Para Perú, la innovación y el emprendimiento son el camino de salida a la crisis causada por la pandemia, en el entendido de que “de cada problema surge una posibilidad” y que solo con nuevas ideas se evitará la cruda elección entre “la salud y la economía”.
Ese fue el objetivo en el Innóvate Perú Summit 2020, el mayor evento en el país para emprendedores, inversores, innovadores, gremios empresariales, universidades, agentes multilaterales y en general todos los actores del ecosistema de innovación y desarrollo de nuevas empresas y negocios, que se realizó la semana pasada.
“La innovación. Nos hemos dado cuenta que esa es la respuesta al gran dilema que hemos vivido estos últimos 10 meses. ¿Qué priorizar, economía o salud? Y claramente la innovación es lo que hace posible que no tengamos que sacrificar nada de eso”, explicó a Efe Rosmary Cornejo, coordinadora ejecutiva del Programa Nacional de Innovación para la Competitividad y Productividad – Innóvate Perú-, del Ministerio de la Producción peruano.
Ese organismo es el responsable de organizar un evento que este año tuvo su segunda edición en un momento muy complicado a escala global pero que, sin embargo, pone de relieve el interés en la innovación como solución y como una política de Estado, necesaria e imprescindible.
“Hemos visto estos meses que con la innovación se han reactivado empresas, como por ejemplo con las aplicaciones de entrega a domicilio, que han roto el mercado pese a la pandemia y han servido como instrumento para que muchas empresas lleven productos a sus clientes… la innovación es la respuesta”, subrayó Cornejo.
Más allá del intercambio de información y conocimiento, el Innóvate Perú Summit 2020 buscó poner en contacto a todos los agentes del ecosistema innovador tanto locales como extranjeros.
“En nuestra primera edición perseguíamos poner en la agenda pública el tema de la innovación (…). Se logró y tuvimos unos 1 500 participantes, una cifra importante. Este año queremos enfocarnos a este nuevo mundo, a la nueva situación que nos presentó la naturaleza, para no declinar y decir que todo está perdido, sino para ver que de cada problema, hay una oportunidad”, razonó Cornejo.
Así, se busca que esta convocatoria sirva para “conseguir aprovechar la gran oportunidad” que la crisis ofrece “para la innovación en todos los campos: salud, educación, economía, finanzas, comercio”, indicó la funcionaria.
En ese sentido de “oportunidad”, el Innóvate Perú Summit 2020 contó con la presencia de expertos internacionales en innovación, como Saúl Singer, sobre la cultura emprendedora de Israel, o Harold Salomon, de la incubadora de “start-ups” del Instituto de Tecnología de Georgia (Georgia Tech, Estados Unidos).
También participaron emprendedores de la región, como el gerente y fundador de Platzi, el colombiano Freddy Vega; Mariana Costa, cofundadora y gerente de Laboratoria, y Simón Borrero, el máximo responsable de Rappi.
En el foro también hubo un espacio para el intercambio de experiencias entre las agencias de innovación públicas de Latinoamérica y para debatir las políticas públicas para el impulso de esta nueva forma de economía.
Y todo esto, precisamente, marcado por la innovación. “Claro, esta fue un encuentro ‘on-line’, para asistentes y participantes, pero innovador”, añadió Cornejo.
El foro se dividió en siete bloques temáticos: innovación disruptiva, sociedades de futuro, la disrupción de la educación, inclusión financiera e inversiones con alto impacto, ecosistemas de innovación e innovación abierta, mipymes innovadoras y políticas públicas de innovación.
El evento también contó con una feria virtual informativa de servicios para empresas y emprendimientos innovadores, en la que se contactaron con los programas del Ministerio de la Producción e instituciones privadas. 1500 emprendedores participaron en el evento que se desarrolló la semana pasada en Perú.
La feria Innóvate Perú Summit 2019 fue la primera que se desarroló en Lima. Este año el evento fue virtual. Foto: EFE
La Feria Internacional de Loja, que se cumple desde hace 190 años y se efectúa en septiembre, es uno de los principales eventos comerciales del sur del Ecuador y del norte del Perú. Esta ocasión debido a la pandemia del coronavirus se realizará de forma virtual, entre el 1 y 8 de septiembre de 2020.
La exposición se desarrollará mediante plataformas digitales. Es decir, los ciudadanos podrán realizar recorridos por un complejo ferial virtual, en donde observarán los negocios e interactuar con los emprendedores y comerciantes, y podrán hacer compras en línea, explicó Diego lara, director ejecutivo del Comité de Ferias.
Esta decisión se adoptó el lunes 13 de julio de 2020 porque la emergencia sanitaria impide las concentraciones masivas de personas. Lara dijo que se no se suspenderá la feria para mantener la tradición y porque se busca la reactivación de los emprendedores y comerciantes de la región.
Además, se planifica conciertos virtuales, promociones y lanzamientos de nuevos productos.
En septiembre de 2019 participaron 1 350 expositores ecuatorianos y peruanos, que ofertaron zapatos, ropa, electrodomésticos, alimentos procesados, bisutería, adornos del hogar, comésticos, entre otros productos. Se estima que esta feria internacional mueve USD 12 millones y participan más de 700 000 visitantes cada año.
En el 2019 participaron 1 350 expositores ecuatorianos y peruanos en la Feria Internacional de Loja. Foto: Archivo / LÍDERES
YellowPepper, firma de servicios financieros digitales en América Latina, en colaboración con los bancos BBVA, Interbank y Scotiabank de Perú, anuncia el lanzamiento de Plin, su primera plataforma de pago en tiempo real (Real-Time Payment, RTP) en Perú.
Plines una solución innovadora que posibilita la transferencia de fondos entre clientes de distintos bancos en todo Perú en tiempo real, todo el día, todos los días, sin cargo y únicamente con un número de teléfono celular. Con este lanzamiento, Plin no solo beneficia a los clientes de un banco sino que busca cubrir las necesidades de más de 10 millones de personas que realizan transferencias instantáneas a diario, y promover la reducción del uso de dinero en efectivo.
“Hemos sido el servicio elegido por las grandes instituciones financieras y minoristas durante años, y ahora estamos orgullosos de anunciar el lanzamiento de Plin” , señala Serge Elkiner, cofundador y director ejecutivo de YellowPepper. “Con el lanzamiento de Plin, YellowPepper sigue ampliando su tecnología segura y eficaz para construir un ecosistema sólido en Latinoamérica para que interactuar, administrar y aceptar pagos sin efectivo sea lo más fácil posible”.
Plin ha ingresado al mercado a través de un acuerdo entre BBVA, Interbank y Scotiabank, tres de los cuatro principales bancos de Perú. Por ahora, PLIN incluye pagos en tiempo real entre los clientes de los bancos a través de sus respectivas aplicaciones de banca móvil. “Estamos realmente emocionados por el lanzamiento. La aceptación de los usuarios ha sido muy satisfactoria. Esta iniciativa es única en la región, y con estos tres primeros bancos estamos sentando las bases para un ecosistema de pagos digitales interbancarios abierto y nacional que beneficie a todos los peruanos. Esto empieza con transferencias de dinero inmediatas entre la gente”, afirma Jonathan Scaillon, director comercial de YellowPepper.
Plin elimina las barreras para transferir dinero entre distintos bancos y posibilita las transferencias móviles sin costo adicional. Actualmente disponible para BBVA, Interbank, Scotiabank, y pronto para los clientes de BanBif, el objetivo es que otros bancos peruanos se incorporen al ecosistema Plin en un futuro cercano.
La aplicación se instalará automáticamente en las aplicaciones móviles de bancos peruanos, y permitirá a los clientes transferir fondos entre ellos mismos con el número de teléfono celular. “Es un proyecto novedoso para los bancos peruanos, que nació gracias a la colaboración de tres bancos importantes para facilitar la interacción de más de 10 millones de personas. En estos momentos de emergencias sanitarias, Plin facilita la transferencia y el intercambio de dinero, y prioriza así los canales digitales por sobre el efectivo”, señala Fernando Eguiluz, director ejecutivo de BBVA Perú.
“La conducta del consumidor ha cambiado significativamente con la situación actual, lo que impulsa la digitalización más rápidamente que nunca. Como las expectativas de los clientes siguen cambiando, debemos reinventarnos y adaptarnos para abordar las necesidades de nuestros clientes, y PLIN es un excelente ejemplo de esto. Estamos orgullosos de asociarnos con otras instituciones bancarias para ofrecerles a los peruanos una manera fácil y sencilla para enviar y recibir dinero. Este es solo el principio de PLIN; esperamos que todas las instituciones financieras de Perú se unan a esta red global para que podamos poner el producto a disposición de todos los peruanos ” , afirma Luis Felipe Castellanos, director ejecutivo de Interbank.
La plataforma Plin se presentó la semana pasada. La integranYellowPepper y los bancos BBVA, Interbank y Scotiabank. Cortesía
Más de seis millones de peruanos pueden solicitar, desde el lunes pasado, el retiro de hasta USD 3 700 de sus fondos de pensiones para paliar la crisis causada por el confinamiento, desde hace dos meses, para combatir covid-19.
El procedimiento, que economistas advierten que tendrá “efectos perniciosos a largo plazo”, es posible por una ley del 30 de abril que autoriza a los afiliados al sistema privado de pensiones a que, de forma “voluntaria y extraordinaria, puedan retirar hasta el 25% del total de sus fondos acumulados”, hasta un máximo de USD 3 700 por persona.
“Se busca resolver transitoriamente un problema de liquidez y caída de los ingresos” , dijo el economista Jorge González Izquierdo, exministro de Trabajo.
“En el corto plazo (…) impulsará el consumo del sector privado y servirá de un pequeño estímulo a la economía” , agregó.
La inscripción, a través de Internet, comenzó el pasado lunes y se extenderá hasta el 18 de julio.
Los pagos empezarán a fines de mayo en dos desembolsos, con un mes de diferencia, por los bancos.
Las autoridades estiman que el monto global a ser retirado bordearía los USD 8 000 millones. En Perú operan cuatro administradoras de fondos de pensiones: Integra, Hábitat, Prima y Profuturo.
La medida era una demanda popular que el Congreso aprobó y convirtió en ley en medio de críticas del gobierno de Martín Vizcarra, temeroso del impacto de la idea en el largo plazo.
El sistema privado de pensiones peruano, copiado del modelochileno, ha recibido masivas críticas estos últimos meses por parte de sus clientes, que alegan ser perjudicados por cada crisisfinanciera, sin que ello afecte las utilidades de las compañías.
Perú es el segundo país de la región con más casos de covid-19, después de Brasil. Más de 90 000 personas se han contagiado, de las que han fallecido más de 2 000.
Los críticas a la medida son, principalmente, que favorece a una minoría de los trabajadores que quedaron sin ingresos y que tendrá un efecto nocivo en las futuras jubilaciones.
“El retiro está destinado a una minoría de trabajadores formales dependientes, que son alrededor del 30% de la población económicamente activa (PEA) del país. No hay que olvidar que el 70% de trabajadores son independientes”, destacó González Izquierdo.
“En un balance general, está medida tiene efectos perniciosos a largo plazo, porque reducirá la pensión de los trabajadores cuando se jubilen y convertirá sus ahorros en consumo, afectando la tasa de ahorro nacional”, explicó.
Ciudadanos peruanos se acercaron a las oficinas de los fondos de pensiones para conocer información sobre el cobro de sus dineros. Foto: AFP
¿Qué tan complicado fue implementar la billetera móvil en Perú? El primer reto fue lograr que las entidades financieras accedieran a participar en unan iniciativa colaborativa que permitiera la interoperabilidad para poder competir con el efectivo y con el objetivo común de la inclusión financiera. Esto se logró bajo el liderazgo de la Asociación de Bancos del Perú y luego se amplió a los gremios de las cajas municipales y las micro financieras y también lo propio con el Banco de la Nación. Así se pudo conseguir más de 30 entidades de las cuales a la fecha ya hay 25 operando día a día con el programa de billetera móvil BIM.
Luego debíamos seleccionar la tecnología apropiada que nos sirva en la constante evolución para los casos de uso que implementaríamos y la suficiente versatilidad para adaptarse a los cambios y mejoras producto del aprendizaje y del crecimiento. Asimismo desarrollamos un modelo operativo, económico y de gobernanza que nos permita ser autosustentables en un plazo razonable de acuerdo a las metas planteadas y a la regulación promulgada por la ley de Dinero Electrónico.
¿Cuáles fueron las principales dificultades y cómo las enfrentaron? Teníamos que construir una red lo suficientemente robusta y capilar para que los clientes puedan realizar la carga de sus billeteras y eventualmente retirar de las mismas, para lo cual había que interconectar las diversas plataformas de corresponsalía bancaria de las entidades financieras participes y complementarla con una red de puntos de atención de BIM a la cual llamamos ‘Bimers’ que impulsaran asimismo el uso de BIM en su entorno.
La tecnología y lo comercial eran prioridades… También se desarrolló e implementó, junto con las entidades participantes, procedimientos estándares de soporte y mantenimiento operativo que permitan la interoperabilidad, compensación y la atención en tiempo real a los clientes y las propias entidades emisoras. Se estableció una estrategia comercial y de marca con propuestas comunes en términos de tarifas y procedimientos de atención a fin de lograr un entendimiento sencillo del nuevo servicio y así ir logrando su adopción en el mercado. Se incorporaron servicios a ser pagados desde BIM siendo los primeros los sistemas de prepago de las operadoras con las que nos conectamos y luego incorporamos otros servicios relevantes e iniciamos diversos pilotos para casos de uso específicos que nos permitieran crear ecosistemas de pago con BIM.
¿La BIM es un programa manejado solo por la banca privada? Al ser una iniciativa colaborativa participan no solo las entidades financieras privadas sino también el Banco de la Nación quien es la entidad que nos brinda el acceso a los casos de uso que desarrollaremos con el gobierno, sobre todo ahora que ya se emitió la política de Inclusión Financiera que en breve se ejecutará con objetivos muy precisos y en los que se ha identificado a BIM como una herramienta a utilizar para los pagos al y del Estado.
¿Cuántos usuarios tiene hoy en día BIM? Son unos 700 000 clientes quienes día a día abren sus billeteras escogiendo libremente la entidad financiera que respalda sus cuentas de dinero electrónico.
¿Cuántos soles se mueven cada mes en la BIM? En julio se intermediaron mas de 150 millones de soles (USD 45 millones) y hemos observado el último año un crecimiento sostenido cercano al 20% mes a mes.
¿Qué recomendaciones se pueden hacer a países como Ecuador que está por lanzar un programa similar? Hay ingredientes y básicos necesarios para lograr la adopción. Uno es la interoperabilidad para poder competir con un bien tan universal como el efectivo. El segundo es colaboración en diversos ámbitos y dimensiones ya que el reto es muy grande. Además tanto el sector privado como el público deben de participar para lograr que el usuario de a pie lo entienda y use el servicio. También se requiere una coordinación cercana y constante con los reguladores ya que en el tiempo se irán requiriendo ajustes y mejoras.
Hoja de vida
Cargo. En la actualidad es el gerente Comercial de Pagos Digitales Peruanos. Esta empresa está conformada por instituciones financieras donde participan bancos, cajas municipales, cajas rurales, financieras, pymes y empresas emisoras de dinero electrónico, entre otros. Formación. Economista de la Universidad de Lima, con especialización en Negocios y Finanzas. Tiene experiencia en la banca privada peruana.
El Gerente Comercial de Pagos Digitales Peruanos explica los desafíos que enfrentó su país para adoptar la billetera móvil en 2016. Foto: Cortesía
La industria textil, sometida en todo el planeta a la implacable competencia de Asia, está apostando en Perú a la codiciada lana de sus alpacas andinas, cuya floreciente producción sustentable genera empleo y valor agregado.
En la granja Pacomarca, a pocos kilómetros de la localidad de Llalli, cerca del lago Titicaca en la región de Puno (sureste) , cientos de alpacas salen del corral para pastar en la soleada pradera. “Las alpacas son uno de los pocos animales que pueden sobrevivir y dar rentabilidad a sus productores, o a la gente que trabaja con ellas, por encima de los 4 000 metros”, explica el biólogo Alan Cruz, jefe de la granja, un centro experimental del grupo textil Inca que hace estudios genéticos en alpacas.
Cada animal tiene una tarjeta con un número en su oreja que permite a los científicos consultar toda su información genealógica en una base de datos. Pero no hacen estas investigaciones con fines científicos sino económicos.
Es que una fibra más delgada significa mayor precio para la lana, que ahora compite frente a las cotizadas prendas de cachemir de India y mohair de África del Sur en tiendas de lujo de todo el mundo.
La lana de alpaca, un animal domesticado hace 6 000 años por los antiguos moradores de los Andes, está empujando la próspera industria textil de Perú (USD 1 400 millones de exportaciones en 2018) , en especial en Arequipa, la segunda ciudad del país (suroeste) .
Fundada en 1931, Michell es la compañía líder de la industria alpaquera, con 2 500 empleados. En su planta cada día toneladas de lana bruta son sometidas a un proceso de lavado, secado e hilado. También hay fábricas de hilados y prendas medianas y pequeñas, incluidas unas dedicadas a la “maquila” , o sea, a producir para otros grandes productores. “El proceso de lavado y acabado es lo más importante en la alpaca”, dice Erika Muñoz mientras muestra orgullosa su pequeña fábrica de confecciones Brisan, donde trabajan 12 personas.
Un caso de crecimiento vertiginoso es el de Art Atlas, que empezó como pequeño negocio de venta de suéteres hace dos décadas y ahora diseña, confecciona y exporta miles de prendas cada año, además de emplear a unas 500 personas, la mayoría mujeres.
“ Hace cinco años decidimos lanzar nuestra propia marca y la producción, nuestra colección fue muy bien recibida en el mercado”, cuenta su fundadora, Jéssica Rodríguez.
Las exportaciones de prendas de alpaca todavía no alcanzan los volúmenes de las de algodón (USD 744 millones en 2018) , pero tienen precio más elevado y crecen más rápido.
En 2018, Perú exportó USD 308 millones de lana de alpaca, 22% más que en 2017, según la asociación de industriales. El kilo de prendas de alpaca se vendió en 2018 en USD 91, en promedio, frente a USD 44 de las de algodón. Este ‘boom’ favorece a unas 250 000 familias que viven directa e indirectamente de la alpaca, desde modestos pastores a grandes industriales.
Las negras Como la vicuña, la llama y el guanaco, la alpaca tiene ancestros comunes con los camellos del Medio Oriente.
Cada ejemplar, que vive en promedio unos 20 años, provee unos tres kilos de lana al año (la esquila se hace en noviembre) . La fibra más fina y valiosa, llamada “ baby alpaca ” , se extrae de la parte trasera del cuello.
Por décadas, los fabricantes textiles privilegiaban la lana blanca de alpaca, que era teñida, pero ahora hay demanda creciente por los tonos naturales, que alcanzan la treintena. La lana negra es escasa, porque el 60% de las alpacas son blancas. Por esta razón, Pacomarca tiene un programa de “ recuperación ” de la alpaca negra, que ahora representa el 10% del total, explica Cruz.
Dos mujeres trabajan en una de las empresas que procesa lana de alpaca en arequipa, al suroeste de Perú. La lana negra es escasa, porque el 60% de las alpacas son blancas. Fotos: AFP
Era 1969 cuando el hombre llegó a la Luna, se cumplió el legendario concierto de Woodstock en Estados Unidos y 250 000 personas marcharon en Washington a favor de la paz y en contra de la guerra en Vietnam.
Eran tiempos agitados a escala global y en Sudamérica surgía un bloque subregional. Bolivia, Colombia, Chile, Ecuador y Perú daban los primeros pasos en un proceso de integración que se llamó, en principio, Pacto Andino.
Los cinco países mencionados suscribieron el llamado Acuerdo de Cartagena, el 26 de mayo de 1969. El naciente bloque de países contemplaba la coordinación de planes de desarrollo, la armonización de políticas de comercio exterior, un régimen común de tratamiento a los capitales extranjeros y un régimen de empresas multinacionales andinas.
También se acordó la programación industrial conjunta, mediante asignación de plantas y reservas exclusivas de mercado, según reseñas de medios de comunicación nacionales.
Había optimismo en los gobiernos de los países que integraban el Pacto Andino, que con el tiempo pasó a llamarse Comunidad Andina de Naciones (CAN). La propuesta era desarrollar un modelo de libre comercio y apertura económica. Pero los planes no se cumplieron según lo pensado.
En 1973, Venezuela se sumó al bloque (del cual se separó en el 2006) y en 1976 se retiró Chile. Un informe del Banco de la República -el banco central de Colombia– rememora que luego de un comienzo auspicioso, el proceso se estancó, en particular durante los años ochenta, “cuando los países experimentaron graves dificultades en el sector externo, que llevaron al incumplimiento sistemático de los compromisos”.
En 1984, por ejemplo, el canciller ecuatoriano Édgar Terán decía que la existencia del Pacto Andino “habían sido 15 años de continua frustración”. Terán recomendaba reordenar el proceso de integración, “de manera que se convierta en práctico, sencillo y sin intervención de burocracias”, según una nota publicada en El País de España.
Luis Luna, catedrático y experto en comercio exterior, recuerda que el proceso de integración económica y sustitución de importaciones que planteó en sus inicios el Pacto Andino no se concretó por completo, tal como era el anhelo de los países miembros.
La idea de tener una estructura industrial fuerte en cada país tampoco funcionó, añade Luna, aunque reconoce que en Ecuador sí hubo efectos positivos para sectores como la línea blanca. “Pero en general fueron muy pocas industrias establecidas en los distintos países del bloque andino”.
En lo comercial la meta era avanzar de una zona de libre comercio a unión aduanera y luego a unión económica. “Pero eso no se produjo y seguimos como zona de libre comercio”, dice Luna.
El libro ‘Ecuador y la integración andina 1989-1995’, escrito por Mónica Mancero y editado por la Universidad Andina Simón Bolívar (institución considerada una de las mejores creaciones de la CAN), también aporta con algunas conclusiones sobre el modelo de integración. “Lo más importante no es tanto la magnitud del intercambio comercial, sino que en esta etapa se sentaron las bases para lograr un cambio cualitativo en la estructura de nuestras exportaciones a los países miembros del Grupo”, se lee en el texto.
No obstante, fenómenos como la globalización de la economía y el surgimiento más reciente de bloques económicos internacionales, como la Alianza del Pacífico o la propia Unasur, afectaron a la Comunidad Andina. Colombia y Perú son un ejemplo de las nuevas relaciones comerciales que afectaron a las posibilidades del bloque subregional, asegura Luna. “En Ecuador, el gobierno anterior nunca tomó decisiones importantes sobre la Comunidad Andina porque pensaba más en la Alba o en la Unasur”.
Jorge Pedraza, secretario general de la Comunidad Andina de Naciones (CAN), conversó con LÍDERES a inicios de mayo pasado. El vocero del organismo dijo que la CAN se encuentra revisando aspectos para potenciar lo bueno y mitigar los defectos.
“En el 2014, el grupo inició una reingeniería. Buscamos que sea un organismo dinámico, moderno, activo y con resultados. Es la CAN siglo XXI, un facilitador de la integración. Queremos que esté acorde con las tendencias nuevas de los mercados en el mundo”. Según Pedraza, este momento se vive una especie de relanzamiento de la CAN.
El pasado 26 de mayo, el organismo concluyó su primera cumbre en ocho años en Lima, con una declaración en la que los mandatarios de Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú se propusieron avanzar en una mayor integración. Ellos se comprometieron a avanzar en la construcción de una visión a futuro que priorice una agenda digital andina. Además, instaron a extender la “interconexión energética entre países andinos y otros países de la región”.
Datos
La CAN es el mecanismo de integración más antiguo de Sudamérica, por delante de otros competidores que aparecieron después como el Mercado Común del Sur (Mercosur), la ya casi extinta Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y la Alianza del Pacífico.
La CAN tiene hoy 110 millones de habitantes que pueden circular libremente por los cuatro países y comercializar productos andinos sin ningún tipo de aranceles. Se trata de un mercado pequeño a nivel global pero muy activo y sólido.
El futuro de la CAN pasa por establecer legislaciones comunes en temas como el transporte y la seguridad vial, promover una equidad de género y crear mecanismos para combatir crímenes como el narcotráfico, el lavado de activos, la minería ilegal, etc.
El organismo facilitará los trámites comerciales
En su cincuentenario, la Comunidad Andina de Naciones (CAN) intenta reforzar su integración económica. Este no ha sido un proceso fácil, pues en todo este tiempo no se ha logrado ni siquiera consolidar la unión aduanera dentro del bloque.
Pero se dio un paso. El pasado 26 de mayo los países miembros firmaron el Acuerdo de reconocimiento mutuo del operador económico autorizado.
Se trata de una figura que se está implementando a escala mundial. Busca que los países miembros reconozcan a agentes de aduana, empresas, puertos y personas con un perfil de riesgos bajo, para que accedan a facilidades en tiempos, trámites, costos de comercio, entre otros..
“Por ejemplo, una compañía exportadora con un amplio historial puede pedir a la autoridad aduanera que le califique como operador económico autorizado (OEA) y, de esa manera, las inspecciones y el papeleo serán menos largos. Todos los países de la CAN reconocerán a la firma como tal (fiable)”, dice Xavier Rosero, jefe técnico de la Federación Ecuatoriana de Exportadores (Fedexpor).
Para que los operadores puedan acceder a este beneficio deberán primero esperar que las administraciones de aduana de los países miembros definan los lineamientos. El secretario General de la CAN, Jorge Pedraza, invitó a estos entes para que incluyan el documento como parte del ordenamiento jurídico del grupo andino.
“Los principios de supranacionalidad, aplicación directa y efecto inmediato (de la CAN) permitirán que (el acuerdo) sea acogido en los países miembros sin necesidad de incorporarlo en las legislaciones nacionales, repercutiendo de manera armónica en su aplicación”.
Durante la celebración del medio siglo, las naciones integrantes de la CAN también mostraron su compromiso por impulsar otros temas dentro del ámbito económico, entre los que se encuentra el desarrollo de la agenda digital andina, la interconexión energética en Sudamérica y el mejoramiento de los mecanismos para el funcionamiento de la zona de libre comercio; precisamente, esta última es clave en la integración.
El presidente de Ecuador, Lenín Moreno, por otro lado, acotó en la cita que el Comité Andino de Telecomunicaciones avanza en normas para tener un mercado integrado de tarifas de roaming entre los socios.
Desafíos Para el sector privado ecuatoriano es necesario que las normas andinas, que son mucho más estrictas que en otros grupos, se ajusten de tal manera que se genere mayor comercio entre los miembros del bloque.
“Todavía no está bien asentado. Además, es importante que se repiense la institucionalidad del grupo, de cara a procesos que impiden el comercio intrarregional. Es un problema que cada país bloquee o genere trabas arancelarias y parancelarias para los productos”, dice Rosero. Un ejemplo de ello, explica, sucedió cuando Colombia bloqueó el ingreso de arroz ecuatoriano. También se han producido problemas relacionados con cemento, perfiles metálicos, plásticos, etc.
Otro problema en el bloque es el vinculado con el transporte. Hay ocasiones en que los vehículos de carga deben hacer transbordos cuando llegan a una frontera por cuestiones de incomodidad de los gremios de transportistas o tienen dificultades para cruzar porque no se ha homologado los ejes o pesos para movilizarse en la subregión.
Por ejemplo, en una nación se puede circular con camiones de ocho ejes, mientras que en otros con un número menor.
Por ahora, uno de los logros alcanzados en cuanto a transporte de mercancías es la emisión de una decisión que determina al permiso originario como único documento que acreditará que un transportista ha sido autorizado para prestar el servicio en la rutas de la subregión.
Para David López, jefe técnico de la Cámara de Comercio de Quito (CCQ), estos desafíos pueden superarse. Destaca el logro de la CAN como plataforma de integración dentro de América Latina; sus reglas han ayudado en la constitución de la Alianza del Pacífico, ya que dos de sus cuatro integrantes (Colombia y Perú) pertenecen al bloque andino. A Ecuador también le facilitaría la negociación para ingresar a la Alianza (también integrada por México y Chile).
Además, considera que la Comunidad Andina “ha sido una fortaleza para consolidar encadenamientos productivos en los países integrantes. Tiene una base fuerte, sostenida en la libre circulación de bienes”.
Políticamente, es un bloque que se ha mantenido pese a la salida de Chile y Venezuela. No ha podido consolidar aspectos como el de una moneda única, la adopción del arancel externo común, entre otros.
Detalles
Según Fedexpor, al menos la mitad de las exportaciones del país a la CAN son manufacturas o bienes industrializados.
La CAN. En el periodo enero – diciembre del 2018, las exportaciones al mundo de los países miembros alcanzaron cerca de USD 120 000 millones. Esto representó un alza de 11,4% frente a las ventas realizadas en el mismo periodo del año 2017.
Ventas. Los principales productos exportados al mundo por la CAN durante el periodo enero – diciembre del 2018 fueron: aceites crudos de petróleo, minerales de cobre, las demás formas en bruto de oro para uso monetario, hulla bituminosa, plátanos, minerales de zinc, gas natural, café sin tostar, fuel oil, cátodos, etc.
El XV Consejo Presidencial Andino se cumplió en julio del 2004, en Quito. Carlos Meza, Álvaro Uribe, Lucio Gutiérrez y Hugo Chávez participaron. Foto: Archivo / LÍDERES
El intercambio comercial entre Ecuador y Perú, países miembros de la Comunidad Andina (CAN), supera los USD 2 400 millones y muestra una tendencia creciente.
La información la dio a conocer el Secretario General de la CAN, Jorge Hernando Pedraza, este 28 de marzo del 2019.
Durante el VII Foro de Integración Perú–Ecuador, el Pedraza resaltó que en el 2018 las exportaciones de Ecuador a Perú alcanzaron los USD 1 615 millones, superior en 25,9% a lo registrado en el 2017.
En tanto, en el mismo periodo, las exportaciones de Perú a Ecuador llegaron a los 847 millones, 6,2% más que el año anterior.
“Perú y Ecuador son socios comerciales y estratégicos en la CAN e invierten mutuamente gracias al desarrollo comercial, al libre mercado andino que les ofrece el bloque y a la estabilidad jurídica en ambos países”, destacó.
Asimismo, en el Foro, organizado por el Consejo Empresarial Peruano Ecuatoriano (Capecua), Jorge Pedraza saludó que las relaciones comerciales entre Ecuador y Perú hayan aumentado en 75% desde la firma del Acuerdo de Paz hace más de 20 años.
Por su parte, la embajadora entrante de Ecuador en Perú, Eva García, afirmó que el país está abierto al comercio mundial, “con un excelente clima de inversiones y con indicadores económicos positivos”. Resaltó la importancia del mercado andino para ambas naciones.
En el Foro, realizado en la Secretaría General de la CAN, en Lima, participaron decenas de empresarios ecuatorianos y peruanos, quienes abordaron temas como el comercio al interior del bloque y al mundo, las mipymes, perspectivas económicas entre ambos países, aplicación de normativa andina y otros.
Los puertos del país cumplen con el embarque y traslado de la mercadería. De los 22 principales destinos de las exportaciones no petroleras, ocho corresponden a países americanos. Foto: Archivo / LÍDERES
El Gobierno de Perú presentó este jueves su Política Nacional de Competitividad y Productividad, que plantea incrementar y consolidar un crecimiento económico que le permita convertirse en un país desarrollado en un plazo de 20 a 30 años.
La política fue presentada durante el «Foro de Competitividad y Productividad hacia un Perú Moderno e Inclusivo», que fue inaugurado por el presidente Martín Vizcarra y al que asistieron el primer ministro, Cesar Villanueva, ministros de Estado y otras autoridades.
Durante su discurso, Vizcarra pidió «aprovechar las capacidades» del país y ponerse la meta de alcanzar un mayor crecimiento económico, mejorar la competitividad y forjar un Estado moderno.
«Quiero plantear una meta ambiciosa, ardua pero alcanzable: construir juntos un país con mayor crecimiento económico, competitivo, productivo y sostenible, un Estado moderno, eficiente con instituciones sólidas, que brinde mejores servicios y genere bienestar», señaló.
Vizcarra aseguró que la tendencia de la economía peruana permite mirar el futuro con confianza y optimismo, pero agregó que el país tiene «que aprovechar» sus capacidades.
Recordó que el crecimiento económico fue de 2,5 % en 2017 y el año pasado se cerró con un crecimiento de alrededor 4 % y la expectativa de obtener una cifra mayor en 2019.
«2018 fue el año del inicio de las reformas y el referéndum, y el año que logramos ejecutar la cifra de inversión pública más alta de la historia, con más de 35 500 millones de soles (10.700 millones de dólares) entre los tres niveles de Gobierno», agregó.
Vizcarra sostuvo que la inversión privada fue uno los principales motores del crecimiento económico del país, con 4,6 %, y también se aceleró el consumo privado, pero dijo que para ser un país más productivo se tiene que crecer a tasas más elevadas.
«No estamos aquí para felicitarnos y darnos por satisfechos, sino para señalar, con convicción y seguridad, que podemos lograr mucho más. Y vamos a hacerlo, de la mano de ustedes y de todos los peruanos», enfatizó.
El gobernante indicó que para aprovechar las capacidades productivas del país y lograr una mayor diversificación, se deben implementar estrategias de desarrollo que incluyan innovación, tecnología y proyección internacional.
«Un Perú competitivo debe promover la empleabilidad de sus trabajadores», añadió para luego señalar que su país no será competitivo «sin la presencia de un Estado eficiente, que facilite las decisiones de inversión, asegure la estabilidad de nuestro marco normativo y jurídico, y sea frontal en la lucha contra la corrupción y la impunidad».
A su turno, el ministro de Economía y Finanzas, Carlos Oliva, dijo que la política de competitividad y productividad es una «hoja de ruta» que consta de nueve objetivos prioritarios para impulsar el desarrollo del país, con la meta de llegar a ser desarrollado en unos 20 a 30 años.
«Es imposible pensar en un Perú distinto al de ahora si no mejoramos la competitividad y productividad», enfatizó antes de decir que su país seguirá creciendo a una tasa anual de 4 % si no se hace algo «trascendental» que permita aumentar su producto interno bruto (PIB) potencial y dejar de ser un país de ingresos medios.
«Cada vez va a costar más reducir la pobreza y generar empleo digno», alertó Oliva, quien luego dijo que el Gobierno está convencido «de hacer algo distinto», pero «se necesita el apoyo de la sociedad para que esta política tenga éxito».
El ministro de Transportes y Comunicaciones, Edmer Trujillo, señaló que «la política de competitividad y productividad establece que uno de sus pilares básicos es dotar al país de infraestructura económica y social de calidad, orientada a generar desarrollo».
La ministra de Trabajo y Promoción del Empleo, Sylvia Cáceres, agregó, por su parte, que «los tres lineamientos del objetivo de mercado laboral de la política de competitividad y productividad son contrarrestar la informalidad laboral, revisar el marco regulatorio y la inspección laboral».
El presidente de Perú, Martín Vizcarra participó en la inauguración del Foro «Competitividad y productividad hacia un Perú moderno e inclusivo» en el Centro de Convenciones de Lima (Perú). Foto: EFE
Juan Francisco Bolaños está metido de lleno en el mundo del blockchain y las criptomonedas. Este quiteño de 43 años puede presumir -pero no lo hace- de un conocimiento avanzado en esos temas, que son parte de los más recientes desarrollos tecnológicos que sacuden al planeta y cuyas posibilidades recién se empiezan a conocer.
Él se define como un emprendedor nato y su hoja de vida así lo confirma. Lleva 15 años de experiencia en áreas como agroindustria, comercio exterior, pymes, servicios financieros, entre otras.
Pero lo que ahora marca cada una de sus jornadas es el blockchain. La pasión por esta materia lo llevó a fundar, en Lima, Blockchain Andina, una firma dedicada a esta tecnología disruptiva y que a su criterio está en una etapa de desarrollo incipiente.
Con estudios en agronomía, este quiteño siempre se mostró interesado por la tecnología. Cuando se graduó de la universidad tuvo su primer emprendimiento: con dos socios más fundó una exportadora de frutas tropicales que tuvo en la uvilla uno de sus productos bandera. Bolaños estaba a cargo de temas administrativos y de las ventas. “Nunca ejercí de agricultor”, cuenta este esposo y padre de familia.
La empresa de frutas cerró en el 2014, pero Bolaños ya pensaba nuevos proyectos vinculados al mundo tecnológico. Para ese entonces ya había escuchado del bitcoin, la criptomoneda que tuvo su boom en 2017. Este emprendedor investigaba su uso y potencial.
En el 2016, viajó a Perú por un tema de trabajo en una empresa vinculada con el sector gastronómico. Se radicó en Lima seis meses, tiempo que aprovechó para conectarse con otros emprendedores con los mismos intereses.
Allí conoció a Marco Esparza Montejo. Los dos y un tercer socio de origen italiano fundaron Blockchain Andina. “El objetivo fue usar esta tecnología para solucionar problemas de la vida real”. La firma desarrolla aplicaciones blockchain para los sectores agrícola y textil, por ahora. Esparza dice que Bolaños es un experto en comunicar en lenguaje simple temas de alta complejidad tecnológica. “Es responsable y puntual. Tiene un carácter fuerte y la experiencia le enseñó a desconfiar y a decir las cosas en la cara”, señala su socio.
Para Bolaños el blockchain es una tecnología que genera transparencia y confianza. “Por su naturaleza, toda información almacenada en blockchain goza de confianza por sí misma. Es como una declaración juramentada ante un notario, pero con la diferencia de que utiliza un algoritmo matemático que establece las reglas de consenso entre los participantes”.
¿Es un mundo ideal? Bolaños responde que no es la panacea, pero asegura que es una herramienta que soluciona problemas mejor que antes. “Permite distribuir información de manera neutra y sin censura. No requiere una estructura jerárquica y centralizada. La información que se genera es auditable en tiempo real y alterarla es casi imposible por el tiempo que se requeriría”, dice Bolaños, tuitero empedernido y lector de tecnología y budismo.
Luis Espinosa Goded, catedrático de la Universidad San Francisco de Quito, lo conoce hace algo más de tres años por el mutuo interés que tienen en las criptomonedas. Sobre Bolaños destaca su humildad y tranquilidad. “Habla poco, pero sabe mucho”, dice Espinosa Goded y recuerda que cuando fue a una reunión sobre monedas virtuales no tenía mayor expectativa. “Pensé que me iba a encontrar con una persona que decía saber el tema. Pero al conversar en detenimiento me di cuenta de que Bolaños entiende muy bien el asunto y sus implicaciones”.
Este catedrático lo describe como una persona callada. “Sabe mucho, pero también escucha mucho y así es como se aprende. Se dedica a conocer un tema primero. Es impresionante ver todo lo que está haciendo hoy”.
Bolaños es un declarado defensor del movimiento libertario. Además, se considera una persona a la que le gusta provocar y salirse de los esquemas. Participa en debates en redes sociales, pero también es invitado con frecuencia a conferencias sobre blockchain.
Hace dos semanas participó en una jornada organizada por Libre Razón, un ‘think tank’ ecuatoriano. Paz Gómez, una de las impulsoras de este grupo, conoce a Bolaños desde hace ocho meses por su participación en el blog Academiablokchain, una plataforma que promueve la educación alrededor de esta tecnología.
Gómez lo considera una persona dedicada y disciplinada. “Es un emprendedor con mucha autoformación. Además es muy organizado y sabe transmitir sus conocimientos de una manera sencilla y clara”.
Juan Francisco Bolaños lleva cerca de 15 años en el mundo de los negocios. Desde una empresa exportadora de frutas, hasta charlas y reuniones con empresarios en Perú. Fotos: Armando Prado / LÍDERES