Durante el 2017, en el mercado bursátil ecuatoriano se transaron USD 6 600 millones. Esto es alrededor del 6% del PIB del país.
Este monto es similar al que se negocia en 15 días en el mercado de valores de Colombia.
Según Paul McEvoy, gerente de laBolsa de Valores de Quito (BVQ), esta diferencia es reflejo de que Ecuador “está muy poco desarrollado el mercado de valores debido a la falta de conocimiento del público acerca de las alternativas de inversión”.
De ahí que, en la Bolsa trabajan en estrategias para acercar a los ciudadanos y a las empresas a este tipo de instrumentos.
El sábado 23 de junio del 2018, en conjunto con la Cámara de la Pequeña y Mediana Empresa de Pichincha (Capeipi), la BVQ realizará la primera Feria Bursátil Expo Ahorro y Financiamiento en el Centro de Exposiciones Quito.
El evento es gratuito y se realizará de 09:30 a 17:30. McEvoy señala que el cronograma incluye ocho charlas de media hora para capacitar a los asistentes sobre temas como cuáles son los montos mínimos para invertir en los diferentes instrumentos, el retorno que se puede esperar, entre otros.
Además, tendrán stands de 14 casas de valores, que darán asesoría y cuatro fondos de inversión.
McEvoy detalla que la intención del evento es que las personas naturales conozcan opciones como acciones o papel comercial, pueden convertirse en una forma de ganar dinero. Pero también, esperan atraer a pequeñas y medianas empresas, para que incluyan entre sus opciones de financiamiento los mecanismos que ofrece el mercado de valores. Cita las facturas comerciales, por ejemplo.
Empresas que ya están en el mercado de valores también estarán presentes, explica McEvoy, para contar su experiencia en la feria. “Estarán emisores como Corporación Favorita (Supermaxi), que es nuestra acción emblemática. Unos 15 000 ecuatorianos son accionistas de La Favorita” .
McEvoy detalla que la intención del evento es que las personas naturales conozcan opciones como acciones o papel comercial, pueden convertirse en una forma de ganar dinero. Foto: Archivo / LÍDERES
“Siempre he sido tímido y reservado. No me gusta hablar en público. Me gusta que los resultados hablen por mí”, dice Santiago Ribadeneira, quien a sus 28 años lidera la oficina en Ecuador de Endeavor, una red global que impulsa a emprendedores de alto impacto.
Ribadeneira considera que tuvo una infancia privilegiada. Creció en un hogar unido, de padre y madre, con tres hermanas mayores, en el que estuvieron presente los abuelos. Su héroe de la niñez fue su abuelo materno, emigrante del País Vasco durante la Guerra Civil Española, que llegó en los años 50 al país. “Era un ingeniero autodidacta. Si veía algo que le gustaba lo hacía, desde armar una radio hasta hacer figuras con resina”.
Su padre le inculcó la importancia del trabajo. Un juguete era la recompensa por lustrar los zapatos, limpiar el carro o bañar el perro. “Esto fue determinante en mi vida profesional”. Estudió en el Colegio Menor San Francisco de Quito, en Cumbayá. Era estudiante de “A”. Pero con los años se dio cuenta que a aquellos que fueron excelentes estudiantes, les cuesta salir del ‘statu quo’, a diferencia de los buenos emprendedores, que se mueven con facilidad en las “zonas grises”, donde no hay procedimientos claros.
Santiago no rompió el ‘statu quo’, aunque luego se vincularía con los emprendedores. Se graduó en Administración, en la Universidad de Boston, EE.UU., y cursó una maestría en Finanzas en la Escuela Superior de Administración y Dirección de Empresas, en Barcelona, España.
Su primer empleo fue en la época del colegio, como asistente de mecánica en Casabaca. En la universidad, trabajó en el estadio de la institución y durante los veranos hizo pasantías en Zaimella y Pronaca, en Ecuador.
En el tercer año de la carrera cursó un semestre en Madrid, tiempo que aprovechó para hacer una pasantía en Deloitte. Esa oportunidad se convirtió en su primera oferta de empleo. Al culminar la carrera se mudó a Madrid y por dos años realizó consultorías y auditorías en Deloitte para empresas de la talla de Repsol.
“Pero, me di cuenta que mi carrera iba por otra dirección”. Ese fue el punto de quiebre. Renunció y se mudó a Barcelona a cursar una maestría en finanzas con concentración en capital de riesgo.
Sus amigos del colegio, José Jaramillo y Sebastián Nankervis, coinciden en que Santiago es una persona enfocada, con visión clara de lo que quiere lograr. “Piensa mucho en los demás. Siempre está pensando en cómo ayudar a otros a progresar”, añade Jaramillo. Al finalizar la maestría, trabajó en Imena Holdings, un fondo de capital de riesgo, con sede en Jordania, que invierte en portales de habla árabe. Una experiencia corta de cinco meses, que le permitió salir de su “zona de confort”.
“Me encantó Jordania. Es un país con apego a sus tradiciones, pero que busca ser internacional. Me abrió las puertas y me permitió hacer conexiones internacionales”, comenta Ribadeneira.
Retornó a España y ejerció por casi un año en fondos de riesgo. Pero por una decisión personal, retornó al Ecuador, junto con su esposa, en octubre de 2015.
Sus conocimientos le permitieron asumir en enero del 2016 la dirección de Kruger Labs, una aceleradora de emprendimientos digitales, a través de levantamiento de fondos de inversión, entre otras estrategias. “Santiago sabe entender muy bien las necesidades de tu negocio”, comenta Guillermo Zárate, cofundador del emprendimiento Cuestionarix.
En junio del 2016, estuvo presentó en el Global Entrepreneurship Summit, un evento que conecta a emprendedores del mundo, celebrado en la Universidad de Stanford, EE.UU. Fue allí la primera vez que escuchó hablar de Endeavor, una organización sin fines de lucro, presente en 28 países.
A su regreso al país, contactó a la oficina en Nueva York de Endeavor y les propuso conformar la filial en Ecuador. Para ello debía conseguir a seis directores para el financiamiento y una lista de empresas con potencial para formar parte de Endeavor.
Ribadeneira no solo consiguió reunir a ocho de los empresarios más importantes del país, sino que luego de un proceso de selección, en febrero de este año se convirtió en el director más joven de una oficina de Endeavor en el mundo. La experiencia ha sido como la de cualquier emprendedor, porque significó comenzar de cero.
Para Linus Frank, compañero de trabajo, Ribadeneira es muy autocrítico. Y él lo sabe, por eso dice que se rodea de personas más inteligentes que él para que lo complementen. “Las cosas llegan con esfuerzo. Desde que me levanto, trabajo para cumplir mi sueño”.
Una red que potencia emprendimientos
Endeavor fue fundada en 1997 en Argentina. Su misión es brindar apoyo a emprendimientos que están escalando en su modelo de negocios y que tengan potencial para convertirse en líderes de su sector, generando empleo e ingresos.
Los negocios que integran la red, en los 28 países donde tiene presencia, han generado más de 650 000 puestos de empleo y en 2016 facturaron en conjunto más de USD 10 000 millones. Endeavor Ecuador se constituyó en marzo de este año. Su directorio está constituido por 10 importantes empresarios del país, entre ellos Roque Sevilla, presidente del Grupo Futuro y Juan Carlos Serrano, del Grupo KFC.
Para recibir el apoyo de Endeavor, las empresas deben facturar al menos USD 1 millón y estar en proceso o con planes de internacionalizarse, es por ello que en Ecuador deben ser pequeñas o medianas empresas. En el proceso de selección, los candidatos se reúnen con mentores y con un panel nacional e internacional. Solo el 2,4% pasan el último filtro. En Ecuador, de 80 empresas a las que se han evaluado, la firma de chocolates Pacari y Location World, una compañía de tecnología, están en la red.
Endeavor ofrece el acceso a los mercados donde opera la red, la vinculación con talentos de las universidades de Harvard ó Stanford, y el acceso a capital, a través de un fondo propio de USD 100 millones y de otros fondos institucionales.
Participar del proceso de selección, que suele durar de seis meses a un año, no tiene costo. Luego se debe dar un aporte anual de USD 10 000.
Santiago Ribadeneira vivió por cinco meses en Jordania, trabajando en un fondo de inversión. Foto: Vicente Costales / LÍDERES
Actualmente en España las pymes son las responsables de una “gran parte” del gasto en innovación, algo que no sucede en resto de países europeos, según ha destacado deducible.es en su último estudio.
Además, según los últimos datos del informe Cotec, las pymes españolas efectuaron el 46,3% del gasto en innovación, mientras que por su parte regiones como Francia o Alemania no superaron el 23% y el 11%, respectivamente.
Del mismo modo, nuestro país ofrece distintas herramientas fiscales, entre las que se encuentra las deducciones por I+D+i (Investigación, Desarrollo e Innovación) en el Impuesto de Sociedades. Por ello, con el objetivo de promover este recurso, la web deducible es ha creado un software que permite automatizar la gestión, documentación y cálculo de estas deducciones; reduciendo el proceso y ofreciendo a las pymes estas ventajas.
En relación a ello, el cofundador de la plataforma, Sergio Galiano, ha explicado que “las pymes son las empresas que más proyectos de innovación realizan en España, y son la base de la economía, pero se han visto muy afectadas por la crisis, principalmente su actividad innovadora”. Además, ha asegurado que “el hecho de que puedan deducirse gran parte del Impuesto de Sociedades supone un impacto muy grande para las pequeñas empresas”.
De esta forma, en su opinión, “no pierden competencia fiscal y pueden reutilizar las cantidades recuperadas para seguir innovando durante los siguientes ejercicios”. En relación con el desconocimiento de esta herramienta, Galiano ha señalado que “la mayoría de las pymes ni siquiera saben que pueden deducirse una gran parte del Impuesto de Sociedades por sus proyectos de I+D+i”, por lo que ha subrayado que la misión de la plataforma es dar a conocer esa posibilidad y “llevar a cabo su gestión”.
Desde la plataforma se ha señalado que hay otros factores para no aprovechar estos beneficios fiscales, como la inseguridad jurídica, el miedo ante una posible inspección fiscal y el alto coste de las grandes consultoras, que se encuentra al alcance de las grandes empresas y multinacionales.
“En deducible.es ponemos fin a las trabas que frenan a las pymes a llevar a cabo este proceso, al encargarnos de la identificación, documentación y gestión de las deducciones, contribuimos a impulsar la actividad de estas empresas, principales responsables del crecimiento de las economías y de la creación de empleo”, ha concluido Galiano.
El Financiero de Costa Rica, en su edición digital del 23 de agosto pasado, da cuenta de tres acciones o actitudes que se debe evitar para innovar cuando se está al fre4nte de una pyme. La primera es la aversión al riesgo.
Hay veces en las que los dueños de las empresas creen que por el hecho de que les va bien económicamente no requieren implementar innovaciones. Esto se da, dice la publicación, “porque los cambios les generan temor, pues no hay una certeza total de cómo reaccionará el mercado ante una novedad que se introduzca”.
Cuando se trata de pymes familiares creen que “si el negocio ha desarrollado la misma actividad de la misma manera, por varias generaciones, no es necesario hacer variaciones”. En la publicación se cita a Jaime Amsel, socio fundador de CEO Estrategia, que señala que la gente le encanta quedarse en su zona de confort. “No les gusta que los empujen a donde no saben cómo va a funcionar. El empresario dice: ‘si la empresa está ganando, ¿por qué tengo que tomar riesgos?’ Es algo cultural”.
Otro “enemigo” de la innovación, dice la publicación, es enamorarse de una única idea y forma de hacer las cosas. “Parte de emprender implica realizar variaciones al prototipo creado, pues puede que no resulte como se esperaba. Otras veces tocará abandonar la idea del todo y empezar desde cero otro emprendimiento. Hay que aprender a desenamorarse de las ideas también.
Y la tercera es ignorar las sugerencias del consumidor. Los consumidores, como usuarios de los bienes y servicios, ofrecen información muy importante para realizar mejoras, dice El Financiero.
Los pequeños y medianod empresarios pueden hallar asesoramiento en la búsqueda de innovaciones. Foto: Ingimage
Generar una «historia de marca» que aporte valor al producto nacional ayudará a las pequeñas y medianas empresas uruguayas del sector de la moda a exportar e internacionalizarse, dijo a Efe la experta argentina Mariana Flink, que impartió un taller a casi 100 emprendedores del país.
«Hay que darle valor a lo nacional, a lo real, a lo propio y generar una historia de marca», subrayó a Flink, quien, además, recalcó que uno de los errores de las marcas latinoamericanas es que optan por adoptar «historias más internacionales», lo que hace que «se pierda un poco la identidad».
Según la consultora argentina, una de las claves para triunfar es «no copiarse», tendencia que según ella se da «mucho» en este sector.
Flink hizo hincapié en que «las empresas de afuera, cuando vienen acá, buscan una identidad nacional».
Con respecto al diseño uruguayo, la suramericana destacó la «buena calidad» de las prendas, la «originalidad» de los diseños y la «seriedad de los uruguayos» para trabajar. Mientras a nivel regional, la dueña de Despacho de Moda anotó que «es el momento de fortalecer lo que es la moda latinoamericana».
«Los países de acá tienen que empezar por exportar a los países estados vecinos, para así fortalecer la imagen de latinoamérica y, después, salir a Europa o Estados Unidos», apostilló.
El taller, denominado «Exportando Moda«, está organizado por la agencia de comercio exterior Uruguay XXI y la Cámara del Diseño del país suramericano, y es uno de los «requisitos» que tienen que pasar las pymes que deseen participar en la próxima ronda de negocios de la Moweek, que se celebrará en octubre en Montevideo.
En su inauguración también estuvo presente el director ejecutivo de Uruguay XXI, Antonio Carámbula, quién explicó que el instituto se centra en «la internacionalización de las pequeñas y medianas empresas y en promover la cultura exportadora por el emprendedurismo».
Asimismo, remarcó que este taller ofrecerá a los 90 asistentes la posibilidad de hacer «estancias de coaching (asesoramiento) B2B (negocia a negocio)».
«Nuestros datos señalan que solo el 20 % de las pequeñas y medianas empresas logran mantenerse como exportadoras al cabo de 15 años. Por lo cual, hay ahí un rol de general capacidades, de colaborar en la elaboración de los planes de internacionalización y de colaborar en el proceso del negocio», dijo el uruguayo.
Carámbula, además, detalló que la exportación de concepciones uruguayos «es todavía de nicho» y que los principales destinos de venta están en la región, pero que la institución cree que «es un sector que vale la pena estimular e impulsar».
La experta argentina en negocios, márketing y comunicación Mariana Flink participa en el taller Exportando Moda en Montevideo (Uruguay). Foto: EFE
Hace 10 años, Eduardo Montesinos trazó todo un plan de negocios para exportar productos ecuatorianos a EE.UU., pero nada de eso salió bien.
Sin embargo, 10 años después, está al frente de KRDS Enterprises LLC y Montangempresas de servicios -con oficinas en San Diego, California- que ayudan a pequeños negocios e inversionistas de América Latina y España a encontrar oportunidades en EE.UU.
Además, es fundador y propietario de: www.stepbystepfranchise.com, un directorio en línea de franquicias para facilitar al extranjero la búsqueda de oportunidades de inversión en EE.UU. “Yo trabajo asesorando a estos emprendedores que están buscando iniciar un negocio en EE.UU. y ni siquiera saben por donde empezar, cuál es el primer paso”, sostiene el empresario.
Uno de los casos de apertura de negocio es Vodnik LLC. Esta firma, que ofrece servicios de limpieza, ingreso al mercado norteamericano en el 2015. Adrián De Antony, su fundador de origen argentino, cuenta que en principio invirtió USD 50 000 para iniciar sus operaciones y tiene previsto destinar USD 200 000 adicionales para el crecimiento del negocio.
El argentino explica que contactó a Montesinos a través de su página web y desde ese entonces hace negocios con él. Además, asegura que gracias al ecuatoriano ha podido realizar varias inversiones. “Eduardo es una persona muy seria. Tiene mucha experiencia. De todos los consultores que fui contactando fue uno de los que proporcionó más detalles”.
Montesinos asegura que su firma trabaja en todo el proceso, desde la parte inicial de registrar una compañía. Luego se hace un análisis de factibilidad del negocio y de proyectos, a través de verificación de estudios de inversión. Las asesorías pueden tomar desde dos meses hasta un año.
El ecuatoriano ha trabajado con emprendedores de todo tipo: desde los que tienen USD 5 000 para iniciar un negocio hasta inversionistas con más recursos que quieren canalizar unos 500 000.
Durante la década de operaciones, Montang ha ayudado a constituir 200 pequeños negocios en la nación norteamericana.
Y no solo eso. Montesinos también ayuda a cerrar empresas. A Santiago Valencia, ecuatoriano que le fue mal con su negocio que se dedicaba a alquilar artículos para fiestas, le asesoró en la liquidación de su pyme, en el 2014.
Ahora, con su consultoría, abrió en febrero de este año una empresa de limpieza, servicios de jardinería, etc. , llamada Samono LLC, en Jacksonville (Florida), en la que invirtió USD 20 000. “Mucha gente viene acá a ciegas (…) me ayudó a abrir la empresa y con otros papeles, como la licencia de conducir”, cuenta Valencia.
Carlos González, inversionista colombiano que ha trabajado con Montesinos, asegura que es una profesional que conoce la dinámica empresarial de EE.UU. y no solo trámites, sino también el mercado. “Él tiene a Estados Unidos y a varios de sus estados en donde ha hecho estudios en su cabeza”, asegura González.
La historia de Montesinos con Norteamérica inicia en el 2001. En ese año trabajaba en Ecuador para la multinacional de las telecomunicaciones Ericsson, que le envió de viaje a ese país para trabajar.
Montesinos divide a su carrera en dos etapas: la primera como profesional de las telecomunicaciones. Estudió una ingeniería en este ámbito en la Escuela Politécnica Nacional y trabajó 10 años para varias firmas del sector bajo relación de dependencia.
Y la segunda etapa inició cuando decidió emprender sus propios proyectos. Estudiar Administración de Empresas en la Escuela Politécnica de Madrid le impulsó emprender. Además, estudió una maestría en gestión tecnológica en la Universidad San Francisco de Quito (USFQ).
César Pérez, gerente de la empresa tecnológica Agnition Corporation, fue compañero de maestría en la USFQ. Juntos emprendieron un desarrollo tecnológico en el país, hace unos 10 años. “Es una persona muy dedicada a las cosas que él hace, siempre con la intención de buscar cosas innovadoras y nuevas”, asegura Pérez.
Fuera del ámbito de los negocios, su amigo lo define como buen conversador sobre cultura y música. Además, es una persona a la que le gusta leer mucho.
Sobre el discurso proteccionista del presidente de EE.UU., Donald Trump, Montesinos sostiene que ha impactado en la percepción de inversionistas y ha disminuido el interés. No obstante, pese a las actuales circunstancias, muchos latinoamericanos consideran que es un momento interesante para hacer negocios en ese país.
Ahora, el ecuatoriano viene de vez en cuando a Ecuador, a visitar a familia y amigos. “Ecuador es un país maravilloso. Hay grandes paisajes que no se pueden encontrar en otros lados”. La mayoría de su tiempo se dedica a hacer negocios, se levanta a las 04:00 para conversar con clientes de Brasil, España, Argentina…
Su especialidad es la consultoría
Los servicios del ecuatoriano cubren todos los aspectos relacionados con montar una empresa: constitución de compañías, valoración de proyectos, estudios de mercado, estudios de costos, cálculo de montos de inversión para nuevos emprendimientos, desarrollo de estrategias de mercadeo para entrar al mercado americano y apertura de sucursales de negocios.
Además, se especializa en armar y dirigir proyectos de inversión en nuevos negocios, incluyendo proyectos que involucran expansión o apertura de sucursales, compra de negocios existentes o franquicias.
También se especializa en armar y dirigir proyectos de inversión en nuevos negocios, con énfasis en aquellos que servirán de base para aplicar a visa de inversionista E-2, incluyendo proyectos que involucran expansión o apertura de sucursales, compra de negocios existentes o franquicias.
Su otro proyecto: www.stepbystepfranchise.com ayuda a los interesados a encontrar la franquicia perfecta para invertir en EE.UU.
En esta plataforma el usuario puede buscar por categoría, cantidad de inversión o nombre. Los expertos en franquicias de este negocio buscan conectar a los propietarios de empresas aspirantes o actuales con la oportunidad de negocio más prometedoras. Ofrece servicios de consultoría de negocios para ayudar a futuros dueños de negocios a través del proceso de establecer un nuevo negocio exitoso.
Montesinos también actualmente incursiona en otros proyectos y ahora apunta a ‘start ups’. Es un nuevo campo en el que está buscando mayores oportunidades de crecimiento.
Este quiteño es asesor de negocios en EE.UU. y ha ayudado a constituir más de 200 pequeñas y medias empresas en el país norteamericano. Foto: Cortesía
El camino para que una pyme se internacionalice está lleno de desafíos. Eso lo saben los pequeños y medianos empresarios que batallan día a día para colocar sus productos en el extranjero.
Desde este año la gran vitrina que tienen las pymes ecuatorianas es la Unión Europea (UE) por el acuerdo comercial que entró en vigencia en enero. Esa oportunidad ya la aprovechan ciertas pequeñas y medianas empresas como Pacific Bouquet, una participante del sector floricultor Su fundador, Pablo Viteri, asegura que el acuerdo con el bloque europeo fue una gran ayuda sobre todo “porque recuperamos los precios”. Este empresario cuenta que un factor vital para llegar al mercado europeo es la calidad.“Si nuestra rosa no fuera de calidad no llegaríamos como lo hacemos a Alemania, España o Francia”.
En la finca ubicada en Oyambarillo (al oriente de Quito) se cultivan rosas espray, áster, craspedias, girasoles, gérberas, hypericum, etc. El valor agregado está en el producto que envía fuera del país: el 60% de las exportaciones corresponde a bouqués y el restoa sólidos (bonches de diferentes flores). Viteri dice que si bien no tuvieron una asesoría detallada, la empresa está al corriente de las tendencias en el mundo floricultor.
Para Christian Cisneros, director ejecutivo de la Cámara de la Pequeña y Mediana Industria, las pymes del país que desean ser internacionales tienen retos como asegurar un volumen de producción, conocer los requisitos y las normativas de los países a los que apuntan, ofrecer bienes y servicios de calidad y, el más difícil, competir en precios con otros países. “Este último punto es uno de los más complicados por los costos de mano de obra y por la apreciación del dólar”.
Para Cisneros también es necesario un mayor trabajo conjunto entre el sector público y las pymes. “El esfuerzo por exportar es casi solo de las empresas”.
ProEcuador, como promotor de exportaciones, aporta con contactos. Cuenta con 31 oficinas comerciales en 26 países. Su rol es promocionar la oferta exportable del país. Este año la entidad tiene planificadas 47 ferias en 25 países, nueve más que el año pasado. Así espera favorecer a 200 empresas, de las cuales unas 150 son micro, pequeñas y medianas.
Otro factor que juega es la cooperación internacional. Así lo cree Wilson Araque, titular del Observatorio de la Pyme, de la Universidad Andina Simón Bolívar. Él recuerda que entre 1985 y el 2000 fue una época en la que hubo muchos recursos extranjeros.
“Era una situación muy bondadosa, pero pienso que nos acostumbramos a esa ayuda”. Para Araque está bien que exista apoyo, pero lo ideal es un proceso de asignación de recursos compartidos: del empresario, de los gobiernos (nacional y locales) y de la cooperación internacional.
Un ejemplo reciente es el programa Apoyo al Sector de Comercio en Ecuador para Mipymes. Está iniciativa cuenta con un fondo de 10 millones de euros y es cofinanciado por la Unión Europea.
El programa fue presentado en abril y será ejecutado por la Federación de Exportadores y Corpei, con el apoyo del Ministerio de Comercio Exterior y Pro Ecuador. Se calcula que unas 200 empresas participarán durante los tres años del proyecto, que está abierto para firmas que venden hasta USD 5 millones al año.
Lo que ocurre en Ecuador es, en parte, un reflejo de lo que pasa en la región. Según el estudio La Internacionalización de las Pymes Latinoamericanas y su Proyección en Europa, las pymes latinoamericanas están en una fase temprana de internacionalización: dominan las modalidades básicas como exportación e importación, las alianzas estratégicas son pocas y la inversión extranjera directa es prácticamente nula. La formación de los empresarios (ver gráfico) y la interacción con mercados son algunos temas pendientes.
La tarea para exportar es permanente
Los costos de producción, la obligación de contar con certificaciones, volúmenes de producción, la falta de financiamiento para incrementar la capacidad de producción, entre otros. Estos son algunos de los desafíos que viven las pequeñas y medianas empresas ecuatorianas que intentan internacionalizarse.
La empresa Comercializadora Rogetore y Franco elabora compotas de frutas con quinua y envía, en montos pequeños, productos a Colombia y a Perú; en la mente de sus directivos está llegar a España.
Ronal Toala, representante legal, de la compañía explica que desde hace tres años colocan sus productos en cadenas dentro de Ecuador. “Tenemos envíos a Colombia y Perú. El tema es que somos muy caros al estar dolarizados. Por los costos de mano de obra el producto llega casi un 40% más costoso que un producto colombiano. La diferencia la hacemos con el valor nutricional”.
Ahora Rogetore y Franco planea abrirse a inversionistas. Con esos recursos la pyme podrá contar con recursos para obtener certificaciones , asegura Toala. “Europa exige una serie de certificaciones para entrar al mercado. Y para eso necesitamos inyección de capital de inversionistas”.
Otro caso es el de Cereales Andinos, una mediana empresa que tiene su base de operaciones en el norte de Quito. Esteban Tapia, gerente de Desarrollo, cuenta que están negociando para exportar a Canadá, Sudáfrica y España. “En cada país se presentan distintos desafíos y estamos trabajando para enfrentarlos”.
Al hablar de las posibilidades de llegar a la Unión Europea, Tapia asegura que es viable. “Allá la clave son las certificaciones y cumplir la legislación que cambia en cada territorio. Tenemos que aprender y adaptar los productos a cada mercado”.
Para Wilson Araque, director del Observatorio de la Pyme de la Universidad Andina Simón Bolívar, el tema de la internacionalización es retador. Para cumplir el objetivo Araque habla de las tres C. La primera es la cantidad, que se logra con asociatividad entre empresas. “Es difícil, pero hay que hacerlo”. La segunda C es la calidad e implica ajustarse a los requisitos del mercado. Europa tiene unos 500 millones de potenciales clientes y todos son muy exigentes”.
La última C es la continuidad, en el sentido de que el exportador se asegure de proveer una cantidad determinada de productos durante el tiempo que exija el cliente en el extranjero. Si se cumplen estas condiciones el porcentaje de pymes que exportan crecerá.
En la actualidad solo el 7% de pymes exporta, según el titular del Observatorio de la Pyme. Un ejemplo es Chocolates Pacari; su fundador, Santiago Peralta, asegura que una de las claves fue asistir a ferias para darse a conocer. Una vez en las ferias, el factor decisivo fue ofrecer un producto de calidad. “El consumidor europeo es muy exigente”.
En la región El estudio La Internacionalización de las Pymes Latinoamericanas y su Proyección en Europa, elaborado por el Centre d’Etudes et de Recherche Amérique latine Europ-ESCP Europe Business School, con el apoyo de la Fundación EU-LAC y del Institut des Amériques, analiza el proceso de internacionalización en empresas de la región.
El documento señala que los sectores vinculados con actividades sustentables y aquellos sectores que son objeto de un renovado interés, como el turismo, tienen empresas más jóvenes con una internacionalización más rápida. “En el otro extremo, las pymes de los sectores tradicionales (como la industria) son más antiguas y tardan más en salir a la conquista de los mercados extranjeros”.
La investigación se centró en: Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, México, Perú y Uruguay. En esos países se habló con pymes en agroindustrias, automotriz y aeronáutico, energías renovables y tecnologías medioambientales, turismo e industrias creativas.
Los voceros consultados señalan que los empresarios latinoamericanos se muestran comprometidos con los procesos de certificación. Estas herramientas apuntan a ampliar la cuota de mercado y a asegurar su lugar en la cadena de valor global. “La certificación permite una revisión de los procesos internos y favorece una reestructuración de la pyme”.
La capacitación también se aprecia. Los empresarios entrevistados asignan un alto grado de importancia a la capacitación de sus colaboradores y de sus empleados. La mayoría de consultados coincide en: confiar, ser audaz, perseverar y aprender de las equivocaciones.
Factores de éxito • Contar con un equipo asesor y facilitador. • Disponer del personal adecuado. • Disponer de capacidad financiera suficiente. • Ofrecer un producto/servicio innovador, de alta calidad y a precios competitivos. • Prestar una atención permanente al proceso de internacionalización. • Apuntar constantemente a la excelencia . • Conocer ventajas y límites de los tratados. comerciales con el país de destino • Conocer muy bien el mercado objetivo: funcionamiento, red de distribución, entre otros. • Conocer las regulaciones y las normas vigentes en el sector. • Conocer el marco legal y fiscal. • Tomar en cuenta los aspectos sociales, ambientales y éticos. • Contar con interlocutores comerciales adecuados. • Tejer vínculos de confianza. • Darse a conocer y mostrar buena imagen. • Disponer de una buena estrategia de comunicación sobre el producto/servicio. • Cumplir con lo pactado: contratos, plazos, estándares. • Escuchar la opinión del cliente e identificar las demandas del mercado. • Mantener una comunicación fluida y constante con el cliente. • Adaptarse a los cambios en los acuerdos y relaciones comerciales.
Factores de fracaso • Carecer de la tecnología necesaria. • Falta de preparación y planeación. • Faltade flexibilidad y de capacidad de adaptación • No disponer de una estrategia sólida y bien . estructurada. • No contar con una oferta realista y confiable. • No tener las habilitaciones y certificaciones necesarias. • Subestimar los costos impuestos por la lejanía. • Ignorar las tendencias y los comportamientos de consumo del mercado objetivo. • No asesorarse en la parte legal, tributaria y de transporte. • Desconocer la cultura empresarial del país de destino. • Tratar de vender lo mismo que se vende a EE.UU. • No contar con un representante que vele sobre los propios intereses. • No asesorarse en la parte legal, tributaria y de transporte. • No detenerse en los detalles del contrato ni en las penalidades. • Mal manejo de la estrategia de despliegue a largo plazo en Europa. • Enfocarse en muchos países europeos al mismo tiempo. • No cumplir las expectativas del cliente en volumen, precio, calidad y entrega. • No contarcon una cadena de distribución y una logística confiables. • No ofrecer un servicio de posventa constante y de calidad.
La plantación de Pacific Bouqet se encuentra en Oyambarillo, al oriente de Quito. Esta empresa floricultora es una de las pymes que coloca parta de su oferta en el mercado europeo. Foto: Vicente Costales / LÍDERES
El abanico de productos ecuatorianos creció y se diversificó en las perchas de los supermercados del país. La oferta incluye alimentos frescos, procesados, los que están listos para servirse hasta insumos de limpieza, cosméticos, entre otros.
El año anterior se colocaron 115 tipos de productos en estos espacios, entre los que están aceites, frutas, fideos, confites y más. Esto es un 71% más que en el 2015, cuando se registraron únicamente 67, según informó la Superintendencia de Control del Poder del Mercado, en un comunicado enviado en febrero pasado.
El número de proveedores, que en su mayoría son micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes), también creció.
El tipo de productos que sobresalen son los alimentos, en especial, las carnes y los pollos. Le siguen las legumbres, frutas…
Corporación Favorita, que abarca a supermercados como Megamaxi, Supermaxi y Akí, cuenta con una amplia línea de productos ecuatorianos, que van desde encebollados enlatado, maduros, tamales hasta patacones.
A estos se suman los alimentos de temporada. Por ejemplo, en Semana Santa se comercializa la tradicional fanesca lista para consumir y en el Día de los Difuntos, colada morada y guaguas de pan.
GIN es una empresa familiar que produce el conocido licor gin (ginebra). En esta bebida se mezclan productos frutales y otros; todos los componentes son de origen ecuatoriano. La idea de esta pequeña empresa nació hace dos años, de la mano de la familia Jaramillo, que invirtió USD 25 000 para levantar una planta. No conforme con eso, los integrantes decidieron hacer una nueva inversión de USD 125 000, para reforzar dicha fábrica y aumentar su producción.
Esta decisión fue importante porque los catapultó a las perchas no solo de locales comerciales sino de cadenas de supermercados como Supermaxi. Por ello, esta familia espera alcanzar ventas de USD 250 000 este año, según explica Andrés Jaramillo, gerente de la compañía ecuatoriana.
Actualmente la firma, que se levantó en Carcelén, en el norte de Quito, produce 4 600 botellas al mes, pero en meses altos (como diciembre) alcanzan las 6 000 unidades producidas. La exportación del licor es el siguiente paso para esta familia, que está en conversaciones con negocios de Suiza, Francia y Australia.
Jaramillo, además, destaca que este licor, que combina 20 ingredientes ecuatorianos, ganó algunos premios a la calidad y al sabor.
Hoy en día, la microempresa da trabajo a 49 proveedores, que se encargan de entregar el producto. Ese es otro de los valores agregados de GIN, expresa Jaramillo.
De los 180 agremiados en la Cámara de la Pequeña y Mediana Empresa de Pichincha (Capeipi), unas 40 empresas entregan sus productos en los supermercados. Hace unos cinco años atrás no había ni uno en las perchas.
Esto llevó a que los productores mejoraran sus procesos de calidad y su producción; incluso se llegó a ampliar la oferta de artículos. Cuando los productores comenzaron a ingresar a los supermercados solo llegaban con mermeladas; hoy hay alimentos precocidos, cocidos y otros, dice el director ejecutivo de Capeipi, Christian Cisneros.
Los ‘snacks’ nutritivos son otros grupos de productos que ingresaron en supermercados. Granola, barras energéticas y frutas deshidratadas son algunos bienes que pueden comprarse en estas cadenas comerciales para las loncheras de los niños y los adultos.
Frumix es una empresa de frutas deshidratadas (nueces, piña, almendras) que abrió sus puertas hace ocho años y hace cuatro ingresó a Supermaxi. El proceso tardó seis meses e implicó un esfuerzo para lograr que su producto esté a punto, explica
Cristina Ayala, gerenta comercial de la firma, detalla que el ingreso a esta cadena significó un importante incremento en los ingresos de este emprendimiento.
Productos con un plus resaltan en los supermercados
Patacones listos para servirse, sushi, el tradicional canelazo de naranjilla son algunos de los productos que llaman la atención en las perchas de los supermercados.
Su valor agregado, su presentación o su originalidad son algunos de los factores que los hacen diferentes.
Disprofood es una pequeña empresa que abrió sus puertas de la mano de dos jóvenes ingenieros: Pablo Rodríguez y Michelle Terán. Ellos apostaron a levantar su emprendimiento con un producto nutritivo y tradicional: patacones listos para servirse.
Su idea nació hace un año, con el objetivo de generar ingresos para ellos y para otras personas. Lo lograron. Hoy trabajan junto a ellos tres personas de forma directa y dos de forma indirecta (proveedores de Santo Domingo, que entregan el plátano).
Su producción inicial fue de 50 kilos mensuales; hoy alcanzan los 400 kilos al mes. Este aumento se debe a que ingresaron en las perchas de Supermaxi, en marzo.
El proceso para acceder a esta cadena duró cerca de siete meses, en los que se dedicaron a conseguir un producto de calidad. “El valor agregado es el sabor que imprimimos al producto. Hay un ‘snack’ similar pero no como nuestro patacón, que lo vendemos tal y como lo comemos en casa”.
Cuando ingresaron a esta cadena de productos tuvieron que incorporar a su equipo de trabajo a otra persona más. “Tenemos la capacidad productiva de 100 kilos diarios, hoy producimos 25 kilos, por lo que apostaremos por otros espacios”.
Disprofood sigue procedimientos de control minucioso durante el corte, fritura, empaque, etc. “Hay una persona encargada de cuidar la elaboración desde que se selecciona el plátano hasta su empaque”.
El precio que se cancela por cabeza es de USD 3,75. Cada semana se abastecen de 25 cabezas. “Buscamos pagarles el precio justo por su producto”, explicó Rodríguez. Otro de los productos que alcanzaron un espacio en percha es el de Sebastián Maldonado, emprendedor que creó el licor Chawpi Pacha, un canelazo serrano.
Este producto es una propuesta que combina el sabor del canelazo y la creatividad de los artesanos ecuatorianos. La razón: la botella tiene paisajes nacionales o personajes (diablo huma, fragatas, tucanes, cucuruchos, tortugas de Galápagos, entre otros) elaborados por artesanos.
Maldonado asegura que su éxito se da porque su producto es diferente a los otros. Tiene una doble acción: se puede consumir la bebida y la botella como ‘souvenir’. “Es un complemento entre el contenido interior y exterior”, señala el emprendedor.
El proyecto lleva dos años, en los cuales han desarrollado este producto que satisface la necesidad de los turistas. “Se llevan un regalo que es ecuatoriano”.
Chawpi Pacha, que significa Mitad del Mundo, emplea a cinco trabajadores que realizan el trabajo artesanal y se encargan de la elaboración del licor que mezcla la naranjilla con la canela. Los procesos de calidad son minuciosos.
Manual buenas prácticas Según el Manual de Buenas Prácticas de Supermercados, de la Superintendencia de Control de Poder del Mercado, los proveedores deben cumplir con diferentes requisitos para ubicar sus productos en las perchas. La persona o empresa que proveerá a un supermercado debe estar domiciliada en el país, tener Registro Único de Contribuyentes (RUC) o Régimen Impositivo Simplificado Ecuatoriano (RISE), etc. Cuando ingresa a las perchas debe entregar documentos de producción con información sobre capacidad comercial, financiera, operativa, suministro y otros.
Innovación y calidad, el fuerte de las pymes
Calidad, innovación y valor agregado son los tres factores que inciden en el auge de las pymes, las cuales han ganado terreno en el último año. Alimentos de todo tipo encabezan la lista de tipos de productos enviada por la Superintendencia de Control del Poder de Mercado. La categoría que sobresale es la de los cárnicos con productos provenientes de la res y el pollo. Le siguen los alimentos precocidos, legumbres, frutas, confitería y bebidas. Con una menor participación están los productos para la limpieza del hogar, el higiene y el cuidado personal.
En almacenes Tía hay, al menos, 150 tipos de productos, entre los que se encuentran humitas, tamales, entre otros.
Según José Muñoz, director comercial de esta cadena comercial, entre el 2015 y el 2016 número de unidades vendidas aumentó en 23% y el 13% en ingresos.
Para él, la decisión de abrir sus perchas a estos productos típicos y ancestrales permitió activar la economía de las pequeñas y medianas empresas. Además que “fortalecen nuestra vocación de ofrecer el mejor surtido y el mejor servicio a los más de 190 000 clientes que visitan diariamente”, explica vía correo electrónico.
Ofrecer un producto de calidad y diferente es uno de los factores centrales de los pequeños y medianos empresarios, lo cual destacan los compradores en los supermercados.
Pedro Romero, catedrático de Economía de la Universidad San Francisco de Quito (USFQ), indica que los emprendedores hicieron inversiones importantes para lograr un mejor producto, presentación y procesos productivos de calidad.
Romero, además, afirma que las restricciones a las importaciones es otro factor que impulsó a las pymes y sus productos, ya que se convirtieron en sustitutos de los importados. “Tras las salvaguardias y otros mecanismos, las cadenas prefirieron a los productores locales porque la importación resultó más complicada”.
En el caso de productos tecnológicos, el docente dice que aún falta potenciar esa industria pues las experiencias que se han dado no han dejado resultados positivos.
Hugo Montesdeoca acostumbra a comprar productos ecuatorianos cuando va al Megamaxi de la 6 de Diciembre, en el norte de Quito. Compra bolones, empanadas de verdes u otros productos típicos para su familia.
Montesdeoca prefiere estos alimentos por dos razones: su sabor, ya que puede consumir un producto de la Costa de forma rápida y sencilla y la calidad.
Cada producto que ha comprado es limpio y ordenado. Según él, los precios son convenientes y van acordes con la calidad del producto. “Son alimentos buenos y no tengo reparos en adquirirlos”.
En esto coincide Juana Bermeo, quien adquiere cada semana ‘snacks’ ecuatorianos. Los compra porque son saludables para sus hijos, quien acuden a la escuela. “Prefiero comprar productos como tostado, habas y otros para las colaciones de mis dos hijos”.
En la empresa familiar GIN se elabora el conocido ginebra (gin). Este licor combina 20 productos nacionales, como hierbas aromáticas, que llega de 41 proveedores ecuatorianos. Foto: Armando Prado / LÍDERES
El crecimiento mundial del ‘e- commerce’ es uno de los motivos por los cuales la empresa transporte internacional DHL Express, está enfocando sus esfuerzos en el trabajo con las pequeñas y medianas empresas (pymes) de Latinoamérica.
A esto se suma la apertura de mercado generada con la firma del acuerdo comercial entre Ecuador y la Unión Europea, que también tienen Colombia y Perú. “La oportunidad para las pymes que quieren exportar a Europa es excelente”, asegura Mike Parra, CEO de DHL Express Américas.
El directivo afirma que el segmento de pymes es el canal más importante para la empresa, ya que significa más del 80% de sus clientes activos, tanto en la región como en Ecuador. Además, la compañía empezó trabajando con pymes en 1969, por lo que han estado en su agenda siempre.
En Ecuador, DHL Express trabaja con su servicio Pymexporta desde finales de 2015; la empresa piensa replicar este modelo de negocio en el resto de la región por sus buenos resultados.
Para que un emprendedor aplique a este servicio es necesario conocer sus componentes. Uno está relacionado con la asesoría personalizada para la pyme, enseñándole cómo exportar y logrando que el emprendedor entienda su producto y a dónde quiere llegar con él. Otro componente implica generar una conexión con financistas y capital.
Una ventaja que ofrece este servicio es un precio especial para la pyme exportadora, ya que de acuerdo al volumen del envío se recibe un descuento del precio habitual. Los sectores que hasta el momento han mostrado mayor interés en la exportación mediante este servicio son, entre otros, el alimenticio, elaboración de artesanías y textiles. En este último sector se ubica Dominga, un emprendimiento de ropa bordada a mano inspirada en el folclore ecuatoriano.
Gabriela Delgado, una de las socias de la marca, comenta que en el año 2015 realizaron varias exportaciones por esta vía, logrando excelentes resultados.
Parra asegura que es importante que la pyme decida tomar “el riesgo”, ya que DHL Express le brinda la información necesaria de cómo empacar un envío, cómo transportarlo, el servicio que se debe dar al cliente, etc.
Para ello se realizan programas de capacitación para pymes que ya estén exportando o tengan esa visión. La próxima capacitación denominada “Expansión sin fronteras”, se realizará en dos talleres en Quito, en el mes de marzo y otros dos en abril, en la ciudad de Guayaquil.
Este taller se desarrolla mediante una combinación de actividades, videos y análisis de casos de estudio. En estas capacitaciones se puede también establecer redes de contactos e interactuar con otros pequeños y medianos empresarios que buscan expandir y desarrollar sus negocios.
Mike Parra, CEO de DHL Express Américas, habló sobre oportunidades. Foto: Paúl Rivas / LÍDERES
Posicionar su orientación hacia el apoyo de las pequeñas y medianas empresas (Pymes) es el objetivo central de Banco ProCredit.
La entidad, con casa matriz en Alemania, llegó al país en el 2003 para ofrecer sus servicios al sector micro. Sin embargo, con el tiempo los directivos vieron que este segmento estaba sobresaturado. Miguel Enberguer, gerente geneal de ProCredit en Ecuador, indicó que hay un sinnúmero de instituciones que ofrecen servicios a ese sector. Además, desde el banco se detectó que existen, tanto en el país como en otras naciones, sobreendeudamiento y más riesgo crediticio en tal segmento.
“Desde el punto de vista del desarrollo, continuar en el segmento micro no es tan conducente. De alguna forma es anclarse al sector que es informal, en el que no hay organización, en el que las empresas tienen estructuras débiles, en el que no se lleva documentación. Eso, de cierta manera, es quedarse en el subdesarrollo. Es un segmento importante en la economía, pero hemos observado que las Pymes son dinámicas”.
La entidad hizo una evaluación y determinó que crecen más, dan empleo, tributan, tienen mejor organización empresarial, etc. Su contribución a la economía nacional es mucho más contundente.
Fue así que en 2014 el banco cambió su giro de negocio y ahora busca afianzarse en este segmento. Se enfoca en las Pymes del sector productivo y comercial.
Desde esa fecha ProCredit redujo en USD 150 millones su cartera micro, que antes del cambio era de USD 300 millones. En total, incluyendo otro tipo de clientes alcanzaban USD 400 millones.
Actualmente, la cartera total es de USD 270 millones. De esta el 60% corresponde a Pymes y, según Enberguer, está creciendo.
Entre los beneficios que ofrece la entidad a los clientes está la posibilidad de ajustarse a la situación financiera de las pequeñas y medianas empresas. “No tenemos productos estándares. Si vemos que la inversión del cliente es para financiar a 10 años, lo hacemos. Somos flexibles en los períodos”.
Actualmente, entregan créditos de entre USD 20 000 y 1 millón. Podrían ofrecer un monto mayor, pero de forma selectiva. Las tasas interés son preferenciales para inversiones de eficiencia energética como, por ejemplo, la modernización de máquinas para que se consuma menos energía; también para los clientes que ofrecen una mejor garantía.
Actualmente, cuenta con 20 000 clientes en el sector empresarial, incluyendo a los del sector micro. En el futuro, esperan tener 4 000 a 5 000 solo del segmento de las Pymes.
Conforme vayan creciendo estos se reducirán los de las micro, que aún se mantienen. Yurina Zaldumbide, gerenta de Oyempaques, una Pyme dedicada a la fabricación de productos plásticos, es una de las clientes actuales. “Trabajamos con ellos desde el 2014. Tienen mucha apertura para trabajar con pequeñas y medianas empresas, son ágiles en sus procesos y apoyan al desarrollo de la industria nacional”, dijo.
Esta firma ha accedido a financiamiento con ProCredit para la compra de materias primas y maquinaria. La gerenta destaca la flexibilidad que tiene la entidad en los plazos para pago de créditos y las tasas de interés competitivas.
Oyempaques tiene una línea de crédito y dos cuentas corrientes. Además, cuenta con un oficial que maneja sus cuentas.
Precisamente, uno de los lineamientos del banco es dar un trato personalizado a sus clientes. Además, la entidad destaca de estos el hecho de que estén abiertos a la innovación, a desarrollar un negocio formal, entre otros.
Enberguer explicó que otro de los beneficios del banco es que al tener como casa matriz un país de la UE hay beneficios para las Pymes que realicen operaciones de comercio exterior, que se espera se dinamicen en el marco del acuerdo comercial con el bloque.
“Tenemos facilidades en transferencias con Europa, tarifas competitivas (…) Tenemos una tarifa flat de USD 15 por cada transferencia, para cualquier país”, comentó. La idea es fomentar el comercio y las exportaciones ecuatorianas.
Asimismo, en la gama de servicios de la entidad existen cartas de crédito para importaciones. Desde la entidad bancaria se indicó que hay oferta de servicios para el comercio exterior.
En las oficinas de Banco ProCredit los clientes reciben atención personalizada. La entidad se ajusta a la situación financiera de las pequeñas y medianas empresas. Foto: Julio Estrella / LÍDERES
El 2016 no ha sido un año fácil para la industria textil. La caída en el consumo afectó directamente a esta industria. Por eso, las pymes del sector buscan adaptarse con estrategias y promociones para recuperar las ventas en medio de un año complejo.
Javier Díaz, presidente de la Asociación de Industriales Textiles del Ecuador (AITE), señala que las ventas se han reducido en un 30%, comparado con el año pasado. Mientras que la producción se reducirá en un 6%. Todo esto, según Díaz, impacta directamente en el empleo.
El sector textil movió USD 700 millones en el 2015, según el titular del gremio. Para este año esperan que las ventas lleguen a unos USD 550 millones.
Díaz sostiene que las pymes representan el 85% del sector y por ende han sido las más afectadas del período recesivo. En el 2015, según cifras de la AITE, se registraron unas 4 500 unidades productivas del sector textil.
Una de las consecuencias de la situación económica del país ha sido que varios de los negocios, sostiene Díaz, vayan a la informalidad para poder subsistir.
Juan Almeida, gerente propietario de las cadenas de almacenes El Ahorro, sostiene que el reto del sector textil -que incluye también comercio- es aplicar estrategias que permitan el aumento de ventas. La idea, por ejemplo, es ofrecer productos de calidad a menor costo, porque el ecuatoriano ahora decide su compra por el precio.
En El Ahorro, pese a que el número de clientes aumentó, la capacidad de compra de los mismos disminuyó. Lo que evidenció que los ciudadanos ahora adquieren menos productos y aprovechan descuentos o promociones. Elena Izurieta, propietaria de La Esperanza, relata que este año fue complicado, porque no se cumplieron algunas metas que se propusieron en este año. “Nos planteamos llegar a los tres millones y medio de ventas, sin embargo vemos que alcanzaremos unos tres millones”.
Esta realidad les obligó a desvincular a unas 30 personas de sus puestos de trabajo para evitar pérdidas mayores en la empresa.
La decisión fue difícil, porque se trata de familias completas que salen de esta empresa, especializada en ropa infantil.
Pese a esto la propietaria, junto a su familia, ha ideado estrategias para evitar más salidas de su personal. Por ejemplo, buscan nuevas tendencias de moda, variedad y color para enganchar a más clientes y que las ventas mejoren.
Pero para el sector también se vislumbran nuevos retos. Con el acuerdo comercial con la Unión Europea (UE), Díaz sostiene que se abren oportunidades para los pequeños comerciantes, sobre todo, para los que se especializan en la producción de artesanías.
Pro Ecuador sostiene que los textiles ecuatorianos poseen una relevante participación en mercados internacionales con confecciones de prendas de vestir, lencería para hogar, hoteles y restaurantes, que se encuentran inmersas en procesos de internacionalización. La industria textil, según Pro Ecuador, cuenta con certificaciones ISO 9000, confecciones de tejido orgánico y poseen certificación de Comercio Justo.
Uno de los principales mercados del sector era Colombia, sostiene Díaz. No obstante, debido a la apreciación del dólar frente al peso colombiano, los precios de los productos ecuatorianos perdieron competitividad.
La historia de la producción textil en el Ecuador, según información de Pro Ecuador, inició su desarrollo con la aparición de las primeras industrias dedicadas al procesamiento de lana, hasta que a inicios del siglo XX se introdujo el algodón, que impulsó la producción hasta la década de 1950.
Actualmente, la industria textil elabora productos provenientes de todo tipo de fibras, entre las que se encuentra el algodón, poliéster, nailon, lana y seda.
Las empresas de textiles del país, según la entidad gubernamental, se ubican en parques industriales para optimizar sus recursos e implementar procesos de mejora ambiental.
Algunos datos
Ubicación. Las empresas dedicadas a la actividad textil en el país se encuentran ubicadas en diferentes provincias, siendo Pichincha, Guayas, Azuay, Tungurahua e Imbabura las de mayor producción, seguidas de Chimborazo, Cotopaxi, El Oro y Manabí, con menor actividad pero igual de importante en el peso total del sector.
Mercados. Los países más desarrollados concentran el mayor porcentaje de consumo textil, como es el caso de Estados Unidos, Japón y la Unión Europea que abarcan el 40% del consumo mundial de textiles, consumo que está ligado a factores como el nivel per cápita, sexo o edad.
Innovación. En cuanto a innovación, existe una nueva tendencia de reciclaje textil para utilizar fibras, prendas u otros materiales para su reprocesamiento y obtención de un producto nuevo. En Ecuador hay casos de innovación en el sector textil.
La planta de la empresa textil La Esperanza está ubicada en el norte de Quito. Actualmente esta empresa, con 18 años de trabajo, cuenta con 130 colaboradores. Foto: Valeria Heredia / LÍDERES