Etiqueta: PANDEMIA

  • Perú apuesta por innovar y dejar atrás la pandemia

    LIMA,  Agencia EFE (I)

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    Para Perú, la innovación y el emprendimiento son el camino de salida a la crisis causada por la pandemia, en el entendido de que “de cada problema surge una posibilidad” y que solo con nuevas ideas se evitará la cruda elección entre “la salud y la economía”.

    Ese fue el objetivo en el Innóvate Perú Summit 2020, el mayor evento en el país para emprendedores, inversores, innovadores, gremios empresariales, universidades, agentes multilaterales y en general todos los actores del ecosistema de innovación y desarrollo de nuevas empresas y negocios, que se realizó la semana pasada.

    “La innovación. Nos hemos dado cuenta que esa es la respuesta al gran dilema que hemos vivido estos últimos 10 meses. ¿Qué priorizar, economía o salud? Y claramente la innovación es lo que hace posible que no tengamos que sacrificar nada de eso”, explicó a Efe Rosmary Cornejo, coordinadora ejecutiva del Programa Nacional de Innovación para la Competitividad y Productividad – Innóvate Perú-, del Ministerio de la Producción peruano.

    Ese organismo es el responsable de organizar un evento que este año tuvo su segunda edición en un momento muy complicado a escala global pero que, sin embargo, pone de relieve el interés en la innovación como solución y como una política de Estado, necesaria e imprescindible.

    “Hemos visto estos meses que con la innovación se han reactivado empresas, como por ejemplo con las aplicaciones de entrega a domicilio, que han roto el mercado pese a la pandemia y han servido como instrumento para que muchas empresas lleven productos a sus clientes… la innovación es la respuesta”, subrayó Cornejo.

    Más allá del intercambio de información y conocimiento, el Innóvate Perú Summit 2020 buscó poner en contacto a todos los agentes del ecosistema innovador tanto locales como extranjeros.

    “En nuestra primera edición perseguíamos poner en la agenda pública el tema de la innovación (…). Se logró y tuvimos unos 1 500 participantes, una cifra importante. Este año queremos enfocarnos a este nuevo mundo, a la nueva situación que nos presentó la naturaleza, para no declinar y decir que todo está perdido, sino para ver que de cada problema, hay una oportunidad”, razonó Cornejo.

    Así, se busca que esta convocatoria sirva para “conseguir aprovechar la gran oportunidad” que la crisis ofrece “para la innovación en todos los campos: salud, educación, economía, finanzas, comercio”, indicó la funcionaria.

    En ese sentido de “oportunidad”, el Innóvate Perú Summit 2020 contó con la presencia de expertos internacionales en innovación, como Saúl Singer, sobre la cultura emprendedora de Israel, o Harold Salomon, de la incubadora de “start-ups” del Instituto de Tecnología de Georgia (Georgia Tech, Estados Unidos).

    También participaron emprendedores de la región, como el gerente y fundador de Platzi, el colombiano Freddy Vega; Mariana Costa, cofundadora y gerente de Laboratoria, y Simón Borrero, el máximo responsable de Rappi.

    En el foro también hubo un espacio para el intercambio de experiencias entre las agencias de innovación públicas de Latinoamérica y para debatir las políticas públicas para el impulso de esta nueva forma de economía.

    Y todo esto, precisamente, marcado por la innovación. “Claro, esta fue un encuentro ‘on-line’, para asistentes y participantes, pero innovador”, añadió Cornejo.

    El foro se dividió en siete bloques temáticos: innovación disruptiva, sociedades de futuro, la disrupción de la educación, inclusión financiera e inversiones con alto impacto, ecosistemas de innovación e innovación abierta, mipymes innovadoras y políticas públicas de innovación.

    El evento también contó con una feria virtual informativa de servicios para empresas y emprendimientos innovadores, en la que se contactaron con los programas del Ministerio de la Producción e instituciones privadas.

    1500 emprendedores participaron en el evento que se desarrolló la semana pasada en Perú.

    La feria Innóvate Perú Summit 2019 fue la primera que se desarroló en Lima. Este año el evento fue virtual. Foto: EFE
    La feria Innóvate Perú Summit 2019 fue la primera que se desarroló en Lima. Este año el evento fue virtual. Foto: EFE
  • La pandemia también impacta en la gestión de las aseguradoras

    Redacciones Quito,
    Cuenca y Guayaquil  (I)

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    Con corte al pasado 3 de octubre, 11 537 personas murieron en Ecuador por causas vinculadas a la pandemia del covid-19, de las cuales 7 742 estaban confirmadas con contagio del virus. Esta extraordinaria cantidad de muertes provocadas por un virus que hasta principios de año se desconocía ha tenido un impacto importante para la industria de seguros privados en el país.

    Los seguros de vida, tanto individual como colectiva, registraron un monto de USD 245,6 millones en siniestros atendidos (pagados y por pagar) hasta el pasado septiembre, lo que representa un incremento del 71% en comparación con igual período del año pasado, en el monto de siniestros reconocidos, según datos de la Federación Ecuatoriana de Empresas de Seguros (Fedeseg).

    “Esto es una catástrofe en términos aseguradores y totalmente extraordinario”, subrayó Patricio Salas, secretario ejecutivo de la Fedeseg. No obstante, aclaró que aún está en análisis la vinculación de la pandemia con los siniestros, junto a la Superintendencia de Compañías, Valores y Seguros.

    Una póliza de vida provee principalmente una indemnización en caso de muerte del asegurado o titular de la póliza. Además, puede contemplar otros beneficios como garantías por invalidez total del asegurado, pago de deudas del fallecido, gastos funerarios, alternativas de ahorro para la jubilación o educación.

    El covid-19 como causa de muerte no ha tenido ningún tipo de exclusión dentro de los seguros de vida. “Hemos cubierto todos los casos que nos han llegado por el tema de la pandemia”, asegura la empresa Chubb, firma que ocupa el 9% del mercado asegurador.

    La aseguradora Equivida, que opera en los ramos de vida individual, colectiva y accidentes personales, registró hasta agosto una siniestralidad pagada de USD 12 millones, por eventos vinculados al covid -19, de un total de 37 millones en la cobertura de siniestros, precisó la compañía.

    Si bien la rentabilidad en el ramo de vida colectiva cayó a la mitad, por el impacto de los siniestros, también fue el segmento que más primas netas emitió en dólares, hasta septiembre, con un alza del 4,6%, desplazando a los seguros de vehículos, que tuvieron una caída del 18,9%.

    Dentro de los ramos de mayor relevancia por participación, otro con buen desempeño fue el de asistencia médica, con un incremento en primas del 4,5%.

    En un entorno marcado por una emergencia sanitaria y alta mortalidad, los usuarios han tenido mayor interés por la cobertura de riesgos de personas, explica el secretario del gremio empresarial.

    En el caso de vehículos, añade, se refleja un cambio de prioridades en los gastos, ante la disminución de ingresos o la pérdida de empleos, así como también a la reducción en la movilidad por el confinamiento. Por otro lado, es consecuencia de la drástica caída en la venta de vehículos nuevos, que hasta agosto tuvo una disminución del 45%, según cifras de la Asociación de Empresas Automotrices del Ecuador (Aeade).

    De manera general, los ingresos del sector por primas netas cayeron en un 7%, como consecuencia de la compleja situación económica que atraviesa el país.

    La utilidad de la industria también se ha visto afectada, principalmente por el alto nivel de siniestros atendidos en seguros de vida. Hasta septiembre, acumulaba un resultado de USD 20,9 millones, que representa una caída del 43% en comparación con igual período del año pasado.

    “Esto demuestra la dimensión y complejidad de la pandemia, tanto en sus efectos directos como indirectos”, añade Salas.

    Las empresas de medicina prepagada también han sufrido los efectos de la crisis económica, tanto en el segmento corporativo como individual, estima Pablo Albuja, presidente de la Asociación Ecuatoriana de Empresas de Medicina Integral Prepagada. No obstante, no hay a la fecha información consolidada sobre el desempeño del sector en el año, por parte del organismo de control.

    Albuja subraya que la cobertura de covid-19 ha sido un reto ya que no existe información sobre un fenómeno parecido. “Es un riesgo no tarificado, por lo cual es de un alto impacto”.
    “A pesar de las dificultades del entorno, tanto económico como sanitario, las compañías han logrado cubrir con las expectativas de los clientes, adaptando su oferta a la nueva realidad e innovando en servicios y productos”, añade.

    Salud/ El cuidado ante la amenaza del covid-19 impulsó la demanda

    La pandemia aceleró la contratación, por los ciudadanos, de un seguro de salud. En ese proceso han sido fundamentales las innovaciones tecnológicas de las empresas.

    Patricio Salas, presidente de la Federación Ecuatoriana de Empresas de Seguros (Fedeseg), asegura que la crisis de salud creó “una mayor conciencia de lo importante que es tener una protección para que no se afecte el patrimonio familiar, en caso de un evento, y para acceder a atención médica privada de calidad”.

    El crecimiento del último año en el rubro de salud ha sido de 4,5%. Mientras que entre 2015 y 2019, en promedio, estuvo en alrededor del 4%, según Fedeseg. Salas dijo, además, que los montos pagados como indemnizaciones hasta septiembre en este rubro están en un poco más de USD 37 millones, pero “habrá que incrementar las reservas por atenciones por liquidar y pagar. Esto podría llegar hasta unos USD 50 millones o más”.

    En marzo pasado, al decretarse la emergencia sanitaria, el Gobierno anunció que las empresas de seguros de salud privada y las de medicina prepagada no podrían limitar a sus clientes la cobertura para la evaluación, atención y tratamiento al usuario-paciente afectado por covid-19.

    Aseguradoras como Liberty Seguros lo cubren como una incapacidad, dependiendo del monto de cobertura contratada con la póliza. Asimismo, con el fin de brindar atención segura implementó en los centros de atención, de sus prestadores de red médica, el servicio de telemedicina y médico a domicilio.

    Esta firma no se ha centrado solo en estrategias vinculadas con el virus, sino que ha implementado mecanismos de digitalización en el rubro salud. Por ejemplo, ya no da tarjetas físicas a sus clientes sino que todas las operaciones se hacen con el número de cédula, se automatizaron los procesos de reclamo para obtener respuestas más rápidas, se implementó telemedicina y consultas directas a través de diferentes canales digitales.

    Las innovaciones electrónicas también han llegado a empresas de medicina prepagada como Salud S.A., en la que todos su planes cubren covid-19. Entre sus desarrollos están el reembolso en línea a través de su ‘app’, videoconsultas médicas sin costo, oficina virtual de servicio al cliente, seguimiento a pacientes infectados con el virus, entre otros.

    Fedeseg considera que a futuro se viene un “reseteo” de la industria en busca de la reactivación. El interés, dice el gremio, es masificar el seguro, con productos y servicios acordes a la demanda.

    Este año, en las aseguradoras no se han creado nuevos productos en el rubro.

    Vehículos / Las compañías sienten el efecto de la reducción en las ventas

    En los nueve primeros meses del año existe una reducción del 19% en primas netas de renovaciones y nuevas pólizas de vehículos en el Ecuador con relación al mismo período de 2019, de acuerdo con la Federación Ecuatoriana de Empresas de Seguros.

    Según Daniela Molina, directora de Negocios Corporativos de Oriente Seguros, el poco uso que ahora se da a los vehículos livianos y particulares ha hecho que los asegurados dejen de percibir a las pólizas como una prioridad. Sin embargo, agrega, el segmento de vehículos pesados usados para el transporte de bienes y mercaderías se ha posicionado de manera importante.

    Ella dice que las empresas tienen conciencia sobre la necesidad de tener asegurados sus automotores porque los siniestros continúan sucediendo, y este segmento se ha mantenido activo desde el inicio de la emergencia sanitaria. Oriente Seguros enfocó su estrategia a ese nicho y los resultados de crecimiento respecto al 2019, superaron el 50%.

    Eduardo Alvarado es director de E&A Brokers, que es una intermediaria de seguros. Según él, en 2019 hubo incremento en primas netas de seguro y fue considerado como un año bueno y existía la misma expectativa para el 2020, pero la pandemia causó un impacto importante, “más aún en un país que no tiene una cultura de previsión y, por ende, de seguros”.

    La reducción en vehículos livianos, dice Alvarado, se debe a dos factores. El primero es una contracción en la compra de nuevos automotores. Según cifras de la Asociación de Empresas Automotrices del Ecuador (Aeade), la caída hasta septiembre es del 43% en unidades.

    El otro factor, dice Alvarado, es el miedo de las personas a perder su trabajo y su situación económica. Él señala que el costo de las tasas de las pólizas bajó porque la siniestralidad disminuyó debido al confinamiento. Eso ocasionó, explica, que las tasas se reduzcan del 3,5% al 2,8% o menos y hay competencia agresiva. Además, las aseguradoras ofrecen mayores plazos de financiamiento.

    Para Alvarado, el sector, también, aceleró la digitalización de sus procesos para los servicios, trámites y comercialización como lo hizo su empresa. Asimismo, Chubb lanzó en septiembre su plataforma digital global para simplificar y agilizar la distribución de productos, ya sea por medio de una web, widget o integración de sus servicios.

    La firma Oriente Seguros, por su parte, implementó una plataforma virtual, que permite acceder desde cualquier medio electrónico y eliminando la entrega de documentos físicos.

    Tendencias / La transformación digital es el principal reto de la industria

    La situación de alerta sanitaria a escala mundial planteó desafíos y nuevas oportunidades para el sector asegurador. Entre ellos, la adaptación de nuevos paradigmas en la forma de vender pólizas y la atención a clientes.

    Según un estudio de Deloitte, publicado en mayo, entre los principales riesgos e implicaciones potenciales a los que se enfrentaría la industria durante la pandemia estaba la falta de digitalización.

    Aquellas empresas que habían invertido, con anterioridad, en tener capacidades digitales avanzadas serían las que tendrían una mejor posición en el contexto de la pandemia. En cambio, para las compañías que estuvieron imposibilitadas de hacerlo, el impacto en la fuerza de venta iba a ser mayor.

    Eso se reflejó, en gran parte, en los resultados acumulados de todas las aseguradoras que cayeron un 43% entre enero y septiembre respecto de lo obtenido en el 2019, según datos de la Fedeseg.

    Patricio Salas, secretario ejecutivo del gremio, asegura que el uso de la tecnología avanzada fue la tendencia que se marcó desde el inicio de la emergencia sanitaria en marzo y que, hasta la fecha, continúa tomando fuerza en las 30 empresas aseguradoras que existen en el mercado ecuatoriano.

    En Oriente Seguros, por ejemplo, se evidenció un repunte de la emisión de pólizas electrónicas desde marzo. En el segmento de fianzas, al menos el 80% fueron emitidas de forma digital.

    Rodrigo Vivas, director de Tecnología de la Información de la firma, dijo que el mercado busca mayor facilidad y accesibilidad al momento de comprar y pagar las pólizas. Por ello, desde la plataforma Link-O realizan vinculación de nuevos clientes de ramos generales, varios autoservicios como creación de estados de cuenta, reportes de vencimiento de documentos y certificados de no adeudar.

    Liberty Seguros también apostó por la digitalización de procesos. La empresa migró todos los servicios a canales digitales y a un chat en línea en su página web. Con estas adaptaciones, las personas pueden resolver cualquier tipo de duda, hacer algún requerimiento o pedir información de productos.

    Para el vocero de la Fedeseg, sin duda, las nuevas oportunidades de la industria estarán enfocadas en la maximización del uso de la tecnología, dentro de un entorno de cooperación.
    Más adelante, asegura, el uso de ‘blockchain’, ‘big data’, ‘machine learning’ como entornos digitales de trabajo y servicio serán una realidad dentro del mercado y con una penetración muy acelerada en la industria.

    Mercado / El sector asegurador global decrecerá hasta el próximo año

    El mercado global de seguros enfrenta en este año un importante decrecimiento y deberá asimilar fuertes pérdidas en todo el mundo debido a la recesión provocada por la pandemia, según estimaciones de consultores e informes especializados.

    Los confinamientos a escala mundial en el primer semestre detuvieron la actividad económica por meses, lo que llevó al cierre de las empresas y el incremento del número de desempleados. En consecuencia, tanto las compañías como los consumidores tuvieron que cancelar pólizas de riesgo, de vida, salud y vehiculares, entre otras, o atrasarse en sus pagos, lo cual se tradujo en una reducción del ingreso de las aseguradoras.

    En mayo pasado, en los primeros meses de la pandemia, un reporte de la cadena alemana DW estimaba que el sector asegurador perdería en el 2020 un poco más de USD 203 000 millones a escala mundial, según datos y proyecciones de la aseguradora Lloyd’s of London.
    No obstante, la reactivación económica y la flexibilización de los confinamientos en el segundo semestre del año le quitó dramatismo a estas cifras.

    Un reporte publicado el mes pasado en El País de España, con base en un informe del Swiss Re Institute, da una dimensión un poco más real de la pandemia.

    En esa línea, el covid-19 generará un decrecimiento de 3 puntos porcentuales en promedio tanto en el 2020 como en el 2021. “En otras palabras, durante un par de años se estancarán las cifras de negocio del seguro mundial, o, si se quiere, respecto de la tendencia, se perderá un 6% del negocio”, indica el artículo.

    Esto último, siempre y cuando el descubrimiento de una vacuna tienda a reencauzar a la economía global como máximo hacia finales del próximo año.

    A una escala más individual, un reporte de Deloitte del primer semestre explica en que el impacto se dará según el tipo de producto y el perfil del asegurado.

    Los usuarios bajo presión financiera por pérdida de su empleo o la reducción en sus ingresos requieren recortar sus gastos y, por ello, diferirán la compra o la renovación de sus pólizas de vida, vehículo o riesgo. Si no, se cambiarán a una cobertura de menor costo.

    En casos más extremos, los usuarios atrasarán los pagos de sus pólizas o simplemente las cancelarán. Esto no solo ocurrirá entre las personas naturales sino también en empresas, ya que la mayoría de negocios ha caído en sus ventas.

    En productos de salud, la situación puede ser más favorable ya que muchos usuarios están más interesados en poder ser atendidos en centros privados.

    La aseguradora Equivida brinda atención al cliente de forma presencial, bajo protocolos de bioseguridad, en  sus  oficinas. Patricio Terán / LÍDERES
    La aseguradora Equivida brinda atención al cliente de forma presencial, bajo protocolos de bioseguridad, en sus oficinas. Patricio Terán / LÍDERES
  • USD 2 000 millones ha otorgado CAF a las pymes de la región

    Redacción Líderes (I)

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    El Banco de Desarrollo de América Latina CAF ha destinado más de USD 2 000 millones este año para apoyar a las pymes de la región y ha definido una estrategia para impulsar la innovación, integración productiva e internacionalización de estas empresas, con el fin de contribuir al incremento de la productividad y a la reactivación económica. Estos temas se abordarán en la Conferencia CAF ‘La nueva economía y el futuro de las pymes’, que se realizará el 5 y 6 de noviembre de manera virtual.

    Antes de la pandemia las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) representaban el 99% del total de compañías, aportaban cerca del 60% del empleo en América Latina, pero solo una cuarta parte del valor de la producción total de la región; las mipymes exportadoras representaban solo el 5% del valor de las ventas externas totales, en comparación con al 40% en los países desarrollados. Al mismo tiempo, más del 30% reportaban restricciones para acceder a financiamiento.

    La crisis derivada de la pandemia del covid-19 afectó a más del 60% de las mipymes y cerca de un 51% a las medianas, según la encuesta realizada en 121 países por el Centro de Comercio Internacional (ITC por sus siglas en inglés). Además, la Cepal estima que los efectos de la pandemia representarán el cierre de 2,7 millones de empresas en América Latina, la mayoría mipymes.

    Pero la crisis por el nuevo coronavirus también impulsó la aceleración de la digitalización y está profundizando cambios en otras tendencias globales, como la organización de las cadenas globales de valor y los modelos de negocio típico, que empezaban a aparecer ya antes de la crisis.

    “La innovación empresarial, la integración productiva efectiva, la internacionalización y el adecuado y suficiente financiamiento son claves para impulsar la reactivación y elevar la productividad de las pymes. Por ello, CAF -banco de desarrollo de América Latina-, convierte a las pymes en el eje de la nueva estrategia para apoyar la recuperación de las economías de sus países miembros”, aseguró Jorge Arbache, vicepresidente de Sector Privado de CAF.

    Imagen referencial. El Banco de Desarrollo de América Latina CAF ha destinado más de USD 2 000 millones para apoyar a las pymes de la región. Foto: Pixabay
    Imagen referencial. El Banco de Desarrollo de América Latina CAF ha destinado más de USD 2 000 millones para apoyar a las pymes de la región. Foto: Pixabay
  • Un aval para garantizar la bioseguridad productiva

    Giovanni Astudillo (I)

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    La Corporación Mucho Mejor Ecuador desarrolló el programa denominado Aval Buenas Prácticas de Bioseguridad (BPB). Su objetivo es precautelar la salud y seguridad de los colaboradores y clientes de empresas que intercambian bienes y servicios.

    Esta corporación agrupa a más de 500 marcas nacionales. Según Mónica Malo, directora de Mucho Mejor Ecuador, los principales beneficios de obtener este aval son generar confianza en los clientes, “quienes perciben las buenas prácticas de bioseguridad como un determinante en el servicio de un local o empresa”.

    Otros beneficios son minimizar el ausentismo laboral, recibir asesoría en el uso de implementos de sanitización y desinfección, y protocolos y controles sobre los planes de limpieza.

    Malo dice que su obtención es gratuita para todos los afiliados, y que en el caso de otras empresas que no son parte de la corporación si pueden obtenerlo después de pasar por las evaluaciones y todo el procedimiento.

    Estefanía Arízaga, experta en inocuidad alimentaria, explica que la verificación de los protocolos de bioseguridad e inocuidad se lo realiza de forma presencial o virtual dependiendo de la empresa postulante.

    Dos empresas que ya obtuvieron en aval son Oro Verde Hotels y Colineal Corp. La coordinadora corporativa de Calidad de Oro Verde, Isabel Delgado, y la gerente de marca de Colineal, Sofía Maldonado, coincidieron que, en la actualidad, uno de los factores de decisión de compra de los consumidores es la bioseguridad.

    Imagen de la entrega del Aval a la empresa Colineal. Foto: cortesía Corporación Mucho Mejor Ecuador
    Imagen de la entrega del Aval a la empresa Colineal. Foto: cortesía Corporación Mucho Mejor Ecuador
  • Ejecutivos están obligados a realizar ajustes en su estrategia de ciberseguridad tras la pandemia

    Carolina Enriquez

    Las ciber amenazas se encuentran entre las principales preocupaciones de los directores de las empresas a escala global. Así lo señala el estudio Ceo Survey 2020, de la consultora PwC. La información la dio a conocer la empresa este 29 de octubre del 2020.

    La preocupación responde a los incidentes de seguridad, que están generando grandes pérdidas económicas, afectación a la reputación y sanciones.

    Por ello, se considera que deben hacer una serie de ajustes en su estrategia de ciber seguridad entre ellas:

    Conocer cuáles son sus riesgos tecnológicos actuales y emergentes.
    Implementar un esquema de gestión que responda de forma efectiva.
    Dimensionar el impacto de un ciberataque, tanto en la organización como en proveedores, asociados, clientes, etc,

    Definir una estructura organizacional que tenga la responsabilidad de gestionar este riesgo.
    Contar con recursos capacitados que permitan administrar los procesos y controles. A nivel mundial existe escasez de recursos competentes.

    Muchas empresas están implementando tecnologías emergentes. Deben conocer cuáles tienen riesgos, que no están siendo administrados.

    Educar a los colaboradores sobre el rol clave que tienen en la protección de la información.
    Incorporar dentro del gobierno corporativo y control interno requerimientos de seguridad.

    Tras la pandemia, las empresas adoptaron nuevas tecnologías para continuar con sus operaciones: plataformas colaborativas, servicios en la nube, aplicaciones para la venta en línea, entre otras. Estas representan mayor exposición de datos, transacciones e información confidencial y más.

    Ante esto último es indispensable la asesoría de expertos que en una primera instancia identifiquen cuáles son los riesgos y amenazas, según el giro de negocio.

    Patricio Ramón, director de Risk Assurance de PwC en Ecuador, señala que gestionar la ciberseguridad de forma apropiada permite a las empresas fortalecer su operación digital y generar confianza, minimizando impactos financieros, incumplimientos de normas, riesgos operativos y más.

    PwC afirma que hay industrias que requieren, en mayor grado, fortalecer su infraestructura de ciberseguridad, en áreas tales como financiera, de seguros, telecomunicaciones, retail, gobierno, salud y educación.

    En la encuesta global de PwC Digital Trust Insights 2021, el 43% de los ejecutivos indicó que han mejorado las experiencias de los clientes y están respondiendo más rápidamente a los incidentes cibernéticos.

    Los ejecutivos indicaron que han mejorado las experiencias de los clientes y están respondiendo más rápidamente a los incidentes cibernéticos.Foto: Pixabay
    Los ejecutivos indicaron que han mejorado las experiencias de los clientes y están respondiendo más rápidamente a los incidentes cibernéticos.Foto: Pixabay
  • Fatiga tras el confinamiento

    Wilson Granja Portilla

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    Tras largos ocho meses de confinamiento, la sociedad muestra síntomas de cansancio; el desgaste emocional se generaliza y profundiza con el pasar de los días. Los cambios de rutina y la incertidumbre sobre un futuro desconocido comienzan a minar negativamente en el colectivo. La fatiga es emocional, pero también es biológica y las consecuencias de este episodio tan particular como desconocido se tornan indescifrables y solo con el devenir del tiempo se podrá comprender en la dimensión correcta los daños colaterales causados por la pandemia.

    En ocho meses han ocurrido muchas cosas; desde la pérdida de familiares, amigos y conocidos hasta el derrumbe de las economías con nefastos resultados en los niveles de empleo e inseguridad social. El tiempo corre y con él también corren y crecen los sentimientos de angustia y frustración. Corre también el desgano y la apatía. El sector productivo necesita aliviar sus cargas y del apoyo del estado con medidas como las de la flexibilización laboral que se ajustan con las demandas actuales. Es hora de levantar la moral y esto se logra uniendo esfuerzos.

    opinion columnistas editorial
    Ilustración: LÍDERES
  • La venta de peluches tiene un cambio de estrategia

    Modesto Moreta. (I)  redaccion@revistalideres.ec

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    La comercialización de peluches bajo catálogo y a través de las redes sociales es la estrategia que aplicaron los esposos Valeria Ortega y Marcelo Sevilla, socios y fundadores de la marca Lily Toy’s. Ellos apostaron a esta iniciativa para salir de la crisis provocada por la pandemia.

    Los ejecutivos de la empresa ambateña aplicaron esta forma de promoción de sus productos como alternativa para no dejar en la desocupación a 50 colaboradores; la mayoría de ellos amas de casa.

    La propagación de covid-19 y las cuarentena obligatoria hizo que la fabricación y venta de sus productos -como los osos gigantes, medianos, pequeños, cojines en forma de dona y pastelitos, unicornios, cerditos y sandalias para todos los gustos y colores- se paralizara entre marzo y junio de este año. La pareja, durante el confinamiento, planeó el proyecto y lo expuso a sus colaboradores. 25 aceptaron la iniciativa que arrancó con talleres de capacitación virtual en ventas y marketing. En la actualidad, más de 100 personas son parte del negocio.

    Valeria Ortega, gerenta de Lily Toy’s, recuerda que luego de tres meses de arduo trabajo, la marca volvió a salir a flote. Las ventas por este sistema de emprendimiento aumentaron y más personas se sumaron a la promoción, especialmente mujeres que se quedaron sin empleo en todo el país. “Ellas pueden vender los productos al por menor y mayor”.

    En lo que va de este año, la empresa logró facturar USD 113 562. Además, en septiembre de este año se abrió un ‘showroom’ en la ciudad de Guayaquil para que la gente conozca sus productos y se sumen más amas de casa a las ventas por las redes sociales.

    La historia del emprendimiento se inició con la apertura de un pequeño taller en el 2008, en la parroquia Atocha, norte de Ambato. Ortega recuerda que sus padres vendían tarjetas y peluches en un almacén que tenían en el centro de la ciudad. Y fue cuando decidieron ingresar a este negocio como fabricantes. La inversión inicial fue de USD 5 000.

    Con los recursos compraron máquinas, una troqueladora, materia prima y otras herramientas. El negocio familiar arrancó con la confección de muñecas de trapo, que tuvieron demanda en el mercado. Los pedidos aumentaron a 250 muñecas mensuales, por eso contrataron a seis colaboradoras. “Fue una alegría que nuestro producto tuviera acogida en el mercado local, por su calidad y un bajo precio”, dice Ortega.

    Para expandirse a escala nacional, su esposo Marcelo Sevilla comenzó a recorrer todo el país promocionando la muñeca, que tiene detalles como en el vestuario y mensajes como: “Te quiero”, “te amo” y más frases.

    Valeria Ortega y Marcelo Sevilla, socios y fundadores de la marca Lily Toy’s, en la ciudad de Ambato. Producen osos de peluche y más.
    Valeria Ortega y Marcelo Sevilla, socios y fundadores de la marca Lily Toy’s, en la ciudad de Ambato. Producen osos de peluche y más.

    En el 2012, el taller y la producción de juguetes de felpa crecieron con nuevos artículos, como osos de peluche, unicornios, pantuflas y cojines. Pero el ‘boom’ se dio en el 2014, cuando empezaron a promocionar sus productos en las redes sociales. También ayudó a las ventas la prohibición del ingreso de productos importados como juguetes y muñecos.

    Luego comenzaron a entregar sus productos a las grandes cadenas de almacenes y supermercados, que enviaban sus propios diseños a la confección. En la actualidad, la marca ambateña se comercializa en más de 600 locales en todo el país. “Nuestro éxito es que constantemente innovamos nuestros productos”.

    En el 2015 invirtieron USD 260 000 que consiguieron a través de un crédito en una cooperativa. En la parroquia Izamba adquirieron un terreno, construyeron un galpón y lo equiparon con bordadoras, rellenadora, cargadora, troqueladoras y materia prima importada de varios países.

    Una de sus clientes hace 10 años es Pinblu Detalle, en la ciudad de Manta, provincia de Manabí. Lizeth Mendoza, gerenta del local, cuenta que la demanda de peluches en los últimos tres meses aumentó en 80%, en especial cuando comenzó la venta por catálogo.

    Afirma que en el momento, 12 mujeres en Manta son parte de la venta por catálogo en las redes sociales. También se abrió un local donde se exhibe cada uno de los productos de Lily Toy’s. “Es una iniciativa interesante, porque la gente compra para regalar como una forma de cariño, aprecio y amor en tiempos de pandemia”.

    En los talleres de la empresa Lily Toy’s se aplican todas las medidas de bioseguridad, como el distanciamiento social, el uso de la mascarilla y más. Fotos: Glenda Giacometti /LÍDERES
    En los talleres de la empresa Lily Toy’s se aplican todas las medidas de bioseguridad, como el distanciamiento social, el uso de la mascarilla y más. Fotos: Glenda Giacometti /LÍDERES
  • El pisco peruano vive un mal momento por covid-19

    Ernesto Tovar, AFP (I)
    redaccion@revistalideres.ec

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    El tradicional pisco peruano, licor bandera del país, que se produce desde la colonia hace 400 años, sufre el fuerte impacto del derrumbe de sus ventas y exportaciones como secuela de la pandemia de coronavirus.

    Obtenido de la destilación de uva, enfrenta un difícil escenario comercial tras una larga cuarentena nacional de más de 100 días, que terminó el 30 de junio. El golpe llegó con la suspensión de las ventas a hoteles, restaurantes, eventos sociales, celebraciones de empresas, tiendas libres de impuestos en aeropuertos, así como la caída de exportaciones, lo que redujo los ingresos y la capacidad de inversión de los productores de cara a la cosecha de 2021.

    “La situación es desastrosa”, resume José Moquillaza, un reconocido productor pisquero.

    Menos consumo
    La vendimia de la uva pisquera se realiza cada año entre marzo y abril, seguida por la destilación, que se prolonga hasta junio. Y justamente ese lapso de cuatro meses de 2020 coincidió casi íntegramente con el confinamiento obligatorio por la pandemia.

    Perú es uno de los países más afectados por el coronavirus en la región y es segundo en contagios con más de 690 000, detrás de Brasil, y tercero en muertes con
    30 000, detrás del gigante sudamericano y México, según los balances oficiales.

    “Hay una afectación significativa para toda la industria: productores de uva, empresas de pisco y comercializadoras”, explica Daniel Benavides, productor de pisco en el Valle de Ica, 300 kilómetros al sur de Lima, y representante de la marca Huamaní.

    “El distanciamiento social ha generado la disminución del consumo de bebidas espirituosas, y el pisco se consume en eventos sociales, bares, discotecas”, destaca.

    El retroceso se da en el mercado local y también en el exterior.

    Mientras en 2019 las exportaciones de pisco llegaron a USD 6,88 millones (18% más que en 2018), de enero a julio de 2020 apenas se despacharon USD 1,65 millones, según Promperú, la entidad que promueve el comercio. El principal cliente es EE.UU.

    Con la suspensión de las exportaciones, Benavides detalla que sufrió una caída de un tercio en las ventas de pisco Huamaní. Y sumando las entregas en hoteles y restaurantes, estima que ha perdido dos tercios de los ingresos en 2020. Ello le obligó a reducir personal en nómina y salarios, así como buscar formas de venta novedosas con entregas a domicilio.

    Pero esto no fue suficiente. “En términos generales, según datos oficiales, hasta julio de este año ha caído 40% la venta. Es un golpe bastante duro, especialmente para productores pequeños y medianos”, afirma Benavides.

    “Se estima que la producción anual es de unos 10 millones de litros, y este año, con la paralización, se llegarían a colocar unos tres millones de litros”, expresa.

    En el peor momento
    Junto con el cebiche de pescado, el pisco conforma lo más representativo de la reputada gastronomía peruana. Con él se hace el pisco sour, el coctel nacional, muy apetecido por los turistas, que no llegan al país desde marzo.

    Y aunque mantiene una vieja controversia comercial sobre la denominación de origen con Chile (también productor y exportador de pisco), Perú se considera la cuna de este licor, cuyo nombre proviene del quechua y de una zona geográfica del mismo nombre que se remonta al siglo XVII.

    El pisco peruano se elabora siguiendo una norma técnica que es, además del lugar geográfico, otro de los requisitos para obtener la denominación de origen que se otorga a los destilados obtenidos en los departamentos de Lima, Ica, Arequipa, Moquegua y Tacna.

    La mitad de la producción de la uva pisquera, calculan los productores consultados, corresponde a pequeños y medianos agricultores que no cuentan con el músculo financiero para enfrentar esta crisis. “Hay un gran problema para el productor de uva pisquera”, manifiesta Carlos Mejía, dueño de la marca Lablanco, proveniente de una familia con más de 13 generaciones en el negocio.

    Una empleada atiende a un cliente en la recepción de la destilería Ugarelli, en Lima. Los productores de esta bebida se quejan de las millonarias pérdidas que deja la pandemia al sector. Foto: Ernesto Benavides / AFP
    Una empleada atiende a un cliente en la recepción de la destilería Ugarelli, en Lima. Los productores de esta bebida se quejan de las millonarias pérdidas que deja la pandemia al sector. Foto: Ernesto Benavides / AFP
  • El consumo aumentó en América Latina en el segundo trimestre

    Carolina Enríquez, (I)

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    Durante el segundo trimestre del año se registró el consumo más fuerte en América Latina de los últimos años, impulsado por los paquetes de estímulo económico generados por los gobiernos. Así lo afirma el estudio Consumer Insighnts de Kantar.

    La información se emitió este 15 de septiembre del 2020, desde la Ciudad de México.

    El aumento del consumo se dio, particularmente, en mayo y junio. Se llegó a superar los niveles previos a covid-19.

    Para determinar esto, primero se definieron tres tipos de países dentro de la región. El apoyo gubernamental y los niveles de aislamiento orientaron el comportamiento.

    El primer grupo de naciones está formado por Brasil y México, con poco aislamiento social y ayudas gubernamentales; el segundo fue el de Argentina y Chile, con aislamiento social medio y apoyo del gobierno para niveles socioeconómicos bajos; el tercer grupo fue el de Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia, con aislamiento social alto y poco apoyo (excepto Perú).

    “La pandemia ha obligado a los gobiernos de la región a desplegar el paquete de estímulo económico más grande de la historia. Nunca se había tenido una acción a tal escala y en todos los países al mismo tiempo.”, explicó Cecilia Alva, Client & New Business Director Latam Worldpanel Division de Kantar.

    Con el mayor volumen de transferencias directas, Brasil es el único país donde el crecimiento de bienes de consumo masivo en el segundo trimestre es más alto que en marzo, cuando se tuvo un pico de consumo. En México y Centroamérica, el crecimiento en este periodo fue importante. A su vez, en Argentina y Chile la pandemia revirtió la tendencia de declive del mercado del 2019, pero el crecimiento ya se está desacelerando.

    Los programas de transferencias de efectivo son masivos en Argentina, Brasil, Chile y Perú. Combinando todos los países de Latinoamérica, se calcula que 100 millones de personas recibieron algún tipo de apoyo del gobierno en el segundo trimestre de 2020. Hasta un 80% de estos recursos se utilizaron para comprar productos básicos, por lo que el impacto en el mercado de bienes de consumo es enorme y alcanza principalmente los grupos socio económico más bajos.

    Además de las ayudas de los gobiernos, el principal impacto en el consumo vino de la pandemia y las restricciones de movilidad que impuso.

    El tiempo extra en casa repercutió en los hábitos de compra, es decir, cuanto más se está en el hogar, la frecuencia de compra disminuye, por lo que hay menos exposición y por consecuencia se hacen compras más grandes cada vez. Esta tendencia estuvo más marcada en los países como Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador y Perú, donde ha habido más restricciones de movilidad; mientras que en Brasil y México, con reglas menos estrictas, hay cambios menos drásticos.

    Los países en el grupo tres se enfrentaron a elecciones más difíciles, ya que, con sus ingresos habituales reducidos y sin mucho dinero extra del gobierno (excepto Perú), la permanencia en el hogar generó necesidades claras, por lo que se vieron forzados a elegir lo esencial.

    Otra de las cosas a destacar es que los latinos perciben al efectivo como una fuente de contagio en mayor proporción que las tarjetas.

    El aumento del consumo se dio, particularmente, en mayo y junio. Se llegó a superar los niveles previos a covid-19. Foto: www.freepik.es
    El aumento del consumo se dio, particularmente, en mayo y junio. Se llegó a superar los niveles previos a covid-19. Foto: www.freepik.es
  • La pandemia incrementó la demanda de Internet en un 40%

    Reds. Quito y Cuenca  (I)

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    Las tecnologías de la información y la comunicación han sido fundamentales para el desempeño de distintas actividades y servicios durante la pandemia.

    El confinamiento, como medida para evitar la propagación del covid-19, masificó el trabajo remoto y la teleeducación, incentivó el uso de la telemedicina e impulsó el comercio electrónico y el uso de plataformas de ‘streaming’ para el entretenimiento. Para el experto en telecomunicaciones, Hugo Carrión, ahora hay un cambio en el perfil del consumidor.

    Esto ha provocado una mayor demanda del servicio de Internet. De acuerdo con datos del Ministerio de Telecomunicaciones y Sociedad de la Información (Mintel), tan pronto comenzó la cuarentena el tráfico en la red de las operadores subió un 40%. Además, hubo un crecimiento continuo en el uso de plataformas como Netflix, Youtube, Whatsapp, Zoom y Facebook.

    “Las operadoras tuvieron que cambiar el enrutamiento de sus redes hacia las conexiones domiciliarias y contratar mayor tráfico internacional”, añade el Mintel. Al momento la demanda se ha estabilizado, señala la entidad.

    La Asociación de Empresas de Telecomunicaciones explica que el incremento en la demanda ha requerido de nuevas inversiones en capacidad y redundancia de Internet, acompañado por las empresas con aumento de gigas y velocidades en sus ofertas.

    En el caso de la Corporación Nacional de Telecomunicaciones (CNT), la velocidad de sus planes de Internet fijo de 10 megabytes por segundo (mbps) se incrementó a 20 mbps, sin costo adicional, indicó la operadora pública. Mientras tanto, en telefonía móvil pospago, el abonado está recibiendo mayor cantidad de gigas; y en prepago, tiene promociones de megas en las recargas.

    “A nuestra industria le ha tocado hacer frente a esta pandemia en medio de una difícil condición de iliquidez, con reducciones en los niveles de recaudación que en algunas empresas se reflejan en caídas de hasta el 66%. Mientras a su vez hemos recibido fuertes presiones para el pago de impuestos y cargas regulatorias por facturas impagas”, advierte Jorge Cevallos, director ejecutivo de la Asetel.

    Otro impacto de la pandemia para la industria es la pérdida de líneas y clientes. Según datos de la Arcotel, entre febrero y junio pasado se cancelaron 1 040 682 líneas de telefonía móvil e Internet.

    Previo al contexto de la pandemia, en los últimos años el país ha crecido en conectividad. El acceso a Internet en los hogares, por ejemplo, subió 13,1 puntos porcentuales en los últimos cinco años, con un avance significativo de 8,3 puntos porcentuales en el último año. Hoy, el 45,5% de los hogares tiene acceso a la red, según la encuesta Multipropósito -TIC 2019 del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).

    No obstante, la brecha digital entre la población urbana y rural aún sigue siendo significativa. Mientras el 56,1% de los hogares urbanos tiene acceso al servicio, en el área rural solo el 21,6%.

    Disminuir esa brecha continúa siendo una de las deudas del país, aún más en medio de una pandemia que exige estar conectados para cumplir con actividades laborales y educativas.
    Recientemente, el Gobierno lanzó dos estrategias con enfoque en áreas rurales, urbano-marginales, fronterizas y amazónicas. Una de ellas es Internet de Barrio, que ofrece paquetes de Internet a bajo costo, que pueden ser recargados en tiendas de barrios y puntos de venta.

    La otra estrategia es Conectamos Comunidades, en convenio con los Gobiernos Autónomos Descentralizados, para ofrecer soluciones de conexiones WiFi.

    Para el vocero de Asetel es necesario un cambio de política pública, en el que se pase de un modelo recaudatorio hacia otro enfocado en el desarrollo tecnológico y cierre de la brecha digital. “Ecuador tiene las cargas fiscales y regulatorias específicas más altas de toda la región y el más bajo nivel de asignación de espectro debido a sus elevados costos”, detalló Cevallos.
    Según un estudio de la GSMA del 2018, el pago recurrente por el uso del espectro representa el 6% de los ingresos de la industria.

    El Gobierno reconoce que es necesario el cambio de política. Para ello se requiere, entre otras disposiciones, actualizar la normativa secundaria. La Ley de Telecomunicaciones fue expedida en 2015 y tuvo reformas en 2019, pero el actual Reglamento de Derechos por Concesión y Tarifas por uso de Frecuencias del Espectro Radioeléctrico es del 2003, con reforma del 2008.

    El Mintel subraya que la actualización debe tomar en cuenta la expedición de la política pública para la administración y gestión del espectro, emitida por Acuerdo Ministerial este año y en la cual se determina que en el nuevo Reglamento se deberá atender la corrección de distorsiones a escala nacional y estandarización, según la realidad internacional. Al igual que debe considerar incentivos para fomentar la reducción de la brecha digital, el servicio y acceso universal y promoción de la competencia. Mientras eso sucede, la demanda de Internet sigue en aumento. 

    El incremento de la demanda de Internet por la pandemia ha requerido de nuevas inversiones de la industria. Foto: Cortesía ASETEL
    El incremento de la demanda de Internet por la pandemia ha requerido de nuevas inversiones de la industria. Foto: Cortesía ASETEL