Etiqueta: educación

  • Educación, ubicación e ingresos son determinantes

    Las características que tienen los clientes de las entidades financieras ecuatorianas, como bancos privados y cooperativas, varían según los ingresos que perciben, el tipo de entidad, el lugar de trabajo, la formación… Los analistas consultados coinciden en que la educación y la ubicación geográfica son factores determinantes.

    Para Rosa Matilde Guerrero, experta en mercados financieros, si bien no existe una caracterización de la población con mayor acceso a servicios financieros se puede inferir que es aquella ubicada en los estratos socioeconómicos con mayor poder adquisitivo, que está ubicada en zonas urbanas, especialmente de Pichincha, Guayas y Azuay, y que, por tanto, cuentan con mayor acceso a información financiera.

    En la Asociación de Bancos Privados no está detallado el perfil de los usuarios de los servicios bancarios. No obstante, su director ejecutivo, César Robalino considera que mientras más educada es la población mayor uso dará a los servicios de la banca. “Eso permite ampliar el mercado a los bancos”.

    Otras características, más bien apegadas al sector de las cooperativas, las menciona Javier Vaca, de la Red Financiera Rural (RFR).

    Por lo general, dice, son personas que carecen de garantías para respaldar un crédito y que no son consideradas mano de obra calificada. “Son personas que en base a sus destrezas realizan un emprendimiento, pequeño por lo general, y que requiere que la cooperativa acuda hasta donde se encuentra su iniciativa para conocer en detalle los servicios a los que puede acceder”.

    Héctor Fajardo, presidente de la Unión de Cooperativas de Ahorro y Crédito del Sur (Ucacsur), agrega que el cliente de estas entidades perdió la confianza en los bancos a raíz de la crisis de 1999 y encontró en el sector una mejor opción de ahorro y crédito. Dice que el usuario de las cooperativas, en promedio, tiene ingresos medios y bajos, y en un 60% pertenece al sector rural.

    La cooperativa Jardín Azuayo registró en junio pasado alrededor de 231 000 socios y registra cada año unos 30 000 nuevos socios, según Juan Carlos Urgilés, coordinador del Área de Servicios de la entidad. “El socio de la cooperativa -añade Urgilés- tiene ingresos medios y altos”.

  • Quimestres, ¿una moneda al aire?

    Arturo Castillo

    El afán reformista del Gobierno contrarió al arraigado hábito del régimen escolar trimestral, al cambiarlo por el quimestral. Frente a esto habrá que esperar por los resultados. Sin embargo, la decisión, de trascendencia, se sustenta en tesis de discutible solidez.

    Los argumentos técnicos no siempre justifican cambios que desacomodan rutinas, entendidas como ritmos sociales de hacer ciertas cosas. Desde luego, no se trata de dejarlo todo intacto, con la convicción de que nada es perfectible; simplemente los cambios deben justificarse. En el presente caso, la pregunta obligatoria es: ¿qué se mejora con esta decisión?

    Es ilusorio pensar que las modificaciones de forma mejorarán el fondo, que los cambios pensados desde los escritorios darán un vuelco al sistema educativo.

    De otra parte, los planteamientos pedagógicos utilizados son bastante relativos y débiles. Concretamente, no hay estadísticas comparativas sobre el rendimiento de los estudiantes de uno y otro régimen. No hay evidencias cuantitativas y cualitativas que demuestren que el cambio realizado era imprescindible.

    Si la idea es la uniformidad, que no exista un sistema dual, también se pudo adoptar en la modalidad por trimestres de forma general. En suma, es una moneda lanzada al aire, con la esperanza de que caiga al lado deseado.

    Mientras tanto, se comprometen asuntos prácticos, que alterarán la rutina familiar, que modificarán, con toda seguridad, el comercio, el tráfico turístico. Obligará a cambiar los calendarios de vacaciones establecidos por las empresas, pues muchísimos trabajadores sincronizaban su periodo de descanso con el de sus hijos.

    Las leyes, normas, reglamentos, deben armonizar con el contexto, con la realidad, para que tengan arraigo y validez, para que los colectivos se sientan incluidos, responsables de su cumplimiento y no entes pasivos, que sufren las leyes.

    Si las decisiones de los tecnócratas se basan estrictamente en divagaciones teóricas, si lo que quieren reinstituirlo todo, por el hecho de cambiar por cambiar, el fracaso está anunciado.

    Los desacomodos que provocan los cambios resultan a veces positivos, pero también pueden generar impactos sustanciales en la población.

    Toda acción orientada a apuntalar la fachada de una estructura seriamente comprometida, como en el caso de la educación ecuatoriana, solo aplaza lo inevitable: el colapso educativo.

    Con los cambios al régimen escolar solo se alborotará la comarca; lo de fondo quedará tal cual.

  • Santiago Gangotena su obsesión es el conocimiento

    Pedro Maldonado / Redacción Quito

    Crear una universidad distinta a las demás. Ese fue el objetivo que se trazó Santiago Gangotena a inicios de los años ochenta. La idea surgió tiempo antes, en la década de 1970, cuando estudiaba Física en la Universidad de Auburn, en Alabama, y en la Universidad de Carolina del Norte, en Chapel Hill, ambas en Estados Unidos.

    Al pensar en su regreso al Ecuador se preguntaba: ¿Por qué en el país no había una universidad por lo menos similar a la de Alabama? “En esos años para mi era una frustración analizar la realidad de la universidad ecuatoriana”.

    PhD en Física, amante de la pintura, de la alta cocina y de la lectura, Gangotena reconoce ahora que en la década de 1980 su idea generaba dudas entre sus familiares y amistades. “Me decían que estaba loco”. No obstante, este practicante de yoga siguió su instinto, lideró a un grupo de intelectuales y empresarios, y en 1988 abrió las puertas de lo que hoy es la Universidad San Francisco de Quito (USFQ). Esta aventura académica hoy se consolida con cerca de 350 profesores (cerca de 140 cuenta con PhD), nacionales y extranjeros, en un campus de 3,5 hectáreas de extensión, ubicado en Cumbayá, al oriente de Quito.

    Los primeros años de la USFQ no fueron fáciles. Gangotena recuerda que la idea nació como un programa académico, que no entregaba título avalado por las autoridades. “Los estudiantes y sus representantes sabían que no éramos reconocidos por las autoridades”.

    Cerca de 130 alumnos conformaron la primera promoción, y las clases se impartían en una casa alquilada en el norte de Quito. Bruce Honeisen, Juan Manuel Rodríguez, Carlos Montúfar, entre otros, estuvieron entre los primeros tripulantes del viaje que emprendía Gangotena, nacido en mayo de 1945.

    Montúfar conoce a Gangotena desde mediados de los años 70. Lo describe como una persona que siempre tiene ideas locas. “Puede estar en cualquier lugar y siempre sorprende con sus ideas”.

    También recuerda los primeros días de la universidad, en los que adecuaban los cuartos de la casa alquilada, buscaban libros, equipos, mobiliario… “Santiago es de esas personas que siempre busca mover el piso al resto, en el buen sentido, que pone retos y que sacude a la gente con sus propuestas”.

    El número de estudiantes inscritos en el programa académico de la San Francisco se duplicaba a año seguido, lo que demostraba el interés en un sistema académico que hace énfasis en tres aspectos: la investigación científica, la creatividad artística y el emprendimiento.

    La demanda continuó en aumento, hasta que en octubre de 1995 la universidad dirigida y fundada por Gangotena fue reconocida por el Gobierno. Los estatutos fueron aprobados en el 2001, y hoy, la idea de este quiteño amante del cine de ciencia ficción reúne a cerca de 5 800 estudiantes y más de 10 000 graduados desde finales de los 80.

    Gustavo Vega, ex presidente del Consejo Nacional de Educación Superior, comenta que Gangotena es un científico de calidad, físico y matemático de excelencia. “Fue pionero en la educación particular del país y eso lo logró con tesón, persistencia y voluntad”.

    Un día normal Gangotena lo empieza con lectura. “Leo de todo: economía, historia, curiosidades…” Luego revisa el correo electrónico, y si tiene tiempo, nada en su casa, también en Cumbayá.

    Las tareas en la universidad se desarrollan desde las 08:00 hasta las 19:00, apoyado en la tecnología. “Despacho casi todo por correo electrónico. Además, estoy en contacto con profesores y colaboradores gracias a una red interna de cerca de 2 000 computadoras”.

    Los colaboradores de la Universidad San Francisco reconocen la importancia de la guía que ejerce Gangotena. Giuseppe Marzano, catedrático de la universidad desde hace cinco años, lo describe como una persona brillante, genial y visionaria que estimula a la gente y que ama las libertades. “Nos aconseja que amemos lo que hacemos”.

    Marzano añade que una de las marcas distintivas de la universidad es “el sentido de compañerismo que existe en la San Francisco. Y eso nace de Santiago”.

    Otro catedrático, Juan Fernando Carpio, lo define como “un iconoclasta, un ciudadano del mundo”. También destaca el excelente ambiente que tiene la universidad y el hecho de aprender la horizontalidad norteamericana.

    Precisamente, la oficina de Gangotena muestra la universalidad a la que se refiere Carpio. Alfombrada, con centenares de libros ordenados en un aparador y regados en mesas, con figuras precolombinas, esculturas de la Escuela Quiteña, crucifijos, muebles y pinturas de distintas tendencias y estilos, amplias ventanas desde las que se observan a los estudiantes y a los profesores… En ese espacio Gangotena dirige los destinos de la universidad que en la actualidad se financia con las pensiones de los estudiantes y que ya busca un nuevo espacio, en el mismo sector en el que hoy funciona.

    ENTRE LA ACADEMIA, LA COCINA Y LAS LETRAS

    1996. Recibió un doctorado honoris causa de Kalamazoo College, EE.UU.

    1992. La revista Vistazo lo escogió como una de las personalidades del Ecuador de los últimos 35 años.

  • Un juego de negocios

    ENFOQUE. La Nación de Argentina (GDA)

    Damián Barbaressi debe decidir cuánta cerveza producirá y venderá este año, administrar bien los recursos de su compañía y monitorear el proceso de marketing y comercialización. No solo eso. En medio de todo, le toca lidiar con una crisis económica que golpea el bolsillo de sus consumidores y hace caer las ventas. Él no es el dueño real de una empresa cervecera existente.

    Pero es como si lo fuera: participa de Beertual Challenge, un juego de negocios creado por Universia y Grupo Modelo (dueño de Corona), para enriquecer la educación de estudiantes mexicanos, argentinos y españoles. En otras palabras, una simulación que busca formar CEO de manera virtual.

    En el transcurso de esta competencia, se tomarán todas las decisiones que incumben al management de una empresa, incluidas la innovación y la responsabilidad social (RSE). Estas son luego evaluadas por una herramienta tecnológica (simulador), desarrollada por StraX International. Se trata de una manera didáctica y dinámica de transmitir conocimientos en un ambiente libre de riesgos.

  • Un titiritero que muestra a personajes en 3D

    Redacción Cuenca

    Desde su infancia, el programa infantil que más disfrutaba era ‘Plaza Sésamo’. Ahora, con 23 años de edad, Santiago Cordero es el creador de un proyecto para un programa de títeres que enseña buenas costumbres y una sana convivencia a los niños.

    Desde el 2008, este estudiante de Diseño Gráfico de la Universidad de Cuenca se dedica a la elaboración de muñecos de espumaflex y hace un año los produce de forma personalizada. Es decir, si alguien le proporciona una foto, él la caricaturiza y convierte en un personaje animado en 3D. Por este negocio sus ingresos bordean los USD 80 al mes.

    En diciembre pasado, este universitario fue premiado con USD 1 000 en el concurso de Citi e Innpulsar en la categoría de emprendimiento cultural. No solo por la calidad y creatividad de sus títeres, sino por desarrollar un programa para menores de edad, en el cual se enseñan valores familiares y sociales, explicó el director de la incubadora Innpulsar, Juan Francisco Cordero.

    Este emprendedor está en la fase de planeación del programa y está analizando cómo transmitirlo. Aún faltan detalles, pero está animado, porque “impulsará la educación de los menores, de una forma divertida”, asegura.

    Para Blasco Moscoso, su ex profesor de Dibujo Artístico, el éxito de Santiago Cordero con sus títeres no es casualidad, sino producto de su responsabilidad y compromiso con la carrera de Diseño Gráfico. Durante el tiempo que él fue su docente, explica, identificó que es sobresaliente y tiene un concepto visual y estético interesante.

    Cristina Álvarez conoce el trabajo de este cuencano y destaca la perfección en el rostro de las figuras y detalles como el pelo y la vestimenta que se asemejan a la persona que caricaturiza. El programa para niños que está desarrollando podría ser una suerte de ‘Plaza Sésamo’ ecuatoriano para los menores del país”, dice.

    Cordero conoce el mercado y sabe que aunque hoy existen juegos de video, su programa tendrá humor, enseñanza y títeres llamativos, por lo que tiene fe en el éxito de esta iniciativa.

    El emprendedor tarda entre tres días y dos semanas en la elaboración de cada personaje, según el tamaño y las características. Pinturas, tijera, espumaflex y creatividad son sus herramientas en la confección de estos muñecos. Para el ganador del concurso de emprendimiento de Citi e Innpulsar, esta actividad lo divierte, igual que ver ‘Plaza Sésamo’.

  • La oferta y la demanda de postgrados aumentan en Ecuador

    Redacción Quito

    Laura Pinzón, de 26 años, tiene dos títulos de pregrado en Ciencias Políticas y Administración Pública. Además, una especialización en Gestión y Planificación del Desarrollo Urbano Regional. Pero sentía que aún estaba en un nivel técnico, quería prepararse más y con sus conocimientos generar cambios. Por eso decidió estudiar una maestría.

    Esta joven colombiana estudia Desarrollo Local y Territorial, en la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso), con sede en Quito.

    En el artículo 118 de la Ley de Educación Superior se indica que el cuarto nivel, de posgrado, está orientado al entrenamiento profesional avanzado o a la especialización científica y de investigación. En este nivel se pueden obtener títulos de especialista y dos grados académicos de maestría, PhD o su equivalente.

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    Para estudiar un posgrado, los interesados deben contar con un título de tercer nivel. En Ecuador hay 397 posgrados (especialización y maestría) que se dictan en universidades del país. De ellas, tres están especializadas en estudios de cuarto nivel: Flacso, Universidad Andina Simón Bolívar y el Instituto de Altos Estudios Nacionales (IAEN).

    Flacso tiene, al momento, 833 estudiantes de maestrías y 68 de doctorados. En el período 2013-2015 ofrece 13 maestrías en Antropología, Ciencias Políticas, Comunicación, etc.

    Desde octubre, en la U. Andina iniciarán clases unos 2 000 estudiantes del Ecuador y otros 20 países. Este centro de estudios se concentra en áreas como Comunicación, Derecho, Educación, etc.

    La oferta académica del IAEN se enfoca, en especial, en formar al sector público, aunque un 20% de sus estudiantes es del segmento no estatal. Hoy, cuenta con 11 maestrías.

    Víctor Torres, decano académico de este centro, dice que el enfoque de los estudios son «profesionalizantes» (aplicación práctica), aunque están por abrir dos maestrías en investigación.

    Para elegir entre lo práctico y lo académico es fundamental definir antes de optar por una especialización, pues determinará el área de desempeño profesional a futuro, dice Torres. De 1 007 estudiantes con los que contó el IAEN entre el 2007 y el 2012, 276 se graduaron. El resto egresados que aún no hacen su tesis, que están en programas de graduación, que abandonaron su carrera, etc.

    Alfonso Espinosa, rector de la Escuela Politécnica Nacional, recomienda informarse de la malla curricular, la experiencia de los profesores y el lugar que ocupa el centro en el ranking local de universidades ante de optar por una especialización. De los 9 800 estudiantes de este centro, entre un 15 y 20% cursan estudios de cuarto nivel.

    Alejandro Ribadeneira, presidente de la Corporación Ecuatoriana de Universidades Particulares (Ceupa), dice que en el país un buen número de especializaciones que se cerraron por estar caducos y eso afectó la oferta. Por eso, cree que debe agilizarse el proceso gubernamental de aprobación de maestrías para ampliar la oferta en el país. La mayoría, dice, se concentra en Ciencias Políticas, Ingenierías, Negocios, entre otras.

    Más oferta

    La maestría y el PhD.  son especializaciones dirigidas a personas con conocimientos avanzados.

    La oferta.  Además de las tres  universidades de posgrado, varias instituciones de educación superior disponen de estudios de cuarto nivel en Administración en Salud, Administración de Empresas, Periodismo, Gerencia Empresarial, Talento Humano, etc.

    Especialidades.  Los temas ambientales han hecho necesarias especializaciones en Medicina de Emergencias y Desastres, Recursos Hídricos y otros.

    Los estudios ‘on line’. Son una opción para profesionales con horarios de oficina poco flexibles. En el país la oferta se relaciona con Abogacía, Educación, Gestión Empresarial, entre otras.

    397 posgrados (especializaciones y maestrías) están disponibles en el país.

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    Poco vínculo entre empresas y academia

    El cuerpo docente también es extranjero

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    Las preferencias van más allá de un MBA

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  • El cuerpo docente también es extranjero

    Redacción Guayaquil

    Cursar un postgrado en la actualidad significa, de cierto modo, vivir también otras realidades. Conocer experiencias de terceros, otros contextos y analizar casos que no necesariamente ocurren en el centro donde se estudia.

    En las aulas de posgrado del país la globalización es evidente. Existe influencia extranjera y aprendizaje que proviene de la academia no solo local, sino también internacional.

    El libro ‘El futuro de la educación en Management en Ecuador’, publicado entre el IDE Business School y la Espae Graduate School of Management, reafirma esto. En el documento se señala que «a nivel regional, las escuelas de negocios cuentan cada vez más con profesores internacionales -tanto latinoamericanos como de otras regiones».

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    En el IDE, por ejemplo, un alto porcentaje de los docentes son foráneos. A través de la red de competitividad de Harvard, Microeconomics of Competitiveness (MCO), los alumnos tienen la oportunidad de cursar los programas con profesores especializados que provienen de otros países. A su vez, los catedráticos nacionales se «exportan».

    Gabriel Rovayo, director general del IDE dice que esto genera que el ‘know-how’ se comparta y se contrasten realidades que son útiles para la práctica. Las pasantías o estudios de módulos específicos en otros países son también fundamentales en este aspecto. El IDE tiene convenios con el Ipade (México), el IESE (España), entre otros.

    En la Universidad de Especialidades Espíritu Santo (UEES) de Guayaquil la situación es similar. Algunos contenidos son dictados por expertos internacionales que visitan el país específicamente para impartir esos módulos. Esta universidad tiene convenios con universidades como el Incae (Costa Rica) y The George Washington University (EE.UU.).

    La tecnología es esencial en este sistema. Joaquín Hernández, vicerrector de Posgrados de la UEES, explica que a través de software especializado, se pueden realizar videoconferencias entre profesores extranjeros y alumnos del Ecuador, sin necesidad salir del país.

    Es además indispensable para acceder a documentos investigativos como publicaciones científicas y revistas indexadas, que son material clave para quienes realizan un postgrado, tanto en el curso de los programas, como al momento de realizar sus tesis.

    En la Espae la tecnología juega también un papel clave. Allí, los estudiantes de maestrías empresariales como Master in Business Administration (MBA) pueden realizar simulaciones de negocios. Sonia Zurita, coordinadora académica de MBA de la Espae, indica que esto permite poner en práctica la teoría aprendida en las aulas. «Es una manera de afianzar conocimientos de manera realista».

  • Prolipa aporta a la educación con sus textos

    Leonardo Gómez Redacción Quito / LÍDERES

    Luis Calderón no puede disimular la emoción cuando se da cuenta que más de tres generaciones aprendieron a leer con el libro que él y sus esposa, Blanca de Calderón, diseñaron: El Patito Lee.

    Esteban Salas, por ejemplo, recuerda que hace 22 años, cuando cursaba el primer grado, imprimió en el Patito sus primeros garabatos. «Era un texto muy didáctico y me llama la atención que ahora lo utilizan también mis sobrinos».

    Lo que Salas desconoce es que el Patito inició como un cuaderno de trabajo que Calderón y su esposa diseñaron para Cristian, el primero de sus cuatro hijos, quien sufría de osteomielitis y le impedía asistir regularmente a la escuela, a causa de los cuidados médicos que recibía.

    Los esposos se formaron en la docencia y cuentan que para la década de 1970 solo existían textos de lectura y no de trabajo. «Los maestros perdíamos mucho tiempo dibujando en cada cuaderno las muestras de cada letra del abecedario, para que los estudiantes pudieran hacer sus deberes», recuerda Alexandra Tapia, una maestra de primaria retirada.

    Era 1979, cuando con un préstamo de 5 000 sucres los esposos Calderón imprimieron la primera edición de Patito, nombre que escogieron en honor a su tercer hijo: Patricio. «De ese tiraje, 4 500 libros se repartieron gratis en todas las escuelas que había en la Costa y Sierra», recuerda Calderón. Seis meses después tuvieron que imprimir 25 000 libros adicionales, pues las escuelas comenzaron a solicitar el texto para su malla curricular.

    Calderón y su esposa se encargaban del diseño y contenido, pero no tenían una imprenta, por lo que imprimían sus textos en Gráficas Mediavilla Hermanos, propiedad de los hermanos de Blanca.

    En el 2000 invirtieron USD 300 000 para comprar una imprenta y consolidar Grafitex, que actualmente gerencia su primogénito en el sector de Calacalí (norte de Quito). Tres años más tarde crearon Prolipa y confiaron la gerencia a José Luis Calderón, su segundo hijo. Desde el 2003, ampliaron su producción con textos de Ciencias Naturales, Estudios Sociales, Matemáticas y Lenguaje.

    La oferta se amplió a 25 títulos, manteniendo como producto estrella: El Patito Lee. En el 2004, comenzaron a exportar sus libros a Costa Rica, Guatemala, Panamá y El Salvador, lo que les genera ventas de un promedio de USD 50 000 a 70 000 al año.

    Con 90 personas en la nómina, en el 2012 Prolipa facturó USD 5,1 millones.

    Uno de los distribuidores más antiguos es Armando Solórzano. Vende esos libros en Azuay. «Fui docente y distribuyo desde hace 28 años porque confió en la calidad de los contenidos».

    LA INSIGNIA

    ‘El crecimiento benefcia a todos’

    María Rosa Obando, Gerenta Administrativa Comercial.

    Estoy a cargo del control adnministrativo y la gestión de calidad y trabajo en Prolipa desde hace siete años. Algo que llama mucho la atención en esta empresa es que la gente realmente está puesta la camiseta, es casi como una familia y muestra de eso es que la rotación de personal es realmente baja.

    El trabajo es exigente y quizás no tenemos los salarios más altos del mercado, pero el trato y el buen ambiente hace que la gente se quede. Además, en ciertas áreas existe un plan de carrera.

    El crecimiento económico es sostenido y de eso se benefician todos en la empresa, desde la parte directiva como en el personal operativo. Uno de los factores para eso es que todo el tiempo se está innovando.

  • Las preferencias van más allá de un MBA

    Redacción Guayaquil

    Tradicionalmente los posgrados enfocados en especialidades administrativas son los preferidos por los ejecutivos. Hombres y mujeres de negocios optan por un posgrado en áreas como finanzas, economía o marketing.

    Pero esa tendencia viene disminuyendo hace unos tres años. Hoy los profesionales, debido a la amplia oferta y los requerimientos en el campo laboral para ocupar cargos medios o altos han originado que la demanda se dinamice.

    Maestrías como las de Gestión de Proyectos (MGP) están entre las más requeridas en instituciones como Espae Graduate School of Management desplaza al MBA (Master in Business Administration). La MGP se oferta dos veces al año, en promedio, y admite a unos 45 estudiantes.

    Especial de:

    Sonia Zurita, coordinadora académica de la Espae, dice que los profesionales se inclinan por esa especialidad pues permite desarrollar proyectos con Organizaciones No Gubernamentales, proyectos sociales, públicos y de construcción.

    En los últimos cinco años, según la Espae, el 63% de los alumnos de esa carrera tienen títulos de pregrado de ingenierías; el 14% de economía; el 20% de administración; y el resto de ciencias como medicina. El 72% de estudiantes ocupaba un cargo de nivel medio o alto.

    En el 2003, la oferta de la Maestría en Gestión Hospitalaria provocó que los profesionales en medicina, que normalmente se inclinaban por un MAE para administrar entidades de salud, optaran por esta. El 88% de los profesionales de la Espae que estudiaron desde el 2008 tiene títulos relacionados a las ciencias médicas. El 83% tenía una experiencia gerencial superior a los dos años.

    Joaquín Hernández, vicerrector de posgrados de la Universidad de Especialidades Espíritu Santo, comenta que aunque la tendencia varió: el MBA sigue siendo el programa más solicitado. Pero aclara que despuntan las maestrías en Derecho Constitucional, debido a los cambios en las leyes del país.

    Esos cambios obligan a los centros de estudios a analizar e identificar las necesidades de los alumnos. La Espae, por ejemplo, ofrece un MBA que diferencia entre ejecutivos jóvenes; para estos últimos tiene una maestría ‘part time’ (a medio tiempo) y para los de mayor experiencia ofrece una maestría ejecutiva. El proyecto de cambio en la matriz productiva llevó a Espae a pensar en una Maestría en Agronegocios.

    La oferta en el país.

    Programas de posgrados. A inicios de los años 90 en el país se ofertaban unas 100 maestrías. En el año 2000 la cifra se incrementó a más de 1 000.

    Las modalidades. Hay semipresencial, presencial, a distancia y online.

    Los cambios. En el futuro, los jóvenes serán mayoría en los MBA.

  • Los pupitres entran en su portafolio de negocios

    Redacción Cuenca

    La empresa Rival, cuyo eje de producción son las tuberías y conexiones, apostó por la diversificación: desde este año produce pupitres en polietileno, para establecimientos educativos.

    Estos escritorios se conocen como Qdesk, que son un desarrollo de la firma estadounidense Qproducts. Esta compañía vendió el derecho de patente en Qatar, India, Brasil, Colombia, México, Venezuela, entre otros países. En el sitio web www.qproducts.net, la compañía especifica que la exclusividad de la patente para Ecuador la tiene Rival.

    Estos escritorios son de una sola pieza, sin bordes filosos y con diseño ergonómico, explica Rodrigo Espinosa, gerente Comercial de Rival Productos Especiales. «La ventaja es que no tiene tornillos, por lo que no se oxida y tampoco (utiliza) madera que se pudre. Estamos seguros de su calidad, por eso tiene 10 años de garantía. Además, el polietileno se recicla, por lo que es un producto amigable con el ambiente».

    Por estos beneficios, desde el 2011, Rival se interesó en producir estos escritorios en Ecuador. Por ello, el año pasado, invirtió USD 1 millón en la máquina de moldeo rotacional, que toma el polietileno, lo calienta, moldea y enfría.

    El pago de la patente, explica Espinosa, se realiza bimensualmente, según las ventas de los pupitres.

    Rival produce unos 300 pupitres al día y el 90% se comercializa en escuelas públicas. Este mes invertirá USD 1 millón adicional, para adquirir otra máquina igual y duplicar la producción.

    La razón de esta acogida se debe a que el único mantenimiento que necesita la silla es una limpieza con agua y jabón, por lo que el ahorro para las escuelas es significativo. Al menos así lo expresa Ramiro Quevedo, rector de la Unidad Educativa Juan Bautista Vásquez, en Azogues. Este plantel adquirió 64 pupitres, en enero pasado, y dice que están satisfechos por ser cómodos y útiles.

    Algo similar indicó Daniel Cabrera, rector del Colegio Nacional Técnico Industrial Fausto Molina (Tarqui), que adquirió 68 escritorios.

    Una de las ventajas de este producto es la diversidad de tamaños que se acoplan a las diferentes estaturas y peso de los estudiantes. Espinosa explica que hay tres tamaños: el pequeño es para personas entre 1,28 metros (m) y 1,40 m de altura; el mediano es para personas entre 1,41 m y 1,57 m; el más grande es para personas que midan más de 1,58 m.

    El peso de estos pupitres oscila entre 7 y 11 kilogramos y se produce en cualquier color. Este escritorio también se comercializa en almacenes de cadena.