Etiqueta: Consumo

  • Marihuana legal moverá USD 40 000 millones

    Agencia AFP

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    El mercado de la marihuana legal generará USD 40 000 millones y cientos de miles de empleos en Estados Unidos para 2021, indicó un estudio publicado el 2 de enero, un día después de que entrara en vigencia la ley que despenaliza la hierba en California.

    Este nuevo cálculo -hecho por la firma especializada en el mercado del cannabis Arcview junto a BDS Analytics- incluye ingresos por compras de consumidores (USD 20 800 millones), así como los generados en otros sectores de la cadena productiva, desde los productores que venden al mayor hasta subcontratistas que prestan un servicio, como contabilidad, a estas empresas.

    También se toma en cuenta el dinero que entra en la industria y es usado en otros sectores comerciales. La proyección representa un crecimiento de 150% en comparación a los ingresos registrados en 2017 (USD 16 000 millones), destacó el estudio.

    Arcview y BDS sostienen que al menos 100 000 empleos directos serán creados, sin contar los miles indirectos, y que USD 4 000 millones serán recaudados en impuestos. Las tasas fijadas por California, que pueden llegar a 35% contando los tributos al municipio, condado y estado, son precisamente la principal queja de clientes y empresarios.

    California se convirtió en el mayor mercado mundial de cannabis desde el lunes 1 de enero del 2018, cuando entró en vigencia la ley que despenaliza su cultivo, venta y consumo recreativo.

    El público se mostró entusiasta, con largas filas a las afueras de los puntos de venta autorizados. El alcalde de Bekerley, Jesse Arreguin, asistió a una ceremonia en uno de los dispensarios más antiguos del estado para celebrar este “momento histórico”. Elogió la despenalización y exhortó a “acoger esta nueva economía”, cuando la hierba es aún considerada como una sustancia ilegal por el gobierno federal.

    Solo en California el mercado se calcula que moverá USD 5 800 millones en 2021, 74% del total por uso recreativo.

    La transición que inicia en 2018 no será automática ni tampoco sencilla. Si bien ocho estados más la capital Washington DC ya legalizaron el uso recreativo de la hierba, nada se compara a la magnitud de California. Solo Los Ángeles concentrará el mayor mercado de cannabis del planeta.

    “El primer o los dos primeros años van a ser un caos” mientras muchas ciudades determinan sus propias regulaciones y se estabiliza el mercado de oferta y demanda, pronosticó Troy Dayton, jefe de Arcview.

    California ya fue pionero al legalizar la marihuana medicinal hace dos décadas. La sustancia es considerada una droga ilegal por las autoridades federales y el gobierno del presidente Donald Trump se ha mostrado hostil sobre este tema, y abrir una cuenta bancaria ya es un problema.

    Según la nueva ley, cualquier persona mayor de 21 años -como con el alcohol- puede tener hasta 28,3 gramos de hierba; ya no se necesita receta médica. No se puede consumir en sitios públicos o mientras se conduce un auto; tampoco a menos de 300 metros de una escuela o un lugar con niños.

    Cat Packer, jefa del Departamento de Regulación de Cannabis de Los Ángeles, advirtió que el proceso “no se va a dar de la noche a la mañana”.

    Detalles

    La producción, distribución y venta de marihuana requiere primero un permiso municipal y luego otro del Estado.

    Las autoridades de Los Ángeles han dicho que trabajan en un plan para combatir el comercio ilegal. La Policía podrá cortar luz y agua a los establecimientos irregulares.

    Cada elemento en la cadena de abastecimiento necesitará una licencia: producción, distribución y venta, y elementos tecnológicos como un rastreador para cada planta.

    La marihuana para uso médico será más económica y se podrá comprar en más cantidad.

    Una empleada de una tienda que vende marihuana, en Oakland, California, enseña los tipos de  cannabis que se expenden en el negocio. Foto: EFE
    Una empleada de una tienda que vende marihuana, en Oakland, California, enseña los tipos de cannabis que se expenden en el negocio. Foto: EFE
  • Víctor Aguiar: ‘Autocontrolar el consumo es el reto’

    PEDRO MALDONADO O. (I) Editor del Semanario LÍDERES

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    Víctor Aguiar es catedrático de la Universidad de Western Ontario en Canadá y estuvo en Quito invitado por la Pontificia Universidad Católica de Quito para una conferencia.

    Este año cobró relevancia la economía del comportamiento, expuesta por el nobel de Economía, Richard Thaler. ¿En qué consiste?
    El nombre es bastante decidor. La economía del conocimiento trata del estudio de la toma de decisiones en una situación económica. En eso nos diferenciamos de la psicología: si usted habla del comportamiento de las personas desde la psicología estamos hablando de ámbitos personales. Pero en la economía del comportamiento nos importan las consecuencias de las decisiones en el ámbito económico. Este concepto es una intersección entre la economía y la psicología: la economía interesada en cómo se asignan recursos, del lado del consumo y la demanda, y la psicología que trata de entender más el proceso de decisión y sus consecuencias.

    ¿Cómo se da esa intersección a la que usted se refiere?

    La economía y la psicología están bastante relacionadas. Todo modelo económico siempre tiene en el centro un consumidor que toma decisiones en base a una perspectiva de la psicología, que la estudiaron los economistas de los años 60. Ellos pensaban que el economista es una máquina, que puede calcular todo de manera perfecta, sin fricciones, que no tiene costos de pensar, que tiene atención ilimitada y que sabe lo que pasa en todos los posibles precios del universo. Un ejemplo: usted mañana quiere invertir y se interesa en un bien específico del sector agrícola, en el negocio de naranjas por ejemplo. Para saber lo que va a pasar y tener una expectativa racional de precios tiene que contar con información sobre insumos agrícolas, clima, desastres naturales y más.

    ¿La clave es la información?
    Sí, pero para tomar una decisión sencilla usted requiere gran información. En la vida real, una persona común que quiere ahorrar para su retiro, por ejemplo, no tiene toda esa información. Entonces vamos a estar limitados en nuestra racionalidad, no porque no queramos maximizar el beneficio, sino porque no tenemos los medios para hacerlo. Esos medios son el poder de atención y el poder cognitivo.

    ¿Qué ocurre entonces?
    Lo que la mayoría de gente hace es fijarse en pocos indicadores. Volviendo al ejemplo de las naranjas, usted se puede fijar en dónde se producen y eso es ya algo de información. Esa simplificación viene con un costo y este costo puede ser que las decisiones no le permiten a la persona llegar al nivel de bienestar que hubiera podido. Si usted es una máquina puede hacer la inversión perfecta. Pero lo que hace la gente, en la vida real, es tomar decisiones óptimas, pero bastante limitadas.

    Entonces con información la ganancia de una inversión puede ser mayor…
    Exacto. Otro ejemplo es acerca de las decisiones de ahorro. En EE.UU. hay estudios que indican que un jubilado recibe en promedio USD 500 al mes. Está claro que el estadounidense no está ahorrando lo suficiente para su vejez. ¿Por qué ocurre eso? Allí está el problema del autocontrol: yo puedo controlarme en el consumo presente para tener un mejor consumo en el futuro. Pero es difícil hacerlo porque hay necesidades en el presente y el futuro es difícil de entender y de planear. Si tuviera un autocontrol perfecto podría disminuir el consumo.

    El mundo ideal.
    Sí. Pero en el mundo real terminamos sobreconsumiendo cuando somos jóvenes y subconsumiendo en la vejez.

    ¿Esto pasa a escala global?
    Pienso que sí. En Ecuador funciona algo distinto porque aún dependemos de las familias o redes humanas y la jubilación es una noción distinta. En EE.UU., que es bastante capitalista y donde el ahorro de joven mantiene a la persona en el futuro, esto es un problema grande porque no hay esas redes humanas. Lo bueno es que aprendiendo sobre el autocontrol uno puede ayudar a la gente y eso hizo justamente Thaler. Él cimentó la teoría de los empujones que lo que busca es ayudar a tomar mejores decisiones sin ser completamente impositivos: no se fuerza a ahorrar más, solo se cambia la decisión de consumo.

    ¿Cómo actúa el consumidor promedio?

    En EE.UU. está documentado que hay mucho subahorro. Mucha gente piensa que es un tema de irracionalidad, en el sentido de que están cayendo en el sobreconsumo por la falta de autocontrol. Pasa también que a pesar de que las personas deciden ahorrar, aveces toman decisiones sencillas. En el plan de pensiones, por ejemplo, cuando las personas tienen demasiadas opciones hay una sobrecarga de información y evitan pensar en eso. Ahora se da un menú más pequeño de opciones para que tomen decisiones más inteligentes.

    Usted habla de que en EE.UU. hay subahorro y sobreconsumo. ¿Esto es una señal de bonanza?
    Al llegar al retiro el estadounidense promedio solo recibe al mes unos USD 500 y un salario promedio es de USD 2 500. La teoría predice que, tras la jubilación, uno trata de mantener el consumo similar. Cuando uno no tiene dinero pide prestado. En la juventud uno trabaja y ahorra y ese dinero va para el futuro mediante pensiones. Cuando uno tiene autocontrol el consumo se pega mucho al nivel de ingreso; entonces cuando cae el ingreso, el consumo hace lo mismo. Todo esto afecta la calidad de vida de las personas.

    ¿La materia económica genera ciertos recelos o temores en los consumidores?
    Así es. Por eso en la economía del comportamiento también se aborda la atención limitada. Esta trata sobre la capacidad de las personas de procesar la cantidad de información para tomar decisiones óptimas. Allí surgen nuevas teorías como la del consumidor que introduce simplicidad en sus decisiones. Esto viene por no tener ni la capacidad cognitiva ni el tiempo. Al simplificar se dan consecuencias en el bienestar de las personas.

    ¿Por ejemplo?
    Pasa en temas como la elevación de impuestos. Muchas veces se piensa que se puede reducir el consumo de un producto subiendo su precio. Eso tendrá efecto en la medida en que la persona pueda procesar el nuevo costo; si no sabe no habrá efecto y seguirá consumiendo.

    Esto limita la efectividad de las políticas y la calidad de las decisiones. Esto pasa porque los entornos económicos son demasiado complejos para comprenderlos totalmente y al simplificar las decisiones terminamos alejándonos de lo ideal. Esto es un tema de asignación eficiente de recursos.

    ¿Y se necesita que alguien recuerde al consumidor sobre la asignación de recursos?
    Allí se abre un debate. La base de la perspectiva libertaria de la economía es la soberanía del consumidor. Y esto se fundamenta en el principio de que la persona actúa para su mejor interés, pero puede ser que el consumidor no está en la capacidad de ver su mejor interés. Esto abre la puerta a una ‘intermediación’ llamada el paternalismo libertario. La idea no es forzar a consumir lo que una persona debe, sino mejorar sus decisiones.

    Hoja de vida

    Estudios. Obtuvo un PhD en Economía en Brown University. También cuenta con una maestría en Desarrollo Económico en la Flacso y una maestría en Administración Pública de la Université Pierre Mendès, en Francia. Sus estudios universitarios los hizo en la PUCE.

    Cargo.  Desde julio del 2016 es profesor en University of Western Ontario. Tiene papers publicados en Journal of Economic Theory y Economics Letters.

    Origen.  Nació en Quito el 20 de febrero de 1985.

    El ecuatoriano Víctor Aguiar es catedrático de la Universidad de Western Ontario en Canadá y estuvo en Quito invitado por la Pontificia Universidad Católica de Quito para una conferencia. LÍDERES conversó con él sobre la economía del comportamiento y sus
    El ecuatoriano Víctor Aguiar es catedrático de la Universidad de Western Ontario en Canadá y estuvo en Quito invitado por la Pontificia Universidad Católica de Quito para una conferencia. LÍDERES conversó con él sobre la economía del comportamiento y sus alcances. Foto: Galo Paguay / LÍDERES
  • La firma reduce el consumo de agua

    Redacción Quito

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    Tigre Ecuador, empresa dedicada a la fabricación de tuberías y conexiones para la conducción de agua, lleva adelante un plan de manejo ambiental, cuyo objetivo es mitigar los impactos en la naturaleza que pueda generar su actividad industrial.

    La gestión ambiental de esta empresa se lleva con mayor fuerza en las líneas de producción, dada la gran cantidad de agua que utiliza Tigre Ecuador en el proceso de enfriamiento de las tuberías.

    El consumo de agua disminuye considerablemente, gracias a un sistema de recirculación y tratamiento primario del recurso líquido, que permite su reutilización.

    “El agua que ingresa se reutiliza de forma permanente, porque contamos con unas piscinas de tratamiento”, explica Gabriel Tapia, gerente comercial de Tigre.

    El control del ruido también forma parte de la gestión ambiental de la firma. La planta industrial genera 39 decibeles, siendo el máximo permitido de 45.

    Para mitigar el impacto, las maquinarias están alejadas de las paredes colindantes con infraestructuras vecinas a la empresa .

    Adicionalmente, aquellas máquinas que generan mayor ruido se ubican en subsuelos o en cuartos adecuados para la mitigación del ruido, con lo cual se encapsula el sonido en estos espacios.

    Las personas que operan las maquinarias trabajan con aparatos auditivos mitigadores del ruido y laboran en un horario reducido, de acuerdo con las leyes laborales.

    La segregación de los residuos en peligros y no peligrosos es otra de las medidas que ha tomado Tigre en pro del ambiente.

    Entre los peligrosos están los aceites de mantenimiento de máquinas y montacargas, los cuales son entregados a gestores de reciclaje autorizados. Como no peligrosos hay plásticos, cartones, fundas, entre otros, que también son entregados a gestores.

    Finalmente, como responsabilidad social, la empresa ha procurado mantener una buena relación con los vecinos de la comunidad donde opera la planta, ubicada en el sector de Carcelén. “Todos los meses nos reunimos con ellos para evaluar cualquier impacto que podamos causarles”, señala Tapia.

    La separación de los residuos por tipo de desecho es una de las medidas que cumple la empresa. Foto: Vicente Costales / LÍDERES
    La separación de los residuos por tipo de desecho es una de las medidas que cumple la empresa. Foto: Vicente Costales / LÍDERES
  • Producción y consumo de acero mejora en la región

    Redacción Líderes

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    La producción de acero crudo en América Latina creció un 11% y la de laminados 4% en los primeros seis meses del año respecto del mismo período del 2016. El consumo tuvo una expansión de un 4%, según la Asociación Latinoamericana del Acero (Alacero).

    Pero este escenario se vio afectado por las importaciones que abastecieron en un 33% el consumo regional, tres puntos porcentuales más en comparación con el 2016, en igual período (30%).

    En el caso del Ecuador, el consumo se redujo; hay una causa principal: los problemas en el sector de la construcción, principal demandante. Alacero establece que esa reducción alcanza el 21%.

    Ramiro Garzón, presidente de la Federación Ecuatoriana de Industrial del Metal (Fedimetal), señala que el informe revela una realidad regional. En el caso de Ecuador ratifica que la razón principal para este descenso en el consumo es que el sector de la construcción esté paralizado. “El 90% de la actividad de la construcción atiende el sector metalmecánico y si esto ocurre, lógicamente, el consumo de acero ha bajado. Esto porque hay temas relacionados con la plusvalía, la transición de gobierno más los rumores políticos generan desconfianza para la inversión en el país. Y el sector de la construcción está paralizado”.

    El dirigente plantea que en la mesa sectorial lo que se propuso primero es que el actual Gobierno derogue la Ley de Plusvalía para generar confianza en el sector de la construcción y reactivar, así, el aparato productivo. Además, hay proyectos como el minero, donde todavía hay arreglos que se deben hacer para que de alguna forma despunte. La minería para el sector metalmecánico es muy importante y el Gobierno debe generar confianza a la inversión extranjera y “luego, de alguna forma, incentivar que existan encadenamientos con la pequeña y mediana industrias y el sector artesanal, para que el sector minero sea una generador de economía”.

    También se plantearon pedidos para el desarrollo de proyectos relacionados con una participación de la industria nacional.

    Garzón señala que en Ecuador se está produciendo, aproximadamente, el 30% del acero que se consume. El 2016 fueron 1 650 000 toneladas y lo que el país produjo fue cerca de 500 000 toneladas.

    El reporte de Alacero señala que la balanza comercial de Latinoamérica se mantuvo negativa, al aumentar un 17% su déficit respecto de los primeros seis meses del año pasado. Según el desglose del informe de Alacero, la región presentó una producción de 31,6 millones de toneladas ™ de acero crudo entre enero y junio del 2017, un 11% superior a lo registrado el año pasado (28,6 tm).

    Brasil sigue como principal productor de acero con un 53% del total regional (16,7 tm), un 12% más que el primer semestre del 2016. Por otro lado, América Latina produjo 26,2 tm de acero laminado, con un crecimiento de un 4% frente a los primeros seis meses del 2016. Los principales productores son Brasil 10,9 tm (42% del total latinoamericano) y México con 9,4 tm, con 36 %.

    Asimismo, en los primeros seis meses del año, la región registró un consumo de acero laminado de 33,1 tm, un 4 % más que en igual período el 2016 (31,7 tm). Contrariamente, en Argentina el consumo de acero laminado se contrajo 120 000 toneladas, al caer 5% respecto al año pasado. Bolivia, Ecuador, Guatemala y Honduras registraron caídas de 52%, 21%, 42%, y 21%, respectivamente.

    Durante el primer semestre del año, China exportó al mundo 39,6 millones de toneladas métricas de acero, de las cuales 36,4 corresponden a productos laminados y 3,2 a productos derivados. La Asociación señala que este volumen es 29% menor a lo registrado en enero-junio del 2016 (55,9 tm).

    Si bien las exportaciones chinas de acero al mundo disminuyeron, América Latina recibió 3,8 incrementándose 13% versus ene-jun del 2016 (3,4 millones de toneladas). De este total, 3,4 tm corresponden a productos laminados y 415 000 toneladas a productos derivados.

    Los principales países que recibieron acero desde China fueron: Centroamérica 782 000 toneladas (11% menos que el porcentaje registrado entre enero y junio del 2016), Chile 712 000 toneladas (33% más), Perú 546 000 toneladas (211% más) y Brasil con
    466 000 toneladas (75% más).

    Alacero informó que los seis primeros meses del año, el volumen que recibió la región corresponde a USD 2 334 millones, equivalente a un precio promedio de USD 612 por tonelada, 35% más alto que lo registrado en mismo semestre del 2016 (USD 453 por tonelada).Por su parte, los volúmenes enviados por China hacia América Latina fueron 8% menores, mientras que para el resto del mundo estos se han incrementado en 12%. Varios países de la región se vieron afectados significativamente, ya que enfrentan precios de importación más bajos que el resto del mundo.

    Alacero es una entidad civil integrada por 49 empresas de 12 países de América Latina.

    La Junta Nacional de Café de Perú  promocionó la preparación de tragos hechos a base de café. Foto: Juan Franco Calderón / EFE
    La Junta Nacional de Café de Perú promocionó la preparación de tragos hechos a base de café. Foto: Juan Franco Calderón / EFE
  • El pan continúa como el preferido

    Carolina Enriquez

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    El pan es un alimento básico para los ecuatorianos. Hasta el 2012 era producto alimenticio que más se consumía a escala nacional. La información consta en la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares 2011- 2012, del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).

    Pedro Miranda, presidente de la Federación Ecuatoriana de Panaderos (Fenapan), indica que no se tiene un dato nacional de la producción de pan. La fabricación varía de acuerdo a cada panadería.

    “La producción, sin embargo, ha bajado. Hay panaderías que fabrican solo el 25% de lo que hacían hace 10 años. Uno de los principales problemas que han enfrentado los panderos ha sido la reducción del consumo, por la situación económica, y la aplicación de medidas como las salvaguardias”.

    Esto último debido a que a insumos como las levaduras se les fijó el porcentaje más alto. Lo mismo sobre algunas herramientas para la reparación de maquinarias.

    Con altos y bajos, sin embargo, el consumidor sigue comprando. La encuesta antes nombrada revela que al año el ecuatoriano gasta cerca de USD 34 millones en la compra de pan, principalmente en las tiendas de barrio.

    Esto debido a que es un alimento de consumo popular, de acuerdo con la Asociación de Fabricantes de Alimentos y Bebidas (Anfab).

    A escala nacional, de acuerdo con el INEC, hasta el 2015 existían 5 120 empresas dedicadas a la fabricación de pan y de otros productos secos. Asimismo, se contaban 4 684 negocios dedicados a la elaboración de productos de panadería, confitería y repostería .

    Patricio Anda, gerente de Panificadora Ambato, explica que en Quito, al menos, deben existir

    3 000 panaderías que incluyen negocios legalmente constituidos y otros informales. El Gremio de Panaderos de Pichincha calcula que 1 200 negocios forman parte de este segmento productivo.

    William Cevallos, presidente del Gremio, sostiene que la producción ha bajado entre un 10 al 15% entre 2015 y 2016. “Desde mi perspectiva esto se debe a la falta de dinero de cada familia. Con menos ingresos hacen menos gasto”.

    El directivo confirma la versión de Fenapan al decir que con las salvaguardias subieron los precios de algunos insumos. Hubo ajustes en los negocios, pero aún existe oferta de pan popular para la gente, que no escatima esfuerzos para tenerlo en su mesa.

    Las panaderías son una fuente de empleo. Cevallos considera que, de acuerdo al tamaño de las mismas, cada una emplea entre tres y cinco personas. “Antes había más personal debido a la reducción de la producción. No se puede seguir manteniendo el mismo personal con menos producción de pan y otros ítems”.

    En firmas como Panificadora Ambato han puesto en marcha estrategias de mercado, que han dinamizado el negocio. El año pasado, entre el primer y segundo semestres, la producción creció 15%. “Lanzamos 10 productos enfocados en valor. Tenemos un pan de USD 0,09, que es el más vendido de toda la cadena. Hemos generado una nueva gama de productos, pensando en el consumidor ecuatoriano actual”.

    Actualmente tienen 41 locales en todo el país y su plan de negocios se concentra en abrir tres locales por año. Actualmente, hay una oferta para diferentes gustos (algunos con cereales, chocolate, etc), incluido para aquellos que antes no lo comían por ser alérgicos al gluten.

    En la Panificadora Ambato se despachan cada día alrededor de 17 000 panes; estos se elaboran en la planta que funciona en la avenida América, en el norte de la ciudad. Foto: LIDERES
    En la Panificadora Ambato se despachan cada día alrededor de 17 000 panes; estos se elaboran en la planta que funciona en la avenida América, en el norte de la ciudad. Foto: LIDERES
  • Los alimentos que más gasto generan son pan, arroz y gaseosas

    Carolina Enríquez y Pedro Maldonado

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    Es una tendencia que se mantiene en el Ecuador al menos desde el 2007. El pan, el arroz blanco y las gaseosas son los productos alimenticios que más consumen los hogares ecuatorianos.

    Así lo señala la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los hogares urbanos y rurales elaborada por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC). Los datos más recientes son del 2012, pero David Vera, director de la entidad estatal, indica que en la medición que se realice este año lo más probable es que la tendencia de consumo siga igual.

    Según la encuesta del INEC, en el 2012 los hogares ecuatorianos gastaron USD 34,3 millones en pan corriente, 33,7 millones en arroz blanco y 20,6 millones en colas y/o bebidas gaseosas. Además indica que el canal más utilizado para adquirir estos y otros productos alimenticios son las tiendas de barrio, bodegas y distribuidores (ver gráfico).
    En esta suerte de ‘top ten’ de productos también figuran la leche entera en funda; pechugas, alas y piernas de pollo; gallina entera; queso de mesa; aceite vegetal de palma africana; huevos de granja y agua sin gas purificada.

    El tema, más allá de lo nutricional, permite ver con claridad los hábitos de consumo de los ecuatorianos. Vera explica que la Encuesta de Ingresos y Gastos se realiza cada cinco años. “No se hace tan seguido porque la estructura de gasto de los hogares no varía diametralmente. En la anterior encuesta, en el 2007, se veía un comportamiento similar. No ha cambiado la estructura del consumo”. Por eso, dice, el pan, el arroz y las gaseosas siempre están en la parte más alta de la lista.

    Para Christian Wahli, presidente de la Asociación Nacional de Fabricantes de Alimentos y Bebidas (Anfab), en Ecuador existen sectores populares que necesitan energía de bajo costo. “En este contexto, es evidente que el consumo de arroz, pan y colas responde a esa necesidad. Lo que sí resulta grave es que en el país una de cada cuatro personas suple sus necesidades de proteínas con el consumo de arroz, lo que representa cinco tazas de arroz cocinado por día”.

    El vocero de Anfab indica que el consumo de estos tres productos incide de manera importante en el sobrepeso y la obesidad que se observan hoy en día en Ecuador.
    Vera coincide con Wahli. Para el director del INEC surge una disyuntiva: desincentivar el consumo de ciertos productos implica un golpe económico para esos segmentos.

    Además, Vera menciona que cuando se habla del consumo de alimentos procesados o industrializados surge también el tema de nuevos impuestos. “Es una realidad que ocurre no solo en Ecuador sino a escala mundial. El reto para empresas de alimentos, autoridades y consumidores es llegar a un equilibrio”.

    Voceros de firmas que elaboran pan y gaseosas, y que comercializan arroz tienen su postura. Ellos coinciden en que sus respectivos productos tienen demanda por la calidad que ofrecen a los consumidores. Pero también reconocen que para seguir compitiendo en el mercado diversificaron sus productos y los adaptan al gusto de los clientes acorde con las nuevas tendencias globales que promueven una alimentación más saludable (ver página 13).

    Un negocio sacrificado que rinde cuando hay variedad y calidad

    En Ecuador, el consumo anual per cápita de pan es de alrededor de 40 kilogramos. Así lo aseguran representantes de panificadoras.

    Este producto encabeza la lista de alimentos que más consumen los hogares ecuatorianos, según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC). La misma entidad asegura que la compra de pan está concentrada en las tiendas de barrio.

    El INEC también sostiene que la elaboración de pan y otros productos de panadería tiene ventas en crecimiento. Entre el 2012 y el 2015, el monto de ventas pasó de USD 276 millones a 301 millones. Además hasta hace dos años se contabilizaban 5 120 empresas o negocios dedicados a elaborar pan, a escala nacional, según las mismas estadísticas del INEC.

    En Quito Panadería La Unión y Panificadora Ambato son dos de los actores de este segmento.

    El primer negocio lleva 29 años en el mercado y en la actualidad tiene nueve locales en Quito y los valles. Cada día Panadería La Unión elabora y vende entre
    85 000 y 90 000 panes.

    Su fundador y representante, Joselito Cobo, cuenta que las ventas crecen un 13% anual. “Para esto la clave es ofrecer un servicio de calidad a los clientes. Nuestros locales se han convertido en puntos de encuentro para familias, amigos y empresarios”.

    Cobo cuenta que otra de las claves es estudiar los hábitos de consumo de las personas. “Eso nos ha ayudado a diversificar el producto. Hoy ofertamos pan enriquecido con cereales, con queso, linaza, quinua… La gente busca estas nuevas variedades y lo consume en nuestros locales o en sus hogares”.

    En la Panificadora Ambato también apuntan a ofrecer una atención de calidad y “una experiencia de compra”, en palabras de Patricio Anda, gerente General de esta empresa que funciona en Quito desde 1978.

    Según Anda, el pan es un negocio rendidor cuando se logra mantener consistencia en la marca y se ofrece un producto de calidad. “Así se gana reputación”, dice el vocero de esta cadena que tiene 41 locales en la capital.

    Otras dos claves que menciona Anda son la innovación y la aplicación de estrategias comerciales que ayuden a satisfacer al mercado. “El pan se vende muy en la mañana o al final de la tarde, al regreso a casa. En esos momentos no podemos fallarle al cliente que confía en nosotros”.

    En la Panificadora Ambato se despachan cada día alrededor de 17 000 panes; estos se elaboran en la planta que funciona en la avenida América, en el norte de la ciudad. El trabajo de logística es vital, dice Anda, y para eso se cuenta con una flota de siete camiones que reparten los panes y las pasteles

    Para Anda el pan es un negocio interesante, pero difícil “porque es un producto que dura horas”.

    Este cereal es el alimento básico de las comidas del ecuatoriano

    El 30% del alimento que consume el ecuatoriano al día es arroz. Así lo explica Javier Chon, presidente de la Corporación de Industriales Arroceros del Ecuador (Corpcom).
    Este cereal, de hecho, es el segundo producto alimenticio de mayor consumo en el país, de acuerdo a la Encuesta nacional de ingresos y gastos 2011 – 2012, elaborada por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).

    Actualmente, existen 320 000 hectáreas sembradas en Ecuador. El 60% de la producción se concentra en Guayas, 30% en Los Ríos y el resto en Loja y Manabí.
    Además se cuentan 75 000 productores en el país, la mayoría son familias dedicadas a su cultivo.

    Chon explica que, actualmente, el sector debe enfrentar el impacto del fuerte invierno. Entre enero y abril de este año se han perdido 6 000 hectáreas (ha), lo que implica unos USD 4 millones de afectación para los agricultores.

    Esto, sin embargo, no implica que vaya a existir problemas de desabastecimiento. Ello debido a que sí se sembró arroz en tierras altas y con mayor humedad se prevé que la próxima cosecha, esperada para mayo, sea abundante. “Esto permitiría, incluso, generación de excedentes, lo que nos llevaría a exportar. Hemos tenido acercamientos con Colombia para analizar esta posibilidad y ellos están abiertos para recibirnos”, manifiesta Chon.

    Para este año, podría haber un crecimiento de la producción de 5%. A escala nacional, el año pasado se produjeron un total de 660 000 toneladas, durante las tres cosechas anuales.

    Aproximadamente, el 85% de lo que se produce es para el consumo local. Los lugares en los que más se vende el producto son las tiendas de barrio, bodegas y distribuidores a escala nacional.

    José Ambuludí, propietario de la proveedora J A dentro del mercado Mayorista de Quito, explica que el 70% de lo que vende en su local es arroz. “La gente compra por valor y calidad. Hace seis meses hemos mantenido los precios. El quintal de super flor está entre USD 57 y 55, el de tipo medio en 43 y el corriente en 40”.

    Los principales compradores de este negocios son restaurantes y hoteles, principalmente chifas. Sin embargo, también hay consumidores de los hogares que compran a diario este cereal.

    Ambuludí explica que el producto es la base del desayuno, almuerzo y merienda de los ecuatorianos. Lo propio lo confirma Washington Núñez, vicepresidente de la Corporación Nacional de Organizaciones de Productores Arroceros.

    Núñez dice que el invierno ha impactado a la producción de provincias como Los Ríos. El calor y el frío extremo, además, daña las fotocélulas de la planta.

    Sin embargo, comparte lo que indicó Chon con relación a que no habrá desabastecimiento. Eso lo confirman los vendedores.

    El consumo es mayor en los hogares de las zonas urbanas

    En la lista del INEC las bebidas gaseosas son el tercer producto de mayor consumo en los hogares. En el 2012 las familias destinaron USD 20,6 millones para este producto.
    No obstante, vale mencionar que al desagregar el consumo por áreas urbana y rural, se evidencia que el consumo de este producto sale del podio. Así se tiene que en los hogares urbanos las gaseosas se ubican en el cuarto lugar del listado del INEC (con un consumo de USD 15,7 millones); y en las zonas rurales cae al quinto puesto (USD 4,8 millones).

    La tercera ubicación del consolidado total resulta por la suma de los montos. Allí el consumo de gaseosas o colas supera a alimentos como leche en funda, pollo, queso, aceite vegetal de palma y otros , según el INEC.

    Carlos Sarche, gerente de Negocios de Orangine, explica que el consumo de sus jugos burbujeantes (gasificados), hechos con frutas, se ha transmitido de generación en generación por los consumidores ecuatorianos.

    El representante de Orangine cuenta que la demanda creció en el 2016 frente al 2015, aunque no precisa cifras ni porcentajes. Solo señala que hay mucho interés en sus productos.

    Actualmente, Orangine se comercializa con mayor fuerza en Pichincha. En esa provincia se consume el 40% de la producción. También existe alta preferencia en la Costa, principalmente en Guayas. Y luego se ubica Azuay.

    Sarche explica que el producto se comercializa a través de dos canales: moderno y tradicional. Esto implica supermercados en el primer caso y tiendas, restaurantes y otros locales en el segundo.

    Según el INEC, la elaboración de bebidas no alcohólicas embotelladas, en las que se considera a las gaseosas, generó ventas por USD 1 015 millones en el 2015, manteniendo un crecimiento constante, por lo menos desde el 2012 cuando las ventas fueron por USD 746 millones.

    Una de las principales protagonistas de este segmento es Coca Cola. Pierangela Sierra, gerenta de Marketing de Coca Cola en Ecuador, explicó, en una entrevista concedida a LÍDERES a inicios de marzo pasado, que el consumidor ecuatoriano de gaseosas ha evolucionado de manera muy positiva. “Ha introducido en sus habitos de consumo en general productos con más innovaciones y con componentes nutricionales”.

    Según Sierra, el comprador de estas bebidas demanda productos más específicos y relacionados con una mejor salud. “Educar al consumidor y buscar nuevas ha sido un camino retador”.

    El consumo de gaseosas viene creciendo. En el 2010 el consumo per cápita estaba en 46,9 litros,según datos de la consultora Euromonitor. Y en el 2015, el ecuatoriano tomó un promedio de 49,3 litros.

    Una mujer observa las góndolas de un supermercado , en las que se oferta arroz. Según el INEC, este es uno de los tres principales productos que consumen los hogares ecuatorianos. Foto: Paúl Rivas / LÍDERES
    Una mujer observa las góndolas de un supermercado , en las que se oferta arroz. Según el INEC, este es uno de los tres principales productos que consumen los hogares ecuatorianos. Foto: Paúl Rivas / LÍDERES
  • El chocolate nacional, con cifras a favor

    Stives Reyes (I)
    redaccion@revistalideres.ec

    El consumo de chocolate en el país va a crecer en un 4,3 %, al pasar de USD 118,3 millones en ventas en el 2015 a USD 123 millones en el 2016, según la proyección para este año de la firma investigadora Euromonitor International.

    Las cifras muestran que las ventas de la industria chocolatera ecuatoriana registra un alza del 36 % frente al 2010 cuando se vendieron USD 84,1 millones.

    Las marcas también han aumentado. En el 2004, en el Instituto de Promoción de Exportaciones e Inversiones (Pro Ecuador) había dos empresas registradas y en la actualidad 30 compiten en el país.

    La mitad de estas marcas se dieron cita, hace dos semanas, en el Centro de Convenciones de Guayaquil en la IV Cumbre Mundial del Cacao. En la cita que se realizó del 29 al 31 de agosto, estuvieron presentes firmas conocidas como Pacari, Caoni y República del Cacao; además participaron empresas que recién ingresan al mercado como Mashpi, Chocono, Wao, Mindo, entre otras.

    Manuela Arcos, copropietaria de Mashpi, presentó dos nuevas barras de chocolate. La primera con un centro líquido de cacao y la otra con el 70 % de concentración de la fruta. La empresa produce unas 13 000 barras mensuales en su fábrica en Pichincha, donde también están los sembríos.

    Los productores coinciden que los cambios en las tendencias de consumo de chocolate a escala mundial elevan las ventas. Francisco Miranda, gerente general de la exportadora de cacao Guangala, dice que cada vez gana más terreno el consumo del chocolate negro o ‘dark’ que la tradicional barra de leche y azúcar.

    El chocolate oscuro, el cual contiene entre 70% y 80 % de cacao, se lo compra cada vez con más frecuencia. “Esta tendencia del bienestar hace que lo que antes era un pecado de la dieta ahora sea un producto sano”.

    Además, según voceros del sector, el ecuatoriano está aprendiendo a consumir un producto hecho en casa. José Mesa, gerente de ‘Leyenda Dark Ecuador’, señala que es más barato producir una barra con un concentrado de cacao del 80 % que un producto con leche y azúcar.

    Leyenda Ecuador es una marca con seis años en el mercado que produce cerca de 15 000 barras mensuales de chocolate en dos presentaciones y varios porcentajes de contenido de cacao. Su meta es exportar a Europa y Asia.

    Pese a incrementar las ventas, el consumo de chocolate sigue considerándose bajo. Según la Asociación Nacional de Exportadores de Cacao (Anecacao) el consumo anual per cápita en el Ecuador oscila alrededor los 300 gramos, mientras que en Colombia promedia los 1 500 gramos, cinco veces más.

    Otro dato: el gasto per cápita del ecuatoriano en chocolate se mantiene en este año en USD 7,5 al año. El gasto pasó de USD 5,8 al año a USD 7,5 entre el 2010 y el 2015.

    Iván Ontaneda, de Anecacao, señala que entre los desafíos del sector están aumentar el consumo a nivel local y consolidar la presencia en los mercados internacionales con exportaciones.

    Ontaneda sostiene que solamente el 1% del total de cacao producido se exporta. Él explica que el año pasado se produjo más de 250 000 toneladas de la fruta, de las cuales el 86 % se vendió como cacao en grano; el 13 % como elaborados de cacao (manteca, polvo y licor) y el 1% restante como producto terminado.

    El presidente de Anecacao dice que competir en los mercados internacionales es difícil pero no imposible. Primero por los costos que genera elaborar el producto, la logística del envío y la preferencia que tenga el consumidor. Por este motivo solicita la ayuda del Gobierno en la apertura de nuevos mercados y en la firma de convenios o tratados que les permitan competir sin desventajas.

    Pese a las plagas de la monilla y la escoba de bruja que afectaron el 14 % de la exportación de cacao, la producción de chocolate no se ha visto afectada. Esto principalmente porque se ha cubierto con la demanda local e internacional.

    Para Pro Ecuador las exportaciones de chocolate han ido creciendo en un 5 % durante los últimos tres años. Silvana Vallejo, directora de esta entidad, destaca que el chocolate ecuatoriano se está consolidando en varios países europeos y que se esté ingresando a mercados emergentes como el asiático. Vallejo señala que varias marcas locales se han posicionado internacionalmente como: Pacari, Caoni, República del Cacao, Montecristi, Hoja Verde, entre otras. Algunas de estas marcas cuentan incluso con premios internacionales.

    Del 29 al 31 de agosto se cumplió en Guayaquil la IV Cumbre Mundial del Cacao. Al encuentro asistieron firmas nacionales que compiten en el mercado y trabajan para exportar. Foto: Wladimir Torres / LÍDERES
    Del 29 al 31 de agosto se cumplió en Guayaquil la IV Cumbre Mundial del Cacao. Al encuentro asistieron firmas nacionales que compiten en el mercado y trabajan para exportar. Foto: Wladimir Torres / LÍDERES
  • Un emprendimiento en Quito promueve el consumo del maíz

    Redacción Quito  (F)
    Contenido intercultural

    Hace un año Daycy Vinueza abrió una cafetería para promover el consumo y valor cultural de la “planta sagrada andina”: el maíz.

    Pintada en una de las paredes, una enorme mazorca da la bienvenida a los clientes de este negocio llamado La Tilla Tor. Allí, las tortillas se elaboran de manera manual y en tiesto (vasija o plato de barro).

    El emprendimiento, ubicado en el sur de Quito, es un pretexto para difundir los saberes ancestrales. “Nuestros abuelos ya tenían esta sabiduría, lo que tenemos que hacer es despertar esa sabiduría”.

    A todos sus clientes, Vinueza les explica las bondades del maíz como alimento y como planta medicinal, la conexión con la tierra y sus elementos. “La planta de maíz es considerada por la cultura centroamericana como sagrada, al punto de considerar que el origen del hombre es del maíz mismo”.

    La idea surgió cuando inició la tecnología en Medicina Andina en el Instituto Tecnológico Superior Jatun Yachay Wasi, ubicado en Colta. Allí probó las tortillas de maíz cocidas en tiesto.

    Desarrollar la receta de las tortillas le tomó un mes. Hoy, con gran habilidad, Vinueza, quien confiesa que nunca fue amante a la cocina, toma una porción de masa, la pesa y luego elabora el producto. Cuando un comensal llega a la cafetería, las tortillas son cocidas en ese preciso momento.

    El emprendimiento empezó con apoyo financiero de su familia, que aportó con capital y mobiliario. Hasta la fecha esta mujer ha invertido unos USD 7 000 en maquinaria y mobiliario para la cafetería.

    Actualmente trabaja, gracias al apoyo de ConQuito, en un programa para mejorar la imagen del negocio como el diseño de logotipo. Desde que empezó, el negocio tiene un flujo de ingresos de unos USD 50 diarios. Atiende a unos 20 clientes cada día.

    Jhonatan Moreno es un consumidor frecuente de estos productos desde hace ocho meses. Aunque vive en el valle de Los Chillos, visita la cafetería una vez al mes.

    Este cliente destaca que los precios son convenientes y el producto es de calidad, pero sobre todo que rescata la tradicional elaboración de tortillas en tiesto. “Una costumbre de nuestros abuelos que se había casi perdido”.

    La Tilla Tor tiene una persona empleada, pero espera crecer. La meta es abrir una cafetería más grande donde puedan dictarse talleres sobre saberes ancestrales. En los planes también está realizar charlas sobre emprendimiento y jornadas de medicina ancestral destinadas a promover el conocimiento andino de plantas medicinales.

    “Queremos promover de dónde somos y motivar a querer lo que es nuestro”, dice Vinueza.
    El lema de la cafetería es “randi randi”, que significa “yo te doy y tú me das”. Adoptó este lema porque el objetivo no solo es generar ingresos sino dar un servicio a la comunidad.

    Entre los ingredientes para la preparación de estas tortillas está la harina de maíz, manteca de chancho, queso y huevos. Las tortillas tienen un costo de USD 0,75. En la oferta de La Tilla Tor también están humitas, jugos de fruta naturales, entre otros productos.

    Daycy Vinueza abrió hace un año La Tilla Tor, una cafetería, ubicada al sur de Quito, para promover el consumo del maíz. Foto: Paúl Rivas / LÍDERES
    Daycy Vinueza abrió hace un año La Tilla Tor, una cafetería, ubicada al sur de Quito, para promover el consumo del maíz. Foto: Paúl Rivas / LÍDERES
  • Sí se puede ahorrar en época de crisis

    Gabriela Coba

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    Actualmente el Ecuador está pasando un momento difícil, económicamente hablando. Según el Fondo Monetario Internacional la economía del país caerá un 4,5% en el 2016. Eso debido a varios factores como el precio del petróleo, la crisis mundial y el terremoto del 16 de abril. Por motivo de este último en el país se han tomado varias medidas económicas.

    Desde el 1 de julio se inició con el aporte solidario, además el 2 de junio se incrementó 2 puntos en el Impuesto al Valor Agregado (IVA). Por estas razones son varios los ecuatorianos que se han planteando economizar al momento de comprar, pero ¿cómo hacerlo de manera inteligente?

    Patricia Calle, coordinadora del Programa de Educación Financiera de Mutualista Pichincha nos da algunos consejos para ahorrar en tiempo de crisis.

    1.- Diferenciar entre necesidad y deseo

    Al momento de querer compra algo se debe establecer si eso es una necesidad o un deseo. Si se determina que es lo primero, evidentemente hay que adquirirlo. Pero, si es un deseo Patricia Calle recomienda aplazar su compra.

    Necesidades son alimentos, trasporte, educación. Mientras que un deseo son golosinas, algunos artículos tecnológicos o cosas no indispensables, explica Calle.

    2.- Elaborar un presupuesto

    Antes de salir a hacer compras se debe hacer una lista de lo que se va a comprar, para no divagar al momento de esta en la tienda y adquirir cosas que no se necesitaban. “Es recomendable que cuando se hacen compras del hogar se pague basándose en un presupuesto, en una lista”, dice Patricia. Es importante que el monto que se establece no varíe, tratar de ajustarse a el lo máximo posible.

    3.- Cambiar los hábitos de compra

    Salir de compras debe ser una actividad para adquirir aquello que hace falta. No se deben hacer compras por paseo o para eliminar estrés, ya que puede ser contraproducente. Al ir al centro comercial el fin de semana con la familia puede significar gastar dinero en cosas que no estaban planificadas y por lo tanto tener que recortar el presupuesto de otras cosas o actividades.

    Patricia además dice que dentro de los hábitos de compra que se deben tener para ahorrar está el “aprender a ubicar los días de promociones”.

    4.- Aprovechar las ofertas

    Las porciones pueden ser grandes aliadas de los ahorradores si se las sabe manejar. Para constatar que la oferta sea real se debe comparar el precio anterior, en facturas de días previos, o comparar entre locales. Además, la coordinadora del Programa de Educación Financiera dice que “no se debe compra las cosas solo porque están en oferta”.

  • La morosidad se acentúa en el consumo y en el microcrédito

    Redacciones Quito y Cuenca

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    Los indicadores de morosidad vienen creciendo y esto genera análisis en el sector financiero. Según cifras de la Asociación de Bancos Privados del Ecuador (ABPE), el promedio de la cartera impaga creció de 3,4% en marzo del 2015 a 4,6% en el mismo mes de este año.
    El aumento es de 1,2 puntos en 12 meses año. Para Julio José Prado, director ejecutivo de la ABPE, el dato aún no es preocupante y es entendible dentro del entorno económico actual que vive el país.

    Al revisar las cifras con mayor detalle se encuentra que existen segmentos con una morosidad más alta que otros. En créditos de consumo, por ejemplo, el índice en marzo del 2015 estuvo en 6,5% y para marzo de este año subió a 9%. Otro segmento en el que la morosidad se eleva es el microcrédito que pasó de 6,2 a 6,9% en el mismo período.

    Los datos de la ABPE también dejan ver segmentos que mantienen una cartera impaga baja. El crédito comercial registraba hasta el tercer mes de este año una morosidad de 1,4% y el de vivienda de 2,9%. “Esos dos créditos específicos están con baja morosidad. En el comercial la gente se cuida para no perder su capacidad de crédito en el futuro y en lo que es vivienda la gente cuida mucho sus pagos porque se trata de su casa. Es lo primero en lo que las personas tratan de estar al día”, asegura Prado.

    El director del gremio banquero agrega que en todas las líneas de morosidad se registró una reducción entre febrero y marzo. “Esto significa que las personas se han puesto al día con algunas líneas de crédito y también implica que la cantidad de créditos aumentó ligeramente entre esos meses”.

    Las entidades financieras reconocen el incremento de la morosidad en sus carteras de crédito. Banco Pichincha asegura que la contracción económica que se evidencia desde el año pasado en la mayoría de sectores económicos y productivos del país ha provocado que la tasa de morosidad experimente un crecimiento.

    En esta entidad, el índice de morosidad se situó en el 4,05% al cierre del año 2015. Según este banco, en vista de que la situación económica se mantiene, los indicadores de morosidad experimentaron un incremento en el primer trimestre del año. En marzo, estos se ubicaron en 6%.

    En Banco Pichincha, los créditos que han evidenciado un mayor deterioro son aquellos destinados para consumo y microempresa. “Estos son segmentos que históricamente han registrado una tasa mayor de morosidad y la tendencia se mantiene en la situación actual”, asegura la entidad.

    El presidente de Banco Pichincha, Antonio Acosta, dio a conocer semanas atrás, en una entrevista en Radio Quito, que la actual situación económica afecta a la gente que no puede pagar sus cuotas. “Hay personas que han perdido empleo y no pueden pagar. Ahora le corresponde a todos los bancos entrar en programas de reestructuración y reforzar los provisiones para cargar a esas provisiones la cartera que no se pueda cobrar”.

    Otro actor del sistema financiero que mira con detalle la situación es Banco Solidario. Esta entidad señala que sus índices de cartera impaga han crecido, tal como ocurre en el sistema financiero en general y en medio de la difícil situación económica. En su caso la línea de crédito que mayor morosidad registra es la de consumo.

    Ante esta situación las entidades aplican estrategias para ayudar a sus clientes. Banco Solidario explica que siempre se preocupa de que la cuota esté asociada a la capacidad de pago del cliente.

    La entidad complementa esa precaución con asesoría y educación financiera sobre todo en planificación. La idea, sostiene el banco, es evitar el sobreendeudamiento y manejo del flujo de caja en el caso de los microempresarios. “Además, motivamos a aquel cliente que puede estar frente a un problema, para que se acerque al banco y analicemos formas para mantener su crédito al día”.

    El tema de la morosidad es particular en las provincias más afectadas por el terremoto del 16 de abril. Según la ABPE, en Manabí el índice de morosidad estaba en marzo en 6,6% y en Esmeraldas llegaba al 11,7%.

    En esas provincias se espera que los índices se eleven. Según la Superintendencia de Bancos esto dependerá del segmento y la ubicación. “No todos los sectores fueron afectados de la misma forma” asegura el organismo.

    La morosidad subió, pero hay más control

    La morosidad aumentó en las cooperativas de ahorro y crédito del Ecuador. En las 24 entidades, que se ubican en el primer segmento (con más de USD 80 millones en activos) este indicador se incrementó de 5,58 a 7,05%, en el período octubre de 2015 – marzo de 2016, de acuerdo con estadísticas de la Superintendencia de Economía Popular y Solidaria (SEPS).

    Según el director de la Unión de Cooperativas de Ahorro y Crédito del Sur (Ucacsur), Juan Pablo Guerra, este sector no puede estar divorciado de la situación económica complicada por la que atraviesa el Ecuador.

    Por este factor, agrega, los socios de las cooperativas pueden verse afectados en sus ingresos y priorizarán sus gastos. “En esa medida uno de los temas que más puede afectarse es el cumplimiento de las obligaciones de crédito y pueden existir retrasos de días en los pagos”.
    En las 33 instituciones del segmento 2 (entre USD 20 millones y 80 millones en activos), el índice se incrementó de 11,57 a 13,76%, en el mismo período. Guerra explica que el mayor nivel de morosidad en las entidades del segundo segmento con relación al primero se puede atribuir a la diferencia en el tamaño de estas entidades financieras.

    Las del primer segmento tienen una mayor cantidad de oficinas en varias zonas, más volumen de cartera y eso produce un menor riesgo en la morosidad.

    Es decir, una entidad que tenga oficinas en varias ciudades será menos afectada en una crisis o desastre como el terremoto que se registró en Manabí y Esmeraldas, que una cooperativa que solo tenga locales en dos urbes y uno de esos esté en la zona afectada.

    Las cooperativas no han dejado de otorgar crédito, pese a las condiciones del país, a diferencia de otros sectores financieros, dice Guerra. De acuerdo con datos de la SEPS, las entidades de los segmentos uno y dos concedieron préstamos por USD 5 128 millones en marzo de 2015 y por USD 5 288 millones en marzo pasado.

    La cartera está concentrada, principalmente, en el microcrédito y consumo. “El riesgo puede ser inminente en todos los tipos de préstamos…”. En un préstamo de consumo, al no ser productivo, el pago depende de la capacidad de la familia y si alguien pierde su empleo hay problemas, dice Guerra. En el caso del microcrédito, en cambio, su cumplimiento está sujeto a la dinámica del negocio.

    Guerra señala que si bien la concesión de préstamos aporta al desarrollo o recuperación del país, puede afectar al índice de morosidad si hay retrasos.

    Por esta razón, asegura el representante gremial, las cooperativas de ahorro y crédito buscaron reforzar los esquemas, los análisis crediticios y los criterios de calificación del socio solicitante, antes de conceder los préstamos. “Fue un esfuerzo grande en tecnificarse, dar un seguimiento adecuado y crear mecanismos que permitan la recuperación efectiva y rápida de la cartera”.

    En la actualidad, señala Guerra, es necesario trabajar en una modificación del esquema de la constitución de las provisiones, criterios de calificación de la cartera, esquemas para refinanciamiento y reestructuración de la cartera, entre otros aspectos.
    Según él, las expectativas del sector están centradas en generar una diversificación de la cartera y aportar a la recuperación económica del país.

    La planificación es crucial

    El consumo prudente. Analistas financiero y especialistas señalan que para combatir la morosidad la clave está en la prudencia.

    Por ello, el editor de Análisis Semanal, Alberto Acosta Burneo, explica que las personas deben mantener el nivel de endeudamiento por debajo del 30% de sus ingresos. “La tercera parte del sueldo debe destinarse al pago de deudas. No hay que gastar en artículos innecesarios”.

    El analista económico cree que para salir de mora es importante planificar mensualmente el presupuesto, analizar qué gastos se pueden suprimir y realizar una lista diaria en la que se especifique el consumo diario.

    Acosta Burneo añade que hay que evitar las compras de impulso. Es decir, controlar el presupuesto y regirse a ello.

    Para Sandra Muñoz, coordinadora académica de la carrera de Finanzas de la Universidad de las Américas (UDLA), la falta de recursos económicos y el aumento del desempleo influyen a que las personas no tengan el sustento económico y caigan en mora en la banca.

    Una opción para solucionar este inconveniente, según Muñoz, es flexibilizar las condiciones de los créditos. Además, sugiere buscar alternativas de refinanciamiento que permitan opciones de cobro para el usuario.

    La docente universitaria cree que el ciudadano debe tener conciencia financiera personal. Es decir, tener un control de los gastos recurrentes a futuro y la certeza de los ingresos reales. “Hay que tener en cuenta todos los rubros a pagar, no solo los evidentes. Esto bajo una planificación mensual y a futuro”, puntualiza Muñoz.

    La catedrática recomienda además que para salir de una situación de morosidad se debe tener herramientas efectivas para solventar el endeudamiento. “No se debe endeudar en un lado por pagar otro”, enfatiza. La clave está en la planificación anticipada, refuerza la experta en finanzas.

    Con esto coincide Mauricio Pozo. El analista económico considera que los ciudadanos deben trazar un flujo de caja con sus ingresos y gastos, con las fechas de cuándo se recibe y salen estos rubros de los ahorros familiares. “Si hay inconvenientes, lo mejor es acercarse a las instituciones bancarias o entidades que tienen obligaciones para buscar un plan de refinanciamiento de pagos”.

    Pozo cree que los consumidores deben ser más cautos no solo con los valores a cancelar en una compra, sino también con respecto a los canales y opciones de pago. “Lo ideal es planificar los gastos hasta nivelar las deudas”, concluye el experto.

    En Banco Solidario se desarrolla un programa de educación financiera entre sus clientes. En esta entidad los créditos de consumo son los que mayor morosidad  registran. Foto:  Alfredo Lagla / LÍDERES
    En Banco Solidario se desarrolla un programa de educación financiera entre sus clientes. En esta entidad los créditos de consumo son los que mayor morosidad registran. Foto: Alfredo Lagla / LÍDERES