Con solo responder un cuestionario colgado en una plataforma, las empresas podrán acceder a un reporte completo sobre madurez digital en el país.
La Escuela Politécnica del Litoral (Espol) lanzó el 14 de octubre la herramienta Pyme Digital. Esta es una herramienta gratuita que permite a las pymes conocer su nivel de madurez digital en diferentes áreas del negocio.
María Luisa Granda, profesora de Espae Graduate School of Management y Líder del Proyecto Zona de Innovación del Litoral Ecuatoriano, explicó que la plataforma, que fue desarrollada por la Fundación País Digital Chile, con apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), ha sido adoptada por otros nueve países de Latinoamérica. En Ecuador, se incorpora como parte del proyecto de la Zona de Innovación del Litoral Ecuatoriano (ZILE).
El aporte del BID fue el de facilitar la herramienta, brindar asistencia técnica para su transferencia a través de la Fundación y recursos para la promoción.
Por parte de la Espol, se integró un equipo de 12 personas para gestionar el proyecto y para trabajar en áreas como Tecnología, Comunicación, Pymesy Promoción. El trabajo se realizó por alrededor de cuatro meses antes de su lanzamiento. Desde el 14 de octubre hasta el 30 de noviembre, son 50 las firmas que se han calificado a través de la plataforma.
Granda detalló que la herramienta utiliza ocho dimensiones para la medición del nivel de digitalización. Las dimensiones son tecnología y habilidades digitales, cultura y liderazgo, personas y organización, comunicaciones, productos e innovación, procesos, datos y analítica; estrategia y transformación digital. Adicionalmente, se mide la disposición de la empresa en la adopción de nuevas tecnologías en su actitud, conocimiento y preparación.
Existen cinco niveles de madurez digital que una empresa puede alcanzar, como son inicial, novato, competente, avanzado y experto.
Según las respuestas que la empresa dé al cuestionario, con 62 preguntas, esta recibirá un resultado de su nivel general y su evaluación en cada una de las ocho dimensiones; una explicación de qué significa y, lo más importante, una lista de recomendaciones para avanzar en su proceso de adopción de nuevas tecnologías.
“Es importante entender que la transformación digital no solo pasa por la adquisición de nuevas tecnologías, sino que constituye un cambio cultural y estratégico al interior de las empresas y en el ‘mindset’ de los empresarios que están al frente, para aprovechar las tecnologías disponibles”, destacó Granda.
Según la Espol, hay dos elementos claves en los que se debe trabajar en el ecosistema empresarial para aprovechar de mejor manera Pyme Digital. El primero es la familiarización del usuario, en este caso las empresas, con la herramienta. Básicamente, con los conceptos de digitalización y tecnología. El segundo es tener un diagnóstico de su empresa. En este punto, conocer cómo está su empresa desde una óptica objetiva, gratuita y confidencial.
De esta manera, se podrá ayudar al empresario a decidir adónde quiere llegar y así definir esa hoja de ruta en su proceso de transformación digital. “Mientras más empresas realicen el chequeo, los resultados facilitarán la generación de recomendaciones basadas en evidencia, desde la perspectiva del mismo empresario. Con esos resultados, los actores competentes diseñarán programas para fomentar el avance de pymes y su acceso a nuevas tecnologías”, puntualizó Granda.
El diseño e implementación de la herramienta contó con el apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo(BID). Foto cortesía de Espae
Es probable que la respuesta a la pregunta del titular sea “no”, especialmente si estás leyendo este artículo desde algún país latinoamericano.
Trámites aparentemente tan sencillos como obtener tu partida de nacimiento o radicar una actualización empresarial pueden convertirse en una odisea en muchos países de la región, mientras que en Estonia, Israel, Corea del Sur, Nueva Zelanda o Reino Unido (los más avanzados en gobierno digital, lista en la que también están Uruguay y México), se trata de algo trivial y generalmente poco traumático.
Completar un trámiteen América Latina demora más de cinco horas en promedio (en algunos países más de 11), y solo el 7% de los ciudadanos reporta haber hecho su última diligencia en línea. Actualmente, solo tres países de la región -Brasil, México y Uruguay- tienen más de la mitad de sus trámites disponibles ‘online’, en contraste con la Unión Europea (UE), donde el 81% de los trámites se puede iniciar virtualmente.
Pero vivir en un país digitalizado no es responsabilidad exclusiva de tu gobierno ni tiene que ver solo con su capacidad de proveer servicios públicos digitales. De hecho, existen una serie de barreras de entrada que dificultan la adopción masiva de tecnologías digitales en todos los sectores económicos, poblacionales y gubernamentales.
Por ejemplo, el precio de la suscripción a banda ancha en América Latina representa alrededor del 10% del salario del 40% más vulnerable (en los países de la OCDE menos del 3%), y solo el 68% de la población tiene suscripción a banda ancha móvil. A estas variables se suma la informalidad laboral, que dificulta la bancarización y pagos en línea, de cerca de la mitad de latinoamericanos.
De todas formas, aunque estos datos puedan dar pie al pesimismo, no todo son malas noticias. En los últimos años, y especialmente en los últimos meses como consecuencia de covid-19, los gobiernos latinoamericanos han arrancado una carrera prometedora para cerrar sus brechas digitales en tres ámbitos claves: digitalización de gobiernos, infraestructuras digitales y participación de ciudadanos y empresas en la economía digital.
Digitalización de gobiernos En el primer ámbito se destaca la tendencia llamada Govtech, que se refiere a los emprendimientos tecnológicos que buscan mejorar la eficiencia en los procesos operativos y administrativos de los Estados. Estas ‘start up’ deberían contribuir a minimizar el papeleo, las trabas burocráticas y la corrupción en la región.
“Así como la industria financiera ha transformado el sector financiero, las ‘start up’ digitales están transformando a los Estados. Es imprescindible poner nuestras burocracias en modo ‘start-up’, lograr Estados más ágiles para promover la recuperación”, dice Carlos Santiso, director de la Dirección de Innovación Digital del Estado en CAF -banco de desarrollo de América Latina.
Santiso asegura que la región necesita gobiernos más inteligentes, y que eso solo se logrará desarrollando alianzas público-privadas con nuevas empresas que provean tecnologías digitales y uso de datos que produzcan soluciones relevantes y rentables. “Es la forma más eficiente de eliminar procesos burocrátricos innecesarios y de ofrecer servicios del siglo XXI a ciudadanos del siglo XXI”, asegura.
La emergencia de las ‘start up’ tecnológicas con vocación pública es, por lo tanto, una de las tendencias globales que los Estados latinoamericanos están implementando para digitalizarse.
Infraestructuras digitales Otro ámbito determinante para saber si vives en un país digitalizado está relacionado con las infraestructuras digitales. Si no se tienen canales digitales funcionales a precios asequibles, será imposible que empresas, ciudadanos y gobiernos se digitalicen. Estamos hablando de redes de telecomunicaciones para resolver temas de teletrabajo, aprovisionamiento de bienes, conectividad social, acceso a información y entretenimiento, entre otros aspectos.
“Las redes 5G, la Internet de las Cosas y la economía de plataformas ya están aquí y la región necesita subirse a ellas proactivamente, para no quedarse atrás como en previas revoluciones tecnológicas”, dice Ángel Melguizo, vicepresidente de Asuntos Externos y Regulatorios de AT&T para América Latina.
Para lograrlo, explica Melguizo, el sector público y el privado tendrían que invertir más en la economía digital y avanzar en regulaciones más inteligentes, especialmente en seguridad y privacidad de los datos, y protección de la propiedad intelectual. Y en fomentar la competitividad, ya que es la única manera de aumentar la conectividad, tanto en zonas rurales como urbanas.
Este ámbito es quizás el más complejo para lograr que la región cierre las brechas con las economías avanzadas, ya que requiere de la coordinación efectiva entre el sector público y privado, y depende de grandes inversiones, que en el contexto actual son difíciles de concretar. El papel de los bancos de desarrollo regionales será esencial, tanto para movilizar los recursos como para asegurar que se emplean de la manera más eficiente.
Digitalización de las pymes La última parada de los países digitalizados pasa inevitablemente por las pymes, que en América Latina representan al 90% de las empresas. En este frente, la situación puede resumirse con las siguientes cifras: solo el 40% de las pymes tienen página web; solo el 27% usa el comercio electrónico; y solo el 30% usa medios de pago electrónicos.
La baja digitalización de las pymes de la región explica parcialmente los bajos niveles de productividad y su poco crecimiento (en comparación con regiones como Asia, por ejemplo). A esto se suma que no suelen tener trabajadores con las habilidades digitales que necesitan para lograr una transformación digital con éxito, y tampoco generan empleo de calidad.
Como vemos, todavía queda un largo camino por recorrer para que la gran mayoría de latinoamericanos viva en países digitalizados y participen activamente en la economía digital.
Ese será el primer paso -y una condición necesaria-, para que la región pueda participar con una voz propia en los principales debates globales sobre digitalización, como la propiedad de los datos o la ciberseguridad.
Robert Valls, ejecutivo principal de comunicación en CAF Visiones del Desarrollo es una sección promovida por CAF -Banco de Desarrollo de América Latina-, que analiza los principales temas del desarrollo de la región. Los artículos que contiene se publican simultáneamente en los principales medios de América Latina.
68% de la población tiene suscripción a banda ancha móvil en América Latina.
En América Latina completar un trámite demora más de cinco horas promedio, aunque en algunos países son más de 11. Las pymes tienen desafíos. Foto: Freepik.es
La empresa que sobreviva a la pandemia en América Latina deberá ser más productiva, innovadora, incorporar nuevas tecnologías y aprovechar la transformación digital y el teletrabajo. Esa fue una de las conclusiones del vicepresidente de Sector Privado de CAF,Jorge Arbache.
Él participó de la conferencia Nueva economía y el futuro de laspymes latinoamericanas, que organizó este banco de desarrollo internacional y que se cumplió la semana pasada, en México.
Para Arbache, este tipo de firmas tendrán un mayor y más acelerado crecimiento en el futuro que las tradicionales. Pero -dijo- se requieren políticas públicas para acceder a capacitación y tecnología. El 2020, la CAF redireccionó líneas de crédito por USD 1 600 millones, para apoyar a los bancos de desarrollo locales en sus estrategias con estas empresas.
Además, apoya con programas de innovación, patentes, internacionalización, clúster e integración dentro de cadenas de valor.
Arbache dijo que, debido a la pandemia, las pymes de la región han incursionado en nuevas tecnologías para reducir costos, ampliar mercados y aumentar la productividad, “pero no todas han tenido ni tienen la capacidad para acceder. Eso ocasionará una brecha entre las mismas pymes”.
Para Arbache, en la actualidad hay oportunidades en áreas como comercio electrónico así como en servicios de salud, educativos, bienestar, logística, financieros y de pagos. “Lo intangible gana mayor importancia en la canasta de consumo, comercio internacional e inversiones extranjeras”.
Otro de los participantes fue José De Luna, titular de la Unidad de Crédito Público de México. Según él, uno de los retos fundamentales de este sector es la alta tasa de mortalidad; sobre todo, de las nuevas pymes. “Menos del 50% sobrevive el primer año en la región, por lo que es importante tener un ecosistema que permita la sobrevivencia”.
Para ello -agregó- es necesario contar con mejores habilidades empresariales, capacidad para entender los mercados y hacer negocios, planeación financiera, acceso a créditos, comercialización, contabilidad e integración a las cadenas de valor.
Para De Luna, otro reto es la informalidad en las micro y pequeñas empresas, que afecta a su productividad y acceso a crédito.
Dijo que covid-19 ocasionó el cierre de empresas y la reducción de ventas, pero también generó oportunidades como la digitalización y nuevos modelos de negocios y canales de distribución. Otra opción -añadió- son los tratados comerciales para diversificar mercados y obtener inversiones, conocimiento y tecnología.
De esos retos están conscientes los industriales ecuatorianos. Por ello, la Cámara de la Pequeña Industria de Azuay lanzó la campaña nacional Somos Ecuador 786. El presidente de ese gremio, Fernando Romero, dijo que se escogió este número porque es el inicio del código de barras asignado a los productos nacionales.
“Hay dos millones de productos nacionales que empiezan con este código. La idea es reactivar la economía de las empresas para generar empleo adecuado y reincorporar a quienes han salido durante la pandemia”. Esta campaña busca que el consumidor local adquiera los productos ecuatorianos.
Otra estrategia, según Gustavo Ruiz, presidente de la Cámara de la Pequeña Industria de Pichincha, es impulsar los sistemas de gestión de calidad para llegar al mercado externo. Para ello, se requiere generar un mayor valor agregado. “El primer paso es la Comunidad Andina. Además, se busca aprovechar los acuerdos comerciales con los países europeos y que se concrete un tratado con Estados Unidos”.
En cambio, el grupo de los 1 200 afiliados a la Cámara de la Pequeña Industria del Guayas apostó por las ventas electrónicas. Además, este gremio firmó un convenio con la Universidad Católica para realizar estudios de nuevos planes de negocios y productos.
Los negocios que siguen actuaron ‘sobre la marcha’
Redacción Quito. (I) Ante la revolución que generó covid-19 en la economíade los países de la región, los negocios tuvieron que aplicar, ‘sobre la marcha’, estrategias para continuar operando. Los ecuatorianos no fueron la excepción.
Twins Grill, por ejemplo, es un restaurante de carnes a la parrilla, al estilo chileno/argentino, ubicado en el centro-norte de Quito, que apostó por digitalizar sus procesos de venta tras la pandemia. Abrió una cuenta de Whatsapp Business para que los clientes puedan ver el menú y los precios de manera electrónica, tanto si han hecho pedidos como si asisten al local; también permite a las personas comprar de manera remota e interactuar con los administradores de la cuenta.
Asimismo, los propietarios del sitio optaron por cambiarse de un local cerrado a uno con una terraza en el exterior, que permite que los comensales puedan disfrutar sin temor de contagiarse. Con esto, dicen sus dueños, han logrado atraer más clientes presencialmente (80% bajo esa modalidad).
También han buscado socios estratégicos que les permiten llevar un modelo de negocio colaborativo: proveedores que entregan productos, pero a la vez consumen la oferta de Twins Grill; entrega a diferentes repartidores, para que todos puedan ganar …
Otros negocios, como los ubicados en el Centro Histórico de Quito, han optado por capacitarse en bioseguridad y técnicas para mejorar ventas a través de entidades públicas como ConQuito. Uno de ellos es Kukuruchos del Maní. John Ríos, administrador del sitio dedicado a la venta de este snack tradicional, así como habas, tostado, canguil y otros, explica que se concentró en normas de salubridad que incluyen desinfección del dinero y ventas para llevar.
Actualmente, cada uno de los tres empleados del local labora a media jornada; los tres primeros meses de la pandemia la producción bajó al 30% de lo que originalmente se hacía, ahora mejoró y se subió al 50%.
La Confitería El Gato, que vende todo tipo de dulces tradicionales, optó por las medidas de seguridad para que el cliente vuelva a sentir confianza y compre sus productos. Además, cuenta con un certificado que le entregó el Municipio de Quito por haber concluido el ciclo de capacitaciones del programa Activa tu negocio.
Para empresas de mayor tamaño, responder a la demanda que surgió en la pandemia fue el motor para mantenerse. Ese es el caso de la firma avícola Avirico, productora de huevos, ubicada en la parroquia rural de Puéllaro.
Nunca detuvo la producción (120 000 huevos diarios), mantuvo su nómina (40 personas) y aplicó medidas de bioseguridad para garantizar la salud del personal y la calidad de la oferta. Además, en este momento está en un proceso de calificación, con Agrocalidad, para implementar buenas prácticas en granjas. Marco Navarrete, gerente de esta compañía de más de 40 años en el mercado, explica que el dinamismo del sector motivó a que se ponga en marcha la implementación de una planta de balanceados, completamente automatizada, en la zona de Tocachi, en el cantón Pedro Moncayo. “Nos ayudará a ser más eficientes y con ello, a bajar costos”, dice.
Otras iniciativas Giro de negocio. Loscocos, firma especializada en fabricar envases, tapas plásticas, moldes y más, durante la pandemia decidió producir envases para alcohol y jabón, entre otros artículos. Incluso, esto permitió a la empresa contratar cuatro personas adicionales; los dos primeros meses de la cuarentena, la producción subió 30% y el tercero 10%.
Gremios. La Cámara de Comercio de Quito ha apoyado a empresas en la reactivación en procesos como construcción de cadenas de valor y otros.
Reactivación regional y con ideas más sostenibles
Los huertos urbanos en Quito son un ejemplo de economía verde en la región. Foto: cortesía ConQuito
Redacción Quito y EFE (I) Representantes de la Asamblea Parlamentaria Euro-Latinoamericana (EuroLat) instaron a una reactivación de la economía y las empresas tras la crisis causada por la pandemia de covid-19, con “solidaridad” y teniendo en cuenta los objetivos de transformación digital y verde.
Jorge Pizarro, copresidente de EuroLat y del Parlamento Latinoamericano, insistió, durante la sesión plenaria de la Asamblea, que reunió a legisladores de ambos continentes la semana pasada de manera telemática, en la necesidad de que la reconstrucción de la sociedad tenga en cuenta el desarrollo sostenible.
La idea es “que permita adecuarnos a las necesidades frente al cambio climático”, y consideró, igualmente, “vital” impulsar una transición para que “la economía digital permita crear empleo y salir reforzados en equidad social” en ambos lados.
Pidió hacer énfasis en una visión “más solidaria” del papel de la economía, el comercio o los organismos multilaterales, que ayude a “recuperar confianzas y proteger y generar empleo de calidad” a la vez que se evite el proteccionismo.
Mientras tanto, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) señala que el actual modelo de producción y consumo es insostenible y excluyente, y ha llevado a rebasar los límites ambientales del planeta. Además, “la pandemia nos recuerda que cuando destruimos la biodiversidad y los ecosistemas, también destruimos la vida.”
Asimismo, la organización explica que la región está ante una oportunidad única para rediseñar su relación con la naturaleza. Considera que la reactivación debe ser verde, o no durará a largo plazo.
El organismo, junto a la Organización Panamericana de la Salud (OPS), asegura que controlar la pandemia requiere de convergencia y articulación entre las políticas de salud, económicas, sociales y productivas. Se considera que es clave la aceleración en la transformación digital, la reducción de la dependencia regional de productos médicos importados y cambios en la matriz productiva, junto a un impulso de la inversión verde.
La UE quiere colaborar en la reactivación de América Latina. El alto representante del bloque para la política exterior, Josep Borrell, aseguró que “mostrar solidaridad no es solo una cuestión moral, sino una manera de reforzar nuestra asociación estratégica”. Borrell puso en valor la relación entre Europa y América Latina y el Caribe en diferentes ámbitos.
En Azuay se lanzó la campaña denominada Somos Ecuador 786, que busca integrar a dos millones de bienes nacionales. La idea es que el consumidor prefiera el producto ecuatoriano. Foto: Xavier Caivinagua para LÍDERES
El proyecto ‘AEInnova – Innovando Post covid-19’ fue uno de los ganadores de la IV convocatoria al Fondo de Innovación, organizado por la Cooperación Técnica Alemana (GIZ) y el Ministerio de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana.
La iniciativa ganadora fue presentada en conjunto por la Fundación para el Desarrollo Empresarial y Social (Fedes), en asociación con el Ministerio de Producción, Comercio Exterior, Inversiones y Pesca (Mpceip), y la Alianza para el Emprendimiento e Innovación (AEI). La presentación oficial se realizó de manera virtual este martes 10 de noviembre del 2020.
El proyecto, dirigido a empresas medianas y grandes, busca generar capacidades y proyectos de innovación que les permitan adaptarse a las condiciones actuales y recuperar su volumen de negocio. Se tiene previsto que se beneficien al menos 10 empresas consolidadas y 15 pymes del ecosistema innovador, vinculadas a la AEI.
Las empresasparticipantes recibirán asesoría de un experto y contarán con hojas de ruta con acciones de innovación, para afrontar los desafíos generados por la pandemia. También aumentarán sus capacidades para adoptar nuevas tecnologías y prácticas de sostenibilidad que les permita recuperar su volumen de negocio.
Además, serán vinculados a una red de expertos y de colaboración mediante una comunidad. El director ejecutivo de la AEI, Andrés Zurita, indicó que esta experiencia piloto es escalable hacia el Mpceip y las cámaras de industrias, para ser replicada en otras empresas y pymes del país.
Los interesados en participar podrán registrarse en este enlace.
La presentación del proyecto ‘AEInnova – Innovando Post covid-19’ se realizó de manera virtual este martes 10 de noviembre del 2020. Foto: Facebook Fundación FEDES
La banca privada muestra resultados alentadores en el rubro que corresponde a la entrega de créditos. Según las cifras publicadas por el Banco Central, en el tercer trimestre del 2020 el volumen de crédito otorgado por la banca refleja una recuperación. En septiembre, el monto de crédito colocado fue de USD 2 152 millones, lo que significó un aumento mensual de 2,4% (51 millones adicionales). Además, las operaciones crediticias aumentaron 8,3% en comparación con el mes anterior, alcanzando un total de 534 000 operaciones.
De acuerdo con la banca, esas cifras son positivas, considerando que más de las dos terceras partes de esos recursos se han destinado al sector productivo. Pero mientras este sector destaca el comportamiento de la oferta de crédito, desde las pymes hay críticas al programa oficial Reactívate Ecuador, porque no habría cumplido el objetivo de ayudarlas a superar los problemas económicos y de financiamiento, por la crisis del covid-19.
Las pymes son claves en la recuperación económica, tanto por la generación de empleo como por su aporte tributario. Si ya se perfila una reactivación del país, no hay que dejarlas de lado.
El Banco de Desarrollo de América Latina CAF ha destinado más de USD 2 000 millones este año para apoyar a las pymes de la región y ha definido una estrategia para impulsar la innovación, integración productiva e internacionalización de estas empresas, con el fin de contribuir al incremento de la productividad y a la reactivación económica. Estos temas se abordarán en la Conferencia CAF ‘La nueva economía y el futuro de las pymes’, que se realizará el 5 y 6 de noviembre de manera virtual.
Antes de la pandemia las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) representaban el 99% del total de compañías, aportaban cerca del 60% del empleo en América Latina, pero solo una cuarta parte del valor de la producción total de la región; las mipymes exportadoras representaban solo el 5% del valor de las ventas externas totales, en comparación con al 40% en los países desarrollados. Al mismo tiempo, más del 30% reportaban restricciones para acceder a financiamiento.
La crisis derivada de la pandemia del covid-19 afectó a más del 60% de las mipymes y cerca de un 51% a las medianas, según la encuesta realizada en 121 países por el Centro de Comercio Internacional (ITC por sus siglas en inglés). Además, la Cepal estima que los efectos de la pandemia representarán el cierre de 2,7 millones de empresas en América Latina, la mayoría mipymes.
Pero la crisis por el nuevo coronavirus también impulsó la aceleración de la digitalización y está profundizando cambios en otras tendencias globales, como la organización de las cadenas globales de valor y los modelos de negocio típico, que empezaban a aparecer ya antes de la crisis.
“La innovación empresarial, la integración productiva efectiva, la internacionalización y el adecuado y suficiente financiamiento son claves para impulsar la reactivación y elevar la productividad de las pymes. Por ello, CAF -banco de desarrollo de América Latina-, convierte a las pymes en el eje de la nueva estrategia para apoyar la recuperación de las economías de sus países miembros”, aseguró Jorge Arbache, vicepresidente de Sector Privado de CAF.
Imagen referencial. El Banco de Desarrollo de América Latina CAF ha destinado más de USD 2 000 millones para apoyar a las pymes de la región. Foto: Pixabay
Una opción para las empresas que buscan liquidez es Mandacob. Se trata de una compañía que nació de la mano de Hernán Garcés.
Este servicio lo ofrece a través del factoring, una alternativa de financiamiento a la que el gerente y fundador se dedica hace más de 30 años. La empresa como tal nació en 1999.
Se entiende al factoring como el proceso a través del cual una empresa endosa sus facturas (cuentas por cobrar en un plazo definido) a la firma dedicada a este servicio y esta, a su vez, entrega liquidez en un porcentaje algo menor al valor total de la factura.
Esta compañía, por ejemplo, entrega entre el 80% y el 85% del valor de la factura. A clientes antiguos y con buen historial les brinda beneficios por su fidelidad y puede llegar a entregar hasta el 90%.
Mandacob, dice Hernán Garcés tiene una estructura que se conforma de accionistas pertenecientes a su familia. Una vez que la compañía comenzó a operar, se incorporaron su hermano Fernando y su padre Enrique.
Hoy también forma parte de la empresa Felipe Garcés, gerente comercial, quien explica que el dinero para el pago a las firmas que entregan sus facturas viene de los accionistas y de inversión de capital de esta ‘fintech.’
Los clientes son personas naturales y jurídicas que emitan facturas.
Su portafolio se ha diversificado, pero hay más demanda del sector textil, importador, industria cartonera, industria textilera, transporte y otros.
El 80% de clientes son pequeñas y medianas empresas que, generalmente, son las que mayores necesidades de liquidez suelen tener en el mercado ecuatoriano.
Hasta el 2013, Mandacob operó ofreciendo sus servicios a medianas y grandes compañías. En ese año nació una segunda compañía denominada Limancob, dedicada al mercado de las micro y pequeñas empresas.
Ambas firmas estaban registradas como sociedad anónima civil. Esto sucedió hasta el 2018, cuando se fusionaron y conformaron una sola sociedad anónima cuya razón social es Mandaycob y su nombres comercial Mandacob Factoring.
Entre los clientes de esta firma, hace seis años, está Mauricio Morquecho, empresario del sector textil. “Si no hubiera accedido al factoring ya hubiera cerrado. El acceso a la banca para los pequeños productores es muy complejo. Trabajo con ellos cada dos semanas. En pandemia fueron clave”.
Precisamente, en esta época, dicen los directivos, hubo amplio dinamismo ya que por la situación económica la gente necesitaba liquidez. Para evitar dificultades en la cobranza se han realizado filtros de manera estricta.
A esta compañía, poco a poco se han unido más integrantes de la familia: Priscila y Gabriela Garcés. Felipe, quien estudió una maestría en empresas familiares, comenta que este momento ya participa en la firma la segunda generación; para el correcto funcionamiento de la organización, la compañía cuenta con un plan de buen gobierno corporativo, que incluye temas de sucesión, liderazgo, profesionalización y más.
Diego Salvador, gerente general de Aseconfinj, firma de servicios tributarios y contables, y proveedor de Mandacob, destaca, precisamente, que esta haya aplicado dichos procesos. “La empresa es familiar pero sus lineamientos hacen que trabaje como si no lo fuere, sin beneficiar a nadie. Están abiertos a recibir recomendaciones financieras”, dice. Da servicios a la ‘fintech’ desde agosto del 2018.
La empresa brinda una asesoría a los clientes. Incluso, en su página web hay explicaciones sobre cómo son los procesos.
Salvador asegura que Mandacob está en permanente innovación. Sobre ello, Felipe Garcés dice que las nuevas generaciones traen tecnologías, apuntan a la redes sociales y son más comerciales; parte de ello es la aplicación de procesos electrónicos.
Un mecanismo es la posibilidad de que el cliente a través de una plataforma pueda negociar las facturas emitidas a sus clientes. La implementación duró algo más de un año.
También a través de una plataforma los clientes pueden llenar su estado de situación personal. La información queda guardada en la nube y permite cualquier actualización.
Asimismo, se da la posibilidad al cliente del uso de la factura electrónica y, en el futuro, la firma electrónica. Esperan que esté listo en enero.
Otro de los servicios que brinda la compañía es el ‘confirming’: en vez de negociar las facturas emitidas para obtener liquidez, las empresas contratantes le piden a la ‘fintech’ que pague a sus proveedores.
10 000 dólares aproximadamente, fue la inversión inicial de la empresa.
15 por ciento incrementó la demanda de factoring durante la pandemia para esta compañía.
1 000 dólares es el valor mínimo de negociación. El empresario puede entregar facturas por menos de ese valor, pero el monto total para negociar debe ser mayor.
70 negociaciones de factoring al mes realiza la empresa. Puede llegar a concretar 110 en ese lapso.
El gerente Hernán Garcés Me siento muy satisfecho de haber brindado mi esfuerzo, día, tarde y noche, durante tantos años al sector industrial de nuestro país, al sector importador y a los distribuidores de Ecuador. Es algo gratificante. Directamente damos trabajo a 10 personas, pero de manera indirecta a más de 1 000. Es muchísimo el empleo indirecto que Mandacob genera en el territorio ecuatoriano a través de nuestros procesos.
En la empresa se realiza un análisis de las compañías que buscan servicios de factoring. Los filtros son importantes para evitar pérdidas. Foto: Vicente Costales / LÍDERES
Ante la crisis generada por la pandemia, la Alianza para el Emprendimiento y la Innovación (AEI) y sus aliados lanzaron la ‘Convocatoria de Mercado’, como un mecanismo para impulsar la reactivación productiva de los emprendedores y pymes innovadoras del Ecuador.
El objetivo de esta iniciativa es conectar la demanda de empresas con la oferta de productos y servicios innovadores, para impulsar el desarrollo del ecosistema de emprendimiento e innovación. La postulación de productos está abierta desde el lunes 19 de octubre del 2020 hasta el domingo 13 de diciembre de 2020. La convocatoria se lleva a cabo una vez al año desde 2014. Losproductos solicitados por las empresas son de varias categorías.
La convocatoria está dirigida a personas naturales, mayores de 18 años (que tengan RISE o RUC). Además, a las personas jurídicas con residencia permanente en el Ecuador, estas empresas deben tener menos de 5 años de vida y/o menos de USD 10 millones en ventas. Pueden ser equipos de trabajo que tengan la capacidad instalada de desarrollar y posicionar uno o varios de estos productos. Las propuestas deben estar en marcha.
Entre los productos que más demandan las empresas participantes de esta convocatoria están: utensilios de cocina de madera, snacks gourmet, cinturones para pesas, muñequeras, tobilleras, accesorios para ciclismo, chips de frutas, snacks de chochos, artículos deportivos, snacks para perros y gatos, placas para mascotas, entre otros.
De acuerdo con el cronograma del proceso, a partir del 13 de diciembre, cuando vence el plazo para la postulación de los productos vendrán otras etapas de validación y acompañamiento. El objetivo es que, del 7 al 13 de febrero del 2021, los ganadores presenten sus productos a las empresas participantes.
Una emprendedora social. Así se cataloga Paola Carolina Aulestia, una ingeniera en Finanzas que desarrolló una consultora para impulsar a pequeñas y medianas empresas (pymes).
Desde muy joven, la pasión de esta quiteña fueron las matemáticas y la acción social. Mientras estudiaba la especialización de Contabilidad en el Colegio Espejo, compartía con su familia jornadas de ayuda a niños de escasos recursos; uno de sus recuerdos fue cuando acudió a San Pablo del Lago, en Imbabura, para entregar ropa, alimentos y dar el servicio de formación en valores a menores de comunidades indígenas.
Parte del dinero destinado a la ayuda social salía de sus propios ingresos. A los 16 años comenzó a trabajar durante los veranos, en librerías; aprovechaba el dinamismo de estos negocios antes del inicio de clases en la Sierra.
Durante esos años, ya pensaba en cursar en la universidad una carrera relacionada con los números. Fue así que en el 2003 optó por Finanzas y Auditoría en la Escuela Politécnica del Ejército (Espe).
“Me incliné por los números pensando, precisamente, que en algún momento pudiera hacer un clic o engranaje con la parte social”, comenta. Su plan de vida era tener un proyecto para ayudar a otros, obteniendo los recursos del aporte empresarial.
Al arrancar sus estudios superiores quedó encantada, era lo que había estado buscando. Además, al cumplir 20 años comenzó a dar sus primeros pasos en el emprendedurismo al generar, junto a sus compañeros Alejandra Rodríguez y Harold Michuy, una idea de negocio de aguas medicinales embotelladas; por la falta de un capital semilla no avanzó.
Lo que sí se hizo realidad es comenzar a trabajar en su área de estudios. Cuando estaba en sexto semestre, tras un proceso de selección, ingresó a la consultora multinacional Deloitte, en el 2008, como auditora júnior; Paola define a esta firma como una escuela que le dio sus bases y en la que aprendió sobre servicio.
Paola Carolina Aulestia, en un taller de finanzas familiares. Foto: Archivo personal
En esa empresa conoció a la también auditora Katherine Galárraga, quien destaca los valores que Paola aplica en su trabajo.
Durante los cuatro años que laboró en esa empresa se graduó como ingeniera en Finanzas y Auditoría y comenzó a estudiar su MBA en la Universidad Andina.
En esta última, durante el 2012, obtuvo su especialidad superior en Dirección de Empresas, con mención en Finanzas, tras una investigación sobre pymes.
En esa misma época dejó la consultora cuando ostentaba el cargo de auditora sénior. Dio el salto, en los siguientes cuatro años, a otras organizaciones como Corporación GPF, Servicio de Rentas Internas y la compañía Si-Logística, desempeñando cargos medios y altos en la rama de auditoría.
Asimismo, se ha desempeñado como docente en el Instituto Tecnológico Superior Quito Metropolitano, Instituto Tecnológico de Gestión de Transporte (Itesut) y Universidad Indoamérica.
Uno de sus alumnos en esta última casa de estudios fue Pablo Andrés Navarrete; recibió cátedra con ella en el 2013. Destaca la habilidad de Paola para transmitir conocimientos y permitir que se entiendan los conceptos más complicados. “Compartimos la perspectiva de ayudar a otros. Destaco su entrega hacia los demás. A ella, hoy, la apoyo en una iniciativa dirigida a pymes”,
Se trata del programa de responsabilidad social para capacitar a emprendedores, principalmente mujeres, en diferentes áreas como el uso de redes sociales para negocios, motivación, trabajo en equipo y más. Al inicio fueron talleres a bajo costo y luego gratuitos.
Paola impulsó esa actividad desde el 2016. Ese año abrió, además, su propia firma de consultoría junto a un colega. Sin embargo, visiones distintas impidieron que el negocio siguiera adelante.
Su socio estaba orientado hacia lo financiero y ella consideraba que como parte del negocio era importante el apoyo a la comunidad. El proyecto duró seis meses.
Tras esta experiencia, Paola decidió abrir su propia empresa: Gestiona Pro PYMES. Se dedica a consultoría financiera, auditoría y apoyo en general a pequeñas y medianas empresas. Ella se enfoca en este grupo porque son parte del desarrollo económico.
Dice que estas iniciativas son la mayor fuerza productiva en el país. “Más del 80%. Sin embargo, son las más olvidadas en financiamiento, tecnificación, capacitación a bajo costo”. A través de este proceso, dice su amiga Katherine, está dando un manejo más humano a las finanzas. Además, asegura, Paola es una persona que se preocupa por sus clientes y sus amigos.
Aulestia en un taller de finanzas familiares. Foto: archivo particular
Otras acciones Aporte. En la universidad formó un grupo con sus compañeros para realizar ayudas sociales. Diversión. Le gusta leer, hacer ejercicios y cantar. Forma parte de un coro de música cristiana. Estudios. En el 2019 logró graduarse de su MBA en la Universidad Andina. Labor. En sus trabajos ha aprendido sobre servicio.
Herramientas para una mejor gestión Redacción Quito, (I) Gestiona Pro PYMES es una empresa que surgió en el 2016 y que está especializada en el segmento pequeñas y medianas empresas (pymes). Brinda soluciones de consultoría y auditoría financiera.
Los procesos que desarrolla esta compañía están basados en un enfoque práctico y personalizado con sus clientes. Esto implica que el trabajo se realiza en campo por la auditora a cargo; se realiza cobertura de todo el proceso con las empresas hasta la emisión de un informe final.
Paola Carolina Aulestia, dueña de la firma, explica que busca darle a las pymes herramientas para que puedan tomar decisiones gerenciales adecuadas. Actualmente, tiene nueve clientes pymes y 15 emprendedores. A estos últimos se les brinda mentorías financieras, de modelo de negocios, organización para pagar deudas, mecanismos para evitar quiebras y más.
La propietaria de Gestiona asegura que su negocio es un emprendimiento social. Como parte de su enfoque busca apoyar, en cuanto a precios, a los negocios que lo necesitan; esta idea se ha reforzado más tras la pandemia.
En Gestiona Pro PYMES, además, se ha desarrollado el programa de responsabilidad social La puerta de la fuente. “Creemos fundamental dentro de nuestro compromiso velar por el bienestar de las familias, sumando a sus economías, productividad y entorno”, dice Paola Carolina Aulestia.
Parte de los honorarios que ella obtiene por los servicios de consultoría y talleres se destinan a grupos vulnerables en comunidades necesitadas del país. El programa brinda herramientas prácticas para que ciudadanos puedan obtener ingresos, mejorar su calidad de vida y su entorno familiar.
La ingeniera Paola Carolina Aulestia ofrece auditoría, gestión financiera y más a emprendedores. También brinda capacitaciones a mujeres. Foto: Julio Estrella / LÍDERES
Con la participación de más de 230 exportadores de Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú y de compradores de la Unión Europea (UE), el Reino Unido y de los países de la CAN, desde este 28 de septiembre del 2020 se realiza el IX Encuentro Empresarial Andino, macrorrueda de negocios que se efectúa por primera vez de manera virtual.
El IX Encuentro se desarrollará hasta el viernes 2 de octubre del 2020 y está enfocado en los sectores de alimentos procesados, agroindustria, cuidado personal y del hogar.
El acto de inauguración estuvo a cargo del ministro de Comercio, Industria y Turismo de Colombia en calidad de Presidente Pro Témpore de la Comunidad Andina, José Manuel Restrepo; el ministro de Producción, Comercio Exterior, Inversiones y Pesca de Ecuador, país organizador, Iván Ontaneda y el secretario General de la Comunidad Andina, Jorge Hernando Pedraza.
El secretario General de la Comunidad Andina, Jorge Hernando Pedraza, destacó que, pese a la crisis generada por la pandemia, los países andinos han unido esfuerzos y han logrado desarrollar la macrorrueda andina. También agradeció la presencia de compradores de Francia, Italia, Alemania, Países Bajos, Polonia, Francia, España y el Reino Unido.
El ministro de Producción de Ecuador, en calidad de país anfitrión en la organización de la #RuedaVirtualAndina, @IvanOntanedaB, celebra que el Encuentro Empresarial Andino se haya realizado por nueve años consecutivos pic.twitter.com/leCaOPvenX
El ministro de Comercio, Industria y Turismo de Colombia, José Manuel Restrepo, destacó la templanza y la resiliencia de los empresarios andinos, quienes a pesar de las circunstancias actuales y de manera virtual, siguen buscando aprovechar las oportunidades que ofrece el mercado global, y de esta forma, posicionar a la CAN en la región y en el mundo.
Por su parte, el ministro de Producción, Comercio Exterior, Inversiones y Pesca de Ecuador, Iván Ontaneda, dijo que para el país aspira lograr interesantes promesas de negocio y mejores días para el comercio regional, especialmente para artesanos y pequeños y medianos productores de nuestros respectivos países. “Aunque físicamente estemos a miles de kilómetros, sentimos esa calidez, pragmatismo y ejecutividad que caracteriza al sector empresarial de nuestros países; de aquellos que buscan contribuir a la reactivación productiva de nuestra región, reactivando el comercio y la recuperación económica y social”, manifestó Ontaneda.
El IX Encuentro Empresarial Andino se efectúa por primera vez de manera virtual. Foto de la página www.comunidadandina.org/