El consumo mundial de jugo de naranja cayó un 15,2 % entre 2004 y 2014, como consecuencia de la expansión de otras bebidas no alcohólicas y la pérdida del hábito de desayunar en las personas, reveló un estudio divulgado en Brasil, el principal productor y exportador de ese producto.
El informe de la Asociación Nacional de los Exportadores de Jugos Cítricos de Brasil (Citrus BR) indicó que la reducción equivale a cerca de 1,6 cosechas brasileñas, que en 2014 permitieron la producción de 279 millones de cajas de jugo de naranja, con el 95 % destinadas al mercado extranjero.
La entidad señaló que para enfrentar esa reducción pretende realizar campañas orientadas a médicos y nutricionistas, con el propósito de fomentar el saludable consumo de la bebida, principalmente en Europa, destino del 71 % del jugo de naranja brasileño.
En Brasil, en tanto, los productores esperan una reducción de la carga de impuestos para el jugo «100 % integral» (natural), tanto de naranja como de uva y coco.
El estudio coincidió con otro divulgado hoy por el Departamento de Agricultura de Estados Unidos sobre el mercado mundial de cítricos y que apunta que Brasil deberá tener una caída del 10 % de su producción de naranjas, como consecuencia de la sequía que afectó al país.
En ese sentido, la producción de jugo de naranja calculada por el órgano estadounidense será del 23 %. Brasil responde actualmente por cerca del 57 % de la producción mundial de naranja y, aproximadamente, por el 81 % del comercio internacional, según datos del sector.
El consumo de jugo de naranja se disminuyó a escala mundial. Foto: Archivo
El pescado, por su alto valor nutritivo, puede ayudar a enfrentar el «grave» problema del hambre que aqueja a cerca de 14 millones de personas en parte de América Central, dijo este martes (19 de mayo) en Panamá la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
«Los productos del mar son productos de muy alta calidad nutricional y se constituyen como una alternativa en países donde enfrentamos graves problemas alimenticios», apuntó el coordinador subregional de FAO, Ignacio Rivera, en un taller sobre pesca artesanal y acuicultura que se celebró la mañana de este martes, en la capital panameña.
El problema es que en América Central, a pesar de ser una región rodeada de océanos, el consumo de pescado es bastante deficitario y se aleja de la media mundial, que ha crecido en la última década motivado principalmente por el incremento de la oferta pesquera, el aumento de la población y del poder adquisitivo de la misma, y la expansión de los canales de distribución del pescado.
Según la FAO, en el año 2000 se consumía al año una media de 17 kilogramos de pescado por persona. En el año 2012, la cifra asciende hasta los 19,2 kilos. En la región, apuntó Rivera, «solamente Panamá, con 23 kilos de consumo per cápita, supera el consumo per cápita mundial». Le sigue Costa Rica con 12,3 kilos de pescado al año. «El resto de países de América Central presentan indicadores de consumo muy inferiores, que se sitúan en el rango de entre los 1,7 kilos y los 7 kilos por persona al año», añadió el representante del organismo internacional.
Los países que enfrentan mayores retos en materia de seguridad alimenticia son, según el organismo internacional, Honduras, Guatemala, El Salvador y Nicaragua. Expertos de 11 países de la región se reúnen hasta el miércoles 20 de mayo en la capital panameña para buscar fórmulas que aumenten la ingesta de pescado y mejoren la confianza del consumidor en la pesca artesanal y la acuicultura de pequeña escala.
El taller, que forma parte del programa ‘Mesoamérica sin hambre’ y lleva por título ‘Consumo de pescado en Mesoamérica: Las perspectivas para aumentar su contribución a la nutrición de la población’, fue organizado por la FAO y el Organismo Internacional Regional de Sanidad Agropecuaria (OIRSA).
«Sabemos que la pesca representa una contribución económica importante para los países de Mesoamérica, el actual reto es cómo lograr que la pesca artesanal y la acuicultura contribuyan a mejorar la seguridad alimentaria de los sectores más vulnerables de la población», indicó el director de OIRSA, Laureano Figueroa.
«Es el alimento con mejor perfil de aminoácidos, aceites grasos y minerales, nutrientes indispensables en cualquier momento de la vida humana», añadió el representante de la FAO.
La pesca artesanal se enfrenta a riesgos importantes como la marginalidad social, la sobreexplotación, la contaminación de los océanos, el mal uso de desechos en espacios urbanos y el cambio climático, apuntó Rivera.
También hay que tener presente al pez tigre, según la FAO, una especie depredadora que representa un peligro para la biodiversidad marina y que se alimenta de peces, langostas y crustáceos juveniles, entre otras cosas. Según datos del organismo internacional, 540 millones de personas viven de la pesca artesanal en el mundo, lo que representa cerca del 8% de la población mundial.
El pescado es el alimento con mejor perfil de aminoácidos, aceites grasos y minerales, según al FAO
Desde el momento en que usted ingresa a un establecimiento público para recibir algún tipo de servicio, como cliente posee una cantidad de derechos que puede exigir y hacer valer.
Uno de ellos es la autorización del pago de la propina, como gesto de reconocimiento y gratitud por el buen servicio recibido. No obstante y para que no pague lo que no desea, es bueno tener en cuenta algunas recomendaciones.
Consultamos con la Superintendencia de Industria y Comercio, entidad encargada de regular y de controlar todos los estatutos referentes al cobro de las propinas, para aclarar algunas dudas que la ciudadanía pueda tener en el momento de hacer el pago total de la factura en la que voluntariamente podría estar incluida la propina.
1. ¿Cómo saber de la posibilidad de la propina?
El empleado del establecimiento que lo está atendiendo y que estuvo al tanto de lo que usted requería, está en la obligación de informarle que existe la POSIBILIDAD de pagar un monto extra del valor total de su factura. Por lo tanto, usted debe estar enterado de que habrá un porcentaje adicional que puede pagar.
2. ¿A cuánto equivale ese porcentaje?
La Superintendencia no impone un monto fijo de porcentaje para las propinas que los establecimientos pueden cobrar, pero sí, la información que se le debe dar al consumidor, aclarando que la propina es sugerida. De acuerdo al lugar, el monto podría ser del 8, 10 o 15 % del costo final de la factura. No obstante, el que más se utiliza es del 10 %.
3. ¿Es un precio fijo?
Cuando usted ha recibido la factura de su consumo en el establecimiento y se le indica el porcentaje de la propina a pagar, usted también puede decidir qué tanto dinero extra quiere aportar.
Por ejemplo, si usted después de almorzar autoriza el cobro de la propina, la cual en el establecimiento corresponde al 15 % de su total a pagar, de antemano usted puede decirle al empleado que haga el cobro de la propina por el 10 %, es decir, ese porcentaje no es una imposición y el funcionario debe acudir a su solicitud de disminuir el valor de la propina.
4. ¿Debe pagarlo?
Cabe recordar que el pago de la propina es totalmente voluntario, por lo que en el momento en que le estén haciendo la advertencia de la existencia de esta, usted puede decir: “No la quiero pagar”, y no tiene por qué haber un cobro adicional en su factura.
5. ¿Qué pasa con las propinas después de que se hace el pago?
Todos los establecimientos tienen total libertad de destinar esa cantidad de dinero extra para lo que establezcan. Ya sea pagos extraordinarios para los empleados o para cubrir gastos demás que se presenten.
Lo que usted quizá no sabía es que puede preguntar a la administración del lugar cuál será el destino final de esa propina que usted voluntariamente opta a pagar.
6. ¿Los clientes dónde pueden adquirir información sobre las propinas?
Estas aclaraciones deben estar puestas en lugares visibles para el consumidor por medio de carteles que contengan toda la normatividad de la Superintendencia en la entrada del establecimiento, así como en la lista de precios de los productos y en las cartas o menús que se les pasan mano a mano a los clientes.
7. ¿Puede arrepentirse de pagar la propina?
Si bien lo ideal es que con previo aviso usted autorice el cobro de la propina, en caso tal de que usted después de haber pagado su factura decida que ya no quiere hacer ese aporte, tiene que comunicarse directamente con las personas encargadas del establecimiento y hacerles saber el porqué de su decisión. Lo ideal es llegar a un acuerdo con los delegados del negocio.
8. ¿Y si le cobran sin preguntarle?
En este caso, el consumidor tiene derecho a decirles a los empleados del establecimiento que descarguen el monto equivalente o el rubro de la propina porque no le preguntaron si deseaba abonar el dinero adicional.
9. ¿Existe alguna ley que se encargue de monitorear las fallas con el cobro de las propinas?
Las repercusiones legales hacia el establecimiento, en caso tal de que se cobre la propina sin una previa autorización, están explicadas en la Ley 1480 donde se establecen las sanciones que podría asumir. La primera de ellas es una multa, es decir, un cobro monetario establecido dependiendo de qué tipo de establecimiento, tienda o local se trate. La segunda, una orden administrativa, en la que se estudia legalmente si el establecimiento está incumpliendo o violando una ley, y por último se puede llegar al cierre del establecimiento.
En este caso la Superintendencia analiza detalladamente la conducta arbitraria o ilegal por parte del establecimiento y de acuerdo con los perjuicios que hayan sufrido los consumidores, se toman las decisiones.
Por lo general la entidad opta por seguir el conducto regular, por lo que las sanciones comienzan por multas y la exigencia a los administradores de los negocios para que exhiban en un lugar visible los carteles mencionados.
10. ¿A quién acudir si no se llega a una solución?
En caso tal de que la problemática se vaya a una mayor instancia, el cliente o consumidor tiene el derecho de recibir la atención oportuna por parte de la Superintendencia, organismo que debe propiciar la atención adecuada al caso y resolverlo con el establecimiento que no atendió el requerimiento del usuario.
Ante la expectativa de que el reloj de Apple, el Watch, se venda por millones en todo el mundo, las organizaciones de medios están orientando sus esfuerzos para formar parte de su diminuta pantalla. En el negocio de las noticias, esto ya comienza a conocerse como ‘glance journalism’, o ‘periodismo de un vistazo’.
El Apple Watch, que se espera se convertirá en el artículo líder en el terreno de la tecnología ‘usable’ o ‘vestible’, abre nuevas posibilidades para la industria del periodismo, ávida de conectarse con las audiencias de la era digital.
El New York Times dice que su aplicación para el Apple Watch contendrá «una nueva forma de contar historias» y que sus editores actualizarán constantemente las notificaciones. Luego, si un título que aparece en su muñeca les llama la atención, los lectores podrán traspasarlo a su iPhone o iPad para más detalles.
Yahoo tendrá cuatro aplicaciones para este aparato de Apple, entre ellas un resumen de noticias que se actualiza cada hora con «microsumarios» de los acontecimientos más importantes.
CNN y la radio nacional pública estadounidense (NPR) también anunciaron sus apps para Apple Watch y se espera que otros medios surfeen la misma ola. Esta nueva tecnología significa que, cada vez más, las audiencias se habituarán a consumir micronoticias, según los analistas.
«Estamos por entrar en la era del ‘glance journalism‘», dijo en un blog Mario García, consultor de García Media y miembro del Instituto Poynter para los Estudios de Medios. «Es más difícil sacar un iPhone de un bolsillo o de una cartera abarrotada de cosas en el metro de Nueva York, que echarle un vistazo al reloj (…). Por eso, predigo que estaremos dando muchos vistazos y leeremos títulos seductores que nos harán decidir si proseguir con la lectura o no».
En busca de la fórmula perfecta
El surgimiento de los aparatos electrónicos ‘vestibles’ ofrece una nueva plataforma para los medios noticiosos: rápida, personal y siempre al día. «La posibilidad de acceder a la información será mucho más rápida con el reloj», dijo a la AFP Robert Hernández, quien enseña periodismo móvil en la Universidad del Sur de California.
Para las salas de redacción, «será una nueva posibilidad de convertirse en parte del cuerpo de una persona», comentó. Y el periodismo encontrará la manera de usar el reloj inteligente: «Cuando Twitter salió», prosiguió el experto, «la gente decía que no se podía hacer periodismo con 140 caracteres, pero ahora esta red se ha convertido en una herramienta fundamental».
Gilles Raymond, fundador y jefe ejecutivo de la aplicación News Republic, dijo que cree que el reloj inteligente será un medio importante de noticias y que el Apple Watch representará un gran desafío en ese sentido.
«Cuando hay noticias de último minuto, uno quiere acceder a ellas inmediatamente. El reloj es la herramienta ideal para eso», dijo Raymond, cuya firma con sede en San Francisco se ocupa de ofrecer aplicaciones de noticias para smartphones y tabletas.
Los usuarios de los smartphones ahora le dan una mirada a sus equipos más de 100 veces por día, y que con los relojes inteligentes esta cifra podría aumentar a 300 o 500 veces por día. «Será un aparato muy adictivo», comentó.
Raymond agregó que aún hay poca experiencia sobre el manejo de las noticias en los relojes, pero que las organizaciones de medios y las apps están preparándose para la invasión mundial del Apple Watch, que estará disponible en nueve países a partir del 24 de abril.
Pero, sobre todo, los medios tendrán que aprovechar «esta nueva forma de construir una relación» con los lectores, dijo Raymond.
Entender la movilidad
Pero las organizaciones de medios necesitan hallar una fórmula correcta para entregar alertas y notificaciones cortas, sin volverse invasivas o molestas. Alan Mutter, un exeditor de un diario en Chicago que ahora es asesor de medios digitales, comentó que las organizaciones de medios necesitan pensar creativamente sobre cómo sacar provecho de nuevos equipos como éstos.
«Esta pantalla tan pequeña no puede ser una extensión de lo que hay en el teléfono móvil», dijo Mutter. «Hay que pensar sobre cómo usa el aparato el consumidor y qué se puede hacer para rentabilizarlo».
Mutter explicó que los usuarios de los relojes inteligentes no quieren recibir constantes pellizcos en la muñeca con alertas vibratorias de medios de noticias y que habrá que hallar un balance. «Tal vez se entreguen las noticias cada hora, o un sumario de titulares, o podría ser que se envíe un resumen de audio que se pueda escuchar desde el reloj, vía Bluetooth, explicó. «Hay que crear el contenido que sirva para el medio».
El Apple Watch estará disponible en nueve países a partir del 24 de abril. Foto: AFP
Cierra Dorsey tiene «buenos recuerdos» del centro comercial donde paseaba en su adolescencia, pero ahora prefiere, como otros estadounidenses, hacer sus compras en otro lugar: el tradicional ‘shopping mall’, símbolo del consumismo en los 60′, ya no está de moda.
«El centro comercial estadounidense: una especie en extinción» o «Ascenso y declive del shopping mall», titulares como este evocan cada vez más la decadencia de las ciudadelas comerciales que triunfaron hace medio siglo en Estados Unidos.
«La primera vez que mi madre me dejó salir sola, fue para ir al ‘mall’», recuerda con un toque de nostalgia Dorsey, de 27 años, vendedora en una tienda de productos naturales en Fairfax, a las afueras de Washington.
El centro comercial tradicional, con largos corredores en cruz y en dos niveles, hogar de las grandes marcas bajo un mismo techo, se marchita. «Ninguno ha sido construido desde 2009», dijo a la AFP David Roelfs, sociólogo de la universidad de Louisville (Kentucky, este), experto en estas infraestructuras.
Según el New York Times, citando al grupo especializado CoStar Group, si 80% de los 1 200 ‘malls’ cubiertos existentes son rentables, 20% batallan por mantener el vuelo, frente al 6% en 2006. El volumen del comercio en línea, aunque representa el 6,6% de las ventas al detalle en 2014, puede ser una explicación de este fenómeno.
El envejecimiento de los edificios o simplemente la multiplicación de la oferta pueden ser otros factores, estiman los expertos. Además de un nuevo deseo: «El comercio al por menor vuelve a las calles, donde están sus raíces», según David Dochter, un desarrollador inmobiliario especializado en proyectos comerciales.
Heredero del bazar y los pasajes comerciales, el ‘shopping mall’ de suelos brillantes, fuentes, plantas, escaparates de marcas y cadenas de restaurantes, rodeado de gigantes estacionamientos, era desde la década de 1960 el símbolo del sueño americano y su apetito consumista.
‘Ser moderno’
Los años «1950 y 1960 estaban impregnados del deseo de ser modernos, y la modernidad de estos centros comerciales les permitió ser preferidos antes de los centros de las ciudades y los centros comerciales al aire libre», dice Roelfs.
La construcción de autopistas, el reino del automóvil, el éxodo de las familias hacia los suburbios, llegaron al mismo tiempo. El primer centro comercial cubierto, el Southdale Center, todavía en funcionamiento, fue abierto en Minnesota (norte) en 1956.
Después 1 500 más fueron construidos. Inventados por un arquitecto austríaco con ideas socialistas, Víctor Gruen, el ‘mall’ estaba pensado como un espacio social que recrea la diversidad del centro de la ciudad, recuerda Roelfs. «Pero rápidamente se convirtieron sobre todo en un lugar de consumo», señaló el sociólogo.
La excepción son los adolescentes que siguen yendo a estos lugares para matar el tiempo con sus amigos. La cultura popular y el cine los evocan a menudo. En las películas ‘Volver al futuro’, el personaje Doc prueba su vehículo en el estacionamiento de un centro comercial, en ‘Terminator’ buscan a un adolescente y en ‘Blue Brothers’ lo atraviesan en un auto.
Pero su declive y muerte también son documentadas por los nostálgicos de la página de internet deadmalls.com. «No es que el consumo desciende», explica a la AFP el sociólogo George Ritzer, autor de un libro sobre lo que él denomina «las catedrales del consumo». «Al contrario, el consumo aumenta, pero consumimos diferente, en otros lugares. Los malls’ están convirtiéndose en complejos de entretenimiento».
Atmósfera trepidante
Ese es el proyecto de David Dochter, director de Cushman y Wakefield, con el nuevo ‘CityCenterDC’, una mezcla de tiendas, departamentos, oficinas, teatros y cines en el centro de Washington.
Los jóvenes, que tiene «un rol principal», «quieren un ambiente social en el cual puedan hacer compras. Quieren pasar un momento particular, no sólo comprar un producto», comenta Dochter, quien estima que los centros comerciales cubiertos todavía tienen futuro, pero solo los más competitivos.
Reed Kracke, que gestiona para la empresa Edens el desarrollo del centro ‘Mosaic’ de Fairfax, lanzó un proyecto similar, recreando todos los elementos del centro de una ciudad en 20 hectáreas, con una plaza, un mercado semanal, tiendas en la calle, una pantalla gigante y espectáculos para los niños.
«Aquí, no hay una atmósfera trepidante como en un centro comercial lleno», comenta, estimando que la tendencia apunta a este «tipo de ambiente».
El centro comercial Southdale Center fue abierto en Minnesota (norte de EE.UU.) en 1956. Foto: Wikicommons
El Super Bowl bate récords de audiencia televisiva año tras año. Pero la gran final del fútbol americano es mucho más que la competición por el título entre New England Patriots y Seattle Seahawks. Estos son algunos números y detalles que destacan su relevancia en la cultura estadounidense
Audiencia de televisión.
Es uno de los eventos más vistos del año en todo el mundo con cifras que superan los 80 millones de espectadores desde los años ’90. En los últimos cinco años rebasó la barrera de los 100 millones. El récord fue el año pasado: 111,5 millones de personas vieron el triunfo de Seattle sobre Denver.
Precios
El costo medio de una entrada en el mercado negro alcanza los USD 8 000, el mayor registrado nunca, según el portal de búsqueda de tickets TiqIQ. El precio estipulado de las entradas iba de los USD 800 a los USD 1 900
Anuncios
Las personas que no tienen interés en el fútbol disfrutan de las pausas, donde las empresas compiten por ver quién hace el anuncio del que más se hablará al día siguiente. Como en muchas otras cosas, Apple fue el precursor en 1984. Hasta USD 4,5 millonesse pagaron este año por un spot de 30 segundos.
Apuestas
El año pasado se movieron USD 19,7 millones en apuestas legales en Nevada, pero se estima que este año las ilegales alcancen los 3.800 millones. El show del descanso
Cuando los amantes del fútbol aprovechen la pausa para ir al baño, otros ocuparán su puesto en el sofá para ver la actuación musical, todo un clásico. El domingo (1 de febrero) corrió a cargo de Katy Perry y de Lenny Kravitz, que toman el relevo de Bruce Springsteen, The Who, Prince, Madonna o Beyoncé, que cantaron en años pasados.
Una de las actuaciones más recordadas fue la de Janet Jackson y Justin Timberlake en 2004, cuando la cantante mostró un pecho. Calorías
El gran día del fútbol americano es enemigo de la comida sana. Según el Consejo Nacional de los Productores de Pollo, el domingo (1 de febrero) se comieron 1 250 millones de alitas de pollo.
Domino’s Pizza, la empresa líder en Estados Unidos en envío a domicilio, calcula vender más de 11 millones de porciones. Se estima que el estadounidense consumirá al menos 2 400 calorías durante las cuatro o cinco horas en torno al partido, según el Consejo para el Control de Calorías. Es el segundo día de mayor consumo calórico después del de Acción de Gracias.
Desde los años noventa las cifras de audiencia de Super Bowl superan los 80 millones de espectafores. Foto: AFP.
Ignacio Maldonado, vicepresidente de Negocios de Diners Club del Ecuador, analiza cómo se encuentra el mercado de las tarjetas en el país. La elevada liquidez en la economía es determinante.
Los datos de la Superintendencia de Bancos reflejan un crecimiento del crédito de consumo en el país, cuyo saldo en la cartera llegó a USD 5 009 millones en el 2011 y en el 2007 fue de USD 2 260 millones.
La gerenta del Banco Central, Ruth Arregui, en entrevista con LÍDERES, mostró su preocupación por la evolución de los niveles de consumo. ¿Cuál es su lectura sobre esta realidad?
El consumo es un rubro que crece año tras año. Y se ve más acentuado a partir del aumento en el precio del petróleo, como reflejo de una mayor liquidez en el Estado y un incremento en el gasto público. Esto ha impactado en la capacidad de compra y se refleja en la economía. Además, este país es principalmente comercial, no es industrial; si bien hay una buena industria, aún es relativamente pequeña frente a otros países. Al ser el comercio un componente importante en el PIB, es lógico que el consumo ligado al precio del petróleo va a seguir incrementándose.
El saldo de la cartera de crédito de consumo, entre el 2007 y el 2011, creció en más del 120%. ¿Eso demuestra un excesivo consumo en el país?
No, porque hay algo importante de entender. Si vemos que, por ejemplo, la banca busca maneras más eficientes para tener rentabilidad, ¿producto de qué?, las tasas de interés han bajado y hoy están controladas e incluso las comisiones. El escenario que hay es uno con mayor liquidez en el sistema financiero. Si se ve la liquidez en la banca, con índices fuertes y sanos, hay que canalizarla y lo natural es a través del crédito y donde más se ha dinamizado es el consumo. La demanda está dada por la capacidad de pago que tiene la gente y por sus niveles de ingresos. Hay más empleados y salarios más altos. Es lógico que si hay más personas con más ingresos van a consumir más; y también podrían ahorrar más, pero eso también se ve en los depósitos, tanto en ahorros y en plazo fijo.
Si el PIB de consumo de hogares supera los USD 40 000 millones y hay 2,2 millones de tarjetas de crédito emitidas, hay espacio para crecer. ¿Es posible fijar un techo para las tarjetas?
Es difícil proyectar ese número, pero es crucial diferenciar entre ser medios de pago y ser tarjeta de crédito. Si el PIB de hogares estaba en USD 42 000 millones, las tarjetas participan en USD 7 000 millones, ¿cuánto de esos recursos pueden canalizarse a través de una tarjeta? Ahí depende de la estrategia de la institución: si alguien la sustenta con base en el consumo, buscará su negocio en el financiamiento de artículos importados, etc. y en ese ámbito puede haber un nivel de riesgo alto. Lo otro es reemplazar (con la tarjeta) al efectivo y ahí el mundo es más amplio. Ahí es donde el débito está teniendo más protagonismo.
No obstante, más entidades financieras ingresan al segmento de las tarjetas de crédito…
Nosotros somos una firma especializada en el negocio de tarjetas y no puedo hablar de todo el sistema. Es lógico que este ha encontrado en las tarjetas una nueva fuente de ingresos. Y, ¿por qué?, porque es un mercado que crece, por la liquidez, el petróleo, el gasto público, las remesas…, y hay más capacidad de pago. Si hay bancos universales que tienen la posibilidad de tener varios segmentos de clientes, han visto en las tarjetas una opción de hacer negocio. Lo importante de este negocio es el modelo crediticio y el modelo de riesgos, y ahí se marca la diferencia.
¿Por qué?
En épocas de bonanza es muy fácil generar negocio, porque todo crece. Pero la eficiencia se mide en épocas de crisis; en el 2009 influyó la crisis mundial. En esos momentos es cuando se prueba si los modelos crediticios o los de riesgos que se tienen implementados funcionan. En nuestro caso, lo vemos como un negocio, pero debemos ser muy cautos.
¿Una mayor participación de actores en la emisión de tarjetas pudieran empujar al sobreendeudamiento y hacer vulnerable al consumo?
Definitivamente sí y por eso insisto que eso depende del modelo de negocio. Es indudable que ese crecimiento existe y no podemos negarlo; y que puede haber un nivel de riesgo alto, sí. Y el día de mañana si tenemos un escenario de iliquidez o crisis, en donde el Estado no tenga los niveles actuales de recursos, bajen los ingresos y aumente el desempleo, quienes estaban endeudados van a tener problemas de pago.
¿Cómo se ve el escenario para el 2012?
Lo vemos similar al 2011 y al 2010. No vemos una situación que pueda afectar a la economía ni al consumo, como para decir que estamos en una situación de crisis. Está creciendo (el consumo), a un ritmo más alto de lo que hemos visto históricamente, sí, y por eso hay que ser cautos; pero de ahí, a decir que no hay que estar en el negocio, es ir al extremo.
La estrategia de ofrecimiento ‘agresivo’ de tarjetas al cliente, ¿cómo debe ser procesada?
Hoy, la estadística dice que una persona tiene un promedio de dos a tres tarjetas de crédito, no solo en el país sino en otras economías. La institución que quiere entrar al mercado y ofrecer un cuarto o quinto plástico debe segmentar adecuadamente al cliente y no ofrecerla abiertamente a todos y por eso es importante los modelos crediticios. El sobreendeudamiento se da cuando al cliente se le satura de crédito. Ahora, hay otras estrategias en las que se busca fidelizar al cliente y ahí se logra la consolidación de esa relación con la tarjeta y no necesariamente con darle otra.
IGNACIO MALDONADO, vicepresidente de Negocios de Diners Club del Ecuador.
La formación. Posgrado en Administración Bancaria en el Incae; Maestría en Marketing y Finanzas en la U. Francisco de Vittoria (Madrid, España)… La experiencia. Ha desempeñado actividades en la banca personal, microcrédito, pymes… Desde hace unos cuatro años, actividades en tarjetas de crédito.
Las cifras de la Superintendencia de Bancos y Seguros lo demuestran. Para mencionar un par de datos: durante la última década, el número de tarjetahabientes se incrementó en un 275%; además, solo el año pasado, el consumo en el mercado ecuatoriano con tarjetas de crédito superó los USD 7 200 millones.
La capacidad de endeudamiento que actualmente refleja el mercado responde a factores como la alta liquidez que existe en la economía. Para añadir otras cifras, la Asociación de Bancos Privados del Ecuador reportó que, hasta enero pasado, los depósitos llegaron a USD 18 355 millones.
A simple vista, un ambiente de mayor prosperidad -como consecuencia de un mayor circulante-, se refleja en todas las ofertas comerciales que se presentan al consumidor, para la adquisición de vehículos, electrodomésticos o hasta prendas de vestir o perfumes. Mientras exista un poder de compra, no habría motivos para preocuparse y la posibilidad de una burbuja de consumo, pasaría casi desapercibida.
Sin embargo, la bonanza no es eterna y la historia económica ha demostrado que hay ciclos en los cuales también se presentan épocas de ‘vacas flacas’. Pero, más allá de esta posibilidad, es más común escuchar casos de sobreendeudamiento en los que han tenido que intervenir los departamentos de Recursos Humanos, para ayudar al empleado.
En este época de alta liquidez es indispensable promover en los ciudadanos, hábitos de control en el gasto. Las campañas de educación financiera son oportunas en la medida en que contribuyen a minimizar los impactos en las finanzas personales, que al final redunda en un beneficio familiar. En este tema, las autoridades también tienen la palabra.
El consumo masivo es la apuesta de Grupo Ortiz, con sede en Cuenca. Su empresa insignia es la cadena Coral Hipermercados.
Estos almacenes tienen presencia en Cuenca (cuatro locales) y en Guayaquil (un local). Su estrategia es abarcar consumidores con ingresos bajos, medios y altos. Por ello, en sus almacenes hay vajillas desde USD 5 hasta 60. Ese ejemplo se replica en toda su oferta de productos.
La cautela define a Ortiz, quien explica que en el 2012, por ser un año electoral, no tiene previsto invertir. “Habrá que ver cómo evoluciona el panorama para abrir un nuevo local. La misma política tenemos con las otras dos firmas que son parte del Grupo (Lamitex, que fabrica colchones, y Sintecuero, produce cuero sintético, lonas y cuerinas).
La oficina de Ortiz se encuentra en la parte superior del local de Coral Hipermercado ubicado en la avenida de Las Américas (al sur de la capital azuaya). Desde allí, con solo bajar la mirada, se ven las instalaciones.
Para este empresario, relacionarse con el consumidor es la clave para mantenerse en el mercado. Su estrategia es innovar lo que tiene en percha y ofertar productos que el mercado demande.
La última inversión del Grupo Gerardo Ortiz fue de USD 4 millones, en el 2010. Esto involucró la construcción del centro comercial Monay Shopping (Cuenca), que ocupa 30 000 m². Allí instalaron un Coral Hipermercado.
Ortiz disfruta analizar los escenarios de nuevas inversiones. En este contexto, pone la mirada en Guayaquil, por ser un mercado grande y de alto consumo.
Una computadora que se puede pagar en cuotas mensuales desde USD 13, durante cinco años de plazo. Esta oferta no se encuentra en una tienda de equipos electrónicos o en un centro comercial sino en el portal del Banco del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (www.biess.fin.ec).
Se trata del programa crediticio Computadores para todos, que funciona bajo el mismo mecanismo de los créditos quirografarios que entrega el Biess.
Los créditos quirografarios son un producto de este banco, con alta demanda, y son considerados créditos de consumo por los analistas. Cada día se entregan quirografarios a un promedio de 2 711 personas, con un monto de desembolso aproximado de USD 4,1 millones.
Los montos de los quirografarios entregados registran un acelerado incremento. Así, en octubre del 2010, el Biess entregó USD 23,8 millones; pero en octubre del 2011, la cantidad fue de USD 95 millones. Es decir, el incremento fue de casi cuatro veces. Incluso, el afiliado al IESS puede acceder a dos o más quirografarios al mismo tiempo, según la garantía (fondos de cesantía más fondos de reserva).
Para Marcelo Vázquez, profesor de la Universidad de Cuenca, los préstamos quirografarios actúan de la misma manera que los créditos de consumo de la banca privada: “Fomentan la demanda de bienes sin pensar en el ahorro”.
Estos recursos se destinan para adquirir bienes como electrodomésticos, vehículos, emergencias o deudas del afiliado… Pero no para inversiones, dice Vázquez.
El año pasado, el Biess había proyectado desembolsar por quirografarios unos USD 722 millones, pero terminó con una colocación de USD 1 000 millones.
¿Con este incremento se está inflando la burbuja del consumo en el país? El ministro de Finanzas, Patricio Rivera, considera que no. La semana pasada, en la rendición de cuentas del Ministerio Coordinador de la Política Económica, Rivera señaló que el quirografario es un crédito que permite cubrir necesidades de los hogares y que no existen indicadores que alerten que la economía ecuatoriana se esté recalentando. “Por el contrario, existe un buen desempeño en términos macroeconómicos”.