Miguel Ricaurte, el economista jefe para la región andina del Banco Itaú pasa revista a los efectos de los ajustes fiscales que emprende el Gobierno. El analista ecuatoriano radicado en Chile considera que el recorte al gasto público generará menos crecimiento.
El Gobierno presentó el mes pasado un Plan de Prosperidad con varias medidas de reducción de gasto, entre ellas, ajuste a los subsidios. ¿Qué tan importantes van a ser los efectos de estas decisiones?
Se están tomando medidas en la dirección correcta. Parte del problema que viene afrontando el Ecuador es porque hubo un exceso de gasto público en un momento de bonanza, y hacer un ajuste era necesario. El problema es que el ajuste se hizo cuando ya estaba el problema. En un momento en que la economía iba a moderar su tasa de crecimiento, con las medidas vamos a ver menos gasto público y con lo importante que es el gasto público en el Ecuador, creemos que habrá aún menos crecimiento.
¿Cómo ve Itaú al país en este contexto? ¿Han hecho ajustes a sus estimaciones de crecimiento para Ecuador?
No tenemos todavía una estimación oficial, por la revisión a la baja que hizo el Banco Central a las cuentas nacionales del 2017. El problema es que no sabemos a qué parte del año lo hicieron y eso es determinante para la proyección que uno hace del año. Estábamos proyectando un crecimiento cercano al 1,5% este año antes de la revisión del BCE. Pero entre el efecto que podría traer la revisión, más el anuncio del plan de austeridad, el crecimiento podría ser de 0,5 y -0,5%. ¿Qué tan efectivas serán las medidas? ¿Qué se puede esperar para el próximo año?
El Ministro de Finanzas no ha sido categórico al decir que el crecimiento va a caer, pero uno no puede esperar que con un ajuste como el anunciado, de USD 1 000 millones, no vaya a caer el crecimiento. La estimación para el 2019 dependerá de lo que pase con el precio del petróleo y lo que ocurra con la guerra comercial. Las medidas se están tomando con una visión de mediano plazo, pero la gente va a sentir el costo inmediatamente. Mi sensación es que va a ser tan severo el efecto del ajuste a medida que se vaya implementando, que el Gobierno tendrá que parar un poco. Eso se ha visto en otros países. Para el 2019, perfectamente se podría esperar un crecimiento negativo. Es probable que el consumo se debilite a pesar de que la casa se empiece a ordenar y, probablemente, veremos una tasa de desempleo mayor a la que ya se ha registrado.
En este escenario, se ha criticado que el Gobierno dio prioridad al discurso de atracción de inversiones, que llegarían más al largo plazo. ¿Se debieron priorizar las medidas de ajuste antes que los incentivos?
Se puede pensar que el ajuste fiscal lo pudieron empezar a hacer el año pasado, cuando el petróleo estaba subiendo y los inversionistas afuera estaban buscando retorno, pero es difícil ser abiertamente crítico con los tiempos o con el menú de medidas que se tomaron, porque la situación era compleja antes que el presidente Moreno asumiera el cargo.
La sentencia de La Haya en el caso Chevron, ¿cómo afecta a la imagen del país ante inversionistas?
Es una mala noticia, porque muestra algo importante de cara al reto de desarrollo a mediano plazo del Ecuador, y es que todavía hay fragilidad en la institucionalidad, en este caso, la institución judicial. Esto muestra la importancia de tener instituciones independientes. El inversionista desde fuera puede ver que el precio del petróleo está subiendo, pero preguntará cuál es la seguridad jurídica que le ofrece el país. Lo que deja ver el fallo de La Haya es que hay dudas respecto de cómo operó la justicia. Es una mala señal no solo de cara al tema fiscal inmediato, si hay que pagar el dinero, sino también en relación con cuál es la seguridad jurídica que pude ofrecer Ecuador. Otro de los retos es el acceso a financiamiento. Luego de las últimas operaciones, como la de Goldman Sachs y del BID, ¿se podría pensar que acudir al FMI ya no es una opción para el Ecuador?
De todas maneras, Ecuador tendrá que acudir al FMI; países con situación fiscal más ordenada como México y Colombia tienen una línea de crédito flexible con este ente, porque es una línea de emergencia abierta y el FMI no es terriblemente severo en el momento de cobrar.
¿Solo se está aplazando la decisión?
El año pasado tuvimos un déficit fiscal que estuvo encima del 5% del PIB. En este escenario, cualquier fuente de financiamiento a un costo racional está bien. Este año vamos a tener déficit menor al 5%, que tuvimos en el 2017, pero todavía vamos a acumular deuda. Si hay que acudir de manera ordenada y responsable, no lo veo mal. El problema es que Ecuador tiene un colchón de reservas de menos de 5% del PIB. Perú, que no está dolarizado, tiene 30%. Brasil tiene 20% y Colombia 18%. Obviamente hay liquidez, pero por el lado monetario, que son las reservas, no hay espacio para mucho. Me parecería poco acertado no ir al FMI.
En Sudamérica, la economía de Argentina es de las que genera más preocupación. ¿Cuál es el impacto que tendrá en la región esta crisis? ¿Qué proyecciones hace Itaú?
El peso argentino sufrió un ataque especulativo, los inversionistas y los propios argentinos desconfiaron de la capacidad del Banco Central de controlar la inflación y se fueron al dólar. Eso ha generado al Banco Central un agujero sin fondo. En febrero, cuando Argentina era la niña de los inversionistas, nuestra proyección de crecimiento era de 3,5% de expansión, pero ahora lo ajustamos a 2,2% de contracción. El deterioro ha sido muy rápido. Uruguay es de los países más afectados, porque dependen mucho de lo que pasa en Argentina. También para la industria manufacturera brasileña habrá un impacto, porque el mercado más importante de manufacturas de ese país es Argentina.
¿Cómo está el panorama para la región este año? ¿Qué factores inciden en su desempeño económico?
Los aranceles de los que habla el presidente de EE.UU. para China todavía no están implementados, la sensación es que Trump está amenazando para sentar a China a negociar. Además, las encuestas están mostrando que puede perder mayoría en el congreso. Con esos elementos, al final del año las cosas podrían calmarse y ayudaría a las materias primas, porque la región depende mucho de estas. Para la región estimamos un 1,1% de crecimiento, con la contracción de Argentina y el ajuste al crecimiento para Brasil por la incertidumbre política.
¿Cuál es el país que tendrá el mejor desempeño este año en Sudamérica?
Parece que será Perú, que crecería 4,2%, este año. Es llamativo porque pensamos que el tema político por el cambio de Gobierno iba a afectar, pero las obras de infraestructura se han venido ejecutando y el empleo y los salarios han crecido. Además, hay importantes proyectos de inversión minera que se están ejecutando.
Miguel Ricaurte, economista jefe para la región andina del Banco Itaú pasa revista a los efectos de los ajustes fiscales que emprende el Gobierno. Foto: Patricio Terán / EL COMERCIO
La industria mexicana está interesada en exportar a Ecuador al menos cinco tipos de productos, con mejores condiciones de acceso. Esto con la posible firma de un acuerdo comercial.
Este interés llega luego de que la semana pasada una delegación ecuatoriana público privada asistiera a la XIII cumbre de la Alianza del Pacífico, que se desarrolló en Puerto Vallarta, con el fin de proponer el ingreso del país al bloque como Estado Asociado. Al finalizar la cita, el bloque declaró su interés por la propuesta y dio inicio al análisis conjunto.
Como parte del proceso es necesario que el país camine a un acuerdo total con México (ya tiene uno con Chile, así como con Colombia y Perú en la CAN).
Autos y camiones; repuestos, partes y piezas; artículos tecnológicos; electrodomésticos; y productos de consumo agroalimentario están entre los ítems que México está interesado en colocar en el país con preferencias, según indica Juan Pablo Castañón, presidente del Consejo Coordinador Empresarial mexicano.
“Nosotros vemos con muy buenos ojos la incorporación de Ecuador a la Alianza del Pacífico. Esto nos va a permitir tener un libre comercio con el país. Los cambios que se están dando en Ecuador son atractivos para el comercio y la inversión. Podemos ser un mercado interesante”.
México busca aumentar tanto el comercio como las inversiones en Ecuador. El año pasado, según el Consejo, el país norteamericano trajo capitales por USD 6 897 millones por parte de empresas agroalimentarias, embotelladoras de refrescos, industrias dedicadas a la fabricación de artículos de consumo masivo, producción de plásticos, entre otros.
“Nosotros tenemos industria manufacturera que podría encajar muy bien en Ecuador y ustedes tienen industria agroalimentaria que nos sería de mucho interés (…) podemos homologar reglamentaciones de los países y hacer compromisos de facilitación financiera y de moneda. Estaríamos muy cerca y muy interesados en un acuerdo”, dice Castañón.
Actualmente, Ecuador tiene un acuerdo de alcance parcial con México. Esto quiere decir que solo está relacionado con intercambio de bienes, no consta todo el universo arancelario de cada país y la desgravación no es al 100%.
Los procesos para cerrar un acuerdo total con este país y la Alianza del Pacífico deberán avanzar durante el 2019.
Mientras tanto, directivos como Larry Yumibanda, presidente del Colegio de Economistas del Guayas, consideran que se debe analizar el impacto del acuerdo en diferentes áreas de producción nacionales como la agrícola, tomando en cuenta que México ocupa entre el primer y cuarto lugar en exportaciones al mundo de frutas, vegetales y artículos alimenticios industrializados.
Asimismo, es el principal exportador de manufactura avanzada para América Latina, según un estudio de Pro México. Entre los productos que más envía se encuentran electrodomésticos, teléfonos celulares, vehículos, etc.
Durante el primer semestre de este año, el 9,4% de automotores que se comercializaron en el país fue de origen mexicano, según la Asociación de Empresas Automotrices del Ecuador.
Para Yumibanda el acuerdo sería poco provechoso pues México produce y exporta, en materia agroindustrial, casi lo mismo que Ecuador.
Para David Molina, presidente de la Cámara de la Industria Automotriz del Ecuador, podría haber un impacto desde la perspectiva comercial para el país y el sector. “Más allá de las sensibilidades para el sector automotor, línea blanca, metalmecánica, acero y plásticos hay temas que deben ser analizados para ver si el país está tomando la mejor decisión”.
El directivo, además, explica que México tiene una infraestructura gigante para atender, principalmente, a EE.UU., y ahora que tiene problemas de acceso debe buscar nuevos mercados.
Con Corea del Sur existen desventajas
La posibilidad de que Ecuador logre un acuerdo comercial con Corea del Sur, tal como lo han planteado las autoridades, genera debate e inquietud.
Las negociaciones para un posible acuerdo empezaron en enero del 2016, pero luego los diálogos se frenaron. En mayo pasado, el ministro ecuatoriano de Comercio Exterior, Pablo Campana, informó que entre los planes está retomar las negociaciones con el país asiático. También anunció que se iniciarán negociaciones con la India pensando en un futuro acuerdo comercial.
“Necesitamos más acuerdos comerciales abiertos. Tenemos solo dos, con la CAN y la Unión Europea, mientras que Perú tiene 19 y Colombia 14”, dijo Campana en el foro Invirtiendo en el futuro del Ecuador, organizado por la Ascoa y el gobierno de Ecuador.
El Grupo Spurrier elaboró en octubre del año pasado un estudio titulado ‘Costo beneficio de una cuerdo de libre comercio entre Ecuador y Corea del Sur y sus impactos sectoriales’. Lo hizo para la Cámara de la Industria Automotriz Ecuatoriana (Cinae).
En el documento se detalla que la balanza comercial no petrolera es bastante favorable para Seúl. Las exportaciones a Corea del Sur fueron por USD 81 millones en el 2016, mientras que las importaciones desde el país asiático llegaron a USD 495 millones, según datos de ProEcuador.
Los principales productos ecuatorianos que llegan a ese mercado son camarón, atún, desperdicios de cobre, banano y cacao. Desde Corea del Sur se envían vehículos, aparatos eléctricos, artefactos mecánicos, plásticos y caucho.
Según el estudio, un acuerdo comercial permitiría que las exportaciones ecuatorianas crezcan en USD 29 millones. Pero también advierte que las importaciones surcoreanas crecerían USD 185 millones. Esto significa que el déficit comercial total para Ecuador sería de USD 794 millones. “Corea del Sur se convertiría en el segundo país con el que Ecuador mantiene un mayor déficit comercial después de China”, indica el estudio mencionado.
El documento añade que también habrá un impacto fiscal, así como en la producción y el empleo. La pérdida fiscal, por ejemplo, sería de USD 134 millones.
Para Oswaldo Landázuri, miembro del directorio de la Cinae, el plan de una mayor apertura comercial que plantea el gobierno tiene ventajas y desventajas. Entre las primeras menciona la posibilidad de tratar de vender más, con ventajas comparativas.
Las desventajas son las posibles pérdidas de sectores como la industria automotriz, el segmento de confecciones, el negocio de maquinaria, entre otros. “El riesgo es mayor con economías con escalas de producción tan grandes, como México o Corea del Sur”.
Landázuri cree que falta un mayor análisis a las propuestas de apertura comercial. “No se entiende bien qué tan beneficioso o perjudicial puede ser para el país la apertura comercial con un determinado país”.
Según este empresario, se están proponiendo acuerdos comerciales con economías que tienen alta industrialización y por lo tanto habrá dificultades para la industria ecuatoriana. Corea del Sur, añade Landázuri, tiene subsidios a la industria del acero y eso impacta en la producción de automóviles y en el sector de línea blanca. “Competir con ellos entonces será muy difícil”.
Según la agencia surcoreana de inversiones Kotra, en la última década se expandieron las relaciones comerciales y económicas, con proyectos de cooperación entre Ecuador y la nación asiática. En lo comercial la relación se ha fortalecido con participación de empresas surcoreanas en Ecuador y con proyectos de cooperación no reembolsable a través de la agencia de cooperación.
El país asiático tiene cerca de 50 acuerdos a escala global. En la región tiene acuerdos con Chile, Perú y Colombia.
Los gremios están pendientes del proceso de adhesión a la Alianza
Una vez que la Alianza del Pacífico mostró su beneplácito por el interés de Ecuador para convertirse en estado asociado, los gremios empresariales consideran que debe de impulsarse el proceso de incorporación tanto por el lado del sector público como del privado.
Para la incorporación existen algunos pasos. Daniel Legarda, presidente de la Federación Ecuatoriana de Exportadores (Fedexpor), explica que “el proceso pasa por una negociación con los cuatro países. Con Chile, Colombia y Perú ya tenemos un acuerdo de comercio. Faltan revisar unos temas de servicios. Con México tenemos un acuerdo muy pequeño. Hay que ampliar completamente nuestro convenio. Para ser considerados como asociados, al final de ese proceso, sí se debe llegar con el acuerdo con México”.
Si la negociación con ese país ya está encaminada, aunque todavía no haya tratado suscrito, es potestad de la Alianza del Pacífico el admitir o no al país como asociado. Existe esa flexibilidad del bloque.
Patricio Alarcón, presidente del CEE, explica que la Alianza del Pacífico es la octava potencia económica y exportadora a escala mundial. “El Ecuador ha perdido demasiado tiempo aislado de la integración real, la que genera empleo y prosperidad”. Añade que en la región, el bloque representa el 37% del Producto Interno Bruto (PIB), concentra 52% del comercio total y atrae el 45% de la inversión extranjera directa.
Para David López, jefe técnico de la Cámara de Comercio de Quito (CCQ), el Gobierno debe impulsar una mayor integración comercial, mientras que los gremios deben contactarse con el Consejo Empresarial de la Alianza. Este último es el que, efectivamente, mueve los temas de inversiones y comercio.
La semana pasada, en Puerto Vallarta, se reunieron en México autoridades y empresarios de la Alianza del Pacífico. El país quiere ser parte del bloque y envió una delegación. Foto: José Méndez / EFE
Pablo Zambrano, nuevo presidente de la Cámara de Industrias y Producción (CIP), cree que el clima de negocios en Ecuador es mejor. Sobre el deterioro de las cifras de empleo, dice que el país necesita reformar el Código de Trabajo de acuerdo con el mercado actual.
¿Qué propósitos y retos asume en este nuevo cargo?
Queremos enfocarnos primero en mejorar las condiciones para hacer negocios en el país, en mejorar la competitividad. Se requiere un marco normativo adecuado y que el Gobierno adopte medidas que generen confianza. Vamos a coadyuvar con esto haciendo propuestas de normas y participando en lo posible en el tema de la atracción de inversiones.
Usted asume el cargo en un momento en el que el Estado no tiene recursos para inyectarlos en la economía como antes y se espera que sea la empresa privada la que impulse la economía. ¿Qué trabas tiene en frente el sector privado para lograrlo?
El problema es que el país todavía arrastra 10 años de régimen correísta y revertir eso no es fácil. Será un proceso. El sector productivo está comprometido con el país, con generar más empleo y hacer inversiones a través de las medidas de confianza que las autoridades vayan brindando.
La Ley de Fomento Productivo plantea un paquete de incentivos, pero se le critica que no contiene elementos suficientes para solucionar los problemas económicos del país. ¿Cómo evalúa esta Ley el gremio?
Esta Ley es una respuesta a los diálogos que se llevaron a cabo durante el Consejo Consultivo y el sector privado ve reflejadas sus necesidades. Es importante que se están eliminando desincentivos como el anticipo del pago del impuesto a la renta. La ley es un paso más hacia el desarrollo de la confianza y la generación de más inversiones y empleo, pero sí hay que señalar que la ley no es un plan económico. Es un plan productivo, por eso, a la par con este, es muy importante que el Gobierno dé un plan económico.
¿Es un programa tibio en relación a lo que necesita el país en materia económica?
El principal problema del país es el déficit fiscal y la deuda pública. Se necesitan recursos para equilibrar la economía. Por su puesto que para ello se requieren medidas claras, como por ejemplo revisar el gasto del Estado y reducirlo. Otra medida es traer ingresos al país y una de las medidas es ir a los multilaterales.
El Gobierno ha realizado recorte de gasto más que nada en inversión. ¿Todavía hay espacios para hacer recorte?
En el tema de la focalización de los subsidios. Deben darse a las personas de escasos recursos, no debe haber subsidios generalizados. Hay que discutir la política de subsidios para que vaya a quienes más los necesitan.
Los gremios habían sido bastante críticos con las medidas económicas que tomaba el Gobierno, pero eso cambió cuando se presentó la Ley de Fomento. ¿Esta Ley ofrece todo lo que esperaban?
La Ley no topa nada con respecto a temas de competitividad y eso es muy importante porque los costos de producción deben perfeccionarse. Eso hace que sea más caro producir en el Ecuador.
¿Qué es lo que más nos resta competitividad?
Se han incrementado los costos de electricidad y combustibles. Los costos laborales son altos también, porque no se fijaron de forma técnica, sino de forma política en los últimos 10 años.
En lo laboral, ¿tienen planteamientos específicos de mayor flexibilidad?
No es flexibilización. Más que eso, el mercado debe ser dinámico, responder a las necesidades actuales. Los jóvenes no son los de antes, que se quedaban 15 años en la empresa, por eso deberíamos tener una política de empleo juvenil que permita dinamizar el mercado laboral.
Si hay mejor clima de negocios y más confianza, ¿por qué las cifras del empleo no han mejorado? Ustedes generan el 90% del empleo en el país
Tenemos responsabilidad todos los estamentos de la sociedad. La economía, producto del mal manejo económico del Gobierno anterior, ha entrado en un enfriamiento. Tenemos tasas de inflación negativas hace tiempo, porque el consumo ha disminuido y esto influye en la producción, en la generación de empleo. Las empresas están haciendo su mejor esfuerzo para no desvincular gente, pero hay otros problemas como el contrabando y la falta de competitividad que han hecho que ocurran desvinculaciones en el tema laboral. En la CIP estamos trabajando en una consultoría con la OIT para hacer propuestas específicas de reformas al Código de Trabajo.
¿Qué temas son cruciales de reformar en el Código?
Se necesita una reforma integral porque el Código data de 1938. Debemos actualizarlo y buscar los mecanismos para que las nuevas modalidades y formas de contrato que se requieren ahora sean compatibles con la Constitución. Por ejemplo, el contrato por horas está prohibido constitucionalmente. Otro tema es la jubilación patronal. Somos de los pocos países en el mundo en los que hay doble jubilación, en el IESS y con el empleador si hemos trabajado más de 20 o 25 años. Esto es una doble carga para el empleador.
El Gobierno tiene ya más de un año y todavía no se ve ese cambio de timón hacia el sector privado. ¿Qué hace falta?
Nos falta un plan económico, la sociedad y los agentes económicos estamos esperando que el Gobierno nos diga exactamente cómo va a equilibrar el déficit, cómo va a reperfilar la deuda. Con un plan económico habrá un verdadero influjo de inversiones.
Ya hay un compromiso de alrededor de USD 9 000 millones de inversión del sector privado, según Comercio Exterior. ¿Cree que sin un plan económico esas inversiones tarden en llegar?
Los procesos de este tipo no son de un día a otro. Hay que generar las condiciones. Nosotros como CIP estamos reuniéndonos con el ministro Pablo Campana para ayudar a esos inversionistas a que todos los cuellos de botella se solucionen y se materialicen las inversiones. El fruto de las inversiones se verían a inicios del próximo año.
Hoja de vida Formación. Es abogado por la PUCE. Tiene una maestría en Derecho por la Universidad Andina Simón Bolívar, además de estudios de PhD en Derecho Constitucional en la Universidad de Buenos Aires.
Dirigencia. Desde agosto de 2014 ejercía las funciones de Vicepresidente Ejecutivo de la Cámara de Industrias y Producción (CIP), anteriormente fue Director Jurídico en esta institución. Desde este mes es Presidente Ejecutivo del gremio, reemplazando a Richard Martínez que pasó a ser Ministro de Finanzas.
Metas. En su gestión trabajará para cumplir con los objetivos de desarrollo sostenible 2030 de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Entrevista a Pablo Zambrano, nuevo presidente de la Cámara de Industrias y Producción (CIP). Fotos: Julio Estrella/LÍDERES
Con una economía que no tiene moneda propia, la salida de dólares del país es una de las preocupaciones más profundas que tiene el Gobierno.
Desde el 2014, el Gobierno ha implementado tres estrategias: imposición de salvaguardias, cupos para bienes como celulares y automóviles, y el alza de aranceles para solucionar este problema.
En el plan económico, presentado el 2 de abril del 2018, esta última estrategia vuelve a ser utilizada para “proteger la dolarización”, según el presidente Lenín Moreno.
El programa contempla cuatro ejes. Uno se enfoca en la sostenibilidad de la dolarización y fortalecimiento del sector externo.
En este eje se espera incrementar los aranceles de al menos 375 subpartidas de bienes de consumo, hasta los techos permitidos por la Organización Mundial de Comercio (OMC).
La ministra de Finanzas, María Elsa Viteri, explica que esta disposición estará vigente un año, mientras la Aduana desarrolla una base de valoración real efectiva de las mercancías.
La medida se anuncia 11 meses después del desmonte de las salvaguardias por balanza de pagos.
En octubre pasado, cuando Aduana implementó una tasa de 10 centavos para el control aduanero, el Gobierno ya anunció su intención de subir aranceles hasta los techos permitidos.
Según datos del Banco Central, entre 2015 y 2016, mientras estuvieron vigentes las salvaguardias, las importaciones cayeron en USD 4 900 millones.
A pesar de que el Gobierno dijo que esta medida apuntaba a reducir solo la importación de bienes de consumo, las compras de materias primas y bienes de capital también cayeron en 17% y 26% respectivamente. Ya en el 2017 las importaciones crecieron un 30% en relación al 2016.
Según Pablo Campana, ministro de Comercio Exterior, el Comité de Comercio Exterior (Comex) presentará esta semana las partidas que se ajustarán. Añadió que esta revisión no solo se traducirá en alza de aranceles.
“Habrá partidas en las que se eliminarán ciertos aranceles, por ejemplo, de materias primas, bienes de capital o subpartidas de deportes salud y cultura”.
Aunque no se ha dado a conocer el listado, el Ministerio de Finanzas estima que la decisión le dejará USD 288 millones de ingresos al Fisco durante el 2018.
Viteri precisa que ya se han identificado productos que ameritan acción inmediata. “Para poner (a estos bienes importados) en igualdad de condiciones con la producción nacional”.
Entre estos, menciona a los productos de cuero, juguetes, plástico, vestimenta, textiles. Aunque el plan económico fue bien recibido por el sector empresarial, el alza de aranceles es el tema que más cuestionan los representantes de empresas grandes.
“Las medidas no deben venir por el lado del encarecimiento de productos comunes, como celulares, textiles o calzado. El país necesita reducir el gasto y tamaño del Estado”, dice Patricio Alarcón, presidente de la Cámara de Comercio de Quito.
La Cámara de Comercio de Guayaquil señala que durante el período de las salvaguardias se perdieron 270 000 plazas de empleo adecuado, de acuerdo con un estudio econométrico que presentó este año.
Según Francisco Briones, director de investigación de esta Cámara, las alzas arancelarias derivan en un mayor nivel de precios para el consumidor final en un contexto en el que Ecuador registra siete meses de inflación negativa. “Si la oferta se contrae porque los costos no dejan de subir, el tema inflacionario se podría agravar”, dice Briones.
Christian Cisneros, director ejecutivo de la Cámara de Nacional de la Pequeña y Mediana Empresa (Canape), considera que el Gobierno no solo debe enfocarse en medidas temporales para solucionar problemas de pago, sino en planteamientos que protejan a la industria nacional e incentiven su crecimiento.
Añade que el plan deberá contener una propuesta clara de reducción de tasas de interés para que las pequeñas y medianas empresas accedan a crédito barato.
La mipymes reciben el plan económico con optimismo
Las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) están de buen ánimo luego de conocer el programa económico que presentó el Presidente de la República. Voceros de gremios, empresarios y académicos consideran que los planes anunciados por el Gobierno serán beneficiosos para los sectores productivos, incluido el de las mipymes.
Lenín Moreno anunció que habrá una revisión tributaria por el 100% de intereses, multas y recargos y estará dirigida a micro, pequeñas y medianas empresas, con plazo de hasta dos años. También ofreció que la simplificación de los trámites y aquellos que no sean debidamente justificados en los próximos 180 días serán eliminados. Además, hay otras acciones con efectos directos sobre las mipymes.
En los gremios existe optimismo. Para Christian Cisneros, director ejecutivo de la Cámara Nacional de la Pequeña y Mediana Empresa (Canape), la declaratoria de moratoria del SRI y del IESS ayudará a muchas empresas que estaban complicadas en sus pagos por falta de liquidez.
Cisneros considera también que las medidas anunciadas por el Ejecutivo tendrán que ser desarrolladas en el tiempo. “Entendemos que con los anuncios de los ministerios vendrán otros mecanismos compensatorios, como el apoyo a ciertos conglomerados, búsqueda de más inversión extranjera, parques industriales que beneficien a las pymes”.
Cisneros cree necesario que ahora se debe trabajar en encadenamientos, un cambio en la lógica de administración pública o apertura de capital de parte de las empresas. “También hay que impulsar la exportación, pero cumpliendo procesos y requisitos”. En la Canape, apenas el 10% de los socios exportan en la actualidad.
Carlos Ribadeneira, presidente del Tribunal de Honor de la Cámara de la Pequeña Industria de Pichincha, también mira de manera positiva las medidas económicas. “El Presidente de la República está reconociendo el rol del sector privado. Esto abre una puerta de esperanza de contar con mayor seguridad jurídica y confianza. Esto traerá inversión y empleo. Ahora estamos a la expectativa de que los enunciados se conviertan en hechos”.
Ribadeneira considera que las pymes tienen en la actual coyuntura un rol importante en la absorción de desempleo, “pero primero hay que hacer estudios y análisis al respecto”. Cisneros coincide. Él teme que con la reducción del tamaño del Estado se desplazarán empleos. Esto puede generar una disminución en el consumo y eso termina desplazando mano de obra del sector privado.
El vocero de la Canape plantea una posible solución. En lugar de que un empleado del sector público que pierde su trabajo use su liquidación en taxis, tiendas, panaderías o restaurantes que precarizan las condiciones de empleo, “pueden invertir sus liquidaciones en pymes que tienen abierto su capital, así apuestan en negocios que están funcionando”.
Hasta el año 2015, en el país se contaban cerca de 840 000 mipymes que daban empleo a un poco más de un 1 700 000 personas, según datos del Observatorio de las Pymes de la Universidad Andina Simón Bolívar.
Para el director del Observatorio, Wilson Araque, las medidas anunciadas en general tienen un sentido de apoyo a la producción.
El investigador cree que el apoyo a las mipymes y a la economía popular y solidaria (EPS) se podrá medir de manera más concreta una vez que se desagreguen las propuestas y se conviertan en programas oficiales.
La medida 14, por ejemplo, incorpora el tema de la asociatividad en la EPS. “Allí no solo debe incluirse a los actores de la economía popular y solidaria, sino incorporar a la gran empresa, que puede servir de ancla y fortalecer todo el encadenamiento”.
Otro punto que Araque considera necesario analizar es el de la nueva imposición de aranceles. Allí la idea es que mientras duren los aranceles, las empresas pueden aprovechar para vender más en el mercado nacional. “Pero las pymes no deberán confiarse en que sea una situación permanente. Estarán obligadas a innovar y elevar su productividad, para que cuando se retiren los aranceles no queden desprotegidas”.
Medidas económicas
1. Recaudar USD 810 millones hasta el 2021 gracias a controles contra la defraudación fiscal que esta implementando el Servicio de Rentas Internas. Generar 1 037 millones a través de la racionalización de cinco beneficios tributarios que favorecen a las personas con ingresos anuales superiores a los USD 100 000. Incremento temporal de aranceles hasta llegar al techo permitido por la Organización Mundial del Comercio.
3. Revisión tributaria que no se centra solo en la recaudación, sino en la reactivación productiva. La revisión será por el 100% de intereses, multas y recargos; estará dirigida a micro, pequeñas y medianas empresas, con plazo de hasta dos años. La revisión se hará extensiva a las deudas con el IESS. Para las grandes empresas habrá una revisión similar con un plazo de 90 días, siempre que desistan de acciones legales.
3. Reducir USD 1 000 millones en los presupuestos anuales de las entidades de la Función Ejecutiva. Eliminar ministerios, subsecretarías, viceministerios, subsecretarías y coordinaciones generales. Reducir a la mitad el número de asesores. Bajar gasto en viáticos, sobre todo al exterior. Recortar el gasto en arriendos, optimizando el uso de espacios propios. Suprimir 7 de las 22 empresas públicas de la Función Ejecutiva.
4. Optimizar los contratos petroleros y los de preventa. También establece la elaboración de un plan de fortalecimiento y sostenibilidad fiscal. Esto significa buscar deuda en mejores condiciones. El Gobierno acudirá a organismos multilaterales, a las empresas y bancos para obtener mejores condiciones de tiempo y costos de nuestra deuda. Esto porque las condiciones de deuda contraída han sido duras y onerosas.
5. Fomento de exportaciones. Se generarán nuevos incentivos para el ingreso de divisas al país, tanto por nuevas exportaciones como por el incremento de inversión. Se devolverá el impuesto a la salida de divisas (ISD) y otros tributos a los exportadores que demuestren ingreso neto de divisas. Los beneficios e incentivos para los exportadores se darán cuando se demuestre el fiel cumplimento d e sus obligaciones.
6. Habrá incentivos tributarios del impuesto a la renta (IR) e impuesto a la salida de divisas (ISD) para nuevas inversiones que se lleven a cabo entre el 2018 y el 2019. En el caso de las inversiones que no involucren las áreas estratégicas y que se comprometan a reinvertir el 50% de sus utilidades en el país, no retendrán un valor adicional de pago de dividendos al que ocasionó el pago del impuesto a la renta.
7. En lo relacionado con el sistema financiero, el Gobierno ecuatoriano ampliará el acceso a crédito productivo y a créditos de inversión. Además, se implementará el marco normativo para incentivar la entrada de entidades financieras internacionales, que financien créditos de inversión para los sectores productivos. La medida genera expectativa en el sector financiero, así como en sectores productivos del país.
8. Se generarán condiciones de seguridad para el desarrollo empresarial. Se fortalecerá el mercado de valores con incentivos como la racionalización de todos los costos a las transacciones de acciones de las empresas. Esto promueve la apertura de capitales y el funcionamiento del mercado de valores. Se racionalizará la norma que responsabiliza a accionistas de una empresa por las acciones del administrador.
9. En materia laboral, entrarán en marcha en los próximos días nuevas modalidades de contratos de trabajo, que respeten íntegramente los derechos de los trabajadores y, recogiendo las necesidades de sectores productivos como el turismo, el sector agrícola, la pesca, entre otros. Este ofrecimiento ya se había anunciado en meses anteriores, por parte de las autoridades del Ministerio de Trabajo.
10. Se eliminará el cálculo de impuesto mínimo del anticipo al impuesto a la renta, a partir del ejercicio fiscal del próximo año. Esta medida era una de las principales solicitudes que venían realizando el sector productivo y los gremios empresariales desde el Gobierno anterior. Los críticos argumentaban que era una medida que restaba liquidez a las empresas. El tributo mencionado entró en vigencia a mediados del 2010.
11. Se reducirá gradualmente el impuesto a la salida de divisas (ISD), en la medida en la que mejore el saldo de la balanza de pagos privada. El anterior Gobierno introdujo en el 2008 el impuesto a la salida de divisas, que arrancó desde el 0,5% hasta llegar al 5%. El impuesto fue considerado la principal herramienta de la autoridad tributaria para controlar el flujo de divisas desde el Ecuador hacia el exterior.
12. Se simplificarán los trámites para impulsar la producción y para dinamizar la economía. Los trámites que no sean debidamente justificados en los próximos 180 días serán eliminados. Para fortalecer este proceso, el Presidente firmará un decreto ejecutivo que disponga a todas las entidades que justifiquen por completo los trámites, usando parámetros de evaluación y transparentando costos´para la ciudadanía.
13. Se iniciará un proceso de alianzas público-privadas. Está en marcha la concreción de Alianzas Público-Privadas para las inversiones en infraestructura, hidrocarburos, energía, minería, telecomunicaciones, transporte y obras públicas. Se esperan inversiones por USD 7 000 millones, entre 2018 y 2021, lo que además generaría ingresos adicionales al Estado en el orden de los USD 267 millones, en el 2018.
14. Se fomentará la economía popular y solidaria como eje central de la reactivación productiva y la inclusión económica. Bajo esta medida se dará impulso a la asociatividad entre pequeñas organizaciones, la asistencia técnica, la comercialización de productos de la economía popular y solidaria y se dará acceso preferencial a servicios financieros para los diferentes actores de este segmento.
La actividad de embarque y desembarque de mercadería en Puerto Bolívar, en El Oro. La elevación de aranceles estará vigente un año, según informaron las autoridades del Gobierno. Foto: Mario Faustos / EL COEMRCIO
Un equipo de seis ecuatorianos fue galardonado en EE.UU. por su idea de crear un centro autónomo de educación para indígenas achuar en la Amazonía ecuatoriana.
El proyecto de los ecuatorianos, llamado Pukuni Community House, plantea proveer recursos educativos de clase mundial al corazón de la selva amazónica ecuatoriana y fue reconocido en el MIT IDEAS Global Challenge, una competencia anual de innovación, servicio y emprendimiento social organizada por el Instituto Tecnológico de Massachusetts, en Cambridge, EE.UU.
El proyecto usa como inspiración las viviendas tradicionales del pueblo achuar y añade elementos tecnológicos de bajo costo para crear un centro de educación y comunicación comunitario. Según un comunicado, Pukuni Community House planea utilizar energía solar fotovoltaica, hardware de bajo costo y software optimizado para proveer a los habitantes de Kusutkau y Suwa, en Pastaza, de conectividad y recursos educativos adaptados a sus necesidades.
El proyecto ofrece una solución íntegra de bajo costo para la educación y comunicación de comunidades aisladas en la amazonía ecuatoriana. “Cada elemento del proyecto se diseñará junto a la comunidad y será adaptado al contexto social, cultural y ambiental”, según el comunicado.
Pukuni Community House es una iniciativa de Francis Goyes, Felipe Oviedo y Xavier Soriano, tres estudiantes ecuatorianos que realizan sus maestrías en el Instituto Técnico de Massachusetts, MIT. Pukuni Community House fue uno de diez equipos ganadores entre un total de 70 equipos participantes en la edición 2017 del concurso.
Francis Goyes, Felipe Males, Xavier Soriano y Felipe Oviedo
son parte del grupo que levanta el proyecto Pukuni Community House. Foto: Cortesía
Aumentar la producción de cacao y diversificar los cultivos en las zonas agrícolas, son los dos objetivos principales del proyecto Finca.
Esta iniciativa, impulsada desde el 2016 por la Unión de Organizaciones Campesinas Cacaoteras del Ecuador (Unocace), junto con la empresa Chocolates Halba y la fundación suiza Swisscontact, se desarrolla en las cuatro zonas cacaoteras del país: Guayas, El Oro, Los Ríos y Bolívar.
Según el presidente de Unocace y coordinador del Proyecto Finca, Víctor Hugo Bajaña, hasta el primer trimestre de este año se han renovado unas 200 hectáreas de cacao en las cuatro provincias mencionadas.
El programa surgió por la preocupación de los agricultores debido la baja producción de sus plantaciones viejas, que tienen entre 70 y 80 años.
El proyecto Finca tiene una duración de cuatro años. Hasta el 2019, el sector espera producir al menos una tonelada de cacao al año con materiales mejorados, altamente productivos y tolerantes a las enfermedades como la escoba de bruja y la moniliasis, también conocida por los agricultores como monilla.
Uno de los productores que forma parte de este proyecto es Jorge León, cuya finca está ubicada en el recinto La Pilas del cantón Milagro (Guayas). En su terreno de tres hectáreas, destinó una para renovar los cultivos cacao. Pero, aún no ha logrado resultados. Las lluvias en el primer trimestre del año destruyeron sus cultivos.
Ahora espera que el invierno termine para volver a sembrar. León es paciente. Dice que el proyecto es beneficioso. “Tomará tiempo, pero de aquí a un año veremos buenos resultados”.
Andrés Pérez es otro de los productores asociados que ya ha renovado sus plantaciones por nuevos sembríos. En su finca de 3,7 hectáreas espera duplicar la producción y generar más de 6 quintales. En su terreno, ubicado en el recinto Cristalina, parroquia Chogo del cantón Milagro (Guayas), ha sembrado otros árboles frutales como naranja, mandarina, limón, mango y achotillo.
El proyecto Finca busca, precisamente, la diversificación. “Queremos cambiar esa visión de monocultivo y más bien de tener un sistema de cultivos dentro de esa parcela, queremos ver árboles frutales, madera y otras plantas de ciclo corto”, explica el presidente de Unocace.
Otras plantas que se han sembrado son: plátano, guayacán, caoba, laurel y cedro. Según Bajaña, el Ministerio de Agricultura, Ganadería, Acuacultura y Pesca (Magap) también ha dado su aporte en esta iniciativa entregando 140 000 plantas de cacao para la forestación.
Stalin Rivera y Antony Morán revisan granos de cacao en la bodega de Unocace, en el recinto El Deseo. Foto: Joffre Flores / LÍDERES
La meta es clara y ambiciosa. Panificadora Ambato, una empresa que nació en 1978, ejecuta al pie de la letra un plan de expansión que implica abrir entre tres y cinco locales por año, así como modernizar la marca y ofrecer nuevos servicios y productos a los clientes.
Esta estrategia de la firma se cumple paso a paso. El año pasado se abrieron cuatro y en lo que va del 2017 ya se abrió uno, con el que suma 41, y espera inaugurar un segundo, en el Centro Histórico de Quito. Patricio Anda, el gerente de Panificadora Ambato, ofrece estos y otros detalles desde su oficina ubicada en la avenida América, en el norte de la capital ecuatoriana.
La oficina está en el tercer piso de un edificio que cobija a una de las dos plantas que tiene la empresa. Allí se elabora pan, mientras que en la planta ubicada en el sector de El Inca, también en el norte, se elaboran y hornean pasteles.
Estas dos líneas constituyen la esencia de esta empresa que suma 300 empleados repartidos en tareas de producción, venta y administración.
Al hablar de la producción, Anda indica que cada día se despachan cerca de 17 000 panes. Además asegura que cerca del 65% de la producción corresponde a la línea de panadería; el 35% restante está en la pastelería.
Uno de los puntos claves de este negocio es la logística. La producción se cumple durante las 24 horas del día en turnos; para recoger y repartir los panes y pasteles de las dos plantas Panificadora Ambato cuenta con una flota de siete camiones que permiten distribuir los productos en los locales que están en Quito, Tumbaco y Los Chillos. En total se hacen cinco despachos diarios. “Para nosotros es vital mantener los estándares de calidad de la marca, bajo nuestro control. Así garantizamos la calidad de los productos”, explica Anda en su oficina.
La ubicación de los locales es clave. Para esto Anda y su equipo analizan ubicaciones en la ciudad para instalar un nuevo local, en el cual se invierte una suma que Anda prefiere mantener en reserva. “Siempre tratamos de ver las oportunidades en el mercado”.
La marca panificadora Ambato atraviesa, desde hace un año y medio, una renovación. “Estamos casi 40 años en el mercado y sentimos la necesidad de innovar. Por eso refrescamos empaques, incluimos nuevos productos, redecoramos locales para ofrecer una mejor experiencia al cliente”.
En esta cadena del sector panificador reconocen que la situación económica del país ha influido en el negocio. Anda indica que se ha dado una contracción en el mercado “y eso nos afectó como empresa, por más que tengamos un producto de primera necesidad”. En el caso de Panificadora Ambato, el año pasado las ventas cayeron un 15%, en relación con el 2015. Esta situación activó los planes y las estrategias.
Una de las acciones arrancó hace ocho meses con la campaña ‘Imprecionantes’, en la que se juega con las palabras impresionantes y precio. Esta campaña consistió en lanzar al mercado 10 productos enfocados en el tema de valor, que para Anda significa “producto, calidad y precio”. Bajo este plan la firma ofrece, por ejemplo, panes desde USD 0,09.
El mercado reaccionó bien, asegura este ejecutivo. “Hemos logrado recuperar las ventas en un 20% en el primer trimestre de este año en comparación con el mismo período del 2016”.
A lo anterior se suma la estrategia de ofrecer a los clientes de la cadena una gama de nuevos productos, entre los que se incluyen desayunos, jugos de frutas, batidos, entre otros. El objetivo es diversificar el portafolio para satisfacer el mercado quiteño.
Patricio Anda es el gerente general de Panificadora Ambato, firma con 41 locales en Quito. Foto: Paúl Rivas / LÍDERES
Diferenciar la calidad del camarón ecuatoriano frente a sus competidores y posicionarlo como una marca a nivel mundial es el objetivo planteado por el ministro de Comercio Exterior, Juan Carlos Cassinelli y el presidente ejecutivo de la Cámara Nacional de Acuacultura (CNA), José Antonio Camposano.
Ambos suscribieron, la semana pasado, un convenio de cooperación público-privado para ejecutar el proyecto de construcción y promoción de la marca Camarón del Ecuador, que se estima concluya en un año.
Según las autoridades, la primera parte del proyecto, que comenzó este año, consiste en un estudio de la situación actual del camarón; el siguiente será el desarrollo de los estándares de calidad para que la marca sectorial sea otorgada. Posteriormente se elaborará la marca como tal y se hará un estudio de posicionamiento en el mercado. Finalmente, para el 2018 se prevé continuar con la implementación de la estrategia de promoción a nivel internacional.
“Es necesario trabajar en un estándar nacional superior y posicionarlo, de tal forma que salgamos del mercado ‘commoditie’ y ofertemos un producto con valor agregado. Desarrollar una marca nos va a ayudar no solamente a fortalecer las buenas prácticas que tenemos en el país, sino también posicionarlas en los mercados destino”, asegura el presidente ejecutivo de la CNA.
La inversión por parte del Ministerio de Comercio Exterior para este proyecto será de USD 110 000 y la inversión que realizará la Cámara Nacional de Acuacultura llegará a USD 690 000.
Según Camposano, el volumen de exportación camaronero ha venido creciendo en los últimos siete años a una tasa promedio entre el 12 y el 15% anual. Además, el país aporta con el 11% del mercado mundial del crustáceo. En al actualidad el sector camaronero genera en el país más de 200 000 plazas de empleo de forma directa e indirecta.
Para Cassinelli, el camarón ecuatoriano tiene buenas condiciones de producción, buenas prácticas laborales y de medioambiente, características que le han permitido al Ecuador crecer “sustancialmente” frente a sus competidores en los últimos años a escala internacional.
La marca sectorial Camarón del Ecuador, explica Cassinelli, permitirá identificar al producto ecuatoriano en cualquier lugar del mundo e identificarlo como un producto de excelencia y de calidad. “En este momento estamos dando el primer paso, la firma del convenio interinstitucional es la primera piedra simbólica para lograr el objetivo”, asegura el funcionario.
Por su parte, el representante del sector privado reitera que el camarón ecuatoriano cumple con todos los estándares ambientales y sanitarios que exige el mercado y además tiene una de las más importantes certificaciones en acuacultura: la certificación ASC .
“Cuando se creó esta certificación, Ecuador pidió ser el primer país en certificarse bajo esos estándares de calidad. Pocos pensaban que se podía cumplir porque son estándares muy exigentes; sin embargo, Ecuador logró en el año 2013 certificar la primera firma bajo el estándar ASC y de ahí se han firmado muchos más”. Para Camposano, esto demuestra que el país ya ha sido líder en proyectos de sostenibilidad. Uno de los principales mercados al cual se exporta el camarón es la Unión Europea (UE).
Según datos del Banco Central del Ecuador, entre el 1 y el 20 de enero de este año las exportaciones a la UE aumentaron con relación al mismo período del año anterior. En enero del 2016 se exportaron USD 40 millones y en el mismo mes del 2017 fueron USD 43 millones.
Juan Carlos Cassinelli, ministro de Comercio Exterior, junto con José Antonio Camposano, presidente de laCNA. Foto: Joffre Flores / LÍDERES
Los laboratorios farmacéuticos Pharmax le apuestan a los suplementos alimenticios deportivos. La firma de capital ecuatoriano creó los productos Whey Protein Isolate para hombres y Beauty Protein para mujeres.
Estos dos nuevos productos forman parte de su actual marca Intelligent Nutrition (Nutrición Inteligente), la cual fue lanzada al mercado local en junio del año pasado. La compañía se dedica a la fabricación de farmacéuticos, nutracéuticos y cosmecéuticos.
Henry Huertas, gerente general de Pharmax, cuenta que apostaron a la creación de esta nueva marca porque se dieron cuenta que existía un nicho de mercado que no había sido explotado en el país y por el crecimiento de la conciencia deportiva.
Según Huertas, en Ecuador existen estos productos pero son importados y tienen un alto costo para el consumidor. “Ahora nosotros apuntamos a productos con un alto valor agregado con tecnología de punta y con mucho respaldo clínico científico”.
El ser un laboratorio farmacéutico ha beneficiado a Pharmax por los altos estándares que tienen en la fabricación de su manufactura. Además, en el proceso de elaboración y manipulación. “Así le garantizamos al consumidor que nos medimos con una de las barras más altas en el mercado nacional e internacional”.
La compañía, que inició en el mercado en el 2011, obtuvo la certificación de Buenas Prácticas de Manufactura (BPM) el año pasado cuando terminó de construir su planta de más de 3 000 m2 en la zona industrial del cantón Durán.
Esta certificación fue el punto de partida para producir; en febrero de 2016 solicitaron un registro en la Agencia Nacional de Regulación, Control y Vigilancia Sanitaria, el cual fue concedido.
El primer lote con los dos nuevos productos estuvo listo el 16 de abril del año pasado, el día en que un terremoto de magnitud 7,8 azotó la Costa ecuatoriana, por lo que se tuvo que esperar alrededor de dos meses para salir al mercado.
En junio lograron ingresar a la cadena de farmacias Pharmacys a escala nacional, luego a los locales de suplementos deportivos y medicina herbaria Only Natural y en octubre a farmacias Fybeca.
Al mes siguiente la marca ganó el primer lugar al emprendimiento del año de la Alianza del Emprendimiento e Innovación (AEI). Esto les ayudó para ingresar a la cadena Supermaxi.
Huertas cuenta que uno de los jueces en el concurso de la AEI era un ejecutivo de Supermaxi y le preguntó ¿por qué ellos debían de tener estos productos? Respondió que la tendencia actual de consumo en el mundo tiene que ver con nutrición y salud y que existe un mayor crecimiento proyectado.
Whey Protein Isolate es una proteína de suero de leche aislada, la cual contiene 25 gramos (g) de proteína, 4 g de glutamina y 5,5 g de aminoácidos ramificados. Es recomendada para todo tipo de atletas y deportistas para el crecimiento de la masa muscular magra, para el sistema inmunológico, el aumento de la fuerza física y la recuperación luego del ejercicio.
Mientras que Beauty Protein también contiene el suero de leche, glutamina y aminoácidos, pero adicional a esto posee 10 gramos de colágeno, el cual beneficia el tejido conjuntivo y óseo, mejora la hidratación en la piel y disminuye las arrugas en las mujeres.
Carlos García, de 28 años, consume Whey Protein Isolate después de cada jornada de ejercicios en el gimnasio. Dijo que lo prefiere por su bajo costo y porque lo ayuda a la recuperación muscular después de cada sesión.
“Antes yo comía máchica antes de ir al gimnasio. Solo compraba suplementos cuando podía porque son muy caros, pero este es más barato y tiene el mismo valor nutricional”, indica García.
Existen dos presentaciones, una para hombre y otra para mujeres, cada una contiene 1 libra del producto. Ahora se han fabricado una caja con cinco ‘sachets’ individuales de menor costo.
El objetivo de la marca es entrar a mercados internacionales para aumentar su producción. El mes pasado, Pharmax recibió la visita del ministro de Comercio Exterior, Juan Carlos Cassinelli, quien recorrió la planta en Durán.
Cassinelli entregó a Huerta, la licencia Marca País Ecuador Ama la Vida, para ubicarla en sus productos al exportar. Se van a iniciar comisiones internacionales junto al instituto Pro Ecuador para llevar estos productos a mercados regionales como Colombia, Chile, Bolivia, Costa Rica y Perú.
Un empleado de Pharmax revisa el proceso de empacado de la línea de suplementos alimenticios para deportistas. Fotos: cortesía Pharmax
Una olla de barro, una cuchara de madera y fuego son los tres elementos básicos que usa Verónica Viracucha para lograr la consistencia exacta del dulce de sambo. Esa mezcla se convierte luego en el relleno de sus empanadas.
La emprendedora de 44 años prepara esta y otras recetas en su local Rincón del Buen Sabor, ubicado en la parroquia rural de Lloa, al suroccidente de Quito. Y desde allí llegó al programa Orígenes en el 2013, iniciativa de la firma Diners Club del Ecuador.
Orígenes tiene la consigna de recuperar la identidad gastronómica de más de 40 poblaciones de hasta 25 000 habitantes. Es un programa para promover el desarrollo turístico y los emprendimientos afines, indica Augusta Bustamante, gerente de Responsabilidad Social de Diners Club.
El programa se creó en el 2012, bajo el nombre Sabor a Ecuador. En esa edición se trabajó en parroquias rurales de Esmeraldas, Manabí, Guayas, Pichincha, Cotopaxi y Tungurahua. No obstante, el año pasado lo cambiaron a Orígenes, porque “así encaja de manera perfecta con los objetivos del proyecto”, explica Bustamante.
Orígenes, en los cuatro años que lleva ejecutándose, ha recuperado recetas ancestrales en la Sierra, Costa y Amazonía. Cada año, el programa se realiza por etapas.
La primera fase consiste en una convocatoria, con el apoyo de los municipios. Posteriormente se organiza una feria para seleccionar las recetas más representativas, en tres categorías: entrada, plato fuerte y postre o bebida.
Durante este proceso se ofrecen capacitaciones a todos los emprendedores. María del Carmen Burneo, presidenta ejecutiva de Seproico -consultora que apoya a pequeños negocios- detalla que tiene una alianza estratégica con Orígenes. Esta consiste en brindar asesorías a los concursantes en temas como imagen y atención al cliente, buenas prácticas de manufactura, manejo de alimentos, planificación y administración del negocio y finanzas.
Después de que los participantes presentan sus recetas en el concurso, un jurado -integrado por especialistas en cocina- escoge a las recetas ganadoras, según explica Bustamante. Los emprendedores que fueron seleccionados por sus platos para participar en Orígenes obtienen como premio asesoría personalizada. Luego, los organizadores hacen un seguimiento sobre cómo los concursantes aplicarán lo aprendido en su negocio.
Por ejemplo, en el 2013, algunas recetas de Verónica Viracucha resultaron ganadoras en Orígenes. Entre ellas estuvo la preparación de trucha, habas cocinadas con choclo y empanadas. Luego de recibir las capacitaciones, la emprendedora mejoró la calidad en el servicio y la imagen del negocio que tiene desde hace más de 40 años en Lloa.
En un fin de semana, El Rincón del Buen Sabor recibe un promedio de 500 clientes. El incremento de la demanda le permitió expandir el establecimiento para recibir a más de 50 personas.
Además, Viracucha rediseñó su local. Usó objetos decorativos como vasijas de barro inspirados en las culturas Valdivia o Chorrera.
Juan Fernando Saavedra, de 40 años y oriundo de la parroquia de San José de Minas, también participó en Orígenes, en el 2012.
Él recuerda que presentó algunas recetas que forman parte del menú de su emprendimiento Chagras y Arrieros Highlands Ecolodge. De cinco platos presentados, el programa escogió la javischa, una bebida caliente con panela y aromatizante de canela.
Saavedra señala que este tipo de iniciativas ayudan a difundir la riqueza gastronómica de su parroquia en el país y en la región. El concurso se convirtió en una motivación para mantener la calidad en los productos que ofrece.
Para la quinta edición de Orígenes, que se realizará este año, hay dos proyectos por ejecutar, según Augusta Bustamante. Primero se seguirá con el trabajo que realizaron el año pasado en El Matal, Jama, Don Juan, Campamento, y Bellavista, en Manabí. Allí se concentraron en rescatar las recetas tradicionales y dotar de herramientas a los emprendedores que perdieron sus negocios en el terremoto del 16 de abril pasado.
Y el segundo proyecto es dirigirse a la Sierra norte de Ecuador (Imbabura y Carchi), para iniciar la próxima convocatoria en parroquias rurales.
Verónica Viracucha, emprendedora, junto a Augusta Bustamante, gerenta de RSE de Diners Club Ecuador. Foto: Galo Paguay/ LÍDERES