Etiqueta: emprendimientos

  • Sabores italianos marcan 14 años de un negocio familiar

    Redacción Líderes

    Con más de 14 años en el mercado, el restaurante Bocatto Da Fiorentino surgió en Quito en el 2004 como una alternativa a la gastronomía italiana que entonces se ofrecía en la ciudad.

    Fue mentalizado por los hermanos Gabriel, Isabel y José Carrasco, quienes por el éxito alcanzado posteriormente crearon Little Italy Pizza by Bocatto, especializada en pizzas.

    De la primera marca existen dos establecimientos. El primero que se abrió está en el patio de comidas de Mall el Jardín, norte de Quito; el segundo se encuentra en el centro comercial Scala Shopping, en Cumbayá. Estos locales registran una alta afluencia de clientes durante todo el año.

    Como Little Italy poseen seis puntos de venta localizados en Quito (Cumbayá, Granados Plaza y La Floresta) en Guayaquil (Mall del Sol) y en Samborondón.

    Un total de 100 personas trabajan en los restaurantes, que atienden todos los días, desde las 12:00.

    Gabriel Carrasco, gerente General, señala que el valor agregado de la firma se consolida en la producción de alimentos sanos y artesanales que brindan “sabores únicos y aromas cautivadores, servidos en espacios cálidos, acogedores y coloridos”.

    El 80% de los productos preparados son de origen ecuatoriano, el resto son importados desde Italia y España.

    El negocio tiene 30 proveedores. Cada uno es evaluado no sólo en la calidad del insumo sino también en su cadena de distribución, tiempos y gestiones administrativas que influyen en el desarrollo de la marca.

    Carrasco menciona que la empresa continuamente realiza grupos focales, con el fin de conocer la opinión de sus clientes. De ahí surgen las propuestas para innovar el menú y servicio.

    En el 2018, la facturación del negocio se incrementó el 9,7% con respecto al 2017. Ahora la meta es crecer entre 9% y 13% aplicando distintas estrategias.

    Gabriel Carrasco, gerente General de la empresa.Foto: Galo Paguay / LÍDERES
    Gabriel Carrasco, gerente General de la empresa.Foto: Galo Paguay / LÍDERES
  • ¿Cómo generar el interés de los inversionistas?

    Denisse Molina m., AEI  (I)
    Para LÍDERES

    El inversionista es el motor que puede dar el impulso económico y la enseñanza que el emprendedor necesita para que su negocio despegue. Si se busca un aliado para que la empresa o el proyecto crezca es primordial aprovechar la oportunidad de demostrar que esa iniciativa es la ideal para entregarle recursos.

    Una buena noticia: el apoyo se incrementa. Muestra de ello es que en 2017, el volumen de inversiones de capital privado en emprendimientos latinoamericanos aumentó hasta los USD 8 400 millones en 424 transacciones, según LAVCA, asociación para la inversión de capital privado en América Latina.

    Dependiendo de la etapa en la que esté el negocio, una opción es acudir a un ‘inversionista ángel’, quien brinda capital y potenciación de capacidades a segmentos de desarrollo de manera individual y directa, según el Fondo Multilateral de Inversiones. Otra alternativa es acudir a una firma que maneja fondos de capital de riesgo. Ricardo Topón, analista de inversiones de Startup & Ventures, y Luis Marriott, economista y coach de OpenExO, comparten consejos para no fracasar en la búsqueda de ayuda.

    El equipo

    Recuerde que su grupo emprendedor es lo más valioso. El inversor le apostará a las personas que conforman la empresa, más que al producto en sí, pues este último cumplirá un ciclo impulsado por el capital humano, mientras que los emprendedores desarrollarán nuevas ideas y estrategias.

    Las primeras ventas

    Es más probable que un inversionista apoye a una empresa que se encuentre en el período de las primeras ventas, porque existe una validación del modelo del producto, una evidencia de su consumo, así como de su aceptación en el mercado.

    Por eso es importante demostrar que las ventas son sostenidas, al menos, de seis meses. Y acuda al tipo de inversionista que esté enfocado en las características de su negocio.

    Un modelo claro

    Cree una herramienta de análisis que, de manera sencilla, explique su modelo de negocio. Debe aclarar qué le ofrecerá al mercado, cómo hará su producto, a quién lo venderá, de qué forma y cómo se generarán ingresos, según recomienda la gaceta digital El Emprendedor.

    Al contar con un modelo claro y explicado de manera directa, se puede apelar efectivamente al interés del posible inversor.

    Una valoración real

    Antes de presentar una propuesta, piense en qué debe invertir, tomando en cuenta en que el dinero será destinado al crecimiento del negocio y no a cubrir deudas.

    Además, analice el porcentaje de acciones de la empresa que se entregarían al inversor a cambio de su soporte.

    Los expertos recomiendan que este no supere el 10%- 15%. Esto dependerá de la etapa en que su negocio se encuentre.

    Inversión para crecer

    A través de un plan de fondeo indique sus metas claras de financiamiento, plasme sus objetivos sobre el monto que requiere, en qué lo invertiría y a qué segmento de la empresa lo destinaría. Igualmente, demuestre que lleva algún sistema de contabilidad y plan financiero claro. Mostrar el punto de equilibrio y los costos fijos de su negocio serán de ayuda.

    El tamaño del mercado

    Al definir la dimensión del segmento al que llegará su producto, el inversor conocerá la tendencia de crecimiento del proyecto, al igual que su alcance, que puede ser local, regional, internacional. Si su iniciativa tiene la capacidad de trascender las fronteras del país será más llamativa.

    Apunte bien

    Enfoque sus esfuerzos en inversionistas con el perfil indicado, es decir, con quienes tengan relación con su emprendimiento.

    Hay inversionistas enfocados en manufactura, retails, banca, tecnología, etc. que buscan sustentar proyectos alineados a su industria o que la complementan.

    Propuesta de valor

    Solucionar los problemas de sus clientes es el objetivo de cualquier negocio, pero qué mejor y atractivo para los inversionistas que tener un producto o servicio elaborado de una manera nueva e innovadora.

    Según la etapa del negocio, se puede acudir a un ‘inversionista ángel’, quien brinda capital y potenciación. Foto referencial: Pixabay
    Según la etapa del negocio, se puede acudir a un ‘inversionista ángel’, quien brinda capital y potenciación. Foto referencial: Pixabay
  • Manabí mantiene su aire emprendedor

    María Victoria Espinosa (F)

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    Las ferias y festivales manabitas han posicionado a los emprendedores de Manabí que elaboran productos típicos. Entre el 2016 y marzo del 2019 se organizaron 279 ferias en Manabí, Pichincha, Guayas, Azuay y otras provincias en las que los protagonistas fueron emprendedores manabitas.

    Linda Chong, coordinadora de la unidad técnica de Emprendimientos de la Dirección de Fomento productivo de la Prefectura de Manabí, señala que desde antes del terremoto de abril del 2016 se empezó dar asesoría a los emprendedores para mejorar marcas y recetas de los productos, pero a raíz de las condiciones devastadoras en las que quedó la provincia tras el terremoto, la asesoría y el acompañamiento se intensificaron.

    Para Lorena Castillo, de la línea de aliños ‘Picando Ando’, las ferias permitieron que los supermercados a escala nacional se fijaran en productos típicos manabitas.
    Según la Prefectura de Manabí, al menos 150 productos de la provincia se distribuyen en tiendas y supermercados nacionales.

    En el caso de los emprendimientos de café molido y tostado, hay 15 emprendimientos que ya se venden a escala nacional. Uno de ellos, es el café El Mañanerito, producido por la Asociación de Producción Industrial Cafeteros de Manabí.

    Ellos tienen una planta en la parroquia Noboa, del cantón 24 de Mayo. Ahí se producen 1 800 fundas, que se distribuyen en Manabí, Quito y Guayaquil a través de Supermercados Tía.

    Otro producto, que también está en las perchas nacionales es Chifles Del Mejor. Este emprendimiento se creó en el 2011 y durante cuatro años se dedicó a crear recetas innovadoras para saborizar a los chifles de plátano verde y maduro. En la actualidad tiene tipos de sabores a maduro con queso, encebollado y el natural. También ofrece otros productos como el dulce de banano con cacao.

    Los productos con la marca Del Mejor están en 72 locales de la Corporación Favorita; en los locales de la cadena Del Portal en Guayaquil y Galápagos, así como en tiendas y supermercados de la provincia.

    Freddy Zambrano, propietario del negocio Del Mejor, señala que las ferias que se empezaron a realizar a raíz del terremoto del 2016, fueron una ventana para mostrar los productos manabitas al país.

    Los dulces y productos lácteos también hacen parte de la gama de productos que se ha posicionado a escala nacional.

    La marca Doña Oti, elabora un manjar con leche, canela y azúcar. “Es el clásico y delicioso manjar que nuestras abuelas y madres preparaban en los hogares manabitas”, señala la emprendedora Otilia Andrade, de Chone.

    Ella señala que su negocio nació hace 20 años, en el sector Las Chonanas. Pero no había podido promocionarlo en otras ciudades manabitas por falta de recursos económicos.
    Pero en el 2016 decidió asistir a una feria en Portoviejo. Ella hizo degustaciones y entregó su número de teléfono a los clientes.

    A los pocos días, empezaron a llamarla para hacerle pedidos del manjar de leche. Eso la motivó a crear nuevas recetas de manjar con sabor a frutas como mango, naranja, coco, limón, entre otras.

    Este año, ya se han realizado seis ferias en Manta, Portoviejo, Rocafuerte, Chone y San Vicente.

    En este último cantón se realizó una feria y una rueda de negocios a la que asistieron 18 asociaciones.

    En Manabí se han realizado 279 ferias y festivales para emprendedores, edsde el 2016 hasta marzo del 2019. Foto: Cortesía Prefectura de Manabí
    En Manabí se han realizado 279 ferias y festivales para emprendedores, edsde el 2016 hasta marzo del 2019. Foto: Cortesía Prefectura de Manabí
  • El capital para emprendimientos en Ecuador bordea los USD 41 millones

    Carolina Enríquez (I)
    redaccion@revistalideres.ec

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    El financiamiento es la clave para potenciar emprendimientos que resulten innovadores y que tengan grandes posibilidades de crecer e internacionalizarse.

    El estudio de la Alianza para el Emprendimiento e Innovación (AEI) ‘La Industria de capital emprendedor en Ecuador 2018-2019’ revela que en el 2018 existían en el país USD 41,05 millones comprometidos para emprendedores.

    Entre los mecanismos de inversión que enumera el reporte se hallan el capital semilla, capital de riesgo e inversión ángel. “El dinero disponible sumó USD 9,05 millones, de los cuales el 85,4% se colocó ya en emprendimientos”, señala el documento.

    Luis Marriot, coordinador de área de la AEI, dice que en el país existen alrededor de 14 organizaciones aliadas de la agrupación que financian a emprendedores. Una de ellas es una institución financiera. Estos financistas pertenecen al sector público y privado. “Es importante dar a conocer que existen estos fondos y cómo trabajan”. Esa fue una de las razones que motivó la elaboración del estudio de la AEI.

    El estudio tiene dos objetivos. El primero es que los emprendedores sepan a quién acudir para solicitar financiamiento o inversión. La segunda meta busca que las personas que buscan colocar capital en ideas innovadoras conozcan dónde hacerlo.

    Como parte de este proceso la AEI elaboró en agosto del año pasado un proceso de recolección de información básica de emprendimientos y aliados de la red que, actualmente, requieren inversión.

    “El catálogo fue canalizado a distintos fondos de inversión para que apunten a los emprendimientos de su interés y generen conexiones entre emprendedores e inversionistas” explica el estudio de la Alianza. De esta manera, se persigue el objetivo de incrementar la inversión en emprendimientos innovadores en el país. Hasta marzo de este año,
    aproximadamente 25 iniciativas han generaron interés por parte de los fondos de inversión, nacionales e internacionales, según el documento de la AEI.

    La inversión por emprendedor depende del tipo de mecanismo. En el caso del capital semilla puede ir entre USD 20 000 y 250 000; cuando llega desde los inversionistas ángeles los montos oscilan entre USD 25 000 y USD 300 000; mientras que en el capital de riesgo se coloca entre USD 20 000 y dos millones de dólares.

    Las inversiones se realizan dependiendo de la fase de desarrollo del emprendimiento. El capital semilla puede destinarse para una idea sin prototipo, con prototipo o en etapa temprana; los de inversión ángel y el capital de riesgo pueden hacerse, incluso, en la etapa de crecimiento de un negocio.

    En Ecuador se encuentran inversionistas con y sin fines de lucro del negocio.

    En el primer caso se encuentran personas que ponen capital a cambio de un porcentaje de las acciones. Esto sin embargo, no siempre es atractivo, según Ricardo González, catedrático universitario y consultor de la Cámara de Comercio de Quito (CCQ). “Hay empresarios que han cedido hasta el 70% por un aporte menor (…) el inversionista debe volverse parte del equipo de trabajo y no ser solo alguien que espera resultados”.

    Si el emprendedor no tiene una guía adecuada de cómo manejar estos capitales puede llegar a perder su capital accionario. Asimismo, quienes están fuera de Quito o Guayaquil tendrán mayores dificultades para encontrar inversiones o financiamiento debido a que no existen el respectivo ecosistema para colocar fondos, comenta.

    “En ese caso, la gente opta por la inversión tradicional. Usar sus ahorros o pedir a familia, amigos o conocidos. Si le va bien lo devuelve, si no se queda endeudado”, explica González.
    El financiamiento para negocios viene de fuentes nacionales e internacionales, que se enfocan en colocar capitales en la región o en otros países como los EE.UU.

    Buscar financiamiento en el sector bancario, por otro lado, es complejo. “El préstamo bancario nunca es una buena opción cuando todo está en ideas porque se exigirán muchísimas cifras y requisitos”, explica Marriot.

    También se debe tomar en cuenta que no toda la población está bancarizada. Según Asobanca, citando a un estudio del Banco Mundial, el 51% no lo está.

    José Oleas, gerente de la industria procesadora y exportadora de productos hechos con quinua, Agroalina, acudió al sistema financiero cuando ya tenía el terreno y la planta. La inversión inicial fue de USD 250 000, con recursos propios. Reinvirtieron USD
    500 000 más tarde.

    David López, jefe técnico de la Cámara de Comercio de Quito (CCQ), considera fundamental invertir o financiar emprendimientos porque “un país que apunta a ello es aquel en los que surgen casos de éxito empresarial. Han llegado a cambiar la lógica de negocios en el mundo”.

    Los consultados coinciden en que la inversión permite que pequeños emprendimientos ingresen al mercado rápidamente y solucionen problemáticas en el país o, incluso, en el mundo.

    Cinco sectores que atraen capitales

    Redacción Cuenca (I)
    redaccion@revistalideres.ec

    Los emprendimientos relacionados con agroindustria, turismo, artesanía, tecnología y construcción son algunos de los que más posibilidad tienen de acceso al financiamiento en el país. Es una de las conclusiones del estudio denominado ‘La Industria de Capital Emprendedor en Ecuador 2018-2019’, elaborado por la Alianza para el Emprendimiento e Innovación (AEI).

    Según el coordinador de esta alianza, Luis Marriot, estos sectores tienen más posibilidades por factores entre los que está el hecho de que hay más negocios de los mismos en el país. La matriz productiva local está vinculada con la agroindustria y el turismo, mientras que la construcción tiene un mercado interesante.

    Además, hay oportunidades de crecimiento para la tecnología por su desarrollo en el mundo.
    Javier Albuja, coordinador de emprendimiento y desarrollo empresarial de ConQuito, señala que esas actividades son más atractivas porque los inversionistas buscan cuáles son las tendencias que demanda el mercado tanto en el país como en el exterior. “Cuando son temas caducos y no hay valor agregado ya no les atrae”.

    El financiamiento para los emprendimientos de estos sectores proviene, principalmente, de capitales semilla. Las inversiones ángeles, de capitales de riesgo y otros mecanismos también llegan aunque sí apuntan a otros sectores, entre los que están las tecnologías de la información y comunicación, los servicios, la farmacéutica y más.

    Albuja agregó que hay otras fuentes de financiamiento como los propios recursos de los emprendedores o de sus familias cuando están en las primeras fases como la de ideas y, posteriormente, el ingreso por las ventas cuando el producto o el servicio ya está en el mercado.

    Eso ocurrió con el ingeniero de Sistemas Fabián Chablay. Hace 12 años inició junto a otros cinco compañeros el desarrollo completo de un software para el manejo de todas las áreas de una empresa o negocio. La intención fue que sirva para la contabilidad, manejo de inventarios, facturación y otras necesidades.

    La inversión inicial fue de USD 3 000, que financió con sus ahorros y aportes familiares. “Pensábamos en un crédito, pero no cumplíamos los requisitos”, contó Chablay.

    Posteriormente, los ingresos por las ventas del software fueron reinvertidos en el mejoramiento de su producto. Es una estrategia que la mantienen hasta ahora para no recurrir a préstamos bancarios.

    En la actualidad, su único socio es su hermano Freddy. Van por la octava versión de su software, que se llama Bemus RP. Tienen 190 clientes en Azuay, El Oro y Pichincha, que son pequeños y medianos comercios y empresas.

    Évelyn Ordóñez también se financió con fondos privados. Su empresa es Queen Corporation, que oferta el producto Biostar.

    Su emprendimiento consiste en elaborar un bioestimulante orgánico en base a la espirulina, que es una microalga natural. Es un alimento que contienen todas las vitaminas y minerales, aseguró Ordóñez.

    Su idea fue crear un fertilizante que ofreciera mayores beneficios que uno químico, para mejorar la productividad y crecimiento de las plantas. Además, que sea amigable con el ambiente y no afecte a los alimentos.

    Ella explicó que este bioestimulante mejora el sistema inmunológico de las plantas para que crezcan más fuertes y sanas. “Los frutos son más grandes, sanos, resistentes. Y se limita el uso de productos químicos y pesticidas”.

    Ordóñez calculó que una iniciativa como esta demandaría de una inversión de USD 500 000, pero en su caso ya contaban con la finca y algunas instalaciones. “Lo que faltaba hicimos poco a poco. Se necesita una inversión constante para crecer”, manifestó.

    La historia de Karla Rodríguez, de Kun Eco Fibers, es diferente. Ella tiene un emprendimiento con la fibra de alpaca y borrego, que la convierte en fieltro. Se ofrece a la industria textil.
    Su iniciativa ganó las becas ensamble de la Secretaría de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación. Recibió un capital semilla de USD 50 000.

    Según Rodríguez, lo ideal para iniciar un emprendimiento es obtener recursos de los capitales semillas porque son no reembolsables. “Hice un estudio de mercado y obtuve el financiamiento”.

    Con ese dinero adquirió maquinaria y materia prima, desarrolló estrategias de marketing y cubrió otras necesidades.

    Emprendedores como Diego Enríquez, por su parte, utilizaron fondos privados.

    Urcohuasi Farms es una agroindustria que procesa y exporta quinua. En sus inicios, crecieron con fondos propios. Más adelante, la firma buscó financiamientos en una entidad bancaria. Foto: Archivo / LÍDERES
    Urcohuasi Farms es una agroindustria que procesa y exporta quinua. En sus inicios, crecieron con fondos propios. Más adelante, la firma buscó financiamientos en una entidad bancaria. Foto: Archivo / LÍDERES
  • Fruta deshidratada que llega a cuatro mercados

    Modesto Moreta

    Las frutas deshidratadas crocantes y naturales llevan el sello de Manari Ecuador. Esta pequeña empresa ambateña está en el mercado hace un año y medio.

    El valor nutritivo y su sabor son dos características que sobresalen en esta marca que se consolida en los mercados de Ambato, Guayaquil, Quito y Cuenca.

    Marcelo Naranjo fundó el emprendimiento para aprovechar su experiencia industrial que logró cuando trabajó como jefe de producción de la empresa La Universal, en Guayaquil. Este ingeniero en Alimentos decidió incursionar en la producción de frutas deshidratadas. En la actualidad comercializa al mes al menos 150 kilos de frutas deshidratadas al granel y en presentaciones de 30 g y frascos para infusión de 50 gramos para 10 tazas de té.

    Ofrece mermeladas de membrillo y próximamente té de frutas deshidratadas sin colorantes. El año pasado logró facturar USD 9 000, para este año espera triplicar la producción y las ventas. Con sus productos abastece a empresas y supermercados de todo el país. Actualmente tiene cuatro colaboradores.

    El emprendedor realizó un crédito de USD 15 000 en una institución financiera local para ampliar su negocio. Con los fondos compró una deshidratadora de mayor capacidad; también trabaja en el desarrollo de nuevos productos, innovación en los empaques con el apoyo de la Corporación para el Desarrollo de Ambato (CorpoAmbato). “Nuestros snacks de fruta deshidratada son naturales y libres de azúcar y conservantes, su principal característica es su textura crocante, lo que permite que sea apetecible para nuestros clientes en el país”.

    Naranjo indica que los productos que desarrolla Manari Ecuador están dirigidos a las personas que buscan alimentarse sano, con productos naturales y sin químicos. Una vez que entró en el mercado de los alimentos, el joven emprendedor se vio en la necesidad de capacitarse en técnicas de mercadeo, planes de negocios, administración y costos con la ayuda de CorpoAmbato. “Estos conocimientos me ayudaron a poder manejar mi emprendimiento”.

    CorpoAmbato que es auspiciada por el Consejo Provincial de Tungurahua, la Cámara de Comercio y otras instituciones capacitan a los emprendedores en forma gratuita. La entidad también ayudó a desarrollar la página web www.manari.com.ec. Ahora trabaja en un nuevo proyecto con la creación de una tienda online para las ventas a través de tarjetas de crédito. Uno de los proyectos es sacar nuevas presentaciones asequibles para estudiantes.

    La inversión inicial de Manari fue de USD 7 000, que logró ahorrar cuando trabajaba en Guayaquil. Con los fondos adquirió una deshidratadora, utensilios, empaques, los trámites para obtener los registros sanitarios y la infraestructura.

    El emprendedor comenzó deshidratando fresa, mora para la infusión de frutos rojos, luego sacó sabores como piña y jamaica, manzana y canela. El año pasado arrancó con los snacks crocantes de manzana y piña.

    Desde hace un año la firma Chocobanana comercializa los snacks que produce Manari Ecuador. Susana Lalama, gerenta de Chocobanana, dice que las ventas de los snacks están incrementándose entre 15% y 18%. “Nuestros clientes van conocimiento el producto y lo consumen. También en las fiestas infantiles ya no utilizan las papas fritas u otros productos, sino que compran los snacks para ofrecerles a los niños”.

    Es más, en Chocobanana comenzaron a enviar los productos a la ciudad de Cuenca. “La comercialización también está aumentando porque son productos de calidad y sin preservantes”.

    Marcelo Naranjo es el gerente de Manari Ecuador, que produce frutas deshidratadas en envases de 30 gramos y en té de 50 gramos. Foto: Glenda Giacometti / LÍDERES
    Marcelo Naranjo es el gerente de Manari Ecuador, que produce frutas deshidratadas en envases de 30 gramos y en té de 50 gramos. Foto: Glenda Giacometti / LÍDERES
  • Ellas exportan detalles en flores que duran por años

    Evelyn Tapia

    Cuando Daysi y Karina Miranda decidieron renunciar a sus empleos en multinacionales para estudiar en la Universidad de Manchester, su padre, Francisco Miranda, no lo podía creer.“Él decía, qué prosa, ¿cómo van a renunciar si tienen un buen trabajo?”, recuerda, entre risas, Yolanda Moscoso, su mamá.

    De ese viaje a Inglaterra, las hermanas volvieron a Quito con un MBA en Finanzas y uno en Marketing. También llegaron con una idea de negocio que pusieron en marcha en el 2015, con una inversión inicial de USD 10 000.

    Lasting Bloom es un negocio que comercializa flores, arreglos florales y árboles -todos naturales- que han pasado por un proceso de preservado para perdurar por años en perfectas condiciones, sin recibir agua o luz solar.

    Coloridas rosas en empaques de acetato, en cajas negras semejantes a las que guardan joyas, en envases de cristal; además, orquídeas en tonos pasteles; girasoles; pequeños bonsái y arbustos medianos, entre otros, suman un catálogo de alrededor de 70 ítems.

    “Vimos cómo afuera el producto ecuatoriano es tan valorado. Hicimos un estudio de mercado sobre las flores preservadas, como proyecto de graduación del MBA en Londres, y así conocimos la cultura de negocios de la gente en Europa”, dice Daysi.

    Karina cuenta que, al comenzar el emprendimiento, uno de los retos más grandes fue encontrar proveedores de materia prima con la calidad necesaria para enviar el producto a mercados exigentes y responder con rapidez.

    “Empezamos trabajando en la sala de la casa. Ahora laboramos con unos 10 artesanos, cada uno especialista en una rama: madera, vidrio, etc. Tenemos a los mejores proveedores de flores naturales”, explica Karina.

    Yolanda destaca que al contratar artesanos, ayudan a generar más empleo indirecto entre amas de casa y familias. “Detrás de cada artesano hay unas seis personas más laborando”, comenta la madre de las emprendedoras, que se encarga de diseñar las creaciones de arreglos florales.

    Las primeras ventas del negocio se dieron puerta a puerta, buscando floristerías en Quito. Luego vinieron las exportaciones, la colocación en cadenas nacionales y una tienda online: Imperio Floral.

    Daysi explica que en el primer año lograron seis clientes nacionales y cuatro internacionales. En este 2019, cuentan en la lista de la empresa a unos 20 clientes nacionales y 10 internacionales.

    Elizabeth Torres, gerente de retail del Hotel Marriott, señala que en la tienda de regalos del lugar se venden desde hace tres años las flores de Lasting Bloom. Cuando un cliente VIP llega, recibe como cortesía una rosa de esta marca.

    “El hotel es una vitrina al mundo para sus productos. Los huéspedes que vienen de afuera pueden conocer Ecuador a través de estos artículos, que son de tan buena calidad y que van acorde con nuestro target”, menciona.

    Del total de las ventas del negocio, el 55% corresponde a las que se hacen en Sukasa, Fybeca y Locuras. “La experiencia de llegar a cadenas nos dio experiencia. Conocimos sobre cómo manejar el tema de empaques, por ejemplo, y también aprendimos a diseñar productos acorde con los clientes de cada cadena”, señala Karina.

    Daysi acota que el 20% de las ventas corresponde a exportaciones. Añade que participar en ferias y misiones diplomáticas, además de promocionarse a través de Internet y redes sociales, permitió a la firma crecer en el mercado internacional.

    Sus productos llegan a floristerías en Inglaterra, Irlanda, Canadá, Perú, México, Panamá, Dubái, Omán y EE.UU. Este último es el principal destino de las flores.

    Las exportaciones pasaron de USD 15 000 en el 2017 a USD
    20 000 en el 2018.

    La línea de árboles y follajes preservados se lanzó este año. Se trata de un producto que se importa de España, con el que se espera llegar al segmento corporativo, de centros comerciales, constructores y decoradores.

    Con estos nuevos productos las dueñas esperan que sus ventas de este año alcancen USD 142 000; es decir, un crecimiento de 49% con relación a la facturación del 2018. En el 2019, además, su plan es llegar al mercado argentino y entrar en cadenas internacionales.

    Yolanda Moscoso y su hija, Karina Miranda, en el nuevo local estilo show room que abrieron este mes en el sector de El Bosque, en el norte de Quito. Foto: Diego Pallero / LÍDERES
    Yolanda Moscoso y su hija, Karina Miranda, en el nuevo local estilo show room que abrieron este mes en el sector de El Bosque, en el norte de Quito. Foto: Diego Pallero / LÍDERES
  • Emprendimientos recibieron reconocimiento por parte de Conquito

    Carolina Enriquez

    En nueve categorías se entregaron galardones durante la primera edición del reconocimiento Quito Sostenible y Responsable.

    La entrega del premio estuvo a cargo del Consejo Metropolitano de Responsabilidad Social (CMRS). El anuncio lo hizo Conquito.

    En la convocatoria postularon 81 iniciativas. Los reconocimientos se entregaron en las áreas de comercio justo, producción responsable, consumo responsable, derechos humanos, convivencia comunitaria, conservación de la cultura, etc.

    Entre los ganadores estuvieron Super Foods Ecuador, la cual impulsa una vida saludable a través del consumo de productos orgánicos. La iniciativa trabaja con agricultores que proveen de alimentos que rescatan las raíces alimenticias y generan trabajo en un sector vulnerable; ganó en consumo responsable.

    Por comercio justo obtuvo su reconocimiento el Centro Cultural Vivencial Raiz.EC, el cual transmite valores ancestrales mediante la venta de productos de comercio justo de una red de artesanos que viven en el sector del aeropuerto de Tababela.

    Del lado de conservación de la cultura triunfó Sueño Yumbo – títeres y patrimonio. La iniciativa investiga, crea y difunde obras sobre las memorias de personas que transmiten el patrimonio cultural inmaterial.

    El reconocimiento ‘Quito, Sostenible y Responsable’ busca destacar proyectos o iniciativas innovadoras enmarcadas en prácticas de responsabilidad social y en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) dentro” de Quito, dijo Conquito.

    El Consejo Metropolitano de Responsabilidad Social busca encontrar iniciativas ciudadanas y buenas prácticas de responsabilidad social, para difundirlas e incidir para que más grupos en la ciudad las repliquen.

    Álvaro Maldonado, secretario de Competitividad y Desarrollo Productivo de Quito junto con dos de los galardonados  Crédito: Cortesía Conquito
    Álvaro Maldonado, secretario de Competitividad y Desarrollo Productivo de Quito junto con dos de los galardonados

    Crédito: Cortesía Conquito

  • Politécnicos en el top 20 del Hult Prize

    Cristina Marquez

    Cristina Márquez. (I)
    redaccion@revistalideres.ec

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    Dos años después de que se integró el grupo de emprendedores que representan a la Espoch en el concurso mundial de emprendimientos de alto impacto, Hult Prize, los jóvenes politécnicos figuran en el top 20 de universidades participantes. Más de 1 000 centros académicos de todo el mundo se inscriben anualmente en el concurso.

    El premio fue creado en 2010 por Ahmed Ashkar y Bertil Hult para reunir las mejores ideas de docentes, investigadores y estudiantes universitarios, y desafiarlos a resolver un problema social urgente relacionado con la seguridad alimentaria, el acceso al agua, la energía y la educación.

    Los emprendimientos de la Espoch han sido galardonados a escala nacional, lo que les valió la oportunidad de concursar en fases avanzadas en el extranjero.

    Rómulo Villa fue campus director durante las primeras dos ediciones y el fundador de la iniciativa en la Espoch. Él reunió al grupo que hizo el primer acercamiento con Hult Prize para el lanzamiento de la primera edición en el 2016.

    “Siempre he sido un seguidor de los programas que apoyan a los jóvenes y promueven nuevas iniciativas”, cuenta Villa, de 24 años.

    Para Villa, el apoyo que la iniciativa recibió por parte de las autoridades de la Espoch y el entusiasmo de los universitarios influyó en el acceso de la Espoch en el ‘top’ de participantes.

    El apoyo se evidenció, por ejemplo, en la organización de la fase local del concurso. El primer año, el Hult Prize Espoch tuvo la participación de 35 grupos de emprendedores de todas las carreras.

    Para la segunda edición, el número se incrementó a 92 emprendimientos, algunos de ellos incluso se convirtieron en microempresas, mientras que otros están en proceso de negociaciones con grandes firmas nacionales para salir al mercado.

    Kamcha es uno de los emprendimientos que surgió tras el Hult Prize. Cinco estudiantes de las carreras de Diseño Gráfico y Mecánica forman parte del equipo de emprendedores que ahora lideran la pequeña empresa que tiene un enfoque social.

    Ellos crearon un producto nutritivo hecho a base de máchica y cacao. Tiene un sabor agradable y aporta energía, fibra y vitaminas a los consumidores.

    Los chicos tuvieron la idea al investigar sobre los objetivos de desarrollo sostenible que propone Hult Prize. Luego de enviar el proyecto a varios inversionistas potenciales, obtuvieron el apoyo de una familia extranjera que prefirió mantenerse en el anonimato.

    Ellos les proporcionaron un capital semilla de USD 5 000. Con el dinero instalaron una pequeña planta de producción en San Andrés, Guano, y adquirieron materias primas como cebada y cacao.

    “Las materias primas se adquieren directamente de los productores para garantizar precios justos y evitar intermediarios. Además, las ganancias se re invierten en la comunidad”, explica Villa.

    La empresa ahora produce al mes 500 empaques de 15 porciones que cuestan USD 5,25, y 200 empaques de ocho porciones.

    La mezcla se comercializa en mercados artesanales locales, en tiendas de Riobamba y en el supermercado La Ibérica. Pero en el futuro esperan incrementar el volumen de producción y llegar a más ciudades del país.

    Otros emprendimientos que resultaron triunfadores en las fases locales y nacionales también están en fase de prototipo y negociaciones. Innergy, por ejemplo, espera lanzar su producto a la venta y ahora están en negociaciones con los posibles inversionistas.

    Los emprendedores son alumnos de la Facultad de Ingeniería, y diseñaron un lápiz que acumula energía al escribir, y que luego permite cargar un celular.

    Otro factor que impulsó el ascenso de la Espoch en la lista del Hult Prize Mundial, fue que los jóvenes empezaron a aportar a la creación de políticas públicas.

    El año pasado presentaron sus criterios y proyectos en el Municipio de Riobamba, e impulsaron una ordenanza para promover el emprendimiento en la ciudad. La legislación que pronto estará vigente indica que habrá incentivos tributarios y que el Cabildo promoverá las relaciones comerciales, entre otros puntos.

    Emprendimientos

    Kamcha Se fundó en noviembre del 2017. Los emprendedores investigaron las necesidades nutricionales y esperan diversificar su línea de producción este año.

    Innergy.  Diseñaron un lápiz que acumula energía al escribir y trabajan en el diseño de un nuevo prototipo. Se trata de una pelota que acumula energía al golpearla.

    Border Line.  Es un proyecto con objetivo social. Por cada chompa que un usuario adquiere, se entrega otra a un refugiado para evitar más muertes por hipotermina en el medio Oriente.

    Jhoselyn Uvidia, Rómulo Villa, Gabriela Caluña y Karen Fiallo son parte del equipo que lidera Kamcha. Foto: Glenda Giacometti / LÍDERES
    Jhoselyn Uvidia, Rómulo Villa, Gabriela Caluña y Karen Fiallo son parte del equipo que lidera Kamcha. Foto: Glenda Giacometti / LÍDERES
  • Una estrategia para impulsar a escala nacional emprendimientos

    Redacción Líderes

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    Entrenamiento para desarrollar una idea negocio, entrega de un capital no reembolsable de USD 10 000 para su implementación o mejoramiento de uno ya existente y asesoría legal son parte de la estrategia de compañía La Fabril para que se generen más emprendimientos a escala nacional.

    Con ello no solo que se generan oportunidades de empleo, sino que la compañía dinamiza sus ventas. Esto debido a que para poder acceder a los incentivos, los emprendedores deben participar en un concurso en el que envían un sobre a La Fabril con tapas de uno de sus productos junto con su idea de negocio; ocho personas tienen posibilidad de ganar.

    Este proyecto se viene implementando hace tres años. Arturo Arce, jefe de marca en La Fabril, comenta en el 2016 la oportunidad de empleo era bastante baja, “el entorno económico no era bueno y luego sufrimos un terremoto que empeoró la situación. Por ello exploramos las necesidades del ciudadano y la principal era el empleo. El ecuatoriano es muy emprendedor y decidimos fomentar el emprendimiento para entregar oportunidades”.

    En los años anteriores 16 personas se beneficiaron. Una de ellas Yolanda Castro, quien abrió una heladería y cafetería en Ibarra.

    Un 70% de la inversión se destinó a la implementación del negocio y un 30% para adecuar el local.

    Este trabajo cambió su vida porque la mantiene activa y le permite un ingreso para su familia; tiene un hijo con discapacidad.

    Mientras que Marlene Figueroa, de Puerto López (Manabí), pudo abrir un criadero de cerdos.

    Tras recibir el galardón compró junto a su esposo 16 animales y comida para cuatro meses, lo que les permitió la primera venta y legalizó el terreno que heredó.

    Yolanda Castro cuenta con una heladería cafetería en Ibarra. Ella recibió asesoría para el desarrollo del negocio y capital para implementarlo.Foto: cortesía La Fabril
    Yolanda Castro cuenta con una heladería cafetería en Ibarra. Ella recibió asesoría para el desarrollo del negocio y capital para implementarlo.Foto: cortesía La Fabril
  • Ellos crecieron por su innovación con la madera

    Cristina Márquez. ( I )
    redaccion@revistalideres.ec

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    La historia de grupo Pismade, el negocio familiar de Crisólogo Haro, su esposa Blanca Ramírez y sus hijos Crisólogo, Jean y Diego, se inició como Haro Maderas.

    Hoy este consorcio incluye dos firmas: Pismade e Insermadera; la primera ofrece materiales de construcción como madera, ceras y tinturas, pallets industriales, etc., y la segunda da servicios de reparación y alquiler de pallets.

    “Lo que más nos alegra de nuestro negocio es que podemos trabajar juntos, como familia. Cada uno se especializó en un área diferente del emprendimiento y todos aportamos”, dice Crisólogo padre.

    Él fundó la empresa en 1992, tras un intento fallido en la industria del cuero. Cuando el emprendimiento se inició no tenía conocimientos sobre el trabajo maderero y se desempeñaba como servidor municipal, pero siempre deseó tener un negocio propio.

    “Empezamos a reunir dinero. Obtuvimos un préstamo en una cooperativa, puse todo el dinero que había ahorrado durante mi trayectoria como maestra y mi mamá nos ayudó con el resto. Estábamos decididos a progresar, invertimos un millón de sucres”, dice la esposa, Blanca Rodríguez.

    Pismade se inició como un pequeño aserradero en el parque industrial Riobamba, en el sur de esa urbe. Los dueños empezaron a fabricar pallets, que intermediarios adquirían para revenderlos a exportadores de banano.

    Durante dos años el negocio no trascendió, los intermediarios les ponían el precio a los pallets y no se lograba compensar con los costos de producción. Los ingresos empezaron a mejorar cuando la empresa consiguió un cupo de venta directa a una de las bananeras más grandes del país.

    Sin embargo, la situación volvió a cambiar ese mismo año cuando Crisólogo padre sufrió un accidente grave mientras trabajaba en las maquinarias. Pero, él recuerda la situación con positivismo.

    “Cuando eso ocurrió me di cuenta que no podía trabajar en la maquinaria, así que tomé la mejor decisión de mi vida y me capacité. Aprendí todo sobre el inventario de bosques”, dice el fundador.

    Tras la recuperación, Crisólogo padre empezó a recorrer el país para encontrar los mejores bosques madereros y dejó de depender de los intermediarios que le traían la madera. En poco tiempo se convirtió en un comerciante experto y firmó convenios con varias comunidades propietarias de bosques explotables.

    La empresa volvió a tener un nuevo giro cuando sus tres hijos concluyeron su formación universitaria y se sumaron a la mesa directiva. El primer gran avance se dio cuando decidieron cambiar el único producto de la empresa, los pallets para exportación de frutales, por pallets industriales.

    “Hicimos un análisis de costos y vimos que sólo estábamos viendo el dinero pasar. Cuando empezamos con los pallets industriales tuvimos que comprar nuevas maquinarias, buscar maderas más resistentes y hallar nuevos métodos para fabricarlos”, explica.

    Actualmente, la empresa abastece de pallets a las industrias más grandes del país. Sus clientes están en Quito, Guayaquil, Manta, Santo Domingo y otras ciudades y son empresas que se encuentran vinculadas al sector de alimentos y bebidas, principalmente.

    La empresa fabrica alrededor de 14 000 pallets mensuales y, aunque diversificó la oferta, sigue siendo su producto estrella.

    Diego Haro, el hijo menor, se especializó en ingeniería forestal y la industria de la madera. Él se sumó a la empresa hace cuatro años y trajo desde Chile y Europa ideas innovadoras para la compañía.

    Sus ideas y la adquisición de nuevas tecnologías en Brasil e Italia transformaron la empresa. En el 2010 se incrementó una nueva línea de producción: tableros, molduras, maderas tratadas para exteriores, revestimientos de pared, piso de ingeniería, entre otros materiales de construcción.

    “Fueron varios años de experimentos en el laboratorio para desarrollar estos materiales y garantizar su resistencia. Logramos replicar productos que están de moda en la construcción europea”, explica Diego Haro.

    El piso de ingeniería es uno de los productos más revolucionarios de Pismade. Este material, a diferencia de los pisos tradicionales que requieren todo un tratamiento de lacado , ya vienen listos para su instalación.

    Son más livianos que los pisos tradicionales, más económicos y más ecológicos porque su estructura está compuesta por una delgada capa de madera fina, prensada sobre otros materiales. Este piso tiene mejores cualidades térmicas y es ideal para trabajos de diseño y decoración.

    “Nos gusta mucho trabajar con este producto, es muy diferente a otros que hay en el mercado y hemos logrado acabados hermosos”, dice Pilar Norris, una de las clientes de la firma.

    Los tableros y partes para viviendas son otro producto insignia de la empresa riobambeña.

    Los constructores de la Fundación Hogar de Cristo los utilizan como materia prima para las viviendas sociales que construyen en la ciudad de Guayaquil.

    Ahora la empresa se prepara para exportar al extranjero. “Estamos estudiando el mercado en EE.UU. y nos preparamos para obtener los Isos”, dice Jean.

    Al mismo tiempo, trabajan en la implementación de un nuevo sistema constructivo en madera seca más sustentable. El objetivo de la firma es seguir creciendo y ofreciendo calidad al cliente.

    ‘Los productos marcan la diferencia’

    José Luis Rivera
    Gerente de ventas de Pismade

    Mi objetivo en la empresa es posicionar los productos en el mercado nacional. Eso lo vamos a lograr visitando a nuestros clientes potenciales en sus empresas y negocios para demostrar la buena calidad de los materiales de construcción que producimos.

    Nuestro valor agregado es la calidad y la innovación, tenemos materiales de construcción e insumos para la fabricación de muebles que nuestros competidores no tienen. La durabilidad de nuestros tableros, pisos, pérgolas, revestimientos interiores y otros productos de nuestro menú nos hace diferentes.

    La meta del departamento de ventas es marcar precedentes con una atención personalizada y amable, y mantener vínculos estrechos con nuestros clientes para identificar sus necesidades.
    Con mi trabajo espero colaborar en el desarrollo empresarial y en el cumplimiento de las metas altas que tenemos para el futuro.

    Trabajo en Pismade desde hace cuatro años y espero continuar mi carrera en esta empresa debido a que el clima empresarial es amigable y estable.

    Los propietarios de Pismade muestran algunos de sus productos. Nacieron como un pequeño negocio y ahora el grupo incluye dos empresas. Foto: Cristina Márquez / LÍDERES
    Los propietarios de Pismade muestran algunos de sus productos. Nacieron como un pequeño negocio y ahora el grupo incluye dos empresas. Foto: Cristina Márquez / LÍDERES