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  • Diego Álvarez: ‘Los datos, fuente de nuevos negocios’

    Carolina Enriquez

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    Diego Álvarez, fundador de la Asociación Ecuatoriana de Protección de
    Datos, analiza la importancia de que las empresas hagan un buen uso de la información personal de los consumidores. Un proyecto de Ley para cuidar de los usuarios se analiza en la Asamblea.

    ¿Qué es la protección de datos?
    La protección de datos es una tendencia que se ha establecido en el mundo hace ya varias generaciones. Surge de la necesidad de que se maneje de forma correcta la información personal de los ciudadanos, que se encuentra en manos de otros. Para entender este concepto hay que poner el tema en contexto histórico.

    ¿A qué se refiere?
    En Europa es altamente relevante la protección de datos. Cuando se dio la segunda guerra mundial, gran parte de los problemas derivados del holocausto se dieron, precisamente, porque el Gobierno tenía el control de bases de datos: nombres, apellidos, religión, domicilio, profesión, etc. Esa información, en manos equivocadas, generó una persecución. A raíz de eso, en dicho continente la gente se dio cuenta que tener información personal puede generar riesgos si es mal utilizada. Por eso inició una suerte de regulación en ese continente.

    ¿Cuál es la idea básica en torno a la protección de datos?
    Que las personas no solo son dueñas de sus bienes, sino de su información personal. En Ecuador, desde el 2008, la nueva Constitución estableció en el artículo 66, numeral 19, el derecho a la protección de datos personales. Un punto importante es el del consentimiento. Como titulares de nuestros datos, los ciudadanos debemos generar el consentimiento para la recolección, utilización, transferencia, procesamiento y demás de nuestra información.

    ¿Se está aplicando?
    Lastimosamente, no ha existido un desarrollo legal de este derecho. No hay leyes vinculadas al tema. Pero ya se comenzó a trabajar en ello.

    ¿Desde cuándo?
    El antecedente está en el 2018, cuando la Unión Europea (UE) generó un reglamento de protección de datos, de aplicabilidad directa en todo su territorio. Se establecieron normas para manejar la información que usan gigantes tecnológicos. El reglamento europeo les pone un pare: multas que van hasta el 4% de su facturación mundial por el mal uso de la información personal. Esto catapultó la tendencia a que los países cuenten con normas similares. Ecuador no se quedó atrás.

    ¿Qué ha hecho el país?
    A finales del 2018 comenzó a trabajar en un proyecto de Ley de protección de datos. Está liderado por la Dirección Nacional de Registro de Datos Públicos (Dinardap), como una iniciativa del Ejecutivo. Se apoya con expertos de la sociedad civil. A finales del año pasado ya se presentó a la Asamblea y está en manos de la Comisión de Asuntos Internacionales.

    ¿Cómo ayuda esto a las personas y cómo impacta en las empresas?
    Primero hay que hablar de cómo funciona el uso de la información. Los datos personales son la nueva materia prima de los negocios digitales. Por ejemplo, a raíz de la pandemia un emprendedor crea una ‘app’ de ‘delivery’ para el barrio. Para montar la estructura tecnológica, esa persona puede acceder a los servicios que da Google. Esa empresa, en sus registros, puede tener la base de datos de todos los usuarios de Android: a dónde nos movilizamos, a qué hora salimos, las rutas, dónde trabajamos, nuestro correo electrónico, etc.

    ¿Qué ganan las grandes empresas con la información personal?
    Nosotros no pagamos nada por estar en redes o acceder a los servicios de las grandes empresas. Pagamos con la información que les proveemos: likes, fotos, interacciones con páginas, etc. Esa data es procesada por estas compañías y vendida en función de otros servicios. No es malo, no hay que satanizarlo. Pero los usuarios y titulares de los datos personales debemos saber qué se está haciendo con esa información y aceptar o no el uso que se le vaya a dar.

    ¿Cómo se maneja la información personal en Ecuador? Incluso, se conoce públicamente que se venden bases de datos en la calle o a través de Internet.
    Como país estamos en deuda en cuanto a una ley. No solo porque a escala comercial internacional estamos en desventaja por no haber regulaciones, sino que en lo cultural no le damos importancia. Entregamos información en cualquier parte.

    ¿Qué tan legal es que diferentes empresas en el país tengan datos personales y llamen para vender productos o servicios?
    Existe una resolución de la Agencia de Regulación de las Telecomunicaciones (Arcotel) de este año, que obliga a que las firmas que emiten llamadas comerciales se registren en la entidad. La idea es que el usuario pueda saber qué tipo de compañía es la que le está contactando: turismo, restaurantes, cobranza, etc. Es un paso intermedio, hasta que se cuente con una ley.

    ¿Cómo esas empresas tienen la información del ciudadano?
    Actualmente, no se está atacando el problema verdadero, es decir cómo adquirieron la información y qué hacer ante eso. La nueva Ley nos va a poder otorgar, por ejemplo, el derecho a accesos: mediante una carta puedo pedir a una empresa que me diga qué data tiene de mi persona. También tengo el derecho de cancelar, solicitar que una compañía, con la que no tengo ningún contrato, no tenga mi información. Asimismo, la futura ley puede generar el derecho de oponerme a cómo determinada compañía está usando mi información. Por ejemplo, puede usarse para facturarme, pero no para venderme cosas.

    A partir de la pandemia, la digitalización ha crecido y cada vez más negocios tienen información de las personas. ¿Qué hacer para proteger al usuario?
    Primero, el ciudadano debe tener conciencia de a quién se entrega la información. Por ahora, no hay Ley. ¿Cuál es el llamado para las empresas que están usando los datos? Deben ser transparentes con los usuarios, indicarles en qué usan la información a los clientes y, sobre todo, no hacer mal uso de la misma. Los datos personales son una fuente importantísima de nuevos negocios.

    ¿Por qué?
    Debemos pensar que los negocios tecnológicos también van a ser una de las herramientas principales para enfrentar la crisis y salir adelante. Permiten que nos conectemos y accedamos a servicios que no lo hacíamos. La tecnología nos permite adaptarnos a las nuevas condiciones de vida. Los negocios digitales van de la mano con el uso de datos personales.

    ¿Qué incluye el proyecto de ley?
    Desarrolla el derecho a la protección de datos. Se recoge datos para fines específicos, se recoge datos limitados, etc. Asimismo, consta el derecho al olvido digital: pedir que los motores de búsqueda elimine información que ya no sea adecuada o actualizada.

    HOJA DE VIDA

    Formación.  Abogado de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE). Máster en Derecho de las telecomunicaciones, protección de datos, audiovisual y sociedad de la información de la Universidad Carlos III de Madrid (España).
    Experiencia.  Miembro fundador de la Asociación Ecuatoriana de Protección de Datos; Country Manager (Ecuador, Costa Rica, Guatemala y El Salvador) en Biz Latin Hub; Asociado en Corral Rosales; Paralegal en Ecija Law & Technology (Madrid), etc. Ha colaborado con su experiencia en el proceso de elaboración del proyecto de Ley de protección de datos.

    Diego Álvarez, fundador de la Asociación Ecuatoriana de Protección de  Datos, analiza la importancia de que las empresas hagan un buen uso de la información personal. Foto: LÍDERES
    Diego Álvarez, fundador de la Asociación Ecuatoriana de Protección de
    Datos, analiza la importancia de que las empresas hagan un buen uso de la información personal. Foto: LÍDERES
  • Revista Líderes: Mira aquí la edición del 29 de junio del 2020

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    Revista Líderes presenta a sus lectores este lunes 29 de junio del 2020 un informe sobre cómo las compras digitales y físicas se combinan. Un estudio señala que el 32,40% de los consultados prevé seguir comprando de manera digital; el 40,10% asegura que irá a la tienda física, con menor regularidad. Además, una entrevista a Diego Álvarez, fundador de la Asociación Ecuatoriana de Protección de Datos que dice que ‘la data es la nueva materia prima de los negocios’. Mira nuestra edición impresa.

    Portada de la Revista Líderes del lunes 29 de junio del 2020.
    Portada de la Revista Líderes del lunes 29 de junio del 2020.
  • La entrevista virtual predomina

    Redacción Quito

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    Las entrevistas de trabajo, en la época poscovid-19, enfrentan cambios tanto de forma como de fondo. Así lo indican expertos en selección y candidatos.

    La principal transformación en el reclutamiento ha sido el mecanismo para dialogar con la persona que buscan empleo: uso de plataformas tecnológicas que permiten videollamadas. El esquema de preguntas tradicionales casi no ha variado, pero sí se han incluido nuevos temas.
    Mabel Ocampo, fundadora de la consultora de recursos humanos Ikigai, explica que las consultas siguen dependiendo del perfil al que se aplica. Cada postulante debe tener claras sus fortalezas, aspectos en los que puede mejorar, su propósito personal y la contribución que hará como profesional al equipo de trabajo de la empresa.

    “En el contexto actual cada vez más somos llamados a desarrollar habilidades y competencias de trabajo colaborativo en el que los equipos se complementan unos a otros para cumplir con metas y objetivos compartidos. La incertidumbre dominante nos lleva a observar las oportunidades para adaptarnos, aprender y crear nuevos escenarios y perspectivas”, indica esta experta en recursos humanos.

    Una persona dispuesta a enfrentar los cambios tiene más oportunidades para conseguir trabajo. Antony Reyes, en Guayaquil, obtuvo empleo recientemente en el área de seguridad; explica que su entrevista de trabajo fue rápida y que ayudó mucho en el proceso de hablar sobre su experiencia en dicho campo y sus contactos.

    La velocidad en los diálogos con los postulantes es clave, actualmente, debido a que no es posible extenderse por largos espacios de tiempo al usar plataformas tecnológicas ya que puede generar agotamiento. Además, dicen los expertos, los seleccionadores se concentran en explorar las capacidades más que una entrevista biográfica.

    Algunas publicaciones en LinkedIn indican que hay entrevistas en las que, actualmente, se ha incluido como parte de las preguntas el tema sobre cómo vivieron la cuarentena los candidatos y qué aprendieron como persona y como profesionales.

    Daniel Montalvo, director de la maestría en Gestión del Talento Humano de la Universidad de Las Américas, considera que hablar sobre ese tema no es relevante para la contratación. Cree que podrían darse estas preguntas como una forma para romper el hielo en la entrevista. Incluso, es un punto que a veces lo proponen los propios candidatos.

    Richard Cóndor, quien busca trabajo en relaciones públicas, explica que en procesos de selección durante esta temporada le ha comentado a los entrevistadores sobre cómo ha llevado su día a día en la nueva normalidad, pero también ha consultado con respecto a la forma como ha manejado la empresa el tema laboral debido a covid-19. Ha participado en dos entrevistas vía Zoom y una por videollamada de Whatsapp.

    Todavía no ha conseguido un nuevo trabajo. Tampoco lo ha hecho Raúl González Merchán, guayaquileño egresado de ingeniería comercial y con una discapacidad física llamada pie talo valgo (camina con sus talones).

    Este último participó en una entrevista con un banco a través de videollamada de Whatsapp en la que habló sobre su vida personal y su experiencia en el área administrativa y contable; al final conoció que no se trataba de un proceso de selección sino una base de datos para futuras contrataciones.

    Con él sí se topó el tema del impacto de la pandemia en su vida, aunque no fue algo muy relevante. Mientras consigue trabajo seguirá realizando venta de tecnología de manera independiente y capacitándose en el área administrativa.

    Precisamente, la formación permanente es un tema que sí interesa a los seleccionadores. Javier Verdesoto, CEO de Nexos Talent EFH Ecuador, explica que en el marco de la actual situación sanitaria podría consultarse a los postulantes sobre qué cursos o habilidades desarrollaron durante esta época. Esta empresa ha manejado procesos de selección y se ha interesado en la parte emocional de los participantes y en sus habilidades blandas.

    Lo propio han hecho otras firmas durante la selección. A Andrea G., quien prefiere reservar su apellido, le hicieron consultas en ese sentido en una entrevista virtual para el cargo de consultora en una farmacéutica. También le preguntaron temas vinculados a covid-19: cómo está su familia ante la pandemia, cómo está la situación económica, tiene algún familiar contagiado, qué medidas de bioseguridad está implementando en casa, si en su hogar hay teletrabajo, si tiene miedo, etc.

    Patricio Vélez
    , por otro lado, explica que la semana pasada consiguió un puesto en una farmacéutica, cuya selección se hizo a través de una videoconferencia. Durante el proceso se le consultó sobre su experiencia laboral, sus logros, etc. Empezó de manera inmediata.

    2 plataformas son las más utilizadas para las entrevistas: Zoom y Whatsapp

    Los procesos se hacen a través de plataformas tecnológicas. Aunque las preguntas se hacen bajo un esquema tradicional; se habla del impacto del covid-19. Freepik.es
    Los procesos se hacen a través de plataformas tecnológicas. Aunque las preguntas se hacen bajo un esquema tradicional; se habla del impacto del covid-19. Freepik.es
  • El Nobel de Economía Joseph Stiglitz aboga por abandonar el PIB

    Agencia AFP

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    Para el premio Nobel de Economía, Joseph Stiglitz, la pandemia del coronavirus puso de manifiesto que la economía mundial funciona sin red de seguridad y abogó, en una entrevista con la AFP , por sustituir el PIB por un mejor indicador de la salud económica de un país.

    El discurso político de hoy está imbuido de la idea de una recuperación “verde” . ¿Cuál debería ser la base de este cambio hacia una economía más sostenible?
    Deberían pensar en qué tipo de economía queremos después de esta pandemia. Y no deberíamos volver a donde estábamos. Sabíamos entonces, y sabemos aún más hoy en día, que había muchas desigualdades.

    Lo que tenemos que hacer es llevar la economía en una dirección que refleje todas estas preocupaciones. El PIB no es una buena medida. El PIB no tiene en cuenta las desigualdades.

    El indicador más importante es el impacto de las emisiones de gases de efecto invernadero. No sólo el CO2, sino también el metano. Cada uno de ellos tiene diferentes dimensiones, como su vida útil y su poder.

    En los últimos años, hemos aprendido más sobre las múltiples manifestaciones del cambio climático, por ejemplo, cómo afectará a los fenómenos meteorológicos extremos. Lo que hemos aprendido es la complejidad del propio cambio climático.

    El PIB sigue siendo el indicador clave para evaluar el éxito de cualquier política. ¿El cambio a un nuevo modelo de crecimiento está influenciado por las herramientas que usamos para medirlo?

    Creo que los indicadores son importantes en dos aspectos. En nuestro nuevo informe (para la OCDE) , subrayamos que si hubiéramos tenido mejores medidas, habríamos tenido una mejor idea del daño que la crisis de 2008 estaba causando.

    En términos más generales, deberíamos trabajar en una mejor medición de la salud de la economía, para ver hasta qué punto nuestras políticas de estímulo están mejorando realmente nuestras sociedades.

    Nuestro enfoque en el PIB no nos ha hecho darnos cuenta de que la sociedad que hemos creado no es resiliente. No nos ha permitido calcular la fuerza de nuestra economía.

    Para explicarlo de otra manera, hay una gran diferencia entre si un vehículo tiene una rueda de repuesto o no. Pero en la forma en que medimos el PIB, un vehículo sin rueda de repuesto es más eficiente que un vehículo con rueda de repuesto porque cuesta menos.

    Hemos creado una economía sin rueda de repuesto, sin camas de hospital adicionales, no nos hemos preparado para la pandemia, no hemos hecho muchas cosas que nos hubieran permitido responder mejor a la pandemia.

    No es que pudiéramos haberlo evitado, pero podríamos haber tenido una economía mucho más resiliente, una economía mucho más receptiva, y no creo que nuestras estadísticas nos digan eso.

    ¿Cree usted en una recuperación “verde”?
    Tengo esperanzas, especialmente en Europa. Pero tenemos que seguir trabajando. El mundo se ha comprometido a ser neutro en carbono para 2050. Creo que es posible.

    Imagen de archivo del premio Nobel de Economía Joseph Stiglitz durante una visita a Ecuador. Foto: Archivo / EL COMERCIO
    Imagen de archivo del premio Nobel de Economía Joseph Stiglitz durante una visita a Ecuador. Foto: Archivo / EL COMERCIO
  • ‘El sector privado será el principal jugador para que se reactive la economía’

    Pedro Maldonado

    Editor del Semanario LÍDERES

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    El analista económico Wilson Granja Portilla analiza la situación de las empresas y los desafíos que tiene el país.

    ¿Cuáles son los pasos para una reactivación económica segura y sostenida en el Ecuador?

    Es importante entender que la situación por la que atraviesa el Ecuador en materia económica no fue provocada exclusivamente por el Corona Virus. Lo que ha sucedido es que la pandemia ha acentuado la nefasta situación estructural que mantiene y gobierna al país. Somos un país tremendamente endeudado, con un leyes laborales rígidas y poco atractivas para el inversionista privado y regulado por un sistema impositivo perverso, abusivo y poco retributivo para el contribuyente. Bajo esas premisas, considero que los pasos que debe seguir el Ecuador para lograr una reactivación económica sólida y sostenida en el tiempo deben partir de una formulación inicial, profunda y necesaria y que guarda relación con el tipo de Estado que los ecuatorianos queremos y las posibilidades reales de poder alcanzarlo. Y aquí, es preciso dejar de lado la ideología para enfocarnos en el bien común de todos los ecuatorianos.

    ¿Cuál es el rol de las empresas en la reactivación económica?

    Considero que el rol de la empresa privada es fundamental en el desarrollo económico de un país y en estos momentos de crisis, aún más. Pienso que el Estado no debe inmiscuirse en las actividades económicas y tampoco competir con el sector privado. Primero, porque cuando compite lo hace generalmente mal y fracasa y en segundo lugar, porque las empresas en propiedad del Estado son siempre focos de corrupción. Al Estado le corresponde proporcionar y promover un ambiente en el cual se estimule y asegure un buen ambiente para la empresa privada y que sea esta la principal proveedora de empleo seguro y digno. En estos momentos, a la empresa privada se le avecinan días muy difíciles en los cuales el compromiso de todos los actores e involucrados se debe enfocar, dentro de lo posible, en salvar a las empresas y asegurar la mayor cantidad de empleo posible. Pero será el sector privado el principal jugador para que se reactive la economía. Pienso que esta crisis nos presenta una oportunidad histórica para tomar medidas de fondo en beneficio del desarrollo del país.

    Muchas empresas entraron en shock al inicio de la emergencia sanitaria. ¿Están listas para reanudar sus actividades?

    Al igual que las personas, muchas empresas entraron el shock al inicio de la emergencia sanitaria porque la pandemia nos cogió, a todos, de sorpresa. Me explico, nadie se esperaba lo que está ocurriendo. Imagínese usted si en el mes de diciembre del año anterior le hubieran dicho que en el mes de marzo del próximo año, esto es apenas cuatro meses después, el mundo se paralizaría por un virus y que por culpa de éste se suspenderían todas las actividades cotidianas. Nadie se lo hubiera creído. La reacción de las empresas, que por otra parte son gestionadas por seres humanos, es absolutamente comprensible. En ciertos casos, algunas empresas, por su naturaleza, han podido seguir operando y otras han tenido que bajar su ritmo de operación, transformando y adaptando sus canales de distribución. En cualquier caso, el liderazgo de ciertos empresarios me ha sorprendido gratamente pues la adaptación a la crisis ha sido formidable y su contribución para que el sistema productivo siga funcionado es loable. En otros casos, la paralización de sus actividades ha sido inminente, con el riesgo de cierre permanente de sus operaciones.

    Pienso que las empresas están listas para reanudar actividades pues el capital humano, el más importante dentro de cualquier empresa, está deseoso de volver a la normalidad, cualquiera que esta resulte luego del aislamiento. Lo que sucede es que el ser humano tiene una capacidad enorme de adaptación y estoy seguro que esta puesta a prueba dejará experiencias enriquecedoras.

    ¿Será menos difícil para las grandes empresas?

    Yo pensaría que más allá del tamaño de las empresas, la dificultad para capear y sortear la crisis radica más bien en la naturaleza misma de la empresa. Por un lado, será más fácil (relativizando el término) para aquellas empresas que cuenten con una adecuada estructura financiera, principalmente en lo relacionado a su liquidez y a su capacidad de financiamiento. Por otro lado, habrá empresas grandes que enfrentaran problemas por el tipo de industria a la que están vinculados. Ejemplos de empresas grandes que están en problemas los podemos encontrar principalmente en el sector turístico. La potencial quiebra de Avianca que se acogió a “Chapter 11”, una especie de concordato en los Estados Unidos, reflejan la vulnerabilidad de ciertos sectores ante la pandemia.

    ¿Qué papel debe jugar el Estado en este proceso?

    Si la naturaleza de la crisis es humana, la respuesta del Estado debe ir en la misma dirección. Pienso que es la primera vez que todos, sin distinción alguna de religión, raza o situación económica, que enfrentamos a un enemigo común que nos ha afecta o afectará doblemente; en nuestra salud (se estima que el 70% de la población mundial terminará contagiándose) y en nuestra situación económica. En este sentido, el Estado juega un papel primordial. En primer lugar, como líder electo de una población que necesita saber qué es lo que está ocurriendo y, en segundo lugar, como facilitador para que todos los actores de la sociedad trabajen en equipo. Más aun, creo que el Estado debe ser quien formule, co-formule no importa su función, pero sí que implemente y supervise un plan de reactivación económica de largo plazo.

    ¿Debe ser un Estado paternalista? ¿O un Estado liberal?

    Más allá de ideologías, el país necesita de un gobierno pragmático que enfoque su gestión en tres aspectos fundamentales. En primer lugar, en proporcionar seguridad a los ciudadanos. En segundo lugar, en ofrecer servicios de salud pública y finalmente, educación para los sectores menos favorecidos de la sociedad. El problema está en que ninguno de estos tres ámbitos de gestión los hace bien. Como menciono al principio de esta entrevista, creo que el Estado no debe intervenir en las actividades propias del sector privado pero, a través de la redistribución de los impuestos recaudados puede y debe ayudar a los que más lo necesitan. Ahora bien, en el ámbito de la empresa privada y la situación por la que estamos atravesando, creo que el Estado ecuatoriano, así como muchos otros en el mundo, tendrán que replantear su visión frente al apoyo que le dan a la industria nacional. No sería nada raro que comencemos a ver como los países empiezan a cuestionar las políticas de intercambio comercial y a limitar sus fronteras para el intercambio comercial. Dentro de esta reflexión, lo que se debe esperar es que el Estado colabore y promueva un ambiente que genere productividad, por ende, empleo y que, fruto de esta dinámica se recauden los impuestos necesarios para que el Estado pueda operar.

    Las inversiones serán claves para la reactivación ¿Cree usted que llegarán en montos suficientes?

    La inversión directa sea extranjera o interna es siempre necesaria, antes y luego del Corona Virus. Lamentablemente, si observamos los niveles de inversión extranjera directa en el Ecuador en los últimos 16 años, encontramos que esta ha sido casi inexistente. Solo basta comparar los niveles de inversión extranjera directa que ha recibido el Ecuador con la de nuestros países vecinos para confirmar que algo estamos haciendo mal. Ahora bien, ante esta realidad, la pregunta sería, que estamos haciendo mal y que debemos enmendar? La respuesta entonces vuelve como bumerang a las bases fundamentales que debe promover el gobierno de turno. Esto es seguridad jurídica, reglas claras para el inversionista y un ambiente que promueva la producción y la productividad.

    Ahora bien, ante su pregunta sobre la llegada de montos suficientes, debemos considerar que el Ecuador es un país pequeño que no necesita de enormes cantidades de recursos. Aquí, una reflexión. ¿Cuánto dinero es capaz de recibir el Ecuador en un año y si existen suficientes proyectos como para que el Ecuador pueda recibir 7 u 8 mil millones de dólares anuales?

    Un punto adicional a contemplar es el valor que tiene la marca Ecuador en el mercado internacional. En este aspecto, soy un tanto pesimista.

    ¿Qué sectores requieren mayor atención en el tema de inversiones?

    Creo que todos los sectores productivos requieren de atención a la hora de ser considerados receptores. Cada sector de forma colectiva le aporta bienestar al consumidor. Así también, de manera particular, las empresas, indistintamente del sector al que pertenecen, generan empleo, consumen bienes públicos y pagan impuestos. Sin embargo, si la pregunta se relaciona con la situación en la que estarán los sectores pos Corona Virus, considero que se debe hacer un estudio de cada sector productivo para identificar cual fue el impacto que provocó el aislamiento social y la paralización de actividad. Este es un aspecto muy importante porque se debería tratar de no dejar de lado a ninguna de las industrias que comprenden el aparato productivo nacional. A priori, considero que todo el sector turístico, hotelero, restaurantes y transporte ha sido fuertemente afectado. A ello, hay sumar el efecto multiplicador que tiene como característica el turismo.

    Las previsiones económicas son negativas para el país. ¿Cómo terminará el año el Ecuador?

    Las previsiones económicas para el Ecuador eran ya negativas pre Corona Virus, en parte por el desplome del precio del petróleo así como también porque se empezó a observar una reducción en la demanda de materias primas principalmente por parte de la China. Sin embargo, el pobre desempeño en materia económica del Ecuador se debe también a que el gobierno del presidente Moreno se tardó en tomar decisiones en materia económica y cuando lo quiso hacer, su capital político estaba ya menguado y por lo tanto, resulto incapaz de actuar.

    En mi opinión, el Ecuador terminará con un PIB de entre -8% y -12% dependiendo del tiempo que tome regresar a la nueva normalidad. Hay economistas que consideran que el Ecuador decrecerá a un ritmo mayor. Es posible. Sin embargo, la mayor preocupación debe estar en los niveles de desempleo y subempleo que alcanzará el país puesto que el estallido social y la inseguridad podrían verse en alza.

    ¿Qué se puede esperar en la economía del país para el 2021, un año en el que se elegirá un nuevo gobierno?

    Es muy prematuro pensar que puede ocurrir con la economía de este país para el 2021 si todavía no sabemos el estado en que terminaremos en 2020 luego de la crisis. Lo que sí creo es que el gobierno del presidente Moreno tiene la gran oportunidad de tomar medidas de fondo como lo está tratando de hacer con el tema de los subsidios. En mi opinión, el 2021 tendrá dos tiempos; un primer semestre en el que seguiremos viviendo con el coletazo que dejó el virus y un segundo semestre donde la dinámica en la economía podría comenzar a reactivarse. Pero para que ello suceda, se deben implementar las políticas económicas necesarias para crear un ambiente que genere entusiasmo para el inversionista, para el empresario, para el emprendedor y para los trabajadores de este país.

    El director principal de Wincorp del Ecuador y columnista habla sobre la situación actual del país y que es lo que le espera a futuro. Asegura que el sector privado es el eje principal para el desarrollo económico del país. Foto: Patricio Terán / EL COMER
    El director principal de Wincorp del Ecuador y columnista habla sobre la situación actual del país y que es lo que le espera a futuro. Asegura que el sector privado es el eje principal para el desarrollo económico del país. Foto: Patricio Terán / EL COMERCIO
  • ‘Todos los planes deben rediseñarse’

    Pedro Maldonado

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    El Presidente Ejecutivo de Cervecería Nacional, José Luis González, analiza el momento económico del Ecuador en medio de la emergencia sanitaria. Asegura que las empresas están obligadas a reinventarse. Además, cree que la sostenibilidad ayuda en el proceso.

    Tiene 23 años de trayectoria en el mundo de bebidas. Ha ocupado roles de liderazgo en áreas como marketing, ventas, comercial, distribución, trade marketing, entre otros. Ha trabajado en varios países de la región como Brasil, México, Colombia, Guatemala, Brasil y
    su natal Venezuela.

    Estudió Administración de Empresas en la Universidad Metropolitana de Venezuela.

    Desde noviembre del año pasado se desempeña como Presidente Ejecutivo de Cervecería Nacional. Antes fue Vicepresidente Ejecutivo de Bavaria (Colombia); director de Ventas de Grupo Modelo (México); Líder de Ambev para Centroamérica; entre otros
    cargos de la industria de alimentos y bebidas.

    ¿Cómo miran en Cervecería Nacional la actual coyuntura del país, tanto económica como social?

    Estamos frente a un contexto sin precedentes a nivel mundial. Las compañías hemos debido renovar nuestra forma de trabajar para adaptarnos a una nueva realidad social y económica.
    Hoy en Cervecería Nacional nuestra prioridad es la seguridad de nuestras personas y clientes. Estamos operando con medidas extremas de bioseguridad e higiene, acatando al cien por ciento las recomendaciones del Gobierno Nacional y de instituciones internacionales como la Organización Mundial de la Salud. Es así como hoy estamos buscando como ayudar a nuestro país y contribuir con soluciones oportunas a las problemáticas que se generan por la crisis sanitaria y generada por la pandemia del covid-19.

    Antes de la emergencia el país ya enfrentaba una situación económica desafiante. ¿Qué esperan ustedes de la economía ecuatoriana en el corto y mediano plazo?

    Es momento en que las industrias nos reinventemos y busquemos de qué manera podemos continuar operando en este nuevo tipo de normalidad. Sin duda todos los planes y proyectos deben rediseñarse y en Cervecería Nacional estamos realizando justamente esto, tomando en consideración el contexto y las perspectivas socio económicas para contar con una nueva programación anual. Dentro de esta planificación, mantenemos fijo nuestro compromiso y sueño como compañía, que es trabajar para transformar la vida de las familias ecuatorianas. Es por ello que todas nuestras acciones hoy apuntan a resolver problemáticas sociales – como el abastecimiento sostenible de productos de primera necesidad- así como también generar oportunidades de crecimiento y desarrollo para todos los actores que integran nuestra cadena de valor.

    ¿Cómo ha impactado la emergencia sanitaria a la empresa y qué planes tienen para la etapa de reactivación?

    El covid-19 ha afectado a todas las industrias del mundo y, aunque es muy pronto para que podamos mencionar cifras, si es evidente la incidencia que ha tenido en nuestra cadena productiva. Hoy tenemos que apenas 20% de nuestros puntos de venta están abiertos lo que evidentemente ha generado una disminución en nuestras ventas. Nuestras plantas de producción no están operativas desde hace más de 50 días y estamos trabajando con el inventario que tenemos para varios meses.

    Son tiempos complejos para la industria ecuatoriana y es importante hoy ser resilientes y reinventarnos para superar esta crisis. Estamos analizando formas en que podamos aportar. Estamos analizando junto a nuestros equipos, y demás aliados estratégicos, nuevos planes y proyectos para la nueva normalidad, de manera que podamos contribuir activamente con la reactivación económica del país. Uno de nuestros focos para los próximos meses es trabajar en la reactivación del agro ecuatoriano, impulsando varios tipos de cultivo para beneficiar a miles de familias ecuatorianas de la sierra centro. También estamos explorando nuevos desarrollos tecnológicos como nuestra plataforma Tiendacerca.ec, que continuará funcionando como un directorio virtual gratuito para impulsar la economía de las tiendas de barrio de todo el país y facilitando que puedan ofrecer servicios personalizados a su zona de influencia.

    ¿Cómo miran ustedes los planes de reactivación propuestos por las autoridades del país? ¿Son adecuados?

    En Cervecería Nacional nos acogemos a las disposiciones del Gobierno Nacional y mantenemos firme nuestro compromiso con el país de disponer de nuestro contingente para ayudar a la emergencia sanitaria que vivimos a nivel nacional.

    La sostenibilidad es una prioridad de las empresas grandes, más en este momento. ¿Qué acciones viene desarrollando Cervecería Nacional al respecto?

    Frente a la emergencia nacional Cervecería Nacional adaptó su red de distribución para ponerla al servicio del país y ayudar a quienes más lo necesitan. La compañía ha generado alianzas estratégicas con instituciones públicas y privadas para desarrollar programas que faciliten el acceso de víveres de primera necesidad a las familias ecuatorianas.

    Con el programa Abastecimiento Sostenible Ecuador, la firma lidera una red de distribución de víveres y productos de primera necesidad para procurar que las tiendas de barrio tengan todo lo necesario. Con esto se evita que las personas tengan que realizar grandes desplazamientos para adquirir sus alimentos. Este proyecto se complementa con Tiendacerca.ec, que hoy cuenta con 70 000 locales en todo el país.

    Por otro lado, lanzamos el programa ‘Salvemos Restaurantes’, que busca contribuir con la sostenibilidad de los restaurantes a través de un modelo de venta anticipada. Los consumidores podrán elegir su establecimiento preferido para comprar órdenes de consumo con un 50% de descuento, y en Cervecería Nacional duplicaremos el valor. La orden podrá ser utilizada cuando el local retome sus actividades comerciales en las siguientes semanas.

    La compañía mantiene activo un programa de donaciones a instituciones públicas y privadas, organizaciones no gubernamentales y a los bancos de alimentos del país para apoyar con la hidratación y nutrición de las personas de los grupos más vulnerables.

    ¿Qué significa para ustedes ser sostenibles?

    Asumimos la sostenibilidad como nuestro negocio. Todos nuestros equipos, desde los administrativos, personal de planta, mantenimiento, bodega, ‘supply’ y logística, trabajan orientados a construir una compañía que perdure en el tiempo y para esto debemos tomar decisiones que consideren el impacto en las actuales y futuras generaciones.

    ¿Cómo pueden las empresas desarrollar sus planes de negocios y, al mismo tiempo, ser solidarias con el país y su gente en los actuales momentos?

    Es necesario reinventarse. En Cervecería Nacional contamos con un equipo de personas de alto desempeño, comprometidas por completo con el país y con el desarrollo de todos los ecuatorianos. Con ellos analizamos constantemente de qué manera podemos contribuir con el país para generar más oportunidades, porque sabemos que como compañía no podemos crecer solo sino que debemos hacerlo de la mano de los ecuatorianos y, la forma correcta de hacerlo, es generando valor y oportunidades para su crecimiento y desarrollo.

    Desde noviembre del año pasado se desempeña como Presidente Ejecutivo de Cervecería Nacional.
    Desde noviembre del año pasado, José Luis González se desempeña como Presidente Ejecutivo de Cervecería Nacional. Foto: Cortesía
  • Una ‘start up’ con visión crece mejor

    Pedro Maldonado

    Editor del Semanario LÍDERES (I)

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    La directora de Buen Trip, Carmen de la Cerda, analiza el actual momento de las ‘start ups’ ecuatorianas. Ella considera que existen casos sobresalientes que crecen dentro y fuera del país; agrega que el talento y los recursos son puntos críticos para su evolución.

    Buen Trip monitorea de cerca las ‘start ups’ ecuatorianas y acaba de publicar ‘Radar Tech Start Up 7.0’. ¿Cómo está el ecosistema de las ‘start ups’ nacionales?

    Es un ecosistema que está creciendo. El radar empezó hace algo más de dos años y va en la séptima edición: este año registra 199 ‘start ups’. Es un reflejo de lo que hacen las ‘start ups’ y deja ver que hay un trabajo por visibilizar los emprendimientos de base tecnológica. Se ve también que hay una evolución, que existen segmentos interesantes, que se dan interacciones entre ‘start ups’ y corporaciones o entre ellas. Vemos que en estos dos años está mapeado el ecosistema, se ha duplicado el número de ‘start ups’. En la primera edición las ‘fintech’ eran la mayoría, pero ahora tenemos al comercio electrónico como área de más desarrollo, así como a ‘business solutions’ como un segmento muy desarrollado. Además nacen otras en distintos segmentos.

    ¿Por qué ahora el comercio electrónico es el principal segmento en este mapeo?

    La verdad es que como país estábamos bastante atrasados en ‘e-commerce’. Entonces es una buena noticia que se achique la brecha y que el comercio electrónico gane terreno. Esto está apalancado en ‘fintechs’ que son habilitantes para que las ‘start ups’ de ‘e-commerce’ existan y puedan operar. La interacción entre segmentos permite que otras crezcan y florezcan. La maduración de las ‘fintech’ y el terreno que han ganado pavimentó el camino para que el comercio electrónico pueda desarrollarse de mejor manera.

    ¿Las ‘fintech’ son las que más potencial han desarrollado y están mejor posi­cionadas?

    Hay casos de éxito en algunos de los sectores, no solo en ‘fintech’. Hay ejemplos de ‘start ups’ que tienen clientes en toda la región. En el segmento de ‘enterprise software’ es más fácil escalar el negocio si tienen una visión internacional, igual en ‘fintech’. En ‘B2B software’ hay buenas posibilidades de escalar rápidamente porque no necesitan gran cantidad de capital que se ‘quema’ en marketing, sino brindar una solución que se adapte a las necesidades de varios mercados. Si son concebidas de esa manera, con la visión internacional, escalar se les hace natural.

    Este tema de tener una visión internacional es un consejo para todo emprendimiento. ¿Qué tan complicado es concretar la llamada internacionalización?

    Desde la concepción de la idea se debe buscar soluciones a problemas grandes en la región. Si es así, las ‘start ups’ pueden usar al Ecuador como laboratorio para validar su modelo de negocio y escalar. El país tiene mercados o ciudades que se comportan de distinta manera y eso puede servir como espejo de otros países de la región. Entonces, si de verdad se soluciona un problema de un mercado se puede salir hacia otros países de manera rápida.

    ¿Qué otros elementos trae esta nueva edición del radar que ustedes elaboraron?

    Hicimos un ‘dashboard’ con información dinámica y detallada de los distintos segmentos. Tuvimos hallazgos que no los publicamos aun hasta fortalecer la información. Hay datos de empleo generado, de características de los fundadores de las ‘start ups’, de inversión y lo vamos a presentar para que sea información útil para todos. También se eliminaron o fusionaron categorías, agregamos temas de ambiente. Pulimos algunas sutilezas de los segmentos para tener una imagen más completa y la herramienta seguirá evolucionando y será más rigurosa.

    ¿Cómo está el Ecuador frente a otros países de la región?

    Hemos buscado herramientas similares al radar para comparar al país, pero no se han encontrado. Al ecosistema ecuatoriano le falta, pero no estamos tan atrás, el talento tecnológico del país es increíble y muchas ‘start ups’ del radar se está fortaleciendo como equipo, aunque no han encontrado un ‘product market fit’ (ajuste de producto ante el mercado) o puede ser que la solución que están trabajando no les llevará al éxito ahora, pero en su segundo intento o tercer intento tendrán éxito. Eso ya lo hemos visto pasar, es un tema de madurez del talento. Cumpliendo eso lograrán cosas increíbles. Así nos podemos comparar con los ecosistemas más maduros de la región.

    Hay voces de expertos que dicen que podemos llegar a los niveles de ecosistemas maduros como Chile…

    Ojalá lleguemos a los niveles de Chile, Colombia o México que son referentes en América Latina. Queremos llegar a compararnos con ellos y las ‘start ups’ de Ecuador no están tan lejos.

    ¿Levantar inversiones y recursos es tal vez el punto más crítico de una ‘start up’?

    A Buen Trip llegan muchas ‘start ups’ buscando inversión y si bien es un punto crítico previamente hacen faltas otros temas. No todas las ‘start ups’ que creen necesitar inversión están listas para recibirla. Hay brechas en temas de talento, en temas de mercado, de colaboración. Una vez que una ‘start up’ logra validar su modelo es cuando necesitan inversión.

    ¿Una vez que se recibe una inversión el asunto se pone más serio para el futuro de una ‘start up’?

    Allí es necesario que el equipo fundador tenga un nivel de sofisticación y visión. No es cuestión de levantar capital porque sí, sino de tener una visión muy clara de adónde se quiere llegar con la inyección de capital. Si el equipo tiene claro el norte y pide una cantidad determinada para ir del punto A al punto B se logra la sofisticación requerida. Hay que tener clara la hoja de ruta, así como el tiempo que servirá ese capital recibido. Esos recursos pueden ser para marketing, para robustecer el equipo, para abrir mercados, etc. Con eso en mente viene la transparencia sobre los hitos que se van a cumplir.

    ¿La coyuntura del covid-19 ha sido un detonante para el ecosistema de las ‘start up ecuatorianas?

    Es una ‘oportunidad’ para muchas, sobre todo en sectores como salud, educación, comercio electrónico o ‘fintech’. Todas han tenido que acelerar el paso, otras tuvieron que reinventarse y muchas están trabajando de sol a sol para crecer al ritmo que se les está demandando en la actual coyuntura. Esperamos que esta ‘oportunidad’ no sea una especie de burbuja sino que de verdad se generen cambios en los hábitos de los consumidores y que las start ups’ sigan creciendo pos-covid-19 al ritmo actual o por lo menos no se desinflen, sino que su evolución se mantenga.

    En la actualidad es la directora de Buen Trip, una aceleradora de ‘start ups’ o emprendimientos de base tecnológica.
    En la actualidad, Carmen de la Cerda, es la directora de Buen Trip, una aceleradora de ‘start ups’ o emprendimientos de base tecnológica. Foto: Archivo LÍDERES
  • ‘En Ecuador hay buenos ejemplos de sostenibilidad’

    Redacción Cuenca

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    María José Ayala es Ingeniera Ambiental por la Universidad San Francisco de Quito. Tiene una maestría en Ciencias, Tecnología Ambiental por el Imperial College London. Además, una licenciatura en Ciencias Naturales que obtuvo en Saint Anselm College de Estados Unidos.

    Es oficial de Innovación y Sostenibilidad de la Universidad San Francisco de Quito. Antes laboró en la minera LundinGold, Municipio de Quito, Hidro Equinoccio, Ministerio del Ambiente, entre otras entitidades o empresas.

    ¿Cuáles son las nuevas tendencias globales sobre la sostenibilidad?

    Mirar a la sostenibilidad como un valor agregado que debe estar incorporado en la propuesta de las empresas. Mirarla como una herramienta para acceso a nuevos mercados, consumidores, innovación y resiliencia. Otra tendencia es usar herramientas como los reportes de sostenibilidad para transparentar prácticas y gestión. Además, el consumo responsable, cómo se diseñan productos y servicios más sostenibles y el poder que tienen los consumidores a través de sus decisiones de compra para generar una demanda en productos y servicios.

    ¿Cómo estas nuevas tendencias logran una sostenibilidad entre una empresa, la sociedad y el ambiente?

    Son efectivas porque la sostenibilidad pasa de ser un elemento ajeno a las operaciones de las empresas, las instituciones y la sociedad a ser un eje transversal que materializa el llamado “ganar-ganar”. Otra sinergia se da en relación con el ahorro financiero con la implementación de estrategias efectivas de sostenibilidad. Los recursos naturales cada vez son más escasos, intermitentes o costosos, lo que hace que las estrategias de sostenibilidad se traduzcan en mejoras en eficiencia en las operaciones de una industria e incluso de ciudades, llegando a la triple línea de base: beneficio social, ambiental y económico.

    ¿Cuáles son los países más avanzados en este ámbito?

    La Unión Europea e Inglaterra tienen legislación y mercados innovadores en el área. Estos países tienen un balance interesante entre legislación que impulsa la sostenibilidad a través de una mezcla de incentivos y tasas/multas. Los sistemas judiciales toman casos interesantes de cómo aplicar estas normas en la gestión de ciudades, desde decisiones como la del aeropuerto de Heathrow en Londres, en el cual la construcción de una pista adicional fue prevenida por elementos de cambio climático y emisiones. Al mismo tiempo tienen mercados interesantes para impulsar energías alternativas, gestión de residuos, economía circular y en general el desarrollo de productos y servicios sostenibles.

    ¿Qué avances se ha logrado en Ecuador?

    Sin duda ha tenido avances, se ve el efecto de muchas multinacionales que ya cuentan con estrategias y que requieren que sus filiales en el país implementen estas estrategias. Hay ejemplos interesantes de empresas y gremios industriales que están incorporando la sostenibilidad en sus gobiernos corporativos, en campañas de gestión y en comunicación con los clientes. La Asamblea aprobó la Ley de Emprendimiento e Innovación que reconoce a las Sociedades BIC (Beneficio e Interés Colectivo), una legislación que promueve crear empresas que desde su concepción tengan incorporado el chip de sostenibilidad en sus estatutos. El movimiento de empresas B ha crecido en Ecuador con firmas reconocidas por sus prácticas de sostenibilidad en el mercado nacional e internacional, y más empresas y gremios se suman a esta iniciativa con un compromiso por mejorar su desempeño en sostenibilidad.

    La oficial de Innovación y Sostenibilidad de la U. San Francisco de Quito da su opinión. Foto: Cortesía María José Ayala
    La oficial de Innovación y Sostenibilidad de la U. San Francisco de Quito da su opinión. Foto: Cortesía María José Ayala
  • Manuel Morato: ‘La programación nos abre puertas’

    Pedro Maldonado

    Editor del Semanario LÍDERES

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    ¿Qué tan desarrollado está la tecnología aplicada en la educación en México? ¿Cómo miran ustedes el panorama en América Latina?
    En Dev.f hemos descubierto que por más que proliferen cursos en línea y nuevas maneras de aprender como los MOOC, con buenos resultados, en América Latina hay muchas personas que no tienen las bases necesarias para ser autodidactas con cursos en línea. Hay millones de personas en situación de pobreza , con precariedad económica. Para nosotros un gran aprendizaje es aprovechar la tecnología para ser más eficientes, pero aún hay una base, un grupo poblacional por generar y eso lo estamos haciendo con cursos presenciales enfocados en programación. Así se desarrollan habilidades de comunicación, trabajo en equipo, habilidades socioemocionales. Desarrollar estas habilidades con cursos en línea es difícil y pensamos que los cursos presenciales aún son necesarios.

    ¿Qué falencias han detectado ustedes a la hora de educar?
    La educación es un tema de acceso. Existen muchas universidades, han crecido y hemos visto que es un problema que no se resuelve con más institutos o universidades porque aún hay personas que no acceden a educación que les lleve a encontrar trabajo para vivir como quieren y que genere movilidad social. Esta movilidad social está limitada a personas que logran ir a universidades de prestigio -públicas o privadas-, pero que tienen acceso limitado y altos costos. Hasta en universidades como la UNAM solo pueden entrar

    100 000 estudiantes nuevos al año y eso es un pequeño porcentaje de la población que quiere estudiar la universidad. Por eso surgen oportunidades para iniciativas como la nuestra que tratan de bajar barreras de acceso, con cursos rápidos y accesibles en costos y horarios.

    Cuando dice movilidad social ¿a qué se refiere?
    A que alguien que nació en una cierta condición socioeconómica pueda, con trabajo y mérito, aspirar a crecer, tener mejores ingresos, cambiar su condición de vida y tener más oportunidades. En América Latina no falta la gente con ganas de hacer cosas, el problema es la falta de oportunidades para transformar sus vidas. Queremos que le gente tenga dinamismo y no se confinen a un cierto estatus.

    ¿Es parecido al tema de la pobreza crónica que también afecta a la región?
    Exacto. Recordemos el sueño americano, cuando luego de la segunda guerra mundial quien se esforzaba y trabajaba duro podía transformar su vida. Con la tecnología se abren oportunidades similares. En el mundo de la tecnología no cuenta a quién se conoce sino saber hacer las cosas. Hoy la gente aunque no tenga un título, pero sabe programar, por ejemplo, tiene oportunidades y eso da paso a una meritocracia para que quien se esfuerce aproveche oportunidades. Es una dinámica motivante.

    ¿Cómo miran ustedes la pulseada entre la educación tradicional y la educación en línea?
    Nuestro caso es lo que se llama ‘blended’, una mezcla. Hay lecciones presenciales, la gente llega y a la hora de usar los contenidos sí metemos tecnología, con ejercicios en plataformas que usan inteligencia artificial, que graba data de cada ejercicio como la manera en que se hizo un ejercicio, cuántos intentos tuvo, etc. Así se crea un historial y podemos usar esa información para cruzarla con empresas que buscan talentos o para sugerir al alumno qué área reforzar. Esto ayuda para que la experiencia de aprendizaje sea más eficiente y de mayor calidad.

    ¿Cuál es el perfil de los estudiantes que ustedes reciben?
    El mundo tecnológico es una actividad altamente cognitiva, no se depende de la fuerza física. Hay muchos universitarios, recién graduados, que quieren aprender programación para complementar lo que hacen en su trabajo. Aprender a programar ya es como antes hablar inglés, es una habilidad que sirve para mucho: para resolver problemas, para automatizar tareas, para comunicarse mejor con equipos donde hay desarrolladores o programadores. Sirve en medio de la transformación digital, además hay mucho trabajo. Nos llega gente de universidades privadas y públicas. Tenemos gente muy diversa.

    ¿Por qué se enfocaron en enseñar programación?
    Porque permite que las personas puedan construir una página web desde cero, que entiendan los fundamentos de distintos lenguajes, que aprendan la lógica de una computadora, de un servidor, que sepan qué hay detrás de una aplicación. En todo el mundo, en especial en América Latina, hay más demanda que oferta de personas con estas habilidades. Es una habilidad muy bien pagada que puede llevar a una persona a trabajar en empresas innovadoras y sirve para emprender aprovechando los bajos costos de la tecnología.

    Usted dice que programar es tan importante como saber inglés, sin embargo el dominio del inglés no siempre es tan alto como se esperaría en cierto países. ¿Esto puede dar paso a una brecha?
    De pronto sí, pero para el inglés y otros idiomas sí ayudan mucho los cursos en línea. En nuestras clases conocemos a muchas personas que han aprendido inglés por su cuenta, aprovechando sitios web, leyendo, escuchando podcast, preguntando, etc. Lo importante es ponerlo en práctica en el día a día. En México, así como en otros países sí hay un tema con el inglés, pero no es imposible.

    ¿Entonces se puede decir que la programación viene a ser como una nueva habilidad de todo profesional?
    En nuestra escuela hemos visto que hay muchas personas que se sienten intimidados con la programación. Antes era de ingenieros o de científicos de computación, pero hoy ya no es solo de ellos. Se la puede usar para crear una aplicación que resuelva un problema de abogados o un problema de seguridad en las calles. Se puede resolver todo tipo de problemas. Queremos romper la idea mental de que la programación es muy difícil y complicada. Sirve para conectarse mejor con equipos de trabajo y sirve para abrir puertas a oportunidades profesionales.

    ¿Cómo ha evolucionado el sistema educativo?
    Estudiar una carrera universitaria es una oportunidad y una experiencia insustituible porque genera mucho valor. Pero las carreras de cuatro años o más, en el actual contexto de la revolución industrial, vienen a ser demasiado largas y costosas. La cuarta revolución industrial está llena de cambios y la habilidad que más se necesita es la adaptabilidad.

    ¿Recomienda estudiar varias carreras cortas?
    Cuando doy charlas recuerdo el concepto ‘Lifelong learning’, que significa aprender durante toda la vida. Antes se estudiaba una carrera, una maestría y se trabajaba. Hoy se necesita estar constantemente aprendiendo cosas nuevas, explorando disciplinas que nos den herramientas y nos complementen.

    La hoja de vida

    Ha trabajado  en ‘start ups’ tecnológicas en Silicon Valley, Corea del Sur y México en las áreas de negocios y estrategia.

    Es cofundador y  director de Alianzas Estratégicas + BizDev en Dev.f, escuela de programadores de México. Dev.f es una EdTech que capacita a personas de forma accesible e incluyente a través de cursos ágiles en habilidades digitales.

    Trabajó en ‘start ups’  mexicanas reconocidas como Kueski. También es co-fundador de Aire Libre Running, empresa de turismo que acaba de ser reconocida como una de las 30 Promesas de Negocio de Forbes México en 2020.

    Este emprendedor e innovador mexicano considera que los nuevos profesionales están obligados a aprender nuevas disciplinas y explorar más allá de la educación tradicional. Recomienda guiarse bajo el concepto llamado  ‘Lifelong learning’. Foto: Cortesía
    Este emprendedor e innovador mexicano considera que los nuevos profesionales están obligados a aprender nuevas disciplinas y explorar más allá de la educación tradicional. Recomienda guiarse bajo el concepto llamado ‘Lifelong learning’. Foto: Cortesía