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  • Los nuevos 20’s

    Wilson Granja Portilla

    Entramos en la década de los 20’s pero la de cien años después de la de la Gran Depresión que sacudió al mundo y reformuló las condiciones en el manejo de la economía mundial. Es indudable que en los últimos cincuenta años, la condición económica de millones de familias mejoró sustancialmente. Gran parte de este desarrollo se debe al intercambio de bienes y servicios entre las naciones.

    Sin embargo, se observa que en los últimos años, se inicia un proceso en la redefinición de los términos de intercambio comercial. Esta redefinición podría considerarse como un retroceso importante en la cuanto a la globalización económica que se pretendía alcanzar y sería también una de las causas para que la economía global registre niveles inferiores de crecimiento a los observados en décadas pasadas. Ante este escenario, la próxima década se presenta compleja y pone a prueba los modelos económicos hasta ahora conocidos. Entramos en un período de sobrecalentamiento económico y se observan ya políticas proteccionistas que poco tienen que ver la actualidad y que mucho se parecen a las de inicios del siglo pasado.

    opinion columnistas editorial
    Ilustración: LÍDERES
  • Siobhan Morden: ‘La monetización debe ser transparente’

    Evelyn Tapia

    (I)  
    redaccion@revistalideres.ec

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    Siobhan Morden, jefa de estrategia de renta fija para la región de la corredora Amherst Pierpont, dice que es urgente que se presente la reforma al Código Monetario a inicios del año. Piensa que el déficit del 2019 hace que el ajuste tenga que ser más agresivo.

    ¿Cómo ven los inversionistas el escenario de fuentes de financiamiento que tendrá el país en el 2020?

    El Gobierno dijo que buscará financiamiento vía concesiones de activos públicos al sector privado, conocidas como monetizaciones. Sabemos que hay varios activos posibles, pero en el programa con el FMI solo se está tomando en cuenta la concesión de la hidroeléctrica Sopladora. Creo que hace falta una mejor comunicación de los procesos de monetización, que sean más transparentes. También falta clarificar cuáles serán todas las fuentes de financiamiento. Por ahora los inversionistas solo cuentan con los informes que hace el FMI sobre el sector público no financiero de Ecuador, no de todo el Gobierno Central. El FMI considera que hay cobertura completa de las fuentes y que no hay necesidad de buscar recursos en el mercado de bonos. Pero no hay detalle de cómo se puede trasladar el superávit de las empresas estatales, si es que lo hay, al Gobierno Central o cómo buscar más financiamiento en el mercado local. Por ejemplo, hay capacidad del IESS para emitir más en bonos del Estado, pero no hay detalles de cuánto. Es muy importante clarificar las fuentes y usos de los recursos.

    Si no se concretan los recursos esperados por monetizaciones, ¿qué alternativas le quedan al Fisco para llenar ese espacio de ingresos?

    No hay muchas opciones. Ecuador ya ha colocado más de USD 20 000 millones en el mercado de bonos, hay saturación. Estamos en un momento en el que esperamos que el país muestre capacidad de lograr recortes en este ajuste fiscal. Ecuador no quiere tener un peso de deuda muy grande, el mercado de bonos ya ha financiado por muchos años de un déficit fiscal muy alto. Estamos en un punto en el que se han colocado muchos bonos externos. El Gobierno podría buscar otras alternativas, como más crecimiento y capacidad en los sectores estratégicos muy importantes como minería y petróleo, pero este proceso tarda años y no se soluciona de un día a otro. Si se logra abrir estos sectores al sector privado se podría lograr crecimiento y más recursos para apoyar al Gobierno.

    ¿Reperfilar la deuda en bonos es una opción para esta administración? ¿Si no es esto, qué alternativas tiene el Gobierno para mejorar las condiciones de la deuda?

    No hay opciones cercanas, la próxima amortización de bonos de Ecuador no viene sino hasta el 2022. No hay urgencia en buscar reperfilamiento. Lo más importante es enfocarse y priorizar el proceso de ajuste fiscal.

    ¿Cómo afectará a Ecuador la alta volatilidad del petróleo que se está viendo por los conflictos en Oriente Medio y la guerra comercial?

    Si sube o baja el precio del petróleo no hay tanto impacto en los recursos para Ecuador porque mucho del petróleo del país es venta y preventa y está a un precio fijo. Más importante para los inversionistas es ver cómo va el progreso con la agenda de reformas del programa con el FMI. Los mercados están pendientes de cuándo se va a presentar la reforma al Código Orgánico de Planificación y Finanzas Públicas (Coplafip) y al Código Monetario, que son compromisos con el FMI. Se espera que la primera reforma de Finanzas Públicas se presente a finales de febrero y la del Código Monetario en abril. Lo importante es mostrarle al mercado que hay apoyo político. Hay algo de urgencia en tener progreso en esas reformas en el primer semestre del año porque la preocupación es que en el segundo semestre van a entrar en el ciclo electoral en Ecuador y podría cambiar el apoyo para la agenda de reforma.

    ¿Cuáles son los temas económicos más importantes en los que debe centrarse el Gobierno durante este año?

    Es importante mostrar progresos en los recortes al gasto público. Con menos recursos en la reforma tributaria se pone más peso en los recortes salariales y de bienes y servicios. Hay tres temas claves en los que hay que mostrar avances a los inversionistas: que se está cumpliendo con la meta de reducir el tamaño del Estado, el progreso con la agenda de reformas legales y el progreso de la monetización de activos.

    Ecuador comenzó el 2020 con metas ajustadas dentro del programa del FMI. ¿Cómo recibieron eso los mercados internacionales?

    Estamos un poco más tranquilos con la reforma tributaria y porque el FMI ha sido más flexible. El programa de ajuste es más gradual y las relaciones más flexibles entre el país y el Fondo bajan la presión y ansiedad en los mercados.

    El Gobierno no alcanzó la meta que se planteó de reducción del déficit fiscal, ¿no fueron suficientes los ajustes?

    Hubo gastos no esperados por transferencias y pensiones en diciembre, además, gastos por las manifestaciones de octubre. Hubiera sido una buena noticia que se alcance una cifra menor de déficit fiscal en el presupuesto. Aunque Ecuador tiene el apoyo del FMI, tener un déficit mayor en el 2019 pone más presión para lograr la meta de ajuste fiscal para este año. Ese déficit del 2019 hace que el ajuste tenga que ser más agresivo y más difícil este año.

    La focalización de subsidios es otra tarea pendiente del Gobierno. ¿Preocupa el mecanismo que se elija y las reacciones que se den?

    Los subsidios son importantes pero este ajuste fiscal se ejecuta por varias aristas. Tenemos la reforma tributaria, la reducción de los gastos corrientes, en bienes y servicios, hay mucho que hacer. Los subsidios son solo una parte. Después de las protestas del octubre, el FMI y los mercados entienden que hay presión social y política sobre este tema, pero Ecuador tiene que ajustarse a estas presiones. No se pueden eliminar todos los subsidios, hay que lograr algo de consensos y buscar recortes pero de una manera que sea justa. Los subsidios no pueden estar para financiar a las personas de mayores ingresos y al contrabando. Es importante focalizar los subsidios en la población que más los necesita.

    ¿Cómo reaccionaron los mercados ante la emisión de un bono social para financiar viviendas el jueves pasado?

    Fue una jornada de alivio. El viernes 10 de enero, los bonos de Ecuador habían caído varios puntos porque salieron noticias sobre la emisión de un bono social, pero al no entender los detalles de esta fuente de financiamiento, el mercado sobrerreaccionó y se generaron dudas sobre si Ecuador saldría al mercado con un eurobono. El jueves, con la emisión, hubo alivio al saber que no era un eurobono.

    Su hoja de vida

    Experiencia. Ha laborado en Jefferies y RBS como Jefe de Estrategia de América Latina en mercados locales y externos. También ha trabajado para firmas como ABN Amro. Se especializa en países que entran o salen de la crisis económica. En julio del año pasado se sumó al equipo de estrategia de crédito para mercados emergentes de Amherst Pierpont , un corredor de bolsa independiente que brinda a clientes institucionales acceso a una franquicia de mercados de capital de renta fija.

    Educación. Tiene una Maestría en Economía de la Universidad de Nueva York y una titulación en Derecho y Economía de la Universidad del País Vasco, además de una Licenciatura en Español y Economía de Boston College.

    Siobhan Morden, jefa de estrategia de renta fija para la región de la corredora Amherst Pierpont. Foto: cortesía Siobhan Morden
    Siobhan Morden, jefa de estrategia de renta fija para la región de la corredora Amherst Pierpont. Foto: cortesía Siobhan Morden
  • USD 49 125,5 millones recibió Ecuador por remesas en dos décadas

    Giovanni Astudillo. Editor (I)
    redaccion@revistalideres.ec

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    USD 49 125,5 millones recibió Ecuador por concepto de remesas en los últimos 20 años. Esos recursos representan -junto con las exportaciones e inversión extranjera- las principales fuentes de liquidez para mantener el esquema de dolarización.

    Incluso, las remesas representaron 3,6 veces la inversión extranjera directa.

    Este último rubro alcanzó los USD 13 562,25 millones, en estas dos últimas décadas, de acuerdo con cifras del Banco Central del Ecuador.

    Según Rodrigo Mendieta, analista económico y experto en temas migratorios, las remesas tienen dos impactos fundamentales para el Ecuador. El primero es el ingreso de divisas para la economía y la dolarización.

    El otro, en cambio, está más enfocado a nivel microeconómico. Mendieta explica que ese dinero ayuda a las familias de los emigrantes para enfrentar, sobre todo, las condiciones económicas adversas en el Ecuador. “Cuando se han registrado crisis en el país, el volumen de remesas ha crecido. Es decir, es una fuente de compensación cuando existe recesión”.

    No existen estudios últimos sobre el impacto en cada uno de los sectores de la economía. En el 2014, Mendieta publicó su libro ‘Remesas y disparidades económicas territoriales. Caso ecuatoriano’. Allí, se determinó que esos recursos se destinaron, principalmente, al consumo y muy poco a la inversión. En ese sentido, las remesas se han dirigido fundamentalmente a la adquisición de vehículos, electrodomésticos, construcción y mobiliario.

    Para el directivo de la Asociación de Corredores de Bienes Raíces de Azuay, Marco Rodríguez, antes de la dolarización los emigrantes tenían mayor poder adquisitivo por las constantes devaluaciones del sucre. Eso les permitía acceder a inmuebles más grandes y pagar de contado.

    Ahora, cuenta que mandan para la entrada y el resto se endeudan con créditos hipotecarios en cooperativas de ahorro y crédito, mutualistas o bancos.

    Según Rodríguez, en la actualidad buscan inmuebles renteros en las zonas urbanas y que oscilen entre USD 90 000 y 160 000. “Antes no les importaba tener grandes casas abandonadas en sus comunidades y sin tener los servicios básicos”.

    Él considera que entre el 40% y 50% de los inmuebles que se comercializan en Azuay son adquiridos por emigrantes o sus familiares residentes en el país.

    En el caso de la venta de vehícu­los, el director ejecutivo de la Cámara de la Industria Automotriz Ecuatoriana (Cinae), David Molina, asegura que no existe un estudio que demuestre la relación entre remesas y compra de automotores. “La liquidez externa que hubo en la economía sí fue un factor y allí pueden estar las remesas”, pero insiste en que no fue fundamental.

    Guayas, Azuay, Pichincha y Cañar son las provincias que más remesas han recibido. En los tres primeros trimestres del año pasado, esas cuatro jurisdicciones obtuvieron el 74% de los USD 2 391,34 millones, que llegaron por concepto de remesas.

    Los recursos que envían los emigrantes residentes en Estados Unidos representaron el 58,3% del total de remesas en el 2019. El 24,8% provino de España y el 4,8% desde Italia. Son los tres principales destinos migratorios de los ecuatorianos.

    Según Mendieta, el impacto en el desarrollo económico ha sido más evidente en las provincias más pequeñas. Es decir, se siente más en Cañar que en Pichincha, Guayas y Azuay, debido a su potencial y la cantidad de recursos económicos que tienen.

    En las provincias pequeñas, explica, han tenido un rol fundamental para su desarrollo. En el caso de la inversión, la poca cantidad se ha destinado en función de la estructura productiva de cada región, explica Mendieta. Pone como ejemplo que en Azuay se destina a actividades manufactureras, metalmecánica y turismo. En cambio, en Cañar más al ámbito comercial. Es otro de los resultados de su investigación.

    Las remesas dieron paso a negocios

    Redacciones Cuenca, Ambato y Quito (I)

    Las remesas de los migrantes ecuatorianos están marcadas por grandes sacrificios, trabajo intenso y recompensas que llegaron con el tiempo. Más allá de los números se encuentran historias de mujeres y hombres, de familias, de poblaciones que están conectadas por las remesas.

    Los primeros migrantes del cantón azuayo de Girón salieron hace más de 40 años hacia Estados Unidos. Entre esas familias estuvieron Marco Gómez y su esposa Mariana Chimbo, quienes dejaron el país hace más de 30 años. Cinco años después, con el nacimiento de sus dos hijos, regularizaron su permanencia.

    La primera inversión que realizaron en su natal Girón, con el dinero que ahorraron fruto de su trabajo, fue la adquisición de 18 hectáreas en la comunidad de El Pongo, a 7 kilómetros del centro cantonal. Poco a poco adecentaron la propiedad, que era una especie de montaña y hasta abrieron una vía. Construyeron dos vi­viendas, huertas y un pastizal para el ganado.

    La última inversión que empezó hace tres años es la construcción de un complejo deportivo, que incluye hasta un equipo de fútbol, con una inversión superior a los USD 300 000. En la actualidad avanzan en la construcción de una casa para hospedaje, para potenciar el turismo.

    Danny Gómez está al frente del complejo Deportivo San Pedro de El Pongo, en Azuay. Foto: Xavier Caivinagua para LÍDERES
    Danny Gómez está al frente del complejo Deportivo San Pedro de El Pongo, en Azuay. Foto: Xavier Caivinagua para LÍDERES

    Danny Gómez tiene 23 años y está al frente del complejo Deportivo San Pedro de El Pongo. Él cuenta que todo lo han hecho con el trabajo de sus padres fuera del país. “Ellos piensan algún día regresar para quedarse”. Mariana Chimbo permanece más tiempo en Ecuador, mientras que su esposo aún sigue laborando como jefe en la construcción.

    En Tungurahua hay otras historias. Darwin Montero es oriundo de Baños de Agua Santa y abandonó el país junto con sus hermanos Bryan y Mirian en el 2001. Los tres salieron en dirección a la ciudad de Cartagena perteneciente a la provincia de Murcia, en España.

    El esposo de Mirian los esperaba con un posible trabajo. El hombre laborada en un empresa de construcción de modulares, puertas y muebles de madera. Al principio trabajaron como repartidores de publicidad y luego fueron parte de la empresa. Montero ganaba unos 700 euros al mes.

    Él recuerda que su salida del país fue por la falta de plazas de trabajo en Baños y Ambato, la crisis económica y la evacuación de los pobladores de Baños por la reactivación del volcán Tungurahua. “Para poder viajar hicimos un préstamo al chulquero, de USD 6 000. No sé cuánto se pagó al final por los altos intereses”.

    Los hermanos trabajaron en la carpintería por 12 años, en España. Mientras sus esposas lo hacían como meseras, empleadas domésticas, cuidando personas de la tercera edad y otros oficios. Una parte del dinero que recibían fue enviada al país y otra se invirtió en la compra de un departamento.

    Darwin Montero emigró a España. Ahora tiene con sus hermanos un negocio de carpintería. Foto: Fabián Maisanche / LÍDERES
    Darwin Montero emigró a España. Ahora tiene con sus hermanos un negocio de carpintería. Foto: Fabián Maisanche / LÍDERES

    En los mejores momentos, Montero llegó a ganar hasta 1 200 euros sumando horas extras. De ese dinero enviaba como remesas al Ecuador entre 300 y 500 euros mensuales.

    “La crisis económica afectó a España desde el 2008. La empresa en que trabajamos cerró y había pocas plazas donde laborar, por lo que decidimos regresar al país”.

    A su retorno emprendieron con sus ahorros en un negocio de carpintería con el apoyo de sus hermanos. La inversión fue USD 35 000. Los rubros se destinaron a la compra de materia prima, maquinaria y otros. Además de dar a trabajo a ocho personas y tener dos almacenes de exposición de los productos de MaderMon.

    “Hemos logrado posicionar nuestra marca y nuestros productos son requeridos en la provincia y en otras ciudades”, dice Bryan.

    Otro testimonio es el de Santiago Montesdeoca, que ahora tiene la cafetería y bar restaurante Don Quijote, en Ibarra. El emigró a España a finales de 1999, cuando estaba en primer año de universidad. Una fractura de tibia y peroné le tenía complicado y decidió cruzar el Atlántico. Llegó a Castilla La Mancha. “No tenía necesidades, pero me dijeron que allá pagaban bien y me fui”.

    Montesdeoca dejó sus estudios y con 18 años se marchó. En España se desempeñó en varios oficios. Fue camarero, cosechó aceitunas y uvas, plantó pinos y también hizo trabajos de albañilería. Tras obtener su permiso de residencia se fue a la isla Menorca. Allí vivió casi 18 años, trabajó como cocinero y desde el primer día pudo enviar remesas a su familia.

    Al llegar tenía ingresos por unos 500 euros al mes. Pero en Menorca alcanzó a ganar hasta 1 750 euros. Esos ingresos le permitieron vivir bien y ahorrar. Esos euros se convirtieron en remesas y fueron la base de su actual negocio. “Volví el año pasado y monté la cafetería-restaurante hace ocho meses”. Allí invirtió USD 120 000, fruto de su trabajo en España.

    Girón es uno de los cantones azuayos con mayor migración. En los nueve primeros meses del 2019 recibió USD 11,93 millones de sus migrantes. Ese dinero mueve la economía local. Foto: Xavier Caivinagua para  LÍDERES
    Girón es uno de los cantones azuayos con mayor migración. En los nueve primeros meses del 2019 recibió USD 11,93 millones de sus migrantes. Ese dinero mueve la economía local. Foto: Xavier Caivinagua para LÍDERES
  • ‘La banca necesita mejores reglas’

    Evelyn Tapia

    (I)
    redaccion@revistalideres.ec

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    Julio José Prado, presidente de la Asociación de Bancos Privados, asegura que aunque en el 2020 se espera un crecimiento lento de la economía, la banca no contraerá el crédito, pues está iniciando el año con utilidades más altas y otros indicadores récord.

    ¿Cómo cerraron los principales indicadores de la banca en el 2019, un año de desaceleración económica?

    Iniciamos el 2019 con una tasa de crecimiento de 2% en los depósitos, si eso se mantenía, hubiéramos terminado el año con una tasa de contracción de depósitos bancarios de -4% y eso era muy preocupante. Pero cerramos con un crecimiento del 7%. Dos factores ayudaron a revertir la tendencia negativa. Uno fue el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que inyectó liquidez a la economía, y el segundo factor fue que la banca consiguió USD
    1 000 millones de bancos internacionales, inversionistas extranjeros, entre otros. Con esos recursos internacionales se capitalizaron USD 400 millones en crédito; es decir, la banca puso más capital para fondear nuevas líneas de créditos. Con esta estrategia, la banca entregó un récord histórico en créditos en el 2019 que llegó a los USD 30 000 millones.

    Las condiciones para obtener financiamiento extranjero empeoraron luego del paro de octubre y la escalada del riesgo país. ¿Cómo enfrentará la banca un escenario de bajo crecimiento económico o desaceleración en el 2020?

    Si no se daba el paro en octubre y los otros eventos de noviembre y diciembre, la banca hubiera podido conseguir inversiones extranjeras por al menos USD 300 millones más de los USD 1 000 millones. Esperamos que el 2020 sea un año de lento crecimiento y sabemos que hay riesgos, pero la banca comienza el año con buenos indicadores y buena utilidad. El 70% de la utilidad del 2019 se va a revertir en mayor capitalización de los bancos. Las utilidades se convertirán en mayor capacidad de apalancar créditos. En el 2020 esperamos un crecimiento de los créditos y depósitos en el país.

    ¿Qué requiere la banca en el 2020 para mantener indicadores positivos?

    Necesitamos que se concrete la reforma al Código Monetario que quedó pendiente el año pasado. También se requiere la reforma laboral; aunque no es un tema bancario, sí es importante para el sector productivo, y las empresas son nuestros clientes. Con esta reforma se relajarían las condiciones de contratación en el sector productivo y habría mayor crecimiento y demanda de crédito. En la última parte del 2019 sentimos menor demanda de crédito de empresas, sobre todo el crédito orientado a más inversiones y de largo plazo. Las empresas piden sobre todo crédito para capital de trabajo, que es a muy corto plazo.

    ¿Cómo evalúan el comportamiento de las diferentes líneas de crédito en el 2019?

    El crédito tuvo un buen desempeño en el 2019 en general. Hasta diciembre, las líneas de crédito que más crecieron fueron el microcrédito y del consumo, este último, porque hay más demanda de crédito de consumo en hogares, pero también en empresas que quieren seguir manteniendo capital de trabajo, pero no buscan inversiones a largo plazo. Esperamos que el crédito del sector productivo se vea revitalizado. Nos preocupa que el sector que menos demanda préstamos es el de la construcción y el inmobiliario, que en el 2019 solo creció un 3%. Buena parte de los USD 1 000 millones que se consiguieron del exterior fueron para microcrédito, crédito productivo, para mujeres emprendedoras y crédito verde.

    Julio José Prado, presidente de la Asociación de Bancos Privados del Ecuador. Foto: Armando Prado / LÍDERES
    Julio José Prado, presidente de la Asociación de Bancos Privados del Ecuador. Foto: Armando Prado / LÍDERES

    ¿Qué cambios claves debe tener la reforma monetaria?

    Esperamos que la reforma al Código Monetario nos lleve a estándares de la normativa internacional Basilea. La banca no necesita menos regulación, sino mejor regulación. Solo Ecuador y Venezuela no están alineados a la normativa de Basilea. Otro punto a solucionar en la reforma es que el rol de la Superin­tendencia de Bancos, de la Junta de Regulación Monetaria y otras entidades, no está del todo claro y eso no permite generar confianza; además, el Banco Central necesita ser independiente del Gobierno de turno. También debe haber cambios en el manejo de la liquidez, que en Ecuador es un tema político. Con esos cambios podríamos destinar más recursos al crédito productivo y demás.

    ¿Qué cambios deben darse en las normas de manejo de liquidez de la banca?

    A la banca se le obliga a invertir el 2% de su liquidez en bonos del Estado, el 3% en la banca pública. Esas prácticas no están en línea con las prácticas internacionales. Tenemos paquetes de liquidez que no deberían estar ahí y podrían ir a crédito productivo.

    ¿Cuál debería ser el perfil del Directorio del Banco Central para dotar al ente de independencia?

    Nosotros no intervenimos en la redacción de la propuesta del Banco Central sobre cómo debería conformarse el Directorio en el proyecto de ley que se presentó el año pasado. Desde la banca sostenemos que es clave que el Central se vuelva a convertir en un banco de bancos, que sea un banco de reservas, que no sea un banco del Gobierno de turno. Como se elija al directorio le compete a los expertos en temas monetarios.

    La semana pasada el país cumplió 20 años de dolarización. ¿Qué ha sido lo positivo y lo negativo que ha dejado el sistema a nuestra economía?

    La dolarización nos permite separar los vaivenes políticos de lo económico. Ahora tenemos un sistema bancario fuerte, técnico y profesional y a pesar de las coyunturas económicas negativas, recesiones, cambios políticos y mala normativa, el país ha mantenido el nivel de crecimiento, se han evitado devaluaciones, inflaciones y no ha habido más crisis bancarias. La dolarización estabilizó la economía, pero no soluciona todos los problemas. Un problema latente es la falta de competitividad.

    ¿Tras el feriado bancario y la dolarización cómo ha cambiado la banca ecuatoriana en estos 20 años?

    Los bancos que hicieron malos negocios y tomaron demasiados riesgos sufrieron y desaparecieron. Los que permanecieron son bancos solventes, técnicos y que tienen estandarización igual a la banca internacional. La banca de hoy es muy líquida, tiene los niveles de liquidez más altos de la región. Tenemos bancos fuertes, estables y diversificados. Y los indicadores también han mejorado. Antes de la dolarización la morosidad bancaria estaba por encima del 42% y ahora es del 3%; en 1999 el país tenía 40 bancos y hoy son 24. En depósitos totales antes de la dolarización, el monto era de USD 3 500 millones y actualmente superan los USD 29 000 millones; esto es cerca del 28% del PIB. Hay mucho por hacer. Panamá usa el dólar y tiene un nivel de depósitos por encima del 100% del PIB.

    ¿La banca está lista para competir con entes extranjeros? ¿Qué falta?

    Hemos dicho a las autoridades que estamos listos porque tenemos entidades sólidas y una moneda fuerte. La banca internacional no viene a Ecuador porque no hay una normativa adecuada y el impuesto a la salida de divisas no atrae a los inversionistas. Con los cambios legales que esperamos, la banca de afuera vendría.

    Su hoja de vida

    Formación. Doctor en Administración y Economía de la Universidad de Lancaster. Estudió en el Instituto de Estrategia y Competitividad de la Escuela de Negocios de Harvard. Tiene un máster de IDE Business School. Se graduó de Economía en la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE).

    Experiencia. Es presidente ejecutivo de la Asociación de Bancos Privados del Ecuador desde el 2015 y desde año pasado es presidente del Comité Latinoamericano de Innovación Bancaria de la Federación Latinoamericana de Bancos . Fue director de investigaciones y líder del Departamento de Economía de IDE Business School.

    Julio José Prado, presidente de la Asociación de Bancos Privados del Ecuador. Foto: Armando Prado / LÍDERES
    Julio José Prado, presidente de la Asociación de Bancos Privados del Ecuador. Foto: Armando Prado / LÍDERES
  • El padre de la economía política

    Oswaldo Toscano

    Es común reconocer en Adam Smith el origen de la economía política. Sobre todo, por su obra ‘Investigación sobre la naturaleza y causas de la riqueza de las naciones’ (1776).

    Sin embargo, Smith, era un filósofo moral y escribió antes ‘Teoría de los sentimientos morales’ (1759). Lo cual no era inusual en la época, el pensamiento económico tiene una larga tradición que lo vinculaba con los juicios morales.

    Así, filósofos como Aristóteles, San Agustín, Santo Tomás de Aquino, Los escolásticos, La escuela italiana y otros, intentaron responder a preguntas como ¿Qué es un precio? ¿Cuál es el precio justo? ¿Cómo se determina un precio? ¿Es lícito el comercio? ¿Es lícito cobrar intereses? Es decir, los juicios morales formaban parte de las reflexiones económicas.

    Adam Smith contribuyó de manera importante en el nacimiento de la ciencia económica al separar las respuestas sobre las relaciones causales que se dan en el proceso económico con independencia de los juicios morales. En ese sentido, Smith es realmente el padre de la economía como la entendemos hoy.

    opinion columnistas editorial
    Ilustración: LÍDERES
  • Ecuador 2020

    Wilson Granja Portilla

    El panorama económico para el Ecuador en el año 2020 seguirá siendo complejo y con pocas luces de éste se pueda enderezar en el mediano plazo. Estimaciones de organismos internacionales como las de Fondo Monetario Internacional proyectan un crecimiento del 0,2 – 0,4% anual lo que, en términos reales, significa que la economía ecuatoriana no presentará crecimiento alguno.

    En este mismo análisis se detallan las razones por las cuales el país no podría crecer a un ritmo mayor. Estas serían: una reducción en los precios del petróleo, una falta de fuentes de financiamiento para cubrir el déficit fiscal, las altas tasas de interés que el país debe pagar sobre aquellas facilidades financieras a las que puede acceder y las demandas legales que actualmente enfrenta.

    En el sector empresarial, se observa cierto pesimismo y resistencia para realizar nuevas inversiones pues las empresas han estado ajustando sus presupuestos desde el lado de los costos para poder cumplir con sus objetivos. Dentro de estos ajustes, el más significativo ha sido el recorte de personal lo que implica mayor desempleo y menor consumo.

    opinion columnistas editorial
    Ilustración: LÍDERES
  • Javier Moreira: ‘El impacto más grande será al cliente’

    Mónica Mendoza

    Macroeditora (I)

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    Javier Moreira, presidente saliente de la Cámara Marítima del Ecuador y Gerente de la naviera CMA CGM Clúster (Colombia, Ecuador, Panamá y Venezuela) analiza los retos del sector y la aplicación de la normativa IMO 2020 que exige usar un búnker más limpio.

    Según la ONU, el comercio y la economía global se estancan en el 2019, ¿cómo le ha ido al sector naviero este año?

    La economía global está estancada y esto afecta el volumen de carga. Pero las cargas se están convirtiendo cada vez más a contenedores y hace que el volumen de negocios de las empresas portacontenedores esté creciendo.

    ¿El estancamiento de la economía no es tan negativo?

    Nos impacta al final del día porque sí existe una restricción de comercio entre EE.UU. y China, que son los de mayor tráfico, automáticamente afecta la capacidad de seguir generando más carga y optimizar los barcos de más de 14 000 TEU (Ndlr: unidad de medida de contenedores de 20 pies).

    ¿Cómo terminan el 2019?

    Creo que este año todas las navieras van a reportar en azul. El año anterior fue azul, muy plano, y los anteriores muy rojos.

    ¿A qué se debió?

    Está relacionado a la sobreoferta de espacio. Las navieras a escala global empezaron a construir barcos más grandes, para buscar economías de escala, y tenían que llenarse con el crecimiento de volumen y mercados en auge. Hace dos años China crecía a doble dígito y nos preparamos para eso.

    Pero China se estancó.

    Sí y todavía hay mucha oferta de espacio que tendrá que irse regulando con la norma IMO 2020 de la Organización Marítima Internacional a partir del 1 de enero. Los barcos más antiguos, que ya no son eficientes en consumo, tendrán que ir al desguace y así se irá balanceando el mercado.

    ¿Cuál es el principal reto de la industria para el 2020?

    La implementación de la IMO 2020, por ser una regulación internacional que obliga a las embarcaciones que transitan por el mar a reducir sus emisiones de azufre a 0,5%. El costo de cumplir esta normativa de la ONU, de la cual Ecuador es firmante, tendrá un impacto en el costo de los fletes.

    Javier Moreira, presidente saliente de la Cámara Marítima del Ecuador y Gerente de la naviera CMA CGM Clúster (Colombia, Ecuador, Panamá y Venezuela). Fotos: Mario Faustos / LÍDERES
    Javier Moreira, presidente saliente de la Cámara Marítima del Ecuador y Gerente de la naviera CMA CGM Clúster (Colombia, Ecuador, Panamá y Venezuela). Foto: Mario Faustos / LÍDERES

    ¿Están preparados?

    Todos preparados. No prevemos que el 1 de enero haya barcos que no estén con un plan; que no hayan puesto filtros depuradores a sus barcos; contratos para comprar el combustible más ligero; o que estén trabajando en otras formas de combustión como gas líquido. Desde el 2014 las líneas venían trabajando para esta norma.

    ¿Cuál será el impacto?

    El impacto más grande es hacia el consumidor, el cliente. La aplicación de estas medidas que son en pro del medioambiente la tiene que pagar el dueño de la carga.

    ¿Cuánto aumentará el presupuesto de las navieras?

    Depende del tamaño de las empresas. Es de entender que Maersk, que es la número uno, va a gastar más que Meditettanean Shipping y CMA CGM, y estas más que otras. El gasto va en función de la flota de barcos.

    ¿Cuál es el costo adicional?

    Para las empresas portacontenedores, estimamos en más de 14 000 millones dólares. Y para toda la industria marítima, incluyendo cruceros, petroleros, graneleros y pesqueros, el costo total se estima en 50 000 millones.

    ¿Qué incluyen esos costos?

    Instalar filtros depuradores cuesta 5 millones por cada barco y usar combustible más ligero es caro. La tonelada está dos veces más cara que el búnker más denso. Pasamos de 350 dólares la tonelada a 700. Además, no todos los puertos del mundo están en capacidad de suministrarlo; estamos cerrando acuerdos y la logística para tanquear es compleja y cambiará un poco los itinerarios.

    ¿Los puertos en el mundo no están preparados?

    Puedo tener cinco puertos en Europa y cinco en China, pero uno en Latinoamérica. Los barcos van a tener que tanquear en el otro lado del mundo para tener el viaje completo. No todos los puertos están preparados para este combustible ligero y eso lo hace caro.

    ¿Puede haber déficit?

    Hay empresas grandes en el mundo que están preparándose para suministrarlo. No lo vamos a encontrar en todo el mundo. En Latinoamérica hay restricción.

    ¿Ecuador está preparado?

    Ecuador no produce este tipo de combustible limpio. Vamos a tener que prepararnos, importar.

    ¿Cómo se van a trasladar los costos a los consumidores?

    Cada empresa tiene su fórmula o habrá alguna que decida no trasladar. Todas enviamos notificaciones a los clientes y para esto hay que implementar un recargo, unas lo llaman ‘recargo verde’.

    En el caso de CMA CGM, ¿cuánto se incrementará?

    Depende a qué ruta y con qué barco. El incremento promedio es de 125 a 150 dólares por TEU. A China tenemos un menor incremento que a Europa, hay que cruzar el Canal de Panamá y tránsitos cortos en varios puertos que consumen más combustible.

    ¿Con ese escenario cuál es la tendencia para el 2020?

    El reto más grande es que el importador y el exportador entiendan que no es una imposición de las navieras, sino que es una necesidad para acogernos a la norma de cuidar el medioambiente. El que exporta el banano tiene que comprender que para llegar a los mercados mundiales tiene que existir quien le transporte la carga.

    ¿Las exportaciones van a perder competitividad?

    Lo van a pagar en todo el mundo. Ahora estoy en Bogotá y hemos informado las tarifas a los clientes de Colombia, Venezuela y Panamá. Ecuador está en una posición buena. Es el exportador número uno de banano, por lo tanto, tiene fletes que otros no tienen.

    ¿Cuál es el balance en dos años de presidente de la Cámara Marítima de Ecuador?

    Una gran etapa en la cual fomentamos la competitividad de los puertos y gestionamos con la Alcaldía que asuma la competencia de dragar el canal de acceso a Guayaquil y esto permite a los puertos públicos y privados competir con otros de la región. Ecuador gozará de al menos 20 años de buena salud portuaria permitiendo al país poder colocar sus exportaciones de mejor forma para el mundo.

    Hoja de vida

    Javier Moreira Calderón 
    tiene 25 años de experiencia en la industria naviera. Desde noviembre del 2019 es Gerente de CMA CGM Clúster (Colombia, Ecuador, Panamá y Venezuela), con sede en Bogotá. Esta es la cuarta empresa en el ‘top’ de navieras a escala global.

    Otros cargos. Fue Gerente General de CMA CGM Ecuador, de julio del 2012 a noviembre pasado. Ha sido Gerente de Logística, Intermodal y Operaciones de Hamburg Süd. También fue Gerente de Líneas Comerciales Inchacape Shipping. Ha sido presidente de BASC Ecuador.

    Dirigencia. En enero dejará la presidencia de la Cámara Marítima del Ecuador (Camae). Lo reemplazará Fernando Donoso, del Grupo Marglobal.

    Javier Moreira, presidente saliente de la Cámara Marítima del Ecuador y Gerente de la naviera CMA CGM Clúster (Colombia, Ecuador, Panamá y Venezuela). Fotos: Mario Faustos / LÍDERES
    Javier Moreira, presidente saliente de la Cámara Marítima del Ecuador y Gerente de la naviera CMA CGM Clúster (Colombia, Ecuador, Panamá y Venezuela). Fotos: Mario Faustos / LÍDERES
  • Diez retos de Latinoamérica en 2020: En busca de un crecimiento fuerte

    Agencia EFE

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    Tras un 2019 que en términos de crecimiento ha ido de más a menos y va a terminar con la economía estancada -el FMI calcula un alza del PIB 0,2% y la Cepal del 0,1%-, América Latina afronta el nuevo año con la esperanza de la recuperación de su PIB, aunque los pronósticos vaticinan que será insuficiente para reducir la brecha con los países desarrollados.

    Estos son los principales retos para la región en 2020:

    1. Capear la desaceleración

    Con Argentina todavía en recesión, la marcha del PIB regional en 2020, que según el FMI crecerá el 1,8%, dependerá de México y Brasil. El primero viene de un frenazo ligado a la escasa inversión y las incertidumbres tras el triunfo de Manuel López Obrador y el T-MEC, que pese al acuerdo de 2018 no se firmó hasta de diciembre del año siguiente y aún debe ratificarse por los parlamentos de EE.UU. y Canadá.

    Brasil salió de la recesión en 2017 y no logra retomar su potencial de crecimiento, aunque medidas como la reforma de pensiones, las privatizaciones y liberalización de mercados mejorarán su deuda e impulsarán su economía el próximo año.

    2. Guerra comercial

    El FMI cifró en octubre pasado los efectos de la guerra comercial: EE.UU. y China crecerán en 2020 ocho décimas menos que en 2018 y arrastrarán consigo al resto del mundo, incluida Latinoamérica, que depende de los flujos internacionales y es muy sensible a la caída de actividad de la economía mundial y del gigante asiático, con el que cada vez tiene más lazos comerciales.

    Pese a que el acuerdo parcial de diciembre de 2019 ha dejado un buen sabor de boca en el final del año, la batalla arancelaria es impredecible y puede causar sobresaltos si se reactivan o anuncian nuevas medidas proteccionistas, como ha ocurrido con la intención de Donald Trump de reimplantar las tasas al acero y al aluminio procedente de Argentina y Brasil.

    3. Contestación social

    Las protestas sociales que viven varios países del continente ponen de manifiesto que la política económica no ha sabido o podido extender los beneficios de la estabilidad macroeconómica de los últimos años y crear sociedades más inclusivas y menos desiguales.

    La contestación puede llevar a los gobiernos a replantearse reformas impopulares y existe riesgo de caer en la parálisis ahora que la región sale del habitual parón económico y legislativo de los procesos electorales.

    En 2019 Argentina y Bolivia han celebrado elecciones con cambio en el poder en ambos; y han estrenado gobierno Brasil, México (Manuel López Obrador tomó posesión en diciembre de 2018) y, prácticamente, Colombia (Iván Duque accedió al cargo en agosto de 2018).

    4. Divisas

    La mayor percepción de riesgo debido a la incertidumbre y las protestas sociales han lastrado la cotización de las monedas locales, que han acelerado su depreciación y, en casos como el de Chile, ha sido necesaria la intervención en el mercado del Banco Central para combatir su caída.

    Sin embargo, excepto en el caso de Argentina, la inflación está bajo control, lo que deja margen para usar la política monetaria en favor del crecimiento económico, y las tres rebajas de tipos de interés de la Reserva Federal estadounidense (Fed) durante 2019, sumadas a la continuidad en la zona euro (las tasas del BCE están en el 0 % desde 2016) pueden ayudar a hacer más atractivas para los inversores las divisas latinoamericanas.

    5. Exportaciones

    Las economías de América Latina presentan un alto grado de apertura al exterior. El menor crecimiento mundial de 2019 ha afectado a la demanda y ha hecho mella en las exportaciones de Latinoamérica, que según las últimas previsiones de la Cepal caerán el 2%, lo que contrasta con el alza del 8,3% registrada en 2018.

    La esperada mejora económica de 2020 no garantiza un alivio automático de la situación, ya que el mal comportamiento de las exportaciones hasta ahora se explica por la caída de su valor y no por el volumen exportado.

    6. Materias primas

    Precisamente una de las principales vías de ingresos de América Latina procedentes del exterior son las materias primas que vende en a terceros, como el cobre, los hidrocarburos o los productos agrícolas.

    Tras un 2019 peor de lo esperado (el índice de precios de las materias primas del FMI cayó entre febrero y agosto de 2019 un 5,5%), las previsiones de los organismos económicos apuntan a que en 2020 los bajos precios continuarán debido a la menor demanda esperada por el bajo crecimiento global.

    7. Cuentas públicas

    Los déficit públicos de prácticamente todos los países de América Latina dejan sin margen a los gobiernos para actuar y la política fiscal durante el próximo año se centrará más en mantener las cuentas públicas bajo control que en apoyar el crecimiento.

    Las deudas públicas de la región no suponen un riesgo elevado salvo en Argentina, que tras el desplome del peso y la dificultad para captar fondos en los mercados por parte del país tuvo que reprogramar el calendario de pagos de su deuda.

    8. Inversión

    Ante la dificultad presupuestaria para acometer grandes planes de inversión públicos, los países tendrán que ser capaces de generar confianza para atraer al sector privado, tanto nacional como internacional, para que realice inversiones.

    La colaboración público-privada se va a imponer en 2020 y es posible que a lo largo del año se reproduzcan en otros países planes como el anunciado en noviembre pasado en México, que pretende movilizar unos USD 40 000 millones en 147 proyectos de infraestructuras.

    9. Productividad

    Los países latinoamericanos tienen un problema histórico de productividad y la región no avanza en este aspecto. Según un estudio del Banco de Desarrollo regional CAF, en 2017 los ingresos per cápita del grupo de países más avanzados de la región representaban entre el 20% y el 40% del de EE.UU., cifras que apenas han variado en décadas.

    Mejorar la productividad es garantía de un mayor crecimiento. Los gobiernos tienen que mejorar las regulaciones sectoriales de forma que garanticen la competencia, fomentar una asignación eficiente de los recursos y luchar contra la economía informal, que afecta a todos los sectores productivos.

    10. Mirando al medio plazo

    Es habitual que en la lista de recomendaciones para la región de los organismos económicos Latinoamérica figuren desde hace años una serie de cuestiones en las que trabajar a medio y largo plazo para explotar todo el potencial que tienen los países.

    Las inversiones en los sistemas educativos e infraestructuras, la incorporación de las nuevas tecnologías y la innovación a la escuela y la empresa o la configuración de instituciones públicas fuertes y respetadas son esenciales para lograr un crecimiento saludable, aunque su rentabilidad no será visible de forma inmediata. 

    Imagen del 27 de octubre de 2019, en Santiago de Chile. Las protestas sociales que viven varios países de Latinoamérica ponen de manifiesto que la política económica no ha sabido extender los beneficios de la estabilidad macroeconómica de los últimos años
    Imagen del 27 de octubre de 2019, en Santiago de Chile. Las protestas sociales que viven varios países de Latinoamérica ponen de manifiesto que la política económica no ha sabido extender los beneficios de la estabilidad macroeconómica de los últimos años y crear sociedades más inclusivas y menos desiguales. Foto: archivo / EFE
  • Rodolfo Capelo: ‘No hay certezas de que vayamos a crecer’

    Carolina Enriquez

    (I)
    redaccion@revistalideres.ec

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    Rodolfo Capelo, socio de Deloitte, habla sobre los riesgos y oportunidades para el sector privado en el 2020. Además, hace un análisis de los impactos del paro de octubre en el entorno socioeconómico y de la situación en la que terminará el 2019.

    El Índice de confianza empresarial de Deloitte de octubre muestra que, tras los 12 días de paro en octubre, el entorno socio económico del país es malo. ¿Cómo venía el año antes de las protestas?

    Hasta la mitad del año la tendencia era positiva. El país presentaba una buena perspectiva, tanto en lo nacional como en lo internacional. Luego de eso se produjeron factores macroeconómicos, muchos de ellos externos, que fueron cambiando la tendencia. Entre junio y septiembre se vivió cierta estabilidad. No se veía si las cosas iban a mejorar o a empeorar. En esos meses el Gobierno acudió a financiamiento externo en condiciones que no se habían visto en situaciones anteriores. Luego se tomaron las medidas económicas, vino el descontento social y el paro. Eso se reflejó en los resultados a la baja del índice.

    ¿Cuál fue el sector más afectado en octubre?

    Se ve mucho el impacto en quienes tienen que transformar materia prima, producirla, venderla y cobrar. Son inventarios que se quedaron en un escenario como el que se vivió (…) A todos, sin embargo, ha impactado. Por ejemplo, hasta antes del paro el sector exportador no tenía un sentimiento con relación a lo que pasaba internamente porque sus ventas son externas. Con la paralización la percepción cambió.

    En octubre, Quito fue la ciudad que más consideró como desfavorable el entorno socioeconómico, según el índice. ¿A qué se debe?

    Tiene mucho que ver lo que se vivió esos días. El tener un negocio cerrado por más de una semana, no poder movilizarse y vivir un estado de violencia no antes visto impactó en las decisiones.

    ¿Se espera que Quito mantenga esa posición desfavorable sobre el entorno socioeconómico en adelante?

    Cuando hablamos de percepciones todo es parte de un ciclo. El comportamiento ahora es que las cosas se mantengan. Macroeconómicamente no tenemos certezas de que vayamos a crecer. Este año se prevé una contracción. Yo creo que esta sensación va a permanecer. Tiene que haber una medida de reactivación económica sentida por los empresarios para que puedan opinar de una manera diferente.

    ¿Qué riesgos y oportunidades tiene el país para el 2020, desde su perspectiva, en materia económica?

    En todos los ciclos económicos se pueden encontrar oportunidades, ya sea de manera orgánica o al buscar ciertos nichos específicos de mercado. En el país hay sectores que han crecido este año como es el caso de acuicultura y pesca de camarón, el suministro eléctrico y agua, los servicios financieros, entre otros. Ecuador, además, tiene la oportunidad en desarrollar un recurso como es el caso del sector minero, del cual proviene la mayor parte de la inversión extranjera directa de los últimos años.

    Rodolfo Capelo, socio de Deloitte. Foto: Patricio Terán / LÍDERES
    Rodolfo Capelo, socio de Deloitte. Foto: Patricio Terán / LÍDERES

    ¿De dónde se deben esperar las inversiones?

    La inversión por parte del Estado será escasa. Esquemas de alianzas público privadas y concesiones de activos importantes estatales estarán en la mira como oportunidades para el sector privado. Para esto se deberá contar con reglas claras, seguridad jurídica y controles que permitan una ejecución adecuada. Por otra parte, los retos que el país enfrentará serán la reducción del déficit fiscal, el cumplimiento de los términos del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional y las reformas que sean encaminadas a una reactivación económica. El manejo de lo mencionado anteriormente, entre otras actividades, permitirá mejorar la percepción internacional y la atracción de capital, que es lo que necesita nuestra economía.

    ¿Cuáles serían los temas que estarían en la mente de los empresarios al iniciar el nuevo año?

    Quien administra una empresa tiene la consigna de creación de valor. Esto quiere decir incremento de ventas, participación de mercado, mejora de los márgenes, reducción de costos, eficiencias productivas, etc. Para esto busca estabilidad para planificar en el largo plazo y luego ejecutar las estrategias. Aspectos que rondarán seguramente la mente de los empresarios serán la estabilidad del país, reformas que vengan, liquidez y el acceso que puedan tener a la misma, a través de créditos o de manera propia.

    ¿Cuál es el escenario económico para el año que viene?

    En términos de crecimiento es prácticamente nulo. Las empresas deberán aplicar estrategias que les permitan obtener crecimientos sostenidos y mejorar su posición competitiva en el mercado.

    ¿Qué evaluación económica hace del año que termina?

    Económicamente ha sido un año de ajuste, cuyos efectos los han palpado todos los ecuatorianos. Sectores que mueven de manera importante la economía y producen un efecto de encadenamiento masivo, como la construcción, han estado contraídos. Otros han tenido un buen desempeño porque tienen un menor impacto de la coyuntura interna, como es el caso de las actividades de exportación. Sin embargo, ser competitivo es un reto.

    ¿Qué cifras maneja?

    En términos reales la economía se contraerá 0,5% frente al año pasado lo cual es menor con respecto a lo vivido en 2016 (-1,2%). La diferencia es que las perspectivas del 2020 son de crecimiento nulo, mientras que en 2017 hubo una recuperación del 2,4% explicado, principalmente, por mayor inversión, gastos de los hogares y del gobierno y exportaciones.

    En este escenario, hay un impacto para el empleo.

    El factor laboral siempre se analiza en épocas de ajuste. Los datos dicen que las empresas están buscando mucho menos la fuerza laboral. Sin embargo, creen que va a ser mucho más fácil encontrar personal calificado por los ajustes económicos que se están dando. Si una empresa llega a hacer un ajuste con respecto a su nómina va a haber más gente disponible. En el último trimestre es posible más empleo informal que formal. Es necesaria en estos momentos una reforma laboral.

    Hoja de vida

    Formación. Ingeniero en Sistemas de la Universidad de Las Américas (UDLA). Máster en Administración de Negocios con mención en finanzas de la UDLA y del IEDE (España). Cursos en el seminario intensivo de verano en la Universidad de Harvard en EE.UU. y en la Escuela de Negocios de Costa Rica.

    Experiencia. Socio de Deloitte. Ha trabajado por más de 10 años con empresas ofreciéndoles soluciones en diversos sectores como construcción, banca, seguros, minería, servicios, alimentos, bebidas, retail, salud, petróleos y energía, etc. Ha participado, destacan la asesoría en la compra de tipo managementBuy-Out de un grupo industrial con presencia en Chile, Ecuador, Perú y EEUU. Se ha desempeñado como docente.

    Rodolfo Capelo, socio de Deloitte. Foto: Patricio Terán / LÍDERES
    Rodolfo Capelo, socio de Deloitte. Foto: Patricio Terán / LÍDERES
  • Al emprendedor le prestaron USD 524,9 millones

    Giovanni Astudillo. Editor
    redaccion@revistalideres.ec (I)

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    El 35% del monto entregado en crédito por las cooperativas de ahorro y crédito en Azuay fue destinado al desarrollo productivo o emprendimientos, entre enero del 2018 y agosto pasado. Es decir, USD 524,9 millones.

    En este período se concedieron USD 1 486, 18 millones en préstamos totales en esa provincia, de acuerdo con la Superintendencia de Economía Popular y Solidaria.

    A finales del 2018, Jenny Matamoros pidió USD 10 000 para adquirir equipos como una máquina para hematología clínica para su laboratorio Pronosticlab, que funciona desde hace dos años en la capital azuaya.

    Ella tiene entre ocho y 10 pacientes al día. Su estrategia es cobrar menos por los exámenes para poder ganar clientela. Con sus ingresos cancela los gastos del laboratorio, el crédito que tiene un plazo a cinco años y su manutención. Matamoros compró de oportunidad este laboratorio para pagar en cómodas cuotas. Antes trabajaba en el laboratorio de la Clínica Santa Ana. “El crédito fue fundamental para poder crecer, sino es imposible”. Esta licenciada en Laboratorio Clínico destaca la agilidad con la que le entregaron los recursos porque necesitaba de urgencia porque era un equipo de oportunidad.

    Un criterio similar tiene Patricio Loja. Él solicitó hace seis meses a la cooperativa CREA USD 16 000 para adquirir una buseta Hyundai modelo 2013, que costaba 25 000. El resto lo cubrió con sus ahorros.

    Él realiza viajes de turismo o paseos familiares y de empresas. “Es un negocio rentable y prácticamente el vehículo se paga solo”. La cuota mensual es de USD 430. Además, Loja tiene un taller de muebles y para adquirir la maquinaria pidió otro préstamo de USD 1 500. “El servicio es bueno porque el trámite no es engorroso”.

    Según el gerente general de la Cooperativa CREA, Patricio Barzallo, el emprendedor, artesano, comerciante y agricultor solicita microcréditos, principalmente, para destinarlos a capital de trabajo y requiere los recursos de forma inmediata. “Por ello, esta entidad trabaja con estándares de calidad y nos certificamos con la ISO9000 para crear un proceso ágil y cumplir la necesidad de los socios… Eso está asociado al historial crediticio de cada persona”.

    Además, dice Barzallo, en los próximos meses se concretará un trámite de solicitud en línea. Según él, la cartera de microcrédito colocada por su cooperativa en Azuay asciende a USD 32,4 millones, con un incremento de 2,5 millones con relación al 2018.

    La mayoría solicita para una ampliación o crecimiento de su negocio relacionado con el comercio, agricultura, ganadería o artesanías. “La expectativa es que el crecimiento se mantenga”, añade Barzallo.

    Juan Francisco Herrera es ganadero y pidió USD 20 000 hace más de un mes. Con ese dinero compró abono, una máquina de ordeño y mejora el sistema de riego y reservorios. Tiene una finca desde hace seis años, en la comunidad de Totora-Chilca, ubicada en la parroquia cuencana de Tarqui.

    Tiene 23 cabezas de ganado de la raza Holstein y a diario obtiene entre 135 y 140 litros de leche, que vende en USD 0,42 cada libro en un centro de acopio cercano. “El negocio es rentable”.

    Su propiedad tiene una extensión de 15 hectáreas, de las cuales 10 son las más productivas. Él trabaja solo y cuando requiere pide ayuda a un familiar.

    Jenny Matamoros solicitó un préstamo para adquirir equipos para su laboratorio clínico Pronosticlab. Foto: Xavier Caivinagua para LÍDERES
    Jenny Matamoros solicitó un préstamo para adquirir equipos para su laboratorio clínico Pronosticlab. Foto: Xavier Caivinagua para LÍDERES