La mayor contradicción que enfrentan las personas es que desean que las cosas cambien (para ellas), pero que las cosas sigan igual (para no tener que cambiar).
Suele suceder que ciertos grupos en la sociedad quieren que las cosas cambien y otros grupos no quieren que las cosas cambien. Eso es normal, propio de la vida en plena democracia. Pero aquí a lo que me refiero es al comportamiento de una persona que, por un lado, quiere que las cosas sean distintas (que los resultados sean diferentes y mejores para ella) pero que nada cambie para ella (que el esfuerzo para que ella esté mejor lo hagan otros).
No es realmente extraño, pero es contradictorio. Si las cosas cambian, y van a cambiar, van a cambiar para todos. Aunque ese cambio no lo sufran todos en la misma medida. Algo va a tener que cambiar para disfrutar de mejores resultados. Y posiblemente, algún cambio termine afectándote.
Si los cambios son inevitables: ¿vas a elegir que te afecten o vas a tomarlos como algo que, más allá de que te guste o no, vas a tener que enfrentar más temprano o más tarde?
Desde pequeña sintió pasión por el mercadeo y también por la publicidad. Su enfoque de estudios se dio con la mentalidad de trabajar en centros comerciales, ya que le parecía una categoría muy dinámica.
Estudió Publicidad y Mercadeo en el Politécnico Grancolombiano, universidad privada de Bogotá. Posee una amplia experiencia en el área de mercadeo y publicidad en centros comerciales de Ecuador y Colombia.
Ha estado a cargo de la planificación estratégica de eventos, manejo de presupuestos, comunicaciones estratégicas, búsqueda de auspicios y relaciones públicas, entre otros. Actualmente, es la Jefa Nacional de Auspicio y Patrocinio DK Management Services. Destaca el equilibrio entre la vida profesional y la familia.
Su vínculo con Ecuador “En 1999 llegué a Ecuador y me quedé hasta el año 2006, debido a temas laborales de mis padres. Estudié una parte de la escuela en este país y la secundaria. Sin embargo, luego regresé nuevamente a Colombia y me gradué de bachiller en Bogotá y en la misma ciudad estudié la universidad.
Posteriormente, trabajé en una agencia de marketing experiencial. Allí establecí una estrategia de mercadeo para la Navidad del Centro Comercial Santafé, la decoración y experiencia del cliente de todos los eventos.
Luego fui Directora de Mercadeo en el Centro Comercial Santafé. Desarrollé estrategias integrales de mercadeo enfocadas en el aumento del tráfico, fidelización de clientes, planeación estratégica y presupuesto del área de mercadeo y actividades BTL.
No tenía planes de volver a Ecuador. Sin embargo, en aquel entonces, hace 7 años, nació mi hijo en Colombia y cuando él tenía 8 meses regresé a Ecuador, debido a un proyecto que le surgió al papá de mi hijo. Es así que desde el 2014 soy parte de DK Management Services y he ocupado algunos cargos en estos años”.
Su ocupación actual “Ha sido muy gratificante para mí ser Jefa Nacional de Auspicio y Patrocinio DK Management Services. Antes no existía este cargo en DK. Yo estaba al frente del área de mercadeo y empezaron a surgir los espacios, auspicios, patrocinios, dentro de la unidad de negocio. Desde entonces, estoy enfocada en los espacios comunes subutilizados, para lograr rentabilizarlos”. Superación de obstáculos
“Lastimosamente, vivimos en una sociedad machista. A veces, las decisiones de una mujer en el ámbito profesional no tienen el mismo valor que si las tomara un hombre. Al comienzo, me costó ocupar los cargos que obtuve. Me ayudó ser fuerte, decidida y segura de mí misma.
Una mujer siempre tiene que superar obstáculos y trabajar con base en su experiencia y conocimiento. En muchas ocasiones se considera que el hombre es más capaz. Tal vez, porque tiene más tiempo y no las mismas responsabilidades del hogar o con los hijos, que sí las tenemos nosotras. Sin embargo, las mujeres somos más organizadas, metódicas, prácticas, podemos hacer mil cosas al mismo tiempo, poseemos grandes cualidades”.
El liderazgo en equipo “Es importante establecer un liderazgo en equipo con el lado humano de las personas. Al ser mujer y mamá a la vez te vuelves más sensible. Al entender a tu equipo generas un compromiso entre todos. Es necesario comprender que si se presenta un problema, todos pueden colaborar y ayudar para solucionarlo. Estas son las claves de un equipo exitoso”. El valor de la experiencia “Para que una mujer ocupe altos cargos es fundamental la experiencia que posea. Si bien es necesario tener un título, no sirve si no tienes experiencia, sobre todo en esta categoría de centros comerciales. Este es un espacio en el que el trabajo es muy dinámico, urgente y rápido”. El equilibrio ideal “Debido a esta nueva realidad que surgió a raíz de la pandemia, comprendí en el ámbito personal y profesional que la familia lo es todo. Muchas veces sacrifiqué momentos especiales junto a mi familia por desarrollarme como mujer en el ámbito profesional
Ahora manejo un equilibrio entre el trabajo y mi familia. Le dedico más tiempo a mi hijo Juan Pablo para poder almorzar junto a él o salgo más temprano del trabajo.
En este momento, mis papás están en Ecuador y ellos cuidan de mi hijo. Mi papá lo apoya en las clases virtuales, mientras cumplo mis funciones laborales.
A mi hijo y a mí nos gusta comer postres y dulces, montar bicicleta, ir al parque y mirar películas”.
Su visión Dentro del campo del marketing, la participación de las mujeres es cada vez más amplia. Deben sentirse capaces, empoderadas e investigar continuamente las tendencias actuales.
Su perfil Su educación. Obtuvo el título de profesional en Publicidad y Mercadeo en el Politécnico Grancolombiano de Bogotá. Ha realizado cursos y seminarios como Expomarketing-Colombia, Expomarketing Ecuador y Congreso de Creatividad Reinvention. Sus cargos. Fue ejecutiva de Cuenta Inhouse en Triana Value Marketing, directora de Mercadeo en C.C. Santafé, operadora de centros comerciales y jefa Nacional de Mercadeo en DK Management Services.
Stephanie Parodi ES Jefa Nacional de Auspicio y Patrocinio en DK Management Services. Foto: Patricio Terán / LÍDERES
Pablo Zambrano, presidente de la Cámara de Industrias y Producción (CIP), realiza un balance en materia productiva del 2020 y analiza qué le espera al país, en términos económicos, en el 2021. La elección del próximo gobierno despierta inquietud en este gremio.
¿Qué balance hace usted de este año en materia económica y productiva? Ha sido el año más difícil y complicado en la historia económica y productiva del Ecuador. Nunca se ha visto un año en el que decrezca la economía entre un 8% y un 11%.
¿Cómo se enfrentó la situación desde el sector privado? Nosotros, como sector productivo, durante toda la pandemia estuvimos aplicando protocolos de bioseguridad para que no exista un solo día de escasez en los mercados. Las industrias de alimentos, bebidas, medicinas e implementos de higiene estuvieron siempre prestas a trabajar a favor de la sociedad. Este año ha sido el más complicado, pero aún así hemos podido proveer de los insumos a los consumidores.
Precisamente, de acuerdo con cifras del Banco Central del Ecuador (BCE), en medio de toda la crisis hubo sectores ganadores. Entre ellos estuvieron los vinculados a la panadería, molinería, camarón y minería. ¿Qué ayudó a que esas actividades crezcan? Los sectores que han podido mantenerse y salir adelante han sido de productos con alta demanda en el mercado. He citado los vinculados a alimentos y salud, pero la minería, por ejemplo, tiene un potencial comprobado muy grande. Si se la maneja de forma sostenible, con responsabilidad, se va a poder aprovechar el 2021.
Esa actividad y la del camarón están plenamente ligadas a la exportación. ¿Cómo impulsar las ventas externas? Ecuador, al ser dolarizado, tiene que consolidar el esquema de divisas que tiene. Eso se logra a través de cuatro fuentes: exportaciones, inversiones, endeudamiento y remesas. Desde el sector privado queremos fomentar las dos primeras. Hay que dar continuidad al tratado con Estados Unidos, cerrar la negociación con la Alianza del Pacífico y más para de esa manera asegurar mercados.
Más allá de esos resultados positivos, en su mayoría, todas las demás actividades productivas del país resultaron golpeadas este año. Las pérdidas de ventas en el país han sido de USD 23 000 millones. Esto, sin duda, ha tenido un efecto lamentable en el empleo.
Entre las actividades más afectadas están turismo y transporte, indica el BCE. A mediados de la pandemia ya había proyecciones de qué sectores iban a recuperarse primero y cuáles no. Me preocupan las actividades mencionadas, además de la logística. Si no hay una estructura fuerte de logística y transporte se va a ver afectada la producción en general. A su vez, el transporte aéreo y de bienes se ha visto mermado debido a que más del 70% del aparato productivo estuvo sin trabajar meses. En turismo, no ha habido una política clara de fomento para la reactivación. Además, el turismo receptivo no va a venir mientras no haya la confianza que da la vacuna.
A propósito del panorama que viene, precisamente con la vacuna de covid-19, ¿qué retos hay para el país? Justamente lograr una consolidación de los distintos sectores para una recuperación económica. Es fundamental que se vuelva a restablecer la cadena de pagos.
¿Por qué razón? Al restablecerse va a regresar el círculo virtuoso dentro de la economía, del consumo, de la producción y del empleo.
¿La situación actual es peor que la de la crisis del 99? Esa situación de ese tiempo no es comparable en los mismos términos con la del 2020. Este año hemos vivido una crisis sanitaria y, como consecuencia de ello, una económica. Pero también tenemos un tema social muy complicado, producto de la falta de empleo. Esto ha elevado los índices de inseguridad. Lo más grave es la crisis de valores que se ha desnudado durante la pandemia. Es la corrupción, un cáncer social. Frente a ello, la ciudadanía está colmada. Debemos combatirla.
Ante todo este panorama, ¿qué se espera para la economía del país en el 2021? El BCE ha proyectado un crecimiento del 3,1% para ese periodo. Creo que es fundamental que Ecuador adopte políticas de Estado de crecimiento económico. 3% o 4% va a ser un efecto rebote luego del decrecimiento. Se advierten sectores que seguirán deprimidos en el 2021, como la construcción. Esta actividad, que encadena a más de 25 sectores, debe reactivarse. Para ello es necesario que la seguridad social y otros entes financieros estatales faciliten la concesión de créditos.
¿Qué se debe hacer para impulsar la economía el 2021? Se debe buscar un crecimiento sostenible. Eso solo se obtiene a través de una reingeniería del Estado. Debe cambiar su modelo.
¿Cuál es? Un modelo de gestión caduco y paternalista. Se debe reducir el gasto público y optimizar los recursos. Esperemos que la cifra de crecimiento ojalá se cumpla. Para eso debe haber confianza en los agentes económicos. Por eso insistimos en la seguridad jurídica.
El año que viene asumirá una nueva administración en el país. ¿Qué se espera del Gobierno que llegará? Desde la CIP abogamos por la institucionalidad, por la democracia. Es fundamental que los candidatos, antes de ser electos, actúen con responsabilidad. Deben ser consecuentes con la realidad del país y ser serios con sus propuestas. Nos preocupa el manejo político y populista en temas como dolarización, economía, recursos naturales y públicos, entre otros. Los problemas que tenemos este momento son inmensos y por eso hay que ser responsables.
Ese nuevo Gobierno tendrá que cumplir con obligaciones financieras contraídas y compromisos normativos. ¿Qué tan importante es el manejo de ambos aspectos? Es esencial que cumplamos con los organismos multilaterales y hacer una serie de cambios. El Fondo Monetario Internacional (FMI) señala que se debe aprobar una Ley Anticorrupción. Nosotros enviamos una carta a la Presidencia de la Asamblea solicitando eso y que este documento tenga estándares internacionales, como la ISO 37001 antisoborno.
¿Qué les preocupa de los ajustes tributarios que puedan venir más adelante? ¿Propondrían ustedes algún tipo de modificación? Nosotros lo que abogamos siempre es a una simplificación tributaria, que haya mecanismos para que sea más fácil pagar los impuestos. Pedimos, además, que haya una ampliación de la base tributaria. Siempre somos los mismos, el sector formal de la economía, el que paga impuestos.
Hoja de vida Formación. Abogado y doctor en Jurisprudencia por la Universidad Católica del Ecuador; maestría en Derecho por la Universidad Andina Simón Bolívar. Candidato a PhD en Derecho Constitucional en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires. Posee cursos de especialización en Administración de Organizaciones Empresariales por el Centro Mundial de Entrenamiento de la Organización Internacional del Trabajo y formación en Gerencia de Organizaciones Empresariales por el Incae Business School.
Experiencia. Desde julio del 2018 es Presidente Ejecutivo de la CIP. Se ha desempeñado como catedrático en distintas universidades.
Pablo Zambrano, presidente de la Cámara de Industrias y Producción (CIP). Foto: cortesía CIP
El consumidor en Ecuador es menos pesimista sobre el futuro económico este mes, que al inicio de la pandemia. Además, ya no tiene tanto control de sus gastos como en abril y mayo pasados.
Esas conclusiones son parte de la investigación realizada por la Consultora Advance. Según su director, Luis Pastor, las expectativas mejoraron en algo, con relación a abril y mayo. En la primera medición, realizada en abril, por ejemplo, se determinó que el 70% de los consumidores se inclinaba por marcas más baratas y, en este mes, solo el 56% piensa así. “Lentamente se van retomando los hábitos de compra que existían antes de la pandemia. La gente está más dispuesta a comprar electrodomésticos, vehículos, muebles, viviendas, efectuar renovaciones…”.
Él señala que, ahora, el consumidor es más planificador en sus gastos, se inclina más por descuentos, facilidades de pago y comercio electrónico. En este último caso, las personas buscan que los sitios web brinden seguridad, pero hay un grupo, que aún busca interactuar con el producto.
Pablo Vélez, gerente comercial de Lácteos San Antonio, agrega que el 2020 es el mejor de los últimos seis años para los productos de consumo masivo, que crecieron un 8%, al comparar septiembre pasado con el mismo mes del 2019. Él dice que la demanda de categorías como alimentos, lácteos, aseo personal, limpieza del hogar, vitaminas y analgésicos, subió.
En cambio, hay un descenso importante en cuidado personal. “Eso ocurre porque las personas pasan más tiempo en su casa, por el teletrabajo y la educación virtual”.
Vélez agrega que, en la actualidad, el consumidor va menos veces a los puntos de venta, pero se aprovisiona más para reducir la frecuencia de salidas. Eso se determinó en los estudios de comportamiento de mercado.
Dice, además, que las personas prefieren los envases más grandes o familiares para tener un ahorro, por eso los artículos de loncheras (pequeños) se vieron afectados por la educación virtual.
Por su parte, David Molina, director ejecutivo de la Cámara de la Industria Automotriz Ecuatoriana (Cinae), señala que el 2019 se comercializaron 130 000 automotores, pero cuando empezó la pandemia las expectativas cayeron a 55 000 unidades este año pero, en la actualidad, hay una recuperación y la meta subió a 82 000.
Para Molina, esta recuperación se debe a que el consumidor siente más seguridad en el transporte particular que en el público, por la pandemia del coronavirus.
El segundo factor es el precio. Las marcas hicieron descuentos para salir de los inventarios y eso posibilitó que los clientes accedan a un vehículo privado y no viajar en un público, o porque iniciaron emprendimientos y los requerían para las entregas a domicilio. En la actualidad, creció la demanda de vehículos, que bajaron de precios o tienen facilidades de pago.
En el caso de la ropa, señala Tamara Espinosa, vicepresidenta de Marketing de De Prati, en esta época sus clientes aprovechan los días de ofertas, que ofrece la tienda y las tarjetas de crédito. “Estas modalidades de pago permiten al cliente acceder a las compras con comodidad y control de sus finanzas. También, hay un incremento en el comercio electrónico”.
Para ella, desde noviembre hay un mayor movimiento de los clientes. “Esperamos aportar a la recuperación de nuestros proveedores, aliados y sector comercial”.
Por otro lado, covid-19 generó un cambio no solo en la forma de relacionarse o cuidarse, sino también en las finanzas personales, por lo que el consumidor replanteó sus necesidades y gastos, según Francisco Nazati, jefe de Banca Personas de Banco ProCredit. “El 2021 tendrá un comportamiento financiero distinto y entre los principales cambios, se fortalecerá la cultura del ahorro, y se evitarán las compras compulsivas y los diferidos”.
El consumidor se inclina por lo virtual
El comercio electrónico creció en Latinoamérica debido al cierre temporal de la tiendas y el distanciamiento. Foto: Freepik.es
Redacción Cuenca (I) redaccion@revistalideres.ec La digitalización es una prioridad para el nuevo consumidor regional. Un estudio de Mastercard y Américas Market Intelligence (AMI), efectuado en 13 países de América Latina y el Caribe, evidencia los cambios de hábitos de los consumidores.
Además, muestra el aumento de los servicios financieros y cómo las compañías deberán adaptarse en este nuevo ecosistema digital generado por la pandemia. Según esta investigación, el confinamiento y el distanciamiento social acelerearon la inclusión digital y financiera en la región y las convirtieron en prioridades.
De acuerdo con los datos obtenidos, más de 40 millones de personas se bancarizaron en los últimos meses y, para fin de año, AMI estima que 50 millones de usuarios habrán comprado en línea por primera vez.
El coronavirus obligó a los argentinos, brasileños, chilenos, costarricense, colombianos, dominicanos, ecuatorianos, guatemaltecos, mexicanos, panameños, peruanos… a reconsiderar su relación con los bancos y la utilización de la tecnología.
En el estudio de Mastercard y AMI se destaca el auge del comercio electrónico. Una de las razones es que es una manera de comprar sin contacto físico y sin manejar el efectivo considerado como “sucio y peligroso”.
Los resultados obtenidos señalan que el confinamiento ocasionó que el comercio electrónico se haya casi duplicado. Antes de covid-19 tenía un 45% de penetración regional y, en la actualidad, alcanzó el 83%.
Estos resultados coinciden con la investigación realizada por Ecwid, que es una empresa de plataforma de comercio electrónico SaaS global, establecida en el 2009 y que ofrece soluciones de venta en línea para pequeñas empresas en más de 175 países.
Según esta compañía, la pandemia empujó a las pequeñas empresas a migrar a los canales en línea y la mayoría, por primera vez, por la demanda de sus consumidores. “A los comerciantes se les asignó la tarea de adaptarse a las nuevas expectativas en torno a prestar experiencias de compra en línea más seguras y convenientes, mientras el tráfico en la tienda física baja”, concluye el estudio.
Por los cierres temporales de las tiendas, Ecwid identificó un aumento del 300% en sus nuevas suscripciones a medida que las empresas digitalizaban su oferta.
Para la temporada navideña, según Ecwid, el 50% de los comerciantes consultados espera que sus ventas sean más altas que el 2019 en el canal digital y el 80% promocionará sus tiendas en las redes sociales y el 55% aprovechará la publicidad pagada en esas redes para llegar a los clientes.
Ecwid determinó que para atraer a más compradores navideños, el 41,5% de los propietarios de los pequeños negocios agregará otros productos como oferta en lugar de descuentos altos. En conclusión, aunque las ofertas no van a ser demasiado generosas, los comerciantes utilizarán tácticas alternativas para obtener más ventas esta temporada.
Los locales del City Mall, ubicado en Guayaquil, ofrecen descuentos y promociones a los clientes por temporada navideña. Enrique Pesantes/ LÍDERES
El 2020 ha sido un año digno de un profundo análisis en lo económico. En el 2020, el Ecuador ha ido enfrentado grandes obstáculos y problemas que, lejos de estar superados, han permitido identificar los caminos que debe recorrer el país si se quiere avanzar hacia un mejor futuro. En este sentido, la renegociación de la deuda y la apertura para la firma de nuevos tratados comerciales van en esa dirección.
Sin embargo, falta mucho por recorrer. El país necesita de una estrategia para generar oportunidades atractivas para el ingreso de capitales extranjeros de calidad. Necesitamos generar ventajas competitivas para competir con los países de la región y para ello es imprescindible eliminar impuestos que van en contra de estas necesidades, como por ejemplo el Impuesto de Salida de Divisas, pues este impuesto espanta al inversionista extranjero.
El 2020 debe ser visto como un año digno de análisis pues la propia pandemia nos permitió conocer de primera mano todas nuestras falencias y nos permitió también reconocer que el camino no se enmarca en la ideología sino en la practicidad y conveniencia.
Somos espejo de ese niño que fuimos y aún somos. De sus vivencias, experiencias y carencias. ¿Acaso hay alguien que no lleve ese niño consigo de un lado a otro? Este último año hemos podido confirmar que un shock o una gran disrupción, tiene como efecto una revaloración de nuestras vidas. Y una de las grandes claves es buscar alineamiento en todo el sentido de la palabra: Alineamiento entre lo que somos en esencia (ese niño interior), entre lo que creemos y lo que deseamos ser. Y, sobre todo, un alineamiento práctico y coherente con lo que somos, hacemos y sentimos día a día.
Quizá el recordatorio de que no somos eternos y de que la vida es frágil, no es tan malo después de todo. Ignorar esa realidad sería vivir con la inercia del día a día, y vivir así puede ser lo más costoso de nuestras vidas, puesto que dejamos ir momentos y espacios que no regresarán jamás.
Estamos al final del año y, como de costumbre, podemos llenarnos de objetivos y grandes visiones para el 2021. O podemos, como excepción, agradecer, dejarnos ser y hacer un reset en un extraño año que quizá nos ha dado más de lo que pensamos.
El Foro Económico Mundial presentó su Reporte Global de Competitividad 2020, con un enfoque orientado a proponer alternativas de reactivación económica, ante los serios efectos que causa la pandemia.
En su informe, el Foro plantea algunas consideraciones orientadas hacia la recuperación en el 2021. Esos enfoques abordan temas de infraestructura, gestión digital, administración de la deuda pública y política monetaria sostenible; además de competencias y mercados laborales -para una rápida redistribución del talento-, y promover un ecosistema de innovación.
En el ámbito corporativo y en las economías avanzadas, los líderes empresariales vieron como aspectos negativos, según el Foro, una mayor concentración del mercado, una marcada disminución en la competencia por los servicios, una menor colaboración entre las empresas y menos trabajadores calificados disponibles en el mercado laboral. Esto, a medida que se aceleraba el cambio hacia el trabajo habilitado digitalmente.
En ese sentido, el 2021 se presenta desafiante, tanto para las administraciones gubernamentales como para las empresas.
Ingresar en el comercio electrónico sigue siendo un reto para artesanos y pequeños negocios. Los costos del desarrollo de una tienda en línea o la falta de conocimientos son parte de las barreras. Sin embargo, la pandemia ha puesto en evidencia la necesidad de estar en la red.
La plataforma Wiksi, fundada por Cristina Elizalde en el 2019, se ha convertido en una vitrina para artesanos ecuatorianos. Se trata de un ‘market place’ en el que confluyen diferentes marcas para comercializar sus productos.
Elizalde es arquitecta, con un máster en Diseño interior. Tiene 30 años y desde hace cuatro vive en San Francisco, Estados Unidos, ciudad en la que entró en contacto con empresas de tecnología.
Esa vinculación con la industria tecnológica junto a un interés por ayudar a los emprendedores de su país, Ecuador, la impulsaron a emprender en el comercio electrónico, que describe como “un Amazon para pequeños empresarios”.
Luego de ocho meses de desarrollo y una inversión inicial de USD 4 000, en mayo del 2018, el portal wiksi.com abrió al público. Arrancó con 10 emprendedores y actualmente son cerca de 450.
Los productos se encuentran clasificados en 11 categorías: joyas y accesorios, hogar, ropa y zapatos, bebés, niños y niñas, juegos y juguetes, arte, mascotas, alimentos, salud y belleza, fiestas. Además, se pueden encontrar opciones por género, para regalos de Navidad o de ‘amigo secreto’.
Al dar clic en cualquiera de los productos, se detalla el nombre de la marca, una descripción del artículo, precio, disponibilidad y tiempo de envío. Los artículos se entregan a domicilio, en todo el Ecuador, a través de Laar Courier.
La plataforma cuenta con carrito de compra y ofrece diferentes modalidades de pago: tarjeta de crédito o débito y transferencia.
Fer Barragán Diseño de Joyas es una de las marcas que se encuentran en el ‘market place’. Vende bisutería y accesorios elaborados en plata: aretes, pulseras, collares, anillos, tobilleras, prendedores, entre otros. “Me motivó la apertura que dan a emprendedores que elaboramos nuestros productos a mano”, comenta Fernanda Barragán, creadora de la marca de joyas.
Cristina Elizalde, fundadora de la plataforma de comercio electrónico Wiksi, cuya operación dirige desde la ciudad de San Francisco, EE.UU.
I’m Green es una marca que elabora fundas en algodón para llevar el pan o los vegetales, con el fin de evitar el uso de las bolsas plásticas en supermercados. Además, confecciona servilletas de tela y toallas de cocina. La marca entró en el comercio electrónico de la mano de Wiksi, desde que el canal digital abrió sus puertas. “La página es muy amigable. Nos ha ayudado a darnos a conocer”, dice la artesana Elizabeth Mera.
Por cada venta que se logra a través del portal, Wiksi obtiene el 3% de la ganancia. Al momento hay alrededor de 3 000 productos y se están vendiendo un promedio de 100 al mes. “La pandemia nos ayudó mucho, porque ahora hay más confianza en el comercio electrónico. Una cuenta en Instagram no es suficiente. Los emprendedores quieren tener su botón de pago”, comenta Elizalde.
María José Guevara, quien reside en Quito, es una cliente frecuente de Wiksi. Ha comprado unos aretes tejidos a mano, mascarillas de tela, una almohada para bebé y varios regalos de Navidad, como portavasos y bombillos personalizados con nombres. “Es muy cómodo comprar en línea, especialmente por la pandemia. La página es muy fácil de usar y los productos son de muy buenos acabados”, comenta.
Otra compradora, María José Cañizares, adquirió hace tres meses un bolso tejido, estilo cartera, que envió como regalo a su hermana, en Alemania. “Son productos diferentes”, destaca la usuaria, quien tiene previsto hacer otras compras en el portal por Navidad.
El equipo de Wiksi está conformado por siete personas. En mayo pasado, Cristina se asoció con Gracia Cajas, quien se encuentra en Quito y se encarga de la logística de envíos. La firma ofrece capacitaciones mensuales a sus emprendedores, sobre ventas en línea, fotografía de productos, empaques, entre otros temas.
La compañía, que está facturando entre USD 1 000 y 1 500 al mes, se expandió desde noviembre pasado a EE.UU., país al que exportó hace unos meses cerca de 300 productos elaborados por los artesanos de Wiksi, que se venden en la página warmikuna.com para el mercado estadounidense.
‘La empresa ha crecido gracias a la pandemia’ Cristina Bejarano / Encargada del área contable. Soy Ingeniera en Contabilidad y Auditoría, de la Politécnica Salesiana. Ingresé a trabajar en Wiksi a mediados del 2019, tres meses después de que se fundó. Cristina me comentó sobre la empresa y me pareció muy interesante el proyecto, el año pasado aún era poco común un comercio electrónico como este. Me encargo de la contabilidad. Todo es por facturación electrónica. Los vendedores suben su facturas al sistema contable de Wiksi y yo las descargo, hago las retenciones y las declaraciones mensuales en el Servicio de Rentas Internas, y anualmente el impuesto sobre la renta anual. Todos los 15 de cada mes, presento los balances de cierre del mes anterior. Desde el comienzo he estado teletrabajando. No tengo horario fijo, pero estoy en comunicación a diario por WhatsApp. Siempre estoy disponible. Me ha ido súper bien. Cristina y Gracia son excelentes personas. La empresa ha crecido gracias a la pandemia. Sí me ha gustado como experiencia laboral, es algo diferente porque no voy a una oficina. Todo se hace ahora por Internet.
Fernanda Barragán elabora joyas y accesorios en plata, que se venden en Wiksi. La tienda también ofrece adornos hechos a mano para el hogar. Fotos: J. Estrella / LÍDERES y Cortesía Wiksi
Los grandes bailes y cenas navideñas y de fin de año con cientos de invitados quedaron atrás, luego de la pandemia. Una alternativa para este diciembre son festejos más tranquilos en la zona rural, al aire libre y en ambientes bioseguros.
Hosterías campestres y haciendas ven el vaso medio lleno en esta coyuntura y han desarrollado una serie de estrategias, que incluyen celebraciones y contacto con la naturaleza. El protagonista en este momento es el turista nacional.
Según la web del Ministerio de Turismo, con cifras del2018, el feriado de Año Nuevo fue el segundo de más movimiento por visitas internas. En este segmento, Pichincha es la provincia con más pernoctaciones en los cantones Quito, Mejía y Rumiñahui; le sigue Guayas, en cantones como Guayaquil, Durán, Daule y otros.
Según los establecimientos registrados en dicho portal, al 2017 existían cinco haciendas turísticas de entre tres y cinco estrellas; 19 lodges, entre tres y cinco estrellas; 19 campamentos turísticos y 19 refugios. Asimismo, 39 centros de turismo comunitario, al 2019. El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) tiene su registro al 2019(info).
Gabriel Espinosa, presidente de la Asociación de Haciendas y Turismo Rural del Ecuador, explica que 42 establecimientos están registrados en su gremio (ver mapa por provincias). Considera que a los ecuatorianos les falta mucho por descubrir en relación con este tipo de destinos.
Sin embargo, la gente comienza a optar por los servicios de haciendas y otro tipo de establecimientos en el área rural; la pandemia ha potenciado estas visitas. Entre los elementos que despiertan el interés está el carácter histórico de los sitios, el ciclismo, los paisajes, el camping, los espacios abiertos y más. En esta época se dan servicios adicionales.
En Azuay, por ejemplo, la Hostería Caballo Campana ofrece descuentos de hasta el 20% para el hospedaje durante este mes y el siguiente. Según su propietario, Óscar Saldaña, el objetivo es atraer más visitantes nacionales.
El sitio está ubicado en la zona de Misicata, en Baños de Cuenca. En sus 22 hectáreas ofrece diferentes actividades, como paseos a caballo o en bicicleta, caminatas, pesca deportiva, entre otras. Además, oferta alimentación y alojamiento. Para Navidad y Año Nuevo habrá cenas y degustaciones “con normas de bioseguridad”.
Los platos se sirven con las más estrictas normas de bioseguridad. El personal cuenta con toda la protección para garantizar la calidad.
Raúl García, vicepresidente de la Federación de Cámaras de Turismo del Ecuador, asegura que antes de la pandemia el turismo rural lo conocían en mayor medida los visitantes extranjeros. Les atraían las experiencias que brindaban los establecimientos.
Uno de ellos es La Hacienda Cusín, que existe desde 1602 y está en el sector de San Pablo del Lago, en Imbabura. Este mes ofrecerá descuentos del 20% para alojamiento.
Los paquetes de Navidad y Año Nuevo tienen un costo de USD 50 por persona, señala César Arcos, gerente de la Hacienda Cusín. En su oferta constan cenas, villancicos, música, canelazos, danzas, quema del año viejo y pirotecnia… “Ofrecemos la amplia zona de esparcimiento exterior y los jardines. Se los usará para el servicio”. En la actualidad, tienen reservación de 40 huéspedes y capacidad de 120.
Arcos señala que el restaurante tiene mayor demanda que el alojamiento porque los visitantes prefieren solo pasar el día y no quedarse a dormir.
En otras propiedades campestres, como el hotel de campo Sierra Alisos, ubicado en la hacienda Tambillo Alto, del cantón Mejía, en Pichincha, se brinda la posibilidad de que los visitantes cuenten con alimentación y actividades al aire libre, menos formales, con costos desde USD 60 por persona el día y si es en carpas 13,50 (incluye pizza al horno, desayuno y uso de instalaciones). Otros negocios fuera de la Asociación se promocionan en redes sociales. En la Cocina de Francisco, en Cayambe (Pichincha), se ofrece una cena navideña con aforo limitado, a USD 20 por persona.
Las haciendas y los ranchos ofrecen festejos al aire libre
Las cabañas de la Hacienda La Danesa están separadas con 20 metros una de otra. En este momento ya se encuentran copadas las reservaciones, para las festividades de este mes. Foto: Cortesía Hacienda La Danesa
Red. Guayaquil, (I) redaccion@revistalideres.ec Cada vez son más las opciones para quefamiliasenteras pasen las festividades de Navidad y Fin de Año al aire libre, en ambientes bioseguros.
Los sitios habilitados para hacer agroturismo en fincas y haciendas en la Costa se preparan con estrategias para estas dos últimas fechas del año.
Entre las novedades de estos negocios están los paquetes turísticos que incluyen cenas navideñas y de Año Nuevo o pequeñas integraciones en mesas amplias, para disfrutar con otros visitantes que hayan optado por desconectarse de la ciudad en los feriados. En algunos de estos sitios que tienen servicio de alojamiento se fortalece la sanitización en habitaciones y lugares de estancia común; además, se refuerza el control del uso de mascarilla en los visitantes.
Niels Olsen, integrante del Comité Cívico de Emergencia y Reactivación Turística del Guayas y gerente de Hacienda La Danesa, señala que la opción del turismo rural es idónea dado el contexto actual de la pandemia. “Un factor diferenciador de la ciudad es que existe un distanciamiento natural”, explicó.
En La Danesa, ubicada en Naranjito, por ejemplo, hay seis cabañas separadas a más de 20 metros entre sí. El sitio tiene implementado 30 protocolos de bioseguridad y todas las actividades son privadas. Para Navidad y Fin de Año, las reservas están copadas.
La Dirección de Turismo de la Prefectura del Guayas y el Comité de Emergencia Turística habilitaron, en agosto pasado, un mapa con 35 puntos de interés en la geografía de la provincia. Con esta premisa, se prepara un plan de reactivación del turismo rural. Sin embargo, aún no hay fecha para el lanzamiento.
El proyecto está paralizado luego del anuncio de las autoridades, hace un par de meses, sobre una segunda ola de contagios.
La Hostería D’ Franco (El Triunfo), Pachakay (Bucay), Hacienda El Castillo (Vía a la Costa), Dos Hemisferios (El Morro), Victoria (Cerecita) y el rancho Vasija de Barro (Milagro) están entre las opciones turísticas en Guayas.
Según Olsen, los viajeros pueden llegar a varios de estos lugares para disfrutar de entornos naturales, caminatas, paseos a cabello, ordeño de vacas, recorridos ciclísticos por la naturaleza, preparación de alimentos, participación en rituales y más actividades que invitan a los ecuatorianos a conectarse con la vegetación y el aire puro.
Citó, además, que la oferta de los sitios al aire libre cada vez se reconfigura. En la bodega Dos Hemisferios, por ejemplo, se ofrece una cata de vinos al aire libre. Esta, sin duda, será una buena opción para las familias y grupos de amigos que opten por una actividad diferente y sin aglomeraciones, indica Olsen.
Luis Larrea, propietario de la finca-hostería El Retiro, ubicado a unos minutos de Olón, dice que la campaña para atraer turistas en diciembre se inició desde finales del mes pasado.
A través de redes sociales, señala, se han colgado videos para mostrar las instalaciones y asegurar a los visitantes que su estancia dentro de la finca está bajo las estrictas medidas de bioseguridad. Además, explica que el turismo vivencial del lugar será la mejor opción para turistas que deseen evitar aglomeraciones en playas o sitios que, generalmente, son concurridos en estas fechas. 35 sitios de interés turístico están registrados en la provincia del Guayas
Las opciones Planes oficiales. Desde el Ministerio de Turismo se ha manifestado, a partir de junio, que existe la intención de promover el turismo interno con los destinos rurales cercanos a las grandes ciudades.
Las actividades. Las haciendas con alojamiento o con programas de vistas diurnas en Guayas reabrieron sus puertas de forma paulatina desde julio, con protocolos de bioseguridad. Estos sitios vinculados a turismo rural también brindan la posibilidad de paseos de día completo.
Servicios de eventos se adaptan a las reuniones en casa
Eventos Laguaria alquila toldos para las festividades de Navidad y Año Nuevo. Además organiza eventos al aire libre en Quinta Laguardia, ubicada en el sector Puembo, en Quito. Cortesía Eventos Laguardia
Red. Quito (I) redaccion@revistalideres.ec Los eventos han sido una de las actividades más restringidas durante este año por la pandemia, con afectaciones económicas importantes para los servicios de fiestas.
Sin embargo, la temporada decembrina, que representa alrededor de un 30% de la facturación anual de estas empresas, se presenta como una buena oportunidad para cerrar el año con un mejor desempeño. Eventos Laguardia ofrece un servicio completo para todo tipo de celebraciones, entre ellos los agasajos navideños corporativos, para el cual renta los espacios al aire libre de Quinta Laguardia, en el sector rural de Puembo, en Quito.
Carlos Gudiño, gerente de Alimentos y Bebidas de la firma, explica que las fiestas corporativas están reactivándose poco a poco, pero en grupos más pequeños a los acostumbrados.
El paquete de Laguardia incluye catering, toldos, menaje (mesas, sillas, mantelería, vajillas) y flores. Si el cliente desea realizar una fiesta familiar en casa, también ofrecen el alquiler de los toldos y el menaje.
El arrendamiento de las carpas para eventos va desde los USD 42 hasta los 200, dependiendo del tamaño. La más pequeña puede albergar hasta a 50 personas y la más amplia, 100.
El catering está a cargo de la empresa aliada Sablée Catering Service, que ofrece diferentes menúes en comida típica ecuatoriana e internacional; también menúes corporativos y bocaditos variados: empanaditas , minicebiches, etc.
Laguardia facturó en el 2019 cerca de USD 200 000. Este año estima cerrar con apenas un 10% de esa cifra, por la caída de eventos.
Para reuniones familiares de Nochebuena y Año Nuevo, la firma Giuseppe Flowers/Lifestyle ofrece tres opciones de mesas decoradas para la ocasión, con flores en distintos estilos, según el gusto del cliente. La mesa, que puede ser redonda o rectangular, incluye las sillas, los platos base y candelabros. Dependiendo de la forma y el tamaño, pueden entrar de 8 a 40 personas por mesa.
La empresa instala la mesa y la decora directamente en la casa del cliente, aclara Giuseppe Poleo, propietario, quien indica que el costo está entre USD 200 y 500. Hasta el momento, han vendido 18 mesas.
Aunque el fuerte de la compañía es el mobiliario y la decoración de eventos, desde hace un año abrió una floristería en el centro norte de Quito, que ha sido un gran soporte en medio de la pandemia.
El catering también se adapta a la época navideña. En Pimientas Gourmet, especializado en comida típica venezolana, ofrecen un plato navideño tradicional del país caribeño para la Nochebuena o el Año Nuevo, que incluye hallaca (tamal), ensalada de gallina, pernil y pan de jamón; de postre, profiteroles rellenos de crema pastelera. El costo es de USD 8, 50.
Las hallacas y el pan de jamón también los ofrecen individualmente. Para Navidad, ya tienen pedidos de 400 hallacas y 35 panes.
También preparan cajas navideñas para obsequios, que incluyen licor de ponche, crema, pan de jamón, torta negra y rosquitas dulces. El valor es de USD 26.
Para Venancio Giménez, copropietario, la demanda en esta temporada ha crecido en comparación con el 2019 y, en general, han tenido un mejor desempeño este año, producto de las ventas en línea y las recomendaciones de clientes.
30 por ciento representa la época en la facturación anual de empresas de eventos
Algunos Costos Las carpas. Para eventos navideños tienen un costo de entre USD 42 y 200, dependiendo del tamaño. Estas carpas pueden albergar hasta 100 personas.
Las mesas. Decoradas con estilo navideño pueden estar entre USD 200 y 500, dependiendo del tamaño y la forma. En una redonda pueden ubicarse de 8 a 10 personas. En una rectangular, hasta 40.
Reservas. En Quinta Laguardia, el costo por persona (evento corporativo) está entre USD 45 y 50.
Las cabalgatas son uno de los atractivos de la mayoría de haciendas y hosterías, una de ellas Caballo Campana. Cortesía Hostería Caballo Campana
Si hoy te quedaras sin trabajo, ¿hasta cuándo te alcanzarían tus ahorros? Si puedes aguantar más de seis meses, debes saber que estás en un exclusivo grupo al que solo pertenece el 10% de la población en América Latina.
La mayoría, un 30%, puede aguantar entre uno y menos de tres meses, mientras que uno de cada cuatro latinoamericanos aguantaría como máximo un mes, y los ahorros del 15% no alcanzarían para más de una semana.
Pero contrariamente a lo que podría asumirse, esta realidad no está necesariamente vinculada a la condición o procedencia socioeconómica de los ciudadanos, sino que suele tener que ver con la ausencia de ahorros y con una informalidad laboral que deja sin protección social a aproximadamente la mitad de latinoamericanos.
La ausencia de ahorros en la mayoría de la población es un factor preocupante en condiciones normales, pero en la crisis actual generada por el covid-19 puede suponer la movilidad social descendente de millones de personas en muy poco tiempo.
De hecho, se calcula que la pobreza en América Latina y el Caribe se elevará al menos en 4,4 puntos porcentuales (28,7 millones de personas), lo que supondrá que 214,7 millones de personas vivan en condiciones de pobreza, lo que equivale al 34,7% de la población.
El caso de Natalia Rojas, una administrativa en un centro de atención psicológica del norte de Bogotá, es bastante ilustrativo. A pesar de que gana algo más que un salario mínimo (unos 300 dólares al mes) y que vive con su pareja (trabajador informal), en un apartamento de 60 m² al sur de la ciudad, asegura que son raros los meses en que logra ahorrar. “Normalmente planifico mis gastos según los ingresos de mi salario”, dice.
Los ingresos de Natalia la convierten en ciudadana de clase media, pero su acercamiento al ahorro la sitúa en el grupo de los que no logra ahorrar de manera sistemática y vive prácticamente al día; es decir, que como la mayoría de latinoamericanos, gasta en función de lo que va a ingresar. Su ejemplo también ilustra que los bajos niveles de ahorro no solo se extienden entre los colectivos vulnerables, sino también entre algunos segmentos de las clases medias.
Según el Global Findex, solo el 11% de las mujeres y el 16% de los hombres ahorran en América Latina, en contraste con los países de la OCDE, donde ahorran el 50% de las mujeres y el 53% de los hombres, o en el Este de Asia y el Pacífico, donde lo hacen el 36% de las mujeres y el 37% de los hombres.
Estas cifras indican que la región tiene unos niveles de ahorro inferiores al de las regiones avanzadas y al de otras en desarrollo, como el África Subsahariana. De todas formas, la mitad de los latinoamericanos tiene una cuenta bancaria, un registro similar al de otras regiones en desarrollo Europa y Asia Central, pero muy por debajo a los países de la OCDE, donde el 95% de los ciudadanos está bancarizado.
“La clave está en la educación financiera”, dice Diana Mejía, experta en Inclusión Financiera en CAF -Banco de Desarrollo de América Latina.
“Aquellas personas que no solo tienen los conocimientos sobre la importancia del ahorro, sino las conductas relacionadas con tener una meta de ahorro y esforzarse por cumplirla, suelen ser las que ahorran más, independientemente de su condición socioeconómica”, sostiene Mejía.
La experta asegura que incluso cuando una persona es miembro de un grupo que está relativamente en desventaja, puede haber factores de compensación o estrategias que ofrezcan oportunidades para aumentar su bienestar financiero. Hacia una cultura del ahorro en la región
Hasta la fecha, la mayoría de políticas públicas encaminadas a fomentar el ahorro en América Latina se ha basado en el acceso, es decir, en que más personas tengan cuentas bancarias. El problema es, de nuevo, que no existe una cultura del ahorro demasiado extendida y que aproximadamente el 40% de los latinoamericanos sigue ahorrando de manera informal.
Por eso, parece que las políticas de acceso no son suficientes. Según un informe del BID, los principales limitantes del ahorro formal son la cobertura física limitada de las redes bancarias, la falta de confianza en los bancos y los altos cargos y comisiones de los servicios. Estos desincentivos hacen que el ahorro formal no sea tan atractivo. Ante esta situación, además de mejorar los niveles de bancarización, “para aumentar los niveles de ahorro en la región será necesario que la oferta de productos financieros se adecúe paulatinamente a las necesidades de los diferentes segmentos de la población”, dice Mejía.
Para sensibilizar acerca del ahorro formal y lograr que los latinoamericanos puedan aguantar más meses sin ingresos será necesario lograr que el ahorro formal sea atractivo. Quizás es poco realista pensar en que abrir cuentas de ahorro en la infancia (como hacen en algunos países centroeuropeos y escandinavos) se convierta en una práctica extendida en la región, pero lo que está claro es que los habitantes de América Latina necesitan ahorrar más para asegurar vidas más prósperas.
Y esto pasará por instituciones financieras que incentiven el ahorro a través de nuevos productos adaptados a las necesidades de los diferentes grupos poblacionales.
Robert Valls, ejecutivo principal de comunicación en CAF Visiones del Desarrollo es una sección promovida por CAF -Banco de Desarrollo de América Latina- que analiza los principales temas del desarrollo de la región. Los artículos que contiene se publican simultáneamente en los principales
Los planes de ahorro cada siete días son una ayuda para quienes apenas han decidido cumplir una meta económica. Pueden ser montos desde USD 1. Foto: Freepik.com