzur, profesional del área de la construcción, es una de las beneficiarias del programa ‘+ Mujeres por la tecnología’. Foto: Cortesía UNIR
    Gina Manzur, profesional del área de la construcción, es una de las beneficiarias del programa ‘+ Mujeres por la tecnología’. Foto: Cortesía UNIR
  • La tradición y la innovación se fusionan

    Redacción Quito  (I)

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    Espumilla Bate que Bate fue creada por Cecy Tapia, quien solía preparar el tradicional postre a sus hijos cuando eran pequeños y durante las fiestas familiares.

    Tapia se inspiró en esa tradición para dar inicio a un emprendimiento familiar, del que ahora están a cargo sus hijos Marco y Paulina Tapia, con apoyo de otros miembros del hogar. Su fundadora supervisa el negocio.

    El primer local lo instalaron en octubre del 2015, en la avenida Real Audiencia, en el norte de Quito, con una inversión cercana a USD 10 000. Hace año y medio abrieron una segunda sucursal en el valle de Cumbayá.

    “El éxito del negocio está en que el producto es 100% natural y mi mamá sabe muy bien el punto en que debe estar la fruta para que salga bien”, comenta Paulina.

    El emprendimiento no solo ofrece la tradicional espumilla de guayaba, también tiene de maracuyá y de mora, este último solo los viernes. El producto se puede servir acompañado con gelatina, frutas y flan; en vaso o tulipán.

    También vende granizados, en tres presentaciones: candy (sabor a algodón de azúcar, chicle y tutifruti, acompañado de chicles, gomitas y masmelos), ácido (sabor a limón, maracuyá y mango verde, con maracuyá en fruta) y tropical (combinación de dos sabores de frutas). Otra bebida es la limonada de hierbabuena .

    En Cumbayá, ofrecen, además, nachos con queso, y en la Real Audiencia, helados de frutas y brownie con espumilla.

    Pamela Cevallos, cliente de Bate que Bate, consumía espumillas de pequeña, en casa de su abuela. Ahora lleva a sus tres hijas de 15, 11 y 7 años, a los locales de la familia Tapia. “Muchas tradiciones se van perdiendo. Me parece importante que ahora existan negocios como este en zonas distintas al centro, adonde solía ir a comprarla”.

    A Cevallos le gusta la espumilla de guayaba y la de maracuyá, que le parece una innovación. Otro de los productos que disfruta con sus hijas es el granizado ácido.

    Francisco Salazar suele visitar los fines de semana el local de Cumbayá, junto a su novia. “La espumilla es de calidad, el sabor es muy rico. También me gustan los granizados y los nachos”, comenta este cliente, quien destaca la excelente atención.

    En el 2019, Espumilla Bate que Bate facturaba un promedio de USD 2 500 al mes; la pandemia ha afectado fuertemente al negocio, que se mantuvo cerrado por seis meses, explica Tapia. En septiembre, con inyección de capital, reabrió en la Real Audiencia y a finales de octubre, en Cumbayá.

    Luego de hacer pruebas para preservar la calidad del producto, decidieron hacer entregas a domicilio, por medio de conocidas aplicaciones de ‘delivery’ y a través de una empresa independiente.

    Los locales
    Horarios. Los establecimientos de Espumilla Bate que Bate abren de miércoles a domingo. En la Real Audiencia, desde las 12:00 hasta las 18:00. En Cumbayá, de 12:00 a 18:30.

    Servicio. El negocio atiende en sus locales con las medidas de bioseguridad exigidas.

    La visió
    n. Bate que Bate busca expandirse a otras ciudades del país o incrementar los puntos de Quito, bajo la aplicación del modelo de franquicia.

    10 000 dólares fue el capital inicial para arrancar el emprendimiento postres tradicionales.

    Paulina Tapia atiende a visitantes del local de Espumilla Bate que Bate, ubicado en el Valle de Cumbayá. Foto: cortesía Espumilla Bate que Bate
    Paulina Tapia atiende a visitantes del local de Espumilla Bate que Bate, ubicado en el Valle de Cumbayá. Foto: cortesía Espumilla Bate que Bate
  • La seguridad sicológica en el trabajo es clave tras la pandemia

    Carolina Enríquez, (I)

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    El ambiente de trabajo deber ser lo suficientemente seguro para tomar riesgos o comentar ideas sin temor a represalias.

    Ese es el concepto de la seguridad sicológica laboral. La información la dio a conocer el portal LinkedIn en su segmento informativo.

    Para el consultor en recursos humanos Alejandro Melamed es fundamental aplicar esta metodología, más aún tras la pandemia. Esto último debido al impacto sicológico y emocional que ha generado la coyuntura en los trabajadores.

    Para él, cuando las personas trabajan con miedo solo dicen aquello que complacerá a los demás, así la calidad de las ideas baja y los empleados se encuentran siempre a la defensiva.

    “Fomentar la seguridad psicológica en una empresa implica crear una cultura inclusiva, a partir del reconocimiento y la aceptación de las diferencias, considerando que todos tienen para contribuir y escuchando activa y respetuosamente”, se indica en la red social profesional.

    Cuando no hay seguridad sicológica laboral la gente siente que no puede expresar sus ideas; prefiere no tomar riesgos y no quiere cometer errores para evitar ser regañado, dejado de lado o quedarse sin trabajo.

    Hay una especie de pánico a las consecuencias negativas y eso, tras la pandemia, es contraproducente para cualquier organización.

    En estos momentos se necesita que los colaboradores hablen, tomen riesgos y se decidan a presentar ideas. El silencio, la parálisis de acción y la aversión al riesgo no son positivos hoy.

    Los especialistas aseguran que sin seguridad sicológica laboral la gente siente que no puede expresar sus ideas. Foto: www.freepik.es
    Los especialistas aseguran que sin seguridad sicológica laboral la gente siente que no puede expresar sus ideas. Foto: www.freepik.es
  • La cooperación coreana impulsa a la creación de un centro de desarrollo de alimentos en Ecuador

    Carolina Enríquez, (I)

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    La Cooperación Corea-Ecuador 2019-2021 permitirá que el país cuente, en su momento, con un Centro de Desarrollo Tecnológico para alimentos y bebidas denominado Food Task Center (FTC). Así lo dio a conocer el Ministerio de la Producción.

    El costo de este Centro es de USD 9,2 millones, con financiamiento del Instituto Coreano para el Avance Tecnológico de la República de Corea (KIAT) y apoyo técnico del Instituto de Desarrollo Agroindustrial Internacional de Corea (KADI), y otras instituciones de investigación, desarrollo e innovación (I+D+I) de la nación asiática.

    El viceministro de Producción, Jackson Torres, mantuvo reuniones con el presidente del KADI, Yoon Lee y el presidente de KIAT, Yeong Cheol Seok, con sus respectivos equipos de trabajo.

    Para la construcción e implementación del Centro, que arrancaría en el año 2022 y culminaría el 2026, Corea ha solicitado un estudio de prefactibilidad que Ecuador está elaborando y espera entregarla hasta el 31 de enero del 2021.

    El Centro tiene por objetivo incrementar la competitividad del sector de alimentos y bebidas mediante la innovación tecnológica y productiva, desarrollo de productos e impulso de nuevos productos y modelos de negocio que fomenten la diversificación productiva para consumo local y exportaciones.

    Con esta intervención se espera beneficiar a más de 1 500 empresas procesadoras de alimentos y bebidas del país.

    En la Procesadora de Alimentos Gramolino, ubicada en Tumbaco, se selecciona los granos y luego se los empaca para distribuirlos a tiendas y supermercados del país. Foto: Galo Paguay / LÍDERES
    En la Procesadora de Alimentos Gramolino, ubicada en Tumbaco, se selecciona los granos y luego se los empaca para distribuirlos a tiendas y supermercados del país. Foto: Galo Paguay / LÍDERES
  • Bianca Dáger: ‘Hoy es vital fortalecer el ecosistema’

    Priscilla Alvarado   (I)
    redaccion@revistalideres.ec

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    Bianca Dáger, gerenta de la Empresa Pública Municipal para la Gestión de la Innovación y Competitividad (Épico) hace un diagnóstico de cómo se encuentra el sector emprendedor de Guayaquil. Además, qué impactos arrojó la pandemia y cuáles son los mayores retos.

    ¿Puede definirse a Guayaquil como una ciudad emprendedora?
    Por supuesto. La pandemia fue una muestra de lo que se puede alcanzar como ciudad. Los emprendedores reaccionaron y se insertaron en el sector con propuestas atractivas. Sin embargo, hay que reconocer que los ecosistemas están aún incipientes y hay falta de coordinación entre autoridades y actores de la sociedad civil.

    ¿Ese es el campo de acción de la Empresa Pública Municipal para la Gestión de la Innovación y Competitividad (Épico)?
    Nos definimos como ‘los conectores’ porque lo que está haciendo Épico es juntar ese sistema de innovación que está disperso entre diversos actores de la sociedad, generando y creando espacios donde la gente se siente a la mesa a pensar en la ciudad, desde diferentes ámbitos. Hay un ecosistema de innovación débil en el que se debe trabajar, desde el Municipio, el sector productivo, la academia y los ciudadanos.

    ¿En qué se está enfocando Épico para fortalecer ese ecosistema?
    En la capacitación, a través del centro de emprendimiento, y lograr conexiones. Sabemos que, por un lado, están los actores de ese ecosistema que son los emprendedores. Primero se debe trabajar en el puente para que organizaciones apoyen a esos nuevos empresarios. Hay que encontrar oportunidades para que lleguen los inversionistas ángeles, se creen fondos de capital de riesgo y se construya un espacio seguro para las nuevas iniciativas.

    ¿Cómo es el trabajo en el Centro de emprendimiento?
    Existen cuatro etapas. En la fase de descubrimiento se identifican las oportunidades, conexiones y soportes para potencializar la idea. Luego, está la etapa ‘re-creando’, que es el punto de partida del negocio. Se analiza la viabilidad y el giro adecuado. En la fase ‘validando’ se dota de herramientas para que el emprendimiento sea innovador y, por último, en ‘despegando’ se acompaña al nuevo empresario, para elaborar una proyección del negocio y potenciar las ventas.

    ¿Aún hace falta trabajar en competitividad?
    Es un factor clave. En Guayaquil, por ejemplo, tenemos una matriz de competitividad muy diversificada, pero con baja generación de conocimiento porque estamos muy enfocados en materias primas. Es allí donde debe crecer la innovación, más ahora en tiempo de pandemia. El incremento de este factor solo se logra con el trabajo conjunto y políticas claras del sector privado, la academia, los emprendedores y el gobierno local.

    La palabra emprendimiento está de moda en el panorama actual. Muchos actores de la sociedad se motivan con esa palabra, sin saber los retos a los que se enfrentan. ¿Se ha malentendido ese concepto?
    La palabra atrae, pero no se le da la profundidad requerida. Es importante saber que no se puede hacer las cosas igual que el resto y esperar resultados distintos. Si se quiere emprender, en estos tiempos, se debe tener un modelo de negocio con un propósito claro y propuesta de valor nueva. Allí entran dos elementos, definir la necesidad que voy a cubrir y cómo voy a medir que estoy haciendo las cosas bien.

    ¿Qué riesgos existen?
    De fracasar, por supuesto. Es allí donde la construcción de un ecosistema fuerte garantizará que, si en algún momento un negocio fracasa, no haya obstáculos para que el emprendedor vuelva a levantarse o reconfigurarse.

    Usted dice que el ecosistema puede evolucionar con políticas claras. ¿Pero qué pasa cuando se cambian las autoridades y entran en juego otros intereses?
    Si se tiene una agenda clara a mediano y largo plazo, las autoridades de turno valorarán esa organización y continuarán con el trabajo. Eso es lo que se trata de impulsar desde Épico, un horizonte que transcienda a pesar del cambio de autoridades. Hay que respetar las visiones de los líderes que toman la posta de los cabildos, pero se debe siempre evaluar que si en una materia se ha avanzado o se ha construido algo se lo debe mantener.

    ¿Qué nuevas características deben tener los emprendimientos, dado el contexto actual?
    Debe ser algo novedoso, pero que pueda tener capacidad de adaptación, en el caso de que cambien las reglas de juego. Hay emprendimientos que no sobrevivieron el confinamiento y eso dejó una lección de siempre abrir el abanico.

    ¿Qué perfiles de emprendedores se han identificado en Guayaquil?
    De acuerdo con el nivel de escolaridad, los universitarios son los que más se arriesgan a crear nuevos negocios. Luego le siguen los bachilleres y técnicos.

    ¿El emprendimiento por necesidad es la principal característica de los nuevos negocios en la ciudad?
    Sí. Sin embargo, eso no es malo. Hay quienes se arriesgan a emprender, se quedan de ese lado y despuntan. En Guayaquil, siete de cada 10 personas que han quedado desempleadas quieren emprender. Ven esta posibilidad como su única fuente segura de ingresos, al menos, por ahora, hasta que la situación mejore.

    Guayaquil tiene un ADN empresarial muy marcado por ser una ciudad portuaria y comercial, ¿los emprendimientos se enfocan en esas áreas?
    Según lo que hemos detectado desde Épico, si bien los nuevos empresarios crean negocios para atender esas dos grandes corrientes, hay un abanico más amplio. Por ejemplo, hay iniciativas creadas para la fabricación de alimentos procesados, servicios técnicos, producción básica de agricultura, desarrollo de tecnología e incluso para la creación de servicios culturales.

    ¿Qué se está impulsando desde Épico para la reactivación económica?
    El Municipio de Guayaquil, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en Ecuador y Épico, impulsan el plan Guayaquil en marcha, que busca capacitar gratuitamente y fortalecer al sector comercial minorista, con especial atención en tiendas, locales de comida, almacenes de venta de ropa y accesorios. Esto con la finalidad de reactivar sus iniciativas económicas y adaptarse a las condiciones pospandemia. Ya se ha escogido a 80 negocios de la zona céntrica de la ciudad.

    ¿Hay una nueva mentalidad en los emprendedores posterior a la pandemia?
    Totalmente. Algo que nos deja el contexto actual es que se debe ser resiliente y abierto a cambios. Hay dos grandes desafíos. Por un lado, es la transformación digital y por otro lado es lograr ser sostenibles. Pensar en sostenibilidad

    Hoja de vida
    Su formación. Ingeniera agrónoma por la Universidad Earth (Escuela de Agricultura de la Región Tropical Húmeda) de Costa Rica; maestría en Administración de Empresas de la Universidad de Especialidades Espíritu Santo y un diplomado en el IDE de Responsabilidad Social.

    Su experiencia. Es mentora de Women4Climate y Embajadora de ODS en Ecuador. Obtuvo el primer León de Oro de Cannes para Ecuador en la Cumbre Internacional del Medio Ambiente. Es cofundadora de los Premios Latinoamérica Verde. Promovió la creación de Alma, grupo de mujeres que con campañas de educación ambiental fomenta estilos de vida sustentables.

    Bianca Dáger, gerenta de la Empresa Pública Municipal para la Gestión de la Innovación y Competitividad (Épico) hace un diagnóstico de cómo se encuentra el sector emprendedor de Guayaquil. Fotos: Enrique Pesantes / LÍDERES
    Bianca Dáger, gerenta de la Empresa Pública Municipal para la Gestión de la Innovación y Competitividad (Épico) hace un diagnóstico de cómo se encuentra el sector emprendedor de Guayaquil. Fotos: Enrique Pesantes / LÍDERES
  • 60 empresas participarán en Aqua Expo Guayaquil

    Carolina Enriquez

    Redactora (I)

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    La tecnología en la industria camaronera será uno de los ejes centrales de Aqua Expo Guayaquil 2020.

    Del 24 al 26 de noviembre del 2020 se realizará el evento técnico comercial camaronero. La modalidad del congreso será virtual y presencial, en el Centro de Convenciones de Guayaquil.

    Participarán más de 30 expertos internacionales y ecuatorianos. Se abordarán temas de interés para el sector acuícola, mediante charlas, paneles y foros de discusión.

    Se presentarán recientes estudios acerca de la prevención y manejo de enfermedades, nutrición y prácticas alimenticias, eficiencia e innovaciones tecnológicas, diversificación de cultivos, biorremediación, mejoramiento genético y tendencias del mercado.

    La exhibición comercial contará con la participación de más de 60 empresas nacionales y extranjeras vinculadas a la industria.

    En Aqua Expo 2020 se adoptarán todas las medidas de bioseguridad y distanciamiento requeridas por el Comité Nacional de Operaciones de Emergencia COE. Habrá túneles de desinfección con ozono en las puertas de ingreso, toma de temperatura, conteo automatizado de visitantes para controlar el aforo máximo permitido y vigilancia permanente del uso de mascarilla. Todas las áreas: salones de conferencias, feria comercial y restaurante estarán adecuados para cumplir con el distanciamiento social.

    El evento sólo permitirá el ingreso de profesionales y estudiantes de la industria. No estará abierto al público en general como en años anteriores.

    El acto inaugural estará a cargo del Ministro de Producción, Iván Ontaneda.

    Imagen de archivo de la edición 2019 de Aqua Expo llevada a cabo en Guayaquil. Foto: Archivo LÍDERES
    Imagen de archivo de la edición 2019 de Aqua Expo llevada a cabo en Guayaquil. Foto: Archivo LÍDERES
  • ¿Vives en un país digitalizado?

    Agencia EFE

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    Es probable que la respuesta a la pregunta del titular sea “no”, especialmente si estás leyendo este artículo desde algún país latinoamericano.

    Trámites aparentemente tan sencillos como obtener tu partida de nacimiento o radicar una actualización empresarial pueden convertirse en una odisea en muchos países de la región, mientras que en Estonia, Israel, Corea del Sur, Nueva Zelanda o Reino Unido (los más avanzados en gobierno digital, lista en la que también están Uruguay y México), se trata de algo trivial y generalmente poco traumático.

    Completar un trámite en América Latina demora más de cinco horas en promedio (en algunos países más de 11), y solo el 7% de los ciudadanos reporta haber hecho su última diligencia en línea. Actualmente, solo tres países de la región -Brasil, México y Uruguay- tienen más de la mitad de sus trámites disponibles ‘online’, en contraste con la Unión Europea (UE), donde el 81% de los trámites se puede iniciar virtualmente.

    Pero vivir en un país digitalizado no es responsabilidad exclusiva de tu gobierno ni tiene que ver solo con su capacidad de proveer servicios públicos digitales. De hecho, existen una serie de barreras de entrada que dificultan la adopción masiva de tecnologías digitales en todos los sectores económicos, poblacionales y gubernamentales.

    Por ejemplo, el precio de la suscripción a banda ancha en América Latina representa alrededor del 10% del salario del 40% más vulnerable (en los países de la OCDE menos del 3%), y solo el 68% de la población tiene suscripción a banda ancha móvil. A estas variables se suma la informalidad laboral, que dificulta la bancarización y pagos en línea, de cerca de la mitad de latinoamericanos.

    De todas formas, aunque estos datos puedan dar pie al pesimismo, no todo son malas noticias. En los últimos años, y especialmente en los últimos meses como consecuencia de covid-19, los gobiernos latinoamericanos han arrancado una carrera prometedora para cerrar sus brechas digitales en tres ámbitos claves: digitalización de gobiernos, infraestructuras digitales y participación de ciudadanos y empresas en la economía digital.

    Digitalización de gobiernos
    En el primer ámbito se destaca la tendencia llamada Govtech, que se refiere a los emprendimientos tecnológicos que buscan mejorar la eficiencia en los procesos operativos y administrativos de los Estados. Estas ‘start up’ deberían contribuir a minimizar el papeleo, las trabas burocráticas y la corrupción en la región.

    “Así como la industria financiera ha transformado el sector financiero, las ‘start up’ digitales están transformando a los Estados. Es imprescindible poner nuestras burocracias en modo ‘start-up’, lograr Estados más ágiles para promover la recuperación”, dice Carlos Santiso, director de la Dirección de Innovación Digital del Estado en CAF -banco de desarrollo de América Latina.

    Santiso asegura que la región necesita gobiernos más inteligentes, y que eso solo se logrará desarrollando alianzas público-privadas con nuevas empresas que provean tecnologías digitales y uso de datos que produzcan soluciones relevantes y rentables. “Es la forma más eficiente de eliminar procesos burocrátricos innecesarios y de ofrecer servicios del siglo XXI a ciudadanos del siglo XXI”, asegura.

    La emergencia de las ‘start up’ tecnológicas con vocación pública es, por lo tanto, una de las tendencias globales que los Estados latinoamericanos están implementando para digitalizarse.

    Infraestructuras digitales
    Otro ámbito determinante para saber si vives en un país digitalizado está relacionado con las infraestructuras digitales. Si no se tienen canales digitales funcionales a precios asequibles, será imposible que empresas, ciudadanos y gobiernos se digitalicen. Estamos hablando de redes de telecomunicaciones para resolver temas de teletrabajo, aprovisionamiento de bienes, conectividad social, acceso a información y entretenimiento, entre otros aspectos.

    “Las redes 5G, la Internet de las Cosas y la economía de plataformas ya están aquí y la región necesita subirse a ellas proactivamente, para no quedarse atrás como en previas revoluciones tecnológicas”, dice Ángel Melguizo, vicepresidente de Asuntos Externos y Regulatorios de AT&T para América Latina.

    Para lograrlo, explica Melguizo, el sector público y el privado tendrían que invertir más en la economía digital y avanzar en regulaciones más inteligentes, especialmente en seguridad y privacidad de los datos, y protección de la propiedad intelectual. Y en fomentar la competitividad, ya que es la única manera de aumentar la conectividad, tanto en zonas rurales como urbanas.

    Este ámbito es quizás el más complejo para lograr que la región cierre las brechas con las economías avanzadas, ya que requiere de la coordinación efectiva entre el sector público y privado, y depende de grandes inversiones, que en el contexto actual son difíciles de concretar. El papel de los bancos de desarrollo regionales será esencial, tanto para movilizar los recursos como para asegurar que se emplean de la manera
    más eficiente.

    Digitalización de las pymes
    La última parada de los países digitalizados pasa inevitablemente por las pymes, que en América Latina representan al 90% de las empresas. En este frente, la situación puede resumirse con las siguientes cifras: solo el 40% de las pymes tienen página web; solo el 27% usa el comercio electrónico; y solo el 30% usa medios de pago electrónicos.

    La baja digitalización de las pymes de la región explica parcialmente los bajos niveles de productividad y su poco crecimiento (en comparación con regiones como Asia, por ejemplo). A esto se suma que no suelen tener trabajadores con las habilidades digitales que necesitan para lograr una transformación digital con éxito, y tampoco generan empleo de calidad.

    Como vemos, todavía queda un largo camino por recorrer para que la gran mayoría de latinoamericanos viva en países digitalizados y participen activamente en la economía digital.

    Ese será el primer paso -y una condición necesaria-, para que la región pueda participar con una voz propia en los principales debates globales sobre digitalización, como la propiedad de los datos o la ciberseguridad.

    Robert Valls, ejecutivo principal de comunicación en CAF
    Visiones del Desarrollo es una sección promovida por CAF -Banco de Desarrollo de América Latina-, que analiza los principales temas del desarrollo de la región. Los artículos que contiene se publican simultáneamente en los principales medios de América Latina.

    68% de la población tiene suscripción a banda ancha móvil en América Latina.

    En América Latina completar un trámite demora más de cinco horas promedio, aunque en algunos países son más de 11. Las pymes tienen desafíos. Foto: Freepik.es
    En América Latina completar un trámite demora más de cinco horas promedio, aunque en algunos países son más de 11. Las pymes tienen desafíos. Foto: Freepik.es
  • El virus cambió los perfiles laborales

    Carolina Vasco Yánez (I)

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    Las empresas cambiaron sus parámetros de contratación en este año, tras la pandemia del covid-19. Las normas de distanciamiento físico y confinamiento demandan mayores habilidades tecnológicas de un trabajador, además de una capacidad de adaptación más amplia que en el pasado.

    Guillermo Pillajo, director técnico de Gestión de Talento Humano de la Universidad Politécnica Salesiana (UPS), explica que las compañías incorporarán nuevos parámetros para emplear.

    En las evaluaciones de los candidatos a una plaza de trabajo se dará mayor peso al dominio que tengan en cuanto al uso de tecnologías, al manejo de plataformas para comunicaciones, la transmisión de datos y el uso comercial de redes sociales.

    En los últimos años, los trabajadores en general han tenido conocimientos medios sobre el uso de equipos informáticos, software y aplicaciones para diferentes tareas en el ámbito laboral.

    Sin embargo, hoy con la mayor relevancia de la digitalización “la gestión de datos, los conocimientos sobre inteligencia artificial o la capacidad para trabajar con máquinas son las aptitudes técnicas que se empiezan a demandar en los nuevos perfiles profesionales”, según un artículo de Julia F. Cadenas, en El País de España.

    Así, el hecho de que los profesionales cuenten con conocimientos tecnológicos más especializados se ha vuelto indispensable.

    Cada empresa tiene diferentes giros de negocios, que marcan los requerimientos específicos que los postulantes deben cumplir.

    El conocimiento implica la comprensión teórica o práctica de un campo determinado, mientras que las habilidades son las capacidades para realizar funciones.

    Según Cadenas, la capacidad de adaptación, la formación continua y la flexibilidad cognitiva serán algunas de las aptitudes que demandarán en mayor medida los perfiles que requieran empresas, más aún tras la pandemia.

    Ello porque los confinamientos y el distanciamiento han demandado de los trabajadores un vertiginoso cambio que exige aprendizaje y adaptación inmediata.

    Diversos sectores de la economía se han transformado diametralmente en la última década y con mayor velocidad en este año, tras la nueva normalidad. Entre ellos están el financiero, el marketing digital, la comunicación en línea y, sobre todo, el comercio.

    Ello ha demandado nuevos puestos de trabajo. Pero no solamente en estos sectores sino en los más tradicionales, que se vieron obligados a implementar masivamente procesos tecnológicos que podían ser postergados.

    “Los campos laborales que no estén directamente relacionados con la tecnología deben incorporar en un 33% habilidades digitales y de solución de problemas”, explica Daniel Dávalos, CEO de Selecta Talent Hunters, empresa de selección de personal.

    Valentín Bote, director de Randstad Research, un centro de estudios de mercado laboral en España, señala que si antes la tecnología era un motor muy potente en la transformación de los recursos humanos, ese efecto se ha intensificado aún más en el escenario actual.

    Según el experto, el nuevo contexto laboral requiere, por un lado, que los trabajadores sean capaces de adaptarse de manera radical a los nuevos perfiles que demanda la empresa y, por otro, que las compañías de los sectores más tradicionales impulsen la creación de nuevos puestos de trabajo que antes no tenían.

    Dayana Gómez, especialista en Recursos Humanos, explica que desde el año 2011 comenzó la era de la revolución industrial 4.0, con la cual se estableció la necesidad de contar con perfiles profesionales aptos para el manejo de plataformas tecnológicas, enfocadas además en las telecomunicaciones. Y en el panorama actual, han tomado un impulso importante.

    El objetivo es que mediante la implementación tecnológica, las empresas generen con sus equipos de trabajo procesos que sean más óptimos y eficientes para impulsar una mayor productividad dentro del mercado actual.

    Las empresas han venido aplicando plataformas informáticas e infraestructura tecnológica para sobrevivir y pasar de la realidad física a la virtual. Esto también deben hacer los trabajadores.

    Para Gómez, es indispensable para cualquier puesto de trabajo el dominio informático de software como Excel y Drive, tecnologías de información y comunicación y redes sociales.

    En este momento es fundamental llenar los vacíos que pueden existir en cuanto a la tecnología, sostiene Pillajo. Por esa razón, lo ideal sería que las universidades ofrezcan cursos de capacitación en temas específicos, según el giro de negocio y la tecnología que las empresas estén implementado.

    Dávalos añade que el mercado laboral se proyecta hacia el reemplazo de actividades operativas por robots y la inmersión de la tecnología en todas las actividades humanas.

    52 % de las tareas realizadas por personas ahora serán reemplazadas por robots hasta el 2025.

    El dominio de tecnologías de comunicación, las redes sociales con fines comerciales y la capacidad rápida de adaptación son las nuevas competencias esenciales. Imagen: Freepik.es
    El dominio de tecnologías de comunicación, las redes sociales con fines comerciales y la capacidad rápida de adaptación son las nuevas competencias esenciales. Imagen: Freepik.es
  • Alianzas público-privadas y su rol en la economía circular

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    Ofrecer pautas para una adherencia articulada al concepto de economía circular en el país por parte de la empresa privada, del gobierno y de la ciudadanía fue el objetivo del seminario virtual organizado por la Cámara de Comercio e Industrias Franco-Ecuatoriana (Ccifec), con el respaldo de la Agencia Francesa para el Desarrollo (AFD) y la Embajada de Francia en el Ecuador.

    El evento, denominado ‘Ecuador apuesta a la economía circular’, fue parte de la quinta edición del seminario sobre ciudades inteligentes ‘Smart Cities’, realizado entre el 27 y 29 de octubre.
    900 participantes a través de las plataformas Zoom, Facebook y YouTube, se interesaron en los conceptos presentados por los panelistas. Por el lado del sector público, Jackson Torres, viceministro de Producción e Industrias, abordó el llamado ‘Pacto para la Economía Circular’, puesto en marcha por el Gobierno Nacional en el 2019; este incluye un denominado Libro Blanco, que analiza los roles que debe cumplir cada sector en la estrategia, mediante una alianza público-privada.

    Leonardo Chang, viceministro del Ambiente y Agua, añadió que si bien la producción es importante para la economía del país, requiere de la implementación de políticas que sean ecoamigables.

    En este sentido, Juan Carlos Avilés, secretario del Ambiente del Municipio Metropolitano de Quito (MMQ), señaló que la exigencia poscovid-19 es la recuperación sostenible mediante la generación de empleos verdes, una mayor eficiencia en el uso de recursos naturales y el aprovechamiento de residuos sólidos.

    Para presentar buenas prácticas ya probadas, intervino Hervé Bouisguillaume, director del proyecto ‘Ciudades sostenibles, MTES’, del Ministerio para la transición ecológica en Francia, quien enfatizó en la necesidad de una evolución del marco jurídico sobre los desechos. Así se incentiva a ciudadanos, consumidores y todos los actores hacia un consumo sostenible y el desarrollo de la eco-concepción.

    Virgine L’Haridon, responsable del proyecto G4DEC en la Bretaña francesa, expuso un modelo de reutilización y reducción en el territorio, donde participan 40 empresas y 25 municipios.

    Además de interesantes iniciativas en firmas privadas nacionales, una mesa redonda conformada por representantes de la Agencia Francesa del Desarrollo, del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), del Banco de Desarrollo del Ecuador y de la Cooperación Alemana presentó información acerca de las áreas de inversión y cofinanciamiento de proyectos que cumplen con los requisitos del desarrollo de economía circular. También destacó el anuncio de Jean-Baptiste Chauvin, embajador de Francia, de que su país aprobó un fondo no reembolsable de 700 000 euros para desarrollar una fábrica piloto de balanceado para el camarón, a partir de los desechos de banano.

    Jean Philippe Berthelemy, director adjunto de la Agencia Francesa de Desarrollo, habló de cómo se valora el impacto positivo de los proyectos. Foto: Captura de pantalla
    Jean Philippe Berthelemy, director adjunto de la Agencia Francesa de Desarrollo, habló de cómo se valora el impacto positivo de los proyectos. Foto: Captura de pantalla
  • Una aplicación para incentivar el comercio electrónico

    Giovanni Astudillo (I)

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    DHL Express lanzó la aplicación DHL Latam eShop para acelerar el crecimiento del comercio electrónico en Ecuador, Argentina, Chile, Colombia, Perú, Uruguay y Panamá.

    Mediante esta App, los compradores pueden acceder a más de 100 tiendas en línea de Estados Unidos. En esta misma plataforma se puede pagar por el producto, la transportación hasta el sitio elegido por el comprador y los impuestos.

    Para el caso ecuatoriano, por el momento, solo se pueden traer paquetes, que estén dentro de la categoría de courier B o conocida como 4×4. Es decir, hasta cuatro kilogramos o USD 400.

    Según Joakim Thrane, CEO de DHL Express Centro y Sur América, los usuarios tendrán acceso a las mejores ofertas del año que se generen durante fechas importantes como Black Friday, Cyber Monday y Navidad.

    Son más de 8 500 millones de productos disponibles en categorías como tecnología, moda, artículos para el hogar, cuidado personal, librerías, jugueterías, fitness, videojuegos y muchas más. La aplicación se encuentra disponible para descarga en dispositivos iOS y Android.

    En el ámbito regional, DHL Express proyecta un crecimiento de cerca del 40% en el volumen de envíos durante la temporada alta navideña en comparación con la del 2019. «Este crecimiento está impulsado, principalmente, por el crecimiento del comercio electrónico, el cual se expandió aún más durante la pandemia», aseguró Thrane.

    Él agregó que en el continente americano, el 42% de los envíos en el 2019 fueron a través de comercio electrónico. El 2020, este volumen ya ha sobrepasó el 55%.

    Según Thrane, hay muchos comercios de Estados Unidos que no ofrecen envíos a países de América Latina debido a los desafíos logísticos como los altos costos de entrega en la última milla, preocupación por posibilidades de fraude e, incluso, debido a la limitada capacidad de abastecimiento derivada de la emergencia sanitaria global.

    Por esa razón, aseguró surgió esta aplicación para cerrar esa brecha comercial y desbloquear posibilidades de compra.

    DHL Express cuenta con una nueva aplicación para facilitar el comercio electrónico en Ecuador. Foto: Diego Pallero / LÍDERES
    DHL Express cuenta con una nueva aplicación para facilitar el comercio electrónico en Ecuador. Foto: Diego Pallero / LÍDERES