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  • Los ‘ojos cibernéticos’ en China: ¿control o seguridad?

    Agencia EFE

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    Los ‘ojos cibernéticos’ más avanzados del planeta están en China, donde miles de cámaras de vigilancia, equipadas con la última tecnología de reconocimiento facial, controlan la seguridad con un sistema admirado en el mundo, pero que las organizaciones no gubernamentales ven como un intento sofisticado de controlar a la población.

    “La tecnología es la gran oportunidad del Gobierno chino” para “controlar a la población” y “disfrazarlo” de progreso ante el resto del planeta, afirma la investigadora de Human Rights Watch (HRW), Maya Wang.

    En los últimos años, China se ha convertido en la primera potencia mundial en Inteligencia Artificial (IA) y es el país pionero en el desarrollo de la tecnología de reconocimiento facial, un hecho que se aprecia en cada semáforo y farola, así como en los titulares de periódicos, nacionales e internacionales, financieros y de sucesos.

    En abril pasado, la china SenseTime se convirtió en la empresa de IA más valiosa del mundo tras recaudar USD 600 millones (490 millones de euros) en una ronda de financiación liderada por el Grupo Alibaba, gigante del comercio electrónico chino.

    Un mes más tarde, la peculiar historia de la maldición de los conciertos del artista Jacky Cheung daba la vuelta al mundo, después de que tres personas, fugitivos buscados por la policía, fueran capturadas (por separado) tras asistir a algunos de sus recitales.

    El último caso se registró en la provincia de Zhejiang, donde un hombre buscado por un impago fue visto por las cámaras de vigilancia en un control de seguridad previo al concierto de Cheung y detenido por la policía a su salida. En el recinto había unas 20 000 personas y el caso se presentó como un hito de seguridad en el país.

    “China tiene capacidad de manipular al mundo y se hace una constante propaganda de estos desarrollos, evitando en todo momento el tema de los abusos a los derechos humanos”, apunta Wang.

    En los últimos años se han instalado en el país unas 170 millones de cámaras de videovigilancia y, según proyecciones gubernamentales, se instalarán unos 400 millones más en los tres próximos, hasta 2021.

    Según HRW, “se están expandiendo desde las grandes ciudades hasta las zonas rurales y se están transformando en cámaras inteligentes”, capaces de detectar no solo los rasgos físicos sino de prevenir las conductas humanas en base al seguimiento de las acciones rutinarias de una persona.

    “Las autoridades están diseñando este sistema de videovigilancia con el objetivo explícito de seguir los delitos políticos”, asegura Wang, para controlar a “minorías étnicas o a activistas”, personas que “no han cometido un crimen, pero que podrán ser seguidas más de cerca gracias a esto”, explica.

    SenseTime, que hoy en día trabaja con numerosas autoridades locales, es una de las empresas líderes en temas como el reconocimiento facial y de imágenes, y está desarrollando un servicio llamado Viper que, asegura, revolucionará el control de la seguridad y la videovigilancia.

    Gracias a este, se podrán analizar simultáneamente los datos de miles de cámaras, no solo las que el Gobierno ha colocado en las calles, sino también las de los comercios, cajeros automáticos o edificios de viviendas.

    Reconocimiento facial

    China es líder en la fabricación de superordenadores, fundamentales para procesar las imágenes. Según la lista Top500 compilada por investigadores del Laboratorio Nacional Lawrence Berkeley, la Universidad de Tennessee y la empresa de computación online Prometeus, China tiene la mayor cantidad de superordenadores del mundo, 202, y también los más potentes.

    El profesor de la Universidad de Tongji y de NYU Shanghái, Nan Cao, explica que el reconocimiento facial arranca cuando “un modelo de computadora aprende las características faciales clave como la forma de los ojos o el tamaño de la boca a partir de un conjunto de datos de entrenamiento”.

    Tras “el proceso de entrenamiento”, añadió, “el modelo es capaz de identificar o diferenciar diferentes caras clasificando o emparejando automáticamente sus rasgos faciales”, dice el profesor, quien está convencido de que gracias al reconocimiento facial China será un país mucho más seguro.

    En opinión de HRW, la seguridad no justifica “numerosos abusos”: el principal, “la privacidad”. “No estamos en contra de la recolección de datos para evitar crímenes, de la biometría”, pero “debería ser definida estrictamente por una ley que diga bajo qué circunstancias se pueden recolectar datos, con qué propósito… debería existir una normativa”, asegura Wang.

    Los ‘ojos cibernéticos’ más avanzados del planeta están en China, donde miles de cámaras, equipadas con la última tecnología de reconocimiento facial, controlan la seguridad.
    Los ‘ojos cibernéticos’ más avanzados del planeta están en China, donde miles de cámaras, equipadas con la última tecnología de reconocimiento facial, controlan la seguridad. Foto: EFE
  • La OMC y el multilateralismo enfrentan un futuro desafiante

    Redacción Quito y Agencias (I)

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    El futuro de la Organización Mundial de Comercio (OMC) y del multilateralismo quedó marcado. El G20, en su reunión efectuada en Argentina, reconoció que la OMC no cumple con sus objetivos y apostó por su reforma.

    La declaración final, que lleva el título ‘Construyendo consenso para un desarrollo justo y sostenible’, señala que “el comercio internacional y la inversión son importantes motores de crecimiento, productividad, innovación, creación de empleo y desarrollo”.

    Además reconoce la contribución que ha tenido el sistema multilateral de comercio, pero determina que actualmente “no cumple con sus objetivos y hay espacio para su mejora”, por lo que los líderes del G20 apoyan la reforma necesaria de la OMC para mejorar su funcionamiento.

    El efecto de la declaración el G20 es tan grande que ya se habla de un G2, entre Estados Unidos y China. Según analistas, la principal conclusión del G20 no surgió en las negociaciones de los 20 líderes, sino una vez terminada la agenda oficial, en la cena que mantuvieron los presidentes estadounidense y chino, Donald Trump y Xi Jinping, cuando pactaron una tregua en su guerra arancelaria.

    Ambos se emplazaron a negociar en materia de comercio, una voluntad más clara de resolver de manera conjunta sus diferencias que supone “algo así como la creación de un nuevo organismo, un G2”, según el experto en relaciones internacionales Aníbal Jozami, rector de la Universidad Tres de Febrero, en Buenos Aires.

    “A diferencia de la Guerra Fría, estos dos gigantes son socios”, añade el profesor de la Universidad Católica Argentina Fabián Calle, que explica que el pacto supone encauzar al menos durante un tiempo la lucha comercial, el aspecto en el que ambas naciones son más interdependientes.

    Calle rebaja el alcance del acuerdo, porque el plano geopolítico, con cuestiones como el control de Asia o el incremento del gasto militar chino que no estuvieron en la mesa, “no da la impresión de que se pueda solucionar”, y es parte de una rivalidad que durará décadas.

    Para Juan Carlos Cassinelli, exministro de Comercio Exterior, lo que está ocurriendo con la OMC parte de una contradicción. “Por un lado la OMC propugna la facilitación del comercio y por otro lado vemos que cuando surge un problema geopolítico, principalmente de las grandes potencias como los son Estados Unidos y China, la OMC queda a un lado y la disputa se resuelve en una mesa distinta a la del organismo.

    Para Cassinelli, urge fortalecer a la OMC dotándola de un carácter que podría ser coercitivo en sus resoluciones. “De no ser así, ocurre lo que estamos viendo: disputas entre China, Estados Unidos, Rusia, la Unión Europea… “Si no hay la reorganización las reglas del comercio pasarán no por los multilaterales sino por relaciones bilaterales”. Hay el riesgo de caer en una anarquía, dice Cassinelli.

    Otra opinión es la de Alejandro Martínez, catedrático de Negocios internacionales de la Universidad San Francisco de Quito. Él cree que las dinámicas del comercio han cambiado y lo seguirán haciendo, impulsadas por las nuevas tecnologías, los comportamientos de los consumidores y las decisiones de las empresas.

    “Hoy los negocios son más rápidos, el capital se mueve más rápido al igual que la información. También surgen nuevos integrantes de le economía mundial con sus ideas y conceptos. Todo el ritmo de los negocios está acelerado”. Para Martínez, este aceleramiento impacta en el trabajo de organismos como la OMC, aunque destaca que estas entidades son necesarias porque generan acuerdos básicos de comercio.

    “Toda la estructura comercial del mundo va cambiando y cuestionar a la OMC no es malo, es positivo porque las dinámicas del comercio cambian”.

    Para director de la OMC, Ricardo Azevedo, lo planteado por el G20 es una oportunidad para reformar el sistema comercial internacional.

    Las miradas están en EE.UU. y China

    Los cruces de palabras y las acusaciones de quienes defienden y critican el multilateralismo viven una escalada. Desde el FMI o la Casa Blanca se lanzan advertencias, mientras las miradas están pendientes de lo que digan y hagan las autoridades de Estados Unidos y de China.

    Los presidente de China, Xi Jinping, y Estados Unidos, Donald Trump, se reunieron fuera de la agenda del G20. Foto: AFP
    Los presidente de China, Xi Jinping, y Estados Unidos, Donald Trump, se reunieron fuera de la agenda del G20. Foto: AFP

    La directora ejecutiva del FMI, Christine Lagarde, lanzó la semana pasada un fuerte llamado a renovar la cooperación internacional, temiendo el advenimiento de una “era de ira”, donde las desigualdades pronto podrían superar a las de la “edad de oro” del capitalismo en el siglo XIX.

    En un discurso ante la prestigiosa Biblioteca del Congreso en Washington, Lagarde pidió un “nuevo multilateralismo” que garantice que “los beneficios económicos de la globalización son compartidos por todos y no solo por unos pocos”.

    En su opinión, el comercio mundial debe ser “reparado”. “Debemos continuar reduciendo” las tensiones comerciales y mejorando el sistema comercial, “eliminando los subsidios distorsionantes” y protegiendo los derechos de propiedad intelectual.

    En Bruselas, por su parte, el secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo, instó hoy a “confrontar” a países como Rusia, Irán o China por incumplir tratados internacionales, a la vez que criticó el multilateralismo que atiende más a los burócratas que a los ­ciudadanos.

    “Tras el fin de la Guerra Fría, dejamos que el nuevo orden mundial empezara a corroerse (…) El multilateralismo se ve demasiado a menudo como un fin en sí mismo”, comentó. “Cuantos más tratados firmamos se supone que somos más seguros, cuantos más burócratas tengamos, mejor se hacen las cosas. ¿Esto fue verdad alguna vez?”, se preguntó, y afirmó que la cuestión central es si el sistema actualmente configurado funciona para todas las personas del mundo”.

    Un hombre de aranceles

    El Gobierno estadounidense rebajó las expectativas de acuerdo con Pekín al asegurar que no cuenta con “garantías” precisas de que esto vaya a ocurrir, con el consiguiente nerviosismo en los mercados financieros.

    El presidente estadounidense, Donald Trump, afirmó que las conversaciones con China han comenzado para ver “si de verdad es posible un acuerdo real”.

    “El presidente Xi (Jinping) y yo queremos que este acuerdo suceda, y probablemente ocurra. Pero si no, recuerden que soy un ‘hombre de aranceles”, explicó el Mandatario en su cuenta de Twitter.

    China, por su parte, expresó su confianza en llegar a un acuerdo comercial con EE.UU. “Confiamos en el cumplimiento de los consensos (a los que se llegaron durante el encuentro)”, afirmó el Ministerio de Comercio chino.

    Según esa Cartera, los equipos económicos y comerciales de ambas partes van a trabajar “activamente” durante los próximos 90 días, siguiendo el calendario y la hoja de ruta establecidas tras el encuentro de los dos presidentes.

    El director de la Organización Mundial del Comercio (OMC) advirtió la semana pasada que todos perderían en caso de una guerra comercial.

    Roberto Azevedo, quien desde 2013 dirige la OMC, reconoció que se necesitaban reformas, pero rechazó a quienes acusan al comercio internacional de ser la principal causa de los puesto de trabajo perdidos. Un argumento a menudo usado por presidente de EE.UU. Donald Trump

    “El sistema podría ser mejor”, reconoció Azevedo en un discurso en el que elogió la voluntad de los países del G20 para reformarlo en una cumbre el fin de semana pasado en Buenos Aires. “Debemos eliminar la idea de que el comercio internacional es una ecuación que hace que haya un ganador y un perdedor”, pidió, en referencia a la filosofía de la administración Trump.

    El impacto es tan grande que ya se habla de un G2, entre Estados Unidos y China, las dos potencias económicas del planeta. El tema activa el debate sobre el rol de la OMC y sobre la necesidad de adaptarse a las nuevas velocidades que tienen el comercio y
    El impacto es tan grande que ya se habla de un G2, entre Estados Unidos y China, las dos potencias económicas del planeta. El tema activa el debate sobre el rol de la OMC y sobre la necesidad de adaptarse a las nuevas velocidades que tienen el comercio y los negocios. Foto: Ingimage
  • Jack Ma, el hombre más rico de China, es miembro del Partido Comunista

    Agencia AFP

    Jack Ma, el fundador del gigante tecnológico chino Alibaba, es una de las personas más ricas del mundo, pero ahora también se sabe que forma parte de otro club, el Partido Comunista Chino, con 89 millones de afiliados.

    La adhesión fue revelada por el Diario del Pueblo, el órgano oficial del Partido, en un artículo que alaba a quienes contribuyen al desarrollo de China.

    Ma no es el primero y probablemente tampoco el último capitalista millonario chino que se une a la formación, que también cuenta con el titán de la propiedad Xu Jiayin y el fundador del Grupo Wanda Wang Jianlin como adinerados afiliados.

    Hasta ahora Ma había dicho que prefería mantenerse alejado de la política.

    En el artículo publicado, el Diario del Pueblo señala que Ma es un miembro del PCC que desempeñó un importante papel en el impulso de la iniciativa de las “ Rutas de la Seda ” , un ambicioso programa de inversiones euroasiáticas en infraestructuras del presidente chino, Xi Jinping.

    También está considerado uno de los “destacados arquitectos del socialismo con características chinas en la provincia de Zhejiang”, donde está la sede de Alibaba, según la publicación.

    Unirse al partido puede resultar de utilidad para los empresarios privados en China, al tener que abrirse camino en un complicado ambiente empresarial en el que la economía estatal domina muchas industrias y los negocios privados pueden ser mal recibidos.

    Xi intenta reimpulsar la expansión de la influencia del Partido Comunista en los negocios privados, requiriendo que cualquier empresa con más de tres miembros del partido establezca una célula de la formación.

    Tres de cada cuatro empresas privadas cuentan ya con organizaciones del partido.

    Una imagen del 2017 donde Jack Ma, presidente del grupo Alibaba, baila canciones de Michael Jackson durante la Fiesta Anual de Alibaba en el centro deportivo Huanglong en Hangzhou, en la provincia oriental china de Zhejiang. Foto: AFP
    Una imagen del 2017 donde Jack Ma, presidente del grupo Alibaba, baila canciones de Michael Jackson durante la Fiesta Anual de Alibaba en el centro deportivo Huanglong en Hangzhou, en la provincia oriental china de Zhejiang. Foto: AFP
  • Josep Piqué: ‘Estamos ante el redespliegue de China’

    Pedro Maldonado

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    Josep Piqué, presidente de la Fundación Iberoamericana Empresarial, se reunió con autoridades del Gobierno, así como con empresarios. A escala global, considera que el planeta está ante una clara recomposición del escenario geopolítico y de las fuerzas económicas.

    Usted tiene experiencia en los sectores público y privado en España y en Europa. ¿Qué se requiere en un país como Ecuador para que el modelo de alianzas público-privadas funcione?

    Lo más importante es que se dé una convergencia de criterios y de objetivos. Ya hay una sintonía a la hora de defender la apertura de la economía, de promover de verdad la inversión extranjera, de garantizar la seguridad jurídica, de avanzar en procesos de integración regional, como pasa con la Alianza del Pacífico. Estamos en un momento en el que puede abrir muchas posibilidades y oportunidades, y uno de los motivos de mi visita es ayudar a ese proceso desde la Fundación Iberoamericana Empresarial, para que Ecuador siga progresando. Recordemos que España, hasta los años 50, era un país pobre, atrasado, pero se tomó la decisión de abrirnos, se hizo convertible la moneda, se bajaron aranceles, se fomentó la inversión extranjera…

    ¿Esas son decisiones políticas necesarias?

    Así es. Y sirvieron para que la economía empiece a crecer de manera significativa, para que se genere una clase media, para que después fuera posible la transición hacia la democracia. Esa experiencia es perfectamente aplicable a Ecuador. Este país está en mucha mejor posición que la España de los años 50.

    En ese proceso de apertura que vivió España hubo que negociar y ceder ciertas posiciones en el sector privado y en el público. ¿Qué tan complicado puede ser eso para Ecuador en la actual coyuntura?

    Es muy importante que el sector privado sea consciente de las limitaciones inherentes a la acción política. Muchas veces el empresario sugiere acciones y se las pide implementar tal como se hace en su empresa y eso en el mundo de la política no suele ser habitual, hay muchos equilibrios, contrapesos y lógicas distintas. También es importante que desde el sector público se asuma que no hay mejor manera de progresar y generar riqueza y empleo que dejando que la iniciativa privada se desarrolle en toda su plenitud. Eso no siempre lo comprende el sector público y lo mira al empresario, en ocasiones, como un enemigo o algo que se tiene que exprimir con impuestos o trabas. Hay que encontrar una síntesis entre las dos posiciones.

    El actual Gobierno integró a empresarios en su Gabinete. Allí seguramente se toparon con lo que usted menciona. ¿Con qué más se pueden encontrar?

    Con los retos de todo Gobierno democrático. Hay un parlamento que hay que tener en cuenta con sus divisiones. También está la presión de la opinión pública y los medios de comunicación. Está la judicatura, las leyes, la Contraloría y más factores que limitan el margen de actuación y eso se tiene que interpretar correctamente porque de lo contrario surge la frustración y lo más importante es conseguir certidumbre, seguridad. Las dos partes, el sector público y el privado, están en un proceso de aprendizaje, cosa que no es extraña.

    ¿En el tema de apertura comercial hacia dónde debe proyectarse Ecuador sabiendo que es un mercado pequeño y con baja competitividad?

    Ecuador necesita una multiplicidad de miradas. He oído que la Alianza del Pacífico es una suerte de nuevo centro de gravedad y que hay que mirar hacia esa dirección. Lo comparto, pero creo que es una aproximación parcial. La Alianza del Pacífico es probablemente lo más Atlántico que existe en América Latina desde el punto de vista de los valores y por lo tanto creo que hay que tener al menos tres miradas: una hacia el norte, hacia EE.UU., y estar trabajando en un acuerdo comercial con ese país es algo que tiene buena dirección; también hay que mirar al Pacífico inevitablemente, pero hay que hacerlo compatible con una mirada hacia un tercer punto: el Atlántico, más en un momento en el que se está debilitando el vínculo tradicional que existía entre EE.UU. y Europa, a través del Reino Unido. Ahora el vínculo tiene que ser entre América Latina y la Unión Europea. Y ambos tienen que mirar hacia África.

    Un continente al que se menciona muy poco…

    Se menciona poco, pero hay un dato a tener en cuenta. China tiene una estrategia muy bien definida para el continente africano y eso no es casualidad. Por eso la importancia de la multiplicidad de miradas. Sería un error hacerlas de alguna manera contradictorias o incompatibles entre sí.

    China ya está mirando hacia África…

    China ha construido en Yibuti la mayor base militar extranjera en el continente africano.

    China mirando hacia África. Proteccionismo en EE.UU. Nuevos presidentes en Brasil y México. ¿Qué está pasando?

    Lo que hay es una clara recomposición del escenario geopolítico. Ese repliegue anglosajón se debe a un enorme despliegue de China o dicho de otra manera, un enorme redespliegue de China porque China fue el país más importante del mundo durante miles de años y dejo de serlo a mitad del siglo XIX. 150 años para la historia de China es un pequeño paréntesis y ahora vuelve a su ser y lo ha dicho de manera explícita. China ambiciona ser la gran potencia de este siglo para mediados del mismo. Eso cambia las reglas de juego y nos obliga a ver el mundo de manera distinta.

    ¿Y qué pasa con Occidente?

    Lo que está pasando con China cambia la hegemonía de Occidente, que va perdiendo peso relativo y allí vemos la entrada de valores distintos a los que defendemos la democracia representativa o la economía de libre mercado o las sociedades abiertas. Allí está el retorno de los nacionalismos que está afectando a algunos países de Europa. A partir de aquí hay que hacer un análisis particular. Está por verse a Bolsonaro, en Brasil, quien tiene planteamientos populistas en temas de seguridad, por ejemplo. Pero en economía sus propuestas son de raíz profundamente liberal. Es verdad que la economía de EE.UU. está de manera excepcional aunque con riesgos de recalentamiento. Otro factor de incertidumbre es México con López Obrador que en sus primeros pasos se muestra contradictorio, señales que no son claras. Veremos cómo evolucionan una vez que Bolsonaro y López Obrador asuman sus cargos.

    ¿Son muchos vaivenes los que se esperan?

    Habrá consecuencias. El capitalismo se define por la capacidad de asumir riesgos, pero asumir riesgos implica que aunque te puedas equivocar -y uno se equivoca mucho-, los riesgos son medibles y cuantificables, lo que no es cuantificable es la incertidumbre. Y cuando algo no se puede cuantificar, la reacción normal es esperar y ver, aunque eso ralentiza la economía. Por eso cuanto antes sepamos la política auténtica de Bolsonaro, en Brasil, y de López Obrador, en México, pues mejor para todos porque sabremos a qué atenernos.

    Josep Piqué, presidente de la Fundación Iberoamericada Empresarial. Foto: Julio Estrella / LÍDERES
    Josep Piqué, presidente de la Fundación Iberoamericada Empresarial. Foto: Julio Estrella / LÍDERES
  • Él se abrió camino para los negocios en China

    Patricia González

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    David Grijalva asumió responsabilidades de empresario en su adolescencia.En su primer año de universidad, con 17 años, su padre enfermó de cáncer, circunstancia que motivó que él y su hermano tomaran las riendas del negocio familiar, especializado en artículos promocionales.

    Él es el menor de seis hermanos, de una familia quiteña. Hijo de la maestra Concepción Pinto y de Edmundo Grijalva (+), presentador de noticias en radio y televisión, cantante tenor, empresario, publicista.

    Fue en esa última faceta en la que lo acompañaron sus dos hijos varones: Ricardo, publicista, y David, ingeniero comercial, egresado de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador, en 2001.

    Pero desde mucho antes, a raíz de la enfermedad de su padre, David ayudó a sostener la compañía familiar, RGP Promociones.

    El producto promocional estrella de la pequeña empresa era el reloj de pared. Luego el portafolio se amplió a esferos, calculadoras, camisetas… Toda una gama de artículos que adquirieron clientes como Volvo, Fybeca y especialmente laboratorios farmacéuticos (Life, Roche, Merck…).

    Con la mejoría del padre de David, a mediados de 1999 decidieron constituir una nueva empresa, esta vez de personalidad jurídica. Se llamó Artim, Arte y Tiempo.

    Al poco tiempo, Edmundo Grijalva recayó con un cáncer más agresivo y en 2001 falleció. Su hijo menor hoy lo recuerda como un hombre de espíritu luchador, que ante todo priorizó a su familia.

    “Un pie adelante cada vez” era su lema y el que David ha puesto en práctica con persistencia en los negocios que ha emprendido.

    Con el tiempo, Artim fue consolidándose en el mercado local, pero la diferenciación se hizo primordial. Esto lo lograron tras ser parte de la Asociación de Especialidades Promocionales (ASI, por sus siglas en inglés), lo que les permitió participar en ferias promocionales en EE.UU. de gran escala y enriquecer el negocio con una oferta de productos innovadores.

    Sin embargo, con las nuevas limitantes que impuso la normativa ecuatoriana a las farmacéuticas para publicitarse y la entrada de una multinacional a su cartera de clientes, Artim se diversificó con una nueva línea de negocios: productos de incentivo para representantes de empresas de venta directa o por catálogo, como vajillas, electrodomésticos y más.

    Las exigencias del nuevo cliente, con pedidos por el orden de los 70 000 artículos, motivó a David a viajar a China para conseguir proveedores.

    El primer viaje lo hizo con la Cámara de Comercio Ecuatoriano China. Regresó con más dudas que certezas, pero le permitió conseguir algunos contactos.

    Tiempo después una de esas personas comenzó a trabajar para Artim , desde China, encontrando proveedores. Mientras, en Ecuador, la firma crecía en la línea de incentivos, incluso abrió filiales para la fabricación local de productos en plástico y textil.

    La importación desde China continuaba, pero tras varias estafas en temas de calidad y debido a mayores exigencias desde Ecuador para importar, David decidió hacerse cargo personalmente. En 2013 se mudó al país asiático con su esposa Analia Terán para abrir Guangzhou Conexión, en Cantón, una firma dedicada a control de calidad, que además de cubrir las necesidades de Artim brinda servicios a otras empresas.

    Con la nueva firma, que en Ecuador y Colombia tiene sus filiales China Conexión, desarrollaron un software de gestión de abastecimiento y otro de compras por etapas, dirigido a Mipymes que deseen importar desde China. En 2016, David retornó al país, dejando a un equipo a cargo en China.

    Durante su estadía en ese país compartió con otros ecuatorianos con quien hoy mantiene una amistad en Ecuador. A Galo Fraga lo conoció en el Consulado de Ecuador en China y resultó ser su vecino. Mateo García, quien trabajaba para una empresa textil en China, también fue su vecino. Ambos coinciden en que David es un profesional metódico y organizado. También lo describen como una persona ética y sincera.

    Patricio Castro, su amigo desde hace unos 25 años, lo considera un visionario. Destaca también que la curiosidad le ha permitido innovar en los negocios.

    China no solo le amplió el horizonte en el campo empresarial, sino también en la fe. Paradójicamente, en ese país se convirtió al cristianismo, a pesar de tener que practicarlo en la clandestinidad, por estar prohibida.

    Un hecho que, dice este empresario, le cambió la vida. “Dios le da equilibrio a tu vida. Te enseña que todo es temporal y que nada tiene valor sino profesas el amor con los demás”.

    David Grijalva vivió durante tres años en China, junto a su esposa Analia Terán. En ese país formó la empresa China Conexión, que se especializa en control de calidad y abastecimiento. Foto: Archivo particular
    David Grijalva vivió durante tres años en China, junto a su esposa Analia Terán. En ese país formó la empresa China Conexión, que se especializa en control de calidad y abastecimiento. Foto: Archivo particular
  • EE.UU. y China buscan una salida a su guerra comercial

    Agencia EFE

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    Washington y Pekín reabrieron el miércoles negociaciones sobre su pelea comercial a solo horas de una nueva salva de aranceles estadounidenses contra productos chinos y tras una advertencia de la Reserva Federal (FED) sobre los riesgos económicos de esa confrontación.

    Las conversaciones en EE.UU. son las primeras, desde junio, para resolver la reciente guerra comercial entre las dos mayores economías del planeta.

    Entretanto, funcionarios de EE.UU. y México esperan cerrar semanas de negociaciones sobre la modernización del tratado norteamericano de libre comercio /(TLCAN), lo cual abriría el camino para que se sume a las conversaciones y se cierre el acuerdo.

    El presidente Donald Trump aplica una agresiva política proteccionista para reducir el déficit comercial estadounidense, al cual le atribuye la destrucción de empleos en su país. Sin embargo, los socios comerciales de Washington aplicaron diversas medidas de represalia que dañan a productores agrícolas, fabricantes y consumidores estadounidenses.

    Un documento de la FED mostró que la entidad cree que las disputas comerciales implican riesgos para la economía.

    Un pelea comercial generalizada y prolongada perjudicaría la confianza de las empresas, las inversiones y el empleo e impactaría en los precios, lo cual puede reducir el poder de compra de los hogares estadounidenses.

    Si bien las conversaciones quedaron abiertas la semana pasada, otros productos chinos importados por USD 16000 millones serán alcanzados por aranceles.

    Eso completa el primer grupo de productos con ajuste arancelario aplicado por Washington para castigar a Pekín por prácticas comerciales que cree son desleales, incluyendo el robo de tecnología.

    China indicó que responderá, inmediatamente, contra productos estadounidenses. Entre los cientos de artículos en su mira están las motos Harley Davidson, el bourbon y el jugo de naranja.

    Además, EE.UU. tiene en la manga la imposición de aranceles a otros bienes chinos por unos USD 200 000 millones y también aplicar una tasa de 25% a los autos importados para proteger la producción doméstica. Ese paso está siendo discutido esta semana en Washington en audiencias públicas con representantes de empresas estadounidenses concernidas.

    El secretario de Comercio estadounidense dijo que China no será capaz de continuar con las represalias al mismo ritmo que EE.UU. “Naturalmente, ellos responderán un poco. Pero nosotros tenemos más balas que ellos. Lo saben”, dijo Wilbur Ross. “Tenemos una economía mucho más fuerte que ellos. También saben”.

    Trump manifestó a comienzos de la semana pasada que no espera nada de las conversaciones que están en desarrollo. “Somos un país que ha sido explotado por cualquiera y no vamos a serlo más”, dijo en un acto público.

    La vocera de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders, indicó que el objetivo es alcanzar mejores acuerdos comerciales para EE.UU. “El presidente quiere un comercio libre, justo y más recíproco con otros países; especialmente con China”.

    Miles de grandes y pequeñas empresas estadounidenses demandaron a Trump que reconsidere su política comercial porque consideran que les perjudica.

    Los autos importados son algunos de los productos que pueden sufrir impactos arancelarios en la guerra. Foto: Wang Zhao / AFP
    Los autos importados son algunos de los productos que pueden sufrir impactos arancelarios en la guerra. Foto: Wang Zhao / AFP
  • China destaca la calidad del camarón ecuatoriano

    Carolina Enriquez

    Cuatro empresas ecuatorianas buscan colocar camarón nacional en los mercados chinos.
    Pro Ecuador, a través de su Oficina Comercial en Cantón, ayudó a las compañías para que participen en la Exposición Internacional de Productos Acuícolas en Zhangiang. “Esta es una de las ciudades más importantes de China para la producción de camarón y la industria de transformación del crustáceo”, indicó la entidad.

    En el encuentro participaron más de 120 empresas de cinco países. Entre las exportadoras locales estuvieron Omarsa, Expalsa, Santa Priscila y Songa. Los empresarios mantuvieron diálogo directo con clientes actuales y potenciales, de varias regiones de China.

    Para David Yang, representante de ventas de la ecuatoriana Songa, fue una excelente oportunidad para intercambiar información sobre la cría y agricultura del camarón vannamei con clientes chinos. “Fortalecimos nuestra red de contactos, tuvimos alrededor de 30 visitantes, quienes nos mostraron su plan de negocios a futuro, con quienes estaremos en contacto para buscar oportunidades de cooperación”, señaló.

    Durante el encuentro se explicó a los asistentes que el camarón nacional es el mejor del mundo por sus ventajas competitivas como buenas prácticas de producción, prevención de enfermedades, desarrollo de técnicas amigables con el medio ambiente, etc.

    China considera que el camarón vannamei ecuatoriano como un producto premium, demandado todo el año.

    Así mismo, otras empresas chinas mostraron interés por productos del mar ecuatorianos como el pez corbata, pámpano e incluso la harina de pescado nacional.

    cortesía de Pro Ecuador
    cortesía de Pro Ecuador
  • 7 de cada 10 vehículos vendidos en el 2018 son importados

    Carolina Enriquez

    Y Maldonado Pedro

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    El ingreso de vehículos fabricados en el exterior, con condiciones de acceso preferenciales, ha generado un cambio en el mercado nacional durante el último año. Un informe de la Cámara de la Industria Automotriz del Ecuador (Cinae) revela la comercialización de unidades ensambladas localmente pasó del 53% en el 2016 al 38,9% en el 2017.

    Para abril del 2018, la cifra es menor al 30%. Esto significa que 7 de cada 10 vehículos vendidos en abril son importados; la tendencia se mantiene desde diciembre del 2017, según datos de Cinae y la Asociación de Empresas Automotrices del Ecuador (Aeade).

    Los autos importados de destinos con los que Ecuador tiene acuerdos comerciales, conforme más reducen el porcentaje de aranceles que deben pagar para entrar al país se vuelven más competitivos y despiertan mayor interés entre los compradores.

    En el primer caso están las unidades que vienen de la Unión Europea (UE), cuya participación en el mercado incrementó en 3,6 puntos porcentuales entre abril del 2017 y el del 2018. Tras dos desgravaciones pagan el 25% de arancel y para 2020 será el 15%, es decir, el mismo porcentaje que ahora pagan las ensambladoras nacionales por traer partes y piezas para armar autos.

    En el segundo grupo están los autos colombianos, cuya participación subió 2,2 puntos.
    El sector ensamblador también analiza qué impactos podría tener en la industria el ingreso de autos extranjeros, de concretarse un acuerdo comercial con Corea del Sur o con la Alianza del Pacífico (México, uno de sus integrantes, está entre los mayores exportadores de vehículos del mundo).

    David Molina, director de Cinae, asegura que el gremio no está en contra de los convenios. Él pide a las autoridades definir una política industrial para el sector. Desde octubre del 2017 está vigente el Acuerdo Ministerial 131, que establece que, hasta abril del 2019, todos los modelos que se ensamblen en el país deberán tener mínimo 16% de partes y piezas nacionales. A partir de ese tiempo tendrán 18 meses más para que lleguen al 19% de incorporación. 

    Si bien esto impulsa a la cadena productiva del sector, que incluye autopartistas, accesoristas, etc., no es suficiente cuando se tiene que competir con productos extranjeros que tienen menos costos de producción en sus país y aranceles bajos o nulos.

    La principal solución, a decir de Molina, es la aplicación de una tabla de desgravación arancelaria que establezca que mientras más componente local tiene una unidad, menor será el arancel a pagar. El objetivo es, a mediano plazo, alcanzar un 30% de incorporación.

    Eso, según Cinae, les permitiría competir de igual a igual con los autos importados.
    Aunque la aprobación de la tabla está en manos del Comité de Comercio Exterior, la Ley de Reactivación Económica dispuso un ajuste al Código de Planificación y Finanzas Públicas que establece que cualquier decisión de un órgano colegiado que implique renuncia a ingresos contemplados en el Presupuesto General del Estado necesita la aprobación del Ministerio de Finanzas.

    Cinae está a la espera de la respuesta que dé la Cartera de Estado, que pasó a manos de Richard Martínez hace dos semanas. El sacrificio fiscal por la aplicación de la tabla sería de alrededor de USD 9 millones anuales.

    La aplicación de la política industrial con la incorporación de la tabla permitirá, de acuerdo con el gremio, que la participación de los autos ensamblados en Ecuador pase al 44,5% en cinco años.

    Asimismo, espera que se recuperen las plazas de empleo que se redujeron durante los últimos dos años. En el 2016 existían alrededor de 8 500 personas trabajando de manera directa en el sector, pero ahora son solo 6 500. Además, la idea es producir más. Ahora, empresas autopartistas, como Metalcar, apenas laboran en un turno, cuando tienen capacidad de contar con tres de ellos.

    Los automotores chinos ganan mercado

    En el mercado ecuatoriano se cuentan al menos siete marcas de vehículos chinos, según los datos de gremios automotrices. Foto: Archivo / LÍDERES
    En el mercado ecuatoriano se cuentan al menos siete marcas de vehículos chinos, según los datos de gremios automotrices. Foto: Archivo / LÍDERES

    La tendencia global muestra que China se está convirtiendo en el mayor protagonista de la industria automotriz. Y Ecuador no escapa al dinamismo de las empresas automotrices del gigante asiático, hoy en día, la segunda economía del planeta.

    Las estadísticas dejan ver cómo los vehículos chinos ganan mercado con un ritmo sostenido. En el período enero-abril del 2017 se comercializaron 1 842 vehículos chinos, esto representó el 6,8% del mercado.

    En el mismo período del 2018 se vendieron 4 828 vehículos de origen chino, lo que les permitió alcanzar el 11,1% del mercado, según datos de la Asociación de Empresas Automotrices del Ecuador (Aeade).

    De esta manera, en los vehículos importados los autos chinos desplazaron a los colombianos y se ubican solo detrás de los surcoreanos. Hay que anotar que estos últimos perdieron mercado al comparar el primer cuatrimestre del 2017 y del 2018

    El crecimiento de la industria china se dio desde inicios de este siglo. En el año 2000, ese mercado estaba en fase embrionaria, con poco más del 1% de las ventas mundiales de vehículos nuevos, según una nota de la agencia AFP, de finales de abril.

    El año pasado, su participación aumentó hasta casi un 29% y crecerá a más de un tercio de las ventas en los próximos años, según datos del Center Automotive Research (CAR). En el mismo período, la parte de EE.UU. ha variado del 35% al 20%, con unas previsiones de 16% para 2025.

    Con 28,9 millones de vehículos vendidos el año pasado y un crecimiento sostenido, China debería tener el mismo volumen que EE.UU. y la Unión Europea juntos.

    Genaro Baldeón, presidente ejecutivo de la Aeade, comenta que la presencia china es muy significativa y su industria es muy competitiva en precios y tecnología. “Marcas europeas tienen su planta de producción en China. Además, uno puede encontrar marcas emblemáticas alemanas o japonesas con alianzas en China”.

    El vocero del gremio añade que en los dos últimos años la participación china en el mercado nacional se evidenció con la eliminación de los cupos de importación, a partir de enero del 2017.

    Pietro Pilo País, representante de Ciauto y Ambacar, habla del efecto China, tanto en el mercado mundial como en el país. Él asegura que en el gigante asiático se juega hoy el presente y el futuro de la industria automotriz a escala mundial. “El tamaño de ese mercado permite producir a precios más convenientes. Además, los costos se amortizan precisamente por el tamaño del mercado”.

    Para Pilo País, el efecto China permite obtener vehículos en el país con buena tecnología y a mejores precios que las marcas tradicionales. “El efecto China sincera los precios de los vehículos”. Además, considera que los vehículos de ese origen seguirán ganando mercado en el país.

    El mercado crece

    Las ventas de vehículos continúan en recuperación en el país. Entre enero y abril del 2018 se vendieron 43 663 unidades, esto es un 62% más que en el mismo período del año anterior. Los datos confirman la tendencia que arrancó en el segundo semestre del 2017.

    “Estamos a ritmos similares que los del 2013”, asegura Baldeón. El vocero de la Aeade añade que, en general, todo el mercado ha crecido, tanto para los vehículos ensamblados como los importados. “El ritmo de los ensamblados es menor, pero en volumen ambos crecen”.

    En el 2018, la Aeade calcula que las ventas de vehículos en el país bordeará las 120 000 unidades, cifra superior a la del año pasado cuando (105 077 vehículos).

    Baldeón considera que desde la eliminación de los cupos de importación existen mejores oportunidades para los vehículos extranjeros. “Hay más variedad, más competencia. Así se beneficia el consumidor y la industria que se obliga a competir y a planificar”.

    Una vista panorámica de la planta de producción de General Motors en Ecuador. Esta empresa tiene el 71,4% del mercado de venta de autos ensamblados en Ecuador, según Cinae. Foto: Cortesía General Motors
    Una vista panorámica de la planta de producción de General Motors en Ecuador. Esta empresa tiene el 71,4% del mercado de venta de autos ensamblados en Ecuador, según Cinae. Foto: Cortesía General Motors
  • China mima a sus ‘unicornios’ tecnológicos

    Agencia AFP

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    Ante la entrada en bolsa de compañías emergentes chinas, el gobierno está dispuesto a defender a capa y espada a estos ‘unicornios’ del sector tecnológico, su mejor baza frente a la hegemonía estadounidense.

    El mundo cuenta con 236 ‘unicornios’, o sea, esas nóveles empresas privadas valoradas en más de USD 1 000 millones. Según una clasificación de la firma CBInsights, casi el 30% de ellas se encuentra en China, y los dos tercios nacieron después de 2015.

    La lista de unicornios susceptibles de introducirse próximamente en Bolsa está dominada por los chinos, con un crecimiento fulgurante. Entre ellos, el pionero del pago a través de telefonía móvil, Ant Financial -valorado en USD 100 000 millones-, el campeón de los VTC (alquiler de vehículos con chofer) Didi-Chuxing y la aplicación de entrega de comidas Meituan-Dianpin estimadas todas en decenas de millardos.

    Para las autoridades chinas, se trata de no dejar pasar este tren y obrar de tal manera que estas empresas coticen en las bolsas de Shanghái o Shenzhen.

    Es una paradoja: entre los mastodontes de internet chinos ninguno cotiza en China continental. Baidu y los gigantes del ‘e-commerce’ Alibaba y JD.com eligieron Wall Street, y Tencent -experto del videojuego y operador de la mensajería WeChat– se introdujeron en Hong Kong.

    La culpa es de las reglamentaciones bursátiles chinas, que son muy exigentes, algo que el régimen comunista quiere ahora flexibilizar para seducir a los ‘unicornios’.

    El objetivo es que los inversores locales “se beneficien del éxito de estas ‘start ups’”, reforzando la impronta del Estado en un sector tecnológico “ya cuasi nacionalizado”, a través de generosas subvenciones públicas, observa Christopher Balding, profesor en la universidad de Pekín.

    Para él, “Pekín controla cada etapa, en el marco de la agenda China 2025”. Este ambicioso plan tiene el objetivo de hacer emerger a los campeones tecnológicos en el campo de la inteligencia artificial, del análisis de datos, de los microprocesadores… Esto para el disgusto de Estados Unidos que denuncia el apoyo estatal, lo que falsea la competencia y las transferencias tecnológicas impuestas a las empresas extranjeras.

    Flexibilización

    Para cotizar en Shanghái o Shenzhen, una empresa debe registrar tres años consecutivos de beneficios. Pero esta regla podría ser levantada para aquellas firmas tecnológicas avaluadas en más de USD 3 000 millones.

    Además, ciertas empresas que cotizan en Nueva York o Hong Kong serían autorizadas a emitir en China continental “certificados de acciones” (CDR), títulos alternativos vinculados a sus acciones en el exterior.

    Por su parte, el operador bursátil de Shanghái propuso en marzo un cambio reglamentario para autorizar la cotización de empresas que posean un sistema de acciones preferenciales. Este sistema, que permite a los fundadores de un grupo mantener el control a través de acciones con derecho de voto diferenciado, es utilizado por los gigantes tecnológicos, pero hasta ahora no existe en China.

    La Bolsa de Hong Kong cambió recientemente sus reglas para autorizarlo, lo que le ha permitido atraer al gigante chino de los smartphones, Xiaomi, que invertirá USD 10 000 millones este año.

    Los detalles y el calendario de modificaciones a las reglamentaciones siguen siendo vagos, pero Pekín había asegurado en marzo tener en la mira a las industrias “estratégicas” en internet y en el desarrollo de inteligencia artificial. Otra ventaja: se revigorizaría a los mercados de acciones chinas, dominados por empresas financieras e industriales.

    Recursos en la Bolsa

    La llegada de unicornios “aumentará la liquidez y los volúmenes de actividad”, explica Jackson Wong, del corredor Huarong International.

    Según cifras citadas por el Wall Street Journal, la introducción de firmas tecnológicas podría aportar uno 50 000 millones de dólares en nuevos títulos a las bolsas chinas.

    Según Bloomberg, los grupos autorizados a emitir CDR podrían recoger por esta vía hasta unos USD 235 000 millones. Alibaba, Baidu y Tencent ya han expresado su interés. El objetivo final de las autoridades chinas es fortalecer a la bolsa de valores.

    El gigante del ‘e-commerce’ Alibaba cotiza en Wall Street. El gobierno chino quiere evitar nuevas fugas. Foto: AFP
    El gigante del ‘e-commerce’ Alibaba cotiza en Wall Street. El gobierno chino quiere evitar nuevas fugas. Foto: AFP
  • China se enfoca en la industria del automóvil

    Agencia AFP

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    China, que acoge en el Salón del Automóvil de Pekín a la industria mundial automotriz a partir del miércoles 2 de mayo del 2018, está emergiendo como la primera potencia del sector y el país donde se inventa el vehículo autonómo y conectado del futuro.

    En febrero, el fabricante chino Geely, propietario de la sueca Volvo, se convirtió, ante la sorpresa general, en el primer accionista de la alemana Daimler (empresa matriz de Mercedes-Benz) , líder mundial de la alta gama y monumento de la historia automóvil. Tomar casi el 10% del capital simboliza un aumento de potencia.

    “China está haciéndose con el liderazgo mundial de la industria automóvil y se distanciará de Europa y América”, considera Ferdinand Dudenhöffer, director del Center Automotive Research (CAR) , ubicado en Alemania.

    El activo más obvio de China es el tamaño de su mercado, el más grande del mundo de lejos, con una brecha que sigue ampliándose con respecto a Estados Unidos, relegado al segundo puesto.

    En el año 2000 el mercado chino estaba en fase embrionaria, con poco más del 1% de las ventas mundiales de vehículos nuevos. El año pasado su participación aumentó hasta casi un 29% y crecerá a más de un tercio de las ventas en los próximos años, según CAR. En el mismo periodo, la parte de Estados Unidos ha variado del 35% al 20%, con unas previsiones de 16% para 2025.

    Beijing Auto Show fue un espacio para conocer nuevas tendencias de la industria automotriz. China usó el evento para mostrar todo su poderío y sus planes futuros. Foto: AFP
    Beijing Auto Show fue un espacio para conocer nuevas tendencias de la industria automotriz. China usó el evento para mostrar todo su poderío y sus planes futuros. Foto: AFP

    Con 28,9 millones de vehículos vendidos el año pasado y un crecimiento sostenido, China debería tener el mismo volumen que Estados Unidos y la Unión Europea juntos. El gigante asiático ha desarrollado rápidamente su industria acogiendo las inversiones de los fabricantes extranjeros, al tiempo que los obliga a cooperar con actores locales en empresas conjuntas de las cuales no pueden tener más del 50%.

    Pekín acaba de comunicar el fin progresivo de este lastre, síntoma de que el país es ahora lo suficientemente fuerte como para enfrentar la competencia extranjera. Las compañías locales chinas ya están ganando parte de la tarta en el mercado nacional. Y se están preparando para conquistar el mundo.

    “De aquí a 2025 viviremos con los fabricantes chinos lo que ya hemos experimentado con los coreanos” , su llegada a los mercados americano y europeo, “pero todavía más masiva, con vehículos de calidad, automóviles eléctricos”, dice Dudenhöffer.

    Mejor que Silicon Valley

    Además de sus grandes fabricantes como SAIC, socio de Volkswagen y General Motors, o Dongfeng, socio de Renault, Nissan o PSA (de quien es el primer accionista) , China cuenta con un vivero de start up del sector de automóviles, como Lynk & Co, NIO o FMC.

    “China quiere convertirse en el líder mundial de las tecnologías de transporte del siglo XXI, incluidos los automóviles conectados y autónomos (…). Piensa hacerlo en cinco o diez años”, explica Bill Russo, director de la consultora Gao Feng Advisory.

    El país no tiene nada que envidiar a EE.UU. en materia de empresas innovadoras: Baidu, Tencent o Alibaba en internet, Catl, primer fabricante mundial de baterías, Huawei, líder de telecomunicaciones, Didi, el ‘Uber chino’… Los chinos tienen “a la vez mastodontes de la producción automóvil y gigantes de altas tecnologías” , explica Guillaume Crunelle, responsable automóvil en Deloitte.  Su ecosistema es incluso “ mejor que el de Silicon Valley ” , opina Dudenhöffer.

    La alemana Mercedes Benz presentó sus nuevos vehículos de lujo en la feria efectuada la capital china. Foto: AFP
    La alemana Mercedes Benz presentó sus nuevos vehículos de lujo en la feria efectuada la capital china. Foto: AFP