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  • José Manuel Salazar: ‘Hoy vivimos el trabajo digitalizado’

    Pedro Maldonado

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    El Director Regional de la OIT para América Latina, José Manuel Salazar, analiza el empleo de calidad. Estará este en Quito este 15 de mayo del 2018, para participar en el foro ‘El crecimiento de la productividad y las políticas de desarrollo productivo’, organizado por la CIP.

    ¿Se puede decir en qué sectores van a estar los empleos de calidad en los próximos 5 o 10 años en América Latina?

    Lo que conocemos con certeza son las tendencias pasadas, el futuro está lleno de incertidumbres. Pero sí se pueden decir algunas cosas sobre el futuro con buen fundamento y cierto grado de certeza. Podemos decir es que los mayores déficits de trabajo decente, incluyendo la informalidad, están en los empleos por cuenta propia, en las microempresas y en las empresas más pequeñas.

    Conforme avanzamos por tamaño de empresa la calidad del empleo y los ingresos tienden a ser mayores. La productividad y la calidad del empleo es también mayor en empresas exportadoras y en las formales. En la medida en que las políticas de desarrollo productivo y los ecosistemas empresariales logren crear más empleos formales en empresas medianas y grandes, y logren conectarse con cadenas mundiales de suministro, se va a lograr crear más empleos de calidad.

    ¿Qué tipo de trabajador se requiere en la actualidad?

    Estamos en un mundo del trabajo impactado por la aceleración tecnológica, esto es un mundo del trabajo digitalizado, automatizado, robotizado, caracterizado por el uso de máquinas inteligentes e inteligencia artificial. Y esto impacta no solo a la industria sino a la agricultura y los servicios.

    Esto ha dado lugar a una gran conversación sobre las llamadas habilidades siglo XXI. Allí están los conocimientos fundamentales, que incluyen científicos, matemáticas, y lectura. Luego vienen competencias como pensamiento crítico, creatividad, comunicación y colaboración. Y, tercero, cualidades de carácter socioemocionales como persistencia, adaptabilidad, curiosidad, iniciativa, liderazgo.

    ¿Qué condiciones deben cumplir los trabajadores ante esta realidad?

    El operador de mundo digitalizado requiere capacidad de lidiar con máquinas inteligentes, capacidad de adaptación, observación, medición y decisión, y habilidad y actitud de aprender y de aprender a adaptarse. Las encuestas a empleadores muestran lo lejos que están los sistemas de educación y de formación profesional de desarrollar estas competencias en sus graduados. Las competencias socio emocionales son las más difíciles de encontrar entre los jóvenes y esto afecta su empleabilidad.

    ¿Qué papel tendrán las empresas?

    Las empresas son claves. Y esto significa no solo un cambio de actitud en las empresas, que deben estar abiertas a invertir más en entrenamiento y en aceptar estudiantes o aprendices bajo diferentes esquemas, sino también un cambio de actitud en las instituciones educativas, que deben desarrollar esquemas de pasantías, aprendizajes, visitas a empresas etc. que vayan familiarizando a los estudiantes en las realidades del mundo del trabajo y fomenten las habilidades técnicas y socioemocionales necesarias.

    ¿Cómo se puede aumentar la productividad sin precarizar los empleos?

    Hay muchas concepciones erróneas en la relación entre productividad y empleo. La realidad es que si no hay mejoras de la productividad no se pueden mejorar los ingresos y los empleos en el largo plazo.

    El concepto de productividad no es tan simple como aquello de que productividad es ‘producir más con menos’ para que los productos sean más baratos. Lo cual llevaría a salarios bajos por siempre. Hay que entender que la productividad se define a nivel de empresa, de sector y de la economía en su conjunto y que la relación entre productividad y empleo tiene que verse de manera integral en estos tres ámbitos.

    En general, la productividad es mayor entre más grande la empresa, en exportadores, en el sector formal y en las zonas urbanas.

    La cuarta revolución industrial está cambiando todos los esquemas ¿Están las empresas acoplándose a estos cambios?

    La cuarta revolución industrial está cambiando el mundo de la producción y del trabajo. El reto es que la adopción de digitalización es muy desigual entre las empresas, entre sectores y entre economías. Las firmas grandes ya están sometidas a la competencia internacional, tienen en general los recursos humanos y financieros para mejorar su grado de preparación y velocidad de adopción de nuevas tecnologías.

    Pero las medianas y pequeñas, sobre todo si no están conectadas con cadenas de valor internacionales, tienen grandes rezagos.

    Hay quienes dicen que se crearán nuevas formas de empleo, a partir de la tecnología. ¿Usted piensa igual?

    Sin duda. El cambio tecnológico acelerado está teniendo grandes impactos en el mundo de la producción y del trabajo. Cuatro impactos son clave: una aceleración en los procesos de creación y destrucción de empleo; una aceleración en la obsolescencia de habilidades existentes y en la demanda por nuevas habilidades; una tendencia hacia la desigualdad o polarización salarial; y nuevos modelos de negocios y formas de contratación.

    Este último factor algunos lo llaman Economía Gig o Capitalismo de plataformas digitales. Otros lo llaman Nueva economía compartida o colaborativa. Y los más críticos lo llaman “uberización” del mundo del trabajo.

    Las innovaciones en los modelos de negocios están creando grandes oportunidades y transformaciones positivas, pero también crean empleos a tiempo parcial, y formas de trabajo independiente, con los respectivos retos de cómo regular estas nuevas formas de contratación y de empleo. Un reto es asegurarse que estos trabajadores independientes estén cubiertos por los derechos laborales clásicos y la protección social.

    Los jóvenes siguen vulnerables y para ellos conseguir trabajo no siempre es fácil. ¿Qué está pasando con este segmento de la población?

    América Latina y el Caribe cuentan con 110 millones jóvenes entre 15 y 24 años, representando alrededor del 20% de su población total. En principio tener este alto “bono demográfico” es una gran oportunidad, pero solo si se educan y hay bajas tasas de desempleo juvenil.

    El desempleo juvenil promedio es de 19,5%, es decir, uno de cada 5 jóvenes que buscan empleo no lo encuentra. Por falta de oportunidades de empleo o por otras situaciones un número importante de jóvenes deciden migrar en el caso de varios países. Y hay algunos casos extremos de países en donde una proporción importante de jóvenes han caído en manos de la criminalidad. Por eso hablamos de que hay una crisis del empleo juvenil en la región.

    ¿Están los jóvenes lo suficientemente capacitados hoy en día?

    La generación actual de jóvenes latinoamericanos es la más educada de la historia: han pasado más años en la educación formal y es más probable que estén alfabetizados que sus padres y abuelos.  Sin embargo, estas tendencias optimistas ocultan varias realidades y rezagos: primero, existen importantes segmentos de jóvenes que no tienen acceso a la educación secundaria y a la capacitación especialmente jóvenes de familias pobres.

    Además la cobertura de la educación, esta es muy baja en la etapa preescolar, 66% en comparación con 83% en los países de OCDE. Y eso también ocurre en la educación secundaria.

    ​Hoja de vida
    Cargo. Se desempeña como Director Regional de la OIT para América Latina y el Caribe, con sede en Lima.

    Trayectoria. Ingresó a la OIT en el 2005, como Director Ejecutivo del Sector Empleo con sede en Ginebra, Suiza, con nivel de Director General Asistente.

    Carrera. Antes de ingresar a la OIT se desempeñó desde 1998 a 2005 como Director de la Unidad de Comercio de la Organización de Estados Americanos (OEA) en Washington, unidad que funcionó junto con el BID y la Cepal como Secretaría Técnica de las negociaciones, para crear el Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA), y ofreciendo asistencia técnica en materia de comercio y competitividad a los países de las Américas.

    José Manuel Salazar se desempeña como Director Regional de la OIT para América Latina y el Caribe, con sede en Lima. Foto: cortesía CIP
    José Manuel Salazar se desempeña como Director Regional de la OIT para América Latina y el Caribe, con sede en Lima. Foto: cortesía CIP
  • El uso de la banca digital creció un 30% en el Ecuador el año pasado

    Evelyn Tapia

    redaccion@revistalideres.ec

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    Las ventanillas de las agencias bancarias tienen cada vez menos protagonismo en el país.
    Los problemas de movilización, los horarios de atención y las filas no han desaparecido, pero hoy en el Ecuador la mayoría de los usuarios prefiere reemplazar esa experiencia por un par de clics desde un computador o un celular.

    Según la Superintendencia de Bancos, el 73% de las transacciones que se realizaron en instituciones financieras el 2017 se realizaron en canales electrónicos.

    Mientras que el Banco Central informa que la tasa de crecimiento del uso de los medios de pago digitales durante los últimos cinco años fue del 16%, pero entre 2016 y 2017 aumentó 30%.

    En Banco Guayaquil, de 25 millones de transacciones mensuales, alrededor de 1,8 millones son en agencias físicas. Hace cinco años, eran tres millones.

    Ángelo Caputi, presidente ejecutivo del banco, cree que esta realidad apunta a que en el futuro, las agencias de entidades financieras quedarán solo para ofrecer atención personalizada. “Nuestros clientes utilizan los canales de manera muy habitual. Creo que el banco, como entidad física, quedará a futuro solo para asesorías e información”, añade.

    En Banco Pichincha, en el último año se redujeron en cuatro millones las transacciones desde oficinas. Ignacio Maldonado, vicepresidente ejecutivo de Negocios, cuenta que en el 2012 el uso de los canales digitales era de apenas el 27%. Hoy es más del 50%.

    “Estamos fortaleciendo estrategias para que nuestros clientes dejen de utilizar el dinero en efectivo, reemplazándolo por medios de pago como tarjetas y pagos desde un aplicativo móvil hacia cuentas directas o interbancarias”, señala Maldonado.

    La idea de que mientras más grande es la agencia bancaria el ente es más fuerte o que mientras más agencias tiene, este es más solvente, “es parte del pasado”, dice Miguel Ebenberger, gerente general de Banco Procredit.

    “Hacia allá va el negocio. Es la única forma de competir con las fintechs, que ofrecen servicios financieros sin agencias”, señala.

    Entre 2016 y 2017, esta entidad redujo de 26 a 10 el número de agencias que tiene en el país para fortalecer los servicios en el área digital, lo que representó USD 3 millones de inversión y costos.

    La estrategia de Procredit se complementa con menos costos para el usuario, añade Ebenberger. Así, las transacciones internas e interbancarias serán gratis para el usuario en la plataforma.

    Se trata de una tendencia mundial que tiene que ver con un cambio en las demandas de los consumidores de la nueva generación y una mayor penetración de las tecnologías.

    En el 2012, en el país un 21,4% de la población se consideraba “analfabeta digital”, es decir que no tenía un celular activado, no había usado computadora ni Internet en el último año. Pero para el 2016 la cifra se redujo a 11%, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).

    Aunque un 44,1% de la población del Ecuador usa servicios bancarios en línea, según el Banco Central, uno de los retos en este escenario es lograr que los clientes usen todo el potencial que ofrece tecnología.

    Por ahora la mayoría de clientes usan las plataformas digitales para hacer consultas de saldos. Pero la banca avanza cada año con nuevos productos en línea.

    Produbanco tiene desde el 2016 una ‘app’ que permite a los jóvenes abrir una cuenta sin depósito inicial desde el celular. Banco Pacífico lanzó hace un mes una aplicación para que los clientes usen sus tarjetas de crédito y débito desde el celular. Y Banco Guayaquil ofrecerá desde marzo la opción de contratar créditos desde la banca en línea.

    Así también, la Asociación de Bancos Privados (Asobanca) desarrolla la plataforma Bimo, con la que reemplazará al dinero electrónico que dejará de operar en marzo. Con esta herramienta, los usuarios de una veintena de bancos podrán usar los servicios financieros desde su celular. Incluso la población que no tenga cuenta podrá abrir una desde Bimo, explica Julio José Prado, presidente de Asobanca.

    Otro reto en torno a la adopción de estas herramientas es la seguridad que ofrecen las entidades. Banco Pichincha y Guayaquil, por ejemplo, han implementado reconocimiento facial a sus aplicativos para dar más confianza al usuario.

    Según David López, vocero de la firma estadounidense Easy Solutions, la banca en la región avanza con soluciones para evitar problemas como el ‘phishing’, pero buena parte de los clientes comete errores que escapan de las manos de las entidades.


    El celular, el gran aliado de los bancos

    Luis Aguirre, gerente de Innovación de Banco del Pacífico, presentó la aplicación de billetera móvil BDP Wallet. Ya tiene cerca de 12 000 usuarios. Foto: Enrique Pesantes / LÍDERES
    Luis Aguirre, gerente de Innovación de Banco del Pacífico, presentó la aplicación de billetera móvil BDP Wallet. Ya tiene cerca de 12 000 usuarios. Foto: Enrique Pesantes / LÍDERES

    La banca encontró en los teléfonos móviles a un aliado para ofrecer sus servicios de manera más rápida entre una población, sobre todo de jóvenes, que usa su celular para casi todo. Y para ello, las soluciones que ofrecen van más allá del acceso a Internet.

    En el país, seis de cada 10 ecuatorianos tienen una línea de celular activa y cinco de cada 10 tienen un teléfono inteligente o ‘smarthphone’, según datos de la última encuesta de Tecnologías del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), del 2016.

    En Banco Pichincha, hace cinco años lanzaron una aplicación móvil y el servicio de mensajería (SMS) para sus clientes.

    En el 2017 la entidad financiera registró casi 86 millones de transacciones de estos sistemas.
    En este banco, el uso de servicios financieros a través del móvil fue el que más creció el año pasado, pasando del 7% al 15% en participación.

    Este año se espera que llegue al 20% de participación, según Ignacio Maldonado, vicepresidente ejecutivo de negocios del ente.

    Hoy en día, Banco Pichincha permite consultas, pagos, transferencias, recargas o solicitar certificados bancarios sin necesidad de conexión a Internet o disponer de un ‘smartphone’. Además, está desarrollando la opción para que el usuario pueda solicitar crédito.

    En Banco del Pacífico, en tanto, apuntan a que el celular reemplace al plástico de las tarjetas.
    En enero, en este banco lanzaron la aplicación BDP Wallet, que permite a los usuarios hacer consumos con tarjeta de crédito o débito desde el celular.

    El cliente debe descargar la ‘app’ y registrar sus datos; de manera automática la aplicación identificará si el cliente tiene tarjeta de débito, crédito o ambas. Entonces, el cliente decidirá cuál de ellas usa en la ‘app’ para hacer compras.

    Luis Aguirre, gerente de Innovación y Transformación Digital del banco, explica que tomó cuatro meses elegir a un desarrollador y dos meses concretar la idea.

    En el primer mes de funcionamiento de la ‘app’ ya hay 12 000 usuarios y se han registrado unas 200 transacciones al día con un ‘voucher’ promedio de USD 30.

    “Al principio esperábamos tener unos 3 000 usuarios en el primer mes, pero nos quedamos cortos. Fácilmente podremos llegar a los 100 000 usuarios y medio millón de transacciones en un año”, dice Aguirre.

    El tipo de público en el desarrollo de estas herramientas es clave para los bancos. En el caso del banco Produbanco, en diciembre del 2016 decidió enfocarse en la población milenial y ofrecerles la cuenta Be, que ya tiene alrededor de 33 000 clientes.

    Gracias a esta cuenta que se abre y se maneja desde el celular, el 80% de los nuevos clientes del banco son jóvenes con edades entre 18 y 35 años.

    Según Nicolás De Genot, subgerente de banca virtual, la buena acogida de la cuenta Be obedece a las facilidades que ofrecen, orientándose a las preferencias de los jóvenes.

    “No se cobra por la emisión del plástico de la tarjeta, no se pide un depósito inicial para abrir la cuenta, no hay ningún costo, de manera que no le dejas dudas de abrirse en la cuenta”, señala De Genot.

    Este tipo de herramientas facilita a los clientes acceder a bienes y servicios propios de su generación, añade De Genot.

    De todas las transacciones que se hacen con la tarjeta de débito Be de Produbanco, el 80% es de compras en línea, sobre todo en Amazon, Netflix y Uber.

    Si bien las agencias se perfilan como espacios para atención al cliente, el celular también ofrece alternativas para reemplazarlas.

    En el Banco Procredit, los clientes pueden acceder a videollamadas y chats en línea desde la plataforma del banco con los ejecutivos. Mientras que el Banco Guayaquil, ofrece la opción de chatear a través de Facebook.

    Aplicaciones

    Inversión. Produbanco invirtió USD 700 000 en el desarrollo de la aplicación y marketing de la cuenta Be.

    Sin internet. Banco Pichincha ofrece el servicio de banca celular interactiva que permite hacer transacciones como consultas, pagos, transferencias, recargas sin necesidad de una conexión a Internet.

    Tarjetas. El 90% de los consumos en la aplicación BDP Wallet corresponde a compras con tarjeta de crédito.

    Los bancos registran cada vez menor afluencia de usuarios en ventanillas. Según la Superintendencia de Bancos, el 73% de las transacciones de la banca se hacen en canales electrónicos. Ilustración: Ingimage
    Los bancos registran cada vez menor afluencia de usuarios en ventanillas. Según la Superintendencia de Bancos, el 73% de las transacciones de la banca se hacen en canales electrónicos. Ilustración: Ingimage
  • La innovación, el reto de la banca en la era digital

    Redacción Quito

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    Una red social para que los vecinos de un mismo condominio se comuniquen y solucionen problemas.

    Un juego en el que los clientes de un banco ganan puntos siempre que usen los canales electrónicos del ente.

    Una ‘app’ en la que los usuarios pueden detallar un sueño (meta), para que la aplicación los ayude a encontrar y seleccionar el mejor crédito.

    Estos fueron algunos de los casos de éxito de ‘start ups’ enfocadas en innovación digital que se presentaron el pasado 1 de febrero, en la segunda edición del Digital Bank Ecuador, en Cumbayá.

    El evento se realiza en 10 ciudades de América Latina y en Ecuador está a cargo de la Asociación de Bancos Privados (Asobanca), por segundo año.

    Se trata de un espacio de charlas, capacitaciones y networking, en el que se reúnen actores del sector bancario, empresas tecnológicas y emprendedores.

    Además se realiza un concurso para emprendimientos.

    Mensajea fue la ganadora de este año. Es una plataforma que permite a las empresas conversar, vender e interactuar automáticamente con sus clientes en canales de mensajería como Facebook Messenger.

    Para Ramón Heredia, director ejecutivo de Digital Bank Latinoamérica, el reto de la banca en esta época está en ofrecer innovación a través de experiencias.

    “Las principales empresas ahora no ofrecen productos, sino experiencias. Los milenials no quieren comprar carros, quieren viajar y el reto está en ofrecer la mejor experiencia”.

    Para Heredia,los nuevos competidores de la banca son empresas que nacieron en un entorno digital y que han encontrado ideas para hacer la vida de las personas cada vez más sencilla. Por ejemplo, Amazon, que ya anunció el lanzamiento de Amazon Bank en la India. O Mercado Libre, que ahora ofrece préstamos en Argentina a través de Mercado Pago.

    “El camino a la innovación requiere un cambio de mentalidad en la banca, pero también de herramientas para que el consumidor, los bancos y las empresas de tecnología creen juntos soluciones”, dijo Julio José Prado, presidente de la Asobanca.

    Prado destacó que este tipo de eventos de difusión de tecnologías son trascendentales en Ecuador, en donde la población bancarizada es de menos del 50%.

    En Cumbayá se realizó la segunda edición del Digital Bank Ecuador. Foto: Vicente Costales / LÍDERES
    En Cumbayá se realizó la segunda edición del Digital Bank Ecuador. Foto: Vicente Costales / LÍDERES
  • Juan José de la Torre: ‘Lo digital ahora es un commoditie’

    Pedro Maldonado

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    El Líder de Transformación Digital de IBM conversó con LÍDERES vía correo electrónico sobre las nuevas experiencias que deben ofrecer las empresas a los consumidores. Asegura que los CEO tienen el reto de no perder el foco del negocio.

    ¿Cuáles son las diferencias que siente usted en las empresas, según las regiones del planeta en las que ha trabajado?

    Las empresas son un reflejo del mercado en el cual operan. Hay mercados en los cuales la innovación es más relevante, utilizada como elemento diferenciador. Existen otros donde la eficiencia operativa es lo que se destaca y la innovación es lo que se utiliza para alcanzar esa eficiencia. Depende mucho de la madurez de los propios mercados y de su curva de utilización y adopción de tecnologías digitales. Hay mercados cuyo nivel de adopción de tecnología es alto, pero que no instauran dichas tecnologías en las empresas, en procesos internos.

    Por ejemplo…

    Esto se ve en algunos países de Latinoamérica o Oriente Medio y Asia, donde hay una utilización alta de productos digitales por parte de sus clientes finales, pero este nivel de adopción no ha sido aprovechada por las empresas de manera interna. Un ejemplo claro de esto se da en los bancos cuando solicitan a sus clientes completar información de forma física, lo cual es tedioso e impreciso, para luego solicitarles que utilicen productos digitales. Es decir, son mercados que ven la parte digital como elemento diferenciador y casi de marketing, pero no lo implementan en el ‘core’ de la empresa. Hay que tener en cuenta que hoy en día lo digital ya no es un elemento diferenciador, sino un commoditie, utilizado para entregar un mejor servicio a los clientes.

    ¿Qué sensación tiene usted sobre los nuevos CEO a escala mundial?

    Existe una necesidad cada vez más imperiosa donde los CEO deben volverse clientes de sus propias empresas, es decir, retornar a los inicios donde el foco de la empresa era la experiencia que le daban a sus clientes. A lo largo de la evolución de la tecnología y del mundo empresarial, pasamos por distintas olas o etapas, algunas más enfocadas en elementos internos y/o externos, pero creo que todas tenían en sí, el mismo acento. Me refiero a una visión interna de las empresas enfocada hacia el cliente. Hasta hace poco la experiencia del usuario era un resultante de las iniciativas de la compañía. Hoy en día, muchas suelen enfocarse en la propia visión, que puede ser aumentar sus ventas o liderar el mercado.

    ¿Qué efectos dejó eso?

    Todo esto creó un espiral para muchos empresarios cuyo objetivo es netamente alcanzar la visión de su compañía o enfocarse en las actividades de marketing. Y nunca hay que perder de lado la experiencia de nuestros clientes.

    Las brechas entre regiones y países son un hecho. ¿Cómo ayuda la tecnología para reducir esas brechas?

    Definitivamente, la tecnología permite a los países más pobres competir con los más ricos con la misma estructura de costos. Esto se ve, por ejemplo, en las creaciones de aplicaciones ya que crear una tiene el mismo costo en cualquier lado, sin importar la localización. Si los países fueran capaces de entender las capacidades del mundo digital, podrían tomar posiciones muy interesantes a escala global, especialmente los países en vías de desarrollo. Claramente, la tecnología disminuye la brecha y todos tenemos acceso. Lo que importa es la forma en la que hacemos uso de ella.

    ¿Una empresa pequeña o mediana sin tecnología de punta puede innovar en su producción?

    Hay pequeños elementos que pueden hacer la innovación. Se trata de entender al cliente más que la tecnología, ya que esta hace factible que la experiencia sea más rica, nutrida y relevante para un cliente. Toda empresa puede centrarse en la experiencia del cliente. Tomemos el caso de una empresa que vende chocolates: oferta un producto no diferenciado, sin embargo, puede construir una experiencia de cliente única a través de un ‘packaging’ diferenciado, con distintos tipos de sabores, con información para el cliente e incorporando elementos tecnológicos que amplifiquen dicha experiencia. Es decir, se puede utilizar la tecnología para convertir un producto base en uno premium creando una experiencia enfocada en el cliente.

    ¿La tecnología engancha al cliente?

    A través de la tecnología, pueden conocer más datos de sus clientes, como los sabores que prefieren, el momento del día de mayor compra, los productos más comercializados, la relación del consumo con el clima. Un ejemplo de implementación de una experiencia amplificada por la tecnología la podemos encontrar en el aeropuerto de Dubái, donde todas las pantallas, tanto las de publicidad, las del duty free y las de los vuelos están sincronizadas a fin de entregar a los pasajeros una experiencia de viaje más personalizada y en pos de la comunidad viajera. Así, cuando un viajero viene llegando, al entrar al aeropuerto verá información en su idioma actualizada para él, pero al mismo tiempo se usa la misma plataforma para entregar publicidad segmentada a un cliente especifico.

    ¿Todo lo dicho se enmarca en la transformación digital?

    La transformación digital significa utilizar elementos digitales para entregar una mejor experiencia al cliente. No se trata de digitalizar, sino más bien de llevar a la empresa a una nueva relación con sus clientes, soportada por tecnologías digitales.

    ¿Cómo puede incidir la transformación digital en la evolución de una pequeña o mediana empresa?

    La compañía que no utilice las potencialidades de la transformación digital va a quedar obsoleta de manera muy rápida. Volviendo al ejemplo del chocolate, toda experiencia debe ser más que solamente vender un producto o servicio. La tecnología nos permite ingresar a un mundo infinito de estadísticas y datos para conocer a nuestros consumidores y de esta forma crear experiencias únicas. Hay que aprovecharla y saber utilizarla en pos de la empresa y de nuestros clientes.

    La transformación digital ya está cambiando hábitos de consumo. ¿Cómo debe reaccionar una empresa?

    Como expliqué, estamos frente a un nuevo paradigma, que se basa, no en crear un nuevo producto o servicio, sino en proveer una experiencia diferenciadora, a nivel de visión, como si fuese un sueño a alcanzar, es decir, nuestra estrella del norte, la guía de toda empresa.
    Cuando creamos la primera visión de esa experiencia, hay que seguir ese camino y a partir de allí, revolucionar el futuro, en base al comportamiento de nuestros clientes. Por ejemplo, para Airbnb, su ‘north star’ es crear la mejor experiencia de los usuarios fuera de su propia casa, y no solo para los inquilinos sino también para los propietarios. Airbnb está en una encrucijada permanente de la mejora de su experiencia de cliente, lo cual impacta en la evolución de su propuesta de valor. Es entrar en una nueva forma de operar, donde la revolución y reinvención no son una paradigma, sino el cómo operamos en el día a día.

    Español, líder de transformación digital de IBM. Foto: Patricio Terán / LÍDERES
    Español, líder de transformación digital de IBM. Foto: Patricio Terán / LÍDERES
  • Una ventana digital para promocionar a 10 artesanos

    Redacción Quito

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    Un viaje por todo el Ecuador durante 2016 fue la motivación para que María Augusta Olmedo, publicista de profesión, decida impulsar la riqueza cultural del país, a través de su emprendimiento.

    Con su amiga y ahora socia, María Isabel Castillo, licenciada en Marketing, iniciaron su negocio Mixartelab, en junio de este año.

    Esta iniciativa on line es una ventana para promocionar y comercializar los trabajos de artesanos y emprendedores ecuatorianos. Según Olmedo y Castillo, los artesanos rurales no tienen muchos espacios para exhibir y vender sus productos.

    Actualmente, en la tienda virtual se exhibe la labor de diez artistas. Los artesanos que fabrican collares de tagua, blusas bordadas, adornos en madera, entre otras artesanías, pertenecen a comunidades de Chimborazo, Imbabura y Pichincha.

    César Yumberla, creador de Galería Pucará, expone sus diseños hechos en tagua en Mixartelab.

    Este artesano de Imbabura señala que sus creaciones las trabaja con su comunidad, cuyos habitantes son su inspiración.

    “Crear productos con mis manos significa aplicar lo que yo sé, lo que mis abuelos me enseñaron. Me gusta hacer artesanías”, dice.

    Los creaciones artesanales son muy apreciadas por los clientes. Hace unos meses Tamara Manrique, compró en la tienda unos ángeles de cerámica.

    Para Manrique, la facilidad de escoger los artículos y comprarlos por Internet es una gran ventaja por la comodidad.

    También, la entrega inmediata a domicilio es otro de los aspectos que la cliente destaca. Ella asegura que la calidad de la artesanía que adquirió es excelente.

    Las personas interesadas deben ingresar al sitio web www.mixartelab.com.
    En la galería encontrarán los artículos, cuyos precios van desde los USD 10 hasta 100 aproximadamente. Los añaden al carrito de compras y se los puede cancelar con tarjeta de crédito, Paypal o transferencias.

    El envío de la compra se lo efectúa entre uno o dos días. Algunas artesanías se las puede personalizar, bajo pedido del cliente, por lo cual pueden variar los costos y tardar un día la entrega.

    En el sitio web hay una opción para que los artesanos o emprendedores puedan inscribirse y ser parte del proyecto.

    Según Castillo, se exigen algunos parámetros a los interesados, como contar con un stock suficiente de productos y cumplir tiempos de entrega.

    La galería Mixartelab comenzó con una inversión aproximada de USD 3 000 que se usaron en la construcción del sitio web, promoción audiovisual de los artesanos y en la compra de mercadería.

    La facturación mensual del negocio en este año ha sido de USD 2 500. Castillo proyecta que para el 2018 la facturación anual sea de USD 45 000.

    Para el próximo año, las emprendedoras tienen el propósito de incursionar en el mercado internacional. Ahora están concretando alianzas en países de Norteamérica y Europa.
    Hasta el momento han hecho dos envíos de artesanías, uno a Estados Unidos y otro a Brasil.

    María Augusta Olmedo y María Isabel Castillo son las socias de este portal electrónico que apoya a artesanos nacionales. Foto: Alfredo Lagla / LÍDERES
    María Augusta Olmedo y María Isabel Castillo son las socias de este portal electrónico que apoya a artesanos nacionales. Foto: Alfredo Lagla / LÍDERES
  • El foco está en el cambio digital

    Redacción Guayaquil

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    Un evento de transformación digital para las empresas se realizó el pasado 17 de octubre de 2017 en Guayaquil. Al encuentro asistieron más de 100 empresas de las diferentes áreas de negocios.

    SAP Digital, compañía de aplicaciones de software corporativo, ofreció toda una jornada de conferencias para hablar sobre sus soluciones digitales. La firma tiene 45 años en el mercado y una presencia en Ecuador que les permite contar con más de 13 socios de negocios, empresas asociadas que hacen venta de los productos, así como la implementación y el soporte.

    SAP Digital decidió poner un mayor foco en el país y trabajar con las empresas ecuatorianas para guiarlas en su proceso de transformación digital. “Trabajamos para que las empresas se adecúen a los tiempos actuales porque la economía digital está exigiendo que las empresas cambien”, señala Raiza Morales, country manager de SAP Ecuador.

    Morales asegura que en estos momentos los consumidores son más exigentes, quieren que las empresas proveedoras de servicios los conozcan, los identifiquen y sepan cuáles son sus necesidades. La respuesta que esperan de las empresas debe ser ágil y asertiva. “El consumidor de hoy es mucho más exigente que en el pasado, porque tiene más opciones. Las empresas tienen que trabajar en sus procesos internos, que tomen conciencia de que tienen que hacerlo”, agrega.

    Una de las propuestas es una herramienta que funciona en la nube y que permite trabajar con data transnacional y data analítica en una misma plataforma. Otra está enfocada en el mejorar el desempeño del equipo de trabajo.

    El objetivo es la simplificación del negocio. “Todas estas soluciones que ofrecemos en la nube implican un tiempo de implementación de 12 semanas. Queremos romper paradigmas”, finaliza.

    La presentación de las soluciones fue el 17 de octubre, en Guayaquil. Foto: Enrique Pesantes / LÍDERES
    La presentación de las soluciones fue el 17 de octubre, en Guayaquil. Foto: Enrique Pesantes / LÍDERES
  • La era digital llega a las cooperativas

    Evelyn Tapia

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    El mecanismo conocido como dinero electrónico (e-money) permite cargar y descargar dinero desde una cuenta que se puede crear en un teléfono celular en menos de 10 minutos. Para usarlo, no se necesita tener Internet ni una cuenta tradicional en una institución financiera. En Ecuador, desde el 2014 hasta octubre de este años se han movido USD 53 millones en transacciones con este medio de pago.

    Este año, las 680 cooperativas que forman parte del sistema financiero de la Economía Popular y Solidaria ecuatoriano asumirán, junto con la banca privada y pública, el reto de administrar este sistema, que hasta ahora es exclusivo del Banco Central del Ecuador.

    Las cooperativas llegan con miras a contribuir al plan económico del Gobierno, de que el uso del efectivo en el Ecuador se reduzca hasta en USD 1 600 millones, en los dos próximos años,
    y de alcanzar al 61% de la población no bancarizada del país.

    Para lograr este segundo objetivo, el Central decidió ceder al sector cooperativo la plataforma en la que ha venido manejando el dinero electrónico desde el 2014, en la que invirtió unos 3,7 millones.

    Verónica Artola, gerenta del Banco Central, explica que mientras la banca privada creará su propia plataforma que estaría lista a inicios del 2018, las entidades de la Economía Popular y Solidaria podrán conectarse a la del Central sin pagar por su uso.

    Esto será posible apenas se modifique el artículo 94 del Código Orgánico Monetario y Financiero, en el que se establece que el dinero electrónico es privativo del Banco Central.
    Édgar Peñaherrera, gerente de Icored, gremio que agrupa a unas 37 cooperativas, explica que en el sector de la Economía Popular y Solidaria hay interés de sumarse a la iniciativa, pero esto se irá dando de manera gradual. Las primeras en sumarse -indica- serían las cooperativas del primer segmento, es decir, las que tienen activos superiores a USD 80 millones.
    “La idea es que las casi 700 cooperativas se integren paulatinamente, para darles a los usuarios este servicio. Esperamos que a fin de año, las 25 cooperativas de este segmento estén conectadas”.

    Llegar a los no bancarizados

    En países de África Subsahariana, el uso de moneda electrónica data del 2003 y desde entonces ha contribuido a impulsar al alza en cifras de inclusión financiera en los países en vías de desarrollo. En esta zona, su administración está a cargo de entidades privadas, como en la mayoría de países que usan dinero electrónico.

    Según un informe del Banco Mundial, entre el 2011 y el 2014 el porcentaje de adultos que tenía una cuenta pasó del 51 % al 62% en los países en vías de desarrollo. “En particular, las cuentas de dinero móvil en África al sur del Sahara están ayudando a ampliar e intensificar rápidamente el acceso a los servicios financieros”, dice el estudio.

    En el Ecuador, el sistema entró a funcionar en el 2014, a cargo del ente regulador, el Banco Central. Sin embargo, luego de tres años de su entrada en vigencia, no se cumplieron las metas proyectadas y el nuevo Gobierno decidió cambiar de estrategia. El Central se había propuesto que el dinero electrónico tenga unas 700 000 cuentas hasta el 2015, pero hasta agosto del 2017 solo se habían abierto alrededor 360 000.

    Según datos del Banco Central, la mayoría de transacciones con dinero electrónico se realizó en Quito y en Guayaquil. Del monto total de USD 53 millones de operaciones registradas desde el 2014, las que se han efectuado en cooperativas alcanzaron hasta agosto USD 2 millones.

    De ahí que el 29 de agosto, el presidente Lenín Moreno dio el visto bueno para que el manejo de este medio de pago deje de estar en manos del Central y pase a ser administrado por la banca privada, la banca pública y por las cooperativas del Sector Financiero Popular y Solidario.

    De cara a este nuevo escenario, la meta principal para las cooperativas es lograr que en los sectores rurales -una población en la que hay una menor penetración de la tecnología- los medios de pago digitales como el dinero electrónico e incluso las tarjetas de débito se comiencen a usar con más frecuencia, dice Marín Bautista, gerente de Financoop, una cooperativa de segundo piso que agrupa a 117 entidades.

    Este segmento del sistema financiero deberá lograr enganchar con este mecanismo a las poblaciones de zonas rurales, en donde las cooperativas tienen su nicho de clientes. “El comportamiento del uso de mecanismos electrónicos en zonas rurales es incipiente. Hay que invertir en educación financiera. Sabemos que el uso de tarjetas y dinero virtual está concentrado en Quito, Guayaquil y Cuenca. En las otras áreas periféricas, el uso es muy menor”, señala Saeteros.

    Pero aunque la penetración de las tecnologías es menor que las áreas urbanas, según datos de la última encuesta de Uso de Tecnología en el Ecuador, del Instituto Ecuatoriano de Estadística y Censos (INEC), el uso de celular en áreas rurales ha ido en aumento en los últimos cinco años. En el 2012, el 36% de la población rural dijo tener un celular activado, y en el 2016, creció a un 44,5%.

    Este escenario alienta al sector cooperativo a apostar por la digitalización con el uso del dinero electrónico y otros medios.

    Marisela Flores, jefa de operaciones de la Cooperativa Atuntaqui, cuenta que a pesar de que la acogida del dinero electrónico no fue alta, como se esperaba, en esta institución apuestan a lo digital.

    Flores indica que este año se sumaron al plan piloto Billetera Electrónica, de Financoop, que consiste en la implementación de un aplicativo que permitirá a los clientes usar, desde un celular, todos los servicios que ofrecen las cooperativas (ver página 13).

    Cooperativas con experiencia en ‘e-money’

    Las cuentas de dinero electrónico que están en la plataforma del Banco Central pasarán a ser administradas por las cooperativas que voluntariamente quieran conectar al sistema, cuando se haya reformado el artículo 94 del Código Orgánico Monetario y Financiero, en el que se establece que la emisión de dinero electrónico es privativa del Central.

    El Gobierno nacional espera que esta modificación se realice antes de que termine el 2017 y cuando esto suceda, cada usuario decidirá a qué cooperativa desea que se traspase su cuenta.

    Pero esto no significa que el ‘e-money’ sea ajeno en el sector de la Economía Popular y Solidaria.

    En el 2014, cuando el dinero electrónico estaba en su fase piloto, ocho cooperativas se sumaron al proyecto: Guamote, Juventud Ecuatoriana Progresista, Coo­progreso, Comercio Limitada, 23 de Julio, Caja de Comercio de Ambato, 29 de Octubre y Santa Rosa. Lo hicieron en calidad de “macroagentes”.

    Los macroagentes son las entidades en las que se pueden hacer cargas y descargas de dinero electrónico, en vista de que el Banco Central no cuenta con ventanillas de atención al público. Otras entidades que son macroagentes son supermercados y farmacias, por ejemplo. Hay unos 5 000 establecimientos.

    Desde el 2014, se han incorporando 110 cooperativas como macroagentes, según el BCE. La Cooperativa Juventud Ecuatoriana Progresista (JEP) es la que más ha transaccionado hasta la fecha con este medio de pago.

    No obstante, los movimientos han sido modestos. Desde el 2015, se han movido USD 2 millones en dinero electrónico, de los cuales casi USD 1,3 millones corresponde a movimientos del 2017.

    Santiago Gualotuña, coordinador general de la Cooperativa Luz del Valle, uno de los macroagentes de dinero electrónico, cuenta que hasta agosto solo se habían realizado 338 transacciones con este medio de pago.

    Para Gualotuña, la transaccionalidad ha sido baja debido a dos factores. “Se requerían receptores de ese dinero, la gente hacía cargas, ¿pero en dónde iba a usar ese dinero para consumirlo? Otro tema es que algunos agentes no se interesaban porque hubo una campaña de desprestigio al sistema y la gente estaba temerosa de sumarse”, dice.

    No obstante, Gualotuña considera que es tiempo de que las cooperativas fortalezcan el flanco digital, en el que la banca les lleva ventaja. El dinero electrónico es una oportunidad, pero hay otras iniciativas privadas.

    Por ejemplo, está el plan de la cooperativa de segundo piso Financoop, que está desarrollando el sistema Billetera Electrónica, con una inversión de USD 200 000. El programa está en su fase piloto, con cuatro cooperativas: Luz del Valle, Riobamba, San Francisco y Atuntaqui.

    Marisela Flores, jefa de operaciones de la Cooperativa Atuntaqui, explica que el sistema permitirá a los clientes usar todos los servicios financieros desde el celular. En noviembre empezarán a difundirlo entre sus clientes.

    “La apertura de la cuenta tendrá un costo mínimo, que se pagará una sola vez.
    “La conexión no es un enchufe inmediato, es progresivo. Esperamos que el próximo año podamos tener 50 cooperativas y en el 2019, unas 150”, añade Marín Bautista, gerente de Financoop.

    La  Economía Popular y Solidaria asume el reto de alcanzar a la población no bancarizada del Ecuador, con la implementación de mecanismos digitales como el dinero electrónico y ‘apps’. Foto: Ingimage
    La Economía Popular y Solidaria asume el reto de alcanzar a la población no bancarizada del Ecuador, con la implementación de mecanismos digitales como el dinero electrónico y ‘apps’. Foto: Ingimage
  • MercadoLibre, un gigante digital con el hambre intacta tras entrar al Nasdaq

    Agencia EFE

    Con un valor de mercado de USD 12 000 millones y 4 000 empleados en plantilla, el gigante de comercio electrónico de Latinoamérica MercadoLibre mantiene «intacta» el «hambre» de seguir creciendo tras entrar al índice estadounidense Nasdaq 100, fiel a su «ADN» emprendedor.

    «La base del éxito de MercadoLibre es saber tomar riesgos que un negocio tradicional no está dispuesto a asumir. No tenemos miedo», asegura Sean Summers, vicepresidente del área de comercio electrónico o Marketplace de la firma, en una entrevista con Efe en sus oficinas de la localidad bonaerense de Vicente López.

    Allí, a 13 kilómetros del centro de la capital argentina, en una imponente torre que alberga sedes de distintas corporaciones, MercadoLibre ocupa 4.000 metros cuadrados, un espacio horizontal -no existen los despachos- y sostenible -con un jardín vertical y centrado en el ahorro energético-.

    Su historia arrancó en 1999 de mano de Marcos Galperín, un joven de 28 años, y otros tres amigos, en un garaje.

    Nadie sospechaba que 18 años después se hubiese convertido en un auténtico monstruo digital en América Latina: trabaja en 19 países de la región, tiene sedes en 8 de ellos (Brasil, Argentina, Colombia, Uruguay, Chile, Venezuela, Perú y México) y en junio, ingresó al Nasdaq 100, tras la salida de Yahoo al ser comprada por Verizon.

    MercadoLibre se convirtió así en la primera firma latinoamericana en llegar al índice bursátil estadounidense, en el que cotizan las 100 empresas más importantes de la industria tecnológica.

    «Es un pequeño hito pero con mucha relevancia porque reemplazamos a un histórico de internet como Yahoo. Es un premio, una validación de 18 años evangelizando el desarrollo del comercio electrónico y de los pagos digitales en la región», señala Summers.

    La empresa cerró 2016 con USD 136,4 millones en ingresos, 8 millones de vendedores y casi 30 de compradores en la plataforma, en la que se vendieron productos por un valor de 8.000 millones de dólares.

    Pese a todos estos «millones», Summers insiste en que mantienen su «ADN» emprendedor y no se olvidan de sus orígenes. Según cuenta, los primeros años fueron «duros», ya que hasta 2005 no empezaron a ser rentables y estuvieron cerca de «volcar» en «infinidad» de ocasiones.

    En su opinión, MercadoLibre ha jugado un papel esencial para extender la vocación emprendedora en una región que no lo es tanto: «Latinoamérica es conservadora y el fracaso está mal visto. Es un estigma, no lo ven como parte del camino que te lleva al éxito».

    Para él, históricamente no ha habido incentivos ni foco en los emprendedores, quienes, destaca, no buscan «ningún favor» de las instituciones: «lo único que pedimos son normas claras» y que no «sobrerregulen de manera innecesaria».

    «Latinoamérica tiene una oportunidad de abrazar a las pymes y no lo hace. En las economías más desarrolladas del mundo, ellas son el motor, no los grandes grupos económicos. Pero aquí esa no es la percepción de la clase política o el establishment económico, y el talento se va a otros lados», apunta.

    Summers defiende que además de asumir riesgos, el emprendedor es aquel que «crea cosas nuevas, se involucra en la comunidad y genera empleo de calidad».

    Aunque admite que en países como Argentina o Chile empiezan a comprender esto y a acercarse a ellos, todavía están a medio camino: «El acceso a servicios financieros es muy bajo. El crédito a las empresas en Argentina supone un 15 % del Producto Bruto Interno, frente al 98 % de Europa y el 190 % en Estados Unidos», critica.

    Con eso en mente y en línea con su «misión» de «democratizar» el dinero y el comercio electrónico en la región, hace un año lanzaron en el país austral Mercado Crédito, una fuente alternativa de financiación para emprendedores que aprovecha los avances tecnológicos y se aleja de los obstáculos burocráticos de la banca tradicional.

    En dos «clicks», sin papeles ni documentos, el cliente obtiene un crédito «con muy buenas tasas», que suele rondar los USD 6 000 , aunque varía según el historial y el riesgo de cada uno. De hecho, han llegado a entregar algunos por 65 000.

    A través de este medio, en Argentina ya dieron 4 700 préstamos por un valor de 425 millones de pesos (unos USD 24 millones).

    La plataforma está también en Brasil, llegará pronto a México y, como todas las iniciativas de la firma, el objetivo es que gradualmente se vaya instalando, al menos, en el resto de sus ocho mercados principales.

    Sin pausa, sin prisa y, sobre todo, «sin dormirse», la firma ha logrado mantener tasas de crecimiento anual de cerca del 50 % y espera cerrar 2017 con casi 5.000 empleados.

    El secreto? «No nos enamoramos, incluso de las cosas que hacemos bien. Constantemente estamos pensando: hay una forma de hacerlo mejor?», revela Summers.

    MercadoLibre ocupa 4 000 metros cuadrados, un espacio horizontal -no existen los despachos- y sostenible -con un jardín vertical y centrado en el ahorro energético. Foto: Captura de pantalla
    MercadoLibre ocupa 4 000 metros cuadrados, un espacio horizontal -no existen los despachos- y sostenible -con un jardín vertical y centrado en el ahorro energético. Foto: Captura de pantalla
  • En esta compañía se impulsa la identidad digital

    Redacción Quito

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    La administración de dominios de Internet que terminen en ‘.ec’ es el negocio de Nic.ec, una firma ecuatoriana con más de 15 años en el mercado nacional y que ahora desarrolla un nuevo plan de negocios para consolidar su presencia en el país.

    Nic.ec es una compañía autorizada por la Corporación de internet para la asignación de nombres y números (Icann) como el único proveedor del dominio ‘.ec’ en el mundo. La Icann es la responsable de asignar las direcciones del protocolo IP, es decir de asignar las terminaciones en los dominios de internet.

    En los últimos 15 años, la empresa ecuatoriana ha vendido los dominios ‘punto ec’ para cerca de 42 000 clientes, tanto para empresas que operen en Ecuador como en el extranjero. David Hurtado, gerente general de Nic.ec, aclara que no todas las páginas que terminan en ‘.ec’ tienen que ver con Ecuador. Algunas son de ‘e-commerce’, ‘european community’ o comunidad europea, entre otros sectores o actividades.

    Hurtado se muestra optimista al analizar el futuro de la empresa. Este ejecutivo asegura que en Ecuador existen 1 100 000 potenciales clientes que pueden acceder al dominio ‘.ec’. “Todo profesional o persona que quiera vender un producto o servicio necesita presencia digital. Allí entramos nosotros con la venta del dominio”.

    Según Hurtado una página web permite que un negocio sea fácil de encontrar en la web. “No es lo mismo tener presencia en las redes sociales. Lo mejor es contar con toda una identidad digital. Por eso siempre insisto en que queremos llevar al Ecuador y sus negocios a la era digital”.

    Para explicar el modelo de negocio, Hurtado utiliza una comparación. Hace 10 años o más, un profesional que empezaba su carrera necesitaba una oficina, pero ahora se apoya en una página web para ofrecer sus servicios. “Por eso digo que una persona o un profesional sin identidad digital se convierten en un objetivo y allí están esos 1 100 000 potenciales clientes”.

    El dominio que oferta la empresa tiene distintos costos. El paquete mas económico es de USD 14 al mes y el más caro USD 50; este último incluye un sitio web con catálogo y botón de pago que permiten hacer transacciones de comercio electrónico. En ambos casos, el enfoque es una venta integral con una página web, correo electrónico corporativo, dominio y ‘hosting’.

    Ahora Nic.ec está desarrollando un modelo para cumplir dos objetivos: generar empleo y vender sus servicios a través de la marca Workky.ec, que es un canal de ventas opera como franquicia.

    Bajo esa marca, Nic.ec capacitará a sus distribuidores para que estos, a su vez, vendan los servicios que ofrece Nic.ec a quienes deseen mejorar y potenciar su identidad digital. “Cada persona que sea parte de Workky.ec visitará negocios y profesionales y recibirá USD 10 por cada cliente que consiga. Si consigue 100 clientes, gana USD 1 000 y los gana cada mes, es un sueldo según el número de clientes que obtenga”, dice Hurtado.

    La empresa tiene como objetivo sumar 3 000 distribuidores a escala nacional, en los próximos tres meses. Por ahora, ya ­suma cerca de 250 distribuidores y continúan sumando personas que son capacitadas para sumar profesionales y personas que deseen potenciar su identidad digital.

    Hurtado comenta que el negocio de los dominios de internet, así como de impulsar el comercio electrónico en el país está creciendo. “En nuestro caso el negocio es autosuficiente y seguimos apostando por el Ecuador. Toda la utilidad que se genera se utiliza para potenciar los canales de venta y generar trabajo”

    David Hurtado es el gerente general de Nic.ec, empresa que lleva más de 15 años en el país. Foto: Patricio Terán / LÍDERES
    David Hurtado es el gerente general de Nic.ec, empresa que lleva más de 15 años en el país. Foto: Patricio Terán / LÍDERES