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  • La marca Diego Peña se luce en las pasarelas nacionales e internacionales

    Giovanni Astudillo  (I)
    redaccion@revistalideres.ec

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    La actividad de Diego Peña como diseñador de modas se inició antes de graduarse en la Universidad del Azuay. Desde entonces, colocó su nombre como la marca para sus creaciones.

    Apenas se graduó en el 2005 como Diseñador en Textil y Moda realizó cursos en la Universidad de Palermo en Argentina y en la escuela de diseño Parsons, en Nueva York. Fueron capacitaciones en producción y diseño de modas, que ampliaron su visión en este ámbito.

    Al año siguiente, abrió su taller y presentó su primera colección con ropa para hombres y mujeres en los estilos informal, semiformal y formal. La modelo Éricka Vélez fue la conductora y lució algunas de las prendas.

    Según Peña, para esa presentación -que marcó el inicio de su carrera-, tuvo el apoyo de las empresas que estaban ligadas al negocio de sus abuelos, un almacén de telas, ubicado en el centro de la capital azuaya. “En mi afición por esta profesión pesó que mi familia materna está dedicada a este negocio desde hace 50 años y la paterna, a la joyería”, dice el diseñador, de 31 años.

    Desde el 2006 hasta la actualidad ha presentado 25 colecciones para hombre y mujer. Con sus presentaciones promocionó su marca en el país y en el extranjero.

    Su ropa se ha lucido en los certámenes de Miss Ecuador, Reina Mundial del Banano, en los reinados de Quito, Guayaquil, Cuenca y las semanas de la moda que se desarrollan en el país.

    Su ropa también salió al exterior, concretamente a Estados Unidos, Paraguay y República Dominicana. “Se logró por contactos que realicé en eventos en los que participé”.

    Peña ganó un premio a la ‘colección más controversial’, en el Asunción Fashion Week en el 2007 y un galardón similar dos años después en el Dominicana Moda. “Les llamó la atención la propuesta de un joven que llegó desde Ecuador”. Su primer premio en el país lo alcanzó en el 2007 en el Salinas Fashion Week.

    Su último desfile se cumplió hace dos semanas en Cuenca. Por iniciativa del Ministerio del Deporte se organizó este evento en el que los modelos fueron 17 deportistas élite de Azuay, Cañar y Morona Santiago. Se destacan algunos como el atleta Byron Piedra, el luchador Milton Guallpa y la nadadora Samantha Arévalo.

    Peña vistió con sus creaciones a los deportistas con 18 conjuntos enteros para hombres y mujeres. “Fue una mezcla entre trajes que tenía listos y otros que hicimos para mostrar nuevas propuestas”.

    Según el coordinador Zonal 6 del Ministerio, Xavier Enderica, se pensó en Peña porque está en la vanguardia de la moda y porque su ropa es de calidad y su estilo se ajusta a la idea prevista para el desfile. “Quisimos mostrar a los deportistas en otra faceta y que luzcan algo diferente”.

    Hace cuatro años, Peña abrió dos tiendas en Cuenca y Guayaquil. En promedio, tiene 12 clientes cada semana, que se interesan por sus camisas, sacos, pantalones, corbatas, pañuelos, chalecos… “He vestido a alcaldes, prefectos y diversas personalidades”.

    Su especialidad en estas tiendas es la ropa formal para hombre, aunque también ofrece para mujeres, pero solo bajo pedido. “No es una producción en serie sino personalizada”, dice el cuencano.

    En el local de la capital azuaya predomina la decoración contemporánea que se basa en colores rojo, blanco y negro. Se trata de sus tonalidades predilectas en el diseño de sus prendas, en especial el negro, por su elegancia.

    La promoción de su negocio, cuyo logotipo son las letras DP, se realiza con fotografías en revistas y otros medios, con el objetivo que su marca se posicione más en la mente de los consumidores, señala el diseñador Peña.

    El azuayo Diego Peña patentó su nombre como marca para su ropa. Su especialidad son los trajes y camisas de hombre. Tiene dos tiendas en Cuenca y Guayaquil. Foto: Xavier Caivinagua/ El Comercio
    El azuayo Diego Peña patentó su nombre como marca para su ropa. Su especialidad son los trajes y camisas de hombre. Tiene dos tiendas en Cuenca y Guayaquil. Foto: Xavier Caivinagua/ El Comercio
  • Moda y tecnología ahora van de la mano

    Agencia EFE

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    Relojes que miden el ritmo cardiaco, anillos con alarma para evitar un ataque, paraguas con luces LED para circular por la noche y abrigos que se convierten en tiendas de campaña e incorporan auriculares son ejemplos de la alianza de moda y tecnología que facilitan una vida «en línea» y muy chic.

    La moda inteligente se ha creado para satisfacer las necesidades cotidianas de un consumidor activo en internet, que puede ya incorporar a su armario diseños estéticos y útiles como los paraguas con luces LED que permiten una mayor visibilidad.

    La moda y la tecnología comparten su gusto por la innovación y la experimentación; una y otra «contribuyen a mejorar y personalizar las vivencias cotidianas de las personas», explica el director de Relaciones Corporativas de Samsung, Francisco Hortigüela, quien incide también en la importancia del «diseño».

    Ese afán por incorporar la «wearable technology» (tecnología para vestir) al permeable lenguaje de la moda ha llevado al diseñador jaenés Rubén Gómez a conseguir el premio Samsung EGO Innovation Project, un reconocimiento que permitirá a su firma, Gómez, abrir la pasarela EGO de jóvenes diseñadores el 11 de febrero.

    Su colección, Masdar Coats, es un juego a dos voces entre la moda y la electrónica. Las camisetas, chompas y abrigos que ha ideado Gómez pueden convertirse en tiendas de campaña e indexan en sus tejidos ultraligeros altavoces, manos libres o iluminación LED.
    «La idea es encerrar en un espacio-prenda todo lo que podemos hacer con nuestras tabletas o teléfonos, como escuchar música, hacer la compra o tener nuestra oficina en el teléfono móvil», explica el diseñador. Su principal inspiración hay que buscarla en la habitación del dueño y creador de Playboy, Hugh Hefner, quien disponía en su alcoba de todo lo necesario para trabajar y divertirse.

    «Pensé que hoy en día eso puede tenerse, pero en movimiento», justifica Rubén Gómez. Aunque todavía no puede adelantar muchos detalles sobre la colección y la puesta en escena que abrirán la pasarela Samsung EGO, sí ha confesado que habrá ropa de acabado deportivo, siluetas «oversize» en tejido vaquero o camisas oxford con cuello de cisne, todas ellas prendas que incorporan la tecnología en cada pespunte.

    El proyecto de Rubén Gómez fusiona moda y tecnología de una forma «muy práctica», valora Francisco Hortigüela, cuyo equipo en Samsung ha recibido 16 trabajos «de un nivel extraordinario», como el que caracterizó la propuesta ganadora de la segunda edición de Samsung EGO Innovation Project, Pepa Salazar, quien subió a la pasarela tejidos hidrocrómicos (que cambian de color bajo el agua).

    Las prendas inteligentes permiten monitorizar el ritmo de vida, conectividad perpetua y más personalización. También un deleite estético que permite a los diseños convertirse en una parte más del «show», como aquel famoso vestido de Lady Gaga que integraba un mecanismo para hacer pompas de jabón o el diseño blanco de Katy Perry con miles de luces LED que firmó la marca inglesa CuteCircuit.

    La conexión con el mundo exterior que posibilita la moda 2.0 se ha aprovechado desde el campo de la seguridad. El anillo Sireng Ring, una joya normal en apariencia, esconde en su interior una alarma antiagresores; Undercover Colors es otro ejemplo de lo lejos que pueden llegar los agentes con un simple esmalte de uñas, que en este caso cambia de color cuando detecta la presencia de drogas.

    La tecnología es una extensión del hombre, teorizó el sociólogo Marshall McLuhan. Ahora, también lo es de la moda, ese vehículo de expresión cada vez más automatizado que permite a cada uno construir su propio «yo» y afrontar una nueva era en la que vivir «offline» significa perderse demasiadas cosas.

    Pepa Salazar creó prendas que cambiaban de color al contacto con el agua.Foto: Víctor Lerena/EFE
    Pepa Salazar creó prendas que cambiaban de color al contacto con el agua.Foto: Víctor Lerena/EFE
  • El diseño de sus planes tiene apoyo extranjero

    Redacción Guayaquil  (I)

    Cuatro estudiantes del Máster de Administración de Negocios (MBA) del Massachusetts Institute of Technology (MIT) están de visita en el Ecuador, en una gestión que la institución lleva a cabo en conjunto con la empresa ecuatoriana especializada en envíos, Laar Courier.

    Se trata del proyecto Global Entrepreneurship Laboratory (G-Lab), que se realiza hace 15 años  en el MIT y fomenta el encuentro entre estudiantes del MBA de la Escuela de Negocios y pymes de cualquier ámbito económico, para el desarrollo de proyectos específicos con enfoque innovador.

    De entre unas 100 propuestas, Laar fue una de las 40 empresas  seleccionadas a nivel mundial para recibir la asesoría en el diseño y ejecución del proyecto que postularon en agosto del 2014.  “Es la primera vez que una empresa ecuatoriana es seleccionada”, menciona Andrés Arteaga, director ejecutivo de la firma. “El G-lab busca aportar el crecimiento de empresas pequeñas y medianas a través de la innovación. En septiembre fuimos seleccionados como la primera empresa ecuatoriana”, acota.

    Mediante el programa, los estudiantes pueden poner en práctica sus conocimientos y la empresa recibe el asesoramiento del equipo de estudiantes. Entre las obligaciones de la firma seleccionada está cubrir los costos del equipo que viaja al país en el que se desarrollará el proyecto. Según información del sitio web del MIT, este presupuesto de inversión puede ser de USD 8 000 a 14 000.

    Shirly Josef Geller y Tomer Mayara, de Israel; Alex Moulart, de Bélgica; y Zeliha Ustaoglu, de Turquía, son los estudiantes del MIT que trabajarán hasta la próxima semana en Ecuador, para llevar a cabo el proyecto Laar Logistics.

    Se trata de un plan que arrancó en septiembre y entraría en operaciones en el segundo trimestre de este año.

    Laar Logistics consiste en la implementación de un sistema de logística nuevo para la compañía, con valor agregado, “al brindar servicios complementarios como bodegaje, manejo de inventario, consolidación (‘pick n pack’), broker de importación”, explica Marcelo Arteaga, director de Laar.

    Este ejecutivo añade que con este proyecto se amplía el portafolio de servicios de la empresa y profundizan en la cadena de suministros de los clientes. “De manera que tienen un servicio complejo que abarca todos los requerimientos de la cadena logística, con un enfoque de personalización”.

    “Se trata de un equipo multidisciplinario, cada uno tiene fortalezas determinadas para aportar en el desarrollo, por ejemplo yo estoy en el área de marketing”, destaca Geller, quien visita por primera vez el Ecuador.

    Mayara está a cargo del área de tecnologías; Moulart, del área operativa y Ustaoglu de lo relacionado al ámbito financiero.

    La israelita añade que una de las fortalezas más grandes del proyecto de esta empresa ecuatoriana, y lo que los motivó como equipo a seleccionar para trabajar en él, fue el enfoque en la oferta de servicios con innovación dentro del mercado. “Estábamos buscando un proyecto que sea en una área con mucho énfasis en inversión y logística, creo que en Ecuador se ha invertido mucho. Un proyecto de este tipo tiene un alto perfil de beneficio para la empresa y el país”, menciona Geller.

    La implementación del sistema comprende también  el desarrollo de una nueva edificación de 13 000 m2, ubicada en el cantón Durán (Guayas). Una vez que Laar Logistics esté en marcha se espera continuar trabajando en más proyectos, dice Andrés Arteaga.

    “Tenemos planes de crecimiento en edificaciones y bodegas en varias de las principales ciudades del país, como Quito, Santo Domingo, Manta, Riobamba y donde el mercado y nuestros clientes lo necesiten”, añade.

    Laar Courier tiene unos 15 años en el mercado. Además, es uno de los aliados estratégicos de la firma Western Union y desde el 2003 son contratistas de United Parcel Services UPS, el courier más grande del mundo.

  • Gustavo Lins presentó una colección de alta costura inspirada en su Brasil natal

    Agencia AFP

    París

    Con una colección primavera-verano que evoca a su Brasil natal, Gustavo Lins regresó este martes (27 de enero de 2015) a la pasarela de la alta costura en París, una apelación exclusiva que sólo comparten un puñado de diseñadores en el mundo.

    «Hoy hace exactamente 28 años que llegué a Europa, un 27 de enero de 1989», contó a la AFP el diseñador oriundo de Belo Horizonte, tras el desfile organizado en los salones del Museo de Artes Decorativas, en el palacio del Louvre.

    Descendiente de una familia de europeos emigrados a Brasil en el siglo XVI y que mezclaron su sangre con la de los indígenas, Lins explicó que «todo eso afloró en esta colección, en los arcaísmos de las piedras preciosas o inspirada en la fluidez del aire, el agua y los caballos de los campos de Brasil».

    Muy ondulante, la colección de Lins -que el año pasado estuvo ausente de los desfiles parisinos- incluyó formas envolventes y suaves. Los abrigos se llevan sin acartonamiento, casi como si fuesen una bata.

    Lins abrió su colección a modelos masculinos con confortables sobretodos de amplias solapas y un poncho de lana. «Hay una verdadera diversidad entre hombres y mujeres, muchas prendas de hombres las llevan las mujeres y viceversa: había voluntad de mi parte de mezclar los géneros», dijo.

    Tras su llegada a Europa hace casi tres décadas, Gustavo Lins se instaló en París donde en 2004 fundó su marca de prêt-à-porter, antes de ser admitido además en la alta costura, primero como miembro invitado y luego como miembro permanente, a partir de 2011.

    Arquitecto de formación, se inició a la costura en los talleres de John Galliano, Kenzo y Jean Paul Gaultier, entre otros. En total, 24 casas de alta costura -14 en la lista oficial que incluye a Lins y el resto como invitados especiales- desfilan esta semana en París.

    Contrariamente a las semanas del prêt-à-porter organizadas en Nueva York, Londres o Milán, París es la única capital de la moda que organiza desfiles de alta costura, dos veces al año, en enero y julio.  

    Un club muy exclusivo

    Esta especificidad parisina está protegida jurídicamente por una apelación atribuida por una comisión del ministerio de Industria francés en función de criterios muy precisos. Recompensa en particular el trabajo hecho a medida en los talleres del diseñador.

     Confeccionada a mano, implica por lo general materias excepcionales, con bordados o encaje, acompañadas de piedras preciosas o accesorios.

    Lins dijo que considera la alta costura «como un laboratorio de investigación y de observación, de ‘savoir-faire’ y de excelencia». En 2012, incluyó por ejemplo en su desfile un vestido realizado con porcelana de Sèvres.

    Las casas de moda francesas más prestigiosas, Christian Dior y Chanel, dicen tener cada una unas 1 000 clientas de alta costura.

    «Antes de la Primera Guerra mundial, el primer cliente de la alta costura en el exterior era Inglaterra y el segundo Argentina», explicó a la AFP Didier Grumbarch, expresidente de la Federación francesa de la costura.

    Estados Unidos apenas llegaba en sexto lugar detrás de Suiza, pero después de la guerra las norteamericanas pasaron al primer puesto, que hoy comienzan a disputarle mujeres acaudaladas de China, India u Oriente Medio.

    «La clientela de la alta costura se ha extendido», comentó Grumbach. «Hay muchas más clientas que en los años 1960, pero también compran prêt-à-porter», agregó el experto.

    Gustavo Lins dijo a la AFP que además de su marca de prêt-à-porter actualmente tiene en total «unas 15 clientas» para sus modelos de alta costura, que visitan su taller parisino desde Rusia, Kazajistán, Estados Unidos o Alemania.

    El diseñador brasileño Gustavo Lins presentó su colección primevera-verano en la pasarela del alta costura en París. Foto: AFP
    El diseñador brasileño Gustavo Lins presentó su colección primevera-verano en la pasarela del alta costura en París. Foto: AFP
  • Instagram es la vitrina para los diseños de Kruspkaya Rodríguez

    Patricio Ramos

    Manta, Ecuador

    Su pasión por la moda y las prendas de vanguardia están latentes desde hace 20 años. Kruspkaya Rodríguez es una de esas emprendedoras que dejó volar su imaginación y empezó a bocetear para ganarse la vida.

    Primero lo hizo para crear diseños personales, pues es amante del buen vestir y la distinción. Luego, creó para sus tres hijas. Un año después, cuando se quedó desempleada, emprendió la marca by kruspkaya, una firma de ropa y accesorios.

    Las redes sociales como Instagram convirtieron a la marca en un espacio que cuenta con cerca de 4 900 seguidores.

    Apasionada por los colores vivos, tiene como referencia e inspiración a las tendencias actuales de Europa, Estados Unidos y Asia.

    Kruspkaya diseña de ropa y accesorios solo para mujeres. Aunque su nicho de mercado es el segmento juvenil, también cala en adultas que gustan de sus creaciones, cuenta su hermana Mirna.

    “Todo se inició cuando tenía 17 años: empezó a trabajar en empresas comerciales. Ella siempre se mentalizó que la apariencia es la carta de presentación imprescindible en el mundo de las ventas. Por eso lo primero en lo que puso atención fue en lucir impecable para proyectar una buena imagen”.

    La diseñadora tiene tres hijas. Ellas lucen sus prendas y la más preocupada por su imagen es Diandra. A sus 18 años la joven, que cursa estudios universitarios, es la modelo oficial de la marca. La idea de ubicar la ropa y accesorios en Instragram fue idea de ella, comenta Kruspkaya. Realiza cuatro colecciones al mes y en cada una presenta 10 y 15 ejemplares. Añade que ofrecer pocas prendas da un sentido de exclusividad a sus productos.

    De los 4 900 seguidores en Instagram el 80% corresponde a jóvenes, ejecutivas de empresas, secretarias y mujeres adultas de Ecuador. El 20% es de Estados Unidos, Centro y Suramérica, en su mayoría desde el exterior le llegan comentarios. El nicho de mercado que ha crecido para by kruspkaya es el de las adolescentes. “Las que viven en Manta vienen con sus madres, traen sus ahorros y compran blusas, faldas, trajes de baño y accesorios”, comenta Kruspkaya.

    La tendencia de los colores vivos que parecía atraía a las adolescentes y jóvenes también tiene excelente aceptación en las mujeres adultas. Karina Cevallos es clienta de by kruspkaya. Trabaja en un hotel cinco estrellas de Manta y dice que desde hace un año empezó comprando ropa para su hija de 16 años; ahora ella también adquiere los diseños. “Son muy atractivos, para quienes vivimos en el trópico los colores vivos de las prendas nos caen como anillo al dedo”, comenta.

    Rosalva Cevallos gusta mucho de las faldas, blusas y trajes de baño. “Una mujer busca exclusividad, no quiere ir a una fiesta y encontrarse con otra que lleve la misma ropa, eso hace de los diseños de by kruspkaya únicos”.

    El emprendimiento en tres datos clave

    -Para la temporada de playa que empieza a fines de enero en el litoral ecuatoriano, by kruspkaya alista una colección de trajes de baño.

    -Las prendas de vestir tienen costos de entre USD 25 a los 60 y en accesorios de USD 12 a 25.

    -Los envíos se realizan a través de dos correos paralelos. Una vez hecho el depósito, al siguiente día despacha. Mensualmente realiza entre 10 y 20 envíos.

    Las  creaciones de la diseñadora están enfocadas en el público femenino. Foto: Patricio Ramos/ El Comercio
    Las creaciones de la diseñadora están enfocadas en el público femenino. Foto: Patricio Ramos/ El Comercio
  • Para mejorar, esta agencia se reinventó

    Redacción Quito

    Cuando Javier Oñate, gerente de Camaleón Diseño Visual, regresó de cursar una maestría en Diseño Multimedia (2005) en la Universidad Westminster de Londres, decidió reinventar el modelo de trabajo de su agencia.

    Para reactivar a su negocio, luego de sus estudios, supo que solo necesitaba a tres personas. “Las agencias de diseño en Europa funcionan con el talento humano suficiente; no hace falta un mensajero, un contador o una secretaria, por ejemplo”.

    Desde el 2005, Camaleón Diseño Visual cuenta con tres personas. Pero cuando se trata de trabajos de gran complejidad apuesta por contratar diseñadores ‘freelance’.

    El origen de este negocio se remonta a 1998, cuando Oñate se graduó de la carrera de Diseño Gráfico en la Universidad San Francisco de Quito (USFQ). Él recuerda que invirtió USD 5 000 en la compra de computadores y la renta de una oficina, en el norte de Quito.

    En esa época se enfocaba en la elaboración de afiches, revistas y las primeras páginas web que comenzaban a demandar las compañías y entidades del país. La agencia se cerró mientras Oñate hacía su maestría y se reabrió en el 2005.

    Ahora, se especializa en soluciones multimedia para empresas privadas y públicas. Sus productos con mayor demanda son los CD corporativos, los sitios web y las animaciones en 3D. El año pasado Camaleón facturó USD 110 000; para este año la proyección es llegar a los 120 000.

    Antes de realizar un producto multimedia, una página web o un CD interactivo, la agencia realiza un estudio para determinar cuáles son las necesidades específicas que el cliente tiene.

    María de Lourdes Jijón, gerenta de LatinTour, comenta que necesitaba un sitio web interactivo y buscaba una empresa que se encargue de los trabajos de diseño. Por recomendación de amigos, Jijón llegó a Camaleón Diseño Visual.

    En febrero de este año iniciaron los trabajos y culminaron a mediados de marzo. El costo del portal ascendió a USD 1 200.

    Actualmente, Camaleón Diseño Visual mantiene una cartera de clientes de 50 empresas públicas y privadas.

    Entre este grupo se encuentran las multinacionales Mercedes Benz, Sharp, Continental Airlines y organismos internacionales como la Corporación Andina de Fomento, el Programa de Desarrollo de las Naciones Unidas y más.

    Santiago Freire, que hace un año era gerente de Mercadeo de Mercedes Benz en Ecuador, comenta que entre el 2007 y el 2011 trabajaron con la empresa quiteña. Realizaron piezas publicitarias y trabajos multimedia.

    Freire explica que buscaban a alguien que se ajustara a los requerimientos de calidad que la firma automotriz alemana exigía en sus trabajos publicitarios. Camaleón Diseño Visual logró satisfacer sus demandas.

    Ahora, Oñate es profesor de Diseño de la USFQ. La docencia le permite conocer a nuevos talentos y contratarlos para trabajos que requiere su negocio.

    Diego López, director de Qual BTL y Trade, agencia de diseño que es socio estratégico de Camaleón Diseño Visual, sostiene que esta firma es “experta en trabajos multimedia”, esto hace que sea buscada en el mercado.

    López asegura que actualmente realizan trabajos en conjunto para inmobiliarias. Elaboran animaciones en 3D de los edificios terminados que están en proceso de construcción, para mostrar a clientes.

  • Con trabajo en equipo se confecciona ropa de diseño

    Redacción Cuenca

    Pantalones, camisas, bufandas, sombreros, chompas, chaquetas, zapatos… son parte de la oferta de GM757. Esta marca surgió tras una alianza entre Corporación Favorita y el diseñador de modas Gustavo Moscoso, que trabajan juntos desde mayo del 2011.

    El objetivo fue crear prendas formales y semiformales con el estilo del diseñador cuencano con precios que oscilan desde los USD 15 hasta los USD 60.

    Para Moscoso, este es un reto, porque logró que sus prendas sean asequibles y lleguen a más personas mediante las tiendas Megamaxi. El perfil del consumidor, dice este cuencano, es de hombres –entre 20 y 45 años- con estilo y que deseen vestir bien. “Al ser prendas económicas, cualquiera tiene acceso a ellas”.

    Moscoso indica que detrás de esta estrategia hay un trabajo conjunto entre él, que se encarga del diseño, y seis empresas en Quito y Guayaquil. Estas firmas confeccionan suéteres, zapatos, ropa deportiva con los modelos pensados por el diseñador cuencano.

    Una de las compañías que participa en este proyecto es Buestán que fabrica los zapatos GM757. Su gerente, Vicente Buestán, indica que desde marzo ha fabricado unos 2 000 pares de zapatos con los diseños de Moscoso. “Nuestra empresa está preparada para afrontar este reto. Son zapatos de calidad con una nueva propuesta en diseño”.

    Otra firma que participa en este proyecto es Alexa Tejidos. Su gerente, Federico Almeida, explica que elaboran suéteres en algodón. Para él es un desafío interesante, ya que esta fibra natural debe manejarse con cuidados en temperatura, humedad y exposición a la luz para obtener una prenda de calidad “que es lo que consiguen los clientes de GM757”.

    Para Almeida es importante la armonía y trabajo en equipo de Corporación Favorita, Gustavo Moscoso y las empresas que confeccionan las prendas. Las expectativas son buenas, ya que la acogida por parte del consumidor es excelente.

    Un vocero de Corporación Favorita indica que la primera colección de GM757 se lanzó en octubre del 2011. Existe una favorable evolución porque en promedio se comercializan 3 100 prendas al mes. En facturación esto ha representado cerca de USD 500 000 durante el 2012, agrega Moscoso.

    Miguel Castillo, de 28 años, conoció la marca GM757 en marzo pasado mientras hacía las compras en un local de Megamaxi en Quito. Este arquitecto indica que suele comprar la ropa en centros comerciales. No obstante, se asombró por la calidad y diseño de las prendas. Ha adquirido pantalones, zapatos y camisas.

    Algo similar opina Daniel Carrillo quien conoció la oferta de Moscoso en el Megamaxi de Guayaquil y le gustaron el color y la variedad de prendas. Hasta agosto había adquirido cuatro pantalones, dos camisas, una chaqueta y un suéter. Para este diseñador gráfico, la oferta demuestra que no es necesario gastar mucho dinero para conseguir prendas de calidad. “En total he invertido USD 300 en ocho prendas, es muy económico”.

    Para Moscoso, la opinión de Carrillo es la razón por la que se embarcó en el proyecto con Corporación Favorita. Asimismo, por la generación de empleo, ya que las seis firmas que colaboran con el proyecto tienen a 600 personas trabajando en estos productos. “Es un proyecto que beneficia al consumidor, empresario y comerciante y genera plazas de empleo”.

  • El diseño cuencano abriga a las mujeres de tres ciudades

    redacción Quito

    Los detalles son esenciales en las prendas de vestir de calidad y eso se aprecia en los diseños de FIT.

    Este negocio, formado por las diseñadoras cuencanas Daniela López, Ruth Galindo y la abogada Gabriela López, nació en el 2008 y hoy cuenta con tres locales en Cuenca, Quito y Azogues.

    Gabriela comenta que la iniciativa surgió hace cuatro años entre su hermana Daniela y Ruth Galindo. Ellas crearon el negocio con la confección, a medida, de vestidos de fiesta y abrigos.

    En el 2009 arrancaron con ponchos y capas e ingresaron al mundo de las prendas ‘prêt-à-porter’ (ropa lista para llevar), en Cuenca. En principio se manejó un estilo más clásico, para mujeres desde 25 años en adelante. También añadieron accesorios a sus líneas a través de diademas, apliques o prendedores.

    En el 2011 inauguraron una sucursal de FIT en el Centro Comercial Bartolomé Serrano, en Azogues (Cañar), y en febrero de este año llegaron a Cumbayá (al oriente de Quito), cuando Gabriela López ingresó como socia al negocio.

    Ella, para establecer el local aportó con USD 10 000, una suma igual al de las otras socias. También se encargó de la producción de la línea de calzado, que también es diseñada por Daniela y Ruth y confeccionada por artesanos cuencanos.

    Los locales mantienen similitudes en su decoración y distribución, donde priman tres colores: blanco, negro y rojo.

    López menciona que la mayor parte de la materia prima es ecuatoriana y que en algunos diseños se utilizan apliques importados. Mientras que la confección está a cargo de seis costureras, en Cuenca.

    La exclusividad también es importante para FIT, por eso realizan los vestidos y capas en tallas y diseños únicos. Mientras que los abrigos se confeccionan modelos en tres tallas (S, M, L), que se distribuyen una por local. El control de calidad es otro factor importante en las prendas, pues los forros, botones y acabados llevan el sello de esta iniciativa.

    Según Andrea Jerves, clienta hace tres años, “los diseños son modernos, además Daniela hace sugerencias de acuerdo a la forma del cuerpo, al color de la piel, o a lo que está de moda”.

    Para Daniela López, expandir sus diseños es una alegría, especialmente porque “la gente tiene más aceptación en cuanto al diseño, antes se pensaba que la ropa extranjera era mejor; pero ahora se valora el diseño y el trabajo artesanal del país”.

    En su última colección FIT se concentró en los vestidos casuales, que pueden utilizarse dentro y fuera de la oficina. Además de incluir blusas, y faldas.

  • En sus bolsos llevan diseño y solidaridad

    Redacción Quito

    El Colegio Isaac Newton se planteó un reto: seleccionar un grupo de estudiantes y motivarlos a que inicien su propio negocio.

    Poniendo a prueba su creatividad, 21 estudiantes del bachillerato dieron vida a la marca AlterNativo Bags, cuyos productos son unas bolsas deportivas con capucha incluida, y otras similares fabricadas con cáñamo de yute, pero con su toque personal: un forro interior de tela y tirantes.

    Desde marzo de este año, hasta mediados de mayo, los estudiantes vendieron 300 bolsos con capucha a un precio de USD 6,50 por cada uno, y 60 bolsos fabricados con cáñamo de yute, a USD 4,50 por unidad.

    Por la venta de esos productos se recaudó un total de USD 2 220. De esta cantidad, una parte (150) será entregada esta semana como donación al Hospital de Solca, explica Rosario Llerena, coordinadora del área de Inglés del colegio y encargada del grupo de estudiantes emprendedores.

    “El valor de la donación ya estaba incluida en el precio de los bolsos. Tal vez no sea un monto muy alto, pero es producto del trabajo de los estudiantes, la idea es que tengan una lección de responsabilidad social”, asegura.

    La idea de este emprendimiento comenzó con una invitación de la organización internacional Junior Achievement, para participar en el Concurso Intercolegial La Compañía, que cada año busca orientar a los jóvenes en la creación y dirección de sus propios emprendimientos.

    Para financiar su proyecto, los estudiantes invirtieron USD 500 que obtuvieron previamente en una simulación de oferta pública en la Bolsa de Valores de Quito, organizada como parte del concurso. Con estos fondos fabricaron los primeros bolsos: 46 con capucha y 20 de cáñamo de yute.

    El lanzamiento oficial del producto se realizó el pasado 10 de marzo, en la feria de ciencias del colegio.

    Ese mismo mes los alumnos vendieron sus bolsos en la Feria de Compañías, que se desarrolló en la Plaza de las Américas, y a inicios de mayo tuvieron su propio estand en la Feria 60 y Piquito, realizada en el Centro de Exposiciones Quito, por invitación de la Fundación Reina de Quito.

    “También vendimos bolsos en algunos parques como La Carolina, fuimos a los estadios, al ciclopaseo…”, explica Belén Ortiz, estudiante de quinto curso, quien además, figura como gerenta de AlterNativo Bags.

    Cristian Cevallos, compañero de Ortiz y gerente financiero de AlterNativo, cuenta que al principio les costó un poco abordar a la gente para vender su producto. “Pero con el tiempo le perdimos el miedo. Los compañeros con más facilidad para las ventas apoyaban a los que no”.

    Para Marcelo Romero, un cliente de AlterNativo, estos bolsos son muy útiles pues, dice, que a diario sale a correr al parque La Carolina y “como no pesan mucho son muy prácticos para llevar un saco y una botella de agua. Lo que más me llamó la atención fue que los bolsos tienen capucha”.

  • La mujer encuentra moda y diseño en la Caja de Pandora

    Redacción Quito

    La pasión por la moda impulsó a tres amigas a abrir una tienda que la bautizaron como Pandora. En este local, ellas ofertan ropa, zapatos y accesorios para mujer, que diseñan, manufacturan y, en algunos casos, importan.

    Gabriela López, Valentina Goñi y Dayana González inauguraron, a principios de este año, un local en el norte de Quito. Ellas fueron compañeras en la Universidad San Francisco de Quito (2006), cuando estudiaban Diseño de Modas.

    Este almacén es el lugar que acopia y expone las marcas que cada una creó; por eso decidieron darle ese nombre.

    Por ejemplo, Gabriela López es la propietaria de la marca ME Accessories. Ofrece bisutería, gafas y chaquetas. Sus productos se elaboran en EE.UU. y en China. Envía -dice- sus diseños y allá los producen con sus especificaciones de materiales, logotipos y etiquetas.

    Mientras que Valentina Goñi registró su nombre como marca en el IEPI, para comercializar los ternos de baño que diseña y manufactura en su casa, en Cumbayá (nororiente de Quito).

    A su vez, Dayana González dio vida a Raffia, su firma con la que ofrece zapatos, botas de cuero y ropa casual. Estos productos también los importa de proveedores de EE.UU y China.

    En el 2010, las jóvenes diseñadoras iniciaron sus emprendimientos. Vendían sus productos de manera independiente en sus casas, a familiares y amigos. La promoción la realizaban por Facebook.

    Aseguran que no tienen un público objetivo específico, porque la mujer cuando entra a Pandora puede encontrar desde zapatos casuales hasta ternos de baño. Sin embargo, señalan que una de las características de su boutique es la exclusividad de los diseños.

    El año pasado, ME Accessories facturó USD 25 000. Valentina Goñi obtuvo USD 700, pero recalca que las ventas se realizan solo en temporada de playa (enero y febrero) y verano (de junio a agosto). Mientras que Raffia alcanzó ventas por USD 1500.

    María de los Ángeles Andrade es coordinadora de bodas y clienta de Pandora. Ella comenta que adquirió USD 200 en productos en su primera compra. “Me gustan los diseños, son fuera de lo común y los precios son cómodos”.

    En lo que va de este año, ME Accessories factura en promedio USD 2 000 al mes. Valentina Goñi vendió en la temporada de playa pasada 1 000 y Raffia comercializó cerca de 700, al mes.

    Los precios de los productos oscilan entre USD 60 y 70, en el caso de los ternos de baño. Mientras que la bisutería cuesta desde USD 1,50, si son aretes sencillos; hasta collares de 25. Las botas de cuero valen entre USD 60 a 70.

    La pintora Cristina Suárez comenta que los ternos de baño le llamaron la atención. En total invirtió cerca de USD 120.

    La inversión

    La materia prima. En este año, ME Accessories invirtió USD 24 000 en mercadería. Mientras que Valentina Goñi USD 2 400 en maquinaria y telas. Raffia, por los mismos insumos, destinó USD 4 000.
    El local y la decoración. Al mes, por arriendo y servicios básicos gastan unos USD 500. La decoración del local les cuesta USD 100 al mes.