Etiqueta: ambiente

  • La ONU reconoce su trabajo por el ambiente

    Carolina Enriquez

    ¿Sabía usted que es posible la existencia de jardines en los techos de casas y edificios? ¿Sabía también que su uso no es solo ornamental y que pueden ayudar a reducir la temperatura de la ciudad y aabsorber el agua de lluvia? Estos conocimientos y su aplicación en el país están a cargo de la bióloga Liliana Jaramillo.

    A la quiteña le gustó desde niña la naturaleza. Pasaba mucho tiempo en la casa de su abuela, en Puembo; allí tenía contacto con plantas, aves e insectos del ecosistema. Esta experiencia influyó en su formación y en su trabajo.

    Jaramillo se formó en el Liceo Internacional y le gustaba la materia de biología. Su tesis de grado fue un estudio sobre orquídeas. “Me encantaba salir al campo. Recuerdo que mi papá siempre nos sacaba de paseo y nos llevaba a ver quebradas, plantas y más”.

    En el 2006 se graduó y quiso continuar con sus investigaciones, por lo que optó por la carrera de biología en la Universidad Católica. Tras seis años obtuvo su licenciatura, con una tesis sobre la interacción entre hormigas y plantas. Su objeto de análisis fueron las hormigas limón del Yasuní y su relación con los árboles .

    Al salir de la universidad, en el 2012, Liliana quería seguir estudiando pero no se inclinaba por un tema en específico; le gustaba todo sobre biología. Optó por trabajar en el Laboratorio de Biología Molecular del Museo de Herpetologia de la institución superior, para saber si eso era lo suyo.

    Allí se encargó de sacar muestras y aprendió a trabajar en equipo. Sin embargo, descubrió que lo que quería era tener un contacto directo con la naturaleza.

    En 2015 obtuvo una beca de la Secretaría Nacional de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (Senescyt) y viajó a Australia para estudiar una maestría en ambiente en la Universidad de Melbourne.

    En ese centro de educación superior tuvo la posibilidad de especializarse en las áreas de conservación y ciudades sostenibles. “Empecé a abrir la mente con relación a cosas que están pasando en diferentes urbes y acá recién están llegando, aunque más como moda: infraestructura verde”. Se refiere a toda la planificación de edificaciones en las que se pone plantas no con un fin ornamental, sino funcional. Esto implica que estén allí para absorber agua de lluvia, mejorar la calidad de espacios para la gente, etc.

    Karla Rodríguez, también becaria, la conoció en esa universidad. Las unió su interés por las especies endémicas. “Lili siempre busca lograr sus objetivos”, dice.

    Una de las cosas que más le impresionó de Australia es la mentalidad que allí se tiene sobre lo ambiental. En Sydney, ella vio un edificio con enredaderas en la fachada; era verde, pero no perfecto. También le impresionaron los jardines de lluvia: evitan que grandes cantidades de líquido vital se vayan a las alcantarillas.

    Esto, más los techos verdes que encontró en los propios edificios universitarios y la información de sus clases, le motivó a enfocar su tesis en la posibilidad de contar con estos espacios en Quito. Vio el potencial de colocar plantas nativas en áreas no convencionales para reducir la contaminación.

    Este proyecto no se quedó solo como un requisito para graduarse. Al volver a Ecuador se mentalizó en que quería aplicarlo.

    Buscó fondos para emprender y, en 2017, postuló con su idea en el concurso Jóvenes Campeones de la Tierra, de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), y en el Reto de Emprendimiento Urbano de Impaqto y el BID. En ambos ganó y recibió USD 25 000, en total.

    Michelle Arévalo Carpenter, fundadora de la incubadora y aceleradora, dice que le llamó la atención la habilidad de Jaramillo de tener una visión a largo plazo. “Destaco también su generosidad con emprendedoras que trabajan con ella. Su apoyo a mujeres jóvenes que laboran en temas ambientales es clave”.

    Gracias a eso obtuvo un capital inicial. Buscó semillas nativas, las sembró en un invernadero creado para el caso en Puembo, obtuvo las plantas y, tras un fuerte trabajo, consiguió instalar un techo verde en un edificio de 15 pisos en el sector de La Carolina, norte de Quito.

    Hoy cuenta con su emprendimiento: Nativus. A través de este impulsa su iniciativa, propaga más plantas nativas y a través de ello logra que especies que polinizan, como colibríes, abejas de miel, abejas comunes, caballitos del diablo, entre otros, regresen.

    Queeny López, quien también recibió un reconocimiento en el Reto de Emprendimiento Urbano, conoce a Jaramillo hace año y medio. “Hicimos una mentoría gracias a ese galardón. Siempre ha querido colaborar con el desarrollo ambiental de la ciudad. Liliana está abierta al aprendizaje y por eso su negocio ha ido creciendo”.

    La creadora de Nativus, una iniciativa que reintroduce plantas nativas en las ciudades, participó en el encuentro Women4Climate, en París.
    La creadora de Nativus, una iniciativa que reintroduce plantas nativas en las ciudades, participó en el encuentro Women4Climate, en París.
  • Rostro femenino en la lucha por el ambiente

    Agencia EFE

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    El rol de las mujeres es crucial en el desarrollo de un futuro sostenible para todos, pero su voz no siempre es escuchada debido a su menor representación en los órganos de poder, denunciaron expertos, instituciones y activistas en una cumbre de grandes ciudades contra el cambio climático, hace pocos días.

    El encuentro Women4Climate sirvió de altavoz a proyectos impulsados por mujeres en todo el mundo, organizado en París por el grupo de ciudades contra el calentamiento C40, que reúne a 94 metrópolis comprometidas con la reducción de las emisiones contaminantes.

    “Nuestro objetivo no es decir que somos mejores, sino que tenemos una experiencia de vida que hace que hayamos desarrollado competencias diferentes. Hay que ponerlas al servicio de nuestras comunidades, y eso no es posible si no se les reconoce su lugar”, dijo la alcaldesa parisina y presidenta del C40, Anne Hidalgo.

    Women4Climate se creó en 2016 durante la reunión en México de alcaldes del C40, para luchar desde la perspectiva de género contra el calentamiento, y para finales del 2020 habrá apoyado los proyectos de 500 “heroínas del clima”, según Hidalgo.

    Entre ellas, el de la bióloga Liliana Jaramillo, de Ecuador, creadora de Nativus, que reintroduce plantas nativas en las ciudades para aumentar la biodiversidad.

    O el de la francesa Clara Duchalet, también presente en París, y fundadora de Vépluche, una solución de economía circular para restaurantes que cambia sus residuos orgánicos por verduras y legumbres.

    “Las mujeres son a menudo las primeras víctimas del cambio climático, pero también están al pie del terreno. Imaginan soluciones y las ponen en práctica. Debemos poner sus competencias en valor para beneficio de todos”, añadió Hidalgo en la cita.

    La tercera edición de esta cumbre reunió a alcaldesas, empresarias y emprendedoras, que compartieron escenario con regidores como el de Quito, Mauricio Rodas, para intercambiar experiencias: “Sería imposible luchar contra el cambio climático de forma efectiva sin empoderar a las mujeres”, destacó.

    “Como mujer, yo he hecho la apuesta de que la empresa del mañana será responsable o no será”, apuntó la ingeniera industrial española Carmen Muñoz-Dormoy, directora general de la empresa francesa de infraestructuras Citelum, filial de la energética EDF.

    La jornada se inició con un espectáculo humorístico de las españolas Rossy de Palma y Blanca Li, actriz y coreógrafa, que expusieron las dudas del ciudadano de a pie a la hora de contribuir con el reciclaje y otras medidas a la lucha contra el calentamiento.

    Y al mostrar proyectos existentes la cumbre quiso inspirar a las nuevas generaciones, pero advirtió también, según resumió Laura Storm, fundadora del colectivo de profesionales Regenerators, que la menor visibilidad femenina no se resolverá solo con cuotas, sino yendo “a la raíz del problema y entendiendo cómo se ha llegado hasta él”.

    Alcaldesas, empresarias y emprendedoras participaron en el encuentro que se cumplió en París.
    Alcaldesas, empresarias y emprendedoras participaron en el encuentro que se cumplió en París. Foto: c40.org
  • Espoch lidera el ranking Green Metric

    Cristina Marquez

    (I)

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    Mitigar los efectos del calentamiento global y descubrir los factores que lo causan en Ecuador es la prioridad de un grupo de investigación integrado por docentes, técnicos y estudiantes de la Escuela Superior Politécnica de Chimborazo.

    Ellos contribuyeron para que esa institución se posicione en Ecuador en el primer puesto del Green Metric University y a escala mundial en el puesto 253 de entre 719 centros de estudios que participan en el proyecto.

    El Green Metric University es una iniciativa global para investigar el cambio climático y frenarlo. Universidades de tres continentes contribuyen desde sus academias con sus investigaciones. Los avances y descubrimientos luego se comparten con todas las instituciones participantes.

    La Espoch forma parte del proyecto desde 1995, cuando se fundó el grupo de investigación que se denomina Gidac. El grupo lo integran 37 personas de varias facultades de la Institución.

    “Nuestro equipo de trabajo es multidisciplinario. Cada área apoya con su experiencia y conocimientos, y por eso hemos tenido éxito en el programa”, cuenta la directora, Magdy Echeverría.

    Los investigadores ahora trabajan en siete proyectos ambientales, todos centrados en el cambio climático. Uno de los más icónicos es su investigación sobre la presencia de carbono en los páramos de la región andina; no existen investigaciones previas sobre ese tema.

    “Se creía que la mayor emisión de gases de carbono (un tipo de gas con efecto invernadero) ocurría en las zonas tropicales. Ahora estamos demostrando que en los páramos también hay una alta presencia”, cuenta Echeverría.

    Los resultados de esta investigación, que está en curso desde el año pasado, podrían ayudar a concienciar sobre las labores agrícolas en los páramos, debido a que esa actividad libera la mayor cantidad de CO2 (carbono), al remover la tierra.

    Otro proyecto es el que lideran las facultades de Recursos Naturales y Mecánica. Ellos están desarrollando un bioreactor que dispensará pesticidas de origen orgánico, que podrán reemplazar los agroquímicos para cultivos.

    El comité que midió los esfuerzos de 27 universidades del país por conservar el ambiente, para posicionarlas en el ranking, calificó varios parámetros.

    La Espoch sumó 5 300 puntos, y alcanzó las calificaciones más altas en educación, transporte y gestión de desechos sólidos. En segundo lugar está la Escuela Superior Politécnica de Litoral (Espol) y en tercer lugar la Universidad San Francisco de Quito.

    Un proyecto de compostaje hecho a base de los residuos orgánicos que se recogen en el campus de la Espoch sumó puntos a la calificación. Los estudiantes de la escuela de Agronomía son los responsables del proyecto.

    La forma de transporte en el interior del campus también llamó la atención de los jueces. En la Espoch una gran cantidad de estudiantes se moviliza en sus bicicletas a través de ciclovías.

    “Cuando recibimos la noticia nos emocionamos mucho. También nos motivamos, seguiremos investigando y nuestra meta es continuar subiendo de posición en el ranking”, dice Josué Vélez.

    Docentes, técnicos especialistas en investigación, pasantes y estudiantes forman parte del equipo de trabajo que recibió el premio Green Metric.
    Docentes, técnicos especialistas en investigación, pasantes y estudiantes forman parte del equipo de trabajo que recibió el premio Green Metric. Foto: Cortesía Espoch
  • BID Invest entregó crédito a Banco Bolivariano para impulsar Pymes

    Carolina Enriquez

    Redactora (I)

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    BID Invest, la institución del sector privado del Grupo Banco Interamericano de Desarrollo (BID), otorgó un préstamo de USD 30 millones a Banco Bolivariano, de Ecuador, para incrementar el acceso a financiamiento de las pequeñas y medianas empresas (Pymes) e impulsar los proyectos verdes en el país.

    El organismo lo dio a conocer este 23 de enero del 2019.

    El préstamo, de un plazo de seis años, permitirá a dicha entidad bancaria canalizar recursos para ampliar su cartera de PYME con financiamiento en condiciones adecuadas y expandir su cartera de créditos verdes para este segmento.

    En Ecuador, las PYME contribuyen con uno de cada tres puestos de trabajo, indicó el BID.

    “El financiamiento se complementa con servicios de asesoría destinados a mejorar la oferta de productos financieros para proyectos verdes y apoyar la estrategia corporativa de la entidad en temas sostenibles. BID Invest apoyará con herramientas de análisis de cartera verde y proporcionará capacitación en sostenibilidad como oportunidad de negocio para las Pyme, tanto a clientes como a empleados de Banco Bolivariano”, dice el organismo internacional.

    Las pymes generan en uno de cada tres puestos de trabajo en Ecuador
    Las pymes generan en uno de cada tres puestos de trabajo en Ecuador. Foto: Cortesía BID
  • Cuatro proyectos les permitieron ser carbono neutro

    Redacción Guayaquil

    (I)

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    A lo largo de las 113,3 hectáreas que tiene el Puerto Marítimo de Guayaquil se encuentran las 19 grúas de patio electrificadas que la empresa Contecon, operadora del lugar desde 2007, adquirió en su estrategia de uso de tecnologías limpias.

    Las grúas son naranjas, con apariencia de puente y ayudan a la ubicación de los contenedores.

    En diciembre de 2018, Contecon obtuvo el certificado en Carbono Neutro. La calificación fue emitida por la consultora nacional Sambito, otorgándole la delantera en prácticas ecoamigables entre las principales terminales portuarias del Ecuador ubicadas en Guayaquil, Manta, Esmeraldas y Puerto Bolívar.

    La certificación responde a las políticas de Contecon en favor del ambiente y traducidas en iniciativas sustentables como reciclaje así como la incorporación de tecnologías que disminuyen el impacto de las operaciones del principal puerto del país.

    José Antonio Contreras, gerente General de Contecon, explica que fueron cuatro proyectos los que los permitieron alcanzar esas metas.

    En la parte de reducción de emisiones de maquinaria portuaria están la electrificación de las grúas RTG y racionalización de energía. También están el sistema de pesaje automático de las grúas y la eliminación del 98 % de Power Packs –de uso en contenedores refrigerados– que se reemplazó por torres de conexiones Reefers, ambas pensadas en aliviar el uso de combustibles fósiles.

    “Una vez que te certificas en carbono neutro no es que te quedas ahí. Cada año tienes que demostrar que hay una reducción de tu huella de carbono”, menciona Contreras sobre las emisiones de CO2 que han logrado disminuir en un 45 % gracias a las iniciativas aplicadas por la empresa en estos años.

    La inversión en estas soluciones ya supera los USD 10 millones. La modernización en equipos, que se inició en 2016, busca que el impacto medioambiental y social sea lo más positivo posible.

    El trabajo sigue. Para este año se ha planificado la implementación de cuatro proyectos más: manejo de desechos sólidos; manejo de sistemas de aguas; recolección y reciclaje de envases plásticos en la terminal portuaria; e incorporación de las comunidades como actores importantes del Puerto marítimo.

    Con estas propuestas se espera rebajar entre un 2% y 4% adicional en la emisión de gases de efecto invernadero, generadas por la actividad humana y portuarias.

    El otro porcentaje de huella de carbono que no se reduce con estas alternativas también tiene solución. “Todo lo que no puedes bajar en CO2 lo tienes que compensar, que es lo que hacemos con apadrinamiento de áreas naturales”, señala el gerente de la empresa.

    En octubre de 2018 se implementó este sistema de protección que ya alcanza a 14 600 hectáreas, distribuidas en los manglares de la Reserva Cerrito de los Morreños (Guayas) y en el área de bosque nativo Reserva Limón Indanza, en Morona Santiago.

    El método es aportar con fondos para que esos sectores no se exploten y dar seguimiento. En ese escenario entra en acción el Comité de Carbono Neutro que se integró el año pasado. Las otras misiones son hacer inventario de las emisiones contaminantes y evaluar estrategias para disminuirlas. Anteriormente, el Ministerio de Ambiente reconoció a Contecon como Puerto Ecoficiente.

    José Antonio Contreras es el gerente General de Contecon. En la foto aparece en el Puerto.
    José Antonio Contreras es el gerente General de Contecon. En la foto aparece en el Puerto. Foto: Mario Faustos / Líderes
  • Rodrigo Villar: ‘Hacer dinero pasa a segundo plano’

    Carolina Enriquez

    Redactora (I)

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    Es socio fundador de New Ventures. Es uno de los impulsores del desarrollo de la industria de inversión de impacto en América Latina. También fue el fundador de Las Páginas Verdes, Ecofest y FLII (Foro de Inversión de Impacto de América Latina).

    Es miembro de Ashok y reconocido como una de las principales figuras de sostenibilidad social y ambiental de la región, por lo que recibió el premio al Emprendedor Social del año de UBS Visionaris 2008 y fue nombrado uno de los 40 principales CEO de América Latina por América Revista de comercio. Es el Presidente de la Alianza de Inversión de Impacto de México.

    En los últimos años se ha podido apreciar más cantidad de emprendimientos sociales y ambientales en la región. ¿Por qué se debe impulsar este tipo de negocios?

    América Latina tiene un espacio muy interesante en el mundo. Me atrevo a decir que los negocios sociales y ambientales son aquellos del futuro. A veces tendemos a tratar de imitar lo que hacen los países desarrollados con modelos como el de Silicon Valley, con emprendimientos vinculados a tecnología, en los que están las miradas de la mayoría de los inversionistas. Pero se puede pensar diferente.

    ¿En qué sentido?

    En Latinoamérica hay muchas carencias en vivienda, educación, salud, etc. Los capitales, antes de atender cosas que no son tan relevantes, tienen que enfocarse en cómo se le da a la población cosas muy básicas. Creo que en la región el mercado es muy grande.

    ¿El desarrollo económico acompaña estos procesos?

    Es interesante el hecho de que la economía haya ido creciendo. Hay un ecosistema de negocios que funciona y, al mismo tiempo, carencias. Es posible que la región demuestre que estas necesidades se pueden solucionar con modelos innovadores de negocio.

    ¿En qué nivel está creciendo el número de emprendimientos sociales y ambientales en la región?

    A pasos agigantados. Si uno le pregunta a un joven que está saliendo de la universidad la razón por la que emprende es porque quiere un cambio, seguir su vocación, hacer algo por el planeta. El hecho de hacer dinero está pasando a segundo plano.

    ¿Qué dificultades encuentran los emprendedores sociales y ambientales al poner en marcha un proyecto?

    Es muy difícil decirle a alguien que se dedique a eso si no hay casos a seguir. Pero hoy en día encontramos emprendedores que empiezan a sentar precedentes para que muchos jóvenes comiencen a seguir sus pasos.

    ¿Qué necesitan los emprendedores sociales y ambientales para desarrollar sus iniciativas?

    Infraestructura, que los gobiernos apoyen el ecosistema, garantías, financiamiento, coworking, consultorías, etc.

    Durante años usted ha impulsado este tipo de negocios a través de iniciativas como New Ventures. ¿Cómo se involucró?

    New Ventures tiene casi 15 años operando en México y Latinoamérica. Empezamos en ese país con la misión de lograr que el sector privado se convierta en un aliado en la lucha por solucionar las problemáticas ambientales y sociales. En el pasado se pensaba que solo las organizaciones y los gobiernos debían resolver estas situaciones. Pero mientras la empresa no se involucre, difícilmente podremos lograrlo.

    ¿Cómo se logra que el sector privado se involucre?

    Hay que demostrar que estos emprendimientos sociales son rentables y viables. No se trata de filantropía. Se pueden encontrar negocios que con innovación y con tecnología logran resolver los problemas socioambientales y, al mismo tiempo, dan los retornos financieros que el sector privado busca.

    ¿Cómo trabajaron en New Ventures?

    Empezamos identificando a esos emprendedores que ya están haciendo este tipo de cosas (iniciativas socioambientales). Hace 15 años no era fácil hallar estos negocios, pero parte de nuestra razón de existir ha sido identificar a quienes los desarrollan con tecnología, que son innovadores y tienen capacidad de escalar.

    ¿Cómo apoyan a esa clase de negocios?

    Les otorgamos fuentes de fortalecimiento: consultorías, acceso a inversión, financiamiento, mentorías, acceso a mercados, etc. Funcionamos como una aceleradora de negocios. La idea es que crezcan más rápidamente.

    ¿Cuenta New Ventures con un fondo?

    Tenemos ahora dos fondos de capital privado. Administramos alrededor de USD 50 millones entre los dos. Ya podemos ir un poco más allá (…) a la fecha ya hemos invertido en 10 empresas, nos asociamos con ellos. Las inversiones están en los ramos de vivienda accesible, educación, salud, medioambiente, energía alternativa, etc. Podemos inyectar capital.

    ¿Hasta qué monto?

    Un promedio de USD 3 millones por empresa. Podemos hacer cosas desde USD 1 millón hasta 8 millones. En algunos casos podemos hacer proyectos más grandes, con otros inversionistas.

    ¿Qué tipo de proyectos son los que desarrollan?

    Tengo el ejemplo de la firma que se llama Sala Uno y opera en México. Se dio cuenta que en ese país hay 2 millones de personas que son ciegas o parcialmente ciegas. El problema es que son personas que se pueden curar; son ciegas porque tienen cataratas y no tienen acceso al dinero para una cirugía. Esta empresa lo que hizo fue innovar en el modelo de negocios en el sector de la salud.

    ¿Cómo lo logró?

    Cambió el esquema en que uno tiene que ir a un oftalmólogo individual. Desarrollaron una especie de “producción en línea” en la que todo se hizo más eficiente. Tienen toda una infraestructura en la que una persona diagnostica, otra prepara, otra opera, etc. Ahora están haciendo más de 10 000 cirugías al año y están eliminando la ceguera en México.

    ¿Es rentable?

    Primero debo decir que hicieron accesible la cura bajando al 70% el costo de los tratamientos. Creo que es más rentable que un negocio tradicional y es una empresa social. Invertimos en ella hace cuatro años y el crecimiento ha sido exponencial. Todavía tienen mucho campo porque el mercado es gigantesco. Hoy están vendiendo como USD 15 millones anuales.

    Anteriormente, usted hablaba de la necesidad de financiamiento. ¿Quién entrega ese capital?

    Yo creo que deben ser los bancos, las entidades privadas. En New Ventures creemos que tenemos un mejor portafolio que los fondos tradicionales. Hay que cambiar la mentalidad de los financistas, que vean que los negocios ambientales son rentables.

    ¿Cómo se cambia esa mentalidad?

    Con hechos. Hemos demostrado a los inversionistas que tenemos un equipo de gestión profesional y que el mercado es grande. Más financistas van a comenzar a volcarse a estas iniciativas.

    ¿Ustedes entregan el dinero a los emprendedores?

    No, porque somos un fondo de capital. Compramos una participación de la empresa, nos volvemos accionistas y, eventualmente, en unos años la vendemos en cinco veces más de lo que hemos invertido.

    El fundador de New Ventures asegura que los emprendimientos sociales tienen mucho por crecer en América Latina, de la mano de jóvenes innovadores y la empresa privada. Llegó al pais para participar en la cumbre de inversión de impacto Cliiq 2018.
    El fundador de New Ventures asegura que los emprendimientos sociales tienen mucho por crecer en América Latina, de la mano de jóvenes innovadores y la empresa privada. Llegó al pais para participar en la cumbre de inversión de impacto Cliiq 2018. Foto: Vicente Costales / Líderes
  • Bianca Dager: ‘El mercado verde tiene más demanda’

    Carolina Enriquez

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    Bianca Dager es la directora ejecutiva de los premios Latinoamérica Verde habla de cómo hay mayor interés por la economía ambiental en el mundo y sobre el interés de los emprendedores latinoamericanos en temas vinculados al cuidado del planeta y el desarrollo social. 

    ¿Qué tan fuerte es el interés que tienen los emprendedo­res de América Latina en generar iniciativas vinculados al medioambiente y al desarrollo social?

    El mercado verde o ambiental es el de mayor crecimiento en el mundo. Esto se traduce en que hay un desarrollo de negocios vinculados con la producción y venta de alimentos orgánicos, proyectos que apoyan la reforestación o que son carbono neutro. También hay aquellos que trabajan con grupos vulnerables. Lo más importante es que son los consumidores quienes marcan esta tendencia.

    ¿Qué motivaciones encuentran en estos procesos?

    Una de las motivaciones es la supervivencia. Cada vez los seres humanos tenemos que ser más responsables con los recursos porque somos más personas en la región y el planeta. Estos emprendedores toman en cuenta el cuidado ambiental en toda la cadena de valor, en el uso de materia prima, en la tecnología más eficiente, entre otros.

    ¿Qué retos deben enfrentar estos emprendimientos?

    El reto está en hacerse cada vez más visibles y que estén en los lugares de consumo del día a día. Por ejemplo, que cada vez haya más opciones verdes en los supermercados y centros comerciales. La idea es que estén disponibles para los consumidores comunes.

    ¿Cómo es el consumidor actual?

    Es uno cada vez más consciente de la situación en la que está el planeta y, por lo tanto, que prefiere la oferta de la economía verde. Si bien en algunas áreas los productos etiquetados como verdes son más caros, hay un trabajo para que estos dejen de ser solo para ciertos nichos y puedan acceder a estos más personas en el mercado.

    Actualmente, ¿la economía ya funciona en modo ‘verde’?

    Economía, desarrollo sostenible y medioambiente son compatibles y se los debe impulsar de manera conjunta. El sistema financiero juega un rol clave para el desarrollo de negocios vincu­lados a estos temas. La banca, actualmente, cada vez incorpora más en los análisis de crédito los impactos sociales y ambientales. Tiene la responsabilidad de generar mayores productos financieros para apoyar a programas, proyectos, iniciativas y emprendimientos que le hagan bien a la economía, al ambiente y la sociedad.

    ¿Qué cifras muestran que hay más gente desarrollando negocios en temas medioambientales y sociales?

    Un dato importante sale de los premios Latinoamérica Verde. Este es un concurso y una comunidad de proyectos del sector público, privado y sociedad civil que busca un impacto positivo social y ambiental, sumado el apoyo de la banca como dinamizador de la economía verde. En la quinta edición, que se desarrollará en agosto, están registrados 2 733 proyectos , es decir, 300 más que el año pasado. Son de 712 ciudades y 30 países en la región y el Caribe.

    ¿Por qué este crecimiento?

    Existe un despertar. La comunidad sigue creciendo. El año pasado el 82% de los participantes que estuvieron en el proceso de selección y fueron a la premiación generaron conexiones. Esto se traduce en que hayan logrado generar alianzas o asociaciones para expandir proyectos, socializarlos, internacionalizarlos, concretar acuerdos económicos, etc.

    Usted hablaba de la importancia de que los emprendimientos ambientales y sociales se visibilicen más. ¿Qué acciones han desarrollado como premios Latinoamérica Verde para lograr esto?

    Esta edición se llevará a cabo en Puerto Santa Ana, la primera vez que se realiza allí. Llevamos a los participantes a uno de los lugares representativos de Guayaquil. La idea del evento, precisamente, es exhibir, conectar y premiar (…) junto con el Programa de Desarrollo de las Naciones Unidas (PNUD) estamos trabajando en dos ejes. Uno es tener una plataforma comercial: una rueda de negocios en la que junto con los representantes de los proyectos también estarán miembros de la banca, inversionistas y aceleradoras especializadas en iniciativas de impacto. Adicionalmente, habrá un diálogo para promover la economía verde en la región y por primera vez se presentarán stands para una mayor interacción.

    Al revisar los emprendimientos participantes y ganadores de la ediciones anteriores, se observa que aquellos vinculados con el agua tienen mucha aceptación. ¿Cuál es la importancia de este aspecto en América Latina y, principalmente, Ecuador?

    De hecho, el ganador de esta categoría el año anterior fue ecuatoriano. El proyecto buscó una correcta articulación de los sectores público y privado para la sostenibilidad del agua; además, involucró a la comunidad. El agua es un recurso claramente amenazado (..) este año estamos viendo que las industrias están tomando en cuenta el rol que juega este recurso en la supervivencia y desarrollo de los negocios. Los recursos naturales son la base de la economía; muchas de las guerras se han dado por el control de estos.

    La parte de desarrollo humano también se destaca.

    La innovación social, el crear más oportunidades, educación y género son algunas de las áreas en las que incursionan los emprendedores con sus proyectos. Por ejemplo, el año pasado ganó una iniciativa sobre consumo responsable de un papel que se transforma en un producto con semillas para usarse en escuelas y colegios. Este año, uno de los finalistas es un programa de género, de mujeres, para recolección de aceites usados de cocina. Buscan la sostenibilidad y el desarrollo económico.

    Los finalistas, además de la visibilización, ¿qué otros beneficios obtienen?

    Hacemos una agenda para presentar a los proyectos con organizaciones que puedan significar oportunidades de crecimiento. Tenemos, además, 85 alianzas estratégicas a través de las cuales ciertas empresas buscan iniciativas, según los intereses que tengan. En un caso, por ejemplo, se hace mentoría con los emprendedores y luego acceden a inversión.

    Hoja de vida

    Estudios.
    Ingeniera agrónoma por la Universidad Earth (Escue­la de Agricultura de la Región Tropical Húmeda), Costa Rica; tiene una maestría en Administración de Empresas de Universidad de Especialidades Espíritu Santo y un diplomado en el IDE de Responsabilidad Social.

    Experiencia.
    Es fundadora y direc­tora ejecutiva de Pre­mios Latinoamérica Verde; directora corporativa en Sambito. Preside Alma, grupo de mujeres profesionales que con campañas de educación ambiental fomenta estilos de vida más sustentables en las familias. Obtuvo el primer León de Oro de Cannes para Ecuador en la Cumbre Internacional del Medio Ambiente. Ha estado en otros encuentros.

    Dager es fundadora y direc­tora ejecutiva de Pre­mios Latinoamérica Verde; directora corporativa en Sambito. Foto: Mario Faustos / LÍDERES
    Dager es fundadora y direc­tora ejecutiva de Pre­mios Latinoamérica Verde; directora corporativa en Sambito. Foto: Mario Faustos / LÍDERES
  • Este equipo da otro giro a la gestión ambiental

    Redacción Quito

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    En el país se consumen, cada año, 3,5 millones de neumáticos. Buena parte de estos artículos se convierten en desechos y, por lo general, pasan a ser elementos contaminantes.

    Parte de esos neumáticos son, desde el 2014, una suerte de insumo de trabajo de Proyección Futura, una mediana empresa quiteña que inició sus operaciones en el 2006 y que en noviembre del 2017 recibió un reconocimiento del Pacto Global Ecuador por su trabajo ambiental.

    En el 2006, el manejo de residuos no tenía políticas tan definidas como las que se cuentan en la actualidad. Eso no fue impedimento para que Esteban Rodríguez y Pablo Macías, con un tercer socio, arrancaran con esta empresa que se enfoca en dar un nuevo giro al manejo de residuos.

    Al principio, Proyección Futura trabajaba en el manejo de desechos como papel, botellas plásticas, metales y piezas de equipos electrónicos, según cuentan Rodríguez y Macías. “Empezamos sin referentes y nos fuimos abriendo paso en el mercado”. Con el tiempo, de los tres socios iniciales solo quedaron Rodríguez y Macías, gerente administrativo financiero y gerente comercial, en su orden.

    Este modelo de trabajo se mantuvo hasta el 2013. Para ese año, había una mayor conciencia en el manejo de residuos y el negocio marchaba bastante bien. A partir de ese año, la empresa decidió enfocarse en el manejo de desechos especiales. Estos incluyen neumáticos, teléfonos celulares y equipos electrónicos.

    El nuevo giro obligó a reestructurar la empresa, que sumaba 22 empleados hasta el 2013.
    La estrategia consistió en trabajar con importadores de neumáticos que, por una normativa del Ministerio del Ambiente, están obligados desde hace tres años a gestionar el reciclaje de un porcentaje de las llantas que traen al país. Para Proyección Futura esa regulación se convirtió en una oportunidad para expandir el manejo de esta clase de residuos.

    Juan Fernando Palacios, gerente de llantas PCR, del grupo Cepsa, recuerda que la empresa en la que trabaja tenía la necesidad de gestionar los neumáticos usados de sus clientes. “Buscábamos una empresa que nos ayude en el tema y supimos de Proyección Futura.”
    Según Palacios, el trabajo de la empresa es excelente. “Su sistema de recolección funciona muy bien”. Cada año, el grupo Cepsa provee de unas 25 000 llantas viejas a Proyección Futura.

    El trabajo de esta pyme no termina en la recolección de residuos. Con los neumáticos viejos elabora y oferta nuevos productos. Para esto cuenta con Grin, la hermana menor de Proyección Futura; esta empresa, que tiene su planta en Checa (al oriente de Quito) procesa y recicla neumáticos; los convierte en grano de caucho y polvo de caucho. Estos insumos se utilizan en canchas de fútbol sintético, pistas de atletismo, suelo de parques, etc.

    Desde el 2014 hasta la fecha, Grin ha procesado unos 700 000 neumáticos desechados. Esa es la principal contribución con el ambiente, explican Rodríguez y Macías. Ellos tienen claro que el manejo de basura es una tarea compleja y para eso se apoyan en empresas, vulcanizadoras, recicladores y más proveedores.

    Este año, para agilizar el trabajo, están por lanzar una aplicación móvil. Así continúan innovando.

    Pablo Macías y Esteban Rodríguez dirigen Proyección Futura. Esta empresa recicla llantas y las convierte en grano de caucho que se usa en canchas de fútbol sintéticas, parques, etc. Foto: Vicente Costales / LÍDERES
    Pablo Macías y Esteban Rodríguez dirigen Proyección Futura. Esta empresa recicla llantas y las convierte en grano de caucho que se usa en canchas de fútbol sintéticas, parques, etc. Foto: Vicente Costales / LÍDERES
  • 28 ecuatorianos son parte de la nueva generación de graduados de Costa Rica

    Redacción Quito

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    La Universidad Earth celebró en diciembre del 2017 su vigésima quinta graduación, contando así con 99 nuevos ingenieros que han estudiado agronomía para convertirse en agentes de cambio en sus países.

    La nueva promoción de graduados proviene de 27 países de todo el mundo. 28 de los graduados son provenientes de Ecuador, según se detalla en un comunicado.

    La institución brinda un grado de Licenciatura en Ciencias Agrícolas después de cuatro años de estudios. El plan de estudios de la carrera contempla conocimientos técnicos y científicos, destrezas empresariales, valores éticos, conciencia social y compromiso ambiental. Las habilidades empresariales y de liderazgo constituyen parte esencial de las competencias de los graduados.

    Arturo Condo, rector de Earth, señaló el papel de la Universidad: “veo a muchos de nuestros graduados, participando en las mesas donde se definen políticas de sostenibilidad y recursos naturales, energías renovables, agricultura sostenible y seguridad alimentaria, empleando su conocimiento para el beneficio de pequeños productores y de las comunidades más necesitadas”.

    Albina Ruiz, ambientalista, emprendedora y fundadora de Ciudad Saludable, estuvo a cargo la cátedra de graduación. Ella motivó a los estudiantes a promover la convivencia en armonía, la justicia e igualdad de oportunidades, así como el compromiso y respeto por el ambiente. Además, invitó a los jóvenes a trazar un propósito en su vida.

    “Les convoco a hacer cosas diferentes, no es fácil. Atrévanse a creer en ustedes. No tengan miedo de tener dosis de locura. No dejen de soñar y definir las estrategias de esos sueños con propósito. Solo si tenemos sociedades más justas podremos mejorar el mundo”, indicó Ruiz.

    Earth fue fundada en 1986 por ley del Gobierno de la República de Costa Rica como una institución internacional privada, sin fines de lucro y fue creada gracias al apoyo del Gobierno de Costa Rica, la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) y la Fundación W.K. Kellogg. Tiene cerca de 430 estudiantes de 41 países, según informa su página web.

    www.earth.ac.cr. El plan de estudios contempla conocimientos técnicos y científicos, destrezas empresariales, valores éticos, así como conciencia social.
    www.earth.ac.cr.
    El plan de estudios contempla conocimientos técnicos y científicos, destrezas empresariales, valores éticos, así como conciencia social.
  • La investigación que explora el Yasuní

    Agencia EFE

    A 270 kilómetros de Quito, en lo más profundo de la Amazonía ecuatoriana, el Parque Nacional Yasuní acuna una de las mayores reservas de especies de todo el planeta, una parte de cuya biodiversidad sale a la luz en un nuevo libro fruto de dos décadas de investigaciones.

    Ubicado en la región oriental del país, con severas restricciones de acceso para proteger este exclusivo entorno, el Yasuní es hogar de un millón de especies, según los expertos. “El 80 % de las especies del Parque todavía no tienen ni nombre científico (…) y aún hay mucho por hacer”, asegura Kelly Swing, director de la Estación de Biodiversidad Tiputini (EBT), que comenzó sus trabajos a mediados de la década del 90.

    Coautor del libro Los secretos del Yasuní, que se presentó la semana pasada, recuerda que en el mundo hay alrededor de nueve millones de especies, es decir que el Parque alberga a “casi el 10 % de todas las especies del planeta”.

    Con esa publicación, en la que se compilan investigaciones de 30 biólogos de todo el mundo, los expertos quieren llevar a la sociedad los datos más emblemáticos de la riqueza de la Amazonía ecuatoriana.

    David Romo, codirector con Swing de la EBT, dependiente de la Universidad San Francisco de Quito, indica que uno de los grandes problemas con el que se encuentran es que el conocimiento científico tarda “demasiado” en llegar a la gente.

    Por ello, la publicación de 345 páginas, con textos, fotos y mapas, se ha hecho “con un lenguaje muy suave”, pero sin sacrificar la calidad de la información.

    El Parque Yasuní está dentro de la Reserva da la Biósfera Yasuní, declarada como tal en 1980 por la Unesco, y es allí donde el EBT distribuirá su texto en colegios, de forma que indígenas kichwa, waorani, shuar y colonos puedan conocer más sobre su riqueza.

    Con una inversión de USD 12 000 de la Cooperación alemana (GIZ) y USD 3 000 de la Universidad, el libro -editado en conjunto con el Ministerio de Ambiente- se repartirá también gratuitamente entre las comunidades locales para apoyar el turismo comunitario y reforzar científicamente los conocimientos ancestrales de esa zona. “Este es tal vez su aporte más grande, porque estamos desvelando los secretos del Yasuní a la gente que vive allí”, subraya.

    En uno de los proyectos del EBT, los investigadores siguieron a través de cámaras las actividades de monos, osos hormigueros, ocelotes, jaguares, tapires y pumas, así como de otros muchos animales de un Parque que se extiende por un millón de hectáreas.

    “Gracias a las cámaras podemos extrapolar información que nos permitiría aseverar que somos el país con la mayor concentración de jaguares por kilómetro cuadrado”, explicó.

    El libro refleja asimismo el resultado del seguimiento hecho a plantas, murciélagos, chinches saltarines, felinos del Yasuní, aves, insectos, tortugas, anfibios y reptiles, así como las observaciones preliminares sobre la ictiofauna amazónica de Ecuador.

    Una vida reflejada con fotografías y mapas a todo color, y acompañada de un análisis sobre los retos para su conservación.

    Romo asegura que el manejo del petróleo es uno de los “problemas” que afronta el Yasuní. “Tenemos la oportunidad o la responsabilidad de salvaguardar la décima parte de todas las especies del planeta”, advierte Swing.

    El investigador destaca que ni siquiera se conocen aún todas las “bondades” que estas especies podrían tener “para los humanos”, porque, se ha operado en una nube de ignorancia.
    Swing recuerda que más del 60% de todos los fármacos usados en el mundo tienen sus orígenes en plantas y que en el Yasuní hay “miles de especies de plantas” de las que se han estudiado sólo 2% con fines terapéuticos. Catalogar todas las especies del Parque es ahora el gran reto científico. Una realidad para la que se necesitarían “miles de científicos” y que, a juicio de Swing, acabaría reflejando la verdadera “riqueza de la biodiversidad”.

    El Parque Yasuní está dentro de la Reserva de la Biósfera Yasuní, declarada así en 1980 por la Unesco. Foto: archivo / LÍDERES
    El Parque Yasuní está dentro de la Reserva de la Biósfera Yasuní, declarada así en 1980 por la Unesco. Foto: archivo / LÍDERES