Etiqueta: aplicaciones

  • Una solución tecnológica para pequeños negocios

    Patricia González

    redaccion@revistalideres.ec (I)

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    Las grandes marcas han desarrollado desde hace varios años aplicaciones móviles propias para mejorar la experiencia del cliente. Para los pequeños negocios no ha sido una alternativa por la inversión que conlleva esta solución tecnológica.

    Una ‘app’ de marca propia que les permita a los comercios posicionarse de manera independiente es uno de los productos que ofrece Wigger, una plataforma tecnológica desarrollada por la empresa ecuatoriana T&T Asociados, cofundada en 2014 por Luis Tituaña, Fernando Tituaña, y Gabriela Ortiz.

    Durante los primeros cinco años, la firma se enfocó en brindar asesoría empresarial en temas financieros, laborales y de tecnología. Luego de evaluar tendencias de mercado, decidió apostar por el desarrollo de una herramienta tecnológica-comercial, que ofreciera distintos beneficios a los negocios, entre ellos una ‘app’ personalizada a un costo asequible. Wigger fue lanzada en octubre del 2019 y al momento suma una inversión de USD 40 000.

    “Nos concentramos en ofrecer una ‘app’ comercial para cada negocio, que les permita generar recordación de marca y posicionamiento”, explica Luis Tituaña, CEO de T&T Asociados. Desde esta aplicación, las marcas pueden operar como tienda virtual, ofreciendo el servicio de ‘delivery’ o la opción de retiro del producto en el local.

    Wigger también cuenta con un portal y una ‘app’ homónimas que funcionan como un ‘marketplace’, en el que distintos comercios ofrecen sus productos y servicios, efectúan sus transacciones comerciales y coordinan las forma de entrega. Los consumidores, por su parte, pueden hacer pedidos por cercanía del local, categoría de productos, ofertas, etc.

    La plataforma ofrece diferentes modalidades de pago a los clientes, incluso en efectivo al momento de la entrega. Un elemento diferenciador es que los negocios tienen la opción ofrecer el servicio a domicilio, desde Wigger, con sus propios repartidores.

    Gracias a que conoció de la herramienta, Carlos Pantoja abrió una tienda virtual que comercializa productos de consumo masivo. Su nombre es Maxhome y salió al mercado hace un mes, con una ‘app’ independiente y a través de la vitrina de Wigger. El área de cobertura para las entregas es la parroquia de Guayllabamba, al norte de Quito. “La acogida ha sido muy buena. Al día tenemos entre cuatro y cinco pedidos”.

    Hueka Fusión, un restaurante especializado en cortes de carne localizado en Machachi (cantón Mejía), se sumó a Wigger en marzo y en abril lanzó su ‘app’.

    “La plataforma es muy completa. Me permite controlar mis ventas y tener contacto directo con los clientes; en caso de que no tenga algún pedido puedo sugerirles otro. Hay la opción de asignarle mesa al cliente, mediante reserva; esto es excelente para controlar el distanciamiento”, comenta Paola Guatumillo, propietaria, quien al día recibe entre 15 y 20 pedidos gracias a la solución tecnológica.

    Daniel Cevallos es habitante de Machachi y ha utilizado el ‘marketplace’ de Wigger como cliente para solicitar comida, con una frecuencia semanal o bimensual. “Me gusta que son puntuales y puedo programar la hora de entrega del pedido”.

    Al momento, Wigger agrupa a 180 negocios en Pichincha, Guayas, Azuay. Próximamente, comenzará a operar en Cotopaxi. Para finales de año espera cerrar con 3 000 comercios a escala nacional, gracias a alianzas comerciales que está concretando con gremios y empresas de diversos sectores. Además, es patrocinador de la Feria Virtual de Emprendedores 2020, organizada por 4 Mundos.

    Para sumarse a la aplicación, los negocios deben hacer un pago inicial que va desde USD 10 hasta 75, dependiendo de los beneficios. Adicionalmente, deben cancelar una membresía mensual, que está entre USD 10 y 30.

    La firma se asoció con dos inversionistas nacionales privados, por lo que espera incrementar su facturación mensual de USD 7 000 a 50 000 para finales de año. “T&T Asociados nació como empresa familiar y ahora está creciendo con inversión privada, pero nunca va a perder su esencia y su compromiso con los clientes”, subraya Luis Tituaña.

    El pasado viernes el negocio Angry Carrot, en Quito, realizó una entrega utilizando la plataforma de Wigger. Es uno de los 180 negocios beneficiados. Fotos: Galo Paguay /  LÍDERES
    El pasado viernes el negocio Angry Carrot, en Quito, realizó una entrega utilizando la plataforma de Wigger. Es uno de los 180 negocios beneficiados. Fotos: Galo Paguay / LÍDERES
  • Aplicaciones para mantenerse en forma en casa

    Ana Cristina Alvarado

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    No poder salir de casa no justifica dejar de ejercitarse. Existen aplicaciones gratuitas y otras que requieren de pago para acceder a miles de rutinas para mantenerse en actividad. Las mejor posicionadas ofrecen variedad, experiencia real de clase, personalización, entre otros.
    Aaptive, Fitbit Coach, Daily Burn, The Be.come Project y Asana Rebel son algunas de las que tienen mejores calificaciones.

    La primera se destaca por proponer entrenamientos exclusivamente a través de audio, a diferencia de la mayoría de aplicaciones, que lo hacen con videos.

    Fitbit, por otro lado, cuenta con un panel que registra la actividad diaria, enfocada no solo en el ejercicio, sino también en el bienestar general del usuario. Mientras tanto, Daily Burn, crea un cronograma de videos y planes nutricionales personalizados.

    The Be.come Project se basa en emitir mensajes positivos. Su lema es: “Nos ejercitamos porque amamos nuestros cuerpos, no porque los odiamos”. Por último, Asana Rebel es una aplicación de ‘fitness’ inspirado en el yoga. Cuenta con cuatro temas: quemar grasa, fuerza y flexibilidad, balance y respiración y relajación.

    Es posible  acceder a miles de clases de diferentes tipos de ejercicios a través del ‘smartphone’.
    Es posible acceder a miles de clases de diferentes tipos de ejercicios a través del ‘smartphone’.
  • ‘Apps’ para disminuir el uso del smartphone

    Ana Cristina Alvarado

    redaccion@revistalideres.ec

    La adicción a los teléfonos inteligentes es real y sus efectos han sido estudiados tanto en el impacto en la productividad como en la salud mental. Si bien la tecnología y sus avances son beneficiosos, se debe aprender a usarla de forma positiva.

    Por un lado, un estudio de Kaspersky Lab, publicado el 2016, asegura que las personas son 26% más productivas sin el celular. Este dato es el resultado de un experimento del comportamiento de 95 individuos entre 19 y 56 años.

    Una investigación publicada en el 2017 por el MIT (Massachusetts Institute of Technology) Sloan Management Review reveló, por otro lado, que un día sin acceso a los celulares provocó ansiedad en el grupo analizado, conformado por estudiantes de posgrado menores de 30 años.

    Como respuesta a estos datos han sido creadas aplicaciones que reportan cada hora, día o semana, el tiempo que se pierde frente al celular. Hay ‘apps’ de descarga, como Checky o Quality time, y otras que ya incluidas en los teléfonos como Screen Time de iPhone, que ayudan a conocer las veces que se desbloquea el celular y las veces que
    se accede a las aplicaciones por día.

    Otras ‘apps’ bloquean el acceso al teléfono por el tiempo que el usuario decida, como Bloqueo Detox. También hay alternativas, entre ellas Forest, Moment y Flipd, que usan diferentes métodos para que el usuario disminuya su dependencia del móvil.

    Forest

    Se planta un árbol digital que crecerá paulatinamente. Salirse de Forest para usar otras aplicaciones causa la muerte del árbol o del bosque. Esta ‘app’ también dona dinero para plantar árboles reales.

    Moment

    A través de cortos y simples ejercicios, Moment enseña a usar el smartphone de una forma más saludable. Los siete millones de usuarios de la ‘app’ han recuperado al menos una hora diaria.

    Quality Time

    Esta aplicación permite conocer el tiempo que se pasa frente al celular por hora, día y semana. También refleja el tiempo que se destina a las ­aplicaciones y la frecuencia de acceso a cada una de ellas.

    Flipd

    Este servicio integral ayuda al usuario a concentrarse en sus actividades. Ofrece ‘coaching’ de atención plena, consejos de productividad, sonidos que ayudan a enfocarse, historias para dormir, entre otros.

    Bloqueo Detox

    Esta aplicación bloquea el teléfono por el tiempo que el usuario elija, con el fin de que pueda concentrarse en actividades como las tareas o el trabajo. El temporizador seguirá activo, incluso, si se reinicia el celular.

    Checky

    Cuantifica el uso que se da al celular a través del registro de las veces que se enciende la pantalla ya sea para ver la hora o usar aplicaciones. El fin es generar conciencia sobre una posible adicción.

    Imagen referencial. El abuso de los teléfonos inteligentes vuelve a las personas menos productivas y atenta contra su salud mental. Foto: Pixabay
    Imagen referencial. El abuso de los teléfonos inteligentes vuelve a las personas menos productivas y atenta contra su salud mental. Foto: Pixabay
  • Vinicio Carrión: ‘Los negocios se virtualizarán más’

    Pedro Maldonado

    (I)
    Editor del semanario LÍDERES

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    Vinicio Carrión, experto en nuevas tecnologías, pronostica cuáles serán los nuevos desarrollos que impactarán en las actividades productivas y personales en la década que está por empezar. Dice que Ecuador sigue las tendencias globales, aunque rezagado.

    ¿Qué se puede esperar de la tecnología en el año que está por empezar?

    Es muy interesante el punto de inflexión que viene. No solo será un año, sino una década marcada por la tecnología. Una de las tendencias será que la digitalización, que puede llamarse transformación digital, industria 4.0 o de cualquier otra manera, es inevitable. Su uso intensivo será inevitable y los ejemplos estarán en la red 5G y otros desarrollos. Esto no depende ni de los gobiernos, ni de las personas. Nadie podrá no usar un móvil o whatsapp. La tecnología digital vino para quedarse con los dispositivos como con las aplicaciones.

    ¿Las aplicaciones tendrán en el día a día un rol mayor al que tienen ahora?

    A veces hay una brecha entre los equipos que usamos y las aplicaciones. Se habla del hardware, pero no tanto de las aplicaciones, que son las herramientas. Cada vez hay equipos más sofisticados y muchas veces la gente no en­tiende el alcance de un teléfono con memoria de 32 gigabites o con una cámara con 64 megapí­xeles, por ejemplo.

    ¿Se cae en el marketing de las empresas de tecnología?

    Allí vamos a lo que algunos llaman la obesidad digital, es decir el deseo de ‘comer’ más digital aunque no sea necesario. La gente quiere el equipo más nuevo y sofisticado.

    ¿Y las aplicaciones?

    Hay una deuda pendiente con lo que se puede llamar aplicaciones de productividad. Y no necesariamente es de aplicaciones para negociar en la bolsa u otros temas sofisticados. Me refiero a ser productivo en lo personal: optimizar el tiempo, organizar el día, en temas de educación financiera, etc.

    ¿Hay un déficit de ‘apps’ productivas?

    Hay oferta, pero no lo suficiente y la gente no utiliza ese tipo de aplicaciones. No se descargan ‘apps’ para evaluar seguros o controlar gastos. En general a la persona no les interesa mucho y eso deja ver un déficit de educación. Un teléfono que cuesta USD 1 500 no es aprovechado mejor.

    ¿Puede ser que la tecnología sirve más para el entretenimiento, en lugar de ser una persona más productiva?

    Sin duda y entretenerse no tiene nada de malo. Creo que la tendencia va hacia lo audiovisual y la velocidad de los datos. Pienso que se nos viene una década eminentemente audiovisual, las plataformas de streaming se multiplican, el contenido audiovisual va a mandar. La lectura se va a modificar, será distinta a la que se conoce tradicionalmente. Habrá más videos tutoriales en distintas materias. La gente quiere ser youtuber y como la tecnología es cada vez más asequible basta una cámara de los teléfonos móviles, que cada vez ofrecen más.

    Vinicio Carrión, experto en nuevas tecnologías. Foto: Armando Prado / LÍDERES
    Vinicio Carrión, experto en nuevas tecnologías. Foto: Armando Prado / LÍDERES

    ¿Qué otros cambios podemos esperar en la década que arranca?

    Siguiendo con lo audiovisual un cambio que llegará será el de la resolución. Vendrán pantallas 8K y se popularizarán. Otra tendencia que vendrá: al estar las personas conectadas las 24 horas del día y dejando cada vez más huellas digitales, sin duda un tema fundamental es el del big data, el manejo de la gran cantidad de datos del que disponen empresas y gobiernos. Y con esto viene de la mano la inteligencia artificial. También jugará el tema de la minería de textos, ya no solo de datos. En Internet hay muchos datos, pero sin estructurar. Hay comentarios en redes sociales y correos electrónicos y habrá mucha demanda del análisis de datos no estructurados y esto es la minería de textos. Así se pueden sacar estadísticas sobre palabras, frases y expresiones más usadas, así como la semántica de textos, con lo que se puede mejorar la atención al consumidor. Esto unido a la inteligencia artificial permite anticiparse al cliente, evitar fugas de información, etc. Además en esta década el tema de privacidad va a ser más laxo, las personas renunciarán de alguna manera a la privacidad para evitar quedarse aislada.

    ¿Ecuador está conectado con estos cambios?

    Se dice que Ecuador está muy bien en temas como penetración de Internet. Hemos crecido 10 veces, pero la región ha crecido 15 veces. Con o sin gobierno, con o sin políticas públicas ese crecimiento hacia lo digital era inevitable. Al revisar datos regionales, Ecuador está en el pelotón rezagado junto con países como Bolivia o Venezuela. Al Ecuador le falta tomar una decisión de entrar en serio a la economía digital. El problema es que las políticas públicas no son muy claras.

    Ahora hay un plan del Gobierno llamado Ecuador digital…

    Pero es uno más de una lista de planes. ¿Alguien ha hecho una evaluación de esos planes? Hace años se habló de instalar infocentros, pero ¿se ha evaluado eso? ¿sirvieron para algo? ¿Este gobierno esta viendo si se sigue o no con estos infocentros? Yo pienso que ya no tienen sentido.

    ¿Qué tan efectivas son las políticas públicas en temas digitales?

    Todo lo que pueda contribuir a que la economía digital sea asequible está bien, pero a veces hay políticas insuficientes. Por ejemplo, ahora se bajan aranceles de equipos, pero incrementar valores en telefonía celular lo que contradice lo anterior. Es una forma fácil de recaudar porque hay más penetración de telefonía móvil.

    ¿Y la gente no va a reclamar?

    No es lo mismo subir un centavo al diésel que elevar las tarifas celulares. Pero esto desacelerará un crecimiento más intensivo e inteligente de las nuevas tecnologías. Ya tenemos Internet de las cosas, 5G y más, pero el problema está en la masificación. Cuando hablamos de ‘e-commerce’, por ejemplo, vemos que la virtualización de los negocios, de la relación comercial, está acelerándose.

    En el país hay algunas iniciativas al respecto. ¿Estamos en la tendencia?

    Sí y va a continuar. En esto juega el tiempo de las personas, con la movilización e incluso con los costos. La gente usa la tecnología y las aplicaciones para ahorrar tiempo y dinero. Pasa en el mundo y pasa en Ecuador.

    Hoja de vida

    Cargos. Director de proyectos en Imaginar, el Centro de Investigación para el Desarrollo de la Sociedad de la Información, el Conocimiento y la Innovación. Investigador, consultor y facilitador en tecnologías de información y comunicación aplicadas al desarrollo y productividad.

    Formación. Ingeniero Electrónico y de Telecomunicaciones de la Escuela Politécnica Nacional.

    Intereses. Su crecimiento pro­­­­­fesional se ha desarrollado alrededor de las nuevas tecnologías de información y la gestión del conocimiento. Al respecto ha generado trabajos de investigación y ha dictado cursos de capacitación. Su experiencia incluye consultoría, estudios de ingeniería, generación de planes tecnológicos.

    Vinicio Carrión, experto en nuevas tecnologías. Foto: Armando Prado  / LÍDERES
    Vinicio Carrión, experto en nuevas tecnologías. Foto: Armando Prado / LÍDERES
  • ¿Herramientas que nos hacen menos productivos?

    FORO ECONÓMICO MUNDIAL  redaccion@revistalideres.ec (I)

    Son las seis de la tarde de un día de la semana cualquiera y aún queda mucho por terminar. Al menos 20 correos en la bandeja de entrada, reuniones, videoconferencias y otras tareas que deberían haberse hecho ayer. Pero, ¿cómo es posible si lo llevas todo al día, apuntado y organizado?

    El problema principal de la baja productividad no es consecuencia de una mala organización. Hoy en día, contamos con una enorme cantidad de herramientas y sistemas que nos ayudan a medir, administrar y maximizar nuestro rendimiento. El campo de batalla tecnológico está lleno de miles de aplicaciones y software que pretenden mejorar nuestro día a día.

    Algunas webs de tecnología como Zapier mencionan hasta 25 ‘apps’ para mejorar nuestra productividad personal y gestionar bien el tiempo, cuando una persona solo necesita utilizar entre cuatro y cinco aplicaciones al día.

    El estudio realizado por McKinsey Global Institute (MGI) sobre el uso de la tecnología para la productividad, ‘Unlocking value and productivity through social tecnology’, informa que se dedica hasta un 61% del tiempo a administrar el trabajo, en lugar de hacerlo. Es decir, se destina más de la mitad de una jornada a organizar o evaluar situaciones laborales mediante distintas herramientas y ‘apps’. Un auténtico descalabro.

    El método Pomodoro es uno de los más conocidos en lo que se refiere a la organización de actividades diarias. Pero para Lara García, psicóloga laboralista de El Prado Psicólogos, no siempre funciona. “Los 25 minutos de concentración y 5 de descanso que sugiere esta técnica pueden no funcionar con una app”, explica. “Si en el turno del descanso la aplicación te dice que tienes que volver al trabajo y no lo haces, hay un problema. Muchas ‘apps’ te ponen gráficos para mostrarte que no has sido productivo, lo que puede generar aún más desmotivación”.

    ‘Apps’ inútiles

    Seamos sinceros, ¿cuántas ‘apps’ tenemos en nuestro escritorio que no usamos para absolutamente nada? Una investigación realizada por una de las empresas pioneras en inbound marketing, Hubspot, analizó precisamente el riesgo del uso de la tecnología en el trabajo y sentenció que, a mayor tecnología, menos eficiencia. Descubrieron que usar demasiadas herramientas y aplicaciones de productividad era contraproducente e inefectivo dada la redundancia de muchas de ellas.

    La encuesta hace hincapié en el hecho de que contamos con muchas ‘apps’ repetidas o muy parecidas con fines similares y que, aun así, escribimos en lápiz y papel. También nos enfrentamos a que la mayoría de las veces miramos de forma automática el móvil. “Tener adquirido ese hábito hace que las propias ‘apps’ sean excusas para ver cómo va tu rendimiento, por ejemplo, pero hace que te desvíes de forma inconsciente hacia otras aplicaciones”, explica la psicóloga Lara García.

    Psicología y productividad

    El pilar fundamental para ser productivo radica en minimizar al máximo las interrupciones. El año pasado, la American Pshycological Association (APA) recogió en un amplio estudio la gran importancia de aumentar la capacidad de atención en una sola tarea y de reducir por completo las distracciones digitales para ser más productivo. Es muy fácil perder una hora navegando en busca de la ‘app’ perfecta mientras hacemos ‘tapping’ entre todas las que hay. La OMS estima que los españoles tienen entre un 6% y un 9% de conductas compulsivas ligadas a la tecnología.

    Elisa Sánchez, experta en salud laboral del COP, corrobora la idea de que la tecnología tan solo es una herramienta y que lo más importante es la motivación personal. “Lo esencial es saber lo que aprendemos con nuestro trabajo, en qué nos enriquece y cómo podemos aportar valor para nosotros mismos y para otras personas”, comenta. Sánchez asevera que cuando no tenemos claro un objetivo concreto o unas prioridades la distracción es aún mayor y, en consecuencia, somos menos productivos.

    Las redes, ¿el enemigo?

    La psicología del trabajo ha abordado el tema, y algunos expertos han revisado ya distintas fórmulas para mejorar la productividad laboral. Destacan una ‘app’, llamada Freedom for firefox, para bloquear las redes sociales e Internet durante un período de tiempo y la restricción del móvil total durante una tarea concreta.

    Son numerosas las investigaciones que hablan del uso de la tecnología y las redes sociales en el entorno laboral, donde aseguran que los individuos, gracias a estas herramientas, se hacen más sociables en el trabajo, aunque disminuye su productividad. Un debate amplísimo y complejo, ya que su uso es también necesario e imprescindible en sectores como el de la comunicación, los community manager, el marketing digital, la figura del social media manager…

    Una aplicación para todo no nos convierten en un ‘multitarea’ invencible, sino en trabajadores poco productivos. El debate recién empieza.
    Una aplicación para todo no nos convierten en un ‘multitarea’ invencible, sino en trabajadores poco productivos. El debate recién empieza.
  • Las aplicaciones de transporte para mujeres se abren paso

    Agencia EFE

    En pleno ‘boom’ de aplicaciones de transporte como Uber o Cabify, en Argentina empiezan a proliferar alternativas similares solo con conductoras para reforzar la seguridad y confort de las pasajeras, que en muchos casos se sienten incómodas cuando el que está al volante es un hombre.

    El motivo de su preocupación está justificado: en el 2018, medios locales se hicieron eco de la denuncia de una pasajera a un conductor de Uber por violarla, otra denunció que la agredieron, una tercera que la drogaron con ‘burundanga’ y otro grupo de chicas compartió en Twitter su experiencia con un chófer que les sacó fotos y las grabó sin su consentimiento.

    En este contexto, existen dos proyectos argentinos que han dado un paso al frente para ofrecer a las pasajeras un entorno más cómodo para sus trayectos.

    La aplicación pionera a escala nacional es SheTaxi, plataforma creada el 2016 por la taxista María Eva Juncos en la ciudad de Rosario, que ofrece la posibilidad de pedir hasta 130 taxis en la ciudad manejados por mujeres.

    Aunque SheTaxi permite que los usuarios de la ‘app’ sean hombres y mujeres, las segundas representan el 90% de la clientela de las taxistas registradas.

    María Eva Juncos relata que antes, cuando las chicas subían a su taxi y se percataban de que era una mujer, era una “alegría total” para ellas y enseguida le pedían el número de teléfono.

    “Llegaba un momento en el que tenía en el teléfono veinte llamadas para la misma hora en diferentes lugares”, comenta.

    Mientras tanto, en Buenos Aires planea su desembarque SaraLT, una aplicación similar a Cabify pero de uso exclusivo para mujeres y niños y solo con conductoras.

    Aunque la plataforma aún no está activa y planea comenzar a funcionar en la capital argentina el 7 de febrero, ya cuenta con 1 200 conductoras registradas y unas 27 000 descargas por parte de futuras usuarias que “no se sienten seguras a la hora de viajar”, según afirma Felipe Martínez, director regional de la aplicación.

    “Lo vemos en la tele todo el tiempo, sucede en la calle, pasa en los trenes, pasa en los colectivos… No todos los hombres son así pero hay muchos que se pasan de palabras, la mujer siente un poco más de desconfianza”, relata Martínez.

    Incluso el Gobierno de la ciudad de Buenos Aires se sumó a esta corriente, al introducir este año 2 000 nuevas taxistas para reducir la “brecha de género” en el sector e incorporar en su aplicación BA Taxi la opción de elegir una taxista mujer solo para usuarias, “porque ellas realizan casi el 70% de los viajes”.

    “Hay taxistas que, según me comentan ellas, hacen comentarios muy fuera de lugar, como por ejemplo pedirles el número de teléfono, decirles vamos a salir o demorarlas para bajar”, asegura. Del mismo modo, considera que tiene amigos taxistas que son “señores profesionales” y también se ven perjudicados por la situación, ya que algunas pasajeras le explican que tienen miedo cuando ellos toman un atajo o ponen “las trabas” (pestillos) del coche cuando entran.

    La taxista María Eva Juncos, quien trabaja en Rosario, es la creadora de esta iniciativa. Foto: Cortesía
    La taxista María Eva Juncos, quien trabaja en Rosario, es la creadora de esta iniciativa. Foto: Cortesía
  • En Ecuador ya se discute sobre las nuevas formas de trabajo

    Carolina Enriquez

    Redactora (I)

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    Personas que dan servicios a través de aplicaciones móviles, teletrabajadores que desarrollan tareas para empresas en el exterior, profesionales que realizan actividades de manera autónoma, etc. son parte de las nuevas formas de trabajo que ya se encuentran en el país. Sin embargo, aún no están segmentados en la Encuesta Nacional de Empleo, Desempleo y Subempleo (Enemdu) del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).

    En Ecuador, dice la entidad, la encuesta sí recoge a estas personas porque cumplen con las características que se analiza. El estudio mide el trabajo en la ocupación, es decir, todas las actividades hechas por gente de cualquier sexo y edad con el fin de producir bienes o prestar servicios a cambio de una remuneración o beneficios.

    Pero, el INEC explica que las nuevas modalidades de trabajo no están segmentadas y que “la encuesta captura a la población que realiza esas actividades de forma agregada, pero no es posible realizar la caracterización específica para la segmentación solicitada”.

    Roberto Castillo, director encargado del INEC, señala que la entidad pública se encuentra trabajando en su plan de fortalecimiento de las estadísticas de trabajo 2018-2021.

    Como parte de este trabajo, prevé incluir un nuevo clasificador internacional para medir el empleo informal. “También hemos tenido un pedido de cuantificar la economía popular y solidaria”.

    Gabriel Recalde, director del Centro de Estudios de la Política Laboral (Cespla), considera que tras este proceso se debería mostrar en la Enemdu, de manera segmentada, el número de trabajadores dentro de las formas de empleo que han aparecido por causas como el avance de la tecnología, el envejecimiento de la población, el crecimiento de las ciudades, crisis económicas, etc.

    Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el empleo estándar (a tiempo completo, subordinado a un empleador y en un lugar definido) está reduciéndose. Entre 2015 y 2017, período en el que también influyó el reducido crecimiento de la economía de la región, el empleo asalariado creció 0,3%, mientras que el por cuenta propia aumentó un 2,8%, según el documento Coyuntura Laboral regional 2018, elaborado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).

    A escala global, cada vez se consolidan las formas no estándar de empleo, caracterizadas por ser temporales o a tiempo parcial, no desarrollarse en un lugar fijo, poco o ningún acceso a la protección social, etc. José Salazar, director regional de la OIT para América Latina y el Caribe, explica que entre estas nuevas formas laborales se encuentra la economía de los pequeños encargos (repartidores), trabajo a pedido (solo cuando se necesita un servicio), la economía colaborativa (se trabaja con una empresa pero no se es empleado. En esta modalidad se gana un porcentaje por la actividad realizada) y los ‘freelance’ o trabajadores independientes.

    EE.UU. ya maneja estadísticas al respecto. Los trabajadores con empleos alternativos representan el 16% de la fuerza laboral. Y se prevé que para el 2020, entre 30 y el 40% serán contratistas independientes, según la OIT.

    En Ecuador, según el INEC, los trabajadores independientes son el 23,8%de los empleados plenos y el 53,3% de los subempleados.

    La OIT incluye dentro de las nuevas formas laborales a cuentapropistas, micro y pequeños emprendedores. Calcula que el 56% de los trabajadores de la región se incluye en estas categorías.

    Recalde considera que de segmentarse la encuesta con cifras sobre nuevos trabajos deberían establecerse dos categorías: trabajo autónomo y semiautónomo.

    Los primeros organizan su actividad, no están sujetos a órdenes ni directrices de terceros y no reciben el salario de nadie. Los segundos hacen una actividad personal, directa y de colaboración habitual para terceros sin cumplir jornada laboral y cuyas acciones dependen lo mínimo de la infraestructura de la empresa.

    Medición de informalidad, en proceso

    El no contar con un indicador específico sobre las nuevas categorías de trabajo en el país repercute en las políticas gubernamentales y limita las acciones para la generación de empleo en las empresas.

    Esta transformación laboral plantea a los gobiernos el desafío de cómo regular y responder ante estas realidades, explica José Salazar, director regional de OIT para América Latina y el Caribe.

    Los datos son necesarios para la toma de decisiones y el impulso de políticas públicas enfocadas en el mercado laboral, dice Gabriel Recalde, director del Centro de Estudios de la Política Laboral.

    La ausencia de indicadores genera que el gasto público no se enfoque en programas que puedan disminuir el acceso a un empleo digno. La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) recomienda que los gobiernos deben impulsar políticas como protección al ingreso en situación de desempleo, incentivos para emprendimiento, empleo protegido y apoyado, entre otras.

    En segundo lugar, la invisibilización de los indicadores retrasa la toma de decisiones gubernamentales, para regularizar estas modalidades y para cambiar las reglas de contratación en el sector productivo.

    Patricio Alarcón, presidente del Comité Empresarial Ecuatoriano (CEE), considera que se debe trabajar en reformas laborales, para permitir la contratación por horas, eventual o a plazo fijo.

    En esto también coincide Roberto Estrada, socio de Deloitte Consulting. Él considera que la flexibilización ayudará al surgimiento de nuevas iniciativas laborales y para que las actuales empresas puedan contratar personas para temas puntuales. “Únicamente durante el tiempo que dure el proyecto, sin incurrir en elevados gastos de indemnización”, dice Estrada.

    Esto no implica precarizar el trabajo, recalca Alarcón, ya que se deben mantener derechos como las prestaciones de ley.

    Los trabajadores que se han acogido a nuevas modalidades de empleo sufren las consecuencias de la informalidad.

    En las calles de ciudades como Quito o Guayaquil es común encontrarse con personas brindando servicios de movilidad o de entregas a domicilio, a través de aplicaciones móviles.

    Son trabajadores que no tienen contrato, ni ingresos fijos, ni seguridad social, pero están presentes en el mercado laboral.

    En el 2018, 46 de cada 100 empleados se encontraban en la informalidad, más que en el 2017, cuando eran 44 de cada 100, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).

    Actualmente, la entidad cuenta con un indicador que identifica a las personas en el sector informal; es decir, si trabajan en unidades económicas que no están registrados ante el Servicio de Rentas Internas (SRI).

    Sin embargo, el indicador para medir la informalidad desde el punto de vista del trabajador todavía está en proceso de implementación.

    “Estamos trabajando con el acompañamiento de la OIT, para la implementación del clasificador internacional del empleo informal”, comenta el INEC

    Por el momento, estudios particulares dan cuenta de la informalidad desde el factor humano.

    Casi la mitad de ecuatorianos admite haber cobrado o recibir ahora ingresos sin prestaciones de ley, según el informe ‘Actualidad del Mercado en América Latina 2018’, de Adecco Argentina.

    La segmentación detallada de información estadística contribuirá también a evidenciar la problemática laboral, sobre todo para los jóvenes y adultos mayores de 50 años, considera Estrada.

    “Estos dos grupos son los más afectados por la escasez de empleo y a través de las nuevas modalidades de trabajo encontrarían un espacio”.

    El INEC construirá nuevos indicadores hasta el 2021

    En la actualidad, existen nuevas formas de trabajo que se encuentran plenamente vigentes entre las que está el ‘freelance’ o independiente, conductor o repartidor que colabora para aplicaciones móviles, teletrabajadores que ofrecen servicios en otros países , etc.

    Hoy el INEC cuantifica las personas dentro de estos tipos de trabajo en los grandes indicadores vigentes entre los que está el empleo adecuado.

    El INEC trabaja en nuevas mediciones que son parte de su hoja de ruta hasta 2021. En el futuro habrá una categorización más segmentada y la entidad está trabajando en el desarrollo de un nuevo cuestionario, el cual parte de un marco conceptual y metodológico (CIET 19), que busca que las definiciones estadísticas sean de fácil comprensión y entendimiento, tanto para la ciudadanía como para los encuestadores, señala el organismo.

    La estrategia del INEC tiene el acompañamiento técnico de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el aprovechamiento de las experiencias de otros países de la región, la comunicación permanente con los usuarios y el fortalecimiento de las capacidades internas.

    A continuación un detalle sobre lo que realiza la entidad ecuatoriana con relación a la encuesta laboral.

    Medición

    La Encuesta utiliza clasificadores internacionales para agrupar las diferentes formas de trabajo en la ocupación. Entre ellos el empleo según condición de actividad, en el sector formal, por situación en la ocupación, etc. Cada uno de los clasificadores toma en cuenta un determinado aspecto relevante de la actividad económica del trabajador.

    Proceso

    El INEC puso en conocimiento de la ciudadanía, en septiembre de 2018, un plan para el fortalecimiento de las estadísticas del trabajo 2018-2021, el cual plantea una hoja de ruta para la construcción de nuevos indicadores que “complementarán el entendimiento de un sistema laboral cada vez más complejo y dinámico” .

    Tipos

    La entidad trabaja en desarrollar nuevos instrumentos de recolección para medir, a más del trabajo en la ocupación,otras formas laborales como el trabajo de producción para el autoconsumo, en formación no remunerado y voluntario.

    Informalidad

    También trabaja en la implementación de un nuevo clasificador internacional para medir el empleo informal. El proceso cuenta con el acompañamiento técnico de la OIT.

    El Instituto Nacional de Estadística y Censos trabaja en nuevos indicadores para entender mejor el empleo en el país. Analistas consideran que debe mostrarse de manera detallada el número de trabajadores que son freelance, colaboran en empresas de reparti
    El Instituto Nacional de Estadística y Censos trabaja en nuevos indicadores para entender mejor el empleo en el país. Analistas consideran que debe mostrarse de manera detallada el número de trabajadores que son freelance, colaboran en empresas de repartición, etc. Ilustración: Ingimage
  • La industria global de las aplicaciones móviles se estanca

    Redacción Quito

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    Basta revisar las tiendas de aplicaciones móviles en el ‘smartphone’ para encontrar una oferta extensa. Tan extensa que no tiene la demanda esperada.

    De hecho existen informes que hablan de un estancamiento de esta industria que despegó de la mano de los teléfonos inteligentes, en especial a partir del 2008 cuando Apple presentó su primera tienda de aplicaciones.

    Un estudio de Flurry Analytics trae noticias al respecto y señala que el año pasado la industria de las ‘apps’ móviles tuvo un decrecimiento. En el 2017 el negocio creció 6%, cinco puntos menos que lo registrado en el 2016, cuando creció 11%. “Los usuarios ahora pasan más de cinco horas al día en sus teléfonos inteligentes, y utilizan ese tiempo entre experiencias de aplicaciones nuevas y viejas”.

    El mismo informe, que se encuentra en línea, asegura que mientras el crecimiento de las aplicaciones se ha estancado, las personas diversifican su comportamiento cuando utilizan ‘apps’ en su teléfono móvil.

    El principal uso es compras en línea. Esta categoría creció un 54% ya que los consumidores continúan visitando portales de comercio electrónico en las pantallas de sus equipos. “Los usuarios cada vez se sienten más cómodos comprando en el teléfono”, dice Flurry Analytics.

    A las compras le sigue la categoría de Música, medios y entretenimiento, que creció 43% el año pasado, lo que reafirma el cambio de los usuarios a dispositivos móviles para consumir medios.

    Para obtener estos y otros resultados sobre la industria de las ‘apps’, el estudio mencionado rastreó el año pasado un millón de aplicaciones en 2 600 millones de dispositivos a escala global.

    En Ecuador, la industria de las aplicaciones está en desarrollo y ya se encuentra software local en sectores como comercio electrónico, transporte, banca y finanzas, mensajería, entre otros. Si bien no existen datos oficiales de cuántas ‘apps’ se han desarrollado en el país y cuántas personas las utilizan, sí se encuentran datos sobre las aplicaciones más descargadas.

    Los servicios de mensajería y comunicación ocupan los primeros puestos, tanto para teléfonos con sistema Android, como iOS.

    WhatsApp, Messenger y Facebook
    lideraron el año pasado las descargas en los dos sistemas operativos, según un artículo publicado en el blog Formación Gerencial. Luego aparecen Instagram, Spotify, Snapchat, OLX, Youtube y otras, en distinto orden según la plataforma utilizada. En esta suerte de ‘top ten’ no aparecen aplicaciones desarrolladas en Ecuador.

    Allí se evidencia lo competitivo que puede llegar a ser esta industria tecnológica, en la que no hay fronteras, según fuentes consultadas por LÍDERES.

    Para Carmen de la Cerda, de la incubadora y coworking Buen Trip Hub, la descarga de aplicaciones es un tema que cada día se lo piensa más. Para explicarlo usa una metáfora que aprendió en una maestría en medios digitales: “La pantalla de un teléfono móvil es como un terreno y cada aplicación que se descarga es un nuevo lote. Hay que preguntarse cuánto terreno (memoria, uso y costos) se puede ceder. Es como un tema de bienes raíces”.

    Para De la Cerda, cada ‘app’ es un centímetro cuadrado que se pone en uso en un dispositivo móvil y, tal como en un terreno real, el reto está en aprovecharlo de la mejor manera.

    Otro aporte lo realiza Lauren Kressler, gerente de Focus, una empresa de investigación de mercado. Para esta investigadora es necesario tener claro que si bien en Ecuador crece el uso de teléfonos inteligentes (hasta el 2016 el 53% de teléfonos activados en el país eran ‘smartphones’), no necesariamente estos equipos son de alta gama y de gran capacidad de memoria.

    “Eso supone que hay que priorizar las fotos del hijo, archivos del trabajo o la aplicación que se usa cada mes o dos meses. Cuando la memoria disminuye, por lo general la persona decide borrar una aplicación de su teléfono”.

    Según Kressler, puede haber ‘apps’ con muchas descargas, pero de bajo uso. Allí se evidencia el hábito que tiene o no una persona para utilizar una aplicación. El reto, insiste, está en aprovechar los equipos y las aplicaciones.

    Imagen referenciall. Foto: Pixabay
    Imagen referenciall. Foto: Pixabay
  • En las aulas desarrollan aplicaciones para drones

    Mayra Pacheco

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    Buscar soluciones para el sector productivo y la sociedad es una actividad que se desarrolla, permanentemente, en la Escuela Politécnica Nacional (EPN).

    En esta institución, ubicada en el norte de Quito, los estudiantes, docentes y autoridades decidieron que el conocimiento que se imparte en sus aulas cruce el cerramiento de esta universidad.

    Lo que se aprende en las 21 carreras relacionadas con ingenierías o ciencias básicas, luego se aplica en casos reales. Para esto, la Politécnica prioriza proyectos de desarrollo tecnológico para cambiar la matriz productiva e iniciativas que contribuyan a mejorar la convivencia social, refiere Alberto Celi, vicerrector de Investigación de esta universidad.

    Basados en estos principios, los profesionales y estudiantes de este campus universitario, han creado máquinas para el secado de café, equipos que ayudan a pelar cocos, simuladores para rehabilitar una mano con ayuda de dispositivos, adaptadores para camiones que recolectan basura, drones con aplicaciones innovadoras y otros. “Esto mejora la producción y genera más empleo”, sostiene Celi.

    En la creación de estos productos o servicios la EPN trabaja, desde el 2014, de manera centralizada desde el Vicerrectorado. Para impulsar estas iniciativas se considera que estas se ajusten a la realidad y, sobre todo, que ofrezcan ventajas nuevas.

    Por ejemplo, el primer dron que fue diseñado y ensamblado en el Laboratorio de Robótica y Sistemas Inteligentes de la EPN, a diferencia de otros, puede operar en zonas elevadas de la Sierra. Este cuenta con seis hélices y seis motores. Pero ahora se requiere el desarrollo de los programas y de una cámara de fotos y video que capte la información en cualquier condición (lluvia, noche, día…).

    Danilo Chávez, profesor y jefe del Laboratorio de Robótica, menciona que este proyecto aportará en el sector agrícola, en energía y en cartografía.

    En el primer caso, una vez que se encuentre listo el software el equipo estará en condiciones de identificar plagas en plantaciones para que los agricultores puedan tomar medidas a tiempo.

    En el sector eléctrico, con este dron se busca automatizar el control de los cables de alta tensión; en cartografía, el fin es levantar información actualizada sobre la geografía del volcán Cotopaxi. En este proceso se trabaja con los estudiantes. Ellos aportan con sus ideas mediante trabajos de tesis de pregrado y maestrías. Por esto, el plazo para la ejecución de este aparato y sus funciones no tiene plazo un plazo definido.

    Este no es el único dispositivo creado. La EPN ha desarrollado vehículos aéreos no tripulados para la Fuerza Aérea Ecuatoriana (FAE). Estos aparatos se emplean, generalmente, para la vigilancia y control.

    A estas iniciativas se suman otros proyectos de innovación. Entre ellos se encuentran, el Programa de Aceleramiento del Emprendimiento Regional (REAP por sus siglas en inglés).

    Con esto se busca motivar a que los proyectos de innovación se constituyan en empresa para brindar este servicio en el mercado. Para esto se trabaja en conjunto con el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT por sus siglas en inglés).

    Además, la EPN impulsa un proyecto para desarrollar ciudades inteligentes. Sang Guun Yoo, investigador y docente de informática, expresa que el propósito es que las personas puedan activar dispositivos, puertas y otros aparatos mediante ondas cerebrales, contar con parqueaderos inteligentes e interconectar los servicios. La meta es aplicar esta innovación, en un inicio, en el campus de esta universidad.

    La EPN, aparte, impulsa otras iniciativas. Solo el año anterior se presentaron 58 proyectos de investigación, de estos al menos la tercera parte tiene un alto componente de innovación.

    Para fomentar los proyectos de innovación e investigación en este campus universitario se cuenta con USD 4 millones de presupuesto cada año. Estos recursos son entregados por el Estado, pero además se gestiona con entidades privadas y fundaciones para obtener financiamiento extra. El año anterior, mediante este mecanismo, se obtuvieron USD 500 000.
    Todo esto tiene como fin apoyar la creatividad e ingenio de quienes conforman la Politécnica.

    LA EPN

    12 000 estudiantes de pregrado y posgrado se forman en la Escuela Politécnica.

    Las carreras de Informática, Robótica y Mecánica son las que tienen una mayor participación en el desarrollo de proyectos de innovación.

    Por sus proyectos de innovación, a fines del año anterior, la institución tenía 15 patentes en trámite, una patente otorgada, 41 registros de derechos de autor y 15 marcas registradas.

    El dron que se desarrolló en la Politécnica se va perfeccionando en el Laboratorio con el aporte de los estudiantes y docentes. Foto: Vicente Costales / LÍDERES
    El dron que se desarrolló en la Politécnica se va perfeccionando en el Laboratorio con el aporte de los estudiantes y docentes. Foto: Vicente Costales / LÍDERES