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  • Vanessa Carrión: ‘La sociedad aún valora más el estilo de liderazgo masculino’

    Redacción Quito

    (I)
    redaccion@revistalideres.ec

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    El poder de transformación de la economía en las sociedades es uno de los motivos por el cual esta ciencia social le apasiona tanto a Vanessa Carrión.

    Nació en Loja y su vida ha transcurrido entre esa ciudad y Quito. Precisamente, estudió economía en la Universidad Técnica Particular de dicha urbe (UTPL).

    Sin embargo, quiso expandir su conocimiento y en el 2010 viajó junto a su familia a EE.UU. para realizar sus estudios de posgrado. Obtuvo su maestría en Ciencias, Agricultura y Economía Aplicada en Virginia Tech; en esa misma institución alcanzó su doctorado en economía hace tres años.

    En el ámbito laboral ha desempeñado funciones en el sector privado en el área farmacéutica y en diferentes entidades públicas. Asimismo, ha sido catedrática de la Universidad Católica y de la Universidad de las Américas.

    Actualmente se desempeña como profesora asistente e investigadora en la última casa de estudios. Su interés también se centra en la política: utiliza métodos cuantitativos para investigaciones relativas a esta área.

    Estudios y familia

    “Mi pasión es la economía. Es una ciencia social que se entrecruza con un montón de cosas. Uno puede relacionarla con la salud, el urbanismo, la política, el comportamiento, entre otros. Es tan amplia y permite especializarse en diferentes áreas.

    Ahora, si analizo la situación de ser mujer en este mundo creo que es un reto. A veces es un poco más complicado para nosotras crecer profesionalmente. Todo depende de muchos factores que son, en cierto punto, aleatorios.

    En mi caso he sido súper afortunada porque tengo un esposo que es un soporte enorme. Los dos nos distribuimos las responsabilidades, de manera equitativa.

    Esa es una ventaja que no tienen todas las mujeres. Yo la tuve y me ha permitido conseguir muchas metas a escala profesional.

    Mi esposo y yo fuimos al mismo tiempo estudiantes de doctorado y teníamos ya una hija. Allá tuvimos otra. No había manera de lograrlo si no compartíamos las responsabilidades que teníamos. Aquí esa es otra realidad. No sucede frecuentemente”.

    Vanessa Carriónes doctora en economía y realiza investigaciones en género y política. Foto: Galo Paguay / LÍDERES
    Foto: Galo Paguay / LÍDERES


    Sociedad

    “Creo que todavía somos una sociedad que valora muchísimo los estilos de liderazgo masculinos. Cuando las mujeres tenemos esas características, entre las que están el ser directa y estar orientada a objetivos, es más fácil sobresalir. Sin embargo, hay investigaciones que indican que el estilo de liderazgo más empático funciona muy bien en las corporaciones”.

    Investigaciones

    “A mí me gustan mucho los temas de género. Recientemente presenté en Puebla un artículo sobre la penalidad de género en las elecciones en Ecuador. Analicé la cantidad de votos bajo un sinnúmero de características y descubrí que el votante no discrimina porque alguien es mujer, pero aún la participación femenina es baja.

    El 80% de las listas está conformada por hombres. Hace falta mucho trabajo en las organizaciones políticas del país, fallan en cuanto a los liderazgos.

    La mujer, para incursionar en la política, enfrenta algunas limitaciones. Se supone que para hacer algo más primero se debe cumplir con otros roles como ser buena madre, cuidar del hogar, etc. Luego de eso, para la sociedad, hay espacio para otras cosas.

    No sucede eso con los hombres. Ellos pertenecen al espacio público. No tienen que cumplir otras obligaciones para hacer algo más.

    Otro trabajo, con un colega del Reino Unido, es sobre los factores que influyen en los votos que reciben las candidatas. Uno de ellos es el de la apariencia, que impacta más a mujeres que a hombres.

    Encima tienes que ser guapa para ganar. Si eres hombre no”.

    Maternidad

    “Me siento orgullosa de ser madre de tres hijas y aún así haber logrado lo que he logrado. Siempre estoy viajando, presentando conferencias, investigando, etc.

    Creo que para mi familia, mi círculo cercano, sí he sido un modelo a seguir. Ser mamá muy joven, como yo, complica las cosas pero jamás impide lograr las aspiraciones y los sueños que uno tiene.

    Mis hijas están creciendo y lo que siempre les digo es persigan sus sueños. Escuché alguna vez que a los hijos no se les debe decir que uno tenía un sueño pero que se truncó por culpa de ellos, sino que persigan sus anhelos de la misma forma que uno lo hizo.

    Los hijos no tienen por qué ser una camisa de fuerza, sino una inspiración. La maternidad impacta a las mujeres, pero permite siempre lograr las aspiraciones”.

    Datos

    Logros. Se le seleccionó para participar, el año que viene, en una estancia de investigación en Finlandia. Estará dos meses para analizar el tema de mercado laboral.

    Carrera. Considera que no existe nada más lindo en el mundo que trabajar en lo que a uno le gusta. Eso genera felicidad, a pesar de la carga de trabajo.

    Familia. Está casada y tiene tres hijas. Además, cuenta con una mascota que trajo de los EE.UU. A futuro espera continuar sus investigaciones.

    Visión. Considera que todavía es complicado para las mujeres crecer profesionalmente. Sin embargo, cree que se debe enfrentar retos. Compartir responsabilidades en familia es fundamental.

    Vanessa Carrión es doctora en economía y realiza investigaciones en género y política. Foto: Galo Paguay / LÍDERES
    Vanessa Carrión es doctora en economía y realiza investigaciones en género y política. Foto: Galo Paguay / LÍDERES
  • Liderazgo redárquico

    Gabriel Figueroa

    La redarquía (basada en redes de colaboración y en interacciones de calidad) es algo sobre lo que no escuchamos comúnmente, pero sí escuchamos mucho sobre jerarquías. Hasta cierto punto un poco natural: buscamos crear estructuras con mayor control y planificación, entre otras necesidades.

    Sin embargo, la naturaleza también es ejemplo de adaptación y evolución. Y hoy sabemos que las organizaciones que más fácil se adaptan, que más innovan y por ende que más evolucionan, son las organizaciones ágiles. Surge la pregunta: ¿Liderazgo jerárquico en organizaciones ágiles?

    Deberíamos tender a una complementariedad entre estructuras redárquicas y jerárquicas con lo mejor de dos mundos. Dualidad entre escalabilidad y adaptabilidad, entre delegación y autonomía, entre dirección y co-creación, entre control y confianza. De ahí surge la necesidad de un liderazgo redárquico, en el que el líder sea un constructor de redes, alguien que fomente la calidad y la cantidad de interacciones y, sobre todo un arquitecto social que libere el potencial de la inteligencia colectiva.

    opinion columnistas editorial
    Ilustración: LÍDERES
  • Los libros sobre liderazgo priman en su biblioteca

    Gabriel Flores

    (I)

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    Tara Mohr es experta en liderazgo y bienestar. También es la autora de ‘Playing Big’ (Jugar en Grande), un libro en el que sostiene que el desarrollo personal y empresarial de las mujeres debería enfocarse en un proceso híbrido donde se valore, con la misma jerarquía, el conocimiento aprendido y la sabiduría intuitiva.

    Las reflexiones de Mohr se han convertido en fuente de consulta constante para Paola Durán, una de los seis expertos que LinkedIn ha reconocido en Latinoamérica.

    Para ella, la importancia de esta publicación radica en que explica las razones por las que las mujeres siguen ‘jugando pequeño’ dentro del mundo empresarial. “Otra de las ideas que me interesaron de esta autora -dice- es que revaloriza a la intuición, un saber interno que históricamente ha sido despreciado y que tenemos tanto mujeres como hombres”.

    A la revalorización de su intuición, Durán sumó a su vida personal y profesional una dosis de paciencia para ver el resultado de su trabajo. Antes de leer ‘The Compound Effect’ (Efecto Compuesto) de Darren Hardy ya pensaba que la sociedad vivía en lo que llama el mundo del microoondas, en alusión a la velocidad con la que este artefacto permite calentar la comida.

    En su libro Hardy sostiene que uno de los problemas del mundo empresarial es que siempre está en la búsqueda de la inmediatez. Frente a ese paisaje, donde el lento siempre es aniquilado por el más rápido, plantea que una serie de pequeñas acciones con enfoques específicos pueden generar, a largo plazo, resultados positivos.

    “Para mí esta idea es una invitación para volver al tiempo de nuestros abuelos, donde el éxito duradero solo se lograba después de años de esfuerzo y constancia. Como estamos acostumbrados a la inmediatez, no tenemos la paciencia para reconocer que en un momento dado nuestras acciones van a generar resultados”.

    Otro de sus libros preferidos es ‘Built to Sell’ (‘Construido para vender’) de John Warrillow, una obra novelada que cuenta la historia de un empresario que quiere vender su negocio. El autor cuenta, de una manera coloquial y amena, el proceso que una persona debería realizar para convertir un emprendimiento o un negocio pequeño en una empresa apetecida por varios compradores.

    Durán leyó el libro de Warrillow en su Kindle, un dispositivo electrónico que tiene abarrotado de publicaciones. Aunque prefiere los libros físicos, porque le gusta subrayar y escribir al margen, cuenta que lee mucho en digital porque la mayoría de lecturas que le interesan están en inglés y no se encuentran con facilidad en las librerías ecuatorianas.

    También recuerda que antes de enfocarse en la lectura de libros empresariales le gustaban las obras de escritores rusos como León Tolstói, autor de ‘Ana Karenina’, una de las novelas que más ha disfrutado. Agrega que ahora también le ha dado espacio a los audiolibros. “Me encanta leer, pero para mí cada libro que termino es una conquista, porque es complejo dedicar tiempo a esta actividad en medio de esta cultura de microondas de la que te hablaba”.

    Mi libro de cabecera

    ‘Playing Big’. Paola Durán recomienda este libro porque está convencida que el ser humano tiene la capacidad de jugar a lo grande en todas las facetas de su vida. “Se han producido cambios en relación a las empresarias pero aún falta cambiar la mentalidad”.

    Paola Durán junto a la pequeña biblioteca que tiene en su casa. Foto: Patricio Terán / LÍDERES
    Paola Durán junto a la pequeña biblioteca que tiene en su casa. Foto: Patricio Terán / LÍDERES
  • El liderazgo es el tema que copa sus lecturas

    Alexander García

    Redactor (I)

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    María Antonieta Reyes de Luca, consultora empresarial y directora de la Cámara Ecuatoriano Americana de Comercio, usa algunas de las máximas de los libros del líder de negocios John Maxwell como una herramienta de motivación para aplicar en su vida personal y profesional.

    Como el escritor y conferencista estadounidense, ella también cree que somos los amos o las víctimas de nuestras actitudes. Y resalta también otra de las frases: “cuando el líder carece de confianza, los seguidores carecen de compromiso”.

    El egocentrismo de los líderes, las habilidades relacionales, la preparación de sucesores, la respuesta al fracaso o la actitud frente al cambio son algunos de los temas de Maxwell que la directora trae a la conversación. Temas que el autor ha tratado en libros como ‘Desarrolle el líder que está en usted’, ‘Las 15 leyes indispensables del crecimiento’ o ‘Las 21 leyes irrefutables del liderazgo’.

    “Maxwell dice que ‘un líder que produce otros líderes multiplica sus influencias’ y veo a menudo que las cabezas de las empresas no forman a otros o incluso no forman a un sucesor, en parte porque siendo honesta hay mucho egocentrismo en el líder, pero un verdadero liderazgo implica ser capaz de hacer a un lado el egoísmo”, reflexiona Reyes.

    La directora ejecutiva de la Cámara de Comercio Ecuatoriano Americana (Amcham, como se la conoce a nivel internacional) se declara prendada del liderazgo inspiracional de John Maxwell.
    Se trata de un tema que copa sus lecturas y que permea, incluso, otras preferencias: actualmente se reconoce enganchada a la serie de televisión ‘Bolívar’, de Netflix, sobre la vida y obra del Libertador de América, que en el fondo habla de liderazgo. “En tiempos de situaciones tan adversas, la capacidad de convencer de Simón Bolívar es brutal, al menos en cómo nos lo presenta la serie”, recomienda.

    En el tema que le apasiona, refiere a autores como el profesor salvadoreño José Alberto Santos Ramírez y coincide con él en que el liderazgo también es el proceso de influir sobre sí mismo. En títulos como ‘El liderazgo sintergial’, para los emprendedores y ejecutivos del siglo XXI, trata también el tópico del coliderazgo.

    Entre sus lecturas también se cuentan las historias sobre grandes casos empresariales. Reyes cuenta con una colección de libros de la editorial Deusto sobre marcas como Toyota, Amazon, Microsoft o Walmart. Aunque ahora lee cada vez más en formato digital. Unas y otras lecturas alimentan el contenido de sus talleres y cátedras universitarias ocasionales en marketing, liderazgo y negociación internacional .

    Las biografías ofrecen un enfoque humano al tema del liderazgo, como madre y esposa le impresionó ‘Becoming’ (‘Mi historia’) de Michelle Obama, el íntimo e inspirador libro de memorias de la exprimera dama de los EE.UU.

    El éxito también se mide en función de ayudar a otras personas a alcanzarlo, refiere Reyes. “También tenemos que ser capaces de ceder espacio, para que todos crezcamos”, manifiesta la directora de la Cámara.

    María Antonieta Reyes de Luca dirige por  segunda vez la Cámara Ecuatoriano Americana de Comercio.
    María Antonieta Reyes de Luca dirige por segunda vez la Cámara Ecuatoriano Americana de Comercio. Foto: Enrique Pesantes / LÍDERES
  • Liderazgo – lecciones de servicio al cliente

    Gabriel Figueroa (O)

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    Un líder puede cambiar la cultura y experiencias de su equipo con iniciativas, pero sobre todo una conversación a la vez.

    No olvidemos que antes de ser profesionales somos humanos, con necesidades, preocupaciones y sueños. Y es ahí donde muchas veces un líder pierde oportunidades de ganarse la confianza de su gente.

    Yo lo aprendí de mi jefe en Alemania, quien teniendo la responsabilidad de más de 3 000 personas y alrededor de 20 reportes directos, manejaba un sistema que llegamos a bautizar como CRM-A4, en otras palabras, un sistema de ‘Customer relationship management’, en el que, en una sola hoja, tenía la información más relevante de cada uno de nosotros.

    Ahí tenía claramente escritas nuestras fortalezas, debilidades, en qué ambiente y cómo trabajábamos mejor, mi camino de desarrollo, mis preocupaciones, prioridades y sueños. Y él, con esa información, lograba incomodarme, retarme, pero también apoyarme y desarrollarme. Ahora intenta contestar lo siguiente: ¿Bajo que condiciones trabaja tu gente en su mejor versión? ¿Cuáles son sus sueños y prioridades?

    opinion columnistas editorial
    Ilustración: LÍDERES
  • Mariela Gómez: ‘El liderazgo no depende del género, sino de las habilidades’

    Redacción Quito

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    Mariela Gómez nació en Cuenca, pero su vida ha transcurrido en Riobamba, con excepción de los años de sus estudios universitarios, que los vivió en Guayaquil.

    Sus 12 años de escuela y colegio los cursó en el Santa Mariana de Jesús, de Riobamba, un centro educativo religioso, conservador y, para entonces, femenino.

    Fue en el Puerto Principal, como estudiante de Economía en la Universidad Católica Santiago de Guayaquil, donde comenzó a aprender sobre la manera de ser e inquietudes de los hombres. “Fue difícil, pero también una valiosa oportunidad para forjar mi carácter y determinación”.

    Durante los primeros años, Gómez estudió paralelamente Tecnología en Computación. Una vez graduada de tecnóloga, comenzó a trabajar en una empresa financiera, al tiempo que continuaba estudiando Economía.

    Al retornar a Riobamba, ingresó a trabajar en el banco La Previsora. Tras la crisis financiera y el cierre de la firma, logró entrar a trabajar a El Molino Electro Moderna, actualmente Moderna Alimentos, donde acumula una larga trayectoria, desempeñándose hoy día como Directora de Responsabilidad Social y Gerenta de la Planta Cajabamba.

    Sin barreras

    “En el 2010, asumí como Gerenta de la planta de Cajabamba. Fue un hito profesional en mi vida. Estaba a cargo de la administración y operación de la planta. En su mayoría era un equipo de hombres. Somos 56 personas en la planta y desde entonces no ha variado mucho.

    Pero antes éramos ocho mujeres y hoy somos 21. Esto gracias a una apertura natural y a una determinación y apoyo directo desde la alta dirección al desarrollo de la mujer. Ahora tenemos mujeres en posiciones que tradicionalmente han sido cubiertas por hombres, en logística, calidad, seguridad industrial.

    Como jefa de planta no sentí barreras por ser mujer, siempre hubo un respeto. En ciertos casos, fue más bien la diferencia de edad con algunos compañeros con lo que tuve que lidiar”.
    Discriminación

    “En nuestra sociedad existen hechos marcados de discriminación, desde sutiles hasta fuertes. Por ejemplo, estás en una reunión donde hay pocas mujeres, porque en las direcciones o gerencias no hay todavía un número igualitario, y en el momento en el que se pide tomar nota de la reunión, dicen ‘nombremos una secretaria’, ¿por qué no un secretario? Yo, intencionalmente, no me ofrezco para ello. En la hora del refrigerio, esperan que las mujeres se paren a servir y repartir. Son sutiles y ni siquiera te das cuenta porque están en nuestro cognitivo social. Hay otras acciones más marcadas, como que omitan tu voz cuando quieres intervenir, porque otro compañero habla más fuerte. Ahí es cuando debes hablar con la misma fortaleza. No hay nada mejor que la contundencia de tus argumentos para hacer valer tu espacio e írtelo ganando”.

    Liderazgo

    “Para mí el liderazgo no depende del género, sino más bien de tus habilidades, conocimientos, autodisciplina y apertura al cambio, que es lo único permanente. Pero por nuestro género, hay ciertas condiciones y destrezas que brindan un plus, las cuales también desarrollas en casa como hija, hermana o madre. Por ejemplo, la empatía, la percepción, la comunicación, el poder entender mejor a tu equipo solo al ver cómo actúan y un poco la tolerancia y resistencia a un trabajo arduo”.

    Participación

    “Sí veo una incorporación mayor de la mujer en el sector de consumo masivo y el campo empresarial. Pero sigue siendo más en las áreas sociales, falta mayor presencia en las ciencias, procesos exactos. Pero es también por una decisión propia. Cuando busco cargos técnicos, pocas mujeres aplican. Creo que tiene mucho que ver con la educación y la familia. Hay formas tan inmersas en nuestra conducta social que no las vemos. En las culturas indígenas, por ejemplo, aún son marcados los roles de hombres y mujeres para las tareas. Hay que trabajar en las bases de la sociedad”.

    Desafíos como país

    “El reto más importante como país está en la educación. Es triste ver que por falta de educación se repiten los ciclos, ya no hablamos de embarazo juvenil, sino infantil. Hay que romper con estos prejuicios desde la formación, la afectividad, la relación padre-hijo, la sexualidad, que es un tabú en nuestra sociedad. Hay que formar personas más abiertas, seguras; respetuosas de los demás, de sus espacios, de sus derechos”.

    Es Directora deResponsabilidad Social de Moderna Alimentos y Gerenta de la Planta de Producción Cajabamba, en Chimborazo. Foto: Julio Estrella / LÍDERES
    Es Directora deResponsabilidad Social de Moderna Alimentos y Gerenta de la Planta de Producción Cajabamba, en Chimborazo. Foto: Julio Estrella / LÍDERES
  • La motivación y el liderazgo, entre sus lecturas

    Alexander García

    Una de las grandes vetas como lector de Arturo Álvarez, presidente ejecutivo del grupo empresarial Alianco, corresponde a temas históricos y a biografías de líderes, incluso aquellos díscolos como Napoleón Bonaparte, Alejandro Magno o Adolfo Hitler. También le interesa la historia del auge y caída de los grandes imperios, del imperio babilónico y otomano, a la civilización egipcia y griega o a la pérdida de hegemonía de la antigua Unión Soviética.

    “La pregunta es qué hicieron mal para dejar de existir, después de ostentar tanto poder político, económico y militar; allí está, para mí, buena parte del provecho de la historia”, dice Álvarez. Y lo aplica también a los libros de no-ficción sobre personajes históricos, que toma como una suerte de cable a tierra, aunque reconoce que también los lee como una forma de solaz y descanso de lo cotidiano.

    “En una empresa manejas también poder, sea muy poco o mucho, y también se puede usar el poder de forma equivocada en la administración de una compañía”, indica el ejecutivo de 42 años, que a los 28 fundó Consolti, un ‘broker’ de seguros, y ahora dirige un pequeño grupo de cuatro empresas adscritas a diversos sectores económicos.

    “En la historia de los grandes conquistadores casi siempre empiezan a utilizar el poder de forma inadecuada cuando pierden la humildad”, apunta el empresario. “Hay cosas que no cambian, como la codicia, la ambición desmedida y el uso abusivo del poder”, dice.

    Los libros de motivación y liderazgo, además de los que dan cuenta de experiencias en el mundo de las empresas, están también entre sus principales lecturas.

    En el primer ámbito se destacan títulos como ‘Una vida con propósito’, el superventas de inspiración diaria del estadounidense Rick Warren. “Siempre estoy descubriendo ese propósito, como un generador de trabajo y servicio; o a nivel personal, en el papel de formador de mis hijos”, dice el guayaquileño. Alianco agrupa además a Maconsi, empresa de mantenimiento, construcción de obras civiles y servicios industriales, a la firma de climatización Climaproyectos y a Acuanutri, un emprendimiento con el que importa desde Rusia artemia, un alimento para larvas de camarón.

    En materia de liderazgo empresarial menciona libros del escritor y management estadounidense Ken Blanchard, como ‘Liderazgo al más alto nivel’ o ‘Ejecutivo al minuto’, que tratan el tema de cómo crear y dirigir organizaciones de alto desempeño.

    Entre sus libros se destacan también novelas y ensayos de autores ecuatorianos de la colección de la editorial Paradiso Editores, aunque aclara que prefiere la no-ficción. “La lectura enriquece el léxico y ayuda a desconectarte de los problemas, a trasportarse a mundos desconocidos, a situaciones por las que pasaron ciertas personas que uno nunca imaginaría y que te aportan, por ello priorizo los libros con base real”.

    Mi libro de cabecera
    ‘Una vida con propósito’.  

    Se trata de un libro devocional y best-seller del escritor y pastor cristiano estadounidense Rick Warren. Arturo Álvarez es creyente católico pero dice que el libro ‘anti-autoayuda’ invita a reflexionar a diario sobre lo verdaderamente importante.

    Arturo Álvarez es presidente ejecutivo del grupo empresarial Alianco. Foto: Mario Faustos / LÍDERES
    Arturo Álvarez es presidente ejecutivo del grupo empresarial Alianco. Foto: Mario Faustos / LÍDERES
  • El liderazgo inclusivo beneficia a toda empresa

    Redacción Quito

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    Los equipos con líderes inclusivos tienen una serie de ventajas. Por ejemplo tienen más posibilidades de lograr la eficiencia, la calidad y de generar un ambiente de oficina que permita un crecimiento grupal. Así lo asegura una investigación publicada por Harvard Business Review, a finales de marzo de 2019. 

    El artículo señala que un equipo con un líder que fomente la inclusión tiene un 17% más de probabilidades de alcanzar alto rendimiento; un 20% más probabilidades de tomar decisiones de alta calidad; y 29% más probabilidades de contar con una conducta colaborativa.

    Los resultados llegaron luego de entrevistar a cerca de 4 100 empleados. La investigación permitió identificar al menos seis tipos de comportamiento que pueden favorecer a una organización.

    Un compromiso visible; humildad; curiosidad sobre el equipo; colaboración efectiva; conciencia sobre sesgos; e inteligencia cultural son los tipos de conductas o actitudes que tienen los líderes llamado inclusivos, de acuerdo con Harvard Business Review.

    Según la Fundación Adecco, un líder inclusivo es aquel que consigue integrar a cada persona como miembro sólido de su equipo, creando estructuras colaborativas en la que cada persona aprovecha su talento para contribuir de forma útil y activa a la misión del equipo. Consigue aflorar el máximo potencial de cada persona desarrollándolo y aprovechando las diferentes competencias para crear equipos eficientes.

    Para Javier Verdesoto, CEO de Nexos Talent EFH Ecuador, las empresas ganan mucho con esta clase de líderes. “Ellos tienen una mayor capacidad de realmente escuchar a sus colaboradores, cohesionarlos y direccionarlos hacia un objetivo común”.

    Un directivo o ejecutivo que cumpla las condiciones de las que habla la publicación estadounidense, añade Verdesoto, se alínea al equipo para trabajar de forma integrada y respetuosa.

    ¿Qué tan común es encontrase con ellos? Verdesoto cree que estos modelos se construyen en función de otros líderes que transmiten estos estilos. Su aparición depende de cada organización, de su estructura y su filosofía. “Esto es un proceso de cambio de las personas y de las organizaciones. Hay empresas rígidas y otras más abiertas a los cambios”.

    María Cecilia Holguín es la cofundadora de Lila, una plataforma tecnológica que promueve la flexibilidad laboral y la reinserción de madres al mercado laboral. Ella asegura que cuando se promueve la inclusión de género una empresa se vuelve más rentable.”Según un estudio del BID, la presencia de mujeres, en especial en altos mandos, la rentabilidad aumenta en un 54%, y las ventas mejoran un 43%”.

    Otra ventaja es que la diversidad de opiniones crece, así como las oportunidades. En general, añade, cuando un líder promueve la inclusión la marca de una empresa mejora su imagen ante todos los actores de la sociedad.

    El artículo de Harvard Business Review añade que estos llamados líderes inclusivos tienen una serie de características que los distinguen de otros. Una es la capacidad de reconocer sus debilidades. En este punto no tienen problema de pedir información o ayuda a su equipo. Además, se toman su tiempo para aprender sobre otras culturas, su idioma, expresiones, costumbres …

    Las competencias que deben desarrollar los altos directivos que promueven la inclusión son varias. Para el CEO de Nexos Talent EFH Ecuador estas capacidades incluyen el manejo de valores como el respeto, la escucha activa, tener la capacidad de filtrar información y canalizarla de manera adecuada. “Debe ser una persona que sepa tomar decisiones con base a información que venga de distintos niveles de la empresa”, dice Verdesoto.

    La representante de Lila añade otras como la tolerancia, la apertura, el trabajo en equipo, la habilidad de cuestionar, la capacidad para resolver conflictos y el discernimiento. “Para sacar lo mejor de un equipo diverso es necesario saber cuestionar para sacar sus mejores ideas, tener la tolerancia y apertura para escuchar todo lo que tengan que decir la gente, poder discernir y direccionar la información. Además tiene que estar en capacidad de resolver conflictos que puedan surgir”.

    Según Holguín, el líder inclusivo debe eliminar el sesgo inconsciente y la discriminación, la inequidad de pago, así como el uso y conducta inadecuada del lenguaje. “Y debe promover el desarrollo intencional y predicar con el ejemplo”.

    RR.HH. Un equipo que fomente la inclusión tiene más probabilidades de alcanzar alto rendimiento y de tomar decisiones de alta calidad, según un estudio
    Un equipo que fomente la inclusión tiene más probabilidades de alcanzar alto rendimiento y de tomar decisiones de alta calidad, según un estudio. Foto: Pixabay
  • La trayectoria no basta para tener liderazgo

    Diana Serrano

    Redactora (I)

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    Ser un buen profesional no es siempre una garantía que, tras un ascenso, esa persona pueda llegar a ser un buen líder.

    El estudio ‘El estado del mánager’, publicado en 2017 por la consultora estadounidense Gallup, señala que solo el 18% de los directivos actuales tiene talento para el rol que desempeñan, mientras que el 82% no lo tiene y se siente “miserable”.

    El informe profundiza en las características que debe tener un buen líder. Además analiza la relación entre el talento, el nivel de compromiso y algunos resultados vitales de negocio, como la rentabilidad y la productividad.

    Según la investigación, los grandes líderes poseen una “rara combinación” de cinco talentos: motivan a sus empleados, tienen capacidad de superar obstáculos, propician una cultura de rendición de cuentas, construyen relaciones de confianza y toman decisiones informadas e imparciales por el bien del equipo de trabajo.

    Como resultado se obtuvo que esta combinación de cualidades solo existe en uno de cada 10 líderes y apenas dos tienen alguna de esas características y “pueden llegar a ser gerentes exitosos con el entrenamiento adecuado”.

    Es importante que los líderes, cambien su visión cuando asumen un nuevo cargo. “Hay que dejar de mirar como una parte del todo y tener una visión panorámica”, sugiere José Luis Naranjo, socio de la consultora en recursos humanos Newlead Ecuador.

    Hay habilidades gerenciales que todo director, incluso los de mando medio, debería dominar. “Se produce una brecha cuando el líder que se tiene no cumple con los parámetros y objetivos del líder que desea la organización”, afirma Naranjo.

    Lo que sucede en estos casos es que las cualidades que se necesitan para manejar a un grupo de personas a menudo son muy diferentes a cuando el profesional solo tiene que responder por su trabajo, dice la escritora estadounidense y creadora de la columna de consejos laborales ‘Pregúntale a un gerente’, Alison Green.

    La experta considera que muchos profesionales son promovidos a puestos de jefe porque son buenos en otras actividades, pero no tienen habilidades de manejo de equipos de trabajo y liderazgo.

    Cuando no existe un buen jefe frente al grupo, los colaboradores se sienten desmotivados, poco comprometidos y tienen bajo desempeño laboral.

    La investigación de Gallup demuestra que los directivos son responsables de hasta el 70% de la diferencia entre las puntuaciones de compromiso de los empleados. Si hay una actitud indiferente de los colaboradores se pone en riesgo algunos factores económicos vitales de la empresa como el crecimiento y la innovación.

    Las empresas utilizan nociones de sucesión obsoletas para colocar a las personas en estos roles.

    En algunos casos, las decisiones de contratación y promoción se basan en la experiencia pasada, el tiempo en el que los profesionales laboran en la empresa o les dan el trabajo del gerente como una “recompensa” por su desempeño en un rol completamente separado, afirma el estudio.

    Las organizaciones muchas veces dejan de lado el talento y, cuando lo hacen gastan tiempo y energía innecesarios tratando de encajar al jefe en un puesto para el que no es apto.

    Esta es una estrategia defectuosa con graves consecuencias para el compromiso de una organización, el rendimiento financiero y la sostenibilidad a largo plazo.

    Gallup estima que estos gerentes, por ejemplo, cuestan a la economía de los EE.UU. al menos USD 319 000 millones al año.

    Para contratar y desarrollar buenos líderes, las empresas deben crear una estrategia de capital humano basada en el talento.

    “Este elemento es el predictor más fuerte de desempeño en cualquier rol”, señala el estudio.

    Naranjo recomienda también trabajar en programas de identificación de altos potenciales. “Es una estrategia contingente, mediante la cual se capacita a las personas en habilidades gerenciales, antes de ser promovidas”, con lo cual se garantiza que cumplan con el perfil de líder.

    Si hay jefes que no han pasado por procesos de capacitación, nunca es tarde para hacerlo.
    Las empresas deben destinar recursos para capacitar a las personas para que aprendan una habilidad nueva y complicada, sobre todo para dirigir a un equipo de personas.

    Se debe tener en cuenta que el proceso de formación es a largo plazo y está sujeto a las innovaciones del mercado laboral.

    Imagen referencial. El 18% de los directivos tiene talento para el rol que desempeñan, según Gallup. Las firmas deben cambiar su modelo de selección de líderes. Foto: Pixabay
    Imagen referencial. El 18% de los directivos tiene talento para el rol que desempeñan, según Gallup. Las firmas deben cambiar su modelo de selección de líderes. Foto: Pixabay
  • Rania Anderson: ‘La diversidad laboral, un imperativo’

    Redacción Quito

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    Rania Anderson, la cofundadora de la organización The Way Women Work analiza el papel de las mujeres en las empresas. Asegura que las firmas que incorporan mujeres en sus equipos directivos tienen mayores posibilidades de éxito. Dará una charla en Quito.


    ¿Qué ganan las empresas que promueven a las mujeres en cargos ejecutivos?

    Existen estudios y encuestas globales que muestran que existe una correlación directa entre el éxito corporativo y los diversos equipos de liderazgo que incluyen mujeres en puestos ejecutivos. Por ejemplo, una encuesta global hecha a 279 empresas encontró que aquellas con la mayor proporción de mujeres en sus comités ejecutivos obtuvieron un retorno sobre el capital 47% más alto que aquellas que no tenían mujeres ejecutivas. También se sabe que las empresas que promueven la diversidad de género tienen más probabilidades de mejorar sus beneficios. Las compañías que no desarrollan estas políticas, en cambio, sufren una suerte de penalidad o castigo y tienen menores posibilidades de elevar sus beneficios.

    ¿Existen áreas dentro de una empresa en las que las mujeres tengan mayor potencial, tomando en cuenta su intuición, su tacto y su capa­cidad de organización?

    No, en mi opinión. En primer lugar, no todas las mujeres son iguales y, como los hombres, cada una tiene fortalezas y habilidades únicas. La clave es tener equipos compuestos por personas con diferentes perspectivas, talentos, estilos, conocimientos, habilidades y experiencias. Eso significa tener diversidad cognitiva y de identidad. Dado que las mujeres representan el 60% del talento global, que generalmente comprenden el 50% de los graduados universitarios, toman el 80% de las decisiones de compra del consumidor y se espera que ganen alrededor de USD 18 billones a nivel mundial, no sería una práctica comercial sensata para una empresa no tener mujeres representadas en cada nivel de su negocio.

    ¿Qué está ocurriendo con el techo de cristal en las grandes empresas?

    No estoy de acuerdo con el concepto del techo de cristal. En primer lugar, existen barreras para el crecimiento profesional de la mujer en todos los niveles, no solo en la parte más alta del organigrama empresarial. En segundo lugar, las barreras no son invisibles como el vidrio. Si las mujeres y las empresas saben cómo buscarlas, significa que las barreras y los obstáculos son claramente visibles y evidentes. Las barreras en el lugar de trabajo han disminuido, pero el ritmo de este cambio es muy lento y prácticamente se ha estancado. Hemos progresado, pero no lo suficiente y no lo suficientemente rápido. Para lograr cambios más veloces tienen que ocurrir cuatro situaciones: las prácticas corporativas deben ser examinadas y ajustadas para no permitir barreras sistémicas y para reconocer las necesidades cambiantes de la fuerza de trabajo. En segundo lugar, los CEO deben estar completamente comprometidos a tener una fuerza laboral diversa y un ambiente de trabajo inclusivo como un imperativo. También debemos tratar de comprender lo que aportan las mujeres y cómo aprovechar mejor esas fortalezas. Finalmente, necesitamos involucrar a los gerentes (hombres y mujeres) en todos los niveles de un negocio para que participen personalmente y sean responsables de aumentar la diversidad. Los movimientos en favor de una mayor inclusión femenina en el trabajo crecen en todo el mundo.

    ¿Qué efectos genera esto en las empresas?

    El progreso se ha logrado a escala global, pero el Foro Económico Mundial informó el año pasado que la brecha global de género en realidad se amplió y que al ritmo actual de cambio tomará 217 años para alcanzar la paridad de género. Esto a pesar de los datos que muestran que una mejora modesta en la brecha aumentaría el PIB mundial en 12 billones de dólares hasta el año 2025. No sé de muchas otras estrategias que podrían tener este tipo de impacto positivo en la prosperidad económica.

    Otro tema que se debate es la brecha salarial de género. ¿Cuál es, en su opinión, el camino para acortar esa brecha?

    Tenemos que ser muy claros cuando informamos sobre las brechas salariales de género. Hay que ser claros y comparar manzanas con manzanas. Me siento frustrada cuando veo datos que se han calculado al comparar el salario promedio de las mujeres con el salario promedio de los hombres. La forma de averiguar si existe una brecha salarial es comparar personas en los mismos trabajos haciendo las mismas contribuciones y trabajando la misma cantidad de horas. Si hay una brecha entonces, debemos abordarla. Pienso que una de las mejores maneras de cerrar las brechas de género es mediante revisiones anuales de los cargos. No me parece correcto preguntarle a la gente, cuando se la contrata, qué hizo en su último trabajo, sino pagarles la cantidad apropiada por ese trabajo. Lo mejor siempre será pagar a las personas de forma equitativa.

    ¿En estos temas importa el tamaño de la organización? ¿Es más fácil para una pequeña o mediana empresa?

    No creo que el tamaño de las empresas sea importante. Lo que hace es el compromiso de los líderes y de los gerentes de la compañía de no tener inequidad y no tolerarla de ninguna manera.

    Hablemos de las mamás que quieren volver a trabajar. ¿Qué tan complicado es para ellas regresar al mercado laboral?

    Hemos hecho que la reinserción en la fuerza de trabajo sea más difícil de lo que debe ser. En algunos puestos puede haber un gran cambio marcado en especial por las nuevas tecnologías. Pero en la mayoría de los roles, las mujeres deberían ser capaces de retomar rápidamente donde lo dejaron. Cuando pensamos en cuánto tiempo más viven las personas y en cuánto tiempo permanecen en la fuerza laboral entenderemos que las necesidades de cuidado infantil son relativamente cortas. Además, cada vez más y más hombres quieren involucrarse más activamente con sus familias, con la crianza de los hijos. Entonces, debemos reconocer que las demandas familiares obliga, de algún modo, a que las empresas desarrollen mecanismos para que los empleados desaceleren o ralenticen su carrera durante algunos años y luego aceleren su compromiso de volver a trabajar.

    ¿Qué tipo de programas pueden implementar las empresas para favorecer el trabajo de las mamás?

    Las empresas que implementan el permiso de paternidad y se aseguran de que los hombres usen esta licencia atender las demandas familiares tienen más éxito en retener a las mujeres. Otra acción concreta puede ser brindar poyo para las mujeres que tienen hijos emparejándolas con otras mujeres que hacen de mentores y que ya han navegado con éxito ante las demandas familiares. También se encuentran programas empresariales de repaso que permiten a la empresa mantenerse en contacto con las mujeres que han dejado su cargos; esta es una manera de facilitar el regreso, proporcionar flexibilidad y apoyo al mismo tiempo. Los horarios de trabajo flexibles y las salas de lactancia también son acciones que permiten a las empresas mantener al personal talentoso.

    Su CV

    Es la cofundadora de la organización The Way Women Work. Además es la autora de ‘Los seis hábitos de las mujeres exitosas en las economías emergentes’ y de ‘WE: Men, Women and the Decisive Formula for Winning at Work’.

    Rania Anderson nació en Jordania, pero tiene ciudadanía americana. Es conferencista internacional, coach de negocios e inversionista ángel.

    Será parte del foro Estrategias Empresariales para liderar la fuerza de trabajo del futuro Mamás 4.0, que se cumplirá en Quito este martes 4 de septiembre, en el Hotel JW Marriott.

    Rania Anderson, cofundadora de la organización The Way Women Work analiza el papel de las mujeres en las empresas. Foto: Cortesía
    Rania Anderson, cofundadora de la organización The Way Women Work analiza el papel de las mujeres en las empresas. Foto: Cortesía