En la formación de sus estudiantes, los catedráticos de la Universidad de las Américas (UDLA) apuntan a despertar la actitud y el liderazgo de los estudiantes. Esta tarea se cumple con mayor énfasis en la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas y en la Facultad de Ingeniería y Ciencias Agropecuarias, aunque también se cuentan casos de estudiantes emprendedores en las demás facultades de la UDLA.
En los edificios de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Agropecuarias, el movimiento de estudiantes es intenso. Los jóvenes, mujeres y hombres se apresuran para llegar a sus clases; en los laboratorios las actividades se desarrollan entre microscopios, computadoras, mandiles blancos…
Entre los estudiantes se cuentan con frecuencia casos de emprendedores. Uno de ellos es Santiago Espinosa, creador de la marca de helados Pailetto. Él ya terminó sus estudios, pero no olvida que en las aulas forjó su espíritu emprendedor. «Empecé elaborando helados de paila y luego pasé a los helados de frutas. Para emprender vendí mi auto, unas dos computadoras y así reuní capital para arrancar con mi iniciativa».
Su proyecto empezó en las aulas con la venta a restaurantes y empresas de catering. El negocio evolucionó y ahora la venta es directa al consumidor en dos locales (en el norte y sur de Quito).
Otro ejemplo es el de Fabián Guerrón, que ofrece panela orgánica bajo la marca La abeja Kapira. Este joven arrancó con su emprendimiento siguiendo el ejemplo de sus padres, que también trabajan con panela. Sin embargo, Guerrón modificó el producto: le puso sabores de limón, coco, maracuyá y otras frutas.
La idea surgió cuando Guerrón recién iniciaba sus estudios en la UDLA. «En la materia de introducción a la agroindustria me animé a utilizar la panela para desarrollar un nuevo producto».
Al hablar sobre los emprendimientos que surgen en las aulas, los catedráticos de este centro de educación superior coinciden en un factor determinante: actitud. Pablo Moncayo, coordinador Agroindustrial y Alimentos de la UDLA, sostiene que tener una idea es fundamental, pero importa más la actitud. «Queremos estudiantes con liderazgo, que fundamenten sus ideas, que trabajen en equipo. Por eso despertamos esas características desde el primer nivel».
La capacidad de soñar, el esfuerzo y la honestidad también son valores que se requieren para emprender. Así lo sostiene Giuseppe Marzano, decano de Posgrados. Este catedrático cuenta que entre los alumnos están los que tienen vocación de crear empresas y los que quieren desarrollarse dentro de empresas.
«Ambos caminos son legítimos. En la UDLA ponemos énfasis en el emprendimiento como valor positivo que permite que los jóvenes se adueñen de su futuro y que lo construyan con determinación y responsabilidad. Un joven emprendedor es para su organización y para su entorno un ejemplo de creatividad, autodeterminación y perseverancia».
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