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  • Con alimentos saludables atraen a los consumidores

    Giovanni Astudillo
    Editor (I)

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    Hace ocho años su familia buscaba alternativas para alimentarse sanamente y mejorar su salud. El emprendedor cuencano Marcelo García recuerda que, tras investigar, se encontraron algunas opciones, pero también se identificó que otras personas tenían el mismo objetivo.

    La familia optó por abrir un pequeño local en el Centro Histórico de la capital azuaya para vender jugos naturales que combinaban frutas con vegetales. Sus principales clientes fueron los jubilados extranjeros que empezaban a radicarse en Cuenca; el local se llamaba Live Green.

    Ellos fueron clave para el crecimiento del negocio porque hicieron recomendaciones para diversificar la oferta con el uso de moringa, chía, espirulina, cúrcuma o yogur griego.

    Posteriormente, la familia contrató a una nutricionista para que asesore en la elaboración de nuevas recetas de jugos y así cubrir las necesidades de los clientes.

    Eso atrajo a nuevas personas porque, además, coincidió con la tendencia de mejorar la salud mediante una comida sana, dice García. Este año la familia decidió cambiar el nombre a El Tokte para tener identidad en el mercado nacional y que sea atractivo para los extranjeros y ecuatorianos. Fue una sugerencia de Carmen Guillén, quien es abuela de García.

    El objetivo del negocio es ofrecer comida sana, que se comparta con la familia o amigos. Según García, antiguamente las personas se reunían para golpear los toctes, por ello el nombre se relaciona con este propósito.

    “Queremos regresar a nuestras raíces y promover el consumo de alimentos andinos. Buscar en la naturaleza alternativas para alcanzar un mejor estilo de vida”, señala el emprendedor, que se encarga de la administración.

    Además de una variedad de 20 tipos de jugos prensados al frío con frutas y verduras o batidos, este negocio ofrece almuerzos vegetarianos y veganos por un valor de USD 4. Incluye, sopa, plato principal, bebida y postre.

    De lunes a sábado reciben 70 comensales al día, en promedio. El 70% es ecuatoriano y el resto extranjero. Son jóvenes desde los 15 años hasta adultos mayores. Los batidos o jugos (16 onzas), por su parte, cuestan USD 3,50.

    Para la preparación de los almuerzos, dice García, cuentan con especialistas en comida tradicional, vegetariana y vegana. “La oferta es variada, por lo que no repetimos el mismo plato sino hasta después de tres meses”.

    Adicionalmente, comercializan 15 de los denominados superalimentos. Entre estos están cúrcuma, maca, moringa, acai, quinua, amaranto o espirulina. Venden en presentaciones desde 50 gramos hasta una libra.

    El Tokte también cuenta con sal del Himalaya, aceite de coco, harinas libres de gluten, vinagre de manzana, especerías, frutos secos, entre otros. Al día vende 40 unidades. En este establecimiento facturan USD 10 000 al mes.

    El negocio posee una planta para elaborar yogur griego, que se comercializa en su establecimiento, en cadenas comerciales a escala nacional y 20 tiendas especializadas de la capital azuaya. Este producto genera otro ingreso por USD 10 000 mensuales.

    En esta planta, que está en funcionamiento desde el año pasado, los emprendedores elaboran 1 000 litros de yogur griego cada semana. “Nuestro producto tiene una diferencia grande si se compara con la competencia porque solo se elabora con dos ingredientes, que son la leche y cultivo láctico. Tiene un sabor y textura únicos, por eso crecimos en el mercado”, manifiesta.

    García señala que es una actividad en crecimiento porque las personas cada vez buscan alimentos naturales para mejorar su condición. “Los clientes buscan yogur sin saborizantes, estabilizantes y conservantes”.

    La ubicación estratégica del local en el Centro Histórico de Cuenca permitió la exposición de la marca, que se apoya a través de las redes sociales como Facebook e Instagram, dice el emprendedor.

    De esta última forma se enteró la cuencana Gabriela Alvarado, quien es cliente frecuente de El Tokte. Ella y Oswaldo Torres señalaron que es una alternativa “muy buena” para comer sano en esta ciudad. Además, compran frutos secos y yogur griego.

    El ingeniero comercial Marcelo García León administra este negocio familiar, que está ubicado en la calle Gran Colombia, en el centro de Cuenca.
    El ingeniero comercial Marcelo García León administra este negocio familiar, que está ubicado en la calle Gran Colombia, en el centro de Cuenca. Foto: Xavier Caivinagua para Líderes
  • Una cava que enseña la elaboración del ron

    Giovanni Astudillo (I)
    redaccion@revistalideres.ec

    La Cava San Miguel, ubicada en Cuenca, es un centro turístico que muestra el proceso de la elaboración del ron. Desde hace tres años la empresa Desarrollo Agropecuario, que fabrica la marca San Miguel, adecuó este lugar para empezar con los recorridos.

    Este espacio cuenta con cerca de 4 000 m² de construcción y allí existen cerca de 8 000 barricas de roble traídas desde el norte de Estados Unidos, Canadá y España. El 20% del área está abierta para los turistas nacionales o extranjeros; además hay una gran mampara de vidrio desde donde se pueden contemplar las barricas grandes y pequeñas.

    La cava fue construida en 1980 en los predios actuales de Desarrollo Agropecuario, en la zona de Narancay, porque esta empresa se trasladó desde el valle azuayo de Uzhupud. En este último lugar empezó la elaboración del ron San Miguel y otras marcas desde 1952. Una parte fundamental de la elaboración del ron es el añejamiento, que se debe efectuar en barricas de roble y la ley lo exige.

    Según Claudio Patiño, gerente de Desarrollo Agropecuario, el objetivo fue mostrar a los visitantes nacionales y extranjeros que esta empresa, que fue una pionera en la industria licorera nacional, produce bajo estrictos controles de calidad. Además, que la cava sea una vitrina turística de la mejor artesanía cuencana.

    El gerente de Desarrollo Agropecuario, Claudio Patiño (izq.), recibió el martes pasado a las aspirantes al reinado de Miss Continentes Unidos. Foto: Xavier Caivinagua para LÍDERES
    El gerente de Desarrollo Agropecuario, Claudio Patiño (izq.), recibió el martes pasado a las aspirantes al reinado de Miss Continentes Unidos. Foto: Xavier Caivinagua para LÍDERES


    En este espacio se incorporaron elementos con la intención que no solo sea una bodega de ron sino un centro turístico para que se pueda mirar y constatar un proceso productivo. Allí se explica a los visitantes desde la siembra y corte de la caña de azúcar y la molienda hasta la destilación y la obtención de las tafias especiales que ingresan a las bodegas para el añejamiento natural.

    “Con ello pueden dar testimonio que se realizan productos de calidad y que son naturales”, dice Patiño. Adicionalmente, se puede observar los alambiques, rectificadores, destiladores y equipos recogedores de aroma, que fueron usados en el procesamiento del ron San Miguel en diferentes etapas y ahora que son un testimonio de historia de la compañía.

    En las adecuaciones se incorporaron óleos de los paisajes andinos y costeños donde se cultiva la caña de azúcar. Además, hay un espacio para resaltar la historia de los rones de San Miguel como sus ediciones especiales, una barra para degustación y un showroom.

    En este último espacio, a más de exhibir las diferentes variedades de ron San Miguel, mojitos, daiquiri o whisky se promocionan y/o comercializan artesanías de alta calidad elaboradas en Cuenca. Son artículos de cuero, sombreros de paja toquilla, obras de arte en cerámica y souvenirs vinculados con la marca San Miguel como camineras, escarapelas…

    “Los visitantes no solo pueden ver nuestros productos, sino acceder a la mejor artesanía y arte cuencano. El interesado puede comprar allí o ponerse en contacto directamente con el productor”, señala Patiño.

    En la cava también existe un mezanine desde donde se puede observar las barricas. Según Patiño, el número de visitantes aumenta. Por ejemplo, subió un 300% al comparar enero-septiembre del 2017 con el mismo período de 2018. Por lo general, son grupos de empresarios, turistas, expertos licoreros, universitarios y reinas de belleza. La última visita fue el 11 de este mes con las aspirantes a Miss Continentes Unidos.

    Otros detalles

    El costo. Cada visitante debe cancelar USD 7 por el recorrido y tiene derecho a la degustación de las variedades de ron.

    El contacto. La visita se debe realizar a través de las agencias de viaje de Cuenca. Es un filtro de seguridad por ser una industria.

    Las variedades. Hay San Miguel Silver y Oro, 5 años, 7 años y ediciones especiales. Además, mojitos, daiquirí y whisky. Exporta rones a Chile, EE.UU. y China; enviaron muestras a Europa.

    La empresa cuencana adecuó un espacio para mostrar sus variedades de licores junto con las principales artesanías cuencanas como sombreros de paja toquilla, artículos de cuero, etc. Foto: Xavier Caivinagua para LÍDERES
    La empresa cuencana adecuó un espacio para mostrar sus variedades de licores junto con las principales artesanías cuencanas como sombreros de paja toquilla, artículos de cuero, etc. Foto: Xavier Caivinagua para LÍDERES
  • La innovación se sazonó con la receta tradicional

    Giovany Astudillo

    Editor (I) redaccion@revistalideres.ec

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    Lo que hace 50 años fue una tienda de abarrotes y una pequeña picantería en la que se ofrecían carnes asadas, hornado o sancocho, en la actualidad es uno de los restaurantes más importantes de la parroquia cuencana de San Joaquín. Si bien las recetas tradicionales de la familia Baculima siguen siendo uno de sus principales activos, la innovación llevó al negocio a otro nivel.

    Hace 13 años, el chef Xavier Baculima planteó a sus padres, Santiago y Ruth Cellán, que se debían incorporar cambios en el restaurante Cristo del Consuelo, que heredaron de los abuelos. Entre otros estaba la decoración del local e incorporación de una carta y postres y jugos en los que se mezclaban frutas como guanábana y mora en vasos grandes y decorados con uvillas o frutillas.

    Al principio, estas innovaciones no tuvieron el resultado esperado y hubo clientes que se fueron porque pensaban que los precios subirían o se resistían al cambio, pero paulatinamente fueron retornando, recuerda Baculima. “En la constancia está el secreto… No quería postres comunes, pero tampoco algo que esté muy a la vanguardia, que afecte a nuestra oferta tradicional”.

    Su progenitor falleció al año siguiente y su madre pidió que Xavier asumiera más responsabilidades y, posteriormente, su hermana Gabriela también lo hizo. Ella es diseñadora.

    Desde entonces, ambos hermanos iniciaron un proceso de renovación que persiste hasta la actualidad. Ellos calculan que todas las innovaciones a lo largo del tiempo demandaron una inversión que supera los USD 75 000.

    Parte de esos recursos se destinó a murales plasmados por el artista René Pulla. En cada uno de los espacios se recrearon postales tradicionales de Cuenca, como el Pase del Niño Viajero, la venta de dulces de Corpus Christi, las vendedoras de los mercados de la ciudad, entre otras.

    Mariana Chimbo (izq.) atiende a Édison Guevara y Miriam Soria. Foto: Xavier Caivinagua para LÍDERES
    Mariana Chimbo (izq.) atiende a Édison Guevara y Miriam Soria. Foto: Xavier Caivinagua para LÍDERES

    También sirvieron para el mejoramiento del mobiliario, decoración, reestructuración y modernización de la cocina o recreación de la tienda tradicional de sus abuelos para que allí funcione la caja del restaurante. “Quisimos darle concepto al restaurante y de la comida cuencana, por lo que nuestros espacios deben mostrar eso”, señala el chef.

    En el caso de la carta, dice Xavier Baculima, se ofrecen siete opciones de entrada como tamales, maduro con queso, choclos, entre otras. Hay cinco tipos de sopas como papas con cuero, locro de papas o caldillo de huevo y como plato fuerte están las carnes asadas de cerdo, res y pollo, que se pueden acompañar con llapingachos, ensaladas y mote sucio o pillo. En el caso de los postres existen cinco alternativas en pasteles, mousse o cremas. Ahora sacarán una carta aparte de postres y otras cuatro opciones.

    En la actualidad, atienden a cerca de 3 000 clientes cada mes, asegura Ismael Quezada, quien colabora en la administración del negocio con su esposa Gabriela y su cuñado Xavier. De esa cantidad, el 70% es cuencano y el porcentaje restante se reparte entre turistas nacionales y extranjeros. “La mayoría son familias de clientes desde hace varios años y en el caso de los turistas buscan conocer las tradiciones”.

    La directora de la Fundación Municipal de Turismo para Cuenca, Tania Sarmiento, destaca el mejoramiento del servicio de este restaurante, que conserva su esencia, pero ofrece un valor agregado. Por ello, agrega, que forma parte de la Ruta Rural de San Joaquín, que promociona desde el año pasado esta entidad. “Ha podido profesionalizarse y convertirse en un ejemplo de cómo la comida tradicional puede tener una presentación creativa y de esa forma mejorar el servicio”.

    Según Gabriela Baculima, también hicieron cambios en la atención y disminuyeron el tiempo de atención de los clientes de 25 a 12 minutos. Para mejorar el servicio también entregan a los comensales un pequeño cuestionario sobre la atención y las sugerencias.

    Los cambios se ven reflejados en la facturación, que creció un 25% este año en comparación con las cifras del 2017. Ese aumento se sustentó en una mayor clientela porque los precios se mantuvieron estables, señala Quezada. Según él, por lo general, una persona consume entre USD 10 y USD 15.

    Ruth Cellán: ‘Me encargo de preservar la esencia familiar’
    Encargada de las recetas tradicionales

    Hay un cambio importante de lo que fue el negocio de mis suegros, de lo que heredamos con mi esposo. Ahora mis hijos han hecho una importante renovación, que me alegra y me motiva. Desde un principio les apoyé porque ellos al ser profesionales tienen buenas ideas, que están dando resultado y el restaurante ha crecido mucho. Soy la encargada de preservar las recetas y, sobre todo, la sazón que mi suegra me enseñó. Llegué de la Costa (Quevedo-Los Ríos) y todo era nuevo para mí, pero aprendí mucho de sus secretos, que los mantenemos hasta ahora. Desde un principio me dijo que me enseñaba porque sabía que nosotros íbamos a continuar con este restaurante. Estoy encargada de las compras de las carnes y otros alimentos que se requieren para el funcionamiento de este negocio. Además, me dedico a preparar las carnes usando la sazón tradicional de la familia. Luego son adobadas. Otra persona me ayuda en este trabajo. Espero seguir siendo un aporte para mis hijos y que el restaurante siga mejorando. 

    Los hermanos Xavier y Gabriela Baculima impulsaron la transformación de este restaurante cuencano. Foto: Xavier Caivinagua para LÍDERES
    Los hermanos Xavier y Gabriela Baculima impulsaron la transformación de este restaurante cuencano. Foto: Xavier Caivinagua para LÍDERES
  • La joyería ecuatoriana y latina, en Museo Pumapungo, de Cuenca

    Ana Cristina Alvarado

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    Treinta y cuatro joyeros latinoamericanos expondrán sus piezas más emblemáticas en el Museo Pumapungo, de Cuenca, por un mes, desde el 28 de junio del 2018.  La muestra ‘Rompiendo Fronteras. Joyería Contemporánea Latinoamericana’ estuvo primero en Quito, durante mayo, y ahora viajará a una de las ciudades ecuatorianas donde la estética se expresa a diario por medio de la creación y uso de sombreros de paja toquilla, macanas, joyas, entre otros.

    El oro, la plata, las piedras semipreciosos y otros materiales novedosos -considerados todavía ajenos a la joyería-, confluyen en esta exposición de piezas contemporáneas y de autor. Las técnicas también se fusionan: el ensamblaje y la cera perdida son algunos de los procedimientos antiguos que se encuentran con la innovación tecnológica.

    “Hay un alejamiento de la rigidez constructiva de la joyería tradicional, a favor de estructuras surgidas de la revelación del artista”, dice Rafael Bello, organizador de la exposición.

    'Rompiendo fronteras. Joyería Contemporánea' se abrirá en Cuenca. Fotos: Cortesía Rafael Bello
    ‘Rompiendo fronteras. Joyería Contemporánea’ se abrirá en Cuenca. Fotos: Cortesía Rafael Bello

    Bello es un diseñador de joyas que se ha establecido en países como Venezuela y en Europa y que desde hace seis meses vive en Ecuador. El creativo cubano buscaba poner en un solo sitio la belleza de la expresión de la joyería latinoamericana, por sus raíces diversas y pluriculturales, y así nació esta exposición.

    En el Azuay, la muestra adquiere un nuevo significado. Esta provincia es el hogar de joyeros como los de Chordeleg, quienes trabajan con técnicas manuales, entre esas, la filigrana. Aquí también se encuentra una de las casas más grandes de joyería contemporánea ecuatoriana; la marca de Guillermo Vázquez, que está cumpliendo 75 años.

    Materiales novedosos confluyen en esta exposición de piezas contemporáneas y de autor. Fotos: Cortesía Rafael Bello
    Materiales novedosos confluyen en esta exposición de piezas contemporáneas y de autor. Fotos: Cortesía Rafael Bello

    Joyeros como Carmen Landa, de Venezuela, Orlando Blanco, de Colombia, y EcoJoyería, de Honduras se unirán a diseñadores y artesanos ecuatorianos como Sophie Jewelry Design y Liz Ordóñez Mata.

    Este encuentro también tendrá clases magistrales, en la Universidad del Azuay y en el Gremio de Joyeros.

    La exposición estuvo en Quito, en la Galería Red ECX del Paseo San Francisco, y el 28 de junio abrirá en el Museo Pumapungo. Fotos: Cortesía Rafael Bello
    La exposición estuvo en Quito, en la Galería Red ECX del Paseo San Francisco, y el 28 de junio abrirá en el Museo Pumapungo. Fotos: Cortesía Rafael Bello
  • Cuatro proyectos se desarrollan en Cuenca

    Giovany Astudillo

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    Los proyectos Oppia, Safer, Avatar y Dentalav están en la fase de desarrollo en la Universidad Politécnica Salesiana (UPS). Son iniciativas impulsadas por los grupos de investigación en Telecomunicaciones y Telemática y Cloud Computing, Smart Cities & High Performance Computing.

    Son programas de larga duración y están en la fase de implementación. Empezaron hace un año y medio y se tiene previsto que duren dos años y medio más. Según el asistente de investigación, Paúl Vintimilla, durante este tiempo ya se han realizado pruebas, publicaciones y desarrollo.

    Oppia consiste en una plataforma de aprendizaje. Su objetivo es crear redes esporádicas para alcanzar conocimientos. Vintimilla explica que no existe la necesidad de que un usuario conozca a otro para que pueda vincularse, lo importante es que tengan gustos y necesidades en común como falencias en matemáticas, por citar un ejemplo.

    En ese caso se les recomienda que formen una red para que puedan trabajar y brindarse soporte. Esta plataforma exige que los usuarios llenen diferentes campos para obtener perfiles. Vintimilla dice que son redes esporádicas porque nacen y mueren en función de una necesidad de aprendizaje puntual. “Cuando salen, esta comunidad se destruye y no queda rastro de los contactos”.

    El segundo proyecto es Dentalav y es ejecutado en conjunto con la carrera de Odontología de la Universidad de Cuenca. Está enfocado en el área de postgrados de esa especialización médica.

    Vintimilla dice que surgió por la falencia que, a veces, tienen estudiantes o profesionales para el trabajo en equipo multidisciplinario. “Es una plataforma que crea vínculos que imitan el comportamiento de cuando alguien visita a un médico general y este luego le deriva a un especialista”.

    Los docentes asignan mediante Dentalav casos clínicos a los alumnos de postgrado que tienen una especialidad en ortodoncia, endodoncia, periodoncia o rehabilitación oral y ellos deben resolverlos en función de toda la información. Y la solución se logra con el apoyo del trabajo en equipo. Está desarrollado en una página web y, posteriormente, estará en un aplicativo, que será la fase final.

    La tercera iniciativa es Safer, que es una plataforma para el cuidado de las personas de la tercera edad y se ejecuta con la colaboración de American College, que tiene una especialización en gerontología.

    Según Vintimilla, la intención es que este segmento de la población no vaya quedando asilado. “Pasan sus días encerrados y no tienen la misma actividad como antes”.

    Con esta iniciativa se busca crear redes de usuarios de la tercera edad puedan conectarse y a través de esta opción puedan acceder a información como actividades turísticas y artísticas, recorrido en museos. Las recomendaciones se proporcionan en función de los gustos y preferencias de estas personas y la idea es que asistan en grupo.

    Paúl Vintimilla, Dennis Landy y Carlos Landy forman parte de los equipos de investigación de la universidad. Foto: Xavier Caivinagua / LIDERES
    Paúl Vintimilla, Dennis Landy y Carlos Landy forman parte de los equipos de investigación de la universidad. Foto: Xavier Caivinagua / LIDERES
  • La variedad de muebles, la clave

    Giovany Astudillo

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    Muebles Vera Vázquez exhibe más de 8 000 muebles y accesorios del hogar en los seis pisos de su local, ubicado en el centro de Cuenca. Hace 25 años funcionaba en un pequeño local en la casa de los padres de Santiago Vera. Con cerca de USD 3 000 que fueron financiados con ahorros familiares, él adquirió un par de camas, un juego de sala, un comedor, guardarropas.

    Él optó por dejar sus estudios universitarios de jurisprudencia para incursionar en las ventas, que es una de sus pasiones. No tenía conocimientos en muebles, pero eligió esta opción porque consideraba que era rentable y por la calidad de los productos que se fabrican en la capital azuaya.

    En ese entonces no tenía empleados. Él se encargaba de las ventas, las cobranzas, la promoción, entre otras actividades. Vera dice que siempre es difícil iniciar un negocio y hay que ser constante hasta que sea rentable.

    Él adquiría los muebles a un carpintero para comercializarlos. Desde entonces optó por aplicar una estrategia que mantiene hasta la actualidad: “muebles de calidad a precios convenientes”. Según él, no pretende aplicar un porcentaje alto a sus ganancias, sino más bien atraer a más compradores ofreciendo valores accesibles.

    Es decir, su empresa gana por las ventas en volumen. Además, dice que de esta forma logra que sus clientes recomienden a otros para que visiten su negocio y adquieran sus muebles.
    Durante este tiempo no todo ha sido éxito, admite el empresario, quien en el 2014 recibió el premio internacional a la calidad empresarial Ecuador.

    Él recuerda que en 1993 llegó un cliente que adquirió a crédito prácticamente todos los muebles que tenía en exhibición en la tienda de la vivienda de sus progenitores, sin embargo nunca pudo cobrar. “Hasta ahora tengo los cheques guardados”.

    Pero de los errores se aprende, insiste Vera. En la actualidad, ofrece alternativas de financiamiento para los clientes que no cuentan con dinero en efectivo o tarjetas de crédito para comprar sus muebles. Él dice que logró acuerdos con la mayoría de cooperativas de ahorro y crédito y bancos para que otorguen préstamos a sus compradores. “Lo importante es apoyar al cliente para que cumpla con sus sueños”.

    Otra estrategia que mantiene este empresario de 46 años es no fabricar muebles. Para ello, cuenta con cinco proveedores del cantón Cuenca. “Ellos son expertos en fabricar y nosotros en vender”.

    El local de Muebles Vera tiene 4 000 metros cuadrados de exhibición y representó una inversión de unos USD 200 000.
    El local de Muebles Vera tiene 4 000 metros cuadrados de exhibición y representó una inversión de unos USD 200 000.

    Esta empresa tiene diseñadores de muebles, que crean sus modelos que son proporcionados a los talleres para que los elaboren. Además, Vera logró que cada uno de los fabricantes se especialice ya sea en comedores, salas, dormitorios.

    “Les entrego los modelos, les doy los anticipos y ellos me dan los muebles en el tiempo pactado y saben que el pago es de contado”. Su objetivo es mantener una fidelidad por parte de sus fabricantes. Incluso, asegura, que no impone valores a sus proveedores, sino más bien les solicita una lista de precios para negociar.

    Su actual local tiene 4 000 metros cuadrados de exhibición y representó una inversión de USD 200 000, que fueron financiados con un préstamo bancario. La tienda de sus padres quedó pequeña, pese a que en siete años amplió ese espacio de 30 a 300 metros cuadrados. Hace 18 años construyó su edificio de siete pisos, incluido el parqueadero. Paulatinamente fue ocupando los espacios.

    Allí, tiene muebles de varios modelos y costos. Otra alternativa de promoción de sus salas, comedores o muebles de niños y oficina es la página web www.mueblesveravazquez.com.

    La intención de Vera es ofrecer una infinidad de opciones para concretar las ventas. “Pido a mis empleados que traten con toda cortesía a las personas y por eso somos reconocidos”.

    El arquitecto cuencano, Claudio Ullauri, es uno de sus clientes. Hace 19 años adquirió camas, mesas de juego, salas de estar, entre otros muebles para su hostería Lago de Cristal, ubicado en el cantón azuayo de Girón. “Son muebles económicos y de buena calidad. Pese al tiempo están en muy buenas condiciones”. También, compró para decorar departamentos y oficinas que ha construido.

    En la actualidad, la aspiración de Vera es exportar juegos de dormitorio al mercado estadounidense. Tiene escogidos los modelos y ha realizado contactos. “Espero que en el corto plazo se concrete”, aseguró el empresario ecuatoriano.

    Santiago Vera V.
    Gerente General

    El pilar fundamental de este negocio es la calidad de los muebles para construir una imagen y mantenerla no solo en la ciudad, sino también en el país. En segundo lugar están los precios accesibles de los productos y contar con diferentes alternativas para todos los presupuestos. El tercer aspecto es el buen trato a los clientes y los proveedores. En esta empresa nos caracterizamos por no mentir ni en los pagos ni en la entrega de los muebles a los compradores.

    Las cifras

    70 % de sus clientes es de la capital azuaya. El 25% de la provincia del Guayas y 5% restante, de otras regiones
    .
    10 000 personas, por lo menos, visitan al año su local en el centro de la capital azuaya.

    3 camiones  tiene para la entrega de sus productos a los clientes. No importa la distancia, dice Santiago Vera.

    9 meses  tardó la construcción del edificio de Muebles Vera Vázquez. La obra empezó en el año 2 000 y costó USD 200 000.

    Santiago Vera gerencia esta empresa. Él cuenta con cinco proveedores que elaboran los muebles según los diseños que él les entrega. Fotos: Xavier Caivinagua / LÍDERES
    Santiago Vera gerencia esta empresa. Él cuenta con cinco proveedores que elaboran los muebles según los diseños que él les entrega. Fotos: Xavier Caivinagua / LÍDERES
  • Tres empresas son laboratorios para una investigación

    Giovany Astudillo

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    La primera fase del modelo de gestión para la optimización de procesos y costos en la industria de ensamblaje arrancó en septiembre pasado, en tres empresas del Grupo Ortiz. Esta es una iniciativa multidisciplinaria que impulsa la Universidad de Cuenca.

    El proyecto ganó, en el 2017, un concurso interno de este centro de estudios superiores para recibir financiamiento y ejecutarlo. En mayo del 2017, la propuesta fue planteada a los directivos del Grupo Ortiz, que dieron la aceptación para iniciar con el diagnóstico (primera fase) en tres empresas, que se dedican al ensamblaje de bicicletas, motocicletas, televisores y tarjetas electrónicas.

    “Los empresarios están abiertos a la aplicación, porque quieren acceder a la capacidad cognitiva de la universidad”, señala el director del proyecto, Villie Morocho, quien tiene un doctorado en Ingeniería de Software. Este trabajo también está liderado por Lorena Sigüenza, quien tiene un doctorado en Optimización de Procesos, y el profesor de ciencias económicas, Rodrigo Arcentales.

    Según Morocho, pese a que estas fábricas tienen experiencia y conocimientos en sus especialidades, “no necesariamente pueden estar haciendo las cosas de la manera más óptima”.

    Al Grupo Ortiz -agrega Sigüenza- le interesa contar con un diagnóstico que le permitirá conocer en qué puede mejorar. La intención es que posteriormente se puede cumplir una segunda fase para impulsar ese mejoramiento. El equipo de la universidad tiene previsto estar en estas empresas hasta agosto próximo.

    En la propuesta inicial solo estuvieron involucrados cinco profesores, por lo que hubo la necesidad de incorporar a más personas a través de la participación de estudiantes y otros profesionales. Arcentales realiza su tesis de doctorado con este modelo de gestión. Además, se efectúan dos tesis de maestría en Ingeniería de Sistemas y Administración de Empresas y ocho de pregrado en Administración de Empresas y Ciencias Químicas.

    Con ello, dice Sigüenza, no solo hay una interrelación con investigadores de diferentes disciplinas sino también la posibilidad de generar temas de tesis que forman parte y aportan a este proyecto. Con ello, lograron tener un equipo multidisciplinario de más de 20 profesionales y estudiantes de Sistemas, Ciencias Económicas y Ciencias Químicas.

    En la actualidad, los estudiantes de pregrado toman los tiempos de los procesos productivos de las tres plantas ensambladoras y en sus líneas de producción.

    Morocho asegura que con esta toma de información se puede determinar cómo optimizar los costos dependiendo de la mano de obra, materiales, tiempo, entre otros factores. Además, se elaborará el mapa de procesos de una industria de ensamblaje.

    Morocho dice que este proyecto forma parte de una relación que mantienen con la empresa privada, que se inició en el 2004 a través de investigaciones que financiaban con fondos externos o con las donaciones del Impuesto a la Renta por parte de las compañías.

    Entre otros se destaca un trabajo con la Unión Cementera Nacional, en la planta de Guapán (Azogues). Según Morocho, esa industria cofinanció directamente la investigación en el 2015.
    En este caso, se generó un modelado matemático del funcionamiento del horno. Es decir, se pudo simular cómo se producen los efectos químicos y mejorar la calidad y optimización del producto, sin necesidad de desperdiciar material. “Se hizo un simulador para jugar con las variables y predecir los resultados”.

    Morocho cuenta que, posteriormente, se buscó una relación con la Cámara de Industrias, Producción y Empleo de Cuenca. Hubo una presentación e interés por parte de los empresarios, “pero la situación económica del 2016 frenó cualquier ejecución”.

    En el caso del modelo de gestión para la optimización de procesos y costos en la industria de ensamblaje se requerían recursos para financiar un diagnóstico, pero el industrial, dice Morocho, no invierte en investigación si no sabe cómo le sirve o cómo podrá optimizar los costos. Para hacer esas predicciones, hay que hacer un estudio previo que requiere de financiamiento, que se obtuvo con el concurso de la Universidad de Cuenca, agrega el investigador.

    Otros detalles
    El financiamiento.  
    El concurso interno de la Universidad de Cuenca otorgó un premio de cerca de USD 45 000 para la ejecución del modelo de gestión para la optimización de procesos y costos en la industria de ensamblaje.

    Otro aporte. 
    A más del financiamiento, este centro de estudios superiores aporta con las horas de clases de docentes e investigadores. Ese rubro se estimó en unos USD 53 000.

    Los estudiantes que participan en el proyecto recopilan información de los procesos en las fábricas del Grupo Ortiz. Foto: Xavier Caivinagua para LÍDERES
    Los estudiantes que participan en el proyecto recopilan información de los procesos en las fábricas del Grupo Ortiz. Foto: Xavier Caivinagua para LÍDERES
  • El tradicional sabor del mote se degusta en sus arepas

    Redacción Cuenca

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    La marca escogida para este emprendimiento se ajusta a la realidad. Las arepas elaboradas con mote por los esposos Marco Gómez y Luisa Vargas pueden estar rellenadas con una infinidad de alternativas como quesos, embutidos, verduras, salsas, pollo, fréjoles, entre otras. La decisión la tiene el consumidor.

    Incluso, pueden ser preparadas como una pizza o se ajustan a las necesidades de veganos o vegetarianos. El emprendimiento empezó el año pasado y es el resultado de la constancia de este chef cuencano y de su esposa, quien es colombiana y estudió Marketing.

    Anteriormente, ellos tenían empleos estables, pero siempre tuvieron la intención de contar con un negocio propio. Por ello, el 2016 optaron por radicarse en Cali para aprovechar el cambio de dólares a pesos e invertir. Allí, abrieron un restaurante, pero no conocían muy bien el mercado.

    Luego miraron otras opciones como una cafetería o la venta de sánduches, frutas o conservas.
    “Uno de los errores de los emprendedores es no tener ideas que cubran las reales necesidades del mercado”, señala Gómez. En 2017 regresaron a Ecuador y con su experiencia, capacitación en seminarios y con los consejos de mentores, en la actualidad, impulsan Arepas con todo.

    Esta iniciativa surgió por casualidad. Vargas estaba desayunando mote pillo, pese a que no es de su preferencia. Su esposo le preguntó porqué lo hacía y ella le contestó que tenía el mismo sabor de las arepas colombianas.

    Desde entonces realizaron pruebas para ajustar la receta. Sus familiares y amigos fueron los primeros ‘catadores’ y sus primeros clientes. “Empezó como hobby”, recuerda Vargas.

    Después incursionaron en las ferias para posicionar la marca y mejorar las ventas. Al inicio ofrecieron arepas rellenas, pero identificaron que no tenía muchas posibilidades de crecer.
    Por ello, optaron por comercializarlas empacadas y ofrecer una alternativa para quienes quieran dejar de consumir pan por problemas de salud y para mejorar su nutrición.

    “El emprendedor debe saber vender, conocer el mercado y, sobre todo, que su producto solucione un problema a la mayor cantidad posible de personas”, resume Gómez.

    Con sus arepas elaboradas con mote lograron diferenciarse de la receta y oferta venezolana. En noviembredel 2017, por las fiestas de Cuenca participaron en el Festival Gastronómico Destino Sur. Sus expectativas era comercializar 100 paquetes, pero al final vendieron más de 400. “Hubo guayaquileños que se interesaron por las arepas”, señala Vargas.

    Cada paquete, que tiene cinco unidades, cuesta USD 3. Elaboran entre 50 y 70 paquetes cada semana. Tienen clientes en la capital azuaya y Guayaquil. En Cuenca se entregan a domicilio o se pueden adquirir a través de la App Megabite.

    Vargas dice que otro factor importante para el emprendedor es tener la habilidad para relacionarse con los clientes y escuchar sus necesidades. “En el país hay una tasa alta de personas con problemas de salud por una mala nutrición”.

    Según ella, por esa razón ofrecen arepas bajas en calorías y sal y libres de gluten. “Además, aportan con energía y ayudan a la digestión por el mote”. Esta información y la promoción se hace vía redes sociales como Facebook.

    Marco Gómez y Luisa Vargas iniciaron este negocio el año pasado. Foto: Xavier Caivinagua para LÍDERES
    Marco Gómez y Luisa Vargas iniciaron este negocio el año pasado. Foto: Xavier Caivinagua para LÍDERES
  • Cuenca ofrece más oferta para el turismo corporativo

    Giovany Astudillo

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    El Hotel Four Points by Sheraton Cuenca, que funciona desde el 4 de este mes, ocupa un lugar estratégico en el sur de la capital azuaya. No solo por la vista de la ciudad sino también porque está edificado en el predio del Centro de Convenciones Mall del Río.

    Hace cuatro años empezó este proyecto, que es impulsado por los grupos económicos cuencanos Eljuri y Ortiz. El objetivo fue complementar los servicios de alojamiento con los que oferta el Centro de Convenciones Mall del Río y este centro comercial, que también pertenece al grupo Ortiz.

    Este hotel cuenta con 120 habitaciones, que están distribuidas en 56 sencillas, 56 dobles y ocho suites. En total, se pueden alojar 340 personas.

    Según el gerente de Mercadeo y Ventas de Four Points by Sheraton Cuenca, Kevin Toral, el principal mercado que esta ciudad ofrece para los hoteles cinco estrellas es el segmento corporativo, de congresos y convenciones.

    Por ello, dice Toral, al estar junto al Centro de Convenciones Mall del Río se puede complementar los servicios de alojamiento con los de organización de eventos.

    Este centro de convenciones tiene una capacidad para 4 000 personas, de forma simultánea, en 11 salones. Ofrece servicios de video y audio, espacios insonorizados, cuatro accesos distintos, parqueaderos, zona bancaria, un hipermercado, un patio de comidas, locales comerciales aledaños.

    Con ello, señala Toral, quieren potencializar a la capital azuaya como un destino sustituto en congresos y convenciones en los ámbitos local, nacional y regional. Es decir, ser una alternativa para los eventos que se efectúan en Quito, Guayaquil y en las ciudades de la Costa del país. “Hay quienes quieren cambiar de destinos… Todas las potencialidades hacen que Cuenca sea un destino ideal”.

    Según él, la capital azuaya tiene potencialidades para negocios, patrimoniales, culturales, entretenimiento, naturales, gastronómicas…, que son un complemento para el visitante corporativo.

    Otro mercado objetivo es el turismo familiar durante los fines de semana, por lo que quieren motivar la demanda con una promoción del destino en ciudades cercanas como Machala y Guayaquil. Además, se planifican estrategias con las entidades vinculadas con el turismo y operadoras nacionales y extranjeras.

    El hotel también tiene cuatro salas ejecutivas, que tienen capacidad desde ocho hasta 50 personas, ya sea para reuniones empresariales o sociales. Además, el restaurante Cook’s, “que es una marca que está posicionada en hoteles Sheraton de Ecuador, Colombia y otros destinos”.

    Para finales de octubre está prevista la inauguración oficial y la apertura del Lobby Bar. La idea es que coincida con las fiestas de independencia de Cuenca. Según Toral, en el Lobby Bar se impulsará la cerveza artesanal y el maridaje con elementos gastronómicos tradicionales de la ciudad.

    El hotel funciona desde el 4 de septiembre; la inauguración oficial será a finales de octubre.
    El hotel funciona desde el 4 de septiembre; la inauguración oficial será a finales de octubre.
  • Cuenca diseña elegancia para la mujer ecuatoriana

    Ana Cristina Alvarado

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    La última colección de la diseñadora cuencana Gabriela Ramón ya está disponible. Los cortes y siluetas de estas prendas se inspiran en la arquitectura moderna y en el interiorismo, por lo que hay rasgos geométricos y lineales.

    Ramón propone indumentaria para una mujer sobria, moderna y práctica. Al utilizar colores neutros, sus prendas son fáciles de combinar entre sí o con indumentaria que no sea de la diseñadora.

    Ramón trabajó esta colección, llamada ‘Transformista’, con técnicas de recorte láser e impresión 3D. Para lo último se alió con expertos en electrónica, quienes crearon una máquina exclusiva para este proyecto con el fin de que la impresión 3D de las prendas sea a base de hilos biodegradables. Este trabajo colaborativo, en el que también participaron otros creativos, le valió a Ramón el premio a la Innovación en la pasarela Designer Book, celebrada en Quito el 1 de septiembre.

    Las prendas tiene un costo de entre USD 68 y 380 y están disponibles una por cada modelo, pues se trata de una línea exclusiva.

    Para este desfile, la diseñadora cuencana elevó sus ya elegantes ‘looks’ con las joyas de la diseñadora italiana Laura Bicego. El alma creativa de la marca Nanis trajo a Ecuador joyas en oro blanco y dorado, que ayudaron a crear personajes fuertes y a la vez femeninos sobre la pasarela.

    El diseño de Bicego además se caracteriza por la investigación constante de la dinámica y de la ingeniería de las piezas. Así ha logrado crear pulseras fáciles de abrocharlas con una sola mano por quien las usa o collares que se transforman en pulseras, entre otros. Los diseños de esta creativa llegaron al Ecuador de la mano de Joyería Guillermo Vázquez, la marca cuencana que también tiene sus propias líneas de joyas.

    Las delicadas prendas de Ramón fueron complementadas con los zapatos de Bela by Grace Cabrera. El calzado de esta firma cuencana se apega a la estética clásica y atemporal, que busca brindar armonía a la figura femenina a través de tacones con correas delicadas o puntas que dan la ilusión de mayor altitud.

    La italiana Laura Bicego, izquierda, y la ecuatoriana Gabriela Ramón presentaron una pasarela. Fotos: Patricio Terán / Líderes
    La italiana Laura Bicego, izquierda, y la ecuatoriana Gabriela Ramón presentaron una pasarela. Fotos: Patricio Terán / Líderes