Etiqueta: empleo

  • Alberto Echavarría: ‘El empleo necesita normas simples’

    Carolina Enriquez

    Redactora (I)

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    Alberto Echavarría es directivo empresarial. Habla de cómo el sector privado debe enfrentar las transformaciones laborales de hoy. Además, asegura que debe haber mínimos de protección social para los trabajadores en nuevas modalidades contractuales.

    ¿Qué busca el sector empleador en América Latina, en la actualidad?

    Nosotros lo que buscamos, esencialmente, es que desde entidades mundiales, como la Organización Internacional del Trabajo (OIT), también tomen en cuenta la situación de las empresas como generadoras de empleo. Si no hay compañías que se sostengan en el tiempo no podrán generar los trabajos decentes que pregona OIT.

    ¿Qué se necesita que apliquen los Gobiernos para que existan empresas que generen empleos decentes?

    Es necesario el establecimiento de políticas de desarrollo productivo en los diferentes países.

    ¿Son necesarios cambios en cuanto a legislación laboral?

    En materia legislativa la tendencia general ha sido concentrarse en los puestos de trabajo muy estables. Hoy, la realidad mundial, ni siquiera de la región, muestra que hay formas atípicas de contratación. Además, los jóvenes están buscando una permanente modificación de sus expectativas de vida. Se necesitan facilidades que permitan nuevas prácticas laborales (‘freelance’, personal que colabora con aplicaciones de comida o transporte, entre otros).

    ¿Qué pasa con los derechos?

    Debe haber pisos de protección social que permitan que cualquier nueva modalidad garantice un ­mínimo de estabilidad.

    ¿Cuál es la realidad del trabajo en la región?

    Se está viviendo una transformación. La tecnología ha avanzado a tal nivel que está atravesando todo a través de la robótica, inteligencia artificial, Internet de las cosas, ‘blockchain’, etc. Eso ha generado formas disruptivas en el mundo del trabajo.

    En este escenario, ¿qué competencias demanda el sector privado regional?

    Cada vez más, se necesitan personas polivalentes o multifuncionales, con capacidad de aprender y desaprender cosas que ya no se utilizan. A más de conocimiento sólido debe haber habilidades blandas vinculadas con comunicación, integración en la sociedad, desarrollo de procesos de forma simple. Todo eso debe estar a cargo de los institutos de capacitación de los países.

    A propósito de ello, ¿cómo ve el empresariado de la región el esquema de formación dual, en el que institutos y compañías colaboran en la formación de mano de obra técnica para los países?

    Es un modelo traído de la experiencia alemana, suiza y austriaca. Permite no solamente aprender mientras se está en la etapa lectiva, sino que se instrumentaliza ese conocimiento en la parte práctica. Hay la posibilidad de permanecer en puestos de trabajo, es decir, es una alternativa para generar empleo. Es un nivel de formación adecuado, que debe ir de la mano de las habilidades blandas.

    En un mundo en permanente transformación, ¿qué retos se debe enfrentar al aplicar este modelo en la región?

    Contar con capacidad para aprender, por parte de los estudiantes y tener también capacidad de enseñar, por los profesores. Hay que tomar en cuenta que la velocidad con la que se vienen generando los procesos de transformación tecnológica y laboral es demasiado rápida.

    Durante la reunión regional de OIT en América Latina, en octubre, se expuso públicamente la necesidad de que los trabajadores bajo nuevos esquemas, como las plataformas tecnológicas de comida y transporte o ‘freelancers’, cuenten con una legislación que los proteja. Las organizaciones sindicales, particularmente, plantearon la necesidad de salarios más estableces y acceso a la seguridad social. Estas dicen que ahora, bajo las nuevas modalidades, se intenta romper la relación laboral formal.

    Los aplicativos están ofreciendo nuevas alternativas de trabajo. Estos permiten que mucha gente que solo hallaba empleos en los que debía estar todo el día pueda alternar, educarse o hacer actividades de la vida diaria. Nosotros vemos eso como una gran oportunidad. Desde la perspectiva de la protección social debe haber mínimos establecidos, pero también tiene que haber una manera fácil de cumplir las disposiciones.

    ¿Por qué?

    Muchas veces las estructuras que tenemos en las legislaciones de los países de la región hacen que se tienda a un solo modelo de trabajo. Hay que facilitar el cumplimiento a través de la simplicidad y así dar protección.

    ¿Cual es el papel de los gobiernos en este escenario?

    Deben ser un impulsor de las transformaciones a través de la facilitación de procesos, para que la gente cumpla. En las economías de la región, cerca del 50% de las personas está en la informalidad. Ese es un fenómeno que excluye

    ¿Es necesario que los organismos como la OIT establezcan reglas más claras para el cumplimiento de derechos para los trabajos actuales y los que están apareciendo?

    Creo que la OIT debe jugar un papel importante en la orientación de las autoridades de los países de América Latina. La idea es que puedan impulsar, asertivamente, a personas que ahora están por fuera del mundo formal. La mejor manera es simplificar los procesos y la tramitología.

    Otra de las transformaciones que se ha generado es la aparición del teletrabajo. En la región, las empresas aún son reticentes a su aplicación. ¿Cómo ponerla en marcha y romper con esas barreras?

    Todo depende del trabajo. Hay algunos que deben hacerse en el sitio de la empresa, pero otros no. Además, en aquellos que se hacen en otro lugar puede haber control de las actividades. Sin embargo, el tema de la prevención de accidentes y enfermedades laborales es complejo cuando hablamos del teletrabajo. Otra alternativa a esa modalidad es que los empleados asistan a sitios físicos cerca de donde viven para que, sin desplazarse mucho tiempo, puedan desarrollar sus labores con las debidas protecciones.

    ¿Existen datos de cuántas personas trabajan bajo nuevas modalidades contractuales en América Latina?

    No todavía. Vemos que las empresas, cada vez más, están aprendiendo a utilizar distintas formas de contratación. ¿La razón? Encuentran en ello alternativas que le permiten ser eficientes y competitivos. Existen compañías, a escala global, que utilizan este tipo de estructuras. Las empresas latinoamericanas deben darse cuenta que de no comenzar a tomar en cuenta las nuevas metodologías y los cambios en el mundo del trabajo podrían enfrentar inconvenientes de perduración en el tiempo.

    Es abogado en la Universidad Pontificia Bolivariana y tiene una especialización en Finanzas de la Universidad Eafit en Colombia. Experiencia.  Es miembro titular del Consejo de Administración de la OIT para 2017-2020, en representación de los empleadores.
    Alberto Echavarría ha desempeñado su profesión vinculado a empresas del sector financiero y productivo en Colombia. Fue miembro de la Sala de Revisión del Tribunal Disciplinario del Mercado de Valores de Colombia (AMV). Foto: Cortesía OIT
  • La pyme genera el 60% del empleo en la Comunidad Andina

    Carolina Enriquez

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    El 60% del empleo en los países de la Comunidad Andina de Nacionales (CAN) lo genera la pequeña y mediana empresa (Pyme).

    El grupo regional está integrado por Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú. Héctor Quintero, secretario general de la CAN, indicó que más del 90% de las compañías del bloque son Pymes.

    Él también destacó la creciente actividad económica y comercial entre los países de la subregión. Durante el primer semestre de este año las exportaciones alcanzaron USD 5 143 millones.

    El Secretario resaltó que el crecimiento del Producto Interno Bruto (PBI) en el 2017 en la CAN fue de 2,3%; igual al de EE.UU. y de la Unión Europea (UE). Está muy por encima de Latinoamérica y el Caribe.

    Actualmente, la población de la CAN asciende a 110 millones de ciudadanos. El año pasado más de 5 millones de pasajeros se movilizaron vía aérea entre los cuatro países de la subregión.

    Exporganic, pyme que exporta frutos deshidratados a la Unión Europea. Foto: Mario Faustos / EL COMERCIO
    Exporganic, pyme que exporta frutos deshidratados a la Unión Europea. Foto: Mario Faustos / EL COMERCIO
  • 92% de empresas que exportan en la Comunidad Andina son Mipymes

    Carolina Enriquez

    Redactora (I)

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    El 92% de las 7 412 compañías que realizan exportaciones intracomunitarias dentro de la Comunidad Andina de Naciones (CAN) son micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes).

    La información la dio a conocer el organismo regional este 23 de octubre del 2018. Este se encuentra integrado por Ecuador, Colombia, Perú y Bolivia.

    La CAN explicó que las Mipymes de la subregión generan unos 148 000 empleos.

    Para impulsar a estas compañías, el Comité Andino de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa (Camipyme), junto a la Secretaría General de la CAN, promueve la asociatividad e internacionalización de éstas a través de diversas actividades. Sin embargo, el órgano reconoce que estas firmas enfrentan “una serie de barreras estructurales para su crecimiento sostenible y su efectivo impacto en el desarrollo económico de los países andinos».

    Con el fin de analizar las políticas públicas para impulsar a las Mipymes, la Secretaría, con el apoyo del despacho del parlamentario andino Alan Fairlie, desarrollaron este 23 de octubre del 2018 un simposio en Lima.

    En el evento, al que se le denominó Fortalecimiento e internacionalización de las Mipymes: principales desafíos de la política, participaron el coordinador ejecutivo del Programa Nacional Innóvate Perú del Ministerio de la Producción de ese país, Luis Mesías; del director general de la Secretaria General de la CAN, César Montaño; del director de Desarrollo Productivo y Financiero del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), Juan Carlos Elorza y de representantes de la Asociación de Exportadores, de la Sociedad Nacional de Industrias, de la Sociedad de Comercio Exterior del Perú, del Proyecto Integración Regional Participativa en la CAN, ejecutado con el apoyo de la Unión Europea (UE), de la Mancomunidad Municipal de Lima Norte, entre otros.

    Las Mipymes ecuatorianas son parte del tejido empresarial de la Comunidad Andina
    Las Mipymes ecuatorianas son parte del tejido empresarial de la Comunidad Andina. Foto: Archivo Lideres
  • En el país hay más personas que quieren trabajar menos de la jornada legal

    Carolina Enriquez

    La última encuesta de empleo del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) revela que hay más personas en la categoría de otro empleo no pleno.

    La entidad presentó las cifras correspondientes al tercer trimestre del año, este martes 16 de octubre del 2018.

    Según el documento, el otro empleo no pleno pasó del 24,7% en septiembre del 2017 al 25,7% en el mismo mes de este año. En esta categoría se considera a las personas que percibieron ingresos inferiores al salario mínimo (USD 386) y/o trabajaron menos de la jornada legal y no tienen el deseo y la disponibilidad de trabajar horas adicionales.

    El número de trabajadores en este segmento creció de 2 020 779 a 2 124 567 entre un año y otro. Aunque el INEC publica en la encuesta el concepto, no explica en qué casos un trabajador se encuentra en esta categoría.

    Por otro lado, la encuesta también revela que el desempleo pasó del 4,1 % al 4% entre septiembre pasado y el de este año. Mientras que el empleo pleno pasó del 40,4% al 39,6%, cifras que el INEC no considera estadísticamente significativas.

    Según el ministro de Trabajo, Raúl Ledesma, “en el empleo hay una leve mejora, que estadísticamente no siendo significativa, nominalmente sí lo es y se la ve traducida en el número de registros de contratos laborales que se generan en el Ministerio de Trabajo”.
    Quito es la ciudad que enfrentó las peores condiciones de trabajo durante el tercer trimestre. La cifra de empleo adecuado pasó de 66,4% a 58,9%.

    En la capital, además, el desempleo creció en un punto y el subempleo en dos.

    El ministro de Trabajo, Raúl Ledesma, junto con el director del INEC, Roberto Castillo. Foto: Twiter INEC
    El ministro de Trabajo, Raúl Ledesma, junto con el director del INEC, Roberto Castillo. Foto: Twiter INEC
  • ¿Por qué Japón pide trabajar menos los lunes?

    FORO ECONÓMICO MUNDIAL Y BBC MUNDO  (I)

    El gobierno de Japón quiere que los trabajadores tengan una vez al mes un “lunes resplandeciente”. Es decir, que se tomen la mañana libre y no vayan a su trabajo.

    Así es como el Ministerio de Economía espera recortar la cantidad de horas extra que trabajan los japoneses y motivarlos a llevar una vida más equilibrada entre lo personal y lo laboral.

    Esta iniciativa se suma a la del “viernes premium”, ideada el año pasado por el gobierno para fomentar el consumo. Esta consiste en incentivar a las empresas para que dejen que sus empleados acaben su jornada a las tres de la tarde el último viernes del mes, el día en que la mayoría recibe su salario. De esta forma pueden dedicar ese tiempo -y dinero- a viajar y hacer compras.

    El Ministerio defiende la eficacia del lunes resplandeciente con un experimento que condujo el pasado 27 de julio, cuando permitió al 30% de su plantilla tomarse la mañana libre.

    Animado por los resultados, la institución ahora esboza planes para presentárselos al sector privado japonés. Pero, al igual que el viernes premium, el lunes resplandeciente será voluntario para las compañías.

    En su primer año, la iniciativa del viernes premium fue recibida con timidez, según el propio Ministerio. Pese a que los negocios y restaurantes ofrecieron descuentos y ofertas especiales para atraer clientes, solo el 11% de los empleados participó.

    ¿Por qué? El último viernes del mes es un día crucial para las empresas, ya que tienen que cerrar cuentas y entregar proyectos.

    En cambio, el lunes resplandeciente permitiría al personal no trabajar la mañana del día laborable siguiente a este.

    Las autoridades japonesas están decididas a recortar las horas de trabajo porque esto se ha convertido en una cuestión de salud pública.

    En 2016, una encuesta del gobierno en la que participaron 10 000 empleados reveló que más del 20% decía estar trabajando al menos 80 horas extras al mes.

    Ya en 1960, se registraron en el país casos de ‘karoshi’ o muerte por exceso de trabajo, provocados principalmente por enfermedades cerebrales y cardíacas relacionadas con jornadas laborales largas. El gobierno reconoció 236 muertes por -karoshi’ durante el año fiscal de 2017.

    A esto se sumaron 208 suicidios reconocidos oficialmente como ‘karojisatsu’, cuando un empleado se quita la vida debido a problemas de salud mental que se originaron en el centro de trabajo.

    Morir joven

    Pero los expertos dicen que estas estadísticas son solo la punta del iceberg. Cerca de 2 000 familias exigen cada año compensaciones por casos que, según ellas, son similares.

    Un estudio del Instituto Nacional Japonés de Seguridad y Salud Laboral descubrió en un estudio de 2017 que los suicidios estaban creciendo sobre todo entre los trabajadores que tienen entre 20 y 29 años.

    Un caso muy sonado fue el de Matsuri Takahashi, una empleada de la firma de publicidad Dentsu que, en 2015 y con 24 años, se suicidó tras haber trabajado más de 100 horas extra en los meses anteriores a su muerte.

    Las autoridades japonesas descubrieron que la excesiva carga de trabajo de Takahashi la llevaron a quitarse la vida.

    En octubre, la compañía recibió una multa de USD 4 500 por haber excedido el límite de las horas extra permitidas al personal.

    El año pasado, el canal de televisión NHK admitió que su reportera Miwa Sado, que había muerto en 2013 debido a un fallo cardíaco, había sido clasificada como un caso de karoshi. Sado tenía 31 años y había trabajado más de 150 horas en solo un mes.

    El pasado mes de febrero, una compañía acordó pagar USD 700 000 a la familia de Kota Watanabe, un joven de 24 años que murió en un accidente de tráfico cuando volvía a casa exhausto tras una noche de trabajo.

    Este caso fue considerado “una advertencia” para el sector empresarial japonés y puso la atención sobre un fenómeno menos conocido: el ‘karo-jikoshi’ o “muerte por accidentes ocasionados por el exceso de trabajo”.

    “Estas revelaciones sugieren la importancia de incentivar el apoyo en materia de salud mental para los empleados, así como de incrementar la concientización sobre las condiciones laborales entre los estudiantes”, concluía el informe elaborado por el Ministerio de Economía de la potencia asiática.

    Un empleado de una imprenta revisa un  calendario. El gobierno japonés estableció medidas para que los trabajadores disminuyan sus horas extras.  Foto: Kazuhiro Nogi / AFP
    Un empleado de una imprenta revisa un calendario. El gobierno japonés estableció medidas para que los trabajadores disminuyan sus horas extras. Foto: Kazuhiro Nogi / AFP
  • José Manuel Salazar: ‘Hoy vivimos el trabajo digitalizado’

    Pedro Maldonado

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    El Director Regional de la OIT para América Latina, José Manuel Salazar, analiza el empleo de calidad. Estará este en Quito este 15 de mayo del 2018, para participar en el foro ‘El crecimiento de la productividad y las políticas de desarrollo productivo’, organizado por la CIP.

    ¿Se puede decir en qué sectores van a estar los empleos de calidad en los próximos 5 o 10 años en América Latina?

    Lo que conocemos con certeza son las tendencias pasadas, el futuro está lleno de incertidumbres. Pero sí se pueden decir algunas cosas sobre el futuro con buen fundamento y cierto grado de certeza. Podemos decir es que los mayores déficits de trabajo decente, incluyendo la informalidad, están en los empleos por cuenta propia, en las microempresas y en las empresas más pequeñas.

    Conforme avanzamos por tamaño de empresa la calidad del empleo y los ingresos tienden a ser mayores. La productividad y la calidad del empleo es también mayor en empresas exportadoras y en las formales. En la medida en que las políticas de desarrollo productivo y los ecosistemas empresariales logren crear más empleos formales en empresas medianas y grandes, y logren conectarse con cadenas mundiales de suministro, se va a lograr crear más empleos de calidad.

    ¿Qué tipo de trabajador se requiere en la actualidad?

    Estamos en un mundo del trabajo impactado por la aceleración tecnológica, esto es un mundo del trabajo digitalizado, automatizado, robotizado, caracterizado por el uso de máquinas inteligentes e inteligencia artificial. Y esto impacta no solo a la industria sino a la agricultura y los servicios.

    Esto ha dado lugar a una gran conversación sobre las llamadas habilidades siglo XXI. Allí están los conocimientos fundamentales, que incluyen científicos, matemáticas, y lectura. Luego vienen competencias como pensamiento crítico, creatividad, comunicación y colaboración. Y, tercero, cualidades de carácter socioemocionales como persistencia, adaptabilidad, curiosidad, iniciativa, liderazgo.

    ¿Qué condiciones deben cumplir los trabajadores ante esta realidad?

    El operador de mundo digitalizado requiere capacidad de lidiar con máquinas inteligentes, capacidad de adaptación, observación, medición y decisión, y habilidad y actitud de aprender y de aprender a adaptarse. Las encuestas a empleadores muestran lo lejos que están los sistemas de educación y de formación profesional de desarrollar estas competencias en sus graduados. Las competencias socio emocionales son las más difíciles de encontrar entre los jóvenes y esto afecta su empleabilidad.

    ¿Qué papel tendrán las empresas?

    Las empresas son claves. Y esto significa no solo un cambio de actitud en las empresas, que deben estar abiertas a invertir más en entrenamiento y en aceptar estudiantes o aprendices bajo diferentes esquemas, sino también un cambio de actitud en las instituciones educativas, que deben desarrollar esquemas de pasantías, aprendizajes, visitas a empresas etc. que vayan familiarizando a los estudiantes en las realidades del mundo del trabajo y fomenten las habilidades técnicas y socioemocionales necesarias.

    ¿Cómo se puede aumentar la productividad sin precarizar los empleos?

    Hay muchas concepciones erróneas en la relación entre productividad y empleo. La realidad es que si no hay mejoras de la productividad no se pueden mejorar los ingresos y los empleos en el largo plazo.

    El concepto de productividad no es tan simple como aquello de que productividad es ‘producir más con menos’ para que los productos sean más baratos. Lo cual llevaría a salarios bajos por siempre. Hay que entender que la productividad se define a nivel de empresa, de sector y de la economía en su conjunto y que la relación entre productividad y empleo tiene que verse de manera integral en estos tres ámbitos.

    En general, la productividad es mayor entre más grande la empresa, en exportadores, en el sector formal y en las zonas urbanas.

    La cuarta revolución industrial está cambiando todos los esquemas ¿Están las empresas acoplándose a estos cambios?

    La cuarta revolución industrial está cambiando el mundo de la producción y del trabajo. El reto es que la adopción de digitalización es muy desigual entre las empresas, entre sectores y entre economías. Las firmas grandes ya están sometidas a la competencia internacional, tienen en general los recursos humanos y financieros para mejorar su grado de preparación y velocidad de adopción de nuevas tecnologías.

    Pero las medianas y pequeñas, sobre todo si no están conectadas con cadenas de valor internacionales, tienen grandes rezagos.

    Hay quienes dicen que se crearán nuevas formas de empleo, a partir de la tecnología. ¿Usted piensa igual?

    Sin duda. El cambio tecnológico acelerado está teniendo grandes impactos en el mundo de la producción y del trabajo. Cuatro impactos son clave: una aceleración en los procesos de creación y destrucción de empleo; una aceleración en la obsolescencia de habilidades existentes y en la demanda por nuevas habilidades; una tendencia hacia la desigualdad o polarización salarial; y nuevos modelos de negocios y formas de contratación.

    Este último factor algunos lo llaman Economía Gig o Capitalismo de plataformas digitales. Otros lo llaman Nueva economía compartida o colaborativa. Y los más críticos lo llaman “uberización” del mundo del trabajo.

    Las innovaciones en los modelos de negocios están creando grandes oportunidades y transformaciones positivas, pero también crean empleos a tiempo parcial, y formas de trabajo independiente, con los respectivos retos de cómo regular estas nuevas formas de contratación y de empleo. Un reto es asegurarse que estos trabajadores independientes estén cubiertos por los derechos laborales clásicos y la protección social.

    Los jóvenes siguen vulnerables y para ellos conseguir trabajo no siempre es fácil. ¿Qué está pasando con este segmento de la población?

    América Latina y el Caribe cuentan con 110 millones jóvenes entre 15 y 24 años, representando alrededor del 20% de su población total. En principio tener este alto “bono demográfico” es una gran oportunidad, pero solo si se educan y hay bajas tasas de desempleo juvenil.

    El desempleo juvenil promedio es de 19,5%, es decir, uno de cada 5 jóvenes que buscan empleo no lo encuentra. Por falta de oportunidades de empleo o por otras situaciones un número importante de jóvenes deciden migrar en el caso de varios países. Y hay algunos casos extremos de países en donde una proporción importante de jóvenes han caído en manos de la criminalidad. Por eso hablamos de que hay una crisis del empleo juvenil en la región.

    ¿Están los jóvenes lo suficientemente capacitados hoy en día?

    La generación actual de jóvenes latinoamericanos es la más educada de la historia: han pasado más años en la educación formal y es más probable que estén alfabetizados que sus padres y abuelos.  Sin embargo, estas tendencias optimistas ocultan varias realidades y rezagos: primero, existen importantes segmentos de jóvenes que no tienen acceso a la educación secundaria y a la capacitación especialmente jóvenes de familias pobres.

    Además la cobertura de la educación, esta es muy baja en la etapa preescolar, 66% en comparación con 83% en los países de OCDE. Y eso también ocurre en la educación secundaria.

    ​Hoja de vida
    Cargo. Se desempeña como Director Regional de la OIT para América Latina y el Caribe, con sede en Lima.

    Trayectoria. Ingresó a la OIT en el 2005, como Director Ejecutivo del Sector Empleo con sede en Ginebra, Suiza, con nivel de Director General Asistente.

    Carrera. Antes de ingresar a la OIT se desempeñó desde 1998 a 2005 como Director de la Unidad de Comercio de la Organización de Estados Americanos (OEA) en Washington, unidad que funcionó junto con el BID y la Cepal como Secretaría Técnica de las negociaciones, para crear el Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA), y ofreciendo asistencia técnica en materia de comercio y competitividad a los países de las Américas.

    José Manuel Salazar se desempeña como Director Regional de la OIT para América Latina y el Caribe, con sede en Lima. Foto: cortesía CIP
    José Manuel Salazar se desempeña como Director Regional de la OIT para América Latina y el Caribe, con sede en Lima. Foto: cortesía CIP
  • Cervecería Nacional reclutará a jóvenes profesionales con programa

    Carolina Enriquez

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    Cervecería Nacional, parte del grupo ABI InBev, abre la convocatoria 2018 de su programa de reclutamiento mundial: Global Management Trainee (GMT).

    El año pasado, este proyecto le dio la oportunidad a siete jóvenes ecuatorianos, cinco hombres y dos mujeres, entre 22 y 25 años, de ingresar a la compañía y comenzar una carrera con contratación a término indefinido.

    Las inscripciones al programa GMT 2018 de Cervecería Nacional se abrieron la semana pasada y estarán disponibles hasta el 30 de junio del 2018. Los jóvenes que deseen inscribirse podrán hacerlo a través de la página de Facebook Talento CN.

    “El año pasado ingresaron a Cervecería Nacional 29 jóvenes gracias a los programas: GMT, Trainee Supply, Talento Comercial y Talento Logístic”, detalla Jorge Peláez, director de recursos humanos de CN.

    El proceso de selección a través de GMT cuenta con seis etapas que inician con el registro en la plataforma y termina con la entrevista del panel, por medio de la cual el presidente de AB InBev para Colombia, Perú y Ecuador, y los vicepresidentes de las diferentes áreas escogerán a los jóvenes.

    El programa cuenta con 10 meses de entrenamiento, donde los participantes rotarán por las diferentes áreas de la compañía, con la oportunidad de adquirir conocimientos en los sectores de ventas, abastecimiento y tecnología de la información.

    Al finalizar ese tiempo, los jóvenes serán asignados a sus primeras posiciones dentro de la estructura de la empresa.

    . Los jóvenes que deseen inscribirse podrán hacerlo a través de la página de Facebook Talento CN. Foto: Captura de pantalla
    . Los jóvenes que deseen inscribirse podrán hacerlo a través de la página de Facebook Talento CN. Foto: Captura de pantalla
  • El empleo de calidad implica colaboración pública y privada

    Redacción Quito  (I)
    redaccion@revistalideres.ec

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    La creación de empleos de calidad sigue siendo un gran desafío para casi todas las economías. El Objetivo 8 apunta a estimular un crecimiento económico sostenible e inclusivo mediante el aumento de los niveles de productividad y la innovación tecnológica pública y privada. Fomentar la creación de políticas que estimulen al sector empresarial a la creación de empleos es un punto crucial, así como también tomar medidas eficaces para erradicar el trabajo forzoso, infantil, entre otros.

    Acabar con la pobreza extrema, luchar contra la desigualdad e injusticia y proteger el planeta. Estas metas son el núcleo de la Agenda 2030 planteada por Naciones Unidas (ONU) en septiembre del 2015.

    Esta agenda comprende 17 objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), considerados un plan global que aglutina a todas las naciones, sin dejar a nadie atrás.

    Los ODS son el resultado de un proceso inclusivo en el que tanto los gobiernos como el sector privado juegan un papel fundamental. El éxito en la implementación de la Agenda 2030 dependerá del apoyo de las dos partes.

    El ODS número 8 se enfoca en el Trabajo Decente y Crecimiento Económico y es el primero que LÍDERES y el Pacto Global Red Ecuador abordan en una serie de publicaciones mensuales.

    La ONU asegura que la erradicación de la pobreza solo es posible mediante empleos estables y bien remunerados. Pero lograr esa clase de empleo implica un esfuerzo mayor.

    Además de crear empleos, es necesario mejorar las condiciones de millones de mujeres y hombres que trabajan, pero sus sueldos no son suficientes para salir de la pobreza, dice el Pacto Global Red Ecuador. “Así como garantizar que las mujeres y las niñas tengan igual acceso y las mismas oportunidades que los hombres y los niños en el acceso al mercado laboral y sus remuneraciones salariales. El empleo productivo y el trabajo decente son elementos claves para lograr una globalización justa y la reducción de la pobreza”.

    El trabajo decente al que se refiere los ODS implica que todas las personas tengan oportunidades para realizar una actividad productiva que aporte un ingreso justo, seguridad en el lugar de trabajo y protección social.

    Un punto a tomar en cuenta es el empleo para los jóvenes. Al respecto, Pacto Global Red Ecuador señala que para cubrir el trabajo juvenil se requiere: invertir en educación y formación de la mayor calidad posible; dotar a los jóvenes de las aptitudes que se ajusten a las demandas del mercado de trabajo; darles acceso a la protección social y los servicios básicos independientemente de su tipo de contrato; y garantizar la igualdad de condiciones.

    El ODS número 8 tiene 10 metas que se resumen en el aumento de la productividad laboral, la reducción de la tasa de desempleo, especialmente entre los jóvenes, y la mejora del acceso a los servicios financieros y sus beneficios son componentes esenciales de un crecimiento económico sostenido e inclusivo.

    Ningún segmento de la sociedad puede lograr los ODS por su cuenta, dice la ONU. Cada vez son más las empresas que entienden que deben colaborar y realizar inversiones conjuntas en soluciones para los retos compartidos.

    Para las empresas, esto también significa la voluntad de ir más allá de los enfoques de ser pionero. Ahora el reto es embarcarse en asociaciones y esfuerzos, comparten riesgos y encontrar soluciones más rápido.

    Promover el Trabajo Decente y el Crecimiento Económico es importante en el Ecuador porque busca promover el crecimiento económico sostenido, inclusivo y sostenible, el empleo pleno y productivo y el trabajo decente para todos. La erradicación de la pobreza solo será posible mediante empleos estables y bien remunerados, dice Pacto Global.

    “Sin lugar a dudas, el Ecuador en general será beneficiado cuantas más personas sean productivas y contribuyan así, al crecimiento económico local; donde todos nos beneficiamos del progreso”.

    A crear empleo decente

    Testimonio

    Julio Mackliff, vicepresidente ejecutivo Banco Guayaquil

    Durante los últimos 25 años, la cantidad de trabajadores que viven en condiciones de pobreza extrema a nivel mundial ha disminuido. Sin embargo, más de 780 millones de hombres y mujeres trabajadores no ganan más de USD 2 al día.

    Por otro lado, según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), existen actualmente más de 204 millones de personas desempleadas. La falta de empleo y la mala calidad del mismo repercuten de forma directa sobre el aumento de la pobreza y las desigualdades a nivel mundial.

    A través de la Red Pacto Global Ecuador asumimos el compromiso de liderar la mesa de trabajo del Objetivo de Desarrollo Sostenible 8 desde donde buscamos seguir contribuyendo con ideas para el crecimiento económico, sostenible e inclusivo, que beneficie a todos por igual.

    Estamos convencidos de que esto solo podrá conseguirse creando empleo decente para todas las personas, especialmente para mujeres, jóvenes y otros grupos en situación de vulnerabilidad, erradicando el trabajo forzoso e infantil e impulsando siempre el emprendimiento y la innovación tecnológica.

    La generación de empleo sigue siendo un gran desafío para casi todas las economías del planeta. Foto: LÍDERESLa generación de empleo sigue siendo un gran desafío para casi todas las economías del planeta. Foto: LÍDERES
    La generación de empleo sigue siendo un gran desafío para casi todas las economías del planeta. Foto: LÍDERES
  • Un espacio pensado en el empleo de los más jóvenes

    Redacción Quito

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    El desempleo es una preocupación nacional. Hasta diciembre del 2017este indicador fue del 4,6%, una cifra menor a la del mismo mes del año 2016, cuando estuvo en 5,2%.

    Para buscar soluciones a esta problemática social dos entidades establecieron un convenio de cooperación. El Centro de Emprendimiento de la Universidad SEK y CoWork inn firmaron, hace dos semanas, un acuerdo para promover el emprendimiento y, al mismo tiempo, tratar de generar nuevos empleos, en especial entre los jóvenes de Quito.

    La iniciativa surgió hace dos meses. Gary Flor, coordinador del Centro de Emprendimiento de la Universidad SEK, explica que el acercamiento surgió mediante un contacto con la Asociación de Empresarios del Norte, que opera en Quito. Este gremio le comentó a Flor sobre CoWork inn. “Nos pareció interesante, en especial para que lo utilicen alumnos y profesores de la Universidad”.

    Las dos entidades iniciaron un diálogo que derivó en la firma de un acuerdo. El objetivo es desarrollar actividades de investigación vinculada con emprendimiento, según detalla Flor.

    En la Universidad SEK, los cerca de 2 000 estudiantes deben aprobar la materia de Emprendimiento y Gestión, sin importar la carrera que cursen. Para aprobar el curso los estudiantes deben presentar un plan de negocios. Allí es donde interviene CoWork inn, que se encargará de la evaluación de esos planes.

    El fundador de este centro es Marco Núñez, un empresario con más de 30 años de experiencia y trayectoria en el mundo textil y del comercio. Él cuenta que está entusiasmado con el convenio firmado con la Universidad. “El convenio nos alienta mucho. Es una posibilidad para practicar la economía colaborativa”.

    Núñez también es parte de la Mesa de concertación de Fundación Esquel. Él explica que el desempleo y subempleo juvenil es una inquietud de la Fundación. “Vimos que la población millenial tiene mucho potencial y pensamos en un espacio de coworking para agruparlos y darles facilidades para que emprendan”.

    El local tiene 385 metros cuadrados de construcción y cuenta con un aforo para cerca de 80 personas. La idea es que los jóvenes vayan al sitio para que se conecten con otros emprendedores y así compartan conocimientos y experiencias.

    La clave de este y otros espacios de coworking está en intercambiar conocimientos, formar redes de trabajo y posicionar servicios.

    Flor y Núñez coinciden en la necesidad de acercar a estudiantes con empresarios. El coordinador del Centro de Emprendimiento de la Universidad SEK sostiene que decidieron tomar la iniciativa como academia y acercarse a gremios empresariales. “Este convenio es parte de ese trabajo”.

    Según explica Flor los estudiantes del centro de estudios pueden apostar a proyectos de tipo comercial o de servicios. “Tenemos alumnos que desarrollan aplicaciones en su plan de negocios y ese tipo de proyectos tienen más potencial en CoWork inn”.

    Núñez añade que el lugar tiene dos objetivos: lograr utilidad social, con el apoyo a los estudiantes, y que sea autosustentable.

    Detalles

    En la implementación de CoWork inn se invirtieron USD 470 000, incluido el inmueble en donde funciona.

    Para el futuro se piensa abrir un banco de conexiones para transferir conocimientos entre profesionales.

    Los estudiantes deberán pagar un valor, por definirse, por el uso de las instalaciones. Para cada proyecto se firmará un convenio específico.

    Las instalaciones de CoWork inn se encuentran ubicadas en el norte de Quito. El sitio funciona desde el 2017.Foto: Galo Paguay / LÍDERES
    Las instalaciones de CoWork inn se encuentran ubicadas en el norte de Quito. El sitio funciona desde el 2017.Foto: Galo Paguay / LÍDERES
  • La educación incide en el empleo

    Carolina Enriquez

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    Gabriela Córdova, economista y catedrática de la Universidad de las Américas (UDLA), indica que una pobre educación y la compleja situación económica llevaron a que el subempleo a escala nacional vuelva a los niveles en que se encontraba hace diez años en el país.

    ¿Por qué las cifras de sub-empleo en el país no han tenido variaciones significativas desde el 2016?

    El trabajo en el país se sustenta en empleos de baja calidad. En los sectores que más empleados concentran, entre los que están la agricultura y el comercio, es donde mayoritariamente se aglutinan los empleos de mala calidad.

    La última vez que hubo una cifra a un dígito de subempleo fue en diciembre del 2012. Desde ese momento creció hasta llegar a la cifra actual, casi igual a la de hace 10 años atrás. ¿Qué provocó este aumento de subempleados?

    Hay una relación directa entre empleo y actividad económica. Esta ha bajado, desde 2016 en adelante. La recesión que sufrió el Ecuador afectó también la calidad del trabajo. Pero hay una ventaja, al menos.

    ¿Cuál?

    Que las cifras de desempleo son bajas. Estas no se modifican mucho porque si la gente no tiene trabajo lo que hace es buscar una actividad de baja calidad. Al menos busca ingresos. Por eso nuestros registros son reducidos frente a otros países de la región.

    ¿Las personas en el subempleo desarrollan actividades a las que se conoce como ‘informales’?

    Los subempleados no son solo los informales. En el subempleo está la gente, a todo nivel, que está dispuesta a trabajar más tiempo pero no encuentra ese puesto. Es gente que necesita y quiere trabajar, al menos, la jornada regular.

    ¿Por qué estas personas no pueden encontrar un empleo considerado como ‘formal’?

    En primer lugar hay que analizar qué es un empleo formal. Según el INEC, son los negocios que tienen Registro Único de Contribuyente (RUC) o Régimen Impositivo Simplificado. Cuando se trabaja en un lugar que no tiene RUC se está en la informalidad.

    Más personas se encuentran en el subempleo a escala nacional. ¿Por qué se hallan en esa condición?

    Normalmente, en el subempleo el nivel de educación es menor. Son personas que no han terminado la educación completa.

    Un estudio de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales asegura que existe el subempleo entre profesionales. ¿A qué se debe esto?

    Eso obedece a la situación económica que enfrenta el país. Puede haber una reducción del empleo y la gente que no labora busca otra actividad para subsistir hasta hallar un trabajo denominado pleno -ocho horas diarias y con al menos el sueldo básico-.

    En el país hay gente a la que se considera como sobre educada. Algunos de ellos tampoco acceden a empleos plenos ya que las empresas no les pueden pagar lo que buscan. ¿Eso desalienta para que la persona siga estudiando y preparándose mejor?

    En realidad la idea de la preparación es que se reactive la actividad productiva. Creo que el objetivo de la educación es generar emprendedores que traten de abrir sus propias empresas y generen empleo. A veces la concepción que se tiene de la educación es que se lo hace para ser un asalariado, laborar para alguien más.

    Durante la década pasada hubo un ‘boom’ de jóvenes que salieron a estudiar al exterior a buscar títulos de cuarto nivel o más. ¿Esto rendirá frutos al mediano o largo plazos?

    Sobre todo a mediano plazo. Esa es la inversión que se hizo como país: tratar de capacitar a la gente para que luego venga y desarrolle emprendimientos. Las personas que salieron con beca pública tuvieron o tienen que regresar a trabajar en el país. Al volver han buscado empleo, en la parte pública, pero no lo han logrado. No solo es ser trabajador, sino conformar una propia empresa.

    ¿Hay algún sector específico en el que puedan desarrollarse más estos emprendimientos?

    Depende de la especialidad. El tema de servicios tiene amplio dinamismo en Ecuador y el mundo. Se puede prestar servicios y generar producción. Hay que desarrollar valor agregado para el país.

    Si uno revisa las cifras del INEC se observa que la mayor cantidad de personas que están en el subempleo no son jóvenes, sino aquellas entre los 45 y los 64 años. ¿Ese segmento etario ya no tiene la capacidad para hallar un empleo pleno?

    Tienen mayores dificultades para ser contratados. Pueden tener experiencia, pero las empresas prefieren contratar a gente joven. Las personas de 45 a 64 años que buscan tener algún tipo de actividad lo hacen para sobrevivir.

    Las personas en el subempleo, según el INEC, están en esta condición entre 1 y 10 años, lo que implica que a largo plazo no han logrado resolver su situación. ¿Es este un problema estructural?

    El tema del subempleo, más allá de cualquier mejora, siempre se ha encontrado en niveles altos. Las cifras se han mantenido estables. Para aumentar el empleo pleno, además de aplicar políticas económicas, son necesarias otras para fomentar la educación, la planes industriales, entre otros.

    ¿Por qué los jóvenes no ocupan un gran porcentaje en el subempleo?

    Para ellos es más factible insertarse en el empleo pleno. Además, hay que analizar que el grupo etario que más está en el subempleo se halla en una edad en que las familias dependen de ellos. Esa persona no puede decir, como un joven, que va a esperar hasta conseguir un trabajo.

    Los hombres son los que tienen mayor participación en el subempleo.

    No se puede determinar si estas personas son las que tienen mayores dificultades de hallar un empleo pleno. Esto es una cuestión de estructura. Muchas mujeres puede que estén, en realidad, en el empleo no remunerado, puede que se dediquen a tareas del hogar.

    En el país, según se observa en el INEC, hay tres sectores que aglutinan la mayor cantidad de trabajadores: agrícola, comercial y de manufactura. ¿Cómo hacer para que haya una mayor diversificación por sector y, sobre todo, que los empleos no se concentren solo en áreas primarias?

    Como comenté anteriormente, es importante el tema de la educación. Dar oportunidades y tratar de que el proceso agrícola se convierta en industrial. El ejemplo de lo que se ha aplicado con el cacao es bastante positivo. En los últimos años han surgido empresas productoras de chocolate y derivados con cacao fino de aroma que se están posicionando en el mercado nacional e internacional. Esta experiencia debe replicarse en otros productos.

    En el trimestre pasado, a diferencia de otros, el comercio pasó a liderar el área productiva que más concentró empleo. Usualmente es el sector agrícola.

    A veces cualquiera de las tres ramas que mayor empleo concentran en el país pueden variar en orden. Funciona por temas de temporalidad. Las tres aglutinan más del 50% del empleo en el país.

    Hoja de vida

    Formación. Es economista por la Universidad Católica del Ecuador. Tiene un máster en economía, con especialización en macroeconomía y finanzas de la Flacso y un máster en microfinanzas y desarrollo social en la Universidad de Alcalá de Henares (España).

    Experiencia.  Es docente a tiempo completo de la Universidad de las Américas. Ha laborado en cargos ejecutivos en la Superintendencia de Economía Popular y Solidaria y el Banco Central. Fue consultora del BID.

    Córdova ha laborado en cargos ejecutivos en la Superintendencia de Economía Popular y Solidaria y el Banco Central. Foto: Alfredo Lagla / LÍDERES
    Córdova ha laborado en cargos ejecutivos en la Superintendencia de Economía Popular y Solidaria y el Banco Central. Foto: Alfredo Lagla / LÍDERES