Etiqueta: cacao

  • Cacao certificado que va a Japón

    María Angelina Castillo (I) redacción@revistalideres.ec

    La calidad y el servicio son los pilares de Latino Americana de Alimentos Ecuador S.A. (Latiali), una empresa exportadora de cacao en grano, semielaborados y chocolate.

    Así se define esta joven firma fundada en 2017 y encabezada por Alicia de Norero, su actual gerente. Ella y su esposo, encargado del área de producción, comenzaron en el negocio del cacao en una finca hace más de un lustro. Trabajaron para Camino Verde con la que recibieron más de una docena de reconocimientos nacionales e internacionales, entre los que cuentan la Pepa de Oro en la Cumbre Mundial de Cacao en Ecuador (2016) y el premio al Mejor Grano por su calidad en el Salón de Chocolate de París (2015), que además los ubicó entre los 50 mejores cacaos de Suramérica.

    Por ello decidieron buscar su propio camino y fundaron Latiali, con el objetivo de darle un valor agregado al producto y buscar nichos para el chocolate. Actualmente la empresa se dedica a la comercialización ‘business to business’, es decir, transacciones entre la empresa y el distribuidor.

    El sistema de fermentación es clave en la compañía. Lo realizan a partir de la trazabilidad, es decir, los procedimientos que siguen la evolución de un producto en cada una de sus etapas. Así también manejan fórmulas a partir de curvas de temperatura y perfiles de sabores. “Entregamos un producto específico que quiere el cliente. La calidad es lo más importante”, agrega la gerenta de la firma.

    La planta de la compañía se ubica en la vía Durán-Tambo, en Guayas. Allí ocurre todo el proceso. En una primera sala se precalifica el cacao que adquieren de los productores con los que trabajan de Esmeraldas, Los Ríos, Guayas y Manabí.

    Alicia de Norero es la gerente de la firma. En la empresa trabajan con maquinaria de acero inoxidable para evitar contaminación. Puede procesar hasta 2 toneladas de chocolate
    Alicia de Norero es la gerente de la firma. En la empresa trabajan con maquinaria de acero inoxidable para evitar contaminación. Puede procesar hasta 2 toneladas de chocolate


    Cada centro de acopio trabaja con cerca de 50 productores de cacao. “Las fincas están certificadas y hacemos seguimiento a la producción que tienen, un análisis de calidad en toda la cadena”, afirma Alicia de Norero.

    En esta etapa, el grano permanece entre 48 y 72 horas. Allí se identifica por lote con datos como el origen del grano, la producción y destino.

    En una segunda fase se encuentra la sala para tostar y esterilizar el cacao. Allí se divide el producto en gavetas de distintos colores: azul para el grano crudo; amarillo para el tostado; naranja para el mix de cacao; y el gris corresponde al polvo.

    Todo el proceso es automatizado. En la sección donde se elabora el chocolate, las máquinas de acero inoxidable permanecen cerradas para evitar la contaminación. Manejan hasta 2 toneladas de chocolate cada 48 horas.

    Germán Bashurto es uno de los 12 trabajadores de la compañía. Vive en Durán, tiene 26 años de edad y dos en Latiali. Cuenta que comenzó en el área de fermentación y pasó al área de procesos, en la que supervisa la máquina que elabora las gotas de chocolate; procesa 19 kilos por hora.

    Aunque le gusta lo que hace, confiesa que no es amante del chocolate.

    La producción de Latiali es orgánica, el proceso del grano se realiza libre de alérgenos y es bajo en azúcar. No se utilizan materias como soya, nueces, leche o aceite de palma. En su lugar, emplean otros como lecitina de girasol orgánica certificada y manteca de cacao. “Porque creemos que eres lo que comes. Y si comes un producto sano, eres una persona sana”.

    En esta línea, la empresa posee certificaciones internacionales orgánicas como la USDA Organic, para el mercado estadounidense; y JAS, para el japonés. La meta a corto y mediano plazo de Latiali es obtener más para poder diversificar los destinos de exportación y ser más competitivos. Para ello trabajan en procesos de seguridad e inocuidad.

    El año pasado, el 60% de la exportación de la compañía abarcó el cacao en grano, 30% chocolate y coberturas y 10% en semielaborados. Los principales destinos son Asia y EE. UU.

    Uno de los clientes de la empresa es Gone Green Superfoods, una distribuidora estadounidense. Eduardo Cajas, su director para Sudamérica, señala que entraron en contacto con Latiali hace dos años y la primera compra del producto se hizo el año pasado. La idea es adquirir un contenedor cada dos meses.

    Asegura que lo que más aprecia de la compañía es la consistencia en la fórmula del producto. “Porque el cliente quiere que sea idéntico al que compró la vez anterior”, dice.

    Gone Green distribuye a todo EE.UU, tanto a través de una plataforma online como por retail.

    Las cifras

    60 por ciento de la exportación de la compañía en 2017 corresponde a cacao en grano

    50 fincas distribuyen sus productos a cada centro de acopio con el que trabaja la exportadora actualmente.

    16 galardones internacionales acumula la empresa

    19 kilos de chocolate procesa en una de las salas cada hora

    3 certificaciones orgánicas posee Latiali: para Estados Unidos, Europa y Japón.

    La Gerente

    Alicia de Norero

    La empresa trabaja en procesos de seguridad y producción orgánica, pues les permitirá acceder a más cliente. Lo primero que busca cualquier comprador es seriedad, servicio. Y por ello exigen las certificaciones, porque es una constancia de seguridad para ellos. Se trata de sistemas ya implementados que garantizan que nuestro producto no solo es bueno, sino sano (…) En temas de alimentación ingresas con estas certificaciones.

    La empresa basa su estrategia en la fermentación, que realiza a partir de la trazabilidad, curvas de temperaturas y perfiles de sabores. Foto: Mario Faustos / LÍDERES
    La empresa basa su estrategia en la fermentación, que realiza a partir de la trazabilidad, curvas de temperaturas y perfiles de sabores. Foto: Mario Faustos / LÍDERES
  • Ecuakao mapea el sabor del cacao

    Maria Angelina Castillo

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    Para Ecuakao el perfil de sabores es fundamental a la hora de comercializar el cacao en grano y en licor. A través de un mapa de sabores, la empresa determinó las zonas en las que se produce el cacao con las características que piden sus clientes en el exterior.

    En la variedad de cacao nacional, la producción de Manabí se destaca por un sabor floral, rico en frutos secos como la nuez. En Esmeraldas, el producto tiene un intenso sabor a chocolate amargo y una pepa de mayor tamaño. Mientras que en Los Ríos, los sabores van desde lo floral a los frutales, con un sabor ligero a chocolate.

    A partir de esta clasificación, Ecuakao elabora sus recetas para los distintos destinos de exportación. Así lo cuenta Mariuxi Espinoza, gerenta de Aseguramiento de Calidad de la compañía.

    La firma trabaja también con la variedad CCN51, que se destina a clientes que solicitan sabores intensos de chocolate y nuez. Espinoza cuenta que esta variedad es la que prefieren compradores en Estados Unidos; mientras que hacia Japón envían cacao con un perfil más floral. Chile y Argentina prefieren un balance de sabores.

    “Vendemos por perfiles de sabor dependiendo de las características que quieran destacar los clientes en el producto final. Esto nos ha permitido trabajar con pequeños y grandes chocolateros a lo largo del mundo que buscan un desarrollo específico”, asegura.

    Ecuakao es una compañía que opera desde marzo de este año, luego de adquirir los activos de Transmar Ecuador S.A., que acumulaba más de una década de funcionamiento en el país. La operación y trayectoria es la misma, asegura Espinoza, solo hubo cambio en la razón social.
    La capacidad de producción de la planta es de 1 200 toneladas de licor de cacao al mes y 2 000 toneladas de grano de cacao mensual.

    Las exportaciones en grano van hacia a Norteamérica, Asia y Europa. Mientras que el principal destino del licor de cacao es América del Sur, con el 75% de las ventas. El año pasado, la empresa alcanzó 15% de participación de mercado en exportaciones totales del país.

    De sus ventas, el 55% corresponde a cacao en grano, principalmente a Estados Unidos; mientras que el restante fue para el licor de cacao. En cantidad de producto, la empresa envió durante el 2017 13 200 toneladas en grano y 11 000 toneladas de licor de cacao.

    Espinoza asegura que una de las ventajas de comercializar semielaborado de cacao es la posibilidad de dar un valor agregado al grano. “El precio del cacao varía y depende básicamente del destino. Al exportar licor de cacao el precio es mayor”.

    Ecuakao trabaja con 200 proveedores de distintas partes del país. Uno de ellos es Roberto Rugel, que les vende cacao desde hace más de una década, cuando era su padre quien dirigía el negocio familiar. “La compañía nos ha dado una estabilidad en el mercado, siempre respetando los precios, la calificación y el peso justo. Son puntos importantes”, asegura.

    Rugel posee una bodega en Montalvo, provincia de Los Ríos. De allí compra el cacao a los agricultores, aunque también adquiere el producto en Milagro (Guayas). Actualmente adquiere, en promedio, 1 000 quintales a la semana. “El pago de Ecuakao es puntual. Eso es importante”.

    Entre sus planes de crecimiento para este año, la compañía instalará otra línea de producción de licor de cacao a partir del segundo semestre.

    La idea es seguir creciendo en este segmento y abarcar países exigentes a los que ya venden cacao en grano, como el caso de Suiza. Además, en noviembre arrancará la línea de producción de manteca y polvo de cacao.

    La vocera
    Mariuxi Espinoza

    Una estrategia es la de los talleres de capacitación a proveedores en temas de contaminación, transporte limpio, procesos de secado, higiene, almacenamiento, control de plagas y fertilización de diversas áreas. Les ayudamos en las mejoras que pueden tener tanto para su salud como la estabilidad de sus familias, para que ganen más. Si el cacao es más limpio, cumple con las reglas de higiene y seguridad alimentaria, tiene mejor precio.

    Las Cifras

    3 200 toneladas  de cacao en grano vendió el año pasado la compañía ecuatoriana.

    55% fue la venta  de cacao en grano, principalmente a Norteamérica. Mientras que 45% de la comercialización correspondió al licor de cacao, destinado a Argentina y Chile.

    200 proveedores  de materia prima tiene Ecuakao, provenientes de varias zonas.

    15% de participación  en el mercado exportador de cacao logró Ecuakao en 2017.

    Los trabajadores de Ecuakao homogenizan el cacao como parte del proceso de secado, para que la temperatura y la humedad se distribuya en todo el producto. Foto: Mario Faustos / LÍDERES
    Los trabajadores de Ecuakao homogenizan el cacao como parte del proceso de secado, para que la temperatura y la humedad se distribuya en todo el producto. Foto: Mario Faustos / LÍDERES
  • Unidos para formar un consorcio de cacao

    Marcel Bonilla

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    Los productores de cacao de Esmeraldas se agruparon en un consorcio comercial asociativo llamado “Herencia Esmeraldas”, para dar valor agregado al producto que se lleva a otras poblaciones.

    El logotipo del producto muestra, en una mazorca de cacao, el perfil de una mujer afro, como las que cosechan en las poblaciones norteñas. Así se da identidad a una propuesta de la provincia. El nombre lo escogieron las organizaciones cacaoteras que operan como Coopec, Aprocane, Uprocae, Aproca y Ecocacao.

    Los productores trabajaron durante un año en la propuesta, que incluyó el desarrollo de los estatutos de la organización. Para la primera producción destinaron 25 quintales de cacao seco con los que elaboraron 4 000 barras de chocolates de 35 gramos (gr).

    Estas organizaciones acopian cacao que producen familias afros y chachis del norte de la provincia, así como de la parte central, en Quinindé, uno de los cantones esmeraldeños que más produce.

    Todo el acompañamiento técnico en la primera producción del negocio se hizo con la empresa Hoja Verde, que también apoya en la comercialización y procesamiento de las barras de chocolate.

    Las primeras 4 000 unidades ya están en las perchas de dicha compañía, en Quito, y se piensan en la segunda producción que podrían doblar el número anterior.

    Raúl Quintero, técnico de la Dirección de Fomento Productivo de la Prefectura de Esmeraldas, explica que en la producción se utiliza cacao orgánico certificado por las organizaciones que participan. La propuesta de los productores es que no solo se haga chocolate con leche, sino que se elabore chocolate con coco y chocolate con banano, para llegar hacia otros mercados con una propuesta alternativa.

    En la elaboración de la marca y su diseño participó ACRA, organización internacional que sigue de cerca los emprendimientos en las poblaciones del norte de Esmeraldas, donde hay un alto porcentajes de afros dedicados a la siembra y cultivo de cacao.

    Al trabajo de apoyo se ha sumado Cefodi, otra organización, que ayuda en el proceso de certificación de las fincas, para garantizar el cacao a utilizar en la elaboración de barras y otros productos, como polvo de cacao.

    En Esmeraldas existen 80 000 hectáreas dedicadas a la producción de cacao, con un promedio de ocho quintales por hectáreas (ha) al año. Carlos Bastidas, integrante de la mesa del cacao en Esmeraldas, señala que unos 1 000 productores se benefician directamente del consorcio formado.

    “Este es un importante avance en la organización porque ahora Esmeraldas da valor agregado al producto y no como antes, cuando se vendía toda la materia prima hacia el exterior”, señala Ruvin Oviedo, técnico de cacao.

    Entre los objetivos del consorcio está desarrollar su mercado dentro y fuera del país. La exportación a Europa es clave. Esmeraldas ya tiene experiencia en la exportación de cacao fino de aroma, que se recoge de los productores del norte de la provincia para ser llevado a Suiza.

    Ahora, lo que se quiere es instituir una marca registrada para “Herencia Esmeraldas”, mediante actividades promociónales hasta posesionarse como tal.

    En Esmeraldas, el Ministerio de Agricultura trabaja en el mejoramiento de la calidad del producto, para subir la productividad del cacao en la zona de Rioverde.

    Con esto se quiere aumentar la producción, que está sobre 1 000 quintales mensuales para el mercado nacional. Para eso se ha previsto de equipos técnicos para 360 agricultores de Rioverde, agrupados en la Asociación Eloy Alfaro, quienes se han reunido desde finales del año anterior con los representantes de ese ministerio.

    La inversión para potenciar el centro de acopio de Rioverde es de USD 178 000. En Esmeraldas, San Lorenzo, Muisne, Quinindé, Rioverde y Eloy Alfaro, se han legalizado 14 600 hectáreas que permitirán a sus dueños acceder a créditos en BanEcuador, para financiar la actividad cacaotera.

    Algunos datos

    Catálogo.Entre las acciones del consorcio está ocuparse de la elaboración de catálogos comunes y realizar investigaciones de mercado para averiguar dónde se pueden desarrollar mejor las actividades.

    Procesos. Un equipo trabajará en la selección de las fuentes de adquisición de materia prima y maquinaria para uso de las asociaciones socias.

    Convenios. La organización realizará alianzas estratégicas con organizaciones y entidades y participar en empresas (locales) o extranjeras que tengan los mismos fines.

    Rioverde. En esa localidad existen diversas asociaciones.

    Cifra

    80 000 Hectáreas dedicadas a la producción hay en Esmeraldas.

    Una imagen de la comercialización de los productos del consorcio en la playa de Las Palmas, en Esmeraldas.Foto: Marcel Bonilla / LÍDERES
    Una imagen de la comercialización de los productos del consorcio en la playa de Las Palmas, en Esmeraldas.Foto: Marcel Bonilla / LÍDERES
  • Desde el cacao hasta las barras

    Patricia González

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    Perla Organic, sin planificarlo, nació en la hacienda Agua y Tierra, en Manabí, hace cerca de ocho años. En esa época el papá de Carol Marcial comenzó con la producción de cacao fino de aroma en la plantación familiar.

    Por mucho tiempo, Fabián Marcial vendió la materia prima de la tierra a intermedios. El negocio, para su hija, era desventajoso y poco rentable. Ella, como estudiante de finanzas y administración de empresas en la Universidad San Francisco de Quito (USFQ), enfocó su trabajo de grado en el desarrollo de un proyecto de emprendimiento sobre la producción de chocolate. Esa fue la génesis de la exportadora Perla Organic.

    La joven, hoy de 28 años, egresó en 2015 de la Universidad. A sus dos carreras se sumaron un minor en publicidad y un curso de chocolatería, que le permitió comprender mejor todo el proceso que conlleva la elaboración de este dulce producto.

    En 2016, sin perder tiempo, cumplió con todos los pasos para convertir su proyecto de emprendimiento en una realidad. Con una inversión de USD 500 000 –producto de un préstamo familiar– instaló la fábrica de chocolates en el norte de Quito, desarrolló la marca y, en Manabí, se impulsó a la plantación cacaotera de 20 hectáreas dentro de Agua y Tierra.

    Los productos de la marca de chocolate cuentan con certificaciones orgánicas de EE.UU., la Unión Europea y la Unión Ortodoxa. Foto: Julio Estrella / LÍDERES
    Los productos de la marca de chocolate cuentan con certificaciones orgánicas de EE.UU., la Unión Europea y la Unión Ortodoxa. Foto: Julio Estrella / LÍDERES

    Con el norte en la exportación, durante ese año Carol gestionó las certificaciones necesarias que avalaran su producto como orgánico en EE.UU., Europa y ante la Unión Ortodoxa; así como la certificación de BPM (Buenas Prácticas de Manufactura).

    Perla Organic salió oficialmente al mercado en enero del 2017. Y en 16 meses el crecimiento ha sido vertiginoso. El pasado año cerró con una facturación de más de USD 200 000, de los cuales el 40% corresponden a las ventas en mercados internacionales.

    La marca cuenta con un portafolio de 40 variedades de chocolate. Las barras son su producto emblemático. En esta categoría ofrece aquellas gourmet, que tienen sabores como licor de canela, ají y mango o jengibre y piña; las barras plain, en las que varía el porcentaje de cacao; y las raw, en las que la temperatura se mantuvo en 45 grados centígrados durante todo el proceso de producción, conservando mejor las propiedades del grano.

    También están las barras para chocolate de taza, con sabores de café y uvilla. En otras variedades del producto, la marca ofrece frutas deshidratadas cubiertas de chocolate, nibs de cacao en trozos, pasta de cacao y la línea de repostería en la que vende coberturas de chocolate a granel.

    La empresa trabaja con 15 proveedores, principalmente para los ingredientes adicionales de cada producto, el empaque y la presentación. La firma Espin Graf trabaja desde el inicio con Perla Organic en el diseño de los empaques de la marca, tanto de las barras como de los otros productos . Un elemento diferenciador en la envoltura de los chocolates es que incluye un nib de cacao, con el fin de que los clientes conozcan el origen.

    Perla Organic cuenta con un portafolio de 50 clientes. En Ecuador se puede encontrar en locales de las cadenas Fybeca y El Español. También en la tienda de delicatessen El Griego, localizada en el centro comercial Quicentro Shopping en Quito y en locales productos turísticos.

    Carol Marcial, gerente de la empresa Perla Organic que produce y exporta chocolate. Foto. Julio Estrella / LÍDERES
    Carol Marcial, gerente de la empresa Perla Organic que produce y exporta chocolate. Foto. Julio Estrella / LÍDERES

    Entre sus clientes locales está Galería La Cuchara, en el Centro Histórico. Ibeth Arias, gerente del lugar, destaca la calidad del producto en cuanto a su aroma y sabor, así como también el manejo de relaciones comerciales de la marca. “Es un producto exclusivo que sale de lo convencional”, añade. La galería adquiere cerca de 300 unidades de chocolate al mes.

    La agencia Metropolitan Touringe es otro de sus cliente. Alessandra Baautista, ejecutiva de promoción y publicidad, resalta los sabores originales de sus barras de chocolate, que no se hallan en el mercado. Esta empresa entrega el producto como regalo a clientes en el exterior.

    En el mercado internacional, la marca se comercializa en EE.UU., China, Francia, Ucrania, Suiza, España y Holanda. Además en 2017 participó en siete ferias en el exterior. Marcial considera que lo más difícil hasta ahora ha sido precisamente entrar al mercado y que haya recompra del cliente, por la alta competencia.

    Sin embargo, destaca que una fortaleza de la marca y que le distingue de otros productos del mercado es que cuenta con toda la cadena de producción, con lo que da garantía al cliente de la trazabilidad del producto.

    La firma Perla Organic tiene su fábrica de producción en el norte de Quito. Allí laboran seis trabajadores. Al mes produce ocho toneladas. Foto: Julio Estrella / LÍDERES
    La firma Perla Organic tiene su fábrica de producción en el norte de Quito. Allí laboran seis trabajadores. Al mes produce ocho toneladas. Foto: Julio Estrella / LÍDERES
  • La autenticidad es el sello de este licor de cacao

    Patricia González (i)
    redaccion@revistalideres.ec

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    Fue en Rancho San Jacinto donde Fernando Crespo comenzó a aplicar sus conocimientos en siembra y propagación del cacao.

    Esta hacienda ganadera, cacaotera y de palma africana, ubicada en el kilómetro 98 de la carretera Guayaquil-Machala, fue un negocio familiar, desde que su padre comenzó a administrarla.

    Fernando es técnico agrónomo con especialización en propagación de cacao, estudios que realizó en Honduras y Costa Rica. También cursó inglés en EE.UU.

    Tras retornar al país, en 1986, comenzó a poner en práctica lo aprendido en Rancho San Jacinto. Con una producción de 350 toneladas de cacao, la familia Crespo exportaba el grano.
    Con el tiempo, Fernando incursionó en la elaboración de chocolate. Además, se fue actualizando para la elaboración de otros productos, con cursos en el exterior.

    En Brasil conoció que la pulpa de cacao podía ser utilizada para hacer jugo. Este y otros productos se vendían en un parador turístico a la entrada de la hacienda.

    Con el jugo de cacao, Fernando comenzó a dar valor agregado a la mazorca. La idea evolucionó.

    Tras cuatro años de investigación, arrancó con la elaboración de un licor hecho a base de la pulpa de cacao, en la finca El Colibrí, de su propiedad, aledaña al rancho familiar, en la que desarrolló su propia planta productiva.

    El licor que prepara Crespo tiene la particularidad de que es el primer destilado de cacao en el mundo; de hecho no existe una categoría para este licor. Su creador lo describe como un “aguardiente de buena calidad, con la sutileza de un ron, de amplia versatilidad”.

    La segunda particularidad del producto, que lleva el nombre de Solbeso, es su lanzamiento: fue primero en Nueva York (EE.UU.), en 2013, antes que en Ecuador.

    Se logró gracias a la asociación de Crespo con un fondo de inversión americano. Así nació la empresa New World Spirits Intl, con la que se comercializa la marca en licorerías y restaurantes de Nueva York , Florida y Los Ángeles.

    En 2015, Solbeso entró al mercado ecuatoriano mediante la empresa NWS Solbeso New World Spirits, propiedad de Fernando. Dice que el lanzarlo primero en EE.UU. fue un impulso a la hora de traerlo a Ecuador.

    La finca El Colibrí no es el único proveedor de Solbeso. También, otros 1 800 productores de cacao.

    Uno de estos agricultores es Juan Carlos Rivera, propietario de la hacienda Rancho El Jardín, en la provincia de Guayas, donde cosecha 45 hectáreas de cacao.

    Desde hace cuatro años, Rivera le vende semanalmente 2 000 litros de jugo de cacao a Fernando por USD 80. “Para mí ha sido muy beneficioso. Antes ese jugo se perdía”, comentó.
    Por su parte, en la planta de Solbeso se producen entre 20 000 y 30 000 litros al año, de los cuales cerca del 90% es para exportar.

    Ganar mercado en el Ecuador ha sido un trabajo arduo, de puerta a puerta, por ser un producto desconocido. Sin embargo, Crespo está contento con las ventas, que en 2017 fueron de 2 800 botellas.

    El producto se vende en las cadenas Supermaxi y Megamaxi, en República del Cacao, Licorería La Guarda y en restaurantes, bares, hoteles y hosterías, principalmente de la Costa.

    El bar Rayuela, ubicado en el sector Las Peñas, de Guayaquil, es uno de sus clientes desde hace dos años y medio. “Es un producto diferenciador y muy versátil”, dice Alejandro Bolaños, propietario del local. En Rayuela lo utilizan para elaborar caipiriñas y mojitos.

    En La Pizarra, un restaurante-bar localizado en el centro comercial Plaza Lagos de Samborondón, han creado cocteles con Solbeso, como Guayaquil caliente, que lleva jalea de ají, maracuyá y ese licor. “Es muy aromático, totalmente diferente a lo que había en el mercado”, manifiesta Juan Morán, propietario.

    Para este año, Fernando prevé lanzar 1 500 botellas de Solbeso añejado. Además, participará en ferias de gastronomía en Europa, con el apoyo de Pro Ecuador.

    “Lo estuve catando y es muy bueno”

    Carlos Veliz Cevallos. 
    Ingeniero industrial.

    He trabajado durante 34 años en el área de producción de alcohol etílico. Fernando me presentó la idea del licor de pulpa de cacao. Me pareció muy buen proyecto y le presté mi asesoría. Yo tenía un alambique de mi fabricación y con eso hicimos las primeras pruebas y luego se fue corrigiendo. El destilado que sale del alambique de Fernando es muy bueno.

    También le asesoré en el tratamiento del jugo de la baba de cacao, conservación y fermentación. De la baba del cacao previamente se hace un tratamiento de calentamiento para que salgan todos los azucares, se licúa y se tamiza. Ese jugo tamizado se pone en tanques de fermentación para obtener el alcohol o espíritu de cacao. Al obtener esto, se calienta en el alambique por dos o tres horas para la obtención del licor de cacao Lo importante es que la materia prima sea 100% baba de cacao, que es lo que hace Fernando. Es el primer alcohol que se hace a partir de esa materia prima. Yo estuve hace dos o tres meses catándolo y me pareció muy bueno. Fácilmente puede competir con licores como el pisco de Perú o el tequila mexicano.

    Este año, Fernando Crespo, fundador de Solbeso, prevé lanzar 1 500 botellas de licor añejado, que se asemeja a un brandi. Se está añejando desde 2011 y el año pasado liberó tres botellas. Foto. Enrique Pesantes / LÍDERES
    Este año, Fernando Crespo, fundador de Solbeso, prevé lanzar 1 500 botellas de licor añejado, que se asemeja a un brandi. Se está añejando desde 2011 y el año pasado liberó tres botellas. Foto. Enrique Pesantes / LÍDERES
  • Una cocada con miel de caña y cacao, en Borbón

    Marcel bonilla  (F)
    Contenido intercultural

    El Capricho. Ese es el nombre de una pequeña comunidad de la parroquia Borbón, norte de Esmeraldas, donde se elabora la tradicional cocada con chocolate y miel de caña de azúcar.

    15 de 40 habitantes de esta población empezaron hace 10 años la producción de cocada a través de una iniciativa comunitaria, poniendo valor agregado al dulce tradicional.

    Esta pequeña comunidad dedicada en los años 70 a aserrar madera durante el auge maderero en Borbón, encontró en la fusión de tres productos (coco, miel de azúcar y cacao) una fuente de ingresos económicos.

    Tras el terremoto del 16 de abril de 2016, la Prefectura de Esmeradas empezó con un proceso de reactivación de las iniciativas productivas en el norte de la provincia, con pequeñas inversiones y apoyo técnico.

    Desde hace un año se empezó a capacitar a los productores de cocadas en temas de mejoramiento de la producción y la búsqueda de mercados fuera de Esmeradas que garantice la venta.

    Los afrodescendientes que habitan en esa zona cultivan la caña y por medio de un trapiche eléctrico obtienen la miel de caña. Una parte es envasada para su comercialización, el resto se usa para endulzar la cocada.

    “Con la molienda obtenemos la miel usada como endulzante, que produce un sabor distinto a la cocada que ofrecemos en la comunidad”, señala Maritza Cabezas, representante del proyecto.

    La cocada se cuece en pailas de bronce en fogones que tienen como combustible la leña. Los hombres acopian la leña que baja del río, la secan a la intemperie y luego la utilizan en los fogones para su actividad.

    Las mujeres se encargan de cortar y empacar el producto en presentaciones de 50 gramos. Ahora se avanza en los trámites para obtener la notificación sanitaria a través de la Agencia de Control y Regulación Sanitaria (Arcsa).

    La producción de cocada depende de los pedidos: pueden ser hasta 2 000 diarias de 50 gramos cada una. Los principales mercados son Quito y Guayaquil, pero se busca una relación estable con clientes fijos.

    En la Arcsa también se realizan los análisis para cocada con leche. Las mujeres de la asociación artesanal El Capricho preparan cocadas con manjar, papaya y ajonjolí. El objetivo es llegar hasta fin de año con seis notificaciones sanitarias, porque la ley exige que cada sabor cuente con una notificación.

    Con la ayuda de la Dirección de Fomento Productivo de la Prefectura de Esmeraldas se trabaja en una marca como cocadas con chocolate El Capricho, que será presentada en el primer trimestre del 2018, señala Gelio Vera, técnico de la Prefectura.

    Quienes llegan a Borbón no tienen necesidad de ir hasta El Capricho, porque en la población se vende el producto a través de los miembros de la asociación, que han montado un pequeño estand.

    La comunidad tomó el nombre del aserradero que funcionó por muchos años en ese lugar, donde se asentó un parte de Borbón.

    En ese pequeño poblado se observan sembríos de caña y grandes palmeras de coco, materia primara para elaborar el producto. Cuando hace falta coco se trae de la población de Limones, donde los afros de la zona producen coco para abastecer el mercado local.

    El trabajo

    Las familias fieles a sus tradiciones de sembrar cacao tienen sus plantas en sus fincas las que utilizan para complementar la cocada con cacao fino de aroma, en el norte de la provincia de Esmeraldas.

    La cocada se cuece en pailas de bronce en fogones que tienen como combustible la leña.
    Los hombres  acopian la leña que baja del río, la secan a la intemperie y luego la utilizan en los fogones para su actividad. Las mujeres se encargan de cortar y empacar el producto para venderlo.

    Los comuneros El Capricho siembran su caña y cacao para emplearlos en su emprendimiento. Foto: Marcel Bonilla / LÍDERES
    Los comuneros El Capricho siembran su caña y cacao para emplearlos en su emprendimiento. Foto: Marcel Bonilla / LÍDERES
  • 6 empresas cacaoteras y chocolateras del país mostraron su oferta en Corea del Sur

    Carolina Enriquez

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    USD 168 000 en expectativas de negocios deja la participación de seis empresas ecuatorianas dedicadas a la producción y comercialización de cacao y chocolate en el salón del Chocolate que terminó el pasado 21 de enero en Corea del Sur.

    La información la entregó Pro Ecuador. Durante el encuentro los empresarios participantes pudieron mostrar su oferta a potenciales compradores y realizar degustaciones con consumidores de Seúl.

    Una de las empresas que presentó sus mazorcas y granos de cacao fue Palo Santo; mientras que Tree to Bar mostró mojitos de cacao ecuatoriano, chocolate caliente, nibs, cubiertas de chocolate, entre otros alimentos.

    Otras empresas ecuatorianas del sector chocolatero ya presentes en Corea del Sur, como República del Cacao, indicaron durante el Salón que buscan consolidar su posición en ese mercado a través de su participación en ferias y seminarios dirigidos a la industria.

    En el encuentro chocolatero también estuvieron presentes las compañías Flordhari, Agrosamex Costa Esmeraldas y KVMI. Además, se presentaron nuevas marcas.

    Para Daniel Hong, country manager de República del Cacao, ferias de ese tipo son una buena oportunidad para dar a conocer el chocolate ecuatoriano.

    Otras empresas ecuatorianas del sector chocolatero ya presentes en Corea del Sur, como República del Cacao, indicaron durante el Salón que buscan consolidar su posición en ese mercado a través de su participación en ferias y seminarios dirigidos a la indu
    Otras empresas ecuatorianas del sector chocolatero ya presentes en Corea del Sur, como República del Cacao, indicaron durante el Salón que buscan consolidar su posición en ese mercado a través de su participación en ferias y seminarios dirigidos a la industria. Foto: Twitter @Pro_Ecuador
  • Cacao y patrimonio son el gancho en esta iniciativa familiar

    Redacción Quito

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    El Palomar es una iniciativa familiar que abrió sus puertas en una casa patrimonial, en el Centro Histórico de Quito. Sus fundadores iniciaron esta aventura hace cinco meses.

    El concepto es sencillo: combinan cacao fino con el patrimonio de la ciudad. Seis miembros de la familia Ordóñez-Bermúdez son los responsable de este emprendimiento. Ellos recuperaron la casa para recibir a comensales, golosos y amantes del buen chocolate, que ellos producen en Santo Domingo de los Tsáchilas.

    Sandra Bermúdez, de 54 años y Juan Carlos Ordóñez, de 56, son los padres de este clan familiar y los impulsadores de la idea; además participan sus hijos Francis Ordóñez y Juan Ordóñez con sus esposos Christian Mendes y Marta Alvear.

    El Palomar produce y procesa el cacao desde la pepa hasta la tableta y ofrecen el servicio de chocolatería (cafetería especializada en chocolate) con productos como postres y sánduches caseros, todo en una casa patrimonial rehabilitada por esta familia y que contó con el apoyo del Instituto Metropolitano de Patrimonio.

    “Este es un emprendimiento familiar, en el que estamos involucrados padres e hijos con sus parejas y sus diversos talentos”, señala Bermúdez.

    Hasta el momento la familia ha invertido alrededor de USD 10 000, sin tomar en cuenta el valor de la rehabilitación de la casa, que es de su propiedad.

    El nombre El Palomar lo eligieron en familia por dos razones: “la primera porque el centro es el hogar de muchas palomas y la segunda porque en la casa tenemos una habitación en el último piso con una vista espectacular del Centro Histórico, como un palomar”, dice Bermúdez.

    El cacao se procesa de forma artesanal, bajo la marca ‘Cacao Bim’. El cultivo está en la parroquia Las Mercedes, en de Santo Domingo de los Tsáchilas.

    Los emprendedores aseguran que el cacao utilizado es libre de químicos, no contiene preservantes ni nada artificial. Es 100% cacao puro y fino de aroma. En poco tiempo aspiran tener la certificación totalmente orgánico.

    Los productos que se venden en El Palomar se dividen en dos líneas. La primera es una tienda de productos ‘Bim’ donde se expenden tabletas de cacao al 100% y al 60%, éste último solo contiene azúcar; también cuentan con jabón, bálsamo para la piel y labios, licor y los nibs (pepas de cacao tostada, pelada y triturada, ideal para acompañar los alimentos).

    La segunda línea es la del servicio de chocolatería donde preparan la taza de chocolate en varias presentaciones, desde puro, con un toque de naranja, o con un ligero toque picante, caliente y frozen, acompañado de pasteles y sánduches caseros.

    También ofrecen café, tés aromáticos cosechados en ese momento de sus macetas, jugos naturales y en ocasiones especiales vino hervido y el tradicional canelazo. Los costos de sus productos, en el servicio de cafetería van desde los USD 2,50 a 2,95 por el chocolate los postres tienen iguales precios, mientras que los sánduches van desde los USD 2 dólares hasta 3,50.

    “En este tiempo hemos sido invitados a la feria de la Presidencia de la República por el Día del Turismo, en la Feria Texturas & Colores con Cacao Bim, gracias a ConQuito”, comenta con alegría Bermúdez.

    Foto: Cortesía Conquito
    Foto: Cortesía Conquito
  • Cacao selecto solo se halla en la región

    Agencia EFE

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    América Latina es la principal región productora de las variedades “prime” (selectas) de cacao a escala internacional, con cerca del 80% de la producción mundial, se informó en Lima durante el lanzamiento del Observatorio de la Iniciativa Latinoamericana de Cacao (ILAC).

    En la actividad, a cargo del Banco de Desarrollo de América Latina-CAF y el Ministerio peruano de Agricultura y Riego (Minagri), se dijo que la gran producción de variedades selectas se debe, principalmente, a la diversidad genética del cacao latinoamericano.

    Según datos de la Organización Internacional del Cacao (ICCO), entre el 70 y 100% del total de la exportación de cacao de países como Bolivia, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Perú y México corresponde a estas variedades.

    Además, el cultivo del cacao beneficia directamente a 329 607 productores, pero promueve indirectamente la inclusión económica y mejora en estándares de vida a más de tres millones de latinoamericanos.

    Sin embargo, CAF y el Minagri señalaron que hay desafíos para consolidar una posición competitiva de la región en este segmento del mercado, por lo que han diseñado el Observatorio de la ILAC como un “mecanismo de inteligencia” para desarrollar el mercado del cacao fino y de aroma.

    La directora representante de CAF en Perú, Eleonora Silva, señaló que el organismo financiero impulsó en 2016 la ILAC con el objetivo de promover el desarrollo del cacao como actividad económica sostenible y elemento integrador de los pueblos que lo han utilizado desde tiempos ancestrales en la región, como Perú, Bolivia, Brasil, Colombia, Costa Rica, Ecuador, República Dominicana y Panamá.

    Agregó que en estos países se cultiva alrededor de 1,7 millones de hectáreas de cacao y se exportan unas 745 toneladas métricas, equivalentes a unos USD 985 millones, principalmente a mercados de Europa y EE.UU.

    La representante de CAF indicó que el crecimiento de la demanda por el cacao “prime” latinoamericano hace que el desarrollo de cadenas de valor asociadas sea “un desafío” pero, a la vez, “ofrece una oportunidad para los países productores de la región”.

    El viceministro peruano de Desarrollo e Infraestructura Agraria y Riego, Jaime Salomón, sostuvo, por su parte, que el Minagri y el Programa de Biodiversidad de la Unidad de Negocios Verde de CAF, tuvieron la idea de impulsar el Observatorio de la ILAC como un mecanismo de inteligencia de mercado, que ofrezca información útil para el desarrollo del mercado del cacao fino.

    Salomón dijo que, desde el punto de vista de la oferta, el desafío es identificar, mantener y ampliar la base genética que representa la principal ventaja comparativa regional, mientras que también existe la necesidad de armonizar los procesos de identificación, cata y clasificación del cacao.

    Según la Asociación Nacional de Exportadores de Cacao (Anecacao), más del 70% de la producción mundial de la fruta fina y de aroma se encuentra en el territorio nacional, convirtiendo al país en el mayor productor del mundo.

    “Esto ha generado un prestigio importante, favorable, destacable, indispensable y representativo para el país. Este tipo de cacao, tiene características individuales distintivas, de toques florales, frutales, nueces, almendras, especias que lo hace único y especial, sobresaliendo con su ya conocido sabor, denominado, Arriba”.

    Los detalles de sabor y aroma están en el origen genético del grano. Además, los productores trabajan en todos los procesos de tratamiento poscosecha, sumado a condiciones naturales de suelo, clima, temperatura, luz, etc.

    En Ecuador también existe la variedad de cacao CCN-51, conocido también como Colección Castro Naranjal, cuyo color característico es el rojo. Además, es reconocido por sus características de alto rendimiento para la extracción de semielaborados, ingredientes esenciales para la producción de chocolates y otros.

    Durante el lanzamiento de ILAC otros países también destacaron su producción cacaotera.
    El viceministro del Minagri, que preside el Foro de la Iniciativa Latinoamericana del Cacao para el período 2016-2018, detalló que Perú tiene seis grandes regiones productoras de cacao que representan el 90% de la producción nacional que, según estimó, este año crecerá entre 9 y 10%.

    Destacó que gran parte del cacao fino de aroma peruano tiene características que lo diferencian del resto del mundo y se llega a pagar entre USD 2 000 y 8 000 la tonelada en varios mercados.

    “Actualmente se trabaja en generar una mejor oferta para el cacao fino peruano, pero además en la búsqueda de mercados internacionales”, concluyó.

    Silva y Salomón participaron en el lanzamiento del Observatorio de la ILAC en el marco del “Simposio internacional sobre investigación cacaotera”.

    Una imagen de los productores de cacao orgánico de la zona de Balao. La producción de esta fruta,  en determinados casos, se realiza a través de la asociatividad en las comunidades. Foto: Archivo / LÍDERES
    Una imagen de los productores de cacao orgánico de la zona de Balao. La producción de esta fruta, en determinados casos, se realiza a través de la asociatividad en las comunidades. Foto: Archivo / LÍDERES
  • Dulce y mermelada de cacao seducen a los esmeraldeños

    Marcel Bonilla

    El dulce de cacao es uno de los artículos que se exponen en una isla que funciona al interior del centro comercial Multiplaza de la ciudad de Esmeraldas.

    Este producto lo elaboran los representantes de la marca esmeraldeña La Cantaleta, que produce semanalmente entre 700 y 1 200 unidades de 115 gramos del manjar, para cubrir la demanda local.

    En la iniciativa trabajan tres mujeres guiadas por Luz Elena Delgado, que producen hasta 18 quintales anuales de cacao en una única hectárea, que es utilizado para elaborar el dulce.
    Delgado es la dueña del emprendimiento que empezó hace dos años. Su primer producto fue la barra clásica de cacao, pero al ver que muchas personas ya hacían productos de este tipo decidió elaborar el dulce de cacao con soya, con leche deslactosada, así como la mermelada de cacao.

    Con esos tres productos, la marca La Cantaleta apunta a captar un mercado que no ha sido abastecido hasta el momento en Esmeraldas y en el país, bajo el uso de estrictas normas sanitarias.

    A través de la Agencia de Regulación y Control Sanitario (Arcsa) y el Ministerio de la Producción (Mipro), el emprendimiento obtuvo los permisos sanitarios.

    En el centro comercial trabajan todos los días con impulsadoras, para lograr el posicionamiento y fortalecimiento de la marca, que ha sido presentada en seis ferias de cacao en Esmeraldas.
    Los dulces se producen artesanalmente en una pequeña fábrica. En el sitio, la dueña tiene una bodega para materia prima, productos procesados y una planta de procesamiento, en la que invirtió USD 5 000 para su construcción.

    “Hemos hechos adecuaciones para cumplir con las normas. No ha sido fácil adaptar las condiciones de acuerdo con las pautas que la Agencia de Regulación y Control Sanitario (Arcsa) nos exige”, señala la emprendedora.

    La fábrica donde se elaboran los productos de La Cantaleta está en la comunidad de Majua, una zona rural de Esmeraldas. La planta se adecuó con baldosas, cielo raso, pinturas de aceite y cuenta con pailas, molinos, cocina y, pronto, tendrá una empacadora al vacío.

    Los productos de La Cantaleta representan un sueño hecho realidad. Delgado dice que empezó al igual que otras marcas en Esmeraldas, con el propósito de fomentar oportunidades de emprendimiento al trabajar con pequeñas granjas en las comunidades.

    En estas se han desarrollado varias alternativas de cultivos, que han permitido la conformación de dos emprendimiento más para la producción de aliño natural.

    La Cantaleta en sus inicios empezó con la venta de empanadas de plátano empacadas al vacío, luego siembra de stevia, flores tropicales y ahora con el dulce de cacao, su producto bandera.

    Rogelio Altamirano, es uno de los consumidores de los dulces de cacao con soya. Manifiesta que la leche de ese producto le da un sabor especial al cacao.

    “Por ahora buscamos nuevos mercados fuera de la provincia y el país, y estimamos que hasta el primer semestre del 2018 haremos la primera exportación del producto”, dice Delgado.
    Uno de los mercados donde se ha expuesto el producto es Panamá, a través de ferias de mujeres rurales. Hay interés por el dulce del caco en este país.

    El producto ha tenido mayor interés en los extranjeros, según una medición del Mipro en Esmeraldas, que ayuda al negocio.

    Yolanda Zamora y Luz Elena Delgado muestran los productos que elaboran en el emprendimiento. Los alimentos se comercializan en una isla dentro del centro comercial  Multiplaza. Foto: Marcel Bonilla / LÍDERES
    Yolanda Zamora y Luz Elena Delgado muestran los productos que elaboran en el emprendimiento. Los alimentos se comercializan en una isla dentro del centro comercial Multiplaza. Foto: Marcel Bonilla / LÍDERES