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  • ¡No sé qué hacer! Empresa y familia

    Carlos Alberto Borja. IDE Business School

    Ana Cristina acudió en busca de un consejo que le permitiese solucionar, o al menos dar luces, respecto a la situación que enfrentaba en ese entonces.

    El consultor al que acudió era una profesional de mucha trayectoria y prestigio; a eso se le sumaba el hecho de haber orientado profesionalmente a la empresa en la cual trabajaba Ana Cristina, en todos los años que llevaba operando en el mercado.

    Esta vez Ana Cristina estaba presta para contarle su problema: hace un año y medio había entablado una relación de enamorados con un hombre que conoció en un viaje a Máncora, y esa situación que a ella le llenaba el mundo de color rosa, había desencadenado una serie de conflictos en su familia y en la empresa, básicamente por la condición social y laboral de él.

    El consultor quedó muy desconcertado con todo lo que le contó Ana Cristina, y mientras ella esperaba por un consejo, él meditaba sobre todo lo que le había enseñado a sus propios hijos. A continuación un resumen de un caso de Empresas y Familia.

    La empresa

    La organización

    Importadora García, compañía anónima con sede en Guayaquil, había logrado importante estabilidad financiera en los 27 años que llevaba operando en el mercado de la importación y distribución de equipos industriales.

    Fue fundada por Arturo García junto con su esposa, con un capital que tenían ahorrado. Su asertivo y estricto control de toda la cadena de valor le permitió una pronta recuperación de la inversión, a la vez que obtenía una significativa holgura financiera en el negocio y en su patrimonio personal.

    Los ingresos del negocio le habían permitido costear los estudios de sus cuatro hijos en instituciones muy prestigiosas de la ciudad y al mismo tiempo gozar de una posición económica cómoda y sin mayores preocupaciones. Para el 2008, la empresa ya tenía operaciones en varias ciudades del país, y aunque Arturo continuaba en la gerencia general, había delegado importantes funciones a sus cuatro hijos dentro del negocio.

    Ana Cristina, la menor de ellos, estaba al mando de la gerencia financiera; recientemente había obtenido su MBA en una prestigiosa Escuela de Negocios del país y de Latinoamérica. Su aporte a la empresa era muy valioso, su padre consideraba que era la más calificada para sustituirlo en su pronto retiro.

    Ana Cristina

    La gerencia financiera

    Ana Cristina desde temprana edad mostró ser muy inteligente y capaz de lograr grandes cosas, y salir victoriosa de cualquier reto que le propusieran, cualidades que le llevaron a ayudar en asuntos importantes en la empresa desde el primer día que se integró a tiempo parcial con apenas 16 años.

    Luego de culminar su carrera de Ingeniería Comercial, pudo dedicarle más tiempo al negocio familiar, y debido a su desempeño e iniciativa en poco tiempo le fue encargada la gerencia financiera de la compañía. Dicho evento la motivaba mucho y cada día quería aprender más para lograr que la empresa crezca tanto o más de lo que se había desarrollado a lo largo de sus años de existencia.

    En la búsqueda de nuevos conocimientos, decidió cursar una maestría en Dirección de Empresas, lo cual potenció su valía profesional y su liderazgo organizacional. Arturo, al borde de su retiro, estaba totalmente convencido que ella era la mejor opción para quedarse a cargo del negocio; también, tenía una visión moderna y futurista que poco a poco daba importantes resultados.

    En la empresa y la familia había un buen ambiente, todos aceptaban con firmeza el liderazgo de Ana Cristina pese a ser la hermana menor, hasta que apareció Pablo en escena.

    Pablo

    El surfista

    Pablo tenía 30 años, y pese a ser un joven muy talentoso para aprender rápido, no había conseguido un título universitario. Se dedicaba eventualmente al mantenimiento y reparación de equipos de computación, tenía su propia cartera de clientes.

    Dedicaba mucho tiempo a estar en la playa, surfeando, de hecho esa era su mayor ocupación, vivía una vida muy ligera y sin mayores preocupaciones.

    Cuando le pregunté a Ana Cristina cómo se conocieron, respondió: «Bueno, con Pablo nos conocimos hace un par de años, en un viaje que realicé con mi familia bordeando la costa sur rumbo a Máncora. Fue un viaje que hicimos en plan un poco ecoturístico, con varias familias amigas y conocidos de mis padres. Y allí estaba él… un apuesto muchacho de rizos al aire, decolorados por el continuo contacto con el mar y el sol y muy hábil con las olas -hacía giros y piruetas-. Al salir del mar se acercó a un grupo de nosotras y en particular a mí; la verdad es que quedé flechada y con la mirada envidiosa de mis amigas, las cuales no pudieron permanecer más horas bajo el candente sol, que yo ni sentía. No me di cuenta que había pasado la hora del almuerzo y el sol comenzaba a ocultarse… ¡Fue la mejor caída de sol que jamás haya visto en mi vida!»

    La relación

    Ana Cristina y Pablo

    Al final del viaje, Pablo le dijo a Ana Cristina que jamás había conocido a nadie como ella, tan madura y tan dueña de sí misma.

    Después de tantos elogios era claro que aquello terminaría en una declaración de amor, y así fue.

    Ella quería decirle sí en ese mismo momento, pero en medio de esa situación emocional había recordado las clases en su maestría, en donde en muchas ocasiones le recomendaron que no debía ser impulsiva, que pensara antes de tomar una decisión importante.

    Todo eso la desconcertaba mucho, decía: «Estoy encargada de un área dentro de la compañía que requiere cabeza fría para tomar decisiones; mi familia ha confiado en mí por mi criterio para asumir esas responsabilidades y casi no he tenido inconvenientes con ellos, ni por eso, ni por nada… ¡hasta ahora!».

    Las reflexiones continuaban y sobre todo eran parte de una situación que le generaba inconvenientes en la familia.

    Ana Cristina decía: «Desde el momento en que conocí a Pablo, vengo teniendo problemas en mi casa, cuando nunca antes los tuve; discuto con mayor frecuencia con todos, me dicen que me he vuelto intratable y que estoy distante de la familia». Todo ello le generaba una situación compleja.

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    Conflictos

    La familia

    Por un lado, cuando Ana Cristina se sentía muy enamorada, comentaba «todo está lleno de color -como lo de la niña en la película de Spielberg-; es alegre, súper condescendiente conmigo, me hace reír y la pasamos regio. Me siento como la niña de la película, llena de color, silbando y corriendo….».

    Sin embargo, sus padres decían que Pablo era un vago, que ¿cómo puede alguien que tiene casi 30 años «tomarse días libres», en medio de semana para ir a la playa? Y es allí cuando comenzaban las discusiones; no sabía qué decir ni cómo defenderlo sin mentir, pues era verdad que muchas veces en media semana, él estaba «corriendo olas».

    Sus hermanos decían que era un tipo sin ambiciones, sin aspiraciones de logro. Ella les refutó ¡que no era así! Que él sí tenía ambiciones, solo que no era de «niño bien» -como ellos- sino de alguien más sencillo, no solo por su menor condición económica sino por su forma de ver y tomar la vida, de manera mucho más «descomplicada». Les había aclarado a sus hermanos que él no había tenido tantas oportunidades como ellos para obtener una carrera o una maestría; que se quedó huérfano muy joven, que tuvo que salir adelante solo, con su madre y su hermana menor, y por eso no ha podido lograr una carrera universitaria.

    Conflictos

    La empresa

    Su familia le repetía mucho que ella había cambiado, que se había vuelto irresponsable desde que conocía a Pablo. Ella se defendía: «Lo que pasa, es que me juzgan por haberme fijado en alguien que -como me dicen- «vivirá de mi herencia» y que de «técnico reparador» de computadoras no pasará; incluso mi mamá ha intervenido con gran cariño -pero con más preocupación que cariño-, y me ha llegado a decir cosas como esta: «mire bien hijita lo que está haciendo de su vida, usted tiene un MBA, gerencia las finanzas de una empresa familiar, una mujer de temple…. ¿cómo va a creer que pueda conformar un hogar duradero con alguien tan distinto de usted y de su familia?».

    Arturo García, que jamás había tenido sino solo halagos y muestras de orgullo para con su hija, ahora le reclamaba por no estar «al pie del cañón» en la empresa. Decía que se estaba aprovechando de los privilegios de estar trabajando en una empresa familiar y que en un par de ocasiones se había ido a la playa (ida por vuelta) con Pablo entre semana, acompañándolo a correr olas en Engabao; es verdad que nunca hacía eso, siempre cumplía las normas de la empresa sin diferencia de cualquier otro funcionario, pero jamás abandonó su responsabilidad, dejaba todo bien cubierto.

    Pregunta para el lector

    Una inquietud que es clave para la discusión sobre una situación de empresas familiares en clase:

    Si usted fuera el consultor, ¿qué le recomendaría a Ana Cristina?

  • Su creatividad es una solución para el hogar

    Redacción Quito

    Un «accidente» con su laptop fue el origen de su emprendimiento. Cuando la computadora portátil de María Caridad Moncayo colapsó, debido al exceso de calor que producía al utilizarla sobre el edredón de su cama, se le ocurrió una idea.

    La solución más práctica para salvaguardar su artefacto fue crear una pequeña mesa de madera. Antes de dar vida a su invento analizó que en el mercado local solo se ofrecían unos soportes con ventilador para enfriar los equipos, pero para la emprendedora este accesorio no era una solución tan funcional.

    Con el diseño en mente acudió a un carpintero para que, en MDF y melamina (un material orgánico que sirve de recubrimiento), fabricara una mesa portátil para su ‘compu’.

    El diseño era básico. Madera curva para que se adaptara al cuerpo y la parte inferior acolchonada, para la comodidad del usuario. El tablero era práctico y junto a su amiga y compañera de universidad, Valeria Celi, decidieron que ese producto sea el inicio de su negocio.

    Hace cuatro años, las estudiantes de la carrera de Multilingüe en Negocios y Relaciones Internacionales de la Universidad Católica de Quito acudieron a Corporación Favorita, para ver si su producto podía ser distribuido en la cadena de autoservicios Megamaxi.

    El directivo que miró el producto aceptó la propuesta de las universitarias y realizó una primera compra de unas 800 unidades del tablero.

    Las socias no esperaban una respuesta tan rápida, por lo que empezaron a trabajar para cumplir con su primer pedido. Con una inversión de USD 10 000, fruto de ahorros manufacturaron los artículos.

    En el proceso de producción participaban carpinteros, costureras, entre otros proveedores de materiales. Al final, en la casa de Celi, ubicada en Cumbayá (nororiente de Quito), las nacientes empresarias armaban los productos.

    De esa manera, en el 2010, nació Kikemar. La marca es producto de la fusión de los nombres de los abuelos de Moncayo: Enrique y Martha.

    Luego de la primera producción notaron que en la melamina se podían estampar diferentes diseños. Gracias a ello diversificaron su oferta.

    Su segundo ítem fue «charolas desayunadoras», cuyo valor agregado eran sus diferentes estampados y colores. Por ejemplo, para el Día de la Madre ofertaban diseños relacionados con esta celebración, que servían como regalo.

    Luego de realizar estudios de mercado y de mirar propuestas en el extranjero ampliaron su portafolio de productos. A los tableros para portátiles y «charolas para desayunos» se añadió una línea para la organización para el hogar, con soportes de alambre y tela para baños y cocinas, zapateras, cajas organizadoras, etc. Todos, con una amplia gama de colores de acuerdo con la temporada.

    El año pasado, Kikemar facturó unos USD 100 000 y las cadenas de artículos para el hogar, Sukasa y Todohogar, también se convirtieron en sus distribuidores. Ahora, el negocio cuenta con más de 50 ítems y su producción mensual asciende a unas 2 000 unidades.

    Ejecutivos del Departamento de Compras de Corporación Favorita aseguran que los productos tienen aceptación en sus clientes, debido «a su variedad de diseños y colores«.

    Para Andrés Fuseau, ingeniero en sistemas, el tablero para laptop es útil y duradero. Lo adquirió hace un año y medio y «aún está en buenas condiciones».

    El negocio por dentro

    Los proveedores. Actualmente, Kikemar cuenta con 10 proveedores. Todos son microempresarios de Quito: desde carpinteros hasta metalúrgicos.

    La compañía. En el 2012 se constituyó como una compañía limitada y entre sus proyectos está la edificación de su planta propia.

  • Los emprendimientos florecen en cualquier carrera

    Los estudiantes de la UTM son inquietos, quieren ser sus propios jefes, comenta Araceli Sánchez. Ella es docente de la Facultad de Ciencias Administrativas. «Ellos tienen ideas innovadoras, pero en la mayoría de los casos se chocan con el limitante de los recursos económicos para poder concretar los planes de negocios«, asegura Sánchez.

    Sin embargo, hay quienes luchan y logran su objetivo. Ese es el caso de 20 estudiantes del séptimo nivel de Administración. Cada uno aportó USD 100 y crearon la iniciativa Emprecom (Empleados y compañeros). Su producto se llama Tamambi; se trata de tamarindo cocinado y al natural que lo venden en empaques al vacío en supermercados, mercados y tiendas en Portoviejo.

    Ellos tienen seis meses en el mercado y un capital de USD 4 000. Los proveedores de la materia prima son agricultores que se encuentran en el sitio Río Chico, ubicado a 20 minutos de Portoviejo; ellos procesan 400 libras por semana.

    Karen Toárez y Néxar Zambrano están al frente del proyecto y cuentan que les va bien. Para Zambrano el mercado del tamarindo es amplio. «Nosotros cocinamos el tamarindo, la gente lo consume por tradición y tiene muy buena acogida, por eso estamos pensando en multiplicar el capital para pensar en algo a mayor escala«. Asegura que la meta es crear una empresa que rescatará al tamarindo como fruta insigne de Portoviejo. «Por ahora, trabajamos en la casa de un compañero, ahí no pagamos renta eso es clave a la hora de montar un negocio. Nosotros hacemos las entregas, ahí también ahorramos», dice Néxar.

    Pero hay más ejemplos. Washington Vélez, estudiante de Ingeniería, creó una combinación con base en poliéster, con agregados de hormigón. Esa mezcla le permite elaborar tapas para alcantarillas. Ha fabricado unas 70 para la Empresa de Agua Potable y Alcantarillado de Portoviejo (Emapap).

    Danny Bravo, estudiante de décimo semestre de diseño gráfico, montó un negocio de publicidad y diseño, que nació después de una tarea. «Ahora, con otro compañero, somos los creativos pero los trabajos de impresión los tercerizamos pues no tenemos los equipos para todo el proceso».

    Youry Rezavala, docente de Ciencias Administrativas, comenta que la mayoría de los emprendimientos se orientan al tema agrícola, pues en la UTM hay estudiantes que llegan de cantones con amplia trayectoria agrícola.

    «Nos complace ver cómo los estudiantes, después que adquieren las destrezas para elaborar un plan de negocios, tienen herramientas firmes para iniciar sus propios proyectos», asegura Sánchez.

  • Biométrika sus soluciones tecnológicas dejan huella en la región

    Sebastián Angulo. Redacción Quito / LÍDERES

    La biometría es el estudio de métodos automáticos para el reconocimiento de una característica determinada de una persona en particular. Y la idea de implementar sistemas biométricos en el país para la seguridad de entidades bancarias y empresas del país sonaba descabellado a inicios de la década pasada.

    A Francisco Fuentes, un ingeniero informático graduado de la Escuela Politécnica del Ejército (ahora Universidad de las Fuerzas Armadas) la idea le parecía que era la mejor opción para combatir fraudes bancarios.

    Ahora él está al frente de Biométrika, una firma quiteña que ha instalado su plataforma de seguridad basado en esta tecnología en 9 100 puntos biométricos, distribuidos en 11 instituciones financieras y gubernamentales a escala nacional.

    Su tecnología también ha sido requerida por empresas de Colombia, Argentina, México, Venezuela y Costa Rica.

    Pero para conseguirlo, el quiteño tuvo que atravesar un proceso de aprendizaje que duró unos 20 años. Apenas se graduó de la universidad, su profesor, Carlos Bonilla, le propuso sumarse al equipo de la firma tecnológica IBM. Una vez en la compañía, al flamante ingeniero en sistemas le propusieron programar para Mutualista Pichincha, uno de los clientes de la compañía.

    Fuentes trabajó entre 1995 y el 2000 para esa entidad financiera y aprendió toda la normativa bancaria vigente en el país. Además, fue testigo de algunos fraudes bancarios por lo que mentalizaba cómo mejorar la seguridad bancaria.

    En el 2003, la mutualista buscaba implementar un sistema de seguridad basado en códigos de barras. Fuentes le proponía al ese entonces gerente de la entidad, Carlos Pareja, la lectura de la huella digital.

    El gerente creyó en el proyecto y puso a trabajar al emprendedor.

    En el 2003 esa solución era innovadora para el mercado local. Para esa época el Banco Internacional también buscaba montar algo parecido y se enteró del sistema de la Mutualista por lo que decidió contratar a Fuentes.

    El banco decidió ir más allá e instalar el sistema en las transacciones financieras. Pero para firmar un contrato con el Banco Internacional debió constituir una empresa. Así, el 11 de septiembre del 2004 se constituyó Biométrika. Para ello, invirtió unos USD 12 000 que los obtuvo por medio de un crédito bancario, que lo destinó para la compra de muebles e instalación de oficina.

    La Universidad San Francisco de Quito solicitó de sus servicios. El éxito en este centro educativo impulsó para que en el 2006 el Banco Pichincha los contratara, luego de competir con firmas colombianas del mismo sector.

    En el país, el sector público también se convirtió en cliente de Biométrika. Entidades como el Ministerio de Finanzas y el Banco Central la contrataron.

    Los hitos

    En el 2013. Biométrika incorpora nuevas técnicas de reconocimiento biométrico para el adulto mayor y menores de edad en su productos.

    En septiembre del 2012. La firma introduce el uso de dispositivos móviles para validación biométrika en sus productos.

    En agosto del 2012. La empresa empezó a utilizar mecanismos de autenticación mediante huella digital como servicio, tanto para empresas privadas como para entidades públicas.

  • Nuevas inversiones para ampliar el servicio

    Lilia Arias. Redacción Loja / LÍDERES

    Buses cama. Esta es la característica de las nuevas unidades con las que cuenta la empresa de transportación Loja Internacional. Este servicio de transporte es uno de los productos innovadores para el usuario que utiliza estos servicios en las rutas que desarrolla la empresa en 20 provincia del país.

    La compañía nació en 1961 y su forma de administración fue a través de la participación de socios. Ellos nombraban un presidente y era el que dirigía la organización para brindar el servicio. Con un aporte mínimo de 135 asociados se cubrían los gastos de administración y el pago de las remuneraciones del personal.

    Sin embargo, frente a demanda y la necesidad de innovar para mantenerse en el mercado, en el 2002 los socios decidieron dar un cambio en el modelo de la empresa, que consiste en aplicar una caja común por niveles. Es decir, que cada socio aporta con un monto para capitalizar y de esta forma renovar el parque automotor y generar ganancias. Bajo esta nueva línea de negocio, también se ayudan con créditos del Banco de Loja.

    Cada uno de los cuatro buses cama cuestan USD 340 000 y son patrimonio de la empresa. Mientras que los ‘buses normales‘ tienen un valor de unos USD 170 000 y son de propiedad de cada socio. Estos son importados desde Brasil.

    Además, los socios sumaron nuevas ideas de servicio, que les permite suplir las necesidades de la empresa para mantener las 139 unidades de transporte.

    Entre los servicios adicionales que presta la empresa constan una estación de servicios, lavadora y lubricadora, transporte de carga y encomiendas, un taller de carrocerías, almacén de repuestos, entre otros. De los ingresos que se perciben con todos estos servicios se cancelan los sueldos de 200 empleados que trabajan para la cooperativa en sus 42 oficinas ubicadas en el país y una en la ciudad de Piura-Perú.

    Para Polivio Vélez, gerente de la Cooperativa Loja Internacional, esta nueva forma administrativa ha permitido ser una empresa sostenible generadora de fuentes de empleo. Las nuevas unidades que se adquieren pertenecen a los socios, luego de pasar por el sistema de compra a través de la caja común.

    Según Iván Ludeña, secretario general del Sindicato Provincial de Choferes de Loja y socio de la Cooperativa Loja, esta forma asociativa ha permitido generar desde Loja una empresa sólida y generadora de empleo.

    La Cooperativa Loja Internacional cuenta con 155 rutas nacionales y una internacional (Piura-Perú). Al día se despachan 254 turnos, los conductores y auxiliares de las unidades de transporte son seleccionados por un Comité de Seguridad y Vigilancia.

    Según Vélez, este modelo de empresa quiere ser replicada en otras cooperativas del país y por ello han sido invitados por la Agencia Nacional de Tránsito para compartir el nuevo modelo sustentable, con charlas a sus colegas.

    Lupe Guerrero utiliza el servicio de transportación constantemente. Como Visitadora Médica tiene que recorrer varias ciudades de Ecuador. Ella opina que el servicio de esta empresa ha sido óptimo; además, le ha permitido trasladarse de un lugar a otro de forma cómoda.

    El costo del pasaje en los denominados buses cama son de USD 40; mientras que en el resto de unidades de la flota, el pasaje cuesta 20, desde Loja hasta Quito.

    Cifras. 139 unidades forman parte de la Cooperativa Loja

  • Emprendedores, del temor al primer paso

    Mariana Maldonado. El Universal de México (GDA)

    ¿Tienes miedo al fracaso y a la bancarrota? ¿Rechazas la incertidumbre de lo que representa aventurarse a abrir una nueva empresa? ¿Crees que tu idea no es lo suficientemente buena para pasar esa dura prueba frente al consumidor? O, ¿eres un obsesionado por la perfección y temes que las cosas no salgan como tú lo estás pensando? Quizá no tienes ese ‘gen’ que distingue a los emprendedores natos y que los hace triunfar así como así. Creencias o miedos, cualquiera de estas situaciones se convierten en barreras que el propio individuo se pone para evitar emprender. Ambos son centrales para la decisión de fundar o no una empresa, y han merecido numerosos estudios académicos.

    Otros factores relacionados con el emprendimiento son la necesidad de éxito, de tener el control, la de tomar riesgos, la poca o mucha tolerancia a la ambigüedad y la autoconfianza, según un estudio publicado en la Revista Asiática de Emprendimiento y Sustentabilidad. Todos, absolutamente todos, ponen barreras a la hora de planear una nueva empresa.

    Víctor Moctezuma, director del Hub de innovación y emprendimiento iLab Veracruz, asegura que dentro de su entrenamiento se encuentra el prepararlos para enfrentar todo tipo de miedos y obstáculos propios de estos sentimientos negativos. «La primera cosa que les reclamamos es: no hay tolerancia al marasmo mental, porque esa es la primera barrera que hace que todo lo demás esté en contra. Si tú no das el paso adelante, no te quitas las venda de los ojos de que es imposible, nadie lo hará por ti».

    EN BÚSQUEDA DEL GEN
    ¿El emprendedor nace o se hace? Es una pregunta que se ha planteado una y otra vez. Bill Aulet, director del Martin Trust Center del MIT, en su libro ‘Disciplina para emprender. 24 pasos para una exitosa puesta en marcha‘, dice que el emprendimiento se puede enseñar.

    «Cuando vemos a Richard Branson, Steve Jobs, Bill Gates, Larry Ellison, y otros emprendedores que llaman la atención, parecen extraordinarios. Pero cada de sus éxitos es el resultado de un gran producto que los hizo exitosos, no de un gen especial«, asegura en la introducción de su libro. Adiós gen, hola, enseñanza.

    MIEDO AL FRACASO
    Es quizás el ‘rey’ cuando se habla de emprender. El miedo a la bancarrota es un factor de decisión para muchos emprendedores potenciales para no emprender un negocio, según un informe realizado en los Países Bajos. El riesgo de fracasar parece ser alto. En México: 70% de los negocios no llegan a su tercer año de vida, según un estudio de KPMG.

    El libro del fracaso elaborado por Fuck Up Nights y por el Instituto de Emprendimiento Eugenio Garza Lagüera incluso lo aborda con humor y sostiene que con el tiempo es posible digerirlo.

    Una frase del dramaturgo Samuel Becket citada ahí puede ayudar: «Fracasa. No importa. Inténtalo de nuevo. Fracasa de nuevo. Fracasa mejor».

    La aversión al riesgo es otra barrera psicológica hacia emprender, según un estudio publicado en la Revista Internacional de Negocios y Management. Un estudio de John Morgan, un profesor de temas empresariales de la UC Berkleys, añade que a los empresarios no solo no les gusta el riesgo sino que se mueven por lo que él llama «aversión a la pérdida».

    Los otros factores

    Búsqueda de reconocimiento. El libro del Fracaso dedica un apartado a este punto y lo titula: «Si buscas reconocimiento, detente», y sostiene que, quizá seas el más guapo para tu pareja y el más inteligente para tus padres, pero… no lo serás para todos.

    Mejor, perfecto. La perfección no existe, ¿cierto? El libro del fracaso recomienda que se asuma como lo que es: «un ideal que te anima a emprender acciones», y no como la última meta.

    Tolerancia a la frustración. Se relaciona con intentarlo una y otra vez porque, seguramente, a la primera no va a salir. «Todo el tiempo estás rodeado de obsesiones, no puedo, no debo. Es lo primero que se debe de romper», asegura Víctor Moctezuma, director del Hub de innovación iLab Veracruz.

    El especialista

    Emprendedor, ¿con el corazón o con la cabeza?

    Resultan sorprendentemente sencillos y hasta cierto punto elementales y de sentido común los relatos de los individuos exitosos. Ellos hablan de sus logros como asuntos que pudieron ocurrírseles a cualquier persona; afirman que sus decisiones fueron simplemente consistentes con las circunstancias, que hicieron lo que era necesario hacerse, en el tiempo y espacio apropiados, con un nivel de convencimiento que era casi imposible que no les llevara a lograr el éxito.

    Advierten, eso sí, que saborearon derrotas y frustraciones, que tuvieron que sobreponerse a sus propios miedos, condicionamientos mentales, al autosabotaje; dejar de culpar a las circunstancias. Lo intentaron una y otra vez, y solo entonces vieron materializarse sus sueños. Sin embargo, nunca creyeron que habían tocado el cielo con las manos.

    A partir de esos testimonios, centenares de autores han intentado descifrar los misterios del éxito, convencidos de que debe haber un método capaz de hacer de cualquier sujeto medianamente ambicioso un triunfador.

    Es evidente que el tiempo y los contextos son cambiantes. Por ejemplo, la presente generación cuenta con recursos y medios tecnológicos que permiten hacer todas las previsiones posibles antes de lanzarse a las turbulentas aguas de los negocios. Entonces, los emprendedores evitan todo lo que parece subjetivo, como las ‘corazonadas‘; prefieren dejarse guiar por lo ‘concreto‘. Echan mano de los indicadores económicos, estudian las estrategias de sus potenciales competidores, conocen el mercado y el comportamiento de los consumidores, saben de ‘marketing‘; dominan el ‘branding’, el ‘e-commerce’.

    Aún así, el pánico y la inseguridad les acompañan siempre. El problema radica en la avidez, en la búsqueda neurótica del éxito, en la pereza, que prefiere cómodos atajos. En cambio, los emprendedores de inicios del capitalismo contaban con escasos datos, de modo que su intuición era su principal herramienta. También hay diferencias ‘filosóficas‘ respecto del dinero y el trabajo. Muchos de los acaudalados empresarios de antaño atribuían su buena fortuna a sus convicciones espirituales. Por su parte, los emprendedores de estos tiempos conciben a Dios, en el mejor de los casos, como un socio estratégico; prescindible si llegara a oponer resistencias éticas para alcanzar el éxito.

  • Coworking Cuenca es una alianza pionera

    Redacción Cuenca (I)

    Cinco empresas independientes son parte del Coworking Cuenca, que funciona desde mayo pasado. Sus integrantes comparten un mismo espacio físico, intercambian conocimientos, validan conceptos y crean oportunidades para ejecutar proyectos.

    Lynx Trade se dedica al desarrollo de un software para inversiones y se ofertará mediante ‘apps’ y un sitio web, desde el próximo año. Snáptica e Integrar, en ese orden, se especializan en el diseño e implementación de tecnología (domótica), para hogares, oficinas y edificios, y en el desarrollo de la innovación y creatividad para las organizaciones.

    Los expertos en domótica cuentan con clientes en Loja y Quito e interesados en la capital azuaya. En cambio, KanArtek se centra en las soluciones tecnológicas de información y comunicación como ‘apps’ y web.

    También, creó el ‘website’ Pizzaroom para ofrecer información sobre 10 pizzerías de Cuenca. Ese sitio tiene dos semanas y acumula más de 200 visitas. Luego, se ofertará compras en línea.

    La última empresa es SID que se dedica a la impresión en tecnología 3D avanzada e investigación empresarial. Esta ofrece prótesis más económicas que las importadas. Por citar un ejemplo, una mano cuesta USD 600. También hacen desarrollos para antebrazo y pierna.

    Según el director de Coworking Cuenca, Manu Vega, hay médicos interesados en estas prótesis por su calidad. Su representante es Alejandro Abad y ha realizado contactos con expertos en innovación de prótesis en Colombia, para colocar un recubrimiento para que se vean más naturales.

    Coworking Cuenca no es una oficina sino una casa, dice Vega. El sitio de encuentro es una mesa de pimpón, que va más allá del ocio en la jornada laboral. El objetivo es que allí se generen sinergias entre los proyectos y aprovechar al máximo el talento humano. En este inmueble hay un señalética en el piso de diferentes colores y cada uno identifica a las empresas y conduce a su espacio.

    Un requerimiento

    Necesidad de talentos. Los integrantes de Coworking Cuenca buscan conseguir a los mejores referentes en programación, diseño y comunicación para desarrollar nuevas soluciones.

    Otros proyectos similares. La iniciativa que funciona en la capital azuaya es el séptimo coworking del Ecuador. Los integrantes de la iniciativa cuencana participaron en el Campus Party 2014 realizado en Quito.

  • La empresa nacional ya se promociona en Spotify

    Redacción Quito (I)

    Este diciembre, la plataforma de música en ‘streaming’, Spotify, cumplirá un año en Ecuador. A finales del año pasado, la marca ingresó a 20 nuevos mercados, como Colombia, Chile, Perú, Bolivia, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, entre otros.

    Este portal, que está disponible para tabletas, teléfonos inteligentes y computadoras, ha ganado terreno gracias a su presencia en diversos sistemas operativos, como Android, iOS, Windows y Mac.

    Esta multinacional de la música, con sede en Estocolmo, cuenta con dos fuentes de ingresos: el pago de usuarios por cuentas premium, que permite escuchar contenidos sin conexión a Internet y sin publicidad; y por pauta de comerciales.

    Gracias a su creciente penetración en el país, las empresas miran a Spotify como una nueva alternativa para pautar publicidad. Por ejemplo, la cadena Fybeca desde hace tres meses, transmite comerciales en esta aplicación.

    Rodrigo Terán, subgerente de Desarrollo de Negocios de Corporación GPF (Fybeca), sostiene que identificaron a Spotify como «una aplicación digital con mucha acogida por la gente, que contaba con miles de usuarios y descargas a escala mundial».

    La cadena de farmacias decidió pautar en esta plataforma, «para captar a un público joven, entre 15 y 35 años, que maneja muy bien la tecnología y disfruta de este tipo de aplicaciones». Para la firma, la aplicación se convierte en el espacio idóneo para «generar alta recordación en los usuarios».

    Corporación GPF gestionó la pauta en esta plataforma por medio de la agencia de marketing Walker Brand. Alegría Albán, gerenta de cuentas de esta firma, señala que las opciones que tienen las empresas son la creación de listas de canciones o ‘playlists‘ o con menciones directas. Las tarifas van desde los USD 5,88 hasta los 20 000. Albán comenta que actualmente están en proceso de creación de un plan para una pizzería.

    Mientras que Coca-Cola, otra marca que también transmite y se promociona por esta plataforma, señaló que maneja estos temas a escala regional.

    Las cifras

    Usuarios. La aplicación actualmente cuenta con más de 25 millones de usuarios activos de 50 países.

    Las canciones. En la actualidad, Spotify tiene alrededor de cuatro millones de canciones que no se han reproducido ni una vez. El catálogo completo reúne alrededor de 20 millones de temas.

    Los acuerdos. La empresa ha firmado acuerdos con las discográficas Universal Music, Sony BMG, EMI Music, Hollywood Records y Warner Music entre otras firmas.

    Suscriptores. 6 millones pagan por una cuenta premium, para escuchar sin interrupción de comerciales.

  • Prosoft: El control de la planilla se realiza en segundos

    Evelyn Tapia. Redacción Guayaquil / LÍDERES

    Un año de planificación y una inversión de USD 500 000 representaron para la empresa guayaquileña Prosoft, incursionar en el negocio de la lectofacturación electrónica en línea. Luego de tres años, este servicio representa el 90% de los ingresos de la empresa.

    Esta firma, fundada en el 2000 por el quiteño Gino Miño, ofrecía hasta el 2010 servicios de consultoría en soluciones tecnológicas, software para manejo de agroindustrias y para firmas especializadas en logística. Pero en el 2011 comenzó con 12 especialistas, la implementación de tecnología en lectofacturación, «para ofrecer soluciones que economicen tiempo, agiliten procesos y tener más clientes satisfechos».

    Este empresario, que está radicado en Guayaquil hace 24 años, es ingeniero civil pero siempre fue un apasionado por la tecnología. «Aprendí de los proveedores, como IBM. Al principio, trabajé -sobre todo- en automatización de bancos».

    Cuando constituyó la empresa hace 14 años, su primer negocio fue proporcionar el servicio de puntos de venta para leer tarjetas de crédito y en el transcurso de la última década amplió su oferta de servicios. Empresas como Unilever, el Banco Nacional de Fomento (BNF), Labiza y Nestlé, han sido clientes para los que Prosoft ha desarrollado software.

    En Labiza, empresa guayaquileña productora de arroz, se incorporó software especializado en gestión agrícola para organizar procesos de producción y almacenamiento. Esto le permitió agilizar procesos de despacho y manejar de manera más eficaz la producción de arroz, comenta Gina Poveda, su gerenta.

    Con el BNF, recuerda Miño, se realizó en el 2007 todo un proceso de automatización de sistemas bancarios, que no se actualizaban desde 1986.

    Con la lectofacturación, en la que laboran 80 operadores, se ha marcado un hito en la empresa, pues los ingresos pasaron de USD 480 000 en el 2011 a casi 1 millón de dólares en el 2013.

    Washington Galarza, subgerente de la firma, asegura que fueron pioneros en ofrecer este servicio con el que un proceso que de manera manual tomaba 10 días, se realiza en menos de un minuto.

    Con una impresora y un dispositivo que cabe en la mano, el operador captura la información del medidor del servicio básico. El dispositivo posee un software que se conecta con el de la empresa proveedora del servicio y en ese momento se hace el cálculo de la deuda del cliente. Este a su vez puede ver cómo se realiza el proceso y se imprime su factura.

    El primer cliente con el que arrancó este servicio en el 2012 fue la Corporación Nacional de Electricidad (CNEL) Milagro, que tiene unos 130 000 abonados. Durante el primer año de implementación del servicio en CNEL se redujeron en un 15% las quejas de los clientes.

    Desde hace 20 meses, Prosoft trabaja con Emelnorte, firma proveedora de energía eléctrica, y genera las facturas para los 220 000 clientes que esta empresa pública tiene en Carchi e Imbabura; en el norte de Pichincha, y en ciertas zonas de Esmeraldas y Sucumbíos.

    «Identificamos que había mucha insatisfacción entre los clientes, porque no sabían si lo que les estaban cobrando era lo que realmente habían consumido, no había esa seguridad», explica Miño.

    Entre los planes corporativos, Galarza cuenta que están trabajando para convertirse en proveedores tecnológicos de servicios de facturación electrónica para el Servicio de Rentas Internas (SRI) y que esperan ofrecer sus servicios a nivel internacional en el 2015.

    Aporte tecnológico

    Mapa de rutas. Prosoft desarrolló una plataforma que permite seguir desde una computadora en vivo el recorrido de los operadores y ver incluso el momento en que imprimen las facturas.

    Cero errores. El software del dispositivo lector es capaz de identificar cuando una lectura no está dentro del rango que regularmente se consume en una vivienda, y alerta a los operadores. Así se evitan errores cuando los medidores están dañados, por ejemplo.

    El Insignia

    ‘La clave es estar siempre actualizados’

    Franqui Carrera. Ingeniero de soporte

    Trabajo en Prosoft desde el 2003 como ingeniero de soporte. Me dedico al cambio en programas, visito a los clientes para conocer cómo están funcionando los programas que hemos desarrollado para ellos.

    La clave es estar siempre actualizados, hemos tratado de trabajar con tecnología de vanguardia, de estar actualizado y brindar las soluciones que estén en boga de acuerdo a las necesidades de cada empresa.

    Con la lectofacturación hemos crecido mucho en este tiempo y ha sido un reto para todos porque nos ha tocado incursionar en nuevas tecnologías aplicables a estos equipos con los que no habíamos trabajado antes, y nos ha ido bien porque es una solución que ahorra tiempo, esfuerzo y dinero, además de que se minimizan los errores.

    «ha sido un reto para todos,  nos ha tocado incursionar en nuevas tecnologías «.

  • Nestlé crece con el Chocolate

    Xavier Basantes (I) Editor del Semanario LÍDERES

    Han transcurrido casi seis décadas desde que Nestlé abrió sus primeras oficinas en Ecuador; la multinacional suiza se instaló en las calles Vélez y Quito, en el centro de Guayaquil, y lo hizo en 1955. Precisamente en esta ciudad funciona, desde junio pasado, una de las industrias más flamantes de esta firma en el Ecuador, en donde opera maquinaria OPM.

    Se trata de una de las líneas de producción tecnológica más eficaces en el mundo en la elaboración de chocolate fino terminado, en la cual se invirtieron USD 16,8 millones y que hasta la fecha ha permitido la exportación de 600 toneladas de estos productos, a países como México y Chile; asimismo, se realizan pruebas para llegar a Perú, Argentina y Venezuela.

    Justamente en ese plan de expansión, Nestlé Ecuador desarrolla un proyecto con Walmart Chile. «Estamos haciendo una prueba para desarrollar un chocolate especial para ellos y eso se apoyará en una campaña especial. La idea es llegar a Walmart en todo el mundo, con chocolate fino ecuatoriano, terminado y producido acá», explica Rodrigo Camacho, gerente general de Nestlé Ecuador.

    La transferencia de esta tecnología europea y la inversión en la maquinaria OPM son parte del objetivo de la firma de ser un actor importante en el proceso de transformación de la matriz productiva en el país. «Desde muchos años atrás venimos trabajando para tener una compañía sólida que trabaje y que se alinee con este proceso», indica Camacho.

    Del total de la producción de Nestlé Ecuador, el 90% se realiza localmente y el 10% corresponde a artículos importados. Para reducir ese componente de productos extranjeros, el siguiente paso es realizar nuevas inversiones en infraestructura y adecuaciones en la planta de Guayaquil, por USD 1,5 millones, para la producción de galletas. La firma tiene 15 marcas de galletas que se comercializan en el mercado nacional.

    Pero el compromiso no solo se expresa en inversión y transferencia tecnológica, explica Camacho, la firma también desarrolla desde el 2006 su estrategia de Creación de Valor Compartido, siendo el Plan Cacao su propuesta modelo de inclusión social con los agricultores de unas 2 500 fincas que proveen de la ‘pepa de oro’, a Nestlé Ecuador.

    Para desarrollar este plan, conjuntamente con el Instituto Nacional de Investigaciones Agropecuarias (Iniap), la empresa tiene la finca experimental Chollo en Quevedo (provincia de Los Ríos). Allí se han logrado desarrollar plantas más productivas, más resistentes a las plagas, que consumen menos agua y con una altura promedio de dos metros, que permiten obtener un cacao de mejor calidad.

    Los cacaoteros han recibido unas 600 000 plantas, como parte del Plan Cacao que aplica el sistema de trazabilidad de UTZ Certified, de esta forma se garantiza que las materias primas han sido cultivadas de manera responsable con la comunidad. Según el Iniap, para el 2015 se espera realizar la liberación de dos nuevas variedades de cacao, para elevar así la calidad de los productos comercializados dentro y fuera del país.

    ¿Qué planes tiene Nestlé Ecuador para el próximo año? Camacho explica que el 2015 será un año de innovación y fortalecimiento de sus productos en el mercado ecuatoriano. Una gran apuesta será la incorporación de la quinua y el amaranto en su portafolio.

    «En Nestlé, en Suiza, se habla de la quinua y el amaranto como los productos del futuro y nosotros necesitamos trabajar con eso, ya, en el presente; con productos altos en vitaminas, en proteínas, en cereales». Asimismo, la firma apostará por una mayor atención con sus productos a los primeros 1 000 días de los recién nacidos y la nutrición de sus madres.

    En cuanto a los retos que se plantean para las empresas en el Ecuador, el acuerdo alcanzado con la Unión Europea (UE), el Gerente General responde: «Tenemos operaciones gigantescas allá, pero no estamos mirando al mercado europeo como para incrementar las importaciones. Todo lo contrario; ojalá se nos pueda dar la oportunidad de incrementar nuestras exportaciones hacia allá.

    En eso estamos enfocados: qué productos podríamos producir en Ecuador y abastecer a los países europeos, con alta calidad y precios competitivos».

    El último trimestre del año también trae novedades en lo que tiene que ver con el Grupo Nestlé y su relación con el Grupo Fonterra. Ambas corporaciones acordaron redefinir el alcance de su alianza en DPA (Dairy Partners Americas). DPA fue creado por Nestlé y Fonterra en el 2003 como una alianza conjunta con una participación de 50/50, fabricante de leche en polvo, fabricante y comercializador de productos lácteos refrigerados y líquidos en Latinoamérica.

    Con ello, la operación de las fábricas de leche en polvo de DPA en Brasil, Argentina, Ecuador y Colombia volverá a ser propiedad de Nestlé, al igual que el negocio de leche líquida en Ecuador.

    Información adicional

    Las cifras: En el 2013, Nestlé Ecuador SA creció 7% y aumentó sus ventas a USD 460 millones. La base de este crecimiento proviene del negocio local y de las exportaciones. En el 2012, las ventas fueron de USD 410 millones.

    Plan Cacao:  Potencia las capacidades técnicas y organizativas de los agricultores, fomenta programas de certificación, premia la calidad, implementa estrategias que mejoran la calidad de vida de las comunidades, promueve prácticas agrícolas sostenibles y compra directamente el cacao al productor.