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  • USD 1 800 millones pierden al año las empresas en Ecuador por la violencia contra la mujer

    Carolina Enriquez

    (I)

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    La violencia contra las mujeres genera pérdidas de USD 1 800 millones al año para el sector privado, en Ecuador. Esto incluye las agresiones físicas y sicológicas de las víctimas y los victimarios colaboradores de empresas y de los trabajadores testigos.

    La información se dio a conocer el 21 de noviembre del 2019 en Quito como parte del estudio de Los costos empresariales de la violencia contra las mujeres en Ecuador.

    De la elaboración del documento estuvo a cargo la Universidad San Martín de Porres de Perú la cual utilizó una metodología de la Agencia de Cooperación Alemana (GIZ), a través de su programa Combatir la Violencia contra las Mujeres en Latinoamérica.

    Para el estudio se trabajó con 12 101 colaboradores de 35 grandes y medianas compañías, de distintas ciudades ecuatorianas.

    Los resultados muestran que 31 de cada 100 trabajadores (hombres y mujeres) de las empresas que participaron estuvieron involucrados directamente en situaciones de violencia contra la mujer, sea como agredidas o como agresores, en algún momento de su relación de pareja.

    Esta situación genera baja productividad, ausentismo, etc. Al año se pierden 10,5 días hábiles por trabajadoras agredidas, 12,5 días por agresor, 7,8 por empleada mujer que atestigua y 11,4 días por testigo varón.

    Arístides Vara, encargado de la elaboración del estudio y catedrático de la Universidad San Martín de Porres, explica que cuando la gente piensa en violencia cree que son solo situaciones físicas. “Es un grupo pequeño, 1 de cada 100. La mayoría sufre violencia desapercibida: sicológica, económica, etc. Es la que está normalizada. Esa la viven 25 de cada 100 mujeres”.

    Imagen referencial. Los resultados del estudio muestran que 31 de cada 100 trabajadores (hombres y mujeres) de las empresas que participaron estuvieron involucrados directamente en situaciones de violencia contra la mujer. Foto: Pixabay
    Imagen referencial. Los resultados del estudio muestran que 31 de cada 100 trabajadores (hombres y mujeres) de las empresas que participaron estuvieron involucrados directamente en situaciones de violencia contra la mujer. Foto: Pixabay
  • 17 objetivos para un mundo mejor

    Evelyn Tapia

    (I) 
    redaccion@revistalideres.ec

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    Hace cuatro años, 150 jefes de Estado se reunieron en la Cumbre del Desarrollo Sostenible, organizada por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para aprobar una agenda de temas claves para que el mundo sea un espacio con mejores condiciones de vida.

    Se trata de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), que agrupan 169 metas más específicas, que deberían cumplirse hasta el 2030.

    El plan de ODS incluye propósitos como reducir la pobreza y el hambre en el mundo, alcanzar mecanismos de consumo y producción responsables, combatir el cambio climático y sus efectos, entre otros.

    Aunque se trata de una agenda planteada por líderes de Gobierno, también es apoyada por la empresa privada a través de Pacto Global.

    Pacto Global es una iniciativa de Naciones Unidas en la que organizaciones privadas se comprometen voluntariamente a alinear sus estrategias y operaciones con principios de derechos humanos, estándares laborales, medioambiente y anticorrupción. 9 200 empresas de 168 países forman parte del grupo.

    Según la Red de Pacto Global de Naciones Unidas en Ecuador, las empresas son indispensables para el logro de los ODS, mediante operaciones comerciales responsables, implementación de nuevos modelos de negocios, inversión, innovación, tecnología y alianzas estratégicas.

    Desde el 2016, Pacto Global Ecuador reconoce las buenas prácticas de desarrollo sostenible de varias empresas nacionales públicas y privadas, con el fin de hacer visible y difundir las mejores prácticas de las organizaciones en torno a la Agenda 2030 a escala nacional.

    En el portal web de Pacto Global se reconoce a 61 iniciativas en Ecuador que están alineadas a 15 de los 17 ODS. Se trata de programas impulsados por entidades de rubros variados como el sector financiero, alimentos y bebidas, telecomunicaciones, etc.

    Ricardo Dueñas, presidente del Directorio de Pacto Global Ecuador, explica que actualmente hay 17 mesas temáticas trabajando con 30 proyectos. Además, hay 215 empresas ecuatorianas que forman parte de Pacto Global. La meta es alcanzar este año una cifra de 300 o más empresas que se comprometan con los ODS y formen parte del grupo.

    “Tener a 215 empresas trabajando y preocupadas por estos temas demuestra que la sostenibilidad es un tema que está ganando espacio. En el 2106, cuando comenzamos éramos solo 40 empresas”, cuenta.

    Telefónica Movistar inauguró un lactario para madres. Foto: Diego Pallero / LÍDERES
    Telefónica Movistar inauguró un lactario para madres. Foto: Diego Pallero / LÍDERES

    La equidad de género es una de las prioridades de las empresas nacionales

    Redacción Quito (I)

    El objetivo de desarrollo sostenible número 5, sobre la igualdad de género, busca poner fin a todas las formas de discriminación en contra las mujeres y niñas.“Se ha demostrado una y otra vez que empoderar a las mujeres y niñas tiene un efecto multiplicador y ayuda a promover el crecimiento económico y el desarrollo a nivel mundial”, dice el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

    Bibiana Aído, representante de ONU Mujeres en Ecuador, dice que las cifras de equidad han mejorado en los últimos años en el país, tanto en el sector público como privado, pero todavía hay retos que afrontar.

    Aunque hay más mujeres en cargos de liderazgo en las empresas privadas y en el sector público, hay cifras que desalientan, si se compara con la realidad de hace 20 años.

    La vocera de ONU Mujeres en Ecuador menciona algunas: el 40% de las mujeres ecuatorianas normalizan que las maltraten si es que “hay algún motivo de por medio”. Otro tema que preocupa es que las mujeres siguen ganando menos que los hombres. La brecha salarial de casi 22% en el país.

    Aído añade que existen problemáticas que no han cambiado desde hace unos 15 años, como por ejemplo, que las mujeres dedican tres veces más de tiempo al trabajo doméstico no remunerado.

    Entre los avances en el ámbito empresarial, la vocera de ONU menciona que hay 34 empresas que se han suscrito a los principios de empoderamiento de las mujeres gracias a Pacto Global.

    En Ecuador, el ODS 5 es uno de los temas que genera más interés en las empresas ecuatorianas. El concurso El talento no tiene género, organizado por Women for Women Ecuador, la Cámara de Industrias y Producción (CIP) y PwC es una muestra de ello.

    El evento premia a las mejores prácticas de las empresas en materia de equidad de género. En el 2016, 74 empresas postularon a este premio y al año siguiente, 91. “Es una iniciativa que refleja el interés de las empresas por cerrar las brechas de género y a la vez es un incentivo para que demuestren lo que están haciendo y se esfuercen por ser mejores”, dice Pablo Zambrano, presidente de la CIP.

    Otra iniciativa importante este año es la de lactarios para mujeres en sus espacios de trabajo, luego de que el Ministerio de Salud y el de Trabajo dispusieron que las empresas tengan estos espacios para sus colaboradoras.

    Telefónica Movistar tiene desde octubre pasado uno en sus oficinas de Guayaquil y otro en Quito. Además, la firma impulsa otras actividades que complementan la iniciativa, como por ejemplo, da charlas sobre paternidad, además promueve espacios en los que los colaboradores pueden tener sesiones de juegos con sus hijos.

    Pamela Pita, gerente de personas y transformación cultural de Telefónica Movistar, explica que los espacios para lactancia son importantes porque ayudan a fortalecer el vínculo entre madres e hijos, y eso permite a las colaboradoras sentirse más cómodas en su rol como madres y trabajadoras.

    Bibiana Aído, Arnaud Peral y Ricardo Dueñas presentaron Ecuador Sostenible 2019. Foto: Diego Pallero / LÍDERES
    Bibiana Aído, Arnaud Peral y Ricardo Dueñas presentaron Ecuador Sostenible 2019. Foto: Diego Pallero / LÍDERES
  • La evaluación es posible con reportes

    Patricia González

    (I)  
    redaccion@revistalideres.ec

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    La responsabilidad social y sostenibilidad de una empresa requieren de una medición adecuada que permita evaluar en el tiempo los avances de las estrategias de sostenibilidad que se están aplicando y, a partir de allí, establecer planes de mejoras.

    “Lo que no se mide no se puede evaluar”, subraya Mónica Torresano, profesora de sostenibilidad y liderazgo, responsable del IDE Business School. Esta medición debe quedar plasmada en los reportes de sostenibilidad, que periódicamente deben presentar las empresas.

    En su nota técnica ‘Responsabilidad Social y Sostenibilidad: Mecanismos de Medición’, publicada este año, el IDE define la memoria de sostenibilidad como un informe sobre los impactos económicos, medioambientales y sociales causados por las actividades cotidianas de una organización.

    Es el medio para comunicar de manera transparente y abierta la gestión de la compañía, añade Torresano, también presidenta de la consultora SostenIR Fábrica de la Sostenibilidad.

    ¿A quién va dirigido el reporte? A los diferentes grupos de interés de la empresa, tanto internos como externos. Entre las diferentes audiencias con interés en conocer estos resultados están: accionistas o dueños de la empresa, inversionistas, entidades de auditoría (social, financiera, laboral o ambiental), Estado, clientes y consumidores.

    Cada uno de estos grupos tiene diferentes objetivos en la medición, detalla la nota técnica de la escuela de negocios. Por ejemplo, los accionistas o dueños requieren disponer de información que les permita establecer un plan de implementación de corto, mediano y largo plazos, que sea coherente con los objetivos planteados por la empresa. E identificar factores de éxito, limitantes y riesgos en la implementación de la responsabilidad social y sostenibilidad.

    Los inversionistas buscan identificar el valor que se crea a partir de su inversión y evaluar la posibilidad de colocar parte de su cartera de inversión socialmente responsable en esta firma.

    Las entidades de auditoría, en cambio, se plantean verificar el cumplimiento de la estrategia establecida por la empresa y medir su impacto en la comunidad, la sociedad civil y el ambiente.

    El Estado busca comprobar el cumplimiento de las normas básicas de responsabilidad social y promover acciones conjuntas. Mientras que clientes y consumidores, quieren conocer cuál es el compromiso con la sostenibilidad y los beneficios tangibles e intangibles de la marca.

    Los informes tienen como base estándares internacionales

    Redacción Quito (I)

    Para elaborar la memoria o informe de sostenibilidad, una de las metodologías de mayor reconocimiento y validez internacional es el Global Reporting Initiative (GRI).

    Se trata de una guía que contiene estándares e indicadores cualitativos y cuantitativos sobre cómo medir y reportar los aspectos económicos, sociales, ambientales y de gobernanza de una organización. El primer GRI fue publicado en el año 2000 y el más reciente, conocido como GRI Estándar, es del 2016.

    Un principio básico dentro de la metodología GRI es la materialidad, es decir, aquellos aspectos que los grupos de interés identifican como relevantes para el desarrollo de su gestión y toma de decisiones. Se comienza con una selección de temas, que luego se transforman en una lista de indicadores que deben pasar por un proceso de comprobación de relevancia, exhaustividad y contexto de sostenibilidad.

    Estos indicadores serán el foco de atención de la empresa para gestionar, medir y reportar en el futuro, explica el IDE Business School en su nota técnica de sostenibilidad.

    Algunos aspectos que deben tomar en cuenta las compañías para su análisis son: estrategia y operaciones; valores, transparencia y gobierno; derechos humanos; público interno; proveedores; consumidores y clientes; comunidad; gobierno y sociedad y medioambiente.

    Grupo Difare es una de las empresas que elabora su reporte anual, con base en los estándares del GRI. Además, su estrategia de sostenibilidad está alineada con la Norma ISO 26000 de Responsabilidad Social y, desde el 2013, la firma suscribió los 10 principios del Pacto Global de las Naciones Unidas, detalla Sylvia Banda, gerenta de Comunicación y Responsabilidad Corporativa de la empresa.

    “Un informe de sostenibilidad representa una carta de presentación de la empresa. Para la elaboración del informe se levanta un estudio de materialidad, que permite conocer las expectativas en lo económico, ambiental y social de nuestros grupos de interés”, explica Banda.

    El reporte anual de Diners Club también se fundamenta en los lineamientos del Pacto Global y del GRI. En su caso, se suman los indicadores para el sector financiero establecidos por la Superintendencia de Bancos del Ecuador.

    Los aspectos prioritarios en su informe 2018 se centraron en responsabilidad sobre productos, aporte a la sociedad, la comunidad, prácticas laborales y ambiente.

    La Universidad de las Américas aplica, en cambio, una metodología propia. Luz Dary Ulloa, jefa de Vinculación con la Comunidad, explica que la evaluación se divide en cuatro ejes: la organización, que incluye lo administrativo y la responsabilidad ambiental en el campus; la docencia, orientada hacia la formación de seres humanos integrales; la gestión social del conocimiento y la participación social o vinculación con la comunidad.

    Para Ulloa, en el sector universitario aún no está clara la diferencia entre vinculación con la comunidad y responsabilidad social universitaria, lo que dificulta la generación de reportes en el área.

    El 38% de las empresas elabora memorias de sostenibilidad

    Redacción Quito (I)

    La elaboración de informes anuales de comunicación de gestión en desarrollo sostenible sigue siendo una práctica minoritaria en el sector empresarial del Ecuador.

    De 105 empresas, evaluadas en el estudio ‘Tendencias de Sostenibilidad 2019’, de Deloitte, solo 38% realiza reportes de sostenibilidad. La cifra reveló un retroceso en relación con la edición previa del estudio, en la que el 55% de los encuestados indicó que presentaba informes. El sistema del Global Reporting Initiative (GRI) continúa siendo el más utilizado por las empresas.

    Sin embargo, sí han existido avances en temas de auditorías. En la actual edición del estudio, un 24% señaló que cuenta con verificación externa de sus informes; el pasado año las firmas que contaban con auditorías se reducían al 15%.

    El valor agregado que brinda el reporte anual a la empresa y a su estrategia es reconocido por el 59% de las firmas encuestadas por Deloitte. “Un reporte bien logrado, con indicadores robustos, enfocados en acciones estratégicas (…) es siempre una buena herramienta de gestión, que va más allá de la comunicación”, señala el estudio de la consultora.

    Sylvia Banda, gerenta de Comunicación y Responsabilidad Corporativa de Grupo Difare, destaca algunos beneficios de contar con informes de sostenibilidad, como el afianzar la confianza de los clientes, acceder a más capital, despertar el interés de otras empresas en crear alianzas, generar un mayor sentido de pertenencia de parte de los colaboradores y contribuir positivamente a la reputación corporativa.

    Para Luz Dary Ulloa, jefa de Vinculación con la Comunidad de la Universidad de las Américas (UDLA), el contar con reportes de sostenibilidad les permite asegurar el cumplimiento de las acciones que lleva a cabo la universidad; además de orientar acciones de mejoras.

    “Para demostrar de manera profunda la efectividad de las estrategias, estas deben ser medidas, con el fin de tomar decisiones y rendir cuentas al interior de la empresas sobre los avances y resultados, para posteriormente traducirlos en impactos al negocio”, subraya Camila Hernández, gerenta de Sostenibilidad de Deloitte.

    El estudio de la consultora cita algunos lineamientos que se pueden tomar en cuenta a la hora de crear un documento de rendición de cuentas: entender el entorno; realizar controles internos de recolección de data y evaluar la opción de un auditor externo; identificar las audiencias y cómo generar un contenido atractivo para ellos; definir los temas prioritarios y alinearlos con las estrategias empresariales; establecer objetivos y métodos basados en la ciencia y diferentes escenarios; realizar un balance sobre los desafíos, las debilidades en la gestión y los obstáculos.

    Los canales de comunicación son claves para una efectiva difusión de la estrategia de responsabilidad social y sostenibilidad de la empresa. El IDE Business School enfatiza que el reporte debe ser puesto a consideración de los grupos de interés por diferentes medios, como publicaciones impresas, páginas web institucionales, grupos focales, etc.

    La Universidad de la Américas tiene un equipo de vinculación con la comunidad. Foto: Patricio Terán / LÍDERES
    La Universidad de la Américas tiene un equipo de vinculación con la comunidad. Foto: Patricio Terán / LÍDERES
  • El concepto que cambia el consumo

    Redacción Quito

    (I) 
    redaccion@revistalideres.ec

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    La economía circular se posiciona con fuerza en los debates y decisiones mundiales. Este concepto, relacionado a la ecología y la sustentabilidad, representa grandes oportunidades, pero también retos a superar.

    Según diferentes informes mundiales, un giro hacia este modelo traería beneficios económicos, sociales y ambientales.

    Una de las causas que se encuentran detrás de este ‘boom’ en la búsqueda de un modelo económico sostenible es el aumento en la generación de desechos a escala mundial y sus afectaciones al ecosistema, lo que ha alertado a los gobiernos y organizaciones.

    Según el informe del Banco Mundial, titulado ‘Los desechos 2.0: Un panorama mundial de la gestión de desechos sólidos hasta 2050’, los desechos crecerán un 70% en los próximos 30 años. Se pasará de 2 100 millones de toneladas en 2018, a 3 400 millones.

    El informe señala como uno de los problemas a la mala gestión de residuos sólidos, de manera especial en los países de ingreso bajo, donde solo se recupera el 4% de los residuos a comparación de los países de ingreso alto, que logran recuperar más de un tercio de los desechos.

    Por otra parte, en la generación de desechos, los países de ingresos más altos, que solo representan el 16% de la población mundial, generan el 34% de la basura del mundo.

    En este contexto surge el concepto de economía circular. Se refiere a un modelo económico caracterizado por transformar las tendencias de consumo y los modos de producción.

    La fundación Ellen MacArthur, en el informe ejecutivo Hacia una economía circular, señala tres principios en los que se fundamenta este modelo.

    Bajo este concepto los productos se diseñan para ser desensamblados y reutilizados. El segundo principio señala que en su producción se utilizan materiales y componentes que pueden retornar fácilmente a la biosfera. Por último, la energía utilizada en este proceso debe ser de origen renovable.

    La empresa ecuatoriana Ecocaucho ha visto en la economía circular una oportunidad de negocio, mediante la reutilización de neumáticos usados. Este material se usa para crear llantas renovadas, pisos, moquetas y distintos elementos viales. Desde 2013 hasta la fecha se han reutilizado 313 519 neumáticos.

    El Foro Económico Mundial asegura que la economía circular podría representar 1 trillón de dólares en ahorro de materiales al año, para 2025, y la generación de 100 000 nuevos empleos.

    Empresas grandes y pequeñas tienen planes para la gestión de residuos

    Redacción Quito (I) 
    redaccion@revistalideres.ec

    La economía circular ofrece muchas oportunidades, que abarcan distintos ámbitos. Empresas, emprendimientos y organizaciones potencian sus estrategias a través de este modelo sostenible.

    La empresa Ecocaucho, por ejemplo, enfoca su negocio en la reutilización de neumáticos usados para generar otros productos, como llantas renovadas o pisos antifatiga, a partir del caucho recuperado.

    Desde su fundación, en el 2013, la empresa ha reutilizado 313 519 neumáticos. Según Juan Bermeo, gerente general, esto equivale a 11 km de carretera o 30 estadios de fútbol cubiertos con neumáticos.

    La compañía Tesalia CBC también impulsa proyectos de economía circular como parte de su estrategia de sostenibilidad.

    Se destaca su programa de reciclaje asociativo, que funciona en Sucumbíos, Manabí y El Oro. El objetivo es generar valor compartido a partir del trabajo con recicladores base. En total, 268 recicladores forman parte del proyecto.

    Los emprendimientos, por su parte, han visto en el sistema circular una forma de diferenciarse. Es el caso de Carla Salgado, quien maneja dos emprendimientos bajo este modelo: Wallpari, dedicado a las artesanías con material reciclado, y Qhali Snacks, cuyo negocio son los alimentos saludables.

    Salgado ha vinculado sus dos proyectos con actividades de reciclaje, cuidado del medioambiente y concienciación. El Cepito Ambiental, que recauda fondos para fundaciones de animales, y Reciclando con Kiru, para concienciar a la ciudadanía sobre el plástico, son algunas de sus campañas.

    La Fundación Llena una Botella de Amor se enfoca en actividades de educación ambiental. Trabaja con escuelas donde los niños y familias llenan botellas con bolsas y empaques de plástico. Un aliado estratégico transforma el material recolectado en madera plástica, que se usa para puentes, parques infantiles o viviendas solidarias.

    El programa funciona en Colombia y en Argentina. En Ecuador está desde el año pasado y ha logrado recolectar 300 toneladas de plástico.

    La Fundación Hermano Miguel ayuda a personas con discapacidad física y neurológica. Funciona mediante autogestión y una de sus formas de obtener recursos es a través de un programa de reciclaje.

    Trabaja con empresas que donan sus residuos. Además de gestionar este material, se brindan capacitaciones y asesorías a las empresas sobre conciencia ambiental.

    Por su parte, la Fundación Redes con Rostro lleva desde el 2017 trabajando para visibilizar a las poblaciones en situación de vulnerabilidad.

    Lo hace a través de la generación de redes colaborativas de asociaciones, pymes y emprendimientos.

    Uno de sus proyectos es el programa de reciclaje asociativo que trabaja en conjunto con Tesalia CBC. El objetivo es mejorar la calidad de vida de los recicladores de base.

    Gracias al trabajo realizado, en Sucumbíos el material recolectado y comercializado por las asociaciones de recicladores subió de 14 toneladas a 24.

    En Ecocaucho se da una segunda vida a los neumáticos. Foto: Patricio Terán / LÍDERES
    En Ecocaucho se da una segunda vida a los neumáticos. Foto: Patricio Terán / LÍDERES
  • La responsabilidad social genera valor

    Carolina Enriquez

    (I)
    redaccion@revistalideres.ec

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    Tener un objetivo más allá de conseguir ganancias económicas y posicionarse como un actor dentro de la sociedad son las dos razones por las cuales expertos consideran clave que las compañías tengan una estrategia de responsabilidad social.

    Evangelina Gómez, directora ejecutiva del Consorcio Ecuatoriano de Responsabilidad Social, explica que se trata de un modelo de gestión de las empresas.

    “Se da cuando se toman en cuenta impactos económicos, sociales y ambientales. Obviamente, el concepto ha ido evolucionando y ya dejó de ser meramente acción social”.

    En el país no existe una estadística exacta de cuántas firmas cuentan con estrategias de responsabilidad social. Las organizaciones que más se dedican a esto son las grandes; sin embargo, los expertos aseguran que pueden existir pymes que cuentan con programas pero no los hacen públicos o no participan en análisis de mediciones.

    La consultora Deloitte, por ejemplo, desarrolló su Estudio de Tendencias de Sostenibilidad 2019, en el que encuestó a 105 empresas. Allí se determina que el 74% de las firmas ha hecho explícito su compromiso por la sostenibilidad; pero solo el 63% pudo identificar un claro lineamiento estratégico al enfoque del negocio y 34% logró observar un rendimiento económico entre la estrategia de desarrollo sostenible y la del negocio.

    Para que una estrategia genere valor a las empresas, explica Gómez, es importante que esta se desarrolle a través de una metodología en la que se analice qué se ha hecho y qué hace falta, tanto para la comunidad interna como para la externa.

    “Las firmas deben identificar cuáles son sus riesgos de operación y hacia allá dirigir sus estrategias. Es la única manera en la que se puede ver el retorno de la inversión que se hará.

    Si no se tiene mapeado, por ejemplo, el riesgo de descontento de la comunidad en cuanto a la operación, el día de mañana, si pasa algún imprevisto, es probable que esta llegue, incluso, a paralizar la firma. Debe ser un ganar-ganar.”

    Teojama, compañía de venta de equipos de transporte, centra sus proyectos de responsabilidad social en lo ambiental: gestiona la recolección, filtrado y almacenamiento de aceite usado de buses y camiones en todos sus talleres y agencias multimarca, para entregarlos a un gestor. Asimismo, impulsa iniciativas externas en el ámbito del transporte, educación, entre otros.

    Para esta firma, el contar con estas estrategias permite difundir sus valores corporativos.

    El trabajo de las empresas casa adentro es crucial

    Redacción Quito (I)
    redaccion@revistalideres.ec

    Las estrategias de responsabilidad social deben iniciar por casa, es decir por los colaboradores. Así lo indica Wilson Araque, director del área de gestión de la Universidad Andina Simón Bolívar (UASB).

    Esto no implica cumplir solo con los derechos que constan dentro de la Ley en materia laboral y de seguridad y salud ocupacional, sino con programas extras entre los que está la conciliación entre familia y empleo, teletrabajo, seguros, etc.

    Para empresas como Telefónica, la responsabilidad social que inicia en la propia corporación es clave. “Desarrollamos una continua campaña interna de conocimiento y fomento de temas como los Objetivos de Desarrollo Sostenibles en la que los explicamos y damos consejos para que los colaboradores los puedan poner en práctica en sus hogares”.

    Los programas de responsabilidad social que ponga en marcha una empresa deben partir de un diagnóstico que esta realice. Es importante arrancar de las necesidades del personal y luego extenderse a proveedores, clientes, comunidad, etc. En el caso de esta última, es importante que se revisen sus requerimientos y, de ser posible, apoyar para que cualquier carencia o problema se solucione.

    Telefónica tiene al menos cinco programas de sostenibilidad en favor de sus trabajadores que incluyen horarios flexibles, voluntariado, reducción del uso de plásticos de un solo uso, embajadores de la diversidad en las compañías, etc.

    Esta empresa considera que el contar con una estrategia de responsabilidad social le permite alcanzar prosperidad, eficiencia y rentabilidad a largo plazo. Por ello maneja un Plan global de negocios responsables que también incluye proyectos de sostenibilidad externos vinculados a educación, cultura digital, empleabilidad, entre otros.

    Para Evangelina Gómez, directora del Consorcio Ecuatoriano de Responsabilidad Social Empresarial, las empresas del futuro son aquellas gestoras de cambio. “Las firmas que no se acoplan a las transformaciones se van a quedar fuera del mercado. Consumidores como los mileniales y centeniales van a exigir altos estándares”.

    Empresas como Laboratorios Bagó explican que nacieron con la idea de ser responsables socialmente en ejes como lo ambiental, lo financiero y lo social. En este último sentido se aplica bien su lema de Ética al servicio de la salud. “Desde el 2017 decidimos liderar la mesa de trabajo del Objetivo de Desarrollo Sostenible 3. Desarrollamos un programa de educación para prevenir enfermedades del cerebro y el corazón”, dice la compañía. La firma tiene iniciativas como el programa “calidad de vida” que se sustenta en cinco pilares: salud, seguridad, vida/trabajo, familia y trascendencia.

    Camila Hernández, gerente de sostenibilidad de Deloitte, dice que si bien es cierto que las empresas ecuatorianas tienen un avance en madurez en cuando a responsabilidad social, el mayor porcentaje de dificultad para seguir avanzando es el desconocimiento técnico; seguido por el presupuesto.

    La empresa B tiene un propósito más allá de lo económico

    Redacción Quito (I)
    redaccion@revistalideres.ec

    Existen compañías que, a más de generar recursos para sus accionistas, incorporan en sus estatutos otros tipos de objetivos, los hacen vinculantes de manea legal y al momento de adoptar decisiones toman en cuenta los intereses de las personas u organizaciones vinculadas con la firma (‘stakeholders’). Se trata de las empresas B.

    Estas forman parte de Sistema B, una organización global que está en más de 67 países. Facilita la creación de un ecosistema adecuado para compañías con propósito.

    Los ‘stakeholders’ de estas firmas son comunidad, trabajadores, medioambiente y clientes.

    Precisamente, las empresas B están motivadas por encontrar soluciones a problemáticas sociales y ambientales. “Se rompe con la idea de que para ser una compañía solo hay que ser rentable y que otras cosas son filantropía. Una empresa B incorpora en sus estatutos sus propósitos para ser evaluados por la herramienta electrónica Impacto B, en cinco grandes áreas”, explica José Ignacio Morejón, director ejecutivo de Sistema B Ecuador.

    Hoy, están certificadas 15 empresas del país como B y más de 150 han creado una evaluación. Las firmas deben alcanzar un puntaje mínimo de 80 puntos sobre 200 para alcanzar la meta; no todas lo logran.

    El modelo de negocio de las firmas certificadas genera impactos materiales positivos; estas empresas han sido validadas por un tercero bajo estándares internacionales. “Ahí está la diferencia entre una empresa con buena voluntad, buenas intenciones o buen marketing y una B”.

    Las compañías que ya están certificadas pertenecen a sectores como manufactura de derivados del cacao, ganadería, producción de flores para la exportación, alimentos, servicios, etc. A través de la evaluación las empresas pueden conocer si realmente tienen resultados en sus áreas de impacto; como parte de ese proceso se hacen auditorías de cumplimiento electrónicas.

    Una de las firmas certificadas es Pacari. Santiago Peralta, CEO de esta organización, explica que previo a certificarse estaban avanzados en el cumplimiento de diferentes propósitos de sostenibilidad. “La génesis de nuestra empresa era muy social, con miramiento en el tema ambiental, de equidad, etc. Cuando encontramos las empresas B nos dimos cuenta que por fin alguien se había tomado el tiempo de valorar, poner métricas, cuantificar lo que ya estábamos haciendo”.

    Otras empresas ajenas a Sistema B también han nacido con la idea de lograr impactos positivos en la sociedad. Una de ellas es Proyección Futura, cuyo propósito es modificar los hábitos en la generación y gestión de residuos con pilares como responsabilidad ambiental, economía circular, etc. La firma es un gestor ambiental con conocimientos sobre como instaurar lineamientos de buenas prácticas ambientales dentro de las organizaciones. “Nos hemos preocupado en ser una empresa con propósito, socialmente responsable”, indica Pablo Macías, director de la compañía.

    Teojama gestiona la recolección de aceite automotor como parte de sus estrategias. Foto: Patricio Terán / LÍDERES
    Teojama gestiona la recolección de aceite automotor como parte de sus estrategias. Foto: Patricio Terán / LÍDERES
  • Jimmy Andrade: ‘Hay que migrar a la sostenibilidad’

    Mónica Mendoza

    (I)

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    Entrevista a Jimmy Andrade, director Ejecutivo de Cemdes

    ¿En qué momento está el Ecuador en temas de responsabilidad social corporativa?

    Es importante conocer que hasta el 2017 existían más de 600 000 empresas en el país, de esas 4 033 son empresas grandes; pero muy pocas hacen memorias de sostenibilidad.

    ¿Qué significa eso?

    Un informe de sostenibilidad debe incluir su gestión en temas económico, social y ambiental, si uno de esos enfoques falta, es desarrollo social, económico o ambiental por sí solo. Desde Cemdes hablamos de negocio sostenible porque es lo que permite al empresario comprender cuando se habla de esos temas de responsabilidad o sostenibilidad.

    ¿Hay que pasar del concepto de responsabilidad corporativa a sostenibilidad?

    Las grandes empresas del mundo, y en Ecuador, han migrado su área de responsabilidad corporativa a gerencia de sostenibilidad. Pero todavía buscamos posicionamiento de marca con pocos elementos que permitan demostrar qué tan sostenible o responsable eres.

    ¿Las empresas han logrado incorporar en su estrategia de negocios la sostenibilidad?

    Son limitadas o iniciativas aisladas, pero que no responden a su estrategia de negocios.

    ¿Cómo cuáles?

    Construir o pintar las bancas de la escuela cercana a la planta de operaciones; se toman las fotos y ‘soy socialmente responsable’. Desarrollar modelos de negocios es complicado, pero hay que enseñar cómo hacerlo. Se requieren metodologías que permitan mostrar su contribución con indicadores de impacto y no con indicadores de cumplimiento.

    ¿Cómo incluir la estrategia?

    Hay que traducir la sostenibilidad en oportunidades de negocios; cuando eso ocurra va a ser más fácil que el empresario se enganche. Hay que analizar lo que se hace en el día a adía, cuáles son las contribuciones. Si ayudo a los proveedores, por ejemplo, puedo contribuir al Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 8, de crecimiento económico y trabajo decente.

    ¿Qué ganan las empresas?

    La sostenibilidad agrega valor, porque ayuda a posicionar marca. Mejora la competitividad; uno de los temas claves es la eficiencia y con seguridad va de la mano de la reducción de costos. En el momento actual -en que se habla de la desigualdad en la región- hay que trabajar en las licencias sociales para mantener la paz en el país; eso permite generar oportunidades para las personas de escasos recursos e impactar positivamente en las comunidades. Así nacieron los negocios inclusivos.

    ¿Cómo se obtiene?

    La sociedad te la da, porque se convierte en tu aliada y protege el negocio porque sabe lo que significa para el desarrollo. La licencia social debe ser incorporada cuando se habla de sostenibilidad. El contrato tiene que ser para que los dos crezcan: el proveedor garantiza un producto de calidad y la empresa le asegura su mercado y pago de un precio justo.

    ¿Cuántas empresas están en los negocios inclusivos?

    Hay alrededor de 30 en el país. Negocios inclusivos es una herramienta para llegar a la licencia social. La tendencia desde hace dos años es que el 70% de la población vive en las ciudades. La pregunta es: ¿quién se va a quedar en el campo? y eso tiene que ser un llamado de atención a lo privado y a lo público, para ver qué estrategias se usan para que se queden, pero no con las mismas condiciones sino con valor, que les haga ver un futuro con más optimismo.

    ¿Es más fácil abordar el tema para una gran empresa, que para una pyme?

    Cuando se habla de temas de sostenibilidad tiene que venir desde la cabeza, si el CEO no está convencido no va pasar nada. Acabamos de presentar -con la Cámara Ecuatoriana-Americana- el primer caso de una empresa pequeña que incorpora los ODS en su negocio.

    ¿El consumidor lo valora?

    Cuando hablan todos son ambientalistas, pero en la práctica no se refleja. Por ejemplo, mañana todos los plásticos son biodegradables y no va a dejar de contaminarse los ríos ni la playa porque es un tema cultural, falta cambiar los estilos de vida.

    ¿Qué cambiará con la llegada de mileniales a las gerencias?

    El proceso se acelera con ellos en puestos estratégicos de empresas familiares, pequeñas o grandes. Son los que traen la nueva información para el negocio y para atender a la sociedad en lo que quiere y necesita.

    ¿Qué papel desempeña Cemdes en este tema?

    Como parte de la red World Business Council for Sustainable Development, la misión es facilitar al sector empresarial herramientas hacia un modelo de negocio sostenible. Hay 60 empresas miembros entre grandes, medianas y pequeñas.

    ¿Qué guías han desarrollado?

    Desarrollamos la iniciativa para una empresa miembro, Almacenes Tía, que fue de crecimiento compartido. Está diseñada para nuevos emprendedores, parte de cero, le ayudan a construir su modelo de negocios para que se convierta en proveedor de la empresa. Así ambos crecen. Además, el primer país en el mundo donde se hicieron negocios inclusivos es Ecuador, trabajamos con la ayuda de la Cooperación Holandesa. Luego se replicó en ocho países de Centro y Sudamérica.

    ¿Hay una Guía para CEO en ODS?

    Busca que el CEO en una sola mirada pueda encontrar información rápida, fácil y contundente sobre ODS hablando en términos de negocios. Que explore, se involucre y encuentre oportunidades.

    Con Espae hay una iniciativa de negocios competitivos y sostenibles ¿en qué consiste?

    Son talleres con ejecutivos donde se logra que salgan hablando de desarrollo sostenible y saquen propuestas de soluciones de negocios. No solo aprenden sino que identifican el ODS con una oportunidad de negocios y luego la empresa implementa el modelo de negocio.

    Jimmy Andrade, director Ejecutivo de Cemdes. Foto: Mario Faustos / LÍDERES
    Jimmy Andrade, director Ejecutivo de Cemdes. Foto: Mario Faustos / LÍDERES
  • La sostenibilidad es el nuevo norte

    Redacción Quito

    (I)
    redaccion@revistalideres.ec

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    El desarrollo sostenible es uno de los nuevos retos que tienen las empresas. Así lo deja ver un estudio de Deloitte que indica que en el país, el 74% de las compañías consultadas en un sondeo tienen un compromiso explícito al respecto.

    Esto significa que este grupo de empresas aborda con seriedad temas como economía circular, finanzas sostenibles, diversidad, cambio climático, etc. Según Deloitte, las empresas están informadas en cuanto a las tendencias de sostenibilidad. “Este aspecto es positivo, ya que saben que hay corrientes que están sucediendo, que son importantes de atender y que el papel empresarial es relevante para un camino sostenido”.

    Uno de los eslabones de este concepto es la responsabilidad corporativa. Las compañías ecuatorianas y las multinacionales que operan en el país tienen claro que se trata de un valor agregado. Corporación Favorita, por ejemplo, asegura que existen múltiples beneficios para una empresa que ejecuta planes de responsabilidad corporativa y sostenible. “El principal es ser corresponsable con la sociedad que nos acoge mediante la generación de un circulo virtuoso empresa-sociedad”, dice Rubén Salazar, gerente corporativo de Corporación Favorita.

    Según el vocero de esta firma, que en el 2018 tuvo ingresos por USD 2 047 millones, contar con una filosofía de valor compartido “permite a la empresa contar con políticas y prácticas que aumenten la competitividad de esta y, al mismo tiempo, mejore las condiciones, tanto económicas como sociales, de las comunidades en las cuales labora”.

    En Nestlé también destacan el valor de la sostenibilidad. Según Sergio Mera, gerente de Asuntos Corporativos y Relaciones Públicas de Nestlé Ecuador, en la medida en que las comunidades, el planeta y la sociedad en su conjunto prosperan, las empresas pueden crecer y garantizar su sostenibilidad. “La responsabilidad empresarial permite que las empresas generen valor para todos los grupos de interés”.

    Para Evangelina Gómez, directora ejecutiva del Consorcio Ecuatoriano para la Responsabilidad Social (Ceres), todo plan de responsabilidad corporativo bien enfocado trae beneficios claves, como una mejor reputación. En el trabajo con los colaboradores, asegura Gómez, se obtiene la retención de talento, mayor productividad y se atrae a nuevos profesionales. En asuntos ambientales disminuyen los costos y se minimizan los impactos y con los proveedores se logra la fidelización.

    La innovación permite satisfacer a los consumidores

    Redacción Quito (I) 
    redaccion@revistalideres.ec

    En el desarrollo sostenible una de las tendencias es la innovación. Según el estudio Tendencias de Sostenibilidad 2019 de Deloitte, la innovación tiene alta prioridad entre las empresas que desarrollan una política de sostenibilidad.

    El reporte añade que las firmas ecuatorianas han dado pasos importantes teóricos en esta temática. El 88% de los ejecutivos consultados mencionan que podría aplicar los principios de innovación en sus empresas, y quienes han definido un plan para dar este paso mencionan, con un 37%, que lo harán en procesos, productos y servicios.

    Según Deloitte, la innovación es empujada principalmente por las demandas de los consumidores finales. La consultora empresarial añade que los programas de innovación son más comunes en organizaciones medianas y pequeñas, donde los cambios y reacción a los desafíos son más ágiles y fáciles de enfrentar.

    “Las principales razones para innovar son la búsqueda de crecimiento sostenible basado en la diferenciación de los productos y la satisfacción de las necesidades de los consumidores”, añade el estudio.

    Las empresas están conscientes de que la innovación es fundamental. Rubén Salazar, gerente Corporativo de Corporación Favorita, considera que hoy por hoy los consumidores buscan una propuesta de valor que diferencie a un producto de otro, por factores que van más allá de la competitividad en precios.

    “Los productos que promulgan una conciencia ambiental y la evidencian mediante empaques biodegradables o con menos cantidad de plástico tienen una preferencia por los consumidores”, dice Salazar. El vocero de Corporación Favorita añade que en la actualidad las condiciones climáticas del mundo han demostrado la necesidad de ser consumidores y empresas ecológicamente responsables. “Esto genera valor compartido, ya que promueve el desarrollo de ideas innovadoras, conscientes y empáticas, que se consiguen mediante la educación”.

    Para Sergio Mera, gerente de Asuntos Corporativos y Relaciones Públicas de Nestlé Ecuador, es vital para las empresas enmarcar sus acciones en buenas prácticas de responsabilidad social, que permiten contribuir de manera positiva a la sociedad y a la empresa.

    Para Nestlé, dice Mera, la prioridad y enfoque es tener negocios sostenibles en el largo plazo, en cualquier lugar donde operamos pensando siempre en nuestros consumidores, clientes, colaboradores y medioambiente.

    “Esto nos permite estar bien posicionados con nuestros consumidores a través de la generación de estrategias de comunicación alrededor de las características nutricionales e innovación de nuestros productos, reforzando la inversión detrás de nuestras marcas con foco en nuestros consumidores”.

    El vocero de esta firma de alimentos, que tiene presencia en 190 países, dice que están conscientes de que el éxito de una empresa está garantizado en la medida en que la sociedad en su conjunto logra bienes­tar. “La empresa no puede aislarse de la comunidad en la cual opera”.

    Nestlé Ecuador mira con atención a las comunidades. Foto: cortesía
    Nestlé Ecuador mira con atención a las comunidades. Foto: cortesía

    Se puede tener un plan sin importar si la empresa es grande o pequeña

    Redacción Quito (I) 
    redaccion@revistalideres.ec

    Si bien el término responsabilidad corporativa suena sofisticado y complicado, no quiere decir que sea un instrumento que se utilice solo por las grandes empresas o las multinacionales. A escala global existen datos que demuestran que las pequeñas y medianas empresas (pymes) tienen tanto por ganar como cualquier organización que aplica la responsabilidad corporativa.

    En España, por ejemplo, el Eurobarómetro (un indicador elaborado por la Comisión Europea) señala que el 79% de los encuestados considera que las pymes de ese país sí se esfuerzan por ser responsables con la sociedad. El dato es ocho puntos porcentuales más que la media de pymes europeas y 36 puntos porcentuales por encima de cómo son percibidas muchas de las grandes compañías en España.

    Los expertos consideran que esto ocurre porque las pymes, al tener una estructura más sencilla, están más cerca de sus grupos de interés, tanto de los empleados como de sus proveedores y de sus clientes.

    En Nestlé Ecuador saben que la responsabilidad social empresarial no debe responder solamente a grandes empresas. Sergio Mera, gerente de Asuntos Corporativos y Relaciones Públicas de Nestlé Ecuador, dice que “sin distinguir el tamaño, actividad principal o situación en el mercado”, toda empresa privada contribuye a la sociedad desde cada uno de sus espacios y posibilidades, “con acciones que generan sostenibilidad para el país y el crecimiento para la empresa”.

    Según Mera, en la medida en que las comunidades, el planeta y la sociedad en su conjunto prosperan, las empresas grandes, medianas y pequeñas pueden crecer y garantizar su sostenibilidad en el futuro.

    Pronaca, la firma del sector de alimentos, también coincide en el valor de la sostenibilidad. La compañía dice que si no existe un convencimiento de los beneficios ambientales, sociales y económicos que representa la implementación de proyectos de sostenibilidad en la empresa, sea esta pequeña, mediana o grande, siempre habrá la dificultad de abordar el tema y de convencer a los directivos de la relevancia de trabajar con este enfoque y más aún, de fomentar un cambio cultural de sostenibilidad”.

    Esta compañía mantiene una filosofía que se puede replicar en pequeñas y microempresas: “Desde nuestros fundadores, se ha trabajado el concepto de ser responsables con la sociedad en la que operan, visión que se ha transmitido al resto de ejecutivos que constantemente alinean las acciones de la empresa con la sostenibilidad”. Con esta política Pronaca dice que se puede dejar un legado para las futuras generaciones.

    Los especialistas en el tema agregan que una vez que una pyme se enfoque en programas de responsabilidad social de manera consciente y deliberada, tendrá ya al menos la mitad del camino recorrido. Esto porque con un programa oficial simplemente harán de forma voluntaria y formalizada lo que llevan haciendo desde sus inicios.

    Corporación Favorita tiene el programa de voluntariado Corporativo Alza la mano. Foto: cortesía
    Corporación Favorita tiene el programa de voluntariado Corporativo Alza la mano. Foto: cortesía
  • Diego Fabara: ‘El líder toma decisiones muy duras’

    Pedro Maldonado

    (I)
    Editor del Semanario LÍDERES

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    El ecuatoriano Diego Fabara es el nuevo Jefe Global de Riesgo de Visa, en Nueva York. Antes ocupó altos cargos en el mundo financiero como la Presidencia de The Global Banking Group de American Express, entre otros. LÍDERES conversó con Fabara vía correo electrónico sobre su carrera, los retos que ha enfrentado y el valor de la formación académica.

    ¿Cuáles son sus tareas en este nuevo cargo?

    Como Jefe Global de Riesgo de Visa (Chief Risk Officer, CRO, por sus siglas en inglés) soy responsable de mantener la integridad del sistema de pagos Visa y nuestra reputación de liderazgo a la vanguardia de la industria de pagos. Asimismo, trabajo de manera muy cercana con agencias reguladoras y me ocupo, junto a mi equipo global de trabajo, de proteger los activos de Visa de pérdidas inesperadas. Bajo este rol, estoy a cargo de impulsar tendencias de pensamiento y liderazgo en seguridad de pagos con el objetivo de ofrecer servicios de primer orden para prevenir, detectar y mitigar el impacto de ataques fraudulentos en nuestros clientes y otras partes interesadas del sistema de pagos.

    ¿Cuál ha sido su plan profesional para ir escalando en el mundo financiero a escala mundial?

    Mi desarrollo profesional siempre ha estado basado en seguir oportunidades laborales que me apasionen. En este caso, tener la inmensa oportunidad de dirigir la función de riesgo a escala mundial de la red de pagos más grande del mundo es un honor y un importante logro en mi carrera.

    ¿Cuáles han sido los retos más grandes de su carrera hasta el momento?

    Probablemente, la crisis financiera del 2008 y el 2009 en la cual los mercados mundiales colapsaron y el capital líquido en el mercado casi ni existía. Esta crisis la pasé cuando era Presidente de Operaciones del Banco Barclays en Londres. La crisis fue muy dura y afectó a todos los segmentos del banco desde el Banco Privado hasta el grupo de tarjetas de crédito.

    Las carpetas en mora excedieron el 20% y las pérdidas diarias eran en millones de libras esterlinas. Esta crisis definitivamente me probó como líder de una institución mundial como lo es Barclays, donde tuve que tomar decisiones muy duras, como por ejemplo, llevar a cabo reestructuraciones en el personal del banco. Al final de esta experiencia, el banco recuperó su posición en liquidez y las pérdidas fueron normalizadas. Esto requirió un arduo trabajo, pero aprendí mucho sobre cómo funcionan los mercados mundiales.

    Diego Fabara cree que el Ecuador tiene buenas perspectivas, aunque tome un tiempo de maduración. Foto: cortesía
    Diego Fabara cree que el Ecuador tiene buenas perspectivas, aunque tome un tiempo de maduración. Foto: cortesía

    ¿Qué requisitos se exigen hoy en la industria financiera, en comparación con los requisitos de hace 5 o 10 años?

    Haciendo referencia a mi área de concentración, la industria ha cambiado mucho, los sistemas de riesgo operan con tecnología de punta con sistemas que utilizan plataformas de ‘machine learning’, hardware optimizado con inteligencia artificial, sistemas biométricos, procesamiento de lenguaje natural, por nombrar algunas. Básicamente, la industria ha dado un salto grande en términos del tipo de modernización que existe. Al mismo tiempo, las demandas regulatorias han cambiado muchísimo para dar más solidez a los mercados mundiales.

    ¿Cuánto incide la formación académica?

    Influye mucho. Sin embargo, en mi caso no tuve una preparación académica tradicional. Gran parte de mi formación ha estado basada en cursos que he tomado a lo largo de mi carrera. La mayoría de estos cursos de preparación fueron ofrecidos por los diferentes bancos en los que he laborado, los cuales han cubierto áreas como estrategia de capitales y liquidez, operaciones bancarias, y entrenamientos para liderar grupos numerosos de trabajo.

    ¿Qué consejos se anima a dar a los jóvenes que ahora están formándose?

    El principal consejo que daría a mis compatriotas que están en sus años formativos es que sigan sus sueños. Nada es imposible si se pone el interés, la dedicación, la disciplina y la pasión necesarias, todas características que nos distinguen a los ecuatorianos. Otro consejo que les daría es que todos tenemos que entender que para triunfar muchas veces también hay que probar la derrota. Todas las caídas deben ser tomadas como oportunidades de aprendizaje y crecimiento tanto profesional como personal.

    Hablando ya del mundo financiero, ¿qué panorama se puede esperar para el 2020 en las actuales circunstancias de la economía mundial?

    El Banco Federal de Chicago ha pronosticado con mucha precisión las últimas cinco crisis financieras y en este caso ya se proyecta una desaceleración económica, pero no una crisis. El sistema bancario internacional se ha fortalecido mucho en la última década, esto es producto del cambio regulatorio en reservas bancarias. En mi opinión la economía va a tener una desaceleración pero nada como lo que se vio en el 2008 y el 2009.

    ¿Qué oportunidades existen para Ecuador en este contexto económico mundial?

    Ecuador es un país con muchos recursos naturales y con un contingente de profesionales muy capacitados, estos son los ingredientes necesarios para que un país salga adelante. Espero que la economía ecuatoriana se estabilice en tal forma que el índice de riesgo del país baje para que la inversión externa sea más fluida.

    Diego Fabara cree que el Ecuador tiene buenas perspectivas, aunque tome un tiempo de maduración. Foto: cortesía
    Diego Fabara cree que el Ecuador tiene buenas perspectivas, aunque tome un tiempo de maduración. Foto: cortesía
  • Virtual Create crece con la facturación on line

    Patricia González

    (I) 
    redaccion@revistalideres.ec

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    Los antecedentes de Virtual Create se remontan al 2010 en Caracas, Venezuela. La empresa, dedicada al marketing digital, la fundaron Ronald Hernández, su esposa y un socio.

    Con la profundización de la crisis venezolana, Hernández, hijo de madre ecuatoriana, decidió emigrar a Ecuador en 2015. Entre sus planes estaba expandir Virtual Create.

    Le hizo la propuesta de asociarse a un familiar ecuatoriano: Ricardo Loor. En agosto de ese mismo año abrieron una nueva empresa en Ecuador con el mismo nombre. El capital inicial fue de USD 2 000.

    En un principio, la idea era mantener el personal y los proyectos que tenía la firma en Venezuela, pero la compleja situación del país caribeño lo hizo insostenible.

    Hernández y Loor, ambos ingenieros en sistemas, dieron un giro al negocio, para dedicarse al desarrollo de tecnología. La empresa comenzó a funcionar en los espacios del coworking Impaqto, en Quito.

    A consecuencia de una necesidad de la empresa, nació un producto que les ha permitido posicionarse en el mercado por la acogida que ha alcanzado. Se trata de Facturero Móvil, un software que permite emitir facturación electrónica, entre otros documentos.

    Tras haberlo usado para consumo propio y realizar algunas pruebas con amigos, lanzaron el producto en febrero del 2016. La herramienta permite emitir también notas de crédito, retenciones, guías de remisión y liquidaciones de compra. Todos los documentos son válidos ante el Servicio de Rentas Internas. Además, ofrece otros servicios gratuitos como registro de transacciones, gastos, listado de clientes y productos, y proformas.

    El producto está dirigido, principalmente, a personas naturales y pequeñas empresas. Pero, también tiene entre su portafolio a medianas y grandes. En total, son cerca de 1 800 clientes de distintos sectores: alimenticio, textil, de publicidad, repuestos automotrices, estudios jurídicos, etc.

    Para hacer uso del facturero, los clientes deben registrarse en la aplicación y configurar su cuenta con la información tributaria requerida, incluida la firma electrónica, que puede gestionarse en línea desde la herramienta.

    Para hacer uso del facturero, los clientes deben registrarse en la aplicación y configurar su cuenta con la información requerida.
    Para hacer uso del facturero, los clientes deben registrarse en la aplicación y configurar su cuenta con la información requerida.

    Los usuarios pueden adquirir paquetes prepagados, según sus necesidades. Los costos van desde USD 5 hasta 380, dependiendo del número de documentos (entre 20 y 4 000). También se ofrece planes mensuales pospago para clientes que requieren mayor número de facturas por la dinámica de su negocio. Los planes, en ese caso, van desde USD 35 a 140.

    Elías Linzán, quien se dedica a la distribución de suplementos nutricionales, utiliza Facturero Móvil desde hace tres años. Adquiere un paquete de 1 000 documentos, que le alcanza para cerca de un año. Utiliza las facturas y notas de ventas. “Me ha ayudado a ganar tiempo y evitar errores, porque los cálculos son automatizados. La herramienta es espectacular”.

    Otro de sus clientes es Katiusca Vargas, contadora independiente, quien suele adquirir un paquete de 100 documentos, que le rinde para un año. Un 60% de sus clientes, en su mayoría pequeñas y medianas empresas, también son usuarios de Facturero Móvil. “Me parece excelente. Al momento que emito la factura, le llega al cliente y se registra en el SRI”, comenta.

    A la par que brinda facturación electrónica, Virtual Create ha continuado con consultorías para desarrollo tecnológico, incluso retomó el tema del marketing. En 2016, Grupo Laar contrató sus servicios para una de sus marcas: Laarcom, especializada en seguridad electrónica.

    A raíz de ese primer contacto, dos accionistas del Grupo, Marcelo y Andrés Arteaga, hicieron la oferta de asociarse. Desde mayo del 2017, Virtual Create está integrada por cuatro socios y forma parte de Grupo Laar, brindando soporte a las distintas marcas del conglomerado, además de contar con clientes externos.

    En la empresa laboran 10 personas. Laura Carrazco es la única que se dedica por completo a Facturero, específicamente de atención al cliente y el área administrativa. “Trabajamos por cumplimiento de objetivos”, señala.

    La firma tecnológica factura al mes alrededor de USD 200 000. Para el próximo año, prevé lanzar un nuevo producto, denominado Pardux, para la gestión de tiendas en línea, que incluya botones de pago, facturación electrónica, logística, etc.

    Las cifras

    2 000 dólares fue el capital inicial de Virtual Create.

    5 dólares es el valor mínimo de un paquete en Facturero Móvil, que incluye 20 documentos.

    1 800 clientes es el portafolio de la herramienta de facturación electrónica.

    10 es el número de empleados de Virtual Create.

    60 000 dólares reinvirtió la empresa cuando pasó a Grupo Laar.

    200 000 dólares es la facturación mensual.

    Ricardo Loor, gerente general

    La asociación de Virtual Create con Grupo Laar nos dio estabilidad como empresa porque tenemos proyectos a largo plazo, de acá a cinco años, con las marcas del Grupo. Algunos muy grandes. Estamos desarrollando un sistema completo para Laarcourier. Además, para el próximo año vamos a lanzar un nuevo proyecto para comercio electrónico, especializado en la gestión de tiendas en línea, con botón de pago, facturación electrónica y logística de envío, incluidos.

    Parte del equipo de Virtual Create y Facturero Móvil. La empresa funciona en las oficinas de Grupo Laar, que integra 17 marcas, en el norte de Quito. Foto: Diego Pallero / LÍDERES
    Parte del equipo de Virtual Create y Facturero Móvil. La empresa funciona en las oficinas de Grupo Laar, que integra 17 marcas, en el norte de Quito. Foto: Diego Pallero / LÍDERES
  • Un ejecutivo para generar felicidad

    Redacción Quito

    (I)
    redaccion@revistalideres.ec

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    ¿Sabía usted que diferentes empresas del mundo, preocupadas de la estabilidad emocional de sus trabajadores, están apostado por contratar a un generador de felicidad?

    Esta posición, que puede parecer curiosa, se trata de una persona responsable de crear un ambiente de felicidad en el lugar de trabajo. Parece algo loco, pero se trata de unas de las nuevas profesiones en las corporaciones.

    En países de América Latina, como México, ya se volvió norma el cuidar del ambiente psicosocial de una organización. La idea no solo es evitar que con trabajadores infelices caiga la producción, sino tener más personal mental y emocionalmente saludable.

    La Organización Panamericana de la Salud, con datos de un estudio de la Organización Internacional del Trabajo del 2016, indica que en la región más de un 10% de los trabajadores se ha sentido constantemente bajo estrés por preocupaciones laborales.

    En Ecuador, según Pablo Suasnavas, decano de la Facultad de Seguridad y Salud Ocupaciones de la Universidad Internacional SEK, al menos el 15% de las enfermedades laborales que se producen al año están vinculadas a temas psicológicos y emocionales.

    Como una vía para solucionar estos problemas, el generador de felicidad debe detectar todas las necesidades de los colaboradores (comodidad con el mobiliario, equipo de trabajo, herramientas digitales, etc.) e identificar cómo se sienten con el ambiente laboral y su situación personal.

    Las características de estos ejecutivos están relacionadas con su apertura hacia las nuevas tecnologías, ya que brindan la posibilidad a los colaboradores de trabajar en casa o contar con plataformas digitales que faciliten su día a día; también deben ser receptivos, motivadores, empáticos y capaces de mostrar a través de sus acciones que son testimonio vivo de la visión y misión de la empresa.

    Según Xavier Verdesoto, CEO de Nexos Talent EFH Ecuador, si bien no conoce en el país ejecutivos cuyo cargo sea generador de felicidad, sí hay los que se encargan del ‘engagement’. “Se dedican a diagnosticar y generar planes de acción para mejorar el nivel de satisfacción de los clientes internos, es decir los colaboradores. Buscan generar compromiso”.

    La idea es que los colaboradores adquieran experiencias laborales que impacten en su parte emotiva y rompan con esa visión de que cada uno de ellos es solo un número.

    Y esta felicidad está en cosas que van desde un trato cordial hasta programas estructurados de apoyo para la familia o el crecimiento profesional. No queda a un lado el pago de un sueldo justo, pero más allá del mismo está el reconocimiento permanente de cada uno de los profesionales.

    Una de las empresas que tiene programas de este tipo es Confiteca. El área encargada de generar beneficios de salario emocional es es el departamento de Comunicación y Desarrollo Organizacional. Sin embargo, todas las iniciativas las promueve la Gerencia General, indica la empresa, que tiene operaciones en Ecuador, Colombia y Perú.

    Entre las iniciativas que desarrollan están viernes cortos en diciembre y vacaciones escolares, proyectos de educación, sustentabilidad, salud y vinculación con la comunidad. “Las empresas deben ofrecer más que un lugar para trabajar a sus colaboradores. Es fundamental desarrollar experiencias positivas que generen compromiso y fidelización”.

    En Yanbal, por su parte, tienen, al menos, siete programas vinculados al bienestar de sus colaboradores; uno de ellos se refiere al horario flexible, con semanas cortas, días compensatorios, etc.

    María Sol Paladines, gerenta de Recursos Humanos de la firma, explica que su departamento está a cargo de estos procesos. “Un colaborador más feliz genera mejores resultados en su trabajo”.

    Para ciertos analistas, el dar felicidad en las empresas es un tema cuestionable. Mabel Ocampo, fundadora de la consultora de recursos humanos Ikigai, asegura que se está desvirtuando este tipo de cargos porque el que un trabajador se sienta bien no es una responsabilidad exclusiva de la empresa sino compartida.

    Una posición similar es la de Daniel Montalvo, director de la maestría de Talento de la Universidad de Las Américas. “No es necesario crear un puesto de trabajo con ese fin. Se está confundiendo los roles de gerenciar y de liderar una firma y un equipo. La responsabilidad de los ambientes de trabajo, de acuerdo con la visión del Harvard Business Review, está 70% en los jefes y el resto en otros elementos de la organización”.

    Cada jefe debe comprender qué es lo que le motiva a las personas y de esta manera hacer asignación de tareas y generar una estrategia.

    Según el Ministerio de Trabajo, el Estado garantiza el bienestar de los empleados. Entre las normas vigentes en el país está el acuerdo ministerial 82, del 2017, sobre erradicación de la discriminación en el ámbito laboral y la Ley para prevenir el acoso laboral.

    En el mundo existen compañías que han creado un nuevo cargo cuya principal responsabilidad es ofrecer un buen ambiente de trabajo para los colaboradores. Foto: Freepik
    En el mundo existen compañías que han creado un nuevo cargo cuya principal responsabilidad es ofrecer un buen ambiente de trabajo para los colaboradores. Foto: Freepik