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  • La exportación de plátanos y yucas es el origen y la mayor estrategia de esta compañía

    Thalíe Ponce / Redacción Guayaquil

    Proveerse de la mejor materia prima, ayudando al productor a mejorar su calidad de vida es la filosofía de Platayuc. Esto se apoya con un buen trato al colaborador, dice el quiteño Vinicio Reyes.

    Él es el Gerente General de esta empresa dedicada a la producción de chifles de plátano dulce y salado; ‘chips’ de yuca; y yuca y plátano pelados. El 100% de esta producción se exporta a Estados Unidos.

    La firma nació en el 2007 cuando la estadounidense Plantain Products buscaba proveedores ecuatorianos para su marca Chifles. Con sus más de 20 años de experiencia en el sector agropecuario, Reyes decidió asumir el reto. Así, la planta se instaló en El Carmen (Manabí).

    Hoy, Platayuc tiene oficinas en Quito y dos plantas de producción. La primera, de 7 000 m², está ubicada donde inició la firma. La segunda, de 1 950 m², está en Guayaquil. Esta última empezó a operar en el 2011 y para ello Platayuc invirtió cerca de USD 250 000. El año pasado la firma facturó USD 1,2 millones.

    A escala nacional, en la empresa trabajan 41 personas; 32 en el área operativa y nueve en la administrativa. Las mujeres son el 90% de los colaboradores.

    En un principio, las ventas se realizaban únicamente a Plantain Products. El producto de exportación era el plátano barraganete. Sin embargo, la participación en ferias internacionales, junto a Pro Ecuador, atrajo nuevos clientes que impulsaron la diversificación del portafolio de productos de la empresa.

    Así, se incluyeron en su cartera ‘snacks’ de yuca y chifles de sal y dulce. Hoy las exportaciones se realizan al granel y bajo marca propia. Se envían semanalmente dos contenedores de 5 000 kilos.

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    Denise Cajuste es analista de Ferias y Misiones Comerciales de Pro Ecuador. Ella indica que para seleccionar a las firmas para participar en ferias internacionales se consideran la calidad de los productos, el cumplimiento de normas tributarias, entre otros factores relacionados.

    Cajuste señala que la institución auspició la participación de Platayuc en las ferias APAS de Brasil y Agrotech de Chile, en el 2011. Adicionalmente, Pro Ecuador envió muestras de la firma al Festival Gastronómico de Ecuador en México (2011) y a la Import Goods Fair en Corea del Sur (2012). “Las muestras de los productos tuvieron una excelente acogida”.

    Reyes afirma que esta aceptación en el mercado extranjero se debe a los altos estándares de calidad manejados por la empresa. Las normas internas de aseo y seguridad son muy estrictas. Además, la producción se controla desde el inicio.

    Sobre esto, Reyes indica que Platayuc tiene un convenio con la Escuela Politécnica del Litoral (Espol). Con expertos de la institución educativa, se realizan pruebas a las plantas de plátano.

    Estas plantas se controlan en invernaderos para garantizar su calidad. Luego, se las provee a los productores, para lo cual la empresa ha firmado convenio con 15 asociaciones de productores del sector.

    Por este y otros procesos, la firma cuenta con certificaciones internacionales. Dos de las más destacadas son la Business Alliance for Secure Commerce (BASC) y la Organic BCS Öko-Garantie.

    Bajo el respaldo de estas certificaciones, Platayuc iniciará en septiembre exportaciones al mercado europeo. Los destinos principales son Bélgica, Francia, España y Alemania. Además, está en negociaciones para exportar en el futuro a Chile.

    Juan Carlos Merino es asesor industrial de La Fabril, firma que vende aceite a Platayuc. Merino afirma que la relación comercial inició en el 2007 y que la empresa se destaca por su seriedad y compromiso social. “Tienen una gran visión”, añade.

    Otro proveedor de Platayuc es la fabricadora de plásticos Fupel, que vende a la firma los empaques para los productos. José Cueva, representante de ventas de Fupel, señala que la compañía ha sido muy profesional y puntual en los pagos.

    Los productos

    • Los snacks. Producen chifles de dulce, elaborados con plátano dominico; y de sal, elaborados con barraganete. También producen ‘chips’ de yuca.
    • Los productos pelados. La yuca y el plátano se venden pelados al mercado de EE.UU. Se saca la cáscara para que el producto esté listo para utilizar.

  • Las ventas al exterior aún no repuntan

    Durante los últimos cuatro años, la exportación de calzado nacional ha sido limitada.

    Según la Federación Nacional de Exportadores (Fedexpor), entre el 2008 y el 2010 las ventas al exterior se mantuvieron en alrededor de USD 30 millones y 9 000 toneladas anuales. Solo entre el 2010 y el 2011 se produjo un crecimiento del 24% en dólares y del 26% en volumen.

    “La alza del último año se relaciona con la posibilidad de las empresas de mejorar sus diseños y el apoyo gubernamental para la industria del calzado, que ha invertido más… La producción ha crecido y un porcentaje se está enviando al extranjero. Además se generó una sobreproducción que tiene que colocarse en otros destinos”, indicó Felipe Ribadeneira, titular de Fedexpor.

    Pese a este ligero impulso, todavía son pocos los exportadores de calzado. Un total de 42 personas, entre naturales y jurídicas, se encuentran registradas como comercializadores de calzado en el exterior. Pero apenas cinco de ellos abarcan el 99% del total de los envíos nacionales.

    Lilia Villavicencio, presidenta de la Cámara de Calzado de Tungurahua (Caltu), reconoce que la mayoría de los productores están concentrados en atender la demanda interna.

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    “Aún tenemos mercado que atender. Todavía estamos preparándonos para que los artesanos, los pequeños y medianos productores mejoren sus procesos, así como la producción. Es un proceso que empezamos en el 2009 y es a largo plazo. Pensamos, posteriormente, en un mercado en el exterior, al que estaríamos en capacidad de atender”, manifestó.

    Algunos productores, como Plasticaucho, sin embargo, dieron el salto hace más de una década. Este momento la empresa está exportando zapatos de lona, botas de caucho y calzado escolar a Colombia y Perú.

    Precisamente, estos son los países que ocupan el top de envíos nacionales. Datos del Ministerio de Industrias indican que, en menor número, también se exporta calzado a Cuba, Canadá, Inglaterra, Luxemburgo, España, Costa Rica, México, etc.

    El calzado que más se vende a estos países es industrial, médico y casual.

  • El comercio exterior se digitaliza

    Pedro Maldonado / Redacción Quito

    Un documento de exportación con datos equivocados echó al traste la relación entre SKS Farms y un cliente en Portugal. La empresa ecuatoriana, que elabora chocolates y los comercializa a escalas nacional e internacional, bajo la marca Pacari, fue víctima de un mal manejo de información de parte de terceros y perdió a un cliente.

    El hecho ocurrió hace un par de años. Hoy, la empresa con sede en Quito evita riesgos y se respalda en lo digital para sus trámites de comercio exterior.

    Una de las herramientas tecnológicas que apoyan la actividad comercial entre países son los certificados de origen digital, que no son otra cosa que papeles que garantizan el origen de un bien; hoy, estos papeles dejan de ser documentales y se digitalizan. Juan Francisco Ballén, viceministro de Industrias, lo resume: “El proceso pasa de ser un documento, con firma manuscrita y envío físico a la aduana del país importador, a un proceso electrónico y en línea, con firma digital y envío electrónico a la aduana del país importador”.

    Este documento es promovido por organismos como la Asociación Latinoamericana de Integración (Aladi) o la Comunidad Andina de Naciones (CAN). El objetivo de este mecanismo es facilitar los procesos comerciales entre países, así como los trámites que deben realizar exportadores e importadores.

    Ballén aclara que Ecuador está en capacidad de emitir y recibir este tipo de certificación de origen, tanto a través del Ministerio de Industrias como por el Servicio Nacional de Aduana del Ecuador. “En el momento se están realizando las pruebas técnicas entre Colombia y Ecuador. Esperamos que en febrero entre en funcionamiento el sistema”.

    Esta certificación utiliza la firma electrónica, por lo que ofrece más seguridad, tanto a quien envía como a quien recibe la mercadería. Según los consultados, bajo esta modalidad no se pueden evadir responsabilidades.

    “Todo funciona en red y las aduanas de los países que usan el certificado reciben un archivo digital, tal como un correo electrónico con un documento adjunto”, explica Ernesto Kruger, experto en temas informáticos.

    Constanza Franco, del área de logística de SKS Farms, señala que la tecnología es un paso más para mejorar los trámites de comercio exterior. “Antes, el trámite era manual, ahora es más ágil. Para nuestras actividades resulta un enorme beneficio”.

    Los exportadores ven con buenos ojos este adelanto. Felipe Ribadeneira, presidente ejecutivo de la Federación de Exportadores del Ecuador, menciona tres puntos a favor del certificado: elimina costos para el exportador, agilita los tiempos y presta mayor seguridad.

    Ribadeneira menciona que lo importante es que el sistema funcione de manera articulada; es decir, que las aduanas de la mayor cantidad de países adopten este sistema. Además, señala el dirigente gremial, permite mantener los beneficios arancelarios vigentes entre países.

    Los consultados enfatizan que el certificado aplica para intercambio comercial a escala global, sin importar los bloques comerciales o las ideologías de los países que usan esta herramienta.

    ¿Cómo se obtiene?

    • El sistema. El certificado se tramita a través de un Sistema Electrónico del Ministerio de Industrias denominado Sigco, que opera a través del Sistema Aduanero Ecuapass.
    • El costo. El costo de este documento, conforme la regulación del Ministerio de Industrias, es de hasta USD 10. Tiene vigencia de 180 días.
    • La verificación.  Las firmas electrónicas empleadas son verificadas por entidades como el Banco Central.
    • En la CAN.  La Comunidad Andina de Naciones aprobó el uso de certificados de origen digital en noviembre.
  • Nulo desarrollo de la oferta exportable

    Mejorar el acceso preferencial a EE.UU. y la Unión Europea (UE), disminuir el arancel del banano en el mercado europeo, proceso de integración y convergencia con el Mercosur, eje multimodal Manta-Manaos, entre otros, constituían parte de la matriz de objetivos del Régimen incluidos en el Plan de Desarrollo.

    De este puñado de estrategias a cumplirse, apenas el eje Manta-Manaos se activó, aunque con marginal impacto para el comercio con Brasil. Las agendas con EE.UU. y la UE siguen estancadas y los exportadores ecuatorianos han logrado “salvar” los platos, siempre a último momento, con la renovación de las preferencias arancelarias de la Atpdea. Mientras lo de la integración con el Mercosur continúa siendo una tarea que no se concreta ni se tiene claridad en el objetivo.

    El país en todos estos seis años solo ha logrado concretar un Acuerdo de Complementación con Nicaragua y fomentar las transacción comerciales a través del Sistema Unitario de Compensación Regional (Sucre) con los países de la Alba.

    Y pare de contar. En materia exportadora, el país sigue sometido a los productos tradicionales primarios. Sin embargo, el ancla se ha reducido en términos de volumen, aunque en montos haya habido un ascenso debido a los altos precios de las materias primas en el mundo.

    Para el exportador Francisco Díaz, la situación del país es incierta en materia comercial, lo que afecta a su vez a la competitividad del sector privado.

    “No hay apuestas a largo plazo. Seguimos vendiendo bananos, camarones, café… Son negocios que no representan riesgo, salvo la lógica producción agrícola que depende del clima y otros factores. Pero no hemos podido cambiar ese ‘chip’ y pensar en que podemos, por qué no, exportar productos con mayor valor agregado. Lo del chocolate es un caso en un millón. Hay muchas más cosas que se pueden desarrollar, pero parte de una convergencia del sector público y privado que lamentablemente no se da”.

    En esa misma línea coincide el catedrático Alberto Barahona, para quien la desconexión privado-pública coadyuva a mantener al país estancado en materia comercial y productiva. “El anuncio del cambio de la matriz productiva no está enmarcada en un contexto mundial. Se habla de generar nuevos productos y crear más infraestructura. Pero mi pregunta es, si se lograra todo eso, ¿a qué países se exportaría? Estamos desconectados en materia comercial y eso puede ser un problema a la hora de impulsar la productividad y competitividad”.

    Según ambos personajes, en caso de empezar ahora con este cambio, al país le tomaría unas dos décadas empezar a ver los resultados y los beneficios.

    Algo en lo que concuerda, de alguna manera, el secretario de Planificación y Desarrollo (Senplades), Fander Falconí. Según el funcionario, si bien se han diversificado los destinos de exportación hacia el Asia y a los países latinoamericanos, no ha habido variación en la estructura de productos que se venden. Para él, no es un problema que los volúmenes hayan decaído, porque hay un ‘boom’ de precios que generan más ingresos.

    “En esos cuatro años se darán las bases sustantivas para el cambio en la matriz productiva. La forma de estructurar el aparato productivo del país lleva siglos. Ecuador se especializó en exportar cacao, banano, flores, petróleo, etc. y ha sido la forma de especialización que hemos heredado. Hablamos de una transición, hemos sido claros en usar esa palabra. Eso no significa que se cambia de la noche a la mañana una problema que lleva más de un siglo”.

  • Marca todo tipo de artículos promocionales en el mercado

    Sebastián Ángulo / LÍDERES

    Se acerca Navidad. En esta época del año es habitual que lleguen a nuestras manos esferos, ‘pendrives’, jarros, bolsos… a manera de obsequios de empresas. Pero ¿quién se encarga de la elaboración de estos objetos?, ¿cuál es su procedencia?

    Hace 20 años, a José Monsalve Pineda, de origen colombiano, un amigo que trabajaba en una empresa automotriz ambateña le preguntó: ¿quién hace las placas de los autos que identifica el nombre de la concesionaria?

    Monsalve investigó cómo hacerlas y firmó un contrato por unos USD 5 400. En ese momento nació Calcograf, empresa que se dedica a la fabricación de productos promocionales y ‘amenities’ (kits de aseo personal) para hoteles y hospitales.

    Monsalve, junto a sus hijos Luis Felipe y José Gabriel Monsalve Otálvaro, quienes ahora gerencian la empresa, decidieron dedicarse al negocio de los artículos promocionales. Para iniciar, en 1990, invirtieron USD 65 000, en la compra de una impresora para diferentes superficies, como plástico, papel y tela; y en una oficina para su funcionamiento.

    Este local estaba ubicado en el norte de Quito y su extensión era de 100 m². En principio, Calcograf encontró sus principales clientes en el sector automotor. Producía moquetas, placas, emblemas con los logotipos y colores corporativos de las concesionarias.

    Luego de dos años su mercado creció. Laboratorios farmacéuticos y supermercados empezaron a demandar productos de la empresa quiteña.

    Artículos como esferográficos, termos, jarros y demás objetos de plástico los importaba desde China. En su planta se encargaban de colocar los diseños y los colores corporativos de acuerdo con el pedido de cada cliente.

    En 1997, la empresa amplió su oferta. El Hospital Metropolitano era su cliente. Esta casa de salud le preguntó si podían proporcionarles kits de aseo (champú, jabón, peinilla, con el logo del hospital).

    Este pedido motivó a que la firma invierta USD 70 000; el dinero lo obtuvo de las ganancias y con créditos. Con esta cantidad compró envasadoras, equipos para elaborar jabón, plástico y más. Así nació su línea Amenigraf, que ingresó al mercado de los ‘amenities’.

    Por la calidad de estos productos y la satisfacción del cliente los pedidos aumentaron. Un factor a su favor fue que a finales de la década de los 90 llegaron al país y a la región cadenas hoteleras internacionales como Hilton, Radisson, Sheraton…

    Calcograf gozaba de un crecimiento sano y fuerte. Por ello, en el 2002, la compañía abrió una planta en Bogotá y la administra José Monsalve Pineda, el fundador de la compañía.

    Actualmente, la empresa cuenta con 33 clientes a escala nacional. Firmas como Chevrolet, Nestlé, Toyota, Diners Club y DeCameron requieren de sus promocionales y ‘amenities’. Su nueva fábrica, en el norte de Quito, es de 1 500 m².

    También exporta a Panamá, México, Barbados, Perú y EE.UU. Al mes, producen 1,5 millones de envases para productos líquidos (champú, jabón y aceites).

    En julio del año pasado se inauguró Sonesta Hotel Guayaquil. Santiago Galárraga, gerente General, señala que desde su apertura comenzaron a utilizar ‘amenities’ y souvenirs de Calcograf. Este hotel pertenece a la cadena GHL Hoteles, que abarca las marcas Sonesta, Sheraton y Howard Johnson.

    Galárraga sostiene que en Sonesta Hotel Guayaquil adquieren al mes un total de 45 000 productos a Calcograf.

    Automotores Continental es cliente desde hace seis años. Calcograf les provee de esferos, paraguas, cubrellantas y más. Johanna Félix, líder de CRM de la empresa automotriz, asegura que los productos son de buena calidad, resalta los estampados. Al mes le compran en promedio unos USD 7 000.

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  • Con asociatividad su pulpa va hasta París

    Mónica Orozco / Redacción Quito

    Gracias a una alianza con una firma francesa especializada en comercio justo, la empresa ambateña Planhofa logró poner sus productos (jugos y mermeladas) en perchas europeas.

    Acceder a mercados externos es una vieja aspiración de pequeños y medianos agricultores de Tungurahua. Las importaciones de fruta comenzaron a restar sus ingresos, por lo que el sector se convenció de que la única forma de competir era agregarle valor agregado a sus productos.

    Con esta idea, en 1988 abrió sus puertas Planhofa, cuyo principal accionista (51%) es la Unión de Pequeños y Medianos Agricultores de Tungurahua (Unapemat), compuesta por 400 productores. Pero el proceso tardó más de lo esperado. Aunque la planta siempre se pensó como una procesadora de alimentos, por más de una década solo entregó producto fresco al mercado nacional.

    Entre 1996 y el 2000 recibió el apoyo financiero que le permitió modernizar la planta y dar el salto industrial para el procesamiento de mermeladas, pulpas y jugos de frutas. El apoyo consistió en inyección de capital de dos ONG (Fondo Ecuatoriano Populorum Progressio y Eclof); se sumó un aporte del Gobierno de Italia, a través de la ONG Cisp, para la compra de equipos por USD 150 000 y un capital adicional de trabajo, explica Homero Medina, gerente de Planhofa.

    Hoy la empresa factura más de USD 1,2 millones anuales y coloca su producción, con la marca Frisco, en los supermercados Santa María, Tía y otros. Nestlé, Alpina y otras industrias también son sus clientes. El mayor crecimiento en ventas se dio desde el 2009, con un aumento del 12% y 15% por año.

    La venta al exterior fue un proceso más complejo, reconoce Medina, por la falta de capacitación en exportación y complejos trámites.

    A inicios del 2011, una alianza con la empresa francesa Ethiquable facilitó la comercialización en el exterior. Esta firma fue creada en el 2003 con el fin de vender, en los supermercados de Francia, productos de pequeños agricultores de países como Ecuador, Perú, Bolivia, etc.

    A través de Ethiquable, Planhofa envió a ese país 20 000 kilos de pulpa congelada de guayaba en el 2011, esto fue un 4% de su producción anual (que oscila entre 500 000 y 600 000 kilos al año).

    En el 2012 envió 15 000 frascos de mermeladas. En este proyecto se usaron piña, papaya y otras frutas que se cultivan entre plantaciones de café y cacao orgánico de Loja y El Oro, que se vendían sin valor agregado, dice Nicolás Eberhart, ejecutivo de Ethiquable en América Latina, compañía con presencia en 4 000 supermercados de Francia.

    A la par, inició un programa piloto entre ambas firmas para cultivar y procesar mora orgánica con productores de Planhofa, dice Eberhart. Este año se prevé enviar 10 000 kilos de esta pulpa.

    El compromiso es que Ethiquable pague un precio en condiciones de comercio justo. “Respetamos un precio mínimo, aun cuando este supere al del mercado. Y damos un premio si es producto orgánico”, acota Eberhart.

    El agricultor Noe Aldaz entrega durazno a Planhofa desde hace cinco años. “Es una buena opción porque la fruta extranjera nos quita espacio en el mercado local”. De Planhofa recibe USD 600 al año, pero cree que si no se exporta masivamente no mejorará su ingreso.

    Las demoras en la obtención de permisos han sido uno de los problemas, dice Medina. “Quisimos enviar naranja orgánica, tuvimos la fruta, pero retrasos en la obtención de permisos de importación de azúcar orgánica, que no hay en el país, hizo que se perdiera la producción”, explica el representante de Planhofa.

    El producto

    La oferta. La firma tiene 28 empleados en planta y envió mermeladas de a Francia: guayaba, piña y maracuyá; naranja y limón; papaya y maracuyá.

    Otro proyecto. Importar limón orgánico de Perú para procesarlo en Planhofa está en sus planes. Enviará 50 000 kilos de jugo de esta fruta este año.

    Sabores.  Las pulpas de guayaba y mora adquiridas por Ethiquable se mezclan con otras frutas para producir jugos 100% naturales y venderlos en Francia. Una de las mezclas, que se procesa en el país europeo, es guayaba y banano.

  • La panela orgánica va al mercado checo

    Mónica Orozco / Redacción Quito

    Conocida también como “raspadura”, “panocha” o “azúcar de turbinado”, la panela ecuatoriana busca cautivar el exigente paladar europeo.

    En diciembre del 2012, la firma ecuatoriana Productos San José envió el primer cargamento de panela orgánica en polvo (3,5 toneladas), para empezar su comercialización en tiendas naturistas de la República Checa.

    Esto fue posible gracias a una alianza con la empresa checa Frantisek Bacik y la firma ecuatoriana Ecuacoffee.

    José Aguilar, asesor de Ecuacoffee y cónsul de la República Checa en Ecuador, explica que exportar esa cantidad de panela era muy costoso, por lo que se aprovecharon los envíos que hoy realiza Ecuacoffee a ese país, para bajar costos.

    Ecuacoffee vende licor de cacao y cacao en grano desde hace cuatro años a la República Checa. “Enviar 3 ó 10 toneladas cuesta igual, pero al completar el contenedor de panela con productos nuestros, los costos se redujeron”, acota.

    El Cónsul explica que el acuerdo estará vigente hasta que Productos San José consolide su mercado. “Ecuacoffee no gana nada de esta alianza, la intención es que más productos ecuatorianos se vendan en el exterior”, explica Aguilar.

    Frantisek Bacik, gerente de la firma que lleva su nombre, dice que la panela está en fase de comercialización en el mercado checo. “Hasta ahora la acogida es positiva. En un mes y medio concretaremos nuevos envíos”, comenta Bacik.

    La firma checa se encarga desde hace 12 años de introducir productos ecuatorianos como balsa, cacao en grano, licor de cacao y otros, en ese mercado. “La panela es prácticamente jugo de caña, sin químicos. Es un producto interesante en un mercado donde lo orgánico está tomando fuerza”, dice Bacik.

    La alianza permite, además, mantener la marca ecuatoriana de la panela, que se vende con el nombre: La abeja Kapira.

    La historia de Productos San José empezó hace más de 20 años, cuando Fabián Guerrón, gerente de esta firma, organizó a un grupo de cañicultores de Pacto, en el noroccidente de Quito, para producir panela orgánica en polvo.

    Guerrón viajó a Colombia donde aprendió la técnica para producir panela en polvo y luego capacitó a los cañicultores, que hasta entonces producían panela en barra, alcohol y melaza.

    De manera paulatina, los trapiches cambiaron los molinos manuales de madera y empujados por mulas, por maquinaria moderna de acero inoxidable.

    La propuesta significó para muchos dejar de cultivar sus tierras por cinco años, antes de iniciar la plantación orgánica, a fin de cumplir con los parámetros técnicos exigidos por este mercado.

    “Algunos se arriesgaron y apostaron por la iniciativa”, recuerda Guerrón.

    Uno de ellos es Jorge Caicedo, cañicultor de Pacto. “Fue un cambio total, ahora usamos abonos orgánicos y se eliminaron las fumigaciones”, recuerda.

    Caicedo tiene 3 hectáreas de caña que producen entre cinco y seis sacos de panela en polvo por semana. Recibe USD 40 por cada saco y es el principal sustento económico de su familia.

    El año pasado los cañicultores formaron la Corporación Loma de Santa Teresita de Pacto (Colspa), que les permitirá acceder a más capacitación y apoyo financiero para continuar con la tecnificación.

    Productos San José, que facturó USD 1,1 millones en el 2012, funciona como una empresa ancla de Colspa, que hoy tiene 52 socios; esto es, compra la producción de los cañicultores a un precio justo y los capacita. El año pasado cerró con una producción de 749 278 kilos de panela en polvo. “Cada vez más gente quiere ser parte de la iniciativa, pero el mercado nacional casi está copado, por eso queremos exportar”, dice Guerrón.

    Los proyectos

    Productos San José. Desarrolló panela orgánica en polvo con sabor a limón y de preparación instantánea, que saldrá a la venta en marzo próximo.

    La panela orgánica de Productos San José. Se vende con la marca La abeja Kapira, y en marzo también se venderá con la marca Supermaxi.

    La gestión. Colspa trabaja en formar una federación provincial de cañicultores y en una confederación nacional. Eso les permitirá contar con más volumen para ampliar la oferta exportable.

    Los clientes.  Entre los principales clientes de Productos San José están Supermaxi, Tía, Mi Comisariato y otros.

  • Tablas de surf, tamales y agendas, al exterior

    Redacción Guayaquil

    El taller de Jimmy Zhañay, ubicado en la cabecera cantonal de General Villamil (Playas), a 45 minutos de Guayaquil, es parte de los 46 867 establecimientos a escala nacional que están relacionados a la manufactura. Este sector representa el 9,6% de la estructura productiva del país, según el Ministerio de Industrias y Productividad (Mipro).

    En medio de astillas y resinas -que utiliza para la elaboración de tablas de surf- rebosan los cartones y plásticos aislantes que cubren los productos derivados de la balsa que proviene de Los Ríos, Manabí y Santo Domingo de los Tsáchilas. Las tablas de surf, que tardan hasta dos semanas en confeccionarse, son demandadas en Los Ángeles (EE.UU.), Bilbao (España), entre otros.

    “Buscamos un producto que esté inmiscuido en las tendencias globales de sustentabilidad. La meta es pasar de pyme a una industria que genere más empleos locales. Lo que todo emprendedor busca”, explica Zhañay, quien inició su negocio hace más de dos décadas. Su meta a mediano plazo es que Australia, las Antillas y Centroamérica formen parte de los destinos para sus productos.

    El 46% de los productos etiquetados con el ‘made in Ecuador’ se destinan, vía aérea o marítima, a EE.UU.; un 13% avanza hasta puertos canadienses. Las agendas de cuero representan más del 34% de lo exportado, según datos del Mipro. A las agendas le siguen los sombreros de paja toquilla (22%).

    Las artesanías hechas en tagua representan el 8% de las exportaciones. Norma Yánez, artesana de la firma Choneritas, con sede en Chone, Manabí, se dedica a la elaboración de figuras decorativas para oficina. Para eso utiliza el marfil vegetal y fibras naturales como esterilla de coco y moyuyo. Ella indica que uno de los retos de las mipymes es establecer nexos fuertes con las sala de exhibición.

    Cada dos meses Yánez envía por courier de 300 a 500 piezas, cuyo valor bordea los USD 3 por unidad. Al consumidor final se venden desde los USD 8.

    Otro sector en crecimiento es el de alimentos procesados. La facturación de este segmento ha tenido un crecimiento promedio del 11,6% en los últimos años, según las cifras del Mipro.

    Un ejemplo es Fider. La iniciativa liderada por Antonio Chamoun nació en el 2009. Pero primero Chamoun viajó a Miami (EE.UU.) en el 2003 por un empleo. Se vinculó con el sector de los alimentos, retornó al país en el 2007, pero ya generó contactos.

    Así, para el 2008, por una propuesta de empresarios latinos residentes en Miami, montó Fider. Hoy exporta 160 000 kilos mensuales de maduros fritos, bocaditos de yuca y tamales. Sus mercados son Puerto Rico y principalmente cinco ciudades de los EE.UU. En sus procesos emplea a 27 colaboradores.

  • El memo de la semana: Exportaciones y productividad

    Un informe efectuado por el gremio de los exportadores sobre el comportamiento de la balanza comercial ecuatoriana muestra un menor crecimiento de uno de los productos estrella del país en el mercado, el banano.

    Esta fruta es uno de los dos rubros de exportación tradicional no petrolera que reflejó cifras negativas el año anterior: USD 154,8 millones dejaron de ingresar al país, comparado con el 2011. Se trata de una de las caídas más grandes en 20 años. El cacao y sus elaborados también tuvieron cifras negativas en el 2012: -22,3% en ingresos, según cifras del Banco Central.

    Lo que pasa con el banano y con el cacao revela la necesidad del país por avanzar hacia una diversificación de la oferta exportable ecuatoriana, con valor agregado. Y eso también lo muestran las cifras de otros sectores productivos, como el de las conservas de atún, que tuvieron resultados favorables en su desempeño en el 2012.

    Ante ello, uno de los anuncios gubernamentales en los próximos cuatro años es fortalecer la nueva matriz productiva. Sin embargo, en los últimos seis años se han dado cambios de forma pero no de fondo y eso se expresa en los modestos indicadores de productividad.

    Las políticas públicas se han orientado a proveer al sector industrial de herramientas relacionadas con infraestructura, pero no se advierten mayores cambios en el fondo. Tampoco se mira en el corto plazo un acercamiento entre los sector público y privado, y este debiera ser un tema prioritario para el siguiente cuatrienio.

    La frase:  “El Banco Central (BCE) nunca ha presentado ni presentará un déficit en su balance. La RILD siempre ha sido y será suficiente para respaldar sus obligaciones legales”.   Diego Martínez /   Pdte. BCE

  • Ma. Fernanda De Luca: La diversificación es el eje de la promoción

    Carolina Enríquez / Redacción Quito

    La promoción de las exportaciones a través de ferias, misiones comerciales, acercamiento con otros países, etc., es el trabajo que ha venido desarrollando ProEcuador, durante el año y medio que tiene de existencia. María Fernanda de Luca, directora de la entidad, explica que esta entidad adscrita al Ministerio de Relaciones Exteriores se ha centrado en la diversificación de mercados y de la oferta exportable que tiene Ecuador. Sin embargo, aclara que han trabajado en el impulso de los productos y mercados tradicionales del país, entre los que se encuentra EE.UU. y la Unión Europea (UE).

    ¿Cuál ha sido el trabajo que ha venido desarrollando ProEcuador?

    Hemos aplicado estrategias y lineamientos relativos a la promoción de exportaciones y de inversiones. El accionar se ha centrado, en el primer caso, en la diversificación de mercados y de productos. También hemos trabajado en la generación de ventas en los mercados en los que ya tenemos presencia. Ambos procesos han implicado un trabajo con dos sectores.

    ¿Cuáles son esos sectores?

    Los sectores público y el privado. Nos hemos encargado, como entidad estatal, de delinear la política de cómo operar y gestionar la promoción de exportaciones e inversiones. Hemos trabajado en una coordinación interna con otras entidades como el Ministerio de Industrias, el Ministerio de Agricultura, el Ministerio Coordinador de la Producción, entre otras instituciones, que nos permiten lograr un efectivo impulso a nivel externo.

    ¿Y la relación con el sector privado?

    Hemos coordinado con las empresas, que al fin y al cabo son las que llegan con los productos al exterior. Con ellas dialogamos y revisamos cuáles son sus intereses, a qué mercados quieren llegar y cómo van a hacerlo.

    Precisamente ¿hacia qué mercados apunta el país?

    Debo decir que junto al Viceministerio de Comercio Exterior se han hecho gestiones para fortalecer la oferta de productos en los países de América Latina y ver cómo se pueden ir posicionando. Es un paso importante el fortalecimiento de las relaciones con mercados como Colombia y Perú, que son cercanos. Asimismo, con Argentina, Chile, la región centroamericana y el Caribe.

    ¿Qué pasa con el resto de continentes?

    También nos hemos enfocado en la región asiática, por las dimensiones propias de ese mercado.

    ¿En cuanto han aumentado las exportaciones (en volumen y dólares) gracias al trabajo de ProEcuador?

    Las distintas agencias internacionales de promoción de exportaciones, con las que ProEcuador se ha relacionado (firmando más de 15 convenios interinstitucionales), han buscado definir el aporte real de su trabajo. Para medir esto ProEcuador, por ejemplo, ha trabajado internamente en un sistema informático para obtener estos datos.

    ¿Cuáles han sido esos resultados?

    Según el Banco Central del Ecuador (BCE), las exportaciones crecieron en un 7,6%. Esto es un buen resultado para el país porque las empresas privadas exportadoras lograron vender productos pese a ciertas dificultades que enfrentaron como, por ejemplo, el fuerte invierno que dañó algunas plantaciones.

    Las exportaciones no petroleras incrementaron entre enero y noviembre, con relación al año pasado, 6,4% en volumen y 18,5% en dólares. ¿Cuáles han sido los productos por los cuales se ha mostrado mayor interés?

    Son los que tienen un importante grado de intensidad tecnológica. Así se los clasifica. Entre ellos están vehículos, línea blanca, extractos y esencias de cacao y café, preparaciones y conservas de pescado, harinas, productos del mar procesados, maderas aserradas, productos farmacéuticos y productos cosméticos (estos dos últimos han tenido amplia acogida en el mercado latinoamericano).

    ¿A qué se debe este alto interés por estos productos?

    Las demandas son distintas de país a país. Desde ProEcuador y las oficinas comerciales de la Cancillería se va recogiendo la información que se genera en cada país como, por ejemplo, cambios de demanda, requerimientos de certificaciones (comercio justo, ambientales, etc.). Esas tendencias de mercado se van recopilando y así podemos ir cambiando las aristas de producción del país. La oferta exportable, con esto, se alinea más a las demandas.

    A propósito, ¿cuántas oficinas comerciales tiene el país?

    Tiene 31. El año pasado el Gobierno se enfocó en la creación de las oficinas comerciales de Argentina, Holanda (Rotterdam) y Emiratos Árabes (Dubái). Esto nos permite aumentar la presencia del país en otros mercados.

    A través del trabajo que ha hecho ProEcuador y las oficinas comerciales, ¿han logrado determinar cuál de los nuevos mercados está demandando más productos nacionales?

    Los mercados asiáticos, por ejemplo, tienen demanda creciente. También países de la región latinoamericana. Hay regiones en el mundo como Europa, cuya demanda se ha contraído por la crisis económica.

    Ahora que habla de la zona europea, ¿qué trabajo están realizando con los mercados tradicionales?

    Ha habido promoción constante en esos mercados para no dejar de ocupar el espacio ya ganado por los productos ecuatorianos.

    En cuanto a la promoción, a escala general, ¿cuántas ferias, eventos, etc. han realizado?

    Durante el 2012 hicimos 38 ferias internacionales, 55 misiones comerciales (hacia el exterior y hacia el interior), tres macroeventos de promoción. También se han hecho más de 60 eventos relativos a inversiones y 25 específicos sobre clima de negocios y Código de la Producción.

    ¿Han tenido encuentros con los países con los que Ecuador está teniendo negociaciones comerciales?

    En algunos de los países en que se están realizando negociaciones se está complementando la acción de la promoción. A más de esto, en términos generales, ProEcuador ha trabajado en la capacitación de exportadores.

    ¿Cuántos?

    3 400 empresarios (productos y exportadores).

    Acerca de María Fernanda De Luca

    Estudios dentro y fuera del país

    Formación.  Es ingeniera en Administración de Empresas de la Universidad Casa Grande.

    Un masterado.   En Desarrollo Local Sostenible y Economía Social, en la Universidad de Huelva, España.

    Su cargo.   Desde octubre del 2010 es Directora Ejecutiva de Pro Ecuador