El fabricante de automóviles japonés Nissan, aliado a Renault, anunció este jueves la suspensión de la producción de sus vehículos destinados al mercado japonés en todas sus fábricas del país tras detectar malas prácticas en la certificación de vehículos.
“Nissan decidió hoy [jueves] suspender la producción de vehículos para el mercado japonés en todas las fábricas Nissan y Nissan Shatai en Japón”, indicó en un comunicado.
A pesar de las “medidas correctivas” que puso en marcha desde el 20 de septiembre, Nissan descubrió en tres de sus seis fábricas japonesas que “algunas partes del proceso de inspección final [de vehículos] las llevaban a cabo técnicos no autorizados a efectuar tareas para los vehículos destinados al mercado japonés”, según el comunicado.
Por eso el grupo volverá a inspeccionar 34 000 vehículos producidos entre el 20 de septiembre y el 18 de octubre en sus fábricas en Japón y podría llamar a revisión vehículos ya vendidos.
En octubre Nissan llamó a revisión más de un millón de vehículos comercializados en Japón para controlarlos de nuevo según la normativa nacional.
El grupo volverá a inspeccionar 34 000 vehículos producidos entre el 20 de septiembre y el 18 de octubre. Foto: Referencial
Robots para educar a los niños, dispositivos para mantener a los mayores activos y sanos, y monedas electrónicas son algunas de las tecnologías vanguardistas que se exhibieron la semana pasada en la feria japonesa Ceatec, una de las mayores del mundo.
Un total de 667 compañías de 23 países se citaron en el centro de convenciones Makuhari Messe de China, al este de Tokio, para participar en el evento anual de tecnologías avanzadas, por el que pasaron alrededor de 160 000 visitantes de todo el mundo.
Los robots y la inteligencia artificial fueron algunas de las apuestas más destacadas de la feria, donde este año se exhibieron robots como Cocotto, capaz de mantener conversaciones sencillas e ideado como “compañero educacional”. Esta innovación fue pensada especialmente para los más pequeños.
El dispositivo desarrollado por la compañía japonesa Panasonic cuenta con un diseño sencillo, el de una bola blanca de ojos y boca lumínicas y voz suave, que puede mantener diálogos simples con los más pequeños para enseñarles a comer bien, animarles a recoger el cuarto o llevar una buena higiene personal para un mejor desarrollo.
Los padres de familia pueden controlar al robot con una aplicación para móviles, así como ver y compartir fotografías y videos hechos por Cocotto en sus momentos de tutelaje de los niños. La feria nipona se enfocó también en el uso de las nuevas tecnologías para hacer frente al envejecimiento.
La compañía Hitachi ha creado al robot Magnus, también de aspecto esférico con una cara que parece un emoticón y que cambia según sus emociones, que recuerda a los ancianos la toma de sus medicinas y que en el futuro esperan que pueda detectar enfermedades como la demencia en etapas tempranas.
Fujitsu, por su parte, presentó un dispositivo cilíndrico, similar a un altavoz inteligente, que mide el ritmo cardiaco y la condición de los vasos sanguíneos del usuario al posar un dedo en su parte superior durante unos segundos, y le hace preguntas sobre sus hábitos alimenticios y de salud.
La compañía espera pulir las capacidades del aparato para que pueda llegar a medir la condición física solo a través de la voz y contrastarla con audios anteriores y de otras personas almacenados en la nube para ofrecer sugerencias de dietas y ejercicio.
Para salvaguardar la salud de los mayores, Panasonic ha concebido un aire acondicionado con un sensor adjunto que comprueba si una persona avanzada en edad duerme bien, para que, en caso contrario, los servicios sanitarios puedan visitarlos y comprobar su estado.
En medio del filón que están cobrando las monedas electrónicas en Japón, los principales bancos nipones han comenzado a idear sus propio dinero virtual, entre ellos el grupo financiero del país asiático, Mitsubishi UFJ, que presentó durante la feria tecnológica su moneda MUFG con un área en el que los visitantes podían usarla para determinadas transacciones. Así Japón mostró sus avances en innovación.
La firma Omron presentó un robot capaz de jugar tenis de mesa. El equipo fue sometido a varias pruebas. Fotos: EFE
Una fresa a USD 436, mangos y melones a USD 218, o manzanas a USD 15 son algunos de los caprichos que pueden encontrarse en las ‘boutiques de fruta’ en Japón, país donde estos alimentos se consideran más un objeto de deseo que una fuente de nutrientes.
Los impecables escaparates y las vitrinas de la frutería Sembikiya, situada en la planta baja de la lujosa torre Nihonbashi Mitsui, protegen estos exclusivos productos, que no están al alcance de todos los bolsillos.
“Buscamos las mejores frutas de Japón y de todo el mundo para venderlas”, afirma orgulloso Ushio Oshima, responsable de la división de Planificación y Desarrollo de Sembikiya, mientras sostiene la joya de la corona -y pieza más cara-, un pequeño “musk melon” o melón cantalupo de 27 000 yenes (unos USD 253).
Oshima pertenece a la sexta generación de fruteros de Sembikiya, fundada en 1834 por su ancestro, un samurái, y que pasó de vender fruta barata en Tokio a expandirse por todo el país hasta convertirse en la mayor proveedora de fruta de lujo de Japón.
Ninguno de los treinta empleados de la tienda principal de Sembikiya pasa un solo minuto con los brazos cruzados.
Con música clásica de fondo, algunos dependientes reciben a clientes, otros colocan frutas en mallas de protección, no sin antes añadir un colorido papel de seda, o revisan que las ya puestas en los expositores luzcan perfectas, sin ninguna marca o golpe.
“Los japoneses son minuciosos y se preocupan por el aspecto exterior (…) y por eso sale caro”, defiende Oshima. Sembikiya, que ostenta el título de frutería más antigua de Japón, es tan solo un ejemplo que prueba la importancia que tiene la fruta de lujo en el ‘País del Sol Naciente’.
Hasta USD 327 por uva, o USD 10 060 por racimo se han llegado a pagar por la variedad Ruby Roman, que se cultiva únicamente en la prefectura de Ishikawa y que se ha convertido en poco tiempo en la más cara del mundo.
Esta variedad, producida desde 2008, genera únicamente 2 400 racimos al año: los más “asequibles” pueden comprarse por unos 100 000 yenes (USD 917 ).
La fresa Bijin Hime (Bella princesa, en español) es similar en tamaño a una pelota de tenis, aunque sus dimensiones no son lo único que rozan lo imposible: para saborear una unidad se deben desembolsar unos exorbitantes 50 000 yenes (USD 458).
La producción de fruta es muy selecta en Japón, debido a que su particular orografía, en la que predominan las montañas y la costa, permite que solo un 15% de su superficie total esté cultivada.
Además, en el país asiático, donde llueve con abundancia y existen múltiples verduras y plantas comestibles de donde se pueden obtener nutrientes y vitaminas, la fruta nunca ha sido considerada un “alimento esencial”, explica Shigeyuki Sasaki, investigador del grupo Takasago, uno de los líderes mundiales en sabores y aromas.
“La fruta siempre se ha considerado un artículo de lujo, un artículo para regalo”, escribió Sasaki en una investigación de Takasago.
En el país asiático, la fruta abandona su papel como alimento y se convierte en regalo estrella, especialmente en dos momentos especiales -en verano y en final de año-, elegidos por los japoneses para expresar gratitud a la gente que los rodea.
Una vendedora de la frutería Sembikiya coloca naranjas en las vitrinas que protegen a las lujosos productos. Foto: Marta Oliver / EFE
La ceremonia no tiene nada de particular: incienso, sutras y tintineo de campanillas. Salvo que el monje budista no oficia en un templo, sino en casa de un particular que lo contrató por Internet.
“Hay muchos templos en los alrededores, pero no sabía a quién contactar”, cuenta bajo anonimato unos de los clientes.
Para el primer aniversario del fallecimiento de su madre, optó por bucear en Internet, donde descubrió una empresa, Minrevi, especializada en el alquiler de monjes. A una tarifa de 35 000 yenes (un poco más de USD 300) por un servicio de 30 minutos.
Con una simple llamada, Kaichi Watanabe acudió a su casa. “Un monje desempeña el papel de hacer descubrir el mensaje de buda, pero hoy cada vez menos gente llama a la puerta para esta enseñanza”, afirma este religioso, encantado de ir en busca de fieles.
El Gobierno japonés no dispone de estadísticas sobre las distintas confesiones en el país donde el autóctono sintoísmo y el budismo son mayoritarios.
Para muchos japoneses, la religión es una formalidad que les lleva al santuario o al templo con motivo de los grandes momentos de la vida y las festividades.
Minrevi comenzó a proponer este servicio en mayo de 2013, siguiendo los pasos del grupo de gran distribución Aeon. La demanda crece al tiempo que decae el vínculo entre la gente y los templos locales, antaño eje central de la comunidad.
Los usuarios aprecian en esta fórmula la transparencia de las tarifas, por oposición al sistema opaco de donativos (“ofuse”) practicado en los templos. “Para nosotros, clientes, hay un lado tranquilizador y de fácil acceso porque nos proponen una lista de precios clara”, declara el hombre que recurrió a los servicios de Minrevi.
En el modelo tradicional, las familias deben hacer varios donativos por la cantidad que decidan, durante más de una década. Con este dinero los templos realizan obras de renovación, pero los fieles lamentan que se dé prioridad a la recaudación de fondos en detrimento del acompañamiento espiritual.
Chiko Iwagami, uno de los responsables de la Federación budista japonesa, reconoce que algunos monjes han reclamado cantidades específicas. “Esto desprecia el espíritu de los donativos”, deplora. Iwagami no está de acuerdo con el alquiler de monjes. “Es una comercialización de los donativos, es extremadamente lamentable”, recalca.
Masashi Akita, vicepresidente de Minrevi, discrepa. Para él la religión y el negocio son compatibles. “No hacemos más que responder a una necesidad existente proponiendo una plataforma” que conecta los monjes y los particulares, responde. Su compañía -dice- es un éxito: 700 monjes para 12 000 demandas en 2016 (+20% anual).
“Me sorprendió mucho que la gente no supiera cómo contactar con un monje”, dice. “Me entraron ganas de servir de puente”. En vez de escandalizarse, “las autoridades budistas deben preguntarse cómo administrar su parroquia con menos ingresos. Pero parece que no quieren mirar de frente la realidad”, estima Kenji Ishii, profesor de la universidad Kokugakuin. Los templos se vacían a medida que la población envejece y las zonas rurales se despueblan.
El monje Kaichi Watanabe habla con una familia que recordó la muerte de una persona, en Japón. Foto: cortesía de AFP
La Agencia de Exploración Aeroespacial de Japón (JAXA) lidera la construcción de un mini cohete espacial de bajo coste con la ayuda del fabricante tecnológico nipón Canon, según reveló hoy el diario económico Nikkei.
El proyecto usará la experiencia del manufacturero para diseñar instrumental de control más pequeño y ligero con el objetivo de crear el vehículo de lanzamiento de satélites más pequeño del mundo.
El cohete de tres etapas, de 52 centímetros de diámetro y menos de 10 metros de altura, será una versión mejorada del modelo de dos etapas SS-520 de la JAXA, y lanzarlo costará menos de una décima parte del coste de un lanzamiento convencional.
La agencia espacial nipona, que anunció el proyecto el 20 de noviembre, planea utilizar el aparato para poner en órbita micro-satélites, y prevé realizar un primer lanzamiento de prueba del cohete a principios de 2017 desde el Centro Espacial de Uchinoura, en la prefectura de Kagoshima (suroeste).
Canon se suma así a las empresas privadas del país asiático que buscan introducirse en un sector dominado por el Gobierno -en torno al 90 por ciento de las ventas de la industria espacial nipona, estimadas en unos 300.000 millones de yenes (2.460 millones de euros/ 2.630 millones de dólares), corresponden al sector público.
Los satélites de observación meteorológica o de Defensa en uso son normalmente de grandes dimensiones y están comisionados por la Administración, pero en los últimos años ha aumentado el desarrollo de dispositivos más pequeños creados por empresas privadas para su uso en el control del tráfico o para el estudio geográfico.
Se espera que la demanda de cohetes capaces de transportar este tipo de dispositivos aumente, así como la del sector aeroespacial en general, por lo que empresas como la agencia de viajes H.I.S. o la matriz de la aerolínea All Nippon Airways (ANA), ANA Holdings, se han involucrado en este campo, recogió Nikkei.
Ambas han anunciado que invertirán en PD Aerospace, una startup de Nagoya (centro) que trabaja en naves espaciales tripuladas, y que pretende realizar su primer vuelo espacial comercial en 2023.
La agencia espacial nipona, que anunció el proyecto el 20 de noviembre, planea utilizar el aparato para poner en órbita micro-satélites. Foto: AFP
Entrevista a Enrique Falcón Deville, director de América del Sur para Air France-KLM-Martinair Cargo.
¿Cómo evoluciona el envío de flores ecuatorianas en este año en comparación con años pasados? El principal producto de exportación para Air France – KLM – Martinair Cargo desde Ecuador, al igual que Colombia, es la flor fresca cortada. Para nosotros esto representa aproximadamente 90% de la carga movilizada por el Grupo desde ambos países. Sin embargo, en el último año y medio los volúmenes de este producto fino, transportados por vía aérea se han contraído en comparación con años anteriores.
¿Se pueden detallar porcentajes del crecimiento o decrecimiento de los envíos? En los últimos 12 meses se ha registrado la disminución del transporte de flores desde el mercado ecuatoriano hacia el mundo de un 5%. Esta disminución nos ha afectado a Air – France – KLM en la misma proporción.
¿Qué motivos inciden en la evolución de las exportaciones? Hay varios factores que han incidido en la evolución que antes detallé. Primero tenemos que decir que la situación económica mundial no ha sido en los últimos años de las mejores. Por darles ciertos ejemplos que afectan directamente a nuestras exportaciones de flores desde Ecuador, pero también desde Colombia, podría mencionar la crisis que ha venido atravesando Rusia o la crisis en Europa en general. Los índices de crecimiento en esta región son muy bajos y evidentemente los gastos en este tipo de producto se ven disminuidos.
¿La caída de los precios de ciertas materias primas ha incidido en sus operaciones desde Ecuador? El precio del transporte de la rosa por vía aérea depende de ciertos factores como la demanda, de la competencia que existe en el mercado y también del precio del petróleo. Este es uno de los costos más importantes en el transporte por vía aérea así que también es un factor que incide en nuestras operaciones.
Hablemos de oportunidades. ¿Qué nuevas oportunidades tienen las flores ecuatorianas en los mercados internacionales? Yo creo que una de las oportunidades puede venir por parte de una demanda fuerte en los países como la China, Japón y algunos otros. Otras oportunidades vienen de hábitos de compra bastante novedosos. Por ejemplo, en Rusia vemos que la celebración del día del maestro ha generado un pequeño pico de demanda. Esto es muy bueno para nosotros pero todavía esperamos una recuperación más pronunciada proveniente del mercado Ruso. Esta sería la oportunidad más grande para regresar a los niveles que hemos visto en años anteriores. Tengo confianza que esto no va a tardar demasiado en llegar. Por último me gustaría resaltar los esfuerzos importantes provenientes de la industria de la rosa en Ecuador. De un factor de producción sumamente atomizado podemos apreciar hoy cierta consolidación. Esto está empujando hacia arriba la calidad de la rosa y también la calidad del empaque, siendo este último un factor determinante tanto para el respeto de la cadena de frío, así como la optimización en el transporte de la carga aérea.
¿Usted siente una recuperación de los mercados en especial de mercados europeos? La verdad es que como grupo, no podemos quejarnos. Los vuelos están en estos momentos bastante llenos y nuestros clientes siguen solicitando más capacidades. Yo creo que este fin de año será muy bueno y espero sea solo una antesala de lo que llegará para la temporada de San Valentin.
Enrique Falcón Deville, director de América del Sur para Air France-KLM-Martinair Cargo.
El primer teléfono móvil robótico del mundo, RoBoHon, un robot de bolsillo entre cuyas funciones se encuentran la de caminar o bailar, salió hoy (26 de mayo) a la venta en Japón, donde han abierto una cafetería para que los clientes lo prueben.
El dispositivo desarrollado por la compañía Sharp junto al ingeniero nipón Tomotaka Takahashi -padre de ‘Kirobo’, el primer robot astronauta-, salió al mercado japonés con un precio base de 198 000 yenes (unos USD 1 800).
Para marcar el lanzamiento, la compañía con sede en Osaka, en el centro de Japón, abrió hoy el RoBoHon Café en Tokio, donde los visitantes podrán probar el terminal hasta el próximo 7 de junio, según informó la agencia local Kyodo.
El fabricante electrónico nipón está produciendo unas 5 000 unidades al mes del dispositivo, con el que aspira a liderar este tipo de telefonía móvil tras el acuerdo de compra alcanzado con la compañía taiwanesa Hon Hai, también llamada Foxconn, famosa sobre todo por ensamblar los iPhones e iPads para Apple.
El robot humanoide de 19,5 centímetros de altura y 390 gramos de peso puede utilizarse, además de como terminal móvil, como proyector de vídeo, fotos o mapas, y ofrece una amplia gama de aplicaciones basadas en la conversación con el androide.
La inteligencia artificial de RoBoHon le permite también recordar los rostros de las personas que registra a través de su cámara frontal y llamarlas por su nombre.
Robohon, un robot humanoide de bolsillo capaz de caminar, bailar y de servir como un teléfono inteligente, salióa la venta en Japón, informó la compañía Sharp. Foto: EFE
En el sector textil, donde la competencia es feroz a base de emplear mano de obra barata, Japón ha encontrado la respuesta definitiva: los robots.
En la fábrica de Shima Seiki, en el oeste del país, la ropa se hace en pocos minutos, gracias a unas máquinas capaces de elaborar un jersey sin costuras en media hora apoyando simplemente un botón.
El sistema WholeGarment, patentado por el grupo japonés está siendo además utilizado en otras partes del mundo por fabricantes como la marca italiana de lujo Max Mara.
Dicho sistema cuenta con un sistema de concepción digital que permite elegir modelo, color y corte.
“Todo el mundo se iba al extranjero, a destinos más baratos. Nosotros queríamos impedir eso” , explica Kenji Iwamoto, un responsable de la compañía, que en los años 1990 dio un salto tecnológico para no naufragar en un sector tan competitivo.
Con el sistema WholeGarment, un trabajador gestiona simultáneamente 10 máquinas. Además, emplea la cantidad justa de materia prima para fabricar prendas de una sola pieza, ya que con las máquinas se prescinde del corte y la costura, y no sobra nada.
Unas 800 empresas de todo el mundo emplean este dispositivo, lo que le da a Shima Seiki una parte de mercado del 60% a nivel planetario.
Y ésta es solo una de las distintas estrategias de los japoneses para preservar la industria textil en su país, aprovechando técnicas para elaborar prendas que no pueden hacerse en otro lugar a un coste inferior.
Para los jóvenes diseñadores como Motohiro Tanji y Ken Oe, producir fuera de Japón es sencillamente inconcebible.
“Para mí es más fácil trabajar con japoneses” , dijo Tanji a la AFP tras la Semana de la Moda de Tokio, el mes pasado.
“Mis diseños son complejos y exigen un alto nivel de competencia técnica que puedo encontrar aquí” , precisó.
Ropa a medida hecha automáticamente
La firma Coohem, de Ken Oe, emergió tras el rescate de la empresa textil fundada hace 64 años por su abuelo Yonetomi y víctima de la recesión de los años 1990.
Ken Oe, llegado a la empresa hace seis años, trajo con él herramientas digitales punteras para crear trajes de tweed de alta costura, que ahora se venden en ilustres establecimientos como Jeffrey, en Nueva York, y Harvey Nichols, en Hong Kong.
“Utilizamos unos cinco hilos en el momento de concebir los tejidos originales, que otras marcas no pueden copiarnos”, se felicita Oe.
En 10 años, las exportaciones de ropa japonesa de punto han aumentado un 40%.
Otro ejemplo es Seiren, conocido por sus cortinas e interiores de coches. La empresa ha lanzado una línea de ropa a medida, comercializada con la marca Viscotecs, que desde septiembre puede encontrarse en los lujosos almacenes Takashimaya de Tokio.
Los clientes pueden elegir entre una rica gama (modelos, tejidos, colores y largos) , propuesta en una tableta que muestra su foto vestidos con la prenda.
Los datos de concepción son enviados de forma digital a la fábrica de Seiren, en el centro del país, donde la prenda es creada por máquinas de corte e impresoras de tinta y entregada a la tienda en un plazo de tres semanas.
El proceso tiene además la virtud de poder transformar la industria de la moda, reduciendo el stock de artículos no vendidos.
Además, el uso de impresoras de tinta reduce en un 80% la cantidad de agua y electricidad necesaria respecto al proceso clásico de tinte, según Nami Yoshida, portavoz de Seiren.
Eso sí, las prendas en cuestión están lejos de encontrarse al alcance de todos los bolsillos. Para un vestido así fabricado, hay que prever entre 65.000 y 80.000 yenes (de 600 a 730 dólares) .
Japón ha encontrado la respuesta definitiva en cuanto al empleo de mano de obra barata. Foto: Flickr
La primera tienda atendida exclusivamente por el robot japonés Pepper, el primero fabricado en serie que es capaz de comunicarse e interpretar emociones humanas, abrió hoy, 24 de marzo, sus puertas en Tokio para poner a prueba las aptitudes comerciales del androide.
El establecimiento, de carácter temporal, permanecerá en la capital japonesa hasta el próximo 30 de marzo bajo el nombre «Pepper darake no keitai shop» («La tienda de móviles llena de Peppers»), donde diez unidades del robot se encargarán de atender a los clientes, recomendarles los mejores terminales y resolver dudas.
Pepper, que salió a la venta para uso doméstico el pasado junio a un precio base de 198 000 yenes (1 571 euros/1 755 dólares), ya es mundialmente conocido en su faceta de dependiente. El autómata trabaja desde hace dos años en establecimientos de Nescafé y Softbank, la compañía responsable de su comercialización, además de en concesionarios Nissan, sucursales del banco Mizuho, y comercios y cadenas locales.
Sin embargo, se trata de la primera vez que el androide se pone al frente de una tienda de forma exclusiva como «un primer paso hacia el futuro», dijo Tomizawa Fumihide, presidente de la compañía Softbank Robotics, durante la ceremonia de inauguración del local.
La «pop-up shop» (una tienda que dura poco tiempo abierta en una localización concreta) forma parte de las iniciativas de la compañía para probar y poner en marcha nuevas aplicaciones para el robot con el objetivo de emplearlo en servicios de atención al público y otros sectores como el de la salud y la educación.
Hasta la tienda se han desplazado en su primer día multitud de curiosos y clientes como Tomomi Ota, de 21 años, quien compró una funda para el móvil.
Ota acudió al establecimiento acompañada de su propio Pepper doméstico, que viajaba oportunamente vestido con un chubasquero para prevenir daños por la lluvia, y montado en un carro que su madre la regaló por su cumpleaños.
Su producto se lo facilitó un brazo mecánico instalado en el interior de la tienda, que se encarga de tomar las bolsas con los artículos de una pared habilitada para el uso.
Además de atender al cliente, la tienda cuenta con una sala en la que tres Pepper agasajan a los visitantes con un baile.
10 unidades del robot Pepper se encargarán de atender a los clientes, recomendarles los mejores terminales y resolver dudas. Foto: EFE
La famosa gata Hello Kitty y el icónico robot Mazinger Z han unido fuerzas en una colaboración exclusiva de la línea de productos «Chogokin» para reforzar el maltrecho sector del juguete en Japón, en decadencia en los últimos años.
La industria juguetera cayó en el país asiático un 1,2% el año pasado hasta los 649 100 millones de yenes (5 264 millones de euros) de facturación, según estadísticas del instituto nipón de investigaciones de mercado Yano, que prevé además que el sector decaiga un 3,5% en el año fiscal de 2015, que en Japón finaliza el 31 de marzo.
En este escenario, las empresas buscan nuevos segmentos en un mercado predominantemente orientado a los niños.
En este sentido, la compañía Bandai ha apostado por sumar a su línea de productos «Chogokin», lanzada en 1974 e inspirada en Mazinger Z, al personaje más famoso de la también japonesa Sanrio.
Tras el lanzamiento en 2014 de su primer juguete de Hello Kitty (comercializado con motivo de su 40 aniversario), Bandai sacará en mayo de este año un nuevo modelo de la felina basado en el robot estrella de la firma juguetera, en el que adopta sus colores y su diseño, confirmó hoy, 23 de febrero, a Efe un portavoz de Bandai.
El muñeco puede emular el ataque característico de Mazinger Z, «Rocket Punch» (Puños Fuera), en el que ambos puños y antebrazos salen disparados para golpear al enemigo, y cuenta en su cabeza con la cabina del piloto de la serie, Koji Kabuto, donde en su lugar se sienta una pequeña figura de la gata caracterizada para la ocasión.
En esta ocasión, Bandai ha decidido acompañar el lanzamiento con la comercialización de una segunda figura de Mazinger Z (que saldrá en junio) con los colores y el lazo que lucía Hello Kitty en la década de los 70 en lugar de sus placas rojas.
Para promocionar sus nuevos productos, la firma ha lanzado un tráiler en el que ambos, dos de los personajes más famosos de la cultura pop de Japón, luchan contra los villanos de la franquicia robótica.
Bandai sacará en mayo del 2016 un nuevo modelo de Hello Kitty basado en el robot Mazinger Z, en el que adopta sus colores y su diseño. Foto: EFE