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  • Estas bebidas con jamaica y canela, para deportistas

    Redacción Cuenca

    (F-Contenido Intercultural)

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    Yakuna es la fusión de dos palabras kichwas, que son yaku (agua) y cuna, que es usado para que las palabras estén en plural. Es decir, su combinación significa aguas. Con ese nombre Adrián Hugo, arquitecto cuencano, bautizó a su infusión de flor de Jamaica y canela, que produce desde noviembre del 2018.

    Él también tiene un título en Artes Culinarias y Gastronomía. Cuando aún no acababa la carrera de Arquitectura empezó a analizar la posibilidad de iniciar un emprendimiento. Él sintió la necesidad de buscar otra fuente de ingresos, porque los servicios profesionales son campos laborales que están copados en el país.

    Hace un año empezó a vender contadas unidades en su local de crossfit; antes de ello, Hugo ya diseñó el envase y el producto con el asesoramiento de una ingeniera en Alimentos.

    Optó una infusión de flor de Jamaica y canela porque su madre preparaba canelazos con flor de Jamaica y les encantaba a sus familiares y amigos. “Tuvimos la idea de preparar una bebida fría con ambos ingredientes”, dice Hugo.

    Según él, la fórmula para preparar fue cambiada para que esta infusión sea baja en azúcar, pero se respeta la idea original.

    En la actualidad, solo tiene ese sabor y cuenta con el registro sanitario, pero para el 2020 tiene previsto lanzar otros que no existan en el mercado, pero que estén relacionados con ingredientes de la Sierra para no tener complicaciones en el abastecimiento de la materia prima. Ahora, “la flor de Jamaica es traída de la Amazonía y es costoso”, dice Hugo.

    Hasta la fecha ha comercializado más de 24 000 unidades, que cuestan USD 1. Hace un año empezó con envases de vidrio que contenían 475 mililitros y desde julio optó por las botellas de plástico, que tienen 440 mililitros.

    Según Hugo, su principal estrategia de venta ha sido enfocarse en los locales que están desabastecidos de este tipo de bebidas. El emprendedor explica que en los supermercados existe una diversidad de alternativas para los consumidores y, por ende, mucha competencia, pero en los locales que son conocidos como puntos de sed como crossfit, gimnasios o escuelas de natación hay menos opciones y las personas no quieren bebidas azucaradas o naturales.

    Además, vende en panaderías, heladerías, restaurantes, etc. Desde hace dos semanas, Yakuna está presente en más de 100 locales. “Hay muy buena aceptación porque es saludable”.

    En la actualidad, comercializan cerca de 1 500 unidades mensuales y para la distribución contrató a una empresa desde octubre pasado, señala Hugo. “Con ello, me quité un peso de encima y puedo dedicarme a la publicidad y desarrollo de nuevos sabores. Emplea las redes sociales como Facebook e Instagram para la promoción de su producto, su meta es llegar a otras ciudades y exportar.

    Otros detalles

    La producción. El proceso de elaboración de Yakuna se realiza en una propiedad que tiene su familia en la provincia de ­Cañar. Allí se construyó un galpón. La producción se realiza un día por semana. Su madre le ayuda en el proceso.

    Las propiedades. Adrián Hugo asegura que el agua de la flor de la Jamaica tiene propiedades diuréticas, digestivas… En el futuro, tiene previsto destacar en las etiquetas. Él también resalta el sabor fuerte de sus ingredientes y que es una bebida no empalagosa.

    El arquitecto cuencano Adrián Hugo con su bebida, que se comercializa desde noviembre del año pasado. Foto: Xavier Caivinagua para LÍDERES
    El arquitecto cuencano Adrián Hugo con su bebida, que se comercializa desde noviembre del año pasado. Foto: Xavier Caivinagua para LÍDERES
  • La apertura de una cafetería es su apuesta

    Redacción Cuenca

    (I)
    redaccion@revistalideres.ec

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    La empresa Dulces de Alicia inauguró la semana pasada una panadería y cafetería en el sector de El Descanso, en el límite provincial entre Azuay y Cañar. Forma parte de la estrategia de innovación de esta firma cuencana, que tiene 20 años en el mercado.

    La intención es mejorar el flujo de caja. Según el gerente de Dulces de Alicia, Rómulo Delgado, si bien es importante estar en las cadenas, también se apunta a mejorar el ingreso de dinero en efectivo para seguir trabajando. Además, quieren llegar de una manera más directa a la ciudadanía.

    Se escogió El Descanso, al norte de Cuenca, porque es una zona estratégica ya que es el paso obligado para viajar a los cantones nororientales de Azuay como Gualaceo, Chordeleg, Sígsig, Paute, entre otros, y Morona Santiago. Además, es una de las dos carreteras para llegar a Cañar.

    La inversión en la apertura y equipamiento de este local bordea los USD 7 000. La expectativa es abrir más locales en los próximos años ya sea de forma directa o mediante franquicias. “Pero primero es necesario aprender sobre la atención al cliente, que junto con un producto de calidad, son los pilares para que funcione este tipo de negocio”.

    Delgado dice que desde la creación de la empresa aprendieron a vender, a hacer negocios, a buscar cómo llegar a las grandes cadenas, incursionar en nuevas líneas de producción, entre otros aspectos.

    En la actualidad, tienen tres líneas de producción, que agrupan a 32 ítems. La primera se centra en la elaboración de la quesadilla, que representa el inicio de este emprendimiento. La madre del gerente Rómulo Delgado empezó elaborando 60 quesadillas diarias de forma artesanal. En la actualidad, hacen 18 000 diarias en su fábrica ubicada en la zona de Capulispamba, al norte de Cuenca.

    La segunda línea de producción son los dulces. Son 10 variedades como los tradicionales de Corpus Christi y otros como los alfajores. Finalmente, la tercera es la de panificación y se desarrolló hace siete años. Arrancaron con variedades como mestizo, cuencano, de huevo, de Carnaval, enrollado, de dulce y otros. Según Delgado, desde hace un año optaron por diversificar esta última línea con el denominado pan industrial, que es el denominado cortado y para hotdogs y hamburguesas. “Pero se mantiene una receta tradicional”.

    Delgado dice que esta incursión sirve mucho a las finanzas de la empresa porque permite reducir la estructura de costos y obtener una mayor penetración de la marca en el mercado.

    “Nos dio muchos réditos porque si bien vendemos en el canal tradicional que son las tiendas, también pudimos ingresar a las grandes cadenas de supermercados”, comenta Delgado. En el caso del pan de molde cortado, se elaboran 1 000 unidades diarias y 5 000 fundas de panes para hotdog y hamburguesa.

    “Quienes hacemos dulces de Alicia tenemos dos guías. La primera es trabajar con amor”. Según él, esta premisa la llevan a la práctica al no emplear a planificadores, confiteros, pasteleros con experiencia sino más bien a acoger a las madres que se quedaron solas, son madres solteras o mujeres huérfanas… y que no tienen ninguna oportunidad laboral.

    “Con paciencia les enseñamos el trabajo y respetamos sus equivocaciones”. Dulces de Alicia tiene 20 empleados, de los cuales el 90% es de mujeres.

    La otra guía es tener productos de calidad y aportar a la conciencia ciudadana, por ello sus productos llevan mensajes en favor de la sociedad.

    Otra estrategia es la ampliación de la fábrica que ha crecido en función de las necesidades. Tiene 250 metros cuadrados de construcción. Los activos de la firma alcanzan los USD 400 000.

    El ingeniero químico Rómulo Delgado dirige esta empresa que tiene activos por USD 400 000. La fábrica está en el norte de la capital azuaya. Foto: Xavier Caivinagua para LÍDERES
    El ingeniero químico Rómulo Delgado dirige esta empresa que tiene activos por USD 400 000. La fábrica está en el norte de la capital azuaya. Foto: Xavier Caivinagua para LÍDERES
  • Las joyas de Andrea Tello se exhiben por el mundo entero

    Ana Cristina Alvarado

    (I)
    redaccion@revistalideres.ec

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    La diseñadora ecuatoriana de joyas Andrea Tello tiene puntos comerciales en Dallas (Estados Unidos) y en Cuenca y Quito (Ecuador). Además, hace exhibiciones anuales en la Semana de la Moda de Macao, Hong Kong y tiene una exposición permanente en Shanghái.

    Tello empezó a trabajar en su marca en el 2003 y aunque hizo una pequeña pausa debido a una cirugía, desde hace 10 años se ha enfocado en exportar la joyería cuencana.

    La primera feria en la que participó fue en Cantón, China. “Me ayudó a ver que lo que estaba haciendo con la filigrana, joyería de plata y chapa podía mostrarse en los mercados internacionales”, dice sobre la experiencia en Asia.

    Aretes de la colección Insignia, presentada en Nueva York. Foto: cortesía Pablo Carrión. Modelo: Rebeca Flores
    Aretes de la colección Insignia, presentada en Nueva York. Foto: cortesía Pablo Carrión. Modelo: Rebeca Flores

    Después de eso, vino la apertura para participar en ferias y en bienales de diseño, arte y artesanía en países de Asia, Europa, América y Asia. Llama la atención la elaboración de joyas de filigrana en plata pura y el diseño atemporal. “Creo que mis joyas tienen historia,
    representan a Latinoamérica, nos cuentan las vivencias de las mujeres andinas”, relata.

    El mes pasado, Tello fue parte de una pasarela en la Semana de la Moda de Nueva York junto a las marcas ecuatorianas Glenkora Comte y Wallqa. “Es abrirse al mundo en cierta forma. Para mí fue una experiencia enriquecedora”, asegura.

    En estos días, la diseñadora de joyas cuencana se encarga de atender a sus clientes en el Distrito de Diseño de Dallas, Texas, con el fin de crear fidelidad de marca, y se alista para la apertura de otro punto de venta en Estados Unidos, en San Francisco, en la costa del Pacífico.

    Aretes de flores con enjoye de zafiros, en plata, y collar de oro con zafiros y brillantes.
    Aretes de flores con enjoye de zafiros, en plata, y collar de oro con zafiros y brillantes.
    Las joyas de Andrea Tello, en Cinq Gallery, una galería de arte en Dallas. Foto: cortesía Andrea Tello
    Las joyas de Andrea Tello, en Cinq Gallery, una galería de arte en Dallas. Foto: cortesía Andrea Tello
  • Agarraderas para escalada son ‘made in’ Cuenca

    Redacción Cuenca

    (I)
    redaccion@revistalideres.ec

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    La agarraderas o presas son elementos fundamentales para la práctica de la escalada en muros artificiales. El cuencano Daniel Durán, quien durante 10 años compitió en alto nivel tanto en Panamericanos como en campeonatos mundiales, produce estos elementos en la capital azuaya con la marca C3 Holds.

    “Son costosas en el exterior y se encarecen más por los impuestos que se deben cancelar para la importación”. Según él, cuestan entre los USD 20 y 1 500 y las de alta calidad solo se consiguen en Estados Unidos y Bulgaria.

    Durán dice que una agarradera de calidad debe tener una textura que no se rompa, que no corte los dedos y que sea resistente y, a la vez, que ofrezca una excelente adherencia. Además, que sea liviana para que no complique su instalación en el muro.

    Hace nueve años, él hizo los primeros intentos de fabricación con químicos, pero no tenían resistencia y eran pesadas. Luego optó por utilizar madera, pero resultaban muy precarias, reconoce.

    Hace dos años realizó una importación de cuatro presas desde Estados Unidos, que representó una inversión de USD 2 000. Durante cinco meses estuvo buscando en Cuenca a alguien que pueda replicarlas y encontró a un experto en fibra de vidrio.

    Con él han realizado varios intentos hasta que hace cuatro meses dieron con la fórmula perfecta, tras recibir consejos de expertos internacionales”, asegura Durán, quien es gerente de C-tr3s.

    En la actualidad, sus productos se comercializan entre los USD 40 y los USD 600 y ya ha vendido cerca de 200 unidades. Entre las estrategias de promoción están las participaciones y exposiciones en competencias de esa disciplina como panamericanos realizados en Lima y Guayaquil.

    En esta última ciudad participaron deportistas de Brasil, Chile, Argentina y otros países, quienes adquirieron las agarraderas de esta iniciativa cuencana.

    Según Durán, desde entonces recibe llamadas para solicitar envíos de sus productos. Por ello, en la actualidad, realiza los trámites correspondientes como obtener las normas INEN para poder exportar sus agarraderas elaboradas en fibra de vidrio.

    Hace tres semanas estuvo en Miami y logró conseguir un distribuidor para Estados Unidos y otro para Colombia. “Tenemos la expectativa que sea un buen año”. Su siguiente proyecto es trasladar el taller donde se producen estas piezas al Parque Industrial, ubicado en el norte de Cuenca.

    Hace un mes, también, abrió las nuevas instalaciones de su escuela de escalada en un edificio de cuatro pisos. A más de los muros ofrece otras opciones como telas, yoga, artes marciales, restaurante y coworking. En este último, las personas pueden llegar para trabajar y luego cambiar de actividad como la escalada. 

    Otros detalles

    Su escuela. Hace nueve años construyó el primer muro artificial en Cuenca (14 metros de alto) para montar una escuela de escalada y difundir ese deporte y obtener ingresos económicos. “Queremos que la gente aprenda que es un deporte seguro y el beneficio es infinito”, dice Daniel Durán.

    Los alumnos. Ha tenido 1 500 alumnos desde que abrió la escuela y tiene equipos de competencia, que representan en campeonatos Sudamericanos y Nacionales. En la actualidad, cuenta con 120 inscritos.

    El cuencano Daniel Durán inauguró hace un mes las nuevas instalaciones de su academia en Cuenca. Foto: Xavier Caivinagua para LÍDERES
    El cuencano Daniel Durán inauguró hace un mes las nuevas instalaciones de su academia en Cuenca. Foto: Xavier Caivinagua para LÍDERES
  • Un centro para apoyar a los nuevos negocios

    Redacción Cuenca  (I)
    redaccion@revistalideres.ec

    El Centro de Servicios Empresariales (Cesem) es la más reciente iniciativa de vinculación con la sociedad, que ofrece la Universidad de Cuenca. El 29 de mayo fue inaugurada esta oficina de atención en el campus principal.

    El objetivo es colaborar con las personas, que necesitan los servicios de asesoría, estudios y acompañamiento para sus emprendimientos. Es decir, ayuda desde la generación de la idea y desarrollo y otras etapas que son necesarias para la puesta en marcha de un negocio.

    Según el coordinador del Centro de Servicios Empresariales, Juan Fernando Castillo, el interesado debe llegar a la oficina y tomar contacto con uno de los asesores, quienes se encargan de determinar cuál es el requerimiento en cada caso y cómo los profesores y estudiantes de la universidad pueden colaborar.

    “Si la idea está desarrollada o suelta. Dependiendo de eso surge la recomendación que de cuáles son los primeros pasos que se requieren”, explica Castillo. El asesoramiento es gratuito.

    Durante la primera semana de operación del centro ya se presentaron los primeros interesados, quienes presentaron sus casos. Uno de estos está relacionado con el montaje de un centro de revisión técnica vehicular en el cantón azuayo de Gualaceo.

    Según Castillo, esta iniciativa requiere los estudios de factibilidad y ese trabajo fue canalizado a través de la carrera de Administración de Empresas. “Si el resultado es positivo, se elaborará un modelo de negocio”.

    Otro caso está relacionado con una pareja de venezolanos que montó hace cuatro meses un negocio de venta de comida rápida en el Centro Histórico de la capital azuaya. Ellos quieren abrir un segundo local y necesitan asesoramiento contable.

    Las dos ideas recibirán apoyo, dice Castillo. El primero es un asesoramiento en la construcción de la marca que estará a cargo de la carrera de Marketing y el segundo es la ayuda contable y tributaria, que lo manejará la escuela de Contabilidad y Auditoría.

    La primera etapa de atención del Centro de Servicios Empresariales se cumplirá hasta el 2021 y se orientará a las personas vulnerables como de la tercera edad, discapacitados, estudiantes, jóvenes, migrantes, escasos recursos económicos, entre otros.

    Con este centro hay tres beneficiados, asegura Castillo. Las personas que acceden a una asesoría gratuita. Los estudiantes que pueden realizar prácticas preprofesionales y, finalmente, la universidad que amplía su vinculación con la sociedad. “Este proyecto, cuya idea surgió hace más de cinco años, es diferente porque sale a la calle y no se queda dentro de la universidad”.

    Están involucrados los alumnos de los últimos años de Administración de Empresas, Contabilidad y Auditoría, Economía, Mercadotecnia y Sociología, que son parte de la Facultad de Economía de la Universidad de Cuenca.

    Juan Fernando Castillo es el coordinador del Centro de Servicios Empresariales de la Universidad de Cuenca. Foto: Xavier Caivinagua para LÍDERES
    Juan Fernando Castillo es el coordinador del Centro de Servicios Empresariales de la Universidad de Cuenca. Foto: Xavier Caivinagua para LÍDERES
  • Un negocio con 10 variedades de quesos maduros

    Redacción Cuenca

    (I)

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    Quesos El Bueste, del cuencano Patricio Muñoz, fue escogido como el mejor producto de los que estuvieron en la feria MercArt, que se cumplió entre el 10 y 12 de este mes en Cuenca. Este es un espacio de promoción e impulso para los emprendedores locales y nacionales, que se realiza desde el 2015.

    El Bueste ofrece 10 variedades de quesos maduros de orégano, mostaza Dijon, ajo, ahumado, hongos portobello, pimienta, aceituna, ají, entre otras. Estos son elaborados solo con la leche del hato de la Hacienda El Bueste, ubicada en el cantón cañarense de Biblián. Esta propiedad pertenece desde hace varias generaciones a la familia de Muñoz.

    Él señala que al tener el control de la alimentación y de la salud de su ganado puede garantizar la calidad de la leche, que es fundamental para el sabor de sus quesos. El proceso de maduración también se cumple en su hacienda.

    La elaboración de quesos artesanales maduros empezó hace tres años con gouda, que es una variedad holandesa en la que se adhiere un fermento.

    Posteriormente, fue incorporando las otras alternativas como ají y orégano de acuerdo con el conocimiento, gusto de su familia y de sus clientes. “Todas las 10 variedades tienen muy buena acogida”, señala el emprendedor, quien garantiza seis meses de duración “o, incluso, más”.

    Muñoz señala que es una oferta amplia, por lo que no planea incorporar nuevos sabores en la actualidad. Más bien su objetivo es aumentar las ventas y, posteriormente, la producción, pero solo usando leche que obtiene de sus vacas, para asegurar la calidad de sus productos.

    En la actualidad, El Bueste procesa 4 500 litros de leche al mes para elaborar 2 000 quesos en la presentación de 400 gramos. La intención es duplicar.

    Sus quesos son comercializados en presentaciones de 400 gramos a USD 6,50. También ofrece las ruedas grandes o quesos enteros, que se venden al peso.

    Sus productos están en locales cuencanos como Gran Sol, Plaza Europea, La Italiana, Megatienda del Sur (Chaullabamba), estaciones de servicio, locales de eventos sociales y otros espacios. Muñoz promociona mediante ferias, degustaciones y redes sociales como Facebook. Tuvo una invitación para asistir en una feria en Inglaterra y están por confirmarle para un concurso en Italia.

    Este emprendedor explica el proceso de elaboración y maduración de sus quesos. Este último tarda entre dos y cuatro meses, en la cámara de maduración. Allí, se da la vuelta cada semana.

    Según él, el ordeño en su propiedad es mecánico. La leche pasa a un tanque de acero inoxidable para elaborar los quesos. Luego la leche es pasteurizada a 75 grados y enfriada, se coloca un fermento láctico y cuajo y se corta, entre otros pasos. Dos personas le ayudan en la producción y su familia en la comercialización.

    Patricio Muñoz muestra parte de las variedades en la casa de la hacienda El Bueste, en el cantón Biblián, Cañar.
    Patricio Muñoz muestra parte de las variedades en la casa de la hacienda El Bueste, en el cantón Biblián, Cañar. Foto: Xavier Caivinagua / Líderes
  • Envases y fundas biodegradables son su oferta

    Redacción Cuenca

    Redacción Cuenca  (I)
    redaccion@revistalideres.ec

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    Su oferta busca preservar el ambiente al ofrecer envases, cubiertos y fundas que son biodegradables. La cuencana Andrea Matovelle inició en diciembre pasado el emprendimiento Terra.

    Ella buscaba un negocio para desarrollarse y aplicar sus conocimientos en comercio exterior y emprendimiento. Es licenciada en Estudios Internacionales.

    Entre otras conversaciones, las propietarias de bares escolares le contaron que existe una disposición del Ministerio de Educación para que paulatinamente se deje de usar el plástico convencional para entregar los alimentos a los alumnos. La intención es preservar el ambiente.

    Matovelle vio como una oportunidad y desde entonces ofrece dos líneas. La primera consiste en platos con tapa, tendidos y hondos, vasos, cucharas, tenedores, cuchillos, envases para salsas y mayonesas, entre otros. Son elaborados con almidón de maíz.

    Según Matovelle, esta planta tiene un polímero natural para elaborar desechables, que pueden ser degradados en su totalidad en un jardín o en cualquier plantación. “Se eliminará en seis meses como máximo”.

    Es un negocio rentable y a la vez necesario para no afectar al ambiente, agrega la emprendedora. “Se ofrece una alternativa para las personas con conciencia ambiental”.

    Eso precisamente buscan sus clientes como Leonardo Echeverría, de la agencia de viajes Love to Travel, que ofrece fundas de regalos y empaques para ‘box lunch’. Otro de sus clientes es Jonathan Salamea, de la firma de tecnología Click. Para ellos, usar esos empaques beneficia a la imagen de los negocios porque es un aporte ambiental y responsabilidad social.

    La segunda gama de productos son los elaborados con el bagazo de la caña. Se trata de empaques para comida rápida y fundas para llevar ropa, por ejemplo. Son reciclables. Matovelle explica que son más apetecidos por las personas que tienen negocios pequeños y medianos.

    En la actualidad, cuenta con cerca de 100 clientes en Cuenca y Azogues. Ellos son propietarios de boutiques, restaurantes y locales de comida rápida. “Mi objetivo no es netamente monetario, sino también es lindo tener esa satisfacción de que se está aportado a la conservación del planeta”.

    Ella asegura que existe buena acogida y se cumple su plan de ventas. Su reto es visitar otras ciudades del país y otros establecimientos como panaderías. Irá por rangos de negocios.

    La inversión inicial de Terra fue de USD 3 000 en la adquisición de los productos. Los primeros fabricados con almidón de maíz son importados de la marca internacional Ecogreen y los de bagazo de caña en el Ecuador. Todas las ganancias se reinvierten para aumentar el volumen del negocio.

    “Mientras más se incremente, más económico saldrá el producto”, dice Matovelle. Esa estrategia se mantendrá durante este año. Tiene un trabajo estable que le permite mantenerse sin usar los ingresos de Terra. En la actualidad, Matovelle busca alianzas estratégicas para ofertar sorbetes y otras opciones biodegradables.

    Otros detalles

    La marca. La emprendedora cuencana Andrea Matovelle decidió usar la marca Terra por se identifica con la conexión y respeto con la tierra y la naturaleza. El diseño del logotipo también se relación con su nombre y elementos del ambiente.

    La promoción.  
    Los productos que oferta Terra son publicitados mediante las redes sociales como Facebook e Instagram. Durante esta semana, dice Matovelle, también empezará con la promoción en una página web.

    Andrea Matovelle muestra sus envases y fundas biodegradables. Foto:  Xavier Caivinagua para LÍDERES
    Andrea Matovelle muestra sus envases y fundas biodegradables. Foto: Xavier Caivinagua para LÍDERES
  • Las plantas de agua, su fortaleza

    Giovany Astudillo

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    Más de 2,5 millones de habitantes en el Ecuador beben el agua potabilizada en las más de 200 plantas, que ha fabricado e instalado la empresa cuencana Intal. La marca se constituyó en el 2013, sin embargo, sus propietarios tienen una experiencia de 27 años en el diseño y la construcción de esta tecnología.

    No son plantas estandarizadas, sino que se ajustan a los requerimientos geográficos e hidrológicos de cada zona. Según su gerente General, Pablo Álvarez, por lo general, las plantas tradicionales de hormigón son planificadas para ciudades grandes y no para las poblaciones pequeñas por el costo, falta de vías o la falta de electricidad.

    Allí, surgió la idea de su padre Arnando Álvarez de diseñar plantas que puedan ser ubicadas en sitios con estas limitantes, en todas las regiones del país. Además, que ofrezcan durabilidad, agua de calidad, que no requieran energía eléctrica sino hidráulica, que sean fáciles de operar y que la inversión sea competitiva.

    Las plantas de Intal se construyen en función de las características de las fuentes de agua, altura geográfica, número de habitantes y otras variables. Según Arnando Álvarez, de forma gratuita viaja una brigada de técnicos en química e hidráulica para hacer los análisis necesarios.

    Con esa información se diseña la propuesta en la fábrica, ubicada en la parroquia cuencana de Ricaurte. “Somos diferentes porque otras empresas otras construyen plantas estandarizadas”, asegura Arnando Álvarez.

    Las plantas de la firma son fabricadas con acero naval y revestidas con poliurea, que es más costosa, pero brinda durabilidad y se evita que se corroa el metal. Pablo Álvarez señala que recubrir una plancha de acero bajo estándares mundiales vale USD 20 cada metro cuadrado y con poliurea sube a USD 80.

    “Ese costo no es trasladado a los clientes, lo asumimos. Con eso logramos que una planta de Intal puede durar 100 años”. Sus plantas son armadas en el sitio que funcionará como se lo hace con las piezas de Lego.

    El porcentaje de ingeniería ecuatoriana en la fabricación supera el 90%. Una planta de potabilización en funcionamiento de esta empresa que brinda el servicio a 200 habitantes cuesta USD 20 000. En cambio, una para 100 000 personas tiene un costo de USD 4 millones, como fue el caso de Vinces. En la actualidad, la planta de este cantón de Los Ríos abastece a más de 60 000 personas, pero tiene la capacidad de llegar a 100 000.

    Según Pablo Álvarez, el tratamiento del agua residual es un problema en el Ecuador. Por ello, la firma Intal incursionó desde hace cinco años en la fabricación de las plantas de este tipo de tratamiento. “Desarrollamos nuestra tecnología bajo un sistema modular compacto y trabajamos en sistemas aeróbicos. Es decir, son plantas que emplean oxígeno”.

    Intal ya instaló más de 25 plantas de este tipo en el Ecuador. Son más costosas, dice el gerente General de la empresa cuencana y hace un comparativo. Una planta de potabilización de cinco litros vale USD 50 000 y una residual de igual capacidad 300 000.

    Según él, en la actualidad, buscan innovar en el ámbito tecnológico para reducir los costos con la intención que sean más accesibles para las poblaciones más pequeñas.

    Estos equipos han tenido más demanda de sus plantas de potabilización y tratamiento de aguas residuales en las provincias de Imbabura, Pichincha, Cotopaxi, Chimborazo, Napo, Tungurahua y Manabí. También, han hecho contactos en Panamá, Colombia, Venezuela, Bolivia y Perú, pero aún no han exportado.

    El pasado 24 de enero, Intal recibió la certificación de gestión de calidad ISO 9001:2015. Con ello, dice Pablo Álvarez, se avala la calidad de sus productos. “Somos de las primeras empresas de Latinoamérica que fabrican estas plantas, que tenemos la certificación”. Con ello, más la construcción de una nueva planta en la parroquia Ricaurte y con un nuevo laboratorio de control de calidad que se edifica en la parroquia Baños, el próximo objetivo es exportar.

    Según el director municipal de Agua Potable de Latacunga, Byron Avilés, en los últimos cuatro años han instalado seis plantas de potabilización de esta firma, “que cumplen más allá de las exigencias de la norma ecuatoriana”. De estas se benefician más de 6 000 familias de comunidades como Belisario Quevedo, San Felipe, La Calera, Toacazo, entre otras.

    Fundador
    Arnando Álvarez  

    Tenemos experiencia de varias décadas y conocimientos de física, química e hidráulica, por lo que logramos tener un producto único para la potabilización y tratamiento de aguas residuales. Nuestra prioridad es ofrecer agua de calidad y que nuestras plantas sean durables, por ello empleamos la lámina naval, que es usada en los cascos de los barcos. Diseñamos plantas que tengan costos mínimos de mantenimiento y operación.

    Cifras

    80 empleados tiene Intal en producción, laboratorio, administración y ventas. Si se requieren obras adicionales como las de ingeniería civil se contratan más empleados.

    4 000 metros cuadrados tiene la planta que se construye en la parroquia cuencana de Ricaurte. La actual cuenta con 3 000 y está a cinco minutos de la nueva.

    5 oficinas tiene la empresa Intal en el Ecuador. Están ubicadas en Quito, Guayaquil, Manta y Cuenca, donde funciona la matriz.

    José Chenta trabaja en el área de fabricación de las plantas en la empresa, que está ubicada en la parroquia Ricaurte, en el norte de Cuenca. Foto: Xavier Caivinagua para LÍDERES
    José Chenta trabaja en el área de fabricación de las plantas en la empresa, que está ubicada en la parroquia Ricaurte, en el norte de Cuenca. Foto: Xavier Caivinagua para LÍDERES
  • Las novelas y los libros técnicos son sus favoritos

    Giovanni Astudillo
    Editor (I)

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    En las noches cumple una suerte de ritual. El presidente de la Cámara de la Construcción de Cuenca, José Jaramillo, lee durante una hora antes de dormir.

    Desde su juventud le gustan los libros que le permiten despertar la imaginación, por eso le apasionan las novelas y los textos históricos. Esa una afición que surgió cuando estaba en el colegio Rafael Borja.

    Sus primeros libros estuvieron relacionados con la mitología griega como ‘La Ilíada‘ y ‘La Odisea‘, de Homero. “Tienen un tinte de aventura y heroísmo, que son atractivos para la lectura y me han permitido dejar volar la imaginación. Me parece que la juventud debería fomentar esta práctica”.

    Este ingeniero civil visualiza las escenas como si se tratara de una película que se proyecta en una sala de cine. También, le gustan las novelas clásicas de autores ecuatorianos. Una de sus predilectas es ‘Cumandá’, de Juan León Mera porque también le permitió desarrollar su imaginación y visualizaba los escenarios en los que se desarrolló la trama. “Incluso, pensaba como sería la indígena Cumandá, un personaje que tendría mucha personalidad”.

    La misma experiencia tuvo con ‘El Coronel no tiene quién le escriba’, de Gabriel García Márquez. “Soy de las últimas generaciones donde se fomentaba el gusto por la lectura educativa. En la actualidad, la tecnología e Internet dan mucha facilidad. No está mal, pero se pierden estas aficiones”.

    La lectura también fue importante para su formación académica. Cuando estuvo en la Universidad de Cuenca le gustaba las matemáticas y la geometría analítica. “Era uno de mis mejores entretenimientos desarrollar los problemas que estaban en los libros”, señala Jaramillo.

    ‘La Geometría’, de Jorge Wentworth y David Eugenio Smith, fue el ingreso para el conocimiento de este campo y de la trigonometría. Desde entonces se planteó retos como resolver todos los problemas del libro de resistencia de materiales ‘Siete Rusos’.

    Cuando estuvo en tercer año de Ingeniería Civil su puso la meta junto con un grupo de compañeros de elaborar una suerte de manual con el desarrollo de estos ejercicios. El documento está en la Universidad de Cuenca y es usado, en la actualidad, como fuente de consulta por los alumnos.

    Ahora, la lectura técnica le permite actualizar sus conocimientos para mejorar los procesos constructivos. Entre otras publicaciones, él destaca el manual de Pmbok, que fue desarrollado por el Project Management Institute (PMI). Este texto está vinculado con las buenas prácticas relacionadas con la gestión, la administración y la dirección de proyectos mediante la implementación de técnicas y herramientas.

    O
    tro documento relevante en su profesión, señala Jaramillo, es el Manual ACI, que es básico para conocer las normas para la elaboración del concreto. Cuando se trata de la lectura técnica, el presidente de la Cámara de la Construcción de Cuenca prefiere los libros digitales porque son más fáciles de acceder y están más actualizados. Además, por conciencia ambiental.

    José Jaramillo lidera la Cámara de la Construcción desde el 2017.
    José Jaramillo lidera la Cámara de la Construcción desde el 2017. Foto: Xavier Caivinagua para EL COMERCIO
  • La ropa y las camas para perros son la especialidad

    Giovany Astudillo

    Editor (I) redaccion@revistalideres.ec

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    Ropa, camas, collares, champú, juguetes y otros accesorios para el cuidado de perros forman parte de la oferta de la empresa cuencana Betoven Pet Shop. La diversificación es una de sus principales estrategias que le permitió crecer en el mercado.

    En 1995, Luis Saldaña abrió en la capital azuaya el local Betoven Pet Shop donde vendía artículos para mascotas y en la parte posterior tenía un par de máquinas para confeccionar collares, ropa y camas para perros.

    Este negocio dio un giro a partir del 2009 cuando se constituyó en una empresa por decisión de su hija María José Saldaña, quien asumió la gerencia. Otra apuesta fue registrar la marca Betoven Pet Shop para diferenciarse de la competencia externa y siempre mejorar la calidad tanto en insumos como en telas.

    Desde entonces, las ventas crecieron. Durante una década se elaboraban 1 000 unidades mensuales, que se fabricaban bajo pedido. En la actualidad, la producción supera las 5 000 al mes, entre camas, ropa y otros artículos que se comercializan en todo el país.

    María José y su esposo Santiago Merchán aplicaron nuevas estrategias para consolidarse en los mercados local y nacional. Entre otras, la ampliación de los puntos de venta, contratación de más vendedores directos y el ingreso a grandes cadenas comerciales como Comisariatos Santa María, Coral Hipermercados y Megatienda del Sur.

    Los talleres de Betoven Pet Shop producen 5 000 unidades al mes, entre camas, ropa y otros artículos para mascotas. Foto: Xavier Caivinagua para LÍDERES
    Los talleres de Betoven Pet Shop producen 5 000 unidades al mes, entre camas, ropa y otros artículos para mascotas. Foto: Xavier Caivinagua para LÍDERES


    Además, aprovecharon que en los últimos cinco años existe una mayor preocupación de los dueños para cuidar a sus perros, destaca Merchán. Como parte de su diversificación optaron por abrir peluquerías en la capital azuaya desde el 2014. Tienen el nombre de Perrupequerías y también son puntos de venta directa de sus artículos. Cuentan con tres locales, que atienden a más de 100 perros cada uno, en promedio. Para este año tienen previsto ofrecer franquicias en todo el país.

    Saldaña señala que la intención fue conocer más de cerca cuáles eran las necesidades y los gustos de los dueños de los perros y esa información trasladarla a su empresa para elaborar productos que cumplan con los requerimientos.

    Además, esas peluquerías aportaban con liquidez para financiar la producción de los productos, que se vendían a crédito, agrega Merchán. Betoven Pet Shop cuenta con 12 modelos de camas para perros desde los más pequeños como los chihuahuas hasta los más grandes como san bernardo.

    Son la especialidad de la fábrica y los modelos se renuevan cada tres meses. Lo mismo ocurre con la colección de 12 prendas de vestir. El precio por unidad oscila entre USD 6 y 12. Para gatos solo confeccionan collares y camas.

    Saldaña señala que los diseños están inspirados en las tendencias de moda de las personas. Tienen una diversidad de estilos porque los propietarios de las mascotas son niños, adultos y personas de la tercera edad, que tienen diferentes preferencias.

    Otra línea es el champú, que fue una iniciativa que empezó con Luis Saldaña, pero fue retomada hace dos años luego que consiguieron el registro sanitario para la comercialización. Es un producto antipulgas, acondicionador y champú a la vez. Se venden 1 000 unidades cada mes.

    Para consolidar su empresa, el año pasado invirtieron en el mejoramiento tecnológico en la producción y comercialización y en infraestructura. Los esposos invirtieron más de USD 20 000 en la renovación de maquinaria para la confección, otra para estampados, entre otros rubros.

    La facturación mensual del año pasado osciló entre USD 35 000 y 40 000 y en las épocas de mayor demanda sube a USD 55 000. Para el 2019 se prevé el crecimiento del 5% considerando la actual situación económica. Los meses de mayor movimiento son octubre y noviembre porque sus clientes hacen pedidos para la Navidad.

    Otras temporadas importantes son las vacaciones escolares porque los dueños, por lo general, pasan más tiempo con sus mascotas y se preocupan más por ellos, señala Merchán.

    Leonardo Beltrán, del local Mascotas y Algo Más de Guayaquil, destaca la calidad de los productos que fabrica esta empresa cuencana, por lo que tienen demanda entre sus clientes.

    Helen Quiñónez: ‘En este trabajo le tomé cariño a las mascotas’
    Administradora de la empresa

    Hace cuatro años ingresé a la empresa y todo era más pequeño. En la actualidad, las ventas son mayores y, por ende, hay más trabajo, lo que es bueno para todos quienes laboramos aquí. Me encargo de la administración y doy el soporte a la gerenta, María José Saldaña. Estoy a cargo de todo el personal que labora en la fábrica y colaboro en la coordinación del área de ventas. También estoy pendiente de las cobranzas, pago de comisiones a los vendedores y sueldos a los trabajadores, facturación electrónica y apoyo en la coordinación de la logística para que todos los pedidos sean entregados a tiempo. Es un trabajo muy motivante. Cuando ingresé no me gustaban los animales y aquí cambié mi forma de pensar. Ahora tengo cuatro mascotas en mi casa y me gusta ayudar en obras sociales en beneficios de los animales. Esta empresa también colabora con organizaciones que impulsan el cuidado y el rescate de los animales. En el terremoto del 2016 entregamos zapatos para las mascotas que ayudaban en el rescate.

    Santiago Merchán y María José Saldaña son los administradores de este negocio cuencano que calcula crecer un 5% durante este año. Foto:  Xavier Caivinagua para LÍDERES
    Santiago Merchán y María José Saldaña son los administradores de este negocio cuencano que calcula crecer un 5% durante este año. Foto: Xavier Caivinagua para LÍDERES