Etiqueta: salud

  • La medicina natural da vitalidad a Renase

    Redacción Quito

    Desde niño, Jaime Bolívar Rodríguez aprendió de su padre el uso medicinal de las plantas de la Amazonía ecuatoriana. Esas lecciones lo acompañaron toda su vida y, en 1986, a la edad de 50 años, fundó Renase Cía. Ltda., una pyme que produce y comercializa productos naturales de uso medicinal, alimenticio y cosmético.

    Renase comenzó con una inversión de 1 500 sucres, dinero que se invirtió en la compra de envases, etiquetas y materia prima. En ese año, un dólar se cotizaba en 95 sucres, según información del archivo del Banco Central del Ecuador.

    Para entonces, el negocio contaba con cinco productos; entre ellos, la sangre de drago y la hoja de guayusa que traían desde la actual provincia de Orellana.

    Rodríguez recuerda que entregaba sus productos a consignación, en cuanta tienda naturista encontrara. “No había muchas, pero hubo excelentes resultados y a los 15 días ya nos hacían más pedidos. Facturábamos hasta 200 sucres al mes”.

    Apenas tres años después, en 1989, este negocio aumentó su línea de producción y comenzó a distribuir propóleo. Se trata de un remedio natural usado para curar las afecciones de garganta, como la faringitis o la laringitis y aliviar resfriados.

    La innovación siempre fue un factor que destacó a este empresario, que no se limitó a distribuir la esencia pura del propóleo o la sangre de drago sino que convirtió esas esencias en polvo concentrado para poder encapsularlas y venderlas. Para 1996, contaba también con concentrados encapsulados de plantas medicinales como la uña de gato y la chancapiedra.

    “Los cambios no se hicieron de un día para otro, fue un trabajo que tomó su tiempo y esfuerzo”, comenta Alicia Apunte, esposa de Rodríguez.

    Adaptándose a los nuevos tiempos, en el 2002 decidieron invertir en tecnología. Compraron mezcladoras, una tapadora de frascos, balanzas de precisión, utensilios de control de calidad… Resultado de esta innovación comenzaron a producir champú y jarabes como el de zarzaparrilla, que no tiene un sabor amargo sino que sabe a miel.

    Renase facturó en el 2010 cerca de USD 181 000. Un año después, esta cifra alcanzó los USD 226 000 y, según Isabel, gerenta general de Renase e hija de Rodríguez, aspiran cerrar este años con una facturación de USD 250 000.

    Esta es una pyme familiar. “Mi esposa y yo comenzamos esta empresa cuando nuestra primer hija, Wendy, era muy pequeña. Isabel también era una niña, pero con el tiempo todas mis hijas se fueron incorporando”, comenta Rodríguez. “Ahora tenemos un equipo consolidado. Yo prácticamente me he retirado, ellas se encargan de todo y cuando me necesitan estoy para darles el soporte”.

    El trabajo en familia es agradable y productivo, pero para lograrlo “hemos aprendido a diferenciar los temas de la casa de los de la empresa”, asegura Angélica Rodríguez, la menor de las hermanas.

    Actualmente, Renase cuenta con una línea de 45 productos entre jarabes, suplementos nutricionales, cápsulas, champú, jabones. Antes de comercializarlos, cada producto debe pasar por los respectivos exámenes de toxicología y farmacología que realizan en laboratorios de Cuba.

    En el exterior se abrieron mercado desde el 2002, año en el que estrenaron su página web y llevaron su producto a los Estados Unidos, Canadá, Rusia, Italia Bélgica, España, México y Colombia.

    El aceite de hunguragua, utilizado para la detener la caída del cabello, es su producto estrella en el extranjero, asegura Isabel Rodríguez. También lo es la sangre de drago que ofertan en jabón, crema, champú y extracto en polvo.

    Magdalena Ramón, dueña de la cadena de tiendas naturistas ‘Natura’, distribuye los productos de este negocio desde sus inicio y lo recomienda. “La sangre de dragon es lo que más se vende en mis locales, su producto es excelente”.

    Para abastecer sus pedidos requieren de varios proveedores, entre ellos la empresa Ingeme, a la que compran unos 40 000 envases al año. Elizabeth Carranza, asistente de gerencia, destaca la puntualidad de Renase para sus obligaciones de pago.

    Medicina natural

    • En las perchas. Cada producto demora un promedio de un año en salir a la venta. En ese tiempo se hacen los exámenes farmacológicos.
    • Los productos. Todos los productos de esta empresa cuentan con registro sanitario. Renase cuenta con una línea de 45 productos de uso medicinal, alimenticio y cosmético.

  • Los diabéticos pueden complacer a su paladar

    Thalíe Ponce / Redacción Guayaquil

    Endulzantes, chocolates, mermeladas de sabores, yogures… todo sin azúcar, es la oferta que crece en el mercado local, para los clientes que sufren de diabetes.

    Hasta hace 10 años en el país era muy difícil conseguir este tipo de productos; en su mayoría eran importados y sus precios eran poco asequibles. Hoy, sin embargo, estos alimentos se producen también localmente, ampliando la oferta.

    Entre las marcas nacionales está la quiteña Dulce Gota, que oferta endulzantes líquidos elaborados con base en sucralosa. Dos gotas de esta fórmula equivalen a una cucharadita de azúcar.

    El producto se distribuye en cadenas como Megamaxi, Supermaxi y Fybeca. “Estimamos que el 50% de los clientes finales son diabéticos y la otra mitad son personas que quieren cuidar su salud”, indica Sebastián Maldonado, su gerente.

    La firma comercializa también mermeladas, helados y pasteles sin azúcar. El helado, por ejemplo, lo vende en el Hospital Metropolitano de Quito, donde se brinda como postre a los pacientes que padecen de esta enfermedad.

    Para Maldonado, estos productos permiten a los diabéticos disfrutar de una experiencia similar a la de consumir alimentos que contienen azúcar. “La sucralosa da un sabor agradable al paladar, a diferencia de los primeros productos de este tipo, que tenían un sabor amargo”, menciona el ejecutivo.

    Así lo confirma Juan Carlos Franco, un joven universitario que fue diagnosticado con diabetes hace unos siete años. Desde entonces, Franco eliminó el azúcar de su alimentación.

    Sin embargo, dice, cuando tiene “antojos” de algo dulce, encuentra productos disponibles en el mercado que le permiten complacer a su paladar. El producto preferido de Franco es el yogur dietético Toni. Este producto es endulzado con Splenda, una marca de endulzante de origen estadounidense.

    Otra opción son los chocolates para diabéticos. En el mercado ya se producen este tipo de alimentos. Tal es el caso de la firma Dulcione, que elabora chocolate de leche endulzado con fructosa.

    Bertha Prudant, fundadora de Dulcione, comenta que la tendencia de productos para diabéticos en el país está creciendo. No obstante, agrega, aún es limitada. Añade que decidió incursionar en la elaboración de estos alimentos, luego de hacer una investigación de mercado. Los resultados indicaron que el 5,5% de la población nacional padece de diabetes. “Y la cifra está en aumento, por lo que este negocio era rentable y necesario”.

    Para Prudant, el valor agregado de sus chocolates es el sabor. “Las personas diabéticas pueden disfrutar de un chocolate con fructosa, con el mismo sabor de aquellos endulzados con azúcar”.

    Debido a la acogida del producto, Dulcione se encuentra trabajando en la producción de una línea de chocolate fino de aroma especial para diabéticos. “Se hará con materias primas importadas”, señala.

    Otra firma que ofrece yogur para diabéticos es Below Zero, a través de dos locales en la vía a Samborondón (Guayas). Su yogur natural es apto para quienes padecen de diabetes, ya que es preparado con el endulzante Nevella, un producto importado de los Estados Unidos.

    Sin embargo, los productos de otros sabores sí contienen azúcar en bajas cantidades. Estos son para el consumo de las personas que cuidan de su figura y nutrición, en general. Así lo explica Stalin Plúa, administrador del local del centro comercial Plaza Lagos.

    Isabel Ávila, de 80 años, sufre de diabetes desde hace más de 30. Ella señala que hoy existen más opciones de alimentos para este tipo de pacientes, que hace una década. Señala que antes existía una sola marca de endulzante en polvo, que era importada desde los Estados Unidos.

    Ávila añade que “antes tenía que encargar productos del extranjero cada vez que un familiar viajaba”. Ahora, dice, hay más marcas de endulzantes y se encuentran fácilmente en los supermercados y farmacias. Agrega que esto la ha ayudado a complacer sus gustos por algo dulce.

    El mercado

    • El comportamiento en el país. En el Ecuador se ofertan endulzantes en dos presentaciones principales: polvo y líquido. Son de marcas nacionales y extranjeras. También hay productos ya terminados como mermeladas, tortas y chocolates.
    • El target. El mercado objetivo son los pacientes que sufren de diabetes y de todas las edades. Debido a su bajo contenido de calorías, los productos para diabéticos, son también consumidos por personas que cuidan de su alimentación.

  • Biocells se dedica a investigar y custodiar células madre

    Sebastián Angulo / Redacción Quito

    Ahora, Tomás Calisto, un niño quiteño de 10 años de edad puede jugar fútbol, montar a caballo y asistir a su escuela. Pero hace tres años, sus médicos no encontraban el camino adecuado para poder salvar su vida. El padecía Linfoma no-Hodgkin, un tipo de cáncer que surge en los linfocitos (una variedad de glóbulo blanco de la sangre).

    Los exámenes, medicamentos y las quimioterapias sin resultados positivos preocupaban a sus padres. Era agosto del 2009 y los tratamientos de células madre eran una novedad en el país.

    Tomás, con la ayuda de las células madre que fueron extraídas del cordón umbilical de su hermano, José Calisto, pudo vencer la mortal enfermedad.

    La célula madre se caracteriza por tener la capacidad de autorrenovarse y producir células de uno o más tejidos maduros y funcionales. Por ello, puede contribuir a la recuperación de enfermedades severas, que todavía son investigadas por científicos a escala mundial.

    Serena Ribadeneira, madre de los niños, comenta que especialistas estadounidenses le recomendaron almacenar las células del cordón umbilical en Biocells, un laboratorio pionero en Ecuador.

    En el país, son contados los centros especializados que ofrecen este tipo de servicios. Por ello, en el 2005, dos jóvenes estudiantes vieron una oportunidad en este segmento de mercado no explorado.

    En ese año, Gabriel López estudiaba Derecho y Esteban Borrero, Biotecnología, en la Universidad San Francisco de Quito. Entre uno de sus proyectos estaba formar su propia empresa.

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    Tras analizar alternativas decidieron adentrarse en el mundo de la biotecnología. En esa época, el país no contaba con un banco privado de preservación de células madre del cordón umbilical.

    Barreno investigó la parte científica del negocio, mientras que López se encargó de la parte comercial, de la legal y del estudio de mercado. Comenzaron a desarrollar su propuesta: verificaron regulaciones legales y estadísticas para analizar las posibilidades de aceptación de un laboratorio de este tipo en el Ecuador.

    Con los resultados de la investigación crearon un plan de negocios e iniciaron la búsqueda de inversionistas. Ese mismo año (2005), Mauricio López, padre de Gabriel, decidió invertir en la empresa. Además, dos socios estadounidenses también decidieron apostar por el banco de células madre.

    Así, en el 2006, nació Biocells en Cumbayá (nororiente de Quito), con una inversión de unos USD 2 millones. Este dinero se destinó para la infraestructura, compra de equipos, que se importaron de EE.UU., y constitución de la compañía.

    Biocells inició sus operaciones con unas 15 personas. Los mentalizadores de la idea no estuvieron presentes cuando arrancó Biocells.

    Borrero se separó definitivamente para realizar sus estudios de posgrado y López viajó a Australia para obtener un MBA. Este último, a su regreso en el 2008, se posicionó como Gerente de la empresa.

    Ahora, Biocells cuenta con 5 000 clientes que preservan sus células en su laboratorio. Y el año pasado la empresa facturó USD 2,5 millones.

    Francisco Paz y Miño, médico genetista, comenta que en el campo de las células madre existen “más dudas que certezas”; pero admite que su aplicación en enfermedades específicas ha tenido buenos resultados.

    Tai Sung-kim, surcoreano, vive en Ecuador desde hace 31 años. Él preserva las células de su hija desde el 2006. Sung-kim cree que es una forma de estar prevenido ante cualquier eventualidad. En esto concuerda María Andrea Corral, quien asegura que se siente “más segura ante cualquier emergencia”.

    La insignia

    ‘Dos años de mucho aprendizaje’

    Ana Lucía Trujillo / Jefa de operaciones

    Ingresé a la empresa en marzo del 2010. Desde que me incorporé al equipo de Biocells he aprendido mucho, la experiencia ha sido enriquecedora.

    Biocells es una empresa que cuenta con gran infraestructura, con equipos de punta y trabajar aquí ha sido un gran aporte a mis conocimientos. Actualmente, estamos en el proceso de Acreditación con la AABB (Asociación Americana de Bancos de Sangre), para garantizar a sus clientes la idoneidad en todos y cada uno de los procesos y subprocesos que encierra la criopreservación de células madre; es así que, Biocells sería el primer banco acreditado por la AABB en el Ecuador y tercero en Sudamérica. Ser parte de todo este proceso ha sido una gran aventura para mí y ha incorporado nuevos conocimientos.
    Toda la teoría que aprendí en la universidad se pone en práctica en Biocells.

  • Un brazalete que ayuda a pacientes y médicos

    Redacción Cuenca

    Meditag es una manilla con un sensor que al pasar por un lector despliega la historia clínica del paciente. Este es el proyecto que presentaron cuatro estudiantes de noveno ciclo de Medicina y uno de Ingeniería Eléctrica de la Universidad de Cuenca.

    Diana Molina, Raquel Zhumi, Andrés Valencia, Tatiana Jara y Patricio Romero fueron los encargados de idear este proyecto para la cátedra de emprendimiento, que dictaba Ivonne Morales, directora de Innfondos de la incubadora empresarial Innpulsar, con sede en Cuenca.

    Para Morales, la creatividad fue el principal activo de estos jóvenes que soñaron con el proyecto y no se detuvieron ante los obstáculos. Un paso clave fue que cuatro estudiantes de Medicina se unieran con un alumno de Ingeniería Eléctrica para fusionar conocimientos en ambas áreas. De esta forma, dice Morales, “redujeron costos porque no contrataron una asesoría tecnológica para la elaboración del brazalete con sensor”.

    Para Jara fue una experiencia emocionante, porque descubrió que sí tiene un lado emprendedor, que solo descubrió hasta que empezó el proyecto. La idea surgió porque pensaron en una herramienta que facilitara su trabajo.

    Valencia agrega que cuando ejerza le gustaría que un paciente llevara la manilla para identificar rápidamente enfermedades que ha padecido, prescripción médica, alergias, entre otros aspectos. “Esta información facilitaría nuestra labor”.

    La iniciativa no solo se basó en las necesidades de los estudiantes, sino que el grupo realizó una suerte de estudio de mercado. En el Hospital Vicente Corral Moscoso preguntaron a 20 médicos del área de Emergencias qué tan útil sería el Meditag. “La respuesta fue favorable para nuestra iniciativa”, indica Molina.

    El grupo trabajó durante seis meses en ingresar información para el desarrollo del software y en el plan de negocios para estructurar el emprendimiento.

    Para el médico Ricardo Moscoso, el Meditag sería una herramienta útil para atender las emergencias y reducir el uso de papel y el tiempo de búsqueda de los archivos médicos. “Sería interesante unificar la historia médica de cada paciente en ese brazalete”.

    En junio pasado, los cinco integrantes del equipo presentaron el trabajo y recibieron críticas positivas. Están haciendo contactos con clínicas y centros médicos interesados en el producto. “No es fácil, pero en eso consiste emprender”, dicen.

    Más sobre Meditag

    • El costo del equipo. El software y el lector bordea USD 2 300 y cada brazalete con el sensor, USD 700. Si aumentan los pedidos disminuye el costo de los equipos.
    • Los usos. Con la información del software se puede ver si el paciente es resistente a un medicamento y cambiarlo en caso de que no funcione. También identifica alergias.

  • ¿QUÉ PUEDE HACER UN EMPLEADO CON MIGRAÑA?

    Thalíe Ponce Redacción Guayaquil/LÍDERES

    Tania A., de 24 años, trabaja en el área de recursos humanos de una empresa de turismo. Ella sufre de migraña desde los 15, lo que ocasionó que en diversas ocasiones tenga que ausentarse del colegio para reposar e, incluso, para recibir asistencia en un hospital.

    La situación se repitió en su vida laboral. Dos veces en un año, durante su horario de trabajo, tuvo que asistir a una clínica para recibir tratamiento médico debido a fuertes cuadros de migraña.

    Para Tania A., lo más difícil no son únicamente los síntomas, sino también la falta de comprensión o conocimiento de quienes la rodean. En su caso, sus superiores han entendido lo que ocurre pero sus compañeros de trabajo creen que es una exageración.

    ¿Qué exactamente es la migraña? Se trata de un síndrome caracterizado por dolores de cabeza periódicos, generalmente acompañados de náuseas, vómitos y diversos trastornos sensoriales. Así lo explica la médico Carolina Ruiz.

    Según el sitio web de la organización estadounidense National Headache Foundation (www.headaches.org), son diversos los factores que pueden desencadenar los ataques de migraña. Entre estos se cuentan la alteración del ciclo del sueño, pasar por alto o demorar comidas, la exposición a luces brillantes, el consumo de ciertos alimentos y el ruido excesivo. Actúan también como agentes desencadenantes el estrés y la depresión.

    Ruiz afirma que anteriormente se descartaba el estrés como un motivo. Hoy, se considera uno de los mayores factores que influyen en la migraña. Es por esto, explica, que las personas que trabajan en exceso suelen sufrirla.

    Tania A. dice que estos síntomas, cuando se presentan en su horario de trabajo, impiden que siga realizando con normalidad sus funciones. Por esto -asegura-, tener un jefe comprensivo le ayuda a llevar una rutina laboral tranquila y normal, a pesar de que ocasionalmente se le presenta la enfermedad.

    Para Rosalinda Villalva, gerenta de la firma Consultoría Gerencial, la comunicación entre jefes y colaboradores es fundamental en esta situación. «Es importante que un empleado sea sincero sobre sus condiciones médicas al momento de ingresar a un nuevo empleo. Esto incluye el sufrir de migrañas».

    Villalva añade que el cuadro debe estar respaldado por un diagnóstico médico profesional. De esa manera, los jefes podrán confiar en su personal y saber que deben ser comprensivos cuando el cuadro de migraña se presente.

    Por otro lado, Villalva dice que el colaborador también debe poner de su parte. Explica que la migraña puede ser controlada -hasta cierto punto- con dietas y ayuda médica.

    Por esto, recomienda que se sigan los consejos de un médico para que la frecuencia de la migraña disminuya. «El colaborador debe ser responsable y seguir su tratamiento. Mientras que el jefe debe respetar el diagnóstico del médico». Añade que debe haber compromiso de ambas partes para que la productividad, al igual que la salud, no se vea afectada.

    Recomendaciones El lugar de trabajo.   Las condiciones laborales para quien sufre de migraña deben ser adecuadas. Esto incluye el ambiente físico como el entorno.

    El diagnóstico médico. Es fundamental para conocer cuáles son los agentes que generan la migraña y disminuirla. También es un soporte para que los jefes conozcan la enfermedad.

    El ejercicio.  Dado que el estrés es un desencadenante, se recomienda que los pacientes practiquen algún deporte, para relajarse .

  • Las cirugías se transmiten por la red a 12 facultades de Medicina

    Ivanna Zauzich / Redacción Cuenca

    Una cirugía que se realiza en el Hospital Vicente Corral Moscoso de Cuenca se transmite, en directo, a 12 facultades de Medicina del país que pertenecen a la Red Nacional de Investigación y Educación del Ecuador (Cedia).

    Esta iniciativa fue desarrollada por el Centro de Investigación, Desarrollo e Innovación (IDI) de la Facultad de Ingeniería, de la Universidad de Cuenca. El equipo lo conforman Villie Morocho, como director de Investigación, Tatiana Muñoz, Yesenia Cabrera y Rosario Achig.

    Morocho relata que el proceso tuvo varias fases. En el 2008, los directivos del Hospital Vicente Corral adquirieron tres cámaras de video (panorámica, con un brazo giratorio y laparoscópica), entre otros equipos para grabar las cirugías.

    “Esa inversión bordeó los USD 400 000 y sin esos equipos no se hubiera podido desarrollar la siguiente fase. Es decir, crear la tecnología para transmitir audio y video a través de la red”, dice el Director de Proyectos del IDI.

    En septiembre del 2011, Morocho y su equipo plantearon el proyecto al Cedia y obtuvieron un financiamiento de USD 30 000 para desarrollar una plataforma de interconexión con la sala de cirugía y la red (una suerte de videochat), un sistema para integrar el audio al sonido y otro para capturar las imágenes.

    Achig indica que las operaciones “pueden transmitirse a escala internacional, solo se requiere que otras universidades se adhieran a la red de Cedia”.

    Al hablar sobre el funcionamiento del sistema, Cabrera explica que es sencillo. El primer paso es que el paciente firme un documento en el que permita que su cirugía sea grabada. Eso sí, “durante la operación no se filma el rostro, ni se revelan sus datos por confidencialidad”. Solo se da información respecto de la condición clínica del paciente.

    El segundo paso, dice Cabrera, es que los estudiantes de las 12 facultades de Medicina de la Cedia abran una cuenta en la página de la institución educativa, en la que ingresan su nombre, correo electrónico y una clave. De esa forma acceden a la operación desde la intranet que integra a estas universidades.

    Para Gerardo Feicán, médico del Hospital Vicente Corral, esta tecnología es positiva porque los estudiantes aprenden de una manera práctica. Esto, sin asistir a la cirugía, que es difícil de planificar por el espacio limitado y la asepsia que hay que manejar en esos lugares.

    En octubre pasado se transmitieron dos cirugías a través de este mecanismo. Uno de los espectadores fue Eduardo Fernández, docente Investigador de la Universidad Regional Autónoma de los Andes (Uniandes), con sede en Ambato.

    Para este catedrático, esa herramienta tecnológica está orientada a mejorar el proceso educativo y formación de los estudiantes de Medicina. “Es increíble ver la operación y preguntar a los médicos, a través del videochat, mientras operan”, dice Fernández.

    Algo similar opina Ángel Tenesaca, coordinador de Investigación del área de posgrados de Cirugía de la Universidad de Cuenca. Él destaca el trabajo del equipo del IDI, que utilizó las Tecnologías de la Información y de la Comunicación para mejorar las clases de Medicina.

  • El trabajo y la cama no se juntan

    Sebastián Angulo / Redacción Quito

    Luego de terminar la cena, Kléver Carrera continúa con su trabajo. Él gerencia su empresa que brinda servicios de telecomunicaciones. Para terminar su tarea, contestar y revisar e-mails, planificar su agenda y mantener conversaciones por Skype con algunos proveedores lo hace desde su laptop. Él no usa un escritorio; todo su trabajo lo hace desde su cama, por “mayor comodidad”.

    Carrera comenta que una de las desventajas de llevar el trabajo a la cama es que tiene dificultades para conciliar el sueño. Esta costumbre, que la mantiene desde hace unos siete años, también le ha producido dolores en la espalda.

    Según la consultora estadounidense Good Technology, la mitad de los mil trabajadores encuestados en California, aseguran que leen y responden mensajes desde sus camas. Mientras que en Inglaterra otro estudio, realizado a 329 trabajadores británicos, asegura que 1 de cada 5 empleados pasa de dos a 10 horas de la semana trabajando desde la cama.

    Esta tendencia ha generado que muchos fabricantes en esos países diseñen y comercialicen con éxito soportes con los que se puede trabajar con un ordenador de forma más cómoda. Por su parte, los fabricantes de camas han preparado modelos de colchón más grande y otros en los que se puede elevar la cabecera para permitir un ajuste más ergonómico.

    Martha Vélez, ergónoma y fisioterapista, explica que esta costumbre se incrementó desde que computadores y dispositivos móviles, como smartphones y tablets se masificaron. “Ahora, debido a que los equipos son más transportables, es una tentación trabajar con estos artefactos desde el colchón”.

    Vélez señala que una de las principales dificultades que provoca este mal hábito es posibles lesiones en la columna lumbar, además exponerse a radiación no ionizante que emana el dispositivo, que afecta a la retina del usuario. Por ello, recomienda apoyar el equipo sobre una mesa auxiliar y utilizar un mouse externo para evitar lesiones en la muñeca.

    Christian Valencia, quien trabaja en una firma productora de alimentos, asegura que durante las noches utiliza su laptop entre cuatro y cinco horas. Por este motivo, dice que no es muy recomendable trabajar desde la cama porque, en su caso, termina durmiendo poco y eso afectaen su productividad laboral.

    Carlos Espinoza, médico ocupacional, asevera que este es una costumbre común entre los trabajadores jóvenes. Pero esta costumbre se “ha agudizado”, debido a que el uso de redes sociales y el flujode e-mails tienen más tráfico en las noches y esto se termina combinando con el trabajo y provocan pernoctar hasta la madrugada frente a las pantallas. Por esta razón, el especialista recomienda realizar ejercicios de estiramiento, sobre todo de las muñecas y las columnas, que suelen ser las áreas con mayor afectación.

    Las recomendaciones

    Mesa de apoyo.  Si se trabaja en la cama se debe usar una mesa de apoyo, para minimizar las afectaciones. A más de brindar una mejor postura evita que el equipo se recaliente.

    Horas de uso.  En caso de no poder evitarlo, en las noches se debe trabajar máximo unas dos horas, para evitar malas posturas e irritación de los ojos, según los especialistas.

  • Más inversión en salud ocupacional

    Redacción Guayaquil

    El cuidado de la salud es esencial para Veris. Se trata de una empresa que renovó su imagen a inicios de este mes, pero que lleva 15 años en el mercado ecuatoriano. Antes se denominaba Punto Médico Familiar, pero desde el 1 de abril cambió su logo y su nombre.

    Veris presta asistencia médica y farmacéutica al público en general, pero en los últimos cinco años la firma se ha centrado en un nuevo nicho. Se trata de la prestación de servicios y asesoría médica a las empresas. Las organizaciones -según el artículo 7 del reglamento del Código de Trabajo, que se refiere al Funcionamiento de los Servicios Médicos de las Empresas- deben tener instalaciones de servicio médico.

    A partir del 2008, esta firma se concentró en la prestación de atención médica empresarial, y en ese año, recuerda Jorge Andrés Wills, gerente General, cuatro empresas se interesaron en los servicios de Veris. Actualmente, la empresa tiene 100 dispensarios médicos en compañías dedicadas a la actividad petrolera, minera, de servicios, comercial, de telecomunicaciones, entre otras.

    Las necesidades de las compañías se evalúan de acuerdo con la actividad y los riesgos. Los profesionales que laboran en esos dispensarios también tienen la responsabilidad de realizar campañas de salud para prevenir enfermedades, evitar riesgos en el trabajo, desparasitación y actividades para minimizar el estrés.

    Los chequeos ocupacionales para los trabajadores de las empresas también son exigidos por el Código del Trabajo. Entre los más comunes están los del colesterol, sangre y oftalmología. Estos servicios comúnmente son solicitados por las empresas que tienen en su nómina, menos de 100 colaboradores, aunque existen otras que adquieren coberturas de salud.

    Veris presta servicios en 24 especialidades además de imágenes de diagnóstico y terapia física. En el 2012 realizó 380 000 consultas médicas en sus 10 centros de atención en las ciudades de Quito, Guayaquil y Cuenca. Varios de estos centros están ubicados en los centros comerciales de mayor concurrencia.

    Para Wills, esta es una nueva tendencia en el país. La inversión de esta compañía es de USD 5 millones para este año, pero también prevé invertir 15 millones en la construcción de una clínica, en la ciudadela Kennedy (norte de Guayaquil).

    Las citas médicas se las realiza mediante un call center. Edith de Sánchez usa los servicios de esta empresa hace una década. «Me hago atender aquí, porque es económico y la atención es inmediata. Encuentro desde el examen que tengo que hacerme hasta la pastilla que debo tomar», indicó.

    Mirna Loor llegó la semana pasada a una de las agencias de Veris en Guayaquil (Mall del Sol) en busca de un tratamiento para la gastritis. «Es la segunda vez que voy a usar el servicio». Afirma que le atrae el servicio inmediato y el prospecto de no tener que hacer largas filas.

    Alrededor de 250 médicos atienden en los centros de asistencia médica. En el 2012 se realizó en esos sitios unos 800 000 exámenes de laboratorio y 150 000 imágenes diagnóstica.

    Para el 2013, la firma se planteó como objetivo la creación de dispensarios médicos en más de 500 empresas, y en dos años espera abrir centros de atención en tres ciudades más.

    Para Jorge Andrés Wills, el objetivo de Veris es convertirse en un referente de la salud general y empresarial.

  • Personajes dan ‘ideas llenas de salud’

    redacción Guayaquil

    Una campaña que muestra personajes de una familia, una enfermera, un dependiente y un motociclista dan a conocer cómo usar los servicios de la cadena de farmacias Pharmacy’s. La estrategia de publicidad muestra a estos 10 personajes creados en 3D, en diferentes situaciones cotidianas.

    La Agencia La Facultad fue la encargada de crear estas animaciones. Henry Hill, director creativo general de la agencia, cuenta que para la creación de los personajes se desarrollaron borradores con base en formas geométricas. «Todo empieza desde el lápiz y el papel; luego, una vez aprobadas las formas y el estilo, se diseña una malla 3D que replica las formas. Después se le ponen huesos virtuales para que los movimientos sean humanos y naturales; luego trabajamos en la ropa, la personalidad y el estilo que cada uno debe proyectar», cuenta Hill.

    La campaña busca cambiar la forma de comunicar los servicios de la firma. «Queremos acercarnos al día a día de la familia ecuatoriana», señala Christian Coll Baquerizo, gerente de Farmacias del Grupo Difare.

    La producción tomó aproximadamente dos meses. Y trabajaron cinco personas en el proceso de la producción y animación de los personajes.

    A esta estrategia se suma el nuevo eslogan de la firma: Ideas llenas de salud. «El objetivo del cambio es facilitar la vida de nuestros clientes, con servicios innovadores», explica Coll.

    Estos servicios son las recetas móviles, que a través de una aplicación para smartphones, permiten tomar una foto a la receta para que sea enviada al domicilio, a los Puntos de Salud, o a las estaciones de enfermería y control. Incluso, se puede solicitar una enfermera a domicilio por medio de la aplicación. La campaña se la realiza en medios digitales, medios impresos y los puntos de ventas desde el pasado 30 de julio. Y cuenta con un video promocional en el que se puede conocer la personalidad y estilo de los personajes de la campaña. Estos irán evolucionando y realizando distintas actividades que la marca irá promocionando. Además, interactuarán con los clientes.

    La inversión para la creación de los 10 personajes y poses iniciales de cada uno de ellos fue de alrededor de USD 20 000. Las proyecciones de ventas de la firma esperar tener un crecimiento del 15% para este año frente al 2012.

    Datos
    Personajes. La Abuela Scooter, Abuelo Limbo, Bebé, Chica, Chico, Dependiente, Mamá, Papá, Enfermera y Don Turbo.

    La producción.  Cerca de dos meses tomó la producción de los personajes.

    LA CIFRA:
    15% es la meta de crecimiento en ventas.

  • El pan árabe es parte de la dieta nacional

    Alberto Araujo Redacción Quito / LÍDERES

    El pan de Oriente Medio o pan árabe ingresó con fuerza hace más de un década al país con la popularización del shawarma, un tipo de sánduche de pollo de bajo costo comercializado en puestos de comida rápida frecuentado por jóvenes.

    Sin embargo, actualmente se puede encontrar este tipo de pan en supermercados, restaurantes y delicatesen a precios muy similares al pan tradicional.

    Dos tipos de presentaciones de pan árabe son las más comunes en el mercado ecuatoriano, cuenta Eliana Hadweh, gerenta del restaurante y delicatesen Santorini. La primera es el pan pita, una tortilla redonda de harina de trigo de entre 10 y 12 centímetros de diámetro que, al ser horneada, se ‘infla’ y en su interior se forma un espacio vacío donde se puede incluir ensalada de lechuga y tomate, pollo, salsa de ajo, hummus (pasta de garbanzos) o falafel (bolitas o croquetas de habas o garbanzos).

    Una segunda presentación es el shrak o tortilla para shawarma. Mide aproximadamente unos 20 cm de diámetro, pero es más fina que el pan pita.

    Hadweh considera que el pan árabe es más saludable que el pan tradicional, debido a que no contiene grasa y utiliza mucha menos levadura. Por ello, asegura, es recomendado por médicos y nutricionistas para dietas.

    Adicionalmente, advierte que su precio es similar al del pan tradicional. En el delicatesen Santorini, un paquete de pan pita de cuatro unidades cuesta USD 1,25. Es decir, cada unidad resulta en algo más de 0,30. Este tipo de pan se comercializa en Quito desde hace 3 años.

    LÍDERES recorrió tres supermercados en Quito e identificó que las marcas Moderna, Bakery Corp y Pastelo comercializan este tipo de pan en paquetes de entre 400 y 500 gramos. Es decir, que contienen de 8 a 10 unidades. Su costo varía entre USD 2 y 3 por paquete.

    El gerente de Pastelo, Víctor Garzozi, indica que comenzó a comercializar este pan en Guayaquil en 1994, de manera artesanal. Se trata de una herencia tradicional de sus antepasados libaneses.

    En principio tenía alrededor de 70 clientes particulares, pero con el pasar del tiempo el negocio fue creciendo y decidió producir este tipo de pan de manera industrial. Actualmente, distribuye pan pita natural e industrial a los autoservicios Supermaxi, Santa María y Mi Comisariato, en todo el país.

    Garzozi, además señaló que se comercializa pan pita en forma de chips o snacks en distintos sabores, que también «son más saludables que las botanas tradicionales», porque estos no se fríen sino que se hornean, tienen menos calorías y no tienen grasa.

    Por ello, añadió, han sido autorizados por los ministerios de Salud y Educación para su distribución en escuelas y colegios en el país. El costo de una funda de chips varía entre USD 0,85 y 0,95 en presentaciones de 45 y 150 gramos.

    La preparación

    El pan árabe o pan pita. Tiene como ingredientes harina de trigo o harina integral, agua, sal y azúcar.

    El proceso. Luego de prepararse la masa con los ingredientes se deja reposar y se pasa por unos bolillos especiales, que le dan la forma redonda.

    La cocción. Se utilizan hornos con temperaturas a más de 600 grados.