Etiqueta: cacao

  • Cacao que destaca la vida de los chachis

    Marcel Bonilla (f) 
    Contenido intercultural

    Relacionadas

    Un estante construido con caña guadúa y decorado con plantas de cacao sirve para exhibir los productos derivados del grano con la marca Canandé.

    En unas 80 mil envolturas se lee la marca del producto. Se encuentran en la bodega de la empresa Lilkims S.A., que opera en Esmeraldas fabricando pasta de cacao desde hace seis meses.

    El origen del nombre del sello guarda relación con la población chachi de Canandé, dedicada al cultivo de cientos de hectáreas de cacao en Quinindé, centro de la provincia de Esmeraldas.
    Esta empresa esmeraldeña se dedica a elaborar barras 100% de cacao fino de aroma. Se venden en el mercado esmeraldeño a través de ocho tiendas a USD 3,65.

    La iniciativa de crear una empresa cacaotera surgió hace tres años del gerente propietario de la firma, Mario Guevara. Después de diferentes procesos legales, hace seis meses comercializan su producto en el mercado local.

    La inversión inicial fue de USD 20 000. El monto se consiguió a través de créditos de la banca estatal y privada, que apoya iniciativas productivas de esta naturaleza en la provincia de Esmeraldas.

    Con esos recursos se logró montar una fábrica artesanal para la elaboración de la barra de cacao fino de aroma, en las afueras de la ciudad de Esmeraldas. Se vinculó a los productores de cacao de la comunidad de Timbre, ofreciéndoles cancelar un mejor precio por la pepa dentro de la mazorca.

    De acuerdo con la Mesa de Cacao de Esmeraldas, unos 18 000 productores viven en la provincia de esa actividad. Uno de ellos es Libio Véliz, quien vende su producción a la empresa Lilkims S.A., porque garantiza buenos precios.

    En estos primeros seis meses de producción se ha trabajado en el posicionamiento de la marca Canandé. Una cadena de productos de consumo, que abrió sus puertas en la ciudad, compra el 80% de la producción de Canandé.

    En Esmeraldas se trabaja en el impulso de la marca con la ayuda de 10 personas. Ellos están llevando la propuesta a otras provincias del país para ampliar el mercado en Quito y Guayaquil.

    “Esta es una empresa esmeraldeña que no solo presenta la materia prima, sino que ha empezado a dar valor agregado al producto”, dice Roxana Benítez, directora de emprendimiento de la Universidad Católica de Esmeraldas.

    Alfredo Santillán, responsable del trabajo técnico en la empresa, se encarga de verificar la calidad del cacao producido en comunidades como Timbre, de donde sale la mayor cantidad del producto.

    Explica que entre las proyecciones de la empresa está lograr la exportación de los productos derivados del cacao, más aun tras el acuerdo con la Unión Europea.

    Desde Esmeraldas dos asociaciones exportan cacao a Suiza, pero Santillán señala que se puede lograr más espacios en Europa.

    Por eso la empresa se preocupa del cuidado del ambiente, a través de una finca modelo, en donde se siembra cacao orgánico.

    La idea, también, es mostrar a los productores sobre la agricultura sin químicos.

    Los directivos de Canandé trabajan en la obtención de pasta, miel, vino, jaleas, etc., hechas con el cacao. Fotos: Marcel Bonilla / LÍDERES
    Los directivos de Canandé trabajan en la obtención de pasta, miel, vino, jaleas, etc., hechas con el cacao. Fotos: Marcel Bonilla / LÍDERES
  • Con el cacao de Babahoyo ganan clientes

    Stives Reyes

    Relacionadas

    Sonia León y su hermana Lourdes decidieron hacer chocolate, tal como les había enseñado su abuela, Eudoxia de los Santos, en su natal Babahayo. Con su trabajo, la receta familiar se convirtió en un emprendimiento.

    Sonia cuenta que hace cuatro años inició su negocio por pura coincidencia cuando quiso imitar lo que hacía su abuela con el grano del cacao al elaborar polvo de chocolate. Entonces el aroma de la mezcla llamó la atención de los vecinos quienes le pidieron que les regale y, luego, que les venda.

    Al ver que tuvo acogida, la emprendedora decidió subir las fotos de sus productos al Facebook de su hijo y luego “casi todo Babahoyo” la contactaba por esta red social para hacerle pedidos.
    Según Sonia, lo que más llama la atención de sus productos es que son hechos de forma natural, sin utilizar químicos “solo con los secretos de mi familia”. Por este motivo al negocio decidieron llamarlo El chocolate de la Abuela.

    Lourdes dice que el emprendimiento inició con un producto: “la manito de chocolate”, que era utilizado más que todo para disolverse y hacer bebidas calientes pero luego, cuando tuvieron más pedidos, realizaron más diseños.

    Sin embargo, el alimento no tenía azúcar y era amargo por lo que decidieron fabricar bombones. Al principio no sabían cómo elaborarlos por lo que buscaron tutoriales en Internet y acabaron fabricando también cosméticos como jabones con chocolate.

    La emprendedora dice que en principio los jabones no salían bien, pero luego se asesoraron con profesores de química hasta que lograron fabricar un producto que lo puedan vender. “El chocolate tiene poderes curativos que le hacen bien a la piel”.

    Un proceso parecido sucedió con los bombones. Las hermanas tuvieron que pedir asesoramiento de chefs y expertos para elaborar dulces que los puedan vender al público. Luego crearon una página web y un ‘fan page’ en Facebook, en el que sus clientes les contactan.

    Luisa María Orellana tiene un a tienda de dulces en el suburbio de Guayaquil y vende los productos de El chocolate de la Abuela. Dice que los prefiere porque son naturales y eso le gusta a los clientes. “Los bombones tienen un sabor fuerte, que destaca porque es puro chocolate lo que se come”.

    El cacao utilizado para elaborar los productos es de la clase fino de aroma. Los cultivos se encuentran en Babahoyo (Los Ríos) en una finca de la familia. “La finca era de mi papá quien la cultivó hasta cuando falleció. Luego nos pidió que la cuidemos y eso hemos hecho”, relata Sonia.

    Para las dos hermanas, el camino en su negocio no ha sido fácil. Al principio producían diez unidades por cada producto, luego subieron a 50 y ahora están por las 100 mensuales. También han tenido que crear su propia maquinaria con adaptaciones de molinos domésticos con motores.

    Además, ampliaron sus líneas de productos. Por ejemplo, en confiterías elaboran bombones con diferentes diseños y rellenos con frutas como maracuyá, guayaba, mango o piña. También, hacen productos para fechas especiales como el Coctel de chocolate o el llamado Bomborracho.

    En lo que tiene que ver con la línea de cosméticos producen jabón, mascarillas, champú, protectores labiales y velas con aroma de chocolate. Los precios de estos artículos oscilan entre USD 5 y 8. Mientras que los alimentos van desde USD 0,50. Con un 20% de descuento al por mayor.

    Según Sonia, las ventas aumentaron en un 100% desde que iniciaron gracias a la acogida que han tenido sus artículos en las redes sociales y porque hace tres años llevan asistiendo a ferias donde han logrado promocionarse.

    José Benítez acudió hace dos semanas a una feria organizada por la Universidad de las Artes, en el centro de Guayaquil, donde El chocolate de la Abuela estuvo presente. Él compró 10 jabones y 5 velas; dijo que los iba a regalar a sus familiares. “Me parece interesante mezclar estos productos con chocolate”, dice este cliente.

    Entre las metas de las hermanas está obtener un préstamo para aumentar su producción y abrir una tienda de la marca en el Puerto Principal.

    Sonia León y su hermana Lourdes son las cofundadoras del emprendimiento familiar El cholate de la Abuela. Ellas viven en Babahoyo. Foto: Enrique Pesantes / LÍDERES
    Sonia León y su hermana Lourdes son las cofundadoras del emprendimiento familiar El cholate de la Abuela. Ellas viven en Babahoyo. Foto: Enrique Pesantes / LÍDERES
  • Cacao, café y maní, la esencia de las cremas Delilú

    Redacción Quito

    Relacionadas

    Las perchas de supermercados y autoservicios del país tienen, desde agosto del 2016, un nuevo participante. Se trata de la crema Delilú, elaborada por la firma La Fabril, que tiene su base de operaciones en la vía Manta-Montecristi, en Manabí.

    El factor principal que motivó el desarrollo de esta marca y sus tres presentaciones fue el costo de la competencia, según explica Susana Calero, gerenta de Mercadeo de la División Alimentos. “Vimos que en el país existía una sola marca internacional que lideraba el mercado de cremas untables con un producto importado a un costo muy elevado, siendo esto un limitante para el consumidor”.

    Esto, añade la ejecutiva, abrió la oportunidad para desarrollar la categoría en el país con una oferta que logre romper esta limitación de precio, sin sacrificar la calidad.

    La firma manabita aprovechó la buena fama del cacao, maní y café ecuatorianos. Estos ‘commodities’ ecuatorianos gozan hoy en día del reconocimiento internacional por su aroma y sabor, añade Calero. “Decidimos utilizar esta materia prima para la elaboración de las cremas untables Delilú para garantizar la calidad y el sabor”.

    El conocimiento del mercado también ayudó en el proceso. La gerenta de Mercadeo de la División Alimentos detalla que la marca se enfoca en un público objetivo joven porque en su mayoría están atraídos por los sabores dulces y están deseosos de probar cosas nuevas.

    El desarrollo del producto tomó 10 meses aproximadamente. Este tiempo incluyó la creación de fórmulas, desarrollo de empaque, branding y diseño de etiqueta. El empaque, por ejemplo, es de plástico y con tapa rosca, lo que facilita su portabilidad, según Calero.

    En cada paso del proceso se realizaron evaluaciones con el público objetivo para validar las propuestas y realizar las correcciones necesarias.

    En cuanto a la inversión, la ejecutiva señala que La Fabril cuenta con una planta de chocolate en donde actualmente se produce Delilú, por lo que no fue necesario inversión en maquinarias. “Al contar con una planta de chocolates además de un equipo de investigación y desarrollo con la capacidad para diseñar productos con altos estándares de calidad se decidió incursionar en esta nueva categoría de chocolates untables”.

    Calero comenta que en el país existe el capital humano capaz de desarrollar productos que puedan competir ampliamente con marcas extranjeras. Por eso, asegura que esta nueva marca ecuatoriana Delilú llega para ofrecer a un consumidor exigente una variedad de productos de delicioso sabor, con la mejor calidad y a un precio asequible “que nos permita darnos un gusto sin tener que pagar tanto por ello”.

    Lourdes Carpio es una consumidora de estas cremas. Ella compra una vez al mes la presentación de chocolate para sus nietos. “El precio es racional y el sabor no le pide ningún favor a las marcas extranjeras”.

    Otra clienta satisfecha es Valentina Febres Cordero. Esta mamá de tres niños pequeños no sabía que Delilú era producto ecuatoriano. “Cuando la probé me pareció espectacular, es una delicia”.

    Foto: cortesía La Fabril Las cremas de la marca Delilú se producen en la planta de La Fabril, ubicada en Manabí.
    Foto: cortesía La Fabril
    Las cremas de la marca Delilú se producen en la planta de La Fabril, ubicada en Manabí.
  • La producción de cacao baja en la provincia de Esmeraldas

    Marcel Bonilla 

    Relacionadas

    La producción de cacao en la provincia de Esmeraldas bajó cerca del 40% en los últimos cinco meses, de acuerdo con productores y exportadores del producto.

    Entre 18 000 y 20 000 productores de cacao viven de esa actividad en la provincia. Casi la mayoría venden el producto a empresas exportadoras.

    Entre los factores que inciden en la baja producción están los cambios bruscos de temperatura que se registran en Esmeraldas, que incluyen lluvias fuertes y vientos fríos. Las lluvias se sienten con fuerza en el centro, norte y sur de la provincia y esto afecta el desarrollo de la mazorca por la cantidad de agua, explica Tony Calverto, técnico agropecuario.

    A los problemas de lluvia se suman los generados por el terremoto del 16 de abril, que movió la tierra y afectó la raíz de muchas plantas. El efecto se siente en Quinindé y Muisne, dos de los más cantones más productivos.

    Rosendo Merchán, productor de cacao en Quinindé, explica que desde hace tres meses no ha podido cosechar los acostumbrados 20 quintales semanales, apenas cosecha 10.

    Merchán añade que el exceso de humedad ha desarrollado hogos, monilla, escoba de brujas y el pitóctora, enfermedades que afectan a los sembradíos.

    Carlos Bastidas, de la Unidad de Cacao de la Prefectura de Esmeraldas, agrega que la poda que se realizó impidió que las plantas produzcan como en épocas anteriores. Por esa razón los nuevos brotes de cacao se frenaron.

    Bastidas asegura que la producción nacional ha caído en un 30%, cifras con las que concuerdan las autoridades del Ministerio de Agricultura, Ganadería, Acuacultura y Pesca, en Esmeraldas.

    En la provincia del norte del país existen alrededor de 75 000 hectáreas de cacao en producción, con tendencia al aumento. Estas producen entre 6 y 7 quintales por año entre cacao nacional, CCN- 51 y otras variedades.

    La provincia de Esmeraldas produce 525 000 quintales de cacao anualmente, lo que representa en ventas unos USD 52,5 millones, de acuerdo con datos de la mesa provincial de cacao de Esmeraldas.

    Los efectos de la baja producción se evidencian en la última exportación de cacao de la Asociación de Productores de Cacao del Norte de la provincia de Esmeraldas (Aprocane), que exportó siete toneladas menos.

    La organización exporta cada tres meses 25 toneladas al mercado suizo, pero esta vez solo enviaron 18 toneladas, porque hay baja producción.

    Lilian Dalfo, representante de la organización, dice que pese a tener 650 socios comerciales, no han podido cumplir con la demanda de sus compradores en Suiza, pero esperan recuperarse en noviembre próximo, cuando llegue la cosecha.

    El centro de acopio de Aprocane compraba mensualmente 150 quintales de cacao, pero desde hace tres meses las adquisiciones no llegan a 100, lo que representa una disminución importante en los ingresos para la asociación de cacaoteros del norte.

    “Factores como la monilla y las lluvias afectan la producción y acopio del producto para exportación”, resume la vocera de Aprocane.

    Foto: Marcel Bonilla / LÍDERES La provincia de Esmeraldas produce alrededor de 525 000 quintales de cacao anualmente.
    Foto: Marcel Bonilla / LÍDERES
    La provincia de Esmeraldas produce alrededor de 525 000 quintales de cacao anualmente.
  • El cacao y el caucho abrieron el camino de las exportaciones

    Redacción Cuenca  (I)
    redaccion@revistalideres.ec

    Relacionadas

    El cacao fue el dominador de las exportaciones ecuatorianas entre el siglo XIX e inicios del XX, pero no fue el único. Otros productos primarios como la cascarilla, tagua, café, cueros y caucho se sumaron a la lista.

    Antes de la fundación del Ecuador en 1830, los textiles se enviaban a otras colonias españolas y desde Loja y Cuenca se exportaba la cascarilla.

    El profesor de historia económica de la Universidad de Cuenca, Fernando Carvajal, señala que se debe dividir en dos períodos el análisis.

    La primera fase de la época republicana se da entre 1830 y 1870. Allí, se destaca la exportación cacaotera, actividad que tuvo dinamismo desde 1750. También, la recolección del caucho y sombreros de paja toquilla, sobre todo, en la Costa norte.

    En la segunda fase, que se inicia a partir de 1870, dice Carvajal, la exportación se centró en el cacao porque se registró crisis en los otros rubros. “Hay una expansión impresionante en la agroexportación cacaotera, que tiene que ver con la concentración de la tierra en Guayas, Los Ríos y El Oro y creación de la banca… Ese dinamismo duró hasta la segunda década del siglo XX”.

    Según Carvajal, cuando se inició la época republicana hasta 1870 la relación con España se mantenía de una manera importante y se hacían negocios con Centroamérica, Colombia y Perú. Pero con el auge cacaotero desde ese año hay un desplazamiento hacia Francia, Inglaterra, Alemania y Estados Unidos.

    En el caso de Francia, Carvajal destaca que debido a estas relaciones comerciales se dio un intercambio cultural porque los hijos de los exportadores de cacao, sombreros de paja toquilla… eran enviados a estudiar en ese país o se radicaban allá. Por ello, ciudades como Vinces y Cuenca tuvieron influencia francesa en su cultura y arquitectura.

    El investigador económico Alberto Acosta, señala que, sobre todo, en Guayas y Los Ríos estaban las haciendas de los ‘gran cacao’ como se denominó a las familias exportadoras. Paulatinamente se integraron al cultivo Manabí y El Oro. Según él, los productores de cacao y, en particular, los exportadores, aseguraron el control de enormes extensiones de tierra y gran cantidad de mano de obra barata.

    Esta fotografía muestra una hacienda cacaotera de la Costa. Sus envíos empezaron en el siglo XIX. Foto: Cortesía  Anecacao
    Esta fotografía muestra una hacienda cacaotera de la Costa. Sus envíos empezaron en el siglo XIX. Foto: Cortesía Anecacao

    El cacao seco era transportado en sacos de hasta 200 libras al puerto de Guayaquil y de allí era exportado en barco. El mercado más importante fue Francia. También se vendía a Estados Unidos, España y Suiza.

    Según Acosta, con la crisis de cacao, desde 1920, por las plagas y por problemas en el mercado mundial, los envíos se concentraron en el palo de balsa, caucho y sombreros de paja toquilla.

    Estos sombreros ya aparecieron entre las exportaciones ecuatorianas en el siglo XIX, sobre todo durante la construcción del Canal de Panamá. “El padre de Eloy Alfaro y el mismo Eloy eran exportadores”, dice Acosta.

    Añade que durante el siglo XIX e inicios del XX, la producción agrícola de la Costa, sobre todo el cacao, fue el pilar de la economía nacional y la Sierra no representó un conjunto homogéneo.

    En el libro ‘Cuenca Historia de ciudad industrial’ de la Cámara de Industrias, Producción y Empleo de Cuenca se recuerda el pasado exportador del Austro. Allí se indica que la manufactura de los sombreros de paja toquilla se inició en el Azuay en 1835, pero tomó impulso en 1844 con la instalación de un taller para la confección y la enseñanza en las escuelas.

    El auge exportador de este sombrero se dio entre 1940 y 1946 y desde entonces se inicia un descenso, de acuerdo con el libro ‘Tejiendo la vida’, de María Leonor Aguilar. La causa fue que después de la Segunda Guerra Mundial empezó la moda de no utilizar los sombreros, lo que afectó a las exportaciones del país y, fundamentalmente, al Austro del país.

    Un artesano  confecciona sombreros de paja toquilla. La exportación de este artículo tomó auge en 1940. Fotos: archivo LÍDERES y cortesía Anecacao
    Un artesano confecciona sombreros de paja toquilla. La exportación de este artículo tomó auge en 1940. Fotos: archivo LÍDERES y cortesía Anecacao
  • El cacao orgánico de Manabí le abre nuevos mercados

    Redacción Quito

    Relacionadas

    El cacao inició como un elemento para realizar trueque en el siglo XV. Hoy en día se ha convertido en una materia prima cotizada a escala nacional e internacional. La microempresa Perla Organic Chocolate aprovecha las bondades de este fruto para elaborar chocolate orgánico desde hace más de un año.

    Carol Marcial, presidenta del emprendimiento, comenta que su familia cuenta con una propiedad agrícola en la comunidad de Río Muchacho, cerca de Canoa, en Manabí. Fabián Marcial, padre de Carol, compró el terreno con el dinero recibido de su jubilación. Al inicio, la empresa se dedicaba a la venta de granos de cacao a intermediarios.

    Pero desde febrero del 2016, Carol Marcial tomó el control del negocio, luego de haber realizado su tesis universitaria sobre la factibilidad administrativa y financiera de la iniciativa, en la Universidad San Francisco de Quito. Esta pequeña empresaria señala que la finca cuenta con personal que se encarga del mantenimiento de la plantación, la siembra y el proceso después de la cosecha. En la finca trabajan tres personas y para la cosecha se contrata entre seis y ocho jornaleros.

    Los detalles son claves en la producción: los procesos de siembra y cosecha son libres de químicos y pesticidas. El grano de cacao seco que se obtiene es transportado hasta la planta de producción en Quito. Allí se elaboran diferentes productos como pasta de cacao, el polvo de cacao, tabletas de chocolates semielaborados, coberturas, entre otros.

    Por el momento, la microempresa solo realiza sus ventas mediante pedidos a escala nacional. Sin embargo, su proyección a corto plazo es destinar sus productos para exportación, principalmente a Estados Unidos, Europa y Asia. Para esto Perla Organic Chocolate cuenta con una certificación orgánica otorgada por Quality Certification Service QCS, una certificadora de EE.UU. con oficinas en el país. La obtención de este certificado le tomó cuatro meses a la iniciativa de la familia Marcial.

    La representante del negocio es consciente de que la competencia en el mercado de chocolates orgánicos es complicada. Para esto, ella asegura que el cacao manabita es especial. “Tenemos nuestra propia plantación y sabemos que al tener el control absoluto nos aseguramos que el producto sea 100% orgánico”. Desde que ella dirige este negocio, en febrero de este año, el emprendimiento ha facturado USD 20 000.

    Jaime Freire es consultor en temas de caco y chocolate y conoce a Marcial desde hace dos años y medio. Él asegura que el producto de esta iniciativa tiene muy buen futuro. “Carol trabaja con mucho cariño y tiene la ventaja de contar con la finca y la planta de producción por lo que puede mantener la calidad y obtener sabores novedosos”, asegura Freire quien es cliente frecuente.

    Chocolates hechos a base de tequila con limón y sal, licor de canela, ají con mango, frutas tropicales, kiwi y manjar son algunos de los sabores que se pueden encontrar en las diferentes barras de chocolate que contienen desde 60% hasta 85% de cacao puro.

    De igual manera, esta microempresa realiza cajas de regalo que contienen bolas de chocolate partidas en la mitad elaboradas con 70% de cacao. Marcial recomienda mantener los productos en un lugar seco y fresco.

    La microempresa Perla Organic Chocolate aprovecha las bondades del cacao para elaborar chocolate orgánico. Foto: Patricio Terán / LÍDERES
    La microempresa Perla Organic Chocolate aprovecha las bondades del cacao para elaborar chocolate orgánico. Foto: Patricio Terán / LÍDERES
  • Café, cacao y té, la esencia de este negocio

    Redacción Guayaquil (I)  redacción@revistalideres.ec

    Cambiar la cultura del consumo del café, el cacao, los chocolates y el té por productos más naturales y orgánicos, es el objetivo de Vitrina Gourmet.

    El emprendimiento busca que los consumidores cambien su paladar y consuman café de pasar, polvo de cacao, chocolates con menos cantidad de azúcar y frutas deshidratadas como infusiones.

    “Es mediante el uso de lo orgánico y de lo natural donde se puede degustar de todos los aromas y sabores que brindan nuestros productos ecuatorianos”, sostiene Sonnia Viejó de Gellibert, cofundadora del emprendimiento.

    Vitrina Gourmet nació hace tres años como un sueño de Sonnia de tener una cafetería, lo cual resultaba costoso, por lo que junto con su familia decidió empezar vendiendo los productos insignes del Ecuador como el cacao y el café.

    El negocio empezó con una inversión de USD 10 000 que eran parte de los ahorros que la emprendedora recibió como liquidación de su trabajo. Ella es licenciada en comunicación social y contadora y trabajó en medios y en el área de telecomunicaciones.

    Sus hijos, Mishelle y Darío Gellibert, de 25 y 23 años, son los encargados de las áreas de innovación para las ventas y de la línea gráfica de los empaques del emprendimiento.

    Para Mishelle, el valor agregado de los productos es que trabajan directamente con las comunas que los producen. “Lo más importante es que cada uno de nuestros productos tiene una historia y detrás de ellos están miles de personas que han trabajado para que se produzca”.

    El café de Vitrina Gourmet proviene de una asociación de más de 6 000 agricultores de Loja que producen un café especial, con carácter ecológico y orgánico. En total, Vitrina Gourmet cuenta para su negocio con una red de 7 125 pequeños productores.

    El polvo de cacao tiene su origen en plantaciones de Manabí, Guayas y Los Ríos. Las barras de chocolate se elaboran en una finca artesanalmente.

    El emprendimiento ha tenido que pasar por un largo proceso de regulación y controles sanitarios para poder comercializar; todo ese trabajo ya ha rendido frutos. Sonnia cuenta que desde hace varias semanas los productos de Vitrina Gourmet se venden en almacenes De Prati, en el área de la sección hogar.

    “Esto ha provocado que más personas nos reconozcan y nos llamen para solicitarnos nuestros productos”, dice la emprendedora. Al mes producen unas 500 fundas de café, 200 de polvo de cacao, 200 barras de chocolate y unos 700 sobres de té.

    Los precios van desde USD 6 los paquetes de café de 250 gramos, USD 3 los de cacao, USD 2 las barras de chocolate y USD 2 los de té. También, tienen otras presentaciones y la caja de regalo Vitrina Gourmet que vale USD 25. El año pasado este emprendimiento facturó unos USD 60 000.

    Su principal sitio de ventas, son las ferias gastronómicas a las cuales han asistido para darse ha conocer. También, mediante su página web y las redes sociales.

    Por el momento Vitrina Gourmet cuenta con un ‘showroom’ en el norte de la ciudad pero aspiran abrir un local. Entre sus metas a corto plazo está empezar a exportar a Canadá, a Estados Unidos y a la Unión Europea.

    Sonnia Viejó y su hija, Mishelle Gellibert, producen y venden productos orgánicos como el café y el cacao. Foto: Enrique Pesantes / LÍDERES
    Sonnia Viejó y su hija, Mishelle Gellibert, producen y venden productos orgánicos como el café y el cacao. Foto: Enrique Pesantes / LÍDERES
  • Ecuador presenta dos nuevos granos de cacao en el mercado ruso

    Agencia EFE

    Relacionadas

    Ecuador presentó el lunes 30 de mayo del 2016 dos nuevos granos de cacao en el mercado ruso, donde ese producto ecuatoriano es muy apreciado y sus importaciones están libres de impuestos desde hace unos pocos meses.

    «Fino de Aroma» y CCN 51, además de sus derivados -manteca de cacao, cacao en polvo y licor de cacao-, fueron presentados en el marco de la conferencia de la Asociación Nacional de Exportadores de Cacao (ANECACAO) en Moscú.

    Durante un acto al que asistieron las mayores empresas rusas de confitería, la presidenta de ANECACAO, Merlyn Casanova, destacó que Ecuador está aumentando la producción de cacao en línea con el aumento de la demanda mundial.

    «Fino de Aroma se utiliza en la producción de los chocolates más caros y deliciosos», dijo el director de Pro Ecuador en Moscú, Andréi Karpov, quien destacó que ambos granos aportan las peculiaridades geográficas de los lugares donde se encuentran sus plantaciones.

    Karpov se mostró convencido de que estos granos de cacao satisfarán los exigentes gustos de los consumidores e importadores rusos, que por su parte expresaron un gran interés en estrechar la cooperación con la ANECACAO.

    Al vincular el precio con la Bolsa de Nueva York, la importación de cacao ecuatoriano es más sencilla que en el caso de los productores africanos, donde son los Gobiernos los que marcan los precios.

    La Unión Económica Eurasiática, organización que incluye a Rusia, Bielorrusia, Kazajistán, Armenia y Kirguizistán, anuló en febrero pasado los aranceles para las importaciones de grano de cacao y sus derivados.

    A esto se suma que los productos derivados del cacao no requieren un control especial de cuarentena fitosanitaria a su entrada en el mercado ruso, cuyo país ha extremado notablemente los controles sobre las importaciones de productos perecederos.

    El cacao ecuatoriano presentó dos nuevos productos en el mercado ruso. Foto: Archivo
    El cacao ecuatoriano presentó dos nuevos productos en el mercado ruso. Foto: Archivo
  • Ecuador promociona la Ruta del Cacao en la feria de Turismo ITB de Berlín

    Agencia EFE

    Relacionadas

    América Latina presentó hoy, 10 de marzo del 2016, en la ITB de Berlín, la mayor feria turística del mundo, una oferta que prima la experiencia natural, cultural y humana, y miró con optimismo a 2016 a pesar del fantasma del virus del zika.

    Todos los países de la región están presentes en esta cita empresarial, que arrancó ayer y se prolonga hasta el domingo y que en esta edición congrega a unas 10 000 empresas de 187 países, así como a unos 100 000 visitantes, entre profesionales del sector y público general.

    La clave es la promoción de destinos nuevos que encajen con los gustos del público europeo, que se decanta tradicionalmente por ofertas que aúnan naturaleza y turismo comunitario, según destacan varios representantes de países latinoamericanos.

    Mauricio Ventura, ministro de Turismo de Costa Rica, explicó en este sentido que «el eje central» de la propuesta de su país es «la naturaleza, la sostenibilidad y la aventura suave», tratando en todo momento de aportar al visitante una «experiencia auténtica» en la que se transmita el modo de vida local.

    Karla Luzette, embajadora de Nicaragua en Alemania, apuntó que su país promueve en Europa el «turismo sostenible» y «responsable» que «genere un encuentro entre culturas» al «maximizar la experiencia» del visitante.

    Chile, por su parte, destacó en su ofrecimiento la «diversidad» de su paisaje y el «turismo comunitario vinculado a la naturaleza», y añade a sus destinos consolidados otros como las visitas a lagos y volcanes, comentó el portavoz del Ministerio de Turismo, Claudio Yañez.

    Dentro de estas propuestas que conjugan naturaleza y contacto con las comunidades locales destacan varios proyectos en Centroamérica que apuestan por descubrir la denominada Ruta del Café, donde el turista visita plantaciones y descubre el proceso de elaboración de este producto.

    «Ciertos países están aquí lanzando la Ruta del Café, tanto Salvador como Honduras. Y creemos que están teniendo muchísima aceptación en los mercados de Europa», señaló Carolina Briones, secretaria general de la Agencia de Turismo de América Central (CATA).

    Una iniciativa similar es la que ha traído a la ITB Ecuador, con su Ruta del Cacao, donde se puede probar el fruto y aprender a elaborar chocolate de forma artesanal, explicó Diana Garcés, consejera comercial de ese país en Alemania.

    Este tipo de viajes, coincidieron en destacar la mayoría de representantes, tiene además la ventaja de repartir mejor en todo el país los ingresos generados, de «democratizar el dólar turístico» en palabras de Ventura. «El beneficio es mucho más amplio para el país», argumentó Emilio Silvestri, ministro director del Instituto Hondureño de Turismo.

    Además, los países latinoamericanos exploran nichos de mercado más especializados.
    Así, Chile se posiciona en el turismo astronómico, Uruguay fomenta las reuniones y ferias, Argentina se promociona como destino «gay» y Ecuador rehabilita haciendas coloniales en la sierra, mientras Costa Rica avanza como destino «wellness», Salvador destaca su patrimonio maya o su oleaje para el surf, y Panamá ofrece «shopping» a sus países vecinos.

    La mayoría experimentaron asimismo una evolución positiva en el número de visitas el año pasado y miran con optimismo a 2016, considerando que les está beneficiando de forma indirecta la inestabilidad en otras regiones y que el virus del zika no les va a afectar negativamente.

    «Contamos con un clima de paz muy grande. En Sudamérica no tenemos problemas raciales, étnicos o religiosos. Esto es un hecho que nos pone como un destino muy interesante en un momento en el que el mundo presenta realidades muy desagradables», comentó el ministro de Turismo de Argentina, Gustavo Santos.

    Silvestri indicó que la inseguridad en Oriente Medio es uno de los factores que explica el «aumento sustancial» del número de turistas, ya que el Caribe y Centroamérica son «opciones diferentes sin peligros».

    Con respecto al zika, el consenso es que no va a lastrar la evolución positiva del sector, ya que la enfermedad está controlada, se ha extremado la prevención y se han puesto en marcha campañas de información especiales para turistas.

    La Ruta del Cacao es una de las propuestas a los turistas que Ecuador promociona en la gran feria turística de Berlín. Foto: Archivo/ LÍDERES
    La Ruta del Cacao es una de las propuestas a los turistas que Ecuador promociona en la gran feria turística de Berlín. Foto: Archivo/ LÍDERES
  • Brasil disputa su lugar en el chocolate de alta calidad

    Agencia AFP

    Quinto productor mundial de cacao, Brasil estaba ausente del mercado de los chocolates de alta calidad hasta hace poco. Pero un grupo de pioneros lucha por un lugar en este sabroso universo, con tabletas de cacao puro, aromatizadas al café o rellenas de frutas amazónicas.

    La empresa Mendoá, basada en el sur de Salvador de Bahia, figuró incluso entre los 50 “mejores chocolates del mundo” en el último Salón de París.

    “Tenemos que dejar de únicamente exportar la materia prima. Somos capaces de vender un producto final de alta calidad”, asegura Rodrigo Aquim, presidente de la empresa homónima.

    La tableta que desembala con orgullo, grabada con motivos asimétricos, ya hizo las delicias de la reina de Inglaterra y de la familia imperial de Japón.

    El sabor de su producto evoluciona según las “cosechas”: notas frutadas para el 75% de 2014, más intensas para 2015.

    “Todo el cacao de la tableta viene de una sola parcela de la plantación. Por lo tanto la cantidad de lluvia o de sol del año influye en el gusto del chocolate”, explica Alexandre Michelon, representante de la marca.

    Evolución del gusto 

    Michelon muestra las fotos de la “granja”: primero la sombra brumosa de una selva tropical, bajo la cual crecen los arbustos de cacao. Luego los barriles de acero inoxidable donde se fermentan los frutos, cubiertos aún de pulpa blanquecina, antes de secarse al sol de Bahia.

    Inmortalizada en las novelas de Jorge Amado, la producción brasileña de cacao es una de las más importantes del mundo y se exporta en un 90%. Las 780 000 toneladas de chocolate nacional, sin embargo, son casi completamente devoradas en el país.

    La mayoría de los brasileños prefieren el chocolate con leche, azucarado y aromatizado. Un cuadrado bien negro con 80% de cacao les provocaría muecas.

    “El paladar de los consumidores brasileños evoluciona lentamente. pero con el alza del poder de compra, sobre todo, se vuelcan hacia productos gourmets como los vinos, el queso… y el chocolate de alta gama”, destaca Caio Tomazelli, de la Asociación Brasileña de la Industria del Chocolate y del Cacao.

    Competir con Suiza o Bélgica

    La fabricación de chocolates “premium” es aún modesta. Acumulando una multitud de pequeñas marcas como Amma o Montanhês y las cadenas de boutiques como Kopenhagen o Cacao Show, alcanza un 7% de la producción nacional.

    Pero estos productos de alta calidad ganan compradores cada año, mientras que las ventas mundiales de chocolate declinan en el país.

    Según la Abicab, Brasil -tercer productor mundial de chocolate y cuarto consumidor mundial- posee los ingredientes para competir un día con Suiza o Bélgica.

    “Producimos todas las materias primas en nuestro territorio: el cacao, el azúcar de caña y la leche. Comenzamos a dominar las tecnologías y a formar chefs en nuestras escuelas de gastronomía”, dice Caio Tomazelli.

    En Mendoá, que financió policlínicas y escuelas en el poblado cercano a su plantación, se pone el acento en el respeto a los empleados. “Es una ventaja del chocolate brasileño en relación a países que practican aún la esclavitud o el trabajo infantil”, asegura Leandro Almeida, el presidente de la marca.

    Gracias a su éxito internacional, los pioneros brasileños esperan seducir a los consumidores nacionales, siempre deseosos de imitar a Europa o a Estados Unidos.

    “Cuando un niño sueña con un chocolate debe soñar con una selva tropical, no con una vaca de las montañas suizas”, dice sonriendo Rodrigo Aquim, que exporta sobre todo a Gran Bretaña y Portugal.

    El ejercicio sigue siendo riesgoso. Con sus 12 toneladas de producción anual, la rama “chocolate” de la empresa familiar recién acaba de obtener el equilibrio en sus cuentas, después de siete años de actividad en Brasil.

    Chocolate Brasil
    La fabricación de chocolates “premium” en Brasil es aún modesta. Foto: AFP