Etiqueta: local

  • Este local exhibe piezas con identidad precolombina

    Patricia González

    Relacionadas

    Al fondo de la galería Diablo Huma, del Hotel Patio Andaluz, ubicado en el Centro Histórico de Quito, lucen sobre una pared las diferentes piezas del taller Arte Precolombino Uku Pacha.

    Hay máscaras de personajes de las fiestas Raymi, del danzante del sol y otras reproducciones de piezas arqueológicas, de culturas con antigüedades de hasta 2 500 años.

    También hay espejos con diferentes simbologías: calendarios de sol y luna, los cuatro elementos de la naturaleza (agua, fuego, aire y tierra) y la cruz de los pueblos que se asentaron al norte (Carchi Pasto) y sur (incas) del país.

    En todas las piezas que se exhiben destaca el uso del color y la utilización de metales y piedras preciosas.

    Arte Precolombino Uku Pacha fue fundado en 2011 por Frans Yovani Galván, quien hoy lo administra, en sociedad con Bolívar Romero y Julia Jaramillo.

    El acercamiento de Frans con las culturas ancestrales del Ecuador se dio en los 10 años que trabajó como coordinador de proyectos en el Museo Etnohistórico de Artesanías del Ecuador Mindalae.

    Las ganas de emprender un negocio propio y el formar parte de un grupo de buscadores del conocimiento ancestral andino lo impulsaron a concretar el proyecto del taller, ubicado en Conocoto.

    La producción de las piezas parte de un diseño en arcilla roja, sobre el cual se trabaja el modelo. Luego las piezas se llevan al horno en reproducciones en serie. Posteriormente, pasan por la etapa del secado, que puede durar semanas, y finalmente, los acabados a mano y las pruebas de color.

    “Todo parte de una investigación y se les da un valor agregado a las piezas sin alterar su significado intrínseco”, comenta Bolívar, quien investigó por muchos años sobre la arquitectura ancestral y tradicional como arquitecto.

    El taller cuenta con 12 modelos de espejos, 22 de máscaras y alrededor de 30 objetos en cerámica, entre ellos piezas rituales como el tótem andino.

    Al mes producen cerca de 200 piezas, que son exhibidas para su venta en 15 galerías en Quito.

    En la galería Diablo Huma se exhiben los trabajos del taller desde 2014. Gabriela Caicedo, propietaria, dice que cuentan con una ubicación privilegiada porque son bastante apreciadas por los clientes. “A los turistas le gusta aprender de nuestra historia. Les fascina el simbolismo”.

    En esta apreciación coincide Paulina Cruz, propietaria de la Galería Terracota, ubicada en el sector La Ronda, del Centro. “Sus piezas tienen buena acogida porque a los extranjeros les llama la atención la cultura precolombina”, dice Cruz, quien agrega que además son productos de muy buena calidad.

    Romero reafirma que quienes más consumen sus piezas son los extranjeros. “El ecuatoriano no conoce o no valora la historia que hay detrás de cada uno de estos trabajos”, lamenta.
    Uku Pacha facturó en 2016 cerca de USD 1 600 al mes. Sus socios señalan que fue un año bajo. Este año no han crecido en facturación y con el fin de recuperarse, los emprendedores prevén desarrollar objetos de adorno: platos de porcelana, jarros y otros. También, les gustaría llevar sus piezas a otras zonas turísticas del país, como Cuenca y Baños de Agua Santa.

    Frans Yovani Galván es el fundador del taller Arte Precolombino Uku Pacha. Foto: Vicente Costales / LÍDERES
    Frans Yovani Galván es el fundador del taller Arte Precolombino Uku Pacha. Foto: Vicente Costales / LÍDERES
  • La plataforma digital que impulsa al turismo local

    Redacción Quito

    Relacionadas

    Las plataformas digitales de turismo pululan por estos días, pero solo las más innovadoras sobreviven y pueden convertirse en proyectos consolidados.

    Este es el caso de GoRaymi, una ‘start up’ ecuatoriana que ha sido galardonada en varios concursos de emprendimientos a escala mundial. Por ejemplo, en julio del año pasado, quedó entre las 10 primeras del Watch the Idea Stage Tech-I Finalist Pitches at GES, dentro del proceso de incubación dirigido por el GIST de la Universidad de Stanford (EE.UU.).

    En diciembre del año pasado, OpenFuture -la aceleradora de ‘start ups’ de Telefónica- lanzó su reto mundial de emprendimiento denominado I TOF Global Race. El jurado del certamen seleccionó a GoRaymi, como ganadora.

    El éxito de GoRaymi, a decir de Diego López Olivares, CEO del emprendimiento, se basa en dos aspectos: predicción y construcción de contenido. Estos dos elementos son pieza clave para el éxito de Netflix en la actualidad, dice López, luego de haber estado en un proceso de incubación de Silicon Valley, gracias al contacto hecho en Stanford.

    “Si la inteligencia artificial de Netflix no me sugiriera qué películas quiero ver no sabría qué escoger entre sus 40 000 títulos y saldría de la página”, dice López.

    Estos mismos principios los aplicó en su sitio web: www.goraymi.com para enganchar a los visitantes de su página y así generar un alto tráfico de visitas.

    Otra de las cosas que le aconsejaron en Silicon Valley es que no es necesario apostar por una aplicación. “El estadounidense descarga dos ‘apps’ al año”, asegura el emprendedor y por esta razón buscó potenciar su sitio web.

    El origen de GoRaymi se remonta al 2015. En ese año, los hermanos Carla y Sebastián López crearon la idea inicial. Sus tíos Diego y Soledad López Olivares se sumaron al proyecto y comenzaron a hacerlo realidad.

    A partir de ese año iniciaron las pruebas del sitio web y buscaron diferentes opciones para hacerlo más eficiente y generar tráfico. Luego de participar en concursos y tras varias capacitaciones GoRaymi fue lanzada a la web en su versión final a inicios de este año. Desde el 2015 hasta la fecha la ‘start up’ ha invertido USD 100 000 en el desarrollo del sitio.

    Su modelo de negocio se basa en tres puntales: venta de servicios de restaurantes, hoteles y demás oferta turística a través de la página web; creación de micro sitios para parroquias y ciudades que busquen estar en GoRaymi.com;y crear sitios web completos para organizaciones.

    El emprendimiento también busca enfocarse en pequeños negocios turísticos, como hostales, ‘huecas’ de comida o pequeñas parroquias que tienen potencial turístico pero poco presupuesto.

    Uno de los primeros clientes de la plataforma es el Municipio de Riobamba. Balvanera Cruz, directora de Turismo de la entidad pública, comenta que desde el mes pasado Riobamba cuenta con un micrositio en GoRaymi. Para ello se invirtieron USD 5 200.

    En poco tiempo, dice Cruz, ya han visto resultados, gracias a que el sitio web les permite programar eventos y dar a conocer emprendimientos comunitarios.

    El Gobierno Provincial de Pichincha trabaja actualmente para estar presente en GoRaymi. Oswaldo Morocho, director de Comunicación del GAD, asegura que estar presente en este sitio les permitirá tener una mayor promoción y difusión de sus eventos.

    Soledad y Diego López Olivares están al frente del sitio que se especializa en turismo. La plataforma fue ideada en el 2015 por sus sobrinos Carla y Sebastián López. Fotos: Vicente Costales / LÍDERES
    Soledad y Diego López Olivares están al frente del sitio que se especializa en turismo. La plataforma fue ideada en el 2015 por sus sobrinos Carla y Sebastián López. Fotos: Vicente Costales / LÍDERES
  • Cartier cierra su local de Palm Beach

    Agencia EFE

    Relacionadas

    Palm Beach, la localidad del sur de Florida que atrae desde hace décadas a millonarios y famosos y es visitada con frecuencia por el presidente Donald Trump, perdió uno de los símbolos de su exitosa relación con el dinero y el poder.

    La joyería de lujo y relojería Cartier, que abrió sus puertas en 1924 para atender a los residentes y visitantes de Palm Beach en aquellos “años locos” de entreguerras, las cierra hoy “de manera permanente”, como reza un aviso en la web de la marca francesa.

    El local del número 214 de la cotizada avenida Worth, que mantiene el estilo de los años 20 pese a los años transcurridos, se quedará vacío hasta que una nueva marca de lujo tome su lugar en un área comercial donde se unen la “sofisticación europea” y una “inimitable gracia y estilo”, según sus mensajes publicitarios.

    Cartier no ha dado explicaciones del cierre, que sucede paradójicamente cuando el nombre de esta localidad a 105 kilómetros al norte de Miami suena en medios internacionales por las visitas de Donald Trump a su club Mar-a-Lago y algunos ven en ello la posibilidad de captar nuevos turistas para la zona.

    De cualquier manera, el cierre de locales en centros comerciales está a la orden del día debido a los cambios en la manera de comprar de los estadounidenses.

    La implantación del comercio electrónico está dejando sin clientes a los centros comerciales y comercios tradicionales y son muchas las cadenas de ropa y grandes almacenes que están cerrando locales, como Macys, JCPenney y Sears.

    Hasta un marca tan exclusiva como Cartier, que en su larga historia -fue fundada en 1847- ha tenido clientes tan famosas como Wallys Simpson, Liz Taylor, Gracia de Mónaco y Kate Middleton, brinda hoy en día a sus clientes la posibilidad de comprar sus productos a través de la página web.

    Comprar desde casa, la oficina o el automóvil está en las antípodas de la atención personalizada y el ambiente elegante y sofisticado de tiendas como la de Cartier en Palm Beach.

    El joyero Pierre Cartier abrió el primer establecimiento de la marca en Estados Unidos en la Quinta Avenida de Nueva York en 1909.

    En 1924 inauguró un segundo local en Palm Beach cuando esta localidad situada en una isla unida al continente por varios puentes y fundada a fines del siglo XIX por el industrial Henry Flagler, se consolidaba como el lugar más elegante para escapar del frío invernal del norte de Estados Unidos. Ese mismo año de 1924 empezó la construcción de Mar-a-Lago, la propiedad que desde 1985 pertenece a Donald Trump, hoy presidente de Estados Unidos.

    El local del número 214 de la cotizada avenida Worth, que mantiene el estilo de los años 20. La empresa no ha dado todavía una explicación sobre la decisión de cerrarlo. Fotos: Cartier
    El local del número 214 de la cotizada avenida Worth, que mantiene el estilo de los años 20. La empresa no ha dado todavía una explicación sobre la decisión de cerrarlo. Fotos: Cartier
  • El chocolate y el café local dan identidad a sus tiendas

    Redacción Quito

    Relacionadas

    Jorge Guacanés soñaba desde niño con tener una casa de chocolate. Ese anhelo de la infancia, comenta, venía a su cabeza como cuando Homero Simpson alucinaba con la tierra del chocolate: todo lo que está a su alrededor es comestible, desde las paredes hasta conejos que saltan.

    Hace siete años, pudo hacer realidad en algo ese sueño que coincidió con el inicio del ‘boom’ del chocolate fino ecuatoriano.

    En ese entonces, Guacanés se convirtió en papá y necesitaba mayores ingresos para cubrir la nueva etapa de su vida. Dejó su trabajo en una tienda de artesanías y montó su chocolatería, sin mayor noción del mundo al que se metía. Su experiencia en ventas y trato con turistas fueron su punto de partida.

    Para iniciar invirtió USD 6 000 que los financió con su tarjeta de crédito. Ese dinero le sirvió para comprar mercadería, maquinaria como neveras -para los postres- y rentar un local en el sector de La Mariscal (centro-norte de Quito). Así, en el 2010, abrió sus puertas Cacao&Cacao.

    Uno de sus primeros proveedores, cuenta Guacanés, fue Pacari. Habló con Santiago Peralta y recuerda que en su encuentro le dijo algo así como: “toma mis tabletas y anda endulza el mundo”.

    Algo más de un año después de la apertura de su primer local abrió un segundo local en la misma zona de la ciudad.

    Guacanés se metió en el mundo del chocolate y fue sumando proveedores que comenzaban a producir chocolate ecuatoriano con identidad. También, incorporó otros ítems elaborados con cacao, como cervezas y postres.

    Además, en la nueva tienda agregó el servicio de cafetería y desde ese entonces incursiona en ese segmento. Cacao&Cacao también comenzó a ofertar café de diferentes puntos geográficos del país, como Loja, Nanegalito, entre otros lugares.

    Para abrir este local invirtió cerca de USD 8 000, que los consiguió con un crédito del Ministerio de Turismo más las ganancias que le dejaba la primera tienda. Este local se convirtió en el principal de la cadena de Cacao&Cacao.

    Ahora, la pequeña cadena se especializa en café y chocolate de productores nacionales. También, ofrece otros productos locales, como licor de maracuyá, por poner un ejemplo.
    El año pasado abrió otro local que se dedica solo a la venta de los productos, al frente del Mercado Artesanal de La Mariscal.

    Asimismo, el año pasado la cadena abrió su primera franquicia ubicada en el Centro Comercial Unicornio. Este es un proyecto piloto con el que crearon su manual de franquicia para la marca y buscará expandirse en el futuro.

    Ahora, Cacao&Cacao busca difundir la cultura del café en el país. Por ello, organiza un evento para entregar la certificación Barista Skills Foundation y Barista Intermediate, que se desarrollará esta semana, entre el 2 y 4 de mayo.

    Dolores Moreno es clienta de Cacao&Cacao desde hace un año. Ella trabaja cerca de La Mariscal y acude todos los días, con compañeros de la oficina, en búsqueda de café. Moreno destaca la variedad, el sabor y los aromas de los productos que se ofertan.

    La Leyenda del Chocolate es un negocio quiteño que provee diversos ítems a la cadena. Doménica Mero, encargada de ventas, asegura que cada mes le venden a Cacao&Cacao unas cuatro cajas de chocolate en pasta para diversas preparaciones y también otro chocolate para bebidas.

    Además de estos productos, la Leyenda del Chocolate entrega pequeñas barras. Mero destaca la cadena que se ha convertido en un sitio especializado.

    Jorge Guacanés, el fundador de la cadena, en su local más grande que cuenta con cafetería, que está ubicado en la Juan León Mera y Ramón Roca, en el sector de La Mariscal. Foto: Julio Estrella / LÍDERES
    Jorge Guacanés, el fundador de la cadena, en su local más grande que cuenta con cafetería, que está ubicado en la Juan León Mera y Ramón Roca, en el sector de La Mariscal. Foto: Julio Estrella / LÍDERES
  • Una vitrina para el producto local

    Redacción Quito

    Relacionadas

    Una pareja de esposos y una amiga se convirtieron en la combinación perfecta para levantar un negocio. El nombre de este emprendimiento es Ashanka y aglutina cerca de 23 productos elaborados con manos de personas ecuatorianas.

    Los nombres de estos emprendedores son Rocío Castro (amiga), Johana Calderón y Edwin Carpio (esposos).

    El emprendimiento nació como una tienda en línea para ayudar a las pymes a que comercialicen sus productos de forma justa. Su objetivo es que los productores de Quito entreguen sus productos a las diferentes localidades de Ecuador y, si es posible, exportar los productos al exterior.

    Ashanka, que significa canasta en quichua, tiene varias temáticas como los productos orgánicos como el café, la panela con jengibre; se suman los collares con piedras típicas de la serranía, las flores eternizadas, los peluches de animales típicos de las regiones del país y más. En total hay una variedad de 300 productos. “Nuestros productos tienen algo de diferente”, señala Calderón.

    Una de las características esenciales de este emprendimiento es su capacidad de entrega inmediata del producto. Al ser una tienda en línea, los emprendedores y amigos pueden enviar el producto el mismo día del pedido o demorarse hasta dos días. “Tenemos un tiempo cortito de entrega, por lo que es bueno para nuestros clientes”, sostiene Carpio.

    El hombre asegura que las tiendas en líneas son un espacio de compra seguro, por lo que hay varias alternativas para hacerlo como transferencias bancarias, una plataforma digital, que garantiza la seguridad del comprador. En estos días trabajan en ventas con tarjeta de crédito, que es otra forma segura de venta.

    Uno de los productos más demandados en febrero pasado fueron los peluches típicos de las regiones del país, que es de la marca Muyo. Estos fueron los más demandados, explican los amigos, que decidieron abrir un ‘showroom’ en la parroquia de Conocoto, entre las calles Gribaldo Miño e Ilaló.

    “El local se abrió por mayor seguridad para sus clientes y para que tengan la oportunidad de palpar los productos ecuatorianos”, señala Castro.

    Otros productos demandados son los juguetes de madera, que son elaborados de forma artesanal y el café.

    El negocio se levantó con el esfuerzo de estos tres emprendedores, que reunieron USD 30 000 para organizarse y lanzar la plataforma digital y, ahora, la tienda.

    Su trabajo lleva más de un año en pie y le apostaron con el objetivo de que el ‘e-commerce’ se afiance en el país.

    En esta tienda virtual y presencial se puede encontrar productos alimenticios como duraznos artesanales a USD 2,50 comida o mochilas para bebé a 100.

    Actualmente el negocio facturan unos USD 2 500 mensuales, que significa que venden cerca de 60 o 70 productos nacionales.

    Los productos de calidad son otro de sus fuertes en el emprendimiento, que apuesta por lo nacional o lo ecuatoriano.

    Andrés Salinas es un joven que vive en el valle de Los Chillos y es un amante de los productos típicos del país. “Es una forma de apoyar a los productores, que con esfuerzo levantan sus negocios”.

    Para él, además, es importante que haya espacios para comprar en línea, por lo que dice que este tipo de emprendimientos van ganando terreno en la ciudad y en el país.

    Edwin Carpio, Rocío Castro y Johana Calderón levantaron la tienda en línea Ashanka, que significa canasta en quichua. Foto: Valeria Heredia / LÍDERES
    Edwin Carpio, Rocío Castro y Johana Calderón levantaron la tienda en línea Ashanka, que significa canasta en quichua. Foto: Valeria Heredia / LÍDERES
  • Lo ancestral se combina con lo contemporáneo en este local

    Redacción Quito

    Warmi es una palabra que para los hermanos Vanessa y Luis Herrera y su madre Edy Mariana Revelo, no se limita a la traducción literal del quichua en ‘mujer’ sino que acogen su sentido completo sobre el cuidado y bienestar.

    Con ese concepto y la idea de impulsar el consumo de comida saludable, donde se mezclen los alimentos ancestrales con lo contemporáneo, nacieron los productos y la Casa Warmi.
    Este espacio, ubicado desde hace siete meses en el sector de La Floresta, nació en el 2010, en la bajada a Guápulo.

    Vanessa, gerenta y una de las propietarias del negocio, cuenta que la idea de crear Casa Warmi fue de su madre, abogada que estuvo siempre involucrada con grupos de mujeres, que un día decidió dejar las leyes y volcarse a preparar alimentos.

    Los primeros productos que elaboraron fueron panes, pero al ser perecibles, decidieron cambiar a la línea de mermeladas y conservas. Con estos alimentos en mano abrieron la tienda de Guápulo, donde además pusieron el restaurante. “Quisimos rescatar los alimentos que ya no se comen”.

    Pedro Donoso es uno de los clientes. Él comenta que va a la Casa Warmi desde hace más de un año y le encanta el lugar, la comida y sobre todo el concepto de ser un emprendimiento alternativo. “Pocos lugares logran incursionar en alimentos ancestrales y un toque contemporáneo como lo ha hecho el Warmi”.

    Luis Herrera, encargado de la imagen de Warmi, explica que el menú del restaurante cambia cada dos meses, y en él se encuentran por ejemplo alimentos como mashua, ocas, quinua, chocho, variedades de papas nativas, etc., con opciones también para comensales vegetarianos.

    Del lado de las conservas hay una oferta de 92 productos, entre mermeladas, ajíes, salsas, aderezos, sales marinas y condimentos naturales. Los productos de más salida son las flores y el picante de albahaca, la pasta de chochos, tomates verdes fritos, entre otros.
    Las ventas mensuales del restaurante son de alrededor de USD 18 000 y unos USD 3 000 en conservas. La producción mensual de las conservas es de unas 480 unidades al mes.
    La inversión inicial para empezar con el negocio fue de entre USD 40 000 y 60 000, incluyendo la venta de las viviendas de madre e hija. Para el local actual se invirtieron otros USD 30 000
    más o menos.
    Sin embargo una característica de la Casa Warmi, que permitió bajar sus costos es que el mobiliario fue hecho por completo por Luis. Él comenta que buscó reutilizar todo el material posible para que el restaurante sea además amigable con el medioambiente.
    En esa línea, para evitar el uso de calefactores a gas o eléctricos, mandaron a hacer ponchos para que los clientes los utilicen si hace frío y sientan que están cuidados.
    El restaurante además es ‘pet friendly’ y ofrece un 14% de descuento si se llega en bicicleta.

    En la Casa Warmi, el chef Nelson Hernández y los hermanos Vanessa y Luis Herrera promueven el consumo de alimentos ancestrales. Foto: Adriana Bucheli / LÍDERES
    En la Casa Warmi, el chef Nelson Hernández y los hermanos Vanessa y Luis Herrera promueven el consumo de alimentos ancestrales. Foto: Adriana Bucheli / LÍDERES
  • The Barber Club abrió un local en Quito hace cerca de un año

    Ana C. Alvarado (I) 
    redaccion@revistalideres.ec

    Relacionadas

    Los ‘hipsters’ ya pasaron de moda, pero la barba se quedó. Este estilo representa la masculinidad más rústica e incluso hace referencia al estereotipo del leñador: un hombre fuerte, de campo, que aparentemente no se preocupa por su imagen.

    La realidad es totalmente opuesta. La rutina de cuidado de la barba a diario se puede extender hasta por una hora.

    Así lo da a conocer Alberto Palacios, médico pediatra, que mantiene su barba desde hace 25 años. Palacios creó la marca Sin Barba No Hay Paraíso como una respuesta a su necesidad.
    “Al no haber productos en nuestro medio que se encuentren fácilmente, nació la idea de crear productos para el uso personal. Después nació la idea de ir mejorando las fórmulas para lanzar el emprendimiento”, dice.

    Primero ideó un aceite y una cera para estilizar la barba y el bigote. Después creó el jabón especial para cuidar la piel bajo la barba y estimular el crecimiento de una barba abundante y saludable.

    La base de los productos son los aceites esenciales, que dan aroma y cumplen con funciones específicas. El de romero, por ejemplo, estimula la circulación y por lo tanto el crecimiento.
    Palacios elabora sus fórmulas libres de ingredientes sintéticos. Es así que incluso para preservar recurre a la naturaleza. Utiliza vitamina E, un antioxidante que alarga la vida de los productos de Sin Barba No Hay Paraíso.

    Pero mantener este estilo no se queda solo en casa. Acudir a la barbería para un perfilado mensual, para asesoría y para de paso cortarse el cabello es una rutina que se está retomando.

    Jaime Cevallos abrió The Barber Club Quito hace cerca de un año, con el fin de crear un espacio exclusivo para las necesidades de los hombres.

    Trabaja con un equipo especializado en barbería, busca brindar más que un servicio, una experiencia y complementa con la venta de productos de cuidado personal para hombres.
    Al cliente que llega a The Barber Club Quito, ubicado en la Gaspar de Villarroel y Eloy Alfaro, primero se le ofrece una bebida. Entre los principales servicios están el corte y el afeitado y el arreglo de las uñas de las manos y de los pies.

    Este negocio también lanzó tarjetas de membrecías y tarjetas de regalos. Todo por una barba.

    The Barber Club abrió un local en Quito hace cerca de un año. Foto: Paúl Rivas / LÍDERES
    The Barber Club abrió un local en Quito hace cerca de un año. Foto: Paúl Rivas / LÍDERES
  • Un local y un ‘food truck’ son sus canales

    Relacionadas

    Hamburguesas con diferentes sabores, alitas bbq, costillas y papas fritas son parte de la oferta de Chios Grilled Burguer, un negocio que saltó del local tradicional a la oferta variada a través de tres canales de venta.

    Este negocio familiar nació de la mano de Rocío González y Daniel Chamorro. Primero funcionó en un local en la av. Tufiño y luego pasó a otro en la av. Real Audiencia en los que la oferta, a diferencia de ahora, era demasiado amplia.

    “Había humitas, sánduches, pinchos, etc. Poco a poco se fue reduciendo la oferta gastronómica y se quedaron con hamburguesas, papas, alitas y costillas”, explica Johanna Narváez, otra de las socias de este emprendimiento.

    Ella llegó al negocio cuando Rocío, creadora de la idea, decidió cerrarlo. En ese momento Daniel y Johanna, que son novios, le convencieron de mantenerlo y darle un giro a toda la operación.

    Levantaron la marca y se enfocaron cada vez más en mejorar sus productos estrella. Asimismo, se cambiaron a otro local en la Real Audiencia con una imagen novedosa: madera, plantas, colores llamativos, mesas exteriores.

    Cuando el negocio empezó, la facturación diaria de lunes a viernes era de USD 100 y el fin de semana de 200. Pero, con las mejoras consiguieron pasar hasta USD 800 de lunes a viernes, mientras que en fines de semana oscila entre 1 000 y 1 500.

    “Dejó de ser un negocio estrictamente familiar y se convirtió en otro con una proyección empresarial. Se tiene un control estricto sobre la nómina y proveedores, selección de personal mejorada, un mismo diseño en locales, etc.”.

    Con esto último se refiere a que hace seis meses pusieron en operación un ‘food truck’ que, principalmente, se ubica en la calle Whymper, en el norte de Quito. La oferta es la misma que en el local, excepto las costillas.

    Para esto invirtieron alrededor de USD 45 000, según explica Narváez. Allí venden a diario de lunes a jueves entre USD 200 y 300, mientras que en los fines de semana la cifra llega hasta 600. Narváez cree que estas ventas deben levantarse, aunque entiende que la situación económica actual ha impactado a los negocios.

    El ‘food truck’ les ha permitido darse a conocer más fácilmente en la ciudad e ir captando cada vez más clientes.

    Con el camión acuden, además, a diferentes eventos de más 50 personas. Uno de los últimos fue en Riobamba, en donde, según Narváez, tuvieron una amplia demanda.

    Chios es un negocio que busca que sus clientes sean fieles a la marca. “Siempre tratamos de afianzar a los que van por primera vez para que vuelvan al local o puedan visitarnos en otros”.

    Fernando Enríquez es uno de los clientes frecuentes de este negocio. “Cada sábado que les invito a mi esposa y a mis hijos a comer hamburguesas venimos acá. Lo que más me gusta es que son jugosas y que tienen diferentes sabores como la tex mex. También hay combos y alitas”, indica este empleado privado quien es cliente del negocio desde el 2011.

    Él está expectante por conocer el nuevo local que abrieron hace dos meses en La Mariscal. Allí González franquició la marca a un sobrino.

    Narváez detalla, sin embargo, que ahora la dueña original no quiere franquiciar el negocio a personas que no sean de la familia. Los trabajadores también incluyen a familiares como Viviana González, en el local de La Foch,

    El sitio en el que se instaló el local era un área desolada, pero ahora cobró nueva vida y lo que llama la atención son la decoración con madera, luces, color, etc. “En este sitio hay afluencia de gente que viene y se va. Aunque comienzan a tener clientes que se quedan”.

    Chios tiene un nuevo proyecto. Instalará una caseta en La Rambla, jardín gastronómico.

    Johanna Narváez es una de las tres socias de Chios, un negocio que oferta hamburguesas, papas, alitas y costillas, así como bebidas. Foto: Patricio Terán / LÍDERES
    Johanna Narváez es una de las tres socias de Chios, un negocio que oferta hamburguesas, papas, alitas y costillas, así como bebidas. Foto: Patricio Terán / LÍDERES

    Redacción Líderes

  • Attenza Dutty Free inauguró un nuevo local en el aeropuerto de Quito

    Pedro Maldonado

    (I)

    Relacionadas

    Un nuevo local de 267,85 metros cuadrados de Attenza Dutty Free se inauguró el lunes 14 de marzo del 2016, en el aeropuerto internacional Mariscal Sucre. La tienda fue reubicada y desde ahora se encuentra localizada en el arribo internacional de pasajeros, luego de los controles de migración.

    La inversión en este nuevo local de Attenza fue de alrededor de USD 300 000, según detalló Aurelio Barría, vicepresidente ejecutivo de Motta, la firma que maneja Attenza Dutty Free. El ejecutivo destacó que toda inversión en infraestructura es significativa, porque mejora la imagen del aeropuerto y eleva el nivel de confort de los pasajeros.

    Este nuevo local de la cadena ofrece a los pasajeros que arriban a la ciudad licores, dispositivos electrónicos, perfumes, juguetes, ropa, entre otros productos, con precios de dutty free, es decir sin impuestos. Además, 22 personas trabajan en este nuevo espacio; en total,

    Attenza Dutty Free ocupa a cerca de 150 personas en sus distintos locales en el aeropuerto de Tababela.

    Para Carlos Criado, director de desarrollo de Negocios de Quiport, la administradora del aeropuerto, la reubicación de la tienda es parte de un proyecto de mejoras de la terminal
    Aérea en el arribo internacional. “El objetivo es brindar mayor experiencia a los pasajeros y mayor espacio para las filas de migración”.

    El nuevo local tiene 267,85 metros cuadrados. La oferta incluye licores, dispositivos electrónicos, perfumes, accesorios, etc. Foto: Vicente Costales / LÍDERES
    El nuevo local tiene 267,85 metros cuadrados. La oferta incluye licores, dispositivos electrónicos, perfumes, accesorios, etc. Foto: Vicente Costales / LÍDERES
  • El producto local compite entre salvaguardias e importaciones

    Carolina Enríquez y
    Evelyn tapia  (I)
    redaccion@revistalideres.ec

    Relacionadas

    Diferentes reacciones ha generado en el sector productivo ecuatoriano, la aplicación de la salvaguardia por balanza de pagos. El 11 de marzo del 2015 entró en vigencia este mecanismo que fija una sobretasa entre el 5 y 45% para 2 960 partidas arancelarias. La medida se aplicó para mantener los dólares en la economía del país, impactada por la apreciación de la moneda y la caída de los precios del petróleo.

    El Régimen fijó por 15 meses el instrumento. Se trata de un arancel adicional para el 32% de las compras del país, con lo que se busca reducir USD 2 200 millones de importaciones.
    Según el presidente Rafael Correa la medida ha dado los resultados previstos.

    Las cifras del Banco Central revelan una reducción general del 19,7% entre enero y octubre del 2015 frente al mismo período del 2014. El principal rubro de caída, sin embargo, es el de los combustibles y lubricantes. En este caso, la cifra es producto de la baja del precio del crudo.

    A inicios de diciembre el ministro de Comercio Exterior, Diego Aulestia, indicó al Semanario LÍDERES que hasta el 15 de noviembre pasado la disminución de las importaciones de productos con salvaguardias fue del 31% comparado con igual período del 2014. Y las importaciones sin salvaguardias cayeron 12%.

    Con la aplicación de la medida se ‘generó una oportunidad’ para el producto local. Empresas nacionales, preparadas o no para el caso, encontraron la opción de colocar sus productos en las perchas de diferentes negocios en reemplazo de aquellos provenientes del exterior. Estos últimos, con costos mucho más elevados debido al recargo arancelario.

    La aplicación de una salvaguardia implica un impacto en los gastos que debe hacer un importador para nacionalizar un producto, debido a que significa un arancel sobre otro. Por ejemplo, si un artículo tenía 30% de arancel y sobre este se fija una sobretasa del 45%, el recargo real para el producto importado llega al 75%.

    Para ciertos productores esto fue positivo. Alfredo Martínez, propietario de la fabricante de alimentos Incremar, señala que la aplicación de la medida ha sido una gran oportunidad. “Este año (el 2015) la producción de la empresa se incrementó en un 10% (…); hemos resultado beneficiados con la salvaguardia. Teníamos en agenda desarrollar algunos productos, pero con la medida encontramos mucho más impulso para el caso”.

    Entre los artículos que ayudaron a sustituir se encuentra el puré de papa, la leche de soya, etc. Sin la medida, dice, se les hubiera dificultado mucho poner en marcha proyectos.
    En el 2014, también se buscó impulsar la producción con convenios de sustitución de importaciones o fabricación nacional entre el Régimen y empresas locales e internacionales.
    Este proceso se dio a partir de la aplicación de la Resolución 116 del Comité de Comercio Exterior (Comex) sobre control de importaciones, de noviembre del 2013.

    Desde esa fecha hasta noviembre del 2014 se firmaron 905 acuerdos con 12 sectores productivos entre los que están el alimenticio, cerámico, eléctrico, de plástico, cosméticos, entre otros.

    Pero, desde otros sectores el balance es diferente. Luego de casi 10 meses de aplicación del mecanismo Francisco Alarcón, presidente de la Cámara de Industrias de Guayaquil, considera que la medida está lejos de dejar un saldo que beneficie a los productores nacionales.

    “Las salvaguardias trajeron consigo una disminución en la actividad económica, menos empleo y eso representa menos demanda para los productos industriales del país.No se puede hablar de ganadores, porque querían restringir las importaciones con las consecuencias en el movimiento económico que todos conocemos”.

    Añade que el país no necesita mecanismos de restricción de importaciones, sino volverse más competitivo. “Necesitamos adaptabilidad laboral a las necesidades de producción de las compañías, necesitamos ganar mercado. Es indispensable el acceso al mercado de EE.UU. que es el principal, vemos que no hay prioridad para lograr algo allá”.

    Cristhian Wahli, presidente de la Asociación de Fabricantes de Alimentos, explica que la industria de alimentos nacional no pudo beneficiarse del menor ingreso de productos importados, debido a que fue una medida temporal que no alentaba a hacer inversiones de largo plazo, para incrementar la fabricación de diferentes productos en el Ecuador.

    El productor nacional busca ganar más espacio en el mercado

    Incremar es una empresa ubicada en Quito que se encarga de producir alimentos. Con la aplicación de salvaguardias mejoró su demanda en el mercado. Foto: Alfredo Lagla / LÍDERES
    Incremar es una empresa ubicada en Quito que se encarga de producir alimentos. Con la aplicación de salvaguardias mejoró su demanda en el mercado. Foto: Alfredo Lagla / LÍDERES

    ​La producción de chocolate de la empresa ecuatoriana Chocolateca, en Quito, alcanza unas 12 toneladas al año. Miguel de la Torre, gerente general de este negocio, cuenta que el 2015 le trajo a este negocio la oportunidad de ampliar su línea de productos, para vender en cadenas de supermercados como Supermaxi y Fybeca.

    “De cierta forma, las salvaguardias nos beneficiaron, porque los productos importados se volvieron más caros. Nosotros, por ejemplo, tuvimos un crecimiento de 50% de nuestras ventas a supermercados”, comenta de la Torre. Durante el 2015, esta firma de venta de chocolates, confites y bombones, sacó al mercado cinco nuevas líneas de productos e invirtió USD 350 000 en el mejoramiento de la planta y maquinaria.

    Aunque el plan de crecimiento de esta empresa no estaba anclado a esta medida adoptada de manera temporal por el Gobierno, el empresario señala que las sobretasas los impulsaron. “Que se retiren las salvaguardias no creo que nos afecte, porque hemos logrado consolidarnos como marca, por la calidad”, dice.

    Alfredo Martínez, representante de alimentos Incremar, cuenta que también en esta empresa implementaron nuevas líneas en el 2015, luego de la aplicación de las salvaguardias.
    “Con la medida le pusimos más énfasis al desarrollo de los productos y considero que fue más fácil su introducción en el mercado. Dentro de nuestro plan de crecimiento, esperamos crecer 15% este año con relación al anterior”, señala Martínez.

    A pesar de que el 2016 se proyecta un año difícil para la economía, este empresario es optimista y aspira incluso aumentar su personal para cumplir con su meta de crecimiento.
    “El año pasado incrementamos en 25% el personal con relación al 2014. Los empleados irán creciendo conforme la demanda y producción de trabajo. Ahora tenemos 81 empleados”, dice Martínez.

    De las 2 960 subpartidas con sobretasa, alrededor de 461 corresponden a alimentos. Es así que analistas consultados por LÍDERES creen que este es uno de los sectores en los que más oportunidades se generaron.

    Sin embargo, Cristhian Wahli, presidente de la Asociación de Fabricantes de Alimentos, explica que para que la industria de alimentos local sea más competitiva frente al producto extranjero necesita enfocar su inversión en dos temas clave: tecnología y mano de obra.
    “Nos queda invertir más en tecnología.

    Estamos con tecnología de primera generación, cuando ya deberíamos ir por lo menos a la de segunda generación. Hay mucho aparato productivo de segunda mano y hay poca tecnología nueva en la industria”, señala el dirigente.

    Él considera que además es necesario capacitar mejor a la fuerza laboral. “Queremos que se implemente una formación profesional adecuada, que sea dual, en la que el joven aprenda trabajando”.

    Además del sector de los alimentos, ciertos productos tecnológicos también sacaron ventaja de la restricción de importaciones. En la rama tecnológica, la Cámara de Comercio de Guayaquil identificó al menos unas 50 subpartidas con sobretasa de entre 5 y 45%.

    Con la aplicación de salvaguardias de 45% a los televisores, las importaciones de este producto tecnológico cayeron de USD 137,3 millones, de enero a septiembre del 2014 a 41,9 millones en igual período del 2015.

    Antonio Haz, gerente de la ensambladora de televisores Audioelec, en Guayaquil, señala que aunque las partes y piezas importadas para ensamblar televisores también tienen salvaguardias, el porcentaje es menor al que paga el producto completo, lo que hace más competitivo al producto armado en el Ecuador.

    En esta planta de producción se ensamblan 500 televisores en un día. Sin embargo, la producción todavía podría duplicarse. “Comenzamos a ensamblar en el 2009. Al invertir en tecnología y calidad, di la confianza de que más marcas vengan y ahora hago el 60% de las marcas en el país.

    Fue una estrategia de ganar menos, con más calidad y hacer más volumen”, señala Haz. Su planificación para el 2016, añade, es comenzar a ensamblar aires acondicionados, con una inversión prevista de USD 3 millones.

    Los supermercados dan más espacio para el artículo nacional

    En las perchas de Corporación Favorita existen espacios en donde se promocionan los productos ecuatorianos, principalmente elaborados por las pymes.  Foto: Diego Pallero / LÍDERES
    En las perchas de Corporación Favorita existen espacios en donde se promocionan los productos ecuatorianos, principalmente elaborados por las pymes. Foto: Diego Pallero / LÍDERES

    Las oportunidades para la industria local también sintieron un empuje durante el 2015, con la implementación del Manual de Buenas Prácticas para Supermercados, elaborado por la Superintendencia de Control de Poder del Mercado (SCPM), que entró en vigencia en noviembre del 2014.

    En este documento se estableció que los supermercados no pueden otorgarle a un solo producto una góndola o estantería, sino que por lo menos debe existir un 15% de productos similares o competidores; que todo los pedidos deben regirse a un contrato de provisión o que están prohibidas las devoluciones injustificadas de mercadería.

    Según datos de la SCPM, durante el primer año de vigencia del documento, se realizaron 25 talleres de capacitación sobre el manual, 18 eventos en donde se realizaron 36 rondas de negocios en las que participaron productores pequeños, medianos y de la Economía Popular y Solidaria.

    A pesar de que este documento fue reemplazado en septiembre por las “Normas Regulatorias para las cadenas de supermercados y sus proveedores”, aprobado por la Junta de Regulación de la Ley Orgánica de Regulación y Control del Poder de Mercado, las disposiciones del nuevo documento son básicamente las mismas.

    Pero además de estas iniciativas del organismo de control, desde el sector privado también se registraron esfuerzos para dar más espacio al producto ecuatoriano.

    Corporación Favorita (Supermaxi, Megamaxi, Juguetón…), por ejemplo, promovió durante el 2015 en más de 30 ferias o ruedas de negocios ‘Ecuador compra Ecuador’, en la búsqueda de nuevos proveedores, atendiendo a unos 730 oferentes con productos principalmente del sector de alimentos y bebidas, artesanías, ropa, calzado, productos para el hogar y productos de aseo y limpieza.

    Uno de los voceros de esta cadena resalta que el ingreso de nuevos proveedores y productos a las cadenas de comercialización ha sido un proceso que no responde solo a la puesta en vigencia de un Manual para regular la relación comercial con sus proveedores o a la restricción importaciones con mecanismos como cupos o salvaguardias.

    “La producción, industrialización y comercialización de productos es un proceso que toma su tiempo. En el caso de los alimentos procesados, estos deben cumplir con obtener un Registro Sanitario, presentar las pruebas de estabilidad, cumplir con la normativa de rotulado gráfico, ser competitivo, etc.”, indica.

    Con él concuerda Jaime Santillán, cofundador de Wipalasnacks. Este emprendedor guayaquileño explica que su empresa, que produce barras energéticas hace dos años, pudo ingresar a las perchas de supermercados recién hace un mes , debido a que el proceso de obtención de Registro Sanitario tomó más de un año. “El trámite para obtener este registro fue muy engorroso, pero por fin lo tenemos y nuestra primera venta fue de 2 000 cajas, esperamos continuar con más pedidos”, comenta.

    Actualmente, la capacidad de producción de su emprendimiento es de 2 500 unidades al mes, cuenta Santillán, pero añade que esta se incrementará a 6 500 mensuales en el 2016 para poder atender los requerimientos de las tiendas de retail.

    Diana Oviedo, productora de plastilinas de cacao y alimentos con base a este producto, también logró que este año sus artículos se comercialicen en perchas de supermercados.
    “Las corporaciones grandes necesitan tener un determinado porcentaje de proveedores nacionales.

    El Ministerio de la Producción lo pide y ese fue un impulso para que ingresemos”. En junio del 2015, dice, tres meses después de la aplicación de las salvaguardias, “tuvimos la oportunidad de entrar en las cadenas”, cuenta la emprendedora.

    Actualmente su negocio comercializa una línea de plastilinas con base en manteca de cacao, en locales de Juguetón y Mi Juguetería; pero además está desarrollando una nueva línea cosmética con cacao (para ferias) y una línea alimenticia.

    Con su ingreso a las tiendas de juguetes, su empresa aumentó la producción que en promedio era de 12 a 15 kilos, a unos 240 y 300 kilos por lote de plastilina, explica Oviedo.

    En la planta de Audioelec, en Guayaquil, se ensamblan televisores. Esta firma, con una inversión de USD 3 millones, se apresta a ensamblar aires acondicionados. Foto: Francisco Flores para LÍDERES
    En la planta de Audioelec, en Guayaquil, se ensamblan televisores. Esta firma, con una inversión de USD 3 millones, se apresta a ensamblar aires acondicionados. Foto: Francisco Flores para LÍDERES