Etiqueta: Personaje

  • Marianella Ubilla domina el negocio del banano

    Mónica Mendoza

    Macroeditora (I)

    Relacionadas

    Marianella Ubilla tiene en su celular los últimos informes sobre banano. Las perspectivas de la producción para el 2019, el precio del mercado ‘spot’, las cajas de fruta exportadas desde Ecuador semana a semana.

    Conoce el pulso de la producción en las haciendas y la fluctuación del mercado externo. En las primeras semanas de enero mostraba su preocupación por el enfundado de matas que reflejaba un déficit de banano, en plena temporada alta de la demanda externa.

    Esa información es fundamental en su tarea de gerenta general de Agzulasa. En los últimos dos años esta compañía se ubicó en el ‘top ten’ de las mayores vendedoras de la fruta, según el ranking de la Asociación de Exportadores de Banano del Ecuador (AEBE).

    Agzulasa es una empresa familiar especializada en la producción de banano y plátanos con más de 30 años en la actividad agrícola.

    Ubilla asiste aproximadamente a cuatro ferias internacionales para negociar directamente con los compradores. Ha estado en Fruit Logística en Berlín (Alemania); Asia Fruit Logística, en China; World Food Moscow, en Rusia; en la Produce Show de Ámsterdam, New York y Londres.


    El año pasado se convirtió en la primera mujer en ocupar la Vicepresidencia del Directorio de AEBE (2018-2020). Eduardo Ledesma, director del gremio, reconoce que es una empresaria exitosa y emprendedora.

    Se siente cómoda manejarse en un negocio tradicionalmente manejado por hombres y conocer de cerca el sector. Dice que más que ser hombre o mujer, las relaciones comerciales están basadas en el trato para concretar a los clientes.

    Ella estuvo ligada desde pequeña al campo. Su familia se estableció en Quevedo (Los Ríos) y en ese cantón, netamente agrícola, nació el 18 de julio de 1977. Es la menor de tres hermanas. Su jornada comienza a las 05:00, envía a sus hijos al colegio, hace deporte y a las 08:00 llega a la oficina. A las 18:30 está de vuelta en su hogar para compartir con su esposo, Ignacio Lamas, y sus tres hijos.

    Se emociona cuando narra un hecho que la marcó. En 1987, su padre Eduardo Ubilla la llevó a Israel para visitar una empresa que vendía meristemas. Ese material vegetal fue el inicio de la incursión en la producción bananera. Conserva fotografías de la época en las plantaciones en Israel.

    Dice que ese fue el año del banano. Cambiaron de cultivos. Luis Noboa Naranjo ya había comenzado a exportar la fruta en cajas y fue el ‘boom’ en el país.

    Así que su padre les dijo “vamos a cambiar” y emprendió en el negocio que tuvo sus cultivos de fruta en 1980. En los primeros años las haciendas producían banano para vender a las empresas locales que se encargaban de exportarla.

    La empresa llegó a producir hasta 350 hectáreas de banano para entregar a las exportadoras. Hasta que en el año 2000 dio el salto en busca de mercados propios.

    Esa estrategia comercial está a cargo de Marianella desde hace 10 años que ocupa la gerencia. Ella tiene estudios de Ingeniería Agrónoma en la Universidad Earth, de Costa Rica. Una de las claves de la empresa es “crear confianza en base a resultados, cumplir los compromisos” con los compradores y proveedores de fruta local.

    Desde pequeña le gustaba el tema agrícola, pero confiesa que más le apasionada la ganadería. A los 12 años llegó a Guayaquil para estudiar en un colegio privado y quiso ir a la Universidad Zamorano. Sonríe y cuenta que amigos la hicieron desistir con las historias de ‘los bautizos’ para los novatos.

    En 1998 regresó recién graduada pero su padre no quiso que se involucrara con el banano. Le dio tierras y sembró 20 hectáreas de jengibre. Con una de su hermana Katherine crearon Hubimeza (Hermanas Ubilla Mendoza S.A.).

    Con esa empresa empezaron a exportar el jengibre, hasta que un comprador no les pagó. Luego cultivaron la piña MD2, un híbrido muy dulce. El negocio iba bien, pero la sobreproducción generó una caída de los precios.

    El Cv

    Formación. Es Ingeniera Agrónoma por la Universidad Earth, Costa Rica. Estudió el Bachillerato en Químico-Biológico en el Colegio Internacional SEK, Guayaquil.
    Experiencia. Gerenta general Agzulasa, desde el 2009-2019. Gerenta de Producción de Hubimeza, donde estuvo a cargo de impulsar la diversificación de la empresa familiar con nuevos cultivos. 2002-2009.

    La empresa cuenta con cuatro marcas propias

    Redacción Guayaquil (I)

    Agzulasa es conocida en el mercado mundial del banano a través de cuatro marcas: Ecuasabor, Akebana, Terravera y Kassandra.

    La empresa ha tenido un crecimiento en ventas del 12% anual, en los últimos tres años. Eso debido a su calidad y seriedad en sus compromisos pactados con los distintos importadores.

    Por semana exporta 200 contenedores de banano, que al año significaron más de 8 millones de cajas. Con esos niveles de ventas, el 2018 se ubicó en el puesto 10 del Ranking de Compañías Exportadoras de AEBE, que está liderado por Ubesa.

    El año pasado las exportaciones del país alcanzaron 344,8 millones de cajas de fruta.

    La fruta proviene de haciendas propias de la empresa en Los Ríos y también alquiladas. Cuenta con procesos de producción y empacadoras calificadas.

    Sistemas de drenaje, riego por aspersión, bombas de irrigación, piscinas de reciclaje de agua en estaciones de empaque, estacionamiento de contenedores. Todo el proceso está desarrollado por la estrategia de producción Globalgap y tiene certificación BASC. Tiene 520 empleados.

    La primera hacienda que compraron los padres de Marianella Ubilla fue Zulay, dedicada al cultivo de soya y maíz. Esa propiedad es un emblema familiar, pues años después se convirtió en Agrícola Zulay (Agzulasa).

    Entre sus principales mercados están Asia (40%), Europa (35%), Medio Oriente (15%) y Cono sur (10%). Ofrece todo el año cuatro productos: banano Cavendish, baby banano, red banano (rojo) y plátanos.

    Marianella Ubilla, gerenta de Agzulasa, dirige una de 10 exportadoras más grandes de banano del Ecuador.  Foto: Mario Faustos / LÍDERES
    Marianella Ubilla, gerenta de Agzulasa, dirige una de 10 exportadoras más grandes de banano del Ecuador. Foto: Mario Faustos / LÍDERES
  • En su agenda se combina lo digital y lo sostenible

    Redacción Quito

    Los viernes en la noche Paúl Rivera apaga su teléfono celular. Salvo contadas excepciones lo vuelve a prender durante el fin de semana, de lo contrario lo mantiene apagado hasta el domingo en la noche. Esa es la manera en la que este quiteño de 36 años se desconecta del trabajo para disfrutar de su familia y sus pasatiempos.

    Esta acción resulta de alguna manera paradójica para alguien que se dedica a ofrecer soluciones tecnológicas a empresas y organizaciones no gubernamentales. Pero también confirma que es una persona metódica y disciplinada, que sigue procesos al pie de la letra para alcanzar sus objetivos.

    Ingeniero químico, con un MBA y especialista en análisis de negocios, Rivera es el CEO de Cognitiva una firma ecuatoriana que ofrece soluciones de tecnología para operaciones industriales, logística y retail. También trabaja en temas de la industria 4.0, digitalización, algoritmos, realidad aumentada, entre otras materias posicionadas a escala global y que van ganando relevancia en el Ecuador.

    Rivera también tiene conocimientos en tecnologías de la información, cadena de suministros e incluso psicología. Para este padre de familia, aprender a diario es muy importante, por eso en las noches, cuando su esposa y su hija descansan, aprovecha para leer temas vinculados a su trabajo, pero también ciencia ficción. Uno de sus autores favoritos es el ruso Isaac Asimov. “Fue un genio, un adelantado a su tiempo”, cuenta desde un balcón de su oficina en Cumbayá, al oriente de Quito.

    Rivera habla con seguridad de lo importante que es la inversión sostenible, en donde lo ambiental, lo social y la tecnología son fundamentales. “Las empresas que no incorporen estos conceptos pierden cuota de mercado”. Esa filosofía es la esencia del trabajo que realiza Cognitiva con sus clientes (ver nota inferior).

    Este emprendedor también es un defensor del talento ecuatoriano. En los algoritmos precursores de inteligencia artificial que desarrolla la firma que dirige, la investigación y el desarrollo están a cargo de profesionales ecuatorianos. Esto, añade, le permite no depender de empresas extranjeras.

    El día de trabajo de Rivera empieza a las 03:30. A esa hora ya está en pie y lo primero que hace es meditar. “Es una manera de reflexionar sobre lo hecho y lo que está por hacerse”. Luego de 30 minutos de ordenar sus ideas y pensamientos empieza a responder correos electrónicos y reparte instrucciones entre su equipo de trabajo. Para las 07:00 está listo para desayunar con su esposa y su hija y a las 08:00 vuelve a conectarse con su trabajo.

    Las reuniones con clientes, revisión de proyectos y el trabajo de oficina ocupan su mañana y tarde, siempre y cuando no esté viajando. “Soy muy metódico, me agradan los resultados” confiesa Rivera, quien gusta de pasear por la montaña con sus cinco perros, pero que también disfruta escuchando guitarra clásica española.

    Belén Aldás, amiga y excompañera de la universidad, lo describe como una persona muy responsable. “En clases dejaba en claro sus opiniones y siempre defendía su posición”. Añade que sigue siendo sincero y confiable. “Además tiene un interés particular por los temas ambientales”.

    Esta última cualidad permitió que Rivera desde hace seis meses sea parte del proyecto Mi Empresa 2030, que es parte del programa Ecuador 2030. Mi Empresa 2030 tiene como objetivo facilitar la visualización a futuro de las empresas de manera desafiante con el objetivo de que se proyecten a través de un proceso guiado de acompañamiento profesional en temas de cuarta revolución industrial, pensamiento exponencial y Objetivos de Desarrollo Sostenible, explica Stephany Leavy, líder de Implementación del proyecto.

    Ella cuenta que desde el primer día que Rivera fue parte del proyecto él demostró su naturaleza crítica, honesta y siempre proactiva. “Su ética laboral, el espíritu colaborador y su visión sistémica han sido claves para el desarrollo metodológico y operativo del proyecto. Es un facilitador innato gracias a su habilidad de generar empatía. Es un profesional que busca el bien colectivo por sobre cualquier cosa”.

    ¿Es complicado aterrizar en el país conceptos como inteligencia artificial o industria 4.0? Rivera reconoce que es complejo. Dice que en el Ecuador es común encontrar ejecutivos que piensan que los negocios solo se logran con ventas masivas, en grandes volúmenes. “Pero eso está cambiando. Entre mis clientes veo que existe cada día mayor interés por temas como trazabilidad o uso de blockchain. Es parte de un proceso para ser más competitivos”, dice este empresario que en cinco años se visualiza con su empresa creciendo a escala regional.

    Paúl Rivera en tres facetas. Los fines de semana sube a la montaña con sus perros. Arriba, en una conferencia; a la izquierda, durante un receso en  una reunión de trabajo. Fotos: Galo Paguay / LÍDERES y archivo particular
    Paúl Rivera en tres facetas. Los fines de semana sube a la montaña con sus perros. Arriba, en una conferencia; a la izquierda, durante un receso en una reunión de trabajo. Fotos: Galo Paguay / LÍDERES y archivo particular
  • En sus planes de trabajo la inclusión es vital

    Patricia González (I) redaccion@revistalideres.ec

    Relacionadas

    “Es una mujer enfocada, de metas claras”. Así describe Ana Lucía Vallejo a su amiga desde hace 40 años, Ana Dolores Román, actual gerente general de la multinacional Pfizer para Ecuador, Perú y Bolivia.

    Esa es quizás la definición más certera. El ser empresaria siempre estuvo en su plan de vida. En la infancia, Ana Dolores disfrutaba jugando con la máquina de escribir de su casa y armando pequeños papelitos. Se imaginaba trabajando en una empresa importante.

    A los negocios también la condujo su afinidad por las matemáticas. “Me gusta expresarme con números, ser muy gráfica. Me apoyo mucho en el análisis numérico para respaldar cualquier decisión”, comenta.

    Es la hija mayor de una familia quiteña de dos hijas, en la que el valor por el estudio y el desarrollo profesional se inculcó desde temprana edad, recuerda hoy día Ana Dolores, a sus 44 años.

    Se graduó de Bachiller en la Unidad Educativa Particular Isaac Newton. Su inclinación por los números y el mundo de los negocios, la impulsaron a estudiar Administración y Mercadeo en la Universidad San Francisco de Quito (USFQ), de donde egresó cuatro años después, con 21 años.

    El tercer año de universidad lo cursó en la Universidad de Carolina del Norte, EE.UU. gracias a que fue merecedora de una beca estudiantil. Fue la primera vez que se enfrentó a la experiencia de vivir en el extranjero, una vivencia que repitió en dos ocasiones.

    “Salir del país te abre la mente. Te permite ser una persona más abierta a la inclusión, a la diversidad. Te vuelves más creativo. Aprendes a manejar la soledad”.

    De esa primera experiencia, hoy conserva a su amiga María Dolores Brito, quien fue su compañera en la USFQ y con quien compartió cuarto en Carolina del Norte. “Además de exitosa, Ana es una persona de gran calidad humana, muy buena amiga”, comenta María Dolores, quien también la define como una persona que consigue las metas que se propone.

    Para la gerente de Pfizer, otro aprendizaje que le han dejado sus vivencias en el extranjero es aprender a establecer prioridades. La número uno es “saber a dónde vas”, dice. También, considera clave el contar con una red apoyo, que en su caso han sido su esposo y sus padres.

    Su primer trabajo, luego de graduarse (1995), fue como pasante de Mercadeo en Parke-Davis, una farmacéutica estadounidense, adquirida por Pfizer en el 2000.

    Desde entonces, dice, se proyectó como la primera mujer gerente general de Pfizer en Ecuador, una responsabilidad que asumió en diciembre del 2011.

    “Ana siente a Pfizer como su propia empresa, tiene la camiseta”, comenta su amiga de la infancia, Ana Vallejo. Dentro de la multinacional, de origen estadounidense fue escalando posiciones, dentro y fuera del Ecuador.

    En el 2002 le propusieron cubrir un permiso de maternidad a una Gerente de Producto en Pfizer Colombia. “Me fui y me quedé tres años. Era la oportunidad de conocer otro país, otra cultura. Colombia me enseñó a ser recursiva, innovadora”. Fue en ese país donde conoció a su actual esposo, con quien hoy tiene dos hijos.

    El extranjero siempre le abrió las puertas, pero su interés estaba en desarrollarse en su país. “Mi tierra me llama”.

    La oportunidad se presentó una vez más en el 2009, cuando asumió la Dirección Comercial de para Perú y Bolivia, desde Pfizer Perú. El otro país vecino le dejó el vivir “bonito”, la importancia que dan a los amigos, pero además las ganas de “superación”.

    “Cada experiencia hay que vivirla sin tanta expectativa. Aprendes a conocerte mejor, porque estás tú con tú”, comenta sobre sus vivencias en tierras foráneas.

    Como la primera gerenta de Pfizer Ecuador considera que su sello ha estado en buscar el desarrollo organizacional, mediante la inclusión y diversidad. Y lo demuestra con datos: el 56% del Directorio de la firma está integrado por mujeres, al igual que el 62% de los cargos gerenciales o jefaturas.

    Fernanda Velasco, directora médica de la firma, lo confirma. “Nos ha dado mucho impulso a las mujeres en Pfizer y a que las mamás podamos seguir trabajando sin descuidar a nuestros hijos”. Los trabajadores padres o madres pueden laborar desde casa una tarde a la semana.

    Velasco también destaca el soporte de Ana para impulsar proyectos de educación médica como el Centro Científico Pfizer, una plataforma web con programas de educación médica.

    A mediano plazo, los planes de Ana Dolores apuntan a la academia, una actividad que aspira a llevar de forma paralela a la vida empresarial: “Quiero ser maestra, siento que es una misión de vida”.

    Curriculum Vitae

    Licenciada  en Administración y Mercadeo,  Universidad San Francisco de Quito (USFQ), 1995.
    MBA en la USFQ, 1995.
    Gerente General  de Pfizer Ecuador, 2011.
    Gerente General de Pfizer Ecuador, Perú y Bolivia, 2017.
    Directora de la Cámara de Industrias y Producción.
    Directora del Comité Ejecutivo de AmCham.


    Participante en un foro de liderazgo
    Redacción Quito (I)

    El Foro Mujeres Empresarias – Liderazgo y Transformación, organizado por Seminarium, se celebró el pasado 19 de septiembre en el Swissotel Quito.

    Se trata de una iniciativa que busca visibilizar el empoderamiento de las mujeres y resaltar el efecto multiplicador de sus aportes a la economía y el desarrollo de las sociedades.

    Durante el Foro se expusieron casos de mujeres que han tenido una trayectoria exitosa en el mundo empresarial nacional e internacional, destacando en cada uno de ellos la importancia de construir una verdadera igualdad de género, además del aporte de las mujeres a la sostenibilidad y la responsabilidad social.

    Ana Dolores Román, CEO de Pfizer para Ecuador, Perú y Bolivia, desde enero del 2017, formó parte de grupo de embajadoras. Es la primera mujer en Ecuador que llega a ese cargo.

    Entre otras líderes empresariales que participaron en el encuentro, avalado por ONU Mujeres, estuvieron Nina Vaca, CEO de Pinnacle Group; Belén Páez, CEO de Fundación Pachamama, entre otras.

    El evento contó con la presencia de la primera dama, Rocío González de Moreno; el ministro de Economía y Finanzas, Richard Martínez; el presidente de la Cámara de Industrias y la Producción, Pablo Zambrano, junto a otras autoridades de gobierno.

    Al finalizar la jornada, los asistentes fueron parte de un networking ejecutivo donde compartieron su visión y testimonio con las expositoras como Ana Dolores Román, embajadoras y líderes empresariales.

    Ana Dolores ha crecido en Pfizer ocupando posiciones para la firma en Ecuador, Colombia y Perú. Constantemente participa en foros sobre liderazgo y mujeres empresarias. Foto: Julio Estrella / LÍDERES
    Ana Dolores ha crecido en Pfizer ocupando posiciones para la firma en Ecuador, Colombia y Perú. Constantemente participa en foros sobre liderazgo y mujeres empresarias. Foto: Julio Estrella / LÍDERES
  • Una idea suya está en camino hacia Marte

    Carolina Enriquez

    carolina enríquez (I)
    redaccion@revistalideres.ec

    Relacionadas

    La investigación que desarrolló, junto a la de otros científicos, estará, próximamente, en suelo marciano. Así de lejos ha llegado la carrera del cuencano Álex Jerves.

    A este ecuatoriano, le ha gustado todo lo referente a la ciencia desde que tiene uso de razón. Su padre y su hermano, ambos ingenieros civiles y académicos, influyeron en su desarrollo profesional; él también optó por dicha carrera.

    Los primeros años académicos en la Universidad de Cuenca le gustaron mucho, debido a las matemáticas y la física. Pero cuando comenzaron a impartirle materias sobre construcción se dio cuenta de que no le gustaba. No era a lo que quería dedicarse toda la vida.

    Eso no le impidió graduarse en el 2006, aunque entró en una etapa de confusión profesional. La solución no fue hallar un trabajo sino continuar sus estudios de posgrado; arrancó una maestría de métodos numéricos de la Universidad Politécnica Salesiana en convenio con la de Universidad de Cataluña, con sede en España.

    Cuando uno de sus profesores leyó sus apuntes le propuso escribir un libro. La Politécnica Salesiana costeó la edición y, mientras Álex cursaba el segundo año de la maestría, escribió Elementos de Cálculo Numérico.

    Hobbies. Le gusta leer libros de autodesarrollo; principalmente autores como Deepak Chopra. Trata de hacer unos 20 minutos de ejercicio todos los días. Foto: Archivo Personal
    Hobbies. Le gusta leer libros de autodesarrollo; principalmente autores como Deepak Chopra. Trata de hacer unos 20 minutos de ejercicio todos los días. Foto: Archivo Personal


    El texto se publicó en el 2009, el mismo año en que terminó su maestría. El siguiente paso fue dar cátedra en su misma casa de estudios de pregrado y luego aprender, perfectamente el inglés,

    En Kaplan Academy no solo se capacitó en el idioma sino que obtuvo las herramientas necesarias para postular en diferentes universidades estadounidenses para estudiar una nueva maestría. A finales del 2010 su sueño académico se cumplió e ingresó al Instituto de Tecnología de California (Caltech, por sus siglas en inglés).

    Él describe ese lugar como algo “fuera de este mundo”. Además de su formación académica, en el sitio tuvo la oportunidad de conocer diferentes ganadores de premios Nobel como Stephen Hawking y de crear ciencia para que se aplique en proyectos reales.

    Allí sintió que estaba haciendo lo que le gusta, por lo que optó por estudiar un PhD en matemática computacional. Durante esos años supo que Caltech trabajaba muy de cerca con el laboratorio de propulsión jet de la NASA, la agencia espacial de EE.UU. Este laboratorio, junto al Instituto para estudios espaciales Keck, convocó a un concurso para presentar proyectos científicos destinados a crear herramientas y algoritmos para determinar las propiedades técnicas y científicas de cuerpos celestes. Junto a su consejero desarrolló un plan, sin esperar ganar.

    Pero lo hizo. Recibió fondos y, junto con personal que se contrató, creó un dispositivo para probar propiedades físicas y mecánicas del suelo de Marte. Su invento irá en un Mars Rovers, uno de los vehículos motorizados que se enviarán a fines de año a ese planeta.

    A Álex Jerves le gusta tocar guitarra. Hace deportes y busca motivar a los jóvenes. Foto: Julio Estrella / LÍDERES
    A Álex Jerves le gusta tocar guitarra. Hace deportes y busca motivar a los jóvenes. Foto: Julio Estrella / LÍDERES

    Esto es solo una parte de sus investigaciones. El PhD Sergio Galindo, profesor sénior del departamento de ingeniería civil de la Universidad de Liverpool y colaborador en proyectos de Álex, destaca la solución que dio a un problema en la geo-mecánica. “De él admiro el hecho de regresar a Ecuador a construir academia. Está enfocado en exponer a sus estudiantes de pregrado a métodos científicos de alto nivel, algo que muchos investigadores prefieren hacer con estudiantes de doctorado”, manifiesta.

    En el 2016, una vez que obtuvo su grado doctoral, se dio cuenta de que en el país había mejores condiciones para hacer ciencia y vivir de ello. A mediados de ese año se unió a la Universidad San Francisco de Quito, donde impulsa el proyecto del Instituto de investigación científica pionera de Ecuador (Inspire).

    En el sitio conformó el grupo de investigación de mecánica teórica computacional junto con estudiantes. Con ellos realiza diferentes investigaciones y logró crear una red de científicos del país y del extranjero.

    A Álex Jerves le gusta tocar guitarra. Hace deportes y busca motivar a los jóvenes. Foto: Julio Estrella / LÍDERES
    A Álex Jerves le gusta tocar guitarra. Hace deportes y busca motivar a los jóvenes. Foto: Julio Estrella / LÍDERES

    Andrea Landázuri es docente de la USFQ y participa en la red. Cuenta que conoció a Álex en una charla del grupo de ingeniería, ciencias aplicadas y simulaciones. “Muestra tenacidad, responsabilidad y pasión para alcanzar sus objetivos y los del grupo. Se interesa por transmitir el conocimiento y fomentar el trabajo multi, ínter y transdisciplinario”.

    Desde febrero el científico comenzó a trabajar con la Escuela Politécnica del Litoral y también busca incorporar a los jóvenes en la investigación. Maurizio Mulas, coordinador de Geología de la Facultad de Ingeniería y Ciencias de la Tierra, colabora con Álex Jerves en un estudio de lahares y nuevos modelos para la simulación. De Jerves destaca la manera de motivar a los estudiantes.

    Datos

    Hobbies. Le gusta leer libros de autodesarrollo; principalmente autores como Deepak Chopra. Trata de hacer unos 20 minutos de ejercicio todos los días.

    Textos. Entre los ‘papers’ que ha escrito Álex está uno que se llama Algoritmo basado en geometría para clonar granos reales. Esto sirve para replicar experimentos que se hacen en la vida real, con modelos matemáticos, en la computadora.

    Un impulso a la investigación en el país

    Redacción Quito (I)

    El Instituto de investigación científica pionera de Ecuador (Inspire, por sus siglas en inglés) busca, como su nombre lo indica, impulsar la investigación científica en el país. Álex Jerves dice que se lo ha hecho, pero que falta mucho más porque hay ideas que han fracasado.

    El fin es impulsar la ciencia no solo desde el Gobierno, sino de las universidades, públicas y privadas. En el caso de este científico a través de la USFQ y de la Espol, en Quito y Guayaquil.

    “Con el grupo de muchachos de ambas universidades que están trabajando conmigo, y con la gente fuera de ellas, buscamos impulsar la cultura y la conciencia científica. Cómo la ciencia ayuda al cambio de la sociedad, al impacto productivo, etc”.

    Otro de los objetivos del Instituto es que se convierta en una opción laboral para las personas que estén avanzadas en su carrera científica o para aquellos recién graduados. La idea es hacer investigación científica y ganando un sueldo digno por hacer publicaciones, registro de patentes, entre otros.

    Quienes trabajen allí podrán ver si realmente les gustan esas actividades antes de seguir una maestría o un PhD.

    “Uno de los proyectos que realizamos está vinculado al hecho de que estamos en un lugar sísmico y con suelos propensos a deslaves, terremotos, erupciones, etc. Creamos una base de datos a escala nacional con las propiedades físicas, mecánicas, morfológicas, de mineralogía y químicas del suelo del Ecuador. Este rato están tomadas 23 capitales provinciales más puntos de interés entre los que están Manta, Pedernales, entre otros”.

    Álex Jerves hace su vida entre Quito y Guayaquil.  La investigación y las ciencias son sus pasiones.   Es músico y le gusta tocar guitarra. Hace deportes y busca motivar a los jóvenes. Foto: Julio Estrella / LÍDERES
    Álex Jerves hace su vida entre Quito y Guayaquil. La investigación y las ciencias son sus pasiones. Es músico y le gusta tocar guitarra. Hace deportes y busca motivar a los jóvenes. Foto: Julio Estrella / LÍDERES
  • Con visión y esfuerzo llevó su empresa al Perú

    Diana Serrano

    Un sueño no se consolida de la noche a la mañana. Requiere tiempo, esfuerzo y visión. Eso lo sabe muy bien Emilio Filbig Maruri, fundador de la empresa Unilimpio. Esta industria se dedica desde hace más de 25 años a la producción de insumos de limpieza para el sector empresarial.

    Desde hace cinco años, Filbig se puso como objetivo internacionalizar la empresa y con su hijo Emilio Filbig Carchi, gerente general de Unilimpio, logró llevar su marca el año pasado hasta Perú.

    Hace cuatro años Filbig padre dejó la gerencia para que dos de sus tres hijos se hicieran cargo. Pero no se ha deslindado de los negocios: ahora es ingeniero de proyectos, cargo con el cual se encarga de procesos de innovación.

    Filbig, hijo de madre guayaquileña y padre luxemburgués, nació en el Puerto Principal. Hablar de su familia le causa orgullo, sobre todo de su madre, a quien la ve como un ejemplo de lucha.

    De niño fue introvertido y tímido. Cuando terminó el colegio, se propuso ser más luchador y aguerrido para alcanzar sus objetivos. “Con timidez o miedo, no iba a lograr cosas en mi vida”.
    Su ímpetu se combinó con la brillantez para los estudios. Antes de acabar su carrera de Ingeniería Industrial, se involucró en el mundo laboral, por la confianza de Alfonso Sáenz, uno de sus mentores.

    Su ímpetu se combinó con la brillantez para los estudios. Foto: Alfredo Lagla / LÍDERES
    Su ímpetu se combinó con la brillantez para los estudios. Foto: Alfredo Lagla / LÍDERES

    Empezó desde los eslabones más bajos en la empresa papelera La Reforma. Una de sus retos, fue hacerse cargo de ventas, sin ser ese su punto fuerte. Entre “caídas y resbalones”, con tan solo 23 años, asumió un puesto gerencial.

    Tres años después salió de esa empresa y recibió una propuesta de una industria papelera en la Sierra, con lo cual viajó a Quito, donde vive desde hace 35 años. En este nuevo cargo, destacó como profesional y líder. Contribuyó al crecimiento de la empresa, que ahora es una multinacional.

    Antes de culminar esta etapa laboral, Filbig tuvo acceso a un estudio sobre el abastecimiento de papel higiénico en el país, en donde se detallaba que el 30% del mercado no estaba cubierto. Este sector era el empresarial como cines, restaurantes y otros; con lo cual, el emprendedor detectó una oportunidad de negocio.

    Amigos y socios de Filbig comparten la imagen de que es una persona innovadora y visionaria. Su amiga Clemencia Salazar dice que siempre tiene buenas ideas y es un líder para los negocios. Omar Chávez, otro de sus amigos, lo considera un estratega.

    Con la ayuda de su esposa, Julieta Carchi, a inicios de la década de 1990, Filbig logró poner en marcha un emprendimiento de distribución empresarial de papel higiénico. En esa época, las servilletas que se comercializaban eran de 30 gramos, pero el empresario logró producir unas de 26.

    Aunque no tenía las características de los otros papeles, la servilleta se logró posicionar en el mercado por su bajo costo. La competencia consideró que el producto era revolucionario, sin saber que en realidad “no tenía condiciones para poder hacer otro papel”, señala Filbig. Con esta experiencia, el empresario aprendió una gran lección para los negocios: de una crisis, se saca una oportunidad.

    La firma que fundó, Unilimpio, vive hoy en día un proceso de internacionalización. Foto: Alfredo Lagla / LÍDERES
    La firma que fundó, Unilimpio, vive hoy en día un proceso de internacionalización. Foto: Alfredo Lagla / LÍDERES

    Su hijo Emilio señala que su padre es un ejemplo de perseverancia. Recuerda que una tarea que le encomendó su progenitor, sin saberlo, lo encaminó a su actual cargo. Con apenas seis años, tuvo que clasificar y etiquetar rollos de papel higiénico.

    Con la consolidación en el mercado, Filbig vio que se necesitaba más para empujar el negocio. Amplió la oferta a productos de limpieza y empezó a brindar “una solución higiénica” empresarial.

    El emprendedor destaca que el secreto para mantenerse vigente en el mercado sin ser aplastado por las grandes empresas es “siempre moverse con nuevas ideas y estar un paso adelante”.

    Para Filbig es importante que su trabajo destaque y tenga un factor diferenciador. Hace más de 20 años, él empezó a investigar sobre las normas ISO, para implementarlas en su industria.
    Otro de los logros empresariales es que Unilimpio es una de las organizaciones que pertenece al Pacto Global de las Naciones Unidas, por sus políticas laborales, ambientales y otras.

    Para Filbig, la unión familiar es parte de su éxito. Los hijos son su motivo de orgullo y considera que han superado sus enseñanzas.

    En su tiempo libre, el empresario practica deporte. Destaca que la disciplina y la perseverancia le ayudan tanto en los negocios como en lo deportivo. Su hijo Emilio añade que su padre también es un amante de la lectura. Este hábito no solo lo ha inculcado en su familia, sino también entre sus colaboradores .

    "Siempre me gustó desta­carme, no por recibir felicitaciones, sino porque eso me hacía sentir y verme mejor”. Emilio Filbig, Fundador de la empresa Unilimpio. Foto: Alfredo Lagla / LÍDERES
    «Siempre me gustó desta­carme, no por recibir felicitaciones, sino porque eso me hacía sentir y verme mejor”. Emilio Filbig, Fundador de la empresa Unilimpio. Foto: Alfredo Lagla / LÍDERES
  • Un camino de cambios que derivó en el Banco Mundial

    Carolina Enríquez (I)
    redaccion@revistalideres.ec

    “Si tuviera que dibujar con líneas cómo ha sido mi vida haría varios trazos con intersecciones y no una recta”. Esa descripción la da Paula Suárez, una economista quiteña que ahora trabaja en el Banco Mundial (BM), en Washington.

    Ella considera que la vida está atravesada por diferentes aristas, por ello no se considera una profesional de la economía “pura”. En su trabajo, por ejemplo, incluir en los análisis cuestiones sociales y ambientales es fundamental.

    Estos dos temas están vinculados con sus primeros recuerdos de la infancia. En las sobremesas de la casa siempre se hacía alusión a las conquistas sociales, el desarrollo del movimiento indígena, la salud ciudadana, entre otras.

    En esas charlas familiares conoció, a través de su abuela paterna, que su bisabuelo fue Pablo Arturo Suárez, reconocido médico ecuatoriano que contribuyó a esta rama, en el siglo XX.

    Se casó con un ecuatoriano y tiene dos hijas; viven en Washington.  Fotos: Cortesía Paula Suárez
    Se casó con un ecuatoriano y tiene dos hijas; viven en Washington. Fotos: Cortesía Paula Suárez

    Suárez creció como una esponja, absorbiendo todos los conocimientos y experiencias que podía. Incluso, durante su último año de colegio, que lo cursó en EE.UU., aprendió inglés, lo que le permitió, más adelante, alcanzar diferentes logros en su vida.

    María José Bahamonde, gerenta Financiera de Exopoflores y amiga de Suárez desde los 14 años, la describe como una mujer que siempre piensa en el bienestar de los demás. Además, considera que es muy analítica y que para tomar decisiones siempre tiene en cuenta la mayor cantidad de argumentos.

    Eso, precisamente, fue lo que hizo para decidir qué estudiar. Le gustaba de todo, pero se inscribió en la carrera de Arquitectura de la Universidad Católica. “Cuando estaba en la fila para pagar me di cuenta que no era lo mío y me regresé a la casa. Tuve el apoyo de mis padres para esta decisión”.

    Sin embargo, no podía quedarse sin hacer nada y gracias a sus conocimientos de inglés comenzó a trabajar de recepcionista en el Swissôtel. Ahí, de nuevo, le gustaban otras cosas como la hotelería y los negocios; pero apareció la oportunidad de estudiar la licenciatura Multilingüe en Negocios y Relaciones Internacionales.

    Sin embargo, la carrera exigía conocimientos de francés. Por ello viajó a Francia un año, trabajó como niñera y aprendió el idioma.

    Los estudios siempre han sido importantes para Paula Suárez. Foto: Cortesía Paula Suárez
    Los estudios siempre han sido importantes para Paula Suárez. Foto: Cortesía Paula Suárez

    Al volver, comenzó la carrera pero al mismo tiempo comenzó a participar en proyectos sociales. Fue en ese momento cuando la luz apareció al final del túnel.

    Dejó lo que estaba haciendo y en 1998 empezó a estudiar Economía, donde “su corazón sonrió y fue feliz en esos años de estudio”. Fue la mejor egresada y su desempeño permitió que sus profesores, incluso, le ofrecieran empleo.

    Así fue como llegó al Gobierno. Trabajó en el Ministerio de Finanzas como consultora o técnica, en las administraciones de Gustavo Noboa, Lucio Gutiérrez y Alfredo Palacio. Durante el Régimen de Rafael Correa fue asesora en el Ministerio de Energía.

    Este trabajo lo desarrollaba por espacios de tiempo determinados, a la par que estudiaba. Pero ella creía que todo estaba sucediendo demasiado rápido en su vida y fue cuando decidió no graduarse en el tiempo que debía sino ir a estudiar en la escuela de Economía de la Universidad de Passau, en Alemania. Volvió a Ecuador y en el 2003, finalmente, se graduó.

    Mientras trabajaba, entre el Gobierno y el sector privado, se dio cuenta que a escala de Estado era difícil una redistribución de los recursos sociales porque el Presupuesto ya estaba comprometido y no solo se necesita de la economía, sino que también debe aplicarse tecnología, política y gestión.

    Agotada, física y emocionalmente, decidió estudiar un posgrado. Aplicó a Harvard, la aceptaron, estudió y obtuvo su máster en Desarrollo Económico y Administración Pública.
    Pero el fin de esta época no significó una despedida de EE.UU. Se casó con un ecuatoriano que desarrolla un proyecto en ese país y se fue a vivir a Washington. Allí, gracias a los contactos que obtuvo durante su paso por el Gobierno, conoció de una vacante en el Banco Mundial (BM), a la que accedió hace ya ocho años.

    Allí ha desempeñado diferentes actividades, incluso como oficial de Programas de la oficina del Presidente de la entidad. Ahora, es economista asistente especial del Director Sénior y jefa de despacho. “Hoy estoy trabajando en una intersección”, entre la gestión pública y la aplicación de beneficios para el desarrollo de las naciones.

    Melanie Walker, asesora sénior del presidente del Banco y exjefa de Suárez, la describe como una persona extraordinaria. Mientras que Leonardo Intriago, uno de sus amigos en la universidad destaca su coherencia entre las ideas que expresa y cómo actúa en cada momento. “Es una persona solidaria, que actúa con bondad”.

    Los datos

    Actividades. A los 26 años ya participaba en reuniones de Gabinete. Es miembro de una red global multidisciplinaria que se llama Transformation Thinkers y otra que se llama Global Diplomacy Lab, espacios de encuentro.

    Familia. Para casarse el sacerdote le pidió miles de dólares horas antes de la boda. Se negó y se casó en una ceremonia celebrada por unos tíos. 

    Un banco que busca reducir la pobreza

    El Grupo Banco Mundial es una asociación en la que cinco instituciones trabajan para reducir la pobreza y generar prosperidad compartida en los países en desarrollo. Está conformado por 189 países miembros; con personal de más de 170 países y oficinas en más de 130 lugares.

    Su misión, según su página web, es reducir al 3% el porcentaje de las personas que viven con menos de USD 1,90 al día en el mundo a más tardar en 2030 y fomentar el aumento de los ingresos del 40% más pobre de la población en todos los países.

    La entidad está integrada por el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento, la Asociación Internacional de Fomento, la Corporación Financiera Internacional, el Organismo Multilateral de Garantía de Inversiones y el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones.

    Paula Suárez explica que entre 2016 y 2017 la institución desarrolló un proyecto, para ponerlo en marcha intra muros, que se llama Agile. “Pensamos cómo aplicar en el banco la misma reforma institucional que se hace en los países. Cómo ser una institución que trabaja mejor, que es menos burocrática, donde la gente trabaja feliz y donde aplicamos el desarrollo de manera más flexible y adaptativa”.

    Agile, dice Suárez, tiene intersecciones al igual que su vida. En su carrera en el banco la ecuatoriana también se ha desempeñado entre la política, la economía y la gestión.
    Otro de los proyectos en los que ha trabajado es ver cómo un país puede utilizar la información que tiene en su sistema y aplicarla para el desarrollo.

    Paula Suárez ha impulsado varios programas en el Banco Mundial. Fotos: Cortesía Paula Suárez
    Paula Suárez ha impulsado varios programas en el Banco Mundial. Fotos: Cortesía Paula Suárez
  • El análisis financiero abre las puertas a esta mujer

    Pedro Maldonado

    Editor del Semanario LÍDERES

    Cuando Daniela Espinosa era niña tenía un juego particular. Miraba las placas de los vehículos en las calles de Quito y realizaba toda clase de operaciones matemáticas con esas cifras.

    Ese pasatiempo ‘evolucionó’. Espinosa empezó a tomarle un gusto especial a los números y el ‘hobbie’ se convirtió en una de las principales fortalezas de esta mujer que ha trabajado en sectores como la banca, así como en grupos empresariales familiares y desde hace unos tres años en el mundo de las ‘fintech’.

    Los números y el análisis financiero se convirtieron en una ‘skill’ que han hecho de ella una profesional muy valorada en las organizaciones por las que ha pasado.

    La carrera profesional de Espinosa arrancó en el 2000 cuando ingresó a Citi, como pasante. Allí ascendió hasta terminar como vicepresidenta de riesgos, en el 2012. “Fue una escuela increíble”, dice esta mujer que cada martes en la noche se reúne con un grupo de amigas para jugar voleibol internacional en Cumbayá y que practica tenis los fines de semana.

    En ese banco aprendió sobre manejo financiero, macroeconomía, administración de riesgos y más. “Fue un tiempo de muchas enseñanzas. Era un trabajo estable, aunque al principio no pensé que iba a pasar tantos años allí”.

    Andrés Herrera es banquero y conoce a Espinosa desde que trabajaron juntos en Citi. “Desde el principio me pareció una mujer muy gentil e inteligente. Algo que me llamó mucho la atención en aquella época fue su capacidad analítica y resolutiva”.

    Herrera añade que esta quiteña tenía una gran facilidad para comprender estados financieros y la situación de una empresa al solo ver un par de cifras claves.

    Su excompañero en la banca comenta que la carrera de Espinosa ha tenido un ascenso vertiginoso logrando desempeñar posiciones de liderazgo en corporaciones importantes a escala nacional. “Hoy en día se muestra como una mujer decidida, liderando equipos de trabajo altamente efectivos”.

    Ese crecimiento profesional en Citi permitió que Espinosa tuviera la oportunidad de continuar con su carrera en el exterior. No obstante, el destino ya había escrito su siguiente reto: el Consorcio Nobis, en Guayaquil, en donde trabajó muy de cerca con Isabel Noboa, una de las empresarias más respetadas del país.

    Era septiembre del 2012 cuando se mudó al Puerto Principal para ocupar la gerencia de Planificación de este grupo empresarial. “Fue un cambio en mi vida profesional porque pasé de una multinacional a una empresa familiar”.

    Espinosa mostró profesionalismo y constantes ganas de aprender. Las ventas, compras y fusiones empresariales fueron parte de las tarea que tuvo en su día a día. Luego de pensar por unos minutos en esa experiencia confiesa que sintió que tenía mucha responsabilidad. Llegó a ser gerente Financiera Corporativa de uno de los grupos empresariales más grandes del Ecuador.

    Isabel Noboa, presidenta Ejecutiva del Consorcio Nobis, guarda buenos recuerdos de Espinosa. “El trabajo de Danielita fue un gran aporte. Destaco su profesionalismo, su lealtad y sus principios. Nos ayudó a estructurar Nobis en un ejercicio en conjunto con mis hijos, ejecutivos y directores”.

    Noboa añade que el trabajo de Espinosa permitió al grupo empresarial crecer aceleradamente. “Siempre sentí en ella un apoyo incondicional”, escribió en un correo electrónico.

    Tras su paso por Nobis y con los conocimientos acumulados en 15 años de carrera, la mujer que hoy es parte del Directorio de varias empresas decidió emprender y fundó Valorem, una compañía de asesoría financiera. Casi al mismo tiempo asumió el reto que la llevó al mundo de las ‘fintech’. Junto con Aron Schwarzkopf y Sebastián Castro, fundó lo que hoy es Kushki, una pasarela de pagos tecnológica que permite pagar vía mail, páginas web, en una aplicación móvil, en Facebook o utilizando SMS.

    Esta mujer -que en medio de su agenda se da tiempo para ser parte de un club de libro y que se escapa a la playa para bucear y surfear- se siente a gusto en esta nueva etapa de su carrera. “Aprendí lo duro que es emprender”, dice desde su oficina en el norte de Quito, en la que se destacan grandes ventanas, muebles blancos y una mesa de pimpón que sirve para la distracción, pero cada vez más para reuniones de trabajo vía Skype.

    Al mirar hacia el pasado, a sus 40 años asegura que ha aprendido de cada cargo que ha desempeñado, tanto en multinacionales como empresas familiares. Además cree firmemente que la condición básica de un emprendimiento es la diversidad de género, de conocimientos y de edad.

    Una ‘fintech’ que crece en la región

    Kushki es una ‘start up’ que despunta en el segmento de las ‘fintech’. Esta compañía es una pasarela de pagos, en la que a través de tecnología permite hacer pagos vía mail, páginas web, en una aplicación móvil, en Facebook o utilizando SMS.

    La empresa empezó sus operaciones en Ecuador en el 2016. “La visión es ser la mejor opción de tecnología financiera para el mercado latinoamericano”, dice Daniela Espinosa, quien siempre se toma su tiempo para responder con las palabras precisas.

    Hoy Kushki tiene operaciones en Ecuador, Colombia y EE.UU. En los dos primeros suma cerca de 140 clientes, mientras que en EE.UU. se cuentan por miles.

    Para este año la meta es expandirse por la región y prestar sus servicios en México, Perú y Chile

    La ‘start up’ tiene 15 empleados en Ecuador, cinco en Colombia, cinco en India y tres en Estados Unidos. Los programadores son claves porque desarrollan la mejor tecnología financiera, pero también se busca a gente con experiencia en comercio electrónico y en banca.

    La jornada de trabajo de esta ejecutiva y emprendedora arranca temprano en la mañana con una rutina de ejercicios en el gimnasio. Luego se dirige a la oficina de Kushki o a reuniones con clientes. Mensajes vía whatsapp, reuniones presenciales o virtuales y revisión de proyectos y cifras marcan el minuto a minuto.

    La meta del equipo es convertir a Kushki en la mejor pasarela de pagos de la región y para conseguirlo el trabajo se cumple de manera metódica. “Es hora de que Ecuador empiece a exportar valor agregado”.

    Daniela Espinosa se califica como una mujer muy apegada a su familia. El deporte con amigas y los viajes dentro y fuera del país le traen balance a su vida. Fotos: Vicente Costales / LÍDERES  y archivo particular
    Daniela Espinosa se califica como una mujer muy apegada a su familia. El deporte con amigas y los viajes dentro y fuera del país le traen balance a su vida. Fotos: Vicente Costales / LÍDERES y archivo particular
  • Dayanara Harnisth deja la mejor impresión entre las mipymes

    Redacción Quito

    Relacionadas

    Los números acompañan cada día a Dayanara Harnisth desde que inició su carrera profesional. Esta ingeniera comercial, graduada en la Escuela Politécnica Nacional, es una ejecutiva incansable que equilibra sus desafíos profesionales con el amor por su familia.

    Este balance no ha sido sencillo, pero ella ha encontrado la fórmula para desarrollar una carrera de casi 15 años en Xerox Ecuador, sin afectar a sus seres más queridos: su esposo y sus tres hijos. En ese proceso, esta ecuatoriana de ascendencia alemana ha trabajado siempre con números.

    A los 19 años se vinculó con el sector financiero, al mismo tiempo que estudiaba. La actual Gerenta Comercial de Comunicaciones Gráficas de Xerox Ecuador se vinculó con entidades bancarias y ocupó cargos como tesorera, analista financiera, entre otros. “Pero eran tareas de mucha rutina”, cuenta en una de las oficinas que esta multinacional tiene en el norte de Quito.

    La experiencia en el mundo financiero culminó cuando Harnisth tenía 26 años. Esta ejecutiva, que de niña vendía chocolates, cosméticos y bisutería a sus compañeras en la escuela y colegio, se conectó con la empresa en la que trabaja en la actualidad por un tema laboral.

    Xerox era proveedor de la entidad financiera en la que se desempeñaba. “En una reunión, un gerente de la firma, que ya dejó la compañía, me propuso que trabajara con él en el área de ventas”.

    Harnisth vio una oportunidad para crecer como profesional y aceptó el desafío. Su primer cargo fue de gerente de Cuentas de Gobierno y su tarea era trabajar con entidades públicas a las que asesoraba en temas de impresión y gestión documental. Era el inicio de una carrera en la que ha desempeñado, con capacidad y profesionalismo, distintos roles comerciales en todas las líneas de la compañía que tiene su base en Estados Unidos.

    Dos años después ascendió a manejar Artes Gráficas y Equipos de Producción. Eduardo Perdomo, director comercial de Xerox Ecuador, conoce a Harnisth desde que ella ingresó a la empresa. Y desde hace seis meses es su superior directo. Él la define como una profesional enfocada en los resultados y apasionada por los clientes. “En el futuro, la miro ocupando una posición a escala regional”, añade Perdomo.

    Esta mujer, que dedica su tiempo libre a pasear por el país con su familia y que se declara una fiel creyente en Dios, tiene muy claro que el trato a los clientes y la asesoría a la hora de escoger equipos de impresión son las bases de su carrera. “Trabajo mucho con micro y pequeñas empresas que tienen en nuestros equipos de impresión su razón de ser, por eso la confianza que se genera es fundamental”.

    Entre los clientes con los que trabaja Harnisth está Imprenta Mariscal. Su gerente, Andrés Valdivieso, conoce a la quiteña desde hace 10 años y cuenta que en ese tiempo ha comprobado que es una luchadora, que no se da por vencida. “Es una ejecutiva que desarrolla una amistad con los clientes y eso permite que los negocios fluyan. Es una gran persona”.

    Paola Ortiz es la propietaria de Gráficas Paola, una empresa del sector gráfico con más de 30 años en el mercado. Ella recuerda a Harnisth desde que empezó su trayectoria profesional en Xerox y da fe de su crecimiento.

    “A Dayanara la conocí cuando era ejecutiva de ventas. Ha crecido no solo en la empresa sino tratando de cumplir con su hogar y las dos cosas lo hace bastante bien”.

    Ortiz añade que Harnisth cumple las metas y los objetivos que se plantea. “Todo lo que hace lo mide, y con base en los datos crea proyectos, cronogramas, lo que permite que Xerox crezca”. Además, destaca su papel como madre y esposa. “Todo lo que ha logrado es por su perseverancia, constancia, disciplina, conocimiento y una gran actitud de servicio”.

    Una de las maneras que esta mujer tiene para desestresarse es cantar en el coro de la iglesia. Pero también se relaja viajando por el país con su familia o con los juegos de mesa que tiene en su casa en Cumbayá.

    Al mirar en retrospectiva se siente a gusto con lo logrado. Harnisth se mira en el corto plazo con nuevas responsabilidades, pero también muy pendiente de sus hijos, de los que no se pierde ningún evento en la escuela y mucho menos una cita con el pediatra. “Hay cosas que solo las mamás sabemos sobre nuestros hijos”.

    En su rol de madre y ejecutiva, ella se apoya siempre en la tecnología. Su ‘smartphone’ o su computadora portátil le permiten manejar temas de la oficina de manera remota. “Mis días no son una rutina, pero al menos una vez al mes me dedico a la cocina para mimar a mis hijos con un locro de papas o una lasaña”.

    Su CV

    Se graduó de la Escuela Politécnica Nacional como Ingeniera Comercial MBA con mención en Finanzas y Marketing.

    Tiene 14 años de experiencia en el medio gráfico, con énfasis en producción de impresos digitales.

    Previamente se desempeñó en las áreas de finanzas y en segmentos como banca e industria, que fueron su base profesional

    Dayanara Harnisth tiene un amplio conocimiento de la industria gráfica del país y de las nuevas tendencias tecnológicas en temas de impresión. Unode sus focos sonlas mipymes. Fotos: Vicente Costales / LÍDERES
    Dayanara Harnisth tiene un amplio conocimiento de la industria gráfica del país y de las nuevas tendencias tecnológicas en temas de impresión. Unode sus focos sonlas mipymes. Fotos: Vicente Costales / LÍDERES
  • Creció en la banca y hoy es ‘coach’ en valores

    Carolina Enriquez

    En 1977, en el país, nadie sabía para qué servía su profesión. Roberto Páez regresó de Canadá luego de graduarse de psicólogo social en la Universidad de Loyola.

    41 años después el interés en esa carrera le sirvió para ser reconocido como Trainer del Año 2017 en Barcelona (España). Sin embargo, en el camino para alcanzar ese logró se alejó por más de 20 años de las actividades vinculadas con la sociedad y la conducta humana.

    A inicios de la década de 1980, un colega le invitó a participar en el diseño y la generación del modelo de desarrollo organizacional del desaparecido Banco Popular. Fue el inicio de una amplia trayectoria en el sector financiero ecuatoriano.

    En esos años se vinculó al marketing, donde aplicó los conocimientos que aprendió en una certificación de la Asociación de Marketing Financiero de los EE.UU. Trabajó en el impulso y desarrollo de otra novedad para la época: las tarjetas de crédito.

    Diners, Banco La Previsora, Visa, entre otras, fueron algunas de las empresas para las que laboró.

    Roque Iturralde conoció a Páez en 1984, cuando trabajaron en el proyecto de cambio de marca de La Favorita a Supermaxi. Él cuenta que en ese entonces se forjó una larga relación laboral y de amistad. “A Roberto lo veo como una persona brillante, inteligente, innovadora y que está permanentemente en la búsqueda de alternativas de vanguardia en el manejo de mercadeo, recursos humanos, asuntos corporativos, etc.”.

    Del tiempo como banquero le quedan lecciones de vida. Alguna vez tuvo que escoger entre la conveniencia y la integridad; al acogerse a este último valor perdió su trabajo, pero supo que era la decisión correcta para mantener su imagen y su carrera en el sector.

    En el 2007, agotado y con ganas de darle un giro a su vida, dejó el sistema financiero tras su gestión en Banco Solidario. No lo dudó y regresó a su pasión original, la sicología social.

    “Uno vuelve siempre a los viejos sitios donde amó la vida”
    , dice tarareando un bolero. En los últimos años, de hecho, volvió a conducir moto, ‘hobbie’ que dejó por años tras un accidente de tránsito en la Panamericana Norte.

    En su oficina, en el norte de Quito, recuerda que durante el tiempo que buscaba regresar a la psicología descubrió el ‘coaching’, una nueva profesión a la que define como una manera para potenciar lo mejor de cada persona.

    Para avanzar en esto era necesario contar con los conocimientos. En 2011 obtuvo una certificación como ‘coach’ y un año más tarde alcanzó el título de ‘master coach’.

    A la par abrió su actual empresa, Opimmus Coach, la cual brinda servicios de asesoría en desarrollo humano para personas y compañías. Su socia, Natalia Vaca, admira la capacidad que tiene Páez de armar, en poco tiempo, programas de capacitación.

    Para ambos, entregar valor agregado a sus clientes es fundamental. Es por ello que como parte de su oferta cuenta con el denominado ‘coaching’ por valores.

    Se trata de una metodología a través de la cual se busca impulsar los valores de las personas para potenciar el de las organizaciones. Con ello se puede generar cambios perdurables en las conductas humanas y corporativas.

    Páez se inclinó por esto debido a que cree que ya no es posible mantener la situación en la en que se encuentra la sociedad actual y es clave rescatar los valores.

    ¿Cómo llegó a este punto? Influyó en ello el trajinar de la vida, pero también el haber conocido, a través del ‘coach’ español David Alonso, a Simón Dolan, desarrollador de la metodología y de una herramienta lúdica, llamada El Valor de los Valores, que ayuda a identificar y jerarquizar los valores que tienen las personas de una manera fácil, rápida y divertida.

    Páez conoció el juego en 2012, en Barcelona. “Tengo que traerlo a Ecuador”, se dijo a sí mismo.

    Se trata de cartas con 51 valores, divididas en tres grupos de 17, cada uno identificado con un color (rojo, verde o azul), vinculados a la ética, la realidad, el desarrollo... En cada una de las cartillas aparece una imagen caricaturizada de un león que realiza la acción a la que representa el valor.

    Las personas que trabajan con el mecanismo seleccionan cinco valores y el ‘coach’ ayuda potenciar los que ya están aplicando en su vida diaria y a desarrollar aquellos en los que todavía les falta.

    El uso de esta herramienta, más los conocimientos de Dolan, han marcado tanto al sicólogo ecuatoriano que ahora está escribiendo un libro junto a él, próximo a lanzarse. Además, se ha convertido en ‘trainer’ de dicha metodología.

    En él sí se aplica el dicho de hechos y no palabras. Aplica sus cinco valores claves: felicidad, familia, integridad, trabajo y bienestar.

    Emprendedor. Foto: Pixabay
    Emprendedor. Foto: Pixabay
  • En Texas demuestra su talento para los negocios

    Carolina Enriquez

    redaccion@revistalideres.ec

    Relacionadas

    A pesar de que ha vivido en EE.UU. toda la vida, su nexo con Ecuador es fuerte desde su nacimiento. La empresaria Nina Vaca nunca ha olvidado sus raíces.

    Sus padres vivían en el país norteamericano junto a sus otros cuatro hijos. Un día los esposos emprendieron un viaje a Quito, de donde son originarios; durante su estadía, la madre, que estaba embarazada, entró en labor de parto y Nina vino al mundo.

    Al poco tiempo la familia regresó a Los Ángeles (EE.UU.), donde residía. Sin embargo, la vida de esta hispana, líder en el mundo de los negocios, se cimentaría en Texas. Fue en la Universidad de Southwest Texas State (San Marcos), en la que se graduó de licenciada en comunicación y administración de empresas, donde obtuvo uno de los primeros de más de 20 reconocimientos a lo largo de toda su carrera. Recibió la distinción de alumna distinguida, siendo la más joven en la historia del estado de Texas.

    Desde pequeña estuvo vinculada a las empresas pues su familia tenía un negocio: una agencia de viajes que cerró tras la muerte de su padre. Esa experiencia, ya adulta, le permitió adentrarse con facilidad en las compañías vinculadas a las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) en Nueva York o Dallas.

    Junto al expresidente de EE.UU. Barack Obama. Fotos: Cortesía Nina Vaca
    Junto al expresidente de EE.UU. Barack Obama. Fotos: Cortesía Nina Vaca

    Dos años luego de salir de la Universidad, en 1996, arrancó con Pinnacle Group, un negocio que provee a otras empresas de servicios de tecnología de la información y de gestión de fuerza laboral.

    Cuando inició ella tenía sus ideas: USD 300 en cheques comerciales, una computadora Dell y un teléfono. Hacía llamadas a grandes firmas, así sin más, ofreciéndoles diferentes talentos.
    Su madre, Amanda Merrit, fue un pilar para concretar este objetivo, ya que siempre estuvo apoyándola. Ella dice que su hija ha contribuido en la generación de empleo, desarrollo de la pequeña y mediana industria, así como apoyo a la comunidad hispana.

    Un paso en este sentido lo dio en el 2005, cuando Nina se convirtió en presidenta de la Gran Cámara de Comercio de Dallas. Luego vinieron otros cargos como presidenta de la Cámara de Comercio Hispana de los EE.UU. y, ahora, de la fundación de ese gremio.

    Su trabajo a favor de los negocios le permitió, en el 2014, recibir en la Casa Blanca el encargo como embajadora presidencial para el emprendimiento global. Además, está vinculada a una serie de proyectos para impulsar el desarrollo, el liderazgo, etc.

    Nina Vaca tiene una carrera destacada. Foto: Cortesía Nina Vaca
    Nina Vaca tiene una carrera destacada. Foto: Cortesía Nina Vaca

    Ecuador ha sido parte de sus iniciativas. Luego del terremoto de abril del 2016 recaudó alrededor de USD 100 000 en fondos que se destinaron al programa Re Emprende, que permitió reconstruir sus negocios a comerciantes que perdieron todo en la tragedia.

    Todd Chapman, embajador de EE.UU. en Ecuador, manifiesta que cuando conoció a Nina le “impresionó el enorme orgullo que tiene por su herencia ecuatoriana y el gran amor que siente por este país”.

    Una de las estrategias que la empresaria usó para recaudar fondos fue la participación en un triatlón llamado Escape de Alcatraz, en San Francisco, para motivar a la gente a contribuir en una cuenta de la plataforma Gofundme. Amigos y conocidos apoyaron.

    El impacto que le generó el desastre le animó a seguir apoyando a la población afectada. El año pasado, junto al Club Rotario Quito Latitud Cero, arrancó el proyecto Villa Alegría, para la construcción de 40 casas para familias de Muisne afectadas por el terremoto.

    Vladimir Carrera, presidente del Club, recuerda cómo Nina y sus hijas departieron con la comunidad en una visita a esa localidad costera y se conmovieron por la situación. Destaca cómo a través de la fundación Nina Vaca se impulsarán más proyectos como ese.

    En ese afán por las causas sociales Nina también impulsa a las mujeres. Recientemente, como defensora de este género en los negocios, fundó At the Table: Mujeres en los negocios y el liderazgo, una iniciativa clave de la fundación de la Cámara.

    El programa se centra en “empoderar a las empresarias latinas como la fuerza económica fuerte que son a través de la capacitación, orientación y oportunidades de establecer contactos”, dice ella.

    Considera que la mujer tiene grandes valores, retos e inmensas oportunidades para crecer tanto en los EE.UU. como en el mundo.

    En marzo próximo, Nina será honrada como Mujer del Año por la revista Solo Mujeres en Houston (Texas), en el undécimo tributo anual a la mujer hispana, que rinde homenaje a “las mujeres que han abierto caminos, se han convertido en emprendedoras, comprometido con la comunidad y establecen el curso para futuras generaciones”.

    Detalles
    Trayectoria. La empresaria ostenta el título de directora de tres grandes corporaciones, posición que ocupa solo el 2% de los latinos en EE.UU.
    El año pasado apareció en la portada de Latino Leaders Magazine como una de los 101 latinos más influyentes de América en 2017, lista en la que aparece hace 10 años.
    Familia. Nina está casada y destaca su rol como madre.


    Una organización vinculada a las TIC

    Redacción Quito (I)

    Pinnacle Group es una empresa que ofrece soluciones completas de tecnologías de la información para a empresas en EE.UU. Asimismo, se encarga de la gestión de talento humano para las firmas.

    Nina Vaca es la presidenta y directora ejecutiva de la empresa, que fundó hace 21 años.
    Según consta en su página web, administra más de USD 65 millones en gastos y más de 1 000 contratistas en América del Norte. Ofrece “soluciones competitivas en cuanto a costos con miras al cumplimiento y la excelencia en la operación”.

    Pinnacle Group creció hasta convertirse en uno de los negocios de mujeres de más rápido crecimiento en los EE.UU. Como parte de este proceso ha ido diversificando su oferta.

    Los cambios que ha desarrollado le han permitido ser un proveedor de soluciones de fuerza de trabajo con varias marcas y líneas de servicio distintas entre las que están Pinnacle Talent Solutions (personal de TI y servicios profesionales), Pinnacle MSP (servicios administrados), Pinnacle Canada (personal y servicios subcontratados), Pinnacle Payrolling (nómina y cumplimiento IC).

    En 2001 la empresaria tomó el control total de la compañía y rediseñó su oferta de servicios en respuesta al cambiante panorama posterior al 11 de septiembre. En 2007 Vaca vio la oportunidad de ingresar al sector de servicios gestionados con una ambicioso programa de USD 100 millones.

    La expansión a Canadá se dio en 2009 y permitió la oferta de servicios adicionales de la compañía.

    Nina Vaca tiene una carrera destacada. A la izquierda junto a los afectados por el terremoto de abril de 2016, en Esmeraldas. Fotos: cortesía Nina Vaca
    Nina Vaca tiene una carrera destacada. A la izquierda junto a los afectados por el terremoto de abril de 2016, en Esmeraldas. Fotos: cortesía Nina Vaca