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  • Un cuy es el logotipo del emprendimiento

    Redacción Cuenca (F)
    Contenido intercultural

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    Dos delantales, que se exhiben en el local del emprendimiento cuencano Garasa, llaman la atención de los transeúntes en el sector de El Ejido, en el centro-sur de la capital azuaya. Están inspirados en la vestimenta de la chola cuencana, que es el personaje intercultural más icónico de esta ciudad.

    En la parte superior del delantal se recrea la blusa blanca de esta campesina con los tradicionales bordados de flores y lentejuelas. En la cintura, por su parte, está impreso un motivo, que se asemeja a la macana o la chalina, que utiliza la Chola Cuencana y que son tejidas por los artesanos de Gualaceo, al oriente de Cuenca.

    En la parte de abajo, en cambio, está representada la pollera con los bordados en los que se destacan las flores. La pollera del primer delantal es fucsia y la otra celeste. Son colores vivos como usan las cholas.

    Garasa oferta otros productos con motivos interculturales como gorras, camisetas, baberos, muñecos, entre otros, que están inspirados en personajes del Ecuador como el Diablo Huma, danzantes y animales como las llamas o el cuy, que es la imagen de este negocio.

    Esta iniciativa de María Verónica Molina y Cristóbal Cajas surgió hace ocho años. Ella es diseñadora textil y él se dedicaba al diseño gráfico. Ambos querían montar un negocio y decidieron fusionar sus conocimientos para elaborar estampados y ropa.

    Durante un año trabajaron para una fábrica de zapatos en el cantón azuayo de Guacaleo. Los diseños de estampados se hacían, de acuerdo con los pedidos de los propietarios de esta empresa. “No teníamos marca aún, pero ya queríamos empezar con algo nuestro.

    Pensábamos en un nombre cuencano que, al menos, se pueda reconocer en esta ciudad. Decidimos que sea Garasa”, cuenta Molina.

    Cajas siempre tuvo el deseo de elaborar camisetas y empezaron con esa prenda y capuchas personalizadas. Después incursionaron en la elaboración de delantales, baberos y bodies para bebé, gorras, entre otras prendas, con la línea andina. Además, ofertan muñecos, cojines, pines…

    “Los diseños pueden ser infinitos. Todavía hay muchas ideas y muchas cosas por hacer… Ahorita estamos estudiando todo lo que es la cultura ecuatoriana como el Diablo Huma, la Diablada de Píllaro y otros temas relacionados con la cultura nacional”, dice Molina.
    Según Molina, los delantales de la Chola Cuencana fue un pedido para el Museo de la Gastronomía Cuenca que recién fue inaugurado. Los propietarios de este local querían algo típico para la presentación de sus empleados.

    A más del delantal para las mujeres hay para hombres y están inspirados en el Cholo Cuencano. En este último se destaca el tradicional poncho. “Manejamos la técnica de la sublimación y vinil térmico”, explica Cajas.

    Molina dice que los delantales de la chola y el cholo cuestan USD 26 y son guardados en una caja para. Ella dice que los turistas extranjeros o quienes viajan al exterior son quienes demandan más este tipo de producto.

    Cajas comenta que entre sus planes está lanzar una línea de llaveros, imanes y otros souvenires para que sus clientes puedan llevar cómodamente en sus viajes. “Estamos abiertos a las ideas y se puede hacer con la mejor técnica”.

    Según ellos, los días del Padre, de la Madre, las fiestas de Cuenca, Navidad y fin de año son las épocas de mayor demanda de sus creaciones. Ellos elaboran delantales con otros motivos que cuestan USD 20, gorras por USD 15, cojines en USD 12, pines por USD 2, camisetas en USD 18,90, busos en USD 35 y capuchas en USD 40.

    A más del local también, venden sus productos en ferias en la capital azuaya, Quito, Guayaquil y Loja. Garasa se promociona mediante redes sociales.

    Los diseñadores María Verónica Molina y Cristóbal Cajas muestran sus productos en su local ubicado en la zona de El Ejido, en la capital azuaya. Fotos: Xavier Caivinagua para LÍDERES
    Los diseñadores María Verónica Molina y Cristóbal Cajas muestran sus productos en su local ubicado en la zona de El Ejido, en la capital azuaya. Fotos: Xavier Caivinagua para LÍDERES
  • Jeff Ransdell: ‘Sin capital una buena idea fracasa’

    Evelyn Tapia

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    ¿Cuál es el aporte que realiza Rokk3r en el área del emprendimiento?
    El negocio tiene dos áreas de trabajo. Por un lado está el fondo de inversión, que es Rokk3r Fuel Exo y por otro lado está el área que se encarga de construir negocios con potencial, conocido como ‘company builder’. Aquí tomamos emprendimientos tradicionales que han funcionado y nos enfocamos en meterles el chip de la innovación para que destaquen. Ahora tenemos una oficina en Ecuador, para que los emprendedores puedan recibir asesoría y darles la tecnología de desarrollo para sus negocios, porque ese es un factor clave en los procesos de innovación. Este tipo de espacios son muy importantes en los emprendimientos, porque así los creadores pueden llevar su idea que ya está funcionando a otro nivel.

    ¿Cuál es el reto más importante a la hora de emprender en América Latina?
    El financiamiento. Por eso cuando creamos la empresa lo hicimos en Miami para poder conectar más fácil con América Latina. En este tipo de negocios que comienzan, es muy importante tener nexos con una organización que te ayude a desarrollarte, que esté conectada a capital, porque sin recursos la empresa no podrá crecer. Puedes tener un carro hermoso, pero sin el capital o combustible, este no irá a ningún lado. Lo mismo pasa con los emprendimientos que se crean sin haber tenido en cuenta la fuente de financiamiento a la que recurrirán. Por más buena que sea la empresa, si no tiene acceso a capital seguro es muy difícil que crezca.

    ¿Qué necesita un emprendedor para convencer a un inversionista ángel de que vale la pena invertir en su idea?
    No es suficiente la buena idea. Para convencer a un inversionista ángel debes tener una prueba de que ya tienes un mercado interesante, con potencial de escalar, demostrar que el emprendimiento está creciendo. Necesitas números que el inversionista pueda ver y que muestren que parte del trabajo ya se ha hecho, pero que pueden generar más ganancias. Lo que un fondo de inversión busca es un negocio que tenga demanda, que sea innovador y que marque la diferencia en el mercado en el que se desarrolla. Eso los mueve a tomar una decisión.

    ¿Cómo funciona el proceso para recibir dinero de inversionistas ángel?
    Hay varias rondas de levantamiento de capital conforme la empresa va creciendo y ganando atracción. En cada ronda se requiere más capital, porque la idea deja de ser simple y se ejecutan nuevos planes. En cada nueva etapa está el grupo ayudando a que el próximo levantamiento de capital sea más exitoso que el previo. Nunca se le suelta la mano del todo a la empresa.

    ¿En qué áreas se enfocan cuando encuentran un negocio con potencial que ingresa al ‘company builder’?
    Los ayudamos a diseñar un plan de negocios, diseño de target de mercado, creamos la tecnología que necesitan, los ayudamos en los procesos de reclutamiento de sus equipos de trabajo y los acompañamos en el proceso de toma de decisiones; incluso los capacitamos en temas de liderazgo, por ejemplo, cómo hablar en público.

    ¿Qué tipo de emprendimientos han ingresado al programa y arrojan mejores resultados?
    Un buen ejemplo es Hyper, que llegó en una etapa muy prematura. Se trabajó en tecnología que permite captar todo lo que los usuarios suben a red para monitorear sus experiencias dentro de hoteles, estadios, en casinos. Entró valorada en USD 600 000, siendo una empresa pequeña y ahora levanta capital encima de los USD 100 millones, era una agencia tradicional a la que le dimos la vuelta. Otra ejemplo es Bolt, empresa de micro movilidad que provee servicios de ‘scooters’ eléctricas. Bolt está enfocada en solucionar problemas de movilidad y podría funcionar bien en Ecuador. Este negocio ya tiene presencia en EE.UU., París, Italia. Estamos trabajando para que llegue a Ecuador ojalá en agosto. En la micro movilidad y la economía colaborativa hay grandes oportunidades de negocios para emprendedores.

    En Ecuador los emprendimientos duran poco tiempo, la mayoría un año. En la región pasa algo similar. ¿Cuáles son las causas de esta prematura desaparición?
    Hay varias razones. Una es que las ‘start ups’ no tienen acceso a un ecosistema apropiado, no tienen un proceso de consultoría que los asesore en temas básicos o tienen una idea, pero no cuentan con la tecnología para hacer realidad la empresa. Además, muchas veces no tienen habilidades para reclutar a un buen equipo que trabaje para impulsar al negocio, y como ya lo dije antes, otro problema grave es que muchas no tienen acceso a capital. En nuestra experiencia, construir una empresa con los pilares claves para que ya comience a generar valor suele tomar entre seis meses y un año, si cuenta con lo necesario: capital, consultoría, tecnología e innovación.

    ¿Cuánto varía la ganancia que genera a un inversionista poner recursos en un fondo de este tipo en relación con mecanismos tradicionales?

    Tenemos varios análisis de cuánto puede variar la ganancia. En bienes raíces, por ejemplo, una inversión a cinco años genera retorno de 27%. Comprar acciones en Bolsa genera rendimientos en promedio de un 7% y en bonos un 6%. En ‘venture capital’, que es lo que hacemos nosotros, la ganancia puede ser de 30% al año.

    ¿Por qué no hay tanta acogida en la región de este tipo de instrumento de inversión? ¿Es demasiado riesgoso?
    Creo que no se han creado fondos que se hayan enfocado en la región lo suficiente para dar a conocer este tipo de inversiones, también tiene que ver la cultura general de los inversionistas de América Latina, que están acostumbrados a los mecanismos tradicionales. El riesgo depende de las empresas que tengan en el portafolio para financiar. Nosotros tenemos un importante récord de negocios exitosos en el portafolio, el 80%. Eso no se da a menudo. Nos alegra que hemos visto que mucha gente que está conociendo estos mecanismos está dejando lo tradicional.

    ¿Cuáles son los planes de la empresa en Ecuador?
    Vinimos para reunirnos con posibles inversores y que conozcan este tipo de instrumento, que no es común en Ecuador, con el que pueden tener ganancias importantes al hacer inversiones fuera de lo tradicional. Tenemos una oficina en este país hace tres años. En Ecuador ya tenemos algunas empresas dentro del proceso de ‘company builder’ y estamos preparándolas para el futuro. El fondo de inversión, en cambio, lleva dos años y medio en el país y estamos buscando que más personas y empresas sean parte de este vehículo de financiamiento que es el ‘venture capital’.

    Su CV

    Trabajo. Tiene 25 años de experiencia en dirección de fondos. Actualmente es director general de Rokk3r Fuel Exo, un fondo de inversión que maneja capital de riesgo, o venture capital, por USD 150 millones, con sede en Miami. La empresa tiene oficinas en Ecuador hace tres años.
    Formación. Se desempeñó como director de las divisiones de Merrill Lynch América Latina y el Caribe, donde fue responsable de la unidad de negocios de inversión de mayor rendimiento de Merrill Lynch.
    Liderazgo. Es coach y orador especializado en motivación para inversionistas y asesores de inversionistas a nivel mundial.

    Jeff Ransdell dirige Rokk3r Fuel Exo, un fondo de inversiones de riesgo o ‘venture capital’, y visitó Ecuador en el marco de la Asamblea del Banco Interamericano de Desarrollo. El empresario destaca que el principal reto para emprender en la región es el
    Jeff Ransdell dirige Rokk3r Fuel Exo, un fondo de inversiones de riesgo o ‘venture capital’, y visitó Ecuador en el marco de la Asamblea del Banco Interamericano de Desarrollo. El empresario destaca que el principal reto para emprender en la región es el financiamiento. Foto: Mario Faustos / EL COMERCIO
  • La pulpa de fruta que se reinventó

    Redacción Quito

    (I)

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    Una llamada telefónica un viernes en la noche, en abril del 2018, fue el inicio de una nueva etapa para la empresa Healthy Food. “Te vendemos los activos” fue una de las frases que recuerda José Miguel González.

    Este empresario, con estudios en economía, había analizado en detalle a la empresa en mención y sabía que tenía potencial para crecer. Para entonces González sumaba experiencia en la industria de alimentos: llevaba más de 10 años en una firma agroindustrial y tenía en mente comprar una empresa del sector para emprender por su cuenta con la ayuda de su socio José Antonio Proaño, a quien conoce desde la niñez.

    González empezó a buscar una empresa en el 2017. Conocía que Healthy Food elaboraba pulpas de fruta y estaba convencido de que era una inversión que traería réditos. La compañía, fundada en el 2007, atravesaba un momento retador. Sus anteriores dueños la habían posicionado en el mercado, pero estaba en una suerte de estancamiento. La firma había perdido a su principal cliente.

    González y Proaño habían mostrado interés en adquirir Healthy Food, pero los números no cuadraban. Hasta que el primero recibió esa llamada y las negociaciones tomaron impulso. Luego de dos meses, en junio del 2018 la venta de la empresa se cerró: la cifra del negocio se mantiene en reserva.

    Los nuevos dueños de la empresa tenían un gran desafío: no tenían empleados porque estos habían recibido su liquidación de los antiguos dueños. Tampoco tenían clientes.

    Una de las primeras acciones fue recontratar al personal que ya conocía los entretelones del negocio de las pulpas de fruta. Luego se hicieron ajustes en el área administrativa. Pero el cambio más grande fue el traslado a una nueva planta de producción.

    Healthy Food, desde sus inicios, procesaba las frutas en un local en el sector de El Condado, en el norte de Quito. Pero los nuevos dueños decidieron mudar la empresa al sector de Itulcachi, en las afueras de Quito. Allí, al oriente de la capital, en noviembre del 2018, se instalaron en un espacio alquilado de 1 200 metros cuadrados.

    Fue una buena idea porque al no tener tantos clientes aún, los pedidos se pudieron cumplir sin retrasos, explican los socios de la empresa.

    Pero también se presentó un nuevo escollo. “Queríamos mantener a la gente más experimentada y no todos querían ir a trabajar hasta Itulcachi. A la final vinieron tres, los operarios con más experiencia”. Además se contrató a gente de la zona; ahora la empresa tiene 12 trabajadores en la nómina.

    Hasta la nueva planta de producción llegan las frutas de unos 20 proveedores de la Sierra y Costa ecuatorianas. Maracuyá, frutilla, guayaba, guanábana, mango, tamarindo, papaya, piña… Esta variedad les permite ofrecer hoy en día 16 sabores de pulpas, pero también cuenta con derivados de frutas como mermeladas, ‘toppings’, así como salsa de chocolate o manjar.

    Los procesos en la planta de producción se cumplen bajo altos estándares de calidad. Un laboratorio propio y la certificación FSSC 22000 son el ejemplo de que el manejo de la materia prima, así como el cuidado de los procesos y la seguridad alimentaria son las prioridades.

    Los productos se venden bajo el modelo B2B, es decir de empresa a empresa. Allí están multinacionales que operan en el Ecuador, pero también empresas de alimentos y cadenas.
    Uno de los clientes es Kaaru Food, especializada en la elaboración de yogur griego. Su director de operaciones, Ricardo Ochoa, cuenta que usan la pulpa de Healthy Food desde hace un año y medio. “Sus productos se alinean muy bien con los valores que promovemos en Kaaru y la calidad de la pulpa es superior frente a otras empresas del país”.

    Otro cliente de la empresa es Dulcafé (Sweet & Coffee). Katiuska Dávila es la coordinadora de compras de esta cadena y cuenta que adquiere salsa de chocolate. “Con la nueva administración Healthy Food mejoró mucho, incluso hace unos meses la premiamos como uno de nuestros mejores proveedores”. Dávila también destaca el cumplimiento en las entregas y el trabajo coordinado.

    El trabajo de expansión de la empresa continúa. “Ya pasamos el punto de equilibrio, hemos recuperado clientes ajustándonos a sus necesidades y nuestras siguientes metas son empezar a exportar y planear bien la incursión en el mundo del retail”, dicen González y Proaño.

    Uno de los trabajadores coloca maracuyá en una de las máquinas de la empresa. El trabajo en la planta se cumple de 07:00 a 16:00.
    Uno de los trabajadores coloca maracuyá en una de las máquinas de la empresa. El trabajo en la planta se cumple de 07:00 a 16:00. Foto: Diego Pallero / EL COMERCIO
  • El BID y la AEI promueven debate para una mayor innovación y emprendimiento en Ecuador

    Redacción Guayaquil

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    La innovación es otro tema que se abordó en las Asambleas del BID, que se cumplen en Guayaquil. Este lunes, 15 de julio del 2019, se realizó el Foro de Emprendimiento e Innovación organizado por la Alianza para el emprendimiento e Innovación (AEI).

    El evento forma parte de las acciones que la AEI realiza para impulsar el ecosistema de innovación y emprendimiento en Ecuador. Andrés Zurita, director ejecutivo de la AEI, explicó que para Guayaquil se ha contemplado un plan de acción que tiene como objetivo una inversión USD 46 millones hasta 2022.

    El encuentro se desarrolló en dos fases. En la primera, llamada ‘Historias de éxito de emprendedores, se expusieron las historias de Santiago Rivadeneira, CEO de Endeavor; Ana Cristina Cordero, gerente de Biofemme; y José Jaramillo, CEO y fundados de Grupasa.

    Cordero contó que uno de los principales retos en la actualidad es el trabajo en redes sociales y fomentar el contacto directo con los clientes. Citó como ejemplo los inicios de Biofemme, una compañía dedicada al cuidado femenino que la llevó de cerca a conocer las necesidades de las mujeres.

    El CEO de Grupasa dijo que otro de los puntos a considerar cuando se innova es no temerle al fracaso. Afirmó que muchos emprendedores se frenan luego de la primera caída, por lo que es necesario tener de referencia a mentores y personas que crean en el proyecto.

    En la segunda parte del encuentro se desarrolló el panel ‘Oportunidades desde la innovación abierta para el ecosistema de emprendimiento’. Allí participaron Juan Carlos Díaz, PMO Manager de Phillip Morris International; Sebastián González, jefe de negocios y alianzas de Wayra Chile; Lorena Montalvo, directora ejecutiva de ConQuito; e Irene Arias, gerente general de BID Lab.

    En Ecuador, según la gerente de BID Lab, existe un potencial agroindustrial e industrial fuerte en el que los empresarios de las grandes corporaciones deberían apostar por la innovación abierta y convertirse en dinamizadores del sector emprendedor. Destacó que al aplicar el modelo de innovación se puede evitar el desgaste de recursos y esfuerzos por parte de los emprendedores.

    Arias añadió que en el país se han identificados tres pilares que se deben reforzar: La cultura de innovación, desafíos de la innovación abierta y una vinculación Universidad-Empresas. “Estamos en una era de información y capacidad analítica que debe ser aprovechada”, concluyó.

    El foro se cumplió en en la Plaza Rodolfo Baquerizo, en Guayaquil. Mario Faustos / LÍDERES
    El foro se cumplió en en la Plaza Rodolfo Baquerizo, en Guayaquil. Mario Faustos / LÍDERES
  • Esta ‘app’ apunta a los servicios de limpieza

    Patricia González

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    La economía colaborativa continúa su expansión hacia múltiples ramas. En Ecuador ha sido recurrente su uso para servicios de transporte o comida a domicilio. Pero, ahora, en Quito, los usuarios tienen a su alcance servicios de limpieza para casas u oficinas.

    Juan Camilo Sepúlveda venía conceptualizando la idea desde hace algunos años, incluso tuvo un piloto del proyecto, pero para entonces se desempeñaba como Gerente de Easy Taxi en el país, una responsabilidad que le impedía dedicarle el tiempo necesario que requería el emprendimiento.

    A finales del año pasado, Brian Ibujes, amigo y compañero de trabajo, le propuso asociarse con la idea de sacar el proyecto adelante. En enero del 2019 se sumó también Bruno Valarezo como socio tecnológico.

    En conjunto, comenzaron a trabajar en una aplicación móvil que permitiera solicitar servicios de limpieza y, a su vez, a las personas interesadas en brindarlo, ofrecer sus servicios. El lanzamiento oficial fue en junio.

    Se trata de un emprendimiento con visión social, que busca promover la independencia económica y vinculación laboral de mujeres madres, cabezas de hogar. Por ello decidieron denominar a la aplicación Yana, nombre que proviene de la palabra quechua Yanapay, que significa ayudar.

    Por otro lado, comenta Sepúlveda, también aspira a ser una ayuda para las familias, con la limpieza de sus espacios, dándoles la posibilidad de invertir ese tiempo para compartir en familia. En el caso de oficinas o locales comerciales, buscan ser un soporte para otros emprendedores.

    La ‘app’ es de descarga gratuita y está disponible en iOS y Android. Los usuarios tienen la posibilidad de reservar el servicio, seleccionando el día y las horas. Las modalidades de prestación van desde dos horas hasta ocho horas de servicio, con costos desde USD 13 hasta 31. El pago puede ser con tarjeta de débito, crédito, transferencia o efectivo.

    Las asistentes o prestadores del servicio tienen la opción de escoger la solicitud que le convenga, según la cercanía u horario. Su ganancia corresponde a un 70% del pago de cada prestación.

    El proceso de selección de las asistentes es estricto: deben contar con experiencia y cumplir ciertos criterios. Además de la entrevista y una prueba, Yana realiza una visita en sus domicilios para conocer el entorno familiar y sus condiciones socioeconómicas.

    Al momento, Yana cuenta con tres mujeres como prestadoras. Una de ellas es Elvia Lárraga, de 42 años, madre soltera de tres hijos menores de edad. Se ha dedicado a este oficio desde muy joven. Recientemente, laboró para una empresa de limpieza, pero renunció por malas condiciones laborales: horas extras, incluidos fines de semana, no pagadas, atrasos en la remuneración, entre otros aspectos.

    Con Yana comenzó hace un mes, luego de haber recibido capacitación sobre la utilización de la ‘app’ y el servicio.“En un inicio me costó el uso de la aplicación, pero ya la manejo bien”, comenta Elvia, quien ya ha limpiado dos casos y dos departamentos. Paralelamente, trabaja como repartidora de flores en Nayón.

    Zulaida Cosío, una cliente, ha utilizado el servicio en tres ocasiones para la limpieza de su casa. “Me parece muy práctico. Además, fue una buena experiencia. La señora limpió muy bien y fue muy respetuosa y honrada”.

    A mediano plazo, una de las metas del emprendimiento es contar con un servicio de guardería para las asistentes que lo requieran para el cuidado de sus hijos, mientras ellas trabajan.

    Juan Camilo Sepúlveda y Brian Ibujes, dos de los socios de Yana. Foto: Galo Paguay / LÍDERES
    Juan Camilo Sepúlveda y Brian Ibujes, dos de los socios de Yana. Foto: Galo Paguay / LÍDERES
  • La tradición del maní se preserva en Tosagua

    María Victoria Espinosa

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    El maní es uno de los ingredientes principales de al menos 10 platos tradicionales manabitas.
    Para que esta tradición gastronómica no se perdiera, Felipe Cedeño creó hace 17 años La Casa del Maní. En este lugar se procesan a diario 20 quintales, que se producen en 3 000 hectáreas de cultivos en Tosagua, Manabí.

    Pero hace casi 20 años, la producción era menor según recuerda Cedeño, el propietario del negocio La Casa del Maní.

    Él afirma que al inicio solo obtenía un quintal mensual de maní y vendía solamente una o dos libras de pasta de maní al día.

    Los comensales empezaban a comprar la pasta de maní que llegaba de otras provincias a Manabí y la sazón ancestral estaba perdiendo el sabor característico de sus platillos.

    Con un poco de temor, Cedeño abrió un pequeño negocio a las afueras de su vivienda, hace 17 años. Ahí seleccionaba, tostaba y molía el maní.

    Al principio hubo días en los que solo vendía una libra, pero a poco los dueños de los restaurantes y las amas de casa empezaron a probar el maní y se hicieron clientes. La fama de La Casa del Maní empezó a expandirse por Manabí y luego a escala nacional.

    En la actualidad, se venden 20 quintales diarios y se distribuyen a Guayas, Pichincha, El Oro, Tungurahua, Manabí, Santo Domingo, Galápagos, entre otros.

    Para abastecer esa demanda, Cedeño tuvo que renovar la maquinaria, en las que invirtió aproximadamente USD 20 000.

    Además debe comprar el maní de 200 agricultores de Tosagua, que tienen cerca de 3 000 hectáreas de cultivo. La única regla para comprar ese producto agrícola es que se cultive de forma ancestral. “Nuestros antepasados no utilizaban químicos y ese era el éxito de su sabor”.

    En Manabí se cultivan aproximadamente 9 000 hectáreas de maní; de esas, 3 000 son cosechadas en Tosagua y se venden en La Casa del Maní.

    Cada hectárea produce entre 50 y 60 quintales. Una de las ventajas que tiene el suelo manabita es que se pueden cultivar cuatro tipos de maní: el Iniap 380, Charapotó o criollo, Caramelo o 382 y el Rosita o 381.

    En la actualidad, el quintal de maní se vende en la fábrica a USD 65 sin procesar. El precio varía si el cliente lo lleva tostado y molido, se paga hasta USD 90. La cartera de clientes que compran al por mayor es de 50.

    Los pequeños productores también tienen un espacio para procesar el producto. Ellos pagan USD 10 y pueden utilizar las máquinas.

    E
    l productor José Zambrano señala que La Casa del Maní ha incentivado a los pequeños productores a que sigan cultivando. “Ya conocen este lugar en el Ecuador. Por eso los productores sabemos que es fijo que nuestra cosecha se venda en la fábrica”.

    Fanny Vergara, chef manabita y operadora turística, afirma que La Casa del Maní se ha convertido en un sitio turístico agrícola.

    Ella lleva grupos hasta esta la fábrica para que conozcan el proceso del maní desde la planta hasta cuando se sirve en el plato.

    Cada turista debe costear los gastos de trasporte, movilización, hospedaje, alimentación. La contribución es voluntaria.

    Además, está realizando una investigación sobre las raíces e historia de este producto. El estudio está direccionado a la diversidad gastronómica en platos de sal y de dulce, que tienen su origen en las culturas precolombinas.

    La mayor parte de esa investigación se ha hecho en La Casa del Maní y con los productores que abastecen este negocio.

    Los estudiantes universitarios también asisten constantemente a la fábrica para investigar sobre las propiedades del maní, las variedades y el proceso que se realiza en el lugar.
    Cedeño afirma que cuando inició este negocio familiar no imaginó el alcance que tendría. “Lo que más me emociona es que los chefs de los hoteles preparan platos con nuestro maní y los degustan extranjeros y es una muestra de que nuestra cultura se preserva”.

    Felipe Cedeño es el propietario del negocio La Casa del Maní, que está ubicado en Tosagua (Manabí). Foto: Juan Carlos Pérez para LÍDERES
    Felipe Cedeño es el propietario del negocio La Casa del Maní, que está ubicado en Tosagua (Manabí). Foto: Juan Carlos Pérez para LÍDERES
  • Ver oportunidades dentro de los problemas

    Fernando Del Vecchio (O)

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    “La vida no es de la manera que se supone que debe ser. Es de la manera que es. El modo en que usted la maneja es lo que marca la diferencia.” Virginia Satir.

    No podemos controlar mucho de lo que sucede en nuestra vida. Pero podemos controlar nuestra actitud.

    Había una vez un granjero cuyas tierras quedaban inundadas casi cada primavera. Él no quería renunciar a su granja y mudarse, pero cuando el agua llegaba a sus tierras e inundaba sus gallineros, era una batalla llevar a sus pollos a un terreno más elevado. Algunos años no podía moverse con la rapidez suficiente y cientos de sus pollos morían ahogados.

    Después de la peor primavera que había experimentado jamás y de perder todos sus pollos, entró a la casa y le dijo a su esposa: “Hasta aquí llegamos. No puedo comprar otro lugar y no puedo vender éste. Pero ya no sé qué hacer.”

    Su esposa sabiamente respondió: “compra patos”. Por cada problema existe una posible oportunidad. ¿Qué problemas experimentas hoy? ¿Qué oportunidades podrían aparecer a partir de esos problemas?

    opinion columnistas editorial
    Ilustración: LÍDERES
  • Ellos reinventaron el uso de los porteros eléctricos

    Redacción Quito

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    Cuando una casa está sola, por cualquier razón, no hay por qué preocuparse por los robos. Wii Bell, junto a la aplicación Y4Home, le permite a la persona tener el control sobre su propiedad desde donde quiera que esté.

    La iniciativa pertenece a la compañía tecnológica Yacaré Technology. El producto nació de una necesidad, hace tres años.

    Los esposos e ingenieros en sistemas César Álvarez y Sheyla Rivera se sentían preocupados porque sus hijos se quedaban solos en casa y temían por un robo o porque alguien pudiera entrar sin autorización .

    “Nos tocaba estar llamando todo el tiempo. Era un problema al que buscábamos una solución. Comenzamos a ver cómo utilizar una plataforma de videoconferencia con algún dispositivo. Es así que decidimos diseñar un aparato que se llama Wii Bell”.

    Se trata de una nueva versión del tradicional portero eléctrico. Este producto hecho en Ecuador tiene su valor extra: “cuando alguien timbra en la casa no solo suena allí sino que se envía una notificación a los teléfonos. No importa el sitio”, dice Álvarez.

    Los productos que elabora este negocio se comercializan en cadenas como Sukasa. Allí se explica su funcionamiento. Foto: Vicente Costales / LÍDERES
    Los productos que elabora este negocio se comercializan en cadenas como Sukasa. Allí se explica su funcionamiento. Foto: Vicente Costales / LÍDERES

    Los dueños de casa reciben los avisos a través de Y4Home, una ‘app’ que se puede descargar con cualquier sistema operativo.

    La persona puede interactuar con quien está afuera hablándole directamente a través del celular; otra alternativa es enviar un mensaje que el dispositivo lo convertirá en voz y el visitante podrá escuchar. A través del teléfono también es posible controlar las cerraduras y la iluminación de distintas áreas de la vivienda.

    Durante los últimos tres años los emprendedores impulsaron la idea e hicieron pruebas. Su trabajo consistió en el desarrollo del software, la parte electrónica y el diseño del dispositivo.

    En la etapa productiva contaron con el apoyo de diferentes proveedores, incluso estudiantes universitarios. El portero tiene piezas nacionales y extranjeras; los emprendedores desarrollaron la ‘app’ en el país.

    En el 2015, la Secretaría Nacional de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Investigación (Senescyt) reconoció al proyecto con USD 50 000 por el concurso Banco de Ideas. En ese año también ganó el certamen Liga de Emprendedores de la Corporación Financiera Nacional (CFN) .

    El dinero sirvió como inversión inicial. Se destinó para la compra de componentes, moldes para el dispositivo, entre otros. Además, en el 2016 el fideicomiso Emprendedores compró el 30% de la compañía, lo que ayudó para completar la fabricación.

    El primer lote de producción fue de 500 unidades. Cada caja viene con el aparato, tornillos, instrucciones, una cartilla con una clave para la primera conexión a Internet wifi de la vivienda y un sensor.

    Hoy, el producto está en fase de comercialización. En Sukasa, por ejemplo, se vende desde octubre del 2018; este retail destaca la practicidad de instalación y la funcionalidad que brindan los porteros eléctricos al usuario.

    La tienda cuenta con maquetas de exhibición y demostración en seis de sus locales. “Son productos que antes de venderlos necesitan demostración desde la instalación hasta el funcionamiento completo de los mismos”.

    Wii Bell también se vende en TVentas. El médico Nelson Mosquera supo del producto a través de este negocio. “Compré el portero, aproximadamente, hace un año. No se compara con ninguno de los que andaba buscando en el mercado. Si alguien timbra en mi casa y yo no puedo contestar desde mi celular con mi voz, puedo enviar respuestas pregrabadas. Brinda mucha seguridad”.

    Para la instalación de los dispositivos Yacaré, que significa lagarto en la lengua paraguaya guaraní, hizo alianzas con otras empresas como Aló Maestro.

    Sin embargo, los emprendedores han descubierto que la mayoría de compradores prefieren instalarlos ellos mismos. No es un proceso complejo pues funciona de manera inalámbrica.

    ‘Destaco el desarrollo de la tecnología’
    Aníbal Vaca, encargado de ensamblaje

    Yo me he encargado del ensamblaje de esta nueva versión de porteros eléctricos. Prácticamente he trabajado desde el inicio del proceso. Contaba con las cajas y me encargaba del cableado interior del dispositivo. Luego coloqué sensores adicionales. Participé en tres o cuatro etapas fundamentales. Al final, hice la verificación del funcionamiento total de portero eléctrico. Prácticamente, me dediqué unos cinco meses a esta actividad. Yo trabajo de manera independiente, en coordinación con el señor Álvarez. También han colaborado una o dos personas más. Yo trabajo cuando ellos me solicitan el servicio. Salimos de un número de porteros, se ve la necesidad de una nueva a implementación y es cuando me integro a realizar el trabajo por otra ocasión. De los momentos en los que me dedico a trabajar con Yacaré Technology debo destacar la coordinación, el conocimiento y la experiencia que tienen los propietarios. Ellos han hecho un importante desarrollo tecnológico. Se han encargado de todo el proceso de creación, del diseño del portero. Es un proyecto ya concluido. Participaría nuevamente en el mismo.

    Los esposos Sheyla Rivera y César Álvarez  son los creadores de este emprendimiento. Su base de operaciones se encuentra en  Cumbayá. Foto: Galo Paguay / LÍDERES
    Los esposos Sheyla Rivera y César Álvarez son los creadores de este emprendimiento. Su base de operaciones se encuentra en Cumbayá. Foto: Galo Paguay / LÍDERES
  • Esta plataforma de servicios mira hacia el exterior

    Evelyn Tapia

    Redacción Quito (I)

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    Contratar los servicios de un plomero, un pintor o un electricista puede generar inconvenientes por la informalidad.

    A algunas personas les genera temor contratar a un desconocido que ofrezca esos servicios en la calle. Y, a veces, los maestros que se dedican a varias tareas no ofrecen un trabajo garantizado o cobran de acuerdo al sector donde vive el potencial cliente.

    Conscientes de estos y otros problemas, Juan Carlos Rivadeneira y Guillermo Conesa crearon hace dos años Aló Maestro, una plataforma on line que permite contratar obras con maestros que han sido previamente calificados y han recibido capacitación.

    El año pasado, el negocio facturó USD 100 000 y este 2019 se espera triplicar esa cifra.
    Este año, los emprendedores se preparan para dar dos pasos más. El primero es extender el servicio de la aplicación a Guayaquil. Esperan que esté disponible desde el segundo semestre del año.

    El segundo paso es un plan piloto con el que esperan llegar en el 2020 a tres países de la región Perú, Chile y Colombia. Para el 2021 aspiran ofrecer sus servicios en más lugares. Para alcanzar la meta de expansión internacional, Aló Maestro estima que se requerirán unos USD 250 000.

    El proceso de crecimiento de este emprendimiento se apalancó, los dos primeros años, en incrementar los tipos de servicios que se ofrecen y en realizar mejoras tecnológicas para automatizar lo más posible el trabajo, controlar mejor la calidad de las obras y evaluar a los maestros, cuenta Rivadeniera.

    La inversión para arrancar el negocio fue de USD 80 000 y el año pasado, se requirieron unos USD 150 000 más.“Cuando empezamos teníamos solo un técnico para cada una de las tres áreas que atendíamos: electricidad, plomería y pintura. Ahora tenemos 30 maestros y damos servicios en más áreas”, dice Rivadeneira.

    Lo nuevo que se sumó fue: reparación y mantenimiento de línea blanca, instalación y revestimiento de pisos y paredes, instalación de cielos rasos, cerrajería y armado de muebles. Al mes, Aló Maestro atiende unos 200 requerimientos en Quito.

    Conesa, que está a cargo del desarrollo tecnológico, explica que ha sido clave ir automatizando la mayor parte de los procesos y ofrecer más seguridades y comodidades a los clientes. “Al principio el trabajo era más manual. La orden que ingresaba se metía en un Excel, ahora hay un sistema que lo hace y, además, permite geoposicionar al maestro. Eso nos permite conocer el tiempo de llegada y evitar problemas de retrasos”, explica.

    La plataforma, además, implementó un sistema de puntuación en el que se evalúan a los maestros de acuerdo a su desempeño en cada trabajo y a cómo responden a los requerimientos de calidad de la empresa. Así, los que tienen mejores puntajes reciben más órdenes para trabajar.

    Mientras que para el cliente, la inversión en tecnología le ha permitido a la empresa ofrecer facilidades como botones de pago online a través de tarjeta, facturación electrónica y actas de entrega de recepción digital en las que el cliente firma con su dedo en un dispositivo electrónico.

    Juan Carlos Rivadeneira y Guillermo Conesa crearon hace dos años Aló Maestro.
    Juan Carlos Rivadeneira y Guillermo Conesa crearon hace dos años Aló Maestro. Foto: Julio Estrella / LÍDERES
  • Virginia Lasio: ‘La formación sí incide al emprender’

    Pedro Maldonado

    Editor del Semanario LÍDERES (I)

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    La catedrática e investigadora de la Espae, Virginia Lasio, analiza los tipos de negocios que surgen en el país y enfatiza en sus fortalezas y debilidades. Además, considera que el entorno no es todavía del todo favorable para los pequeños empresarios en Ecuador.

    Todos los años se publica el Global Entrepreneurship Monitor (GEM), pero este año sabemos que no habrá el estudio de Ecuador. ¿Por qué motivos no se contará con los datos del país?

    Este proyecto tiene ciclos anuales y Espae no participó en el ciclo 2018-2019. El motivo principal de interrumpir el año 2018 fue el presupuesto. Es un estudio costoso y Espae lo financia, salvo auspicios ocasionales de empresas con pequeños montos, con recursos propios. En este sentido, conviene a veces destinar estos recursos a otros proyectos de investigación, en vista de la poca variabilidad anual de los resultados GEM, y de que continuamos activos con investigación en emprendimiento e innovación, aun cuando en un año en particular no hayamos levantado los datos locales.

    Sin esos datos, ¿se puede establecer cómo está Ecuador frente a otros países? ¿Sigue siendo Ecuador uno de los países que más emprende?

    Los resultados del GEM Ecuador no muestran grandes variaciones de la Actividad Emprendedora Temprana (TEA por sus siglas en inglés) anualmente; aunque ha venido declinando en los últimos años, la TEA de Ecuador ha sido usualmente una de las más altas de América Latina y el Caribe. En consecuencia, en relación con el año 2018 no es posible pronunciarse; más que la información de este año sobre el emprendimiento local, la afectación podría darse en quienes utilizan nuestras bases de datos para hacer investigación, por la discontinuidad de la serie temporal. Además de la utilización por profesores de la Espae y la Espol, las bases de datos están disponibles para profesores y alumnos de otras universidades también; algunos profesores las han solicitado para sus tesis doctorales, u otros proyectos de investigación. Para otras aplicaciones de terceros, como estudios económicos e industriales, o artículos en medios y revistas profesionales, el impacto de interrumpir un año el estudio GEM Ecuador es rela­tivamente menor. Como Espae
    no interrumpimos el trabajo en este campo. Por ejemplo, hacia mediados de este año publicaremos un estudio sobre el emprendimiento de jóvenes en Ecuador basado en el GEM.

    Más allá del GEM, ¿qué percepción tiene usted sobre la actividad emprendedora en el país hoy en día?

    Se observan cambios en los tipos de negocios, pero aún a pequeña escala en relación con la población, hay algunas ‘start ups’, ‘fintech’ y otros negocios con componentes innovadores en el campo de la moda o la gastronomía, pero que por su cantidad no son capturados todavía por el GEM. El entorno no es aún del todo favorable para los pequeños empresarios.

    Otro dato que se encontraba en el GEM es el tiempo de supervivencia de los emprendimientos. ¿Qué pasa al respecto con los negocios que arrancan?

    Muchos de los emprendimientos incluidos en la actividad emprendedora temprana, TEA, han sido motivados por la necesidad y son temporales, no han sido planificados para perdurar, aunque esto no excluye que algunos pueden crecer. Sin embargo, prácticamente todos los emprendimientos están orientados al mercado doméstico, comercio al detalle, y sin tecnología reciente. Estos aspectos condicionan la supervivencia, puesto que son negocios fácilmente imitables y de alta ­rotación.

    Cada vez se habla más de emprendimiento en Ecuador, en la academia y entre las autoridades. ¿Qué falta para que el ecosistema emprendedor se consolide y deje de estar solo en el discurso?

    Debe mejorar el ecosistema para las empresas en general, no solo para los emprendedores, aunque por supuesto facilita si poseen algunos beneficios específicos que simplifiquen el arranque de una empresa y también su cierre, por ejemplo. Considero que, al hacer política pública, en el ámbito industrial o de desarrollo productivo, en Ecuador se ha descuidado estimar los impactos en emprendedores y pequeños empresarios, de quienes además se espera que crezcan para constituir un tejido empresarial contundente. Es importante entender también las interrelaciones existentes; para que prosperen los emprendedores, se requiere de empresas grandes y prósperas también.

    En su opinión, ¿qué actividades productivas tienen mayor potencial de crecer gracias a la actividad emprendedora?

    De lo que vemos actualmente, me atrevería a decir que la industria del software, servicios financieros que están relacionados, servicios varios dirigidos a los consumidores.

    ¿Cuánto incide la formación académica de una persona en el momento de emprender?

    Nuestros estudios sobre el emprendimiento en Ecuador a lo largo de algunos años, y en particular el Global Entrepreneurship Monitor Ecuador, muestran que las personas que han alcanzado más años de escolaridad inician emprendimientos por oportunidad, en comparación con quienes tienen menor escolaridad. De acuerdo con el GEM Ecuador 2017, la educación en emprendimiento en la educación superior es un factor del entorno, o clima emprendedor relativamente bien calificado, no así la educación en emprendimiento que se recibe en el ciclo básico.

    Y, ¿cuánto pesa la actitud de las personas a la hora de montar un negocio?

    Los resultados del GEM Ecuador muestran la incidencia de la educación en percepciones y actitudes; así las personas más educadas se perciben más capaces para emprender, muestran mayor intención de hacerlo e inician negocios con mayor potencial de crecimiento.

    ¿El próximo año se retomará el GEM en la Espae?

    El ciclo 2019-2020 ya se inició y nos encontramos en el proceso de administración de la Encuesta de Población Adulta (APS, por su sigla en inglés). En junio del próximo año esperamos tener listo el nuevo informe para su divulgación al país.

    Ha sido miembro del Directorio de la Red Ecuador del Pacto Global de las Naciones Unidas, y del capítulo Ecuador del WBCSD- Cemdes.
    Virginia Lasio ha sido miembro del Directorio de la Red Ecuador del Pacto Global de las Naciones Unidas, y del capítulo Ecuador del WBCSD- Cemdes. Foto: Mario Faustos / EL COMERCIO