Etiqueta: competitividad

  • Los desafíos para la competitividad en el 2021

    MEMO DE LA SEMANA

    Relacionadas

    El Foro Económico Mundial presentó su Reporte Global de Competitividad 2020, con un enfoque orientado a proponer alternativas de reactivación económica, ante los serios efectos que causa la pandemia.

    En su informe, el Foro plantea algunas consideraciones orientadas hacia la recuperación en el 2021. Esos enfoques abordan temas de infraestructura, gestión digital, administración de la deuda pública y política monetaria sostenible; además de competencias y mercados laborales -para una rápida redistribución del talento-, y promover un ecosistema de innovación.

    En el ámbito corporativo y en las economías avanzadas, los líderes empresariales vieron como aspectos negativos, según el Foro, una mayor concentración del mercado, una marcada disminución en la competencia por los servicios, una menor colaboración entre las empresas y menos trabajadores calificados disponibles en el mercado laboral. Esto, a medida que se aceleraba el cambio hacia el trabajo habilitado digitalmente.

    En ese sentido, el 2021 se presenta desafiante, tanto para las administraciones gubernamentales como para las empresas.

    opinion columnistas editorial
    Ilustración: LÍDERES
  • La responsabilidad corporativa trae beneficios a las empresas

    Redacción Quito

    (I)

    Relacionadas

    Las empresas ecuatorianas y las multinacionales que operan en el país tienen claro que la responsabilidad corporativa es un valor agregado. Así lo aseguran voceros de firmas como Corporación Favorita o Nestlé, por poner solo dos ejemplos.

    Corporación Favorita asegura que existen múltiples beneficios. “El principal es ser corresponsable con la sociedad que nos acoge mediante la generación de un circulo virtuoso empresa-sociedad”.

    Según esta firma, que en el 2018 tuvo ingresos por USD 2 047 millones y más de 18 000 colaboradores, contar con una filosofía de valor compartido “permite a la empresa contar con políticas y prácticas que aumenten su competitividad de esta y al mismo tiempo mejore las condiciones, tanto económicas y sociales, de las comunidades en las cuales labora”.

    En Nestlé también destacan la importancia de esta política. Según la firma, en la medida en que las comunidades, el planeta y la sociedad en su conjunto prosperan, las empresas pueden crecer y garantizar su sostenibilidad en el futuro. “La responsabilidad empresarial permite que las empresas generen valor para todos los grupos de interés”.

    Para Evangelina Gómez, directora ejecutiva del Consorcio Ecuatoriano para la Responsabilidad Social (Ceres), todo plan de responsabilidad corporativo bien enfocado trae beneficios claves como una mejor reputación.

    En temas de colaboradores, asegura Gómez, se obtiene la retención de talento, mayor productividad y se atrae a nuevos profesionales. En asuntos ambientales disminuyen los costos y se minimizan los impactos. “Con los proveedores se logra la fidelización de los mismos y se desarrollan mejores estándares de productos y servicios. Y con la comunidad disminuye la probabilidad de tener conflictos y se mejora su desarrollo económico”.

    El Semanario Líderes, por sus 23 años, presentará el lunes 18 de noviembre un especial sobre responsabilidad corporativa. Allí se abordarán temas como las estrategias de responsabilidad corporativa, la sostenibilidad de las compañías, los avances de la economía circular, entre otros.

    La responsabilidad corporativa, en temas de colaboradores, trae mayor productividad y se atrae a nuevos profesionales. Foto: archivo / LÍDERES
    La responsabilidad corporativa, en temas de colaboradores, trae mayor productividad y se atrae a nuevos profesionales. Foto: archivo / LÍDERES
  • Ecuador cae cuatro puestos en el ranking de competitividad

    Redacción Quito

    Relacionadas

    Con un puntaje de 55.7 sobre 100, Ecuador cae cuatro puestos en el Índice de Competitividad Global (ICG) 4.0 del Foro Económico Mundial (FEM) y se ubica 90 entre 141 economías. El año pasado el país se ubicó 86 entre 140 economías analizadas.

    De acuerdo con el FEM, la competitividad se compone de 12 pilares cada uno de los cuales recibe una calificación (entre 0 y 100), que le otorgan a una economía una posición en el ranking de competitividad global.

    Los pilares de mejor posición para Ecuador en el ranking global siguen siendo infraestructura (puesto 62) y salud (puesto 50), aunque en estos también cedió posiciones (en 2018 estuvieron en 59 y 39, respectivamente).

    El país subió su puntaje en pilares como adopción de TICs, Estabilidad Macroeconómica, Mercados laborales, Mercados de productos, Dinamismo en los negocios y Capacidad para innovar. “Los modestos incrementos no le significaron subir en el ranking de esos pilares”, dice Sara Wong, Profesora de la ESPAE-ESPOL, con sede en Guayaquil. Según la investigadora puede haber otras economías que hayan tenido un mayor incremento, o menor caída en puntaje y con ello superaron a Ecuador en el ranking. “De hecho, en ninguno de los pilares Ecuador escaló posiciones en el ranking de este año”

    Por regiones, destacan las economías del este de Asia con tres de ellas entre las top 10 en competitividad: Singapur, que este año lidera el ranking global –arrebatándole a Estados Unidos esta posición, Hong Kong en el puesto 3, y Japón en la posición 6.

    Entre las economías de América Latina y el Caribe, solo tres suben posiciones este año: Brasil (+1), Colombia (+3) y República Dominicana (+4), al puesto 71, 57 y 78, respectivamente, acortando distancias con el líder de la región, Chile, que continúa en el puesto 33 del ranking de competitividad global del FEM.

    El Reporte de Competitividad Global (RCG) del FEM resalta el contexto difícil por el cual atraviesa el mundo, no solo en lo económico, sino también en la geopolítica y con temores de aumento de amenazas de grupos extremistas.

    El documento advierte asimismo que los retos que la Cuarta Revolución Industrial implica, demandan fomentar la creatividad y manejar la destrucción que trae en ciertas industrias (por ejemplo, de empleos –debido a la automatización). Los beneficios de la tecnología y la innovación necesitan ser complementados con el desarrollo de talento humano y de mercados laborales que funcionen eficientemente. “Estos son puntos muy relevantes para Ecuador, cuyo mejor desempeño en mercados laborales debería de ser impulsado”, asegura Wong.

    Los puertos del país cumplen con el embarque y traslado de la mercadería. De los 22 principales destinos de las exportaciones no petroleras, ocho corresponden a países americanos. Foto: Archivo / LÍDERES
    Los puertos del país cumplen con el embarque y traslado de la mercadería. De los 22 principales destinos de las exportaciones no petroleras, ocho corresponden a países americanos. Foto: Archivo / LÍDERES
  • Perú presenta su Política Nacional de Competitividad y Productividad

    Agencia EFE

    El Gobierno de Perú presentó este jueves su Política Nacional de Competitividad y Productividad, que plantea incrementar y consolidar un crecimiento económico que le permita convertirse en un país desarrollado en un plazo de 20 a 30 años.

    La política fue presentada durante el «Foro de Competitividad y Productividad hacia un Perú Moderno e Inclusivo», que fue inaugurado por el presidente Martín Vizcarra y al que asistieron el primer ministro, Cesar Villanueva, ministros de Estado y otras autoridades.

    Durante su discurso, Vizcarra pidió «aprovechar las capacidades» del país y ponerse la meta de alcanzar un mayor crecimiento económico, mejorar la competitividad y forjar un Estado moderno.

    «Quiero plantear una meta ambiciosa, ardua pero alcanzable: construir juntos un país con mayor crecimiento económico, competitivo, productivo y sostenible, un Estado moderno, eficiente con instituciones sólidas, que brinde mejores servicios y genere bienestar», señaló.

    Vizcarra aseguró que la tendencia de la economía peruana permite mirar el futuro con confianza y optimismo, pero agregó que el país tiene «que aprovechar» sus capacidades.

    Recordó que el crecimiento económico fue de 2,5 % en 2017 y el año pasado se cerró con un crecimiento de alrededor 4 % y la expectativa de obtener una cifra mayor en 2019.

    «2018 fue el año del inicio de las reformas y el referéndum, y el año que logramos ejecutar la cifra de inversión pública más alta de la historia, con más de 35 500 millones de soles (10.700 millones de dólares) entre los tres niveles de Gobierno», agregó.

    Vizcarra sostuvo que la inversión privada fue uno los principales motores del crecimiento económico del país, con 4,6 %, y también se aceleró el consumo privado, pero dijo que para ser un país más productivo se tiene que crecer a tasas más elevadas.

    «No estamos aquí para felicitarnos y darnos por satisfechos, sino para señalar, con convicción y seguridad, que podemos lograr mucho más. Y vamos a hacerlo, de la mano de ustedes y de todos los peruanos», enfatizó.

    El gobernante indicó que para aprovechar las capacidades productivas del país y lograr una mayor diversificación, se deben implementar estrategias de desarrollo que incluyan innovación, tecnología y proyección internacional.

    «Un Perú competitivo debe promover la empleabilidad de sus trabajadores», añadió para luego señalar que su país no será competitivo «sin la presencia de un Estado eficiente, que facilite las decisiones de inversión, asegure la estabilidad de nuestro marco normativo y jurídico, y sea frontal en la lucha contra la corrupción y la impunidad».

    A su turno, el ministro de Economía y Finanzas, Carlos Oliva, dijo que la política de competitividad y productividad es una «hoja de ruta» que consta de nueve objetivos prioritarios para impulsar el desarrollo del país, con la meta de llegar a ser desarrollado en unos 20 a 30 años.

    «Es imposible pensar en un Perú distinto al de ahora si no mejoramos la competitividad y productividad», enfatizó antes de decir que su país seguirá creciendo a una tasa anual de 4 % si no se hace algo «trascendental» que permita aumentar su producto interno bruto (PIB) potencial y dejar de ser un país de ingresos medios.

    «Cada vez va a costar más reducir la pobreza y generar empleo digno», alertó Oliva, quien luego dijo que el Gobierno está convencido «de hacer algo distinto», pero «se necesita el apoyo de la sociedad para que esta política tenga éxito».

    El ministro de Transportes y Comunicaciones, Edmer Trujillo, señaló que «la política de competitividad y productividad establece que uno de sus pilares básicos es dotar al país de infraestructura económica y social de calidad, orientada a generar desarrollo».

    La ministra de Trabajo y Promoción del Empleo, Sylvia Cáceres, agregó, por su parte, que «los tres lineamientos del objetivo de mercado laboral de la política de competitividad y productividad son contrarrestar la informalidad laboral, revisar el marco regulatorio y la inspección laboral».

    El presidente de Perú, Martín Vizcarra participó en la inauguración del Foro "Competitividad y productividad hacia un Perú moderno e inclusivo" en el Centro de Convenciones de Lima (Perú). Foto: EFE
    El presidente de Perú, Martín Vizcarra participó en la inauguración del Foro «Competitividad y productividad hacia un Perú moderno e inclusivo» en el Centro de Convenciones de Lima (Perú). Foto: EFE
  • Ecuador, rezagado en competitividad

    Redacción Quito y Guayaquil (I)

    Relacionadas

    Ecuador sigue rezagado en temas de competitividad y tiene tarea por delante. Este año, el país se ubica en el puesto 86 entre 140 economías en el ranking de competitividad global del Foro Económico Mundial (FEM). Descendió tres puestos en el Índice de Competitividad Global.

    Así lo dio a conocer la semana pasada, la Espae Graduate School of Management, entidad adscrita al FEM. Para obtener el índice, se utilizaron 98 indicadores repartidos en 12 grupos, que incluyen las instituciones, las infraestructuras, la estabilidad macroeconó­mica o la capacidad de innovación, entre otros.

    Allí se observa que Ecuador tiene fortalezas y debilidades. En las primeras destacan la infraestructura y las políticas de salud. En cuanto a las debilidades ese hallan el mercado laboral, el dinamismo en los negocios, la estabilidad macroeconómica, los mercados para los productos nacionales, entre otros factores que analiza el Foro.

    Este año se dio una modificación en la metodología, lo que impactó en la ubicación de Ecuador. “Dado el cambio, los resultados de este año no se pueden comparar con los resultados de competitividad publicados por el FEM en el Reporte de Competitividad Global del año pasado”, dice Sara Wong, profesora de la Espae.

    La investigadora detalla que el país mejoró el puntaje del año pasado y obtuvo 55,4 puntos. Wong añade que en la carrera por mejorar en competitividad no basta mejorar, sino que hay que hacerlo mejor que los otros.

    Al sector empresarial no le sorprenden los resultados del estudio del Foro Económico Mundial, pues siguen siendo los mismos pilares donde se mantienen las brechas, al comparar con los resultados de años pasados.

    Xavier Andrade, director de proyectos de la Cámara de Industrias de Guayaquil, indica que es necesario que el sector público y el privado colaboren juntos en temas institucionales y mercado laboral. “Se debe trabajar en corto plazo en el tema de institucionalidad porque eso es un contexto para que mejore el entorno competitivo”, señala el representante del gremio industrial.

    Andrade explica que en el tema de la institucionalidad uno de los puntos que pesa en contra está la corrupción, tanto en el sector público como en la empresa privada. “El empresario está preocupado de captar el favor del político de turno, más que de crear un ambiente de innovación y competitividad para su negocio, y eso es un problema”.

    Para Pablo Arosemena, presidente de la Cámara de Comercio de Guayaquil, el reporte evidencia que los mayores desafíos del país en competitividad son la apertura comercial y la flexibilización laboral. “Somos la tercera peor economía del mundo en restricciones arancelarias, ahí entran las normas ineficientes que restringen el comercio”, dice.

    Arosemena añade que Ecuador mantiene un pobre desempeño en el pilar correspondiente al mercado laboral. “Es imprescindible modernizar el Código Laboral. Para mejorar en competitividad urge abrir el comercio al mundo y modernizar la legislación laboral”, dice el dirigente.

    Para Wong, entre las tareas del país también están impulsar los ecosistemas de innovación, así como incorporar al país a la cuarta revolución industrial.

    Reforzar instituciones es un asunto prioritario

    El reforzamiento de las instituciones es una condición para que Latinoamérica avance en la senda de la competitividad, según el informe presentado por el Foro Económico Mundial (FEM).

    El funcionamiento de las instituciones es considerado un elemento que puede o no propiciar la competitividad, y en ese capítulo la escala promedio de la región latinoamericana es aproximadamente la misma que la de África subsahariana. “En muchos países, el alto nivel de corrupción que se percibe revela un factor importante que afecta a la solidez de las instituciones”, señala el informe.

    Dentro de la misma categoría la seguridad aparece como otro tema de preocupación, con países latinoamericanos que aparecen como algunos de los menos seguros del mundo, entre los cuales se citan los casos de El Salvador, Honduras y Venezuela.

    Los analistas del FEM señalan que con ocho países con elecciones presidenciales entre el pasado noviembre y diciembre próximo todavía no está claro si los cambios de gobierno abrirán nuevas oportunidades o, por el contrario, generarán nuevos desafíos en los próximos años.

    Otras brechas importantes de competitividad que el informe identifica en Latinoamérica tienen que ver con la incorporación de las nuevas tecnologías y la capacidad de innovación.

    Al respecto, Sara Wong, profesora de la Espae, señala que el estudio del Foro Económico Mundial se encuentra con un panorama de competitividad radicalmente alterado por el impacto de la cuarta revolución industrial. “Una marcada orientación a la tecnología puede brindar grandes oportunidades, sin embargo, los gobiernos no deben perder de vista los problemas típicos del desarrollo como la gobernanza, la infraestructura y las capacidades”.

    Uruguay es presentado como un ejemplo que destaca por ser el país de Latinoamérica con el mayor nivel de apropiación de tecnologías de la información y de las comunicaciones, a niveles comparables a los de Suiza o Taiwán. Lamentablemente, indica el informe, eso no se refleja en una mayor innovación.

    En esta clasificación, Estados Unidos ostenta el primer lugar a escala mundial y su economía se presenta así como el ideal de competitividad. “Diez años después de la crisis la economía se ha recuperado, pero hay una fragilidad que persiste”, dijo en la presentación del informe el investigador del FEM y uno de los autores principales, Thierry Geiser.

    Esa fragilidad no necesariamente yace en la economía, sino que puede expresarse a través de fenómenos como el extremismo y el populismo, agregó.

    Desde una perspectiva general, el informe corrobora la fuerte relación que existe entre la competitividad y el nivel de ingresos de un país, así como el nivel de satisfacción de su población.

    Sara Wong, profesora de la Espae, presentó los resultados del Índice de Competitividad, la semana pasada.
    Sara Wong, profesora de la Espae, presentó los resultados del Índice de Competitividad, la semana pasada. Foto: Cortesía Espae
  • Mario Mongilardi: ‘Ecuador puede abrirse y competir’

    Carolina Enriquez

    Relacionadas

    (I)

    Mario Mongilardi es el presidente del Consejo Empresarial de la Alianza del Pacífico, capítulo Perú, explica los resultados alcanzados durante los siete años de integración. Para que el país se sume al grupo cree que es necesario que todos los actores estén dispuestos.

    ¿Cuál es la evaluación que usted hace de estos siete años de operatividad de la Alianza del Pacífico?

    Primero debo comentar que la Alianza es un proceso de integración único en el mundo. Digo esto porque tiene ciertas características que lo diferencian de otros.

    ¿Cuáles?

    Se da entre cuatro países entre los cuales ya existía un tratado de libre comercio: Chile, Colombia, Perú y México. Por otro lado, el grupo está liderado por el sector privado, el cual presenta la agenda, la lleva adelante y permite la solución de diferentes temas. Además, el foco principal es eliminar todas las barreras no arancelarias dentro del bloque.

    ¿Por qué es importante eso?

    Dichas barreras entorpecen el flujo de comercio, de inversiones y de movilización de personas.

    ¿Qué pasa con las barreras de tipo arancelarias?

    Los TLC cumplieron su función, se eliminaron las barreras arancelarias. Perú, actualmente, tiene un promedio de apenas 3% de aranceles. Las maquinarias y equipos, por ejemplo, están en cero; las materias primas, igual. Ese es un fenómeno que se ha repetido en muchos países en el mundo. Lo que entorpecía el flujo era lo no arancelario.

    ¿Como qué?

    Permisos previos, licencias, medidas sanitarias y fitosanitarias, etc. Nos concentramos en ir destrabando estas cuestiones.

    ¿Esto ha sido atractivo para otros países que quisieran pertenecer al grupo?

    Hay más de 50 países observadores, muchos de los cuales han manifestado su interés en profundizar su acercamiento a la Alianza. Cuatro países son ya asociados: Canadá, Australia, Nueva Zelanda y Singapur. Ellos tienen tradición comercial y de desarrollo económico muy importante.

    ¿En qué fase del proceso de integración están ellos?

    Con ellos se ha iniciado una negociación, de la Alianza del Pacífico con cada uno. La idea es lograr que avancemos para eliminar las barreras no arancelarias.

    ¿Por qué decidieron los cuatro primeros asociados reunirse para conformar este grupo de integración?

    Esto data de hace 10 años. En América Latina ya había otros bloques políticos y económicos. Sin embargo, los cuatro asociados originales tenían una visión diferente a los grupos que ya existían: economías abiertas, que privilegiaron el bienestar de su población, etc. El beneficiario es el consumidor, porque tiene mayores posibilidades de escoger y hacer negocios fácilmente. Hay mayor competencia y eso siempre va a ayudar al ciudadano.

    ¿Qué pasaba con otros grupos como Mercosur, CAN, Alba…?

    Pensaban en temas políticos o proteccionistas. Nosotros vemos con simpatía el hecho de que, ahora, algunos de estos grupos estén también pensando en la misma línea, de acelerar el flujo comercial. Nuestra integración no es para negociar entre nosotros, sino en conjunto acceder a otros mercados en el mundo, principalmente el asiático. Despierta interés.

    ¿Por qué?

    Queremos profundizar el comercio con esos países. A excepción de México, para el resto de asociados nuestros principales socios son naciones de Asia.

    El presidente ecuatoriano Lenín Moreno declaró, hace pocos días, interés en ingresar a la Alianza. ¿Cómo mira usted esto?

    Vemos eso con mucha simpatía. Ecuador es un aliado estratégico y natural para nosotros. Pero, no basta con que el presidente quiera hacerlo, tiene que haber una convicción de todos los actores. Esto incluye el hecho de que los empresarios locales quieran abrirse para competir y mejorar. La competencia obliga a elevar la productividad, mejorar estándares tecnológicos e incrementar la oferta. Si no hay una comunión de todos los actores no va a funcionar.

    ¿Qué pasos debe seguir el país en el proceso?

    Primero debe ser observador y después solicitar la participación como Estado asociado. Ecuador tiene una ventaja en la medida que con tres de los miembros ya mantiene relaciones comerciales y de integración en el marco de la Comunidad Andina (CAN).

    ¿Qué resultados concretos ha conseguido la Alianza para sus asociados en estos años?

    Se han ido armonizando los marcos regulatorios que afectaban el libre comercio. Por ejemplo, si en cualquiera de los países asociados se emite un registro para productos como cosméticos, medicamentos, suplementos alimenticios, etc., se reconocerá en los otros. Por otro lado, el tema de inversiones ha tenido un avance porque no existen restricciones para la colocación de capitales en cada una de nuestras naciones.

    ¿Y para los ciudadanos comunes?

    Está el tema del reconocimiento de los títulos universitarios.

    ¿Qué resultados se verá próximamente?

    Ya está en la mesa de discusión el cabotaje interno de la Alianza. Esto quiere decir que cualquier nave de los asociados puede hacer servicio de cabotaje entre puertos. Lo que queremos hacer es bajar nuestros costos para ser competitivos con el mundo. Además, hemos avanzado en la acumulación de origen entre todos para exportar a otros destinos.

    ¿Es todo color de rosa?

    Como sector público no se ha avanzado a la misma velocidad. Es esta área la que tiene que implementar los acuerdos a los que hemos llegados los privados. Falta que se incremente la armonización del marco regulatorio. Sé que han avanzado, se reúnen periódicamente, pero no a la misma velocidad que lo hace el sector privado de los países.

    Ecuador es un aliado estratégico. no basta con que el presidente quiera hacerlo, tiene que haber convicción de todos los actores”.
    «Ecuador es un aliado estratégico. no basta con que el presidente quiera hacerlo, tiene que haber convicción de todos los actores”, asegura Mario Mongilardi. Foto: Cortesía Cámara de Comercio de Lima
  • Ecuador sigue cayendo en el índice de competitividad global

    Pedro Maldonado O. (I)

    Relacionadas

    Ecuador sigue con mala calificación en temas de competitividad. El país continúa su caída en el ranking de competitividad global del Foro Económico Mundial (FEM) y este año se ubica en el puesto 97 de 137 economías, con un índice de competitividad global (ICG) de 3.91.

    Así lo dio a conocer hoy, martes 26 de septiembre del 2017, la Espae Graduate School of Management, entidad adscrita al Foro Económico Mundial en Ecuador.

    El año pasado el país alcanzó el puesto 91 entre 138 países. Y hace dos años, en el 2015, Ecuador se ubicó en el puesto 76 entre 140 economías.

    En el ranking de este año, el país está ahora inclusive por debajo de Argentina (92) y Nicaragua (93), que el año pasado se ubicaron en el ranking en los lugares 104 y 103, respectivamente.

    El índice de competitividad mide 12 pilares: instituciones; infraestructura; estabilidad macroeconómica; salud y educación primaria; educación superior y entrenamiento; eficiencia en mercado de bienes; eficiencia en el mercado laboral; desarrollo del mercado financiero; preparación tecnológica; tamaño del mercado; sofisticación en los negocios; e innovación.
    Ecuador cae en 10 de los 12 pilares. En los dos que no cae son: salud y educación primaria (que sube del puesto 68 al 61) y el de sofisticación en el mercado financiero, que se mantiene en el puesto 113.

    El ranking de competitividad del FEM presenta también un ranking de los factores más problemáticos a la hora de hacer negocios en cada país. Este año la inestabilidad de políticas, las tasas impositivas y las regulaciones laborales restrictivas se ubican como los tres factores más problemáticos para los negocios en Ecuador. La crisis en Ecuador al parecer sigue cobrando factura para la competitividad del país, según la profesora de la Espae, Sara Wong.

    Según el informe, la economía más competitiva del mundo sigue siendo Suiza, por noveno año consecutivo. Estados Unidos sube un puesto, ubicándose ahora como la segunda economía más competitiva. Les siguen Singapur, Holanda y Alemania.

    Asimismo, la economía más competitiva de Latinoamérica sigue siendo Chile (33); le sigue Costa Rica en el puesto 47, mientras que Panamá cae a tercer puesto (50).

    Sara Wong, catedratica de la Espae. Foto: Archivo / LÍDERES
    Sara Wong, catedratica de la Espae. Foto: Archivo / LÍDERES
  • No hay verano para tanta gente

    Arturo Castillo

    Relacionadas

    Cuando se habla de productividad, probablemente a muchas personas se les viene la imagen de máquinas en plena capacidad de rendimiento. Y ciertamente, muchos empresarios conciben la productividad como algo mecánico, frío. Solo secundariamente consideran y valoran la productividad humana, que la supeditan, precisamente, al funcionamiento de las máquinas.

    La Era Tecnológica, en su proceso de afianzamiento, ha ido dejando la impronta no solo de la pérdida de plazas de trabajo, sino el hecho rotundo de la ‘superioridad’ de las máquinas frente al trabajo humano.

    La robótica, por ejemplo, ha resuelto las deficiencias propias de la ‘condición humana’, como la desatención y el cansancio, que provocan errores, con la consecuente pérdida de tiempo y dinero para la compañía.

    Las máquinas son indiferentes a cuestiones subjetivas, como la inconformidad, la actitud hacia el trabajo, la desconexión emocional con la empresa.

    Pero la ventaja insuperable de las máquinas radica en su poder de producción ilimitada, sin pausa alguna, cosa que el ser humano es incapaz de ofrecer. Sin embargo, esa ‘disponibilidad’ ilimitada está condicionada por los cronogramas de mantenimiento.

    Es decir, las pausas son ineludibles, aún para las máquinas. Más precisamente, las pausas tienen directa relación con el rendimiento laboral.

    En el caso humano, que ‘opera’ con el cuerpo, la ‘máquina perfecta’, la necesidad de hacer pausas constituye una urgencia. Sin embargo, paradójicamente, las empresas no están conscientes de la relación pausa – productividad.

    Desde esa perspectiva, las vacaciones no son solo la simple ausencia temporal de los trabajadores, sino la capacidad de la empresa para repotenciarse, para administrar y canalizar la energía de su recurso humano.

    Un trabajador descansado, que ha tenido un tiempo familiar, que dejado por unos cuantos días la rutina y los condicionamientos, habrá recuperado la perspectiva de sus quehaceres, tendrá un ánimo distendido, dispuesto para otra calidad de comunicación, gracias a que ha reciclado las energías físicas y mentales.

    Es tarea del área de recursos humanos aplicar una estrategia basada en la conciliación de las necesidades de la organización y las del personal.

    No debe haber razones para el aplazamiento y acumulación de las vacaciones y solo en casos excepcionales, la empresa puede considerar ‘comprar’ las vacaciones de sus empleados; pero, en general, el tiempo de pausa no debe ser negociable.

    El aspecto práctico del cronograma debe encuadrarse dentro de los requerimientos de la compañía. Las vacaciones ‘a la carta’ son sencillamente inmanejables.

    Circunstancias relacionadas con la antigüedad del trabajador, reconocimientos por el logro de metas y rendimiento destacado, urgencias familiares y de salud, son casos excepcionales al momento de privilegiar los meses del año apetecidos por la mayoría de los trabajadores.

    Como exigencia, las diferentes áreas de la compañía deben tener el personal necesario para garantizar el flujo de trabajo.

    Naturalmente, habrá mayor flexibilidad con el personal de áreas que tengan un evidente descenso de su actividad en ciertas temporadas del año.

    Un sistema rotativo para el tiempo de verano y las festividades importantes, sin favoritismos y que esté planificado con la suficiente antelación, evita conflictos.

    Respecto del personal considerado ‘imprescindible’, la compañía debe prever su reemplazo coyuntural de manera efectiva; para ello, debe capacitar a gente que esté lista para saltar al campo de juego con ánimo triunfador. En otras palabras, la compañía no debe estar condicionada por los ‘imprescindibles’.

    Lo recomendable es que la empresa gestione los días de descanso mediante un cronograma.
    Lo recomendable es que la empresa gestione los días de descanso mediante un cronograma.
  • Suiza, líder del Índice de Competitividad del Talento Global 2017

    Agencia EFE

    Relacionadas

    Suiza lidera entre 118 países el Índice de Competitividad del Talento Global (GTCI) 2017, que en su nueva edición se enfocó en el uso de la tecnología en el mundo laboral, mientras que Perú se ubicó en el puesto 83, informaron los autores del estudio en Lima.

    La cuarta edición del GTCI, por sus siglas en inglés, fue presentada en Lima por el Grupo Adecco, que ha desarrollado el trabajo junto con la Escuela de Negocios para el Mundo (INSEAD) y el Instituto de Liderazgo de Capital Humano (HCLI).

    El enfoque principal de este año ha sido el talento y la tecnología en el mundo laboral, por lo que se ofrece una evaluación comparativa sobre la capacidad de los países para crecer, atraer y retener el talento, y se revelan los efectos que tienen los cambios tecnológicos en la competitividad.

    El documento enfatiza, en ese sentido, que la educación será fundamental para afrontar los nuevos retos que enfrenta la economía mundial ante el avance de los cambios tecnológicos.
    Al respecto, Suiza, Singapur, el Reino Unido y Estados Unidos ocupan los cuatro primeros puestos en el ránking, seguidos por Suecia, Australia, Luxemburgo, Dinamarca, Finlandia y Noruega.

    «Los países que lideran el ránking comparten características claves: los sistemas educativos que satisfacen las necesidades de la economía, las políticas de empleo que favorecen la flexibilidad, la movilidad y el espíritu emprendedor, y la alta conectividad entre las empresas y el gobierno», explicó el documento.

    En ese sentido, Perú ocupa el puesto 83 en el GTCI 2017, con su mejor desempeño en la atracción de inversión extranjera, mientras que sus mayores desafíos están en «Retención» y «Habilidades Vocacionales y Técnicas».

    El informe señaló que el principal reto de Perú es «mejorar la relevancia del sistema educativo como principal motor del desarrollo del país».

    Al respecto, el director general de Adecco en Perú, Carlos San Román, agregó que «la reforma educativa debe ser vista como prioridad, quizás la prioridad número uno».

    «Actualmente estamos en desventaja global debido al deficiente nivel educativo; mañana esta desventaja será aún más crítica ya que países que hoy consideramos avanzados en ese aspecto emprenderán aún más reformas para lidiar con los avances tecnológicos, científicos y la automatización», dijo.

    Al analizar a los países, el informe determinó patrones y tendencias, y concluyó que la tecnología y la «híper-conectividad» están cambiando la naturaleza del trabajo.
    «Junto con los factores demográficos, económicos y sociales, están impulsando el surgimiento de una fuerza laboral más independiente y dispersa», indicó.

    El documento concluyó que, en ese escenario, «los jóvenes deben adquirir habilidades para aprender a aprender», junto con «habilidades de creatividad, resolución de problemas y de comunicación».

    Vista de la sala de reuniones en la nueva oficina de Google en el edificio de correos de Zurich, Suiza. Foto: EFE
    Vista de la sala de reuniones en la nueva oficina de Google en el edificio de correos de Zurich, Suiza. Foto: EFE
  • BID alerta sobre caída de la competitividad exportadora de América Latina

    Agencia EFE

    Relacionadas

    El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) alertó este jueves 17 de noviembre en Buenos Aires, durante la presentación de un estudio anual sobre comercio e integración en América Latina, de la caída de la competitividad exportadora de la región, a tasas superiores al resto del mundo, y llamó a la diversificación.

    Lastrado por el fin del «súper ciclo de los commodities» -auge de las materias primas desde principios de los 2000 por la entrada en el mercado de actores emergentes como China-, la incertidumbre a futuro respecto a los tipos de cambio y la inflación, el balance del comercio en la región es negativo y el BID considera que estas presiones llegaron para quedarse.

    «Es un panorama que no debe dejar de preocuparnos. Después del agotamiento del súper ciclo de los commodities aparece una América Latina cuyo motor del crecimiento se ha estancado y que tiene que prender todos los motores para relanzar el crecimiento», sostuvo Paolo Giordano, economista del BID y encargado de presentar el informe acompañado por su colega Alejandro Ramos.

    Ese impulso pasa, en gran medida, por una «diversificación hacia las manufacturas», según Giordano, y por una correcta lectura del impacto de la política cambiaria, en un escenario que se prevé de alta «volatilidad», no exento de «tentaciones proteccionistas».

    «Ha habido una reprimarización de las exportaciones. América Latina no ha apostado a los sectores más dinámicos del comercio mundial y esa es la gran asignatura pendiente», ese «debe ser el gran norte de las políticas de desarrollo productivo» para el futuro «inmediato», recalcó.

    El experto expuso que «entre 2003 y 2008, antes de la crisis, el comercio (mundial de bienes) crecía a tasas del 16-17 % anual y que ahora está en el «-15 %» pero, además, esta retracción «afecta más a América Latina que a otras regiones» e incluso ha tenido un efecto contagio sobre la demanda de servicios.

    Esta contracción se explica por factores como la caída de la demanda de «socios muy importantes», como Estados Unidos, la Unión Europea o China, y afecta no solo al volumen de las exportaciones, cuyo crecimiento se ha desacelerado mucho, sino también al precio de las exportaciones.

    Solo Centroamérica y el Caribe, que son importadores de petróleo y productos agrícolas, ven un impacto positivo en el intercambio, según el «Monitor de Comercio e Integración 2016».

    La retracción comercial tiene un «impacto negativo fuerte sobre la balanza de cuenta corriente de los distintos grupos de países», detalló el experto, y, en un contexto internacional donde las tasas de interés deberían subir, «expone a los países de la región a cierta vulnerabilidad o a un aumento del costo de financiamiento de los desequilibrios».

    En cuanto a los tipos de cambio, Giordano advierte que se entra este año «en una coyuntura en la cual los tipos de cambio han empezado a moverse de manera relativamente importante».
    «En los últimos días ha habido una fuerte tendencia a la apreciación del dólar posiblemente eso vaya a subir por las expectativas de política económica de los Estados Unidos tanto desde el punto de vista de la política fiscal como de la política monetaria», prosiguió.

    Frente a estudios recientes que apuntan a que el tipo de cambio ya no tiene el impacto en las exportaciones que tenía en el pasado, el BID sostiene que para América Latina «la sensibilidad a las variaciones» aún es «relativamente alta» y que, por ello, las devaluaciones registradas en varios países, como Argentina o Brasil, podrían estimular la competitividad.

    Sin embargo, el estudio pone el acento en que la elevada inflación fagocita buena parte del plus que agrega la depreciación.

    «También el ambiente político se está volviendo más desafiante para esta agenda de inserción internacional de los países de América Latina», consideró Giordano en su cierre, algo que no solo por lo que pasa en Estados Unidos sino también en otras zonas del mundo.

    «Entramos en una fase donde seguramente las relaciones comerciales internacionales van a cambiar, no sabemos todavía cómo», pero que, para Giordano, se caracterizarán por el «pragmatismo» sin descartar que se abran nuevas oportunidades para América Latina, como un giro de la mirada de México hacia el sur.

    En esa coyuntura de «incertidumbre», el banco seguirá, pese a todo, apoyando «la integración tanto adentro de la región como en los mercados internacionales» -trasladó el experto- aunque «tampoco los acuerdos comerciales van a ser la panacea para resolver todos los problemas».

    El ministro de Economía de Argentina, Alfonso Prat Gay, participa hoy, miércoles 16 de noviembre de 2016, en el foro Idear Soluciones en Buenos Aires (Argentina). Foto: EFE
    El ministro de Economía de Argentina, Alfonso Prat Gay, participa hoy, miércoles 16 de noviembre de 2016, en el foro Idear Soluciones en Buenos Aires (Argentina). Foto: EFE