Los productos ecuatorianos se ofrecieron en la feria más grande la industria de restaurantes y hospitalidad del mundo la semana pasada.
La oferta nacional, a través de la oficina comercial de Chicago, llegó a la National Restaurant Association Show. Seis empresas del país alcanzaron compromisos de venta por un total de USD 2,5 millones.
Entre las compañías estuvieron Produtankay, Plantain Republic, Latiali, Avalmarti, Aroma Sabor y Exotic Blends. Estas producen y comercializan chocolate, snacks de frutas, etc.
La feria reúne a expertos, empresarios, y compañías de todas las áreas de dicha industria.
Durante los encuentros, además, se concretar negocios, se puede ampliar la red de contactos y aprender sobre tendencias, innovación y nuevas tecnologías.
EE.UU. es el primer país de destino de las exportaciones ecuatorianas. Según el Banco Central del Ecuador, uno de los productos más demandados del primer trimestre fueron las frutas exóticas. De enero a marzo registraron ventas por USD 3,17 millones, lo que representa un crecimiento exponencial del 38280%.
Productos como snacks y chocolate también han incrementado sus exportaciones en un 85,8%. y 53,9% respectivamente.
La feria reúne a expertos, empresarios, y compañías de todas las áreas de dicha industria. Foto: Página web Proecuador
Hacer de la cocina una actividad fácil con resultados deliciosos es el fin de Susana Mora Bowen y Carla Uribe, madre e hija, a través de su negocio Soupa.
Se trata de un emprendimiento que comercializa bases de caldo listas para calentar. A estas se puede adicionar otros ingredientes y hacer diferentes sopas; también pueden servir para dar sabor a arroz, masas, pastas y salsas.
La idea nació a inicios del 2017, pero se concretó hace cuatro meses. En esa época las empresarias no estaban trabajando y analizaron la posibilidad de desarrollar un emprendimiento.
A Carla se le vino a la mente un recuerdo: cuando vivía en España utilizaba caldos precocidos que le facilitaban la preparación de alimentos. “Siempre tuvimos la idea de hacer el caldo y en ese momento dijimos es el momento para lanzarnos”.
La inversión inicial fue de USD 15 000, que incluyeron equipos, planta e investigación. Precisamente, con la ayuda de una ingeniera en alimentos probaron cuál era la mejor receta y empaque hasta que lograron el resultado.
Soupa ofrece tres tipos de productos: caldo de carne, de pollo y de vegetales. Las presentaciones son de un litro y medio litro.
Cuando las emprendedoras comenzaron solo ellas se encargaban de toda la producción. Ahora tienen una colaboradora, con la que se dedican, en un local equipado para el caso, de la cocción y empaque de este alimento.
El producto se comercializa enocho locales de Quito yCumbayá; la meta es venderlo en cadenas de supermercados o puntos de servicio; también vía Internet, por la página web del negocio. La entrega se hace a domicilio.
Susana dice que en cinco minutos se puede contar con una sopa consistente usando la base. Se licúa, por ejemplo, el caldo de pollo en la licuadora junto a dos aguacates; se pone a calentar, se agrega sal y se añaden acompañantes al gusto. Listo para servir.
“Queremos facilitarle la vida a los clientes en la casa, en el día a día. Que se tenga ya la base permite hacer todo más rápido. Se puede tener los caldos en la despensa, no necesitan refrigeración. Se puede hacer una crema, una sopa de fideo, de papas, etc. Hacemos la parte larga de la cocina para que la gente haga la corta”, dice Carla.
Todo esto lo destaca la clienta Ana Carolina Benítez. Ella compra los tres tipos de caldos desde que el negocio arrancó; con ellos ha hecho sopas, estofados e, incluso, ha marinado un pollo para luego hornearlo y darle sabor.
Los clientes también comentan de la practicidad del empaque en el que vienen los caldos. Se trata de una bolsa especial de aluminio que permite que el producto se mantenga por unos dos meses.
Según las emprendedoras, este negocio utiliza para la conservación únicamente preservantes de origen natural. Se basan en las regulaciones de la Organización Mundial de la Salud.
Tanto para Carla como para Susana es fundamental la inocuidad con la que preparan los alimentos. Además, ambas creen que es importante fomentar los encadenamientos productivos de su zona, por ello sus proveedores, principalmente, son de la parroquia de Cumbayá.
Este emprendimiento también toma en cuenta aspectos vinculados al cuidado del ambiente. Todos los desechos se entregan a dueños de terrenos del lugar para alimentar a cerdos. Estas características permitieron que el negocio se destaque durante la edición más reciente del Grand Bazaar y gane el primer lugar.
Para madre e hijas este fue un reconocimiento a su esfuerzo y les inspiró a seguir adelante en el crecimiento de este negocio.
Como parte del negocio dos personas se quedan en planta y una se encarga de las entregas y las tareas de marketing, compra de los insumos, trámites, etc.
Carla y Susana aspiran sacar más productos al mercado que pueden incluir, por ejemplo, caldo de pescado. “Ahí tendríamos todas las gamas de caldo base”, indicaron las emprendedoras. Asimismo, ambas buscan colocar su producto en otras ciudades del país como Guayaquil. Están ya realizando, además, contactos con un posible comprador en la zona sur del país, en Cuenca.
Algunos datos
Precios. El costo del caldo vegetal es medio litro es de USD 3,99. El producto más costoso es el litro de caldo de carne y pollo, que valen USD 6.99
Venta. Al momento, este negocio comercializa entre 150 y 160 caldos mensuales. El crecimiento ha sido rápido, dicen las emprendedoras, durante los primeros meses.
Producción. Esta es similar a las ventas y la capacidad de producción es de 500 litros al mes. Están en proceso de crecimiento como negocio.
Trabajo. El negocio tiene su planta de producción en Cumbayá. Los proveedores de los insumos son de la zona.
Susana Mora Bowen y Carla Uribe en su planta de procesamiento de caldos. Vienen en tres presentaciones. Foto: Vicente Costales / LÍDERES
Mauricio Navarro es fundador y director de Ducasse 360. Esta consultora gastronómica se enfoca en asesorar a sus clientes en todos los aspectos que abarca un restaurante.
Entre los puntos que manejan está el diseño de la construcción del establecimiento, manejo de costos,área gastronómica, uniformes, y marketing gastronómico.
Para Navarro es importante el cumplimento de todos estos puntos para que un restaurante tenga un standard de calidad.
Desde agosto de 2017 Ducasse 360 se distingue de cualquier otra consultora al brindar un asesoramiento completo de todos los procesos que necesita el negocio. El proceso incluye un sistema de punto de venta, esto significa un asesoramiento en el área administrativa con el objetivo de optimizar los costos de producción para mejorar la utilidad.
También se preocupa por el servicio al cliente, la calidad del producto y los espacios interiores. Navarro explica que de esta forma brindan una imagen corporativa al restaurante.
Ducasse 360 maneja dos tipos de asesoramiento: el primero cuesta USD 1 500 e incluye administración gastronómica, manejo de inventario, manejo de costos, realización de recetas, costeo de recetas, manejo de proveedores y almacenamiento de productos.
El otro asesoramiento cuesta USD 2 500, este sistema de punto de venta es más personalizado. Se lleva un seguimiento a partir de un control del inventario cada tres días por un mes para verificar la evolución del negocio.
Ducasse 360 tiene varias alianzas estratégicas que le permiten afianzarse en el mercado . A través de un acuerdo con Mister Auch, empresa que confecciona uniformes, los clientes de Ducasse 360 pueden obtener un uniforme profesional con diseños personalizados en un precio más económico.
De igual manera esta consultora tiene una alianza con Creare para el asesoramiento de diseño de interiores. Con Ch Digital el acuerdo se enfoca en el marketing gastronómico y con NG para la infraestructura del local.
David Ibarra maneja el local de comidas Pukuna. Con el asesoramiento de Navarro para el punto de venta mejoró la administración de las finanzas.
El servicio de esta consultora comienza cuando se analiza el costo en función de la inversión y se determina cuánto se recupera de la misma. Con esta información se desarrolla un manejo de inventario, estrategias para recuperar el costo, manejo de proveedores en el que se le brinda al dueño del restaurante nuevas alternativas en la adquisición de materia prima.
También se realiza un acompañamiento de mes y medio para verificar si se mejora la utilidad. Posterior a esto se realiza un segundo acompañamiento durante otro mes para comprobar que se mantengan cifras favorables.
Navarro recuerda como un caso emblemático a un restaurante en el norte de Quito con muchos problemas en cuanto a los costos. Después de un análisis que determinó las falencias principales se le dio un concepto renovado y sobretodo se enfocó en mejorar el servicio al cliente. Este restaurante facturaba USD 60 000 al mes; con la asesoría de Ducasse 360 ahora factura 75 000.
Navarro también contribuye con la administración del patio de comidas La Platea. Él comenta que para este año se va a renovar el concepto volviéndolo un boutique en el que se pueden comprar la mayoría de elementos del espacio comercial. Para esta consultora lo importante es cumplir con procesos de calidad para dar la máxima satisfacción al cliente.
Mauricio Navarro es el fundador de Ducasse 360. Este emprendimiento tiene alianzas estratégicas que le permiten afianzarse en el mercado. Está en el mercado desde agosto de 2017. Foto: Vicente Costales / EL COMERCIO
Las recetas de la abuela ahora se venden en una variedad de salsas, ajíes, mermeladas y condimentos que se elaboran sin preservantes. Esa idea se le ocurrió a la firma Bravado Original que entró al mercado de los alimentosgourmet hace tres años.
El ají rocoto feo, el seco de pollo con salsa de vegetales y mermelada de maracuyá con ají, mermelada de uva y otros, son los productos estrella de esta microempresa artesanal. En su abanico tiene más de 80 recetas desarrolladas por los especialistas de este emprendimiento ambateño y que se comercializan en supermercados de Corporación Favorita. La calidad y la frescura de sus alimentos incrementaron sus ventas desde su fundación el 3 de enero del 2013. Las legumbres, las hortalizas y las frutas se transforman en novedosas recetas convertidas en el auxiliar de las amas de casas en la cocina.
Iván Izurieta, gerente de la firma BravadoOriginal, cuenta que tras su retorno de Inglaterra, donde hizo una maestría en negocios, decidió emprender en un negocio familiar. Se le ocurrió que podría comercializar el seco de pollo con vegetales una de las recetas favoritas que prepara su madre.
Su progenitora le entregó la receta original del seco de pollo que es una tradición familiar y que frecuentemente sazona en casa. Calculó la cantidad de los ingredientes y con apoyo de dos ingenieros en alimentos logró desarrollar la receta para industrializarla. La inversión inicial fue de USD 8 000. Con los fondos adquirió una despulpadora que es movida con un motor eléctrico, una cocina, varias estanterías de acero inoxidable y una marmita (olla que esteriliza los frascos a base de vapor y de presión).
Durante las pruebas envasaron el producto y lo guardaron varios meses con el objetivo de conocer el tiempo de caducidad de los alimentos. Recuerda que una vez listo su receta comenzó a comercializarse a sus familiares, amigos y vecinos con buena aceptación.
Posteriormente experimentó nuevas recetas como el ají rocoto feo, la mermelada de maracuyá con ají y el ají con pepa de sambo. Para promocionar viajó a diversas ferias en el país. Eso le ayudó a abrir mercado. Al inicio vendía 300 frascos mensuales, en la actualidad comercializa al menos 7 000 frascos y factura USD 3 000.
Hoy continúa los trámites para ingresar a las perchas de los supermercados Santa María e inició acercamientos con la Embajada de Perú para comercializar sus alimentos gourmet en Perú, especialmente el ají.
Izurieta dice que la persona que compra su producto solo requiere de 20 minutos para realizar un seco de pollo o sazonar cualquier plato, pues tiene salsas para las parrilladas, mermeladas de todos los sabores como mango con limón, piña con ají, chocolate, cerveza, mojito y más. También, salsas picantes, salsa para tallarín, ajíes en todas las variedades.
Uno de sus éxitos es que realiza el estudio de mercado para determinar qué producto nuevo puede presentar a sus clientes. Constantemente navega en la Internet buscando recetas que luego son adaptadas usando productos ecuatorianos.
Una tarea es el rescate del ají rocoto en el Ecuador que antiguamente era consumido y que poco a poco fue desplazado por los importados como el jalapeño.
Izurieta alista una nueva inversión de USD 30 000 con la que comprará de un caldero, mermitas y un molino coloidal. El 70% de los recursos lo consiguió de un crédito en una institución financiera local y el porcentaje restante con ahorros propios.
Uno de sus compradores habituales es Edith Arriaga. Ella asegura que los productos son de alta calidad, puesto que no tiene colorantes ni preservantes. Utiliza recetas como el seco de pollo con vegetales, la mermelada con ají y el ajó rocoto feo que son los referentes.
Arriaga cuenta que ha logrado que el producto se conozca debido a que envía a sus amios y familiares de otras ciudades y del extranjero. “Cada vez piden más”.
Iván Izurieta trabaja en el empacado de sus productos para enviarlos a los consumidores del país. Foto: Glenda Giacometti/ LÍDERES
Lo que inició como un viaje de ocio a Nueva York, entre Diego Vega de 35 años y Jorge Sánchez de 31, se convirtió en una exploración gastronómica de las mejores tendencias en restaurantes de la ciudad estadounidense y el principio de un emprendimiento que revolucionó la forma de entender la comida rápida en Quito.
Diego y Jorge, grandes amigos desde hace más de 10 años, se reconocen como amantes de las hamburguesas. Ellos siempre han creído que la oferta de este producto en la capital no cumplía con las expectativas de los clientes.
Por este motivo, y después de su experiencia en el extranjero, decidieron crear, en el 2016, Top-Ten. Uno de los valores agregados de negocio de hamburguesas es el ‘refill’ ilimitado de papas fritas y gaseosas. “Además, se brindan un precio y un servicio pensado siempre en el beneficio del cliente”, dicen los emprendedores.
Los fundadores de Top-Ten aseguran que prefieren mermar el margen de utilidad, pero nunca bajar la calidad de los productos. “No podemos, bajo ninguna circunstancia, perjudicar la experiencia del cliente para ganar más dinero”, comenta Diego.
En su búsqueda de satisfacción del consumidor, los emprendedores decidieron mantener una comunicación constante con los clientes a través de redes sociales.
Esto logró que el restaurante consiguiera más de 70 000 seguidores de Facebook que están pendientes de su página oficial, donde regularmente se ofertan promociones y concursos que atraen a los clientes.
Tres meses se tardaron en emprender con el proyecto, para lo que buscaron la ayuda de un tercer amigo de confianza, David Olgieser, de 34 años. Los tres socios empezaron este negocio con un local y USD 85 000 de inversión.
Además, David se encargó de buscar la combinación perfecta de sabores para ofrecer a los clientes una variedad de 17 ingredientes, que pueden ser elegidos indistintamente y sin recargo extra para darle un toque especial y personalizado a las hamburguesas.
“Uno de los problemas de los locales de comida rápida es la estandarización de los sabores. Nosotros hacemos la hamburguesa que el cliente no pida. El cliente arma su hamburguesa desde cero, entonces, básicamente va a ser la mejor, porque es la que cada uno prepara”, cuenta Jorge.
Adicionalmente, ningún tipo de carne es condimentada previamente en la cocina, sino que se espera que el cliente les dé el sabor que guste a través de los ingredientes seleccionados personalmente.
Asimismo, Top-Ten implantó en su negocio la idea de Casual-food. Esta es una nueva tendencia donde el restaurante implementa ciertos contenidos de la comida gourmet, como la presentación, mezclada con elementos del fast food, como el tipo de alimentos y la rapidez de su entrega.
El emprendimiento busca contar, también, con un ambiente inclusivo, para lo que se han diseñado menús de comida escritos en braille para los clientes no-videntes. Cuenta, también, con accesos e implementaciones para personas con discapacidad.
Además, oferta una amplia variedad de hamburguesas vegetarianas que son elaboradas bajo un riguroso proceso que las mantiene alejadas por completo del contacto con la carne animal. El precio de las hamburguesas oscila desde USD 8 hasta 11, dependiendo del tipo y la cantidad de carne que el cliente quiera. La simple tiene un valor de USD 8,95 hasta llegar a la triple que cuesta USD 11, 95.
El restaurante consta en las recomendaciones de algunas páginas de reseñas turísticas, como TripAdvisor. En este sitio web se pueden encontrar varios comentarios de clientes que, en su mayoría, han expuesto sus experiencias positivas dentro de Top-Ten. “Al fin un sitio donde el servicio y el producto final es bueno y sin exagerar el precio…”, comenta Frank C., uno de los clientes.
La proyección de los emprendedores era llegar a tener cinco locales en cinco años. Hoy en día, en el segundo año desde su apertura, este emprendimiento cuenta con dos establecimientos, 34 trabajadores y factura mensualmente una suma de USD 120 000.
Diego Vega y Jorge Sánchez son dos de los tres socios de este emprendimiento de comida. Foto: Vicente Costales / LÍDERES
Una de las frases escritas en las paredes negras del local de Los Pinchos de Metro, dice “Un gran pincho conlleva una gran responsabilidad”, mientras que otros comentarios en el muro elogian la originalidad del lugar y el buen servicio.
Pero la decoración singular no es la única característica destacada del emprendimiento fundado por un quiteño radicado en Riobamba, amante de la cocina y los asados. Allí su producto estrella, un pincho que mide un metro de largo, es la razón del nombre del negocio.
El pincho se sirve sobre una tabla de madera e incluye una variedad de embutidos, choclos, distintos tipos de carne y ensaladas. Además, viene acompañado con tres tipos de salsas cuya receta solo la conoce Ricardo Rivera, su propietario.
El tamaño del pincho está inspirado en la cantidad de comida que una persona promedio requiere para sentirse satisfecho. Hay tres variedades de pinchos en el menú que cuestan entre USD 9,50 y 11.
El pincho mixto de carnes con embutidos y camarones es el más solicitado por los clientes. Ellos dicen que el sabor ahumado de las carnes y los mariscos combina a la perfección con las salsas que acompañan la comida.
Con ese criterio concuerda Elizabeth Bernal, una cliente fiel. “Hemos visto crecer el negocio y algo que nos gusta es que la comida siempre es deliciosa y nunca se redujo la cantidad. Por eso, cuando tenemos mucha hambre vamos a Los Pinchos de Metro”.
De hecho, el satisfacer al cliente con la cantidad justa de comida fue la idea que impulsó el emprendimiento. En el 2015, Ricardo Rivera paseaba con su familia y buscaba un refrigerio para compartir con sus hijos pequeños.
“Sentimos que con un pincho no nos íbamos a llenar y en esa época no teníamos dinero para comprar más. Con los niños empezamos a bromear y alguien sugirió la idea de que ojalá hubiera pinchos gigantes”, recuerda Rivera.
Esa idea estuvo rondando por su mente durante varios días, hasta que se animó a experimentar en su cocina. Cuando le comentó a su esposa y a su familia su proyecto de elaborar un pincho que midiera un metro, todos se rieron.
Pero luego madre e hijos aportaron con ideas y empezaron un estudio de mercado en Quito. Toda la familia Rivera ayudó en la tarea, ellos preguntaban en las calles sobre las preferencias de la gente, sus gustos y la tendencia en comidas rápidas.
En un inicio el emprendimiento se inició como un pequeño estand en el centro de Quito. Los comensales degustaron el producto y el negocio empezó a crecer. Un día uno de los clientes más asiduos sugirió cuidar la idea, convertirla en marca y publicitarla en las redes sociales.
Rivera, que había invertido los USD 5 000 de sus ahorros en la compra de materias primas, enseres y equipos de cocina, aceptó la sugerencia y convirtió su idea en una marca patentada.
Poco tiempo después, debido a asuntos familiares, los Rivera se trasladaron a Riobamba. Allí el negocio se instaló dos meses después de que la familia llegara. Fue necesario convertir un local comercial en un restaurante, por lo que la familia invirtió alrededor de USD 12 000 más.
El local se instaló a finales del 2016 en las calles Villarroel y Pedro de Alvarado. En un inicio el público no se animaba a cambiar su idea tradicional de las brochetas, pero finalmente llegaron atraídos para curiosidad hacia los productos.
“Cuando escuché que vendían pinchos de un metro pensé que se trataba de alguna estafa. Así que quise comprobarlo y desde entonces no he podido dejar de ir, son increíblemente buenos”, cuenta Ángel Sánchez, un cliente.
Álex Campoverde, Fausto Rivera, Ricardo Rivera y Johnny Guerrero son parte del equipo de trabajo. Foto: Ángel Barona para LÍDERES
Las propiedades curativas de las flores y el alto contenido nutricional de los alimentos funcionales, es decir que promueven el correcto funcionamiento del cuerpo, son la fortaleza de los productos que se elaboran en Asoproil.
Esta organización, integrada por 10 socios de Licán, una parroquia de Riobamba, busca recuperar la comida ancestral y posicionar sus recetas en el mercado vegetariano y entre clientes que optan por comida saludable.
La empresa oferta pasteles integrales, una mezcla de harinas de seis alimentos andinos denominada Ako y Phallcha, una bebida saludable hecha a base de extractos de al menos unas 80 variedades de plantas de la Sierra y la Amazonía.
Todos los productos son resultado de una fusión de conocimientos ancestrales y una meticulosa investigación científica. De hecho, esa fusión de ideas motivó la creación del emprendimiento.
Margoth Yaulema heredó conocimientos y recetas de sus abuelos. Luego su hijo José Guamán, que se preparaba para convertirse en médico, estudió los activos químicos de las plantas que se usaban en las preparaciones.
Sus descubrimientos le sorprendieron, por lo que en su hogar se improvisó un pequeño laboratorio científico para analizar las recetas familiares. Así surgió el producto estrella de la empresa: Phallcha. Se trata de una bebida saludable recomendada para personas con diabetes, hígado graso, colesterol, triglicéridos altos, gastritis y otros padecimientos.
Según la investigación, las plantas como la malva, la manzanilla, tienen propiedades que estimulan las células beta del páncreas, aportan energía al cuerpo, reducen la producción de insulina y actúan como desintoxicantes naturales. La bebida se presentó y triunfó en concursos científicos, incluso en la universidad Yachay.
En el 2007, decidieron empezar un negocio familiar. La bebida se bautizó con el nombre Pallcha, un término kichwa que significa la magia y misterio de las flores.
Cuando la empresa se inició, ellos elaboraban cinco litros a la semana y los comercializaban por USD 1. Sus primeros clientes fueron sus familiares y amigos cercanos, pero en poco tiempo y sin necesidad de publicidad, los pedidos se habían triplicado.
Para el 2014, el emprendimiento se formalizó como una microempresa familiar, a la que denominaron Horeb Terra, y empezaron a distribuir sus productos en ferias artesanales y otras organizadas por el Ministerio de Agricultura.
La empresa tuvo tanto éxito que decidieron convertirla en una asociación. Se integraron 10 socios, quienes forman parte de la familia; también se sumó una nueva línea de producción. La mezcla de harinas y pasteles hechos con esta misma materia prima se incluyeron en el menú en julio del 2016.
Actualmente producen al mes 800 litros de Phallcha, que se comercializan en presentaciones de medio litro, dos litros y un galón. También, 1 000 libras de Ako, que se vende en presentaciones de 350 y 225 gramos.
La meta de este año es industrializar parte del proceso, que actualmente se hace de forma artesanal, para cubrir la gran demanda de productos. Los socios invirtieron cerca de USD 10 000 en la adquisición de maquinarias como hornos, pasteurizadores, envasadores y etiquetadores.
En tres meses inaugurarán una nueva planta de producción. Ya cuentan con registros sanitarios y esperan participar en ruedas de negocios, e ingresar a cadenas de supermercados.
Nelson Guamán, Margoth Yaulema y José Guamán son los responsables del crecimiento de Asoproil, una asociación de Riobamba. Foto: Raúl Díaz para LÍDERES
La cadena Deliciosamente Sano funciona en Esmeraldas desde hace cinco años, con cinco locales. Los restaurantes están ubicados desde el sur, pasando por el centro de la ciudad hasta el malecón del balneario de Las Palmas, en el norte de la urbe, en donde hay un local con las especialidad en mariscos.
Esmeraldas se caracteriza por una amplia oferta culinaria, en las que se utiliza mucho coco para dar un mayor sabor a los mariscos, acompañadas de plátano.
Esa fue el punto de partida del propietario del negocio, Melinton Hurtado. Él estudió gastronomía y nutrición, en Venezuela y Chile.
Deliciosamente Sano inicialmente se llamó Sano y Sabroso y empezó sus actividades tras proveer alimentación a los trabajadores de la empresa petrolera Azul, en el Oriente, en el 2002.
Dos años después, empezó con programas radiales y charlas sobre gastronomía, sobre alimentación y nutrición, lo que le permitió ganar espacio para dar a conocer sus propuestas.
Hurtado inició con un capital de USD 125 000. El dinero lo obtuvo por su trabajo en una cadena hotelera que opera en el país. Así inició con su propuesta gastronómica para comer sanamente sin privarse de la rica gastronomía esmeraldeña.
Al mismo tiempo se ofrecía el servicio de alimentación a empresas del sector petrolero en Esmeraldas, como lo recuerda Alfredo Plaza, un esmeraldeño que motivó ha Hurtado a que invierta en su ciudad.
José Perlaza y Leonila Quiñónez fueron dos de los primeros clientes. Ellos creen que el negocio despuntó porque pasó de un menú gastronómico simple, a uno con una propuesta nutricional.
Cuando aumentó la demanda fue necesario invertir en nuevos equipos para la cocina. Con eso se proyectó el despacho de pedidos grandes, de las empresas del sector petrolero. Actualmente, la inversión en equipos y locales supera los USD 270 000, en equipos como cocinas, empacadora al vacío, calderos, cocinas de alcohol, mantelería, mesas y utensilios.
Aunque el terremoto del 16 de abril del 2016 afectó a sus negocios, Hurtado dice que a través de un crédito de USD 20 000 entregado por BanEcuador logró sostener su iniciativa.
La directora de la Unidad de Emprendimiento de la Universidad Católica de Esmeraldas, Roxana Benítez, dice que están son las iniciativas de negocios que han logrado sostenerse con una propuesta distinta, que llamó la atención a los comensales.
El crecimiento continúa. Desde hace 15 días, Deliciosamente Sano, prepara toda la comida que se da en el Hospital Delfina Torres de Concha, aplicando sus conocimientos sobre nutrición, con el apoyo de los médicos de esa casa de salud de la provincia de Esmeraldas. Entre las proyecciones esta en crear una línea de cebiches denominada de Mar a su mesa, que ya funciona en Borbón, en el norte de Esmeraldas.
Melinton Hurtado y el equipo de trabajo de Deliciosamente Sano. Este negocio resultó afectado pro el terremoto del 16 de abril del 2016, pero siguió adelante. Foto: Marcel Bonilla / LÍDERES
La idea de Catarinas Gastro Sense nació en 2014 y se consolidó en febrero de 2015 cuando arrancó el negocio como tal. Este emprendimiento partió de la necesidad de tener un “algo propio para no depender de otros”, luego de que las hermanas Andrea Quintana (gerenta general) y Belén (marketing y relaciones públicas), trabajaran varios años en el sector privado.
El negocio arrancó con la oferta de ‘coffee breaks’ y paquetes para ocasiones especiales, con una línea de bombones, chocolates y bocaditos dulces. La oferta se fue ampliando según lo que los clientes pedían y una de esas solicitudes fueron los almuerzos; entonces las hermanas se asociaron con un chef y una pastelera.
Ya con una oferta más variada de alimentos, lograron estar presentes en varios eventos de Fiestas de Quito en 2015 y descubrieron la necesidad de complementar los servicios con música. Para ello contactaron a varias alternativas musicales, entre los que está la banda de swing Los Quintana, que es una agrupación de artistas no videntes, un dúo de cuerdas e incluso una banda de rock infantil.
Juntar la alimentación con música es el plus que tiene este emprendimiento. “Si el cliente nos pide salsa, música en inglés de los 80, etc., nosotros se lo cumplimos, si se requiere un pianista para la iglesia, lo tenemos”, asegura Belén, quien comenta que cuentan con la asesoría de Rodrigo Becerra, un músico chileno que se convirtió en su director musical. Para complementar los servicios se aliaron a una persona que hace fotografía y video y otra experta en decoración de interiores.
Que su negocio se denomine Gastro Sense va en la línea de que sus clientes puedan disfrutar de alimentación no solo con el gusto, sino asociada a todos los sentidos, por ello se debe conjugar la comida, la música y la decoración.
La concordancia entre lo que se come y el ambiente es importante, según las emprendedoras, ya que por ejemplo si hay un día completo de capacitación y se ofrece una comida muy pesada, con música también pesada, la gente en la tarde se va a dormir.
Patricio Quintana, tecladista de “Los Quintana”, comenta que el servicio que ellos ofrecen es innovar con la música nacional, por ejemplo haciendo que un pasillo se haga pop, para alcanzar a público de diversas edades y que se sienta a gusto con lo que escucha mientras se alimenta.
Para iniciar el negocio las hermanas invirtieron alrededor de USD 1 000 para la compra de materia prima, porque si bien se hace la oferta de los servicios completos, cada prestador factura independientemente y se hace un cruce de comisiones. Con este negocio, indirectamente se genera trabajo para 20 personas.
Abrir la oferta de solo ‘coffee breaks’ hasta inecluso recuerdos comestibles, les sirvió para estar siempre presentes en el mercado, cuando una empresa entrega presentes a sus trabajadoras por el Día de la Mujer, cumpleaños de gerentes, etc. Por ese motivo tienen una planificación con las fechas importantes del sector empresarial.
La gerente de Catarinas, explicó que cada mes tienen entre 30 y 40 entregas de pedidos mensuales, sobre todo ‘coffee breaks’. Al momento ya se recuperó la inversión inicial por lo que ahora buscan, además de generar convenios institucionales con empresas que manejen capacitaciones constantes, poder juntar los fondos necesarios para ampliarse y establecerse con un restaurante.
Un inconveniente que han visto las emprendedoras es que existe mucha competencia relacionada al sector de alimentos, lo que afecta los precios, pero han podido mantener un porcentaje de utilidad de cerca del 50% , con una facturación aproximada de USD 2 000 cada mes.
Un punto a favor para mantener esos ingresos pese a la situación económica, fue el lanzamiento de su página web en agosto de 2016, con la que han podido llegar a más potenciales clientes, además de la pauta en Facebook, el mailing y la los contactos “boca a boca”.
Andrea y Belén Quitana son la propietarias de este negocio. Foto: Archivo
La idea de Catarinas Gastro Sense nació en 2014 y se consolidó en febrero de 2015 cuando arrancó el negocio como tal. Este emprendimiento partió de la necesidad de tener un “algo propio para no depender de otros”, luego de que las hermanas Andrea Quintana (gerenta general) y Belén (marketing y relaciones públicas), trabajaran varios años en el sector privado.
El negocio arrancó con la oferta de ‘coffee breaks’ y paquetes para ocasiones especiales, con una línea de bombones, chocolates y bocaditos dulces. La oferta se fue ampliando según lo que los clientes pedían y una de esas solicitudes fueron los almuerzos; entonces las hermanas se asociaron con un chef y una pastelera. Ya con una oferta más variada de alimentos, lograron estar presentes en varios eventos de Fiestas de Quito en 2015 y descubrieron la necesidad de complementar los servicios con música. Para ello contactaron a varias alternativas musicales, entre los que está la banda de swing Los Quintana, que es una agrupación de artistas no videntes, un dúo de cuerdas e incluso una banda de rock infantil. Juntar la alimentación con música es el plus que tiene este emprendimiento. “Si el cliente nos pide salsa, música en inglés de los 80, etc., nosotros se lo cumplimos, si se requiere un pianista para la iglesia, lo tenemos”, asegura Belén, quien comenta que cuentan con la asesoría de Rodrigo Becerra, un músico chileno que se convirtió en su director musical. Para complementar los servicios se aliaron a una persona que hace fotografía y video y otra experta en decoración de interiores. Que su negocio se denomine Gastro Sense va en la línea de que sus clientes puedan disfrutar de alimentación no solo con el gusto, sino asociada a todos los sentidos, por ello se debe conjugar la comida, la música y la decoración. La concordancia entre lo que se come y el ambiente es importante, según las emprendedoras, ya que por ejemplo si hay un día completo de capacitación y se ofrece una comida muy pesada, con música también pesada, la gente en la tarde se va a dormir. Patricio Quintana, tecladista de “Los Quintana”, comenta que el servicio que ellos ofrecen es innovar con la música nacional, por ejemplo haciendo que un pasillo se haga pop, para alcanzar a público de diversas edades y que se sienta a gusto con lo que escucha mientras se alimenta. Para iniciar el negocio las hermanas invirtieron alrededor de USD 1 000 para la compra de materia prima, porque si bien se hace la oferta de los servicios completos, cada prestador factura independientemente y se hace un cruce de comisiones. Con este negocio, indirectamente se genera trabajo para 20 personas. Abrir la oferta de solo ‘coffee breaks’ hasta incluso recuerdos comestibles, les sirvió para estar siempre presentes en el mercado, cuando una empresa entrega presentes a sus trabajadoras por el Día de la Mujer, cumpleaños de gerentes, etc. Por ese motivo tienen una planificación con las fechas importantes del sector empresarial. La gerente de Catarinas, explicó que cada mes tienen entre 30 y 40 entregas de pedidos mensuales, sobre todo ‘coffee breaks’. Al momento ya se recuperó la inversión inicial por lo que ahora buscan, además de generar convenios institucionales con empresas que manejen capacitaciones constantes, poder juntar los fondos necesarios para ampliarse y establecerse con un restaurante. Un inconveniente que han visto las emprendedoras es que existe mucha competencia relacionada al sector de alimentos, lo que afecta los precios, pero han podido mantener un porcentaje de utilidad de cerca del 50% , con una facturación aproximada de USD 2 000 cada mes. Un punto a favor para mantener esos ingresos pese a la situación económica, fue el lanzamiento de su página web en agosto de 2016, con la que han podido llegar a más potenciales clientes, además de la pauta en Facebook, el mailing y la los contactos “boca a boca”.