Etiqueta: ropa

  • Una marca de ropa que ofrece comodidad

    Redacción Quito (I)

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    “La misión de todos es buscar lo que nos apasiona en la vida, lo que nos hace bien”, señala Marialuz Arellano. Ella, la triatleta ecuatoriana, encontró su pasión en el deporte, que ha combinado con un estilo de vida saludable.

    A los 36 años corrió por primera vez un Ironman (Florida, EE.UU.). Hoy, con 47, ha participado dos veces en el Campeonato Mundial de Ironman, en Kona, Hawái. Y se clasificó para la edición 2020, que fue aplazada para el próximo año.

    Esas experiencias y aprendizajes que le han dejado el deporte, junto a ciertos hábitos que ha adquirido, los ha ido compartiendo con otros en su página personal: Filosomi.com, que lanzó en octubre del año pasado.

    La idea de Marialuz era crear eventualmente una marca de ropa, que llevara el mismo nombre. Paradójicamente, el momento propicio llegó en la pandemia de covid-19, cuando sentirse cómoda en casa se volvió una necesidad para ella misma.

    Luego de hablar con una amiga que se dedica al negocio textil, comenzó a hacer algunas pruebas, pensando en ofrecer opciones cómodas y versátiles a otras mujeres. “El concepto de la marca se alinea con Filosomi, donde hablo de ser coherentes con la forma en cómo vivimos, estar activos, mover nuestro cuerpo”, comenta.

    La empresa Papusse está a cargo de la confección y comercialización de las prendas de ropa de Filosomi.
    La empresa Papusse está a cargo de la confección y comercialización de las prendas de ropa de Filosomi.

    El pasado 16 de junio se lanzó la marca de ropa Filosomi Wear, con una inversión de USD 16 000. En esta primera colección trae varios modelos de camisetas femeninas: de cuello redondo o en V, con bordado en la espalda y en estilo ‘crop top’. Además, un pantalón tipo ‘jogger’ y dos modelos de suéteres, con y sin capucha.

    Las prendas son confeccionadas por la firma Papusse, que tiene un taller y tienda de ropa en el valle de Cumbayá, donde se comercializan las piezas de Filosomi. Alejandra Canelas, propietaria de Papusse, explica que las prendas son elaboradas con fibras de origen natural: algodón y rayón.

    La producción y el consumo sostenible son parte de la filosofía de la marca. “Son prendas básicas y versátiles que pueden suplir varios usos, sin requerir muchas prendas”, explica la triatleta.

    “Estamos creciendo con Filosomi en la línea deportiva. Estamos trabajando en la segunda colección. Ha tenido muy buena acogida”, comenta Canelas.

    La marca de ropa ha producido al momento cerca de 380 piezas, en sus diferentes modelos. Las prendas también se ofrecen de manera virtual, por el WhatsApp de Papusse, con entrega a domicilio. Los costos están entre USD 25 y 40 por producto.

    Paola Holguín les compró recientemente un pantalón y un ‘crop top’ para regalar a una amiga, y un pantalón para ella. “Me gustó la calidad y cómo ‘forma’ el cuerpo. Ahorita la moda es comodidad. Lo uso en casa y también si tengo que salir”, comenta sobre la prenda que adquirió para ella.

    Otra cliente, Alejandra Bilbao, les compró un suéter, una camisa de cuello en V y una ‘crop top’. “Todo el tiempo uso ropa cómoda, me encanta el algodón. Me gusta lo fresco de las prendas y su calidad”. Alejandra pasa la mayor parte de su tiempo con sus hijos y es entrenadora de pilates, por eso le gusta sentirse cómoda.

    380 piezas ha producido la marca al momento, en sus diferentes modelos.

    La triatleta Marialuz Arellano es la fundadora de la marca de ropa, que se alinea con su estilo de vida. Foto: Vicente Costales / Líderes
    La triatleta Marialuz Arellano es la fundadora de la marca de ropa, que se alinea con su estilo de vida. Foto: Vicente Costales / Líderes
  • Un diseñador cuencano mostrará su ropa para teletrabajar en un desfile online

    Giovanni Astudillo (I)

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    Conciencia es la colección con la que participará el diseñador cuencano, Andrés Manzano, en el desfile de modas en línea, que organiza la productora DIS Management y que tiene el patrocinio de Mercedes Benz. Se cumplirá el 30 de julio de 2020, a las 20:30.

    Esta propuesta está inspirada en el confinamiento que se registra en el mundo debido a la pandemia del covid-19. Sus prendas están concebidas como atemporales y desenfadadas, “con la que transmite una expresión artística”.

    Manzano presentará 11 conjuntos durante el desfile. Son pantalones, camisetas, sudaderas, abrigos, blusas, camisas, chompas, que sirven para el teletrabajo o para descansar.

    Este cuencano fue invitado por DIS Management para participar con prendas cómodas, con cortes asimétricos y minimalistas. Él fusionó entre el estilo urbano y la sastrería.

    Según él, Conciencia busca que los seres humanos nos sensibilicemos en lo que adquirimos. “Elevo mi voz en rechazo a la explotación y contaminación que ciertas industrias realizan”.

    Manazano agregó que, lamentablemente, la industrial de la moda mundial es la segunda que más contamina y explota a mujeres y niños por la denominada ropa desechable, que es de corta duración y bajo costo de producción.

    Por ello, él considera que es momento de valorar el trabajo de los artesanos, emprendedores, empresas ecuatorianas, que tienen trabajos de calidad. “La rama del diseño de modas, con esta problemática del covid-19, ha sido una de las más afectadas. Por eso, es importante valorar la producción del país y dinamizar la economía local”.

    Con el fin de generar conciencia su colección tiene frases como “Quién hizo tu ropa”, Viste el cambio”, “Revolución de la moda”, “Moda lenta”, “No a la moda rápida”, “Sí al estilo consciente”, entre otras.

    Manzano estudió en la Universidad del Azuay y, posteriormente, efectuó una maestría en Dirección Artística y las especialidades de Estilismo y Patronaje en Barcelona. Sus creaciones se exhiben en las cuentas de Instagram @D.I. S management y @andresmanzano.designer. En el desfile participarán siete diseñadores y tiendas de moda.

    Esta propuesta está inspirada en el confinamiento que se registra en el mundo debido a la pandemia del covid-19.
    Esta propuesta está inspirada en el confinamiento que se registra en el mundo debido a la pandemia del covid-19. Fotos: @tvinikon
  • Prendas juveniles inspiradas en la cultura andina

    Redacción Quito

    (F)  
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    En el mercado de la moda existen varias empresas que fabrican prendas de vestir con conceptos diferentes, muchas de ellas se enfocan en diseños comunes.

    Sin embargo, en el Ecuador ya se puede encontrar ropa con diseños autóctonos, esto gracias a la iniciativa de Lenin Vallejos.

    Este joven es diseñador gráfico de profesión y durante varios años estuvo a cargo del diseño de las prendas en una empresa que confecciona ropa. Allí surgió la idea de crear un negocio similar, en el que se fusione lo tradicional con ilustraciones andinas.

    Chicapán inició en 2017 en Otavalo; Vallejos comenta que le dio el nombre de Chicapán debido a que años atrás, existía un animal pequeño parecido a un castor cerca del Lago San Pablo; los moradores de este lugar lo conocían con ese nombre.

    El emprendedor invirtió cerca de USD 3 000, esta cantidad la obtuvo mediante un préstamo y de sus ahorros propios.

    El monto con el que inició el negocio sirvió para adquirir las máquinas para las áreas de corte, confección, serigrafía; a su vez para la compra de materia prima y varios insumos más.

    Los materiales que el emprendedor utiliza para confeccionar las prendas los consigue en ciudades como Quito, Cuenca e Ibarra. Utiliza telas y tintas textiles para la elaboración de cada producto.

    El proceso de confección tiene varios pasos. Vallejo menciona que lo primero, es diseñar el boceto de la ilustración, mismas que se basan en diseños inspirados en la región andina del Ecuador.

    El siguiente paso es enviar a la prenda al área de corte y confección, donde se escoge la tela y los colores para el modelo.

    Luego, se utilizan técnicas de serigrafía artesanal, proceso que lleva alrededor de cuatro horas, para que el paso final sea el lavado y planchado de las camisetas.

    El dueño menciona que, en la actualidad, trabaja con seis personas; entre ellas su madre y dos hermanos, quienes colaboran en el proceso de producción.

    Entre los productos que se confeccionan en Chicapán están: camisetas, buzos y chompas en variedad de colores y destacando siempre el diseño ancestral.

    Este emprendimiento está dirigido al público juvenil. “La mayoría de gente que le ha gustado mi trabajo son personas que aprecian la cultura, que valoran los diseños innovadores, originales y de buena calidad “, dijo Vallejos.

    Chicapán formó parte de ferias en varias zonas del país; esto permitió que el emprendimiento cree vínculos con empresas como Conquito.

    Vallejos planea formar alianzas con empresas que provean los insumos que necesita para la confección de estas prendas.

    Próximamente creará una colección enfocada en niños, con nuevas ilustraciones que plasmen la cultura y tradición de la región.

    Otros Datos

    Chicapán distribuye sus productos a través de redes sociales; sus prendas llegan a varias ciudades como Ambato, Riobamba, Cuenca y Quito.

    Las características que el dueño destaca son las ilustraciones de cada prenda; los precios varían. Están entre USD 20 a USD 35.

    Para conocer los productos de este emprendimiento visite la página www.chicapanec.wixsite.com/chicapan o búsquelos en redes sociales como @chicapán.ec.

    Lenin Vallejos es el propietario de Chicapán, emprendimiento que plasma la cultura andina en sus prendas. Foto: Álvaro Pineda para LÍDERES
    Lenin Vallejos es el propietario de Chicapán, emprendimiento que plasma la cultura andina en sus prendas. Foto: Álvaro Pineda para LÍDERES
  • Ropa para la mujer y el hombre salasaka

    Modesto Moreta

    (F)  
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    Las habilidades en el hilado, el tejido y el bordado hicieron que una familia de la comunidad Salasaka, en Tungurahua, funde su emprendimiento.

    Con una inversión de USD 3 000 instalaron ‘Runa Fashion’, una boutique especializada en la confección y la venta de ropa para las mujeres y hombres de esta parroquia indígena.

    Con el dinero adquirieron mesas, perchas, materia prima (lana de ovino) y los maniquíes. También bisutería como aretes y washkas o collares. Este almacén funciona en el centro de este pueblo localizado en la vía Ambato-Baños, en Tungurahua.

    Los diseños estilizados con cierto toque juvenil, sin perder la esencia de su cultura, las impone Soledad Chanco especialista en diseñar estas prendas con novedosos, llamativos y coloridos bordados hechos a mano.

    El emprendimiento familiar cimentó sus bases el año pasado; cuando los cinco integrantes (padres e hijos) decidieron montar el negocio de las prendas. La idea fue porque sus integrantes son expertos en el tejido lishtas, bayetas, anacos o tres varas y media, y fajas para las mujeres, y para los hombres pantalón blanco, camisa blanca y el poncho color negro.

    Todos son hechos a mano en los tres telares de madera que José Chango, padre de Soledad, tiene en su taller localizado en la comunidad Wasalata. Pero también los taitas y mamas tienen su espacio es este local con prendas autóctonas y sin cambios.

    Chango dice que no había un lugar donde se comercialice la vestimenta salasaka. “No se teje porque son prendas difíciles de confeccionar porque es todo un proceso que inicia desde el esquilado de los ovinos, lavado, limpieza de la lana y el hilado”.

    La joven explica que la gente de su comunidad ahora cuenta con un lugar exclusivo donde puede encontrar sus prendas de verter que les identifican. Su hermana Magdalena administra el negocio.

    Las ventas de los anacos, lishtas, bayetas y otras prendas están creciendo por la calidad, los diseños de los bordados con colores llamativos, especialmente por los ejecutivos de las cooperativas de ahorro y crédito que les ayuda a estar elegantes y a la moda. “Antes no existía un sitio donde los indígenas puedan comprar y donde la atención sea en el idioma kichwa”, menciona Chango.

    Además, se diseñan las blusas de color negro adornadas con bordados del pavo real, flor de papa y la naturaleza. “Cada prenda que confeccionamos es única, nuestra producción no es en serie, por eso es una prenda especial”.

    Eso permitió que las ventas crezcan. En lo que va del año las ventas llegaron a USD 10 000. También comercializan sandalias elaboradas con finos tejidos.

    Francisco cuenta que su madre le enseñó a hilar desde pequeña con el wango (madero grueso donde se almacena la lana).

    Chango explica que para confeccionar dos anacos, de tres varas y media cada uno, tarda un año en hilar. “Para tejer la principal prenda de vestir de la mujer se necesitan cuatro ovillos de lana, todo este proceso hace que la prenda pueda costar USD 200. Una lishta USD 150, un poncho USD 400”.

    Hace tres meses realizaron una nueva inversión de USD 3 000 para mejorar el local comercial. Ahí también vende los telares elaborados en madera que son como un recuerdo para los turistas que visitan el local. “En este emprendimiento familiar trabajamos cinco personas”, comenta Chango.

    Luzmila Masaquiza es una de los clientes frecuentes de ‘Runa Fashion’ en el centro de Salasaka. Conoce a la familia Chango hace más de cinco años. Por recomendación de sus amigos y familiares llegué al taller de José en la comuna Wasalata. El trabajo que efectúan es de calidad. “El tejido fino y como una especie de motas pequeñas demuestra que es una prenda especial y fina. Lo importante es que es a bajo precio”.

    Antes no teníamos que buscar a quien comprar la ropa o nosotros mismo tejer, pero ahora tenemos esta boutique que mantiene la identidad del pueblo salasaka.

    Tenga en cuenta

    En el taller de José Chango, en Wasalata, se confeccionan ponchos, lishtas, bayetas, ponchos, blusas con contenido intercultural. El emprendimiento inició con una inversión de USD 3 000.

    Los artesanos permanecen entre 6 y hasta 8 horas diarias en el trabajo para diseñar cada una de sus creaciones, especialmente en los bordados. Están relacionados con la naturaleza.

    Los ríos, los chaquiñanes, la flor de maíz, las frutillas, las montañas, los animales andinos y las aves que son graficadas en las prendas de color blanco que visten con orgullo las niñas y las jóvenes.

    Magdalena y Soledad Chango son la administradoras y la diseñadora de los dibujos en las prendas autóctonas. Foto: Modesto Moreta / LÍDERES
    Magdalena y Soledad Chango son la administradoras y la diseñadora de los dibujos en las prendas autóctonas. Foto: Modesto Moreta / LÍDERES
  • La ropa y las camas para perros son la especialidad

    Giovany Astudillo

    Editor (I) redaccion@revistalideres.ec

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    Ropa, camas, collares, champú, juguetes y otros accesorios para el cuidado de perros forman parte de la oferta de la empresa cuencana Betoven Pet Shop. La diversificación es una de sus principales estrategias que le permitió crecer en el mercado.

    En 1995, Luis Saldaña abrió en la capital azuaya el local Betoven Pet Shop donde vendía artículos para mascotas y en la parte posterior tenía un par de máquinas para confeccionar collares, ropa y camas para perros.

    Este negocio dio un giro a partir del 2009 cuando se constituyó en una empresa por decisión de su hija María José Saldaña, quien asumió la gerencia. Otra apuesta fue registrar la marca Betoven Pet Shop para diferenciarse de la competencia externa y siempre mejorar la calidad tanto en insumos como en telas.

    Desde entonces, las ventas crecieron. Durante una década se elaboraban 1 000 unidades mensuales, que se fabricaban bajo pedido. En la actualidad, la producción supera las 5 000 al mes, entre camas, ropa y otros artículos que se comercializan en todo el país.

    María José y su esposo Santiago Merchán aplicaron nuevas estrategias para consolidarse en los mercados local y nacional. Entre otras, la ampliación de los puntos de venta, contratación de más vendedores directos y el ingreso a grandes cadenas comerciales como Comisariatos Santa María, Coral Hipermercados y Megatienda del Sur.

    Los talleres de Betoven Pet Shop producen 5 000 unidades al mes, entre camas, ropa y otros artículos para mascotas. Foto: Xavier Caivinagua para LÍDERES
    Los talleres de Betoven Pet Shop producen 5 000 unidades al mes, entre camas, ropa y otros artículos para mascotas. Foto: Xavier Caivinagua para LÍDERES


    Además, aprovecharon que en los últimos cinco años existe una mayor preocupación de los dueños para cuidar a sus perros, destaca Merchán. Como parte de su diversificación optaron por abrir peluquerías en la capital azuaya desde el 2014. Tienen el nombre de Perrupequerías y también son puntos de venta directa de sus artículos. Cuentan con tres locales, que atienden a más de 100 perros cada uno, en promedio. Para este año tienen previsto ofrecer franquicias en todo el país.

    Saldaña señala que la intención fue conocer más de cerca cuáles eran las necesidades y los gustos de los dueños de los perros y esa información trasladarla a su empresa para elaborar productos que cumplan con los requerimientos.

    Además, esas peluquerías aportaban con liquidez para financiar la producción de los productos, que se vendían a crédito, agrega Merchán. Betoven Pet Shop cuenta con 12 modelos de camas para perros desde los más pequeños como los chihuahuas hasta los más grandes como san bernardo.

    Son la especialidad de la fábrica y los modelos se renuevan cada tres meses. Lo mismo ocurre con la colección de 12 prendas de vestir. El precio por unidad oscila entre USD 6 y 12. Para gatos solo confeccionan collares y camas.

    Saldaña señala que los diseños están inspirados en las tendencias de moda de las personas. Tienen una diversidad de estilos porque los propietarios de las mascotas son niños, adultos y personas de la tercera edad, que tienen diferentes preferencias.

    Otra línea es el champú, que fue una iniciativa que empezó con Luis Saldaña, pero fue retomada hace dos años luego que consiguieron el registro sanitario para la comercialización. Es un producto antipulgas, acondicionador y champú a la vez. Se venden 1 000 unidades cada mes.

    Para consolidar su empresa, el año pasado invirtieron en el mejoramiento tecnológico en la producción y comercialización y en infraestructura. Los esposos invirtieron más de USD 20 000 en la renovación de maquinaria para la confección, otra para estampados, entre otros rubros.

    La facturación mensual del año pasado osciló entre USD 35 000 y 40 000 y en las épocas de mayor demanda sube a USD 55 000. Para el 2019 se prevé el crecimiento del 5% considerando la actual situación económica. Los meses de mayor movimiento son octubre y noviembre porque sus clientes hacen pedidos para la Navidad.

    Otras temporadas importantes son las vacaciones escolares porque los dueños, por lo general, pasan más tiempo con sus mascotas y se preocupan más por ellos, señala Merchán.

    Leonardo Beltrán, del local Mascotas y Algo Más de Guayaquil, destaca la calidad de los productos que fabrica esta empresa cuencana, por lo que tienen demanda entre sus clientes.

    Helen Quiñónez: ‘En este trabajo le tomé cariño a las mascotas’
    Administradora de la empresa

    Hace cuatro años ingresé a la empresa y todo era más pequeño. En la actualidad, las ventas son mayores y, por ende, hay más trabajo, lo que es bueno para todos quienes laboramos aquí. Me encargo de la administración y doy el soporte a la gerenta, María José Saldaña. Estoy a cargo de todo el personal que labora en la fábrica y colaboro en la coordinación del área de ventas. También estoy pendiente de las cobranzas, pago de comisiones a los vendedores y sueldos a los trabajadores, facturación electrónica y apoyo en la coordinación de la logística para que todos los pedidos sean entregados a tiempo. Es un trabajo muy motivante. Cuando ingresé no me gustaban los animales y aquí cambié mi forma de pensar. Ahora tengo cuatro mascotas en mi casa y me gusta ayudar en obras sociales en beneficios de los animales. Esta empresa también colabora con organizaciones que impulsan el cuidado y el rescate de los animales. En el terremoto del 2016 entregamos zapatos para las mascotas que ayudaban en el rescate.

    Santiago Merchán y María José Saldaña son los administradores de este negocio cuencano que calcula crecer un 5% durante este año. Foto:  Xavier Caivinagua para LÍDERES
    Santiago Merchán y María José Saldaña son los administradores de este negocio cuencano que calcula crecer un 5% durante este año. Foto: Xavier Caivinagua para LÍDERES
  • Una marca local de ropa juvenil y playera

    Patricia González

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    Sudamérica es el ‘norte’ de la marca de ropa y accesorios para hombres Enemy. Pero antes de alcanzar ese objetivo están enfocados en consolidarse localmente bajo el modelo de franquicia.

    Enemy nació como una tienda on line, un mes antes de abrir su tienda física, en noviembre del 2016, en el valle de Cumbayá. El desarrollo de la marca y la apertura del local requirió de una inversión de USD 80 000.

    Son cuatro socios: Santiago Verdesoto, Luis Marín, Francisco y Fabián Almeida. Cuatro jóvenes que no superan los 33 años, que aspiraban tener un negocio propio que presentara una propuesta distinta al género masculino.

    Un estilo juvenil y playero distingue a los productos de la marca. Entre sus prendas hay camisetas tipo polo con estampados de puntos; camisetas con frases y el logo de la marca; camisas con diseños de flamingos, palmeras o flores; ‘hoodies’; joggers, y ternos de baño coloridos y llamativos.

    Las camisetas polo están confeccionadas con algodón peruano y las camisas con algodón colombiano. Para el maquilado de las piezas trabajan con al menos siete artesanos de Quito.
    La producción de los modelos es casi exclusiva. No trabajan en serie. Por cada modelo se confeccionan alrededor de cinco unidades. Los diseños son propios. “Nos basamos en tendencias globales, en la música que escuchamos, en frases o temas que se vuelven virales”, comenta Verdesoto

    Enemy también comercializa accesorios: gafas –elaboradas en bambú y madera, importadas de Taiwán e Italia–, sombreros, gorras, billeteras de cuero, entre otros Los precios de las prendas de vestir van desde USD 25 (valor de una camiseta) hasta 60 (una camisa). Los ternos se venden en USD 45. Mientras que las gafas, en 60.

    Las piezas de Enemy también se pueden encontrar en tiendas de terceros, una en las Islas Galápagos y otra en Cuenca. En el archipiélago, la tienda de surf Sumbawa Galápagos ofrece camisetas, ‘hoodies’, gorras y gafas de la marca, desde hace casi dos años. “Son prendas de buena calidad y acabado. Tienen muy buena aceptación y rotación en la tienda, tanto con clientes locales como extranjeros”, comenta Julián Coronel, propietario.

    Él destaca además el servicio que brindan los dueños, en pre venta post venta, especialmente en la asesoría sobre los productos. La marca también ha participado en ferias, como el Gran Bazar, en Cumbayá. Además, ofrece sus productos por redes sociales. Al mes factura entre USD 20 000 y 25 000, pero en diciembre se triplican las ventas.

    Javier Pérez-Anda, de 31 años, conoció de Enemy por redes sociales. Les compró por primera vez hace un año, pero ya ha adquirido los productos en otras ocasiones: camisetas, gorras, gafas, ternos de baño… “Me gustan los diseños, son muy originales, no son comunes en el mercado. Los precios son muy convenientes”, resalta este cliente.

    Sobre el servicio señala que es muy personalizado: “Los dueños están metidos en el negocio”. Los planes de la empresa son de expansión local e internacional. Próximamente esperan vender el modelo de franquicia en Guayaquil, Cuenca y Manta. El libro de franquicia sobre la marca ya está terminado, por lo que esperan contar con las primeras franquicias para octubre de este año.

    La marca ya se encuentra en República Dominicana, desde hace cerca de dos meses. Está presente en cuatro locales en Santo Domingo y uno en la isla de Punta Cana. Fabián Almeida, uno de los socios, está a cargo de la expansión en el país insular. Adicionalmente, esperan llevar la marca a España, este mes de junio.

    Santiago Verdesoto, Francisco y Fabián Almeida, tres de los socios fundadores de la marca de ropa y accesorios para caballeros. Foto: Vicente Costales / LÍDERES
    Santiago Verdesoto, Francisco y Fabián Almeida, tres de los socios fundadores de la marca de ropa y accesorios para caballeros. Foto: Vicente Costales / LÍDERES
  • La ropa ideal para ponerse ‘fit’ en el verano

    Ana Cristina Alvarado

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    Con la cercanía del verano, las actividades al aire libre regresan y el ejercicio es una de ellas. Este 2018, las disciplinas más populares son las carreras de atletismo, el crossfit, y el entrenamiento en los gimnasios, que incluye ejercicios aeróbicos y de fuerza, como el zumba y samurai fight. Para prepararse, lo primero que hay que buscar es ropa y calzado adecuados para cada disciplina.

    Catalina Jaramillo, entrenadora funcional, explica que la comodidad y la seguridad en la vestimenta contribuyen a un mejor performance deportivo. Por otro lado, una buena elección de calzado permite que la movilidad y las acciones se faciliten y que se eviten lesiones.

    Las carreras tienen cada vez más adeptos y el entrenamiento previo es fundamental para tener una participación satisfactoria. La entrenadora recomienda a los ‘runners’ tener al menos dos pares de zapatos, que sean especialmente fabricados para este deporte, y alternar su uso. El objetivo es que el pie no se acostumbre a un solo zapato y evitar lesiones.

    El  running tiene como accesorio más importante los zapatos. Se aconseja tener al menos dos pares, específicos para correr, para alternar su uso y evitar lesiones
    El running tiene como accesorio más importante los zapatos. Se aconseja tener al menos dos pares, específicos para correr, para alternar su uso y evitar lesiones

    El crossfit es una disciplina de mucha exigencia, por lo que se requiere un alto grado de concentración. Camisetas o bividís con tecnología inteligen­te, que dejen al cuerpo res­pirar, se recomiendan para la parte superior y para la inferior, shorts con el ajuste perfecto para que no se deslicen durante el entrenamiento. En cuanto al calzado, los mejores son los de puntera ancha, que permitan la expansión del pie en ejercicios de explosión y levantamiento de pesas.

    En crossfit se recomienda utilizar un short con elástico fuerte, pero cómodo, para evitar incomodidad o distracción a la hora de realizar los ejercicios.
    En crossfit se recomienda utilizar un short con elástico fuerte, pero cómodo, para evitar incomodidad o distracción a la hora de realizar los ejercicios.

    Para el entrenamiento en el gimnasio, lo más recomendable es usar camisetas de cuello redondo, con una composición que mantenga la frescura del cuerpo, o bividís holgados sobre sostenes deportivos, y shorts o pantalones deportivos.

    Debido a que en estos espacios también se realizan actividades como zumba o samurai fight, muy populares ahora, adquirir zapatos con una capellada fuerte permitirá que el pie esté seguro durante los momentos más intensos del movimiento.

    Para el entrenamiento en el gimnasio lo ideal es usar camisetas o sudaderas que brinden comodidad y que permitan que el cuerpo transpire con normalidad. Fotos: Patricio Terán / LÍDERES. Modelos: Catalina Jaramillo y Luis Fernando Peñaherrera. Ropa y calza
    Para el entrenamiento en el gimnasio lo ideal es usar camisetas o sudaderas que brinden comodidad y que permitan que el cuerpo transpire con normalidad. Fotos: Patricio Terán / LÍDERES. Modelos: Catalina Jaramillo y Luis Fernando Peñaherrera. Ropa y calzado: Reebok
  • En la ropa, Verónica Vásquez destaca símbolos ancestrales

    Mayra Pacheco

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    Un libro sobre culturas precolombinas que llegó, hace más de dos décadas, a las manos de Verónica Vásquez, propietaria de Kitu Ethnic Wear, le abrió nuevas oportunidades. Cuando esta quiteña empezó a leer sobre culturas ancestrales surgió, en ella, un interés por seguir aprendiendo sobre la historia de sus antepasados.

    En esta búsqueda, esta emprendedora que hoy tiene 50 años se enfocó en las culturas precolombinas del país. Tenía interés por conocer su historia y elementos gráficos que muestren cómo vivían, qué ropa usaban, qué símbolos predominaban.

    De esta forma conoció detalles de las culturas Chorrera, Valdivia, Napo, Pastos, Caras, Manteños, La Tolita, Jama Coaque, que datan desde el año 10 000 antes de Cristo hasta el 1 530 después de Cristo.

    Vásquez sabe sobre sus costumbres, la zona que habitaban y qué elementos le caracterizaban a cada una. Pero para el proyecto que Vásquez tenía en mente se enfocó más en los símbolos y gráficos.

    Líneas, círculos y otros trazos atrajeron su atención, porque mediante estos patrones los ancestros relataban hechos. Además, estos representan una parte de la historia de los ecuatorianos.

    Por el peso simbólico e histórico de estos elementos, Vásquez decidió traer de vuelta el uso de estos gráficos a la época actual para que las presentes generaciones reconozcan y valoren su cultura.

    Sin ser una experta en moda, desde el 1998 hasta el 2000 Vásquez empezó a confeccionar prendas de vestir. En estas incluyó figuras étnicas estampadas, pero debido a la crisis económica de esa época suspendió este proyecto para retomarlo 16 años después.

    Actualmente, Kitu Ethnic Wear tiene blusas, vestidos, chaquetas, pantalones para mujer. Son modelos contemporáneos con estampados precolombinos. Para fines de este año tiene previsto incluir prendas para varones.

    Para replicar los símbolos de culturas ancestrales que mira en los libros, esta emprendedora dibuja los diseños en hojas a mayor escala y luego su esposo Guillermo García, pintor y diseñador gráfico, digitaliza para que la impresión en la tela sea más práctica.

    Las prendas de esta marca se confeccionan en una tela especial ecuatoriana. Esta es elaborada a base de hojas de plátano y otras fibras naturales. Parece algodón. Para darle color se tiñe artesanalmente y luego se hace el corte, según el diseño de la prenda.

    Sobre estas piezas se colocan los apliques empleando la técnica de serigrafía. Beatriz Shiguango, propietaria de este taller, menciona que las impresiones que hace para Kitu Ethnic Wear son llamativas.

    Shiguango resalta que en estos diseños se rescata la cultura nacional. “Me gusta hacer esto, porque me permite recordar a nuestros antepasados”.Las impresiones de los diseños se hacen bajo pedido. En promedio se entrega estampados para 100 prendas. El costo de los estampados fluctúa entre USD 0,30 y 1, según el tamaño y diseño. En toda la producción de estas prendas colaboran 20 personas.

    Las prendas de Kitu Ethnic Wear se comercializan desde USD 40, en Verid, en el Centro Comercial Cumbayá y en Galería Ecuador, en Quito. Cada una incluye en la etiqueta una descripción de los símbolos étnicos, el nombre de la cultura y la datación.

    Adriana Alomía, accionista de Galería Ecuador, señala que las prendas que confecciona Vásquez tienen mucha acogida. Los modelos son casuales y resaltan los tonos monocromáticos. Estas no se producen en masa y resalta la cultura ecuatoriana. Esto le abrió a Kitu Ethnic Wear, en diciembre del 2016, un espacio en el Desfile Texturas y Colores.

    Verónica Vásquez, propietaria de Kitu Ethnic Wear, se encarga de todo el proceso de confección, desde el diseño de la prenda hasta el etiquetado. Foto: Julio Estrella / LÍDERES
    Verónica Vásquez, propietaria de Kitu Ethnic Wear, se encarga de todo el proceso de confección, desde el diseño de la prenda hasta el etiquetado. Foto: Julio Estrella / LÍDERES
  • Ropa urbana con diseños precolombinos

    Redacción Quito (F)  
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    Una mezcla desde lo étnico con influencias urbanas es la nueva propuesta de Mane Silva. El concepto de la colección de esta diseñadora se enfoca en la funcionalidad de la prenda para el movimiento y está inspirada en diversas culturas ecuatorianas.

    Estos diseños vanguardistas se pueden apreciar en el show room de Silva, ubicado en el taller de su casa, una estructura postcolonial en el barrio de La Floresta.

    Silva, dueña y diseñadora de la marca, comenta que desde niña tuvo interés por la confección de ropa. En la Universidad San Francisco de Quito estudió una tecnología en diseño de modas y luego hizo una especialización en Italia en patronaje industrial.

    Con estos conocimientos esta emprendedora inauguró en 2004 la marca de ropa que lleva su nombre. Comenzó con una línea que incluía pantalones de hombre con diseños acampanados y a cuadros; accesorios tejidos versátiles como mangas con cuello y bufandas que se coloca desde la espalda.

    Estas últimas tuvieron una buena respuesta por parte del público al punto que hasta la actualidad continua con su venta realizando adaptaciones de corte y diseño según la colección vigente.

    Sus productos comenzaron a exhibirse en el 2005 en la tienda Zoom Fashion House, de La Naranjilla Mecánica. En este establecimiento expuso distintas tendencias según la temporada.
    Con el pasar de los años la marca incluyó otro tipo de público. Silva comenta que otra de sus actividades es la danza, este aspecto la llevo a especializarse en “ropa para el movimiento”, este concepto abarca atuendos que son aptos para entrenar en cualquier arte escénica que implica movimiento corporal. Además, realiza vestuarios para distintos tipos de danza como contemporánea o urbana.

    Entre sus principales contratos destaca la Compañía Nacional de Danza para la que realizó vestuarios para funciones de estreno al igual que al grupo de danza aérea Verticálica.

    Pía Molina forma parte del grupo de dancehall Fyah Bounce. Esta bailarina recalca la comodidad de las prendas al momento de ensayar y la originalidad de los diseños al utilizar tejidos tradicionales con un toque moderno.

    La nueva colección se denomina Kaer. Esta línea tiene influencia urbana con toques étnicos. Para la producción se utilizaron diferentes tejidos tradicionales, fajas indígenas y diseños contemporáneos de faldas afro ecuatorianas.

    Con una inversión de USD 4 000 aproximadamente esta última colección tiene 30 modelos nuevos.

    Silva explica que el aspecto étnico que menciona está presente en los detalles de sus confecciones. Puede visibilizarse en estampados sublimados de diseños precolombinos en ‘hoddies’ o símbolos indígenas adaptados a nuevas formas visuales en la línea de faldas.
    La colección ofrece una amplia combinación de colores y presenta el elemento del cotraste en negro en varias prendas.

    La ropa se comercializa en distintos puntos de venta en colectivos de artistas como La Libertina y Artesanía Urbana. En estos locales se encuentra una selección de: tops, bikinis, blusas, sacos, pantalones, ‘hoodies’, faldas, entre otros.

    La marca participó por cinco años consecutivos en la feria Texturas, Colores y Sabores, organizado por la Agencia de Promoción Económica Con Quito y el año pasado fue invitada al desfile Contrastes organizado por la Fundación Reina de Quito.

    Para esta marca uno de los elementos más importantes de su producción es que su ropa está afuera de la lógica industrial. “Este factor contribuye al medio ambiente y crea una concientización del consumo”, explica la diseñadora de origen chileno.

    La promoción de la colección busca nuevos mecanismos para darse a conocer en el mercado. Silva realiza difusión con un spot de la marca a través de video danza. Este producto en el que trabajó como directora y coreógrafa se encuentra disponible en la página web del negocio.

    Otros detalles

    El ‘show room Es abierto al público bajo previa cita con Mane SIlva.
    En la colección. Las prendas más vendidos para esta marca son las bufandas, alforjas, faldas, ‘hoodies’ en diferentes corte y diseño.

    Los precios.  Pueden ir entre USD 25 a 30 bividís y camiseta de hombre, pantalones de USD 45 a 60, faldas de USD 65 a 85, ‘hoodies’ entre USD 85. Además, se realizan vestidos de alta costura bajo pedido.

    El lanzamiento de la última colección incluyó una remodelación de la página web para exhibir un ‘spot’ de video danza en www.manesilva.com

    Mane Silva exhibe su nueva colección Kaer en su show room que se halla en el barrio La Floresta, en Quito. Foto: Foto: Alfredo Lagla / LÍDERES
    Mane Silva exhibe su nueva colección Kaer en su show room que se halla en el barrio La Floresta, en Quito. Foto: Foto: Alfredo Lagla / LÍDERES