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  • Quito busca inversión extranjera para fomentar su industria e infraestructura

    Agencia EFE

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    El Municipio de Quito, se prepara para lanzar una estrategia de atracción de inversiones, con un portafolio de proyectos en diversos sectores, con especial énfasis en movilidad, infraestructura, sostenibilidad y turismo.

    Así lo aseguró el secretario de Desarrollo Productivo y Competitividad del Ayuntamiento, Álvaro Maldonado, al comentar que la idea del alcalde Mauricio Rodas es «llegar a la comunidad económica nacional e internacional y presentar un portafolio de proyectos quizá mayor al que ya hemos presentado de USD 3 000 millones».

    Maldonado apuntó que a la economía «la mantiene el sector privado», pues es el principal generador de empleo, y subrayó que el público tiene que ser «un facilitador» para el desarrollo.

    «Lo que más queremos es mejorar el clima de negocios en la ciudad», apuntó al enumerar proyectos relacionados con la limpieza de ríos, reciclaje, manejo de residuos, o de energía renovables.

    En la lista también está la construcción de una vía perimetral por unos USD 1 200 millones, así como planes de búsqueda de una alianza público-privada para aparcamientos.

    El portafolio incluye, además, la administración de un moderno centro de convenciones -aún no inaugurado en el norte de Quito- y que prevén sea el polo de concentración de congresos locales e internacionales y usarlo como ancla para desarrollar un turismo de congresos, convenciones y eventos.

    Maldonado agregó que en carpeta también está la Zona Especial de Desarrollo Económico (Zede), que se convertiría en la quinta del país, con 208 hectáreas cerca del aeropuerto, «un espacio de desarrollo industrial, tecnológico y logístico».

    Quito, de 2,8 millones de habitantes, es una urbe en transformación con adelantos en infraestructura que han generado miles de empleos directos e indirectos, y que aspira a desarrollar todo su potencial con, entre otros, la inauguración, en 2019, de la primera línea del metro, aún en construcción por la española Acciona.

    Para el alto funcionario municipal, el ambiente político desde el Ejecutivo de Lenín Moreno -en el poder desde mayo de 2017- allana el camino para la llegada de inversionistas a la capital de Ecuador, un país dolarizado desde hace casi 20 años.

    Una circunstancia que ofrece estabilidad financiera al país y erradica los temores de los inversionistas en cuanto a tipos de cambio.

    En esta coyuntura, el secretario municipal de Desarrollo considera que Quito es una «ciudad industrial» con empresas de software, y productos de exportación como rosas, confites y otros de «alto valor agregado».

    Añadió que a la agenda de competitividad de la ciudad se sumarán sectores como el farmacéutico, que se basan en encadenamientos productivos, calidad de empleo y potencial de internacionalización.

    En sus planes para atraer inversores -que se difundirán también a través de las legaciones diplomáticas de Ecuador en el mundo-, la Alcaldía prevé impulsar la agencia público-privada «Quitoinvest», que se encargará de acompañar las fases previas y posteriores a los distintos proyectos.Una agencia en cuya creación están involucradas la Asociación de Bancos, la Cámara de Comercio y la Bolsa de Valores, entre otras instituciones.

    Maldonado consideró que Quito cuenta ya con «un desarrollo importante y un potencial aún mayor», ahora «acompañados por un Gobierno (nacional) que tiene una visión de apertura» y esta empeñado en darle «más espacio al sector privado».

    La reactivación económica en Ecuador y en su capital se produce después de tres años de desaceleración y crisis a raíz de una serie de regulaciones del anterior gobierno de Rafael Correa, que dependió en gran medida de los ingresos del petróleo para lanzar proyectos nacionales.

    De vuelta en la senda del crecimiento, según el PIB de 2017, tanto Ecuador como su capital buscan ahora capitales privados, nacionales y extranjeros, con los que financiar infraestructuras y alentar nuevos motores de desarrollo, entre ellos el turismo.

    Alvaro Maldonado, secretario de Productividad del Municipio de Quito Foto: Archivo / LÍDERES
    Alvaro Maldonado, secretario de Productividad del Municipio de Quito Foto: Archivo / LÍDERES
  • Idearon una ‘app’ para buscar parqueadero

    Redacción Quito

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    Encontrar parqueadero en Quito no siempre es sencillo. Al contrario, es una tarea que para ciertos conductores resulta agotadora, casi un fastidio, ya sea bajo el sol del mediodía o durante un aguacero de la tarde.

    Esta situación, que para algunos es un dolor de cabeza, se convirtió en una oportunidad de negocio para Yoder Macas, un emprendedor que estudió ingeniería electrónica y que viajó a Jerusalén, Israel, para un curso de emprendimiento e innovación.

    Este quiteño ya había desarrollado, en su etapa universitaria, un sistema pensado en los estacionamientos, con un sistema de cámaras. Hace un año, luego de sumar conocimientos dentro y fuera del Ecuador, Macas se lanzó a emprender y creó Sspot, una plataforma que ubica parqueaderos gracias a la tecnología.

    El primer paso fue levantar información sobre estos negocios en la capital ecuatoriana. Con la ayuda de su familia y amistades recorrió, literalmente, el centro y norte de Quito. Esto ocurrió hace poco más de un año. “Nos enfocamos en el norte y centro sur. Averiguamos horarios, precios, número de puestos disponibles…”

    Luego de este trabajo minucioso y detallado, Macas y su equipo establecieron que en Quito existen cerca de 320 parqueaderos, entre públicos y privados, que ofrecen alrededor de 11 700 puestos.

    Esa información fue la base para desarrollar una aplicación móvil que ya está en el mercado y que se puede descargar para las plataformas iOS y Android. “La clave está en ofrecer disponibilidad de parqueo”, cuenta Macas en la oficina de Sspot, ubicada en el norte de Quito.
    Allí el trabajo se cumple de manera silenciosa, pero efectiva. Este emprendimiento tecnológico ya registra ingresos y cuenta en la actualidad con siete clientes que están ubicados en Quito, Cumbayá y los Chillos.

    El modelo de negocio es sencillo. Sspot ofrece la ubicación de los estacionamientos. Y los ingresos provienen de un pago mensual que hacen los parqueaderos que aparecen en la aplicación móvil, según Macas.

    En la actualidad el foco de este emprendimiento está en sumar nuevos estacionamientos. “La idea es ofrecerle un producto a los dueños de los parqueaderos. Para ellos no era interesante solo mostrar la disponibilidad porque no les generaba valor”.

    Según Macas, la ‘app’ es una herramienta para mejorar la administración de estos negocios. De esta manera, Sspot ofrece información en tiempo real, datos de vehículos que ingresan y salen, cierre de caja, control sobre lo que ocurre en el parqueadero.

    Uno de los negocios que ya utiliza los servicios de este emprendimiento está en Cumbayá. El estacionamiento es parte del restaurante El Chacal. Su propietario, Daniel Rojas, cuenta que usa Sspot desde hace dos meses y que está contento con lo logrado.

    “El sistema funciona muy bien, es muy eficiente. Antes no tenía el control total del estacionamiento, pero ahora , con la aplicación tengo mucha más información sobre cuánto rinde en realidad el parqueadero”.

    Rojas añade que un asunto pendiente es educar más a la gente sobre el uso de la tecnología en servicios como los de un estacionamiento. “Esto ya se usa cada vez más en el extranjero”.
    Por el lado de los conductores, los planes están en desarrollo. Macas dice que están en crecimiento. “Estamos por implementar un botón de pago en la aplicación para que los dueños de los vehículos se manejen por completo a través de sus dispositivos móviles”. Sspot ya suma cerca de 5 000 descargas y la meta es llegar a 10 000 hasta finales de año.

    Hasta la fecha en el desarrollo de este negocio se han invertido cerca de USD 250 000, de fondos propios. A esto se suma el tiempo invertido. Aquí Macas explica un detalle: “en lugar de pagar por ese tiempo se dio un porcentaje de la empresa a los miembros del equipo lo que agilizó la construcción de la aplicación”.

    Los planes de Macas y sus colaboradores van más allá. La información que se ha levantado, dice, es relevante y queremos hacer lo que se llama ‘business intelligence’, es decir dar asesoría en el tema de parqueaderos en Quito y otras ciudades del país.

    Parte del equipo de sspot, en uno de los parqueaderos que ya trabaja con esta start up ecuatoriana.  En la actualidad esta iniciativa suma 7 clientes. Foto: Patricio Terán / LÍDERES
    Parte del equipo de sspot, en uno de los parqueaderos que ya trabaja con esta start up ecuatoriana. En la actualidad esta iniciativa suma 7 clientes. Foto: Patricio Terán / LÍDERES
  • Las joyas diseñadas por Dennise Calero tienen un toque urbano

    Redacción Quito

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    En el taller de la diseñadora Dennise Calero el orden es una prioridad. Las herramientas cuelgan de la pared, varios de sus diseños aparecen en un mueble de madera, mientras la luz penetrante de la mañana abrigaba el lugar.

    En el taller ubicado en el sector de El Condado, en el norte de Quito, esta mujer diseña y elabora una serie de accesorios para mujeres, elaborados con materiales reciclados que otras personas los catalogan como desechos inutilizables.

    La creatividad, el estilo, la originalidad y la pasión por los accesorios femeninos llevaron a la diseñadora de productos, egresada de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador, a desarrollar su emprendimiento que en la actualidad es su fuente de ingresos. La idea arrancó en el 2014.

    En la búsqueda de los materiales para el desarrollo de su proyecto, la joven emprendedora se planteó la idea de los ‘Frutos Urbanos’. Fue a partir de esto que la diseñadora encontró gran potencial en la recolección de vidrios rotos y el bambú, materiales que llamaron la atención de Calero debido a sus propiedades físicas y ecológicas.

    El proyecto tuvo cabida dentro del mercado dentro del museo Nahim Isaías, en
    Guayaquil. Fue en el 2014 cuando la joven empezó a exhibir sus productos a través de las redes sociales y su página web,. En esos espacios virtuales se gestionan las ventas de los diseños de Calero.

    Actualmente el desarrollo del producto ha llegado a tener altos estándares estéticos, ergonómicos y de calidad, lo que ha permitido a esta joven conectarse cada vez más con los compradores.

    El emprendimiento tiene una serie de beneficios para quien adquiere sus diseños. Las pulseras, los aretes y los collares, por sus dimensiones, favorecen a estéticamente a la mujer, según la forma de su rostro y cuello, explica la diseñadora quiteña.

    A los materiales reciclados Calero le suma la plata, lo que da un toque distinto, al mismo tempo que evita una reacción alérgica en la oreja del consumidor.  La plata proviene de Chordeleg una población de Azuay que se caracteriza por ser fuente de materiales para joyeros de todo el Ecuador.

    A partir del 2015, la marca ha recibido apoyo por parte del Centro Iberoamericano de Artesanías y Artes Populares y de la Junta Nacional de Defensa del Artesano, instituciones que han sido sus gestores para exponer su producto en ferias.

    Además, el emprendimiento se ha expandido a escala nacional, gracias a ferias de emprendedores, e internacional. La bisutería de Calero se expone en la Boutique Équatorianne, ubicado en París, Francia. Otra vitrina es una plataforma en línea en EE.UU.

    La emprendedora manifiesta que la temporada en la que las ventas de sus diseños aumentan son el Día de la Madre, San Valentín y Navidad. Sus joyas son solicitadas como obsequios.

    Betzabé Cepeda ha adquirido diseños de Calero. Ella manifiesta que compró más de un accesorio de la bisutería, especialmente aretes debido a la comodidad y estética que le brindan estas joyas elaboradas a mano. Cepeda añade que lo puede combinar con ropa deportiva o casual, con la seguridad de que no le generarán alergias a comparación de otras bisuterías.

    Datos

    Las ventas anuales inicialmente eran de, aproximadamente USD 10 000. En la actualidad los ingresos pueden llegar hasta los USD 25 000 al año.

    La inversión inicial hecha por Calero fue de USD 2 000, para preparación académica y la compra de materiales.

    Tiene una producción anual de 420 piezas que varían entre aretes, collares y pulseras.

    El número de clientes varía de 30 a 35 compradores mensuales.

    Dennise Calero enseña sus diseños. Su taller está ubicado en el sector de El Condado, en Quito. Foto: Patricio Terán  / LÍDERES
    Dennise Calero enseña sus diseños. Su taller está ubicado en el sector de El Condado, en Quito. Foto: Patricio Terán / LÍDERES
  • Vajilla de cerámica para reducir el impacto ambiental

    Carolina Enriquez

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    Una decisión adoptada por ocho restaurantes del patio de comidas de un centro comercial quiteño podría dar un giro a la política ambiental que manejan este tipo de negocios. Estos negocios, desde septiembre del año pasado, se han ido incorporando en el proyecto del emprendimiento social Huella Verde, a través del cual se reemplaza el uso tradicional de platos y cubiertos desechables en locales de comida de los “mall” de la ciudad por aquellos de cerámica y acero inoxidable.

    Los mentalizadores de esta iniciativa son los socios y esposos Andrea Garzón y Sebastián León. La idea comenzó a gestarse en el 2016 cuando ella se dio cuenta del impacto ambiental que generaba este tipo de desperdicios.

    Decidida a cambiar esta problemática urbana, la emprendedora dejó su empleo y creó Huella Verde. Su propuesta es dar el servicio diario de entrega y lavado de vajilla y cubiertos a los restaurantes de los centros comerciales para que no tengan que usar aquellos de poliestireno expandido, mejor conocido como espuma flex.

    El primer paso de los socios fue contactar a los centros comerciales para contarles su idea y el pionero en acogerla, para dar un mejor servicio a los clientes, fue Paseo San Francisco, ubicado en la zona de Cumbayá.

    Pero eso no era suficiente para poder operar. Andrea debía convencer a las cadenas de locales de comida que aceptaran su propuesta. “Estuve en negociaciones durante los primeros meses del 2017. En septiembre arrancamos con cuatro restaurantes: Ceviches de la Rumiñahui, Menestras del Negro, Cajún y Go Green”.

    Pablo Donoso, administrador de Paseo San Francisco, comenta que el centro comercial le proporcionó a Huella Verde un espacio para el lavado de los platos en la zona donde ya se limpiaban las bandejas del patio de comida, equipado con diferentes requerimientos técnicos como agua caliente. “Hicimos las modificaciones necesarias como acometidas de agua, eléctricas, mayor seguridad, etc. Andrea trajo su máquina de lavado”, comenta el directivo.

    El administrador asegura que en el ‘mall’ están satisfechos con el proyecto, principalmente porque han aportado a la sociedad en la reducción de desechos.

    Según cálculos de Huella Verde, a diario se ha dejado de generar seis metros cúbicos de desechos por platos y cubiertos plásticos. Además se evita que vayan a los rellenos sanitarios productos que no se degradan totalmente, sino que solo se convierten en partículas que contaminan ríos y tierra.

    En el proyecto de Huella Verde trabajan los dos socios y tres personas más. En Paseo San Francisco las personas de limpieza de este centro comercial se encargan de recoger la vajilla y cubiertos en unos carritos y trasladarlos a la zona de lavado.

    Todas las mañanas se entregan los platos limpios que necesiten los locales, según la demanda que tengan. Huella Verde cuenta con 20 tipos de platos, más cubiertos. Al día, esta pequeña empresa lava alrededor de 1 300 platos y cerca 2 000 cubiertos de locales de Paseo San Francisco.

    Datos

    Dinero.  La empresa cobra por cada plato entregado a los locales.

    Inversión. El monto inicial para usar en el proyecto fue un total de USD
    35 000.

    Proyecciones. La empresa busca ingresar a un nuevo centro comercial en el norte.

    Premio. Andrea Garzón ganó el premio Mujeres por el Clima, que impulsó la agencia municipal de desarrollo Conquito con el apoyo de otras entidades.

    Una imagen de un local de Paseo San Francisco donde se sirven alimentos en vajilla. Foto: Cortesía Huella Verde
    Una imagen de un local de Paseo San Francisco donde se sirven alimentos en vajilla. Foto: Cortesía Huella Verde
  • Un taller gastronómico liderado por estudiantes

    Flavio Novillo

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    Las habilidades culinarias de jóvenes estudiantes se perfeccionan en la cocina de Sensibus. Luciano Gobbi es el chef ejecutivo de este restaurante que funciona en el interior de la Universidad De Las Américas, en el campus de Ekopark,en el norte de Quito.

    Dentro de este establecimiento funciona un taller gastronómico para los estudiantes de séptimo y octavo semestre de la carrera de gastronomía. Gobbi explica que la idea es se realice una práctica con clientes reales en la parte de servicio y cocina. Los estudiantes rotan en las áreas de entradas frías, cocina caliente y pastelería.

    Este semestre los alumnos son los creadores del menú del restaurante. El chef explica que en las tres primeras semanas se enseña al estudiante el funcionamiento del restaurante, los productos con los que cuenta y los proveedores.

    Luego, los estudiantes divididos en grupos proponen un menú que consiste en entrada, plato fuerte y postre. Para la elaboración del menú cada grupo cuenta con un presupuesto asignado, realizan pedidos de los productos, cocinan y montan los platos.

    Cada plato debe pasar por la aprobación del chef, que se basa en criterios de precios y cocina. José Ron, estudiante de octavo semestre de la carrera de gastronomía de la UDLA, comenta que con este taller pudo mejorar su técnica de cocción y aprendió a tener una visualización en el proceso del montaje del plato.

    Este establecimiento que abre de 12:30 a 15:00 de lunes a viernes tiene como principales consumidores a empleados de Ekopark. Allí están empresas como Nestlé, y Produbanco, u organismos como Naciones Unidas. Gobbi comenta que a los clientes se les indica que el menú fue elaborado por estudiantes de la UDLA.

    Una vez terminado el semestre académico los estudiantes de gastronomía de cualquier semestre pueden participar del taller para adentrarse en la cocina.

    “Mediante esta práctica el estudiante comprende como es el mundo real de la cocina” afirma Gobbi. Este chef busca que el alumno pueda aplicar distintas técnicas de cocina en los platos.
    Santiago Quirola, estudiante de octavo semestre, se encargó junto con su grupo de la elaboración del menú de la semana pasada. Esto incluyó una entrada con un carpaccio de pulpo, plato fuerte con la pesca del día con puré de brócoli y vegetales salteados, y un mousse de postre.

    Quirola afirma que en estas prácticas puede vivir de cerca la vida de un restaurante. Además, comenta que perfeccionó su técnica en freír y laminar carne. El chef ejecutivo del local comenta que con su guía culinaria incentiva a sus estudiantes a que innoven en la cocina.

    Ronny Cifuentes, director de servicios administrativos de la UDLA, es cliente ocasional de este restaurante. Para Cifuentes el principal atractivo es comprobar que la comida realizada por los estudiantes llega a estándares de calidad dentro de la gastronomía de vanguardia.

    Gobbi comenta que la próxima meta es que el restaurante tenga una mayor apertura al público en general. El chef recalca que tiene una buena respuesta del centro corporativo Ecopark pero quisiera que el establecimiento se de a conocer en conjunto con las prácticas de sus estudiantes.

    Datos

    En el taller practica un aproximado de 40 estudiantes que se dividen en grupos.
    Cada grupo está conformado entre seis y ocho alumnos.

    El menú es responsabilidad del grupo durante dos semanas.

    El precio del menú completo es de USD 23 y tiene entrada, plato fuerte y postre.

    En vacaciones los estudiantes de otros semestres pueden practicar en el taller.

    José Rón, Luciano Gobbi  y Santiago Quirola preparan el menú en el restaurante Sensibus, que pertenece a la UDLA. Foto: Vicente Costales / LÍDERES
    José Rón, Luciano Gobbi y Santiago Quirola preparan el menú en el restaurante Sensibus, que pertenece a la UDLA. Foto: Vicente Costales / LÍDERES
  • Restaurante vegetariano y vitrina de emprendedores

    Patricia González

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    Por 15 años, la familia Molina estuvo al frente de un restaurante y delicatessen, con una oferta importante de embutidos y platos con variedad de carnes. Todo marchó muy bien, hasta que Marco Molina, el padre de esta familia, sufrió un preinfarto. Este hecho marcó un antes y un después en su vida. La salud pasó a ser prioridad y tras un acercamiento a la filosofía budista, se convirtió en vegetariano, hace 18 años. Su esposa lo acompañó poco tiempo después.

    El nuevo estilo de vida ya no conjugaba con el negocio familiar. El plan era vender el negocio y comenzar desde cero, esta vez con una cadena de restaurantes vegetarianos y veganos.
    Antes de ello, decidieron empezar con una empresa que elaborara productos alimenticios para vegetarianos. Se trata de Green Products, que ya lleva cinco años en el mercado y ofrece principalmente proteínas vegetales.

    Luego de estar consolidados en su nicho, los Molina decidieron instalar su primer restaurante lácteo, vegetariano y vegano. Dulce Albahaca, ubicado en el sector La Mariscal, en Quito, abrió sus puertas el 15 de marzo del 2017.

    “Este local nace para demostrarle a la gente que la comida vegetariana es rica”, comenta Paola Molina, la hija de la familia y quien con 25 años es una de las personas a cargo del local. Su paso definitivo al vegetarianismo fue a los 20.

    En adecuaciones del establecimiento se invirtieron cerca de USD 45 000. Una característica del restaurante es que además de su oferta gastronómica exhibe productos de emprendedores: mermeladas, granos, frutas, chocolates, café, entre otros…

    Para el desarrollo del menú contrataron un chef, que se ha mantenido ligado al local brindando asesoría. Dulce Albahaca ofrece hamburguesas con carne de espinaca, quinua, lentejas, fréjol y garbanzo; lasaña con ricota, carne vegetal y espinaca; variedad de pastas y pizzas; panne cook relleno y ensaladas.

    Allí trabajan con unos 20 proveedores. Uno de ellos es María la Panadería, que les provee de panes para hamburguesas, sánduches y panne cook. “Hacemos entregas cada dos días por semana, unos 15 kilos por pedido”, señala Ana Villeta, propietaria y chef.

    Dulce Albahaca está ubicado en el sector La Mariscal, en Quito. Está pensado en todo tipo de consumidor. Foto: Julio Estrella / LÍDERES
    Dulce Albahaca está ubicado en el sector La Mariscal, en Quito. Está pensado en todo tipo de consumidor. Foto: Julio Estrella / LÍDERES

    Paola aclara que el restaurante no va dirigido únicamente a vegetarianos y veganos, sino que también es una opción para personas carnívoras que deseen empezar a comer más sano y probar otro tipo de comida un día a la semana. En concordancia con este objetivo, de elevar la conciencia de las personas, la cocina del local se denomina ‘Laboratorio consciente’.

    “Uno de los causantes del calentamiento global es la ganadería, haces más daño al medioambiente comiendo carne que teniendo un tractor de carro. Con dos días a la semana comiendo vegetariano la huella de carbono que uno deja en el mundo es menor”, explica la propietaria, sobre una consecuencia favorable de esta dieta para el ambiente. En cuanto al organismo, destaca que el vegetarianismo ayuda a tener más energía, al digerirse más rápido la comida.

    El ticket promedio de consumo en el restaurante por cliente es de USD 10. El valor incluye plato fuerte, bebida y postre. Sus precios son una de las cualidades que resaltan los clientes de este local.

    Andrés Peñafiel es vegetariano desde hace al menos cinco años. Conoció del local casi al tiempo que arrancó, gracias a que es consumidor de los productos de Green Products. Suele visitar el restaurante una vez al mes o cada dos meses. “La comida es rica y la atención es superbuena. El precio es decente para la cantidad. Existen otros locales vegetarianos buenos, pero abusan con los precios”, comenta.

    A Cristina Zapata, una clienta vegana, siempre se le dificultó salir a comer fuera de casa. Los veganos no consumen ningún producto de origen animal, por lo que no comen ningún tipo de lácteo. Esta opción de alimentos la ofrece Dulce Albahaca.

    Cristina visita el local de una a dos veces por semana, principalmente por la calidad del servicio y el tipo de comida. “La diferencia con otros locales está en la variedad de platos, la sazón y la presentación, que es espectacular”, señala. Uno de sus platos favoritos es el ceviche silvestre vegano.

    Paola Molina, administradora de empresas, es una de las propietarias del local. Dice que el objetivo es desarrollar una cadena de restaurantes. Foto: Julio Estrella / LÍDERES
    Paola Molina, administradora de empresas, es una de las propietarias del local. Dice que el objetivo es desarrollar una cadena de restaurantes. Foto: Julio Estrella / LÍDERES
  • En la ropa, Verónica Vásquez destaca símbolos ancestrales

    Mayra Pacheco

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    Un libro sobre culturas precolombinas que llegó, hace más de dos décadas, a las manos de Verónica Vásquez, propietaria de Kitu Ethnic Wear, le abrió nuevas oportunidades. Cuando esta quiteña empezó a leer sobre culturas ancestrales surgió, en ella, un interés por seguir aprendiendo sobre la historia de sus antepasados.

    En esta búsqueda, esta emprendedora que hoy tiene 50 años se enfocó en las culturas precolombinas del país. Tenía interés por conocer su historia y elementos gráficos que muestren cómo vivían, qué ropa usaban, qué símbolos predominaban.

    De esta forma conoció detalles de las culturas Chorrera, Valdivia, Napo, Pastos, Caras, Manteños, La Tolita, Jama Coaque, que datan desde el año 10 000 antes de Cristo hasta el 1 530 después de Cristo.

    Vásquez sabe sobre sus costumbres, la zona que habitaban y qué elementos le caracterizaban a cada una. Pero para el proyecto que Vásquez tenía en mente se enfocó más en los símbolos y gráficos.

    Líneas, círculos y otros trazos atrajeron su atención, porque mediante estos patrones los ancestros relataban hechos. Además, estos representan una parte de la historia de los ecuatorianos.

    Por el peso simbólico e histórico de estos elementos, Vásquez decidió traer de vuelta el uso de estos gráficos a la época actual para que las presentes generaciones reconozcan y valoren su cultura.

    Sin ser una experta en moda, desde el 1998 hasta el 2000 Vásquez empezó a confeccionar prendas de vestir. En estas incluyó figuras étnicas estampadas, pero debido a la crisis económica de esa época suspendió este proyecto para retomarlo 16 años después.

    Actualmente, Kitu Ethnic Wear tiene blusas, vestidos, chaquetas, pantalones para mujer. Son modelos contemporáneos con estampados precolombinos. Para fines de este año tiene previsto incluir prendas para varones.

    Para replicar los símbolos de culturas ancestrales que mira en los libros, esta emprendedora dibuja los diseños en hojas a mayor escala y luego su esposo Guillermo García, pintor y diseñador gráfico, digitaliza para que la impresión en la tela sea más práctica.

    Las prendas de esta marca se confeccionan en una tela especial ecuatoriana. Esta es elaborada a base de hojas de plátano y otras fibras naturales. Parece algodón. Para darle color se tiñe artesanalmente y luego se hace el corte, según el diseño de la prenda.

    Sobre estas piezas se colocan los apliques empleando la técnica de serigrafía. Beatriz Shiguango, propietaria de este taller, menciona que las impresiones que hace para Kitu Ethnic Wear son llamativas.

    Shiguango resalta que en estos diseños se rescata la cultura nacional. “Me gusta hacer esto, porque me permite recordar a nuestros antepasados”.Las impresiones de los diseños se hacen bajo pedido. En promedio se entrega estampados para 100 prendas. El costo de los estampados fluctúa entre USD 0,30 y 1, según el tamaño y diseño. En toda la producción de estas prendas colaboran 20 personas.

    Las prendas de Kitu Ethnic Wear se comercializan desde USD 40, en Verid, en el Centro Comercial Cumbayá y en Galería Ecuador, en Quito. Cada una incluye en la etiqueta una descripción de los símbolos étnicos, el nombre de la cultura y la datación.

    Adriana Alomía, accionista de Galería Ecuador, señala que las prendas que confecciona Vásquez tienen mucha acogida. Los modelos son casuales y resaltan los tonos monocromáticos. Estas no se producen en masa y resalta la cultura ecuatoriana. Esto le abrió a Kitu Ethnic Wear, en diciembre del 2016, un espacio en el Desfile Texturas y Colores.

    Verónica Vásquez, propietaria de Kitu Ethnic Wear, se encarga de todo el proceso de confección, desde el diseño de la prenda hasta el etiquetado. Foto: Julio Estrella / LÍDERES
    Verónica Vásquez, propietaria de Kitu Ethnic Wear, se encarga de todo el proceso de confección, desde el diseño de la prenda hasta el etiquetado. Foto: Julio Estrella / LÍDERES
  • Un accesorio para cargar al bebé de forma tradicional

    Flavio Novillo

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    Con el producto de Nantu, un bebé es envuelto en tejidos artesanales para ser cargado por sus progenitores como se lo hacía cientos de años atrás. Este emprendimiento recrea la forma tradicional en que se lleva al bebé con una adaptación ergonómica.

    Yadira Guanulema es la fundadora. Ella comenta que el negocio empezó en agosto de 2016 como una necesidad que ella sentía para cargar a su hija. El producto consiste en un fular, un pedazo de tela con medidas especiales para envolver a un bebé. El tejido es elaborado artesanalmente con diseños andinos por artesanos de Peguche, en Otavalo.

    Guanulema presentó estos diseños en ferias a finales de 2016. Entre otras menciona la Feria de la Liga de la leche en La Floresta; la Feria de Mujeres Autónomas en la Universidad Andina y la feria Textura, Colores y Sabores.

    La marca presentó dos variedades de portabebés: uno elástico y otro rígido. Guanulema comenta que su portabebé llamó la atención de bastantes parejas que esperaban un hijo. La emprendedora explica que el acto de cargar al niño por medio de un manto está presente en todas las culturas del mundo y permite que la madre realice sus actividades mientras lleva a su bebé cerca. En Ecuador está práctica es más evidente en las zonas rurales indígenas de la sierra y oriente.

    Para el desarrollo conceptual del producto Guanulema utilizó la teoría de la ‘exterogestación’. Este concepto propone que el bebé al nacer necesita sentir el calor y confort que sentía dentro del vientre mientras se adapta al nuevo mundo que lo rodea.

    La dueña de la marca asegura que el fular en el que se envuelve al bebé recrea la posición en la que el niño se encontraba en el útero.La actual tejedora, Matilde Lema, realiza los fulares en Peguche con la técnica artesanal en un tradicional telar de madera.

    En 2017 estos productos entraron en Tikitá, una tienda de artículos infantiles para crianza alternativa. En el mismo año, Nantu sacó al mercado la variedad Mei tai, un portabebé de modelo asiático.

    El producto, que incluye una capucha, tiene mecanismo ajustable con cinturón y tiras para adaptar el panel al tamaño del bebé. Además, sacó a la venta juguetes ecológicos como mordedoras con aro de madera recubierta con laca natural, collar de lactancia y peluches con lana de alpaca.

    Guanulema comenta que se realiza una asesoramiento con preguntas como la edad y peso del bebé, con esta información recomienda el fular adecuado. Lina Santa Cruz conoció del producto en una feria en Cuenca y destaca la comodidad para realizar diversas actividades mientras carga a su hijo.

    Este año los productos de Nantu entraron a Pompon, una tienda de artículos para bebé en Cumbayá. El emprendimiento ofrece tutoriales sobre el uso correcto del fular en Facebook y en su canal de youtube Nantu Respetuoso. La marca tiene un catálogo digital en formato de revista. Actualmente el emprendimiento desarrolla el prototipo de una mochila para cargar al bebé con diseño ergonómico.

    Yadira Guanulema y Luis Carrera son los creadores de este emprendimiento. Sus productos se venden en tiendas de Quito y Cumbayá. Foto: Patricio Terán / LÍDERES
    Yadira Guanulema y Luis Carrera son los creadores de este emprendimiento. Sus productos se venden en tiendas de Quito y Cumbayá. Foto: Patricio Terán / LÍDERES
  • Una comunidad social que saltó al ‘networking’

    REDACCIÓN QUITO  (I)
    redaccion@revistalideres.ec

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    Una comunidad. Un grupo solo de hombres. Una red de trabajo. Un espacio de entretenimiento. Una plataforma para apalancar negocios. Una compañía anónima constituida formalmente.

    Los nombres para definir a Whiskys son todos los anteriores y, con el tiempo, podrán sumarse otros. Esta comunidad acaba de cumplir un año hace un mes y suma 3 499 integrantes. La mayoría (94% de su integrantes) tiene entre 24 y 50 años. El grupo también reúne a hombres desde los 18 hasta pasados los 50 años.

    Facebook es una suerte de nido para esta comunidad. Los orígenes de esta red masculina están, paradójicamente, en un grupo de mujeres: las Wikis o Wikimujeres, un grupo creado en Colombia hace cerca de nueve años y que llegó a Ecuador, Perú, Argentina y otros países de la región. Las integrantes de esta comunidad, que también se mueve en Facebook, intercambian consejos, hablan sobre el trabajo, la familia, deportes, emprendimiento y más.

    Felipe Arcos y Galo Izurieta, dos de los socios fundadores de los Whiskys, cuentan que su plataforma surgió pensada en “los huérfanos de las wikis”. El requisito para ser parte de esta comunidad fue, en un principio, ser novio o esposo de una wiki.

    El grupo arrancó como un espacio para intereses masculinos que creció de forma acelerada y se convirtió en una plataforma de ‘networking’ que genera negocios entre los miembros, explican Arcos a Izurieta en la actual oficina del grupo, ubicada en el corazón de Cumbayá, al oriente de Quito.

    Entre los integrantes empezaron a aparecer empresarios y emprendedores. Eso permitió que la plataforma escale y se vaya posicionando. En la actualidad el 57% de los miembros tiene una empresa o negocio propio; además el 70% registra ingresos mensuales superiores a USD 3 000, según una presentación del grupo.

    Arcos e Izurieta detallan que aprovecharon la segmentación que hicieron, en su momento, las wikis para seleccionar miembros. Añaden que la afinidad entre los integrantes es una de las claves.

    En la actualidad, en el grupo de los Whiskys se mueven negocios de distinta índole: desde bienes raíces, pasando por concesionarios de autos, restaurantes, empresas de servicios, entre otros.

    Uno de los puntos cruciales para que los negocios entre miembros se apalanquen es el alto nivel de interactividad de la plataforma. El 94% de posteos son comentados o tienen reacciones. “Todos los miembros son activos”, aseguran los dos fundadores del grupo.
    Hasta la fecha el 74% de los integrantes ya ha hecho negocio con algún miembro de la comunidad.

    Otro detalle es que dentro de la plataforma existen subgrupos con intereses mucho más particulares. Allí se encuentran aficionados al ciclismo de montaña, las motos, el ‘vaping’, corredores de autos entre otros. Además son patrocinadores del Cuniburo Fútbol Club,un equipo de fútbol de segunda división de Pichincha.

    El entusiasmo entre los integrantes crece con cada nueva actividad. “Queremos consolidarnos para luego expandirnos. Al ser locales podemos lanzar ideas, hacer el ensayo-error y aprender para crecer por la región”.

    Más detalles 

    Reglas. En los posteos del grupo en Facebook están prohibido tres temas: pornografía, política y religión.

    Noviembre del 2017 fue un mes pico en negocios generados por esta red de ‘networking’.
    Los socios  fundadores son Felipe Arcos, Galo Izurieta, Luis Marín, Sebastián Didonato, Fabián Almeida, Francisco Almeida y Santiago Verdesoto. El grupo no acepta nuevos integrantes.

    Felipe Arcos y Galo Izurieta son dos de los socios fundadores de esta comunidad que se mueve en Facebook. Foto: Vicente Costales / LÍDERES
    Felipe Arcos y Galo Izurieta son dos de los socios fundadores de esta comunidad que se mueve en Facebook. Foto: Vicente Costales / LÍDERES
  • 150 emprendedores participarán en una feria de tres días

    Redacción Quito

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    Del 4 al 6 de mayo se cumplirá Mi Feria Ecuador, en el parque Bicentenario de Quito, con la participación de unos 150 expositores, entre los que se cuentan pequeñas y grandes empresas.

    A la feria asistirán emprendedores de Quito, Ambato, Ibarra, Cuenca y otras ciudades del país, según los organizadores.

    Entre los participantes estarán The Sweet List, de Quito, y The Nature Candy, de Ambato. La primera iniciativa se especializa en obsequios personalizados, artesanías de chocolate y organización de eventos desde hace dos años y medio, según explica Lissner Ortiz, gerente de The Sweet List.

    En el caso de The Nature Candy, el producto que promocionan es caramelos elaborados con guayusa, canela, polen, valeriana y otras hierbas y plantas. Su fundador es César Ulloa, quien detalla que emprender ha sido complicado.

    En la feria estarán microempresarios de sectores como alimentos y bebidas, textiles, cuero y calzado, joyería, muebles, entre otros. El ingreso es con entrada libre.

    La empresa The Sweet List participará en Mi Feria Ecuador. Foto: LÍDERES
    La empresa The Sweet List participará en Mi Feria Ecuador. Foto: LÍDERES