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  • Lucia Fattorelli: ‘La gente debe tener coraje para cuestionar la deuda’

    Pedro Maldonado. Redacción Quito / LÍDERES

    En los últimos cinco años, Ecuador cambió de acreedores: pasó de los multilaterales a China, la segunda economía del planeta.

    Las autoridades nacionales hablan de unos USD 4 000 millones como monto que el país tiene en calidad de deuda en la actualidad con el gigante asiático. Sin embargo, no existen mayores detalles sobre las condiciones de pago.

    La brasileña Lucia Fattorelli, coordinadora de Auditoría Ciudadana, participó la semana anterior en un evento de la Superintendencia de Control del Poder del Mercado en Quito. En un diálogo con LÍDERES habla sobre los procesos de auditoría de deuda y explica cómo la ciudadanía puede organizarse para exigir información sobre las condiciones de endeudamiento que cumple un país ante sus acreedores.

    ¿Qué tan frecuente es auditar la deuda que tiene un país ante sus acreedores?
    Desafortunadamente no ha sido una costumbre. Lo que hizo Ecuador, con la iniciativa de la Comisión para la Auditoría Integral del Crédito Público (CAIC), fue casi inédito. Una de las primeras auditorías fue en Brasil, en 1931, con el presidente Getúlio Vargas; él tenía una serie de proyectos sociales, pero no había recursos y tenía exigencias para firmar pagos de deuda. Los contratos no estaban disponibles ni para el Presidente y eso dio paso a una investigación que mostró que solo el 40% de la deuda estaba documentada en contratos.

    ¿Qué lecciones dejó ese proceso?
    Lo ocurrido en Brasil dejó ver que el endeudamiento se utilizó a la inversa. La deuda ha sido utilizada como mecanismo de dominación y no debe ser así. En economía, el endeudamiento debe ser una fuente de recursos para el Estado y debe ser discutido abiertamente con la población que, al fin y al cabo, paga con sus impuestos y con los recortes sociales que son hechos para el pago de deuda.

    Lo que hizo Ecuador es un punto relevante…
    Hubo iniciativas como Auditoría Ciudadana, en Brasil, pero lo que hizo el Gobierno ecuatoriano, creando una comisión, con voluntad política de considerar el informe de la comisión, fue impresionante. Esta acción permite acceder a datos, documentos y garantiza la transparencia de las operaciones y de las negociaciones; abre los ojos de la población y de los gobernantes.

    Usted habla de voluntad política. ¿Qué más se necesita para llevar a cabo una auditoría?
    En general, es difícil conformar un equipo, se necesita gente especializada e involucrar a expertos para definir los impactos y contar con análisis jurídicos, con indicadores sociales, análisis político… en el proceso de endeudamiento.

    ¿Las auditorías pueden nacer de un gobierno, pero también desde lo ciudadano?
    Sí puede. En Brasil empezamos una investigación parlamentaria, no una auditoría. Duró pocos meses, pero no fue suficiente, sacamos un informe de casi 1 000 hojas y el proceso está en la Fiscalía.

    ¿Cómo pueden los ciudadanos iniciar un proceso de auditoría?
    En Brasil, por ejemplo, se organizaron sindicatos, asociaciones de trabajadores, movimientos, sociales con gente que trabaja por servicios de educación y salud. Organizamos los grupos para estudiar el endeudamiento y conformamos una asociación para ser un espacio de reunión de interesados en debatir la deuda. Este proceso tiene más de 10 años.

    ¿Qué resultados se han logrado?
    El principal resultado ha sido la concientización de la gente. Al principio, al tocar el tema de deuda, había una resistencia, como si la deuda ya no fuera un problema. Esto pasa porque las instituciones públicas poco hablan y cuando hablan las cifras no son totales.

    Así que generar conocimiento, que a veces es difícil de medir, es importante y se refleja en las recientes manifestaciones populares en las que millones de brasileños salieron a las calles.

    En Ecuador ocurre que antes la deuda externa era con los organismos internacionales. Ahora la deuda, en buena parte, es con China. Y sobre ese endeudamiento no hay mayor información. ¿Qué se puede esperar o hacer?
    La Constitución del Ecuador garantiza acceso a la información. Creo que es un tema de organización social, para acceder a los documentos que se requieran. Si un préstamo tiene condiciones positivas para el país, no puede ser considerado malo. Pero de cualquier manera la sociedad civil debe ser consultada e informada. La sociedad paga esos recursos y se beneficia de ellos.

    Sin embargo, las autoridades ecuatorianas informan a cuentagotas sobre los términos acordados en los créditos con China…
    Se puede organizar una auditoría ciudadana y pedir acceso a los documentos y verificar. Es muy importante que la sociedad participe en el proceso.

    Lo que hizo el Gobierno con el CAIC fue auditar la deuda adquirida en administraciones pasadas, pero cuando se quiere saber la deuda detallada adquirida en este Gobierno se presenta el problema de la poca información.
    La Constitución prevé la auditoría ciudadana. Es un tema de organizarse entre los ciudadanos y verificar si la información está o no disponible en los sitios web del Gobierno.

    ¿Qué sucede cuando el prestamista es un Gobierno?
    En una deuda bilateral allí también hay que verificar si hay cláusulas abusivas, si hay préstamos vinculados, si se siguen las reglas para que un Gobierno elija la mejor opción de inversión y otras cláusulas.

    ¿A quién le corresponde verificar eso?
    A las autoridades financieras que firman, a la Contraloría y Fiscalía, que acompañan y emiten informes para los créditos. Muchas veces las presiones y la falta de transparencia, como ocurría en décadas anteriores, hacían que los informes llegaran listos solo para ser firmados. Por eso la iniciativa ciudadana de mostrar lo que ocurre impide que las negociaciones abusivas sigan ocurriendo. La gente debe tener coraje, participar y cuestionar.

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    Su relación con grupos sociales
    Cargo actual. Es Coordinadora Nacional de Auditoría Ciudadana, con sede en Brasil.

    Su actividad. Participa con frecuencia en foros internacionales sobre la deuda externa.

    En Brasil. Está vinculada con movimientos sociales de su país.

  • Javier Cruz: ‘No vemos que la Ley minera sea tan atractiva a la inversión ‘

    Alberto Araujo. Redacción Quito / LÍDERES

    ¿La reforma minera ha superado las dificultades para la inversión en el sector minero?

    Vemos con buenos ojos la reforma porque considera temas que como gremio propusimos. El nuevo marco jurídico facilitará el desarrollo de muchos proyectos en el país. En gran medida cubre las expectativas del sector. Pero creo que hay cosas que se pueden trabajar.

    ¿Qué recomendaciones se acogieron?

    Por ejemplo, las sanciones a la actividad minera ilegal. El tema no es terminar con la minería informal sino formalizarla, darle un espacio en la actividad. Otro tema positivo es el techo a las regalías que genera más certezas para la minería extranjera, y la reducción de 10 a dos permisos en la actividad.

    ¿Cómo se observa el Impuesto a las Ganancias Extraordinarias?

    Es un impuesto poco atractivo porque no existe en la región o en el mundo. Tampoco existe el pago anticipado de las utilidades. A escala global existen los derechos mineros, las concesiones, el pago de regalías y otros impuestos. Pero todos los tributos se aplican sobre la producción. Tanto produces y tanto se da. Si se ha ganado algo, sobre eso se aporta. Pero no con montos adelantados. Este tema debe seguirse analizando. Nuestro esfuerzo ahora será demostrar el impacto que tendría esto para la empresa y el Estado. Esto se debe revisar para llegar a un punto más equilibrado.

    ¿Cómo se puede llegar a ese equilibrio?

    Creo que una discusión y revisión técnica es indispensable. Debe haber gente de parte de la autoridad que pueda colaborarnos en el ámbito tributario para entender el efecto que esto tiene.

    ¿Esto se podría modificar en los contratos?

    Se podría hablar más bien de modificaciones a la Ley porque es más complicado aplicarlo a cada uno de los contratos. Ahora ya tenemos un marco jurídico, tenemos las reglas de juego y dependerá de que a la gente le interesen estas reglas. Pero lo vemos con miedo. No estamos tan seguros que la Ley promueva la inversión extranjera en la actividad minera.

    ¿Por qué?

    Por este tipo de cosas. Si una empresa llega al país para hacer actividad de exploración que es de alto riesgo -porque puede ser que no encuentre yacimientos que valgan la pena-, y además tiene un marco jurídico que le obliga a ser una serie de aportes y una difícil tramitología que le implica tiempo y contratar más gente, la inversión aumenta.

    Por eso no vemos a la Ley tan atractiva para la inversión extranjera aún. Hay que hacerle algunos cambios. El país es atractivo a la inversión minera porque es un país nuevo en el sector y los yacimientos descubiertos en los últimos años demuestran que hay mucho que explorar y que explotar. Pero lo que no le hace atractivo es la Ley. Podría ser más atractiva.

    El esquema de cambio de fases de exploración a explotación en los proyectos y el contrato se han percibido como trabas para ciertas empresas. Indican que no hay certezas para que los concesionarios puedan explotar un yacimiento si lo descubren. ¿Cómo analiza este tema?

    El contrato no es común en el mundo minero porque lo que más prepondera es la figura de la concesión. La empresa tiene su derecho concesionado y la actividad es normada y vigilada. Se pagan impuestos y regalías pero no hay la necesidad de firmar un contrato. Y ahí está la distorsión.

    ¿Este modelo viene del sector petrolero?

    El esquema de la renegociación de los contratos petroleros trató de trasladarse al sector minero bajo la lógica de que ambos son sectores extractivos. A ello se sumó la falta de experiencia en el sector minero y como resultado se estableció el esquema del contrato para los proyectos mineros.

    Este se ha discutido y hay empresas que ya lo han firmado. Ha tomado mucho tiempo su negociación y ya es parte de nuestra vida. No nos preocupa tanto el contrato pero sí el Winfall Tax (Impuesto a las Ganancias Extraordinarias) o que la Ley no atraiga a la inversión.

    ¿Qué sabor deja la salida de Kinross?

    La salida de Kinross es un tema importante. Es un proyecto simbólico muy grande. Es el proyecto más grande de oro encontrado en los últimos 25 años. Teníamos fe en que este sea el que lidere el desarrollo minero a gran escala. Nos golpeó que no se haya dado. Muchas de las empresas extranjeras y las bolsas internacionales de inversión confiaban en que con el arranque de este proyecto pueda arrancar el resto en el país. Eso nos hizo retroceder.

    Tuvimos visitas hace tres meses de funcionarios de la bolsa de Toronto (Canadá) que nos dijeron: «Aquí tenemos listo un montón de dinero disponible para entrar como inversión en Ecuador. Estamos muy interesados, con la gente lista, pero esperamos primero se firme el contrato de Kinross». Como no se firmó, les hemos escrito indicando que hay otros proyectos, además de que ahora hay un marco jurídico que ampare la inversión. La intención es ahora convertirla en una Ley que promueva la inversión.

    ¿La anterior Ley no amparaba la inversión?

    Era impresentable, exactamente lo extremo a la atracción de la inversión. Esta reforma es mucho mejor pero puede mejorarse aún más. No es la ideal pero puede serlo. Si la Ley solo favorece al Estado puede no favorecer a las empresas. Hay que buscar un equilibro.

    ¿Qué otras mejoras se podrían hacer?

    Cambiar el Impuesto a las Ganancias Extraordinarias, que debería mejorarse o reducirse porque es casi imposible eliminarlo. Además, no deberían entregarse utilidades anticipadas. Tenemos el artículo 408 de la Constitución que establece que el 51% del beneficio de todo proceso extractivo es del Estado.

    Además, tenemos el valor que se paga por la concesión, los tributos normales que se pagan, un IVA que se paga. ¿Por qué debemos tener además un impuesto anticipado a las utilidades?

    ¿Cómo ven la introducción de la categoría de mediana minería?

    Es favorable esta categoría porque así estas empresas tendrán mayores facilidades para producir.

    Hoja de vida

    Javier Cruz nació en Quito y tiene 44 años. Es Administrador de Empresas graduado en la National University of Business en EE.UU.

    En minería. Fue gerente de Recursos Humanos en Ecuacorriente y fue director de la Cámara de Minería.

  • Rev. Robert Sírico: ‘El estado debería proteger el desarrollo de las empresas’

    Xavier Montero. Redacción Guayaquil / LÍDERES

    El comentarista político y cultural, reverendo Robert Sirico, participó en encuentros internacionales en Guayaquil y Galápagos. Actualmente dirige la Acton Institute y afirma que la libertad económica es esencial para una sociedad.

    El reverendo Robert Sirico, presidente de Acton Institute (EE.UU.), cuyos artículos han sido publicados en The New York Times, Wall Street Journal, Forbes, National Review y autor de los libros ‘La vocación empresarial’ y ‘Defendiendo el libre mercado: razones morales en favor de una economía libre’, conversó con LÍDERES sobre la Teoría de la Opinión Pública, forjada por el Nobel de Economía (1986) James Buchanan.

    Él planteó la necesidad de modificar la manera en que las personas perciben el accionar de los políticos y el aparato burocrático. Buchanan impugna los planteamientos que señalaban al Estado como el benefactor, capaz de satisfacer el interés público e incorpora un mayor escepticismo sobre lo que los gobiernos pueden hacer en el manejo de las sociedades.

    Sirico participó en la cita internacional: Cultura e Instituciones: La evolución de las ideas, organizada por el Instituto Ecuatoriano de Economía Política y Atlas Network; y en el encuentro: Evolución, Las Ciencias Humanas y la libertad, realizado por la Universidad San Francisco de Quito (USFQ), en las islas Galápagos.

    No es usual escuchar a un líder religioso que habla sobre el libre mercado, la propiedad privada o las limitaciones del accionar burocrático. ¿En qué se basan sus estudios económicos?
    Ciertamente es así. Mis análisis se basan en la evolución de las teorías económicas desde los conceptos religiosos acuñados desde hace más de siete siglos. Nuestra preocupación e interés como actores económicos es que los pobres salgan de la pobreza. Bien por ello, pero es necesario también preocuparnos en cómo generar riqueza.

    Los pobres no son ayudados por nuestras buenas intenciones, sino cuando se les dan oportunidades para trabajar y que puedan retener y acumular esos ingresos producidos y que no se los castigue con impuestos.

    La caridad es uno de los conceptos más promulgados dentro del cristianismo. ¿Cómo entender su posición de no entregar dádivas?

    La caridad no es la forma de salir de la pobreza. Los actos caritativos son muy importantes pero deberían limitarse a situaciones de emergencia, para enfrentar un desastre natural, etc. Pero la forma normal en que las personas o las sociedades salen de la pobreza es a través de la generación de trabajo, el emprendimiento y las inversiones. La visión paternalista ha demostrado que no es la solución.

    ¿Aún están contemplados aquellos conceptos de fe en una economía global?
    Es necesario aclarar que los conceptos básicos de la economía que conocemos, incluyendo los términos de emprendimiento, el libre establecimiento de precios, la determinación de salarios mínimos, entre otros, fueron formulados por teólogos católicos del siglo XVI. Es un error pensar que la economía de libre mercado tiene sus orígenes en el protestantismo.

    Sus principales mentores salieron de la Escuela de Salamanca (España) y los discípulos de Santo Tomás de Aquino. Aquello está debidamente documentado. Otro caso, incluso más antiguo, es el de los monasterios benedictinos. La regla monástica que Benito de Nursia implantó a principios del siglo VI se remitía a tres palabras ‘Ora et labora’ (Ora y trabaja).

    Los monjes trabajaban arduamente, inventaron sistemas muy eficientes de producción agraria y muchos autores les atribuyen el desarrollo de Europa en la Edad Media, gracias a sus empresas.

    ¿Y cuál ha sido el papel histórico del Estado dentro de la evolución de los conceptos de economía basados en ejercicio religioso?
    Existen personas que se preguntan si los conceptos centenarios que le mencioné tendrían validez en nuestras sociedades. Yo les respondo ¿y por qué no funcionarían? En lugar de eso, no solo en Ecuador sino en Latinoamérica, se ha instituido que el emprendimiento tiene que estar conectado con el Estado. Eso no es generar una libre empresa.

    Aquello puede catalogarse como un nivel de mercantilismo donde los capitalistas compran el Gobierno. Es necesario separar conceptualmente las funciones que se derivan de los emprendimientos generados y los roles del Gobierno.

    El Estado no debería tener otro rol que proteger y establecer las leyes básicas para el desarrollo de empresas, para asegurar una libertad en los ejercicios económicos.

    ¿Ud. se refiere a que los empresarios deberían ser quienes creen las reglas en los mercados bajo sus propias intencionalidades?
    No todo es negocios. Creo que cada empresa se debería desarrollar en el contexto de una sociedad ordenada. Por ejemplo, si firmamos un documento de contrato, la función del Estado no es establecer lo que debería decir ese texto, eso es un acuerdo que compete netamente a los contratantes.

    Luego, cuando ambas partes concuerdan libremente, la función del Estado es que se respeten los términos de aquel documento, y eso aplica en todos los aspectos del Gobierno y la legislación.

    ¿Cuál sería el rol de las creencias religiosas, sea cual fuere la deidad o determinación espiritual, dentro de las economías emergentes?

    No se trata del rol de la religión como institución sino del papel que cumple la moral en la economía. Todos los sujetos estamos determinados por un actuar moral. Puedo citarle el caso, desde mi religión, del Segundo Concilio Vaticano, de 1965. Allí uno de los documentos principales habla sobre el rol del laicado en el mundo.

    50 años después todavía no entendemos plenamente ese texto. El laicado implica la promulgación del mensaje del cristianismo a escala mundial y en todo acto. Eso significa que cuando estás haciendo pan, cuando estás enseñando en las escuelas, cuando inviertes en el mercado, cuando contratas o despides gente, lo haces desde una convicción de que tu obrar está enmarcado en tus altos valores morales y religiosos.

    Pensador y crítico

    Su punto de vista. Es sacerdote americano católico. Dice no estar de acuerdo con los principios socialistas.

    En Ecuador. Fue invitado también por la Universidad San Francisco de Quito para exponer sobre evolucionismo, sus estudios sobre San Agustín y el beato John Newman.

  • Fidel Márquez: ‘Explotar el ITT refleja que al Estado le faltan más recursos’

    Xavier Basantes. Editor de LÍDERES / Redacción Guayaquil

    En el transcurso del segundo semestre del 2013, varios hechos y anuncios reflejan cambios en la economía ecuatoriana: austeridad en los gastos del Gobierno, eliminación del subsidio al gas, inflación negativa por tres meses consecutivos (mayo, junio y julio), desaceleración… Fidel Márquez analiza el tema.

    ¿Cómo puede describir en este momento el estado de salud de la economía ecuatoriana?

    Me gusta analizar a la economía en una perspectiva histórica y podría decir que está en sus mejores momentos. ¿Por qué planteo esto? Porque a la economía no podemos analizarla como estancos; esta ha ido creciendo y nuestro ingreso nacional se ha incrementado. Eso, a tal nivel, que montos de endeudamiento que tuvimos hace 10 años -que parecían monstruosos- ahora los tenemos igual y están por debajo de los indicadores de alto endeudamiento.

    Esa ha sido la tendencia en la última década.

    Muchos dirán que en esta situación tiene un peso importante el gobierno de Rafael Correa, pero creo que lo importante en el desempeño de la economía en la última década, antes de Correa y con Correa, es la dolarización, que marcó un antes y un después. ¿Por qué lo planteo? Porque al haber dado ese paso, la economía entró en un proceso de estabilización.

    ¿La dolarización es la clave de todo esto?

    Primero, permitió eliminar la indisciplina fiscal; segundo, la empresa vio un caldo de cultivo para invertir en el país; tercero, permitió planificar con más márgenes y trajo una reducción en el riesgo. ¿Después de eso qué tenemos? Que con la dolarización se produjo un saneamiento financiero en el país.

    También hubo un saneamiento empresarial.

    Se quedaron los bancos y las empresas que debían quedarse. Recordemos que se construyó el Oleoducto de Crudos Pesados (OCP, en 2001-2003) y los gobiernos locales comenzaron a tener un papel más fuerte, con el desarrollo de proyectos de infraestructura. Ese desarrollo local empieza a ser generador de empleo y en el balance, contribuye a generar un mejor nivel de vida en las ciudades.

    Desde esa lectura podemos dividir a la década pasada en dos. Una, marcada por la dolarización, el OCP y un mayor desarrollo de los gobiernos locales. Y la otra, en la segunda mitad, con la llegada de Correa al poder…

    Con la llegada de lo que ellos (Gobierno) llaman revolución ciudadana se genera estabilidad política. Nos guste o no, Correa genera estabilidad, basado en un movimiento de reivindicaciones sociales.

    Cuando llega al poder, propone una forma de hacer política económica que parte de los principios de bienestar, que están atados a la Constitución y a todas las reformas socioinstitucionales que ha hecho este Gobierno. ¿En el primer mandato a qué se dedicó? Se dedicó a hacer esos cambios.

    ¿Cómo se pueden ejemplificar esos cambios?

    Primero con la Constitución; luego, con el Banco Central, que dejó de ser autónomo. Tercero, la forma cómo organiza los ministerios; cuarto, la forma en la que trata de organizar a la economía social y solidaria y ahora apuesta por un plan de cambio de la matriz energética y productiva, que en definitiva busca apuntalar la infraestructura; además, impulsa un Código de la Producción.

    Esta es la primera etapa del gobierno de Correa. Luego viene una segunda etapa, que se da en medio de una coyuntura favorable para el país por el entorno internacional, sobre todo por los altos precios del petróleo en el mercado y nuestra alta dependencia de este recurso.

    Pero, a la par que inicia un nuevo mandato este año vienen los anuncios: eliminar el subsidio al gas, austeridad, explotar el ITT… Todo esto a pesar de los altos precios del petróleo.

    Este momento está pasando lo que tenía que pasar. Cualquiera que estudie economía sabe que en economía se trata de repartir recursos escasos. Si uno tiene que repartir recursos escasos, entonces tiene un horizonte presupuestario limitado; no se puede gastar más allá de lo que tiene y lo que ha pasado es que se tiene una alta carga de subsidios y un Estado empleador de última instancia. Entonces, uno tiene que llegar a tal punto a decir: ¡bueno, hasta aquí llegamos, porque los recursos no dan más!

    ¿Qué es lo que tiene que hacer ahora?

    Lo que tiene que hacer (el Gobierno) es buscar cómo hacer que el Estado deje de ser empleador e inversionista de última instancia y se convierta en un facilitador de la inversión. Ante ello se debe esperar que el Gobierno tenga que buscar cómo hacer alianzas con el sector privado, y este tendría que decir: «vamos a invertir en el Ecuador».

    En ese contexto, es algo curioso lo que pasó la semana anterior con lo del puerto de Guayaquil: la reunión del Grupo Nobis con la Ministra (de OO.PP.). Nobis es uno de los consorcios que más ha invertido en el país y eso nos dice que ya hay un empresariado que quiere invertir. Entonces, ya no es la pelea política lo que está de por medio allí, vemos que se puede dar una respuesta a partir del empresariado.

    ¿El Estado ya no da más?

    El Estado no puede seguir con la carga que estaba llevando, porque los ritmos de crecimiento del gasto en consumo y en los subsidios que tiene el Estado se iban mucho más allá de las tasas de crecimiento que estaba teniendo la economía nacional.

    ¿El Gobierno estaba consciente de esto?

    Creo que sí, pero el rédito político era mayor.

    ¿La explotación del ITT es una consecuencia?

    La política es así. En el caso del Yasuní tenemos que ver exactamente lo que ocurre: el Estado necesita recursos. El nivel de endeudamiento que se tiene con China, con la venta anticipada de petróleo, ya tiene un límite; además, hay que producir petróleo para honrar ese compromiso.

    Los ‘beneficios’ del Yasuní se verán en dos o tres años y mientras tanto ¿qué se puede hacer?

    Eliminar subsidios. Si solo se elimina una parte de los subsidios a los combustibles, digamos unos USD 3 000 millones al año, en cinco años o seis años tendría más recursos ahorrados que los USD 18 000 millones que se quieren sacar del Yasuní.

    El aporte académico y en las empresas

    El cargo. Rector de la Universidad Tecnológica Ecotec de Guayaquil. Investigador y docente.

    En la Academia. Ex Decano de la Facultad de Economía y Ciencias Empresariales de la UEES.

    Su aporte. Consultor económico y empresarial.

  • Manuel González: ‘Bajar el ritmo de gasto crearía crisis’

    Santiago Ayala Sarmiento Redacción Quito / LÍDERES

    El Gobierno ecuatoriano dio de baja a la Iniciativa Yasuní-ITT, con lo cual plantea la necesidad de explotar las reservas petroleras que se encuentran en la región Amazónica para hacer frente a la pobreza en el país. El catedrático Manuel González Astudillo, quien lleva al frente la cuenta de Twitter Economía en Jeep, analiza el horizonte en el caso de que el Régimen efectivamente decida extraer el crudo del uno por mil del Parque Nacional Yasuní.

    El Gobierno ha justificado que los recursos que se generen de la explotación petrolera en el Yasuní servirán para enfrentar los niveles de pobreza en el país. ¿Cómo entender este argumento?

    Sin duda los ingresos petroleros adicionales servirán para que los indicadores macroeconómicos mejoren, o para que no empeoren. La economía no petrolera del Ecuador se ha beneficiado de los altos ingresos petroleros. Ese mejor desempeño macroeconómico no petrolero ha permitido generar mayores ingresos que han redundado en una reducción de la pobreza desde un 38% en el 2006 a un 24% en el 2013, de acuerdo a cifras oficiales.

    La pregunta es si es necesario que existan mayores ingresos petroleros, que permitan aumentar la participación del gasto público en la economía, para reducir la pobreza.

    Mis estimaciones indican que si bien el aumento de la participación del gasto público en la economía ha sido importante, el incremento en la tasa de crecimiento de la producción de la economía y la reducción de la inflación han jugado un rol tan o más importante que el gasto público en la reducción de la pobreza. Por lo tanto, aún si la participación del gasto público en la economía se mantuviera constante en el 42% del PIB actual, es posible reducir la pobreza por la vía de mayor crecimiento económico y manteniendo la inflación bajo control. Por ejemplo, se puede incentivar la inversión privada, cuya participación en la economía ha disminuido desde una media del 15,4% del PIB, antes de este Gobierno, a una media del 13% del PIB actualmente.

    ¿Una economía sostenida en el petróleo garantiza dejar la pobreza? ¿Otros países petroleros lo han podido hacer?

    Sí es posible reducir la pobreza contando con mayores recursos generados por la explotación petrolera. Otra cosa es si la explotación petrolera garantiza la erradicación de la pobreza; eso es más difícil.

    Un modelo de desarrollo que implique niveles de ingreso tales que permitan mantener la pobreza en niveles mínimos debe ser autosustentable en el tiempo. Por definición, si la economía se sostiene en el petróleo mayoritariamente, como ha sido el caso del Ecuador, llegará un momento en que el ajuste hacia los niveles de posibilidades de producción sin petróleo impliquen un retroceso en el objetivo de erradicar la pobreza.

    Es importante que las siguientes generaciones puedan contar con los rendimientos de la explotación petrolera actual. Una forma de hacerlo es a través de la inversión pública, pero tengo serias dudas de su eficiencia y del retorno que le significará a las generaciones venideras. La implementación de fondos de ahorro financieros, bien diversificados, de los excedentes de ingresos por encima de un precio referencial del petróleo permitiría garantizar que las generaciones futuras cuenten con recursos de la explotación actual del petróleo.

    ¿Por qué tanto interés en explotar los campos del ITT si solo representan el 20% de las reservas del país?

    Con una producción relativamente estancada, el incremento de los ingresos petroleros ha ocurrido por mejores precios del crudo. A pesar de la positiva coyuntura internacional, los mercados de futuros sitúan el precio del petróleo con tendencia a la baja. Entonces, ya no es posible generar ingresos petroleros adicionales por la vía de mayores precios.

    Por otro lado, existe una desaceleración de la economía que implicará una desaceleración en las recaudaciones. El incremento de las tasas de interés internacionales y la desaceleración de las economías emergentes, incluida China, implicarían endeudamiento en términos cada vez menos favorables para el país.

    El Gobierno sabe que si el ritmo de gasto se reduce, las consecuencias sobre la economía no serán menores. Una reducción del ritmo de gasto podría llevar a una espiral: menor crecimiento y menor ritmo de recaudación. Todo esto se produce porque en seis años el sector privado ha perdido protagonismo, con lo que el modelo implementado por el Régimen presenta cada vez más dudas sobre su sostenibilidad.

    ¿El fracaso de la Ronda Sur-Oriente obliga al Gobierno a decidirse por la explotación del ITT?

    Las previsiones de los mercados de un estancamiento, siendo optimistas, o una reducción, siendo pesimistas, del precio del petróleo en el futuro hacen que el Gobierno necesite incrementar la producción petrolera por la vía de nuevos campos. Asimismo, con una reducción de precios del crudo en el horizonte, los proyectos de inversión son menos rentables para las empresas petroleras interesadas en la explotación de nuevos campos. La inexistencia de previsiones o fondos de ahorro financieros dejan al país vulnerable a este tipo de situaciones que implican la toma de decisiones apresuradas.

    ¿Las finanzas públicas están en problemas? ¿El dinero ya no alcanza?

    Una reducción en el ritmo de gasto público puede generar serias complicaciones a una economía cuyo motor ha sido el gasto financiado con incrementos en los ingresos petroleros producto de precios del petróleo al alza. Para que la deuda pública de un país sea sostenible, sus tasas de crecimiento deben ser superiores a la tasa de interés real de su deuda. Eso no está ocurriendo en el caso del Ecuador. La desaceleración de la economía implicaría una tasa de crecimiento del 3,8% para el 2013, de acuerdo con la Cepal, mientras que las tasas de interés de los mercados financieros mundiales se proyectan al alza. Por ejemplo, las tasas de los préstamos chinos que contrae el Ecuador están en alrededor del 7%, lo que implica una tasa de interés real del 5% después de descontar la inflación del 2% de las economías desarrolladas.

    El Gobierno señala que con los USD 18 293 millones que se prevé genere la explotación en el ITT se podrá «cerrar el déficit habitacional en el país, entregar agua potable, alcantarillado y manejo de residuos sólidos al 95% de la población, construir todas las escuelas que se necesitan más todas las megaobras viables en superautopistas». ¿Es posible?

    Las necesidades habitacionales, de agua potable, alcantarillado, carreteras, etc., en los siguientes 30 años no serán las mismas que las de hoy, por lo que los recursos adicionales del ITT podrían resultar insuficientes. El monto generado por la explotación sería entre 35% y 40% de lo que ha percibido el Gobierno en seis años. Sería importante saber las proyecciones a lo largo de 30 años que se han hecho.

    Hoja de vida Economista. Por la Escuela Politécnica del Litoral (Espol), en 1998.

    Máster. En Economía por la Universidad de Chile, en el 2005.

    PhD. En Economía en Indiana University, en el 2012.

    Cátedra. Desde el 2000 es profesor de la Espol de Guayaquil.

    Investigaciones.Ha publicado varios documentos relacionados con políticas monetaria y fiscal, inflación, etc.

    No habrá cambio de matriz productiva si no vuelve la confianza en el sector privado.  La explotación del Yasuní solo genera mayores dudas sobre el futuro.

  • ‘Empresas de todos los sectores usan la nube’

    Redacción Quito

    En Google está todo. Esta compañía, que tiene como su servicio estrella su motor de búsqueda, es una de las firmas tecnológicas más importantes del mundo. Dos de las razones son su eficiencia y la simplicidad en sus servicios.

    En Ecuador, la empresa Wincorp, que ofrece soluciones tecnológicas para empresas, es ‘partner’ para brindar los servicios corporativos de Google.

    Juan Esteban Granja es director de Negocios de Cloudware360, una firma que ofrece servicios de la multinacional estadounidense en Ecuador.

    ¿Qué servicios ofrecen como ‘partners’ de Google en Ecuador?
    Somos ‘partners’ a escala corporativa en Ecuador. Ofrecemos la plataforma Google Apps for Business, que es un servicio de colaboración y comunicación en la nube, como servicio de correo electrónico, chat, videollamadas…

    ¿Cómo están posicionados los servicios de Google en Ecuador?
    Hay que tomar en cuenta que el nivel de conectividad ha crecido en Ecuador. El uso se ha incrementado en un 80%, según datos del Gobierno. Pero lo que sin duda va a crecer es la conectividad por medio de dispositivos móviles.

    ¿Desde cuándo Cloudware360 es ‘partner’ de Google?
    En Ecuador estamos desde marzo del año pasado y hemos implementado más de 7 000 cuentas a escala nacional.

    ¿Cómo está el mercado de la nube en Ecuador? ¿Hay muchas empresas que están incursionando en este segmento?
    En Google hay 5 millones de firmas registradas, a escala global. Se tiene estimado que cerca de 5 000 empresas suben a la nube de Google cada día.

    ¿Qué tipos de empresas son las que están contratando sus servicios?
    Hay de todos los segmentos. Por ejemplo, a escala mundial tenemos instituciones bancarias como el BBVA con más de 130 000 cuentas. Aquí en el país hemos entrado al sector de salud e incluimos a algunas entidades públicas. Por ejemplo Salud SA, Ingenio San Carlos, Gestiona, entre otras.

    ¿Cómo se mantienen en contacto con Google para actualizar sus servicios?
    Para el segmento corporativo nos comunicamos con Argentina, en donde tiene sede Google para Latinoamérica. Cada mes viene personal de Google para actualizarnos y para temas técnicos.

    ¿Cuáles son las proyecciones que tienen previstas para el cierre de este año en número de clientes?
    Tenemos previsto cerrar el año con unas 7 000 cuentas nuevas; hasta el momento, ya hemos llegado a más de la mitad de esta meta.

    ¿Qué innovaciones traerá Google para este año en el país?
    Para el último trimestre de este año tenemos una convención de Google, en donde se presentan todas las novedades para el próximo año; luego de ello sabremos lo nuevo.

    LA CIFRA:
    7 000 cuentas corporativas es la meta de Cloudware este año

  • Wilson Mariño: ‘Los problemas de liquidez afectan más a la microempresa’

    Redacción Guayaquil

    El autor del Modelo de Gestión de Liquidez Centuria analiza en qué situación se encuentran las empresas ecuatorianas a la hora de manejar su liquidez. Sugiere cinco herramientas prácticas para evitar que el empresario sucumba ante el problema.

    Uno de los temas que más preocupa a los gerentes en el Ecuador tiene que ver con el manejo de la liquidez de sus empresas. Cuando hay problemas, el empresario se ve en la necesidad de recurrir al crédito, al sobregiro bancario o, incluso, al ‘chulco’, para atender sus obligaciones. Wilson Mariño, con la participación de Verónica Ayala y Carina Dávila como coautoras, presentó el ‘Modelo de Gestión de Liquidez’. Esta obra se sustentó en una profunda investigación sobre las empresas del país.

    ¿Por qué es importante que las empresas se preocupen del tema de ‘liquidez’?
    Fundamentalmente, porque las empresas tienen un gravísimo problema que es la falta de dinero en las cuentas bancarias. Lo que se busca es colaborar para que las empresas tengan herramientas, metodologías y técnicas, para que puedan optimizar el dinero que manejan para cumplir sus obligaciones tributarias, laborales, con sus proveedores…

    ¿El manejo de la liquidez preocupa?
    El tema de la liquidez es un tema que preocupa y preocupa diariamente a los gerentes, especialmente al departamento de tesorería. Con la liquidez o los fondos bancarios se puede cubrir todas las operaciones del negocio, comprar a los proveedores; es decir, la liquidez es el motor de la economía empresarial.

    ¿Es posible determinar un porcentaje de las empresas que a diario sufren esta situación?
    La gran empresa normalmente no tiene mayores dificultades. El problema radica en la mediana empresa y se acentúa más en la pequeña y en la microempresa. Porque, justamente, por toda la carga y obligaciones que tienen, su nivel de ventas o de cobranzas no alcanza para que sus recursos sean lo suficientemente fuertes, como para cubrir sus necesidades.

    Por ejemplo, una pequeña empresa debe pagar a sus proveedores a 15 o 30 días, pero tiene que vender a 60 o 90 días. O muchas veces el proveedor le exige que compre un monto en inventarios y no alcanza a vender, hasta que pague la factura. Eso hace que la liquidez esté bastante menoscabada, principalmente en la microempresa.

    ¿Qué sectores productivos sufren más?
    A las empresas las dividimos en cuatro grandes sectores: industrial, comercial, servicios y agroindustria. La pequeña empresa industrial tiene serios problemas de liquidez, porque hasta que entre la materia prima, se desarrolle el proceso productivo, sea un producto terminado y lo venda, ha pasado mucho tiempo y al proveedor hay que pagarle inmediatamente.

    La empresa comercial es la segunda que tiene problemas de liquidez. La de servicios, dependiendo del giro, también puede tener problemas. Y la agroindustria tiene serios problemas, porque normalmente su venta es a crédito.

    ¿Cómo ejemplificar el problema de liquidez?
    Normalmente se produce cuando una empresa es pequeña y quiere crecer. En ese crecimiento es donde se originan los mayores problemas de liquidez, porque para crecer normalmente requiere más fondos, compra más inventarios, requiere dar más crédito y el proveedor exige el mismo tipo de pago.

    En los momentos de crecimiento es cuando más problemas se observan, al punto que muchos empresarios dicen: ‘cuando era pequeño tenía fondos en la cuenta bancaria y ahora que soy mediano ya no tengo fondos en la cuenta bancaria’.

    ¿Qué tan repetitivo es el problema de la liquidez en las empresas, si se analiza por la temporalidad: trimestral, semestral, anual…?
    Es bastante repetitivo y común que en las empresas, ni siquiera mensual, diría que incluso a diario, se den estos problemas. Hay negocios que deben realizar pagos el viernes y no tienen los recursos, por lo que se ven obligados a ver a ‘quién paga’.

    Esa factura se va acumulando y acumulando, lo que genera un problema crítico semanal. Eso hace que las empresas tengan que acudir a sobregiros bancarios o créditos a corto plazo, para medio salir del bache. Pero muchas veces el crédito o el sobregiro son tan recurrentes que finalmente nunca salen.

    ¿Cómo analizan esta realidad los empresarios? ¿Qué tan conscientes están de esto?
    Están plenamente conscientes. Incluso, los empresarios que no tienen formación financiera. Porque muchos se preguntan: ‘si estoy comprando y estoy vendiendo, ¿dónde quedó la plata? A pesar de que el balance diga que se está generando utilidad’.

    Es un tema que preocupa a los empresarios y, cuando se presentan los balances al fin de año, buscan mejorar la fotografía. Pero quien realmente manda en la empresa es la cuenta bancaria.

    Ahora, si los empresarios reconocen dificultades en la liquidez, ¿cuáles son las herramientas para sobrellevar este inconveniente?
    Lo que generalmente ha hecho el empresario es acudir al banco, para solicitar crédito o sobregiro. La otra alternativa es pedir al proveedor que difiera el pago, para hacerlo un poco más tarde.

    A raíz de un estudio que hicimos hace seis años con este problema, en el nuevo libro que sacamos (‘El Modelo de Gestión de Liquidez Centuria’) se proponen herramientas de prevención, para este problema.

    ¿Cuáles son las cinco principales herramientas que todo empresario debe tener en cuenta?
    La primera es hacer un buen diagnóstico de la liquidez empresarial, pero sin partir de los balances generales ni de los resultados, sino un análisis profundo de la cuenta bancaria.

    ¿Qué quiere decir? Se trata de ver cuánto ha ingresado y ha salido de la cuenta. Lo segundo es determinar cómo el empresario está dando crédito. Hay que preguntarse si el crédito que se otorga responde a una necesidad de liquidez o simplemente a ‘vender por vender’.

    Tercero, derivado de la cuenta por cobrar, identificar cómo mejorar la gestión de cobranzas y utilizar herramientas efectivas de cobro. La cuarta estrategia tiene que ver con el manejo de los inventarios y comprar exactamente lo necesario.

    En quinto lugar es un monitoreo permanente de la liquidez. Este modelo se ha aplicado en unas 100 empresas en Latinoamérica y ha funcionado muy bien.

    Experiencia profesional y docente

    La formación. Maestría en Administración del TEC de Monterrey; Ingeniero comercial de la PUCE.

    Consultor. Asesor gerencial y financiero en empresas de Ecuador, México, Perú y Chile.

  • Marcos Golfari: ‘La Ley de Comunicación tiene dos caras para la publicidad’

    Sebastián Angulo Redacción Quito / LÍDERES

    El pasado junio tuvo lugar el Festival de Publicidad Internacional Cannes Lions (Francia). En este año se celebró la sexagésima edición del evento que congrega a las agencias más importantes del planeta.

    Este año, la red de agencias de Ogilvy & Mather se llevó 52 ‘leones’. Todo un récord en el mundo de la publicidad. Marcos Golfari, director para Latinoamérica de Ogilvy & Mather, comenta cuáles son las nuevas tendencias en el mundo publicitario y qué fórmulas funcionan para que un ‘spot’ se haga acreedor a un galardón en el certamen.

    Además, habla sobre la experiencia que tuvieron países como Argentina y Brasil para reglamentar la pauta solo de publicidad nacional en sus países.

    ¿Cuáles son las tendencias que se mostraron en el pasado festival de Cannes-Lions?
    Yo empezaría por lo siguiente: cada vez que hablamos del mundo digital, cuando hablamos de las nuevas tendencias y métodos de comunicación la gente dice «qué complicado» ó «qué cosa nueva, no lo entiendo». El mundo digital no es otra cosa que una nueva forma de comunicación, que por supuesto tiene una difusión mucho mayor que lo que era antes un televisor, una pantalla en la vía pública, etc. Por ejemplo, en un comercial de Dove que nosotros produjimos, mostramos que la belleza femenina interpretada por la mujer no es tan bonita como vista por las demás personas. Este comercial fue un ‘boom’; tuvo 56 millones de visitas en YouTube. Esto es algo que nos permiten hacer las redes sociales. Esta campaña también tuvo difusión en medios tradicionales, pero no hubiéramos logrado su difusión por medio de las redes sociales.

    La campaña ganó dos leones de oro y titanio, la categoría más alta que tiene el festival.

    ¿Qué debe tener una pieza publicitaria para que tenga éxito en Cannes?
    Hay muchos elementos. El primero de todo es que debe tocar el corazón y tiene que ser verdadera. Las emociones son las que se elevan y funcionan más que la comicidad. Otro de los factores para que gane es que la pieza haya tenido difusión. Por ejemplo, los comerciales premiados en este año fueron producidos en los últimos meses del año pasado. También es importante ganar en otros festivales, como el Ojo de Iberoamérica, por ejemplo.

    Pero, ¿los nuevos medios no influyen en el proceso creativo? ¿Se piensa en YouTube para que un anuncio tenga éxito?
    No, el ser humano se mueve por los mismos instintos y las mismas emociones, sea en una computadora o en medios tradicionales. En nuestro caso, el 70% de nuestras campañas usan medios digitales; hay que aprovechar este medio por su capacidad de difusión. Si ves algo interesante en YouTube lo compartes en Facebook, lo miran tus amigos y se sigue difundiendo. Esa pieza publicitaria no ha pagado nada por estar en Facebook y su difusión es exponencial. Incluso, ahora es más fácil medir la efectividad y el alcance del comercial.

    Pero las generaciones cambian, ¿no demandan otros contenidos?
    Yo creo firmemente que los contenidos son los mismos, porque el ser humano es el mismo. Pueden haber técnicas diferentes y darle al contenido cierta velocidad de movimiento y de imagen. Si se mira una pieza de comunicación de hace 15 años tiene movimiento, no solo de imagen sino musical. Sería muy lenta viéndolo ahora. Actualmente tienes imágenes con mayor rapidez y agilidad, porque la gente se ha acostumbrado a esa velocidad, nada más. Pero son técnicas, eso no es lo más importante.

    ¿Cuáles son los factores para que una agencia tenga éxito en la actualidad?
    Ya hemos hablado de lo fundamental de la parte digital. Pero ahora también se debe tener en cuenta otros puntos como el ‘Shopper Marketing’, que estudia el proceso de compra de un producto en una tienda o supermercado. Otro aspecto es el ‘Big Data’, que nos da información sobre el cliente.

    ¿Cómo está Ecuador en el concierto mundial publicitario?
    Desde la experiencia de nuestra empresa, Ecuador ha tenido un crecimiento importante en eficiencia. El año pasado se ganó premios por ello. Esto representa más dinero en el bolsillo de los clientes.

    En Ecuador, con la vigencia de la nueva Ley Orgánica de Comunicación, se impone que la publicidad pautada en los medios debe ser producida en el país. ¿Cuál es la experiencia que han tenido otros países?
    No es la primera vez que ocurre. Ha pasado en países como Brasil y Argentina. Este tipo de leyes tiene dos caras. La primera fue desarrollar una industria local de cinematografía, de música, de teatro, de actuación y más. También se comenzó a importar tecnología nueva para la producción de los comerciales, como filmadoras, micrófonos, reproductores… La industria en general se eleva. Ahora bien, si tú mantienes eso en el tiempo vas a encontrar que los profesionales también van incrementando su nivel; en general toda la industria mejora, ese es su beneficio.

    El beneficio se logra de incorporar técnicas, traer gente que enseñe. Pero todo este crecimiento lleva tiempo, se ve a largo plazo.

    ¿Y cuál es la otra cara? ¿La desventaja?
    La desventaja es que el crecimiento es lento, no es de un día para el otro. Esto produce un mejoramiento de los profesionales pero lleva tiempo. Además las compañías que producen campañas publicitarias regionales no pueden traerlas al país (que aplica la ley). Esas empresas sufren porque no pueden traer ese material para el país. Producir algo igual en ese país sería imposible por los costos.

    ¿Y qué ha sucedido en esos casos en los países con leyes similares a las de Ecuador?
    En estos procesos las normas cambian. Yo sé que en Brasil existió esta norma por muchos años, pero ahora también están dejando entrar material de afuera, porque en realidad la industria creció, la industria existe y es lo suficientemente grande para permitir que vengan cosas de afuera.

    En Ecuador hay mucho recorrido por hacer, se deben organizar charlas, discusiones entre todos los actores. Nadie en el mundo tiene esta norma tan tajante y rígida; los países que anteriormente tuvieron de esta manera debieron modificarla.

    TRABAJABA EN OGILVY DESDE 1995

    Sus inicios. Comenzó a desarrollar su tarea en el campo de la Publicidad en la Agencia Cícero.

    Su consolidación. Luego trabajó en J. Walter Thompson.

    En la academia. Antes de estudiar Publicidad, pasó por Agronomía y Periodismo.

  • ‘Una ciudad inteligente permite que surjan emprendedores’

    PEDRO MALDONADO O. Twitter: @pedromal

    Entrevista: Diego Cooper

    El chileno Diego Cooper estuvo en Quito la semana pasada para participar en el XIV Encuentro Iberoamericano de Ciudades Digitales. El director del programa Smart Cities de la Fundación país Digital, con sede en Chile, analiza el poder de la información y los requisitos que debe cumplir una ciudad para mejorar la calidad de vida de sus habitantes. Además sostiene que los emprendedores tienen buenas oportunidades de crear en las ciudades consideradas inteligentes. La clave pasa, desde su punto de vista, por el hecho de que las autoridades compartan la información.

    ¿Qué condiciones debe tener una ciudad para facilitar el emprendimiento?
    Primero debo aclarar que en Chile, al hablar administrativamente de políticas públicas, tenemos gobiernos seccionales o municipios. Santiago tiene 40 municipalidades, es decir 40 alcaldes que deben ponerse de acuerdo en cualquier tema. Para que este sistema funcione lo primero es tener un marco adecuado, es un tema administrativo. Para esto se necesitan autoridades que se preocupen del tema. Al hablar del tema de ciudades inteligentes lo que se busca es integración de servicios y esto funciona mejor cuando una ciudad lo piensa y lo planifica.

    ¿Entonces qué debe entenderse por una ciudad digital?
    Antes que digital prefiero de ciudades inteligentes. En estas lo importante es que el concepto incluya temas como economía, gobierno, sociedad, calidad de vida, movilidad y medio ambiente. Esos son aspectos que deben estar cubiertos para que una ciudad sea inteligente. Son componentes claves. Además tiene que ser una ciudad con oportunidades de emprender, para que los emprendedores puedan utilizar distintas plataformas. Algo clave es el tema del ‘open data’ o ‘big data’, es decir la manera en la que el Estado pone a disposición de la ciudad los datos que tiene para que los emprendedores puedan utilizarlos.

    ¿Al hablar de ‘big data’ se incluyen estadísticas económicas, sociales…?
    Claro. La idea es que la gente emprendedora acceda a esos datos y genere valor agregado. Hay muchas aplicaciones para dispositivos móviles por lo que se puede generar espacio para emprendedores que, con la ‘open data’, desarrollen aplicaciones útiles para el ciudadano. Pueden ser programas sobre tránsito, clima, incidentes que afecten el desenvolvimiento de la ciudad…

    Allí el emprendedor debe tener el olfato para desarrollar esas y otras herramientas…

    Los emprendedores primero deben conocer las tendencias mundiales y determinar las necesidades propias de cada ciudad. La contaminación o el tránsito, por ejemplo, son posibles nichos de negocio. El transporte público es otra opción, para conocer, por ejemplo, los tiempos que tarda un bus en llegar a una parada, etc. Eso es una tendencia y no solo lo advierten los emprendedores, sino también las autoridades de las ciudades.

    ¿A quién corresponde administrar el ‘big data’?
    A las autoridades de una ciudad.

    ¿Qué pasa si no existe esa información o si no se la hace pública?
    Lo ideal es avanzar en terminos de ‘open data’ para poner a disposición de la ciudadanía esa información. Si eso no ocurre no sirve, no se pueden desarrollar soluciones tecnológicas como las aplicaciones, ni generar productos con valor agregado para el ciudadano. Algo central de cualquier ciudad inteligente es que la información esté disponible. Las aplicaciones son desarrollos de bajo costo y de largo alcance, por eso insisto en este tema. Mientras más información se genere y se comparta existen más posibilidades de generar una cultura en beneficio del ciudadano. Muchas veces el aparato público tiene el temor que a mayor contacto con ciudadanos se den más requerimientos, pero hay que dar ese paso. Hoy, con las redes sociales, hay muchas maneras de comunicar y los políticos se están fijando en eso.

    ¿Cuál es el papel de la empresa privada en el desarrollo de una ciudad inteligente?
    Es central, pero no es la única responsable. En Chile tenemos dos metas: una institucional, con ministerios y universidades. Ellos analizan lo que se quiere resolver. La otra meta es técnica con empresas privadas que analizan los requerimientos de las instituciones. Lo óptimo es trabajar en conjunto. No hay que pensar en individual, sino en todos, con una visión común.

    ¿Este tema de pensar en ciudades digitales o inteligentes genera que la brecha tecnológica entre los habitantes se incremente?
    Más allá del discurso hipertecnológico, lo importante es pensar siempre en el ciudadano. No es necesario que todo ciudadano esté tecnologizado, pero sí es importante el papel de las autoridades, por ejemplo, en temas de transporte con la tecnología pueden beneficiar a los ciudadanos. Basta con darle la información del tiempo de llegada de un bus, por ejemplo. Eso sí, se necesita cierto grado de alfabetización digital. Las generaciones nuevas tienen menos problemas, son nativos digitales, el problema es con las personas de 35 o 40 años en adelante. A medida que las generaciones crezcan y envejezcan, esas brechas digitales se irán acortando, siempre que se acompañe con educación a las personas.

    ¿Las ciudades digitales incorporan nuevas herramientas para viejos conceptos o se trata de un nuevo concepto de vida?
    Los conceptos han ido mutando a medida que la tecnología avanza y las ciudades crecen. Hoy se utilizan nuevas herramientas. El concepto de hoy apunta a una ciudad integrada que utilice elementos que hace 20 años no existían y apunta también a un trabajo que tiene que ver con lo público, con lo privado y con el desarrollo digital. El objetivo es el mismo: que el ciudadano tenga una mejor calidad de vida. Lo que cambia son los medios.

    ‘Una ciudad inteligente PERMITE que SURJAN emprendedores’

    EXPERIENCIA EN TICS Y POLÍTICAS PÚBLICAS

    Su base. Tiene estudios en evaluación y gestión de proyectos. Se especializa en temas relacionadas al uso de las TIC.

    Experiencia. Tiene experiencia en políticas públicas de conectividad.

    Cargo.  Director Smart Cities de la Fundación País Digital.

    «Hay que actuar articuladamente. No pensar en que solo es  una tarea pública o del sector privado. Si pensamos así, el asunto se complica».

    «una ciudad inteligente genera espacio para emprendedores  que con sus iniciativas mejoran la calidad de vida».

    «Hay que ser transparente sobre lo que se busca.  Si cambian las autoridades, los planes NECESITAN tener continuidad».

  • ‘Cambiar gas por electricidad es viable económica y políticamente’

    Redacción Quito

    El anuncio presidencial de eliminar el subsidio al gas en el 2016 y sustituir ese combustible por electricidad en los hogares es una medida viable económica y políticamente, pero su éxito depende del desarrollo e incorporación de tecnologías más eficientes y de los avances en cuanto a la seguridad energética. Así lo cree el catedrático de la Universidad San Francisco de Quito y experto en política pública, Pablo Beltrán. En un diálogo con LÍDERES, el experto explica el peso de los subsidios en la economía y cuándo deben ser eliminados.

    ¿Es viable la propuesta planteada por el Gobierno para eliminar el subsidio al gas?
    Antes de analizar la propuesta, es necesario comprender el objetivo y el peso de los subsidios en la economía. Los subsidios ocupan un lugar importante en todas las economías del mundo. Su objetivo es nivelar el ingreso de las personas menos favorecidas, este ingreso dinamiza la economía pues aumenta el consumo y, por tanto, la producción. Pero también tiene un objetivo más ‘romántico’ que es mejorar el nivel de vida o bienestar de las personas.

    ¿De qué depende alcanzar estos objetivos?
    Hay diferentes tipos de subsidios. Hay directos (incrementan directamente el ingreso de las familias; por ejemplo, el Bono de Desarrollo Humano) e indirectos (mejoran la capacidad de consumo de las familias con el abaratamiento de ciertos bienes como el combustible). También hay subsidios generalizados y focalizados. Los primeros benefician a toda la población y los focalizados se entregan a las personas según su nivel de ingreso. Por tanto, el subsidio que va a cumplir más eficientemente el objetivo es el subsidio focalizado.

    ¿Cómo ve la estructura y el crecimiento de los subsidios en el país?
    El problema en el Ecuador es que los subsidios crecen más que lo que crece la economía. Los subsidios crecieron el 2013 un 30% frente al 2012, mientras el Producto Interno Bruto (PIB) se prevé que crezca este año menos del 4%. Esto quiere decir que no son sostenibles en el tiempo. En el país, la mayoría de subsidios se financian con petróleo que es un recurso no renovable. Si seguimos con este ritmo va a llegar un momento donde no habrá más petróleo para financiar los subsidios y para mantenerlos habría que fijar impuestos que tienen por lo general un impacto negativo en la economía, pues reducen el consumo y, por tanto, la producción.

    En el país, además, la mayoría de subsidios son generalizados…
    Así es, casi el 70% del total de subsidios se destina a combustibles que son generalizados y, por tanto, ineficientes.

    ¿Cuán fácil es eliminar estos subsidios?
    El problema del subsidio es que aumenta el ingreso de las personas. Estas lo ven como algo propio, como parte de su salario y no podemos de la noche a la mañana quitarles cuando ya no podamos financiarlos porque las personas destinan estos recursos para gastos ya determinados. Lo ideal es reducirlos de manera progresiva.

    El escenario económico actual del país exige disminuir los subsidios…
    Bueno hay que medir el costo económico y político de cada uno de los subsidios. El primero tiene que ver con el peso que representa en el Presupuesto estatal y el político con la aceptación del Gobierno frente a la ciudadanía. En política pública un gobierno debe revisar el subsidio que represente menor pérdida de popularidad y mayor ahorro. El subsidio al gas, al no ser focalizado, beneficia más a las personas de altos ingresos que a los de menos ingresos cuyo consumo es bajo, pero no se lo ha reducido por el costo político. Basta recordar los intentos de eliminarlo en Bolivia hace dos años y que generó el levantamiento de la población. Esto muestra que no se puede tomar una medida de la noche a la mañana. En lugar de ello, el Gobierno de Ecuador plantea una compensación; es decir, cambiar el uso del gas por cocinas eléctricas.

    ¿Qué tan viable es?
    Este tipo de propuestas son viables si son planificadas y graduales y así lo ha planteado el Gobierno, pues se espera que el cambio se dé recién en el 2016. Este anuncio anticipado permitirá que el sistema productivo se acople, que los proyectos inmobiliarios acomoden sus servicios, etc.

    ¿Qué barreras pudiera tener?
    La barrera podría ser el mal manejo de la información. En cualquier país esto podría ser aprovechado por los grupos opositores de un gobierno para influir en la población anunciando que va a disminuir su bienestar. Pero en el caso del Ecuador esto es poco probable porque la Ley de Comunicación quita la libertad de difundir cualquier información a no ser que sea probada; como las expectativas no pueden ser probadas esto no podría ser publicado y, por otro lado, la oposición no tiene fuerza suficiente. Además, la electricidad cumple más condiciones para focalizar el subsidio que el gas, pues la electricidad se paga después del consumo, mientras que el gas se paga antes. Por eso, creo que la propuesta es viable económica y políticamente.

    ¿De qué va a depender el éxito de la medida?
    Va a depender de qué tanto se impulse la tecnología en eficiencia energética. La restricción en el uso del gas crea incentivos para que esto se desarrolle, pero se necesitan mayores esfuerzos en investigación. El Gobierno tiene como reto, además, lograr que tengamos la suficiente cantidad de energía a bajo costo para compensar la energía de gas que se va a disminuir. Para ello, impulsa centrales hidroeléctricas, pero tendremos que ver cómo marchan estos proyectos.

    ¿Qué ocurre con el resto de subsidios a los combustibles?
    El subsidio al gas fue de USD 523 millones, lo cual es importante, pero no es el que más representa en el total. El que más representa es la gasolina.

    El Gobierno ha planteado entregar una tarjeta a los conductores con cupos. ¿Eso es viable?
    Solo si hay mecanismos que permitan la agilidad del sistema. A través de la matriculación vehicular lo veo difícil, creo que será un caos. Primero habría que sanear el sistema. Pienso que se debería analizar mejor la propuesta y ver otras alternativas por ejemplo crear un mercado de tarjetas de combustibles donde las personas que usen menos combustible puedan vender su saldo a quienes lo requieran.

     

    Su experiencia en las aulas universitarias
    Formación. Es Máster en Economía y en Administración. Doctor en Política Pública.

    Su actividad. Profesor de la Universidad San Francisco de Quito por 15 años.

    Desde la academia. Experto en política pública y educación superior.

    LAS FRASES:
    «Casi el 70% del total de subsidios en el país  se destina a combustibles que son generalizados y, por tanto, ineficientes».

    «Cambiar el uso del gas doméstico por cocinas eléctricas  es viable si se planifica y se hace de forma gradual».

    «El Gobierno tiene como reto lograr que tengamos energía a bajo costo para compensar el menor uso de gas».