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  • Pymes invierten en tecnología y se adaptan a la nueva modalidad

    Patricia González, Carolina Enríquez y Giovanni Astudillo redaccion@revistalideres.ec

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    La emergencia sanitaria obligó a muchas empresas del país a operar bajo la modalidad del teletrabajo. En la mayoría de los casos sin contar con una planificación previa y con la necesidad de hacer inversiones para ajustarse a esta nueva forma de operar.

    De 6 395 empresas que están aplicando teletrabajo, el 91,4% son medianas, pequeñas y microempresas, según datos del Ministerio del Trabajo, al 17 de septiembre.

    El sector comercial es el que más ha optado por esta alternativa, indistintamente del tamaño del negocio. Pero son los profesionales de la enseñanza quienes más se encuentran teletrabajando.

    En firmas medianas y pequeñas, el teletrabajo ha sido principalmente utilizado para las áreas administrativas, financieras o de mercadeo y ventas, según gremios de este grupo de negocios.

    No obstante, Wilson Araque, director del Observatorio de la pequeña y mediana empresa (pyme), de la Universidad Andina Simón Bolívar, considera que lo que se realiza actualmente no es ‘teletrabajo’, porque no hubo una planificación previa. “Por la emergencia, las personas y las empresas llevaron el trabajo a la casa. Y en el camino se han ido encontrando las mejores prácticas”.

    Araque explica que el teletrabajo requiere de un análisis de puestos de trabajo y del personal que pueda adaptarse a esa modalidad. Además, señala, se debe proveer de la infraestructura física y tecnológica adecuada, capacitar al personal y llegar a un acuerdo sobre la jornada. Por último, debe haber una evaluación del trabajo con indicadores.

    De acuerdo con una encuesta del Observatorio, el 52,3% de estas firmas está laborando bajo ambas modalidades: presencial y teletrabajo. El sondeo fue realizado entre mayo y junio a 576 empresas en cuatro grandes provincias.

    Hasta antes de decretarse la cuarentena por el covid-19, el teletrabajo era una modalidad utilizada por apenas 1 885 trabajadores del país. Con la emergencia, hasta el pasado 17 de septiembre había 437 703 teletrabajadores, del sector público y privado. 

     Ante este cambio en la operatividad laboral, el Ministerio de Trabajo expidió el pasado 14 de septiembre las directrices para regular la aplicación del teletrabajo conforme lo establece la Ley Orgánica de Apoyo Humanitario.

    El acuerdo señala que el trabajo remoto es aplicable para cualquier tipo de contrato, en jornada completa o parcial, sin exceder los límites establecidos en el Código del Trabajo. También determina que el empleador deberá proveer los equipos, lineamientos e insumos necesarios para el desarrollo del teletrabajo. Por su parte, el trabajador será responsable del cuidado y custodia de las herramientas y equipos entregados.

    Las inversiones que amerita la adopción del teletrabajo son uno de los retos a los que se enfrentan las pequeñas y medianas empresas, que a diferencia de las grandes no contaban con un soporte tecnológico robusto, señala el Director del Observatorio de la Pyme.

    Marco Carrión, presidente de la Cámara Nacional de la Pequeña y Mediana Empresa (Canape), corrobora que algunas compañías han invertido en computadoras, licencias de softwares, sistemas contables en línea, ampliación del ancho de banda en los hogares y capacitaciones.

    El equipo de 4Mommy, una microempresa que vende ropa en línea para mujeres embarazadas y bebés, está operando completamente en teletrabajo. Son cuatro personas: sus fundadores y gerentes, Jessica Proaño y Gabriel Araujo, una contadora y un diseñador. Las piezas se mandan a confeccionar en cuatro talleres.

    Anteriormente, el emprendimiento funcionaba en una oficina en el norte de Quito, que ahora solo alquilan por medio tiempo y usan como bodega. Para trabajar en casa, Proaño y su esposo acondicionaron un sitio, compraron un escritorio, una silla, una impresora y contrataron un plan de Internet con más ancho de banda.

    Adicionalmente, adquirieron una licencia de Microsoft para uso de todo el equipo, desde sus casas. “Nos reunimos por Teams. Nos mantendremos así al menos en los siguientes meses”, añade Proaño, para quien esta manera de trabajar le ha resultado efectiva.

    No todos los pequeños negocios tienen capacidad para invertir en infraestructura tecnológica. Para el titular de la Canape esto ha incidido en el quiebre de empresas. “Del 30 al 35% de las pymes han cerrado o están evaluando cómo reactivarse”, dice Carrión.

    Otras no han optado por el teletrabajo por la naturaleza de su operación. Cerca del 90% de las firmas agremiadas a la Cámara de la Pequeña y Mediana Empresa de Pichincha (Capeipi) son industrias, lo que hace necesaria la actividad presencial para funcionar. “Algunas están teletrabajando pero solo en la parte administrativa y financiera”, señaló Gustavo Ruiz, presidente de la Capeipi.

    Bossbran, una empresa de alimentos, está operando de manera presencial. Solo en los primeros meses de la pandemia mantuvo a cuatro personas de las áreas de recursos humanos, mercadeo y finanzas en teletrabajo, señala el gerente, Daniel Karolys.

    Sobre el impacto del teletrabajo, el Presidente de la Capeipi señala que ha facilitado la “maduración tecnológica”, para las pymes, que en muchos casos habilitaron sus ventas en línea, producto de la emergencia.

    Más demanda en sitios de coworking en el país

    De esta manera lucen las instalaciones de uno de los coworkings de Impaqto. Tiene cinco sedes en dos urbes. Foto: Cortesía Impaqto
    De esta manera lucen las instalaciones de uno de los coworkings de Impaqto. Tiene cinco sedes en dos urbes. Foto: Cortesía Impaqto

    Redacción Quito (I)
    redaccion@revistalideres.ec
    Dueños de micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes), emprendedores, profesionales independientes y teletrabajadores buscan lugares de ‘coworking’, como una alternativa para realizar sus actividades en espacios de bioseguridad.

    Según la Superintendencia de Compañías hay nueve sociedades inscritas con el nombre de ‘coworking’ en el país, aunque las actividades registradas por cada una difieren. El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), por su parte, indicó que no tiene datos específicos sobre coworkings en el país.

    Lo que sí es seguro es que durante los primeros días de la pandemia, estos lugares tuvieron que cerrar sus puertas; ahora, tras aplicar medidas de desconfinamiento, están activos. En sus instalaciones los usuarios pueden mostrar sus productos, realizar reuniones, contar con Internet de alta calidad, acceder a muebles ergonómicos y evitar el estrés que les puede generar trabajar en casa.

    Uno de estos sitios es Workshop Coworking, ubicado en Urdesa, Guayaquil. En la cuarentena brindó servicios, como capacitaciones, de manera virtual; el espacio físico lo reactivó a inicios de mes.

    Guillermo Vizcaíno, CEO de este lugar, indica que poco a poco han llegado las personas; actualmente, de 10 a 20 a la semana. Antes del covid-19, lo hacían 500 en ese mismo período. Además de alquiler de espacios de trabajo y oficinas, Workshop ofrece talleres digitales y ‘starter kits’ (servicios para emprendedores como manejo de redes sociales, fotografía de producto, entre otros).

    Entre las personas que acuden allí están aquellas pertenecientes a empresas pequeñas que antes alquilaban oficinas y decidieron reducir gastos, emprendedores…

    Una de ellas es Diana Carbonari, CEO de Pigro. Se trata de una cadena de restaurantes activa hace 12 años ubicada en algunas playas de Santa Elena, ahora también cuenta con una línea de productos empacados listos para cocinarse.

    Acostumbrada a recibir grandes grupos de personas, la pandemia le obligó a hacer ajustes. Decidió mostrar sus productos en una percha refrigerada en Workshop, para que la gente que labora en el sitio los pueda consumir.

    También exhibe su oferta en el lugar Belén López, dueña de Payfer, un negocio de cosméticos. “Nos ayuda mucho porque nos permite visualización y un nuevo punto de venta. Es un sitio con altas medidas de bioseguridad. Estamos hace siete meses”.

    Hoy, vende sus productos allí y en una tienda de artículos orgánicos. Antes estaba en otros sitios, pero tras la pandemia estos cerraron, lo que generó un problema.

    Compañías vinculadas con los recursos humanos como Adecco dicen que habrá un repunte de los ‘coworkings’. “Hay, incluso, espacios tipo cápsulas para ofrecer seguridad y aislamiento. También existen los ‘coworking’ virtuales para conectarse con más usuarios”, señala Sebastián Lima, director de calidad, servicio y selección de la firma en Ecuador.

    Impaqto, con cuatro sedes en Quito y una en Cuenca, abrió sus puertas al público apenas se pasó del semáforo rojo al amarillo en ambas ciudades. En esa coyuntura, aún en pandemia, se detectó que mucha gente que no tenía las herramientas para trabajar en casa (conexión de red de calidad, escritorio, espacio silencioso y más) comenzó a salir a cafeterías a laborar y no era lo más adecuado. Impaqto se puso manos a la obra para ofrecer a estas personas un área laboral física segura y una comunidad virtual.

    Comadres es una comunidad de mujeres emprendedoras en Guayaquil, que estuvo activa de manera digital en la pandemia y ahora físicamente. Ahora ofrece espacios de trabajo, charlas, tienda de exhibición. “Ayuda a negocios que buscan no incurrir en gastos”, señalan sus representantes.

    El requerimiento de oficinas bajó en tres ciudades

    La Torre de Negocios de El Dorado, en el centro de Cuenca, tiene espacios desocupados. Gloria Haya realiza la limpieza. Foto: Xavier Caivinagua para LÍDERES
    La Torre de Negocios de El Dorado, en el centro de Cuenca, tiene espacios desocupados. Gloria Haya realiza la limpieza. Foto: Xavier Caivinagua para LÍDERES

    Redacción Cuenca  (I)
    El norte de Guayaquil y Quito, y el Centro Histórico de Cuenca son las zonas donde existen más oficinas desocupadas en esas ciudades. El cierre de las empresas o el teletrabajo, que aumentó por el covid-19, son las principales causas para esa situación.

    Hace dos semanas, la Asociación de Corredores de Bienes Raíces de Guayas realizó una encuesta a sus 150 socios activos sobre el comportamiento del mercado inmobiliario. Allí se determinó que, en la actualidad, creció la oferta de venta de oficinas en un 55%, con relación a lo que ocurría hasta antes del inicio de la pandemia. Además, casi no existe demanda.

    Sue Murillo es la presidenta de esta asociación. Según ella, las oficinas son generadoras de ingresos y trabajo, pero -ahora- al existir el teletrabajo y por la crisis económica se desocuparon algunas instalaciones para generar ahorros en las empresas que arrendaban.
    Ella agrega que el mercado de bienes raíces relacionado con la venta o alquiler de oficinas está totalmente frenado y la desocupación es muy alta en Guayaquil. “Existe una sobreoferta, tanto en alquiler como en venta”. Estima que la situación recién se podría estabilizar a mediados del 2021.

    Murillo señala que, actualmente, es complicado alquilar estos espacios porque las empresas no lo requieren pues tienen a sus empleados laborando en casa. Ella añade que los dueños tienen complicaciones porque deben seguir pagando alícuotas de seguridad, mantenimiento y limpieza, pese a tener espacios desocupados.

    Por ello, dice, hay quienes decidieron venderlas porque, además, sus ingresos se han reducido en la presenta crisis. “Necesitan tener liquidez disponible, incluso, hasta para capitalizar sus negocios”.

    Pero allí surge otro problema que es la falta de compradores y los que existen buscan ofertas bajas y que tengan los servicios necesarios y, encima, puedan acceder a financiamiento. En el estudio de la Asociación de Corredores de Bienes Raíces de Guayas se determinó que el 60% de los activos que comercializan sus afiliados son a crédito.

    En la capital azuaya ocurre una situación similar. Para Marco Rodríguez, expresidente de la Asociación de Corredores de Bienes Raíces de Azuay, las zonas de El Ejido (centro-sur) y el Centro Histórico es donde más se ha reducido la demanda de oficinas.

    Él dice que debido a esta situación el precio de los arriendos de oficinas se redujo entre un 30% y 40%. Incluso se registran renegociaciones de contratos.

    “Hay empresas o propietarios que quieren vender sus instalaciones, pero les decimos que, al ser una época complicada, es mejor esperar si su situación económica lo permite. Si no hay como arrendar, es mucho más complicado vender”, señala Rodríguez.

    Agrega que los abogados, arquitectos, consultores, contadores y otros profesionales son los que más desocuparon oficinas en Cuenca porque están teletrabajando y buscan ahorrar el alquiler.

    Ese criterio es compartido por el presidente de la Cámara de la Pequeña Industria de Azuay, Fernando Romero. El representante empresarial asegura que sus agremiados al ser principalmente manufactureros requieren de personal en las plantas, por lo que deben mantener las infraestructuras, que -en algunos casos- son propias. Él explica que, si bien tienen personal teletrabajando, cuentan con otros colaboradores en producción que deben estar físicamente en las fábricas.

    La capital del país
    El norte de Quito. Según Isabel Ayala, agente de Bienes Raíces de Re/Max, en el norte de Quito hay oficinas desocupadas o en venta. Asegura que los pocos compradores quieren descuentos importantes. “Ellos alegan que todos los valores se han reducido”.

    La devolución. Ayala dice que las pequeñas empresas son las que más han devuelto sus locales alquilados por la crisis. Agrega que estas firmas han cerrado o entregado sus locales porque se acogieron a la modalidad del teletrabajo. “El valor del arriendo se ha reducido entre un 6% y 10%, dependiendo del caso y zona”.

    El Acuerdo 181  del Ministerio del Trabajo señala que los empleadores deben proveer los equipos, lineamientos e insumos necesarios para el desarrollo del teletrabajo. El trabajador, por su parte, es responsable del cuidado y custodia de las herramientas y
    El Acuerdo 181 del Ministerio del Trabajo señala que los empleadores deben proveer los equipos, lineamientos e insumos necesarios para el desarrollo del teletrabajo. El trabajador, por su parte, es responsable del cuidado y custodia de las herramientas y equipos entregados por la empresa. Foto: Freepik.es
  • Daniel Rivera: ‘El apoyo a las pymes ahora es vital’

    Carolina Enríquez,  (I)
    redaccion@revistalideres.ec

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    Daniel Rivera, representante de CAF, Banco de Desarrollo de América Latina en Ecuador, explica los programa de apoyo financiero del organismo en la región y el país. Asegura que el impulso al sector productivo es fundamental para la economía tras la pandemia.

    ¿Cuál ha sido el impacto de CAF -Banco de Desarrollo de América Latina- en la región durante sus 50 años?

    CAF es una entidad regional cuyos accionistas pertenecen los países de América Latina y el Caribe. Nació con los cinco andinos; Ecuador es fundador. Después de cinco décadas, el organismo tiene 19 naciones accionistas que confían en la experiencia acumulada en estos años. Respecto a Ecuador, CAF ha registrado aprobaciones de crédito por más de USD 14 000 millones y USD 62 millones para proyectos de cooperación y asistencia técnica no reembolsable (…) Después de esta experiencia dramática de la pandemia, que generó una crisis sanitaria, económica y social, tenemos identificados cuatro ejes de trabajo en la región, incluido el país.

    ¿En qué consisten los ejes?
    El primero tiene que ver con financiar proyectos de infraestructura económica: todo lo que tiene que ver con logística, transporte, vialidad, energías renovables, etc. El segundo sobre infraestructura social y se incorporan los sectores de servicios básicos como agua y saneamiento, educación, salud, nutrición. El tercero es el apoyo a la micro, pequeña y mediana industria. Ahí hay un trabajo de enorme relevancia para preservar empleos e impulsar la reactivación de la economía. Por último, está el tema de contribuir al fortalecimiento de las capacidades de la gestión pública, institucionalidad, regulación económica (tributaria, fiscal y laboral).

    Además de ello, ¿en qué se ha concentrado CAF en el país durante este año atípico?
    Estas cuatro prioridades estarán siempre acompañadas por lo que hemos hecho este año en el país, que ha sido concentrar apoyo y esfuerzo en los temas de acompañamiento y ayuda presupuestaria y fiscal para el Gobierno central. La mayoría de recursos que se han destinado este año para Ecuador ha estado orientado a fortalecer las finanzas públicas.

    ¿A cuánto asciende el monto destinado a este sector?
    Este año ha sido récord en aprobaciones y desembolsos para Ecuador. Tenemos programado hacer aprobaciones de crédito por encima de USD 1 000 millones y en desembolsos efectivos de esos préstamos tenemos 800 millones. Son cifras extraordinarias con respecto a los promedios históricos. Son extraordinarias porque la situación es extraordinaria. Así lo ha demandado el país y CAF ha respondido a esas necesidades.

    Exactamente, ¿hacia dónde se canalizan esos recursos?
    En total son créditos para apoyo presupuestario del Estado pueden sumar cerca de USD 700 millones. Los otros USD 300 millones corresponden a financiamiento de programas y proyectos de inversión en temas vinculados con infraestructura económica y social. También hay unos apoyos a la banca de desarrollo local, como la Corporación Financiera Nacional (CFN), la Corporación Nacional de Finanzas Populares y Solidarias(Conafips) y BanEcuador, para acompañar a productores agrícolas en el país. Todo esto que comento en términos de apoyo al Gobierno nacional, gobiernos subnacionales y a entidades de la banca de desarrollo local. Eso es lo que suma los USD 1 000 millones.

    En la agenda de los cuatro ejes de trabajo de CAF en la región, destaca el apoyo a las mipymes. ¿Cómo lograr la reactivación de este sector?
    Nuestra convicción es que la reactivación económica es fundamental para contrarrestar los efectos del cierre de las economías. Hay que preservar los empleos y las relaciones laborales; se deben recuperar los ingresos familiares; evitar los riesgos de la insolvencia, los problemas fiscales y el pánico económico. Mantener una economía cerrada no es una opción practicable. Ningún país en América Latina puede hacerlo. La reactivación es un pilar del desarrollo. Una de las estrategias más productivas en términos de reactivación tiene que ver con el impulso y la provisión de herramientas financieras y de conocimiento para las mipymes. Ahí se concentra una parte importantísima del empleo y la producción.

    ¿Qué otras vías hay?
    Se deben impulsar cadenas de valor entre la pequeña y mediana industria, así como también otras de mayor tamaño o de vocación exportadora. Eso genera un gran impacto en el desarrollo económico y social. Creemos que podemos dar un aporte valioso al país y eso se logra también con el fortalecimiento del sector público.

    ¿De qué manera se puede alcanzar ese fortalecimiento?
    Hay que hacer un trabajo importante. Considero que se deben hacer reformas estructurales importantes en el futuro, en temas laborales y tributarios. Esa es la base para sostener y consolidar políticas públicas, programas y proyectos que apunten al desarrollo del potencial humano en todas sus dimensiones.

    ¿Cuáles son los mecanismos para apoyar a las pymes?
    En términos de microempresa y producción le puedo mencionar cuatro programas importantes. El primero tiene que ver con un crédito de USD 100 millones que estamos trabajando en favor de Conafips. Se trata de una línea con enfoque de género, que va a beneficiar a madres, cabezas de hogar, líderes, mujeres emprendedoras. El segundo es un crédito de USD 40 millones para BanEcuador para acompañar y apoyar con insumos, créditos y recursos a productores agrícolas, particularmente en los sectores de palma y cacao. En tercer lugar estamos trabajando en la CFN para apoyar en el programa Progresar. Hacemos créditos a la entidad y ellos direccionan a pymes, y el cuarto está vinculado con el proceso de negociación y estructuración con el Ministerio de Finanzas para apoyar al programa Reactívate Ecuador. También está orientado a facilitar recusos de crédito con tasas más bajas que las del mercado para mipymes del país. Además, CAF hace inversiones.

    ¿En qué sectores se tiene previsto invertir?
    En el otro terreno, en programas de inversiones específicas en distintos sectores, contamos con el programa Promadec, orientado a proveer de agua y servicios de saneamiento a los municipios pequeños y medianos del país. Asimismo, trabajamos con el ministerio de Transporte y Obras Públicas en el programa de implementación de una hoja de ruta logística. Eso está dirigido a mejorar la eficiencia, la competitividad del comercio y las empresas. Esto incluye una cantidad de corredores logísticos. No me refiero simplemente a carreteras que van de un sitio a otro. Están complementadas con la provisión de servicios: portuarios, de transporte, de logística, para facilitar toda la cadena productiva de principio a fin. 

    Hoja de vida
    Su formación.  Ingeniero civil de la Universidad de los Andes de Colombia y maestría en Políticas Públicas otorgada por la Universidad de Duke, Estados Unidos.
    Su experiencia. Representante de CAF en Ecuador. Trayectoria profesional de más de 30 años en planificación, gerencia estratégica y ejecución de proyectos en los sectores público y privado en distintos países de América Latina. Se ha desempeñado como docente y consultor de entidades de financiamiento multilateral.
    En CAF.  Fue Director de Proyectos de Desarrollo de la Región Norte, en la Vicepresidencia de Desarrollo Sostenible.

    Daniel Rivera, representante de CAF, Banco de Desarrollo de América  Latina, en Ecuador explica los programa de apoyo financiero del organismo en la región y el país.
    Daniel Rivera, representante de CAF, Banco de Desarrollo de América
    Latina, en Ecuador explica los programa de apoyo financiero del organismo en la región y el país.
  • La crisis y las pymes

    Oswaldo Toscano

    Un estudio de las Naciones Unidas (ONU) determina que las pymes generan alrededor del 70% del empleo en el mundo. Para la Cepal, en América Latina las micro, pequeñas y medianas empresas representan el 99% de las compañías formales y son responsables de generar el 61% de trabajo formal. Sin embargo, el ambiente en que se desenvuelven estas organizaciones requiere de aspectos urgentes a resolver para la reactivación económica.

    La economía de libre mercado, como sistema de cooperación social, requiere del respeto al imperio de la ley. Carcomer las bases del Estado de derecho destruye las bases para la creación de riqueza. La discrecionalidad y la falta de límites claros al ejercicio legislativo se han impuesto a propósito de la crisis. Así, la crisis por pandemia deterioró el ecosistema para emprender.

    La grave afectación a las instituciones democráticas y las violaciones a la propiedad privada por parte de entes gubernamentales han debilitado el sistema de pesos y contrapesos necesarios para el buen funcionamiento de la economía. ¿Es consciente de ello nuestra clase política?

    opinion columnistas editorial
    Ilustración: LÍDERES
  • Una buena foto en el ‘fan page’ y responder los mensajes, dos claves del marketing digital

    Redacción Quito

    (I)

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    Alrededor de 500 emprendedores y representantes de pequeñas y medianas empresas (Pymes) participaron en una jornada para aprender trucos sobre marketing digital.

    El encuentro se cumplió hoy, jueves 7 de noviembre del 2019, y fue organizado en Quito por Facebook, la red social a la que cada mes acceden 2 410 millones de personas.

    La firma tecnológica organizó el taller Impulsa con Facebook, que consiste en talleres gratuitos sobre marketing digital en donde los asistentes aprenden a utilizar Facebook e Instagram para conectar con audiencias y potenciar sus negocios.

    En la jornada se explicó cómo generar contenido relevante y creativo para captar la atención de sus clientes potenciales. También se habló sobre las, prácticas recomendadas y sobre cómo crear campañas y anuncios para difundir y promover sus productos o servicios. Además se explicó los beneficios de la plataforma Facebook Blueprint, una plataforma de autoaprendizaje y cursos on line para emprendedores

    Entre los consejos que se ofrecieron destacaron los siguientes: elegir una buena foto de portada para el ‘fan page’ del emprendimiento en Facebook. “Esa foto viene a ser la vitrina de un almacén: debe ser muy atractiva para que la gente ingrese a la página”, explicó Juan Amaya, uno de los facilitadores de la jornada.

    También se recomendó agregar un botón de llamada a la acción, de tal manera que la persona que se interese por el producto o servicio pueda contactarse enseguida con la Pyme o con el emprendedor.

    Otro consejo en el que Amaya insistió es dar seguimiento de los mensajes que deja la gente y las notificaciones que reciben las publicaciones. “A nadie le gusta que le dejen en visto. Por eso hay que dar una respuesta siempre”. También se recomendó revisar con frecuencia las estadísticas que Facebook genera, para así saber cómo están reaccionando los clientes.

    Según Diego Bassante, Jefe de Política Pública de Facebook para la Región Andina, “los pequeños negocios son el corazón de nuestras economías y crean la mayoría de los nuevos empleos en el mundo. Por eso Facebook apoya su crecimiento, reconociendo que la tecnología les ayuda a alcanzar fácilmente una presencia digital que impulse aún más sus oportunidades”.

    En la jornada se explicó cómo generar contenido relevante y creativo para captar la atención de sus clientes potenciales.
    En la jornada se explicó cómo generar contenido relevante y creativo para captar la atención de sus clientes potenciales. Foto: LÍDERES
  • Oportunidad para las pymes

    Memo de la semana

    La reducción de aranceles de 256 partidas es una buena noticia para las pequeñas y medianas empresas. La decisión, que fue parte del paquete de medidas anunciadas por el Gobierno, representa una oportunidad para que estos actores de la economía tracen planes de largo plazo y apuesten a crecer, generar empleo y ganar mercado.

    El sector exportador, en particular las áreas acuícola, de procesamiento de atún y agroindustrial, será uno de los principales beneficiados. Gremios empresariales como Fedexpor consideran que con la reducción de aranceles las pymes exportadoras podrán renovar maquinaria, tecnificarse más y adquirir insumos a precios internacionales.

    Es, sin duda, una noticia positiva en medio de la convulsión social y económica que al menos hasta el pasado viernes vivía el Ecuador, luego de las medidas anunciadas por el Gobierno.
    El 85% de las compañías exportadoras del país son mipymes. Estas son ejemplo de esfuerzo y trabajo. Por eso alegra saber que esta medida beneficiará a uno de los sectores que apuntalan la economía ecuatoriana.

    opinion columnistas editorial
    Ilustración: LÍDERES
  • Las pymes esperan bajar costos al reducirse aranceles en el país

    Redacción Quito

    (I)
    redaccion@revistalideres.ec

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    Tener mayor liquidez y volverse más competitivos es lo que esperan los empresarios de pequeñas y medianas empresas del país (pymes) tras la reducción del porcentaje arancelario para 256 partidas, anunciada la semana pasada, a través de tres resoluciones del Comité de Comercio Exterior.

    Esto es parte del paquete de medidas económicas que anunció el Gobierno hace dos semanas. Entre los productos que se benefician del ajuste arancelario están maquinarias agrícolas, fertilizantes, plaguicidas, herramientas, insumos, equipos de transporte, pinturas, líquidos, papel, productos para vehículos, filtros, etc.

    Según el Ministerio de Finanzas, el principal efecto para estas importaciones es la reducción de costos. La caneca del herbicida gramoxone, por ejemplo, pasaría de USD 120 a 114 con la reducción; una herramienta de motor eléctrico de USD 2 700 a 2 295, los aspersores bajarían de USD 71 938 a 65 398; el ahorro podría ser de entre el 5% y el 15% en los valores de determinados productos. 

    Rodrigo Gómez de la Torre, presidente de la Cámara de Agricultura de la Primera Zona, destaca la medida, aunque asegura que es muy pronto para determinar un impacto monetario real. “Reducir costos es poder ser más competitivos para producir más”.

    Los aranceles para productos agrícolas dentro de la resolución 23 estaban en el orden del 5,3% para maquinarias y el 9,6% para materias primas; ahora pasan a cero. Mientras que en el sector industrial el tributo para bienes de capital pasó del 7,57% al 5,68%, y en materias primas del 13,55% al 8,51%, según Finanzas.

    El sector exportador, particularmente las áreas acuícola, de procesamiento de atún y agroindustrial, será uno de los que más se beneficiará con la reducción de aranceles. Xavier Rosero, gerente técnico de la Federación Ecuatoriana de Exportadores (Fedexpor), explicó que los diferentes productores podrán tecnificarse más gracias a la renovación de maquinaria; aquellos cuya oferta es no tradicional encontrarán un alivio al poder comprar insumos a precios internacionales.

    Según Fedexpor, el 85% de las compañías exportadoras del país son mipymes. Estas empresas también están a la expectativa de que se logren ajustes impositivos, entre los que está la devolución automática de los impuestos al comercio exterior.

    Este proceso no es nuevo, ya que se aplicó anteriormente a través del denominado ‘drawback’. Pero hubo quejas de los empresarios por las demoras en la devolución, así como en los trámites y requisitos para acceder al beneficio.

    Ahora se espera que sea sencillo de aplicar, con la menor cantidad de discriminadores, que genere una idea clara de cuánto se va a poder recuperar, los plazos de entrega, bajo qué condiciones, etc. Es importante, explican los gremios, que se incluyan todos los detalles en el reglamento del Código de la Producción, para evitar que no haya fondos presupuestarios para la devolución del dinero y que exista periodicidad en su aplicación.

    Fedexpor calcula que el sector exportador paga al año entre USD 250 millones y 300 millones en impuestos al comercio exterior. Entre estos, se encuentran aranceles, impuesto a la salida de divisas (ISD), Fondinfa, impuesto a los consumos especiales para importaciones, etc. “Con la devolución -dice Rosero- las pymes podrán destinar esos recursos a ampliación de plantas, inversiones nuevas, innovación, etc”.

    Exportadores como Pablo Viteri, de la florícola Pacific Bouquet, consideran clave el no pago del anticipo del impuesto a la renta. “Ayuda mucho, ya que se pagará el tributo con base en el resultado del ejercicio económico”.

    Todos los ajustes tributarios dependen de que se envíe el proyecto de Ley a la Asamblea. Otros que se incluyeron dentro del paquete de medidas son un impuesto a la renta único para el banano, la reducción del gravamen a los vehículos de menos de USD 32 000 para uso productivo, entre otros.

    La pyme Pacific Bouquet, exportadora de rosas, destaca que se hayan reducido aranceles para maquinaria, materias primas e insumos. Espera que se dé un ajuste de tipo tributario. Foto: archivo / LÍDERES
    La pyme Pacific Bouquet, exportadora de rosas, destaca que se hayan reducido aranceles para maquinaria, materias primas e insumos. Espera que se dé un ajuste de tipo tributario. Foto: archivo / LÍDERES
  • Las participación de las pymes en la Bolsa de Valores es menor

    Redacción Quito

    (I)

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    En el mundo de la Bolsa de Valores, las pequeñas y medianas empresas (pymes) tienen una presencia limitada y la expectativa es que su participación en el mercado bursátil crezca con el tiempo.

    Lo que sucede con las pymes confirma de cierta manera que la participación en la Bolsa de Valores no es de interés para el tejido empresarial ecuatoriano. Los números lo muestran: de alrededor de 50 000 empresas constituidas en el país, solo se cuentan 391 que realizan emisiones, es decir que buscan financiamiento en el mercado de valores.

    Otro dato confirma que el peso de las pymes es marginal. Según la Bolsa de Valores de Quito, el año pasado se negociaron USD 7 474 millones en el mercado de valores ecuatoriano. De esa cifra USD 46,8 millones correspondió a pymes, es decir el 0,6%.

    Históricamente, la participación de las pymes ha sido reducida. Los tres casos más recientes se registraron en el último trimestre del año pasado: la firma de servicios petroleros Sinpet, la compañía de insumos de limpieza Absorpelsa y la Red Transaccional Cooperativa RTC acudieron a la Bolsa por primera vez.

    La primera realizó una emisión por USD 500 000, la segunda por USD 2 millones y la tercera por USD 1,2 millones, según información proporcionada por la Bolsa de Valores de Quito (BVQ).

    A estas tres empresas se suma un listado de 19 pymes inscritas en la BVQ.

    Para Paul McEvoy, gerente de la BVQ, la ausencia de las pymes ocurre por falta de conocimiento sobre las alternativas de financiamiento y sobre las ventajas que trae el mercado de valores. Sin embargo, resalta que existen casos de pymes que empezaron a financiarse en la Bolsa, pero que con el tiempo crecieron y dejaron de ser pymes.

    Un ejemplo es la papelería y librería Dilipa, que llegó a la Bolsa de Valores hace cerca de 10 años. El gerente de la empresa, Ángel Segura, califica como fabulosa la experiencia en el mundo bursátil.

    “Con esta forma de financiamiento, la empresa ha crecido especialmente en activos, porque nosotros tenemos la política de crecer con locales propios, no arrendar, porque eso es un gasto. Entonces, invertir en Bolsa nos ha permitido ampliarnos más”.

    Dilipa ha realizado cinco emisiones. Las dos últimas han sido en papel comercial a corto y a largo plazo por un total de USD 5,5 millones. Segura añade que también se ha apoyado en la banca, pero la ventaja de la Bolsa de Valores es que las hipotecas o colaterales de garantía para obtener el dinero no existen. Otra ventaja es el costo. Según Segura, hay un ahorro de 1,5 a 2 puntos porcentuales si se compara con el costo que se paga por pedir un crédito en un banco.

    Uno de los puntos claves en el mercado bursátil es la transparencia de la información. Fernando Simó, presidente del Directorio de la Asociación de Casas de Valores (Asocaval) explica que para entrar al mercado de valores hay que ser especialmente formales con la información, “algo a lo que tal vez no todas las pymes están acostumbradas”.

    McEvoy compara la llegada de una pyme al mercado de valores con una persona que pide un crédito bancario. “A veces no se cumplen todos los requisitos. Además hay empresas con balances que no son suficientemente sólidos”. Por eso la importancia de contactarse con las casa de valores para recibir asesoría.

    Otro factor crucial es qué montos emitir. Simó considera que para que una emisión sea rentable no debe ser menor a un millón de dólares. El vocero de Asocaval reconoce que esa cantidad puede ser un limitante, pero añade que también existe un mecanismo especial llamado registro especial bursátil (REB), que es más rápido y que permite hacer emisiones por montos desde USD 300 000. El instrumento más utilizado por las pymes en el mercado bursátil es la factura comercial negociable.

    Negociar facturas es una alternativa

    Urbandata, ubicada en Cumbayá, es una Pyme que comercializa equipos tecnológicos. Se calificó para emitir facturas comerciales hace tres años
    Urbandata, ubicada en Cumbayá, es una Pyme que comercializa equipos tecnológicos. Se calificó para emitir facturas comerciales hace tres años. Foto: Vicente Costales / Líderes


    En el 2017, a la empresa Water Projects, una firma que se dedica a la comercialización de equipos de purificación de agua, se le presentó una buena oportunidad de venta. El monto era atractivo, pero el cliente iba a tardarse en pagar la deuda.

    Paúl Redrován, gerente de la empresa, cuenta que buscó una alternativa que le permita concretar esa venta por USD 90 000, sin que el período de espera afectara la liquidez de su empresa, que está dentro del segmento Pyme (pequeñas y medianas empresas).

    Redrován optó por entrar al mercado bursátil mediante el esquema que se conoce como emisión de facturas comerciales negociables (FCN).

    Las FCN son instrumentos que permiten a las empresas vender a inversionistas del mercado de valores el derecho de cobro de sus facturas en plazos establecidos, de hasta 360 días.

    Así, empresas como Water Projects no tienen que esperar varias semanas o meses a que su cliente pague la factura, sino que, a cambio de un porcentaje de descuento del monto, reciben de inmediato el dinero del inversionista que compra la FCN.

    Se trata de uno de los instrumentos más utilizados por las Pymes que están en Bolsa, debido a que una resolución de la Junta de Política y Regulación Monetaria emitida en el 2016 dispuso que las FCN no necesitan calificación de riesgo, como otros instrumentos.

    La resolución además creó un Registro Especial Bursátil exclusivamente para Pymes y de la economía popular y solidaria; y estipuló que las empresas emisoras de las FCN no están obligadas a contratar una auditoría externa, por lo que el proceso para realizar la emisión resulta más expedito y económico.

    Según datos de la Bolsa de Valores de Quito (BVQ),las FCN representaron el 46% del total negociado en títulos valores emitidos por Pymes en el 2018.

    También es uno de los instrumentos que más han crecido. En el 2016 se negociaron USD 30 millones en facturas; en el 2017, unos USD 62 millones y en el 2018 el monto creció a USD 271 millones.

    Gonzalo Cucalón, representante de la casa de valores Banrío, explica que el porcentaje de rendimiento que ganan los inversionistas que compran las facturas depende de varios factores. El año pasado, el rendimiento promedio estuvo en el 7%, pero puede llegar hasta el 10%.

    Entre los factores que influyen, Cucalón menciona el tamaño de la empresa que se conoce como aceptante; es decir, la empresa que tendrá que pagar la factura al inversionista, su flujo financiero, entre otros.

    Para Sebastián Suárez, gerente de dos Pymes calificadas para negociar en el mercado bursátil, Urbandata y Plumobile del Ecuador, uno de los factores que complican a las Pymes a acceder a esta forma de financiamiento es el requerimiento de que el aceptante esté de acuerdo en que el documento se negocie en la Bolsa.

    En su caso, en los tres años que sus dos empresas están inscritas en la Bolsa de Valores, solo ha podido negociar dos facturas. La mayoría de sus clientes no están de acuerdo y no aceptan la negociación en el mercado bursátil.

    “Los pagadores necesitan entrar a una plataforma y aceptar que van a pagar esa factura. A muchos no les gusta la presión de que deben pagar, sino entran en default y eso les perjudica en su imagen”.

    Cucalón menciona que debido a este requerimiento no se registran casos de no pago en la negociación de facturas en Bolsa.

    La BVQ, no obstante, ha propuesto que se reforme la ley y se elimine el requisito.

    Las casas de valores realizan un diagnóstico de la empresa

    En el camino que una pyme recorre hasta llegar a la bolsa de valores las casas de valores resultan fundamentales. Estas entidades se convierten en una suerte de asesor o de guía para que la pequeña o mediana empresa incursione con éxito en el mundo bursátil.

    Fernando Simó, presidente del directorio de Asocaval, considera que una pyme que se acerca a una casa de valores tiene mayor potencial. “La participación de una casa de valores permite elaborar un diagnóstico sobre las condiciones financieras de la pyme, para ver si con la estructura actual de la compañía es beneficioso entrar al mercado de valores”.

    El vocero de Asocaval añade que las pymes deben tener claro que la estructura de financiamiento en la bolsa de valores no solo es para las corporaciones, “Una pyme también pueda acceder. La casa de valores asesora al emisor, no es imperativo que la pyme tenga especialistas en materia financiera”.

    Paul McEvoy, gerente de la bolsa de Valores de Quito, añade que el mercado bursátil es útil para que toda empresa se expanda y reciba nuevas inversiones. Algo muy interesante, según McEvoy, es que cuando una empresa realiza una primera emisión, se recurre nuevamente a este mecanismo. “Es una forma de diversificar el financiamiento, más en un momento de baja liquidez en la economía y con la banca siendo mas cuidadosa en los créditos”.

    ¿Cuál es el perfil del inversionista que coloca su capital en las Pymes? Según McEvoy, es un inversionista sofisticado, que tiene cierto nivel de conocimiento de finanzas, de riesgos y que cuenta con un patrimonio importante que le permite diversificar sus inversiones. También hay inversionistas institucionales, como los bancos o las aseguradora o administradoras de fondos.

    Los consultados añaden que existe mucho optimismo para este año en el mercado bursátil. McEvoy destaca que con el anuncio de créditos de multilaterales hay expectativa y ánimo en el sector privado. “Esto ayuda mejorar el panorama de inversión en la bolsa de valores”.

    El año pasado se negociaron USD 7 474 millones en el mercado de valores ecuatoriano. De esa cifra  46,8 millones correspondió a Pymes, es decir el  0,6%. Sin embargo existen casos de empresas que han crecido apoyadas en el mercado bursátil.
    El año pasado se negociaron USD 7 474 millones en el mercado de valores ecuatoriano. De esa cifra 46,8 millones correspondió a Pymes, es decir el 0,6%. Sin embargo existen casos de empresas que han crecido apoyadas en el mercado bursátil. Foto: Ingimage
  • BID Invest entregó crédito a Banco Bolivariano para impulsar Pymes

    Carolina Enriquez

    Redactora (I)

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    BID Invest, la institución del sector privado del Grupo Banco Interamericano de Desarrollo (BID), otorgó un préstamo de USD 30 millones a Banco Bolivariano, de Ecuador, para incrementar el acceso a financiamiento de las pequeñas y medianas empresas (Pymes) e impulsar los proyectos verdes en el país.

    El organismo lo dio a conocer este 23 de enero del 2019.

    El préstamo, de un plazo de seis años, permitirá a dicha entidad bancaria canalizar recursos para ampliar su cartera de PYME con financiamiento en condiciones adecuadas y expandir su cartera de créditos verdes para este segmento.

    En Ecuador, las PYME contribuyen con uno de cada tres puestos de trabajo, indicó el BID.

    “El financiamiento se complementa con servicios de asesoría destinados a mejorar la oferta de productos financieros para proyectos verdes y apoyar la estrategia corporativa de la entidad en temas sostenibles. BID Invest apoyará con herramientas de análisis de cartera verde y proporcionará capacitación en sostenibilidad como oportunidad de negocio para las Pyme, tanto a clientes como a empleados de Banco Bolivariano”, dice el organismo internacional.

    Las pymes generan en uno de cada tres puestos de trabajo en Ecuador
    Las pymes generan en uno de cada tres puestos de trabajo en Ecuador. Foto: Cortesía BID
  • Juan Carlos Jácome: ‘Crédito a pymes tiene más impacto’

    Evelyn Tapia

    redaccion@revistalideres.ec

    Juan Carlos Jácome, presidente del Directorio de la Corporación Financiera Nacional (CFN), destaca que la entidad busca impulsar sectores no tradicionales, como el de los servicios, a través de nuevas líneas. Añadió que el crédito para las pymes se incrementará.

    La CFN ha incrementado sus aprobaciones de créditos en un 75% en lo que va del año. ¿A qué factores obedece este comportamiento?

    Es un reflejo del clima empresarial que el Presidente de la República ha establecido a través de las políticas implementadas en lo que lleva de su gestión. Eso ha creado una mayor demanda e interés de poder ampliar proyectos que estaban en carpeta para muchos empresarios. Otro factor es la agilidad que hemos puesto como meta para dar trámite a los créditos. En 15 días hábiles luego de que inició el trámite, se debe dar una respuesta de aprobación o negación al cliente. Hemos trabajado mucho en acercarnos a la ciudadanía y al empresario, porque identificamos que hay una percepción de que la CFN es un ente muy distante. Creo que estamos logrando romper esa idea.

    Una de las quejas de los clientes en torno al acceso a crédito son los tiempos de espera y barreras como la tramitología y demasiados requisitos. Esos temas, ¿cómo los está puliendo la CFN?

    Lo que pedimos como requisitos no difiere mucho de lo que pide la banca privada. En lo relacionado a tiempos, conversé con gente que decía que pedir un crédito en CFN implicaba esperar hasta nueve meses. Eso lo hemos mejorado. Además hemos mejorado varias alternativas de financiamiento para pymes. Por ejemplo, para acceder al crédito en esta entidad, se requiere una garantía real equivalente al 125% del monto que está pidiendo y muchos ven esto como una barrera de acceso al crédito para los más pequeños. Pero la CFN tiene ahora un mecanismo de ayuda a través del fondo nacional de garantías, en convenios con la banca privada. A través de esto, las pymes que acceden a créditos en la banca privada tienen la ventaja de que la CFN puede asumir una parte de la garantía.

    El sector de las microempresas y las pymes es uno de los que atraviesa más retos al buscar financiamiento. ¿Qué factores inciden para que se les dificulte el acceso?

    No creo que hay que estigmatizar a la microempresa y a la pequeña y mediana empresa. Claro, no es lo mismo una empresa que tenga una gran escala de venta y puede amortiguar un bache, a una con ventas más reducidas y que cualquier cosa les afecta. Pero obviamente es un segmento en el que hay que arriesgar, porque de 10 proyectos de micro y pymes, de pronto cinco sean de gran éxito, pero el país gana, porque diversifica su producción y oferta. Creo que en este segmento se debe siempre capacitar e innovar, como en todo negocio.

    El Gobierno busca impulsar a este segmento con la puesta en marcha de una nueva línea de crédito: Progresar 2, anunciada en el Plan Prosperidad. ¿Cómo funcionará y cómo lo financiará la CFN?

    Esta línea de USD 100 millones es financiada en un 50% vía Corporación Andina de Fomento (CAF) y el otro 50% por nosotros. Se destinará para operaciones que apuntalen el ordenamiento de las actividades productivas del país, de forma que se reduzca el apalancamiento de la economía solo en actividades tradicionales. Todavía se requieren ciertas formalidades internas para implementarla, pero esperamos que esté lista a finales de este año.

    Del total de la cartera de la entidad, ¿qué porcentaje representa lo que han colocado en el segmento de pymes?

    El 40% de las operaciones están en segmento pymes y el resto se ha ido al segmento corporativo y empresarial. Sin embargo, tenemos como un objetivo muy claro tratar de que las operaciones tengan mayor uniformidad, que sea más equitativo el pastel. Todos requieren créditos, pero el de mayor impacto siempre será el de las más pequeñas, así ayudamos a que el mercado se dinamice.

    ¿Qué otros productos financieros nuevos está implementando la CFN este año?

    Está ya disponible una nueva línea para financiar servicios. Antes, la actividad económica se apalancaba más en agricultura, industria, construcción, que era lo tradicional, pero el país y el mundo han redibujado las estructuras. El 40% del PIB de Ecuador corresponde a la actividad de servicios. Atender al servicio como actividad financiable debe ser de interés para el desarrollo del país. Esperamos este año otorgar por lo menos USD 20 millones en estos créditos. Gente con cafeterías que quiera ampliarse lo puede hacer, gente con restaurantes o con actividades de turismo, consultorías. Es un abanico muy amplio.

    ¿Cómo se ha comportado el crédito de las grandes empresas este año y cómo ha estado distribuido por sectores?

    Si uno analiza el mapa de actividades que recurren a la Corporación Financiera, un 40% es de manufactura, un 20% es para el sector agropecuario, un 10% para la construcción y el 30% restante para otras actividades.

    De estos sectores, el de la construcción fue uno de los más afectados con la desaceleración económica del 2016 y con la Ley de Plusvalía. ¿Cómo ve el desempeño del rubro actualmente?

    En función de los créditos que hemos dado, comparando el periodo enero-julio, el crédito a la construcción creció un 26%.

    Sí, se ha recuperado y hay una ­señal clara de que hay interés en el sector por nuevos proyectos. El 90% del monto otorgado a construcción es para proyectos nuevos y muchos en la provincia de Manabí.

    El sector agrícola suele tener problemas en temas de morosidad porque está expuesto a fenómenos naturales. ¿Cómo evalúa la cartera para este sector?

    En la CFN la morosidad no es tan alta en el sector agrícola, porque la mayor demanda está apalancada en commodities tradicionales que tienen más estabilidad. Pero no es tanto el sector lo que incide en la vulnerabilidad, sino el músculo financiero que tenga el negocio. A pesar de eso, la banca pública tiene que enfocarse en los sectores con mayor repercusión, donde se multiplique más el dólar que se desembolsa. Este año, para este sector creamos un nuevo producto crediticio, para producción agrícola exportable no tradicional que ha tenido regularidad en los últimos tres años.

    La banca privada advierte que el crédito se va a contraer este año producto del ajuste económico del Gobierno. ¿Eso afectará también al crédito que planea entregar este ente público?

    El mayor riesgo en la Corporación Financiera Nacional recae en la morosidad, en la capacidad de transformar los remates en liquidez. Si la CFN no pudiese rematar con agilidad lo que corresponda, ahí podríamos hablar de un riesgo de menos crédito, pero no es el caso ahora. Nosotros no captamos recursos de las personas, como en la banca privada, en donde el negocio va por la vía de los depósitos. Ellos prestan en función de lo que captan y si hay menos depósitos obviamente el crédito se va a reducir. Pero en nuestro caso es diferente.

    Hoja de vida

    Formación. Estudió en el Colegio Alemán Humboldt de Guayaquil. Es economista con mención en Finanzas, por la Escuela Superior Politécnica del Litoral (Espol). En la Universidad Católica de Lovaina (Bélgica) estudió un posgrado en Eco­nomía y uno en Análisis de Políticas Sociales.

    Experiencia. En el sector privado fundó la empresa EMS Consultores, dedicada a la consultoría en temas económicos, aduanas, entre otros. En el sector público ocupó cargos en el Servicio de Rentas Internas, Aduana del Ecuador, Banco Central del Ecuador y la Superin­tendencia de Control del Poder de Mercado.

    Entrevista a Juan Carlos Jácome, presidente del Directorio de la Corporación Financiera Nacional (CFN). Foto: Vicente Costales / LÍDERES
    Entrevista a Juan Carlos Jácome, presidente del Directorio de la Corporación Financiera Nacional (CFN). Foto: Vicente Costales / LÍDERES
  • Un negocio que da tecnología a las Pymes y la banca

    Redacción Quito

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    XChange es una plataforma tecnológica dedicada a brindar servicios tecnológicos para pequeñas y medianas empresas.

    La empresa ecuatoriana facilita el servicio de pagos en línea a pequeñas y medianas empresas e impulsa el comercio electrónico para nuevos emprendedores.

    Los ecuatorianos Byron Rodríguez, Santiago Manrique, Fernando Martínez y el argentino Franco Giardina desarrollaron la plataforma. Al inicio, su idea era implementar plataformas financieras para la banca, pero no pasó.

    Rodríguez, administrador del emprendimiento, expresa que la idea nació en las aulas de la universidad, cuando cruzaba el quinto semestre. En un principio el proyecto lo conformaba un grupo más grande, pero lo abandonaron poco a poco con el tiempo.

    Argumentaban que ya existían empresas con la misma idea que intentaban entrar al mercado, pero no podían concretar el negocio. Esto último por la falta de confianza de las entidades financieras.

    “Al final me quede solo”, dice Rodríguez. Entonces también pensó en las necesidades tecnológicas de las pequeñas y medianas empresas del país (Pymes).

    Durante un evento que realizó la Universidad de las Fuerzas Armadas (ESPE), él conoció a Santiago Manrique, diseñador de profesión quien aportó con ideas para el desarrollo de la plataforma y se convirtió en un nuevo socio del negocio.

    En 2017 en un evento de eCommerce que se realizó en el país conoció al argentino Franco Giardina, quien se sumó a la idea.

    El proyecto de XChange inició con una inversión de USD 5000.

    Al inicio no cobraban nada porque no eran una marca reconocida en el mercado. Los primeros usuarios eran personas que llegaban por el boca a boca.

    Sin embargo, crecieron. En 2017 el negocio facturó USD 20000; el mismo valor que generan este año cada mes.

    Actualmente, la compañía tienen 400 usuarios activos. El 40% son empresas por lo general de comercio minorista como tiendas de zapatos, gafas, petshops, repuestos de vehículos; el 60% son personas naturales.

    Uno de sus clientes es David Paredes, dueño de una empresa de contabilidad, quien conoció la plataforma de XChange en enero; usan la plataforma para realizar transacciones financieras. “El servicio es muy bueno, seguro e innovador y ante todo es muy fácil de manejarlo”, comenta.

    Otro de los usuarios es Sebastián Díaz, quien tiene un negocio de chips de localización para mascotas. Desde junio usa el servicio de XChange para la venta en línea de los productos de su negocio.

    La empresa ofrece garantías de seguridad a sus clientes. Por ejemplo, tanto el comprador como el vendedor deben ingresar sus datos personales en la plataforma para que se puede verificar su identidad a través de un proceso de validación online.

    También cuenta con una certificación denominada de Seguridad de Datos para la Industria de Tarjetas de Pago (PCI). Esto sirve para todos los procesos que se realizan con tarjetas.

    Los socios del emprendimiento tecnológico todavía no concretan convenios con entidades financieras del país , como fue su meta inicial. Sin embargo, Giardina manifiesta que se encuentran en permanentemente diálogo buscando generar alianzas estratégicas.

    En EE.UU. ya brindan servicios en entes bancarios como Silicon Valley Bank y Bank Of América .

    Para Rodríguez, el desarrollo del eCommerce en el Ecuador no se ha dado como en otros países de la región por falta de soportes logísticos y tecnológicos al momento de operación una transacción en línea. Considera que es necesario un impulso.

    Los socios de XChange revisan  los desarrollos tecnológicos para las empresas a  las que dan servicios. Foto: Diego Pallero / LÍDERES
    Los socios de XChange revisan los desarrollos tecnológicos para las empresas a las que dan servicios. Foto: Diego Pallero / LÍDERES