Etiqueta: artesanal

  • El empastado artesanal hecho en Guaytacama

    Redacción Quito

    Relacionadas

    Un helado de leche cubierto con una capa de chocolate crocante. Esa es la carta de presentación de La Chalupita.

    Este emprendimiento familiar elabora “empastados” de chocolate y helados de frutas.
    Luis Aníbal Chancusig, de 53 años y su esposa, María Luisa Casa de 52 están detrás de este trabajo. Ambos afirman que el valor agregado de su producto está en el sabor de la crema artesanal de leche que elaboran para la paleta.

    La Chalupita está ubicada en la parroquia de Guaytacama -perteneciente al cantón Latacunga- en Cotopaxi. Luis Aníbal Chancusig detalla que su emprendimiento lleva 13 años en este sector.

    El arte de hacer helados Chancusig lo aprendió en 1978, cuando trabajó en una empresa privada que elaboraba lácteos.

    En la firma, este emprendedor se encargaba de empacar los quesos y envasar helados y mantequilla. Trabajó en la empresa hasta el 2002, año en el que tenía un solo objetivo: emprender en un negocio propio de helados.

    Doce meses después, en el 2013, y luego de planificar todo el proyecto, Luis Aníbal Chancusig y su esposa crearon su emprendimiento de helados llamado, en principio, La Paisanita.

    Para esto consiguieron un predio en el centro de Guaytacama en el que instalaron una pequeña planta para procesar la leche y otros derivados. Esto lo costearon con un crédito con una entidad financiera pública.

    Chancusig señala que en el 2009 cambiaron de nombre su emprendimiento por el de La Chalupita. El nombre es un juego de palabras entre las iniciales de los apellidos de la familia, detalla María Luisa Casa. Para el 2010 readecuaron la actual planta que consta de un área de procesamiento de leche y crema de leche, máquinas que preparan el chocolate y las frutas; refrigeradoras y una empacadora. Para esto invirtieron alrededor de USD 20 000.

    Para la elaboración de los empastados La Chalupita, el emprendedor explica que utiliza ollas industriales o marmitas, como las llama Luis. También, tienen máquinas para enfriar, mezclar y pasteurizar la leche. Asimismo, utilizan los moldes para formar el empastado.

    La capacidad de producción de la planta es de 5 000 unidades de helados por semana. Para eso usan 300 litros de leche.

    En toda la cadena productiva trabajan los cinco hijos de Luis Aníbal y María Luisa. Por ejemplo, Alex Chancusig, de 25 años, se encarga de empacar el producto y entregarlo en los diferentes puntos de venta en el país.

    En empaques, su proveedor es Plastifull, firma ubicada en Quitumbe, en el sur de Quito.
    Daniel López, gerente de la empresa, indica que el acercamiento con La Chalupita se realizó en el 2013, durante un viaje a Otavalo.

    “La consistencia, cremosidad y resistencia en el chocolate me llamó la atención por lo que enseguida me comuniqué con el emprendedor”. Dos semanas después concretaron el negocio y Plastifull se convirtió en su proveedor de empaques.

    Con el tiempo, La Chalupita consolidó clientes en Guaytacama, en Otavalo y en Ibarra; vende el producto en tiendas y cadenas de supermercado.

    Para el 2017, el emprendimiento quiere introducir nuevos sabores y formatos. Además, elaborará un helado ‘light’.

    Alex Chancusig, María Luisa Casa y Luis Aníbal Chancusig son los responsables de La Chalupita. Foto: Glenda Giacometti / LÍDERES
    Alex Chancusig, María Luisa Casa y Luis Aníbal Chancusig son los responsables de La Chalupita. Foto: Glenda Giacometti / LÍDERES
  • Amazon da el salto al mercado artesanal en Europa

    Agencia DPA

    Relacionadas

    La empresa estadounidense Amazon comenzará a comercializar productos artesanales en Europa, entre otros en España, según informó el jueves 22 de septiembre del 2016 a través de un comunicado.

    El gigante del comercio electrónico confirmó que ofrecerá a los artistas la posibilidad de poner a la venta obras en su portal, tales como cuadros, y también les permitirá presentar su trabajo online.

    En un primer momento, unas mil pequeñas empresas participarán en esta nueva rama de negocio de Amazon ofertando más de 30 000 productos, avanzó Markus Schöberl, director de servicios de venta de la compañía en Alemania.

    En lo sucesivo, cuando se cierre la compra de un determinado producto artesano vía Amazon, la empresa norteamericana cobrará una especie de canon al artista por los servicios de mediación.

    En Europa, Amazon abrirá webs de venta de productos artesanos en Alemania, Reino Unido, Francia, Italia y España. La intención de la firma es seguir el modelo iniciado en Estados Unidos hace casi un año, donde dispone de una tienda online donde comercializa obras de artistas.

    El exportavoz de la Casa Blanca Jay Carney ha fichado por la multinacional estadounidense de comercio por internet Amazon. Foto: AFP
    El exportavoz de la Casa Blanca Jay Carney ha fichado por la multinacional estadounidense de comercio por internet Amazon. Foto: AFP
  • Una galería artesanal para los emprendedores

    Redacción Quito  (F)
    (F-Contenido Intercultural)

    Relacionadas

    Los artesanos tienen un espacio para desarrollar sus ideas de negocios y afianzar sus propuestas de emprendimientos. La Segunda Feria Galería Artesanal se realizará desde el 29 de abril hasta el 1 de mayo, y en ella podrán participar 60 artesanos. Esta actividad es promovida por la Agencia de Promoción Económica ConQuito.

    El objetivo de esta exhibición -según la entidad municipal- es crear un espacio orientado a los productores artesanales, en colaboración con la empresa privada para la promoción y comercialización de productos elaborados a mano.

    La invitación está abierta a los microempresarios que se dedican a la elaboración de alimentos procesados, artículos de decoración, joyería y bisutería, moda y accesorios, regalos y jardinería.

    Todos los interesados en participar deben llenar una ficha de inscripción y entregarla en las instalaciones de ConQuito, ubicadas en la avenida Maldonado Oe1-172 y Carlos María de la Torre (sur de la ciudad); o a su vez, escanearlo y enviarlo al correo electrónico mamaguayo@conquito.org.ec hasta el 14 de abril. Una vez que los artesanos hayan entregado la ficha de inscripción se les indicará el horario y lugar al que el candidato debe asistir para la evaluación de sus productos.

    Los criterios que se tomarán en cuenta en la selección son: identidad, innovación, diseño, materiales, técnica e imagen.

    Todos los postulantes, una vez asignado el horario, deben asistir el 15 de abril a las instalaciones de ConQuito, a la presentación de los productos (muestras), previa a la selección de los expositores. Para esto, deben presentar mínimo dos y máximo cuatro artículos, de preferencia nuevos o innovados, con los que buscan participar.

    Los resultados se publicarán en la página www.conquito.org.ec, a partir del 20 de abril; además, se enviará un correo electrónico o se realizarán llamadas telefónicas a los seleccionados.

    Según los promotores de esta actividad artesanal, se pretende configurar un circuito de ferias para los diferentes públicos que realizan actividades artesanales, “promoviendo la participación de actores y aliados a la vez que promociona nuevos conceptos y fórmulas comerciales”.

    60 artesanos podrán participar en esta exposición que promueve la inclusión. Foto: Cortesía
    60 artesanos podrán participar en esta exposición que promueve la inclusión. Foto: Cortesía
  • Un huerto casero dio paso a su ají artesanal

    Redacción Quito (I)

    ‘Yo soy como el chile verde, llorona. Picante pero sabroso”, es una de las estrofas interpretadas por la can­tau­tora mexicana, Chavela Vargas. Esta pieza musical titulada La Llorona inspiró a Óscar Luna y a Matilde Villarreal, para la elaboración del ají artesanal tipo encurtido, que lleva el mismo nombre de la canción.

    El refrito que contiene este alimento “es una receta secreta”, que traspasó por generaciones en la familia de Óscar Luna, copropietario del proyecto.

    El centro de abastecimiento para elaborar esta salsa picante es el huerto casero de la vivienda de Luna, ubicada en el sector de Pusuquí, en el norte de Quito. En el lugar se cosecha chile rojo, jalapeño, orégano, etc. Pero este emprendimiento también tiene proveedores que exponen los alimentos en ferias ecológicas.

    La Llorona también compra insumos a los productores locales, quienes tienen contacto en las
    seis ferias ecológicas en las que participa el emprendimiento.

    En esta iniciativa, la producción agroecológica es un componente importante: el principal el objetivo es ofrecer un alimento sano, libre de preservantes y colorantes, explica León.

    Además, con la elaboración del ají artesanal, la idea es resaltar la diversidad que tiene la gastro­nomía ecuatoriana y las combinaciones que se pueden llevar a cabo con el ají.

    En agosto del año pasado, Luna y Villarreal invirtieron un capital de USD 2 000, para adquirir el equipo necesario para procesar el ají, entre ollas y otros instru­mentos de cocina básica.

    Para la preparación, esta pareja emprendedora se toma cuatro horas todos los fines de semana para preparar el refrito. Luego lo envasan en frascos de 212 gramos. Para la importación del empaque desde Perú y Colombia, como para la compra de ingredientes, La Llorona invierte USD 300 al mes.

    Erick Orbe, diseñador multimedia independiente, trabajó en la parte gráfica del emprendimiento. La idea del diseño era resaltar la elaboración artesanal del ají, explica. Por eso, escogieron colores en tonalidades café y crema.

    Además, en el logo agregaron la silueta de la Cordillera de los Andes, por ser parte del paisaje del Ecuador. Para la comercialización del ají artesanal, La Llorona participó en la feria del Mercadillo del Patio del Arupo, que está ubicado en el sector de la Av. América, en el norte de Quito.

    En octubre del 2015, la exhibición de la marca en las ferias orgánicas de alimentos permitió que la cafetería Teo & Tea adquiera el producto para preparar empanadas artesanales, además de exponerlo en las perchas de su tienda orgánica. Érica Ruiz, propietaria del local, menciona que La Llorona es diferente a los demás por el sabor consistente que ofrece.

    A diciembre de este año, la idea es aumentar la producción a unos 400 frascos mensuales, dice Matilde Villarreal, socia del proyecto. Y también es llegar a tiendas ecológicas de la capital.

    Mientras tanto comercializarán el ají personal a domicilio si se hacen pedidos de más de una docena o por unidad a través del portal YaEstá.com, que desde noviembre del 2015 vende La Llorona.

    Diego Crespo, gerente comercial de este portal, señala que La Llorona tiene aceptación en sus usuarios. “Una vez que lo consumen compran de nuevo”, dice.

    Matilde Villarreal y Óscar Luna son propietarios del emprendimiento que elabora ají artesanal. Foto: Vicente Costales/ EL COMERCIO.
    Matilde Villarreal y Óscar Luna son propietarios del emprendimiento que elabora ají artesanal. Foto: Vicente Costales/ EL COMERCIO.
  • La cerveza artesanal vive un ‘boom’ en Ecuador

    Sofía Ramírez (I)  redaccion@revistalideres.ec

    Relacionadas

    Una ‘lager’ pilsen o ‘ale’ de alta fermentación son parte de las variedades de cerveza artesanal que se producen en el Ecuador. Este sector ha crecido 20 veces por año, desde el 2011 hasta la fecha. Sin embargo, tiene cuatro desafíos que enfrentar: la Ley de Drogas, el ICE establecido por cada litro producido, el Sistema de Identificación y Marcación del Servicio de Rentas Internas (SRI) y la aplicación de una sobretasa del 45% a la malta importada.

    El ‘boom’ de la cervecería artesanal en el país se inició hace cuatro años, cuando se crearon bares temáticos que elaboraban este licor para el consumo doméstico.

    Con la finalidad de ofrecer un producto que pueda competir en el mercado, en el 2013 se inició la producción de esta bebida bajo los estándares de calidad que piden los entes de control: elaboración de la cerveza en una planta con maquinaria adecuada, obtención de registros sanitarios, etiquetado, entre otros componentes. Ese año fue determinante para los productores, ya que desde entonces se consolidaron las microempresas y las pymes de cervecería artesanal.

    Julio Espinosa, presidente de la Asociación de Cervecerías del Ecuador, que agrupa solamente al gremio artesanal, menciona que en el país existen 45 empresas afines a esta actividad. Sin embargo, hay emprendimientos ‘caseros’, que por su logística de producción todavía no pueden ser considerados en este registro.

    La participación de la producción artesanal en el país, no representa ni el 1% del Producto Interno Bruto; en promedio, este sector factura alrededor de USD 150 000 al mes, comenta Espinosa.

    Pedro Molina es representante de la cervecería artesanal La Compañía, de Cuenca, que tiene presencia en el mercado desde hace siete años. Explica que el crecimiento se registra por la producción de la bebida. Cuando inició elaboraba 1 000 litros mensuales y ahora llega a los 6 000. No obstante, uno de los principales inconvenientes que tuvo la firma este año fue la sobretasa arancelaria del 45% sobre la malta, materia prima que debe ser importada, ya que no se produce localmente.

    La medida que busca reducir la salida de divisas del país, según el Gobierno, en las empresas de cervecería artesanal se reflejó en una reducción sus ganancias netas en un 22%, como fue el caso de La Compañía, por ejemplo.

    Molina explica que tuvieron que asumir algunos costos para adquirir la malta. Sin embargo, esta situación ayudó a crear nuevos productos con materia prima local. La Compañía este año ofrece la cerveza de jora (maíz negro).

    Alexander Vega, encargado de ventas de la cervecería artesanal Los Tres Monjes, también concuerda en que las sobretasas a la malta o lúpulo no son convenientes para este negocio. Esto, porque esta medida adoptada este año, ha sido contraproducente para la producción local, en especial para las empresas que cumplen con estándares de calidad.
    Tanto La Compañía como Los Tres Monjes esperan que en el 2016 se eliminen las salvaguardias, tal como lo anuncia el Régimen.

    Otro desafío que tiene enfrente el sector es la actual Ley de Drogas. El proyecto aprobado en octubre pasado estipula que todas las bebidas alcohólicas son consideradas ‘drogas’. Para Espinosa, esta normativa presenta una manipulación del lenguaje y deja en incertidumbre aspectos como la ejecución de los operativos de control para estas bebidas, cuando se publique el reglamento.

    Otro aspecto que preocupa es el tema del Impuesto a los Consumos Especiales (ICE). La Asociación solicitó que en la Comisión de Desarrollo Económico de la Asamblea Nacional se establezca un techo al precio al costo de producción de USD 8,40, solo para micro y pequeñas empresas. Pero desde la Asociación ahora se solicita que se incluyan las medianas empresas. Esto, con la finalidad de que a largo plazo las compañías puedan crecer. Además, el gremio espera que se pueda ampliar el techo hasta USD 12.

    Y el último factor que preocupa los cerveceros artesanales es la Resolución Nº 591, emitida en agosto pasado por el SRI. Este documento dice que todas las empresas de bebidas alcohólicas, cigarrillos y cerveza incorporen en sus líneas de producción el Sistema de Identificación, Marcación, Autentificación y Rastreo (Simar). Este, a través de un código adherido en los productos, verificará la producción.

    Espinosa sostiene que no sabe cómo se implementará el sistema ni si incluye a la cerveza artesanal. LÍDERES solicitó información sobre el tema al SRI, pero no respondió hasta el cierre de esta edición.

    La cervecería artesanal Andes Brewing Co. tiene su planta instalada al norte de Quito.  Desde hace tres años tecnificó su línea de producción con maquinaria adecuada. Foto: Alfredo Lagla/ LÍDERES
    La cervecería artesanal Andes Brewing Co. tiene su planta instalada al norte de Quito. Desde hace tres años tecnificó su línea de producción con maquinaria adecuada. Foto: Alfredo Lagla/ LÍDERES
  • Una nueva marca de cerveza artesanal chilena en Ecuador

    Evelyn Tapia

    Los primeros colonos alemanes llegados a Valdivia, Chile, en 1850, llevaron los conocimientos cerveceros iniciales hacia ese país. Desde 1990, la familia Kunstmann busca rescatar la tradición de la fabricación de cerveza artesanal y este mes, sus productos llegan a buscar un espacio en el mercado.

    Se trata de la marca Kunstmann, elaborada bajo la ley de pureza del Reinheitsgebot alemán, que indica que la cerveza solo se debe elaborar con agua, cebada, levadura y lúpulo.
    El pasado 29 de octubre del 2015, Armin Kunstmann, creador de las cervezas, realizó el lanzamiento del producto en el marco del Wine & Beer Fest, que se desarrolló en el Teatro Sánchez Aguilar en Samborondón.

    La firma tiene en el mercado 13 variedades, pero en Ecuador se introducen las dos variedades con más acogida, Kunstmann Lager (rubia) y Kunstmann Torobayo (Pale Ale de color ámbar).
    La empresa Lepark es representante exclusiva para Ecuador de este producto. Xavier Durán, representante la marca en el país, cuenta que Kunstmann es líder en el segmento súper premium de Chile.

    “Ya se exporta a Brasil, Argentina, México, Colombia y en otros continentes a Taiwán, Hong Kong, Nueva Zelanda, España, Alemania, entre otros. En el caso de Ecuador a un precio muy competitivo a pesar de las salvaguardias”, explica.

    Las cervezas son elaboradas en la micro cervecería Kunstmann en Valdivia, en donde cada variedad es elaborada en lotes pequeños y toma entre 20 y 30 días versus los 3 a 4 días que en general se requieren para elaborar cervezas industrializadas.

    Durán comenta que no hay planes de producir la cerveza en el país, debido a las cualidades de la materia prima que se requiere para mantener la esencia de la marca.

    “Se debe importar debido a la importancia del agua como ingrediente principal en la cerveza. Todas las variedades de Kunstmann son elaboradas utilizando el agua de la cervecería de Valdivia, en la Patagonia chilena, y luego transportadas al resto de Chile y el mundo”, explica.

    La firma tiene en el mercado 13  variedades, pero en Ecuador se introducen las dos variedades con más acogida, Kunstmann Lager (rubia) y Kunstmann Torobayo (Pale Ale de color ámbar). Foto: El Comercio
    La firma tiene en el mercado 13 variedades, pero en Ecuador se introducen las dos variedades con más acogida, Kunstmann Lager (rubia) y Kunstmann Torobayo (Pale Ale de color ámbar). Foto: El Comercio
  • En dos plantas surge su cerveza

    Sofía Ramírez (I)

    Relacionadas

    redaccion@revistalideres.ec

    Tres tanques fermentadores y carbonatadores son parte de las nuevas adquisiciones de la ‘brew house’ o cocina para procesar la cerveza artesanal de Camino del Sol. Estos equipos se encuentran en la segunda planta de producción que tiene esta iniciativa que surgió en el 2012.

    Desde el principio, el objetivo fue producir una bebida artesanal con maltas importadas desde Alemania. La meta se cumplió y hoy oferta en el mercado cuatro bebidas. Todas son artesanales y utilizan la imagen de cuatro animales: Turtle Pale Ale, Iguana IPA, Red Llama Ale y Black Bird Stout.

    La denominación Ale significa que tienen fermentación alta de levadura, con distintos aromas y sensaciones para los consumidores, según explica Ana Lucía Nájera, gerenta propietaria.
    Este negocio nació de una afición que tenía Nájera por descubrir el desarrollo de procesos bioquímicos de los lúpulos y la malta utilizados para elaborar la bebida.

    Esta empresaria es ingeniera en Alimentos con estudios en la Universidad Técnica Federico Santa María, de Chile. Además, se especializó como ‘brew master’ (maestra cervecera), en la Universidad Técnica de Berlín VLB (Alemania), en el 2008.

    Durante los estudios de especialización aprendió el proceso de malteado, es decir, cómo se llega de la cebada a la malta; también, entendió el proceso de molienda, maceración de los granos, el filtrado y la cocción para agregar los lúpulos dentro del proceso industrial de la cerveza.

    Con todo este conocimiento, regresó al Ecuador en el 2012. Junto a Fabián Armendáriz, su esposo, compraron un bar llamado Turtle’s Head, con una inversión cercana a los USD 100 000. En el local situado en la zona de la Mariscal Foch, en el norte, empezaron con la venta de 3 000 litros de cerveza artesanal, al mes.

    Este proyecto -vigente hasta la fecha- fue la antesala para que Nájera demostrara sus habilidades como ‘maestra cervecera’ en su propia empresa Camino del Sol. Con un capital de USD 120 000, la cervecería montó su primera planta localizada en Carapungo, en el norte de Quito. Al inicio, comenta esta emprendedora, la fábrica procesaba alrededor de
    3 000 litros mensuales.

    Para la elaboración de la cerveza artesanal, la firma importa cuatro toneladas mensuales de maltas, levaduras y los lúpulos, desde Alemania y Chile. A la fecha, la planta de Carapungo produce unos 8 000 litros mensuales.

    Esto permitió no solo un crecimiento del 70% anual. También empezó a colocar en el mercado presentaciones en barriles, cajas de 18 unidades y en ‘six pack’.

    Para el envasado y el etiquetado, Camino del Sol cuenta con proveedores como Cridesa o Etiquetar de Ecuador.

    Esteban Suárez, propietario de la última, cuenta que desde hace tres años trabaja con la cervecería de Nájera. Antes de que este producto se vendan en supermercados, como Supermaxi, Santa María y Oki Doki, les vendía alrededor de 20 000 etiquetas; pero desde hace siete meses la demanda aumentó un 40%.

    Este año la empresa montó una segunda planta en el sur de Quito, con 1 100 metros cuadrados para oficinas y producción. La capacidad de procesamiento es de alrededor de 80 000 litros.

    Las cervezas artesanales de esta firma se venden en más de 300 establecimientos, como bares, restaurantes, supermercados, en Quito, Cuenca, Guayaquil y Galápagos.
    Fabián Sáenz, gerente de distribución de Pincay & Asociados, con sede en Galápagos, distribuye los productos de Camino del Sol desde hace ocho meses. El producto llega a más de 25 establecimientos de las islas.

    Para continuar con el crecimiento, esta empresa mantiene negociaciones con distribuidores en Imbabura, Manabí, Esmeraldas y Tungurahua. Para noviembre, Nájera planea establecer un modelo de franquicia para bares y restaurantes, inicialmente en Quito y Guayaquil.

    Juan José Mantilla, director creativo de la agencia de publicidad El Carrusel, trabaja con Camino del Sol en el diseño de la marca. Este creativo menciona que el logo representado por el sol hace alusión a que la marca debe expandirse en todo el país.

    Sobre los diseños de los cuatro tipos de cervezas, como el cóndor, la tortuga, la llama y la iguana, Mantilla asegura que tiene aceptación en extranjeros.

    La gerenta

    Ana Lucía Nájera, gerenta de Camino del Sol. Una de las principales estrategias de la cervecería, de cara a fines del 2015 y para el 2016, es obtener certificaciones de buenas prácticas de manufactura en las dos plantas de la empresa. Además, el posicionamiento de la marca no solo será a través de la venta de los cuatro tipo de cervezas, sino también en la venta de otros artículos como portavasos, vasos cerveceros, camisetas, gorras con los diferentes diseños de Camino del Sol.

    Las cifras

    9 empleos directos se generan en Camino del Sol.
    300 establecimientos en Quito, Guayaquil, Cuenca y Galápagos venden esta cerveza artesanal.
    8 registros sanitarios, tanto para los barriles como para las botellas tiene la compañía.
    80 000 litros de bebida procesará la nueva planta.
    100 000 dólares se invirtieron para comprar el bar denominado Turtle’s Head, ubicado en el norte de Quito.

    Camino del Sol tiene dos plantas de fabricación de cerveza artesanal, en Quito. Jimmy Zambrano es uno de los colaboradores que trabaja en la planta de Carapungo. Fotos: María Isabel Valarezo/LÍDERES.
    Camino del Sol tiene dos plantas de fabricación de cerveza artesanal, en Quito. Jimmy Zambrano es uno de los colaboradores que trabaja en la planta de Carapungo. Fotos: María Isabel Valarezo/LÍDERES.
  • Con el chocolate gourmet artesanal se abre mercados

    REDACCIÓN QUITO  (I)
    redaccion@revistalideres.ec

    Relacionadas

    Papá Cacao es la empresa de Jaime Freire, quien la creó y desde hace tres años elabora chocolate con cacao fino y orgánico. Su producto llamó la atención en Bélgica, Brasil y otros países.

    En 1999, Jaime Freire adoptó el sobrenombre de ‘Papá Cacao’. Lo hizo cuando estaba en un evento relacionado con la producción del cacao en la parroquia Las Golondrinas, en Esmeraldas. Este empresario, quien estudió Economía en la Universidad Central del Ecuador, se dedicó de lleno a trabajar en cultivos de cacao.

    Él creó su empresa Papá Cacao, que realiza consultorías sobre comercialización asociativa en productos agrícolas, aplicación de procesos de capacitación, escuelas de campo. Pero, desde el 2012, con su esposa Paulina Pino se concentran en la elaboración del chocolate ‘gourmet’ artesanal.

    Para la producción de las barras de chocolate y bombones artesanales utilizan cacao fino de aroma y orgánico, que por su procesamiento ofrece texturas, aromas y sabores consistentes que han ganado mercado en Egipto, Singapur, Brasil, Bélgica y otros países de Europa, explica Freire.

    El valor agregado de su chocolate es su formulación, dice el Gerente de la iniciativa. Para esto, sus chocolates utilizan cacao fino, manteca de cacao, azúcar y menos del 1% de lecitina, componente que compacta al dulce. Con estos ingredientes no es necesario utilizar preservantes ni saborizantes.

    Los principales insumos los adquieren de productores locales de Los Ríos, Esmeraldas, Guayas, entre otras zonas del Litoral. Por ejemplo, Francisco Peñarrieta, gerente de la Unión de Organizaciones de Productores de Cacao Arriba Esmeraldas, afirma que cada mes provee a Papá Cacao de dos quintales para la elaboración de las tabletas de chocolate.

    Mientras que a la Corporación Fortaleza del Valle, ubicada en Manabí, este emprendimiento compra dos toneladas mensuales de cacao orgánico, con certificación de comercio justo.
    Para el procesamiento del chocolate ‘gourmet’, la firma trabaja con la empresa cuencana Godika, que también se dedica a la elaboración de chocolates. Allí se procesan mensualmente 250 libras de cacao maduro, que se destinan a las instalaciones de Papá Cacao (ubicadas en Pomasqui, al norte de Quito), para su tratamiento.

    En la producción artesanal, los bloques de chocolate se derriten y se aplican técnicas específicas, como templar el dulce para adquirir una textura crujiente y brillante; en los bombones se agregan esencias y rellenos de café, frutos rojos, mora, ají, etc.

    En este año, Papá Cacao participó en ferias de El Cairo y Ámsterdam, con el apoyo del Instituto de Promoción de Exportaciones e Importaciones (ProEcuador). Estos encuentros le permitieron mostrar sus productos en el exterior y desarrollar negocios a través de su página web.

    Su estrategia, comenta Freire, es consolidar por ahora nuevos mercados. Para esto exporta, cada mes, unas 150 libras en barras de chocolates en promedio, con una concentración de cacao, del 80% o 90%. Sebastián Klerp, gerente de la empresa Euromerk, ubicada en Bélgica, trabaja con Freire para consolidar clientes en este país. En los próximos meses, dice, abrirá una tienda de Papá Cacao.

    Con todas las líneas de negocio, en el 2013 facturaron alrededor de USD 10 000 y para el 2014 lograron ventas, tanto de chocolates como por las consultorías de proyectos valoradas en USD 15 000.

    Otra estrategia de la marca es capacitar a productores locales y emprendedores de cacao y chocolate, en planes de negocio completos (que incluye asesoría en producción, modelos de gestión, canales de ventas, etc.).

    Jaime Freire, conocido como ‘Papá Cacao’, exhibe su portafolio de productos en el que constan bombones y barras de chocolate elaborados con cacao de aroma fino ecuatoriano. Foto: Foto: Vicente Costales / LÍDERES
    Jaime Freire, conocido como ‘Papá Cacao’, exhibe su portafolio de productos en el que constan bombones y barras de chocolate elaborados con cacao de aroma fino ecuatoriano. Foto: Foto: Vicente Costales / LÍDERES
  • Las creaciones de estilo artesanal llevan yute

    Redacción Guayaquil (I)

    El rústico material de tono café y fibras de hilo grueso que se conoce como yute es la materia prima con la que las guayaquileñas Estela Benites y Gabriela Espinoza, elaboran bolsos, carteras, lazos y almohadones bajo la marca Jute Love.

    Las piezas de estilo artesanal se caracterizan por tener detalles de encaje, cintas y botones de colores en los lazos; y en los bolsos y carteras, estampados de figuras como «atrapasueños», animales y vegetación.

    La idea de emprender un negocio juntas inquietaba a Benites y Espinoza hace tiempo; son primas y habían crecido viendo a una de sus tías, Magali Espinoza, trabajar con pinturas en la técnica de serigrafía. Pero fue en octubre del año pasado cuando se concretó el negocio.

    Primero, buscaron materiales apropiados: probaron con liencillo y lona cruda, pero no se convencían porque querían un material poco convencional. Buscaban algo que evoque a la naturaleza y que sea un producto amigable con el medio ambiente, explica Estela.

    Al final decidieron escoger el yute orgánico que se produce en Ecuador y lo estampan con pinturas en base de agua, con la técnica manual de la serigrafía.

    Con una inversión inicial de USD 200 comenzaron a promocionar las piezas en ferias como El Mercadillo, en Urdesa, y La Feria Mujer, en el Hotel Sonesta. Fue así como establecieron los contactos para vender en tiendas. La primera producción del negocio, que ya tiene tres meses, es de unas 60 piezas.

    Las emprendedoras están felices por la acogida de este negocio que les deja ganancias de unos USD 300.

    «Comenzamos a darnos a conocer en estos espacios y a la gente le gustó, porque no es común ver que se use yute para este tipo de productos», cuenta Estela.

    Los bolsos que también pueden estamparse de manera personalizada, (si el cliente desea puede ser una foto o un dibujo propio), cuestan entre USD 18 y 20, y se venden en la tienda Orígenes, ubicada en Puerto Azul; en la tienda de artesanías Hecho en Ecuador, y en Atman Yoga, las dos ubicadas en Urdesa.

    Renata Péndola, propietaria de esta última tienda, cuenta que por el buen acabado y el concepto de producto que está ligado al respeto hacia el medio ambiente todo ha tenido buena acogida.

    «Los diseños están relacionados con los conceptos del yoga, incluso la alfombra que se usa para el yoga cabe justo en los bolsos. Entonces, a la gente le llama la atención y preguntan, por que son productos originales», cuenta.

    Los pedidos también se pueden hacer vía redes sociales y la entrega es a domicilio. En el caso de los productos personalizados pueden tardar unos tres días máximo en estar listos.

    Detalles

    Técnica. Los bolsos son estapados con la técnica de serigrafía. Es un proceso que toma dos horas (en promedio).

    Original. En los estampados personalizados se tardan unos tres días.

    Redes. Los pedidos se pueden hacer en Instagram y Facebook: Juteloveec.

  • Topsy busca más clientes con su helado artesanal

    Flor Layedra / Redacción Guayaquil

    Desde hace 25 años, Topsy participa en el mercado nacional. La firma pertenece a la empresa Heladosa y a su vez forma parte de Toni.

    La compañía busca competir con otras marcas y de esta manera incrementar sus ventas en el país. La planta de la heladería está ubicada en el km 10½, en la vía Daule, al norte de Guayaquil.

    Desde el 2010 tiene una alianza con la multinacional peruana Alicorp. La firma compró el 30% de las acciones de Topsy.

    La sociedad entre ambas firmas, explica Alexandra Chancay, gerenta de Marketing, permitió que Heladosa realice sus inversiones con más seguridad.

    Hace una década, Topsy no desarrollaba campañas de promoción, ya que la marca se ha mantenido sola en el mercado, dice. Pero, desde este año, “los directivos de la empresa decidieron apostar a la publicidad, para competir con el monopolio del sector”.

    Así, Topsy, desde enero cambió los logos y los empaques de los productos y se realizaron innovaciones en la planta de producción. En estos proyectos se invirtieron USD 3 millones. A esto se suma las campañas de comunicación y publicidad.

    Otras modificaciones que hizo Heladosa para optimizar su producción fue adquirir una máquina paletera italiana, para alcanzar un aumento de ventas superior al 19%. El año pasado, Heladosa facturó sobre los USD 18 millones y vendió más de 85 millones de unidades de helados.

    A principios del 2012, la firma realizó un estudio del mercado de helados en Ecuador con las empresas investigadoras: Consultor Apoyo, Q-Analysis y MK Trends. Carlos Gordillo, gerente de MK Trends, señala que según los estudios que ha hecho la firma, el helado tradicional lidera el mercado. Por esto, Topsy incursionó en ese nicho desde agosto.

    Jorge Medina, gerente general de Topsy, dice que del total del mercado de helados, el helado tradicional tiene el 25,5%. La firma aspira a captar el 5% de ese nicho. En este segmento, a nivel de industria, Topsy compite con Unilever con los helados Pingüino. A nivel artesanal, con los helados hechos en casa, dice Chancay

    Los ingredientes principales del 95% de los helados de Topsy son crema de leche, leche en polvo y leche fresca proporcionado por Toni. El resto lo componen agua y otros ingredientes, como aderezos, manjar, maní, cocoa o frutas.

    Peggy Segura, consumidora, expresa que el sabor y la textura del helado son mejores a los de otras marcas. “Se siente más cremoso y es más rico al paladar”.

    Heladosa también comercializa sus productos en los autoservicios de Primax, en donde venden tortas heladas, helados en litros y peletería. El convenio comenzó desde el pasado 15 de julio. La firma también incursionó en Twitter y han captado a 689 seguidores, en tres meses.

    Además, realiza activaciones de marca en los centros comerciales del país. Por ejemplo, regaló 1 500 helados a menores que participaban en juegos en Guayaquil. La firma aprovecha el horario de la tarde, cuando hay mayor tiempo de consumo.