Etiqueta: exportacion

  • La exporación de TICs todavía es marginal

    Redacción Quito

    En el 2012, las exportaciones de los servicios informáticos y de comunicación, desde software hasta aplicaciones móviles y otros, movieron USD 265 300 millones en el mundo; esto es, cuatro veces el Producto Interno Bruto (PIB) del Ecuador. En el país hay avances, pero aún falta camino por recorrer.

    En Ecuador no existe un sistema de registro estadístico de este tipo de servicios como el que se dispone para bienes.

    Según la Federación de Exportadores del Ecuador (Fedexpor), las exportaciones de servicios informáticos están incluidos dentro de lo que se conoce como «otros servicios», que crecieron al 7,2% por año entre el 2000 y el 2012, al pasar de USD 157 millones a USD 364 millones. Estas representaron el 20% del total de servicios exportados por el país en el 2012 (USD 1809 millones).

    Dentro de los envíos al exterior de «otros servicios» destaca el software. Según datos divulgados en el Foro TIC y pymes, realizado el mes pasado en Quito, este rubro supera los USD 30 millones al año.

    Según Fedexpor, 480 firmas, en especial pequeñas y medianas, se dedican al desarrollo de software y emplean 8 000 trabajadores. Una de ellas es Bayteq, que se dedica a la venta de servicios informáticos y aplicaciones móviles. La firma factura 1,6 millones en servicios informáticos al año, de esos 25% provienen de ventas a México y otros países.

    Mauricio Bayas, gerente de la firma, cree que una barrera es el capital. «Se han hecho esfuerzos, pero otros países tienen más facilidades. Conseguir un crédito es difícil porque mi capital es un bien intangible, un software, y eso no puedo ofrecer como garantía».

    Añade que asociarse entre varias empresas podría fortalecer al sector.

    Los servicios de información, además, han ayudado a potenciar la exportación de otros servicios como salud (telemedicina), atención al cliente, publicidad…

    La agencia A+A Consulting vio un nicho de negocio en los servicios de marketing y comunicación digital. «Las marcas descuidaban lo digital: páginas electrónicas poco atractivas, no explotaban las comunidades virtuales», dice José Valenzuela, gerente de la firma.

    La empresa empezó en el 2009 con dos personas; subcontrataba determinados servicios. Hoy emplea a 23 personas y este año abrirá una oficina en Canadá.

    Para Daniel Legarda, vicepresidente de Fedexpor, un punto clave para desarrollar los servicios informáticos es contar con estadísticas. Además cree que se debe establecer una estrategia para el desarrollo de «otros servicios», además de las que se han impulsado en sectores como turismo, viajes o transporte.

  • El fin de los envíos de alcachofa deja aprendizajes

    Redacción Quito y Cuenca

    El cierre de exportaciones de alcachofa en conserva, por parte de Industria Nacional Agroexportadora (Inaexpo), deja varias lecciones para los actores involucrados y plantea varias interrogantes.

    Este 30 de abril, 79 productores, en su mayoría de la Sierra centro, realizarán la última entrega de productos a Inaexpo, que forma parte del Grupo Pronaca.

    Ellos prevén que sus cultivos de alcachofa, pasen a ser tierras para siembra de papas, frutas, lechugas o para el pastoreo.

    Desde la empresa se señala que el motivo principal del cese de exportaciones es la pérdida de competitividad en los precios a causa de la sobreoferta en mercados internacionales.

    Perú y Egipto lo invadieron todo con el producto. Esto llevó a una caída de los precios. Inaexpo indicó que los importadores pedían una reducción del 20% en los precios para mantener las compras, lo cual hacía al negocio poco rentable.

    Analistas opinan que algunos factores que explican este hecho fue la concentración de las ventas en un solo mercado, y la falta de diversificación de la producción para explorar nuevos nichos.

    Al respecto, Inaexpo sostiene que la búsqueda de compradores ha sido una tarea constante.

    La empresa señala que participa en 26 países de los cuatro continentes. Pero EE.UU. es el principal importador con una participación del 65 % de la alcachofa en conserva del mundo.

    Además, Inaexpo afirma que en los años de operación, desarrolló productos que incluían alcachofas marinadas, mix de alcachofa más palmito y tapenades.

    Otros actores del sector productivo analizan este caso y sacan sus conclusiones y lecciones. Para Alfredo Zeller, presidente de la Asociación de Exportadores de Brócoli, uno de los problemas del sector agrícola es la falta de innovación e inversión para tener mayor competitividad en los mercados internacionales.

    La falta de acuerdos comerciales impide a los productores hacer inversiones de más largo plazo; por ello no se arriesgan a comprar nueva maquinaria o mejores insumos para las siembras.

    Zeller añade que los compradores internacionales «no se animan a realizar contratos a largo plazo con las empresas ecuatorianas porque no saben su futuro en temas de tratados comerciales».

    Para la consultora agrícola Red CampoBiz, es evidente que no existió ni existe un programa operacional que contenga un estrategia nacional gubernamental de respaldo para los productores para administrar y/o minimizar impactos.

    Red CampoBiz añade que es indispensable la consolidación de un programa integral nacional que funcione de manera ágil y respalde a los productores financiera y legalmente, para la identificación de oportunidades de negocio y así poder incursionar en nuevos mercados.

    Pero, además, el caso evidencia la sensibilidad de otros productos a destinos como EE.UU y la Unión Europea. Productos como rosas, flores, medias nylon, brócoli, atún, etc., han perdido competitividad debido a la incertidumbre que genera la falta de acuerdos a largo plazo.

    Mientras países como Perú, Colombia, Costa de Marfil, etc., que generan estos productos, han logrado acuerdos que les permiten ingresar con cero arancel a esos mercados.

  • Su paladar guía a los cafeteros

    Xavier Montero c. Redacción Guayaquil / LÍDERES

    Al momento de calificar una taza de café, el primer sorbo es enérgico y sonoro. La destreza de absorber sin quemarse la lengua es cuestión de profesionales que cuidan sus sentidos gustativos alejados de comidas picantes, licores y cigarrillos. Incluso, quienes ingresan a este selecto grupo cambian sus hábitos al tratarse un resfriado. Su juicio para determinar las propiedades organolépticas de una grano de café marcan el rumbo de una cadena productiva de agricultores, comerciantes locales, exportadores y baristas.

    Al indagar sobre el ecuatoriano que posea la trayectoria más destacada en cuanto a la cata de café, varios actores de aquella industria coinciden en un mismo nombre: Fernando Morocho. Él tiene más de una década vinculado al sector cafetalero y obtuvo las certificaciones como catador de la Asociación de Cafés Especiales de América (SCAA, por sus siglas en inglés), en el 2008, un referente de la industria a escala global.

    También es uno de los 13 ecuatorianos ‘Q Graders’ del Coffee Quality Institute (CQI) que han avalado su juicio sobre el café y sus negociaciones. «En el evento Taza Dorada (premio nacional que se entrega cada año a la mejor cosecha de café ecuatoriano), una de las opiniones más importantes es la que ha proporcionado Fernando Morocho durante estas ediciones», indica Vinicio Dávila, CEO de la firma guayaquileña Cafecom y quien conoce a este catador de café hace más de una década.

    Dávila considera que los catadores de excelencia son piezas claves para la industria. Ellos son quienes determinan los aciertos y errores del cultivo del grano; y cómo se remedian para mantener la competitividad en un mercado bursátil.

    De su infancia, Morocho recuerda el aroma del café recién tostado que hacía su padre Gonzalo. En su casa ubicada en el cantón Santa Lucía, a unos 80 km al norte de Guayaquil, convivía junto a sus ocho hermanos hasta ingresar a estudiar Ingeniería Química en la Universidad de Guayaquil. Su bachillerato lo obtuvo en el colegio Juan Bautista Aguirre (Daule).

    El catador, quien es hincha del Barcelona Sporting Club, destinaba su tiempo libre para ayudar en el negocio de insumos agropecuarios que poseía su familia.

    Tras obtener su título universitario, en 1999, Morocho ingresó al departamento de control de calidad de la firma guayaquileña Solubles Instantáneos. En principio, según él manifiesta, sus opiniones no eran consideradas trascendentales, porque era novato. Luego, los ‘perfiles de taza’ que elaboraba para cada lote ayudaron a posicionar aquellos productos en varios mercados.

    «No determino cuál es el mejor café para mi gusto sino el que mayor acogida tendrá en cada mercado», indica Morocho. De su experiencia determinó que los italianos gustan de un grano fuerte y los estadounidenses de un café más ácido. También que en Australia se paga un mejor precio al café cosechado en su máximo punto de maduración y que los japoneses prefieren beber un café dulce, suave y cremoso.

    El especialista en catar cafés solubles, comerciales y especiales del tipo arábiga y robusta también contribuyó con instituciones gremiales como la Asociación Nacional de Exportadores de Café (Anecafé), participando como jurado de competencias provinciales y regionales a los cultivos de mejor calidad desde el 2006.

    Asimismo, Morocho consta como referencia de eventos desarrollados por la Corporación de Promoción de Exportaciones e Inversiones (Corpei) y ahora en los que lleva a cabo el Instituto de Promoción de Exportaciones e Inversiones (ProEcuador), referentes a las potencialidades del café ecuatoriano.

    Hace siete años, la industria local tuvo a los primeros catadores avalados por la SCAA. Morocho no ingresó en aquella terna ya que no contaba con la visa ni los recursos para viajar a los EE.UU. a certificarse. Para el 2008 y luego de cumplir con 24 exámenes sensoriales calificó como catador internacional en un evento de Anecafé desarrollado en Manta (Manabí). Dos años más tarde reiteró sus habilidades ante la CQI, mientras ascendía en cargos dentro de Solubles Instantáneos y afrontaba la pérdida de su madre Olga Villamar. Morocho dice que su esposa Janine y sus hijas Madeley y Olga son su principal soporte.

    Las exigencias para obtener aquellos certificados como catador incluyen destrezas específicas del gusto. En los primeros filtros deben identificar niveles exactos de sal, dulce y ácido de un mismo líquido; la falta o sobre exposición al calor de un grano de café tostado. Aquello, a partir del hollín de cada muestra analizada. Los participantes llegan a calificar hasta 400 tazas de café diariamente.

    El costarricense Wayner Jiménez, miembro de la Exclusive Coffees de aquel país de Centroamérica, considera a Morocho como el catador más destacado en el Ecuador. Él, quien lo conoce desde hace unos cinco años, indica que la industria ecuatoriana ha mejorado su proyección internacional basada en criterios como el de este ecuatoriano.

    2011. En Zumba, Zamora.

    Morocho (primero desde la izq.) participó como jurado del concurso Concurso y Subasta de Taza de Cafés Especiales de la Cuenca Mayo – Chinchipe Zumba junto a las autoridades de esa provincia.

    2009. Taller en Jipijapa, Manabí.

    Junto a Anecafé participó del taller de análisis de calidad física y organoléptica de cafés arábigos en el cantón Jipijapa (Manabí). Morocho a dictado charlas en una docena de asociaciones de grandes pequeños y medianos caficultores.

    Sus criterios.

    Como jurado. Fernando Morocho ha participado como juez nacional y jurado final en las siete ediciones del premio Taza Dorada, que determina los mejores cultivos de café del país.

    Sus ponencias. En el 2009 dictó una conferencia sobre cafés especiales en Galápagos y San José de Costa Rica. Ha participado en eventos de café a escala nacional.

    «Cuando capacito a pequeños caficultores les proporciono las herramientas para exigir un precio justo por cada uno de sus cultivos».

  • CETCA, la hora del té inglés tiene sello ecuatoriano

    Leonardo Gómez. Redacción Quito / LÍDERES

    En 1960, cuando el suizo Leo Hamburger arribó al Ecuador, no existían cultivos de té en el país. Llegaba de un largo viaje por el África buscando semillas del té de la variedad camellia sinensis.

    Esta variedad es bien valorada en Inglaterra, un país que por tradición es conocido como uno de los más grandes consumidores de té en el mundo.

    Hamburger y su equipo encontraron un sitio para el cultivo en lo que hoy es Palora, (Morona Santiago). Era una zona en la que no había más que terrenos baldíos.

    El gobierno del entonces presidente José María Velasco Ibarra se propuso en esa época colonizar nuevos territorios, por lo que concedió a este grupo de aventureros una donación de 5 000 hectáreas para cultivar té.

    Hamburger fundó la Sociedad Ecuatoriana de Industriales Agrícolas (Sedia) y el 29 de julio de 1964, otro grupo de ingleses le compró 2 000 de sus 5 000 hectáreas, en donde ya se habían sembrado 850 000 matas de té negro. Este segundo grupo fundó la Compañía Ecuatoriana del Té C.A. (Cetca).

    La inversión fue de 11 millones de sucres, en una época en la que el dólar se cotizaba en 25 sucres. Cetca contaba con 400 trabajadores que sembraban la hoja de té a mano.

    «Ellos enfrentaron la parte más dura pues tuvieron que construir todo, desde la infraestrutura de la planta hasta las nuevas vías para acceso y despacho del producto», recuerda Raúl Moreno, actual gerente Financiero de Cetca.

    Desde el inicio se exportó a granel la hoja de té negro de Palora a Londres. No fue sino hasta 1975 que Cetca comenzó a producir té empacado para el consumo nacional, se vendía bajo la marca Hornimans, más conocida como el «té del dragón rojo», por su logotipo. Para la comercialización de las hierbas aromáticas la empresa cuenta con la marca Sangay.

    En el año 2007 Cetca cambió de propietario. El otavaleño Fernando Castillo B. adquirió la empresa y sus cultivos por USD 2,5 millones. Con él inicia una nueva etapa de Cetca. En el 2010, esta empresa comienza a exportar té negro empacado bajo la marca Hornimans. La venta a granel continúa a la par y se exporta a los Estados Unidos, Puerto Rico, Alemania, Holanda… y desde enero de este año se exporta también a Malasia.

    A finales del año pasado Castillo falleció y su hijo, Fernando Castillo, asumió la gerencia. Este año nació una nueva marca para exportación: ‘El Estado del Té’, que va a Canadá y EE.UU.

    La firma procesa un promedio de 700 toneladas anuales de hojas de té y hierbas aromáticas : el 10% es de consumo nacional; el 60% se exporta a los EE.UU. y el 30% a Colombia, Uruguay, Malasia…

    Prodispo distribuye los productos de Cetca desde el año 2000. Su gerente, Xavier Proaño asegura que el consumo de té en el país es cada vez mayor. «La demanda crece. Los hogares son los principales. Además está ganando terreno en hoteles y restaurantes«, asegura.

    Eloin Ospina, representante de Prodelpa, también distribuye los productos de Cetca. «Nuestros principales compradores son las empresas de catering del aeropuerto de Tababela; clubes sociales, como el Country Club de la Liga, y en el sector de las oficinas».

    Más sobre el negocio

    Las hierbas aromáticas.  No se producen en Palora, esta empresa compra las plantas a productores de todo el país.

    La producción. Cuenta con una línea de ocho productos de té de sabores y té negro en tres presentaciones. Cetca produce 2 millones de cajas de té por año.

    La insignia
    El trato es bueno y los pagos son a tiempo

    Carmen Vásquez
    Producción y empaque

    Comencé a trabajar en Cetca cuando tenía 13 años y ya llevo trabajando aquí 28. No es raro encontrar compañeros que llevan 20, 30 y hasta 40 años en la empresa; aquí el trato al empleado es muy bueno, son muy cumplidos y puntuales en los pagos.

    Primero trabajé en el área de producción, cuando cumplí 12 años en la empresa asumí la supervisión de la producción y ahora también asumo tareas de otras áreas administrativas.

    Algo que puedo destacar es la higiene en la planta. Antes de que una persona ingrese a la planta debe utilizar gorro, mascarilla, sobre todo y cobertor de zapatos, todo esterilizado. Esta es una regla para los visitantes y los empleados.

  • Costa Rica, Tailandia, Costa de Marfil..compiten con Ecuador

    Redacción Quito

    EL mercado de la Unión Europea

    Entre el 2006 y el 2011 se destinó un 29,5% del total de la producción no petrolera a la Unión Europea (UE), según un informe de la Federación Ecuatoriana de Exportadores (Fedexpor). Un 83,5% de las exportaciones ecuatorianas de madera van a este destino. Le sigue el palmito (62,1%), el banano (28,5%), el atún entero o en trozos (23%), los extractos de café (22,5%), los camarones congelados (16,9%), entre otros.

    Estos productos podrían perder ventajas competitivas desde el 2014 cuando termine el sistema de preferencias arancelarias que la UE otorga al país. Algunos de estos productos, que hoy pagan cero arancel, tendrán aranceles de hasta un 24% el próximo año. Los principales competidores del país son Costa de Marfil, Costa Rica y Tailandia que tienen menores aranceles.

    Alfredo Zeller, presidente de la Asociación de Exportadores de Brócoli, comenta que en el caso de su sector perdió competitividad por la incertidumbre por la falta de acuerdos comerciales.

    Por esta razón, los productores no realizan inversiones. «En nuestro caso hemos buscado más mercados y hemos exportado a Rusia y a Uruguay, pero las cantidades son insignificantes».

    Agrega que los pequeños productores requieren capacitación, sistemas de riego y consolidar la industria procesadora.

    Según el Estudio Estadístico de las relaciones comerciales e inversión entre la UE y Ecuador, a marzo del 2013 y elaborado por Fedexpor, aunque la UE está comprando más tabaco sin desvenar, jugo de naranja, sandías, guayabas y mangos, las ventas de Ecuador de estos productos fueron menores. Pero otros productos, también de gran demanda en el mercado europeo, como palmitos, flores cortadas, jugos de frutas, rosas y hortalizas congeladas crecieron.

    Otro segmento sensible son las micro, pequeñas y medianas exportadoras. El 84% de empresas que realizan envíos de flores a la UE son mipymes. Este segmento empresarial también tiene una fuerte participación en cacao (67%), café (59%) y otros productos agrícolas (64%).

  • Madeval exporta muebles de diseño exclusivo

    Leonardo Gómez Redacción Quito / LÍDERES

    Lo que comenzó como un pequeño taller para fabricar muebles de madera, hoy es Madeval, una empresa cuyo producto es apreciado en Ecuador y EE.UU., por su diseño exclusivo y por la variedad de materiales que utiliza en su fabricación.

    Leonardo Donoso inició esta empresa. En 1975, su padre manejaba un proyecto habitacional llamado Villas Aurora, en el norte de Quito; ese año Leonardo Donoso heredó el proyecto. En un terreno arrendado cerca de Villas Aurora, Donoso abrió un aserradero para fabricar los muebles de cocina, las puertas, los armarios y cajones que necesitaba para las viviendas.

    El taller funcionaba cerca del antiguo aeropuerto de Quito. Donoso recuerda que para la compra de maquinaria, herramientas y materia prima solicitó un préstamo de 150 000 sucres (USD 6 000 al cambio de esa época) al Banco Nacional de Fomento.

    Siete personas, entre obreros y personal administrativo, trabajaban en el taller. La iniciativa que tomó el nombre de Madeval creció y en 1980 el número de trabajadores se incrementó a 20; para la década siguiente ya eran 65.

    Hasta 1990 los muebles se vendían en el sector empresarial; los pedidos que recibían no se ofertaban al consumidor final y solo fabricaban muebles bajo pedido. Pero ese esquema cambió ese mismo año, cuando se inauguró la primera tienda de Madeval, en Quito, con una sala de exhibiciones; además organizaron un departamento de ventas en el que trabajan diseñadores y arquitectos.

    En los 10 años siguientes el crecimiento fue sostenido. Para el 2001, Esteban, hijo del Leonardo, ingresó a la empresa y apostó por la innovación. Actualmente, esta compañía destina un promedio de USD 3 000 a 4 000 al mes para inversión en tecnología.

    Uno paso trascendental en la expansión fue la creación del Departamento de Diseño y Desarrollo, que ahora maneja Tita Donoso, también hija del fundador. «Formalmente abrimos ese área en el 2003. Ya teníamos un equipo de diseñadores que a mano, con papel, regla, lápiz… diseñaba los muebles junto al cliente, pero con el Departamento de Diseño y Desarrollo pudimos reforzar ese plus de la empresa«, recuerda Esteban Donoso, actual gerente de la firma.

    En ese mismo departamento se contrató a desarrolladores que crearon programas de software exclusivos para Madeval. Uno de ellos es el sistema de barras con el que marcan las partes de sus muebles. «Cada módulo o mueble está formado por piezas de madera que se envían en conjunto para su instalación. Con el código de barras podemos registrar de manera electrónica si están todas las piezas», explica Marcos Serrano, jefe de Planta de la empresa.

    En el 2009, esta firma registró un crecimiento del 48%, su facturación superó los USD 3,3 millones y la cantidad de empleados directos llegó a 120. Ese año también comenzaron a exportar al Perú, lo que representaba para la empresa el 5% de sus ingresos.

    En el 2010 arrancó la exportación a los EE.UU. Las ventas ese año subieron a USD 5 millones. Y en el 2011 abrieron su primer local en Houston.

    Los principales proveedores de esta empresa son Aglomerados Cotopaxi y Novopan; la segunda le entrega tableros decorativos con diferentes diseños y texturas. Alexander Tinta, jefe de Ventas de Novopan, destaca la puntualidad en los pagos.

    Asimismo, clientes como Felipe Muller, de Diez+Muller Arquitectos y Mario Ponce, de Acoplar Ltda., destacan la calidad del producto y la capacidad de respuesta que Madeval posee cuando se presenta algún imprevisto. «Soy cliente de Madeval por casi 20 años. Siempre dan una solución ante cualquier inconveniente», asegura Ponce.

    Sobre las ventas

    Los locales. Madeval tiene en el país cinco locales; la fabricación se cumple en dos plantas ubicadas en Quito. Su capacidad de producción es de 800 módulos por semana.

    La instalación. El costo de los modulares que se ofertan en esta empresa varía dependiendo del diseño, tamaño y materiales que elige el cliente. La empresa se encarga de instalar los muebles en la casa u oficina del cliente.

  • La OMC en manos de un latinoamericano

    EFE,

    El brasileño Roberto Carvalho de Azevedo, el nuevo director de la Organización Mundial del Comercio (OMC) elegido la semana pasada, es un respetado diplomático, conocedor profundo de esta institución multilateral. A sus 55 años tiene una experiencia de más dos décadas en asuntos económicos y comerciales.

    El mismo basó su campaña como candidato a dirigir la OMC en su profundo conocimiento de la organización, de sus mecanismos, potencialidades y, sobre todo, de los delicados equilibrios de poder en su interior. Desde el 2008 es el representante de Brasil ante el organismo con sede en Ginebra, función con la que se ha ganado la reputación de ser un negociador experimentado y fiable, así como un «creador de consenso».

    El propio Azevedo ha dicho en varias ocasiones que el principal reto de quien asumiera la dirección de la organización -y que sería una de sus prioridades si resultaba elegido- será desbloquear las negociaciones de la Ronda de Desarrollo de Doha, lanzadas en el 2001 y estancadas desde mediados del 2008.

    Azevedo ha participado en gran parte de las conferencias ministeriales -máximo órgano de decisión- de la OMC desde el inicio de la Ronda de Doha.

    Durante sus casi 50 visitas a diversos países para reunir apoyos a su candidatura aseguró conocer a fondo los problemas de la institución y estar capacitado para contribuir a su solución. Incluso su último oponente para dirigir la OMC, el mexicano Herminio Blanco, reconoció las cualidades de Azevedo como conocedor del comercio y de la OMC.

    Una de las propuestas del brasileño fue facilitar el acceso a la organización de los países que aún no son miembros para que todas las regiones geográficas participen en el sistema multilateral de comercio internacional, especialmente los países árabes, la mitad de los cuales no pertenecen al organismo.

    Sus detractores decían que sus principales atractivos para ser elegido eran su juventud y carisma, pero incidían en su falta de experiencia en los niveles más altos de la gestión pública.

    Azevedo cuenta con una larga experiencia profesional: se incorporó el servicio exterior de Brasil en 1984 y trabajó en las embajadas de su país en Washington y Montevideo. Fue responsable adjunto para Asuntos Económicos en el Ministerio de Relaciones Exteriores entre 1995 y 1997 y luego fue enviado a Ginebra, donde asumió diferentes responsabilidades en las misiones diplomáticas ante la sede europea de la ONU y otros organismos internacionales, incluida la OMC.

    En el 2001 participó en la creación de la Coordinación General de Contenciosos de la Itamaraty, como se conoce a la Cancillería brasileña, que dirigió por cuatro años. Ahí tuvo que lidiar con disputas comerciales, como la entablada por Brasil contra EE.UU. por sus subsidios al algodón o contra la UE por las ayudas a la exportación de azúcar. De perfil técnico, ha sido una figura clave en los tratados comerciales que ha negociado.

  • Una publicación que apoya a la exportación

    Lanzamiento

    La Federación Ecuatoriana de Exportadores (Fedexpor) presentó oficialmente en Quito su publicación ‘Aciertos y Desafíos del Comercio Exterior del Ecuador’.

    El texto busca constituirse como una fuente de consulta y promoción de los bienes y servicios que exporta la industria ecuatoriana. De igual manera, tiene como finalidad resaltar la importancia del sector exportador nacional.

    En esta publicación se han incluido propuestas en materia de producción, exportaciones e inversión, enmarcadas en una ‘Agenda de Competitividad para el Desarrollo Exportador’.

    Esta se ha concebido como un aporte del sector productivo privado para cimentar una política de comercio exterior de largo plazo en el país y establecer algunas bases para impulsar la producción nacional, la inversión empresarial nacional y extranjera, y el fomento a las exportaciones.

    Esta agenda se ha planteado como un complemento a normas e instrumentos vigentes en el país y en las que se considera al sector público como organismo llamado a participar en esta iniciativa.

    Entre los temas incluidos en este plan se encuentran: mejorar la coordinación institucional, promover la participación e instancias para la coordinación con el sector público, creación del Fondo Exportador, creación del Consejo Consultivo Aduanero, entre otros temas.

    En la agenda también se plantean algunas metas que van de la mano con los objetivos de desarrollo que el Gobierno impulsa. Entre ellos, aumentar la participación de las exportaciones no petroleras y profundizar su crecimiento tanto en valor como en volumen; además, aumentar el número de productos exportados y con ello la participación de las empresas, particularmente las mipymes.

  • La falta de competitividad cerró el mercado

    Redacción Quito

    Las causas

    La eliminación de la lista de exportaciones de la alcachofa en conserva, un producto no tradicional al que le apostaron una empresa y 122 agricultores de la Sierra centro, obedece a dos factores.

    El primero es la fragilidad del comercio exterior ecuatoriano, reflejada en precios menos competitivos. En este caso específico ante los costos reducidos de la alcachofa de Perú y Egipto.

    Felipe Ribadeneira, presidente de la Federación Ecuatoriana de Exportadores, cree que esta debilidad es el factor estructural. «Es la consecuencia trágica de no tener acuerdos comerciales».

    Ribadeniera señala que en Perú posiblemente hubo mayor inversión por parte de los productores en el sector de alcachofa, para tratar de aprovechar el acuerdo comercial que les da cero arancel y «eso nos dejó fuera del mercado».

    La falta de una política comercial con acuerdos de largo plazo con los principales mercados del país (EE.UU. y la Unión Europea) pone en riesgo otros productos.

    Carlos de la Torre, catedrático de la Universidad Católica de Quito, dice que el problema de la competitividad tiene dos dimensiones: calidad y precio. Si ambas son inferiores en el mercado internacional, los productos son desplazados.

    De la Torre añade que otro aspecto es la falta de diversificación. «Si existe una concentración de ventas a un solo destino, el nivel de vulnerabilidad es alto».

    Para los analistas, el segundo factor que explica el caso de la alcachofa es la falta de planificación en la cadena de producción. De un lado están los agricultores que se concentran en el monocultivo sin darle un valor agregado a la producción. Y, por otro, están las empresas, que no diversifican mercados internacionales y su portafolio de ítems.

    Para Freddy Naranjo, uno de los productores de alcachofa perjudicado, «hace falta mayor capacitación para los agricultores». Comenta que dedicarse al monocultivo es peligroso. En este caso, los productores lo hicieron porque, en principio, era rentable y «fue una oportunidad para recibir mayores ingresos».

    Al respecto, Carolina Córdova, asesora técnica en agricultura y agroindustrias, señala que este problema se repite constantemente en los agricultores del país. Córdova explica que la mayoría siempre le apuesta a productos que comienzan a tener popularidad en los mercados internacionales.

    En principio la siembra puede generar réditos, pero aparecen competidores y el negocio decae años después.

    Por ello, Córdova considera que una de las soluciones para este eslabón de la cadena es brindarles mayor capacitación y asesoría, para que procesen sus productos y puedan buscar por su cuenta mercados internacionales.

    Para el catedrático de la Carrera de Administración de la Escuela Politécnica del Ejército (Espe), Jorge Ojeda, la falta de información es otro problema para que los pequeños y medianos productores y empresarios evalúen el mercado internacional y busquen clientes, o países de interés. Eso hace que algunas empresas concentren algunas exportaciones.

    El Mercado de EE.UU.

    Medias nylon, espárragos baldosas… son sensibles

    Un 78,4% de lo que vende Ecuador al exterior tiene como destino EE.UU. Pero la falta de acuerdos con este socio comercial y de planificación productiva deja pocas oportunidades competitivas frente a otras naciones.

    La importancia de ese mercado para el país es mayor para productos como medias nylon (el 97%), espárragos (83%), baldosas (77%), entre otros. Le siguen en concentración las rosas (37%), conservas de atún (36%), brócoli (32%), etc. Xavier Díaz, presidente ejecutivo de la Asociación de Industriales Textiles del Ecuador (AITE), señala que el sector ha percibido la pérdida de mercado de EE.UU. desde hace algunos años por la incertidumbre del Atpdea. «Si no se logra una extensión vemos un serio problema para medias nylon, pues el arancel es muy alto -entre 14 y 16%- y en otros productos sensibles textiles llega hasta el 30% o 35%». En tanto, dice, otros como China y Honduras tienen ventajas operativas que les permite ofrecer mejor precio.

    Según un estudio a agosto del 2012 de la Federación Ecuatoriana de Exportadores esta falta de competitividad se traduciría en una reducción de USD 254 millones en las importaciones que EE.UU hace del Ecuador, en los tres primeros años sin preferencias arancelarias. Otro sector sensible son las micro, pequeñas y medianas empresas exportadoras. A este segmento pertenecen un 51% de exportadoras de flores, un 57% de empresas del segmento de frutas y legumbres, etc.

  • Un sueño de palmicultores que se convirtió en industria

    REDACCIÓN SANTO DOMINGO

    La palma aceitera es la materia prima de la empresa Epacem. Con esta materia se elabora productos oleaginosos como el aceite, la margarina, la manteca y productos de limpieza como el jabón. Eso no es todo: con los desperdicios se genera energía limpia para abastecer al 60% de la planta, que está ubicada en Santo Domingo de los Tsáchilas.

    Además, hace un año creó una planta de compostaje (abono orgánico) para que los 500 medianos y grandes proveedores fortalezcan sus cultivos con nutrientes como el potasio y el sodio.

    Wandenber Velasteguí es un pequeño palmicultor del sector de Las Golondrinas (La Concordia). Cada mes abastece a Epacem con 25 toneladas, desde hace tres años. «Los técnicos me ayudaron a mejorar mis cultivos y mis ingresos».

    Cada tonelada de palma se compra en USD 140. Para determinar el rendimiento de la fruta se hacen estudios de extracción en uno de los laboratorios en la planta, en Santo Domingo. «De esta forma el agricultor conoce la realidad del cultivo y puede mejorarlo con abonos orgánicos como el de la planta de compostaje que nosotros realizamos», explica Alfonso Castro, jefe de la planta de extracción de Epacem.

    Al centro de acopio de Santo Domingo ingresan 100 toneladas de fruta a diario, en camiones y camionetas. Los racimos de la palma se colocan en un recipiente y un técnico controla la calidad. Luego se trasladan a la planta industrial para el desgranaje, esterilización, extracción y refinamiento de aceite.

    Julio Borneo, jefe administrativo y logístico de la planta industrial de Epacem, cuenta que la tecnología con la que procesan alrededor de 90 toneladas diarias de aceite no se compara con la de hace 40 años, cuando se creó la industria. «La empresa inició como un sueño de los cinco palmicultores que formaron una la sociedad anónima. Pero en 10 años se fueron sumando más accionistas».

    Por ello en 1985, la directiva de la empresa empezó a procesar la materia prima y se creó la planta de refinamiento en Santo Domingo para la producción y venta de productos terminados. Castro asegura que la ubicación de la planta es estratégica porque ayuda a que la recepción sean más rápida. Esto debido que los proveedores son agricultores del Guayas, Los Ríos, Pichincha, Esmeraldas y Santo Domingo.

    Sin embargo, en verano la recepción de palma baja a 60 toneladas diarias, por el clima. Para prevenir el desabastecimiento se almacenan en tanques alrededor de 300 toneladas del Oriente. Además, en el 2012 Epacem adquirió la empresa Palmar del Río, en el Coca (Orellana). En un área de 11 000 hectáreas se cultivan 4 000 toneladas adicionales para suplir necesidades de verano.

    En esta empresa tienen un área de investigación de 250 hectáreas. Allí se cultivan semillas certificadas; también se experimentó con una palma híbrida, que es más resistente a las plagas. Esta es distribuida a los palmicultores que proveen a la empresa.

    Hasta hace cuatro años la exportación era el eje del negocios. El aceite, la manteca y la margarina industrial han llegado a 12 países entre los que sobresalen Venezuela, Holanda y México. Ahora también se vende en el mercado ecuatoriano. Castro asegura que para llegar al mercado local se modifican algunas líneas de producción. Por ejemplo, la manteca que se elabora para la Sierra es suave y la de la Costa es más compacta.

    La empresa tiene cerca de 700 clientes entre distribuidores, mayoristas, tiendas, panaderías, restaurantes, hoteles, agricultores y ganaderos. Carmen Vera, por ejemplo, tiene una panadería en Santo Domingo. Con la manteca y la margarina elabora panes, tortas y galletas. «Los productos son económicos y el sabor no es concentrado».

    EL INSIGNIA

    ‘Con orgullo la labor social’

    En este mes cumplo 22 años en la empresa. Pertenecer a esta industria me ha permitido crecer profesionalmente. Inicié como operador de báscula en la planta industrial de Santo Domingo. En este cargo aprendí sobre la recepción y el pesaje de la palma. Luego me ascendieron a auxiliar de bodega. En este cargo estuve unos 10 años y ahora soy jefe de la bodega de repuestos.

    Trabajar en esta empresa me ha permitido encontrar buenos compañeros, pero sobre todo amigos. Una de las cosas más interesantes de la empresa es la labor social que tiene. Por ejemplo, en el programa educativo le brindan becas de estudio y material didáctico a las personas más necesitadas.

    «Compartir más de ocho horas con los compañeros  permite que los veamos como parte de la familia».