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  • El profesor debe ser un emprendedor

    Giovanni Astudillo
    María Angelina Castillo y
    Redacción Quito

    La globalización, facilidad de acceso al conocimiento, velocidad de cambios e innovación constante, entre otros factores, han renovado el rol de los catedráticos universitarios. A más de contar con la preparación científica y académica, el profesor debe ser un emprendedor.

    El decano de Ciencias Económicas y Administrativas de la Universidad de Cuenca, Rodrigo Mendieta, explica este concepto. Según él, un catedrático debe aportar con planes de innovación para las universidades como proyectos de investigación, incubación y la vinculación con la sociedad. Además de buscar fondos internacionales y nacionales.

    Es decir, dejar un rol pasivo y que su trabajo trascienda de las aulas, explica Mendieta, quien también coordina el Grupo de Investigación de Economía Regional de esta universidad. “Hay mucho que hacer… Faltan docentes con espíritu emprendedor”.

    Mendieta insiste en que la preparación es importante, al igual que las maestrías y doctorados para impartir una buena cátedra o generar publicaciones interesantes, pero las universidades en términos generales necesitan personas proactivas y propositivas.

    Con ello, se busca lograr una interrelación más fuerte con los estudiantes y sociedad. “Un docente que, a más de tener la preparación, plantee propuestas e intervenga desde la academia para la solución problemas o demandas de la sociedad como el desempleo, contaminación, nutrición, salud alimentaria, minería… eso generará una relación más profunda con sus alumnos”, dice Mendieta

    Un proyecto de la Universidad de Cuenca busca cumplir ese objetivo. Entre otras iniciativas está la propuesta multidisciplinaria que se denomina Modelo de gestión para la optimización de procesos y costos en la industria de ensamblaje, que se ejecuta en tres empresas de la capital azuaya.

    En este trabajo participan 20 catedráticos, profesionales y estudiantes de Ciencias Químicas y Económicas y Sistemas. El objetivo es lograr una interrelación con investigadores de varias disciplinas y que los alumnos aprendan o generen proyectos de tesis.

    Además, forma parte de una relación con el sector privado, que empezó el 2004 con estudios financiados con fondos externos y/o donaciones del Impuesto a la Renta de las empresas.
    Mendieta dice que, en la actualidad, es necesario generar procesos de innovación y aprovechar la inversión que realizó el Estado con las becas para estudiar en el extranjero. “Ahora, que están regresando, necesitamos que ese grupo aúne esfuerzos”.

    El investigador universitario ­Villie Morocho comparte este criterio y añade que el docente que a la vez es investigador tiene la gran ventaja de poner en práctica con sus estudiantes lo que desarrolla a nivel teórico.

    “Hay que lograr que la teoría termine en algo práctico que, además, aporte con un alto grado de investigación para que la ciudadanía aproveche este conocimiento. Ese es el nuevo rol”.
    Según Morocho, el acceso globalizado a la información que se tiene en la actualidad brinda dos ventajas, pero es necesario saber cómo manejarlas. El primer beneficio es que el profesor esté más actualizado en su enseñanza y mantener un contenido, que esté relacionado con los proyectos que se están desarrollando.

    El segundo es similar, pero desde el punto de vista del estudiante. Para él, los proyectos de investigación, en la actualidad, permiten el enrolamiento de alumnos para que aporten con tareas específicas. Eso genera una motivación y ellos saben en qué parte de la vida requieren aplicar los conocimientos que se reciben en las clases.

    El vicerrector General Académico de la Politécnica Salesiana, Luis Tobar, dice que el profesor debe motivar para que los estudiantes se autoeduquen y lleguen preparados con más información a las clases. Es decir, que no solo reciban los conocimientos, sino que también discutan con argumentos. “Hay que dejar el pensamiento que el profesor era el único que enseñaba”.

    Tobar aconseja que este cambio de mentalidad empiece en la escuela y en el colegio, “para que los estudiantes no lleguen a la universidad esperando que el profesor dé toda la información y ellos no estar dispuestos a realizar ningún esfuerzo fuera de clases”.

    Otros detalles

    Un aporte. De acuerdo con las nuevas necesidades de la sociedad, los catedráticos contemporáneos tienen otro reto. Este consiste es convertirse en una suerte de lector del entorno y de las peculiaridades de los estudiantes.

    Un ejemplo.  El profesor también debe considerar las sensaciones que experimentan sus alumnos en sus clases. La escuela de negocios española IE Business School, por ejemplo, cuenta con el WOW Room. En este espacio se dictan clases virtuales a 60 personas de todo el mundo. El software permite acceder a datos del estado anímico del estudiante como felicidad, tristeza, sorpresa, enfado o miedo. De esa forma, el profesor identifica si su metodología es efectiva.

    Un valor. Dentro del nuevo rol se deben conservar valores que trascienden en el tiempo. Los profesores éticos deben aportar a la formación de ciudadanos honestos, críticos, tolerantes y compromiso social. Que sean un aporte para la sociedad.

    Los posgrados y los MBA ahora cuentan con un enfoque integral

    La docencia, los proyectos sociales y la investigación son elementos que involucran a las universidades en la actualidad. Por eso un enfoque integral e interdisciplinario, orientado a la innovación, son elementos que ofrecen las casas de estudio del país, así lo aseguran coordinadores de posgrados y maestrías en Administración de Negocios (MBA).
    De acuerdo con el Sistema Nacional de Información de Educación Superior del Ecuador (Sniese), a junio de 2016 existían alrededor de 275 posgrados en el país, entre particulares y públicos.

    La Espae, que forma parte de la Escuela Superior Politécnica del Litoral, ofrece cinco maestrías, tres orientadas a gestión de proyectos, agronegocios y el sector hospitalario; las otras dos son MBA, uno regular y otro ejecutivo, con mención en innovación.

    Del MBA regular existen ya 34 promociones y en mayo próximo se sumará otra. Cuenta con dos certificaciones internacionales, la Aacsb, que recibió en 2014, y la del Amba, otorgada en enero.

    En las maestrías de negocios de la Espae participan 49 profesores, entre los que se cuentan ocho extranjeros provenientes de universidades de Canadá, Colombia, Perú y Estados Unidos.
    El director académico del MBA, Jorge Vera, señala que la cifra de egresados de las maestrías alcanzó hasta el año pasado 2 800 personas. Asegura que el elemento determinante en la Espae es la innovación, con énfasis en el emprendimiento, ética y sostenibilidad, y perspectiva global.

    Otros MBA se pueden cursar en la Universidad Internacional de Ecuador, Escuela Politécnica Nacional y la Universidad Técnica de Ambato, la Universidad Tecnológica Empresarial de Guayaquil.

    Los ámbitos de educación y comunicación también encuentran espacio en la oferta académica. La Universidad Casa Grande ofrece cuatro maestrías en Educación; el objetivo es el desarrollo de los alumnos en áreas como inglés, innovación educativa, desarrollo temprano y educación inclusiva.

    Lucila Pérez, directora de posgrado de esta casa de estudios, señala que la demanda es importante: cada año hay 120 aspirantes para las maestrías.

    Casa Grande tiene también otros tres posgrados: comunicación, periodismo y negocios internacionales. Erika Taranto está a cargo de esta área. Ella señala que existen modalidades semipresenciales, adaptadas a las necesidades de los alumnos.

    Además, comenta que la metodología transversal en los posgrados es un aprendizaje basado en las experiencias para que se mezclen el conocimiento y la técnica.

    Héctor Bujanda, coordinador de la maestría de Periodismo, afirma que la idea es hacer de esta profesión un producto diferente y diferenciado. Entre las herramientas que ofrecen están un eje periodístico sobre cibergéneros, periodismo de datos y hacer las preguntas correctas.

    Otros posgrados que ofrecen las universidades abarcan áreas financieras y de administración, científicas, de salud, ingeniería, derecho y gestión ambiental.

    Datos

    275 posgrados en el país registró en el año 2016 el Sistema Nacional de Información de Educación Superior del Ecuador.

    49 profesores posee la planta de la ESPAE. De este grupo, ocho son extranjeros provenientes de cinco países.

    7 es el número de posgrados que ofrece la Universidad Casa Grande, ubicada en el norte de Guayaquil. De estos, tres se orientan al área de educación y los otros dos a la comunicación y los negocios.

    31 universidades del país ofrecen posgrados.

    Cuatro áreas ofrecen un mejor futuro laboral

    ¿Cuáles son las carreras de futuro que ofrecen mayores oportunidades? La pregunta se repiten padres de familia y estudiantes que están por elegir una profesión.

    La respuesta es complicada. Aun así, entidades como el Foro Económico Mundial hablan de cuatro campos: las carreras pertenecientes a la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas son las que menos tasa de desempleo han registrado estos últimos años. A este grupo se lo conoce como carreras STEM.

    El Foro Económico cita un estudio elaborado por el centro de estudios del mercado laboral Randstad Research y añade que las empresas buscarán a personas formadas en carreras pertenecientes a las ramas de la tecnología y las ciencias de la salud. “En concreto, los perfiles de ingeniero y profesional del Big Data serán los más demandados”.

    Este informe también recoge los datos de matriculación en estas carreras y no son positivos, ya que cada vez son menos los interesados, lo que supone que cierto sector de demanda no verá cubierta sus necesidades.

    Dentro de las STEM también hay preferencias. Ingeniería Electrónica e Industrial y Medicina son las que menos datos de paro recogen, 0% y 0,6% respectivamente. Le siguen Ingeniería Aeronáutica (2,8%), Ingeniería Informática (3,8%) e Ingeniería de Telecomunicaciones (5%).
    El estudio también menciona a carreras vinculadas con el mundo económico, por la variedad de opciones laborales.

    Allí se encuentran Administración de Empresas y Finanzas o Administración de Empresas y Derecho. Según el Foro Económico Mundial quienes estudien esas carreras tienen mayores posibilidades profesionales en el sector jurídico y económico, la banca nacional o la asesoría económica, fiscal y comercial.

    El Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT por sus siglas en inglés) también intenta responder la pregunta inicial. El MIT Technology Review, una de las publicaciones estrellas del centro de estudios estadounidense, asegura que las nuevas tecnologías piden analistas de datos, de programación e ingenieros de software en prácticamente todos los sectores.

    La publicación menciona que las carreras STEM son las que mayor crecimiento tendrán hasta el 2022. “Los consejeros genéticos, analistas de investigación de mercado y de seguridad informática crecerán al mismo ritmo que los analistas de sistemas”. dice la publicación del MIT.
    El científico de datos, el desarrollador de Internet de las Cosas, los arquitectos en ciberseguridad y los nanotecnólogos son profesiones que también tienen buen futuro, según el portal mexicano de noticias Expansión.

    El científico de datos, considerada la profesión más sexy del siglo XXI por The New York Times, tendrá bastante tarea, teniendo en cuenta que vehículos, lavadoras, sensores de luz, termostatos y decenas de objetos más se conectarán a Internet en la próxima década. “La información que recolecten deberá ser interpretada por especialistas en el análisis, estudio, interpretación y manipulación de cúmulos de dato”, dice un artículo de Expansión.

    Tecnología y ambiente, las carreras del futuro

    Así como la revolución industrial durante la segunda mitad del siglo XVIII trajo consigo una ola de nuevos requerimientos para el mundo laboral de la época, con la revolución de las tecnologías de la información la historia se repite.

    En este contexto, las universidades de Ecuador y del mundo tienen el reto de seguir el ritmo de esta revolución, con una oferta académica acorde a las nuevas necesidades tecnológicas.

    En la Universidad de las Américas (UDLA), por ejemplo, de las seis nuevas carreras que se han abierto en los últimos años, tres están relacionadas a la tecnología. Estas son Ingeniería de Software, Ingeniería en Telecomunicaciones e Ingeniería en Tecnologías de la Información.

    “La innovación tiene que ser permanente para que la educación mantenga su relevancia y capacidad de dar respuesta a la sociedad. En algunas áreas, esta necesidad es más notable, como las ingenierías y la medicina, donde los avances son muy rápidos y pueden responder a desafíos que enfrentamos”, dijo Gwen Bloomsburg, directora de Efectividad Institucional de la UDLA.

    En la Universidad Espíritu Santo (UEES), en Samborondón, esta también es un área en la que están enfocando su plan de renovación de oferta académica.

    Desde el año pasado, la UEES ofrece la carrera de Ingeniería en Ciencias de la Computación. Esta­, a diferencia de la carrera tradicional de Ingeniería en Sistemas, integra al pénsum conocimientos en materia de electrónica y telecomunicaciones.

    Marlena León, vicerrectora académica de la UEES, explica que aunque todavía hay alumnos cursando la carrera tradicional de Ingeniería en Sistemas, ya no están inscribiendo nuevos alumnos en esta, pues la Ingeniería en Ciencias de la Computación, “que es más integradora”, la reemplazará.

    Añade que la universidad, además, espera ofrecer una carrera enfocada en nanotecnolgía. “Tenemos proyectos de investigación en este tema y como carrera estamos estudiando la mejor forma de implementar el proyecto”, indicó.

    La nanotecnología se dedica al diseño y manipulación de la materia a nivel de átomos o moléculas, con fines industriales o médicos, entre otros objetivos.

    La Universidad Yachay Tech, creada en el 2014, ya ofrece una Ingeniería en Nanotecnología que dura un total de cinco años.

    Otro factor que guía a la academia en el diseño de nuevas carreras tiene que ver con las motivaciones que guían a los jóvenes del mundo de esta generación.

    Una encuesta realizada en el 2016 por la Fundación Telefónica en América Latina reveló que un 72% de los jóvenes de la generación milenial (de entre 20 y 30 años) se cree capaz de lograr una transformación local. Según el informe, ellos se sienten “agentes de cambio” en su comunidad.

    De ahí que entre sus intereses de estudio también apuntan a lo relacionado con justicia social, protección del medioambiente y naturaleza, así como alimentación y vida más saludables.
    En este campo, la UEES creó una Ingeniería en Biodiversidad y Desarrollo Sostenible. “Se encarga de dar herramientas al estudiante para diseñar programas para que los países se desarrollen sin afectar a la biodiversidad de los territorios”, explica León.

    Mientras, la Universidad Indoamérica ofrece una carrera en Biodiversidad y Recursos Genéticos, con una duración de un total de cinco años.

    A pesar de estos cambios, según la Senescyt, la mayoría de las carreras en el país está enfocada todavía áreas tradicionales, como la administración y las ciencias sociales. En estas dos áreas se concentran 773 de las 1 427 carreras que se ofertan en el país.

    Una opción para integrar a todos en la universidad

    En Ecuador la educación superior a distancia es una opción para todo aquel que, por diversas cuestiones, no tiene alternativas para acudir a las aulas.

    De acuerdo con la Secretaría Nacional de Educación Superior, Ciencia y Tecnología (Senescyt), hasta el pasado 3 de marzo pasado había 137 programas o carreras en pregrado a distancia en universidades, 25 en línea, entre pregrado y posgrado y 190 semipresenciales entre pregrado y posgrado.

    La Universidad Técnica Particular de Loja (UTPL) es un referente en este modelo desde 1976. Surgió con el objetivo de permitir el acceso a la educación superior a personas que quedaban excluidas de estudiar por trabajo, cuidado de niños o porque vivían en zonas donde no existen centros de enseñanza superior.

    Actualmente, su oferta académica incluye cuatro áreas de estudio, cada una con diferentes carreras como ciencias de la educación, comunicación social, derecho, administración, sicología, ingeniería en tecnologías de la información, administración de empresas turísticas, entre otras.

    En el país tiene 82 centros de apoyo para atender las necesidades de los estudiantes. Además, cuenta con un área similar en Nueva York desde 1998 y dos más en Madrid y Roma, desde el 2000, para atender a los migrantes.

    La modalidad se abre todos los semestres. La UTPL indica que hasta la fecha ha podido acompañar “a más de 33 000 personas en las carreras de grado y más de
    22 000 en las de posgrado”.

    Otras instituciones también cuentan con esta modalidad como la Universidad Politécnica Salesiana (UPS). Esta se aplicó desde la década de los ochenta.

    La carrera de antropología aplicada se abrió en dicho segmento en 1987, cuando funcionaba el Instituto Superior Salesiano, antes de crearse la UPS. Las otras carreras que se abrieron fueron educación intercultural bilingüe (1994); gestión para el desarrollo local sostenible (1997) y teología (1999).

    Bajo esta modalidad hace 10 años la UPS tenía 200 estudiantes; ahora son unos 1 200.
    A partir de septiembre de 2018, la UPS dará un giro y abrirá cuatro carreras en modalidad virtual.

    El centro cree que “los nuevos modelos educativos, los horarios de su público y el hecho de favorecer a una mayor inclusión laboral son factores por los cuales se ofertarán carreras on line para el período de septiembre 2018 – febrero 2019”. Las carreras serán las mismas que ahora hay a distancia.

    Esta modalidad se abrirá semestralmente. La idea es “adaptarnos a la demanda de personas vinculadas a escenarios laborales y territoriales donde el tiempo para su formación académica no responde a horarios convencionales. Además, se incorporaron las potencialidades que brindan las tecnologías de información y comunicación adaptadas a la educación”, indica la institución.

    Este tipo de vía de estudio incluirá un campus virtual, así como profesores capacitados para trabajar en estos procesos de enseñanza – aprendizaje en línea.

    Otras casas de estudio como la Universidad de las Américas (UDLA) ofrecen la modalidad semipresencial desde el 2010.

    En pregrado se puede acceder solo a la carrera de administración de empresas, mientras que en posgrado está la maestría en dirección de comunicación empresarial e institucional. Esta es semipresencial, con apoyo virtual.

    La UDLA explica que la modalidad se abre todos los semestres. Arrancó con 18 estudiantes y hasta el período anterior contaban con 240 estudiantes.

    El docente que a la vez es investigador tiene la gran ventaja de poner en práctica con sus estudiantes lo que desarrolla a nivel teórico. La ética es otro de los valores fundamentales. Ilustración: Ingimage
    El docente que a la vez es investigador tiene la gran ventaja de poner en práctica con sus estudiantes lo que desarrolla a nivel teórico. La ética es otro de los valores fundamentales. Ilustración: Ingimage
  • España buscará fomentar la transferencia de I+D+I con Ecuador

    Agencia EFE

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    La directora de la Cooperación Española con América Latina y el Caribe, Carmen Castiella, inició este 7 de marzo del 2018 una visita de cuatro días a Ecuador para observar los proyectos que se llevan a cabo en este país, donde su organismo lleva más de tres décadas.

    «He venido a dar seguimiento fundamentalmente al programa de cooperación que tiene la Aecid aquí en Ecuador, es un programa de larga trayectoria, llevamos más de 30 años cooperando en Ecuador», dijo la alta funcionaria.

    En su primera jornada de trabajo, la diplomática española se reunió con la subsecretaria de Cooperación, Rocío Vergara.

    Castiella señaló que el programa de acción en el país destaca por su carácter «innovador», porque se basa en la transferencia de tecnología y conocimiento.

    «Es un programa muy innovador por una de sus líneas, que es una línea de I+D+I y supone un tipo de cooperación al desarrollo muy sofisticado, muy apoyado en las necesidades pero sobre todo en el potencial del propio país», indicó.

    De esta forma, la Cooperación Española presta apoyo a universidades emblemáticas ecuatorianas, a los institutos nacionales de innovación y promueve el vínculo entre la investigación y la cadena productiva con la educación, alentando el desarrollo de maestrías y posgrados en investigación.

    «Estamos muy satisfechos con este programa, tanto es así que es una de las líneas que queremos seguir trabajando en Ecuador ahora que nos va a corresponder renovar el Marco de Asociación País (MAP) de cara a 2019″, subrayó.

    El acuerdo que regula la cooperación bilateral vencerá el próximo 31 de agosto de 2018, y las partes comenzarán a negociar a partir de octubre un nuevo marco de acuerdo acorde a las necesidades de Ecuador y a las posibilidades de España de prestar una ayuda diferenciada y con valor agregado.

    El acuerdo por concluir ha supuesto prácticamente USD 100 millones de ayuda oficial para el desarrollo en distintos proyectos en el país, aunque respecto al próximo convenio Castiella reiteró que es difícil «hacer una predicción» pobre su monto.

    «Sí nos gustaría mantener si no la misma cantidad, sí la misma intensidad de cooperación», dijo, y destacó que Ecuador es el país de América Latina y el Caribe dónde el programa de I+D+I es más emblemático.

    Un programa que «no es tanto una cuestión de fondos como de apoyo técnico y de formación de alianzas entre instituciones y entidades de investigaciones españolas y ecuatorianas».

    Cualquier acuerdo futuro «deberá tener en cuenta el plan nacional de Ecuador y también el nuevo plan director de la cooperación española que confiamos sea aprobado en las próximas semanas», declaró la alta funcionaria de la AECID.

    En los últimos tres años la cooperación española actuaba sobre tres ejes principales: el desarrollo productivo, el I+D+I, y la formación de funcionarios públicos, a la que en 2016 se añadió un cuarto de reconstrucción a raíz del terremoto de 2016, que castigó severamente las provincias costeras del norte del país.

    Castiella visitará algunos de estos proyectos, entre ellos el de reconstrucción en la provincia de Manabí y programas de riego parcelario en Píllaro, en la provincia de Tungurahua.

    El 10 de marzo tiene programado desplazarse al Convento de San Francisco en el centro histórico de la capital, rehabilitado gracias al programa de Patrimonio para el Desarrollo de la Cooperación Española.

    "He venido a dar seguimiento fundamentalmente al programa de cooperación que tiene la Aecid aquí en Ecuador, es un programa de larga trayectoria, llevamos más de 30 años cooperando en Ecuador", dijo la alta funcionaria. Foto: EFE
    «He venido a dar seguimiento fundamentalmente al programa de cooperación que tiene la Aecid aquí en Ecuador, es un programa de larga trayectoria, llevamos más de 30 años cooperando en Ecuador», dijo la alta funcionaria. Foto: EFE
  • Un lojano que brilla en las aulas de Harvard

    Carolina Enriquez

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    De su infancia su principal recuerdo son los juegos con los niños de la calle. Eso marcó, en gran parte, la historia personal de Juan Pablo Chauvín, un lojano que, actualmente, es candidato a un PhD de políticas públicas en la Universidad de Harvard, Boston.

    En 1977, antes de que naciera, sus padres abrieron la fundación Cisol, que impulsa el desarrollo para ese grupo vulnerable. Sus vivencias con aquellos pequeños le llevaron a plantearse interrogantes como el porqué de la pobreza en el mundo y cómo superarla.

    Al crecer, estas preguntas no desaparecieron y provocaron su viaje a Quito para estudiar sociología en la Universidad San Francisco (USFQ). Mientras cursaba su carrera tuvo que tomar la materia de economía y allí se dio cuenta de su importancia para el mejoramiento de las condiciones de vida de la sociedad y no solo su vínculo con las empresas.

    Empezó como una clase, pero se convirtió en una carrera paralela. Sacrificó, incluso, los veranos y en el 2000 Chauvín se graduó de sociólogo y economista.

    Como la tierra llama y las oportunidades también, regresó a Loja, donde trabajó por dos años en el ingenio azucarero Monterrey, aplicando sus conocimientos económicos sobre producción, calidad, manejo de personal, etc.

    Sin embargo, él quería ampliar sus conocimientos. En el 2002 dejó su trabajo y volvió a Quito para iniciar una maestría en la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso) sobre políticas públicas en desarrollo local.

    Fue uno de los primeros retos académicos y económicos que superó ya que sus estudios los hizo tras ganar una beca del Fondo de Solidaridad. “Nada fácil”, dice.

    De su paso por Flacso queda su libro ‘Conflicto y Gobierno Local – el caso del transporte urbano en Quito’. El texto, que originalmente fue su tesis de grado, detalla los conflictos generados por los transportistas y las acciones desarrolladas por las administraciones municipales para superarlos.

    Para ese entonces ya le había picado el ‘bichito’ por conocer más sobre el desarrollo y la economía de las ciudades. Eso solo se profundizó durante su trabajo con la cooperación alemana en Ecuador.

    Los conocimientos que obtuvo en su empleo, su preparación académica y notas, así como la redacción de su libro le permitieron dar el salto al exterior. Postuló para una maestría en, al menos, 10 universidades y accedió a cuatro. Una de ellas fue Harvard.

    En el 2008 comenzó a estudiar la maestría en administración pública, con énfasis en desarrollo internacional gracias, también, a financiamiento. Es, a su decir, la más difícil del mundo en su área.

    Alcanzar esta meta no sorprendió a amigos como Carlos Granda, a quien conoce desde los ocho años. Como buenos lojanos, vinculados al arte, quisieron de niños escribir el guion de una película y ya de adultos mantienen su gusto por la música y la guitarra.

    De Chauvín asegura que ha “redefinido el concepto de excelencia”, citando a Ricardo Hausmman. Este economista venezolano fue profesor del académico en Harvard y la persona que más ha influido en su formación.

    Junto a él, Chauvín trabajó en el Centro de Desarrollo Internacional de la famosa universidad. En la institución, el académico lojano ha conocido personalidades de la economía entre los que está Dani Rodrik, Larry Summers, el premio Nobel Amartya Sen -a quien casi atropella una vez con su bicicleta- y a otro de sus mentores, Edward Glaeser, el más famoso economista urbano del mundo.

    Al centro llegó luego de una invitación para trabajar, una vez que terminó su maestría. Si bien los primeros años en Boston fueron complejos por las diferencias en la cultura y el nivel de estudios entre los norteamericanos o europeos y los alumnos de América Latina, se dio cuenta de las inmensas oportunidades que tenía al estar en “el Disney de los intelectuales”.

    Todo ello le llevó a postular por el PhD. Durante los años de estudio profundizó en los temas que más le han apasionado en su vida: pobreza y ciudades.

    De hecho, durante esta etapa escribió un artículo sobre las diferencias de la urbanización en ciudades ricas y pobres en Brasil, China, India y EE.UU. El texto se publicó en el Journal of Urban Economics (publicación líder en el área de economía urbana hoy en día), y es uno de los tres artículos que la gente más ha bajado durante los últimos tres meses.

    Tiene el récord de premios por calidad de enseñanza por su labor como asistente de cátedra, según la administración de la escuela de gobierno JFK. “Es impresionante cómo dicta las clases en inglés. Explica la teoría con claridad”, dice Andrés Hidalgo, ecuatoriano y compañero en Harvard de ‘JP’.

    Más datos

    Formación. Es economista y sociólogo de la USFQ. Tiene una maestría en Harvard y aspira a concretar su doctorado. Su tesis de grado final se enfoca en género y ciudades.

    Familia. Está casado con una mujer de Bosnia y tiene dos hijos. Este ecuatoriano busca dedicarse más a la academia ya que “le encanta” investigar. Ha sido consultor para el Banco Mundial, OCDE, GIZ, entre otros.

    Chauvín hizo una maestría sobre políticas públicas en desarrollo local. Foto: Cortesía Juan Pablo Chauvín
    Chauvín hizo una maestría sobre políticas públicas en desarrollo local. Foto: Cortesía Juan Pablo Chauvín
  • Belén Sánchez usa todo lo que sabe para apoyar al innovador

    Pedro Maldonado

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    Editor del Semanario LÍDERES (I)

    Que una niña de siete años deba abandonar su clase porque sus papás no han pagado las pensiones puede ser una experiencia traumática. Pero en el caso de Belén Sánchez, esta vivencia le permitió valorar la educación y las oportunidades.

    El episodio ocurrió cuando esta quiteña tenía siete años de edad y la situación económica del país había golpeado a su familia. Sánchez recuerda los detalles de ese día. “Era la clase de matemáticas y salí del aula en medio del murmullo de mis compañeras”.

    Esa experiencia fortaleció a la niña que con el tiempo se convirtió en una exitosa profesional. Sánchez tiene estudios en Alemania y EE.UU. En Ecuador ha colaborado en los sectores público y privado. Hoy esta ecuatoriana reside en Washington D.C., donde se desempeña como consultora del Banco Mundial en temas de comercio y competitividad.

    Además, el año pasado lanzó la plataforma Global Ecuadorian Hub en la que difunde el trabajo de ecuatorianos que destacan en campos como la biomecánica, hasta el turismo, pasando por la innovación social.

    En los inicios de su trayectoria profesional, esta aficionada a la capoeira, la danza aérea y la meditación se ilusionó con el comercio justo a tal punto que viajó de mochilera por el Ecuador intentando trabajar con pequeñas comunidades. “Golpeaba puertas, pero pocas se abrieron”.

    Una de los espacios en los que tuvo respuesta fue el Fondo Ecuatoriano Populorum Progressio (FEPP), en el 2006. Esta organización le permitió trabajar en la capacitación de un grupo de mujeres caranquis, en la comunidad de San Clemente, en las faldas del monte Imbabura. “Allí me di cuenta de lo importante de entender la base social. Eso fue trascendente para los proyectos de desarrollo en los que trabajé después dentro y fuera del país”.

    Tras esa experiencia partió a Alemania para estudiar. La idea del comercio justo seguía en su mente y al retornar de Europa, en el 2010, viajó a Honduras para trabajar con la agencia de Cooperación Alemana. Regresó a Ecuador y tenía la idea de una empresa de moda étnica; empezó a trabajar en el Ministerio Coordinador de la Producción donde fue gerenta de InnovaEcuador.

    Nathalie Cely, entonces ministra coordinadora de la Producción, la recuerda por su curiosidad, su inteligencia, su carácter fuerte y por ser muy trabajadora. “Sus virtudes se enfatizan gracias a su sencillez y a su historia de vida donde en cada espacio ocupado ha sabido dejar lo mejor”.

    En el Ministerio, Sánchez trabajó con Camilo Pinzón, quien se desempeñaba como subsecretario de Desarrollo Empresarial. Él la describe como una joven entusiasta, responsable y muy técnica. “Belén nos ayudó a desarrollar instrumentos para gestionar la innovación en el sector público”.

    Pinzón también cuenta que luego de salir del Ministerio, junto con Sánchez y otros profesionales idearon lo que hoy es la Corporación para el Emprendimiento e Innovación del Ecuador, que maneja la Alianza para el Emprendimiento y la Innovación (AEI).

    Esas experiencias fueron marcando el camino de esta mujer casada con un danés-estadounidense, a quien conoció en las redes sociales, que también trabaja en temas de desarrollo.

    Al interés que tiene Sánchez por apoyar a emprendedores e innovadores se suman las ganas de estudiar y actualizar sus conocimientos. El título más reciente lo obtuvo en Harvard, donde terminó una maestría en administración pública, en el 2017.

    Andrés Zurita, director ejecutivo de la AEI, conoce a Sánchez desde las aulas universitarias. “Belén siempre fue una líder, enfocada en la excelencia. Sus estudios en el exterior consolidaron su disciplina y perfeccionismo”.

    Uno de los mayores aportes, según Zurita, estuvo en abrir campo para buscar inversión para el emprendimiento y la innovación en Ecuador. “Es de esas mujeres que muestran que con esfuerzo se logra la igualdad de oportunidades”.

    Como consultora del Banco Mundial, esta ecuatoriana está enfocada en dos proyectos. Uno implica la revisión del gasto público en ciencia, tecnología e innovación en Colombia. El segundo proyecto está en Sri Lanka y trata sobre el diseño de un centro de innovación climática.

    En medio de sus tareas, Sánchez se da tiempo para meditar una hora al día. Su trabajo se cumple, a veces de manera remota y en ocasiones en las oficinas del Banco Mundial. “No tengo una rutina establecida”. Y su segunda tarea es la generación de podcast para la plataforma que va ganando seguidores en EE.UU.

    Esta quiteña es consultora del Banco Mundial y fundadora de la plataforma Global Ecuadorian Hub. El aprendizaje marca su trayectoria profesional. Foto: Diego Pallero / EL COMERCIO
    Esta quiteña es consultora del Banco Mundial y fundadora de la plataforma Global Ecuadorian Hub. El aprendizaje marca su trayectoria profesional. Foto: Diego Pallero / EL COMERCIO
  • La educación incide en el empleo

    Carolina Enriquez

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    Gabriela Córdova, economista y catedrática de la Universidad de las Américas (UDLA), indica que una pobre educación y la compleja situación económica llevaron a que el subempleo a escala nacional vuelva a los niveles en que se encontraba hace diez años en el país.

    ¿Por qué las cifras de sub-empleo en el país no han tenido variaciones significativas desde el 2016?

    El trabajo en el país se sustenta en empleos de baja calidad. En los sectores que más empleados concentran, entre los que están la agricultura y el comercio, es donde mayoritariamente se aglutinan los empleos de mala calidad.

    La última vez que hubo una cifra a un dígito de subempleo fue en diciembre del 2012. Desde ese momento creció hasta llegar a la cifra actual, casi igual a la de hace 10 años atrás. ¿Qué provocó este aumento de subempleados?

    Hay una relación directa entre empleo y actividad económica. Esta ha bajado, desde 2016 en adelante. La recesión que sufrió el Ecuador afectó también la calidad del trabajo. Pero hay una ventaja, al menos.

    ¿Cuál?

    Que las cifras de desempleo son bajas. Estas no se modifican mucho porque si la gente no tiene trabajo lo que hace es buscar una actividad de baja calidad. Al menos busca ingresos. Por eso nuestros registros son reducidos frente a otros países de la región.

    ¿Las personas en el subempleo desarrollan actividades a las que se conoce como ‘informales’?

    Los subempleados no son solo los informales. En el subempleo está la gente, a todo nivel, que está dispuesta a trabajar más tiempo pero no encuentra ese puesto. Es gente que necesita y quiere trabajar, al menos, la jornada regular.

    ¿Por qué estas personas no pueden encontrar un empleo considerado como ‘formal’?

    En primer lugar hay que analizar qué es un empleo formal. Según el INEC, son los negocios que tienen Registro Único de Contribuyente (RUC) o Régimen Impositivo Simplificado. Cuando se trabaja en un lugar que no tiene RUC se está en la informalidad.

    Más personas se encuentran en el subempleo a escala nacional. ¿Por qué se hallan en esa condición?

    Normalmente, en el subempleo el nivel de educación es menor. Son personas que no han terminado la educación completa.

    Un estudio de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales asegura que existe el subempleo entre profesionales. ¿A qué se debe esto?

    Eso obedece a la situación económica que enfrenta el país. Puede haber una reducción del empleo y la gente que no labora busca otra actividad para subsistir hasta hallar un trabajo denominado pleno -ocho horas diarias y con al menos el sueldo básico-.

    En el país hay gente a la que se considera como sobre educada. Algunos de ellos tampoco acceden a empleos plenos ya que las empresas no les pueden pagar lo que buscan. ¿Eso desalienta para que la persona siga estudiando y preparándose mejor?

    En realidad la idea de la preparación es que se reactive la actividad productiva. Creo que el objetivo de la educación es generar emprendedores que traten de abrir sus propias empresas y generen empleo. A veces la concepción que se tiene de la educación es que se lo hace para ser un asalariado, laborar para alguien más.

    Durante la década pasada hubo un ‘boom’ de jóvenes que salieron a estudiar al exterior a buscar títulos de cuarto nivel o más. ¿Esto rendirá frutos al mediano o largo plazos?

    Sobre todo a mediano plazo. Esa es la inversión que se hizo como país: tratar de capacitar a la gente para que luego venga y desarrolle emprendimientos. Las personas que salieron con beca pública tuvieron o tienen que regresar a trabajar en el país. Al volver han buscado empleo, en la parte pública, pero no lo han logrado. No solo es ser trabajador, sino conformar una propia empresa.

    ¿Hay algún sector específico en el que puedan desarrollarse más estos emprendimientos?

    Depende de la especialidad. El tema de servicios tiene amplio dinamismo en Ecuador y el mundo. Se puede prestar servicios y generar producción. Hay que desarrollar valor agregado para el país.

    Si uno revisa las cifras del INEC se observa que la mayor cantidad de personas que están en el subempleo no son jóvenes, sino aquellas entre los 45 y los 64 años. ¿Ese segmento etario ya no tiene la capacidad para hallar un empleo pleno?

    Tienen mayores dificultades para ser contratados. Pueden tener experiencia, pero las empresas prefieren contratar a gente joven. Las personas de 45 a 64 años que buscan tener algún tipo de actividad lo hacen para sobrevivir.

    Las personas en el subempleo, según el INEC, están en esta condición entre 1 y 10 años, lo que implica que a largo plazo no han logrado resolver su situación. ¿Es este un problema estructural?

    El tema del subempleo, más allá de cualquier mejora, siempre se ha encontrado en niveles altos. Las cifras se han mantenido estables. Para aumentar el empleo pleno, además de aplicar políticas económicas, son necesarias otras para fomentar la educación, la planes industriales, entre otros.

    ¿Por qué los jóvenes no ocupan un gran porcentaje en el subempleo?

    Para ellos es más factible insertarse en el empleo pleno. Además, hay que analizar que el grupo etario que más está en el subempleo se halla en una edad en que las familias dependen de ellos. Esa persona no puede decir, como un joven, que va a esperar hasta conseguir un trabajo.

    Los hombres son los que tienen mayor participación en el subempleo.

    No se puede determinar si estas personas son las que tienen mayores dificultades de hallar un empleo pleno. Esto es una cuestión de estructura. Muchas mujeres puede que estén, en realidad, en el empleo no remunerado, puede que se dediquen a tareas del hogar.

    En el país, según se observa en el INEC, hay tres sectores que aglutinan la mayor cantidad de trabajadores: agrícola, comercial y de manufactura. ¿Cómo hacer para que haya una mayor diversificación por sector y, sobre todo, que los empleos no se concentren solo en áreas primarias?

    Como comenté anteriormente, es importante el tema de la educación. Dar oportunidades y tratar de que el proceso agrícola se convierta en industrial. El ejemplo de lo que se ha aplicado con el cacao es bastante positivo. En los últimos años han surgido empresas productoras de chocolate y derivados con cacao fino de aroma que se están posicionando en el mercado nacional e internacional. Esta experiencia debe replicarse en otros productos.

    En el trimestre pasado, a diferencia de otros, el comercio pasó a liderar el área productiva que más concentró empleo. Usualmente es el sector agrícola.

    A veces cualquiera de las tres ramas que mayor empleo concentran en el país pueden variar en orden. Funciona por temas de temporalidad. Las tres aglutinan más del 50% del empleo en el país.

    Hoja de vida

    Formación. Es economista por la Universidad Católica del Ecuador. Tiene un máster en economía, con especialización en macroeconomía y finanzas de la Flacso y un máster en microfinanzas y desarrollo social en la Universidad de Alcalá de Henares (España).

    Experiencia.  Es docente a tiempo completo de la Universidad de las Américas. Ha laborado en cargos ejecutivos en la Superintendencia de Economía Popular y Solidaria y el Banco Central. Fue consultora del BID.

    Córdova ha laborado en cargos ejecutivos en la Superintendencia de Economía Popular y Solidaria y el Banco Central. Foto: Alfredo Lagla / LÍDERES
    Córdova ha laborado en cargos ejecutivos en la Superintendencia de Economía Popular y Solidaria y el Banco Central. Foto: Alfredo Lagla / LÍDERES
  • Universidad nacional destaca en un ranking

    Redacción Quito

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    La Universidad de Especialidades Espíritu Santo (UEES) se ubicó en el puesto 24 del ranking de instituciones que ofrecen MBA en línea. Es la primera vez que una institución universitaria ecuatoriana aparece en el listado.

    El ranking está liderado por el Tecnológico de Monterrey de México, seguido por la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) y la OBS Business School por tercer año consecutivo.

    En esta edición, la participación aumentó un 10% respecto al año anterior, reuniendo a más de 120 instituciones educativas de España, Latinoamérica y EE.UU.

    Según Sebastián Fernández, responsable de este estudio en Hamilton Global Intelligence, “cada año son más numerosas las instituciones que ofrecen maestrías impartidas casi 100% online y que cumplen con el mínimo de ediciones necesarias, principal barrera para la participación en el ranking en las ediciones anteriores”. También, afirma que “no solo ha aumentado la participación en el ranking, sino que los estándares de calidad de los MBA que medimos son cada vez mejores, lo que implica que la formación superior online se adapta cada vez mejor a las necesidades actuales”.

    El ranking está compuesto por 120 indicadores que miden aspectos que combinan las métricas tradicionales con la incorporación del mundo online, y se divide en tres grandes subrankings: instituciones, actores y formación.

    Según los datos recogidos entre las universidades que han participado, el 93% de los estudiantes consigue un empleo con un 20% más de salario de media.

    El ranking lleva tres años sirviendo como guía para estudiantes y profesionales del ámbito empresarial a la hora de decidir dónde cursar un MBA en línea.

    La Universidad de Especialidades Espíritu Santo (UEES) tiene su sede en Guayaquil; se ubicó en el puesto 25 de un ranking. Foto: Archivo / LÍDERES
    La Universidad de Especialidades Espíritu Santo (UEES) tiene su sede en Guayaquil; se ubicó en el puesto 25 de un ranking. Foto: Archivo / LÍDERES
  • Roberto Villamil: ‘La innovación pasa por la educación’

    César Augusto Sosa 

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    El especialista de la Organización Internacional de Trabajo (OIT) en Actividades para los Empleadores reflexiona sobre la cuarta revolución industrial y los retos que eso implica para las empresas, los trabajadores y los gobiernos de la región.

    ¿Qué trascendencia tiene que el sector empresarial del Ecuador haya planteado un plan con miras al 2030?

    Es un paso muy importante, pues además de reclamar sus legítimos intereses, el sector empresarial elaboró unas propuestas de desarrollo alineadas con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas. Eso demuestra que el sector tiene una visión de desarrollo que va más allá del crecimiento económico.

    ¿En qué sentido?

    Los ODS tienen como eje principal la erradicación de la pobreza. Y eso pone en el centro del debate el papel de las empresas como generadoras de más y mejores empleos. Cuando la ONU elaboró los objetivos de desarrollo sostenible se basó en una investigación internacional, la cual consultó a los ciudadanos del mundo sobre sus prioridades. La gente dijo que lo que más necesita es un trabajo.

    Empresarios y Gobierno tienen diferentes visiones para alcanzar los mismos objetivos. ¿Cómo superar eso?

    No es lo mismo gestionar un gobierno que estar al frente de una empresa. Lo que se debe buscar es que los Estados implementen políticas de desarrollo productivo orientadas a mejorar la competitividad y la productividad del país. Tenemos que lograr una diversificación de la matriz productiva. Las materias primas aún pesan en los países latinoamericanos, pero generan poco valor agregado. Las economías basadas en la producción y exportación de bienes primarios siempre estarán en desventaja respecto a aquellas que tienen como base las industrias innovadoras.

    ¿Hay que priorizar las empresas tecnológicas?

    No necesariamente. La idea es tener sectores modernos, que incorporen la tecnología para hacer mejor lo que vienen haciendo, con mayor calidad y productividad.

    ¿Por ejemplo?

    En España hay una empresa que elabora detergente, un producto sencillo de producir. Pero esta empresa aplica la tecnología en el proceso de producción, de almacenamiento y de distribución, usando canales no convencionales. Es decir, elabora un producto elemental, pero lo hace con un nivel de conocimiento que le permite ser muy competitiva. Y se trata de una pequeña empresa que ocupa 80 personas, pero factura 50 millones de euros anuales. Hay que repensar los modelos de producción y ver sectores que están ganando protagonismo como los servicios. La población está cambiando, hay menos jóvenes para mantener a los adultos y ahí hay oportunidades de negocios.

    ¿Qué políticas públicas han funcionado para que se desarrollen las empresas?

    Aquellos países que muestran una mayor orientación a innovar y a promover el emprendimiento, sobre todo entre los jóvenes, tienen mejores resultados. Igual sucede con aquellos que ponen énfasis en la educación, no solo en la formal sino en la profesional, para que los trabajadores del futuro tengan los conocimientos que las empresas demandarán en el futuro. Y sobre todo, los países con estabilidad política, paz social, un sistema judicial que funciona y menores niveles de corrupción tienen mejor desempeño.

    ¿Es necesario flexibilizar la legislación laboral para adaptarse a la cuarta revolución industrial, en la que los negocios cambian rápidamente?

    La flexibilización del mercado de trabajo no puede significar dejar a un lado derechos de los trabajadores. Hay que respetar la norma internacional del trabajo.

    En Ecuador se prevé reformar el Código del Trabajo, que data de 1938. ¿Qué se debe tener en cuenta para hacer reforma laboral en un mundo que cambia muy rápido?

    Si se va a emprender un cambio profundo en el Código del Trabajo hay que involucrar a los actores: empresarios y trabajadores, pues un Código no se hace todos los años. Hay que pensar en una normativa que avizore los cambios que ya se están dando como la cuarta revolución industrial o el pensamiento exponencial. El Ministro de Trabajo de Ecuador nos visitó en Lima y, entre otras cosas, planteó que la OIT ofrezca asistencia técnica para este cambio del Código del Trabajo.

    ¿Qué temas requieren mayor atención cuando se moderniza una norma?

    Los sistemas de producción, de trabajo y la forma de comunicarnos están cambiando rápidamente. Debería apostarse fuertemente a la promoción de la innovación y el emprendimiento entre los jóvenes, para que ellos entren o desarrollen nuevas actividades que tengan como materia prima el conocimiento. Y eso implica trabajar muy fuerte en educación.

    ¿Qué hacer en educación?

    Hay que modificar las bases de los sistemas educativos, para que los niños estén preparados para el mundo que se viene. Y hay que reestructurar los sistemas de formación profesional, para que los trabajadores adquieran las habilidades que demanda el mundo del trabajo y que no suelen estar en los sistemas de formación.

    ¿A qué se refiere?

    En América Latina se escucha que las empresas no encuentran trabajadores formados para cubrir sus necesidades. Pero el problema puede ser que nunca se trabajó en formar a la gente con esas habilidades. Las empresas debieran poner atención en las habilidades que necesitarán varios sectores dinámicos en el futuro.

    ¿Como cuáles?

    Servicios de salud, de cuidado a personas adultas, de acompañamiento. En esas áreas no hay mucha oferta de formación, pese a que tendrán mucha demanda. Cuando se quiere transformar una matriz productiva y tener productos con mayor valor agregado hay que incentivar al sector privado para que incorpore nuevas tecnología e innove. Y un buen paso es apoyar a los jóvenes, que hoy registran más desempleo

    ¿Qué tipo de apoyo debieran tener los jóvenes?

    Los países más desarrollados ven al joven no solo como un futuro profesional o trabajador, sino como un futuro emprendedor. Y los apoyan con las herramientas que les permitan crear empresas. Y aunque algunas puedan fracasar, otras pueden desarrollarse y ofrecer trabajos de mejor calidad.

    ¿Cuál es el escenario para las nuevas empresas en un mundo donde los robots desplazan a los trabajadores?

    Es un temor que todos tienen. Hay trabajos de baja calificación que han sido sustituidos por máquinas. Por eso la importancia de trabajar en educación y formación. En América Latina tenemos una gran cantidad de personas con educación básica.

    ¿Cómo superar eso?

    Hay dos problemas por resolver. Primero, se necesita reformular los sistemas educativos para que los futuros trabajadores estén capacitados para el mundo que se viene. Y segundo, tenemos que reconvertir a la gente que hoy no conoce las nuevas tecnologías y no está preparada para realizar otro tipo de trabajo. Los ciudadanos deberían pelear por la educación con más entusiasmo.

    Durante 14 años fue gerente general de la Cámara de Industrias de Uruguay. Fue director ejecutivo del Instituto de Promoción de las Exportaciones y de la Inversión de Uruguay (Uruguay XXI). Foto: Pavel Calahorrano / LÍDERES
    Durante 14 años fue gerente general de la Cámara de Industrias de Uruguay. Fue director ejecutivo del Instituto de Promoción de las Exportaciones y de la Inversión de Uruguay (Uruguay XXI). Foto: Pavel Calahorrano / LÍDERES
  • Universidades de EE.UU. y Reino Unido son las ‘top’

    Agencia EFE

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    Las universidades de EE.UU. y el Reino Unido, entre ellas Stanford y Oxford, son las mejores del mundo en las categorías de Ciencias Sociales, Derecho, Educación y Economía, según un ranking publicado la semana pasada por el diario The Times.

    El índice, conocido como “Times Higher Education” (THE), detalla las 100 mejores instituciones académicas en Ciencias Sociales, Derecho, Educación y Economía y Negocios, entre las que figuran algunas de España y América Latina.

    Esta es la primera vez que se tienen en cuenta carreras de Derecho y Educación en este ranking, mientras que el índice sobre Ciencias Sociales y Economía y Negocios se ha ampliado.

    En Ciencias Sociales, la Universidad de Oxford ocupa el primer lugar, seguida por las estadounidenses de Harvard y el Instituto de Tecnología de Massachusetts, mientras que Stanford está en el cuarto puesto, antes de la también estadounidense de Princeton.

    En sexto puesto está la inglesa de Cambridge, seguida de las universidades estadounidenses de Chicago, Yale y Michigan. En este apartado, la Universidad Autónoma de Barcelona ocupa el puesto 126, seguida de Pompeu Fabra (151), la Autónoma de Madrid (201), y la Politécnica de Valencia (251). Entre las latinoamericanas, para Ciencias Sociales, están la brasileñas de San Pablo (201) y de Campinas (201), la Federal de Pernambuco (301) y la Católica Pontificia de Chile (301).

    El director editorial del THE, Phil Baty, dijo que es la primera vez en los ocho años de este ranking que una institución del Reino Unido -Oxford- figura como primera en Ciencias Sociales, dejando en segundo lugar a la Universidad de Stanford. En cuanto a Derecho, la Universidad estadounidense Duke es la primera, seguida de Stanford, Yale y Chicago, en tanto que la inglesa de Cambridge aparece en quinto lugar, seguida de Oxford.

    En cuanto a carreras de Educación, los dos primeros puestos los ocupan las universidades de Stanford y Harvard, mientras que la inglesa de Oxford está en tercer lugar, seguida de la de Hong Kong. En el quinto esta la Universidad de California Berkley, seguida de Wisconsin-Madison (EE.UU.), la de California (Los Ángeles) y la de Michigan (EE.UU.), mientras que no figuran universidades españolas o latinoamericanas.

    En las carreras relativas a Economía y Negocios, la Universidad de Stanford ocupa el primer puesto, seguida del Instituto de Tecnología de Massachusetts y la inglesa de Oxford. En cuarto lugar se sitúa la London Business School y en quinto puesto la de Cambridge, mientras que Harvard ocupa el sexto lugar seguida de la de Chicago y la de Northwestern (EE.UU.).

    De España, la Universidad Pompeu Fabra se coloca en el puesto 40; la Autónoma de Barcelona en el 92; y la de Navarra se sitúa en el 101; de las latinoamericanas figura el Instituto de Tecnología de Monterrey, en el puesto 176.

    La Escuela de Negocios de Harvard está entre las mejores de su categoría, según la medición. Foto: Archivo
    La Escuela de Negocios de Harvard está entre las mejores de su categoría, según la medición. Foto: Archivo
  • La educación financiera para motivar a los jóvenes

    Redacción Quito

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    Cooprogreso apoya la educación de los jóvenes inculcándoles, principalmente, cultura de ahorro. Para ello utiliza la educación financiera y el conocimiento del cooperativismo.

    Una forma para incentivar estos procesos es la apertura de cuentas de ahorro. La cooperativa, por ello, premió con este productos bancario a los tres primeros lugares de un concurso de oratoria para jóvenes estudiantes del Distrito.

    Este año invitaron a participar a varios colegios de la zona de influencia de la empresa, en el norte de Quito, al XIV Concurso Intercolegial de Oratoria.

    Se inscribieron 13 colegios públicos y privados del sector y la empresa desarrolló un evento en el que participaron alrededor de 384 personas entre jóvenes, maestros e invitados. “Estos espacios nos permiten fomentar en los jóvenes a ser ciudadanos mucho más responsables que en un futuro no muy lejano puedan actuar adecuadamente a la hora de lograr sus metas financieras”, se indicó de la firma.

    La empresa busca impulsar el cooperativismo y por ello considera que estos procesos promueven el desarrollo de habilidades y destrezas. Cooprogreso está motivado en realizar eventos educativos sostenibles que promueven la investigación y el respeto a la libertad de expresión.

    Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), la educación financiera puede definirse como el proceso por el cual los consumidores e inversores mejoran su entendimiento de los productos, conceptos y riesgos financieros mediante información, instrucción, asesoramiento, etc., para desarrollar habilidades y ser conscientes en el manejo de su economía.

    Una imagen de la premiación del concurso de oratoria que organizó la cooperativa Cooprogreso. Premió  con cuentas de ahorro. Foto: Cortesía Ceres
    Una imagen de la premiación del concurso de oratoria que organizó la cooperativa Cooprogreso. Premió con cuentas de ahorro. Foto: Cortesía Ceres
  • Marín Bautista: ‘Se necesita más educación financiera’

    Redacción Líderes

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    El gerente general de Financoop, una entidad de segundo piso que agrupa a 116 cooperativas de ahorro y crédito, hace un balance del sector, frente al reto de reducir la demanda de efectivo en el país, sustituyéndolo por medios electrónicos.

    ¿Cuál es el balance que hace del sector de las cooperativas en lo que va del año?

    Es un sector sano. Nuestra solvencia financiera, está en un promedio de 14%, cuando la norma pide mínimo un 9%. En rentabilidad estamos en un promedio de 7%; y en el tema de mora nos manejamos en un promedio de 5,8%.

    ¿Qué peso tienen actualmente las cooperativas dentro del sistema financiero?

    El sector maneja USD 10 500 millones en activos a nivel nacional. Los bancos manejan cerca de USD 37 000. En créditos tenemos un 28% del pastel del sistema financiero nacional.

    A inicios del año se sentían restricciones de liquidez en el país. ¿Cuándo comenzaron a recuperarse los indicadores para las cooperativas?

    En 2015 y 2016 se sintió un golpe en el sector cooperativo, como en todo el país, pero hubo cooperativas que reaccionaron rápido. En 2017 vemos que están mejorando las cosas. Es una mejora general. La zona más deprimida fue la de la Amazonía, por el tema petrolero que se paralizó, entonces los negocios se cayeron, no había actividad. Pero, eso está cambiado.

    Los representantes de las cooperativas se reunieron en el 17 agosto con el presidente Moreno, ¿qué planteamientos hizo el sector?

    Pedimos que se facilite el acceso a líneas de financiamiento para los emprendimientos por primera vez por parte de los organismos financieros públicos, como la CFN y Conafips; que se fortalezca al sector cooperativo con normativas y líneas de crédito para el sector de la vivienda y acompañar así al programa Casa para Todos; y sobre dinero electrónico para poder sumarnos al proyecto.

    El Central informó que va a ceder su plataforma de dinero electrónico a las cooperativas, pero Financoop tiene ya un proyecto digital relacionado a billetera electrónica. ¿Cómo van a unificar esas dos plataformas?

    Financoop tiene un switch transaccional, que es una billetera electrónica con la que los usuarios pueden manejar el dinero de sus cuentas a través del celular. Estamos en plan piloto con cuatro cooperativas, el proyecto se llama Cooperativa Digital.
    Sobre la unificación con la plataforma del Central, va a ser un proceso, todavía no está definido si esa plataforma pasa a otra institución del sector público.

    ¿Al tener un software propio Financoop no necesitará la plataforma del Central?

    Es una opción que puede integrarse tecnológicamente. Pero el concepto global de la era digital es mucha más grande, se trata de cómo hacer que la gente utilice menos dinero físico.

    ¿Hasta cuándo va el plan piloto de Cooperativa Digital y cuánto es la inversión?

    Debería terminarse este mes con la certificación de la Superintendencia de Economía Popular y Solidaria. Con eso, antes de octubre ya podríamos empezar. Nosotros lo estamos financiado, costó menos de USD 200 000 . Estos son productos que no tienen una rentabilidad grande por transacción, sino que es un producto que va a recuperar su inversión por escala.

    ¿Si el proyecto suyo se certifica a finales de año, comenzaría a funcionar para todas las cooperativas que forman parte de Financoop?

    Será progresivo. Esperamos que a fin de año podamos sumar de las cuatro a unas 10 cooperativas y para el 2019 aspiramos que sean unas 150 cooperativas.

    Este proyecto de Financoop, como el del dinero electrónico, se alinea con la intención del Gobierno de reducir la demanda de dinero físico. ¿Cómo está la demanda de efectivo entre los socios de las cooperativas?

    Somos conservadores, usamos bastante dinero físico. Este es un proceso que requiere bastante información y educación financiera a la población, porque las cooperativas están ubicadas en las zonas rurales.

    En la reunión de la banca privada y las cooperativas con el presidente Moreno se planteó la meta de reducir la demanda de efectivo en USD 800 millones. ¿Con cuánto va a aportar el sector cooperativo a esa reducción?

    La banca tiene el compromiso de reducir los USD 800 millones en un año, seguro que nosotros vamos a sumar a eso, pero no hemos cuantificado cuánto contribuiremos, porque a las cooperativas no se nos fijó metas o plazos puntuales como a la banca.

    En cifras concretas, ¿cómo diferenciamos al cliente de las cooperativas con el de la banca en uso de estos mecanismos electrónicos?

    El uso de mecanismos electrónicos en zonas rurales es incipiente. Hay que invertir en educación financiera.

    ¿Si no lo tienen medido en cifras, cómo pueden empezar a trabajar en eso?

    Es un mercado necesario y virgen, totalmente potencial. Sabemos que el uso de tarjetas y dinero virtual está concentrado en Quito, Guayaquil y Cuenca.

    ¿Esto se da por falta de cultura financiera o por que no hay un volumen para que a las cooperativas les interese?

    Son las dos cosas. La escalabilidad y el tema cultural. El país está bancarizado solamente en un 40%, el 60% está en las cooperativas o en los informales.

    Eso se ha mantenido estancado en los últimos años. ¿No ha habido una profundización?

    El sistema cooperativo de ahorro y crédito ha venido creciendo. Ahora tenemos una población activa de 6 millones de personas. En 2012 eran 2,5 millones. Hemos tenido un crecimiento sostenido de 2012 al 2017 del orden del 70%.

    La alta proliferación de cooperativas y la aparición de tantas cooperativas pequeñas, ¿cómo ha impactado al sector?

    Se ha depurado, antes existían más de 900 cooperativas, ahora son 680. La Superintendencia jugó un papel muy importante al regular a las cooperativas de todos los segmentos. Eso ha permitido transparentar la gestión, las regulaciones tienen una proporcionalidad al nivel de exposición de riesgo de cada uno de los segmentos.

    ¿Sigue siendo alto el número de cooperativas para el mercado que existe?

    En el mediano plazo muchas cooperativas se van a juntar para hacer escala y brindar un mejor servicio a sus socios, esto es necesario porque el costo operativo de tantas cooperativas es muy alto.

    ¿Cuál es el número ideal de cooperativas en función del tamaño del mercado?

    Brasil, que tiene unos 200 millones de habitantes tiene 1 300 cooperativas, nosotros con 16 millones tenemos unas 600. Lo que hay que mirar es cómo hacer alianzas entre las cooperativas y procesos de fusión, eso es saludable.

    Es doctor en Ciencias Económicas y Administrativas, título que fue entregado por la Universidad Nacional del Callao, en Perú.
    Es doctor en Ciencias Económicas y Administrativas, título que fue entregado por la Universidad Nacional del Callao, en Perú.