Etiqueta: universidad

  • MIT anuncia universidad de inteligencia artificial por USD 1 000 millones

    Agencia EFE

    El Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) anunció que creará una universidad de inteligencia artificial (IA) , con una inversión inicial de USD 1 000 millones, centrada en el uso “responsable y ético” de la tecnología.

    El prestigioso centro informó que sumará 50 nuevos miembros a su staff para crear un espacio interdisciplinario de informática, IA, ciencia de datos y otros campos relacionados.

    Gran parte de los fondos provendrán de una donación de Stephen Schwarzman, presidente y cofundador del gigante financiero Blackstone, por lo que la universidad será denominada con su nombre.

    “A medida que la informática reconfigura nuestro mundo, el MIT tiene la intención de asegurar que sea por el bien de todos”, dijo el presidente del MIT, Rafael Reif.

    El proyecto representa la mayor inversión individual en computación e IA de una institución académica estadounidense, según un comunicado del MIT.

    La iniciativa surge en medio de crecientes preocupaciones sobre los impactos de la IA en las instituciones globales, y el temor de que China esté superando a Estados Unidos en este campo.

    “No existe oportunidad o desafío más importante para nuestra nación que aprovechar de manera responsable el poder de la IA para que podamos seguir siendo competitivos a nivel mundial y lograr avances que mejoren a toda nuestra sociedad”, dijo Schwarzman.

    “Nos enfrentamos a preguntas fundamentales sobre cómo garantizar que los avances tecnológicos beneficien a todos, especialmente a los más vulnerables a los cambios radicales que la IA traerá a la naturaleza de la fuerza de trabajo”, agregó.

    Se prevé que la nueva universidad abra en septiembre de 2019, con un nuevo edificio a completarse para 2022.

    El campus del Instituto de Tecnología de Massachusetts en Cambridge, Massachusetts.Foto: Archivo / AFP
    El campus del Instituto de Tecnología de Massachusetts en Cambridge, Massachusetts.Foto: Archivo / AFP
  • Aulas con emprendimientos sociales

    Mónica Mendoza 
    Macroeditora (I)

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    La Universidad Técnica Estatal de Quevedo (UTEQ) tiene 25 proyectos de emprendimiento destacados este año. El principal puntal es la vinculación con la comunidad y la gestión empresarial.

    El máster Édgar Pastrano, director de Vinculación, señala que los proyectos llegan a grupos vulnerables de la población de Quevedo y las zonas de influencia de Ventanas, Mocache, Quinzaloma y otros cantones fluminenses.

    Con estos proyectos se ha logrado un acercamiento fundamental con la comunidad y ha permitido convenios con gobiernos locales y provinciales y con organizaciones y empresas, explica.

    Uno de esos proyectos es el Rescate del recurso zoogenético, de gallinas criollas. Esto se hace a través de la incubación artificial para mejorar el rendimiento productivo de las aves.

    Uno de los ejes es trabajar en el rescate de los saberes ancestrales en las zonas rurales en Quevedo y Mochache. Piedad Yépez, coordinadora del proyecto de Vinculación, señala que se han firmado convenios con 38 organizaciones campesinas y grupos de economía solidaria de la provincia.

    Ronny Gaibor, estudiante de Ingeniería Zootecnia (22 años), cuenta que el proyecto consiste en recuperar la producción ancestral de los campesinos, que muchas veces se ha perdido por la migración a las urbes o la modernidad. Los estudiantes capacitan a las comunidades con las técnicas para que mantengan la producción de huevos y gallinas criollas.

    Por ejemplo, para incubar 100 huevos se necesita 10 gallinas durante 21 días. Esa labor se puede hacer en incubadoras artificiales durante el mismo tiempo y se puede alcanzar producciones más altas. Una vez que las gallinas ponen los huevos, éstos son colocados en los aparatos. Además, se evita la pérdida de huevos porque las gallinas abandonan los nidos.

    El proyecto de Luis Racines, Chocolates Sweets Of Love, comenzó en junio del 2016, a raíz del terremoto en Manabí. Elisa Sánchez lleva adelante Chocochiqui, que es un proyecto de emprendimiento de Ingeniería en Alimentos. Fotos: Mario Faustos / LÍDERES
    El proyecto de Luis Racines, Chocolates Sweets Of Love, comenzó en junio del 2016, a raíz del terremoto en Manabí. Elisa Sánchez lleva adelante Chocochiqui, que es un proyecto de emprendimiento de Ingeniería en Alimentos. Fotos: Mario Faustos / LÍDERES

    El proyecto incluye capacitarlos en la fabricación de incubadoras artesanales con el uso de materiales de la zona. Se les enseñan las técnicas para que guarden el calor para incubar los huevos y evitar la humedad que los daña.

    Según Yépez, en cada semestre se vinculan 25 estudiantes en el proyecto con la comunidad.

    En tanto, Chocochiqui es un proyecto de emprendimiento de Ingeniería en Alimentos. Elisa Sánchez (39), es estudiante la carrera, comenzó la práctica desde las aulas de la universidad. Pero ya tenía el interés en este producto desde hace cinco años cuando estuvo en un curso en Quito.

    En días festivos elabora más de 200 chocolates de diferentes modelos para San Valentín, Navidad y Día de la Madre. El 19 de julio participó en una feria organizada por el Ministerio de Inclusión Económica y Social en Quevedo.

    En esa misma línea de productos derivados del cacao está Luis Racines (33 años), estudiante de la Unidad de Estudios a Distancia. Su proyecto Chocolates Sweets Of Love comenzó en junio del 2016, a raíz del terremoto en Manabí. Cuenta que se iba a retirar de la carrera, pero comenzó a producir como un agradecimiento a sus compañeros que lo apoyaron para que continuara con sus estudios. Antes lo había hecho como diversión y fue en la universidad donde descubrió su talento para este tipo de producción.

    Al inicio ofertaba en pocas cantidades y arrancó con un capital de USD 20. Producía 15 kilos y ahora 150 kilos hasta que se convirtió en un emprendimiento de chocolatería artesanal.

    “Las autoridades han dado seguimiento al proyecto para demostrar que el emprendimiento es viable desde el preuniversitario, ya que hay estudiantes que han sacado sus propuestas a partir del quinto o sexto semestre”, dice. Los planes a mediano plazo es lograr que la marca se exporte.

    Joshua Rosales  tiene 22 años y es un estudiante egresado de la carrera de Ingeniería Telemática.
    Joshua Rosales tiene 22 años y es un estudiante egresado de la carrera de Ingeniería Telemática.

    Racines ha participado en una rueda de negocios en la hacienda La Clementina (Los Ríos) en el 2016 y representó a la UTEQ en el Salón del Chocolate en Quito, en junio pasado. Ahí ganó el tercer lugar en la categoría Taza de Chocolate. “Fue mi primera vez para probar suerte y significó un orgullo para la universidad”.

    Racines está empeñado en reestructurar la empresa y hacer el lanzamiento de la marca en agosto en las ferias de emprendimiento de la universidad. Hasta ahora hay siete presentaciones y en la exposición duplicará los productos.

    Joshua Rosales (22 años) es un estudiante egresado de la carrera de Ingeniería Telemática, que está orgulloso del proyecto que hizo con tres compañeros hace un año.

    Él desarrolló un emprendimiento de soluciones electrónicas y de telecomunicaciones. Es un prototipo de programación llamado FPGA que permite programar y controlar sensores. Y así se pueden fabricar sistemas automatizados para la vida cotidiana.

    Los estudiantes de la carrera también automatizaron el sistema para riego del jardín para la universidad. En este proyecto utilizaron sensores, pero un dispositivo más pequeño que se llama microcontrolador que actúa como el cerebro. En el jardín se ubicaron sensores de humedad y temperatura que envían la información al sistema para que se active el riego automáticamente, explica Rosales.

    El alumno Ronny Gaibor y Piedad Yépez, coordinadora del proyecto de Vinculación de Rescate del recurso zoogenético, de gallinas criollas. Foto: Fotos: Mario Faustos / LÍDERES
    El alumno Ronny Gaibor y Piedad Yépez, coordinadora del proyecto de Vinculación de Rescate del recurso zoogenético, de gallinas criollas. Foto: Fotos: Mario Faustos / LÍDERES
  • Ellos emprenden sin mirar la edad

    REDACCIÓN QUITO (I)
    redaccion@revistalideres.ec

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    Teresa Quevedo llegó acompañada de su hija, su nuera y dos nietas. Estaba emocionada y sonriente, al punto que posó en varias ocasiones para las fotografías que registraban un momento muy particular en su vida. Esta madre y abuela acababa de empezar una nueva etapa: ahora también es una emprendedora.

    Junto con un grupo de seis personas, todas con más de 60 años, pensaron en un champú para personas como ella que deben cuidar sus canas, aunque también hay algunas que prefieren ocultarlas. Quevedo asistió durante más de un mes al curso de emprendimiento que dictó la Universidad Andina Simón Bolívar (UASB) a un grupo de 30 abuelitos que forman parte del programa 60 y Piquito, que impulsa el patronato San José del Municipio de Quito.

    Canas al aire. Ese es el nombre del producto que lo pensó y concretó con sus compañeros. “Aprendimos mucho, desde la planificación de un emprendimiento, hasta cómo poner el precio al champú”, cuenta con emoción.

    El pasado 10 de julio fue la ceremonia de investidura de estos emprendedores. Todos estaban contentos, así que no dudaron en lanzar sus birretes al aire, al final de la ceremonia. Los flashes de las cámaras de fotos iluminaban sus rostros sonrientes. Los familiares de los graduados no escondían su emoción y los abrazos y los gestos de afecto se repetían en el salón.

    A pocos metros de la sala, los emprendedores ya exhibían sus productos. Allí se podía encontrar perfumes, bisutería, galletas, tamales, adornos para el hogar y una larga oferta de artículos pensados y elaborados por personas que no siempre tienen estas nuevas oportunidades de ser útiles y sentirse productivas.

    Los abuelitos enseñaron sus proyectos de emprendimiento. La oferta de alimentos fue una de las que mayor acogida tuvo en la feria. Foto: Vicente Costales
    Los abuelitos enseñaron sus proyectos de emprendimiento. La oferta de alimentos fue una de las que mayor acogida tuvo en la feria. Foto: Vicente Costales


    Rosa María Ortiz
    , de cabello corto y lentes, fue profesora de lectura de niños de 5 y 6 años durante 40 años. Se jubiló hace tres y empezó a sentirse mal. Sentía que debía hacer algo y se decidió por elaborar pesebres con material reciclado. La espuma flex que sirve para empacar televisores o electrodomésticos se convirtió en la materia prima con la que esta mujer emprende.

    Ortiz cuenta con una socia que elabora las figuras que complementan el pesebre. Las dos fueron parte de esta cuarta promoción de emprendedores de la tercera edad. En la muestra de sus productos, Ortiz explicaba con esmero cada detalle de los nacimientos.

    La idea de conectar abuelitos con el emprendimiento siempre estuvo latente en la UASB. El tema se concretó tras una reunión con el Patronato San José. Es un proyecto que logró activar el voluntariado, explica Wilson Araque, vicerrector de la universidad y director del Observatorio de la Pyme de la misma entidad. “Todos los profesores que apoyamos este programa ayudamos sin esperar nada a cambio”.

    Desde mayo del año pasado, en las cuatro ediciones del programa se han ‘graduado’ cerca de 150 personas. Estos cursos, asegura Araque y se confirma al mirar la exhibición, también permiten elevar la autoestima de los abuelitos. “Todos los participantes tienen experiencia en distintas materias”. Las clases se dieron en la mañana, a partir de las 09:00. Allí se enseñó sobre emprendimiento, temas tributarios, trámites, ventas, entre otros puntos propios de los negocios. Quevedo, Ortiz y los demás participantes del programa reconocen estar satisfechos con lo aprendido y con lo hecho.

    Ahora trabajan puliendo detalles. Por ejemplo, Carmen Benavides, quien presentó una línea de perfumes alista las etiquetas para los envases. Ella aprovecha para entregar tarjetas con su número telefónico a la espera de clientes. El esfuerzo deja claro que las ganas de emprender no tiene edad.

    Planes

    La Universidad Andina Simón Bolívar planea un programa para que estos emprendedores se conviertan en una suerte de asesores de pequeñas empresas en un futuro cercano. “Será un espacio para aprovechar la experiencia y conversar sobre ideas”, dice Wilson Araque, vicerrector del centro de estudios.

    Un nuevo ciclo  de capacitaciones para adultos mayores está previsto en septiembre próximo. El Patronato San José aspira graduar tres nuevos grupos el próximo año.

    En la feria que  se cumplió en el salón Espejo participaron autoridades de la universidad. Ellos compartieron sonrisas, abrazos y fotografías con los emprendedores, la mayoría con pelo cano.

    La cuarta edición  del programa de emprendimiento duró alrededor de un mes.

    Los participantes del programa tuvieron una ceremonia de graduación bastante emotiva ,en uno de los salones de la Universidad Andina. Foto: Vicente Costales / LÍDERES
    Los participantes del programa tuvieron una ceremonia de graduación bastante emotiva ,en uno de los salones de la Universidad Andina. Foto: Vicente Costales / LÍDERES
  • Cuatro proyectos se desarrollan en Cuenca

    Giovany Astudillo

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    Los proyectos Oppia, Safer, Avatar y Dentalav están en la fase de desarrollo en la Universidad Politécnica Salesiana (UPS). Son iniciativas impulsadas por los grupos de investigación en Telecomunicaciones y Telemática y Cloud Computing, Smart Cities & High Performance Computing.

    Son programas de larga duración y están en la fase de implementación. Empezaron hace un año y medio y se tiene previsto que duren dos años y medio más. Según el asistente de investigación, Paúl Vintimilla, durante este tiempo ya se han realizado pruebas, publicaciones y desarrollo.

    Oppia consiste en una plataforma de aprendizaje. Su objetivo es crear redes esporádicas para alcanzar conocimientos. Vintimilla explica que no existe la necesidad de que un usuario conozca a otro para que pueda vincularse, lo importante es que tengan gustos y necesidades en común como falencias en matemáticas, por citar un ejemplo.

    En ese caso se les recomienda que formen una red para que puedan trabajar y brindarse soporte. Esta plataforma exige que los usuarios llenen diferentes campos para obtener perfiles. Vintimilla dice que son redes esporádicas porque nacen y mueren en función de una necesidad de aprendizaje puntual. “Cuando salen, esta comunidad se destruye y no queda rastro de los contactos”.

    El segundo proyecto es Dentalav y es ejecutado en conjunto con la carrera de Odontología de la Universidad de Cuenca. Está enfocado en el área de postgrados de esa especialización médica.

    Vintimilla dice que surgió por la falencia que, a veces, tienen estudiantes o profesionales para el trabajo en equipo multidisciplinario. “Es una plataforma que crea vínculos que imitan el comportamiento de cuando alguien visita a un médico general y este luego le deriva a un especialista”.

    Los docentes asignan mediante Dentalav casos clínicos a los alumnos de postgrado que tienen una especialidad en ortodoncia, endodoncia, periodoncia o rehabilitación oral y ellos deben resolverlos en función de toda la información. Y la solución se logra con el apoyo del trabajo en equipo. Está desarrollado en una página web y, posteriormente, estará en un aplicativo, que será la fase final.

    La tercera iniciativa es Safer, que es una plataforma para el cuidado de las personas de la tercera edad y se ejecuta con la colaboración de American College, que tiene una especialización en gerontología.

    Según Vintimilla, la intención es que este segmento de la población no vaya quedando asilado. “Pasan sus días encerrados y no tienen la misma actividad como antes”.

    Con esta iniciativa se busca crear redes de usuarios de la tercera edad puedan conectarse y a través de esta opción puedan acceder a información como actividades turísticas y artísticas, recorrido en museos. Las recomendaciones se proporcionan en función de los gustos y preferencias de estas personas y la idea es que asistan en grupo.

    Paúl Vintimilla, Dennis Landy y Carlos Landy forman parte de los equipos de investigación de la universidad. Foto: Xavier Caivinagua / LIDERES
    Paúl Vintimilla, Dennis Landy y Carlos Landy forman parte de los equipos de investigación de la universidad. Foto: Xavier Caivinagua / LIDERES
  • Este equipo apuesta por los juguetes electrónicos

    Pedro Maldonado

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    El desarrollo de juguetes electrónicos en el país es el principal fin que tienen tres estudiantes de Ingeniería en Sistemas, con el apoyo de un catedrático de la Universidad Católica del Ecuador.

    Como parte de su proyecto de fin de curso, durante el semestre pasado, armaron en un mes un prototipo de vehículo robótico que se mueve gracias a los comandos que le llegan a través del manejo de una aplicación.

    Francisco Rodríguez, catedrático de la escuela de Ingeniería en Sistemas, comenta que en la programación y el desarrollo del vehículo se observa el interés de sus estudiantes de innovar en materia de tecnología.

    La primera idea que tuvieron fue la creación de un automotor, con cámara, que pudiera ingresar a lugares de difícil acceso como tuberías, construcciones, zonas de desastre, etc. Pero también vieron la posibilidad de usar la unidad como un juguete.

    Andrés Vásquez, Cristofer López y David Estrella son los jóvenes responsables del proyecto. “En el país no hay fabricación de este tipo de productos. Queríamos hacer algo nuestro, algo que hubiéramos querido tener en nuestra infancia”, dicen.

    Lo que primero armaron fue el vehículo; para su funcionamiento aplicaron hardware y software libre. A través de la aplicación Inventor, desarrollada por el Massachusetts Technology Institute (MIT) mueven el auto, prenden las luces o pitan.

    Para evitar el uso de cables utilizan tecnología bluetooth. Los usuarios pueden mover el vehículo, usando la ‘app’, desde cualquier dispositivo electrónico.

    Si se instala una cámara, sea del celular o independiente, se puede ver de manera remota por dónde se moviliza la unidad en la superficie en la que se encuentre. Esto lo convierte en una buena alternativa si desea controlar su casa o a los niños. Se lo puede hacer desde cualquier dispositivo.

    A los estudiantes les costó, aproximadamente, USD 80 todo el proyecto. Pero ahora ellos se encuentran buscando alternativas para reducir el monto hasta lograr un gasto de USD 30.
    El prototipo participará en la próxima convocatoria del Banco de Ideas. Además, a través del departamento de patentes de la Universidad se busca registrarlo y evitar que plagien la idea.

    Rodríguez indica que cada semestre participan unos 40 estudiantes en el desarrollo de equipos. Anteriormente se han generado innovaciones como sensores de gas para cocinas, domótica para casas inteligentes, alcoholímetros, entre otros.

    “Nos interesa desarrollar otros juguetes como drones y potenciar la tecnología”, explica Cristofer López. Entre los planes que tienen a futuro está desarrollar un emprendimiento y poder comercializar sus innovaciones.

    La universidad, añade el profesor, impulsa a los estudiantes a que generen empresas y creen oportunidades de trabajo.

    Datos

    Meta. El objetivo que tiene el catedrático es crear nuevos proyectos que aporten para el desarrollo de la sociedad ecuatoriana. Entre los proyectos que han desarrollado está el de implementación de soluciones domóticas o de tecnología inteligente, para mejorar la calidad de vida de las personas.

    Procesos. Todas las innovaciones se realizan con mano de obra ecuatoriana y con la intención de conseguir la propagación de estos proyectos a bajo costo. Los alumnos realizan en sus investigaciones un estudio para analizar si productos similares en el país. Si constatan las necesidades existentes proceden al desarrollo de la tecnología.

    Andrés Vásquez, Cristofer López y David Estrella junto al catedrático Francisco Rodríguez, en la PUCE. Foto: Julio Estrella / LÍDERES
    Andrés Vásquez, Cristofer López y David Estrella junto al catedrático Francisco Rodríguez, en la PUCE. Foto: Julio Estrella / LÍDERES
  • El chocho dio pasó a una investigación en las aulas universitarias

    Pedro Maldonado

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    En los laboratorios de la Universidad Tecnológica Equinoccial (UTE) el chocho se convirtió en el centro de una investigación. Un grupo de investigadores planteó una hipótesis: el consumo de chocho disminuye los niveles de azúcar en casos de diabetes tipo II.

    La investigación se cumplió en el Centro de Investigación Biomédica de la UTE se establecieron demostrar a nivel celular y molecular. Y luego de tres meses de trabajo en los laboratorios de la Universidad de Illinois en EE.UU., la respuesta es positiva.

    “Teníamos evidencia que demuestra que consumir chochos disminuye el azúcar en la sangre en pacientes con diabetes o prediabetes. Lo que no sabíamos era el mecanismo de acción y ese fue el objetivo de esta fase del estudio”, explica Manuel Baldeón, Director de Cenbio.

    Según un comunicado del centro de estudios, desde agosto a octubre de 2017, Érika Muñoz, investigadora del Centro, trabajó junto a Elvira de Mejía, una reconocida especialista en Ciencias de la Alimentación y Nutrición de la Universidad de Illinois, para analizar a esta leguminosa.

    La harina de chocho fue uno de los insumos utilizados en la investigación. La idea era determinar si el consumo frenaba la producción de glucosa.

    A través de una aproximación sistemática se evaluó a los fármacos que actualmente tratan la enfermedad y se enfocaron en los tres mecanismos de acción: inhibición de encimas para la disminución de glucosa, aumento de sensibilidad del transportador de insulina a nivel celular, e inhibición de gluconeogénesis (producción de glucosa).

    Los resultados fueron publicados en la revista ‘Journal of Functional Foods’ en abril de 2018. Como señala Baldeón, la investigación da luz sobre el tratamiento a pacientes con la enfermedad ya que, incluir este tipo de alimentos en su dieta más los medicamentos puede mejorar el estilo de vida y en el caso de personas sin la enfermedad, “sin duda, el consumo regular reducirá el riesgo”.

    En base a estudios internacionales, y basado en un revisión global a diciembre de 2018, se recomienda un consumo de 100 gramos (un puñado) de leguminosas (chochos, habas, fréjol) por día al menos tres veces a la semana para tener un efecto positivo.

    El Centro de Investigación Biomédica de la Universidad Tecnológica Equinoccial trabajó con la universidad de Illinois. Foto: Cortesía UTE
    El Centro de Investigación Biomédica de la Universidad Tecnológica Equinoccial trabajó con la universidad de Illinois. Foto: Cortesía UTE
  • Este juego de economía es para universitarios

    Flavio Novillo

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    Una clase de economía pasa de un ambiente teórico a un juego de mesa, para que universitarios pongan en práctica sus conocimientos. Así se puede describir a la iniciativa de Francis Salazar Pico. Este catedrático diseñó el juego para conectar con sus alumnos.

    Salazar es docente del Departamento de Ciencias Económicas, Administrativas y de Comercio, CEAC, de la Universidad de las Fuerzas Armadas, Espe. Él comenta que es importante convertir los conceptos de clase en formas dinámica de aprendizaje.

    “La idea es no hacer aburrido los temas de estrategia” asegura Salazar. Esto lo motivó en el 2007a crear el primer juego llamado Strategy. Consiste en una simulación del proceso de creación de un emprendimiento.

    El jugador tiene que utilizar varios recursos para ‘crear’ una empresa. El reto implica solicitar un préstamo, adquirir un local, definir el mercado, etc. El juego comenzó pensado en tres profesionales: ingeniero comercial, ingeniero de marketing y auditor.

    Para Salazar lo importante es que el estudiante tenga una idea de la vida empresarial. Al final del juego se hacen las cuentas para determinar un ganador analizando activos y pasivos.
    Nahat Ruiz estudió planificación estratégica con Salazar y recuerda con gusto que en lugar de memorizar pudo aprender la materia con esta dinámica.

    El segundo juego fue Futgoal, desarrollado entre 2010 y 2012. Es un tablero magnetizado que se asimila a una cancha de fútbol. El juego lo desarrolló junto a sus alumnos en una clase de organización y sistemas.

    En el tablero el jugador se desplaza según el número de un dado: en pares se mueve en horizontal y vertical mientras que en impares se mueve en equis.El docente afirma que el juego desarrolla los aspectos de táctica y estrategia del estudiante.

    A finales del semestre pasado el profesor finalizó su tercer juego de mesa, llamado Knowledge. A Salazar le tomó un poco más de 10 años perfeccionar la idea. El juego tiene como eje la estrategia de negocios y se basa en preguntas de administración, economía y emprendimiento.

    Con Knowledge se realiza un recorrido de casillas en forma de ocho con preguntas que suben de dificultad a medida que se avanza. Existen preguntas de opción múltiple como ¿Quién es el promotor de la división del trabajo?.

    Juan Armas estudió con Salazar la materia de administración en primer semestre de la carrera de mercadotecnia. Jugó Knowledge y comenta que con las preguntas se dio cuenta en qué partes de la teoría estaba fallando. Armas afirma que este juego le sirvió para reforzar sus conocimientos.

    Los tres prototipos de juegos se encuentran finalizados. Salazar explica que tiene el objetivo de que se masifiquen estos productos didácticos en otras universidades del país.

    Knowledge puede adaptar el banco de preguntas según la carrera, materia y semestre. Incluso, Salazar afirma que podría ser adaptado para otros niveles educativos como secundaria. El servicio incluye un asesoramiento para que el profesor pueda adaptar el juego a su materia.

    Francis Salazar muestra su juego Knowledge acompañado de estudiantes de diversos semestres de la Espe. Foto: Alfredo Lagla / LÍDERES
    Francis Salazar muestra su juego Knowledge acompañado de estudiantes de diversos semestres de la Espe. Foto: Alfredo Lagla / LÍDERES
  • En Azogues se impulsan 26 proyectos pensados en la necesidad local

    Manuel Quizhpe (I) Redaccion@revistalideres.ec

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    Los universitarios buscan soluciones a las necesidades de los habitantes de Cañar. Con esa perspectiva, durante el último año se impulsaron 26 proyectos de emprendimiento en la Universidad Católica de Cuenca, extensión Azogues.

    Uno de los proyectos en ejecución, desde hace seis meses, es ServiExpress. La iniciativa surgió de los alumnos del quinto año de la escuela de Administración de Empresas. Se trata de una plataforma on line, que oferta diferentes servicios a la ciudadanía.

    Esta consiste en el pago de agua potable, teléfono y energía eléctrica y depósitos bancarios. Además, servicio de alimentación, cuidado de niños a domicilio, apoyo académico a alumnos.

    Para su ejecución se concretaron alianzas estratégicas. Según Jorge Vélez, líder del grupo, a través de la plataforma on line (oneserviexpress.wixsite.com/xser) los potenciales clientes pueden interactuar y solicitar los servicios. Este emprendimiento fue impulsado por 20 alumnos, de los cuales seis integrantes son los más activos. Ellos usan sus vehículos o motos para el negocio.

    El costo por el pago de cada servicio básico es de USD 1,50; mientras que el cuidado del niño vale USD 2, 50 por hora. En cambio, la hora de clases de matemáticas o física, que son las materias más complejas, tiene un precio de 6. Los valores dependen de la zona de la capital cañarense.

    La inversión inicial fue de USD 7 143, que se empleó en el equipamiento. El costo de administración anual es de USD 15 109,80.

    De acuerdo con la proyección, a partir del segundo año se tendrá una utilidad de USD 20 000. La promoción se realiza a través de las redes sociales.

    Otro emprendimiento en marcha es la creación de un negocio de cerveza artesanal, que se denomina Kuritambo (descanso del oro). Sus creadores son los esposos Talita Cuenca y Pedro Ávila Vintimilla, quienes son alumnos de Contabilidad de este centro de estudios.

    Según ellos, es una cerveza con identidad cañari y lleva un año en el mercado. A escala local está disponible en restaurantes y tiendas. Se promociona mediante tarjetas de presentación, redes sociales y ferias. Cada botella de cerveza cuesta USD 2, 50. La inversión fue de USD 35 000 y se venden cerca de 1 000 botellas al mes.

    Otros proyectos buscan recursos para su ejecución. Un ejemplo es la mochila con panel solar para la recarga de batería de los dispositivos móviles. También, está la implementación de la Sala de Recreación para el Adulto Mayor, denominado Años Dorados.

    Según Francisco Vintimilla, director de Emprendimientos de la Universidad, los proyectos son innovadores, creativos y que buscan dar soluciones a los problemas reales del cantón Azogues y de Cañar. La idea es no quedarse en docencia e investigación.

    Otros detalles

    Los estudiantes. La extensión Azogues de la Universidad Católica de Cuenca cuenta con
    2 700 estudiantes, que cursan 17 carreras. Entre otras Administración de Empresas, Medicina y Contabilidad.

    La participación. En los 26 proyectos están involucrados 240 alumnos, que tienen la asesoría de 52 docentes. Los estudiantes son de Cañar, Azogues, Biblián, Déleg, El Tambo, La Troncal y Suscal.

    Oswaldo González (izq.), Roque Vásquez, Karen León, Iván García (docente), María José Luzuriaga y Jorge Vélez, de ServiExpress. Foto:Xavier Caivinagua para LÍDERES
    Oswaldo González (izq.), Roque Vásquez, Karen León, Iván García (docente), María José Luzuriaga y Jorge Vélez, de ServiExpress. Foto:Xavier Caivinagua para LÍDERES
  • UDLA suscribe convenio con Cambridge Univesity Press por la enseñanza de inglés

    Redacción Quito

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    La Universidad de las Américas (UDLA) suscribió un convenio con la Universidad de Cambridge. El objetivo es afianzar una alianza estratégica-educativa en el marco de la enseñanza del idioma inglés.

    A partir de la firma de este acuerdo, la UDLA se convierte en socio ‘Better Learning Platinum’ de Cambridge Univesity Press, es decir, brindará al cuerpo docente de la Escuela de Idiomas capacitaciones permanentes de inglés impartidas por la institución extranjera.

    ‘Better Learning’ es un concepto de enseñanza que se basa en la calidad, investigación y capacitación; dirigido a los profesores.

    Esta alianza está proyectada hasta el 2021. Durante este tiempo se buscará expandir la experiencia de formación a todos los docentes de la universidad y a los 17 000 estudiantes.

    “Estos años determinarán en qué áreas debemos seguir mejorando, qué requieren nuestros estudiantes”, dijo Paola Romero, directora de la Escuela de Idiomas de la UDLA.

    La firma se dio después de dos días de jornadas de capacitación a docentes de todo el país, de primaria, secundaria y universidad que enseñan inglés.

    La UDLA es la primera universidad en Quito que firma esta alianza. Cambridge es un referente a nivel internacional, la primera institución que creó una escuela de idiomas y la segunda universidad de habla inglesa más antigua del mundo.

    A partir de la firma de este acuerdo, la UDLA se convierte en socio ‘Better Learning Platinum’ de Cambridge Univesity Press. Foto: Diego Pallero / LÍDERES
    A partir de la firma de este acuerdo, la UDLA se convierte en socio ‘Better Learning Platinum’ de Cambridge Univesity Press. Foto: Diego Pallero / LÍDERES
  • La producción exportable se fortalece en sus aulas

    Maria Angelina Castillo

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    La Escuela Superior Politécnica del Litoral (Espol) desarrolla más de 100 proyectos en áreas como desarrollo agrícola sostenible, cambio climático, biotecnología, biomedicina, nanotecnología, construcciones sostenibles y eficiencia energética este 2018.

    “Nuestras metas institucionales incluyen estar en el top 25 de las universidades latinoamericanas, acreditar internacionalmente todas nuestras carreras de grado y ser el motor del desarrollo tecnológico, social y económico del Litoral”, asegura su rectora, Cecilia Paredes Verduga.

    Para lograrlo, la Espol ejecuta la Zona de Innovación del Litoral Ecuatoriano (ZILE), una propuesta para articular los procesos de investigación, desarrollo e innovación en un circuito en el que colaboren la Escuela Superior junto con otras casas de estudio, institutos públicos de investigación, Gobiernos Autónomos Descentralizados y el sector industrial.

    El objetivo es impulsar los cambios de la matriz productiva del país, a través de un reforzamiento de la producción exportable y la sustitución de importaciones.
    Es decir, generar un ambiente de correlación entre investigación-educación-producción, con énfasis en la innovación y tecnología.

    La profesora María Luisa Granda es la gerenta del proyecto ZILE. Ella asegura que la propuesta se ha construido poco a poco y que pretende incentivar polos de innovación en las siete provincias que componen el Litoral del país.

    “Buscamos transitar hacia un modelo donde se genere conocimiento y valor agregado a los productos”, señala esta catedrática del centro de estudios.

    Los propósitos de la Zona de Innovación del Litoral Ecuatoriano son: diversificar la economía regional y local, contribuir a la transformación de la matriz productiva, incrementar las exportaciones industriales, atraer talento humano avanzado y generar fuentes de empleo.
    El proyecto tiene su antecedente en modelos de interacción y desarrollo, como el parque tecnológico de los años noventa. El programa evolucionó al parque del conocimiento en la década del 2000 y luego surgió la ZILE.

    La universidad obtuvo en el 2016 una cooperación técnica del Banco Interamericano de Desarrollo para explorar las oportunidades de la ZILE. Y en el 2017 comenzaron un estudio con una consultora europea para elaborar el plan de desarrollo de sostenibilidad de la iniciativa e identificar las potencialidades con las que cuenta.

    El plan involucra a todas las facultades y unidades de vinculación de la Espol. Por ejemplo, el Laboratorio de Materiales presta servicio a la industria del plástico y la cerámica.
    En la línea de la acuicultura, se ha trabajado en solucionar el problema de las enfermedades que afectan al sector camaronero.

    Además, la ZILE cuenta con la colaboración de dos empresas Vibag, importadora y distribuidora de equipos y suministros para laboratorio clínico; y BYD, proveedor de baterías recargables. Estas compañías ya firmaron acuerdos con el centro de estudios para colaborar en la iniciativa, de acuerdo con la Rectora de la Espol.

    El programa incorpora una Zona Especial de Desarrollo Económico (ZEDE) y los centros de investigación aplicada de la Espol.

    Para este 2018, Granda espera dar continuidad a las conversaciones con organismos nacionales e internacionales para que se sumen a la iniciativa de financiamiento y desarrollar la infraestructura del programa. Luego se dirigirán a las provincias para extender la visión de la ZILE.

    La rectora de la universidad, Cecilia Paredes, asegura que habrá más metas. “La Espol siempre busca estar a la vanguardia de la educación superior”.

    En las últimas décadas, la Espol ha implementado programas como el de aprendizaje por proyectos y pares (PPL, por su siglas en inglés Peer Project Learning), aprendizaje investigación-acción (PIA), y aula invertida.

    Un grupo de estudiantes trabaja en la elaboración de un dron, en el Laboratorio de Prototipado de la Espol. Foto: Cortesía Espolv
    Un grupo de estudiantes trabaja en la elaboración de un dron, en el Laboratorio de Prototipado de la Espol. Foto: Cortesía Espolv